de frutos sagrados y protestas de la tierra
de frutos sagrados y protestas de la tierra
CRÉDITOS
ASOCIACIÓN MUSEO DE ARTE DE EL SALVADOR Junta Directiva (2012-2014) María Marta Papini de Regalado, Presidenta Leonor de Yarhi, Secretaria José Panadés, Tesorero Elidia Lecha de Lindo, Vocal Annie Laing Meason de Sol, Vocal Graciela Velasco de Perdomo, Vocal Nadine Murray de Harth, Vocal Michel Langlais, Asesor
Recepción del Museo: Claudia Alcántara Tienda del Museo: Jacqueline Baños Montaje y servicios Jefatura: Antonio Hernández Montaje: Manuel Córdoba Mantenimiento: Ana Salgado y Rosa Hernández Jardinería: Freddy Zaa
EXHIBICIÓN y catálogo Curaduría y textos: Jorge Palomo
Roberto Galicia, Director Ejecutivo
Museografía: Jorge Palomo, Salvador Choussy
MUSEO DE ARTE DE EL SALVADOR
Diseño gráfico: Claudia Olmedo
Dirección Ejecutiva: Roberto Galicia
Fotografía: Eleonora Salaverría, Ernesto Canossa, Archivos fotográficos de MARTE
Direcciones técnicas y de desarrollo
Impresión: Algier’s Impresores
Programación: Rafael Alas Vásquez
Coordinación de exhibición: Jorge Palomo
Registro y Documentación: Marcela Ávalos de Cerna
Documentación y control de salas: Marcela Ávalos de Cerna
Programas Educativos: Violeta Renderos
Recursos educativos: Violeta Renderos
Mercadeo y Desarrollo: Mélida Porras de Arrieta
Montaje: Antonio Hernández, Manuel Córdoba, MARTE
Membresías y Eventos: Nuria Sabater Asistencia Técnica Diseño Gráfico: Flor Yaneth Martínez
Edición de textos: Evelyn Tania Góchez
CREDITOS FOTOGRÁFICOS Eleonora Salaverría: Láminas 3, 5-6, 18-20, 26-27, 29-44, 57, 63, 66, 68-73, 76-80.
Mercadeo y Comunicaciones: Paola Closa
Ernesto Canossa: Láminas 1, 3-4, 7-13, 15-17, 21-25, 28, 45-56, 58-62, 64-65, 74-75.
Asistencia administrativa
Archivo MARTE: Lámina 14.
Dirección: Coralia de Meardi
Eduardo Fuentes: Lámina 67.
Contabilidad: Walter Navas
Jorge Palomo (scans): Láminas 81-89
de frutos sagrados y protestas de la tierra 29 de noviembre de 2012 – 17 de febrero de 2013
Curador: Jorge Palomo
708.972 84 P181n Palomo O’Byrne, Jorge Alberto, 1970 Negra Alvarez : de frutos sagrados y protestas de la tierra / sv Jorge Alberto Palomo O’Byrne, Elena Margarita Alvarez de Martinez.- 1a. ed. --San Salvador, El Salv. : [s.n.], 2012. 140 p. : il. ; 22x22 cm.
ISBN 978-99961-0-153-3
1. Pintura salvadoreña-Exposiciones. 2. Arte moderno-Siglo XX-El Salvador. 3. Escultura salvadoreña-Exposiciones. I. Alvarez de Martínez, Margarita, 1948-. II. Título. BINA/jmh
ABRIENDO NUEVOS CAMINOS
Ha transcurrido más de un año desde que Jorge Palomo presentó a consideración de la Junta Directiva de la Asociación Museo de Arte de El Salvador el proyecto, muy bien documentado, de una exposición retrospectiva de Negra Alvarez. Desde un primer momento todos acogimos con gran interés y entusiasmo dicha propuesta conocedores de la calidad de la artista y seguros del profesionalismo del curador. Lo único que quedó en suspenso en esa ocasión fue el momento para celebrarla. Luego de un ajuste en la programación del presente año se decidió la fecha y con la suficiente antelación el curador presentó una excelente propuesta en la cual, con rigor cronológico, hace una completa lectura de la obra de Negra Alvarez y divide su importante trayectoria en los siguientes temas: Obra Temprana: de frutos y sus metáforas; Mujeres: del ciclo de la Vida; Puertas, Láminas e Instalaciones: de arquitectura y domesticidad; Esculturas: de protestas de la tierra; y Fotografías y Reflexiones: de introspección. En coordinación con el Curador, para estructurar la exposición hemos recurrido a la familia de la artista, a ella misma y a los coleccionistas solicitándoles que nuevamente depositen su confianza en el museo y nos presten las obras que hoy exhibimos con orgullo. Las ochenta y nueve obras escogidas junto al texto curatorial y a una amplia cronología quedan registradas en este catálogo que, como reflejo de la exhibición, nos dibuja a la artista con precisión y nos lleva de la mano a través de su dilatada y fructífera trayectoria. Con esta muestra también estamos abriendo el camino para que artistas de generaciones más recientes exhiban individual o colectivamente en MARTE sin olvidar que uno de nuestros más grandes compromisos es continuar documentando, de la mejor manera, a los precursores y maestros del arte salvadoreño. Al abrir esta posibilidad es importante dejar constancia que ésta, al igual que las anteriores exposiciones que hemos realizado, tienen como común denominador un proceso curatorial serio y profesional y sólidamente documentado dejando en evidencia los innegables méritos de los artistas que, hasta la fecha, han exhibido en el Museo de Arte de El Salvador. Hoy al presentar “Negra Alvarez: De frutos sagrados y protestas de la tierra”, estamos corroborando todo lo expresado y nuestra enorme satisfacción de recibir a Negra en el museo.
María Marta de Regalado Presidenta Asociación Museo de Arte de El Salvador
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ÍNDICE
Negra Alvarez, De frutos sagrados y protestas de la tierra por Jorge Palomo.................................................................................................................................................................... 9 Obra temprana: De frutos y sus metáforas....................................................................................... 15 Mujeres: Del ciclo de la vida...................................................................................................................... 39 Puertas, láminas e instalaciones: De arquitectura y domesticidad.................................... 61 Esculturas: De protestas de la tierra...................................................................................................... 81 Fotografías y reflexiones: De introspección...................................................................................... 97 Referencias Bibliográficas.......................................................................................................................111 Cronología...........................................................................................................................................................................113 Negra Alvarez, Of Sacred Fruit and Protests of the Earth by Jorge Palomo................................................................................................................................................................131 Agradecimientos.............................................................................................................................................................139
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1. Autorretrato con flores, 1984 Acr铆lico sobre lienzo 80 x 100 cm Colecci贸n de la artista
N e g r a A l va r e z 9 De frutos sagrados y protestas de la tierra
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n e g r a a l va r e z De frutos sagrados y protestas de la tierra INTRODUCCIÓN
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sta exposición retrospectiva de Margarita Alvarez de Martínez, conocida como “Negra Alvarez”, abarca cuarenta y cinco años de producción artística. Ochenta y nueve obras —de pintura, escultura, fotografía e instalación— nos pautan importantes momentos biográficos de la artista, de nuestra identidad y de nuestra historia, y desvelan una práctica artística de carácter autocrítico. Su continuo rompimiento de las “reglas” o cánones del arte en el medio nacional le ha otorgado un destacado puesto entre críticos, museos y colecciones nacionales e internacionales. Esa misma práctica de irreverencia la marca como precursora de lo que actualmente consideramos el arte contemporáneo. Esta exposición está organizada en diversas partes. Comenzamos con su obra temprana: obras académicas, bajo relieves en cobre, pinturas y esculturas de sus primeras exposiciones individuales que tratan el tema de la fertilidad. Proseguimos con obras que abordan el ciclo de la vida y la muerte de la mujer, haciendo uso de metáforas. Continuamos con una sección de obras que ocupan materiales domésticos o cotidianos, tales como: puertas, láminas de construcción e instalaciones, que tratan temas diversos. Seguimos con una serie de esculturas en madera y bronce. Para concluir, cerramos con su obra más reciente: fotografías digitales intervenidas y un libro de la artista que muestran una obra reflexiva y conceptual.
Mucha de la obra se inspira en eventos importantes de su vida y del país, así como en una búsqueda continua por encontrar belleza en materiales y objetos generalmente descartados por la sociedad. Los temas tratados incluyen el descuido del medio ambiente, la fertilidad, la cotidianidad de la mujer, elementos nacionales, y reflexiones personales. En estas obras, lo individual y personal se convierte en lo colectivo y social, logrando una creación de carácter universal que, al mismo tiempo, incorpora elementos salvadoreños. Durante las décadas de los ochenta y noventa, la obra de Alvarez fue contextualizada dentro de la tendencia latinoamericana del realismo mágico, como podemos apreciar en las palabras de la docente internacional de historia del arte, Claudia Rousseau: “El arte de Negra Alvarez es nada menos que mágico. Es una magia de transformación. Añadiendo y quitando de la naturaleza, produce obras de arte tan logradas y coherentes que parecen prácticamente orgánicas, como si hubiesen nacido o crecido de esa manera”. Si bien es cierto que Negra Alvarez compitió en el escenario internacional —fue incluida entre los más importantes escultores latinoamericanos en exposiciones como Escultura hacia los noventa, en la OEA, en 1990—, la contextualización de realismo mágico no es intencional. Los temas universales de fertilidad, vida y muerte representados en maneras no usuales (el uso híbrido de materiales) más bien demuestran una imaginación inquieta y perseverante ante una expectativa del público nacional de producción tradicional. Alvarez debutó en la escena nacional en la Galería El Laberinto, de Janine Janowski (de Hasbún entonces), que si bien la lanzó al estrellato local y le permitió ciertas libertades—como exponer instalaciones—,
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también le dejó como lección los aspectos limitantes y las presiones del mercado nacional. La Galería 1-2-3, la Galería Espacio y el Centro Cultura de España, entre otros, exhibieron su obra posteriormente.
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Sus influencias nacionales más importantes fueron Carlos Cañas, Julia Díaz, Salarrué y Rosa Mena Valenzuela. De Cañas, aprendió la constancia, una influencia técnica en su pintura y el uso de la metáfora a través de símbolos. De Díaz, vemos una influencia temática: sus niños y bolsas, así como un sentimiento expresivo. De Salarrué, tomó su lenguaje visual como inspiración. De Mena Valenzuela, aprendió la libertad. Entre sus impulsores iniciales podemos mencionar a Salvador Choussy y su esposa Ana Vilma de Choussy (entonces directora del Patronato Pro Patrimonio Cultural), Ricardo Lindo (escritor y crítico de arte), Janine Janowski (Galería El Laberinto) y Bélgica Rodríguez (crítica de arte latinoamericano y directora del Museo de Arte de las Américas de la OEA). Negra Alvarez es de nuestros primeros artistas en incursionar en la instalación. En nuestro medio, ha sido la primera artista (entre hombres y mujeres) en considerar la madera como escultura, sin necesidad de tallarla, como tradicionalmente se entendía al “escultor”. Ha roto el canon al ocupar materiales de construcción como láminas de acrílico y zinc en su obra —complicando la relación entre arte y arquitectura— y ha logrado elevar el tema del café —tan central en la identidad nacional— más allá de la pintura típica que representa a la persona trabajadora o cortadora de café, haciendo uso de instalaciones con raíces, plantas, granos y aromas. Elena Margarita “Negra” Alvarez nació en Santa Ana en 1948. Entre 1967 y 1970 estudió en Bélgica, en la Academia de Bellas Artes de Lovaina y en el Instituto
Saint Luc en Bruselas. De regreso en El Salvador, tomó clases de pintura con Jesús Falcón, en el Centro Nacional de Artes (CENAR) (1970-1972); de dibujo de la figura humana, con Benjamín Saúl (1978-1980); y de pintura, con Carlos Cañas (1980). Está casada con el Dr. Guillermo Martínez Medina, con quien tiene tres hijos: Claudia, Guillermo y Rodrigo. Su obra incluye escultura, pintura, dibujo, fotografía e instalación, a menudo de manera simultánea, siendo precursora en la rama de las instalaciones. Alvarez ha celebrado veintinueve exposiciones individuales en El Salvador y Guatemala. Ha participado en decenas de exposiciones colectivas en El Salvador, Centro América, México, Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Chile, Brasil, República Dominicana, España, los Países Bajos y Bélgica. Entre sus exposiciones más destacadas, se incluyen: la Bienal de Sao Paulo (1985); la Bienal Internacional de Arte, en Valparaíso (1985 y 1989); la Bienal Iberoamericana de Arte, en Ciudad de México (1988); Escultura de las Américas hacia los Noventa, en el Museo de Arte de las Américas, Washington, D.C. (1990); la Bienal de Pintura del Caribe y Centroamérica, en Santo Domingo (1994); Semana de la Cultura Centroamericana, en el Museo Botanique de Bruselas (1995); y Dioses, espíritus y leyendas: arte de El Salvador del siglo XX, en el Museo del Barrio de Nueva York (1998). Alvarez fue vicepresidenta (1994) y presidenta (1995) de la Asociación de Artistas Plásticos de El Salvador (ADAPES). Es fundadora y presidenta de la Fundación Cultural de los 44 de la Heroica Santa Ana, desde 1996; promoviendo a su ciudad natal como un destino cultural. En coordinación con CONCULTURA, estableció el Museo Regional de Occidente.
Ha sido reconocida y distinguida con premios importantes: seleccionada para representar al país en el Premio Cristóbal Colón de Pintura 1983, en Madrid; laureada con la Orden de las Artes y Letras en el grado de Caballero, por el Gobierno de Francia (1992); condecorada por la Comisión Interamericana de la Mujer, de la OEA (1999); nombrada Mujer del Milenio por la OEA, en San Salvador (2000); homenajeada por el Ateneo de Mujeres de El Salvador; reconocida como Mujer Destacada por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (2003); y nombrada Pintora Distinguida por la Asamblea Legislativa de El Salvador (2008). También fue homenajeada, por su destacada carrera artística, con la Exposición Nacional de Artes Plásticas en el Teatro Nacional de Santa Ana (1995) y con el Salón de Escultura en el Liceo Francés (2006). Su obra forma parte de las colecciones de: MARTE; Colección Nacional de Pintura y Escultura; Museo Forma; Museo de Arte de las Américas en Washington, D.C.; Museo José Luis Cuevas, en México; y colecciones corporativas de importantes hoteles, bancos y aseguradoras nacionales.
Además de ser una artista, Alvarez ha enseñado la técnica de repujado en metal en el CENAR (1970-1972) y técnicas de arte en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad “Dr. José Matías Delgado” (1980-1984), donde también fue elegida vicedirectora. Entre 1976 y 1978, dirigió y ejecutó los trabajos de pátina y repujado en cobre para la remodelación del Teatro Nacional de San Salvador. Ha trabajado y diseñado escenografías de teatro, así como utilería para diversas obras teatrales presentadas en el país. Después del terremoto de 2001, diseñó el proyecto Chintas con la Fundación Manos Amigas para la producción de artesanías con materiales locales en municipios de bajos recursos. En 2003, ilustró el libro Los peces nacen en los árboles, de Aída Flores de Escalante. Su obra ha sido incluida en importantes tomos sobre el arte nacional. En 1994, publicó el libro Negra Alvarez y el espíritu de la materia.
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OBRA TEMPRANA: 15 DE FRUTOS Y SUS METテ:ORAS
OBRA TEMPRANA: DE FRUTOS Y SUS METÁFORAS
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a obra temprana (1967-1984) de la artista incluye las de su período como estudiante de bellas artes en Bélgica; repujados en cobre de la década de los setenta; y los collages y óleos de la primera mitad de la década de los ochenta, en su mayoría, bodegones con elementos simbólicos, los cuales marcan sus primeras exposiciones individuales en El Salvador. En esta sección, también incluimos algunas esculturas con frutos y pinturas de paisajes con frutos.
