Editorial - 4 páginas | Rossi Dario

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GRANDES MAESTROS DEL DISEÑO TIPOGRÁFICO. PÁGINA 1

El pensamiento de Aicher no se limita a una filosofía del hacer. Analiza y se involucra en los problemas filosóficos del conocimiento, la percepción sensorial, el lenguaje y el pensar. A juicio de Aicher, quien prefiere lo abstracto a lo concreto, no sólo malinterpreta la mutua interdependencia de concepto e intuición, sino que también produce, una falsa jerarquía, un orden que es culturalmente funesto. Lo digital, lo abstracto, no es más elevado, más grande o más importante que lo analógico y concreto. Aicher está en contra de falsas jerarquías. La correcta relación entre lo analógico y lo digital, la correcta distribución de los pesos, la preeminencia en el lugar justo, en la conexión justa: éstas son sus demandas. Lo común no es, para él, común en sentido despreciativo. Pero lo común tampoco es nada fuera de lo común. Es aquello que corresponde a los objetivos de nuestra vida cotidiana. Lo común viene determinado por nuestro uso de las cosas y no por ideales estéticos...


GRANDES MAESTROS DEL DISEÑO TIPOGRÁFICO. PÁGINA 2

¿QUÉ ES LO QUE LA COSA VISTA REVELA EN CUANTO A SU “SER-ASI”?

Sobre la Escuela de Diseño de Ulm. En los años 1950 y años 1960, la Escuela de Diseño de Ulm (Hochschule für Gestaltung Ulm) era uno de los centros principales educativos de Alemania del

ENTENDIDA LA RAZON DE SER DE UN OBJETO, SU FUNCIÓN: ¿CÓMO SE PUEDE HACER MAS EFICAZ?

diseño y el diseño ambiental. Fue fundada en 1953 por Inge Scholl, Otl Aicher y Max Bill, quien fue el primer director de la escuela. Con un personal para las clases comprendido por Max Bill y Otl Aicher así como figuras renombradas como Max Bense, Hans Gugelot, Tomás Maldonado, Friedrich Vordemberge-Gildewart y Alexander Kluge, y numerosos conferenciantes invitados de todo el mundo, La Escuela de Diseño de Ulm rápidamente estableció una reputación respetada internacionalmente.

Nacido en Alemania en 1922, Aicher estudió en la academia de Künste en Munich antes de crear su estudio en 1948, en Ulm. Fue co-fundador de la Escuela de Diseño de esta misma ciudad. Profesor en la universidad de Yale en 1958. También dicto un seminario en el Museo de Arte Moderno de Rio de Janeiro, ademas de diseñar la imagen gráfica de los juegos Olímpicos de Munich, en 1972, ocasión para la cual concibió el mundialmente conocido sistema de Pictogramas. Su trabajo se exhibio en Munich, Dusseldorf, París, Milán, Amsterdan, Dublin, New York, Tokio y en otras tantas ciudades. Oti Aicher incorpora un modo de pensar que está permanentemente en camino, que no se ha establecido. Galardonado con numerosos premios, entre los cuales cabe destacar el Prix d’Hommeur, el premio a los mejores afiches alemanes y un primer premio en tipografía. Ya que su manera de ver no esta acomodado ni atado a lo común y corriente, dificilmente se podrá encontrar su nombre en el establishment oficial de su pais. Aicher afirma que ver es pensar y pensar es ver. En la primer afirmación, se refiere, por supuesto, a nuestro ver cotidiano y habitual. Este ver cotidiano y habitual, ya no sabe detenerse en las cosas y verlas en su ser así. Se refiere más bien, a un detenido y reposado mirar y ver, que que nos hace pensar y preguntarnos: ¿Qué es en su fundamento, lo que se revela a la visión? El imperativo de Aicher es que debemos ver el mundo de manera nueva, el mundo como proyecto. VER ES PENSAR ¿Qué es lo que la cosa vista revela en cuanto a su “ser-asi”?. A Aichier esto lo lleva a preguntarse además: Entendida la razon de ser de un objeto, su función: ¿Cómo se puede hacer mas eficaz? Este tipo de preguntas lo conducen a un modo esencialista de pensar el objeto de diseño, y ver su naturaleza. De esta manera, emerge la natulareza propia del objeto. Estos rasgos pueden observarse en el trabajo de Otl.

