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Revista IC 650 marzo 2023
Impactos ambientales de las obras de ingeniería civil en zonas urbanas
Los impactos al ambiente causados por las obras de ingeniería civil ocurren desde la etapa de ejecución de los estudios de campo previos a su construcción, durante la construcción, a lo largo de su operación o vida útil e incluso cuando la obra se ha puesto fuera de servicio. Una de las afectaciones al ambiente más importantes de las obras de ingeniería civil es la generación de residuos tanto en obras nuevas como en remodelaciones, mantenimiento y demoliciones. Esto ocurre igualmente en zonas urbanas y no urbanas.
Palabras clave: impacto ambiental, legislación ambiental, residuos de la construcción, contaminación.
Los residuos de la construcción, demolición, mantenimiento y remodelación (RCD) se pueden clasificar en tres grandes grupos (Cardoso, 2005):
a. Residuos ordinarios de construcción, como: suelo o roca no contaminados de excavaciones, fragmentos de concreto, varillas, vigas y columnas de concreto y acero, losas de concreto y compuestas, metales, grava, tabiques, blocks, morteros, vidrios, cerámica, etcétera.
b. Materiales industriales no peligrosos, tales como: plástico, madera y cartón prensados, paneles de yeso y de cemento, lodos de perforación, etcétera.
c. Productos industriales peligrosos, entre ellos: aceites de transformadores eléctricos de potencia (PCB), pinturas con base de plomo, madera tratada, asbestos y otros.
Los RCD son generalmente muy heterogéneos y difícilmente reutilizables. Sin embargo, muchos de estos residuos pueden ser procesados para su reciclamiento.
Por ejemplo, se pueden triturar los fragmentos de concreto (previo retiro del acero de refuerzo) para producir grava y arena que pueden ser empleadas en la fabricación de concreto reciclado, como base y subbase de carreteras, o para plantillas de apoyo.
La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los residuos (LGPGIR, 2003; última revisión 2021) es “una ley que tiene por objeto garantizar el derecho de toda persona al medio ambiente sano y propiciar el desarrollo sustentable a través de la prevención de la generación, la valorización y la gestión integral de los residuos peligrosos, de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial; prevenir la contaminación de sitios con estos residuos y llevar a cabo su remediación”. En el artículo 10 de esta ley se establece que los municipios tienen a su cargo las funciones de manejo integral de residuos sólidos urbanos, que consisten en la recolección, traslado, tratamiento y su disposición final. En el reglamento de la LGPGIR (2006; última revisión, 2014) para la prevención y gestión integral de los residuos se menciona que en la Norma Oficial Mexicana NOM161-SEMARNAT-2011 se establece el listado de residuos de manejo especial.
En la NOM-161-SEMARNAT-2011 se dan los criterios para clasificar a los residuos de manejo especial y determina cuáles están sujetos a plan de manejo; el listado de estos, el procedimiento para la inclusión o exclusión en dicho listado, así como los elementos y procedimientos para la formulación de los planes de manejo. Los residuos de la construcción están clasificados en los residuos de manejo especial VII, que comprenden los residuos de la construcción, mantenimiento y demolición en general, que son generados en una obra en una cantidad mayor de 80 metros cúbicos.
Asimismo, se hace notar que la mayor parte de la normativa es de carácter municipal, alguna otra de estados y otras de competencia federal. Cabe señalar que la Ciudad de México en el año 2003 publicó la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal (última revisión, 18 de abril, 2022) y la norma NACDMX007-RNAT-2019, que establece la clasificación y las especificaciones del manejo integral para los RCD. En dicha norma se clasifican los generadores de estos residuos según el volumen producido, ya sea por año o por proyecto, así:
• Grandes generadores: más de 80 m3/año (o proyecto)
• Pequeños generadores: más de 7 y hasta 80 m3/año (o proyecto)
• Microgeneradores: hasta 7 m3/año (o proyecto)
Los pequeños y grandes generadores de RCD deben contar con un plan de manejo propio y permisos ambientales establecidos en el artículo 9 de la norma NACDMX-007-RNAT-2019.
La normativa en materia de residuos en México (y en muchos otros países) exige la clasificación y separación de los residuos de la construcción en el sitio donde son generados, a fin de reutilizar o reciclar la mayor cantidad posible y disminuir el volumen final de residuos a ser dispuesto en almacenamientos ad hoc . La cantidad de residuos de la construcción en las ciudades puede llegar a ser del orden del 50% de los correspondientes a residuos municipales. Es por ello que la Ley General de Residuos y la Ley de Residuos de la CDMX y su norma impiden que se tiren en los rellenos municipales. Por ello, se deben crear depósitos de RCD para su valorización y disposición final. Es obligación del constructor separarlos y entregarlos en los sitios autorizados por la Secretaría del Medio Ambiente o por la autoridad ambiental competente. El centro de acopio será el encargado de su valorización para su reutilización, reciclaje y, en su caso, disposición final.
