Llanes: Tras la pista de un asesino: Ruta literaria
Biblioteca Sara Suárez Solís
Ana Zarauza
1
♣ San Vicente de Poo
Parroquia del concejo de Llanes, a 2 km de la capital. Destaca de su iglesia el retablo mural asuncionista obra del pintor madrileño Graciano García Canillo, recuerda la escuela de El Greco. Cuenta también con una bonita playa.
“La urbanización discurría alrededor de una pequeña plazoleta con un jardincillo en medio donde uno se podía imaginar fácilmente a los niños corriendo de un lado para otro. Atravesaron una primera portilla que daba paso a un camino de adoquines que se bifurcaba para cada uno de los adosados. Caminaron unos doscientos metros hasta que dieron con la que ponía número tres. De la Fuente accionó la manilla que, chirriando, cedió sin más. Se adentraron en un pequeño sendero que atravesaba un diminuto jardín y que acaba en un porche vació por completo. Llamaron a la puerta. Álex les abrió”. (p. 239) “Aún en el porche, aspiró una bocanada de aire que inundó sus pulmones del frescor y de la tranquilidad de la mañana de Póo, un hermosos pueblecito costero muy próximo a la villa de Llanes. Camino por los adoquines color caldera, recordando fugazmente los últimos meses. Esos pensamientos atormentaban su mente. Rememoró apesadumbrada su primera cita con Nacho Ferrán, psicólogo y amigo desde sus tiempos universitarios. Agonizante era la palabra que mejor la definía. Habían acudido a él en busca de ayuda para salvar su matrimonio, y tras varias sesiones, les había aconsejado que se fueran a vivir a una zona rural alejados de Oviedo y de cualquier ciudad. Así se distanciarían de la caótica vida que llevaban (…) Y allí estaban. Enfrascados en la reforma de la Casa de Indianos que Raquel había heredado de su abuela”. (p. 12)
♠ Casona de indianos Entre 1870 y 930 miles de campesinos asturianos embarcaron para las “américas” en busca de recursos de vida. Se conoce como indiano al emigrante enriquecido en Ultramar y que sólo constituyen un 10% del total de la población que se fue en esos años. La arquitectura de indianos tiene como elemento fundamental su cliente o promotor, el indiano, que habitualmente es el que disfruta del inmueble. Es una arquitectura construida por asturianos con dinero americano, siendo Llanes uno de los conejos donde se encuentran muchos ejemplos de ella. No existe un modelo arquitectónico único, la variedad formal, de estilos, es una de sus características. Tampoco se suele conocer el nombre del arquitecto que la diseñó. La casa rodeada de terreno propio ajardinado, constituye la expresión más selecta del repertorio residencial indiano.
“Agarrada vigorosamente con su mano derecha a la verja de hierro forjado, observó maravillada el singular palacete que con su esplendor se alzaba por encima del resto de los tejados. Decidida, empujó la pesada verja sin prisa, admirando todo cuanto sus luminosos ojos verdes le descubrían por primera vez. Avanzó lenta pero segura por el camino empedrado que, rodeado de un espléndido jardín, finalizaba en el primer paso de las solemnes escaleras de piedra del palacete. Admirada ante la suntuosidad de la
2
villa, no se percató de la presencia de Flor, una doncella que estaba atareada con la limpieza del porche”. (p. 19) “Al bajarse del todoterreno, mientras se ponía el chaleco reflectante que la identificaba como Policía Judicial de la Guardia Civil, admiró la grandiosidad y hermosura del edificio que se mostraba ante sus ojos. A Posada no le extrañaba que los propietarios quisieran convertirlo en hotel. (…) Aquella casa era una de las que más le había gustado. Quizá porque le asombraba que un arquitecto de principios del siglo XX, hubiese sido capaz de diseñar un edificio modernista como aquel. Su estructura en forma de L con las dos alas confluyendo en un hermoso porche, debió ser la envidia del momento, pensó. En él se ubicaba la entrada al edificio protegida por una amplia terraza superior, magistralmente sustentada por dos pilares y dos columnas. La fachada tenía una ornamentación atrevida; las ventana-‐balcón, alargadas hasta el suelo, estaban recercadas de piedra abujardada en la parte superior, como muestra ineludible de la riqueza de sus originarios propietarios. Y culminando el edificio, aquella singular torre mirador, bordeada por una terraza aún más amplia que la del primer piso. En la barandilla, sobre el remate de la cubierta, dominando el edificio, se veían las iniciales del indiano. Prodigiosa, pensó. A Posada, le resultaba difícil imaginar un lugar más apetecible para disfrutar de unas vacaciones”. (p. 27)
