El Cerebro Cambiante : Creado para sanar
Esperanza para los niĂąos vulnerables y sus cuidadores
Table of Contents
Introducción 4 Narrativa
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¿Cómo los cerebros se desarrollan y cambian?
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¿Cómo responde el cerebro al estrés?
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¿Cómo los cerebros sanan del trauma?
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Prácticas y principios claves para la puesta al día del desarrollo 26 Cuidado que hace la diferencia
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La estabilidad promueve el crecimiento
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El juego es el trabajo de los niños
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La crianza afectiva cambia el comportamiento
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Resultados del aprendizaje desde la práctica
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La salud del cuidador importa
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La resiliencia se puede enseñar
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Conclusión
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Referencias
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Introducción Gran parte de la literatura de investigación disponible sobre huérfanos y niños vulnerables (OVC= Huérfanos y niños vulnerables) es abrumadoramente desalentadora. Página tras página se describe un mayor riesgo en esta población de cometer delitos, abandonar la escuela, unirse a la asistencia social, experimentar problemas de abuso de sustancias o ingresar a la población sin hogar. Como individuos que se preocupan profundamente por el bienestar de los niños que han perdido el cuidado parental, esta realidad puede ser desgarradora y derrotadora. A veces, incluso puede hacer que el trabajo de cuidar a los niños vulnerables parezca inútil. Afortunadamente las investigaciones sobre el desarrollo cerebral dan fe de un campo emergente de investigación que trae gran esperanza para quienes trabajamos con población OVC, la neuroplasticidad. La neuroplasticidad es un término científico que significa que el cerebro puede cambiar como reacción al ambiente que le rodea. Para la población OVC los padres, cuidadores y la comunidad alrededor de ellos son su ambiente externo y son quienes pueden moldear el “paisaje” y el funcionamiento del cerebro del niño ayudándole a formar nuevos pensamientos, hábitos y experiencias. Para la población OVC los padres, cuidadores y la comunidad alrededor de ellos son su ambiente externo y son quienes pueden moldear el “paisaje” y el funcionamiento del cerebro del niño ayudándole a formar nuevos pensamientos, hábitos y experiencias. Años de investigación han mostrado que la adversidad puede causar efectos negativos aun en la vida adulta de estos niños. Afortunadamente ahora vemos que las intervenciones adecuadas pueden ciertamente revertir el daño y empoderar 4
un movimiento hacia la salud mental. Como cristianos esto no es una sorpresa. La escritura constantemente nos anima a “ ser transformados por medio de la renovación de nuestra mente” (Rom 12:2) y a “tomar cada pensamiento cautivo” (1Co 10:5). No es de extrañar, entonces, que la ciencia, el descubrimiento de la creación de Dios, esté encontrando evidencia de que la curación, el crecimiento y la transformación son posibles, incluso a nivel neurocientífico. El cerebro no es marcado o tallado para la eternidad debido a nuestra genética o las experiencias vividas. En cambio, vemos ahora que pequeños cambios repetidos en el pensamiento, el comportamiento y las experiencias pueden sumarse a un efecto acumulativo de un cerebro y la vida transformados. Una nota personal para el lector: Este recurso ha sido creado para aquellos que se preocupan por OVC, con el objetivo de ayudarlos a empoderar y equipar a los niños y jóvenes hacia el éxito y el bienestar. Será especialmente útil para los cuidadores, trabajadores sociales, maestros, líderes en organizaciones que sirven a OVC, mentores, médicos y líderes de la iglesia que buscan adaptar sus ministerios de manera que beneficien a todos los niños. Nuestro objetivo es proporcionar un conocimiento práctico sobre cómo Dios creó el cerebro para curarse a sí mismo, lo que permitirá a los padres, cuidadores y profesionales ayudar a los niños a obtener parte del terreno de desarrollo que han perdido debido a la adversidad de la primera infancia.
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Narrativa
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Este árbol está ubicado en Slope Point, Nueva Zelanda. A lo largo de Slope Point, el viento es tan fuerte que el crecimiento de este árbol está dictado por él. Aunque las ramas están deformadas, no están necesariamente dañadas. Más bien, crecieron diferentes de lo que es típico. El árbol está vivo, pero no funciona como fue diseñado. Debido al duro ambiente exterior, el árbol no puede alimentarse a sí mismo al máximo potencial que tenía como una pequeña semilla debajo de la tierra. El culpable aquí es el viento. El árbol no puede cambiar el hecho de que fue plantado y desarrollado para desarrollarse contra esta fuerza. Es susceptible al medio ambiente, al igual que los niños huérfanos y vulnerables son susceptibles a su entorno y a la influencia de los adultos en sus vidas. Cuando un niño experimenta situaciones de estrés tóxico, trauma o adversidad, su funcionamiento cerebral no está dañado, más bien podríamos hablar de un desarrollo anormal. Como este árbol la población OVC es inocente y no tiene el poder de escoger el ambiente en el que le ha tocado desarrollarse. Las investigaciones han encontrado que el ambiente externo y las experiencias negativas comúnmente actúan como una causa directa de un desarrollo cerebral anormal.1 Es por esto que la mayoría de nuestros niños tienen problemas de salud a nivel físico, mental y emocional. Ellos simplemente aún no han alcanzado todo su potencial. Gracias a un concepto llamado Neuroplasticidad, el OVC que servimos tiene el potencial de “enderezar el árbol” de su propio cerebro. Cuando a un niño es dado soporte y apoyo por parte de sus padres, cuidadores, maestros y su comunidad su cerebro tiene la oportunidad de cambiar hacia un desarrollo normal. Este es el increíble poder de la Neuroplasticidad. Utilizando la última investigación, ahora tenemos la capacidad de adaptar un entorno de apoyo que ayuda a “enderezar el árbol” del cerebro de un niño. Cuando colocamos esos zancos y abrazamos por completo a un niño, no hay otro lugar a donde ir más que hacia arriba.