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En su natal Santa Ana, Negra creció en una familia muy unida, entre cinco hermanas y dos hermanos, a una cuadra de la catedral, en un ambiente familiar y agrícola; pasaba tres meses del año en una finca. Tomó clases de pintura con Luz Salgado, y de talla de madera en Santa Ana. Además, tomó clases de repujado en cobre y de cerámica en la Alianza Francesa en San Salvador, durante su adolescencia. Inquieta y perseverante, pasó prácticamente de lo que consideraba un ambiente provinciano a estudiar a Europa, aunque primero estuvo en Montreal por un año, aprendiendo inglés y tomando clases de pintura. Estas oportunidades se dieron porque tenía familiares viviendo en Canadá y en Bélgica.
La antiacadémica La Academia padecía, como tantas otras, del grave vicio de serlo, de encajonar la enseñanza del arte en conceptos que nada tenían que ver con nuestro siglo. Ricardo Lindo En 1967, Negra partió de Santa Ana para Bélgica, a estudiar lenguas y cursos libres de historia y cultura en la Universidad Católica de Lovaina. Al mismo tiempo,
se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Lovaina, institución municipal de enseñanza tradicional. Tomó clases de dibujo, cerámica y pintura de bodegones y de la figura humana. Fue una preparación técnica, no teórica. Le impresionó el contraste del Art Brut, o arte marginal, en boga durante esos años en Europa, y el arte flamenco. Después de un año, Alvarez se dio cuenta de que necesitaba una instrucción diferente, y aplicó al Instituto Saint Luc, en Bruselas, una entidad superior de formación de diseño influido por las teorías del Bauhaus y el expresionismo: el arte del momento. Fue un cambio de ciento ochenta grados de la Academia. El año de clases en Saint Luc le enseñaría a la artista a integrar su vida en su arte, y le abrió los ojos y la mente a la experimentación y el juego, a romper imaginativamente con las reglas para hacer su obra. Al final de ese año, regresó a la academia en Lovaina, por un año adicional. Las diferencias entre las escuelas belgas las podemos apreciar en dos bodegones de la época: Recuerdos de Bélgica y Bodegón. Un tema similar es ejecutado en estilos diferentes. El primero refleja la tradición académica en su composición, el uso de perspectiva, color y forma. El segundo muestra formas más simplificadas, aplicación de pintura con trazos marcados y uso selectivo del color. También se incluye una pequeña figura estilizada en cerámica (Figura de mujer). Al regresar a El Salvador en 1970, Alvarez tomó clases de pintura con el artista español Jesús Falcón en el CENAR, quien le recordaba a la artista de las enseñanzas “antiacadémicas” en Saint Luc. Falcón llevaba a sus alumnos fuera del aula a buscar inspiración, ocupaba materiales de desecho y hacía collages.
Repujados en cobre
Collages
En el CENAR, Alvarez no solo fue alumna sino que también fue profesora, dando clases de repujado en cobre desde 1970 a 1972. Esta técnica la aprendió en un taller impartido por extranjeros en 1966 en la Alianza Francesa en San Salvador. Ocupaban moldes ya hechos y láminas delgadas para realizar los bajos relieves. La artista continuó esta práctica durante la década de los setenta, usando lámina gruesa, así como cincel y martillo, además de acabados en pátinas para resaltar los contrastes del relieve y dar color local a algunos elementos, como podemos apreciar en Bodegón abstracto y Familia. La temática de esta técnica es variada: incluye bodegones, figuras, paisajes y composiciones abstractas o decorativas.
Mi tema se basa primordialmente en los niños. (…) siempre están observando hacia el mundo real, esperando siempre una respuesta a sus inquietudes y a su futuro incierto. Negra Alvarez
Negra dirigió los trabajos de pátinas y repujado en cobre de la remodelación del Teatro Nacional entre 1976 y 1978. Los diseños son de Simón Magaña quien, con el director de teatro, Roberto Salomón, le pidió que se integrara al proyecto. A pesar de estar embarazada, la artista trepaba en los andamios. Los relieves se pueden apreciar en todas las puertas de los palcos y los servicios sanitarios, en la roseta sobre el escenario principal, en el escudo nacional del palco presidencial y en los divisores entre palcos. También ocupó el repujado para fabricar utilerías de obras teatrales, en conjunto con Roberto Salomón (Todos los gatos son pardos, 1972) y Mario Peña (Popol Vuh, 1988). Años más tarde, incursionó en el diseño escenográfico, ocupando elementos naturales y minimalistas como lo hizo en Los hombres del Chamelecón de Salarrué, dirigida por Fernando Umaña en 1991; en Tierra de cenizas y esperanza en 1992 y en Orinoco en 1994, por Roberto Salomón. Además, colaboró en el diseño y la fabricación del telón para Sueño de noche de verano de William Shakespeare (adaptación y dirección de Salomón) en 1997.
Hasta 1981, Alvarez todavía no había celebrado una exposición individual, aunque había sido incluida en diversas exposiciones colectivas. En parte, esto se debe a que deseaba tener obra original y propia, y lo logró con una serie de collages sobre panel de madera haciendo uso de los pañales de sus hijos, fibra de coco y latas aplastadas —esta última, una admitida influencia del artista nicaragüense Alejandro Aróstegui. Con treinta collages terminados, Negra visitó las galerías comerciales, pero encontró rechazo al no ser una artista conocida. Janine Janowski, directora de la Galería El Laberinto, acogió a Alvarez, quien expondría allí durante los próximos siete años. La temática de estos collages varía entre retratos de niños que miran directamente al espectador (Niño), bolsas (Bolsa) y bodegones con naranjas (Tres naranjas y Bodegón con ventana). El escritor y crítico Ricardo Lindo los describió así: “Y esos ojos no tienen sueños. Despojados en su mundo de latas y trapos viejos, de basura y tristeza, ostentan sin saberlo el reproche del que aún no ha renunciado a todo...”.
Frutos Las personas que siguieron la progresión de Negra, reconocerán (…) el común denominador: lo humano. (…) lo latente de la muerte, está allí en la vida. Janine de Hasbún
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Entre 1978 y 1980, Alvarez tomó clases de dibujo del cuerpo humano con el pintor y escultor español, Benjamín Saúl. Entre el alumnado se encontraban las artistas Licry Bicard y María Kahn, quienes se convertirían en colegas y amigas. De Saúl, Negra aprendió que —si bien las temáticas podían variar— la originalidad, la estructura y la calidad de la obra eran de mucha importancia, porque el arte para el español era sagrado. Saúl falleció en 1980, y Negra pasó a tomar clases de pintura al óleo con el maestro salvadoreño Carlos Cañas durante un año.
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Cañas tendría una influencia importante en la obra de los siguientes años, tanto en la técnica como en el uso de símbolos, elementos ocupados como metáforas para comunicar el pensamiento y el sentir de la autora. En la pintura de Cañas de ese tiempo, ocupaba bodegones de frutas locales, principalmente mangos, para representar temas de sensualidad y nacionalidad. El estilo es natural, con contornos suaves, con una aplicación de pintura a través de veladuras. Este estilo está presente en las obras de Alvarez, quien deja el collage y pasa a la representación de mantos y frutas, mezclados con rejas, paisajes, y huesos. Eventualmente, los frutos sugieren sensuales cuerpos humanos. Si bien la técnica y la estrategia son similares a las de Cañas, las metáforas de sus frutos (peras y naranjas al principio) se refieren a temas de fertilidad y maternidad, el momento que Negra estaba viviendo. Las peras tomarán el lugar de la madre y la artista; las naranjas representarán a sus tres hijos. Para Alvarez, la maternidad es el momento más sublime de su vida, pero asevera que su vivencia de “ser madre no es fácil”; es decir, no se refleja en dulces maternidades tradicionales. Para ella, ser madre es algo más profundo, involucrando mucho amor, compromiso y desgarre emocional; es un tema presente en casi toda su obra.
Para mejor entender sus bodegones, es necesario comprender el concepto de vanitas, “vanidad” en latín, término ocupado en la historia del arte para describir bodegones (especialmente de obra holandesa de la época barroca) que pretenden comunicar, con base en objetos simbólicos como frutas y huesos, “la inutilidad de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte. En las vanidades, los objetos representados son todos símbolos de la fragilidad y la brevedad de la vida, de que el tiempo pasa, de la muerte”. Por ende, los bodegones de Alvarez no deben entenderse como representaciones de frutos que solo comunican ideas de abundancia, de sensualidad y de lo tropical. Esa idea de la maternidad y del momento de conflicto armado que se vivía en el país nos lleva hacia lecturas de vida y muerte, Eros y Tánatos, la guerra. Alfredo Milián describió su obra así: “Negra Alvarez claramente se relaciona a la tragedia humana, a la realidad diaria del pueblo salvadoreño, a su naturaleza innata, a través del expresionismo figurativo de su obras…”. Como una ruptura adicional, también comenzó a pintar estos bodegones sobre fragmentos de madera desde 1987 (Composición y Frutos). En algunas obras, los frutos sugieren o se mezclan con un paisaje montañoso. Obras como Paisaje con frutos se inspiran en la forma de pera del cerro de San Jacinto. Los describe Janine de Hasbún así: “En estos lienzos, la fruta es una remota reminiscencia; eran peras; ya son paisajes de voluptuosa sensualidad; ya son montañas encarnadas…”. Otros hacen uso de rejas sugerentes de cárceles y la protección que otorgaban los muros erguidos durante la época de la guerra. El tema del paisaje será uno que la artista tratará hasta finales de la década de los noventa, como podemos apreciar en la escultura Bodegón y paisaje.
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2. Figura de mujer, 1967 Cer谩mica 19 x 12 x 7 cm Colecci贸n de la artista
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3. Recuerdos de Bélgica, 1967 Óleo sobre lienzo 70 x 60 cm Colección de la artista
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4. Bodegón, 1970 Óleo sobre lienzo 48 x 68 cm Colección privada
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5. Bodeg贸n abstracto, 1972 P谩tina de 谩cido y tinta sobre repujado en cobre 51 x 90 cm Colecci贸n privada
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6. Familia, 1979 Pรกtina de รกcido y tinta sobre repujado en cobre 80 x 55 cm Colecciรณn privada
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7. Niño, 1981 Óleo y collage sobre panel de madera 48 x 33 cm Colección privada
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8. Bolsa, 1981 Óleo y collage sobre panel de madera 57 x 39 cm Colección privada
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9. Tres naranjas, 1981 Óleo y fibra de palmera de coco sobre panel de madera 59 x 49 cm Colección privada
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10. Bodegón y ventana, 1981 Óleo, collage y lata sobre panel de madera 49 x 34 cm Colección privada
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11. Peras, naranjas y rejas, 1982 Óleo sobre lienzo 59 x 70 cm Colección privada
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12. Génesis, 1983 Óleo sobre lienzo 64 x 81 cm Colección de la artista Selección de El Salvador, Premio Cristóbal Colón de Pintura 1984, Madrid
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13. Maja, 1984 Óleo sobre lienzo 80 x 100 cm Colección privada
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14. Huesos y frutos, 1984 Óleo sobre lienzo 61 x 76 cm Donación Industria La Constancia, Colección Museo de Arte de El Salvador
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15. Gestación y reflejo, 1984 Óleo sobre lienzo 80 x 65 cm Colección privada
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16. Paisaje con rejas, 1982 Óleo sobre lienzo 100 x 72 cm Colección de la artista
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17. Paisaje de frutos, 1986 Óleo sobre lienzo 45 x 60 cm Colección privada
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18. Bodegón y paisaje, 1993 Óleo sobre madera 214 x 35 x 16 cm Colección privada
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19. Composición, ca. 1987 Óleo sobre madera 34 x 30 x 29 cm Colección privada
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20. Frutos, ca. 1991 Óleo sobre madera 107 x 50 x 20 cm Colección privada
mujeres: 39 DEL CICLO DE LA VIDA
MUJERES: DEL CICLO DE LA VIDA El tema subyacente es constante. El trabajo de la artista gira sobre la fertilidad de mujeres y niñas, mostrando la dimensión del aspecto femenino de divinidad que ella les da, así también el concepto de que la vida supera a la muerte, mediante la renovación de las generaciones que pasan a través de la mujer. Claudia Rousseau
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esde 1988, Alvarez comenzaría a descartar la pintura sobre lienzo tradicional a la cual no regresaría hasta 1998, prefiriendo pintar sobre puertas y troncos de árboles, o concentrarse en la escultura.
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En esta sección destacamos el interés de la artista por narrarnos temas de la vida íntimamente ligados a la mujer: un ciclo de vida marcado por la niñez; la fertilidad; ser madre; madurar y morir. Estos temas son tratados en pinturas tradicionales, esculturas y maderas pintadas, híbridos entre esculturas y pinturas. Estas obras son resultado de una imaginación inquieta; la artista se deja inspirar por lo que los materiales le sugieren. Una mancha le puede insinuar la composición final, así como una forma en la madera la pueden guiar hacia un personaje atrapado en el cedro.
Autorretratos En sus Autorretratos, se intuye una inquietud, un sufrimiento, un deseo de romper ataduras. Ulises Masis Tras varios años de pintar peras y frutos al óleo, decidió cambiar no solo de tema, sino también de paleta y medio.
Reflexionando sobre su vida, surge la serie Autorretratos en 1986. Alvarez opina que como mujer nunca se ha sentido excluida dentro de las artes. El desafío ha sido balancear su carrera con sus responsabilidades matrimoniales y familiares, sin tener que sacrificar una por las otras. La serie refleja sus vivencias y obligaciones, ilustraciones de momentos cotidianos en acrílicos con colores primarios. Si bien son autobiográficas —vemos representaciones de su relación con sus hermanas, su hija en clases de piano y la artista llevando a sus tres hijos a clases—, no todas las obras de esta serie son autorretratos auténticos. En varias de ellas no aparece la artista, sino que su presencia es sugerida como la espectadora de la escena presentada (ej.: Lección de piano). Esta mecánica pone al espectador en el lugar de la artista, propiciando una identificación más inmediata y un entendimiento de momentos de responsabilidades y frustraciones en la vida cotidiana de una mujer.
Primeras esculturas Porque el fruto es frágil, necesita amor; porque es valioso, necesita protección; porque es el futuro, necesita guía… Negra Alvarez Al dejar la Galería El Laberinto, Alvarez se incorporó a la Galería 1-2-3 en 1988, con una exposición de pintura de niños vendados, y por primera vez expone sus esculturas: maderas pintadas sugerentes de cuerpos mutilados y ensamblajes de madera y morros pintados que representan niños. Para la artista, esta es una de sus exposiciones más importantes por el quiebre que significa para su carrera hasta el momento y por lo original y novedoso de la propuesta. Escribe Ricardo Lindo: “Pero su sueño de siempre fue ser escultora, y comenzó a darle forma, siendo una pintora conocida,
y sin abandonar la pintura. Usó para ello troncos de árbol de los cuales desbastó lo esencial, y situó en ellos tecomates pintados como niños”.
