La Novia

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El infierno no es para gente mala, esa es la explicaciรณn burda y errรกtica, el infierno simplemente es para la gente adecuada al mismo. Clive Baker

La novia Por OESC761125


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La novia- Angélica Fanfiction basado en el universo de Hellraiser creado por Clive Baker.

No ha pasado mucho tiempo desde que se fue y ya estoy empezando a olvidar su rostro, en parte a tanto alcohol que he bebido desde ese día o quizá al rencor que aún le guardo por haberme dejado aquí, solo, sabiendo que ella era mi mundo, la persona alrededor de la cual giraba mi mundo… La base de mi felicidad. ¿He tratado de comprender el por qué suceden las cosas, en realidad existe un destino? De ser así la gente decía que éramos el uno para el otro. ¿Será una prueba de esas que la vida tiene preparada para hacernos más fuertes? Pues qué manera tiene de foguearme. ¿Acaso existe un dios que todo lo ve y sus designios son misteriosos? Eso me enseñaron en la iglesia, y no solo eso, debía estar agradecido con él porque son sus designios… Pues reniego de él y sus designios, no puedo creer que tengan esto preparado para mí, no lo merezco y punto. La gente a mi alrededor me dice que debo olvidarla, que la vida sigue, que no debo dejarme caer. Es muy fácil decirlo, pero como olvidar tantos planes para el futuro, tantos momentos que pasamos juntos, tantas promesas, una en especial: te amo, te amare siempre y no importa cómo, yo haré lo necesario para tenerte a mi lado por toda la eternidad. Y aquí estoy ahora, buscando la manera e intentando llegar a donde debe estar ahora, el infierno según nuestras creencias, ella inmensamente más devota que yo izo lo peor que una persona puede hacer a los ojos de la iglesia... Cometió un pecado, para mí el peor de todos y yo como lo prometí, simplemente hare lo necesario. Y como pasa todo en la vida, de manera inesperada y sin pedirlo llego a mis manos la oportunidad, de la nada un tipo desaliñado vistiendo ropa vieja y rota, un abrigo negro, largo hasta las rodillas, sucio, de muy mal aspecto y olor, pero con una actitud desconcertante que rivaliza con lo macabro de su risa, una mueca que parece no poder quitarla de su rostro en ningún momento. Sin ser invitado se sentó conmigo, yo a pesar de haber bebido tanto de inmediato lo percibí y antes de correrlo del lugar con voz rasposa pero segura me dijo: – Yo puedo darte lo que buscas. Sé cómo hacer que cumplas tu promesa y estés con ella de nuevo. Mi reacción fue inmediata, aunque de sorpresa; de golpe estaba prácticamente sobrio y tenía toda mi atención.


Página 2 – Dime que tengo que hacer y cuánto me va a costar. De la bolsa su abrigo saco un cubo metálico, con figuras grabadas en dorado pulido muy brillante y negro. La coloco lentamente en la mesa y la empujo hasta quedar enfrente de mí. – Esta caja te dará lo que deseas. Sus ángeles te visitarán y cumplirán tus deseos. Pero cuidado, si tu convicción no es suficiente, ellos pueden ser tu peor pesadilla también. La observe detenidamente por unos segundos, no sabía si creer lo que me decía o simplemente ignorarlo como todos en el lugar. De pronto un simple comentario quito cualquier rasgo de duda en mí. – Angélica se sentirá muy sorprendida cuando te vea en el lugar en el que se encuentra. Se levantó de la mesa se dio la vuelta y alejándose dijo – Esta caja es única en su clase, descifra sus secretos y demuestra que eres digno de su poder. Si lo logras sus capacidades serán ilimitadas ya lo verás. ¿Cómo sabe su nombre? ¿Quién demonios es ese tipo? ¿En verdad la caja me llevará a ella? Tomo la caja y me voy a toda prisa al cuarto de hotel en el que me encuentro en este momento, bueno, si a ese basurero se le puede llamar hotel. Llego y pongo la caja en la mesa y la observo por largo rato, sus caras tienen marcas y trazos casi hipnóticos, pero no dicen nada, no hay una marca ni una guía para trabajar con ella. Comienzo a desesperarme, pero trato de pensar fríamente. Así pasa bastante tiempo, no tengo idea de cuánto, desde que la tengo no parece importarme y no, en verdad no me interesa; lo único que quiero es abrir esa caja. Sigo revisándola, la toco, la trato de forzar y nada parece moverse, no tiene ninguna pieza móvil, es completamente sólida, de una pieza, no entiendo que hay que hacer. Pienso en ella, su rostro casi desaparece, en mi memoria se pierden los detalles, pero su voz,  ¿en verdad lo prometes? ¿lo dices en serio? De pronto algo sucede. Con la yema de mi pulgar una pieza comienza a girar. La caja cambia, se mueven piezas, su cara se modifican y aparecen nuevos patrones. Las luces se apagan, todo comienza a tambalearse, una luz parece dar fondo al cuarto y así como llega todo se va. Y ahí están ellos. Tres figuras bajo las sombras. La primera voz parece de mujer, no es muy claro su tono al decir – Tu nos llamaste, y hemos llegado. La segunda con más claridad reconozco es de un hombre, bastante gruesa y áspera. – Dinos lo que quieres, y lo tendrás, pero debes saber que habrá un costo. ¿Estás dispuesto a pagar?