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¿Por qué esto importa para los NNA OVC? • Naturaleza vs nutrición= usted no puede controlar el pasado de un niño, pero usted puede nutrirlo hacia un futuro saludable. • El cerebro no termina de madurar sino hasta los 25 años. Aún hay tiempo para los cuidadores para hacer una diferencia real en la vida de los niños. ¿Por qué esto importa para los cuidadores? • Cuando los niños tienen un desarrollo cerebral anormal es cansado, confuso y frustrante cuidar de ellos. • Las relaciones parentales saludables y nutridoras están vinculadas con el crecimiento cognitivo, emocional y físico. ¿Por qué esto hace la diferencia? • Los cuidadores en el campo tienen la oportunidad de mejorar el futuro del niño sin importar cuánto tiempo está bajo su cuidado. • Los cuidadores pueden enseñarles a los niños cómo ayudarse a sí mismos. Esto promueve el éxito a largo plazo para el niño.
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la neu·ro·plas·ti·ci·dad es la capacidad del cerebro de cambiar física y funcionalmente en respuesta al mundo alrededor de él.
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¿Cómo se desarrolla y cambia el cerebro?
El cerebro es una de las últimas fronteras de la ciencia, y está demostrando ser una clave crítica para desbloquear la curación de los niños que han experimentado adversidades. El cerebro tiene miles de millones de células llamadas neuronas, que se comunican entre sí a 268 mph. Cada neurona tiene el poder de doblar, mover y conectar con otras como resultado de las señales internas y externas que recibe. Cuando una persona tiene un pensamiento la neurona envía una señal eléctrica que tiene un efecto dominó con sus vecinos. Este “efecto dominó”, dependiendo del tipo de mensaje, puede viajar por todo el cerebro, incluyendo a la médula espinal. Esta comunicación permite al cerebro mover músculos y almacenar recuerdos. Cada acción, interacción y reacción desencadena miles de mensajes entre las neuronas. Cuando las células cerebrales se comunican frecuentemente, el camino entre ellas se fortalece como un sendero muy transitado. Nosotros llamamos a estos senderos, circuitos o lazos de retroalimentación. Cuanto más fuerte y ancho sea este lazo, más rápido y más fácil se moverán los mensajes. Con suficiente repetición un hábito se forma y las respuestas se vuelven instintivas- o podríamos decir un camino fácil de transitar. Creamos estos lazos anchos y de fácil recorrido cuando practicamos conductas como andar en bicicleta o mecanografiar. Si bien esto es útil con los movimientos automáticos, estos caminos de comunicación cerebral también pueden tener impactos negativos.
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Por ejemplo: el abuso verbal repetitivo crea distintos caminos que pueden resultar en baja autoestima de por vida. Con suficientes experiencias negativas estos sentimientos se vuelven instintivos. Por el contrario, los mensajes de amor y cuidado pueden hacer su propio bien viajando en los caminos de los cerebros de los OVC. Los pensamientos, sentimientos y experiencias no son meramente teóricos, sino que en realidad crean materia física en nuestros cerebros. Cuando las neuronas trabajan juntas para enviar señales, se mueven alrededor y moldean ciertas formas y ranuras. Cada una de estas formas tiene la función de crear características de la persona. Si la comunicación entre las neuronas está dañada o alterada entonces cualquiera de estas características puede crecer anormalmente. Por ejemplo los niños que viven en ambientes bajo mucho estrés podrían reaccionar rápidamente a las señales de miedo. Esto significa que lo que representa miedo para ellos no necesariamente representará miedo para un niño que ha sido nutrido en un ambiente saludable. El cerebro de un niño vulnerable ha aprendido a comunicarse casi siempre con muchos centros de miedo lo que finalmente resulta en una respuesta de miedo desarrollada anormalmente.
