Revista no1 baksiulam

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Revista de artes marciales chinas

NÚMERO 1

director Claudio Di Renzo uteacher@hotmail.com revista interna de Lai gong fu prohibida su venta

Lam Sai Wing Hung gar

journal

Bak Siulam kune

Lau Fat Meng garra de águila yin zhao quan

Notas de los mejores maestros (David Conches, Adam Hsu, Robert Smith, Horacio Di Renzo, y muchos más...) acerca de los más famosos estilos

Asociación española por David Conches

El estilo del mono por Robert Smith

Historia de xing yi quan por Guillermo Fernández

Lianbuquan por Wu Zhiqing

El reino de las mujeres Entrevista a Ricardo Coler por Claudio Di Renzo

Baksiulam journal - 1


Practique gong fu tradicional en estos lugares ... Escuelas Kai Men y Lai gong fu Horacio Di Renzo Claudio Di Renzo Núcleo central Nazca 1840 - Caba Tel.: 15- 6374 9044 (consultas: lunes a viernes de 10 a 21 hs) http://www.lai-kf.com http://www.kaimenkungfu.org David Conches E-mail: david@goldendragon.es Barcelona - España http://facebook.com/dconches Guillermo Fernández Lai gong fu - xing yi quan Alem 184, 2º piso Monte Grande Complejo Güemes Güemes 4270 - Caba E-mail: fernandezcw@yahoo.com.ar Tel.: 4833-1729 / 155-133-3409 Walter Mercuri Centro Natural Integral - Lai gong fu Avellaneda 62 San Martin 445 2800 - Zárate, Argentina E-mail: sifuwaltermercuri@yahoo.com.ar Tel.: 03487 51-5719 http://www.facebook.com/sifuwaltermercuri Martín Ugarte Lai gong fu - wenshengquan Juramento 2791 - Caba Tel: 4783-9076/ 154-051-1446 E-mail: martinugarte@fibertel.com.ar Facebook: https://www.facebook.com/wugong.belgrano Wenshengquan Argentina: http://www.wenshengquan.com.ar Felix Vallejo Lai gong fu - tanglangquan Tel: 0342 15-614-2239 E-mail: cachov@gmail.com http://www.dragondejade.com.ar/ Jorge Rizzo Lai gong fu - Chin woo Argentina https://www.facebook.com/shifujorge?ref=ts&fref=ts San Justo 2- Baksiulam journal


Editorial

Comenzando un camino... No es algo pretencioso, es solo una revista... tampoco es nada formal. Lo que sí, cuesta trabajo. Y ese trabajo me encanta. Quiero dedicar este número primero a Lai Han Liang, mi maestro, quien deposita en mí su conocimiento, y a David Conches, un amigo de aquellos, con el que compartimos el amor por el gong fu. Hemos seleccionado textos de maestros como Robert Smith, de Estados Unidos, y de Adam Hsu, oriundo de Shanghai, quien actualmente vive en Taiwán. Tal vez los lectores no lo conozcan, pero luego de leerlo entenderán la importancia de su paso por el gong fu.

En 2005, con el maestro Lai Han Liang en su casa en Guangzhou En 2015, con el maestro y con mi siempre colaboradora amiga Hellen en Foshan

Incluimos, además, una entrevista al periodista argentino Ricardo Coler, quien ha viajado a China para investigar una de las pocas sociedades matriarcales. Entre nuestros colaboradores, contamos con Horacio Di Renzo, Guillermo Fernández, Martin Ugarte y Walter Mercuri. Esperamos que Bak Siulam Kune colme sus expectativas. Estamos abiertos a sugerencias, comentarios y colaboraciones. En relación con esto último, queremos aclarar que nuestra revista se dedica exclusivamente al gong fu y a la cultura china. Respecto de las artes marciales, no publicamos nada que no sea sobre gung fu tradicional: ni jeet kune do, ni wushu moderno, ni mulan quan, entre otros. Queremos dar al alumnado argentino un espacio en el que no solo pueda leer los aportes de los especialistas en este arte sino que también pueda participar. Claudio Di Renzo

