UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE – CUNORI – LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA Y ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA LIC. EDVIN ROLANDO RIVERA ROQUE
Corriente Críticas con la Institución Escolar
CLAUDIA NOHEMÍ SAGÜIL PÉREZ JEENCY NATALY ESTEBAN ZECEÑA
201243811 201145994
CHIQUIMULA, GUATEMALA, ABRIL DE 2017
Corrientes críticas con la institución escolar Escuela de Franckurt La Escuela de Frankfurt es una escuela de pensamiento e investigación social surgida a partir del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt am Main, en Alemania. El término “Escuela de Frankfurt” es un término informal empleado para referirse tanto a los pensadores miembros del Instituto de Investigaciones Sociales como a aquellos influenciados por él. No existe ninguna institución formal con este nombre. Inspirándose en Marx, Freud y Weber, la Escuela de Frankfurt sintetizó filosofía y teoría social para desarrollar una teoría crítica de la sociedad contemporánea. Teoría crítica Parece evidente que la elección de la frase “teoría crítica de la sociedad” para describir su doctrina responde en gran parte a la necesidad de encontrar una etiqueta menos controvertida que la de “marxismo”, y más general Sin embargo, esta no es la única razón para la elección del nombre. No menos importante fue el hecho de que, en el contexto de la ortodoxia marxista-leninista, estaban conectando con la epistemología de la obra de Marx, que se presentaba a sí misma como una “crítica”. La Escuela de Frankfurt entendía esta crítica de Marx como una crítica a la realidad social existente en términos del potencial para la libertad y la felicidad que existía dentro de esa misma realidad. Primera etapa Las principales influencias sobre el pensamiento de la primera generación de la Escuela de Frankfurt: La situación histórica: transición del capitalismo emprendedor de pequeña escala al capitalismo monopolista y al imperialismo. Teorías de Weber: análisis histórico comparativo del racionalismo occidental referido al capitalismo, al estado moderno, a la racionalidad científica secular, a la cultura, y a la religión. Teorías de Freud: descubrimiento del subconsciente; importancia del complejo de Edipo; análisis de las bases psicológicas del autoritarismo y del comportamiento social irracional.
Crítica del positivismo: crítica del positivismo, al que se considera expresión del conformismo, como filosofía, como método científico y como ideología política. Modernismo estético: liberación del subconsciente; conciencia de estar viviendo en una época única. Teoría marxista: crítica de la ideología burguesa; crítica de la alienación del trabajador; materialismo histórico; la historia es vista como una lucha de clases y de explotación del trabajador bajo distintas formas en cada época histórica. Segunda etapa La mayor aportación a la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt por parte de su segunda generación se centra en dos obras hoy en día consideradas clásicos del pensamiento del siglo XX: “La dialéctica de la Ilustración” (1944) de Horkheimer y Adorno, y la “Minima Moralia” (1951) de Adorno. En estas obras, la crítica al capitalismo se torna en una crítica a la civilización occidental. De hecho en “La dialéctica de la Ilustración” la “Odisea” aparece cómo paradigma de la conciencia burguesa. La racionalidad de la civilización occidental es presentada como una fusión entre dominio y racionalidad tecnológica, encaminada a someter tanto a la naturaleza interna como a la externa. Sin embargo, en este proceso, el propio individuo es inevitablemente engullido. Adorno, que había recibido educación musical, escribió “La filosofía de la música moderna”, en la que, en esencia, critica el concepto de belleza, ya que considera que ha pasado a formar parte de la ideología de la sociedad capitalista avanzada. El arte y la música de vanguardia son las únicas formas de expresión que preservan la verdad al captar la realidad del sufrimiento humano. Tercera etapa Desde 1950 hasta la muerte de Adorno en 1969 y de Horkheimer en 1973, se llevan a cabo las aportaciones teóricas y metodológicas de la teoría crítica. Los teóricos críticos reconocen que las formas de opresión de la sociedad capitalista han cambiado. Durante esta etapa, el Instituto de Investigación Social se reestableció en Frankfurt (aunque muchos de sus miembros se quedaron en Estados Unidos), con el objetivo no sólo de continuar con sus investigaciones sino de convertirse en una fuerza dominante en la educación y la democratización de la Alemania Occidental.