Los morros en esta obra hacen referencia al Popol Vuh, el libro sagrado maya, en cuyo mito de creación figura el árbol de morro que fecunda a Ixquic, quien procrea a los mellizos y héroes de la historia, Hunahpú y Xbalanqué. El morro entonces reemplaza a las peras y naranjas ocupadas por la artista que, además de simbolizar la fecundidad y los hijos, ahora tienen un sentido más regional y ancestral. Tanto las pinturas de 1987-1988 como algunas de las esculturas de este período fueron inspiradas por sus hijos. El hecho de representarlos con vendas denota la fragilidad y la melancolía de la juventud más que un planteamiento político, especialmente en un contexto de guerra. En la década de los noventa, haría otras esculturas en madera pintada con referencias directas a huesos (Columna ecológica), siguiendo la temática planteada en sus óleos de 1985. Uno de ellos, el díptico Grito fecundo, se enmarca en el contexto del final del conflicto armado y une metáforas de la pareja y la fecundidad con la negociación y la gestación de la paz.
Las mujeres Dejo que las cosas me digan qué hacer con ellas. Estoy segura de que algo mío va en la interpretación que yo les dé. Negra Alvarez Las obras que impulsaron la carrera de la artista en el exterior, que han sido adquiridas por museos internacionales y hoteles nacionales, y le ganaron crítica muy positiva dentro y fuera de las fronteras,
fueron sus figuras pintadas sobre “descostillos” de madera, descartes de los troncos de árbol cuando el aserradero corta las planchas. Son convexas de un lado y planas del otro; las figuras se han pintado en el lado convexo. Incluimos más de una docena de estas figuras, así como una pieza de transición entre la escultura temprana y sus figuras pintadas. Las mujeres se exhiben por la edad del personaje representado, para mostrar las diversas etapas de la vida de la mujer. Para la artista, el tema no es autorretrato, sino situaciones de mujeres; la figura masculina tiene poca presencia en su obra. Terminando la década de los ochenta, algunos de los troncos pintados de Negra sugieren torsos o cuerpos incompletos. Ejemplo de ello es El caminante, de 1989, obra que en el contexto nacional sugería los cuerpos mutilados por las minas del conflicto armado. Ricardo Lindo los describe: “Así, avanzando en su labor, descubrió en la crueldad de la forma cuerpos desgarrados que hoy no pueden menos que evocar entre nosotros la guerra. Están ahí como un canto doliente, para decirnos algo de todo aquello que no debería existir”. Para el siguiente año, una forma en un descostillo de madera le sugirió una figura. Su primer personaje de esta serie se convirtió en Cala, un retrato de su hija. La artista ocupa la siguiente estrategia para pintar sus figuras: el tamaño de cada descostillo se asemeja al tamaño natural de una persona y le sugiere la edad de la figura; y como si fuera Miguel Ángel liberando la figura de la roca, Alvarez toma en cuenta la forma y la superficie que se presenta, para desvelarla con sus pinceles. Niñas, jóvenes, adolescentes, mujeres adultas, cortadoras de café, mujeres embarazadas, mujeres con sus hijos… hasta abuelas desfilan entre las figuras de esta serie.
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Además de pintura, diversos objetos se añaden a las figuras: telas sugieren mantos; morros sugieren fertilidad; piedras sugieren tesoros escondidos; tuercas, los botones de sus vestidos; relojes y hormas de zapatos contribuyen a estos ensamblajes. Verónica Sedano Alvarez describe este uso de objetos, así: “Esto se pone de manifiesto en la hibridez de sus propuestas, las que tienden a infringir la clásica separación entre pintura y escultura. De igual manera, podemos apreciar en algunas de ellas un fuerte sentido instalativo y la incorporación de objetos encontrados... No obstante, no puede perderse de vista que un elemento esencial que define estas obras es su apego a la escultura popular salvadoreña y, por tanto, a lo tradicional”.
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Las obras son notables por su verticalidad totémica, por sus contrastes lineales y orgánicos, por su fuerte sentido frontal y por el sorprendente volumen de objetos tan poco profundos, son como relieves asombrosos. Han dado vuelo a la imaginación de diversos críticos y escritores: Las manos mágicas de Negra Alvarez animan y humanizan la madera, convirtiendo lo que fue árbol en tótem, rito, sueño, ficción. Su arte es delicado, misterioso y subterráneamente religioso. Las figuras que asoman en sus maderas no parecen pintadas sino excavadas, desenterradas de unas profundidades recónditas donde vivieron siglos, esperando aquella hechicería que las sacaría a la superficie de la vida.
Tal vez por eso, pese a su modernidad, las esculturas de Negra Alvarez parecen continuar una tradición cuyas raíces se hunden en el pasado histórico y en las leyendas y mitos originales de América Latina. Mario Vargas Llosa Reminiscencias de vidas pasadas, recuerdos, visiones… Eso parecen sus tótems fálicos y lejanos. Se convierten en esculturas proféticas… Carlos Balaguer Esas figuras, además, nos expresan la belleza y el dolor de la vida, la realidad de la muerte y la seguridad de que somos una pequeña pero indispensable semilla que garantiza nuestra permanencia en el vasto flujo y reflujo del Universo. Aída de Escalante Las figuras fueron un éxito rotundo, llamando la atención de la crítica de arte y directora del Museo de Artes de las Américas en Washington, D.C., Dra. Bélgica Rodríguez, quien dirige su atención sobre la obra de Alvarez, describiéndola así: “La obra de Negra Alvarez es compleja, local y universal”. Como consecuencia, la Galería Espacio le abre sus puertas para exposiciones individuales y las colectivas anuales de arte latinoamericano. Allí permaneció exhibiendo casi diez años.
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21. Momento de rutina, Serie Autorretratos, 1986 Acr铆lico sobre lienzo 80 x 100 cm Colecci贸n de la artista
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22. Casos resueltos, Serie Autorretratos, 1986 Acr铆lico sobre lienzo 100 x 80 cm Colecci贸n privada
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23. Lecci贸n de piano, Serie Autorretratos, 1986 Acr铆lico sobre lienzo 122 x 90 cm Colecci贸n de la artista
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24. Mis hijos y yo, 1985 Óleo sobre tapadera de embalaje de madera 102 x 99 cm Colección de la artista
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25. Gestación de frutas, 1988 Óleo sobre lienzo 80 x 100 cm Colección Nacional de Pintura y Escultura, Secretaría de Cultura
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26. Niño de morro, 1988 Óleo sobre morro y madera 58 x 45 x 13 cm Colección privada
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27. Resurgimiento, 1988 Óleo sobre madera de copinol, morros 69 x 56 x 43 cm Colección privada
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28. Grito fecundo, díptico, 1992 Óleo sobre madera de bálsamo 179 x 32cm, 176 x 29 cm Colección de la artista
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29. Columna ecológica, 1991 Óleo sobre madera 54 x 47 x 11 cm Colección privada
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30. El caminante, 1988 Óleo sobre madera de caoba 86 x 35 x 27 cm Colección de la artista
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31. Ángel de la guarda, ca. 1992 Óleo sobre madera 138 x 32 x 17 cm Colección privada
32. Niña con frutos, ca. 1996 Óleo y collage sobre madera 134 x 27 x 20 cm Colección privada
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33. Tiempo de vivir, 2001 Óleo sobre madera, metal y hormas de zapato 153 x 35 x 23 cm Colección Nacional de Pintura y Escultura, Secretaría de Cultura
34. Cala, 1990 Óleo sobre madera 225 x 28.5 x 19 cm Colección privada
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35. Mujer con frutos, 1991 Óleo y collage sobre madera 177 x 20 x 12 cm Colección privada
36. Maternidad, ca. 1988 Óleo y collage sobre madera 190 x 48 x 20 cm Colección privada
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37. Niña dormida, 1993 Óleo sobre madera, hoja de oro sobre piedra y pierna de mesa de madera 82 x 154 x 20 cm Colección Museo Forma
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38. Sueño de maternidad, 1993 Óleo sobre madera y morro 117 x 171.5 x 12.5 cm Donación de la artista, Museo de Arte de El Salvador
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39. Ofrenda, ca. 1992 Óleo, collage y morro sobre madera 153 x 24 x 24 cm Colección privada
40. Figura con manto, ca. 1992 Óleo, collage y morro sobre madera 161.5 x 45 x 30 cm Colección privada
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41. Madre e hija, 1993 Óleo sobre madera 174 x 42 x 25 cm Colección privada
42. Familia, ca. 1996 Óleo sobre madera 148 x 32 x 12 cm Colección privada
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43. La carga de la abuela, 1993 Óleo sobre madera 205 x 30 x 13 cm Colección privada
44. Día de difuntos, ca. 1994 Óleo sobre madera, corona de flores de seda 182 x 33 x 17 cm Colección de la artista
P U E R TA S , L Á M I N A S E I N S TA L AC I O N E S : DE ARQUITECTURA Y DOMESTICIDAD
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PUERTAS, LÁMINAS E INSTALACIONES: DE ARQUITECTURA Y DOMESTICIDAD Digo “objetos” y no pinturas o esculturas, porque creo que un acto creativo no debe ser limitado a conceptos tradicionales como muchos esperan, sino que debe ser cualquier cosa que responda a la necesidad de ese momento… Negra Alvarez
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sta sección incluye pinturas, esculturas e instalaciones que hacen uso de materiales cotidianos y domésticos —arte objetos— como soporte o elemento esencial de la obra. Estos materiales tienden a ser puertas, sobre ventanas, láminas de metal o plástico para construcción de viviendas, vigas de madera o pilares de columnas. Marcan momentos de ruptura en el arte nacional. Todos sugieren un narrativo.
Las puertas pintadas son de técnica mixta (acrílico y óleo). A menudo tienen objetos adheridos, como: piedras, pliegos de plywood o láminas de zinc; a menudo conservan sus vitrales, candados y herrajes originales. Igual que sus figuras pintadas, las puertas tuvieron impacto entre críticos y coleccionistas. Una fue incluida en la Colección de Pintura Contemporánea del Patronato Pro Patrimonio Cultural (entregada en comodato al MARTE en 2006 e incluida en esta exhibición), y otra fue incluida en la importante exhibición de arte salvadoreño en el Museo del Barrio en Nueva York en 1998, Dioses, espíritus y leyendas. Adicionalmente, han sido exhibidas en exposiciones individuales fuera de la capital, en Santa Ana y San Miguel. El formato continúa su interés por la verticalidad, y hace referencia, como describe Luz Merino Acosta en la cita del inicio, a una re-significación del sitio arquitectónico doméstico, transportándonos hacia un mundo de costumbrismo, realidades duras del pasado nacional y de fantasía.
Las puertas y sobre ventanas Texturas, disposición de colores, motivos, contrastes de áreas y estructuras añadidas son algunas de las vías para reconvertir las puertas del ámbito doméstico, signos de un espacio históricamente asignado a la mujer, en zona de operación artística… Con esta mirada, Negra Alvarez plantea una redefinición de lo universal desde la cotidianidad… Luz Merino Acosta Comenzando en 1986 hasta finales de la década de los noventa, las puertas y contra ventanas antiguas o descartadas han sido uno de los soportes para que la artista narre sus historias. Hacemos tres agrupaciones: la serie Terremoto, de 1986, precursora de esta idea; la serie de Cuentos de barro de Salarrué, de 1995; y otras puertas con diversos temas.
La serie Terremoto es producto de una conflagración de eventos. Ese año, 1986, la artista decidió cambiar las puertas de su casa; las tenía apartadas para ocuparlas como paneles de madera para pintar, pero todavía no tenía claro qué iba a representar en ellas. La mañana del 10 de octubre se produjo un fuerte terremoto, uno de los más destructivos de la historia de San Salvador, “dejando un paisaje cubierto en láminas,” como dice Negra, en referencia a los refugios temporales para los damnificados. También notó que, en muchas ocasiones, lo único que había quedado en pie de muchas casas eran los marcos con sus puertas. De allí salió la inspiración para la serie. Son entonces puertas y lienzos con collage de láminas de metal, pliegos de plywood y latas aplastadas representando ese paisaje destruido y los damnificados. La serie no fue exhibida en su totalidad hasta su primera retrospectiva en 1990.
La serie Cuentos de barro de Salarrué, de 1995, incluye puertas y sobre ventanas antiguas, en las cuales la artista ha ilustrado escenas de uno de los libros más populares escrito por un salvadoreño. La artista explica su inspiración así: “Encontré que eran frases de una fantasía basada en la dura y triste realidad de la vida del hombre nuestro, dichas de una manera que me impactaron mucho”. Continúa: “Lo releí y lo volví a leer. Ciertas frases quedaron grabadas en mi mente… Sus descripciones se convirtieron en imágenes visuales y sentí la necesidad de pintarlas. Coincidió con mi interés en ese momento en las puertas viejas, testigos mudos de vivencias del pasado, llenas de energía, de secretos, de realidades o falsedades”. La serie completa de Cuentos de barro de Salarrué es integrada por doce puertas y contra ventanas; incluimos siete de ellas: La botija, La honra, La casa embrujada, Noche buena, Esencia de “azar”, El contagio y La repunta. La artista ha seleccionado los cuentos que más la impactaron y las descripciones más visuales de cada uno de ellos, generalmente una escena o situación importante del narrativo. A menudo hace uso de las divisiones o paneles en cada puerta para componer diversos detalles de la historia. A continuación presentamos una selección de los textos de Salarrué: La botija: —Estas cositas son obra denantes, de los agüelos de nosotros. En las aradas se incuentran catizumbadas. También se hallan botijas llenas dioro. (…) y se decidió a buscar botijas. Para ello, se puso a la cola de un arado y empujó. (…) Y así fue como José Pashaca llegó a ser el indio más holgazán y a la vez el más laborioso de todos los del lugar.
La repunta: —Mamá, mamá, el poyo me quitó la tortiya de la mano! (...) Iba, gota a gota, llenando su manita acucharada; cuando le rebalsó, diun manotazo se la metió en la boca. (…) La Santos voltió a ver y siguió su camino. Iba, humilde y shuca en la frescura dorada de la tarde, dejando pintada en el barro la flor de su patita. Noche buena: La tarde herida cayó detrás del cerro, lala azul tronchada y el pico dioro entriabrido. El nido de noche quedó solito, con piojío de estrellas y el huevo brilloso de la luna. Plumas quedaron angeleando, tristosas. (…) Los guarumos, altos y chelosos, se miraban en las escuranas, con aspecto de espíretos de palos. La brisa espesa, tufosita y jelada, hacía nadar las ramas en los claros morados del cielo. (…) La nana se enrolló en el tapado y salió, seguida de los dos cipotes. El contagio: Bajo el limonero, el suelo doraba. Olía a mañana. Daba lástima desarreglar el paisaje enfrutado. Don Nayo y la Cande fueron pepenando, uno a uno, los limones. Más abajo, al haz de un granado estaba el nance. El suelo aparecía cundido. La ladera había llevado rodando los nances hasta bien lejos. Parecía como si a la planta se le hubiera roto el hilo de un inmenso collar. Las puertas también han sido ocupadas por la artista para plantear otros temas, como el paisaje nacional con sus estaciones secas y lluviosas con frutos (tema ocupado en pinturas y esculturas también, por ejemplo, en la comisión del Hotel Real Intercontinental de ocho acrílicos para su restaurante en 1998), como podemos apreciar en La creación; y temas más políticos alusivos a los desaparecidos y los encarcelados, en obras como Rejas.
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Las láminas Yo a todo le doy vueltas. Y todo me dice algo. Negra Alvarez En 2001, la artista realiza una serie titulada Ataduras, compuesta de obras de técnica mixta que ocupan como soporte láminas de acrílico transparente que tratan el tema de los lazos relacionales de la vida, vistos no como limitantes —como sugiere su previa serie de Autorretratos— sino como elementos de pertenencia e identidad. Las imágenes incluyen personajes, paisajes y otros temas recurrentes dentro de su obra. Estas figuras muestran líneas y cruces sobrepuestas, ocupando la línea como símbolo de atadura.