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El desarrollo anormal del cerebro ha sido conectado a numerosas condiciones que se ven comúnmente en OVC incluidos aquellos que afecta el bienestar cognitivo, emocional, físico y social. La forma en que el cerebro es organizado y formado determina cómo reacciona a su ambiente. Cuando el cerebro encuentra nuevos entornos y experiencias, las neuronas se desarrollan o se rompen. Esto es parte del desarrollo y aprendizaje normal.2Las experiencias dan forma a las vías neuronales que conducen el comportamiento a lo largo de la vida. Estas experiencias incluyen tanto influencias agudas como traumas tempranos, como experiencias intencionales a través de intervenciones específicas diseñadas para promover una conducta y bienestar positivos.3 El período más sensible para el crecimiento cerebral y la plasticidad es en los primeros años de vida. Si el estrés (que puede incluir abuso, negligencia o interrupción del vínculo) amenaza el desarrollo neuronal, el daño podría tener un impacto para toda la vida.4 Sin embargo esto no significa que es muy tarde para los NNA más grandes sino que simplemente requerirá de un poco más de esfuerzo. Los principios de la neuroplasticidad juegan un rol durante toda la vida humana y se ha demostrado que se benefician mucho más tarde en la vida adulta también.5 En lugar de tener miedo de quedarnos sin tiempo, ahora entendemos que influir positivamente en el crecimiento del cerebro puede ser más difícil a medida que los
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niños crecen, pero no es demasiado tarde. De hecho, un estudio de 2014 se refiere al “gran conjunto de evidencia [que] muestra que la plasticidad cerebral se ve fuertemente afectada ... a lo largo de toda la vida.6 Independientemente de la edad, la historia y la educación, existen prácticas, basadas en la evidencia, que los padres y cuidadores pueden implementar de manera inmediata que ayudan a “reconfigurar” la forma en que funciona el cerebro de un niño.
“Los pensamientos son reales, físicos y ocupan un estado real en la mente. Momento a momento cada día usted está cambiando su estructura cerebral a través de su pensamiento.
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“Los pensamientos son reales, físicos y ocupan un estado real en la mente. Momento a momento cada día usted está cambiando su estructura cerebral a través de su pensamiento. Cuando esperamos estamos realizando una actividad mental que cambia nuestra estructura cerebral en una dirección normal y positiva” esperamos estamos realizando una actividad mental que cambia nuestra estructura cerebral en una dirección normal y positiva.” 7
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¿Cómo responde el cerebro al estrés?
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse como resultado del aporte ambiental. Estas son buenas noticias en el sentido de que podemos influir positivamente en el crecimiento y desarrollo del cerebro, incluso después de un período de trauma o adversidad. Sin embargo, también significa que los factores ambientales negativos influyen en el desarrollo del cerebro, que a menudo es el caso con OVC. El estrés excesivo puede crear un efecto dominó de dificultades de por vida para la OVC. Esto tiene efectos significativos en el desarrollo del cerebro, especialmente para los niños más pequeños. Respuesta de Estrés El estrés es natural, normal y en algunos casos inclusive es una condición de vida necesaria. El estrés es necesario para un desarrollo apropiado. Sin embargo el estrés crónico e intenso puede ser perjudicial especialmente para cerebros en desarrollo. Bajo situaciones de estrés el cuerpo sufre una serie de cambios basados en una respuesta compleja pero casi instantánea. Cuando los sentidos perciben una amenaza el cuerpo y el cerebro son alertados. Las porciones de auto respuesta del cerebro responden dando al cuerpo un estallido de energía, bombeando sangre a las extremidades, acelerando la respiración y aumentando la frecuencia cardíaca. Aquí es donde las respuestas de lucha-huída o congelación tienen lugar. Después de que la amenaza percibida pasa, el cuerpo regresa a su estado anterior de descanso y asimilación.”8
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Cuando el estrés se vuelve tóxico De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Desarrollo del Niño9 , de Harvard la respuesta del niño al estrés puede ser positiva, tolerable o tóxica.10 • La respuesta de estrés positiva es crítica para un desarrollo saludable y está caracterizada por elevaciones temporales en la frecuencia cardíaca y liberación de hormonas. El estrés positivo puede resultar de un primer día de escuela o una primera vez montado en una bicicleta. • La respuesta de estrés tolerable puede ser resultar de pérdidas o desafíos más severos, por ejemplo la pérdida de un ser querido o un accidente de tránsito. La respuesta de estrés es temporal y está amortiguada por relaciones sanas y enriquecedoras con adultos que ayudan al niño a sobrellevar la situación. • El estrés tóxico se desarrolla cuando el niño experimenta adversidad frecuente, intensa y/o prolongada, sin amor, cuidado y apoyo de una relación de cuidado saludable por un largo plazo. Las causas del estrés tóxico pueden variar desde extrema pobreza hasta discriminación, enfermedad o abuso. Si una respuesta al estrés se vuelve tóxica, tiene menos que ver con el momento en sí y más con la gravedad, el tiempo o la duración de la respuesta.