En esta tercera etapa, Horkheimer y Adorno se centraron en reformular la teoría crítica para adaptarla a la nueva época. En “Dialéctica negativa”, Adorno se esfuerza en rehacer la teoría crítica de forma que no pueda ser controlada por las estructuras de poder. Adorno sugiere que el “pecado original” del pensamiento es su intento por eliminar todo lo que no sea pensamiento. Esta reducción convierte al pensamiento en cómplice de la dominación. “Dialéctica negativa” marca el fin de la tradición frankfurtiana de situar al individuo como blanco de sus críticas. Sin una clase obrera revolucionaria, la Escuela de Frankfurt ya no tenía a nadie sobre quien apoyarse salvo el individuo. Esta postura ayudó a preparar el camino para la cuarta fase de la Escuela de Frankfurt, marcada por la “teoría de la comunicación” de Habermas. Cuarta etapa La obra de Habermas se centra en los intereses tradicionales de la Escuela de Frankfurt (la racionalidad, el sujeto humano, la socialdemocracia, y la dialéctica), y supera una serie de contradicciones que habían debilitado a la teoría crítica desde su concepción: las contradicciones entre los métodos materialistas y trascendentales, entre la teoría social marxista y las posturas individualistas del racionalismo crítico, y entre los fenómenos culturales y psicológicos por un lado, y la estructura económica de la sociedad por otro. La Escuela de Frankfurt había evitado hasta entonces adoptar una posición clara sobre la relación entre los métodos materialistas y trascendentales, lo que había generado una gran confusión entre sus lectores. La epistemología de Habermas sintetiza estas dos tradiciones al demostrar que el análisis fenomenológico y trascendental puede ser incluido dentro de una teoría materialista de evolución social, mientras que la teoría materialista sólo tiene sentido como parte de una teoría trascendental de sabiduría emancipadora que es el reflejo de la evolución cultural. La naturaleza a la vez empírica y trascendental de la sabiduría emancipadora se convierte así en el cimiento de la teoría crítica. Al situar las condiciones de la racionalidad en la estructura social del uso del lenguaje, Habermas traslada el origen de la racionalidad del sujeto autónomo a los sujetos en interacción. La racionalidad no es una propiedad de los individuos como tales, sino de las estructuras de comunicación. Así Habermas consigue superar la postura ambigua del sujeto en la teoría crítica tradicional. La sociedad capitalista tecnificada no debilita la autonomía y la racionalidad del individuo a través de la dominación directa sobre el mismo, sino a través de la suplantación de la racionalidad comunicativa por una racionalidad tecnológica. Y, en su esbozo de la ética comunicativa como la etapa superior dentro de la lógica interna de la evolución de los sistemas éticos, Habermas la situa como potencial piedra angular
de una nueva práctica política que incorporaría los imperativos de la racionalidad evolutiva. Personajes de la Escuela de Frankfurt Max Horkheimer Hijo de un fabricante judío, nació el 14 de febrero de 1895 en Stuttgart. Abandonó los estudios en 1911 para aprender un oficio y ayudar en la fábrica de su padre y participó en la I Guerra Mundial. Al finalizar esta, terminó el bachillerato y decidió estudiar Filosofía y Psicología en Munich, Friburgo y Frankfurt, donde conoció a Theodor Adorno. En estos años continúa con sus estudios sociológicos y publica obras críticas como Crítica de la razón instrumental, Ocaso, o Teoría tradicional y teoría crítica, donde recopila artículos anteriores. En estos años su reflexión recupera a Schopenhauer y la religión judía que aprendiera en su familia. En 1959, convertido ya en profesor emérito, emigra a Lugano, donde continuará con su labor filosófica. Murió el 7 de julio de 1973 en Nüremberg. Theodor W. Adorno Adorno nació el 11 de septiembre de 1903 en Frankfurt. Hijo de un comerciante de vino