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Las claves de la nueva realidad del sector educativo

Más allá de Bolonia

Los docentes que vieron nacer el Espacio Europeo de Educación Superior pensaban que no asistirían a otra revolución universitaria similar. El nuevo modelo que se está construyendo en estos momentos supone una transformación todavía más radical.

Aquella revolución

La declaración de Bolonia de 1999, firmada por 29 ministros europeos de educación, marcó el inicio del proceso de convergencia hacia el Espacio Europeo de Educación Superior que se hizo realidad a partir del año 2010.

El sistema universitario español se vio forzado a revisar todo su funcionamiento, desde los objetivos docentes – sustituidos desde entonces por la adquisición de determinadas competencias – a la propia estructura de los títulos – que dejaron de ser Licenciaturas para convertirse en Grados -.

Una auténtica revolución planificada, aunque con demoras permitidas y ajustes permanentes. Los docentes y los estudiantes consiguieron adaptarse al nuevo escenario desempeñando un papel poco “relevante” ya que la normativa procedía de instancias superiores contra las que no cabía recurso alguno.

La auténtica convergencia

La verdadera revolución estaba por llegar. Está ocurriendo ahora. Y no es el fruto de una decisión procedente de una esfera lejana. Es el resultado de todo un cambio social, que las circunstancias de la pandemia han acelerado.

Y los protagonistas de este cambio profundo son los estudiantes. Los jóvenes que llegan a las aulas de cualquier universidad son nativos digitales. Han nacido en un territorio donde todo el conocimiento está a su alcance, la agilidad de su percepción está educada en la velocidad y su atención viaja fácilmente a cualquier destino.

Al otro lado, las empresas y las organizaciones que los acogerán profesionalmente, también están migrando sus estructuras hacia lugares tan inéditos como la flexibilidad, la interculturalidad, o el compromiso medioambiental.

Entre ambos, se sitúa el sistema universitario que ha emprendido una carrera todavía ms veloz, para adaptarse al nuevo escenario de los jóvenes que acceden a ella y, a la vez, a los nuevos perfiles que el mercado laboral demanda.

Las tres dimensiones del reto

En estos momentos las universidades buscan respuestas a las tres dimensiones de un reto muy complejo. En primer lugar, hay que encontrar nuevos métodos de aprendizaje para los estudiantes. Esas nuevas metodologías docentes han de activar los conocimientos previos del estudiante, desarrollar su pensamiento crítico, estimular su creatividad, promover su autoevaluación, educar las potencialidades de su liderazgo… Es una tarea compleja, sin duda, a la que socorren la experimentación, el trabajo colaborativo o la gamificación. Los nuevos recursos que el docente debe elegir para conseguir una experiencia de aprendizaje singular.

El segundo de los retos es tecnológico. Como afirma la UNESCO “las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden complementar, enriquecer y transformar la educación”. Las posibilidades que ofrece la tecnología están explorándose en estos momentos, pero acercan al estudiante al territorio digital del que es nativo, facilitando su proceso de aprendizaje.

Finalmente, las circunstancias de la pandemia están obligando a las universidades a ofrecer soluciones formativas flexibles para atender a los retos logísticos que se han planteado.

VOLVER AL ORIGEN

En este escenario tan incierto, pero lleno de posibilidades reales de transformar la educación superior, conforta volver al origen.

La auténtica y verdadera “clave de bóveda” sigue siendo el profesor. Solo el talento de un “maestro” es capaz de convertir una clase en un espacio para el crecimiento.

Ese docente es el que elige la mejor forma de conseguir que cada una de las personas de su clase alcance el nivel de competencias que el futuro le va a exigir. Un profesor que olvida lo que sabe, para guiar al estudiante por el camino del descubrimiento personal. Un acompañante en el crecimiento individual que recoge al adolescente y lo lleva hasta la madurez del que piensa por sí mismo. Un “maestro”, en suma..

EDUCACIÓN 4.0

1.0

Dirección del conocimiento: Una sola dirección, del profesor al estudiante.

Objetivo: Recibir los conocimientos del profesor, trabajarlos individualmente y responder a las pruebas sobre los aprendizajes adquiridos.

3.0

Dirección del conocimiento: A libre disposición de los estudiantes, se trata de un proceso autodirigido.

Objetivo: Construir el conocimiento a través de la elaboración de los contenidos de aprendizaje por parte de los estudiantes.

2.0

Dirección del conocimiento: Doble dirección, también del estudiante al profesor.

Objetivo: Construir el conocimiento a través de la interacción profesor – estudiante y estudiante - estudiante..

10 Metodologías de aprendizaje activo 4.0

1. Aprendizaje basado en proyectos

Un proyecto es un trabajo o esfuerzo que se lleva a cabo en un tiempo determinado, para lograr un objetivo específico, mediante la realización de una serie de tareas y el uso efectivo de recursos. El aprendizaje por parte del alumno se construye en la acción.

2. Aprendizaje cooperativo

Cada miembro del grupo de trabajo es responsable no solo de su aprendizaje, sino de ayudar a sus compañeros a aprender, creando con ello una atmósfera de logro.

3. Aprendizaje y servicio

La combinación de instrucción de clase con servicio comunitario, enfocada en el pensamiento crítico y reflexivo, así como en la responsabilidad personal y cívica, donde se involucra a los estudiantes en actividades que atienden necesidades identificadas local y comunitariamente, a la vez que desarrollan sus habilidades académicas y su compromiso con la comunidad”. La Oficina de Movilidad trabaja conjuntamente con instituciones de todo el mundo para ofrecer a los estudiantes CEU la posibilidad de estudiar, o hacer prácticas dentro y fuera de la Unión Europea. Pasar un semestre en algunas de las mejores universidades de Europa, como el Karolinska Institutet (Suecia), la Universidad de Bolonia (Italia) o la Sorbona (Francia) es una oportunidad muy accesible.

4. Aprendizaje basado en retos

Es un enfoque pedagógico que involucra activamente al estudiante en una situación problemática real, relevante y de vinculación con el entorno; la cual implica la definición de un reto y la implementación de una solución.

5. Gamificación

Apela a la predisposición psicológica de los estudiantes a involucrarse en una dinámica de juego para motivarlos a la acción y promover el aprendizaje y la resolución de problemas.

6. Seis sombreros de bono

Ayuda a abrir perspectivas a otros enfoques, aprender a ser más flexibles, reflexivos y originales en los esquemas de razonamiento, además permite tomar mejores decisiones y mejora las relaciones interpersonales, así como la productividad.

7. World café

La metodología de World Café (café del mundo) es un proceso de conversación entre personas sobre preguntas de alto impacto, con el fin de generar ideas, acuerdos y cursos de acción creativos e innovadores, en un ambiente acogedor y amigable, semejante al de una cafetería.

8. Fishbowl

Dinámica que dispone a los participantes en dos círculos. En la central queda una silla vacía que el participante debe ocupar si quiere expresar su opinión. Cuando un participante se incorpora al círculo central, otro debe abandonar su lugar y sentarse en el círculo exterior.

Se trata de una forma de ordenar el debate en grupos numerosos y es una metodología innovadora que permite profundizar desde diferentes perspectivas para proponer soluciones al problema dado.

9. Roleplaying

El participante debe abordar la problemática desde la perspectiva del personaje que representa, asumiendo las actitudes, postura, formas de pensar y comportamientos asociados con el rol que interpreta.

10. Storytelling

Se plantea una historia, con un enfoque específico y un hilo argumental que permita transmitir contenido preciso para cumplir con el propósito: enlazar y conmover al participante para que la narración quede en su memoria a largo plazo.

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