Alli se trataban y buscaban nuevos conceptos para resolver cuestiones de diseño, los cuales fueron puestos en práctica en la comunicación visual, el diseño de producto, construcción y diseño industrializados, la información y, más tarde, departamentos de película. Algunos principios surgidos en La Escuela de Diseño de Ulm todavía son aplicados hoy día, no habiendo perdido nada de su importancia. Los edificios de la Escuela de Diseño de Ulm, localizado sobre la colina Oberer Kuhberg en Ulm, fueron diseñados por Max Bill. Ellos reflejan el concepto educativo de la Escuela de Diseño; la disposición del campus, de Estilo americano; vio a estudiantes, conferenciantes, escritores; vivir y trabajar juntos en la misma área. El campus se caracteriza por la tensión entre lo uniforme, los elementos estructurados de la fachada y el arreglo orgánico del complejo educativo en sí. sobre la misma cuesta de la colina. Hoy, el campus es hogar tanto del Foro de Diseño Internacional Ulm como a partes de la Universidad de Ulm. El refectorio, el vestíbulo principal y otros salones y áreas, están abiertos a visitantes durante días laborables.

El alfabeto Rotis, diseñado por él, constituye una novedad dentro de la tipografía, parecida lo que en su momento fue el sistema Univers, de Adrian Frutiger. Hasta ahora los diversos tipos de alfabetos se agrupaban en familias claramente diferenciadas: los alfabetos de palo seco (Futura,Helvética, Univers,etc) con otra subfamilia que acogería los alfabetos estilo Bodoni, Basilia, etc; las góticas y las bastardas. El sistema Rotis, en cambio, abarca dos familias tipográficas: Un alfabeto de palo seco y uno romano, ambos con iguales o similares carácteristicas visuales, de modo que cuando se las observa, se las percibe como armónicas entre sí. El sistema contiene además, dos alfabetos complementarios: Uno de semi-romana, y otro de semi-palo-seco, en el que la diferencia del negro entre líneas horizontales y verticales esté mucho mas marcado que en un alfabeto de palo seco normal, es decir, en un alfabeto romanizado.


GRANDES MAESTROS DEL DISEÑO TIPOGRÁFICO. PÁGINA 3

EL DISEÑO DEBE SERVIR A LA PRÁCTICA, A LAS FORMAS DE VIDA HUMANA, Y NO DEBE DOMINAR LA ESTÉTICA SOBRE EL USO DE LAS COSAS. “La cocina para cocinar”por Otl Aicher Desde hace un tiempo se habla no sólo acerca de la comida, sino también

LA BELLA APARIENCIA DEL DISEÑO ARTÍSTICO NO ES,

sobre las cocinas. El presente libro explora este tema tomando como referen-

PARA

cia los resultados de una investigación. Su objetivo es esclarecer cómo debe ser hoy en día una cocina, un tema sobre el cual, según el autor, el diseño moderno tiene, desgraciadamente, poco que decir. Aicher, que ha partido de

AICHER, SÓLO UNA

CONTRARIEDAD.

ESTE

DISEÑO IGNORA LAS FINALIDADES Y PROPÓSITOS HUMANOS Y EL USO, Y CON ELLO TAMBIÉN LOS REQUERIMIENTOS DE LA VIDA HUMANA.

la premisa de no aceptar ideas preconcebidas, elaboró una lista de preguntas, buscó una serie de restaurantes en los que se comía bien y, una vez allí, dejó que los cocineros le hablasen sobre sus cocinas. Todas las afirmaciones de este libro fueron contrastadas y filtradas a través de las experiencias del propio autor. El propósito principal no consistía en plantear nuevas propuestas sobre el diseño de muebles de cocina, sino en precisar las claves de la organización general de los mismos. Su trabajo en la empresa Max Braun le hizo entrar en contacto con las cuestiones relacionadas con el equipamiento en las cocinas, la mejora de la calidad de los alimentos y una alimentación progresiva. Las cocinas también fueron un tema siempre presente en la Escuela de Ulm. Fue testigo de las discusiones sobre electrodomésticos que mantenían Gugelot y Erwin Braun, así como del nacimiento de la loza apilable de Nick Roericht, que se ha convertido ya en un clásico. Entre otras cosas y por encargo de Bulthaup, la principal empresa alemana dedicada a la fabricación de cocinas, llevo a cabo un estudio que exploraba las diversas tendencias en materia de cocinas y que se convertiría en la base de este libro.

