PORTADA
Edición no. 8 Año 2015 Hermosillo, Sonora, México. Contacto: email: churea.revista@gmail.com fb: /revistachurea http://issuu.com/chureahermosillo Tel. (662) 174 - 9265
Dirección general: Diana Figueroa Egurrola Dirección editorial: Carlos González Sánchez Diseño Gráfico: María Fernanda Félix Ruiz Nidia Santacruz Rivera Dirección administrativa: Diana Figueroa Egurrola Edición: Carmen Patricia Álvarez Martínez Corrección de estilo: Marco Antonio Rábago Palafox Fotografía e investigación: Ana Carolina Gómez Yanes
Fotografía de portada: Carolina Gómez
Nuestro objetivo como Revista CHUREA es, acercar a los lectores, de una manera más clara y sencilla, conocimientos científicos acerca de las aves que normalmente no están al alcance; también brindamos consejos de personas capacitadas, que tienen más experiencia en el tema. Nosotros como “CHUREA” tenemos el compromiso de crear contenido agradable; además de interesantes artículos ofrecemos tips sobre cómo identificar aves, su cuidado y las herramientas necesarias para impulsar a individuos o grupos interesados, a la observación de aves como un pasatiempo de recreación, que estimula el conocimiento y sobre todo, índuce a apreciar la naturaleza y la belleza de las aves.
CONTENIDO CIENCIA Extinción: oscuro pasado, amenaza actual................................................4
AV E D E L M E S Á g u i l a P e s c a d o ra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
C O N S E J O S P R ÁC T I C O S Pajarear solo o pajarear en grupo, ¿qué es mejor? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 2
CRÓNICAS P l u m í f e ra s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 5
A R T E Y C U LT U R A Av e s q u e s o b r e v u e l a n S i e r ra H u é r f a n a . . . 1 7
CIENCIA
Extinción: oscuro pasado, amenaza actual. La extinción es el evento en el cual el último organismo de un grupo, típicamente una especie, muere, terminando así su linaje. A lo largo de la historia de la vida, la gran mayoría de las especies se han extinto de forma natural; sin embargo, en tiempos recientes, el ritmo de extinciones se ha visto incrementado de la mano del ser humano y de la transformación que éste hace del ambiente. Al pensarse en especies extintas vienen a la cabeza ejemplos como el Dodo (Raphus cucullatus) y otros organismos de tierras lejanas, pero tristemente la historia natural de México cuenta con vergonzosos ejemplos, como el Zanate del Lerma (Quiscalus palustris, Figura 1) y el Paíño de Guadalupe (Oceanodroma macrodactyla, Figura 2), aves alguna vez
Figura 1. Zanate del Lerma, registrada por última vez en 1910 (imagen tomada de http://conabio.inaturalist.org/taxa/9608-Quiscalus-palustris).
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endémicas del país y que vieron acabados sus días por la pérdida de hábitat y la introducción de especies exóticas.
Figura 2. Paíño de Guadalupe, avistado por última vez en 1912 (imagen tomada de http://naturalista.conabio.gob.mx/taxa/4076-Oceanodroma-macrodactyla).
Una de las historias que mejor resume el peligro que puede representar el ser humano cuando lleva a cabo actividades descontroladas y sustentadas en la ignorancia, es la del Caracara de Guadalupe (Caracara lutosa, Figuras 3 y 4), o Queleli, como también era llamado. Una triste historia que no va más allá de 31 años, en la remota isla de Guadalupe, el punto más occidental del país, en las aguas territoriales del estado de Baja California. El Queleli fue descubierto para la ciencia por el Dr. Edward Palmer en 1875. Él indicó que eran muy abundantes en toda Isla Guadalupe y que los habitantes las cazaban y envenenaban porque
CIENCIA atacaban a las cabras, pero a pesar de ello su tamaño poblacional parecía no verse afectado. Eran, además, según el relato del Dr. Palmer, tan abundantes y voraces que los lugareños tenían que defender a las cabras, sobre todo a las crías que quedaban desamparadas, por lo que no perdían la oportunidad de matar uno, cuando la tenían. Catorce años después (1889), el Dr. Palmer volvió a visitar la isla, sin poder encontrar algún ejemplar. La cacería y envenenamiento no hicieron todo el trabajo, las cabras incrementaron su número y consumieron gran parte de la vegetación, con lo cual el hábitat del Queleli y muchos otros organismos se vio deteriorado. Y pese a que no hay consenso, otra posible razón es la depredación de los gatos introducidos en la isla. Con todo esto, los días del Queleli parecían estar contados.