Año 1 - Número 1 Baksiulam - journal director Claudio Di Renzo revista en pdf (gratuita)

colaboradores ... David Conches Adam Hsu Horacio Di Renzo Robert Smith Guillermo Fernández Martín Ugarte Walter Mercuri Emanuel Arriva Quevedo traducción de inglés: Ela DeLarge E-mail: eladelarge@hotmail.com Teléfono: 1162994553 correctora Pabla Diab

para comunicarse con nosotros por críticas y sugerencias, escríbanos a uteacher@hotmail.com www.lai-kf.com

Sumario Lianbuquan por Wu Zhiqing

p. 4

El boxeador mono por Robert Smith

p. 8

Introducción al boxeo de la mantis religiosa por David Conches p. 12 Asociación Española de Shaolin Changquan por David Conches p. 5 Entrenar con coherencia por Horacio Di Renzo p. 6 El reino de las mujeres de Ricardo Coler por Claudio Di Renzo p. 15 Historia de Xing Yi Quan por Guillermo Fernandez p. 17 Chen jia revolution por Emanuel Quevedo

p. 18

El propósito actual del kung fu por Adam Hsu p. 20 El ving tsun de Leo Imamura por Claudio Di Renzo p. 23 Muerte súbita, como evitarla por el dr. Ariel Sabio p. 22 Visita de Fu Nenbing por José Arnedo

p. 21

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Libros

Lianbuquan El entrenamiento de posturas por Wu Zhiqing

nota del director: Reproducimos aquí el prefacio del libro Lianbuquan, el entrenamiento de posturas de Wu Zhiqing, publicado en 1930. Ahí mostraba esa forma de un modo casi igual al que practicamos en la escuela Lai gong fu. El nombre de la forma en chino es ¨pasos continuos¨ y es una secuencia de Shaolin quan.

El entrenamiento de posturas, Lianbuquan por Wu Zhiqing - 1930 Traducción de Paul Brennan, marzo del 2011

Prefacio de autor Mirando hacia atrás, digamos que el Shaolin quan fue originado por el maestro chan Damo y sus '18 técnicas' (se llamaron las 18 manos de Luohan). Damo las pasó a sus discípulos, Tan Zong y el resto, y ellos asistieron a la dinastía Tang en la pacificación de Wang Shichong.

piente y grulla. Al mismo tiempo que Bai estaba el viejo Li, quien enseñaba el grande y pequeño hong quan, que fue transmitido por todo el área sur y central, (específicamente Shaanxi, Henan, Sichuan, y Hubei-Hunan) y hoy se ven muchos sistemas que lo contienen. Si el lianbuquan en este volumen es una de las cinco series de Shaolinquan, es el boxeo de dragón, porque su espíritu está en abundante cambio.

Había trece monjes para ello y eran expertos en En estos tiempos modernos, con empleo de las 18 manos, que aplicaban fuertemente y las términos técnicos, hemos avanzado desde el adaptaban. nombre que ha sido cambiado ahora a Fotwork training set, también con la intención de entreMás tarde, el primer emperador Song, Zhao nar cuerpo y espíritu. Esta forma ha sido enKuangyin, las estudió y entrenó muy profunda- señada por el sifu de Sichuan Guardaespaldas mente. Entre sus habilidades, se destacaban los Association, Liu Chongjun. 36 chang quan, seis pasos del mono, boxeo del pato, entre otros. Luego de establecer su nueva Liu pasó mucho tiempo por las provincias de dinastía, publicó sus libros en el templo Shaolin Shaaxi y de Gansu -entre los ríos Amarillo y de Songshan. Las futuras generaciones trans- Luo- pidiendo a los famosos maestros y a sus mitieron su conocimiento como el boxeo del colegas que lo guiaran; se concentró en invesprimer emperador, y se conoció como el Taizu tigar los cinco estilos de boxeo de Shaolin y (primer emperador) quan. de la escuela Yue de boxeo corto, y pasó más de treinta años buscando experiencia y conDurante las dinastías Jin y Yuan, estuvo Bai Yu- firmando que esta forma era, sin dudas, el bofeng, quien se rapó la cabeza y se hizo monje, xeo del dragón. La última primavera, mientras y verdaderamente obtuvo el conocimiento Shaolin. trabajábamos juntos en el Instituto Central de Goushu, Liu me mostró, durante nuestros ratos Enseñó a su discípulo el monje Jue Yuan, quien libres, el boxeo del Dragón e incluso me lo exhizo cambios y agregados. Las 18 técnicas se plicó completo, de principio a fin. convirtieron en 73, y luego llegaron a ser 173, finalmente se agruparon en cinco categorías de Exclamé que nunca había oído del boxeo del boxeo. dragón. Después de verlo y de practicarlo, consideré las similitudes y diferencias entre este y Las cinco categorías eran dragón, tigre, leopar- otros estilos. Lo duro y lo suave se asisten, no do, serpiente, y grulla, las cuales entrenaban el es ni excesivo ni insuficiente, todo se da perespíritu, los huesos, los tendones, la respira- fectamente. Entonces comencé a ver el ingenio ción, y el poder, respectivamete. del estilo del dragón. Al aprender cada paso, reflexionaba sobre sus posturas tan simples como También existió en la dinastía Han un médico claras, tan eficientes como económicas. No es llamado Hua Tuo, quien enseñó el juego de los como otros estilos de boxeo que son excesivacinco animales, siendo el tigre, el oso, el mono, mente complejos e innecesariamente largos. el venado y el pajaro. Bai transmitió su idea, Ciertamente, podemos considerar el estilo del y los cambió por dragón, tigre, leopardo, ser- dragón como el Mahayana (“gran vehículo”) 4- Baksiulam journal

