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Revista IC 650 marzo 2023
Ciudades como polos de desarrollo humano sostenible
Lo primero, elemental, es poner por delante una visión integral (incluyendo todos los servicios esenciales, como agua, transporte, vivienda, salud, educación, seguridad), multisectorial y con base en diagnósticos efectivos, profesionales: planificar a corto, mediano y largo plazo.
Ingeniería Civil (IC): ¿Cuál es la visión y los objetivos del Centro para el Futuro de las Ciudades, en relación con el desarrollo urbano sostenible y la innovación en las ciudades?
José Antonio Torre (JAT): El Centro para el Futuro de las Ciudades es un centro de investigación interdisciplinaria y de acción del Tecnológico de Monterrey que busca apoyar el desarrollo de las ciudades como territorios humanos y diversos que impulsen la sostenibilidad medioambiental, el desarrollo y la generación de oportunidades para las comunidades.
IC: A su juicio, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrentan las ciudades actuales en el ámbito mundial, y especialmente en México?
JAT: Las ciudades son un sistema complejo, y la definición de un sistema complejo desde el punto de vista técnico es que la interacción de las diferentes variables que componen estos sistemas no necesariamente arroja resultados predecibles.
Todas las ciudades en el mundo tienen retos y oportunidades. Visualizamos una serie de retos similares para ciudades en México y probablemente para América Latina.
Respecto a cuál considero es el problema más importante de las ciudades, me referiré al caso de México: un problema central es la expansión descontrolada que están viviendo las ciudades, cuyas manchas urbanas duplican la velocidad de crecimiento de la población; los centros urbanos pierden población de manera muy acelerada y el crecimiento de la población se da preferentemente en las periferias. Esta es una dinámica que se repite consistentemente en nuestras ciudades. En los centros de nuestras ciudades se encuentran los grandes equipamientos urbanos y en general una gran cantidad de los empleos que se ofrecen en la ciudad. Los servicios de los gobiernos, los hospitales públicos, las universidades, parques públicos, importantes áreas comerciales y de servicios tienen una alta concentración en los espacios centrales de las ciudades; en la periferia, donde se está concentrando la nueva vivienda, hay muy pocos servicios disponibles y generalmente no se cuenta con servicios públicos de calidad como el transporte, los centros de salud, escuelas, vigilancia, por mencionar algunos.
IC: El manejo de los residuos, con el constante crecimiento de las ciudades, es un tema que no parece estar atendido de la manera adecuada. ¿Cómo deberán manejarse los desechos y residuos?
JAT: Ese es, sin duda, un reto crucial para el desarrollo sostenible de las ciudades, especialmente con la dinámica de los modelos de ciudad que hemos desarrollado. Considero que las ciudades pueden apostar por reducir las fuentes de residuos, en primer lugar reutilizando productos y materiales, adoptando prácticas de producción más sostenibles en diferentes sectores o estableciendo modelos de gestión amplios donde participen múltiples sectores, con programas de reciclaje eficientes y accesibles para las personas, y promoviendo este tipo de prácticas.
En esta lógica, debe existir un acompañamiento con programas de concienciación para socializar la importancia del manejo adecuado de residuos y fomentar prácticas responsables del manejo de desechos. Esto puede incluir campañas de sensibilización, programas educativos en escuelas y la promoción de comportamientos responsables entre la ciudadanía.
Por supuesto, esto tiene que ser respaldado y fortalecido con regulación y políticas públicas amplias, con la colaboración y la participación de todos.
Otro aspecto fundamental es buscar el desarrollo de tecnologías innovadoras para el manejo de desechos y residuos, un tema clave para abordar este problema de manera más ágil y efectiva. En suma, se requiere un enfoque integral que incluya medidas de reducción, reciclaje, compostaje, innovación tecnológica, educación y colaboración entre diversos actores.
IC: Se podrán construir ciudades ideales, desde cero, pero lo realista es partir de las condiciones concretas actuales. ¿Cómo abordar la problemática que menciona a partir de la realidad existente?
JAT: Lo primero es entender cuál es la condición actual de la ciudad; hacer un diagnóstico tal que no solamente los expertos o los urbanistas entiendan, sino que pueda ser entendido por la sociedad en general. Un caso concreto es la zona metropolitana de Monterrey, que hace algunos años empezamos a estudiar. El 40-45% de la zona metropolitana de Monterrey en los últimos 20 años está en una condición de pérdida de población, y precisamente este es el territorio que concentra la mayor cantidad de empleos y equipamientos públicos esenciales.