Página 3 A lo que presurosos y sin recapacitar en lo que pasaba dije de inmediato – Si, pagare lo que sea. Por estar de nuevo con ella pagaré. La tercera, claramente mujer, quizá la voz más melodiosa que he escuchado, acepto mi palabra y sin embargo dijo más – Muy bien, veremos si es verdad, son palabras de amor y no hay nada más peligroso, ya que es muy fácil prometer y de un momento a otro por cualquier inconveniente olvidar esa promesa. – Pero... si es verdad lo que dices, tendrás lo que quieres y mucho más. Esa es una oportunidad que no a cualquiera se le hace y muchos menos lo ganan como puedes ver. Siento temor cuando figuras comenzaron a acercarse, apenas eran visibles bajo la tenue luz de la ventana, eran de diferentes complexiones, el hombre el de mayor estatura y fuerza; la mujer de complexión más atlética pero delgada, podría decirse que de medidas perfectas con el rostro bajo una capucha misteriosa que de forma irremediable hacia imaginarlo de una belleza acorde a su cuerpo y la tercera figura, de igual manera complexión delgada pero sin ningún indicio de ser hombre o mujer a primera vista. Cubiertos con túnicas negras desgarradas que dejaban ver partes de piel con heridas profundas y sangrantes aun contrastantes con su piel pálida en extremo ceniza y falta de vida. De pronto sentí el dolor más grande que jamás había vivido. Una espina se había clavado en mi costado, traspasando la carne y enganchándose del otro lado. Antes de hacer el más mínimo sonido, una mano completamente helada y pálida cubrió mi boca, y al oído susurró – Si gritas una sola vez, no tendrás nada, ese es el costo de lo que pides; si lo resistes tendrás el poder de lograr todo lo que deseas. Asenté con la cabeza y más espinas se clavaron, una tras otra y al extremo cadenas tiraban cada una hacia el lado contrario desgarrando la piel sin lograr su cometido. La sangre brotaba de cada herida y la piel rota hacia casi increíble que había un cuerpo debajo de todo eso. La voz de nuevo interrumpió el proceso – Muy bien, parece que sí era real, si es amor. Ahora te daré lo que necesitas, pero de aquí en adelante no podrás dejar de gritar. Su mano helada pasa por mi rostro y cada roce de sus dedos arranco la piel haciéndome caer en un abismo de sensaciones y transformándome para siempre de lo que alguna vez fui en el monstruo que soy ahora. No sé cuánto tiempo ha pasado, es relativo en este lugar. De hecho, es casi irrelevante. Si es el cielo no es como lo imaginaba. Si es el infierno mucho menos. No hay fuego, al contrario, es helado. No hay obscuridad, es bastante claro, aunque brumoso, con una especie de ceniza blanca, casi parecido a la nieve. Lo que si hay es un camino interminable de lo que se pueden considerar almas, que serán castigadas y muchas de ellas serán castigadas por mí, lo cual ha sido parte de mi deseo cumplido por ellos, específicamente por ella, me ha enseñado a transformar la carne, a infligir el más sublime dolor y a otorgar el más intenso de los placeres.


Página 4 He terminado con casi todos sus enemigos, ha logrado un excelente status en este lugar, le conseguí el libro de los muertos, aprendí tanto de él, cosas que se han podido realizar en contadas ocasiones. Me ha enseñado a ver más allá de las formas, de la mirada, de los sentimientos. Me ha convertido en lo que ella ha necesitado, por fuera y por dentro, y después de todo eso, me ha dicho que estoy listo, por fin la veré de nuevo. Caminamos por una escalera empedrada, la ceniza la cubre, bajamos y encontramos algunas almas de infelices que serán castigados, los ignoro, no puedo más que pensar en que estaremos por fin frente a frente después de tanto tiempo. Espero aun me recuerde, yo obviamente no la he olvidado y cuento los segundos para estar de nuevo frente a Angélica. Pero ella no los ignora e insiste, – Mira te presento a Gabriel, el es un mujeriego, ha engañado a muchas con sus promesas de amor y más de una han caído rendidas y han dado hasta su vida. Anda haz tu trabajo, como nadie más lo sabe hacer. Y tiene razón, nadie lo hace como yo, me acerco al tipo y no hay mucho que pensar, reinvento su gusto, lo lanzo contra la pared y al tocar su cuerpo de cada punto brotará una de sus amantes, conscientes de que engañaban a alguien y culpables al igual que el de sus embustes. De inmediato brazos comienzan a crecer de él, pierde forma de cuerpo, ahora parece un gusano, a fin de cuentas lo que en verdad es, brazos y cabezas en toda su estructura, me parece una buena manera de perpetuar su gusto por las mujeres ajenas, ahora son parte de él, eso me agrada. Miro de reojo y encuentro un par de mujeres, ya estamos trabajando así que de inmediato veo a una y sé que su problema es la envidia y de inmediato su castigo pasa por mi mente, sus ojos son arrancados con un pase rápido de mi mano sobre su rostro y será parte del decorado de la escalera siendo medio emparedada al muro de manera que tenga una vista privilegiada de todo aquel que pase por ahí. La segunda, mi pecado favorito, casi sonrío al saber que por causa de su lujuria esta en este momento frente a mí, así que su imagen deberá representar su verdadero ser, de inicio al tocar cada parte transformamos de manera más que dolorosa, aparecen garras, dientes, ojos y lengua adecuadas a su figura, una especie de tentáculo babeante. Sus pies cambian a pesuñas con espinas salidas de sus huesos y su cuello alargado como extensión de su columna contoneándose como una serpiente. Ahora, lo más importante, de su entrepierna crecen dientes filosos semejando a una planta carnívora impidiendo que use tan mencionada y visitada zona. Ella parece complacida con el trabajo, ese toque me lo otorgo como su regalo de bienvenida, la habilidad de transformar a otro ser como yo lo desee.