♣ Llanes
Concejo asturiano en el que se tiene testimonio de vida en todas las fases de la prehistoria, tal y como lo atestiguan los numerosos restos aparecidos en diferentes cuevas; no sucede así con la época del hierro, prerromana y romana. Los estudios confirman que la zona de la Llera, en las cercanías de Posada, fue el área de mayor densidad de población de Europa en el paleolítico (http://www.llanes.com/historia) Desde un punto de vista físico, marcado por el karst que perfila sus costas y sus sierras dándole esa imagen peculiar de dolinas, uvalas, lapiaces, bufones (la rasa costera), hasta llegar al sur con la Sierra del Cuera que lo define y lo cierra, que hace además que se caracterice el concejo por una elevada humedad. Entre ambas estructuras, las sierras planas. Durante la Edad Media recibió el nombre de Puebla de Aguilar. En el siglo XII las comarcas llaniscas formaban una entidad administrativa perfectamente articulada, llamada Aguilar, organizada en torno al castillo de Soberrón. Probablemente en 1225 Alfonso IV le otorga la carta puebla y posteriormente Alfonso X el Sabio le concede un nuevo fuero a la villa que estaba rodeado ya de una muralla de carácter defensivo y su torre. Ubicada en la desembocadura del río Carrocéu, río que ha marcado también una barrera social, enfrentando dos orillas contrastadas desde los inicios de la villa. El eje de la villa lo constituyen las calles Castillo-Mercades-Las Barqueras. El turismo como actividad económica ha traído la construcción de un caserío dedicado al veraneo además de un impulso al sector terciario del concejo. “Hoy, Llanes, con cogollo urbano de ciudad, ofrece el aspecto de villa moderna, pero manteniendo con celo su personalidad histórica” (Gran Enciclopedia Asturiana) Celso Amieva la definió como “marinera, rural y urbana, católica, guasona e indiana”.
3
♠ Parque Posada Herrera
Ubicado en las antiguas huertas de las Agustinas se abrió al público en el siglo XVII con el nombre de Posada Herrera en honor al jurista, político y Presidente del Consejo de Ministros nacido en la villa (Llanes, 1814-Llanes, 1885)
“Se regodeaba en la felicidad por disfrutar de esos momentos entrañables con ella. Decidida, atravesó el parque a pesar de que el camino era algo más largo. Tenía el capricho de elegir las calles más bonitas para ir de un sitio a otro, aunque ello supiera alargar el trayecto. Le hacía sentirse bien. Y desde luego, el bonito y cuidado parque de Llanes era uno de sus itinerarios preferidos. La puerta de la floristería de Rosa anunció su llegada con una moderna campanilla. De ella colgaban unos palitos de metal a diferentes alturas que, al abrirla, los agitaba, chocando unos con otros”. (p. 240-‐241)
♠ Hotel Don Paco Ocupa parte de un antiguo convento de las Agustinas Recoletas de 1660 obra del arquitecto cántabro Ignacio de Cajigal quien unos años antes había realizado la Capilla de Santa Bárbara de la Catedral de Oviedo, considerada como la primera obra puramente barroca de Asturias. En la antigua capilla del convento está hoy el comedor. Con la invasión de los franceses fue convertido en cuartel, y tras la desamortización de 1860 en Colegio de La Encarnación para llegar al siglo XX como Hotel.
“–Sargento, San Román se ha encargado de cogerle una habitación en un hotel. En otras ocasiones, lo hacemos en el Hotel Sablón porque está excelentemente ubicado en primera línea de playa y es de tres estrellas; el capitán no nos permite reservar en hoteles de más categoría –aclaró-‐. Pero en esta época, está cerrado. Lo intentó en otros, pero no lo ha conseguido, así que la habitación la tiene en uno de cuatro estrellas, el Hotel Don Paco. Es uno de los mejores de Llanes, le va a gustar. Está ubicado en el centro del pueblo, en un edificio histórico. Si quiere puedo acompañarle antes de irme. (..) –Gracias, pero no. No necesito que me acompañe –expresó categóricamente. Era lo que menos deseaba ene se momento-‐-‐. Es suficiente con que me dé la dirección”. (p. 106-‐107)
♠ Plaza de Bandos
El nombre de esta plaza es el reconocimiento a los Bandos de Llanes por su labor de recuperación y perpetuación de las tradiciones llaniscas a través de los años. Parece que los bandos: La Magdalena, San Roque o La Guía, surgen de las antiguas cofradías devocionales medievales.