de las artes de boxeo Shaolin. Durante el año nuevo de este año en Shanghai, estuve viendo un viejo manuscrito de Liu sobre la instrucción para esto y también sobre la escuela Yue y su conectado boxeo. Arreglando todo y distiguiendo todo, esperando la opinión principal de Liu para rápido hacer un libro para los interesados, para que la verdadera esencia de este arte de Shaolin no quede en el secreto entre él y yo, sino que quede y pueda durar para siempre. Para ello he escrito este prólogo. Wu Zhiqing, escribiendo desde el Shanghay / Escuela Estimando lo Marcial/marzo 1930

imagen de lianbuquan por monje Shaolin

el autor y su lianbuquan


Asociación Española de Shaolin Changquan por Liu David (David Conches). Provincia de Shandong/China-Barcelona/España 1993 al 2015 www.goldendragon.com.es Esta nota pertenece al libro Shangdong Quanjia Tanglangmen de David Conches.

M ucho antes de que la cerveza Tsingtao (Qingdao) fuese importada de la provincia de Shandong para deleite de los occidentales, Shandong ya se había revelado tanto como fuente de leyendas como de héroes, filósofos, pensadores, estrategas y gente de poderes místicos para el resto de la milenaria China.

Esta es una provincia donde nombres como Song Jiang y su banda de proscritos de la montaña Liangshang han significado para los chinos lo mismo que Robin Hood y su grupo del bosque de Sherwood significaron para los británicos. Shandong es una provincia que comparte los honores de ser la cuna de los grandes filósofos Confucio y Mencio, del primer emperador de China, Qing-hi Huandgi, del monje taoísta Changqun (fundador de la rama Longmen de Laoshan y uno de los siete grandes maestros taoístas), del famoso escritor Pu Songling, del poeta Li Qingzhao, de Sun Zi (autor del famoso libro Sun Zi Bing Fá o El arte de la guerra, primer best seller de estrategias de guerra en la historia del mundo), de numerosos héroes como los 108 rebeldes de Liangshang, grandes maestros del wushu o kung fu como Wang Lang (creador del estilo tanglangquan) y estilos que aun hoy perduran. Las montañas Taisan, Laoshan y Liangshang, en la provincia de Shandong, están reconocidas como montañas sagradas y tres de los lugares más místicos de China, y sirvieron durante siglos como lugar de inspiración espiritual para los emperadores chinos, monjes, pensadores y maestros de Wushu/Kung Fu. No hay, pues, porque sorprenderse de que en el año 1982, cuando el gobierno chino decidió investigar todos los sistemas importantes de Wushu, encontrase que la provincia norteña de Shandong era el origen de 66 de los 220 sistemas conocidos actualmente. Estos sistemas incluyen: chaquan, meihuaquan, tanglangquan, wenshegquan y baguazhang, entre otros. Tan solo las provincias de Hebei y Henan se le pueden comparar. Hoy en día, Shandong todavía inspira a muchos a seguir el verdadero camino para llegar a ser auténticos luchadores de wushu/kung fu. La Asociación Española de Shaolin Changquan & Shandong wushu tradicional, nació con el deseo de difundir y extender por el mundo occidental las artes marciales de la provincia de Shandong y dar a conocer a los grandes maestros de esta zona al mundo occidental. La idea original surge a raíz de mi primer viaje a China, donde participé en dos eventos internacionales y simultáneos que se realizaron en la provincia