Órgano informativo, arbitrado por la UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO PROGRAMA DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACCIÓN.
En convenio con la Organización talento humano.
COMITE DE REDACCIÓN
Doctorantes:
Magister: Mariela Zurita
Magister: Luis Rodríguez
Magister: César Prince
Coordinadora Ejecutiva Dra. Roselia Rodríguez
LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La noción de “sociedad del conocimiento” (knowledge society) surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos a “sociedad de la información”. La UNESCO, en particular, ha adoptado el término “sociedad del conocimiento”, o su variante “sociedades del saber”, dentro de sus políticas institucionales. Ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no en relación únicamente con la dimensión económica.
Por ejemplo, Abdul Waheed Khan (subdirector general de la UNESCO para la Comunicación y la Información), escribe]: “La sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de “sociedad de la información”, a mi parecer, está relacionado con la idea de la “innovación tecnológica”, mientras que el concepto de “sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. (...) el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”.
En este sentido, la educación tiene una profunda responsabilidad en los cambios paradigmáticos, epistemológicos y ontológicos, pues se requiere forma a un nuevo ser dentro de una fase tecnológica de la humanidad que puede ser perjudicial en sí
misma. En esta primera edición se pretende abordar la temática desde la reflexión sobre qué papel debe jugar la educación en la sociedad del conocimiento. Este concepto que se refiere a los cambios y transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad actual e implica que analicemos si estamos educando a los individuos para que se adapten a estos cambios de tal forma que podamos realizar los ajustes necesarios en los sistemas educativos de todos los niveles, en especial en la Educación Superior. Para ello, en el desarrollo de este escrito se indaga en las demandas que se exige a la educación en esta nueva sociedad, pero principalmente que logremos hacer un análisis introspectivo sobre nuestro rol como docentes, el cual debe ser de facilitador que guía al educando en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en especial que forma individuos para la vida en las dimensiones: profesional, social y personal. En esta edición, y como filosofía y política del cuerpo directivo de Ontoepisteme dejaremos a criterio del lector la posición que ha de tomar en relación a la sociedad del conocimiento, ya que presentaremos diversas posturas acerca de este hecho fenómeno mundial, lo cual implica realizar una profunda reflexión epistemológica y ontológica de la realidad que queremos construir desde nuestra plataforma epistémica, así como las creencias de cada individuo.
Es importante señalar que este medio de comunicación, pretende llevar a sus lectores las novedades investigativas e innovación en el área de la educación y las ciencias sociales. De esta forma contribuir al desarrollo del pensamiento crítico, de la participación consciente en las discusiones y análisis del hecho educativo desde una plataforma libre y democrática.
EDITORIAL
CONTENIDO Editorial La sociedad del conocimiento 3 Artículos centrales La sociedad del conocimiento y los procesos de socioformación 5 Sociedad del conocimiento y los avances tecnológicos 7 Sociedad del conocimiento y las tendencias comunicativas cotidianas 9 Entrevista Byung-chul han: “el dataísmo es una forma pornográfica de conocimiento Que anula el pensamiento” 10 Reportaje e investigación Sociedad del conocimiento y el proceso de innovación 14 Baúl literario Nuestra recomendación: 16 ¿Por qué duele el amor? 17 Una mirada investigativa La educación en la sociedad del conocimiento 18 Humor 21 Eventos y publicidad 22 Referencias 24 4 ONTOEPISTEME VOL 1 FEBRERO, 2023
LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y LOS PROCESOS DE SOCIOFORMACIÓN
Por: César Prince
¿Qué es la sociedad del conocimiento y qué retos tiene para la educación?
La sociedad del conocimiento es la sociedad que ha empezado a emerger en el mundo y que se tiene como meta construir para resolver los grandes problemas de la humanidad, como la violencia en todas sus manifestaciones, la destrucción del ambiente ecológico, la corrupción, el desempleo, la desnutrición, la baja calidad de vida que afecta a muchas poblaciones, etcétera, mediante la búsqueda, procesamiento, adaptación, creación, innovación y aplicación del conocimiento a través de diferentes medios.
Lograr la sociedad del conocimiento implica:
1. Pasar del énfasis en la información, tal y como sucede en la actualidad, a trabajar con el conocimiento. Para ello es necesario analizar críticamente la información, comprenderla, organizarla de forma sistémica y buscar su pertinencia.
2. Centrarse en el conocimiento requiere que este esté accesible a través de diferentes medios, principalmente los tecnológicos, que son los que facilitan el acceso.
3. Formar personas con un sólido proyecto ético de vida, con un
propósito claro en la vida y la actuación con base en los valores universales, comprometidas con la resolución de los problemas del contexto local y global.
La educación actual, en todo el mundo, sigue priorizando los contenidos, y eso se observa en los planes de estudio, los programas de formación, los libros de texto. En el marco de la sociedad del conocimiento, el paradigma de enseñar contenidos ya no es pertinente. Lo que deben aprender los estudiantes en el nuevo contexto social son estrategias para buscar, procesar, analizar, crear, adaptar, innovar y aplicar el conocimiento en problemas del contexto. Y para ello deben poseer unos cuantos conceptos claves que les permitan orientarse en grandes cantidades de información.
Es preciso transformar la educación actual para que trascienda el énfasis en contenidos y se comience a centrar en la resolución de problemas del contexto, y a través de estos las personas aprendan a gestionar el conocimiento, a comprenderlo, a adaptarlo, a crearlo, a innovarlo y a aplicarlo. Esto implica tener espíritu de emprendimiento, como también las competencias necesarias para afrontar los retos del contexto y trabajo colaborativo con los demás.
ARTÍCULOS CENTRALES
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ARTÍCULOS CENTRALES
¿Cómo transformar la educación acorde con la sociedad del conocimiento?
Hay muchas estrategias para hacer una transformación real de la educación actual, pero la principal es centrarse en trabajar con problemas del contexto, en todos los niveles educativos. Este debería ser el eje de todas las estrategias de formación y evaluación que se implementen, como el aprendizaje con mapas, el aprendizaje con problemas, el aprendizaje con proyectos, los juegos, los sociodramas, pero fundamentalmente voltear la mirada hacia las neurociencias, concretamente la Neuroeducación.
LA SOCIOFORMACIÓN: UNA RESPUESTA A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
¿Qué es la socioformación y por qué es importante en el contexto educativo actual?