Página 5 Por fin llegamos a un mirador, la vista es casi bella de no ser porque todo lo que se ve está muerto, en blanco y negro. A mi espalda de una puerta incrustada en el muro parece que veo su figura. De inmediato camino hacia la puerta y ella me detiene y pregunta con una sonrisa morbosa – ¿qué es lo que harás? Y yo sin apartar la mirada de Angélica le digo – lo que desde un principio prometí hacer. Me acerqué lentamente hasta estar seguro de que era ella, tal como la recordaba de la última vez que la vi, es hermosa, es la razón de mi felicidad. Angélica – le dije firmemente – como te prometí, aquí estoy. Levanto la mirada y sorprendida me miró, no podía decir nada, – ¿en verdad eres tú? – susurro de manera entrecortada. – no puedo verte, lentamente se cercó y con sus manos retiro la capucha que mantenía en la sobra mi rostro. – Sí soy yo – Aterrada dio un paso atrás al ver en lo que me había convertido. Un rostro pálido sin piel con espinas brotando de los huesos de los pómulos, la barbilla y la frente, un hueco sangrante por nariz y dientes descubiertos sin labios. – Prometí que te encontraría, fuera como fuera, esta es la manera y cumplí mi promesa. Coloque de nuevo la capucha y conteste, trato de hablar – Yo no quise ... – Con mi mano en su boca la hice callar – Sssshhhhh, no tienes que decir nada, lo es todo, sé que te suicidaste por amor, lamentablemente no fue por amor a mí. – su mirada fue cambiando con mis palabras hasta brotar lágrimas. – También sé que me dejaste por Gabriel y poco te duro el gusto, él te abandono, te diste cuenta que a la vez de contigo estaba con una de tus compañeras de trabajo y finalmente te cambio por una de tus amigas, no pudiste soportarlo y te cortaste las venas, me dejaste, sin decir una palabra, sin dar una razón, solo desapareciste, pero hubo una promesa y por eso hice hasta lo imposible por llegar a ti. – ¿sabías que la traición es un pecado? –- dije con una alegría casi perturbadora – Y es de los más penados. Retire mi mano me aleje lentamente unos pasos atrás y al intentar pronunciar una palabra le hice una advertencia – Así que cuida tus palabras, porque cada una de ellas te hará el mismo daño como el que alguna vez tú me causaste con tu silencio. Tras permanecer un momento de callada intento hablar con voz temblorosa – Perd... De inmediato y sin terminarla, de su boca brotaron varios hilos de alambre con púas filosas y con puntas como espinas, la comenzó a rodear, desde la cabeza, el rostro los brazos y piernas hasta incrustarse en los pies y fijarlos contra el piso impidiéndole casi cualquier movimiento sin recibir un pinchazo o rasgar parte de su piel.


Página 6 Cada uno cortaba y se enterraba en distintas partes de su cuerpo, desgarrando la piel, despedazando la carne y provocando dolor con cada una, tal como lo advertí, el mismo que yo sentí por Angélica. Di la vuelta y ella me miraba desde el umbral, sonriente, dejé a Angélica aun saliendo alambre de su boca, al parecer tenía mucho que decir aún, algún día volveré a ver si ha terminado. Al llegar al umbral con ella y colocarme a su lado le pregunte – ¿Tú sabias desde el inicio lo que haría verdad? Y contesto sonriente – Claro, te lo dije, eres especial, no hay nada como el amor no correspondido para ser el mejor causando dolor. La miré por un momento, sonreí y dije – Perfecto, hiciste una excelente elección, sigamos con nuestro trabajo.


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