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Lo novedoso está en la técnica, y no por ser obras sobre láminas acrílicas. La idea de la artista fue hacer “una pintura al revés”. En estas obras, las capas se aplican al dorso de la lámina transparente, mostrando la primera capa (el dibujo) como la capa más cercana al espectador. Por ende, esta serie tiene una fuerte tendencia de dibujo, aunque el trazo puede ser con pintura, crayón conté u otros elementos. El dibujo es ocupado como estructura de las formas y de la composición, como podemos apreciar en Ataduras y Niños y café. En 2005, Alvarez produce una serie de pinturas sobre láminas de zinc o metal galvanizado, representando personajes y paisajes. La inspiración viene de un material usual en el paisaje citadino y rural, y la artista las ocupa para develarnos sus calidades estéticas, aprovechando sus ondulaciones, rajaduras y perforaciones. De manera similar a como Negra deja que las piezas de madera le sugieran las formas a pintar, las láminas —todas— están pintadas antes de que ella las intervenga, y deja que esas manchas le dicten la composición.
Inframundo y Paisaje urbano hacen referencia a sitios: uno mitológico, el otro real; ambos contienen una composición demarcada por rectángulos y formas geométricas. Adán y Eva ocupa una composición similar, destacan las perforaciones —para la artista, sugerentes de balazos— y ondulaciones en la lámina. Sobre esta serie, la Dra. Astrid Bahamond comenta: “El objeto encontrado (…) esta vez son las láminas galvanizadas como soporte de la obra bidimensional sobre la que presenta imágenes antropomórficas de tal simplicidad, que resume el dominio de la artista sobre las formas geométricas como estructura de la esencia de las formas”.
Las instalaciones Transformar lo normal y corriente, en algo sagrado, es hacer arte. Negra Alvarez Alvarez es parte del primer grupo de artistas en exhibir instalaciones en El Salvador. En 1982, la directora de la Galería El Laberinto, Janine Janowski, les propuso a sus artistas exhibir con gran libertad lo que quisieran en la primera de varias exposiciones tituladas Vivencias. Negra propuso una instalación que incluyó un óleo representando a una familia, el cual estuvo colgado y protegido por defensas de hierro, dos barriles con agujeros de bala, una naranja y basura sobre el piso, acompañados de un audio compuesto del Cuento de la Cucarachita Mandinga y sonidos de una balacera. Posteriormente exhibió Máscaras, una docena de “pencas” u hojas del árbol de coco colgadas del cielo de la galería, todas pintadas con rostros. Ejemplo de estas primeras instalaciones es Donación, de 1985 – aquí fundida en bronce en 2006. Esta es
parte de un gran número de sacos, bolsas y “tanates” originalmente en resina epóxica pintada que hacen referencia a las pilas de bolsas de basura no recogidas por la administración municipal de ese entonces. Entre el caos y el desperdicio, la artista encontraba inspiración. Veinte años después, estos sacos serían fundidos en bronce. El punto importante de estas esculturas es que siempre han sido exhibidas directamente sobre el suelo en vez de sobre una base, confundiendo su estatus como obra de arte u objeto “real”.
Otras instalaciones hacen uso de morros, frutos, granos de la canasta básica y objetos como muebles, hormas de zapatos, vigas de madera o láminas de zinc. Una de las estrategias ocupada en cada pieza para resaltar y contrastar los frutos y morros incorporados a la madera es recubrirlos en latón de cobre o fundirlos en bronce, dotando a estos símbolos de lo nacional con un estatus sagrado (ej.: Fruto sagrado I y La espera). En algunas de las instalaciones vemos una tendencia hacia lo horizontal como resultado de las vigas en madera ocupadas como bases u horizontes (ej.: La espera
y Canasta básica), en contraste con mucha de su obra. En otras instalaciones ocupa muebles domésticos, como podemos apreciar en Taza de café del barbero y Moyolito y canasta básica; o elementos arquitectónicos como en Fruto sagrado I. Las hormas de zapatos son ocupadas para sugerir la presencia humana. El uso de granos de café, frijol y maíz se ocupan para resaltar como valioso y sublime a estos elementos de importancia nacional, como podemos apreciar en Taza de café del barbero, Moyolito y canasta básica, y Canasta básica: un altar de madera y lámina de metal para venerar a los granos. El punto de estas instalaciones es resaltar objetos reales y cotidianos como parte de la obra en vez de representarlos, fusionando diversos elementos e ideas: vigas y muebles sugieren bases; objetos sugieren esculturas. A pesar de su pobre recepción comercial en el mercado local, la influencia de Alvarez ha tenido un impacto notorio, como comenta Astrid Bahamond: “La recuperación de los objetos como recurso utilizado por la artista ha dejado honda huella en la historia del arte regional”.
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45. Terremoto, 1987 T茅cnica mixta y collage de lata sobre lienzo 100 x 80 cm Colecci贸n de la artista
46. Niños en terremoto, 1986 Técnica mixta y pliegos de plywood sobre puerta de madera 210 x 90 x 4 cm Colección de la artista 47. Puerta a un paisaje, 1987 Técnica mixta, pliegos de plywood y lámina de zinc sobre puerta de madera 210 x 70 x 5.5 cm Colección Patronato Pro Patrimonio Cultural de El Salvador, Museo de Arte de El Salvador 48. La casa embrujada, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta sobre contraventana de madera 132 x 51 x 2.5 cm Colección privada 49. La botija, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta sobre contraventana de madera 131 x 51.5 x 2.5 cm Colección privada 50. La Repunta, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta sobre puerta de madera 206 x 53 x 5.5 cm Colección privada 51. La honra, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta, lata, y hoja de oro sobre piedra, puerta de madera con herrajes 203 x 48 x 5 cm Colección privada
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52. Noche buena, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta sobre puerta de madera con herrajes 184 x 71 x 9 cm Colección privada 53. Esencia de “azar”, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta sobre puerta de madera 173 x 66 x 8 cm Colección privada 54. El contagio, Serie Cuentos de Barro de Salarrué, 1995 Técnica mixta sobre puerta de madera e hilo 178 x 67.5 x 10 cm Colección privada 55. La creación, 1994 Técnica mixta sobre puerta de madera con herrajes 203 x 101 x 9 cm Colección privada 56. Rejas, ca. 1998 Técnica mixta sobre puerta de madera, hierro, vidrio, candado 200 x 62 x 23 cm Colección de la artista
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57. Donación, 1985, 2006 Óleo sobre bronce 36 x 20 x 26 cm Colección de la artista
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58. Ataduras, 2001 Técnica mixta sobre lámina de acrílico 102 x 97 cm Colección privada
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59. Niños y café, 2001 Técnica mixta sobre lámina de acrílico 100 x 105 cm Colección privada
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60. Inframundo, 2005 Acrílico y crayón conté sobre lámina de zinc 59 x 104 cm Colección de la artista
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61. Paisaje urbano, 2005 Acrílico y crayón conté sobre lámina de zinc 93 x 88 cm Colección privada
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62. Adán y Eva, 2005 Acrílico y crayón conté sobre lámina de zinc 156 x 90 x 8.5 cm Colección privada
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63. Fruto sagrado I, 1993 Morro recubierto en lat贸n, base de columna, madera 105 x 24 x 24 cm Colecci贸n de la artista
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64. Moyolito y canasta básica, ca. 2000 Silla, hormas de zapato, canasto, morro, tela, granos de café 83 x 38 x 56 cm Colección de la artista
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65. Taza de café del barbero, 1998 Silla, cerámica, granos de café y hormas de zapato 120 x 63 x 110 cm Colección de la artista
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66. La espera, 2003 Madera, bronce, clavos de hierro 47 x 130 x 35 cm Colecci贸n de la artista
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67. Canasta básica, 2005 Madera, lámina de zinc, clavos de hierro, morro, maíz, frijol, café e imagen de la Virgen 151 x 130 x 25 cm Colección privada
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ESCULTURAS: 81 DE PROTESTAS DE LA TIERRA
ESCULTURAS: DE PROTESTAS DE LA TIERRA Mi obra es un constante tributo a Dios y a la naturaleza… Soy portadora de un grito de protesta de los desechos de madera que el hombre va dejando en su camino de depredación y destrucción. Negra Alvarez
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sta sección incluye once esculturas en madera y bronce. Muchas de ellas incorporan objetos adicionales como piedras y morros recubiertos en metales preciosos, clavos, pintura y textos. En su mayoría, tratan temas universales y locales sobre la naturaleza: el paisaje, la depredación del medio ambiente, y cuentos y mitos asociados con la tierra. Algunos sugieren opiniones más políticas sobre eventos históricos. También incluimos dos pinturas en acrílico de la serie Café, que acompañan a la escultura que otorga el título de esta sección Protesta de la tierra.
Madera, óleo, piedras y morros La forma tiene una connotación anatómico-figurativa en su mayoría, pero en su esencia es una forma abstracta que expresa un concepto. (…) Este lenguaje en el trabajo de Negra Alvarez está ligado, de una u otra manera, a una posición existencial autobiográfica, tanto individual como colectiva. (…) está abierta a expresarse en un lenguaje universal. Bélgica Rodríguez Si bien Negra incursionó en la rama de la escultura desde sus inicios, ésta generalmente se limita a cerámicas en formatos pequeños y a bajo relieves de repujado en cobre. Previo a las esculturas pintadas de figuras incluidas en la segunda parte de este catálogo, Alvarez comenzó a exhibir desde 1987 esculturas abstractas en madera que a menudo incluían elementos empotrados como morros (Fruto sagrado II, Árbol de Xibalbá), piedras de río y clavos, estos generalmente cubiertos en hoja
de oro o plata, o en latón de cobre (Equilibrio, Dualidad), además de pintura para resaltar las superficies y texturas (Ola, Homenaje a los caídos, Protesta de la tierra III ). Como describimos antes, estas obras le otorgaron la apertura a exposiciones internacionales. Para 1990, Alvarez es considerada parte de la vanguardia en escultura a nivel hemisférico. Para 2001, aparece incluida en los “Nueve del siglo” dentro del libro Escultura en El Salvador, de la Dra. Astrid Bahamond, un debido reconocimiento a su trayectoria y al impacto que su obra ha tenido en el medio. En 2006, el Liceo Francés la homenajeó con el Salón de Escultura. A pesar de estos reconocimientos, hubo críticas de parte de algunos escultores nacionales, quienes no consideraban su obra escultura propia, debido a que esta no era tallada, como tradicionalmente se acostumbraba. Al carecer a veces de volumen tradicional, sus obras fueron tildadas como “relieves” o “esculto-pinturas”. En verdad, la artista va más allá de no tallar: ocupa fabricadores para recubrir morros en cobre, para fundir sus bronces; aserraderos para cortar los descostillos; y ayudantes para lijar y preparar las superficies. La artista ocupa la sierra eléctrica, aplica pintura y encera sus obras. Más importante que estos detalles técnicos, toma todas las decisiones de cómo presentar la forma, basada en lo que el material le sugiere previo a su tratamiento. Propone una práctica artística dentro de la escultura que rompe con usanzas nacionales previas. Los temas de estas esculturas son ambientales. Es importante enfatizar que todos los materiales naturales que ocupa son de descarte. Convierte a los desechos en obras de arte, elevando lo mundano a lo sagrado. Las piezas siguen siendo simbólicas: troncos se convierten en olas, raíces se vuelven protestas, piedras se transforman en tesoros. Formalmente, la artista enfatiza el contraste de
materiales en madera y metal, de texturas lisas y ásperas, de colores cálidos y fríos, y de formas y volúmenes orgánicos y rectilíneos. Algunas esculturas hacen uso de tubos metálicos que separan la forma tallada de la viga de madera que ocupan como soporte o base, dándoles un toque minimalista e instalativo. En Homenaje a los caídos, la artista ocupa un texto para reflexionar sobre los muertos del conflicto armado, el cual incluye a los difuntos de los diversos sectores implicados (población, gobierno y guerrilla): “A los que amanecieron sin pensar que nunca iba a anochecer; a los que temieron, sin pensar que su temor tenía una razón real de ser; a los que decidieron caer, porque esa era su única razón de existir”. Volvería a ocupar textos en sus series fotográficas casi veinte años después.
Serie del Café y Protesta de la tierra, 1996-1998 Encuentro de Negra Alvarez con el café se presentó en el Centro Cultura de España en 1998. Incluyó pintura, escultura e instalaciones sobre este importante tema para la identidad y economía nacional. Alvarez retornó a la pintura sobre lienzo después de diez años de pintar sobre madera y objetos. Las imágenes de estas pinturas incluyen escenas de beneficios de café (Cosecha de café), paisajes y raíces de cafetales, así como personajes y granos de café en composiciones originales
(Grano de café). Son representaciones que difieren de la manera que el tema se ha representado en el arte nacional: cortadoras y trabajadores de café. Los lienzos fueron exhibidos junto a instalaciones como Taza de café del barbero, plantas y granos de café que aportaron su aroma al sitio de exhibición, y altares con velas para darle al tema una connotación de sagrado. Adicionalmente, exhibió Protesta de la tierra, diez raíces centenarias de árboles de café, pintadas al óleo, con hojas secas sobre el piso y una vela dentro de un morro bajo cada una.
Bronces Algunos de los objetos o esculturas de Alvarez han sido fundidos en bronce años después de ser realizados. El juego ha sido mantener el referente al objeto del mundo real —y así el tema de la obra— pero cambiar el material para resaltar sus cualidades estéticas, elevarlo de lo mundano a lo sagrado. Maderas ocupadas en la década de los noventa, como Tan cerca y tan lejos y Maternidad ancestral, fueron fundidas en bronce en el taller de fundición del escultor Leonidas Ostorga. Esta última fue donada al MARTE en 2006, donde se exhibe a la entrada del edificio. Las bolsas de 1985, originalmente en resina epóxica, fueron fundidas en bronce en el taller del escultor Guillermo Perdomo, como podemos ver en Donación, Tanate I y II. Algunos frutos y morros también han sido fundidos en bronce para uso en esculturas e instalaciones (La espera).
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68. Ola, ca. 1989 Óleo sobre madera de volador 54 x 60 x 40 cm Colección privada
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69. Homenaje a los caídos, 1989 Óleo sobre madera de cedro, tubos de cobre, base de cedro 112 x 54 x 37 cm Colección Pinacoteca Roque Dalton, Universidad de El Salvador
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70. Fruto sagrado II, 1988 Óleo sobre madera de cedro, morro y tubos en latón, hojas 115 x 68 x 56 cm Colección de la artista
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71. Árbol de Xibalbá, 1995 Óleo sobre madera de madre cacao y morro en cobre 240 x 37 x 35 cm Colección de la artista
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72. Equilibrio, ca. 2002 Óleo sobre madera y hoja de oro sobre piedra 272 x 44 x 18 cm Colección de la artista
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73. Dualidad, 2012 Tinte de madera sobre volador, hoja de oro sobre piedra de r铆o 163 x 45 x 35 cm, 161 x 42 x 38 cm Colecci贸n de la artista
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74. Grano de café, Serie del Café, 1997 Acrílico sobre lienzo 100 x 80 cm Colección privada
91
75. Cosecha de café, Serie del Café, 1997 Acrílico sobre lienzo 120 x 100 cm Colección privada
92
76. Protesta de la tierra III, 1997 Óleo sobre raíz de árbol de café centenaria 160 x 50 x 35 cm Colección privada
93
77. Maternidad ancestral, ca. 1993 Bronce 145 x 23 x 25 cm Donaci贸n de la artista, Museo de Arte de El Salvador
94
78. Tan cerca y tan lejos, ca. 2004 Bronce 93 x 12 x 10 cm, 152 x 12 x 10 cm Colecci贸n privada
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79. Tanate I, ca. 2006 Óleo sobre bronce 36 x 40 x 30 cm Colección de la artista
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80. Tanate II, ca. 2006 P谩tina en bronce 48 x 38 x 30 cm Colecci贸n de la artista
FOTOGRAFÍAS Y REFLEXIONES: DE INTROSPECCIÓN
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FOTOGRAFÍAS Y REFLEXIONES: DE INTROSPECCIÓN
L
a obra más reciente de la artista (2008 al presente) transcurre durante una etapa reflexiva en la vida de la creadora; por ende, es más biográfica. Por circunstancias y eventos familiares, la artista se encara a desafíos para poder hacer su obra. Son momentos caracterizados por viajes internacionales, reducción de tiempo hábil para trabajar y fuertes emociones encontradas. Incluimos dos series de fotografía digital intervenida y un libro de artista con dibujo, collage y texto.