La socioformación es un nuevo enfoque educativo que busca responder a los retos de formar para la sociedad del conocimiento con base en la realización de proyectos formativos transversales, buscando cuatro que tanto los estudiantes, como los directivos, los docentes y la familia tengan un sólido proyecto ético de vida, espíritu emprendedor, competencias para afrontar los retos del contexto y trabajo colaborativo.
Este enfoque educativo surge a partir de las contribuciones del constructivismo, el socioconstructivismo, las competencias, el pensamiento complejo, la gestión de la calidad, la Quinta Disciplina y el método de proyectos, pero los trasciende para
abordar los retos de lo que implica vivir en la sociedad del conocimiento y trascender el énfasis en la información que es algo que no logran superar los enfoques pedagógicos tradicionales. La socioformación surge y se consolida en Iberoamérica, a partir de la invitación del filósofo y educador contemporáneo Edgar Morin, a finales de los años noventa de buscar nuevas estrategias para transformar la educación acorde con el pensamiento complejo. Luego,Tobón (2004) genera un avance significativo en el área metodológica con su propuesta de la formación basada en competencias.
Actualmente, la socioformación es una línea de trabajo que cada día siguen más investigadores, directivos, docentes y asesores en toda Iberoamérica. En este ámbito se tienen logros concretos en la aplicación en instituciones educativas, universidades, libros de texto, video-tutoriales, diplomados, posgrados y grupos de investigación. Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer y grandes áreas a desarrollar en este enfoque. Ante todo, el reto es avanzar en la implementación de la socioformación de forma masiva a través de políticas públicas en el orden nacional, para lograr sistemas educativos más pertinentes desde el marco de la sociedad del conocimiento.
Es importante señara que “La socioformación” es un enfoque educativo y no un modelo pedagógico. Como todo enfoque, focaliza o se centra en la actuación integral de las personas ante problemas del contexto por medio de proyectos, desde el marco del proyecto ético de vida, con procesos transversales. Este énfasis se hace sin dejar de lado la naturaleza sistémica y compleja de la formación humana y la contribución de diversas corrientes y perspectivas pedagógicas
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¿Qué es la socioformación y por qué es importante en el contexto educativo actual?
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ARTÍCULOS CENTRALES
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y LOS AVANCES TECNOLÓGICOS
Por: Luis F. Rodríguez
El termino sociedad del conocimiento surgió hacia finales de los años 90 y es usada en los ámbitos académicos como alternativa a la sociedad de la información, ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando en lo social, cultural, político, económico, tecnológico e institucional y una perspectiva más pluralista y desarrolladora.
El concepto actual de la sociedad del conocimiento no está centrado en el avance tecnológico, sino que se considera como un factor de cambio social, según esta perspectiva el conocimiento será cada vez más la base de las transformaciones sociales en diversos entornos funcionales de las sociedades. Se agranda la importancia del conocimiento como recurso económico lo que acarrea la necesidad de aprender a lo largo de toda la vida.
Como señala el sociólogo catalán Manuel Castells, ha surgido una nueva era, la era de la información, en la cual tiene gran importancia el sector servicios que incorpora actividades tan dispares como el transporte, la comunicación, el comercio, el
almacenamiento, las finanzas, software, informática y telemática, medios masivos de comunicación, industrias de entretenimiento, turismo e incluso venta informal.
Según Drucker, P. (1993) el conocimiento es una fuente de producción de riqueza, cuya capacidad se incrementaría progresivamente con el transcurso del tiempo, desde esa perspectiva el conocimiento ha adquirido gran preponderancia en relación con los factores de productividad tales como el capital, la tierra y el trabajo de la era industrial. De esta manera, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación transforman radicalmente las economías, los mercados, las industrias, los servicios, puestos de trabajo, productos, servicios y los mercados laborales.
El termino sociedad del conocimiento fue introducido por el sociólogo estadunidense Daniel Bell, quien formuló que el eje principal de esta será el conocimiento teórico y advierte que los servicios basados en el conocimiento teórico serán la
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estructura medular de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información.
La información, la libertad de expresión y la educación son para la UNESCO las bases sobre las que se apoya la sociedad del conocimiento, la cual no solo sustenta el crecimiento económico, sino también el desarrollo de todos los sectores de la sociedad desde el punto de vista humano, si bien es cierto que el conocimiento ha hecho presencia en todos los procesos económicos, sólo hasta ahora se ha constituido en el motor de la producción de riqueza.
Los procesos educativos son parte integral de la sociedad del conocimiento, la educación tiene la tarea básica de habituar a los individuos a seleccionar, filtrar y valorar la información de manera que se genere la innovación. La sociedad del conocimiento se basa en la formación de profesionales competentes en el manejo de la infraestructura tecnológica y en la gestión del conocimiento, en lo tecnológico abarca el manejo de tres áreas, informática, telecomunicaciones, transferencia y procesamiento de datos e imágenes, en cuanto a la gestión del conocimiento se busca desarrollar procesos educativos que
desarrollen conocimiento en las comunidades, organizaciones y empresas.
Esto da a entender que las sociedades del conocimiento le dan preminencia a las nuevas tecnologías de la comunicación e información, como medio para desarrollar la autonomía, la pluralidad y el respeto a los derechos humanos, en este contexto también cobran importancia conceptos como “sociedades del aprendizaje” y “el aprender durante toda la vida”, la “sociedad de aprendizaje” se refiere a un nuevo concepto de sociedad, donde el conocimiento se construye fuera de las instituciones educativas y no se limita a la formación inicial, mientras que el “aprender durante toda la vida” indica que las personas se ven obligadas a desempeñarse en diferentes actividades a lo largo de su vida de modo que deben estudiar siempre, dejando atrás el concepto de que la educación correspondía a las etapas iniciales de la vida de un ser humano.
En la sociedad del conocimiento el capital humano representa el pilar de su desarrollo, pues solo en la medida en que las personas puedan desarrollar las capacidades cognitivas, el pensamiento crítico, la creatividad, la autonomía personal, el emprendimiento entre otras será posible su construcción.
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La información, la libertad de expresión y la educación son para la UNESCO las bases sobre las que se apoya la sociedad del conocimiento
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SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y LAS TENDENCIAS COMUNICATIVAS COTIDIANAS
Por: : Mariela Zurita
La finalidad del artículo es presentar una reflexión referida a la sociedad del conocimiento cuya importancia es resaltar la nueva época contemporánea de innovación y tendencias en comunicación utilizadas en la vida cotidiana.
