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El sueño de escalar el Qomolangma

Xia Boyu conquistó el corazón del público en los recientes Juegos Paralímpicos de Invierno

Por LI NAN

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A Xia Boyu, de 73 años, le amputaron las dos piernas por congelación y Wang Zilong, de 9 años, perdió las dos manos tras una descarga eléctrica accidental. No obstante, el 4 de marzo pasado, ambos “volaron con sus alas” en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de Invierno Beijing 2022 y demostraron al mundo el verdadero significado detrás del emblema paralímpico de “volar alto” en el Estadio Nacional, o “Nido de Pájaro”, en Beijing. “El emblema transmite el mensaje de que las personas con discapacidad también pueden apuntar alto y realizar sus sueños”, dijo Xia Boyu al semanario Beijing Review.

Xia nació en 1949, el mismo año en que se fundó la República Popular China. A lo largo de las últimas siete décadas, sus arduos esfuerzos le han valido muchos títulos destacados: la persona con discapacidad de más edad en el mundo y la primera persona con discapacidad en China en alcanzar la cima del monte Qomolangma (monte Everest) y el cuarto chino en ganar el prestigioso Premio Laureus al Mejor Momento Deportivo del Año en 2019.

A principios de marzo, Xia añadió otros dos emocionantes títulos a esa larga lista al convertirse en el primer portador de la antorcha paralímpica en la Gran Muralla y actuar durante la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de Invierno. “Me sentí muy emocionado de estar en el ‘Nido de Pájaro’ y mostrar al mundo cómo las personas discapacitadas celebran el evento en China y cómo se esfuerzan constantemente por ser más fuertes”, declaró Xia.

Sobreviviente de un desastre

No es la primera vez que Xia participa en una cita de esta envergadura. En mayo de 2008, fue invitado al campamento base en la ladera norte del Qomolangma para alentar a los montañistas que participaron en el relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Verano Beijing 2008 en la cumbre. Aquella llama olímpica también encendió el ansiado deseo de Xia de escalar el “techo del mundo”.

Ese 2008 fue el trigésimo tercer año desde que Xia perdió la parte inferior de sus piernas y el duodécimo tras su batalla contra un linfoma.

Xia había sido un hábil y veloz futbolista en la provincia de Qinghai (noroeste de China). Cuando tenía 25 años, se unió al equipo de alpinismo de China e intentó ascender el monte Qomolangma en mayo de 1975. Una tormenta de nieve se desató cuando los montañistas estaban a solo 200 metros de la cima, obligándoles a aguardar hasta que se calmara el clima durante los siguientes dos días y tres noches. Por desgracia, se quedaron sin oxígeno, por lo que tuvieron que regresar.

Xia le dio su saco de dormir a uno de sus compañeros tibetanos que había perdido el suyo en el descenso. Apodado como “dios del fuego” por su equipo, Xia nunca pensó que sus piernas se congelarían. La amputación truncó sus sueños futbolísticos, pero se rehusaba a estar en silla de ruedas el resto de su vida.

A finales de 1975, un médico alemán le dijo que podría volver a caminar, incluso a hacer montañismo, con la ayuda de prótesis. Como una llama, las palabras del médico encendieron el espíritu de Xia, quien tras tres años de rehabilitación, pudo ponerse en pie nuevamente con sus prótesis. Fue en ese entonces que empezó a trabajar en la Asociación China de Montañismo en Beijing.

Xia Boyu intentó llevar una vida sana y normal. Iba y volvía del trabajo en bicicleta, en un recorrido de 32 kilómetros. Caminaba todos los días y participaba en diversos eventos deportivos para discapacitados, en los cuales a menudo ganaba medallas.

Sin embargo, aquella actividad física constante le provocó heridas en las piernas, lo cual le causó nuevas complicaciones. En 1993, Xia fue sometido a otra amputación y perdió otro tercio de sus piernas. Para colmo, tres años después le diagnosticaron un linfoma, ya en fase media y avanzada. “Esto supuso un duro golpe para mí”, mencionó. Tras cuatro operaciones y un tratamiento de quimioterapia, salvó la vida.