También en 1889 el Dr. Walter E. Bryant visitó la isla, encontrando al Queleli poco abundante y todavía siendo perseguido por los locales; cuatro individuos fueron reportados en 1896 por cazadores de cabras; Henry B. Kaeding vio uno el 22 de marzo de 1905; 13 fueron vistos el primero de diciembre de 1900 por Rollo H. Beck, quien los encontró a su llegada y pensó que eran comunes, dando cacería a 11 de ellos para colecta científica, esa fue la última vez que un ornitólogo competente vio alguno, quizás estos eran los últimos individuos que quedaban en la isla. En el año de 1906, W. W. Brown y H. W. Marsden pasaron dos meses en Isla Guadalupe, en los que recorrieron la isla por completo y no vieron Queleli alguno, incluso mataron cabras y sus cadáveres fueron expuestos en puntos donde las aves pudieran detectarlos, pero no tuvieron éxito. Treinta y un años después de que
Figura 4. Ejemplar de Queleli en el Museo Roger Williams, en Rhode Island, Estados Unidos (imagen tomada de http://www.birdzilla.com/blog/2014/03/29/north-to-new-england/comment-page-1/).
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CIENCIA la comunidad científica lo conociera, su historia había finalizado. Dada la lejanía de Isla Guadalupe y del poco tiempo que sobrevivió desde que fue descubierto, fue poco lo que pudimos aprender del Queleli, pero una lección no se debe de olvidar, la ignorancia es un temible mal que puede volver en nuestra contra hasta la más útil de las herramientas y debemos combatirla con todos los recursos que tengamos.
más de 50 años, no se puede descartar todavía su existencia en alguno de los bosques remotos de México.
Figura 5. Carpintero imperial (imagen tomada de http:// conabio.inaturalist.org/taxa/18284-Campephilus-imperialis).
Figura 3. Queleli o Caracara de Guadalupe (imagen tomada de http://conabio.inaturalist.org/taxa/4713-Caracara-lutosa).
Aunque por otro lado, aún existen pequeñas esperanzas, como las especies Lázaro (aquellas que se consideraban extintas y de las cuales se han encontrado nuevamente organismos vivos en el medio natural), como ha sucedido ya con el Takahe (Porphyrio hochstetteri) de Nueva Zelanda, que no se había visto desde 1898 y fue redescubierto en 1948. Así, el Carpintero Imperial (Campephilus imperialis, Figura 5) es considerado por la IUCN (International Union for the Conservation of Nature) como posiblemente extinto, pues pese a que no han habido avistamientos en 6
Sin embargo, las especies Lázaro son más bien una excepción y casi todas las consideradas extintas no las volveremos a ver. Tan poco tiempo nos ha llevado acabar con especies que habitan lugares lejanos, ¿cuántas habremos acabado ya sin saberlo en sitios donde la explotación de la naturaleza lleva siglos? Chipes, pardelas, halcones y muchos organismos más se encuentran amenazados por las actividades humanas y en estos momentos podrían tener sus días contados. Correspondencia: Gerardo Marrón Departamento Académico de Biología Marina. Universidad Autónoma de Baja California Sur. Correo electrónico: atakamara@ gmail.com
Ave del Mes
Águila Pescadora (Pandion haliaetus) Osprey
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Águila Pescadora posada sobre cerco, Fotografía: Carolina Gómez
AVE DEL MES Descripción Ave rapaz de gran tamaño, con cuerpo esbelto, largas piernas, de alas largas y anchas, se caracterizan por su coloración café en la espalda y blanca de enfrente, con el pecho moteado de café claro. La cabeza es blanca, con una gruesa franja café al lado de cada uno de sus ojos amarillos. Los juveniles tienen una apariencia escamada en su espalda. Llegan a medir desde 54-58cm de longitud y 150-160cm de envergadura: se ven claramente más pequeños que un Águila Calva, pero más grandes que un Gavilán Cola Roja. Vistos desde abajo, en vuelo, se aprecia su cuerpo blanco y sus alas blancas con franjas oscuras en sus plumas de vuelo, la cola presenta franjas continuas de color café y blanco.