Por tal motivo fueron consultadas fuentes documentales de varios autores, en donde los mismos reflejan su interés e importancia del tema de acuerdo a las consultas se evidencia la importancia de la evolución de la sociedad del conocimiento, apoyadas en el uso de las tecnologías para la información de la comunicación y su importancia en cuanto a la transformación educativa familiar social política y cultural, tal efecto guarda relación con el avance de las tecnologías digitalizadas y la formación de la nuevas generaciones de profesionales y personas exitosas.
La sociedad del conocimiento es un tema de interés de la nueva era del siglo XXI, formada por personas exitosas con características para competir por la cambios educativos, culturales, sociales y políticos del mundo moderno que requieren de la innovación que brindas las TIC para el conocimiento.
De acuerdo a algunos autores destacan que la sociedad del conocimiento se caracteriza por los elementos de conocimiento digitalización, virtualización convergencias tecnológicas e innovación para la globalización, estos elementos son utilizados por la sociedad moderna que han permitió un desarrollo significativo desde temprana edad en las nuevas generaciones los niños y los jóvenes se han apropiado del saber a través del conocer en las redes sociales, permitiendo la producción y distribución de información al conocimiento.
Así mismo la educación hoy día es vista como el eje central que nos permite avanzar desde la sociedad de la información hacia lo del conocimiento adecuada al sistema, de allí la formación permanente y el logro de la independencia cognoscitiva forman parte en sus objetivos centrales, Sin embargo, no debemos olvidar que todo conocimiento adquirido a través de las TIC, debe estar focalizado y dirigido a la realidad que se desea enfocar, destacando y organizando los parámetros de la sociedad.
Aunado a ello es importante señalar que la sociedad del conocimiento es un término relevante que ocupa un lugar importante en las discusiones de las ciencias sociales, por cuanto resume las transformaciones sociales que se producen en la sociedad moderna y ofrece una visión del futuro para guiar normativamente las accione políticas.
Es por ello la relevancia de destacar que para el año 2020, aparece el virus mortal del COVID-19, convirtiéndose en una pandemia a nivel mundial, obligando a una cuarentena en los hogares para evitar altos contagios. Lo que obliga al cierre temporal de las institucione educativas, permitiendo reinventar la era digitalizada para la formación de estudiante y docentes con apoyo de las telecomunicaciones.
Así, la información y la sociedad son dos expresiones en el campo educativo que significa el uso de dispositivos digitales para facilitar el aprendizaje y consolidar un modelo integral de educación que cumpla con los objetivos tecno-pedagógicos de la actualidad.
En este sentido la introducción de la era digitalizada en las aulas y el incremento de las líneas virtuales ha sufrido un incremento con la finalidad de mejorar la calidad educativa en apoyo de los docentes como modelos para transmitir el conocimiento en las diferentes áreas de formación.
Par concluir números autores han escrito sobre este tema de interés social y por ello queda visible desde mi experiencia educativa que la sociedad de conocimiento ha evolucionado en el mundo a través de la era digital en las instituciones educativas, así como la dependencia tecnológica en las personas, las cuales han transformado su naturaleza a través de nuevos hábitos en la vida del ser humano creando dependencia y en algunos casos subordinación.
Lo antes expuesto se debe a la aparición de la cultura en la información que no frena fronteras y conduce a un mundo diferente e informado a través de la tecnología de información y comunicación (TIC), y por tal motivo a la aparición de la sociedad del conocimiento.
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BYUNG-CHUL HAN: “EL DATAÍSMO ES UNA FORMA PORNOGRÁFICA DE CONOCIMIENTO QUE ANULA EL PENSAMIENTO”
Traducción de News Clips
El filósofo coreano, afirma que la conversión de la producción y el rendimiento en valores absolutos está desritualizando cada vez más a la sociedad, cree que la violencia que el ser humano ejerce contra la naturaleza se está volviendo contra él con más fuerza
De nuestra redacción
El filósofo alemán vivo más leído en todo el mundo es coreano. Byung-Chul Han (Seúl, 1959), profesor en la Universidad de las Artes de Berlín, se dio a conocer en todo el mundo hace 13 años con La sociedad del cansancio. Desde entonces ha publicado más de una decena de ensayos formalmente similares —muy breves y con una escritura clara y directa— en los que desarrolla una peculiar crítica comunitarista de distintos aspectos del capitalismo contemporáneo. Su último trabajo es La desaparición de los rituales (Herder, 2020) De allí que formulamos una serie de interrogantes en torno a este tema, encontrando las respuestas
PREGUNTA. En su libro define los rituales como acciones simbólicas que generan una comunidad
sin necesidad de comunicación. En cambio, según plantea, en las sociedades actuales abundaría más bien la comunicación sin comunidad. ¿Cómo imagina esa “comunidad-sin-comunicación” perdida? Los ejemplos que usted pone pertenecen al pasado o a pequeños pueblos campesinos e insiste en que el causante de esa destrucción comunitaria es el neoliberalismo. ¿Ha habido otras épocas del capitalismo más abiertas a los rituales? ¿Es incompatible la modernidad y la comunidad o la incompatibilidad se da exclusivamente entre capitalismo y comunidad?
RESPUESTA. La desaparición de los rituales señala sobre todo que, en la actualidad, la comunidad está desapareciendo. La hipercomunicación consecuencia de la digitalización, nos permite estar cada vez más interconectados, pero la interconexión no trae consigo más vincu-lación ni más cercanía. Las redes sociales también acaban con la dimensión social al poner el ego en el centro. A pesar de la hipercomunicación digital, en nuestra sociedad la soledad y el aislamiento aumentan. Hoy se nos invita continuamente a comunicar nuestras opiniones, necesidades, deseos o preferencias, incluso a
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que contemos nuestra vida. Cada uno se produce y se representa a sí mismo. Todo el mundo practica el culto, la adoración del yo. Por eso digo que los rituales producen una comunidad sin comunicación. En cambio, hoy prevalece la comunicación sin comunidad. Cada vez celebramos menos fiestas comunitarias. Cada uno se celebra solo a sí mismo. Deberíamos liberarnos de la idea de que el origen de todo placer es un deseo satisfecho. Solo la sociedad de consumo se orienta a la satisfacción de deseos. Las fiestas no tienen que ver con el deseo individual. En el juego colectivo uno no procura satisfacer su propio deseo. Antes bien, se entrega a la pasión por las reglas. No estoy diciendo que tengamos que volver al pasado. Al contrario. Sostengo que tenemos que inventar nuevas formas de acción y juego colectivo que se realicen más allá del ego, el deseo y el consumo, y creen comunidad. Mi libro va encaminado a la sociedad que viene. Hemos olvidado que la comunidad es fuente de felicidad. La libertad también la definimos desde un punto de vista individual. Freiheit, la palabra alemana para “libertad”, significa en origen “estar con amigos”. “Libertad” y “amigo” tienen una etimología común. La libertad es la manifestación de una relación plena. Por tanto, también deberíamos redefinir la libertad a partir de la comunidad.