Un sueño de siempre

Cuando Xia Boyu cumplió 59 años en 2008, prometió volver a escalar el Qomolangma. Aumentó poco a poco su régimen de entrenamiento y coronó diferentes picos superiores a los 5000 metros de altura durante los seis años siguientes. A lo largo de ese tiempo, conoció a un montañista que también era promotor inmobiliario y quien prometió financiar los viajes de Xia para escalar el “techo del mundo”. Después de todo, ascender hasta la cima del Qomolangma costaba unos 350.000 yuanes (52.890 dólares) a finales de la década de 2010, lo cual suponía un costo monetario enorme para una persona jubilada.

El mayor reto para los montañistas con prótesis es que no pueden sentir el suelo. Cuando suben los picos nevados, les resulta difícil juzgar qué camino es más seguro y solo se pueden valer de sus ojos y mantener el equilibrio con la ayuda de los alpenstocks. Xia se puso en contacto con el neozelandés Mark Inglis, el primer alpinista con discapacidad en subir el Qomolangma en 2006 y quien le animó a perseguir su sueño.

Xia Boyu realizó tres expediciones al “techo del mundo” entre 2014 y 2016, pero no pudo alcanzar la cumbre debido a las condiciones meteorológicas desfavorables. En las dos primeras, dos avalanchas acabaron con las vidas de los guías locales y de los habitantes de la montaña después de su llegada al campamento base sur en Nepal. El promotor inmobiliario se mostró reacio a financiar la tercera expedición de Xia, pero, aun así, Xia quiso intentarlo nuevamente, esta vez con sus propios ahorros. Sin embargo, cuando estaba a apenas 94 metros de la cima, una repentina ventisca le obligó a retroceder por tercera vez.

El camino al éxito

A los 69 años de edad, su sueño finalmente se hizo realidad. El 14 de mayo de 2018, en un día soleado, Xia logró llegar hasta el “techo del mundo” al conquistar la cima del monte Qomolangma, algo que había soñado durante 43 años. “Al ascender al Qomolangma, quise demostrar que soy tan fuerte como cualquier persona ‘normal’, a pesar de mis amputaciones”, enfatizó Xia.

La historia de Xia inspiró a muchos alpinistas. Zhu Hongfei, quien escaló el Qomolangma una semana después de Xia, había oído hablar de su historia mucho antes. “Escalar el Qomolangma representa un arduo esfuerzo. Es increíble que Xia llegara a la cumbre con prótesis y me sentí profundamente conmovido por su firme voluntad y la incansable persecución de su sueño”, declaró Zhu al semanario Beijing Review.

Al año siguiente se proyectó en China la película The Climbers, protagonizada por Zhang Ziyi y Wu Jing, y que cuenta parte de la historia de Xia Boyu. “Gracias a los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, China ha conseguido que más de 300 millones de habitantes hayan tomado interés por los deportes de invierno, entre ellos muchas personas con discapacidad”, destacó Xia.

El objetivo de este inquebrantable deportista es escalar los picos más altos del mundo y emprender expediciones a los dos polos de la Tierra. Debido a la pandemia de COVID-19, Xia ha tenido que suspender temporalmente sus planes, pero tiene otro. Planea escalar 1000 montañas en 100 ciudades chinas, habiendo ya alcanzado más de 20 montañas en ocho ciudades desde que comenzó en marzo de 2021. “Quiero involucrar a más ciudadanos en el montañismo y ayudarles a fortalecerse, para así también salir victoriosos de la pandemia”, señaló.

14 de mayo de 2018. Xia Boyu, de 69 años, llega a la cima del monte Qomolangma y se convierte en la primera persona discapacitada china en coronar este monte.

Fotos ofrecidas por Xia Boyu

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