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Con el tiempo, la exposición de un niño al estrés tóxico puede causar una arquitectura cerebral debilitada y retrasos en el desarrollo. Algunas consecuencias del estrés tóxico: • Situaciones de salud mental y de comportamiento.11 12 • Dificultades de adaptación y ajuste a largo plazo13 14 • Incapacidad de pasar de la respuesta de estrés a un estado saludable de funcionamiento.15 16 • Incremento en la vulnerabilidad a la dependencia 17 , de sustancias18, adicciones y otras conductas que amenazan la salud. • Resultados intelectuales y educativos adversos.19 • Funcionamiento inmune empobrecido.20 Algunos expertos sugieren que la exposición al estrés tóxico puede alterar la genética y estas alteraciones pasar a futuras generaciones. 21 Estrés tóxico y OVC La influencia más importante y de mayor impacto contra la adversidad es una relación de cuidado, protectora y nutridora. Sin esta relación el estrés toxico puede poner el sistema de respuesta al estrés de un niño en modo de angustia constante impactando el crecimiento, el aprendizaje, la conducta y las relaciones. Por lo tanto los huérfanos y los niños privados del cuido parental son especialmente susceptibles a los efectos del estrés tóxico: 18
• Los niños colocados poco después del nacimiento en un ambiente de baja atención (institucionalización) muestran una disminución significativa de la actividad cerebral en comparación con los niños que nunca fueron institucionalizados. 22 • Los niños pequeños que reciben atención residencial sin un cuidador estable que los cuide corren el riesgo de sufrir trastornos de apego, retrasos en el desarrollo y desarrollo cerebral anormal..23 24 25 • Incluso si un niño fue adoptado en una familia amorosa al nacer, las investigaciones sugieren que el estrés crónico en el útero puede tener consecuencias a largo plazo.26 • Para los niños cuidados por familias, los resultados pobres a largo plazo aumentan con la cantidad de cambios de colocación experimentados.27 • Las experiencias familiares negativas afectan negativamente la adaptación y el ajuste a largo plazo. 28 • Early stressors such as maternal separation result in lasting effects on a child’s ability to respond to normal stress in a healthy way.29 30 31 32 • Los factores estresantes tempranos, como la separación materna, producen efectos duraderos en la capacidad de un niño para responder al estrés normal de una manera saludable. 33
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• Cuando el cerebro entra en modo de crisis, especialmente durante los períodos críticos de desarrollo, hace todo lo posible para sobrevivir a su entorno hostil y, al hacerlo, los efectos a largo plazo, como los problemas emocionales y de memoria, se desarrollan mucho más allá del período de maltrato. • Un estudio de niños ubicados en hogares de acogida de 3 a 6 años sugirió que cuanta más negligencia experimentan, más alto es su riesgo de retrasos en el desarrollo 34
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Años de investigación nos han mostrado que el trauma y el estrés pueden impactar negativamente en cómo el cerebro se desarrolla. El cuidado para los niños que han experimentado adversidades a ahora edadesAfortunadamente tempranas puede ser un trabajo muy difícil. Cuando los niños son separados de sus padres, hay al menos un tremendo vemos que lasAun Dolor entambién sus vidas: la pérdida de una madre o un padre. en escenarios óptimos- cuando un amoroso, comprometido intervenciones apropiadas y nutridor padre permanece- la pérdida del otro padre es un evento traumático. Para un niño sin la estabilidad y la confianza pueden de hecho revertir el de una relación de cuidado, la perdida de uno de sus padres es un camino devastador y desolado para transitar. Para hacia muchos de daño y llevar a los niños ellos es sólo una de muchas dificultades que han experimentado. la salud. La investigación centrada en esto es abrumadoramente desalentadora. Una y otra vez la investigación sugiere resultados más pobres para los niños separados del cuidado de sus padres. Estos efectos son muchos y muy variados y muchos probablemente están relacionados al desarrollo cerebral inadaptado como un resultado del estrés toxico. Sin embargo, no todos los niños reaccionan de la misma manera al estrés y hay algunos factores que pueden ayudar a los niños a resistir y recuperarse de la adversidad temprana.
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¿Cómo sana el cerebro del trauma?