P. Su descripción de nuestro mundo como crecientemente alejado de los rituales se opone a quienes ven el capitalismo como una sociedad hiperritualizada. Desde ese punto de vista, que usted critica, el consumo tendría una fuerte dimensión ritual e incluso religiosa: los supermercados o los estadios serían nuestros templos. ¿Por qué le parece incorrecto interpretar las prácticas capitalistas o burocráticas como formas secularizadas de rituales religiosos?
R. Rechazo la tesis de que el capitalismo es una religión. Los centros comerciales son todo lo contrario de un templo. En los centros comerciales, y en el capitalismo en general, domina una atención particular. Toda gira en torno al ego. Según Malebranche, la atención es la oración natural del alma. En los templos encontramos una forma totalmente diferente de atención. Se presta atención a cosas que no se pueden alcanzar con el ego. Los rituales me alejan de mi ego. El consumo refuerza la obsesión con él. No soy creyente, pero me gusta asistir a las celebraciones religiosas, católicas por supuesto. Cuando me dejo embriagar por los cánticos, la música del órgano y el aroma del incienso me olvido de mí mismo, de mi ego, y experimento una hermosa sensación de comunidad. En mi libro cito un apunte de Peter Handke: “Con ayuda de la misa, los curas aprenden a tratar bien las cosas: la manera delicada de sostener el cáliz y las hostias, la limpieza sosegada de los vasos, la manera como pasan las páginas del libro; y el resultado de ese hermoso modo de tratar las cosas: una alegría que da alas al corazón”. Hoy en día damos un uso muy diferente a las cosas.
Las agotamos, las consumimos y las destruimos. En los rituales las tratamos de una manera totalmente distinta, con cuidado, como si fuesen amigas. Las cosas ritualizadas también pueden crear comunidad.
Los rituales poseen un factor de repetición, pero es una repetición animada y vivificadora. No tiene nada que ver con la repetición burocrática-automática. Hoy en día vamos constantemente a la caza de nuevos estímulos, emociones y experiencias, y olvidamos el arte de la repetición. Lo nuevo se trivializa rápidamente y se convierte en rutina. Es una mercancía que se consume y vuelve a inflamar el deseo de algo nuevo. Para escapar de la rutina, del vacío, consumimos aún más estímulos nuevos, nuevas emociones y experiencias. La sensación de vacío es precisamente la que activa la comunicación y el consumo. La “vida intensa” que actúa como reclamo del neoliberalismo no es sino consumo intenso. Existen formas de repetición que crean auténtica intensidad. Me encanta Bach. He tocado más de 10.000 veces las arias de las Variaciones Goldberg, y cada vez experimento una felicidad. Personalmente, no necesito nada nuevo. Me encantan las repeticiones, los rituales de la repetición.
P. Una tesis muy sugerente de su libro es que los rituales permiten que los valores de una comunidad se asimilen corporalmente. Me parece una idea cercana a aquello que decía Pascal: “Si no crees, arrodíllate, actúa como si creyeras y la creencia llegará por sí sola”. Usted plantea que, en cambio, vivimos en una sociedad de las pasiones marcada por el culto narcisista a la autenticidad, donde lo único que cuenta es la sinceridad de nuestras emociones.
R. Los rituales anclan la comunidad en el cuerpo. Sentimos físicamente la comunidad. Precisamente en la crisis del coronavirus, en la que todo se desarrolla por medios digitales, echamos mucho de menos la cercanía física. Todos estamos más o menos conectados digitalmente, pero falta la cercanía física, la comunidad palpable físicamente. El cuerpo que entrenamos solos en el gimnasio no tiene esa dimensión de comunidad. También en la sexualidad, en la que lo único que importa es el rendimiento, el cuerpo es, en cierto modo, algo solitario. En los rituales, el cuerpo es un escenario en el que se inscriben los secretos, las divinidades y los sueños. El neoliberalismo produce una cultura de la autenticidad que pone el ego en el centro. La cultura de la autenticidad va de la mano con la desconfianza hacia las formas de interacción ritualizadas. Solo las emociones espontáneas, es decir, los estados subjetivos, son auténticas. El comportamiento formalizado se rechaza como falto de autenticidad o como externo. Un ejemplo es la cortesía. En mi libro hago un alegato en contra de la cultura de la autenticidad, que conduce al embrutecimiento de la sociedad, y a favor de las formas bellas.
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P. ¿Cree que los partidarios de la nueva derecha radical podrían sentirse identificados con su reivindicación de los rituales y la comunidad? ¿Qué diferencia su propio comunitarismo del de la ultraderecha emergente?
R. La comunidad no se define necesariamente por la exclusión del otro. También puede ser muy hospitalaria. La comunidad a la que se acoplan las derechas está vacía de contenido. Por eso encuentra su sentido en la negación del otro, del extranjero. Está dominada por el miedo y el resentimiento. El párroco de Arroy de la Luz (Cáceres) bendice el pueblo desde el tejado de la iglesia.
P. En el prefacio dice muy explícitamente que este no es un libro nostálgico, pero a menudo hace comparaciones con el pasado muy desfavorables para nuestro presente. En el capítulo dedicado a la guerra, por ejemplo, defiende los antiguos valores guerreros frente a la guerra automatizada moderna, que sería una matanza sin reglas. ¿No está idealizando la guerra antigua? Al fin y al cabo, a lo largo de la historia encontramos una amplia serie de genocidios. La matanza indiscriminada no es exactamente un invento capitalista.
R. Solo quería señalar que la cultura humana se está desritualizando cada vez más, que la conversión de la producción y el rendimiento en valores absolutos está acabando con los rituales. Por ejemplo, la pornografía aniquila los rituales de seducción. En las órdenes de caballería europeas el objetivo
principal no era matar al adversario. El honor y el valor también eran importantes. En la guerra con drones, en cambio, lo fundamental es matar al enemigo, que es tratado como un criminal. Después de la misión, a los pilotos de los drones se les hace entrega solemne de una “tarjeta de puntuación” que certifica cuántas personas han matado. También cuando se trata de matar, lo que más cuenta es el rendimiento. En mi opinión, esto es perverso y obsceno. No pretendía decir que las guerras del pasado fuesen mejores que las actuales. Por el contrario, lo que quería señalar es que hoy en día todo se ha convertido en una cuestión de rendimiento y producción. No solo en la guerra, sino también en el amor y la sexualidad.
