Folleto 'Estética en la Alta Edad Media'

EstĂŠtica en la Alta Edad Media

ANTECEDENTES En torno al 259 d.C.. la Europa clásica se ve invadida por los pueblos germánicos, y el imperio romano empieza a desintegrarse y perder territorios.

En esta violenta época, los descendientes de los emperadores y altos cargos romanos se reparten el poder, y dividen cada vez el lisiado legado romano. Será Constantino I el que se alce como emperador único y absoluto de estas disputas. Presionado por los germanos, las capital del imperio se trasladará a la antigua Bizancio, rebautizada como Constantinopla. Es así como todo el poder económico y cultural se pasa al lado oriental del imperio, un imperio en el que los cristianos empezarán a cobrar importancia. Hasta ese momento perseguidos y asesinados, con Constantino I verán cambiadas las tornas.

El poder teológico les pertenecerá y serán apoyados por el poder político.

Con la legalización del cristianismo y el cambio de capital, surgen dos corrientes artísticas que marcarán los posteriores estilos: el estilo paleocristiano, que hasta ese momento había permanecido oculto, y el estilo bizantino, que apenas evolucionará y que tendrá una trascendencia innegable en la historia.

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EVOLUCIÓN DEL IMPERIO ROMANO Llegados al siglo III, el Imperio Romano está en decadencia. Desde el año 238 al 285 hubo hasta diecinueve emperadores, ninguno de los cuales murió de manera natural.

Social y políticamente Roma estaba acabada. Para añadir aún más tensión, las tribus del norte empezaron a realizar incursiones en el territorio. El Imperio Romano cada vez estaba más mermado. La división del imperio en dos, la parte occidental y la parte oriental, a la cual será trasladada la capital, deja a la parte occidental del imperio romano a merced de los bárbaros, que saquearán Roma por primera vez en el año 410, y otra vez más en el 476, año en el que se considera que el Imperio Romano de occidente cae definitivamente. Serán los pueblos germánicos los que se harán con los antiguos territorios imperiales.

Antes de esto, una nueva religión empieza a emerger, y dado que iba en contra de los principios teológicos del imperio, será perseguida. Los cristianos se ocultarán y huirán de la persecución, reuniéndose y desarrollando sus liturgias en secreto, en las catacumbas subterráneas de las ciudades. En el año 313, desde la esplendorosa y cimentada capital romana oriental, Constantinopla, el emperador Constantino permitirá la libertad de fe, y estos perseguidos cristianos verán reforzada su posición, saldrán a la luz y se extenderán por toda Europa.

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ARTE PALEOCRISTIANO El arte paleocristiano es el nexo de unión entre la cultura clásica y la cultura medieval. Es el arte desarrollado en las primeras comunidades cristianas de los siglos II y III hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. Posee dos grandes periodos: La etapa de persecución y clandestinidad, y la etapa en la que se convierte en religión oficial del Imperio.

[1ª etapa] En la primera etapa destacan dos manifestaciones arquitectónicas principales, las Domus Ecclesiae y las catacumbas.

Las Domus Ecclesiae son las primeras parroquias e iglesias que existen. No tenían forma especial, ya que la mayoría de veces eran simplemente viviendas.

Catacumba

Las catacumbas eran galerías subterráneas entrecruzadas y eran los lugares donde los cristianos practicaban sus ritos de enterramientos. En estas catacumbas es donde se pueden encontrar las primeras manifestaciones pictóricas del arte cristiano, llenas de simbolismo y con perspectivas algo primitivas.

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[2ª etapa] La segunda etapa del arte paleocristiano tienen lugar tras el edicto de Milán, en 313 d.C., en el que el cristianismo se convierte en religión oficial.

Dado que los cristianos no poseían templos propios, se les cederán edificios de carácter oficial, sin connotaciones teológicas, del imperio romano. Estos edificios son las basílicas. Estos edificios enormes tienen planta alargada, con una o más naves (siempre impares) y culminada por un ábside, donde se instalaba la presidencia y el altar.