Serie Láminas NG—¿Cómo ve la tendencia de las artes visuales?
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NA—Confunde un poco, porque ahorita la pintura y la escultura tradicional quedan relegadas. No podemos quedarnos atrás, si estamos viviendo en un mundo globalizado donde estamos trabajando el arte digital. Al seguir pensando que el arte va a ser solo pintura o escultura tradicional, ahí sí nos estancaríamos. (Fragmento de entrevista a Negra Alvarez por Nátali González) Ante la situación que se presentaba, una de sus decisiones fue minimizar las complicaciones para hacer su trabajo. Las láminas que venía produciendo tuvieron poco impacto comercial, tomaban bastante espacio de bodega, y los materiales se estaban deteriorando, alterando su calidad. Decidió entonces continuar el tema de láminas pero en formato fotográfico, logrando llevar con ella las fotos de lugar en lugar y dibujar sobre estas al encontrar tiempo libre. El resultado es Láminas, una serie de diez carpetas con diversos temas: Alas, Ataduras, Diáspora, El fruto, Elementos esenciales, Hoy seré feliz, La familia, La semilla,
Láminas y Los niños. Cada carpeta contiene de tres a cuatro fotografías de detalles de láminas de zinc, las cuales son intervenidas con dibujos de personajes y frutos, o con un texto sobrepuesto con reflexiones alusivas al tema. De la misma manera que la artista ha ocupado fabricadores para sus esculturas, contrató a Adriana Martínez, su sobrina, para colaborar con la serie y tomar las fotografías. Los textos nos presentan reflexiones conceptuales sobre el diario vivir y temas que la artista viene proponiendo a lo largo de su carrera. La intervención sobre las fotografías es en lápiz, lápiz graso y acuarela. El dibujo se asemeja a las imágenes sobre las láminas de zinc de 2005. Láminas se exhibió en la Galería La Pinacoteca, el Museo Forma y La Ventana.
Serie Yo y mi sombra Esta idea surge porque me di cuenta de que en mis viajes, paseos y reuniones familiares tomaba fotos de todos, pero nunca aparecía yo. Entonces fue que empecé a tomar imágenes de mi sombra para hacer notar mi presencia, y me di cuenta de que eso tenía un valor plástico y un gran valor de expresión. Negra Alvarez
La serie Yo y mi sombra de 2010 está compuesta por diversas fotografías digitales intervenidas con dibujo en tinta y lápiz, texto, hilo bordado y hojas. Como sugiere el título, son fotos de su sombra, dejándonos con autorretratos indirectos de la artista en silueta. Las sombras aparecen con líneas dibujadas y bordadas, reflejando las ataduras o la identificación de series previas. Las imágenes demuestran su vista hacia el suelo, la búsqueda continua de materiales para su obra, logrando una composición coherente entre los materiales “reales” encontrados en el suelo (espacio real) y la silueta bidimensional de su sombra (espacio de representación).
El tema de la sombra como autorretrato, hasta donde podemos constatar en la historia del arte nacional, no ha sido presentado anteriormente. La serie refleja una nueva estrategia para construir imágenes, y denota sitios o situaciones de ocio como la playa y el lago, y viajes internacionales.
Lo que significas para mí… El libro de artista Lo que significas para mí… incorpora textos de reflexión, collages con fotografías digitales intervenidas de las series Láminas y Yo y mi sombra, así como dibujo, notablemente una línea continua de horizonte que une todas las páginas de la obra. Desde mediados de la década de los ochenta, la artista escribe en diarios, haciendo autocrítica, reflexionando sobre momentos fuertes, buenos y malos, analizando su vida y obra. Según la artista, comenzó el libro precisamente en uno de esos momentos fuertes, en el que “reflexionaba sobre la fragilidad del ser humano, y realizaba que la vida no es eterna”. Por primera vez, expresa en su obra lo importante que ha sido su relación con su esposo y lo que significa en su vida. Previamente, las relaciones familiares reflejadas eran primordialmente sus hijos. Trabajó el libro durante varios años, y no pensaba compartirlo con el público ni con su mismo esposo; después de todo, es un diario de reflexiones íntimas y privadas. Eventualmente, se lo obsequió para un día de los enamorados, y se exhibe para la contemplación del público.
CONCLUSIÓN Negra Alvarez es un caso insólito en la escultura nacional. Atrevida, suave y sensible, muestra en su arte una capacidad de creación que la convierte en una artista capaz de dominar, con acierto y fuerza, las formas de la naturaleza y de la fantasía… sin límites. Luis Salazar Retana
E
sta retrospectiva de Negra Alvarez deja constancia de una obra que, a lo largo de los años, ha insistido en hacernos reflexionar sobre la fecundidad y el entorno natural, ocupando elementos locales para lograr una obra universal. También deslumbra una carrera de largos reconocimientos de críticos, escritores, museos y otras instituciones, tanto nacionales como internacionales, que demuestran el impacto de su obra dentro y fuera de nuestras fronteras. Finalmente, demuestra una perseverante imaginación irreverente para sorprender al público, haciendo constantemente rupturas en un medio que usualmente ha valorado lo tradicional. Jorge Palomo
Curador
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81. Elementos esenciales, Serie Láminas, 2008 Técnica mixta sobre fotografía digital 44 x 30 cm Colección de la artista
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82. Elementos esenciales I, Serie Láminas, 2008 Técnica mixta sobre fotografía digital 30 x 44 cm Colección de la artista
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83. Elementos esenciales II, Serie Láminas, 2008 Técnica mixta sobre fotografía digital 30 x 44 cm Colección de la artista
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84. Elementos esenciales III, Serie Láminas, 2008 Técnica mixta sobre fotografía digital 44 x 30 cm Colección de la artista
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85. Yo y mi sombra I, 2010 Técnica mixta sobre fotografía digital 25.5 x 20 cm Colección de la artista
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86. Yo y mi sombra II, 2010 Técnica mixta sobre fotografía digital 25.5 x 20 cm Colección de la artista
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87. Yo y mi sombra III, 2010 Técnica mixta sobre fotografía digital 20 x 25.5 cm Colección de la artista
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88. Yo y mi sombra IV, 2010 Técnica mixta sobre fotografía digital 25.5 x 20 cm Colección de la artista
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89. Lo que significas para mí…, 2008-2011 Tinta y collage sobre papel 17 x 12 x 2.5 cm (cerrado), 17 x 310.5 cm (extendido), 27 páginas, doblaje de acordeón Colección Dr. Guillermo Martínez
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cronologĂa
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1948
Elena Margarita “Negra” Alvarez nace en Santa Ana el 23 de abril.
1964
Recibe clases de pintura con Luz Salgado en Santa Ana.
1965
Se gradúa de Bachiller en Ciencias y Letras del Colegio La Asunción de Santa Ana.
1966
Aprende la técnica de repujado en metal y cerámica en la Alianza Francesa. Viaja a Canadá para estudiar inglés.
1967
Regresa a El Salvador. Viaja a Bélgica a estudiar bellas artes por un año en la Academia de Bellas Artes de Lovaina.
1968
Buscando enseñanzas más contemporáneas, estudia un año de artes plásticas y técnicas de superficies en el Instituto Saint Luc, en Bruselas, Bélgica.
1969
Retorna a la Academia de Bellas Artes de Lovaina, por un año adicional.
1970
Regresa a El Salvador. Imparte clases de repujado en metal y toma clases de pintura con el maestro español Jesús Falcón en el Centro Nacional de Artes (CENAR) hasta 1972.
1972
Diseña y fabrica máscaras y utilería en cobre repujado para la obra teatral Todos los gatos son pardos, de Carlos Fuentes, dirigida por Roberto Salomón. Esta obra fue seleccionada para el Festival Latino de San Francisco, California.
1973
Contrae matrimonio con el Dr. Guillermo Martínez Medina. Emigra con su esposo a los Estados Unidos. Toma clases de cerámica en la Universidad Internacional de Florida.
1974
En agosto, regresa a El Salvador. Nace su hija Claudia.
1975
En El Salvador, nace su hijo Guillermo.
1976 Dirige y ejecuta los trabajos de pátina y repujado en cobre para la remodelación del Teatro Nacional de San Salvador.
1977
Pro Rehabilitación Integral (ACOGIPRI), en el Centro Cultural Salvadoreño. El 11 de diciembre celebra —junto con María Kahn y Hugo Martínez Acuña— la exposición Tres pintores, en la Galería El Laberinto. Continúa impartiendo clases de técnicas de arte en la universidad.
Continúa con los trabajos de remodelación del Teatro Nacional de San Salvador. Participa en su primera exhibición colectiva: Valores femeninos en la pintura, en el Banco Central de Reserva. Nace su hijo Rodrigo.
1978 Continúa con los trabajos de remodelación del Teatro Nacional de San Salvador. Toma clases de dibujo de la figura humana con Benjamín Saúl, escultor español que radicó y produjo obra en El Salvador. 1979
Continúa las clases con Benjamín Saúl. Tres obras suyas son seleccionadas para la I Bienal de Artes Plásticas celebrada en el Teatro Nacional de Santa Ana, entre el 3 y el 18 de diciembre.
1980
Fallece Benjamín Saúl. Toma clases de pintura con Carlos Cañas. Imparte clases de técnicas de arte en la Escuela de Artes Aplicadas “Carlos Alberto Imery”, de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”. Del 1 al 12 de febrero, es incluida en la Primera Exposición Internacional de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Ciudad de Guatemala. Es seleccionada para participar en la subasta de arte Juannio, en Ciudad de Guatemala. En diciembre, su obra es incluida en la Exposición de inauguración de la Galería Araujo.
1981
El 14 de octubre celebra su primera exposición individual: Negra Alvarez (técnica mixta) en la Galería El Laberinto. Participa en la Primera Exposición Itinerante “Jóvenes valores de la plástica salvadoreña”, la cual es exhibida en todos los países centroamericanos. Del 30 de octubre al 30 de noviembre, participa en la Primera Bienal de Pintura Centroamericana celebrada en San Pedro Sula, Honduras. Es seleccionada para participar en la subasta de arte Juannio, en Ciudad de Guatemala. Es incluida en la Exposición de Arte del III Congreso de Pediatría en el Hotel Presidente. El 15 de octubre, es incluida en la Exposición
1982
El 20 de octubre celebra la exposición individual Pinturas de Negra Alvarez, en la Galería El Laberinto. Se publica un artículo de prensa sobre la exposición en Diario El Mundo. Participa en la Subasta de Arte del Patronato Pro Cultura en el Hotel Sheraton. El 30 de abril es incluida en la VIII Exposición de Pintura del Círculo Deportivo Internacional (CDI). El 2 de junio es incluida en Vivencias I, de la Galería El Laberinto, en la cual exhibe una instalación. Participa en la X Feria Internacional de El Salvador, en el Pabellón de Cultura. Es incluida en La mujer salvadoreña en el quehacer artístico, del Museo Nacional de Antropología “Dr. David J. Guzmán”. El 17 de noviembre participa en una exposición colectiva en la Galería El Laberinto. Entre el 12 y 21 de noviembre es incluida en la Exposición de Pintura Latinoamericana, en el Salón Internacional del Hotel Presidente. Continúa impartiendo clases de técnicas de arte en la universidad.
115
nuestros pintores” por David Escolar Galindo en La Prensa Gráfica. Continúa impartiendo clases de técnicas de arte en la universidad. El 5 de noviembre es elegida miembro fundadora de la Reunión Legal de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”.
1983
116
El 17 de febrero celebra la exposición individual Evolución en la obra de Negra Alvarez, en el Hotel Presidente, dentro del contexto del II Congreso Nacional de Mujeres Médicas. El 28 de noviembre, participa en la Exposición Nacional de Pintura para Seleccionar Participación de El Salvador en el “Premio Cristóbal Colón de Pintura 1983” de la Alcaldía de San Salvador, en el Teatro Nacional de San Salvador. Es una entre tres artistas seleccionados, junto con Raúl Elas Reyes y Rodolfo Molina. Es incluida en El paisaje, de la Galería El Laberinto. En abril es incluida en la IX Exposición de Pintura del CDI. El 28 de septiembre participa en Vivencias II, titulada “Guilindujes”, en la Galería El Laberinto. Entre el 19 y el 29 de octubre, participa en La fruta en la pintura en La Bottega, en el Centro Comercial San Benito. El 7 de noviembre, participa en la exposición 10 artistas, en la Galería El Laberinto. Participa en la Exposición de Pintura Salvadoreña, en la Residencia Presidencial. Participa en la I Bienal de Pintura de la Galería 1-2-3. Del 13 al 31 de diciembre es incluida entre 14 artistas en Los pintores y su obra, de la Galería 1-2-3. Sobre esta muestra, se publica el artículo “La obra en marcha de
1984
El 15 de mayo, participa en la exposición Premio Cristóbal Colón de Pintura en el Centro Cultural Conde Duque, del Ayuntamiento de Madrid, España (obra: Génesis), evento patrocinado por la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas. Es incluida en Arte Contemporáneo de El Salvador de The Braam Gallery, en Lennoxville, Canadá. El 15 de agosto es incluida en una exposición colectiva en la Galería El Laberinto. Es nombrada Subdirectora de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”, donde continúa impartiendo clases de técnicas de arte hasta el final de este año.
1985
El 6 de febrero celebra la exposición individual Óleos de Negra Alvarez, en la Galería El Laberinto. Entre el 7 y el 31 de mayo participa en Arte Contemporáneo de El Salvador, en el Museo de Arte de las Américas de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, D. C. Se publican diversos artículos de prensa en El Salvador y los Estados Unidos, entre ellos, uno en la revista Aboard In Flight por Janine Janowski. En noviembre, representa al país en la XVIII Bienal de Sao Paulo, Brasil, y también es incluida en la VII Bienal Internacional de Arte en Valparaíso, Chile. En San Salvador, el 25 de abril, es incluida en una exposición colectiva de la Galería Centro de Artes. El 17 de mayo, es incluida en Vivencias III “Máscaras” en la Galería El Laberinto. Del 7 al 19 de noviembre es incluida en Imagen de la pintura salvadoreña en el exterior en la Sala de Exposiciones de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador,
en celebración del 70o aniversario de esa entidad. El 4 de diciembre participa en una exposición colectiva de 18 artistas en la Galería El Laberinto. El 12 de diciembre participa como artista invitada a la II Exhibición Bienal de Obra Inédita de Artistas Nacionales de la Galería 1-23. Participa en una exposición colectiva en la Galería El Ático. Es incluida en la Exposición de Pintura Salvadoreña de la Primera Feria del Hogar, Pabellón de Arte.
en las artes plásticas en la Sala Nacional de Exposiciones, organizada por el Ministerio de Cultura y Comunicaciones. Participa en la III Bienal de Obra Inédita de Artistas Nacionales de la Galería 1-2-3.