Se está expandiendo la mancha urbana a zonas donde no hay servicios básicos ni cercanía con las fuentes de trabajo; se invierten de dos a seis horas por día en traslados para poder realizar actividades cotidianas, y esto representa una enorme pérdida de productividad, de calidad de vida en general.
IC: ¿Es la falta de planeación integral el principal factor, o uno determinante de esta problemática?, y en caso de que sí, ¿a qué lo atribuye?
JAT: Sí. La falta de una planeación integral es uno de los principales factores determinantes de la problemática descrita: la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno y en escala intermunicipal acrecienta la fragmentación y desarticulación. La zona metropolitana de Monterrey es administrada por 16 municipios sin un mecanismo de coordinación que les permita generar sinergias y valor para los ciudadanos. Otro factor es el crecimiento demográfico y la presión por el desarrollo urbano en la toma de decisiones a corto plazo, en lugar de considerar el desarrollo sostenible y equitativo a largo plazo. No existe, además, una efectiva regulación del uso del suelo.
IC: ¿Cómo encontrar el punto de equilibrio entre la libertad de vivir como y donde uno quiera o pueda, y el que haya procedimientos, políticas, reglamentos, para establecer que una ciudad funcione de mejor manera para todos, con un enfoque de justicia, técnico, de bien común, buscando equilibrio entre los variados intereses sociales, individuales, empresariales?
JAT: Para la mayoría de la población, desafortunadamente, se vive donde se puede, no donde se quiere. No es un tema de libertad, es un tema de posibilidad. El reto de la vivienda asequible es enorme y tiene que ser resuelto de manera colaborativa y coordinada entre el sector público, el privado y el social.
IC: ¿Podemos concluir que es una responsabilidad de la autoridad, del sector público, del gobierno en turno establecer las políticas, la legislación, los procedimientos respecto de hacia dónde deben crecer las ciudades y cómo (siempre, como comentó, atendiendo a todos los sectores involucrados, el social, el académico, el empresarial)?
JAT: Sí. La gestión del territorio constitucionalmente le corresponde al municipio, pero las autoridades municipales se han visto superadas por las presiones inmobiliarias y el crecimiento; incluso se han visto superadas por los programas de desarrollo de vivienda y la forma en que se manejaron los programas y políticas sin tener una visión integral hacia el futuro deseado. Una de las propuestas del Centro para el Futuro de las Ciudades es generar instrumentos legales y capacidades técnicas en las autoridades para gestionar la ciudad de una manera más sostenible.
IC: ¿Considera necesario modificar la Constitución para que no sea solo el municipio, sino también los estados y la federación los que intervengan en estas políticas y acciones?
JAT: Sin duda debemos revisar nuestro marco legal de manera profunda. Existe, por ejemplo, el requisito de que los planes de desarrollo urbano de los municipios sean autorizados por los estados para obtener el dictamen de congruencia, pero los planes no están siendo efectivos para gestionar las ciudades: terminan siendo letra muerta parcial o totalmente. A partir de un diagnóstico objetivo deben desarrollarse nuevas políticas para planear un mejor futuro.
Insisto en la necesidad de una visión integral, multifactorial y multisectorial.
IC: Sin duda existen recursos tecnológicos, capacidad profesional para enfrentar los desafíos del desarrollo urbano. ¿De qué naturaleza es el desafío para ajustar la realidad actual a lo que debería ser?, ¿es de orden social, política, cultural?
JAT: Es una muy buena pregunta. Coincido en que hay mucha tecnología y capacidad profesional disponible, sí creo que no hay un acuerdo social, no hemos abierto una discusión sensata, racional, pública, con información clara que permita generar una visión compartida del futuro de nuestras ciudades. En general, puedo afirmar que se están abordando los problemas de gestión del agua, de energía, de vivienda, de transporte, de medio ambiente, de forma aislada. Es necesaria una mirada sistémica e integral a los retos que estamos enfrentado. Este es tal vez el primer problema a resolver.
IC: Respecto a las nuevas tecnologías, ¿qué medidas deben adoptarse en cuanto a la conectividad pública para la protección de datos?