P. En su ensayo relaciona el auge del big data con un giro en nuestra concepción del conocimiento, que cada vez más entendemos como algo producido maquinalmente. Llega a hablar de un “giro dataísta” análogo al “giro antropológico” de la Ilustración. ¿Es el dataísmo la conclusión de un camino irreversible que ya estaba anticipado en los orígenes de la modernidad?
R. El dataísmo es una forma pornográfica de conocimiento que anula el pensamiento. No existe un pensamiento basado en los datos. Lo único que se basa en los datos es el cálculo. El pensamiento es erótico. Heidegger lo compara con el eros. El batir de alas del dios Eros lo acariciaba cada vez que daba un paso significativo en el pensamiento y se atrevía a aventurarse en un terreno inexplorado. La transparencia también es pornográfica. Peter Handke dice en una de sus anotaciones: “¿Quién dice que el mundo ya está descubierto?”. El mundo es más profundo de lo que pensamos.
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El dataísmo es una forma pornográfica de conocimiento que anula el pensamiento. No existe un pensamiento basado en los datos. Lo único que se basa en los datos es el cálculo.
P. La pandemia de la covid-19 está teniendo un impacto enorme no solo en términos sanitarios o económicos, sino también en nuestra subjetividad compartida. En apenas unos días, la noción de “biopolítica” se ha vuelto muy intuitiva. ¿En qué medida cree que la comunicación-sin-comunidad que usted diagnostica en nuestras sociedades está afectando a la manera en que estamos viviendo la epidemia?
R. La crisis del coronavirus ha acabado totalmente con los rituales. Ni siquiera está permitido darse la mano. La distancia social destruye cualquier proximidad física. La pandemia ha dado lugar a una sociedad de la cuarentena en la que se pierde toda experiencia comunitaria. Como estamos interconectados digitalmente, seguimos comunicándonos, pero sin ninguna experiencia comunitaria que nos haga felices. El virus aísla a las personas. Agrava la soledad y el aislamiento que, de todos modos, dominan nuestra sociedad. Los coreanos llaman corona blues a la depresión consecuencia de la pandemia. El virus consuma la desaparición de los rituales. No me cuesta imaginar que, después de la pandemia, los redescubramos.
P. ¿Cree que la pandemia constituye un hito histórico similar a la crisis de 2008, que se traducirá en transformaciones políticas de calado? ¿Qué tipo de
cambios sociales cree que vamos a experimentar a raíz del coronavirus?
R. A consecuencia de la pandemia nos dirigimos a un régimen de vigilancia biopolítica. El virus ha dejado al descubierto un punto muy vulnerable del capitalismo. A lo mejor se impone la idea de que la biopolítica digital, que convierte al individuo y a su cuerpo en objeto de vigilancia, basta para hacer al capitalismo invulnerable al virus. Sin embargo, el régimen de vigilancia biopolítico significa el fin del liberalismo. En ese caso, el liberalismo no habrá sido más que un breve episodio. Pero yo no creo que la vigilancia biopolítica vaya a derrotar al virus. El patógeno será más fuerte. Según el paleontólogo Andrew Knoll, el ser humano es solamente la guinda de la evolución. El verdadero pastel se compone de bacterias y virus que amenazan con atravesar cualquier superficie frágil, e incluso reconquistarla, en cualquier momento. La pandemia es la consecuencia de la intervención brutal del ser humano en un delicado ecosistema. Los efectos del cambio climático serán más devastadores que la pandemia. La violencia que el ser humano ejerce contra la naturaleza se está volviendo contra él con más fuerza. En eso consiste la dialéctica del Antropoceno: en la llamada Era del Ser Humano, el ser humano está más amenazado que nunca.
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La violencia que el ser humano ejerce contra la naturaleza se está volviendo contra él con más fuerza.
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En eso consiste la dialéctica del Antropoceno: en la llamada Era del Ser Humano, el ser humano está más amenazado que nunca.
REPORTAJE E INVESTIGACIÓN
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y EL PROCESO DE INNOVACIÓN
Vivimos, hoy, en la denominada Sociedad del Conocimiento, expresión que se oye ya con frecuencia en nuestro país y que es un hecho aceptado y asumido, desde hace varias décadas, por las poblaciones de los países más avanzados; ello no quiere decir, sin embargo, que en dichas poblaciones el ciudadano medio sepa con claridad de que se trata y comprenda su verdadero significado, así como sus implicaciones en el quehacer humano, en la dirección, en la economía y en la política. Si bien la moneda, el consumo, la producción y los términos derivados de los mismos, tales como renta per capita, producto interior bruto, valor añadido, etc., son parámetros claramente asimilados, incorporados e utilizados de forma común en la sociedad, así como sus implicaciones en la calidad de vida y en el desarrollo, el conocimiento, a pesar de ser clave en la sociedad actual no resulta fácil de comprender con claridad, en buena parte porque no puede tocarse, ni tampoco medirse con la facilidad de los términos antes referidos.
Aunque definir y concretar un concepto tan amplio como Sociedad del Conocimiento no resulta fácil, sin embargo, el hacerlo, aunque sea sin acierto completo, puede facilitar su comprensión y permitir hacer referencias posteriores sobre aspectos diversos del mismo. Pues bien, en términos generales, dicha expresión quiere decir, nada más y nada menos, que el saber y el conocimiento son los parámetros que gobiernan y condicionan la estructura y composición de la sociedad actual y son, también, las mercancías e instrumentos determinantes del bienestar y progreso de los pueblos. El término mercancía es, sin duda, adecuado para referirse al conocimiento, por cuanto ambos son objeto de compra y venta, sobre todo el nuevo conocimiento, el cual se compra o vende, de forma directa, como patentes, licencias, royalties, acciones, etc., permitiendo
EL CONOCIMIENTO COMO PIEZA CLAVE DE LA SOCIEDAD ACTUAL
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REPORTAJE E INVESTIGACIÓN
a la entidad Se describe la Sociedad del Conocimiento basada en el saber y la especialización, cuya importancia es creciente como motor de la prosperidad económica y la mejora de la calidad de vida. Enseñanza, Investigación, Desarrollo e Innovación serían los pilares de esta nueva sociedad.