Recuperación del desarrollo La recuperación del desarrollo ocurre cuando los niños ganan terreno sobre el desarrollo que habían perdido debido a la adversidad experimentada en la primera infancia. Numerosos estudios muestran que los niños que vienen de ambientes difíciles pueden experimentar crecimiento cuando se les brinda información ambiental adecuada: • Un análisis de 270 estudios involucrando a más de 230,000 niños sugiere que los niños que son cambiados del cuidado grupal al cuidado familiar logran la recuperación del desarrollo hasta el nivel de sus pares, incluyendo el crecimiento físico, la vinculación segura, desarrollo cognitivo y logro escolar, autoestima y comportamiento. Las adopciones antes de los 12 meses están relacionadas con una mayor recuperación del desarrollo. Sin embargo, aun en edades más avanzadas se pudo observar una recuperación significativa.35 • Los niños que han recibido cuidado familiar obtuvieron un puntaje significativamente mayor en test de IQ y mejor desempeño académico en comparación con los niños que permanecieron en cuidado grupal.36 37 38 • Cuando los niños ingresaron a la atención residencial debido a circunstancias menos saludables, el peso, la altura y la circunferencia de la cabeza han demostrado mejorar.39
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• Cuando los niños son movidos de un cuidado residencial a un cuidado familiar frecuentemente muestran un crecimiento físico masivo.40 41 42 • Se observan impresionantes ganancias en el vínculo afectivo en niños movidos a un cuidado familiar.43 44 45 46 ¿Cómo se recupera el cerebro? El ambiente impacta el desarrollo cerebral y abre la puerta a la sanidad. Tener los mismos pensamientos o experiencias repetidamente hace que las células subyacentes a ellos se comuniquen. Cuando estas células se comunican con frecuencia el camino entre ellos se fortalece como un sendero muy transitado. Cuanto más desgastado está el camino más fácil es transitarlo. Cuantas más veces que con un niño se practique confiar en un cuidador, hablar de sí mismo de manera positiva o la regulación afectiva, más fácil será. De igual forma las menos veces que un niño practique, aun incoscientemente, respuestas temerosas, las conversaciones negativas o arrebatos, más fácil será evitarlos. Nuestra meta es incrementar los pensamientos y comportamientos que son saludables y funcionales y reducir aquellos que no lo son. Cambiar estos caminos afecta los resultados a corto y largo plazo en el desarrollo de un niño. Las vías del cerebro pueden ser influenciadas por el comportamiento del niño y por el de sus padres o cuidadores.
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El comportamiento del adulto tiene la habilidad de revertir o mejorar los efectos de la privación. En última instancia los genes y el ambiente trabajan juntos para construir la arquitectura del cerebro.47 La habilidad que el cerebro tiene de cambiar no significa que todos los niños podrán recuperarse en cada área del desarrollo, aun y cuando sean expuestos a los estímulos adecuados. Esta no es una cura mágica. Al igual que una herida curada deja una cicatriz, la arquitectura del cerebro aún conservará cierta evidencia de una adversidad temprana. Sin embargo, con conocimiento y acciones repetitivas es como veremos a los niños recuperarse por el trauma en la primera infancia.
¿Cómo es en la vida real?
Existen incontables prácticas que podrían ayudar a los niños a aprender a regularse, relacionarse y recuperarse de los efectos de la adversidad en la primera infancia. Como un campo emergente de investigación aún hay mucho por descubrir acerca de los mecanismos que subyacen a la recuperación del desarrollo y sobre cómo promoverlos. Ahora mismo la ciencia sugiere las siguientes prácticas para ayudar al cerebro de los niños a recuperarse del impacto del trauma en la primera infancia. Todos ellos centrados alrededor de limitar la respuesta del niño al estrés y proveyendo oportunidades de aprendizaje, conexión y la creación de confianza.
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Los cuidadores hacen la diferencia
Una relación de cuidado estable puede ser un factor decisivo en si el estrés es tolerable o tóxico. La investigación sugiere que la presencia de un cuidador confiable tiene el poder de reducir las hormonas del estrés, permitiendo así que ocurra el desarrollo normal del cerebro. El factor particular más importante para que un niño supere la adversidad es una relación saludable con un padre o cuidador seguro y nutridor. • Asegúrese de que cada niño tenga un cuidador que esté especialmente comprometido con él. Los niños necesitan uno o dos cuidadores principales que saben que están comprometidos en sus vidas y están dispuestos a hacer todo lo posible para protegerlos, defenderlos y cuidarlos. Un grupo rotativo de cuidadores no puede lograr este tipo de conexión y compromiso. Asegúrese de que cada niño tenga un cuidador que hará cualquier cosa por ellos. • Empodere a los padres o cuidadores primarios- sin programas, apoyo de staff o visitantes externos- para conocer las necesidades físicas o emocionales del niño. Inicie con las raíces de las relaciones primarias del niño con otros- los padres y/o los cuidadores son su familia. El apego del niño con sus padres o cuidadores es desarrollado por un cuidador consistente que satisface las necesidades del niño a lo largo del tiempo, sin importar la edad. La relación con el cuidador juega un rol crítico
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Principios y prácticas clave para la recuperación del desarrollo
en la regulación de la producción de la hormona del estrés, que permite a los niños enfrentar el estrés de manera efectiva a medida que crecen. • Crear oportunidades para los padres y cuidadores primarios para construir recuerdos positivos con los niños. La relación no es construida solo a través de un cuidador que pueda satisfacer sus necesidades sino también a través de experiencias positivas que construyen todo un catálogo de recuerdos juntos. Con el fin de promover la recuperación cerebral del trauma a través de una relación estable entre cuidadores, la relación debe ir más allá del manejo del comportamiento. Preguntas a considerar: 1. ¿De qué manera práctica podemos empoderar a los padres o cuidadores primarios para que sean héroes en las vidas de los niños? 2. ¿Les enseñamos a los padres o a los cuidadores acerca de la importancia de su rol? ¿Cómo podríamos hacerlo? 3. ¿Cual sería una práctica, evento u oportunidad que podríamos proveer o facilitar a los padres o cuidadores de los niños vulnerables que les permita crear recuerdos positivos juntos?