JAT: Es un reto, no es sencillo. Hay que reconocer que el uso de datos en entornos de conectividad pública es complejo y puede plantear riesgos significativos para la privacidad y seguridad de la información personal. Por lo tanto, es importante adoptar medidas sólidas de protección y concienciación para mitigar dichos riesgos, como educar a los usuarios, utilizar tecnologías de cifrado que limiten la recolección y almacenamiento de información sensible. También el Estado debe regular estableciendo políticas de privacidad claras, manteniendo sistemas actualizados y con mecanismos de monitoreo y detección de amenazas efectivos. Por otro lado, debemos reconocer que la digitalización de nuestras vidas es una realidad y que debemos apoyar a nuestras autoridades para avanzar de manera segura en esta ruta que facilite la interacción y reduzca los costos de gestión entre autoridades y ciudadanos.
IC: ¿Cuál debería ser el enfoque del transporte público masivo y el de uso particular, y cómo prepararse para nuevas tecnologías como la automovilidad?
JAT: Considero que debe centrarse en la accesibilidad, eficiencia y sostenibilidad en el transporte público. Se deben hacer inversiones en infraestructuras de alta calidad y uso de energías limpias. Debemos privilegiar las inversiones en redes de movilidad pública que permitan que una proporción más alta de personas se mueva en transporte público. La estrategia para tener una red de movilidad pública eficiente, limpia y accesible debe ser prioritaria para todas las ciudades en México. Para el transporte de uso particular, se deben promover opciones sostenibles, incentivando vehículos eléctricos y viajes compartidos. Respecto a nuevas tecnologías como la movilidad autónoma, las ciudades deben prepararse con inversiones en infraestructuras inteligentes y regulaciones claras, considerando también sus impactos sociales y económicos.
IC: ¿Qué iniciativas existen en el Centro para el Futuro de las Ciudades para la formación de profesionales y líderes capacitados para abordar los desafíos urbanos del futuro?
JAT: Hemos implementado diversas iniciativas. Recientemente participamos en un curso titulado “Urbanismo social para construir ciudades más humanas”, en el que
Además, tenemos algunas estrategias específicas para cumplir con nuestro objetivo de formación: realizamos investigación interdisciplinaria aplicada aprovechando las capacidades y el conocimiento del Tec de Monterrey para abordar los desafíos urbanos desde diversas perspectivas; conectamos la investigación y los proyectos desarrollados en el centro con los programas educativos de las escuelas e institutos del Tec de Monterrey. Esta conexión entre la investigación y la educación permite que los estudiantes se involucren en proyectos prácticos y adquieran experiencia en la resolución de problemas urbanos del mundo real.
IC: ¿Tienen identificadas las estrategias que deberían utilizarse para promover la sostenibilidad, la resiliencia de las ciudades, incluyendo la gestión de los recursos naturales, de los servicios, la reducción de riesgos de seguridad y naturales?
JAT: Sí, tenemos identificadas posibles soluciones, pero sería muy aventurado decir que tenemos una receta de soluciones que deban ejecutarse en una ciudad.
Las universidades deben contribuir a generar ideas y formar profesionales para que haya una visión integral, planificada desde el poder público para privilegiar el bien general de la comunidad, en vez de responder a un pequeño grupo de intereses (vecinos, empresarios, funcionarios) que se oponen a acciones que van a generar un enorme beneficio colectivo.
IC: ¿En qué medida ha afectado a las ciudades la pandemia de COVID-19 y qué lecciones se pueden aprender para crear urbes más resilientes en el futuro a partir de las políticas adoptadas frente a ese fenómeno?
JAT: Fue una llamada de atención para el mundo respecto a que somos más vulnerables de lo que pensábamos. Desafortunadamente, este fenómeno de salud pública –como sucede con los riesgos medioambientales o la ausencia de servicios públicos esenciales– afecta de manera primordial a los más vulnerables. Las ciudades en México, en general, no gestaron soluciones para ofrecer mejores condiciones a la mayoría de sus habitantes.
IC: ¿Qué caracteriza a una ciudad inteligente?
JAT: Yo creo que la caracteriza la inteligencia de su comunidad, no única ni primordialmente las tecnologías que usa; tiene que ver más con la inteligencia colectiva que los ciudadanos y autoridades tienen en cuanto a la gestión de su territorio.
En Monterrey fue muy dramático ver cómo la sequía de 2022 nos apretó el cinturón a todos en el consumo de agua; se tuvo que limitar el abasto en muchas colonias –otra vez el sufrimiento de los más vulnerables– pero, una vez que se superó la crisis, volvimos a los mismos consumos per cápita que tuvimos antes de la crisis. Es preocupante ver gente que sufrió y sufre de manera muy particular, pero como sociedad en general pareciera que no estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos.