El término económico, de fácil comprensión, de bien o servicio de alto valor añadido, realmente responde a un bien o servicio que incorpora en mayor o menor grado conocimiento avanzado, mayor valor añadido, esto es mayor precio cuanto más conocimiento innovador incorpora. Por otra parte, a diferencia del capital y de la mano de obra, la información y el conocimiento tienen muchas de las características de lo que los economistas llaman bienes o mercancías públicas. Una vez hecho público el conocimiento puede compartirse a bajo costo y su valor no se reduce por el consumo; en realidad, el valor social y económico de la información y del conocimiento aumenta a medida que se comparte y usa por otros. El conocimiento, en la práctica, se transforma o convierte en productos, procesos, servicios, máquinas, aparatos, medicamentos, alimentos, organización, marketing, telecomunicaciones, informática, imagen, sonido, entre otros.
Con cierta frecuencia se denomina a nuestra sociedad actual como la sociedad del aprendizaje y, sin duda, dicha denominación responde a la realidad, si bien es conveniente matizar o añadir que ello es consecuencia, en buena parte, de la rápida producción y generación de conocimientos que obliga a un aprendizaje continuo para no quedar obsoleto en la materia en cuestión. La sociedad del aprendizaje es, pues, una consecuencia de la sociedad del conocimiento. Dicho de otro modo, los profesionales de la última o últimas generaciones y de las venideras no dejarán de ser estudiantes nunca. Hace cincuenta o más años, un médico, un ingeniero, un físico o un economista, podía ejercer su profesión durante años con el bagaje aprendido en la Universidad y prácticas posteriores. Hoy eso no es posible, ya que el alto ritmo de producción y generación de nuevos conocimientos obliga a reciclarse de
forma continua si se quiere mantener el nivel, al menos, inicial. El conocimiento es, pues, en la actualidad el recurso llave. La propiedad más valiosa e importante es hoy la propiedad intelectual. Los trabajadores a todos los niveles en la sociedad del conocimiento del siglo XXI necesitarán ser estudiantes, prácticamente, toda la vida.
ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN-DESARROLLO E INNOVACIÓN (I +D +I)
El conocimiento se asienta en dos pilares fundamentales, uno es investigación, desarrollo e innovación (I + D +i), que crea nuevos conocimientos y mejoras en otros ya establecidos y el otro la Enseñanza que transmite los conocimientos existentes. La Enseñanza y la calidad de la misma es pieza crítica y clave en la evolución y desarrollo de toda sociedad. Repercute directamente en el comportamiento de los ciudadanos, en el nivel de formación y destreza de los trabajadores, en la competitividad de la economía, en la capacidad de atracción de inversiones, tanto del interior como del exterior, que se producen donde existe mano de obra experta y adiestrada, entre otras. Los rankings de países por nivel de desarrollo y por calidad y gastos en Enseñanza son, prácticamente, idénticos. La formación continua es hoy pieza también fundamental para poder adaptarse a los cambios frecuentes que la sociedad del conocimiento impone y exige.
El otro pilar en el que asienta la sociedad del conocimiento es el de la creación de dichos conocimientos. Hasta el siglo pasado el conocimiento se generaba, principalmente, en Universidades y en Instituciones sin fin de lucro. Durante este pasado siglo, la generación de conocimientos se industrializó, creándose verdaderas fábricas de producción de conocimientos, de tecnología, que, si bien no se llaman así, se les suele llamar Centros o Institutos de Investigación y Desarrollo, se dedican de forma organizada y programada a crear conocimientos con fines bien establecidos dentro de empresas industriales o de “holdings financieros”.
Los términos aquí utilizados – conocimiento, ciencia y tecnología, investigación y desarrollo, enseñanza, bienes y servicios –, todos ellos interrelacionados podríamos plasmarlos en el siguiente esquema:
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REPORTAJE E INVESTIGACIÓN
en el esquema en el orden temporal señalado constituye lo que se conoce con el nombre de innovación, que, además de los elementos puramente científicos y técnicos, incluye elemento económicos y sociales. La investigación y el desarrollo (I+D) son los elementos creadores de la innovación y, por consiguiente, necesarios para originar aquella, si bien no suficientes en cuanto a asegurar el éxito en el dominio práctico e industrial. Es necesaria la existencia de una estructura capaz de utilizar los conocimientos generados, bien en las Universidades y Centros de Investigación, bien en las empresas, y transformarlos por medio del desarrollo tecnológico y de elementos socioeconómicos, tales como la prospección, la gestión, el marketing, la producción, etc. en bienes y servicio.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
El siglo pasado, el siglo XX, ha sido, sin duda, único en la historia de la Humanidad en cuanto a la rapidez y profundidad de los cambios y transformaciones sociales y económicas que tuvieron lugar, como consecuencia de la rápida y continua creación de conocimientos y transmisión de los mismos.
Estos son cambios sin precedentes que afectan la estructura social, la comunidad, la economía y la política. El grupo de trabajadores del conocimiento que sustituye a los trabajadores
BAÚL LITERARIO
tradicionales referidos y a los de la sociedad industrial está siendo ya o llegará a ser pronto, según los países, el grupo mayor de la masa laboral de la sociedad postindustrial e imparte su carácter, su liderazgo y su perfil social a la sociedad actual. La primera conclusión a la que se llega es que la educación es la base y la llave de la sociedad del conocimiento y los centros de educación –escuelas, institutos, universidades, centros de formación continua en empresas y entidades diversas, etc, son las instituciones clave de la sociedad del conocimiento.
La sociedad del conocimiento es más competitiva que cualquier otra sociedad conocida por la simple razón de que el conocimiento es universalmente accesible; la denominación de países pobres debiera cambiarse por la de países con muy bajo bagaje de conocimientos o, de una forma más dura, por la de países ignorantes.
El hecho de que el saber en la sociedad del conocimiento tenga que ser altamente especializado para que sea productivo implica, por una parte, que los trabajadores del conocimiento trabajen en equipos y, por otra, que tengan que acceder a una organización. La sociedad del conocimiento es una sociedad de organizaciones y también una sociedad de un alto nivel de disciplina. Esta tiene que proporcionarla, enseñarla y afianzarla, la educación.
NUESTRA RECOMENDACIÓN:
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ONTOEPISTEME
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BAÚL LITERARIO ¿POR QUÉ DUELE EL AMOR?