y de una cantante italiana. Durante su época de estudiante entabló amistad con Sigfrid Kracauer. Estudió música, psicología, filosofía y sociología, y durante su época universitaria conoció a Max Horkheimer y Walter Benjamin. En 1924 defendió su tesis doctoral sobre Husserl. En 1925 y 1926 fue alumno de Schönberg y Berg en Viena. En 1959, un año después de tomar la dirección del IIS, pasa a ser profesor de la Universidad de Frankfurt. En los 60 seguirá desarrollando su teoría sociológica, enfrentándose con Karl Popper, y continuará manteniendo un claro compromiso político: aunque rechazaba cualquier forma de manifestación violenta, su crítica se dirigía permanentemente contra todo abuso de poder. A esta última década pertenecen obras tan importantes como Dialéctica negativa, Estudios sobre Hegel, o Teoría estética. Jürgen Habermas Nació el 18 de julio de 1929 en Düsseldorf. Estudió filosofía, psicología, literatura alemana y economía en la Universidad de Gotinga, Zurich y Bonn, donde defendió su tesis doctoral sobre Schelling. Entre 1983 y 1994 trabaja como profesor de Filosofía Social y Filosofía de la Historia de la Universidad de Frankfurt, publicando obras como Conciencia moral y acción comunicativa, o El discurso de la modernidad. Es nombrado doctor honoris causa por múltiples universidades y en Facticidad y validez reivindica una teoría normativa del Estado de derecho.
Desde entonces no ha parado de recibir el reconocimiento internacional en forma de premios, y ha ido ocupando un lugar cada vez más relevante en el panorama intelectual no sólo alemán, sino también europeo, de modo que su pensamiento se ha convertido en un auténtico referente moral de nuestro tiempo. Walter Benjamin Filósofo, filólogo e historiador del arte, se especializó en temas de teoría de la literatura, en teoría del arte y en historia. Obras como El concepto de crítica de arte en el romanticismo alemán. La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica o El origen del drama barroco alemán se han convertido en clásicos de referencia obligada en el campo de la estética. Sus intereses filosóficos le llevaron a estudiar el marxismo y entabló también amistad con Bertold Brecht. Sus escritos sobre filosofía de la historia y los contactos que mantuvo con Adorno, y con otros miembros de la Escuela de Frankfurt, le hubieran convertido en uno de sus autores más importantes, de no ser por la prematura muerte de Benjamin en 1940. La influencia de la escuela de Frankfurt en la historia Relativismo moral: Freud y la Escuela de Frankfurt No existe ninguna prueba científica que demuestre la existencia del subconsciente, del “id”, del complejo de Edipo, o de ningún otro concepto freudiano de importancia. Freud dijo una vez que el psicoanálisis era como una religión: no se puede demostrar, pero se debe aceptar como cuestión de fe. De hecho, una vez Carl Jung escribió a Freud una carta sugiriéndole que estableciera públicamente el psicoanálisis como una religión formal; Freud rechazó la sugerencia. Sin embargo, es posible que fuera este aspecto religioso lo que llevó a la Escuela de Frankfurt a fijarse en Freud en los años 30. Las teorías de Freud encajaban perfectamente con lo que andaba buscando; era como volver a las sectas gnósticas de la Edad Media. Suponía el regreso de los demonios, sólo que ahora el mal surgía de la mente de cada uno, y se necesitaban nuevos sacerdotes para salvar a la humanidad. La divulgación de las teorías de Freud por la Escuela de Frankfurt es la razón fundamental por la que el psicoanálisis llegó a ser tan influyente en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial. La Escuela de Frankfurt ayudó a mucha gente a darse cuenta del mal estado de su salud mental; de como debían romper con las imposiciones autoritarias que les volvían neuróticos, de cómo debían resistirse a la imposición de valores
universales
y
aferrarse
a
un
sano
hedonismo
individualista.