Águila Pescadora. Fotografía: José Eugenio Gómez.
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Distribución y hábitat El Águila Pescadora es una de las aves rapaces con mayor distribución ya que se encuentra en todos los continentes, excepto en la Antártida; en América del sur, es migradora y no anida ni se reproduce en esta zona. Habita casi cualquier espacio donde exista agua con peces: ríos, lagunas, pantanos, playas, esteros…
Alimentación Como su nombre lo indica, la alimentación del Águila Pescadora, se basa especialmente en la carne de pescado, (99% de su dieta) sin embargo, puede llegar a alimentarse de otros
AVE DEL MES organismos como, mamíferos pequeños, moluscos, aves pequeñas, serpientes... probablemente la cantidad de agua necesaria la obtiene de sus presas, pero existen reportes de esta especie bebiendo agua en días calurosos.
Reproducción Su temporada de reproducción es durante primavera. Durante el cortejo, el macho hace una serie de vuelos acrobáticos en lugares idóneos para anidar, ascendiendo a grandes alturas, para después descender en picado hasta casi llegar al suelo. Una vez aceptado por la hembra, comienzan a recolectar el material necesario para fabricar el nido, este material suele consistir en ramas, algas, hierbas y basura. Este nido es reutilizado por muchos años, ya que esta especie es monógama (mantiene la misma pareja toda su vida).
Lista para emprender el vuelo. Fotografía: José Eugenio Gómez.
Comportamiento No son aves sociables, pero tampoco son completamente solitarias, en épocas de reproducción pueden encontrarse en colonias de individuos de su misma especie, pero sólo defienden su nido y alimento. En temporada de reproducción los machos hacen una “danza aérea”, a menudo con material de nido o algún pez en sus patas, durante esta danza, los machos rodean el nido flotando por aproximadamente 10 minutos, produciendo su grito característico y van descendiendo gradualmente en forma ondulada hacia su nido.
En el nido. 2 juveniles (extremos) y un adulto (al centro).Fotografía Carolina Gómez
El nido es una gran plataforma construida en árboles, postes eléctricos u otras plataformas artificiales. Los nidos de Águila Pescadora se encuentran en espacios abiertos para un fácil acceso. La hembra pone hasta 4 huevos, los cuales incuba durante 5 a 6 semanas. Durante este tiempo es el macho el que provee de alimento y protección a la hembra. Las crías tardan hasta 7 semanas en abandonar el nido. 9
Datos curiosos El Águila Pescadora tiene su dedo exterior reversible, con 2 dedos en frente y 2 atrás, permite agarrar con más facilidad a sus presas. Mientras vuela alinea a su presa con la cabeza hacia enfrente para tener menor resistencia del viento. El Águila Pescadora más longeva conocida fue de 25 años y 2 meses.
Biól. Carolina Gómez Yanes. gmz.caro@gmail.com
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CONSEJOS
Pajarear solo o pajarear en grupo, ¿qué es mejor? ¿Alguna vez has salido a pajarear solo y sentido que no viste todas las aves que podrías haber visto? O ¿salido en grupo y sentir que el ruido fue un factor para que no tuvieras una lista más grande de aves? Platicando con mi amigo David hace algunos días discutíamos sobre qué es mejor a la hora de pajarear, si ir solo o salir en grupo, después de un tiempo de compartir pros y contras para algunos de los puntos y debatirlos, llegamos a algunas conclusiones.
