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Prepararse para lo que aún no existe: el secreto para ser un buen profesional
Prepararse para lo que aún no existe: el secreto para ser un buen profesional en las próximas décadas
Dicen que todavía no se sabe cómo se llamarán algunos trabajos del futuro. En un mundo globalizado y digitalizado todos los trabajos cambian, algunos incluso pueden llegar a desaparecer... pero una parte de los puestos de trabajo que se crearán serán totalmente nuevos. Tan nuevos, que aún no tienen nombre…
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Por eso, cada vez más las ofertas laborales suman a los estudios requeridos una lista creciente de otras aptitudes que son cada vez más valoradas. Es lo que en el ámbito universitario denominamos competencias. Porque en la Universidad hay cosas que se aprenden para ser un profesional, pero también hay otras que se adquieren... para ser un buen profesional, una persona preparada para los retos de mañana, sea como sea ese mañana.
Por eso, para estar preparado para las profesiones del futuro es importante tener en cuenta estas cinco claves:
1. Las competencias tecnológicas adaptativas son las que más puertas abren en el mercado laboral.
Hay que conocer las herramientas tecnológicas que dan soporte a una disciplina: sistemas informáticos, tecnologías de desarrollo de proyectos, instrumentos avanzados de evaluación e información… Pero conocer la tecnología disponible hoy no es suficiente para entender la de mañana: hay que conocer su sentido para vislumbrar su potencial futuro.
2. Hay competencias transversales relacionadas con el liderazgo.
La proactividad a la hora de tomar decisiones, la capacidad de trabajar en equipo y la motivación para no rendirse nunca son entendidas por las empresas como un valor diferencial.
Estas son importantes en el mundo empresarial, porque están relacionadas con la capacidad de adaptación, para asumir los cambios antes que los demás, y con la visión, para ser capaz de cambiar lo que nadie ha cambiado aún.
La capacidad de escuchar lo que dice otro, y lo que quiere decir. La capacidad de hablar, de expresarte cara a cara, por escrito, en un correo electrónico, ante el público… La lealtad, contigo mismo y con tu equipo de trabajo. En definitiva, si eres capaz de ponerte “en los zapatos” del otro, serás un referente en tu empresa.
5. Por eso, las competencias específicas ya no son suficientes.
Todo lo que debe saberse para desarrollar una profesión tal y como es hoy es algo que todas las Universidades ofrecen. Pero en Europa son pocas las que trabajan las competencias tecnológicas adaptativas y las competencias transversales, que son claves para encajar en los trabajos del futuro, esos que todavía no tienen ni nombre.
Pero todas estas competencias valoradas por las empresas, ¿se estudian? No, más bien se trabajan. Y el paso por la Universidad es la etapa en la que mejor pueden ser entrenadas.
Cuando el aula se convierte en un lugar de trabajo, cuando en clase se analizan y resuelven casos reales, cuando el profesor reta al estudiante y cuenta con instalaciones equipadas con la tecnología más avanzada del ámbito laboral, se están ya ensayando todas las competencias que el futuro trabajo va a requerir: sean cuales sean los estudios, sea cual sea esa profesión… aunque todavía no sepamos cómo va a llamarse.