Ahora bien, la teoría de Freud distaba mucho de ser perfecta. Freud decía que la personalidad de cada individuo era el resultado de la interacción de la biología— esto es, de los impulsos instintivos humanos transmitidos por herencia de generación en generación—con las experiencias propias del proceso de crecimiento y maduración en el seno de una familia. Freud pensaba que todas las personas eran muy similares entre sí, porque los impulsos instintivos eran los mismos para todo el mundo y porque las estructuras familiares diferían muy poco. La Escuela de Frankfurt corrigió a Freud al afirmar que cada cultura presentaba unos rasgos psicológicos distintivos, porque las distintas estructuras familiares transmiten ideas de autoridad y moralidad de formas muy distintas. La revolución sexual Numerosos miembros de la escuela de Frankfurt influyeron de manera muy importante en la construcción de una nueva visión de la naturaleza humana en relativo a la índole sexual. Libros que marcaron época fueron El arte de amar de Fromm o El orgasmo femenino de Reich o las obras de Freud que se reanimaron. Este cambio de visión de las relaciones humanas hizo replantearse la moralidad sexual junto al comportamiento humano en general. Las nuevas teorías sostienen que la moral reinante era represiva y exigían una mayor libertad en la variedad de comportamientos sexuales. La revolución sexual fue aprovechada por las mujeres para exigir la igualdad en derechos e innovar comportamientos. Uno de los conceptos mas importantes y ya utilizados en el siglo anterior era el Amor libre de marcada ideología anarquista. De los grupos sociales más influenciados por estas teorías son los hippies, famosos por sus ideales del amor y la paz. Los valores eran el hedonismo y el culto al cuerpo, el liberacionismo como la separación del sexo de la procreación (con los avances científicos en el campo de los anticonceptivos llegó a ser posible), autonomía juvenil y el desprecio a la jerarquía y a la autoridad.
Los movimientos feministas Esta nueva forma de vivir la sexualidad en una sociedad cerrada, motivó los movimientos feministas con una clara diferencia de los movimientos de principio de siglo, las sufragistas, el movimiento renació con unos propósitos mucho más ambiciosos: además de la igualdad de genero y otros derechos como el del aborto, proponían un nuevo modelo en la relación entre hombres y mujeres, en la
constitución misma de la identidad personal y en la de la célula social básica que regula estos procesos: la familia. El feminismo es la expresión de la insatisfacción que sufrían millones de mujeres recluidas entre las pareces de su hogar en esforzado cumplimento del papel de las campañas de feminización que se les había asignado: el papel de ama de casa, esposa y madre feliz, puso en evidencia el desfase entre la retórica y la realidad, una realidad que se demostraba vacía y frustrante. El resultado fue un movimiento pluralista y flexible que fomentaba el trabajo colectivo, organizado en pequeños grupos de autoconciencia donde las mujeres pudieran compartir su experiencia individual, que rechazaba en lo posible la burocratización, pero sobre toda la jerarquización., Del movimiento feminista se escindió una rama radical que consideraba al grupo femenino como grupo social oprimido y defendía una acción firmemente solidaria de las mismas frente a su contradicción fundamental: el hombre solo o en conjunto, afirmando que la compresión de la condición femenina debía provenir exclusivamente de análisis realizados por mujeres. Críticas a la Escuela de Frankfurt La Escuela de Frankfurt ha sido atacada desde numerosos frentes. Los liberales y los tradicionalistas atacan a la Escuela de Frankfurt por entender que es una forma de “marxismo cultural” que ataca a los valores tradicionales y a la familia. Desde la izquierda, hay posturas críticas con la Escuela de Frankfurt que opinan que no es más que una crítica romántica y elitista de la cultura de masas disfrazada de neomarxismo. Los marxistas critican a la teoría crítica por ser una expresión de idealismo burgués que no guarda ninguna relación inherente con la práctica política ni con ningún movimiento revolucionario actual. Karl Popper criticaba a la Escuela por haberse desentendio de la promesa de Marx de un futuro mejor: “La condena de Marx de nuestra sociedad tiene sentido porque la teoría de Marx contiene la promesa de un futuro mejor. Pero su teoría pierde todo su sentido su se la extirpa de esta promesa, como han hecho Adorno y Horkheimer.