Basílica

La otra manifestación de la arquitectura paleocristiana de la segunda etapa son los baptisterios y las martyria.

Los primeros son edificios de planta centralizada, de planta octogonal, y estaban dedicados al bautismo. Las martyria suelen tener planta de cruz griega y normalmente estarán unidas a las iglesias y se erigían en honor de un mártir.

Baptisterio

La Basílica de Treveris es una construcción de planta rectangular, con la sala más extensa que se conserva de la Antigüedad clásica.

Originalmente se construyó como salón del trono de Constantino I. Se equipó con paramentos de mármol, con nichos que albergaban efigies y con ladrillos enlucidos.

Este edificio, originalmente, era una representación de la pujanza de los romanos.

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ARTE BIZANTINO Roma finalmente caerá ante los germanos, y el legado cultural del imperio, que ya estaba dividido, residirá exclusivamente en Constantinopla. Es así como surge el estilo bizantino, confluencia de los estilos griegos, helenísticos, romanos y orientales.

Adquirirá un lenguaje formal artístico propio y diferenciado del estilo occidental. Será a partir del mandato de Justiniano I, en torno al año

527, cuando el estilo bizantino se cimentará y desarrollará hasta alcanzar todo su esplendor.

Se realizarán verdaderas maravillas arquitectónicas, utilizando materiales propios del arte paleocristiano, ladrillo y piedra, realizando mosaicos y arquería de medio punto para los interiores. La columna clásica será el soporte, y convivirá con un nuevo sentido espacial y el uso de cubiertas abovedadas (cúpula sobre pechinas).

San Vital de Rávena fue edificada pensando en el concepto de “contemplación del ámbito celestial”, es decir, un carácter ascensorial y divino, en parte gracias a la cúpula y los ornamentados interiores.

El exterior del templo es sobrio y volumétrico.

Construido con materiales ligeros pero resistentes, al contrario que el interior, que está ricamente decorado con mármol, antepechos, columnas, capiteles, frescos y sobre todo mosaicos, que posiblemente sean los de mayor calidad y variedad del arte bizantino. El interior es un espacio lleno de contraste, color y luz.

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Obras cumbres de la arquitectura bizantina son Santa Sofía de Constantinopla y San Vital, en Rávena, la capital occidental del imperio.

En cuanto a las técnicas pictóricas, el elemento más característico es el mosaico. Empleando colores vivos y, sobre todo, el dorado, el mosaico proporcionaba la atmósfera de divinidad y riqueza a los interiores de los edificios bizantinos.

Santa Sofía de Constantinopla se construyó originalmente como basílica. Durante más de mil años fue la catedral más grande del mundo. Famosa por su enorme cúpula, es considerada el culmen de la arquitectura bizantina. Aunque en la actualidad se han perdido muchos mosaicos y elementos decorativos originales, debido a la conquista de los otomanos y reconversión en mezquita, aún hoy se pude apreciar su grandeza.

La planta casi cuadrada posee una gigantesca cúpula central sobre pechinas. Esta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro pilares. Posee bellos mosaicos típicos bizantinos.

En el exterior, al igual que la mayoría de construcciones bizantinas, posee un aspecto sobrio, sin demasiada gracia, que no se corresponden con los luminosos y brillantes interiores.

El mosaico bizantino es posiblemente el elemento pictórico más característico de esta corriente artística.

Utiliza teselas de mármol de colores y también de barro cocido policromadas, consiguiendo efectos de gran vistosidad, colorido y riqueza.

El uso de la perspectiva y la profundidad en las imágenes representadas es nulo. Su planicidad y lo estoico y rígido de las figuras representadas lo aleja de una pintura realista, aunque esta está repleta de simbolismos, uno de los rasgos característicos del arte cristiano.

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Clara Briones Vedia Mario Elices Melchor

2ºA Diseño Gráfico Filosofía y Estética