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La estabilidad promueve el crecimiento
Para los niños que han experimentado el trauma en edades tempranas lo inesperado o urgente puede desencadenar una respuesta de estrés no saludable (que con el tiempo puede prevenir un desarrollo no apropiado del cerebro y llevar a problemas de desarrollo y de comportamiento). Cuando ayudamos a los niños a saber qué esperar les ayudamos a minimizar la producción innecesaria de la hormona del estrés. • Desarrollo consistente, estructura y rutina. Utilice rutinas escritas y visuales para ayudar a los niños a saber qué esperar durante el día. Ofrezca recordatorios y transiciones para minimizar sorpresas no deseadas. Utilice horarios y calendarios para ayudar a los niños a saber lo que viene. • Invite al niño a ser parte del proceso de desarrollo de los horarios familiares y personales. Ofrecer al niño una voz en el proceso le ayuda mentalmente a planear lo que viene, desarrollar consciencia del tiempo y a practicar la toma de decisiones. • Crear rituales significativos y compartidos. Actividades como leer juntos cada noche, comer la cena juntos cada noche, y establecer rutinas como: a las 8:00pm. es el tiempo de ir a la cama, le ayuda al niño a desarrollar la habilidad de regular sus emociones y estar listo para el aprendizaje.
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Preguntas para considerar: 1. ¿Cómo puede darle a su niño opciones y empoderarlos a desarrollar nuevas rutinas significativas y compartidas? 2. ¿Qué parte del día tiende a resaltar las deficiencias de los niños bajo su cuidado? ¿Qué estructuras simples podrían agregarse a esa parte del día? 3. ¿Cómo podemos ayudar a los padres y cuidadores primarios a ver la conexión entre la consistencia y el sentir una sensación de seguridad?
El trabajo de los niños es jugar
El juego ofrece un ambiente de menos riesgo y menos estrés en el que los niños pueden enfrentar y superar desafíos. Esto les da confianza en la habilidad de enfrentar nuevas situaciones desafiantes, sin desencadenar en una respuesta de estrés excesivo. Con el incremento en el énfasis de lo académico y tecnológico es importante recordar que el juego libre es el campo de entrenamiento para el progreso de desarrollo apropiado en los niños pequeños. Para niños que han estado enfocados en sobrevivir a un ambiente de estrés extremo, cuando deberían haber estado experimentando ambientes ricos en juego, el juego puede no ser natural, pero puede convertirse en una habilidad aprendida. • Provea oportunidades de diferentes tipos de juego. Desestructurado y estructurado, independiente o social, con pares o con adultos. Una variedad de escenarios de juego promueve diferentes habilidades de desarrollo. • Enseñe lecciones y habilidades a través de juegos y 28
actividades. Los niños casi siempre aprenden mejor utilizando métodos prácticos que puedan aplicar. Se ha demostrado que el juego estructurado y guiado mejora el funcionamiento ejecutivo, que incluye la memoria y la toma de decisiones. El desarrollo de habilidades sociales como el control de impulsos y resolución de conflictos también ocurre naturalmente a través del juego. • Haga del plan niño-padre una prioridad. El juego entre padres y niños puede construir la relación mediante el ofrecimiento de oportunidades de servicio y retorno, así como crear recuerdos positivos. La vinculación con un niño, especialmente después de la adversidad, es necesaria para mantener su conexión en momentos de estrés. • Liberar estrés mediante el movimiento físico. El juego físico y el ejercicio liberan estrés del cuerpo y ayuda a regular las hormonas involucradas en la respuesta del estrés. Asegúrese que el niño tiene el tiempo y el espacio para la actividad física. Preguntas a considerar 1. ¿Cuáles son algunos lugares prácticos para el juego no estructurado para niños que viven en ambientes difíciles? 2. ¿Cómo les podemos enseñar a jugar cuando esto no ocurre de manera natural? 3. ¿Cómo podemos estimular el movimiento físico cuando algunos niños son atraídos mayormente a juegos más sedentarios?
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Al nutrirlos cambiamos su comportamiento
La ciencia ha roto los mecanismos detrás de nutrir afectivamente al niño y el apego con él, y la enseñanza de esto a los padres y cuidadores puede ayudarlos a mejorar el desarrollo cerebral de sus hijos. Está bien establecido en la comunidad científica que un padre o cuidador capaz de nutrir reduce los niveles altos de cortisol en bebés y niños pequeños. Esto permite que la arquitectura del cerebro en desarrollo se construya según lo esperado.. • Responda a las necesidades y señales del niño. “enviar y devolver” es el término que se utiliza para la interacción de ida y vuelta que ocurre entre el niño y el padre o cuidador receptivo y nutridor. Esta interacción incluye compartir el enfoque de un niño, alentar, consolar y responder a necesidades básicas como comida, descanso y afecto. • Conectar antes de corregir. Para los niños que han experimentado trauma la disciplina puede traer un peso adicional. Los comportamientos inapropiados están típicamente relacionados con emociones más profundas. Utilizar la disciplina positiva en el contexto de una relación empática puede enseñarle al niño cómo comprometerse adecuadamente con su mundo alrededor sin inculcar miedo ni dañar la relación padre-niño. [Reenmarcar el comportamiento como una forma de comunicación y permitir que el niño vuelva a intentar la interacción o comportamiento que salió mal es un ejemplo].