de Shandong, concretamente en las ciudades de Jinan y Yantai. Fue a partir del contacto con varios grandes maestros de esta provincia, que decidí dedicarme a su expansión y difusión. Anteriormente, como secretario de la Asociación Española de Shaolin Changquan, decidí ampliarla y con las mismas bases formar la Spain Shaolin Changquan & Shandong Traditional Wushu Association (Asociación Española de Shaolin Changquan y Shandong Wushu Tradicional), como una rama de la Shandong Wushu Association con sede en China, ya que en 1998 fui nombrado asesor de cultura física y wushu por la Qingdao Popular Wushu Association, en el 2004 representante oficial de la Qingdao Taiji Tanglagquan Association y en el 2007 representante de la Qixingmen Tanglangquan Wang Yunpeng Guanshú Association. La nuestra es una asociación sin ánimo de lucro y su única función es el desarrollo, la difusión y la promoción del wushu tradicional de Shandong y de los maestros que aún quedan en esta provincia norteña del gran imperio del dragón. Nuestros estilos principales son el bei Shaolin changquan o meihuá changquan y jiaomen changquan, de las ramas de los grandes maestros, Wang Ziping y Han Qingtang. El taiji tanglangquan de la rama del gran maestro Song Zide, Qixing tanglangquan del gran maestro Wang Yunpeng y el Qingdao liujiaquan del gran maestro Liu Mingji. Los interesados en formar parte de nuestra organización pueden pedir mas información en la dirección arriba indicada.

Shandong Quanjia no es únicamente un libro sobre el estilos de wushu o kung fu de un maestro, sino un gran trabajo de colaboración conjunta de varios grandes maestros para preservar y difundir el auténtico wushu tradicional de a provincia de Shandong en varios manuales o Quanpu.

Dedicatoria Es mi deseo dedicar esta colección de Quanpu o manuscritos sobre el Shandong Quanjia, a la memoria de los grandes maestros que transmitieron estas artes de generación en generación, en especial de los grandes maestros como: Song Zide, Wang Yunpeng, Wang Yushan, Li Kunshan, Wang Yuanqian, Liu Mingji, Fan Chunhe, Wang Ziping, Han Qingtang, Wang Fulin, Guo Laodao, Kuang Laodao Xu Xueyi, y otros muchos. A los maestros con quienes he estudiado y que han influido en mi aprendizaje y comprensión del auténtico wushu tradicional como: Víctor Gan, Pedro Izquierdo, Germán Monzón, Claudio y Horacio Di Renzo, Su Yuchang, Fu Shongnan, Yan Jwingmin, Zhan Ziying, Peng Yingchao, Jin Yuzhen, Feng Tianming, Liu Wenyue, Liu Xiaohong, Gao Henglun, Wang Yuanqian, Wang Yong, Li Jinfu, Ma Yongguang (Ilya Profatilov), Tang Jiashan (Patrick Cassam-Chenai), Li Zhongsheng, Li Guiying, Zhang Bingdou, Xu Ji (Adam Hsu), Chen Zhengbao, Feng Lixin, Wang Yunfang, Jiang Yunjing, Jiang Dongliang, Ted Mancuso, Zhou Yongfu, Song Lishan, Ge Doupeng, Zhang Falong y Wang Kongxu, entre otros. Así como a mis alumnos, muy especialmente a aquellos que aun en las dudas y las dificultades han seguido a mi lado y apoyándome. A todos aquellos a quienes no he podido olvidar. A mi padre deseándole que en su nuevo “hogar” sea más feliz de lo que lo fue aquí en la tierra. A Tania, David, Iker, Pilar y Noa, mis sobrinos españoles, y a Congcong Suosuo, Qiqi y Yiyi, mis sobrinos chinos, con mis mejores deseos de que crezcan sanos y felices. A Xiaojun, a la que quise como a una hija.