“El apartamento de Roberto estaba ubicado en el centro, en una de las plazas más bonitas y más populares de Llanes, en la Plaza de Bandos, rodeada de comercios y oficinas bancarias de varias entidades. El edificio había sido rehabilitado hacia pocos años y su fachada aún lucía con esplendor. El último piso abuhardillado era el de Guzmán.
4
Al llegar a la puerta, un felpudo de fondo negro con letras en gris, daba la bienvenida en inglés. Eso presagiaba la sofisticación que se encontrarían en su interior. Al entrar se sorprendieron por la claridad que penetraba a través del enorme ventanal que daba a la calle y las diferentes claraboyas que se repartían por el techo. Era un piso completamente diáfano quedando, por tanto, a la vista el dormitorio y la cocina”. (p. 237)
♠ Iglesia Santa María de la Asunción, Basílica menor, llamada también Santa María del Conceyu Con origen en el siglo XII, como muestra la portada románica de la fachada oeste, en el siglo XIII ya sufre una profunda reforma y a este momento pertenece la portada principal ya con arcos apuntados propios del momento de transición románico-gótico. El interior ya es plenamente gótico. Fue una iglesia que costeó el pueblo de Llanes mediante la contribución económica de las familias más pudientes de la época, y con la creación de un impuesto gracias al cual colaboraban todos los vecinos; por ello la iglesia de Llanes es uno de los pocos casos que existen en el que la propiedad corresponde aún hoy en día al pueblo de Llanes, y no al clero como es lo habitual. La torre cuadrada es del siglo XVII.Retablo e estilo plateresco del siglo XVI obra de León Picardo.
“Al llegar, se encontró con unos pocos parroquianos arremolinados en el exterior, aguardando a que finalizase la misa. Sólo esperaba, que, por una vez, don Celestino no se enrollase y acabase a tiempo. No podía soportar mucho más. El desapacible viento que soplaba gélido no importunó a Juan. Sus sentidos estaban insensibles reservándose para el ansiado momento del reencuentro. Los golpeteos desaforados contra su pecho se iniciaron cuando comenzó a salir el gentío. Escudriñado en la oleada de rostros buscó a su ex. No porque tuviera ganas de verla, sino porque la vería antes. Y una vez localizada, vería a la niña. Al momento, una melena rubia artificial ondeó destacando del resto de los feligreses. Una mueca de desagrado asomó a su rostro al confirmar que iba acompañada de un hombre.” (…) “La espesa lluvia disipó al gentío en un instante. Él quedó tan solo como se sentía. Empapado. Con las gotas de lluvia entremezclándose con sus lágrimas permaneció inmóvil durante un tiempo difícil de determinar. Entretanto, se lamentaba de su suerte. Todo lo que había hecho por recuperar a sus hijos había sido en vano. La ira le abrasaba el alma”. (p. 57-‐58)
♠ Plaza de San Roque
“En esta ocasión, Posada evitó los lugares que solía frecuentar con Carlos. No deseaba cruzarse con él y mucho menos si iba acompañado de Lara. Prefería dejar tranquilo su corazón sin sobresaltos por el momento. Se acercaron a una vinoteca que habían inaugurado recientemente en la Plaza de San Roque y que Julia tenía ganas de probar. La impoluta decoración íntegramente de color blanco irradiaba luminosidad. Se arrimaron a la barra sentándose en unos taburetes acolchados que permanecían libres. El largo y placentero sorbo que Posada dio a su cerveza según se la sirvieron, dejó boquiabierto al sargento”. (p. 215)
5
♠ Plaza de Parres Sobrino
La plaza de Parres Sobrino está situada fuera de la antigua muralla medieval frente a la calle de los Mercaderes. Es el centro de la actividad comercial de la villa de Llanes. Tres de sus lados están cerrados por edificaciones de los siglos XVII y XIX de tradición popular. El nombre de la plaza deviene del político llanisco José Parres Sobrino, nacido en 1865, que destacó como orador especialmente en temas económicos y de política internacional. Llegaría a ser nombrado fiscal del Tribunal Supremo en 1913, muriendo en Llanes 4 años más tarde.