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• Siga el curso del niño. Cuando un padre sigue el curso del niño en un juego o conversación esto produce afirmación y afecta la regulación. Seguir el ejemplo del niño podría ser: reflejar el lenguaje corporal del niño, jugar “Peekaboo” o responder a una conversación. • Adapte el tipo de cuidado a la edad y etapa del niño. Un niño en edad preescolar podría conectar mejor mediante un juego en el piso, pero un adolescente conectaría mejor mediante la práctica de algún hobbie. Recuerde que, para los niños que han experimentado trauma en edad temprana la edad maduracional no coincide con su edad cronológica. Trate de encontrar dónde está el niño en las etapas del desarrollo. Preguntas a considerar 1. ¿Cuáles son algunas maneras sencillas de mostrar interés en un niño cuando no tenemos los mismos intereses o hobbies? 2. ¿Cuáles son algunas ideas no costosas para desarrollar intereses mutuos en sus áreas? 3. Cada niño conecta de manera diferente, ¿Cómo puede un cuidador obtener una visión rápida de las necesidades de un niño con respecto a la corrección?
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• Reconozca que los pensamientos y experiencias crean materia real en el cerebro. Cambios estructurales y funcionales han sido observados como resultado del entrenamiento y experiencias. Enseñe a los niños que lo ellos piensan o como ellos actúan tiene un impacto a largo plazo en su futuro • Repita, repita, repita. Participar repetidamente en los mismos pensamientos y comportamientos hace a las vías neuronales más fuertes y más eficientes. Practicar buenos hábitos y hablar positivamente de sí mismos, acompañado de regulación afectiva, hará posible que los niños puedan reaccionar de forma calmada y proactiva en momentos de estrés. • Modele los comportamientos y prácticas deseadas. Los mayores aprendizajes provienen del modelaje. Muestre a los niños ejemplos de decisiones y prácticas saludables mediante el modelaje en situaciones de la vida cotidiana (Role Play). Los cuidadores pueden dar los primeros pasos en esto mediante la autoobservación de los comportamientos que modela al niño. • Provea a los niños con la verdad de las escrituras. Estudiar y memorizar versículos que le recuerden a los niños su identidad y valor en Cristo será muy valioso para renovar sus mentes. • Practica nuevas habilidades en ambientes de bajo estrés. A los niños se les debe enseñar habilidades como la regulación emocional o el autocontrol y se les debe dar la oportunidad de practicarlos con apoyo antes de poder realizarlos por su cuenta.
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No espere que los niños con antecedentes de trauma mejoren su comportamiento basándose únicamente en la instrucción verbal. La práctica previa al desempeño hace que el niño tenga éxito cuando se expone a un evento de alto estrés. Preguntas a considerar: 1. Cuáles son los temas típicos de conversación que uno oye de los niños? ¿Cómo se puede redirigir esa conversación interna de manera positiva? 2. ¿Cuáles son algunas actividades simples que pueden introducirse con el propósito de practicar reacciones positivas al estrés? 3. La fuente última de fortaleza y confianza proviene de la Palabra de Dios. ¿Cómo pueden usarse las Escrituras para afectar positivamente los hábitos de la mente?
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El cuidado de la salud del cuidador
Un niño reflejará la reacción de un cuidador ante el estrés. Los niños que experimentan estrés sin el apoyo y la nutrición de un cuidador comprometido corren el riesgo de un desarrollo cerebral comprometido. La forma en que apoyamos la salud de los padres y cuidadores está íntimamente relacionada con el bienestar del niño. • Educar a los padres y cuidadores sobre el buen cuidado personal. Especialmente en entornos donde los factores estresantes crónicos como recursos materiales limitados, enfermedades graves o corrupción son comunes, el autocuidado puede no ser un conocimiento común. Sin embargo, cuidar bien a un niño que ha experimentado un trauma requiere buenos límites, apoyo y conciencia.s. • Capacite a los cuidadores sobre el papel que desempeña su estrés en el desarrollo de los niños. Los cuidadores pueden no estar conscientes del impacto de sus respuestas en sus hijos. Capacite a los padres sobre cómo modificar sus acciones y reacciones para limitar las respuestas de estrés en sus hijos. Las investigaciones han demostrado que el entrenamiento de la atención plena en los padres mejora el comportamiento positivo en los niños.48 •Evaluar la salud y capacidad del cuidador. Al interactuar con niños y familias vulnerables, tenga en cuenta las señales de que un cuidador puede necesitar apoyo de salud mental y sepa dónde puede conectarlos para estos servicios.vulnerable
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children and families, be aware of signs that a caregiver may be in need of mental health support, and know where to connect them for these services. Preguntas a considerar: 1. ¿Qué estamos haciendo actualmente para apoyar la salud de los padres y cuidadores? 2. ¿Cuáles son algunas señales de alerta para que los cuidadores reconozcan que están más allá de su límite de estrés y que deben cuidarse? 3. ¿Cuáles son algunos pasos rápidos e inmediatos que los cuidadores pueden tomar cuando se dan cuenta de que han alcanzado su límite?