1988
1986
Del 20 de agosto al 5 de septiembre celebra la exposición individual Obras al óleo en la Galería El Laberinto. En febrero, es incluida en la subasta Salvemos El Tazumal, de la Galería El Laberinto y el Patronato Pro-Patrimonio Cultural. El 11 de febrero es incluida en la II Exposición Anual “Miniaturas” de la Galería El Ático. Es incluida en I Noche Internacional de Arte de la American Women’s Association (AWA). Es incluida en Vivencias IV, titulada “La firma”, de la Galería El Laberinto. Se publica el libro La pintura en El Salvador de Ricardo Lindo, en el cual es incluida.
1987
Es incluida en Paisajes bordados de la Galería El Laberinto. El 30 de julio se publica una entrevista con la artista en el Suplemento Femenino de La Prensa Gráfica. Del 20 de agosto al 12 de septiembre es incluida en La mujer salvadoreña
El 6 de mayo celebra la exposición individual Gestación de frutos. Óleos y esculturas de Negra Alvarez, en la Galería 1-2-3. Es incluida en la VI Bienal Iberoamericana de Arte celebrada en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México. Del 27 al 30 de abril, es incluida en la III Exposición Internacional de Arte en “Homenaje a Banjamín Saúl” de la AWA en el Centro Cultural El Salvador. Del 12 al 22 de julio es incluida en La mujer en la pintura contemporánea, de la Asociación Salvadoreña de Industriales. Sobre esta muestra, se publica un artículo de prensa en la revista Industria. El 16 de noviembre es incluida en 100 años de pintura en El Salvador, parte del VII Festival de Arte del Ministerio de Cultura y Comunicaciones en la Sala Nacional de Exposiciones (obra: Gestación de frutas). Dona la obra Gestación de frutas a la Colección Nacional de Pintura. Participa en la Exposición de pintura femenina de la Universidad Tecnológica. Es incluida en una exposición colectiva en la Casa de la Cultura de Ahuachapán. Participa en Las artes plásticas contemporáneas de El Salvador en
117
el Centro Cultural Salvadoreño. Es incluida en la Exposición-subasta a beneficio de la Teletón 20-30, de la Galería El Laberinto. Trabaja en la utilería del Popol-Vuh, obra dirigida por Mario Peña, presentada del 8 al 31 de enero en el Teatro Nacional de San Salvador. 1989
118
El 20 de abril celebra la exposición individual El grito de la naturaleza (dibujo y escultura), Negra Alvarez, en la Galería 1-2-3, acompañada por un texto de Ricardo Lindo titulado “Drama de la madera”. En noviembre, representa al país nuevamente en la IX Bienal Internacional de Arte de Valparaíso, Chile. Del 17 al 20 de mayo es incluida en la IV Exposición Internacional de Arte “Homenaje a Benjamín Cañas” de la AWA en el Hotel Sheraton. El 30 de junio es incluida en la IV Bienal de Artes Plásticas en Homenaje a Roberto Galicia, de la Galería 1-2-3. Del 19 de julio al 9 de agosto participa en la III Exposición de Plástica Nacional en el Teatro Nacional de Santa Ana. En septiembre es incluida en La mujer plasmada en las artes plásticas del “III Encuentro de Primeras Damas de Centro América” en el museo del Patronato Pro-Patrimonio Cultural de El Salvador. Del 14 al 30 de septiembre es incluida en la Exposición de escultura salvadoreña en la plaza del Monumento a La Revolución, de la Galería Zimmer y el Hotel Presidente. El 27 de septiembre participa con Licry Bicard y Carmen Elena Trigueros en Diálogo con Frida Fridita Kahlo, en la Galera de Arte Imagineros. Participa en una exposición colectiva del Club de Mujeres de Negocios y Profesionales en el Centro Cultural Salvadoreño. Es incluida en las Artes plásticas contemporáneas de El Salvador de la Alianza Francesa. Es incluida en Acuarelas en la Sala Nacional de Exposiciones. Es incluida en una exposición colectiva en la Galería 91.
1990
Del 6 de marzo al 6 de abril, celebra la exposición individual Negra Alvarez. Diez años de trabajo 1980-1990, en la Sala Nacional de Exposiciones (catálogo).
Del 28 de noviembre al 10 de diciembre celebra la Exposición de Negra Alvarez y Antonio García Ponce, en la Galería Espacio, acompañada por un texto de la crítica de arte venezolana, Dra. Bélgica Rodríguez, titulado “Insinuaciones y embrujo de la madera”. El 11 de enero inaugura la Exposición de tres artistas salvadoreñas (Negra Alvarez, Licry Bicard y Nicole Schwartz) en la Galería El Túnel, en Guatemala. Se publican artículos de prensa en Guatemala y El Salvador, incluyendo una crítica positiva de María del Carmen de Farrington en el periódico Usted, de Guatemala. Del 7 de junio al 8 de septiembre, es incluida en la muestra Escultura de las Américas hacia los noventas en el Museo de Arte de las Américas de la OEA, Washington, D. C. Se publica un artículo sobre la exposición en Diario El Mundo. Del 9 al 16 de febrero es incluida en el Certamen Nacional Calificatorio de Pintura, de Texaco, en el Centro Cultural Salvadoreño. El 6 de mayo se publica “La maternidad se expresa entre líneas, color y formas”, por Yolanda Menjívar en El Diario de Hoy. En agosto, es incluida en la II Muestra
de Pintura y Escultura Latinoamericano de la Galería Espacio. El 6 de noviembre es incluida en la Exposición “Homenaje a Julia Díaz”, de la Asociación de El Divino Salvador, en el Hotel El Salvador. 1991
Del 30 de enero al 17 de febrero, celebra una exposición individual de escultura en la galería del Patronato de Bellas Artes, Guatemala. Recibe amplia cobertura de prensa en Guatemala y El Salvador. El 25 de enero se publica “La verdadera realidad, presentada en madera” en la revista Crónica, de Guatemala. Del 11 al 23 de diciembre celebra una segunda exposición individual en la Galería Espacio, acompañada por un texto de Luis Salazar Retana. Sobre esta muestra, el 10 de diciembre se publica “Los tótems vivientes de Negra Alvarez” por Carlos Balaguer en El Diario de Hoy. Del 31 de julio al 30 de agosto celebra Tres artistas de El Salvador (Licry Bicard, Mauricio Linares y Negra Alvarez) en el Museo de Arte de las Américas de la OEA, Washington, D. C.; texto por Bélgica Rodríguez. El 9 de octubre la obra escultórica Mujer se añade a la colección permanente del Museo de Arte de las Américas de la OEA. Es entrevistada en La Voz de América. Participa en Bijoux Arte Internacional en Caracas, Venezuela y en el II Encuentro de Intelectuales de Chiapas y Centroamérica en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. En enero se publica “La galería de nuestros artistas. Negra Alvarez”, en la revista Izalco News. Del 25 de abril al 2 de mayo es incluida en la VI Exposición Internacional de Arte en “Homenaje a Valero Lecha” de la AWA en el Hotel Sheraton. En julio se publica “Negra Alvarez. En el tiempo y el espacio: una revelación…”, por Marta Castro, en la primera edición de la revista Época. El 18 de julio se publica “Santanecos destacados: Margarita Alvarez”, en El Diario de Hoy. El 20 de julio es incluida en la V Exhibición
Bienal de Obra Inédita de Artistas Nacionales e Internacionales en Homenaje a Roberto Huezo, en la Galería 1-2-3. En noviembre expone en el Pabellón Cultural de la IV Feria del Hogar. Se publica “La escultura de Negra Alvarez” en la Revista del Pensamiento Centroamericano, en Costa Rica. Expone la instalación Centro América en la X Cumbre Centroamericana. Diseña la escenografía de la obra teatral Los hombres del Chamelecón de Salarrué, dirigida por Fernando Umaña y presentada en el Teatro Nacional de San Salvador.
119
1992
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En noviembre celebra una exposición individual en la Galería Espacio. Del 15 de octubre al 5 de noviembre es incluida en Five Women… Five Visions… en Marta Morante Gallery, Nueva York. La obra Encuentro de Negra Alvarez con la obra de Frida Kahlo es adquirida por el Museo José Luis Cuevas de México, la cual se exhibe en la entrada del museo desde su inauguración este año. Entre el 9 y 11 de marzo participa en Arte Subasta Rotaria en Homenaje Póstumo a Mario Escobar, de las Damas Rotarias de Santa Tecla, en el Hotel El Salvador. Del 30 de septiembre al 30 de octubre es incluida en la IV Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. Del 8 al 17 de octubre es incluida en la Segunda Colectiva de Pintura Salvadoreña de la Galería Espacio. Es incluida en el libro Magia y realismo. Arte contemporáneo centroamericano, de Juan Carlos Flores Zúñiga, que incluye el texto “El arte salvadoreño en la década de los ochenta”, así como un texto separado sobre la artista escritos por Luis Salazar Retana. En septiembre, diseña la escenografía de la obra teatral Tierra de cenizas y esperanza dirigida por Roberto Salomón, presentada en el Teatro Nacional de San Salvador y en el Festival Iberoamericano de Cádiz, España. Por su contribución artística, es distinguida con la condecoración de la Orden de las Artes y Letras en el grado de Caballero por el Gobierno de Francia
1993
Del 11 al 24 de noviembre celebra una exposición individual en la Galería Espacio. El 29 de enero es incluida en New Visions of El Salvador celebrada por The Americas Collection y The Salvadoran American Foundation en el Hotel Colonnade de Coral Gables, Florida, así como en la galería de Fisher Island en Miami. Participa en Art Miami ’93 bajo el auspicio de la Galería Espacio. El 25 de marzo se publica un reportaje sobre su vida y obra en el suplemento Ella, de La Prensa Gráfica. El 28 de mayo, su obra ilustra la portada del suplemento Imagen, de Diario El Mundo, incluye el artículo “Negra
Alvarez: artista de la esculto-pintura”. El 18 de septiembre se publica “Negra Alvarez y Toño Salazar en el Museo José Luis Cuevas” por el maestro Camilo Minero en el suplemento Tres Mil, de Diario Co Latino. En septiembre participa en la Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. Dicha exposición recibe crítica positiva por Claudia Rousseau en la revista estadounidense Latin American Art. El 14 de diciembre se publica “Negra Alvarez. Sensibilidad artística” en Diario La Noticia. 1994
Publica un libro sobre su obra titulado Negra Alvarez y el espíritu de la materia (editora: Aída Flores de Escalante), con textos escritos por Mario Vargas Llosa, David Escobar Galindo, Ricardo Lindo, Bélgica Rodríguez, Luis Salazar Retana, Claudia Rousseau, Luz Merino Acosta, Juan Acha y la artista. El 18 de diciembre se publican dos páginas sobre su nuevo libro por Ricardo Chacón en la sección ECO/Espectáculos, de La Prensa Gráfica. En enero participa en Art Miami bajo el auspicio de la Galería Espacio. El 9 de julio inaugura Cuatro visiones de artistas de El Salvador (Negra Alvarez, Licry Bicard, Roberto Galicia y Mauricio Linares) en la Galería Portales, Tegucigalpa. El 12 de noviembre participa en la II Bienal de Pintura del Caribe y Centroamérica en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo, República Dominicana. Es incluida en la Exposición de pintura y escultura latinoamericana en La Haya, Países Bajos. Es incluida en una exposición en la Galería Plástica Contemporánea, en Guatemala. Es incluida en la Exposición Latinoamericana de la Galería Valanti en San José, Costa Rica. El 28 de agosto se publica “Negra Alvarez. Creación sin barreras” en la Revista Dominical de La Prensa Gráfica. En septiembre en incluida en la Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería
Espacio. Sobre esta exposición, el 9 de octubre se publica “Muestra de pintura y escultura centroamericana” por Claudia Rousseau en El Diario de Hoy. En septiembre se publica “La galería de nuestros artistas. Negra Alvarez” en la revista Izalco News, de Miami. Diseña la escenografía de la obra teatral Orinoco de Roberto Salomón, presentada en la Fundación María Escalón de Núñez. Es elegida como Vicepresidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de El Salvador (ADAPES).
121 1995
Celebra la primera de dos exposiciones individuales: Encuentro de Negra Alvarez con la obra “Cuentos de barro” de Salarrué, en la Fundación María Escalón de Núñez. Del 12 al 29 de diciembre celebra una segunda exposición individual en la Galería Espacio. Sobre esta muestra se publica un artículo de prensa en El Diario de Hoy. Del 5 al 13 de mayo su obra es incluida en la Semana de la Cultura Centroamericana celebrada en el Museo Botanique de Bruselas, Bélgica, patrocinada por la Comisión Europea y la Editorial Universitaria Centroamérica; Negra también participa en la mesa redonda “Mujer y cultura en Centro América”. Sobre esta exposición, el 26 de mayo se publica el artículo “Arte Centroamericano
en Bruselas” en el suplemento de cultura y entretenimiento “Cacao”, del periódico Primera Plana. Del 16 al 26 de julio la artista es reconocida con la IX Exposición Nacional de Artes Plásticas en Homenaje a Negra Alvarez en el Teatro Nacional de Santa Ana. Su obra Puerta a un paisaje es incluida en la Colección de Pintura Contemporánea del Patronato Pro Patrimonio Cultural, por los curadores Salvador Choussy y Luis Salazar Retana. Esta colección se publica en el libro Colección de pintura contemporánea de El Salvador,
santanecas enaltecen al país. Negra Alvarez”, en el Suplemento de las Fiestas Julianas de Santa Ana, en El País. Funge como Presidenta de ADAPES. En marzo, funge como jurado del I Certamen de Pintura “Expresiones”, de la compañía aseguradora La Centroamericana. 1996
El 9 de marzo celebra la exposición individual Encuentro de Negra Alvarez con la obra “Cuentos de barro” de Salarrué en el Teatro Nacional de Santa Ana, patrocinada por la Fundación María Escalón de Núñez, la Fundación Cultural los 44 y la Asociación del Patrimonio Cultural de Santa Ana. En enero se inaugura la Exposición Permanente de la Colección de Pintura Contemporánea del Patronato, el cual también alberga la Colección del Museo Forma. El 30 de junio en El Diario de Hoy se publica “La pintura más allá del sexo”, por Luis Salazar Retana, sobre mujeres pintoras; ahí se describe la obra de la artista. El 17 de julio se publica un artículo sobre su obra escrito por Ricardo Lindo en La Prensa Gráfica. El 31 de julio participa en la Exposición Homenaje a Raúl Elas Reyes en el Patronato Pro Patrimonio Cultural. Participa en la VII Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. Funge como Presidenta de ADAPES. Funge como Vicepresidenta y fundadora de la Fundación Cultural de los 44 de la Heroica Santa Ana, promoviendo a su ciudad natal como un destino cultural.
1997
Del 8 al 13 de enero participa en Art Miami ’97 en el Centro de Convenciones de Miami, bajo el auspicio de la Galería Espacio. El 17 de julio se publica el artículo “Negra Alvarez: talentosa con la naturaleza y el pincel”, en el Suplemento Santa Ana de La Prensa Gráfica. En septiembre, su obra Mis hermanas y yo ilustra la portada de la revista Tendencias. Del 19 de septiembre al 19 de octubre participa en la VIII Muestra de
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de Luis Salazar Retana, el cual incluye una reseña de la historia del arte del país. El 20 de julio se publica el artículo “Mujeres
Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. Del 10 al 29 de noviembre participa en la Subasta Colección Zodíaco del Club Auxiliar Activo 20-30 y la Galería Espacio (obra: El espíritu de Tauro). Se publica Encuentro con la pintura de El Salvador de la Pinacoteca del Banco Cuscatlán (ahora Citi); tres obras de la artista forman parte de la colección. Se publica Pasión y luz de la plástica salvadoreña de la Colección SISA; una obra de la artista forma parte de la colección. En agosto, junto a Simón Magaña, Bernard y Eva Heymann, diseña y pinta el telón de la escenografía de la obra teatral Sueño de noche de verano de William Shakespeare (adaptación y dirección de Roberto Salomón) presentada en el Teatro Nacional de San Salvador. El 12 de noviembre, como Presidenta de la Fundación Cultural Los 44, anuncia la creación del proyecto del Museo Regional de Occidente en Santa Ana, a enfocarse en la historia y la antropología.