Cuando Aicher prefiere lo análogo y concreto a lo digital y abstracto, lo hace con una intención filosófica. Relativiza el papel de la razón pura y critica el racionalismo de la modernidad como resultado del predominio del mero pensar abstracto. Con el racionalismo, Aicher quiere criticar las pretensiones de las instituciones que se adjudican la defensa de valores y verdades absolutos. Ya la sola afirmación de que haya tales valores y verdades, le parece absurda. La crítica de Aicher del pensar abstracto tiene, como la crítica de Ockham de los universales, una consecuencia política. Quien prefiere lo abstracto a lo concreto, no sólo malinterpreta la mutua interdependencia de concepto e intuición, sino que también produce, a juicio de Aicher, una falsa jerarquía, un orden que es culturalmente funesto. Lo digital, lo abstracto, no es más elevado, más grande o más importante que lo analógico y concreto. Aicher está en contra de falsas jerarquías. La correcta relación entre lo analógico y lo digital, la correcta distribución de los pesos, la preeminencia en el lugar justo, en la conexión justa: éstas son sus deman

das. Lo común no es, para él, común en sentido despreciativo. Pero lo común tampoco es nada fuera de lo común. Es aquello que corresponde a los objetivos de nuestra vida cotidiana. Lo común viene determinado por nuestro uso de las cosas y no por ideales estéticos. A lo común, a los objetivos de nuestras vidas, debe hacer justicia el diseño. El diseño debe servir a la práctica, a las formas de vida humana, y no debe dominar la estética sobre el uso de las cosas. La estetización de la vida se manifiesta para Aicher de manera especialmente clara en el diseño, que no se orienta por el uso sino por el arte plástico. Cuando el diseño toma como modelo el arte plástico, se pone al servicio de una “metafísica estética”. Aicher emplea este nombre como una palabra injuriosa, como hacían Wittgenstein y los filósofos del Círculo de Viena cuando hablaban de la “metafísica” y de sus problemas ficticios. La bella apariencia del diseño artístico no es, para Aicher, sólo una contrariedad. Este diseño ignora las finalidades y propósitos humanos y el uso, y con ello también los requerimientos de la vida humana. Grava nuestra vida como la basura que producimos grava la naturaleza. El diseño artístico disipa a la ligera la oportunidad para una configuración humana del mundo en que vivimos. El imperativo de Aicher es que debemos proyectar el mundo de manera nueva. El mundo como proyecto es, en su pensamiento, el tema que acopla directamente el diseño y la filosofía. Exige desarrollos concretos, no planificaciones abstractas. Las modificaciones en el pensar y en el hacer que exige Aicher tienen modelos filosóficos, ante todo, Ockham, Kant y Wittgenstein. Kant entendió la significación de la imaginación para nuestra comprensión de las cosas en la naturaleza. Y Wittgenstein, finalmente, vio en el uso de las palabras y de las proposiciones la significación de aquello que decimos y pensamos.


GRANDES MAESTROS DEL DISEÑO TIPOGRÁFICO. PÁGINA 4

Tipografo, Diseñador, un Maestro de la Ulm Nace en mayo de 1922, Alemania. Muere de septiembre de 1991 en Alemania. Mecanografo a diseñador gráfico, autor, profesor. 1946-47: estudios en el Der. Bildenden Künste de Akademie en Munich. 1947: estudio el diseño en los gráficos de Ulm. Producciones para: Braun Elektrogeräte (1954), Deutsche Lufthansa (1969), Westdeutsche Landesbank (1964), Blohm y Voss (1964), Bayrische Rückversicherung (1972), Zweites Deutsches Fernsehen ZDF (1974) y Erco (a partir de 1976), entre otros.


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