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La resiliencia puede ser enseñada
Algunos niños experimentan traumas y desarrollan rápidamente circuitos de retroalimentación dañinos en sus cerebros. Algunos niños experimentan traumas y, aunque ciertamente se sienten heridos, no muestran el mismo nivel de devastación que los demás. La resiliencia, o la capacidad de superar dificultades, no es un activo fijo, pero puede desarrollarse con la práctica a lo largo del tiempo. La resiliencia es como el equipo protector que un jugador de fútbol se pone antes del juego. El engranaje no solo evita lesiones cuando se ataca, sino que también protege las heridas antiguas y les da espacio para sanar. Antes de salir al mundo, donde los problemas no son un juego, los niños pueden proteger sus cerebros y su salud con resiliencia. La resiliencia ocurre cuando las fortalezas o los factores de protección (como una familia amorosa o habilidades de afrontamiento saludables) superan los desafíos que enfrenta un niño. • Ayude a los niños a desarrollar una mentalidad de crecimiento. Tanto a nivel académico como social, se ha demostrado que los niños desarrollan resiliencia cuando se les enseña que las habilidades son algo que pueden adquirir. Un sentido de empoderamiento y control percibido está vinculado a resultados positivos a pesar de la adversidad. • Enseñar a los niños a aprender a lidiar con el estrés manejable. Soportar y superar el estrés menor o moderado, como hacer una prueba o hablar sobre un conflicto con un amigo, crea conciencia sobre cómo trabajar en situaciones tensas y confianza para enfrentar desafíos con éxito. Esto se puede hacer dividiendo el manejo del estrés en pasos ejecutables y construibles que un niño pueda absorber y completar paso a paso.that a child can absorb and complete one step at a time. • Asegúrese de que los niños escuchen y vean evidencia del 36
amor de Cristo por ellos. La enseñanza y el apoyo espiritual, junto con la libertad de cuestionar y buscar, son factores protectores relacionados con la mejora del bienestar. La fe puede ofrecer a los niños un sentido de identidad y pertenencia, y puede cambiar el pensamiento a un enfoque futuro, generando esperanza. Preguntas a Considerar 1. ¿Qué habilidades necesitan sus hijos para superar su próximo gran desafío? 2. ¿De qué manera el lenguaje que utilizamos fomenta la resiliencia y el crecimiento en lugar del estancamiento? (es decir, “¡Me encanta lo duro que trabajas en tu arte!” vs. “¡Eres el mejor pintor del mundo!”) 3. ¿Cuáles son algunas formas prácticas para alentar a los cuidadores y OVC a centrarse en el crecimiento en lugar de las deficiencias?
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Conclusión La investigación confirma que el estrés en la primera infancia es perjudicial para el desarrollo de los cerebros. La experiencia de vida refuerza que amar a un niño que ha experimentado una adversidad extrema puede ser agotador, desgarrador y desalentador. Sin embargo, eso no tiene por qué ser el final de la historia. Dios creó nuestros cerebros para adaptarnos y responder, y crecer como resultado de los aportes, ya sean positivos o negativos. Afortunadamente, la neuroplasticidad, el mismo mecanismo que permite que nuestros cerebros crezcan de manera anormal, también hace posible que se curen de maneras magníficas, aparentemente imposibles. No es demasiado tarde. Hay esperanza. La neuroplasticidad no cura todos los efectos del trauma, pero puede hacer que los niños y jóvenes alcancen su potencial. Puede permitir a los padres y cuidadores influir en el futuro de sus hijos y ayudarlos a superar algunas de las adversidades que desearían no haber experimentado nunca. Puede permitir que jóvenes de lugares difíciles puedan expresar su opinión en el futuro y superar su historia pasada. Consiste en los pequeños aportes diarios de verdad, salud y seguridad que dan vida a los niños que vienen de lugares difíciles. Este es el tipo de redención, sanación y crecimiento que solo podría venir de Aquel que ama a estos niños más que nosotros, el Padre a los huérfanos.
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Sana a los desconsolados y ata sus heridas. Salmo 147:3
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The Changing Brain: Created to Heal Hope for Vulnerable Children and Their Caregivers This resource has been translated by Marcela Torres Leandro
cafo.org/ovc
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