El Etn贸grafo por Jorge Luis Borges
Ensayo de Clara Salina PET Artes Visuales Entregado el 21 de junio 2012
¿Qué es un etnógrafo? Wikipedia, aunque no sea fuente de certezas científicas nos permite a veces identificar puntos de partida para iniciar un camino. Se descubre por ejemplo que la etnografía es una rama de la antropología, tal vez la menos “científica” pues íntimamente relacionada con naturaleza emotiva misma del ser humano. (1) Además, por otro lado, se descubre que Claude Levi-Strauss empezó su camino científico como etnógrafo en Brasil estudiando las culturas indígenas del Matto Grosso y llegó luego a ser uno de los más importantes antropólogos del mundo. (2) El oficio del etnógrafo está sobretodo relacionado con el contacto directo con el grupo humano que se desea estudiar. Se trata de entrevistar a sus miembros, de escribir notas, catalogarlas en modo discreto y apartado para que nadie se entere de su real finalidad, tratando de minimizar el riesgo de que su comportamiento lo delate. En fin, se podría decir que es también un oficio que de alguna manera traiciona confianzas pues finalmente el etnógrafo termina viviendo dentro al grupo que necesita estudiar, como parte de él. Por consiguiente me imagino que ser etnógrafo implica, por lo demás, ser una persona de buen carácter, que sabe crear relaciones, mantenerlas, pero sobretodo es capaz de empatizar con las personas y llegar a momentos de intercambio tan profundo en los cuales probablemente se pierde el limite del que y del con quien se está compartiendo. En fin, se trata de trabajar al limite de las emociones, en un frágil confín donde, por el otro lado, el etnógrafo corre el riesgo de perder la objetividad científica. Borges entonces, coherente con su estilo y siempre mirando a la academia, ya en el titulo de su cuento breve indica que su intención es la de buscar significados, valores ancestrales, llegando luego a una hipótesis de desarrollo de trabajo que deja abierta la puerta a todos los posibles acontecimientos que puedan nacer del enfrentamiento entre dos mundos: aquel de los científicos occidentales y el de los nativos en la pureza de su mundo. A Borges le basta un sustantivo: etnógrafo. Si lo hubiera titulado “El antropólogo” habría excluido el aspecto humano emocional, que es la columna central de la narración. El protagonista de su cuento es un joven con toda la vida por adelante, narrado por un viejo (Borges mismo), el futuro del cual está a sus espaldas. La narración está netamente dividida en lo que Borges nos dice y lo que quiere que imaginemos. El cuento es parte de una obra que se titula “Elogio de la sombra” , donde
“domina el tema de que todo hombre siempre ignora quién es hasta que se presenta su muerte como una revelación de su identidad”. (3)
Se puede establecer un cierto paralelismo entre esta obra de Borges y un texto de Pasolini, obviamente sobre cine, en el cual el director italiano considera que el sentido de una vida no pueda considerarse verdaderamente expresado, hasta que el ser humano en vida tenga aún futuro, hasta que su acción
“no se haya consumado” (4) Esto es: hasta que la muerte no ponga un fin a los acontecimientos, el lenguaje de nuestra entera vida no será leíble en su totalidad, no habiéndose acabado la posibilidad de que algún nuevo hito pueda hacerle cambiar completamente su sentido. Borges, en El Etnógrafo, parece querer compartir con el lector la esperanza de que en otro lugar, fuera de una sociedad como la nuestra que ha perdido claramente la capacidad de darle algún sentido a la vida misma, algo se pueda aún encontrar. La esperanza de que vale la pena de buscar hasta el último soplo de vida y que, aun si el resultado de esta búsqueda pudiera ser tal vez imposible de recibir o compartir, de todas maneras tal búsqueda habrá sido vivida en la esperanza. Si es posible resumir una historia tan breve, se podría iniciar contando que un viaje de investigación sobre los ritos de una tribu indígena se convierte, para el joven etnólogo norteamericano Fred Murdock, en un descubrimiento que habrá de cambiarle la vida. ¿Y por donde comenzar una análisis de un cuento donde casi cada palabra es solo la punta de un iceberg de significados simbólicos? ¿Por qué no pensar por ejemplo que el viejo profesor que ofrece a Murdock la ocasión de la investigación y la esperanza de una publicación científica sea Borges mismo, limitado por los años y su condición de ciego? Si así fuere, imaginemos entonces su expectativa de encontrar en los pueblos originarios de Norteamérica algunas respuestas sobre la vida, que le podrán ser útiles al sentir cada vez mas cercana su propia muerte. Al contrario, Fred Murdock está recién empezando su vida: en las palabras que lo describen al comienzo de la narración, él es descrito como un hombre fuerte y “listo para entregarse a lo que le propone el azar”. Al joven norteamericano, perteneciente a un pueblo que se unificó sin raíces comunes, que ha tenido que poner en segundo plano sus múltiples orígenes para que un sentimiento de identidad, pertenencia y convivencia fuera posible, se le propone entrar en contacto con tribus ancestrales donde los mitos son la esencia de la misma realidad cotidiana. El viejo Borges, escritor, alienta el joven (o ¿a todos los jóvenes?) a entregarse al viaje de la vida, pues solo así se encuentran las respuestas que se podrán útiles para ambos. Es interesante la transformación de Murdock. Es interesante descubrir que probablemente, partiendo de no tener el propósito de encontrar sabiduría alguna -sino solo el interés de una posible carrera académica y una relación con esos confines a través de la muerte de un vago ancestro- termina con descubrir algo que, finamente, ni siquiera transmitirá. Murdock llega al tierra de los nativos. Es un buen etnógrafo y logra que lo acepten como parte de la comunidad por lo que su actividad de investigación de la costumbres humanas se funde completamente en la experiencia del vivir hic et nunc de los nativos norteamericanos. La naturaleza, el ritmo del día y de la noche, el vivir con y a través del cuerpo, hacen que el etnógrafo rompa finalmente su único enlace con ese mundo académico que trata de incluir el sentido de la vida misma, en los códigos con los cual trata de interpretarla: Murdock deja de tomar apuntes.