Agradecimientos Gracias especiales a los maestros y otras personas que desinteresadamente y para este libro, me han ofrecido sus aportaciones de datos, traducciones y documentos fotográficos, a todos los que amablemente han posado para las fotos de este manual, y cómo no, a mis incondicionales lectores y amigos. ¡A todos, muchas gracias!

Revista de Cultura y Artes marciales de China Magazine of Culture and Martial Arts of China 1

nº 34 . 3ª época Noviembre 2012

Especial: Gran Maestro

Liu Yunqiao 刘云樵大师

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Entrenar con coherencia por Horacio Di Renzo

día, todos los días. Su peligrosidad es menos visible, pero igualmente seria. Podrá sonar un poco rebuscado, pero no se puede emprender ninguna actividad sin antes tratar de situarla dentro del contexto de nuestra propia vida. Si dicha actividad no nos sirve para ser más felices, me atrevo a decir que no nos sirve para nada. Yo creo que los entrenamientos deben estar de acuerdo con los objetivos a alcanzar por los practicantes. Y también hay que considerar que esos objetivos deben estar de acuerdo con el tiempo y el esfuerzo que estos practicantes están dispuestos a sacrificar e invertir para conseguirlos. En ese sentido, nada ha cambiado. Parece tonto y hasta obvio, pero no siempre vemos aplicado este concepto en el día a día de las distintas escuelas de arte marcial.

Gong fu: un arte milenario en tiempos modernos Los métodos antiguos obedecían a las metas que se buscaban en el pasado: poder producir un guerrero letal, en el menor tiempo posible, que pudiera defender su vida, su entorno, y a veces, su propio pueblo. El estándar era altísimo, dado que el potencial rival era muy peligroso y letal.

Cuando mis alumnos me preguntan si el kung fu es efectivo en la lucha, yo siempre contesto con un rotundo “sí”. Pero luego de esta respuesta les aclaro: “si entrenás una vez por semana, vas a tener kung fu de una vez por semana. Si entrenás dos, será de dos, y así sucesivamente”. El arte es tan bueno como lo es el artista. Ningún estilo, escuela, método ni maestro puede hacer nada para compensar la falta de práctica. Si hay paciencia, disciplina y perseverancia, habrá kung fu. De lo contrario… ya sabés.

¿El kung fu es anacrónico? Antes deberíamos ubicarnos en el mundo actual, y posicionar nuestro Arte dentro de la sociedad de hoy, y sobre todo dentro de nuestras propias vidas. Hoy, claramente, se dispone de menos tiempo. La sociedad es compleja, la vida es muy diversa en objetivos, prioridades y también urgencias. Hoy, objetivos como aprender a luchar son muy atractivos pero difíciles de concretar con un entrenamiento standard de dos o tres clases semanales. Hoy hay también enemigos que no golpean ni patean, pero que pueden minar nuestra salud, nuestra calidad de vida… nuestra felicidad incluso.

¿No debemos tener en cuenta a esos enemigos? Yo creo que sí. El stress, la falta de armonía en el vivir, y tantas otras amenazas no nos esperan en ninguna calle oscura, sino a plena luz del 6- Baksiulam journal