Residuos de la construcción provocados por eventos naturales
En el caso de México y otros países, se pueden generar grandes cantidades de residuos casi instantáneamente por el colapso o daño irreparable de estructuras que deben ser demolidas a causa de un sismo u otro fenómeno natural. En la Ciudad de México, debido a los sismos ocurridos en el año 1985, colapsaron del orden de 500 edificios y casi 3,000 quedaron muy afectados (CCDMX, 2018) (figura 1). De estos últimos, unos 1,000 tuvieron que ser demolidos y el resto, reconstruidos. Se calcularon en total alrededor de 800,000 t de RCD. Por los sismos de septiembre del 2017, se estimaron 364,598 t de RCD (Reyes y Rojas, 2020), tanto en la Ciudad de México como en pueblos y ciudades del interior.
En Turquía, por el sismo del 6 de febrero de 2023, la ONU reportó el colapso de 273,000 edificaciones que produjeron 210 millones de toneladas de RCD (UNDP, 2023).
Los huracanes también provocan grandes cantidades de residuos por afectación a las ciudades. Por ejemplo, el huracán Otis en Acapulco y alrededores produjo 660,000 t de residuos sólidos (Kanno-Youngs y Rodríguez, 2023), de los cuales 330,000 t se estima correspondieron a los RCD, más los que se produzcan por las obras de rehabilitación.
u El ruido que provocan las actividades constructivas en el sitio disminuye el confort y la salud de los residentes, comunidades aledañas y los propios trabajadores de la construcción. Incluso puede afectar la actividad normal de escuelas, hospitales y otros edificios de servicios. Las principales fuentes de ruido en un sitio en construcción son martillos de percusión, compresores, maquinaria en operación, tránsito de camiones y algunos tipos de alarmas y señales acústicas que producen los equipos de construcción, así como el ir y venir y la comunicación entre los propios trabajadores.
Por lo anterior, es muy aconsejable que los municipios que se encuentran en zonas susceptibles a eventos naturales extremos tengan sitios identificados para que, en caso de una emergencia, puedan disponer de los RCD adecuadamente.
Impactos ambientales en zonas urbanas
Los impactos ambientales debido a obras de ingeniería civil en zonas urbanas se presentan en la tabla 1. Al igual que en el caso de las zonas no urbanas, el método constructivo sigue siendo determinante en la generación de agentes contaminantes y emisiones a la atmósfera, además de la producción de residuos sólidos y líquidos.
Así, está cobrando cada vez más fuerza la construcción ecológica con el uso de materiales y técnicas de construcción amigables con el medio ambiente.
Afectación a la flora y fauna
Las actividades de construcción pueden dañar la vegetación del propio sitio y de sus alrededores. En especial es de tomarse en cuenta la importancia de los árboles como elementos naturales del paisaje urbanístico, por lo que debe asegurarse su preservación. En general, la comunidad asocia la preservación de los árboles con el respeto al medio ambiente y el bienestar de la población; dañarlos provoca reacciones adversas hacia la construcción, tanto de los vecinos como de grupos de interés. Por ello, su cuidado es imperativo, así como el derribo del menor número posible.
La pérdida de vegetación, en especial de árboles, propicia la reducción o eliminación de espacios que sirven de hábitat a diferentes especies de animales que se han adaptado al ambiente urbano; los cambios rápidos los impactan, en especial a las aves, lo que provoca la migración a nuevos espacios o territorios y la alteración de sus costumbres y periodos de reproducción.
Ruido
El ruido que provocan las actividades constructivas en el sitio disminuye el confort y la salud de los residentes, comunidades aledañas y los propios trabajadores de la construcción. Incluso puede afectar la actividad normal de escuelas, hospitales y otros edificios de servicios. Las principales fuentes de ruido en un sitio en construcción son martillos de percusión (neumáticos, hidráulicos o eléctricos), compresores, maquinaria en operación, tránsito de camiones y algunos tipos de alarmas y señales acústicas que producen los equipos de construcción, así como el ir y venir y la comunicación entre los propios trabajadores. El nivel de ruido producido por la construcción está cada vez más restringido en las ciudades. El ruido y el derribo de árboles son de los aspectos más reclamados por los vecinos y grupos de interés. Deben implementarse acciones que permitan
Las principales fuentes de ruido en un sitio en construcción son martillos de percusión (neumáticos, hidráulicos o eléctricos), compresores, maquinaria en operación, tránsito de camiones y algunos tipos de alarmas y señales acústicas que producen los equipos de construcción, así como el ir y venir y la comunicación entre los propios trabajadores. El nivel de ruido producido por la construcción está cada vez más restringido en las ciudades. El ruido y el derribo de árboles son de los aspectos más reclamados por los vecinos y grupos de interés.