En esta entrega del Baúl Literario, queremos recomendar la obra de Eva Illouz, se codea con la de los mejores analistas del mundo moderno y globalizado. En abril de 2010, algunos medios dedicados al campo de la literatura y la investigación de Alemania, dedicaron un gran espacio de promoción al que consideraron el mejor libro del año; a su penúltima obra, La salvación del alma moderna, un fascinante trabajo dedicado a poner en evidencia cómo el capitalismo ha propiciado el desarrollo de una cultura emocional guiada por el discurso psicoterapéutico, la cultura de la autoayuda, la publicidad y el consumo. Dos años más tarde, Eva Illouz, volvió a estos espacios en el mismo sello, ahora en colaboración con la editorial Clave intelectual; que ha vertido al español tres de sus cinco textos anteriores. Con ocasión de éste, su sexto libro, sus editores prepararon una salida casi simultánea de “Por qué duele el amor” en las principales lenguas del planeta.
Es por esta razón que buscando en nuestro Baúl, encontramos esta maravillosa obra para recomendarla con la confianza que encontraran un texto extraordinario, ya que, la base sobre la que crecen estas páginas es la consideración del amor como algo que va allá de un ideal cultural para constituirse en un sostén social del yo. Amar significa movilizar la totalidad del yo como una capacidad esencial para entrar en conexión con otras personas y mejorar la existencia propia y ajena. Al mismo tiempo que el amor, la pasión o el romance se han convertido en elementos centrales de nuestras vidas, en algo fundamental para determinar el valor propio, se da la paradoja del enfriamiento emocional producido por la organización social de nuestros días. El amor cortés o galante que reflejan la literatura y la correspondencia del siglo XVIII y XIX es contemplado hoy si no como repulsión, sí con cierto cinismo.
De acuerdo a los expertos, lo que se ha tratado de analizar en este trabajo es precisamente esta paradoja: el amor nos conforma como seres humanos y sociales, pero al mismo tiempo los valores constitutivos de la modernidad -para algunos autores como Jameson sería mejor hablar de postmodernidad- tienden a enfriar sus efectos. La adhesión al amor se desembriaga porque valores como la libertad, la razón, la igualdad o la autonomía son elementos centrales de la modernidad. Al mismo tiempo,
movimientos sociales como el feminismo trastornan los viejos ideales del amor pasión.
Para armar su tesis, Eva Illouz toma en préstamo numerosos textos literarios, entrevistas y anuncios publicitarios. En unos y otros se apoya para ir tejiendo un análisis textual que pone al lector ante la idea de que todo amor está acompañado de una dosis de sufrimiento. La búsqueda de la pareja ideal se verá acompañada de fracasos. Después de una fiesta, de una salida loca o de una intensa búsqueda por Internet queda la vuelta a uno mismo con sabor a derrota. Pero aun en el caso de triunfar los tormentos no desaparecen puesto que con el tiempo comienzan a aparecer el aburrimiento, la ansiedad o la irritación. Conflictos que generan rupturas o separaciones. Tras dar por sentado el sufrimiento amoroso, de lo que se trata es de explicitarlo. Y aquí es dónde surge la visión sociológica. Desde la sociología nuestra autora rechaza los postulados psicoanalíticos. La cultura freudiana según la cual el pasado y la familia están en el origen del fracaso amoroso es un error. Las experiencias infantiles no pueden condicionar las decisiones amorosas de los adultos. No se fracasa o se sufre en el amor por inmadurez derivada de pérdidas tempranas.
La psicología clínica ha extendido de distintas maneras que el fracaso amoroso se explica en función de la historia psíquica del sujeto y, por consiguiente, dentro de su esfera de control. A lo largo del siglo XX, escribe Eva Illouz, se creyó que el sufrimiento amoroso era autoinfligido y con ello la psicología clínica y toda la industria de la autoayuda se ofreció como si estuviera en su mano aliviar o curar el dolor del yo a través de su capacidad para autoconfigurarse. Ahora bien, dado que vivimos en un momento históricamente reflexivo, se puede afirmar que los fracasos de nuestra esfera privada no se deben a una falta congénita de nuestra psique, sino que a los “caprichos y sufrimientos de nuestra vida emocional les dan forma ciertos órdenes institucionales. De lo que se trata es de entender y explicar el conjunto de contradicciones y tensiones culturales que estructuran la identidad y el yo.
Leerlo es una experiencia única.
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De la autoría de Eva Illouz
LA EDUCACIÓN EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
En esta entrega de la mirada investigativa, una sección dedicada a la búsqueda de investigaciones y propuestas de interés para el ámbito educativo, presentaremos esta reflexión sobre qué papel debe jugar la educación en la sociedad del conocimiento. Este concepto que se refiere a los cambios y transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad actual e implica que analicemos si estamos educando a los individuos para que se adapten a estos cambios de tal forma que podamos realizar los ajustes necesarios en los sistemas educativos de todos los niveles, en especial en la Educación Superior.
Para ello, en el desarrollo de esta investigación profundiza en las demandas que se exige a la educación en esta nueva sociedad, pero principalmente se reflexiona sobre nuestro rol como docentes el cual debe ser de facilitador que guía al educando en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en especial que forma individuos para la vida en las dimensiones: profesional, social y personal. Por último, se consideran las limitaciones que existen
en la sociedad del conocimiento las cuales impiden la inclusión de todos los miembros de la sociedad.
Un trabajo conjunto presentados por Karen María Acevedo Mena Máster en Psicología Clínica y de Skarlet Romero Espinoza Máster en Metodología y Didáctica para la Educación Superior UNAN-MANAGUA; abordaron el tema sobre cómo debe ser concebida la educación en la sociedad del conocimiento. Esta reflexión partió de la urgencia de reconocer que la sociedad actual atraviesa un sin número de cambios y transformaciones que obligan a los sistemas educativos y educadores de todo el mundo a preguntarnos: ¿cómo estamos educando? ¿Estamos formando futuros profesionales competentes para enfrentarse a la sociedad actual?
Estas interrogantes nos llevan a replantear la concepción que teníamos de la educación para dar lugar a nuevas formas de comprenderla dentro de la sociedad del conocimiento. Para ello, primeramente, debemos tomar conciencia que la educación
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es el eje principal de la trasformación de una sociedad. Paur, Rosanigo y Bramati (2006) reafirman que actualmente aparece una nueva sociedad que es dinámica, intercomunicada, global, que cambia rápidamente al ritmo de los avances científicos y del nuevo contexto socioeconómico mundial. Estos cambios afectan profundamente todos los ámbitos de la actividad económica, cultural y social de cada país y son tan intensos que se pueden considerar que nos están conduciendo a una nueva era a la que podemos llamar sociedad del conocimiento. La definición de estos autores acentúa los cambios que se producen por los grandes y rápidos avances de la sociedad actual.