IC: Además de difundir la cultura, en el caso concreto del consumo justo y equitativo del agua y demás recursos esenciales, ¿debería haber una legislación más firme, precios realistas de los servicios que al menos cubran sus costos, considerando la opción de la subvención para quienes no tengan los recursos adecuados? ¿Qué herramientas específicas considera que deberían aplicarse?
JAT: Sin duda toda legislación, por excelente que sea, no sirve si no se cumple. Un servicio muy exitoso en la zona metropolitana de Monterrey fue la aplicación de tecnologías que permitieron ajustar los niveles de presión de agua en la ciudad, implementado por Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey. Esta tecnología ha generado un mejor equilibrio en la distribución del agua limitando a las zonas que consumían en exceso y abasteciendo a aquellas que no tenían: ese es un ejemplo de cómo la tecnología ayuda a ser más justos y a tener una mejor distribución de los recursos. El traer agua con un nuevo ducto de la presa El Cuchillo, obra de infraestructura masiva que se hizo en tiempo récord, es un ejemplo del valor de la tecnología y la ingeniería, pero el complemento necesario es el de la cultura ciudadana, es el de no regresar a niveles de consumo de agua desproporcionados.
IC: Cada ciudad es particular y resulta difícil establecer procedimientos, políticas públicas universales. De lo que ustedes conocen, tanto en México como en otros países, ¿qué medidas concretas reconocen como las más válidas para implementarse atendiendo la particularidad de cada ciudad?
JAT: Lo primero, elemental, es poner por delante una visión integral incluyendo todos los servicios esenciales, como agua, transporte, vivienda, salud, educación, seguridad (que no es solo cuestión policial o de sistemas de videovigilancia), y con base en diagnósticos efectivos, profesionales, planificar a corto, mediano y largo plazo.
IC: ¿Cómo debería combinarse la redensificación de los centros urbanos de las ciudades con la expansión en las periferias?
JAT: No necesariamente son incompatibles. Ambas políticas deben verse de manera integral: volvemos a la importancia de la planificación. Debemos recuperar población en nuestros centros urbanos y diseñar otros nuevos centros de desarrollo. A esto se le llama las ciudades policéntricas. El concepto de que la ciudad debe ofrecer una serie de servicios de cercanía es muy poderoso y tenemos que impulsarlo.
IC: ¿Qué proyectos destacados llevados a cabo por el Centro para el Futuro de las Ciudades tienen ya resultados medidos por su impacto en la comunidad?
JAT: Contamos con un amplio portafolio de proyectos en desarrollo que abordan diversas problemáticas urbanas en temas de expansión, movilidad, vivienda, gestión de residuos, con iniciativas diseñadas para generar impacto positivo en comunidades y promover el desarrollo sostenible.
El proyecto Arroyo Vivo busca revitalizar un arroyo en la zona metropolitana de Monterrey que cruza por otros dos de los proyectos en desarrollo: Distritotec y Campana-Altamira. Los resultados en esta iniciativa muestran un aumento en la participación comunitaria y la conciencia ambiental. Se está desarrollando un modelo de gestión a largo plazo que involucra a diversos actores locales para garantizar la sostenibilidad del proyecto. Han participado 2,000 voluntades, se han removido 20 toneladas de residuos sólidos urbanos, 90 toneladas en bordes y paulatinamente gestando un modelo participativo para ampliar los alcances de la iniciativa.
IC: ¿Qué tendencias en el desarrollo urbano conoce y cómo el Centro para el Futuro de las Ciudades se está preparando para abordar sus desafíos?
JAT: Estamos al tanto de las diversas tendencias y dinámicas en el desarrollo urbano asociadas a temas como la rápida urbanización, la sostenibilidad urbana y ambiental, digitalización, resiliencia, etc. Desde el Centro para el Futuro de las Ciudades, acotamos nuestro margen de acción buscando generar conocimiento que pueda ser aplicado para comprender mejor estas tendencias y desafíos del desarrollo urbano. Más que prepararnos, nos anticipamos desarrollando proyectos piloto y programas de innovación en colaboración con socios locales e internacionales, estableciendo alianzas estratégicas con gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, promoviendo el diálogo e integrando la formación de profesionales en nuestras iniciativas para capacitar a líderes y expertos preparados para abordar los desafíos urbanos del futuro.
JOSÉ ANTONIO TORRE MEDINA MORA
Director del Centro para el Futuro de la Ciudad.
Tecnológico de Monterrey.