disminuir los ruidos, especialmente en la noche; mejorar el sistema de comunicación entre los trabajadores; emplear equipos de comunicación en lugar de gritos, silbidos o golpeteos; reemplazar operaciones muy ruidosas por otras que permitan minimizar el nivel de ruido –por ejemplo, la hinca de pilotes produce mucho ruido por la acción de la piloteadora: sería preferible colocar pilotes colados in situ
Impacto visual
El impacto visual que producen las obras es un aspecto a considerar, pues constituye una agresión al paisaje urbano, lo que provoca un rechazo de los vecinos y peatones. Este aspecto es difícil de mejorar en el caso de repavimentaciones o construcción de banquetas o apertura de zanjas para colocar servicios municipales. Sin embargo, debe hacerse lo posible para que la apariencia no sea agresiva hacia el vecindario y los peatones.
Contaminación del suelo y el agua
En las actividades de construcción se utilizan fluidos de diversos tipos. Estos fluidos no deben evacuarse directamente al sistema de drenaje o al suelo, porque pueden afectar los pavimentos de calles adyacentes y los ductos de drenaje, así como alterar el proceso de las plantas de tratamiento y contaminar el suelo. Pinturas, solventes, lodos de perforación, aceites y agua de lavado de los sitios de construcción son algunos ejemplos de productos de manejo especial; los residuos de pinturas, barnices, grasas y aceites deben colectarse de manera adecuada para evitar que contaminen el suelo o se mezclen con el agua subterránea, de arroyos o del drenaje. El agua de lavado de los sitios de construcción contiene una gran cantidad de sólidos en suspensión y esto puede azolvar los drenajes municipales y afectar las plantas de tratamiento de aguas. Además, en general, el agua de lavado es esencialmente alcalina y lleva compuestos que pueden precipitarse, lo cual bloquea las tuberías de drenaje.
Producción de polvos
Los movimientos de tierra, la demolición, el mantenimiento y otras actividades de construcción similares con
frecuencia producen nubes de polvo que se esparcen en el ambiente. Esto tiene efectos perniciosos para los trabajadores y vecinos al sitio de construcción, provocan enfermedades respiratorias y ensucian las superficies de las viviendas vecinas y calles adyacentes, fachadas y ventanales. Las principales actividades productoras de polvo son las demoliciones, las operaciones de repavimentación, la apertura de zanjas para colocación de servicios municipales, construcción y remodelación de banquetas.
Esparcimiento de lodos y materiales de construcción en las calles
Los movimientos de tierra o de materiales de construcción con frecuencia provocan que los camiones, los vehículos de carga y las revolvedoras de concreto esparzan lodo y materiales de construcción en las calles alrededor de la obra. Esto tiene muchas consecuencias, por ejemplo, incrementan el riesgo de que ocurran accidentes de vehículos y de personas. Además, afectan el paisaje urbano.
Conclusiones
Es indispensable que veamos a las urbes como ecosistemas complejos creados por el ser humano.
Debemos procurar que las obras de ingeniería contribuyan al equilibrio del ecosistema ciudad para beneficio de sus habitantes, de los animales, las plantas, calles, parques, ríos y sitios históricos o emblemáticos que lo conforman.
Tener en cuenta los aspectos ambientales en una obra urbana es de primordial importancia para su ejecución con el menor número de contratiempos
ALBERTO JAIME P. Consultor en ingeniería civil.
JUAN SANABRIA P. Consultor en ingeniería civil.
Referencias
Cardoso, J. (2005) Construction site environmental impact in civil engineering education. European Journal of Engineering Education 30(1): 51-58.
Congreso de la Legislatura de la Ciudad de México, CCDMX (2018). Sismo 19 de septiembre 2017: aspectos estadísticos, financieros y sociales relativos a la reconstrucción, recuperación y transformación de la CDMX. Instituto de Investigaciones Legislativas. Jaime, A. (2003) Legislación ambiental y la ingeniería civil frente al ambiente. Series del Instituto de Ingeniería 578. México: UNAM.
Nájar, A. (2018). Sismo 2017 en México: las lecciones no aprendidas que dejó el terremoto del 19 de septiembre. www.bbc.com/mundo/ noticias-america-latina-45544734.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, UNDP (s.f.). UNDP's response-Türkiye-Syria earthquakes. www.undp.org/ turkiye-syria-earthquakes. Consultado el 20 de julio de 2023.
Reyes, A., y M. Rojas (2020). Propuesta de gestión de residuos por sismo caso de estudio: Ciudad de México 2017. Tesis para obtener el grado de ingeniero. México: UNAM.
Kanno-Youngs, Z., y E. Rodríguez (2023). Acapulco, entre montañas de basura y cucarachas tras el paso de Otis. The New York Times. www.nytimes.com/es/2023/11/25/espanol/acapulco-basuraenfermedades-huracan-otis.html. Consultado el 10 de diciembre, 2024.