1998
Celebra dos exposiciones individuales. Del 12 al 28 de agosto celebra la exposición Encuentro de Negra Alvarez con el café en el Centro Cultural de España (CCE). Se publican artículos sobre la exposición en los periódicos MAS!, El Diario de Hoy y El Faro. Dona la obra Autorretrato en taza de café a la colección del CCE. Entre el 6
y 28 de noviembre, celebra otra exposición individual con obras de Encuentro con los “Cuentos de barro” de Salarrué y Encuentro con el café en el Teatro de San Miguel. El 28 de octubre se publica “Negra Alvarez. Desde San Miguel a Nueva York” por Liz Aguirre en El Diario de Hoy. Del 13 de noviembre al 28 de febrero de 1999, es incluida en Dioses, espíritus y leyendas en el Museo del Barrio de Nueva York (obra: Nuestra triste realidad; curador: Dr. Mariano Castro Magaña; biografía, por Claudia Rousseau). La colección del Patronato es exhibida en el Museo de América, Madrid, acompañando la visita oficial del presidente de El Salvador, Armando Calderón Sol. Del 8 al 30 de julio participa en una exposición colectiva en el Hotel El Salvador, dentro del marco de la III Cumbre Presidencial Tuxtla Gutiérrez. En julio es incluida en la exhibición de la Selección Nacional para la I Bienal de Artes Plásticas del Istmo Centroamericano en el CCE. Participa en la IX Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. En julio, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONCULTURA) dona el edificio del Banco Central de Reserva en Santa Ana para que funcione como Museo Regional de Occidente. La Fundación Cultural Los 44 restaura el kiosko del Parque Libertad en Santa Ana.
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1999
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La colección del Patronato se exhibe en el CCE. El 28 de mayo inaugura la Exposición de obras a subastarse en Madrid a favor del Colegio España Padre Arrupe en el CCE (un dibujo de la artista ilustra la invitación). Estas obras participan en una subasta en Casa Durán, Arte y Subastas, Madrid. Del 1 al 29 de julio es incluida en Diálogos creativos en el CCE (instalación: La botija). Sobre esta exposición, se publica un artículo de prensa en El Diario de Hoy. El 16 de julio se publica “Personajes de la ciudad de Santa Ana” en El Diario de Hoy, donde aparece la artista. El 22 de diciembre
su obra Victoria ilustra la portada del Suplemento Centuria, de El Diario de Hoy. Su obra es incluida en el libro Escultura en El Salvador de la Dra. Astrid Bahamond, con un texto de la Dra. Bélgica Rodríguez. Participa en la X Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. El Hotel Camino Real (ahora Real Intercontinental y Quality Inn Comalapa) adquiere ocho pinturas de paisajes para decorar su restaurante, así como siete esculturas para su vestíbulo. Como Presidenta de la Fundación Cultural Los 44, el 2 de febrero inaugura el Museo Regional de Occidente con la exposición Historia de la moneda en El Salvador, con la asistencia del presidente de El Salvador, Armando Calderón Sol. El 13 de diciembre es condecorada, junto a ocho mujeres destacadas, “Mujer, expresión y proyección de cultura” por la Comisión Interamericana de la Mujer de la OEA, en San Salvador. 2000
Celebra la exposición individual Ataduras, en La Ventana. Produce una carpeta de tres dibujos titulada Maternidad (edición de 200 ejemplares). Diseña el stand del Consejo Salvadoreño del Café para la Feria en San Francisco, California. Recibe el reconocimiento de Mujeres del Milenio otorgado por la OEA. Continúa fungiendo como Presidenta de la Fundación Cultural Los 44.
2001
En septiembre participa con Licry Bicard y María Kahn en una exposición en el CCE. Dona la obra Mujer con café al CCE. Es incluida en Plástica contemporánea de la Galería Vilanova Fine Art (catálogo). Su escultura La botija es adquirida por el Hotel Radisson en San Salvador (ahora Crown Plaza); se instala en el restaurante. Diseña el proyecto Chintas, con la Fundación Manos Amigas, para producción de artesanías con materiales locales (municipio de Miraflores; materiales: bambú y morros).
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2002
De diciembre a enero del 2003 celebra la exposición individual de dibujos Negra Alvarez, en La Ventana.
2003
El 9 de febrero se publica un artículo sobre su obra tomado del libro Escultura en El Salvador, en La Prensa Gráfica. En marzo se publica “Fecundación muerte-vida y otras consideraciones a propósito de la obra de Negra Alvarez” por Verónica Sedano Alvarez en la revista Arteamérica, La Habana, Cuba. En diciembre se publica el libro Los peces nacen en los árboles por Aída Flores de Escalante, ilustrado por la artista. Recibe un homenaje del Ateneo de Mujeres de El Salvador y un reconocimiento a mujeres destacadas de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador en Santa Ana.
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2004
Es invitada a participar en la I Subasta Sumarte del Museo de Arte de El Salvador (MARTE) en el Hotel Crown Plaza (obra: Mujer). Participa en el Salón de Escultura del Liceo Francés. El 12 de junio se publica el Suplemento Tres Mil de Diario Co Latino, ilustrado completamente con su obra.
2005
El 13 de abril, en celebración de 25 años de producción artística, expone junto con Licry Bicard y María Kahn, Presencia continua en la Sala Nacional de Exposiciones, acompañada por un texto de la Dra. Astrid Bahamond. Se publica un artículo de prensa sobre la muestra en La Prensa Gráfica. En noviembre es invitada a participar en la II Subasta Sumarte del MARTE celebrada en el CCE (obra: Canasta básica). Cierra el Patronato, la colección de pintura pasa a bodega. En septiembre es juez del Concurso Palmarés Diplomat celebrado en la Fundación María Escalón de Núñez.
2006
En agosto es nombrada Artista del mes en el MARTE (obras: Árbol de Xibalbá y Maternidad ancestral). Dona Maternidad ancestral al MARTE.
artículos de prensa en La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy. En enero, participa con 12 artistas en Arte al descubierto, reproducciones de obras de arte en vallas publicitarias en toda la capital salvadoreña. Sobre este proyecto, se publica un artículo en La Prensa Gráfica. En marzo participa en la exposiciónsubasta Esferas, de la Fundación Care El Salvador, en el Centro Comercial Multiplaza, Antiguo Cuscatlán. El 12 de abril es incluida en 10 + diez, en el CCE, en celebración de su décimo aniversario. El 18 de mayo, es incluida en la segunda muestra permanente de arte salvadoreño del MARTE ReVisiones. Encuentros con el arte salvadoreño (obras: Puerta a un paisaje y Sueño de maternidad; curador: Jorge Palomo; catálogo). Dona Sueño de maternidad al MARTE. El 13 de julio participa en la subasta Solidarios en el arte, del Museo Forma. El 21 de septiembre es incluida en la XVII Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana de la Galería Espacio. El 2 de agosto se publica una entrevista con la artista por Natalí González en La Prensa Gráfica. Participa en el Salón de Escultura del Liceo Francés. En noviembre es invitada a la IV Subasta Sumarte, del MARTE (obra: Fruto interno). En octubre es invitada a participar en la exposición en homenaje a Salarrué titulada Las gracias de dar gracias en el Museo de la Palabra y la Imagen.
Del 14 al 24 noviembre es homenajeada por el Liceo Francés en el Salón de Escultura Homenaje a Negra Alvarez (participa con 20 obras). Sobre esta muestra se publica un artículo en El Diario de Hoy. Del 24 de mayo al 13 de agosto, es incluida en La vida rural en El Salvador a través del arte en el MUNA (obra: Cuatro estaciones; curadores: Jorge Palomo, Rodolfo Molina, Astrid Bahamond y Gregorio Bello Suazo; catálogo). En julio, el Patronato entrega en comodato la Colección de Pintura Contemporánea al MARTE, donde se exhibe como Realidades y expresiones. Tendencias en la pintura salvadoreña (1970-1996) (curador: Jorge Palomo; catálogo). En octubre, es invitada a participar en la III Subasta Sumarte del MARTE (obra: Fruto en el mar). Del 6 al 12 de diciembre es incluida en la Exposición Nacional de Pintura de ADAPES en la Asamblea Legislativa (obra: Ruta al centro).
2008 2007
Celebra dos exposiciones individuales: Huellas, en La Ventana, y del 15 de julio al 31 de agosto, Encuentro de Negra Alvarez con la obra “Cuentos de barro” de Salarrué, en la Galería de Pascal, Suchitoto. Sobre esta última, se publican
El 9 de septiembre celebra la exposición individual Láminas. Expresiones sobre fotografía, en la Galería La Pinacoteca, como parte del Festival ES Foto. En agosto participa en Diálogos en el tiempo en el Seminario Mayor San José de la Montaña, San Salvador. En octubre, reabre el Museo Forma; la artista está representada con dos obras donadas por ella
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se incluye a la artista. Es nombrada “Pintora Distinguida” por la Asamblea Legislativa de El Salvador. 2009
El 27 de marzo es incluida en el I Festival de Artes Visuales en el Palacio Tecleño de la Cultura y las Artes, de Santa Tecla. En octubre es invitada a la VI Subasta Sumarte de MARTE (obra: Tanate). El 13 de octubre se exhibe la Colección Suprema en el MARTE, siete pinturas donadas por Industrias La Constancia (obra: Huesos y frutos, 1984). Participa en el Salón de Escultura del Liceo Francés.
2010
Celebra cinco exposiciones individuales. Del 19 de mayo al 6 de junio celebra Yo y mi sombra, fotografía intervenida, en el Teatro Luis Poma. Sobre la muestra, se publica un artículo de prensa en El Diario de Hoy. Luego, celebra la misma exposición en el Restaurante Esperanto. Del 26 de mayo al 26 junio, celebra Láminas en el Museo Forma. Después, celebra otra exposición de fotografías y dibujos titulada Láminas, en La Ventana. El 3 de noviembre celebra Negra Alvarez, El espíritu de la materia en la Dirección Nacional de Investigaciones, ex Casa Dueñas. Se publica un artículo sobre esta exposición en Diario Co Latino. Del 4 de noviembre al 5 de diciembre es incluida en la exposición De objeto a sujeto, Escultura contemporánea, en la Sala Nacional de Exposiciones “Salarrué” (curador: Jorge Palomo; catálogo). Dona la escultura Tiempo de vivir a la Colección Nacional de Pintura y Escultura. Del 9 al 30 de noviembre participa en Arte por la niñez en La Casona, organizada por Plan El Salvador y MARTE.
2011
El 24 de enero es incluida en Generaciones y tendencias en el lobby de Plaza Futura de Grupo
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misma: Niña dormida y Violencia (curadores: Dra. Astrid Bahamond y Rafael Alas; catálogo). En noviembre es invitada a la V Subasta Sumarte del MARTE (obra: Fruto interno). En noviembre es seleccionada para el Salón de Escultura del Liceo Francés (curadora: Roxana Leiva). En diciembre se publica Visiones y expresiones, una introspección libre en la pintura salvadoreña contemporánea, en cuyo trabajo
TEA Escultura y AMARTE. En febrero, aparece en la portada de la revista Nosotros, del Grupo Agrisal. El 6 de marzo se publica una entrevista con la artista, en la sección “Cuestionario 7S” de Séptimo Sentido. Entre el 26 de abril y el 18 de mayo, participa en Mujeres en la plástica de El Salvador, de ADAPES, en el Museo Forma. Sobre la muestra, se publica un artículo en El Diario de Hoy. En julio se publica “Margarita Negra Alvarez: una artista de la materia prima nacional” sobre el proyecto Chintas en Mujer Salvadoreña Emprendedora. Entre el 27 de octubre y el 15 de enero de 2012, como parte de la celebración del Bicentenario del Primer Grito de Independencia, es incluida en la exposición Diálogos entre el pasado y el presente, Escultura para el Bicentenario en la Sala Nacional de Exposiciones “Salarrué” (curador: Jorge Palomo; catálogo). El 10
de noviembre es invitada a la VIII Subasta Sumarte, del MARTE (obra: ¿Se puede atar una sombra?). En noviembre, cierra ReVisiones y se inaugura la tercera muestra permanente de arte salvadoreño Al compás del tiempo, Procesos e influencias en el arte salvadoreño, en el MARTE; la artista es incluida con la obra Sueño de maternidad (curadores: Rodolfo Molina y Rafael Alas, catálogo). 2012
Del 1 de marzo al 15 de abril es incluida en Mujeres en las artes visuales salvadoreñas, en la Sala Nacional de Exposiciones “Salarrué” (curadores: Romeo Galdámez y Dra. Astrid Bahamond). Entre noviembre de este año y febrero de 2013, celebra una exposición retrospectiva titulada Negra Alvarez. De frutos sagrados y protestas de la tierra, en el MARTE (curador: Jorge Palomo; catálogo).
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N e g r a A l va r e z 131 OF SACRED FRUIT AND PROTESTS OF THE EARTH
n e g r a a l va r e z
Of Sacred Fruit and Protests of the Earth
This retrospective exhibit of Negra Alvarez’s work covers forty-five years of artistic production. Eighty-nine works, among them painting, sculpture, photography and installation, mark important moments in the life of the artist, our identity and history, and uncover an artistic practice with a critical character. Her continuous breaking of the “rules” of art in the midst of our national scene has earned her an outstanding place among national and international critics, museums and collections. It is this same irreverent practice that marks her as a precursor of what we today consider contemporary art.
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The exhibit is organized in different parts. We begin with her early work, bas reliefs, and paintings and sculptures of her first solo exhibits which deal with the theme of fertility. We continue with works that deal with women’s cycle of life and death, using metaphors. Then we follow with a section of works that use domestic and household materials that deal with diverse subject matter. We continue with series of sculptures in wood and bronze. We conclude with her most recent work: altered digital photographs and an artist’s book that show more reflective and conceptual works. Her work is inspired by important events in her life and the country’s history, as well as by a continuous search for beauty in materials and objects generally discarded by society. The subject matter of the work tends towards reflections on the misuse of the environment, fertility, women’s day-to-day lives, and national themes. In these works, the individual and personal becomes the collective and the social, achieving creations of universal character with include Salvadoran elements.
During the decades of the 80’s and 90’s, Alvarez’s work was contextualized within the Latin-American movement of Magic Realism. Negra was included among the most important Latin-American sculptors during the 90s. Alvarez is one of our first artists to produce installations. In our art world, she has been the first artist to consider the use of wood as sculpture without the need to chisel it, as the “sculptor” has traditionally been understood. She has broken the cannon by using construction materials in her work – complicating the relation between art and architecture – and has managed to elevate the subject of coffee – so central to our national identity – beyond painting, making use of installations. This retrospective is testament to artwork that throughout the years has insisted on making us reflect on fertility and the environment, using local elements to achieve universal artworks. It also reveals a long career of achievement among national and international critics, writers, museums and other institutions, that show the impact that her work has had inside and outside our borders. Finally, it shows a persistent and irreverent imagination that surprises the public, making constant ruptures in an art world that has usually valued the traditional.