Ojos u oídos en la acción: Estar solo en cuanto a ruido es una ventaja, pero el estar en grupo da una ventaja visual y auditiva; cuando hay varias personas hay más ojos y más oídos buscando aves, con lo cual puede resultar más fácil encontrar un mayor número de especies; cubres varios ángulos a la vez, más si en tu grupo hay una de esas personas que no te explicas cómo, siempre encuentra aves a grandes distancias que nadie había notado.
Entre más personas, más posibilidad de romper ramas o patear piedras y hacer ruido.
Ruido: Sin duda alguna en este punto, el estar solo te da una gran ventaja; (a menos que seas una persona muy ruidosa claro) es mucho más fácil hacer un recorrido sigiloso, y esto puede reflejarse en la cantidad de aves que se observan o se escuchan, ya que los ruidos fuertes, suelen ahuyentar a los animales en general; cuando uno pajarea en grupo es difícil controlar el ruido, entre más personas, más posibilidad de romper ramas o patear piedras, así como la plática dentro del grupo. 12
Control y decisión: mientras más gente vaya en un grupo de observación menos control y más probabilidades de distraerse habrá, y puede suceder que los distraídos espanten aves que las personas más concentradas quieran ver; por lo tanto, ir solo te da una ventaja, poder concentrarte tanto como quieras sin que otros se enojen contigo por no poner suficiente empeño; o que tú te enojes con otros porque no lo toman tan en
CONSEJOS serio. Otra desventaja de pajarear en grupo, es el tener menos decisión en el recorrido que se hará; en cambio si estás solo, puedes tomar el camino que quieras, pero en grupo, puede que alguien sepa un mejor camino, o dónde están aves raras en ese recorrido.
Tomando notas. Fotografía: Diana Figueroa Egurrola
Listados de especies: si eres un coleccionador o “lister ” como se llaman los pajareros, y lo tuyo es ver más y más especies; siempre querrás tener los listados de especies vistas a cada lugar que vayas de por vida, al pajarear solo, llevas tu listado y debes estar pendiente de que no se te pase apuntar nada; al observar en grupo, una persona se puede hacer cargo de la lista, mientras todos los demás se encargan de observar y decirle al encargado de anotar, qué más agregar, esto da ventaja a los que no están apuntando para concentrarse en las observaciones, pero trabaja más la persona que hace la lista; además,
no puede poner tanta atención. Una desventaja de tener la lista en grupo, es que si la persona que tomó los datos no es responsable, ese listado puede perderse y no llegar jamás a tus apuntes. Aprendizaje: En este punto hay pros y contras para ambos, tanto ir solo como ir en grupo. Siempre es bueno salir a pajarear con una persona que sabe más, porque se puede aprender mucho de ella, o también, una que sepa menos a la que puedas enseñar. El problema en esto es que muchas veces cuando uno va en grupo se esfuerza menos en identificar el ave que está viendo, si una persona dice es un Gorrión Común, los demás suelen dar por hecho que lo es y no se fijan bien en las marcas de campo características de esa ave, cuando uno va solo, se esfuerza al máximo por identificar cada una de las especies y eso mejora tus capacidades de identificación. El otro lado de la moneda es que con un experto en el grupo, puedes ayudar a todos los demás con detalles como, en
Caminata de observación en Estero La Cruz. Fotografía: Diana Figueroa Egurrola
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CONSEJOS qué fijarse, cuáles son las marcas de campo más importantes de cada ave, su comportamiento y así aprender; lo cual puede ayudar muchísimo a la capacidad de identificación.
Y al final la conclusión es… no importa si te gusta ir a pajarear solo o a pajarear en grupo, lo importante es salir a observar aves, a disfrutar la naturaleza y aprender, ir en grupo o solo es decisión de cada quien, no hay mejor o peor, sólo diferentes puntos de vista.