“Julia salió del cuartel en dirección a Aramburu, una tienda de delicatesen en el centro de Llanes, con la intención de cumplir su plan nocturno. Se olvidaría de todo y disfrutaría con Carlos de una romántica velada. Estaba tan cansada que por una vez se había permitido aparcar el coche en la zona de carga y descarga próxima a la tienda, a tan sólo unos pasos. A esas horas y con la gélida noche acechando no había prácticamente nadie por la calle. Únicamente algún que otro vecino apuraba una respetable copa de vino en solitario en alguna de las vinotecas de la Plaza de Parres Sobrino, con la vista en el partido de fútbol que televisaban. Nada más entrar, el propietario salió a atenderla muy amablemente a pesar de ser domingo y casi la hora de cierre”. (p. 108-‐109)
♠ Sidrería El Cuera
“¿Dónde podemos comer algo rápido?-‐ preguntó sin darle opción a que decidiera por sí misma. La propuesta le cogió por sorpresa. Pero sin pensarlo contestó la elección que siempre tenía en la cabeza cuando se trataba de comer bien y con un servicio rápido. -‐ En la “Sidrería El Cuera” Tienen un menú del día muy rico y a buen precio y, al tratarse de menú, el servicio es rápido. -‐Bien. Pues ese mismo-‐ decidió De la Fuente. Vamos para allá. (…) El recorrido hasta la Plaza de Parres Sobrino donde estaba ubicada la sidrería les llevó unos escasos quince minutos. Al entrar, De La Fuente pudo deducir fácilmente que Julia frecuentaba el lugar. Todos la trataban por su nombre y la saludaban efusivamente. El ambiente alegre y distendido que se respiraba, hizo sonreír al sargento(…) La cuidada decoración tematizada en la sidra con toneles de madera de roble antiguos, botellas vacías de sidra colgadas a distintos niveles como si se tratara de una exposición de arte moderno y varios escanciadores saciando a los clientes, ayudaban a buen seguro a favorecer la animación que se palpaba”. (p. 152, 155)
♠ Pizzería Los Molinos
“–Parece que el sargento te da tiempo libre para comer, ¿picamos algo? –Sí, me vendría bien comer algo decente. Y un poco de compañía femenina, también – pensó para sus adentros
6
–¡Genial! –contestó Pili. Cojo el bolso y nos vamos. ¿te apetece la pizzería? La pasta está buenísima y si tenemos suerte y cogemos una mesa próxima a la ventana, las vistas son magníficas –dijo animadamente buscando su aprobación. –Perfecto –respondió. San Román no le pidió disculpas por su arrebato mañanero. Se conocían de poco tiempo, pero pensó que era mejor dejarlo pasar y no darle importancia. Iban caminando por la peatonal de la calle Mayor en silencio, tímidas y con el dilema de cómo comenzar una conversación para romper el hielo. Cuando enfocaban la calle donde estaba ubicada la pizzería, en Cotiello bajo, San Román se decidió a preguntarle lo que llevaba barruntando desde hacía un rato”. (p. 193)
♠ Plaza de las Barqueras
“La venganza es un plato que se sirve frío. Entretanto, tenía a mi mellizo vigilándoos de continuo, conocía cada uno de vuestros pasos –explicó en un tono perverso. Mi siguiente objetivo fue hacerme amiga tuya. No me resultó difícil, teniendo en cuenta que no tenías amistades en el pueblo y, como se suele decir, todos necesitamos un amigo. Yo sería ese amigo. Ese tropiezo “casual” en las Barqueras… ¿recuerdas? – comentó evocando el pasado-‐. Estabas esperando turno para encargar la deliciosa empanada de morcilla y puré de manzana con la que querías agasajar a tus padres en su primera visita a tu nuevo hogar. Al poco llegué yo. Mi hermano te estaba siguiendo – dijo sin aclarar más-‐. No me costó entablar conversación contigo. Eras recién llegada y tenías ganas de conocer gente. Y la verdad es que fuiste muy agradable. Pero yo contigo más”. (p, 246)
♠ Cuartel de la Guardia Civil