Muy pronto, junto con los apuntes, poco a poco rompe también con su pasado. El Sacerdote/Maestro lo introduce a una forma de vida que Murdock hace suya, a pesar de haberla considerada, hasta ese momento, incluso antitética con sus ideales y pensamientos. Es singular como, insertos en nuestra realidad “civilizada”, bien amarrados a nuestros puntos de referencia, aceptamos muchas veces con dificultad el consejo de nuestros seres queridos. Luego, fuera de nuestros parámetros, de la civilización que nos protege de nosotros mismos, logramos aceptar que una persona que reconocemos como maestro/mentor, logre transformarla totalmente. Todo pasa entonces a través de una experiencia que impregna la totalidad de nuestro cuerpo y de nuestros sentidos, que une gestos a emociones. Algo similar a la operación que realiza Jodorowsky con la psicomagia, cuando ocupando las herramientas del chamanismo, del psicoanálisis y el teatro, crea actos simbólicos que luego, según su teoría, el inconsciente tomará como hecho reales. Algo de este tipo que tiene que haber pasado también a nuestro protagonista cuando finalmente luego de soñar con bisontes, llega al momento de su iniciación. Los Animales de Poder, según María del Pilar Zamarra San Joaquín que cita el famoso Alce Negro, Sioux Oglala:
"El Bisonte es el jefe de todos los Animales y representa la Tierra, la totalidad de todo cuanto existe. Es el principio terrestre femenino y creador que da origen a todas las formas vivientes" (..) La Medicina de Bisonte significa un honor, reverencia o aprecio especial por todas las cosas que la Tierra ofrece a sus hijos. Es también saber que la abundancia está presente cuando se honran todas las relaciones como algo sagrado, y cuando se expresa gratitud a cada parte viviente de la Creación. (5)
Murdock sueña con bisontes pues se ha conectado con todas las manifestaciones del Ciclo de la Vida. El viaje, que siempre algo entrega en la vida de quien lo hace, ha llegado a su fin. El Maestro reconoce la señal del mito: entregar la revelación ya no esta en su poder, la decisión ya está tomada y él se convierte en un medio. El mundo del mito ya se ha abierto y Murdock ha llegado a tocar las raíces ancestrales de la vida y a intercambiar espiritualmente con aquellas manifestaciones: está listo para la revelación del secreto y recibe su recompensa. La catarsis del joven etnógrafo se ha cumplido y a los demás nos queda solo la facultad de imaginar. Desde luego, Borges deja a todos sin respuesta: a nosotros, al profesor de Murdock y a Borges mismo. Él solo nos ha acompañado por el viaje, el clímax no se desenvolverá en el descubrimiento que esperamos, en lo que probablemente él mismo espera que otro le comunicara. Murdock al volver a su/nuestro mundo, guardará silencio. Aquello que no buscaba, aquello que vislumbró y luego deseó a cambio de cualquier sacrificio, fue finalmente alcanzado, sin embargo quedará secreto. Experienciar ha hecho surgir el verdadero ser humano, definitivamente libre de todas las capas que nuestra
sociedad ha construido para ejercer su control. Los mitos no pueden hablar, o es inútil hacerlo, con aquellos que no los han experimentado. Murdock lo aclara: la existencia del secreto yace en su misma búsqueda: en el entregarse sin reserva a la experiencia sin la cual, cualquier palabra resulta ser inútil. Murdock será bibliotecario, como el mismo Borges, custodiará el saber humano, pues ya no le interesa que nadie reconozca sus resultados académicos, así como tampoco esa nueva sabiduría lo llevará a alguna parte, pues siempre estará con él donde quiera que vaya. Nosotros finalmente quedaremos en pié, como en una habitación de espejos: la imagen se repite al infinito, pero no hay nada más que la repetición de nosotros mismos.
(1) En línea: http://es.wikipedia.org/wiki/Etnograf%C3%ADa (2) En línea: http://es.wikipedia.org/wiki/Claude_L%C3%A9vi-Strauss y http://www.avizora.com/publicaciones/biografias/textos/textos_l/0023_levi_strauss_claude.htm (3) En línea: http://es.shvoong.com/books/poetry/175231-elogio-la-sombra/#ixzz1xnYt0LAU (4) Pasolini, Pier Paolo: 'Discurso sobre el plano-secuencia o el cine como semiología de la realidad'. Publicado originalmente en: NUOVI ARGOMENTI, Roma, septiembre de 1970. (5) En línea http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=2318