BIOGRAPHY Elena Margarita “Negra” Alvarez was born in Santa Ana in 1948. Between 1967 and 1970, she studied in Belgium, at the Fine Art Academy in Leuven and the St. Luc Institute in Brussels. After returning to El Salvador, she took painting classes with Jesus Falcon, at the National Center for the Arts CENAR (1970-1972); life drawing classes with Benjamin Saul (1978-1980); and painting classes with Carlos Cañas (1980). She is married to Dr. Guillermo Martinez Medina, with whom she has three children: Claudia, Guillermo and Rodrigo.
Her work includes sculpture, painting, drawing, photography and installation, often simultaneously, being a precursor in installations. She has celebrated twenty-nine solo exhibits in El Salvador and Guatemala, and has participated in dozens of group shows in El Salvador, Central America, Mexico, the U.S., Canada, Venezuela, Chile, Brazil, the Dominican Republic, Spain, the Netherlands and Belgium. Among her most important exhibits are: the Sao Paulo Biennial (1985); the International Art Biennial of Valparaíso (1985 y 1989); the Iberian-American Art Biennial of Mexico City (1988); Sculpture of the Americas Towards the Nineties at the Art Museum of the Americas, Washington, D. C. (1990); the Caribbean and Central American Painting Biennial of Santo Domingo (1994); Week of Central American Culture, at the Botanique Museum in Brussels (1995); and Gods, Spirits and Legends: Salvadoran Art of the XX Century at the Museo del Barrio in New York (1998).
Alvarez served as Vice-President (1994) and President (1995) of the Association of Artists of El Salvador. She is Founder and President of the Cultural Foundation “Los 44 de la Heroica Santa Ana” since 1996. She has been recognized and distinguished with important awards: selected to represent El Salvador in the 1983 Christopher Columbus Painting Award in Madrid; bestowed with the Order of Art and Letters in the Grade of Knight by the Government of France (1992); decorated by the InterAmerican Commission of Women of the OAS (1999); and named Distinguished Painter by the Congress of El Salvador (2008), among other prizes. She has also been recognized for her artistic career with the National Fine Arts Exhibit in Homage to Negra Alvarez at the National Theater of Santa Ana (1995) and the Sculpture Salon at the French Lycee (2006). In addition to being an artist, Alvarez has taught Metal Embossing at the Center for National Arts (CENAR) (19701972) and Art Techniques at the School of Applied Arts at the Dr. Jose Matias Delgado University (1980-1984). Between 1976 and 1978, she directed and carried out all
copper embossing for the remodeling of San Salvador’s National Theater. She has produced scenic designs for the theater as well as prop designs for several plays presented in El Salvador. Following the earthquake of 2001, she designed the Chintas project with the Helping Hands Foundation for the production of handcrafts with local materials from low-income municipalities. In 2003, she illustrated Aida Flores de Escalante’s book Los peces nacen en los árboles. Her artwork has been included in important books about national art. In 1994, she published the book Negra Alvarez and the Spirit of Matter.
EARLY WORK: OF FRUIT AND ITS METAPHORS The artist’s early work includes those made as a Fine Arts student in Belgium, embossed copper artwork from the 70s, and collages and oil paintings from the first half of the decade of the 80s, mostly still lifes that use symbolic elements from her fist solo shows in El Salvador. In this section, we also include some sculptures with painted fruit and landscapes with fruit. In 1967, Negra left for Belgium to study at the Catholic University of Leuven. At the same time, she enrolled at the Fine Arts Academy of Leuven, a municipal institution of traditional instruction. It was a technical preparation, not a theoretical one. After one year, Alvarez searched for more contemporary schooling, and applied to the Saint Luc Institute, a design collage influenced by the Bauhaus and Expressionism, the art of the times. The year of classes at Saint Luc would teach the artist to integrate her life into her art, opened her eyes and mind to experimentation and play, and to break the rules of art making in an imaginative way. The differences between the two Belgian schools can be seen in two still lifes of the period. A similar idea is executed in different styles. Back in El Salvador, Alvarez taught copper embossing at CENAR from 1970 to 1972. The artist continued this practice during the 70s, using patinas to contrast the reliefs
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and to give local color to certain elements. Negra directed the restoration of patinas and copper embossing for the remodeling of the National Theater between 1976 and 1978. The reliefs can be seen on the doors to the theater boxes and the lavatories, the rosetta above the stage, the National Seal on the President’s theater box, and the divisors between the boxes.
In 1981, Alvarez celebrated her first solo exhibition at Galería El Laberinto, a series of collages on wood panels that used her infants’ nappies, coconut fibers and flattened metal cans. She would exhibit there during the following seven years. The collages’ subject matter varies between portraits of children that look directly at the spectator, bags, and still lifes with oranges.
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Her painting teacher in 1980, Carlos Cañas, would have an important influence on her work during the following years, both in terms of technique and in the use of elements occupied as metaphors to communicate the author’s thoughts and feelings. The artist represents fabric and fruit, mixed with grates, landscapes, and bones. The fruit’s metaphor refers to fertility and motherhood, the moment that Negra was living through. Pears stand in for the mother and artist; oranges represent her three children. Alvarez’s still lifes should be understood not as representations of abundance, sensuality and the tropics. The ideas of maternity and of the Armed Conflict that the country was living through transport us towards meanings of life and death, Eros and Thanatos, war. As an additional rupture, since 1987 she also began to paint still lifes on fragments of wood. In some of the work, the fruit suggest or are mixed with a mountainous landscape. Others use grates that suggest jails or the protection provided by perimeter walls built during the time of civil war.
WOMEN: OF THE CYCLE OF LIFE Since 1988, Alvarez began turning away from painting on traditional canvas – she wouldn’t return to it until 1998 – preferring instead to paint on doors and tree trunks, or focusing on sculpture. In this section we highlight the artist’s interest in narrating subject matter relating to women’s daily living: a cycle of life marked by childhood, fertility, motherhood, maturity and death. These themes are expressed in paintings, sculptures and painted wood, hybrids between painting and sculpture. These works are the result of a restless imagination. The artist finds inspiration by what the materials suggest to her. A stain can insinuate the composition, or a form on a wooden plank can suggest a character trapped in the cedar. After several years of painting pears and other fruit in oils, she decided to change not only her subject matter, but also her color palette and medium. Reflecting on her life, a series of Self-portraits emerges in 1986. It represents her daily life and obligations painted in acrylics with primary colors. Although they are autobiographical, no all of these works are authentic self-portraits. In several of them the artist does not appear, instead, her presence is suggested. Alvarez joined Galería 1-2-3 in 1988, with an exhibit of bandaged children, and for the first time, she showed her sculptures: painted wooden trunks suggestive of mutilated bodies and assemblages of wood and dried, painted gourds that represent children. The gourds in these works reference the Popol Vuh, the sacred Mayan text in which the gourd tree plays a central part in it’s myth of creation. The gourd then replaces the pears and oranges used by the artist, which in addition to symbolizing fertility and children, is now imbued with a more regional and ancestral meaning. During the 90’s, she would make other sculptures in painted wood with direct references to bones, continuing the subject matter of her 1985 paintings. What propelled the artist’s career internationally and garnered her positive criticism nationally and abroad,
were her painted figures on wooden slats; the discarded pieces of wood left after a tree trunk is cut to make planks. We’ve included more than a dozen of them, as well as a transitional piece between her earlier sculpture and her painted figures. These figures are exhibited by the age represented to show the different stages in women’s lives. The artist’s strategy for painting these figures is the following: the size of each slat is similar to the height of a person, and it suggests the age of each figure. She takes into account the shape and surface of each plank in order to unveil each figure with her paintbrushes. Girls, teenagers, adult women, coffee harvesters, pregnant women, women with their children… even grandmothers parade among the characters in this series. In addition to paint, other objects are added to the planks: cloth suggests drapery; gourds suggest fertility; stones suggest hidden treasure; bolts suggest buttons; clocks and shoetrees contribute to these assemblages.
DOORS, SHEETING AND INSTALLATIONS: OF ARCHITECTURE AND DOMESTICITY
The Earthquake series are doors and canvases with collage of metal sheeting, plywood and flattened metal cans which represent the devastated landscape and the victims of the earthquake that destroyed much of San Salvador in 1986. The series Salarrué’s Cuentos de Barro of 1995 includes antique doors and window shutters, in which the artist has illustrated scenes from one of the most popular books ever written by a Salvadoran. She uses the divisions in each door to compose different scenes of the story. The artist has also used doors to paint subjects like the national landscape, with its dry and rainy seasons; and more political subjects related to disappearances and prisoners. In 2001, the artist presented the series Ataduras (Bindings), works on transparent acrylic sheets that deal with the “ties that bind”, or interpersonal relations seen as elements of identity. In these “backward paintings” the layers of materials are applied on the reverse of the clear sheets, showing the spectator the first layer applied in the foreground. The series is therefore strongly associated with drawing.
This section includes paintings, sculptures and installations that occupy household and construction materials as a support or essential element within the work. These materials tend to be doors, window shutters, metal or plastic construction sheets; wooden beams or column pillars. They mark moments of originality within our nation’s art. They all suggest a narrative.
In 2005, Alvarez produces a series of paintings on metallic roofing sheets, representing people and landscapes. The inspiration comes from a material commonly seen in the urban and rural landscape, and she uses it to reveal its esthetic qualities, emphasizing their undulations, tears and perforations. These sheets have paint on them before she intervenes them, and allows those marks to suggest the final compositions.
Beginning in 1986 until the late 90s, antique or used doors and window shutters have been one of the surfaces used by the artist to tell her stories. They often have other objects attached, like stones, plywood or roofing sheets; and usually conserve their original glass, locks and other hardware. This format re-signifies the domestic architectural site, transporting us to worlds of daily life, the harsh realities of our national past, and fantasy. There are three groups: the Earthquake series, Salarrué’s Cuentos de Barro (Tales of Clay) series; and other doors with diverse subjects.
Since 1982, Alvarez is among the first group of artists to exhibit installations in El Salvador, as part of Galería El Laberinto’s Vivencias exhibits. Among them are sculptures that are exhibited directly on the floor instead of on a pedestal, confusing their status as artworks or “real” objects. In other installations, she uses domestic furniture or architectural elements. Shoetrees are used to suggest a human presence. Basic grains are used to suggest their sublime and valuable qualities. These installations emphasize ordinary objects as part of the overall work
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instead of representing them, fusing different elements and ideas: beams and furniture suggest pedestals; objects suggest sculptures.
SCULPTURES: OF PROTESTS OF THE EARTH This section includes eleven sculptures in wood and bronze. Many of them incorporate additional objects such as stones and dried gourds covered in precious metals, nails, paint and texts. They mostly deal with nature, a universal and local subject matter: the landscape, environmental depredation, and stories and myths associated to the land. Some of them suggest more political opinions about historical events. We also include two acrylic paintings from the Coffee series that accompany the sculpture that bestows the title on this section, Protests of the Earth.
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Since 1987, Alvarez started exhibiting abstract wooden sculptures that often included interlocking elements. By 1990, Alvarez is considered part of the sculptural vanguard on a hemispheric level. In 2006, the French Lycee honors the artist with its annual Sculpture Salon. Despite these successes, there were criticisms from some national sculptors, who did not consider her work “true” sculpture, due to the fact that she did not chisel her work, as sculpture in El Salvador has traditionally been understood. Her works were referred to as “reliefs” or “sculpto-paintings”. The artist uses fabricators to cover the gourds in metal, founders for her bronzes, sawmills to cut planks; and assistants to sand and prepare her surfaces. The artist uses the electric saw, and applies paint and wax to the work. More importantly, she makes all the decisions about how to present the form, based on what the original material suggests to her prior to her intervention. She proposes an artistic practice within the field of sculpture that breaks with all former conceptions within our borders. The subject matter of these sculptures is the environment. It is important to emphasize that all of the natural materials
that she uses are discarded. She transforms refuse into works of art, elevating the mundane to the sacred. The pieces continue to be symbolic: tree trunks become ocean waves, roots become protests, and stones become treasures. Formally, the artist places importance on the contrast between wooden and metallic materials, smooth and rough surfaces, warm and cool colors, and organic and rectilinear volumes. The exhibit Negra Alvarez’s Encounter with Coffee was presented at the Spanish Cultural Center in San Salvador in 1998. She included painting, sculpture and installation about this important subject for the nation’s identity and economy. Alvarez returned to painting on canvas after ten years of painting on wood and other objects. The images in these paintings include scenes from a coffee processing plant, landscapes and coffee plant roots, as well as figures and coffee grains in original compositions. These are representations that differ from traditional national art representations of the idea: coffee workers and pickers. The canvases were exhibited next to installations, coffee plants and beans, all of which added their aroma to the exhibit space, as well as altars with votive candles to give the subject matter a sacred connotation. Some of Alvarez’s objects and sculptures have been cast in bronze years after being produced. The game has been to maintain the referent to the real world object – and by extension, the subject matter – while changing the material to highlight its esthetic qualities, elevating the mundane to the sacred.
PHOTOGRAPHY AND REFLEXIONS: OF INTROSPECTION The artist’s most recent work (2008 to the present) takes place during a very reflexive stage in her life, and is therefore more biographical. Due to familial events and circumstances, the artist is faced with challenges in order to continue making her work. These are moments characterized by international travel, a reduction in
available time to work, and strong emotions. We include two photographic series with drawing and collage, and an artist’s book with drawing, collage and texts. Facing the situation she was presented with, one of her decisions was to minimize the complications for making work. The metal sheets that she had been making took up significant storage space and the materials were deteriorating. She decided to continue with the theme of metal sheets but in photographs, allowing her to take them with her from place to place, and to draw on them when she could find some spare time. The result is the Sheets series, ten folios, each with a different subject matter. Each folio contains three or four photographs of metal sheet details that are intervened with drawings of people and fruit, or with a superimposed text allusive to the subject matter chosen. The texts are conceptual reflections about day-to-day life and other themes that the artist has proposed throughout her long career. The photographs are intervened with pencil, pastels and watercolors.
The series Me and my Shadow from 2010 is a group of digital photographs intervened with drawings in ink and pencil, texts, stitching and leafs. As the title suggests, they are pictures of her shadow, leaving us with indirect selfportraits of the artist in silhouette. The silhouettes appear with drawn lines and stitching, reflecting the bindings or identifications of previous series. The images show her gaze towards the floor, a continual search for materials
occupied for her work, achieving a coherent composition between the “real” materials found on the ground (the real space) and the two dimensional silhouette of her shadow (the represented space). The theme of shadow as self-portrait, as far as we can attest within our nation’s art history, has never been presented before. The series reflects a new strategy for constructing images, and denotes sites and situations of leisure such as the beach, the lake or international travel. The artist’s book What you mean to me… incorporates texts and reflections, collage with mixed media digital photographs, as well as drawing, notably a continuous horizon line that unites all of the pages of the book. Since the mid 80s, the artist writes in diaries, reflecting about her life and work during strong emotional moments in her life, both the good ones and the bad ones. According to the artist, she began the book precisely at one of those moments, in which she “…reflected about the fragility of human beings, and I realized that life is not eternal.” For the first time in her work, she expresses the importance of her relation with her husband and what he means to her. She worked on the book for several years, and did not intend sharing it with the pubic or her husband; after all, it was a diary of intimate and private reflections. Eventually, she gave it him as a gift one Valentine’s Day, and is exhibited for the public’s contemplation. Jorge Palomo, Curator
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AGRADECIMIENTOS
Guillermo Martínez Medina Rodrigo Martínez Alvarez Guillermo Martínez Alvarez Claudia Martínez Alvarez de Núñez Salvador Choussy Roberto Salomón Museo Forma Colección Nacional de Pintura y Escultura, Secretaría de Cultura Pinacoteca Roque Dalton, Universidad de El Salvador Teatro Nacional de San Salvador Todos los coleccionistas que nos dieron acceso a sus casas y prestaron obra para hacer esta exposición posible.