“En el Cuartel de la Guardia Civil de Llanes se respiraba un ambiente relajado y distendido. En aquella época del año no solían tener excesivos problemas. Algunas multas de tráfico, altercados entre borrachos (sobre todo al caer los fines de semana), robos de poca monta y algún que otro problema con las lindes de las parcelas eran los temas más acuciantes (…) Ella cogió las llaves de uno de los coches del tablero. Como siempre que podía, eligió las del todoterreno. Bajaron al garaje y accionó el mando a distancia para identificar rápidamente de cuál se trataba. Salieron del cuartel, avanzaron los pocos metros que lo separaban de la calle principal y giraron a la derecha. En la rotonda, decidió atravesar el pueblo en vez de tomar la circunvalación. Acercarse a Poo no les llevaría más de cinco minutos”. (p. 22-‐23) “Se asombró del tamaño y modernidad de sus instalaciones; era evidente que el edificio estaba casi recién inaugurado. Todo el recinto estaba rodeado de un vallado de color blanco de aproximadamente dos metros de altura. El edificio estaba cubierto por una losa de color gris hasta el primer piso de altura. A partir de ahí la pared estaba pintada de color blanco. Frente a la entrada principal, encima del garaje donde estaban aparcados los coches patrulla, había una galería de vigilancia”. (p. 74)
7
♠ Faro Punta de San Antón Ubicado sobre el acantilado en la margen de babor de la entrada al puerto de Llanes, fue inaugurado el 30 de septiembre de 1860 y electrificado en 1920. Un incendio producido el 9 de noviembre de 1946, destruyó las instalaciones. Se reconstruyó en 1950 conservando la torre original. Hasta hace pocos años también cumplió la función de Radiofaro. Desde él se puede observar “Los cubos de la memoria” de Ibarrola.
“Cuando alcanzó su punto de encuentro, aún no había llegado. El viento soplaba enfurecido y los ojos le lagrimeaban sin remedio ante el frío invernal. Miró con dificultad el reloj mientras paseaba arriba y abajo por la explanada ubicada delante del faro y que se adentraba en el acantilado, en parte por el frío que le entumecía los miembros, pero sobre todo por la congoja que lo embargaba. La espera se le hizo eterna, hasta el punto que por su cabeza rondó la idea de que había sido en vano. Estaba convencido de que no se avendría a verse con él. Con todo, estaba equivocado: el interés era mutuo, mucho más de lo que se podía imaginar”. (p. 212) “Reposó su cansado cuerpo contra el blanquecino faro con las manos metidas en los bolsos de sus vaqueros sin saber qué hacer ni qué decir. Posada volvió a percibir la respiración agitada al apreciar la cercanía de su cuerpo. Ella tampoco sabía cómo actuar”. (p. 221)
♣ Cue
Parroquia de Llanes a 2 km de la capital del concejo. Se ubica en un privilegiado emplazamiento sobre la rasa al abrigo de una pequeña sierra plana. Había una tradición de enramas dos fuentes, la de Arriba por San Fernando y la de Abajo (hoy sin fuente que parece estar en un chalé de una veraneante) por San Antonio. La Playa de Cue o de Las Antilles, es de arenas finas y blancas con forma de concha inmersa en medio rural. Tiene 380 m. de largo y se caracteriza por el tómbolo. De este modo, en bajamar se comunica con la Islona o Isla Grande a través de un pasillo de arena. En pleamar, los espacios se cubren de aguas generalmente tranquilas, que dan paso a "piscinas naturales", término utilizado por la geógrafa Belén Martínez Solar.
“–El mar lo arrastró hasta Cue y al bajar la marea quedó al descubierto en una zona de difícil acceso. En uno de los acantilados próximos a la playa de Las Antilles, cerca de los bufones. No tenéis perdida –dijo intuyendo el pensamiento del sargento. En cuanto lleguéis a Cue, veréis el helicóptero. –Gracias –contestó a secas-‐-‐. ¡Vamos! Aparcaron el todoterreno en lo alto de un acantilado desde el que se podía observar las maniobras del grupo de rescate. Caminaron hasta alcanzar el capitán. El helicóptero estaba sobrevolando un abrupto acantilado de corte vertical unos metros más allá, lo que dificultaba las maniobras de todo el equipo”. (p. 232)
8