Aporte a la Pedagogía de James Coleman Coleman se licenció en la Universidad de Purdue en 1949, doctorándose en la Universidad de Columbia en 1955. Durante sus estudios se vio muy influenciado por las conferencias de Robert Merton sobre los condicionamientos sociales en la conducta individual, y por los métodos cuantitativos de Paul Lazarsfeld en sociología matemática. En 1956 empieza a dar clase en la Universidad de Chicago donde escribe Union Democracy (La demoracia sindical), uno de los estudios más famosos de la sociología del trabajo. Posteriormente sería contratado por la Universidad Johns Hopkins, donde redactaría el Informe Coleman, un estudio para el gobierno federal que contribuyó a implantar la ley por la que los niños blancos y negros compartirían el bus escolar como forma de integración. Este informe lo convertiría en uno de los sociólogos más influyentes de Estados Unidos. En 1989 fundó la revista Rationality and Sociology, donde se difundían los trabajos realizados desde la perspectiva de la elección racional. En 1992 fue elegido presidente de la American Sociological Asociation, realizado un ponencia titulada La reconstrucción racional de la sociedad. James Coleman muere el 25 de marzo de 1995. Fundamentos teóricos Coleman se define como individualista metodológico, aun admitiendo que la Sociología debe centrarse en los sistemas sociales, insiste en que la explicación de éstos está en factores individuales. El autor desarrolla la idea básica de la elección racional, afirmando que las personas actúan intencionadamente en persecución de una meta, y para alcanzarla utilizan unos recursos, que define como todas las cosas sobre las que el actor tiene un control. Coleman explica la existencia de las normas desde la perspectiva anterior, proponiendo la teoría de que los actores consienten cierto control de su propia conducta a cambio de ejercer cierto control sobre la conducta del resto de actores. Una parte importante de su investigación estuvo centrada en los mecanismo y reglas para moverse desde la elección individual a la elección colectiva (social). Para ello desarrollo el concepto de actor corporativo referida a los actores, no individuales, que persiguen los intereses de una colectividad (por ejemplo las asociaciones).
Críticas La obra de James Coleman, y toda la teoría de la elección racional, ha sido duramente atacada por diferentes autores y perspectivas de la Sociología: Desde la perspectiva estructuralista se afirma que la Sociología debe analizar los fenómenos macro para explicar la conducta individual, por los que la teoría de la elección racional estaría fuera de los límites de la Sociología. Desde el interaccionismo simbólico se les acusa de no poder dar una respuesta convincente a la propia existencia de la sociedad. Además ponen de manifiesto que las normas ideales de racionalidad no encajan con la vida cotidiana. Autores como Charles Tilly acusan a Coleman de propagar un reduccionismo psicológico incompleto que conduce al error. Donald Green e Ian Shapiro recomiendan a los seguidores de la elección racional investigar los límites de la elección racional(...)y abandonar la tendencia a ignorar, desacreditar o absorber al resto de tendencias teóricas. Paula England y Barbara Stanek Kilbourne han criticado el supuesto egoísmo implícito de la teoría de la elección racional, ya que este debe considerse una variable. Neil Smelser analiza como la teoría de la elección racional ha ido degenerando hasta convertirse en tautológica e invulnerable a la falsación desarrollando la capacidad de explicarlo todo y, por lo tanto, nada.