Por otra parte, Krüger (2006) refiere que la sociedad del conocimiento “se trata de un concepto que aparentemente resume las transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad moderna y sirve para el análisis de estas trasformaciones” (p.1). Este concepto coincide con lo planteado por Díaz (2011) quien también define la sociedad del conocimiento como un término que sintetiza las trasformaciones sociales que se producen en la actualidad y que sirve para el análisis de estos cambios. Ambos conceptos destacan la trasformación social que se produce en una sociedad del conocimiento.
La Educación en la Sociedad del conocimiento según los postulados de la UNESCO
Una vez expuestas las definiciones de la sociedad del conocimiento, ahora nos concierne explicar qué papel debe jugar la educación en ésta. Desde la perspectiva de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] (2005) el acceso a la educación, información y la libertad de expresión son los pilares de la sociedad del conocimiento. El concepto de sociedad del conocimiento es importante no sólo para el crecimiento económico de un país sino también para desarrollar todos los sectores de la sociedad desde el punto de vista humano. Por lo tanto, es en este aspecto que la educación debe fundamentalmente centrarse, es decir, debemos educar para formar individuos con calidad humana
que aporten al desarrollo económico, político y social desde sus profesiones. En la sociedad actual, el conocimiento se ha convertido en un elemento fundamental de la vida humana, ya que todas las actividades económicas, laborales, educativas, culturales y comunicativas requieren de competencias cognitivas y mentales. Por ende, los sistemas educativos en todos los niveles deben cambiar los paradigmas tradicionales que han venido aplicando para dar lugar a paradigmas más pertinentes en una sociedad y en un mundo tan cambiante y demandante.
Paur, Rosanigo y Bramati (2006) refuerzan este planteamiento al referir que se debe pasar de un sistema tradicional que tiene al profesor como actor principal, como dueño de los conocimientos que transfiere al educando, el cual es un actor pasivo, receptor de la información a un sistema que: Da lugar a nuevas metodologías y nuevos roles docentes, más centrados en el diseño y gestión de actividades y entornos de aprendizaje, en la investigación sobre la práctica, selección de contenido Profesor-Estudiante, recursos, en la orientación, asesoramiento y dinámica de grupos, en la evaluación formativa y en la motivación de los estudiantes .
En este sentido el profesor adquiere un rol de facilitador que guía al educando en el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde diseña actividades dirigidas a la construcción de conocimientos y su aplicación práctica. El educando toma un papel activo, que no debe memorizar información sino analizarla y procesarla de manera que le permita construir el conocimiento y lograr un aprendizaje significativo. En este nuevo paradigma de la educación se deben promover los procesos de innovación ya que la UNESCO (2005) citada por Forero (2009) establece que el elemento central de las sociedades del conocimiento es la “capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano.
Además de lo mencionado anteriormente, la educación en la sociedad del conocimiento debe tener claro que el uso del
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El concepto de sociedad del conocimiento es importante no sólo para el crecimiento económico de un país sino también para desarrollar todos los sectores de la sociedad desde el punto de vista humano. 19
“
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Internet ha generado que se tenga acceso a una cantidad ilimitada de información, por lo que los docentes debemos desarrollar en los educandos habilidades de búsqueda, selección, análisis y síntesis de ese cúmulo de información que tiene disponible. En otras palabras, que aprendan a aprender. Moreno y Velásquez (2012), mencionan que no solo debemos centrarnos en obtener la información, hay que saber buscarla y utilizarla para un bien común, con sentido crítico y un fin utilitario. Lo que indica, que el educando de aprender a utilizar la información y el conocimiento para innovar o solucionar una problemática o necesidad de tal manera que le permita cambiar el mundo que lo rodea, mejorar su calidad de vida, el de su familia y el de su comunidad. Solo de esta manera podemos referir que existe una sociedad del conocimiento.
En consecuencia, uno de los grandes obstáculos que existen para cumplir con los Objetivos de Desarrollo para el Milenio es la considerable inversión en educación y formación que se requiere para la construcción de una sociedad del conocimiento, además existe una limitante incapacidad para dominar la tecnología y ocurre un fenómeno que es la costumbre que se tiene en las sociedades de guardar el conocimiento, de modo que no se comparte libremente para que todos alcancemos el máximo desarrollo.
Esto ocurre porque muchas veces en el ser humano está arraigado el individualismo, el egoísmo y la excesiva competitividad lo que genera que tengamos estas actitudes. Tedesco (2003), por su parte nos habla de la sociedad del conocimiento a la que denomina también nuevo capitalismo en el que se pretende incluir en su proceso solo a los individuos que desarrollen las capacidades básicas vinculadas con la
educabilidad y empleabilidad con lo cual se excluye el resto de la población que no tenga las características que este nuevo sistema requiere marginando o dejando el resto en su mismo nivel de pobreza, ignorancia y violencia. Además, Moreno y Velásquez (2012), consideran que los educandos que viven en zonas urbanas se ven privilegiados con las nuevas tecnologías y se excluye a los que viven en zonas rurales y marginales que no tienen acceso a los recursos de infraestructura tecnológica
CONCLUSIONES
La sociedad del conocimiento es un término que se refiere a los cambios y transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad actual. Este concepto nos lleva a replantearnos si estamos educando a individuos para que se adapten a estos cambios. Es decir, si la educación está aportando a las demandas que exige la sociedad del conocimiento. Uno de los aspectos fundamentales que los sistemas educativos y educadores debemos tomar en cuenta es que nos corresponde formar individuos con altas competencias profesionales, pero a la vez con alta calidad humana, solo de esta manera aseguraremos que la sociedad del conocimiento genere desarrollo en todos los sectores de la sociedad y que aporte al bien común.
Por último, en todos los países del mundo debe promoverse la equidad, todos los individuos deben tener derecho a la educación, al acceso al internet, esto para garantizar que exista una verdadera inclusión de todos en la sociedad del conocimiento. Por consiguiente, los docentes tenemos el compromiso social de preparar a los educandos a desarrollar las competencias y capacidades que le permitan resolver los retos del futuro.
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