Caminata de observación en Estero La Cruz. Fotografía: Diana Figueroa Egurrola
Discutir especies: A quién no le ha pasado que ve un ave por muy poco tiempo y no alcanza a ver exactamente qué era, al ir solo esto puede ser muy frustrante; ir en grupo y con más ojos en esa ave, se puede discutir qué especie era; alguien puede ver distintos detalles que los demás y entre todos llegar a una conclusión sobre el ave.
Motivación: Todos tenemos diferentes motivaciones para salir a pajarear, ya sea para tener más especies en tu lista, para competir con los demás, para apreciar la naturaleza, para ver aves bonitas; pero a veces unos no tienen esa motivación de salir solos, en estos caso el salir en grupo puede ser una ventaja, tener a una o varias personas que nos motivan a pajarear, nos hacen llegar a lugares nuevos, con aves nuevas. 14
Caminata de observación en Estero El Soldado. Fotografía: Diana Figueroa Egurrola
Biol. Carlos González Sánchez Calvin.cali@gmail.com
CRÓNICAS
Playa de Bahía Kino, Sonora despues de la lluvia. Fotografía Marco A. “Patus” Rábafox
Crónicas Plumíferas …Y ya que me había decidido a ir solo al pajareo, no me levanté; y ya que me había levantado, llovió. Aunque no parezca, el pajarear implica cierta aventura, con ciertas consideraciones que uno pasa desapercibidas, pero que son importantes al momento de ir pajareando. Eso de no levantarse, no tiene uno vergüenza; pero el buen chubasco que cayó el sábado 18 pasado, trajo (además del cielo derretido y bendiciones desérticas)
unas cuantas inundaciones, lodo al por mayor y una tripulación de mosquitos, que ni la astucia del Coyote Calamidad, podría con ellos.
Observando durante la caminata del DIAM. Fotografía: Diana Figueroa Egurrola
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CRÓNICAS Así es, Cali y sus amigos alcanzaron a llegar al estero Santa Cruz en Kino, viejo; digo, en Kino Viejo; tempranito llegaron ahí, y lograron un breve avistamiento, con algunas aves nuevas que recomendar (Gaviota Reidora y Gaviota Occidental) dentro del registro de colección que tiene Cali; entre un lodazal y parvadas de mosquitos lucharon, a manotazo y repelente, piedra papel o tijera, corro me tapo y me rasco. Yo en cambio, bien madrugado, me quedé en la bahía de Kino Nuevo después de que no pude alcanzarlos; contemplando la nueva configuración urbana que la lluvia construyó, con el paso del agua entre las callecitas revestidas de cactáceos que van al mar, y ahí hice mi pajareo, entre Gaviotas y Pelícanos.
College, poco antes de Cerro Prieto, a la altura de las 9:37am, con hambre y con sueño, y nos contaron de los pormenores: madrugar. Y aunque bien cargados como siempre: catalejos, agua, gorras, pluma, papel…no contaron con la inclemencia de los MOSQUITOS. Al final del día se pretendía ir nuevamente en la puesta de sol, al ocaso; pero quedaron tan tícicos y chupados de sangre, los citadinos; que prefirieron un par de toneladas de olas en la anchura fresca de la tarde en la playa, que ir por la revancha. Nos vemos a la próxima para las Crónicas Pumíferas.
Marco A. “Patus” Rábafox
Ellos llegaron a la estación de Prescott
Checando la guía de campo, buscando aves. Fotografía: Sarahi Salcido Farman
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Escritor
ARTE Y CULTURA
AVES QUE SOBREVUELAN SIERRA HUÉRFANA:
Aves que sobrevuelan Sierra Huérfana, es una propuesta artística para la divulgación y la conservación desde una perspectiva de la educación ambiental, que tiene como objetivo, difundir entre los jóvenes de educación media superior y superior, la diversidad de especies de aves que mantiene esta “Isla de biodiversidad” que es Sierra Huérfana en el centro del Estado de Sonora. Parte de la metodología de este proyecto son estos dibujos por el Profesor Martín Cuen.
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