Esos guerreros dedicaban horas de trabajo diario a entrenamientos que hoy se nos presentan como crueles, intensísimos. Los practicantes del pasado trabajaban las bases y las posturas durante meses, porque en la lucha real, cualquier pérdida de equilibrio podía significar la muerte. No se trataba de ganar o perder un campeonato, se trataba de mantenerse con vida. Endurecían su cuerpo con métodos como “campana de oro”, para poder absorber golpes terribles de sus adversarios, que buscaban matarlos. Incluso en esa época, eran pocos los que podían dominar varios métodos, así surgió la especialización. Un luchador dominaba “palma de hierro”, otro “cabeza de hierro”, otros eran suaves como el algodón… ninguno tenía todo, pero todos tenían gran kung fu. Es lógico que un entusiasta de las artes marciales ponga su mirada en esas realidades del ayer. Hasta ahí no hay ningún problema. El inconveniente se presenta cuando se acude a algún tipo de “pensamiento mágico” y ese entusiasta cree –o le hacen creer, que es peor– que va a lograr todo ese potencial de letalidad, entrenando unas pocas horas semanales con un entrenamiento de impacto bajo o medio. Hoy, hay gente que quiere entrenar como en el pasado, cuando ya no hace falta ni se dispone del tiempo necesario. Se quiere entrenar como un gladiador cuando se trabaja en un banco. Se quiere ser invencible cuando los enemigos usan armas de fuego. Se desea dominar lo interno y la palma de hierro teniendo una vida disipada y desordenada.


Claro está que una persona que no agrega ese elemento vital que es la coherencia, a su entrenamiento, no podrá hacer que el Arte contribuya a su calidad de vida.

Sexto: comprender los alcances y las limitaciones de acuerdo al tiempo y la intensidad de tu entrenamiento. Si entrenás tres horas por semana, no podrás jamás ser un Campeón, mucho menos un Maestro.

Coherencia para entrenar mejor

Séptimo: a partir del punto sexto, comprendamos la importancia de la palabra “administración”. Cuando uno tiene poco dinero, lo puede administrar mejor para sacarle más provecho. Lo mismo ocurre con el entrenamiento. El practicante actual debe optimizar la hora de práctica. No debe malgastar su tiempo, porque el tiempo es su bien más preciado y no le sobra. Te sorprenderás al ver cuánto mejor se puede entrenar con un programa estudiado y revisado de trabajo.

Lo primero que debemos reflexionar es que un arte que se creó para defendernos y preservarnos, no nos debe causar daño al entrenar. Repitamos: entrenamiento correcto implica ausencia o mínimas lesiones. Desde ese axioma, todo nuestro entrenamiento deberá ser saludable. Si entrenamos un año, tendremos que recibir un año de salud. A cuatro años, cuatro de salud. Y así progresivamente. Si el arte no nos ayuda a ser SANOS y FUERTES, no nos servirá de mucho y peor aun, se estará contradiciendo a sí mismo. Segundo: deberemos comprender que somos Esencia. Nuestra esencia, nuestro cuerpo físico, responde a la ley del tao. Tus párpados se abren, luego se cierran, para volver a abrirse… Sale el sol, se oculta la luna. Por lo tanto: entrenás, descansás. Cuidemos del descanso y podremos entrenar bien. Todos los días veo entrar a mi kwon a alumnos que no han dormido, o que han bebido en exceso el día anterior, y un largo número de etcéteras. Nada de malo con una salida o con un buen momento, pero ¿entrenar sin descansar? Eso, poco a poco, irá en detrimento de tu esencia, de tu cuerpo, y estarás logrando exactamente lo contrario de lo buscado. Las fibras que no descansan se debilitan y lesionan. Si querés entrenar duro, cuidá tu descanso. Tercero: de nada sirve estimular un cuerpo que no recibe combustible. Hay que alimentarse bien. Comer de todo y en justa medida. Cuidar la alimentación y la hidratación, para que nuestro cuerpo responda a lo que deseamos realizar. Durante el entrenamiento es imprescindible la rehidratación, especialmente en tiempos de temperaturas altas. Se sabe que quien ingiere pequeñas cantidades de agua, cada 5 minutos, más o menos, siente menos cansancio y rinde más en el entrenamiento. Cuarto: entrenar con regularidad. La mayoría de los estudiantes universitarios que asisten a la Escuela desaparecen cuando tienen que estudiar. No comprenden la importancia que tiene para sus mentes el hecho de “descansar del estudio”. El entrenamiento es una vía invalorable para “desenchufarse”. Si podés mantener un ritmo mínimo de entrenamiento durante los tiempos de mucho estudio, no solo te irá mejor, sino que cuando vuelvas no habrás perdido meses de trabajo. Quinto: cuidar en igual medida el aspecto externo e interno. Muchos practicantes de estilos internos ni siquiera tienen la columna derecha o una postura alineada cuando caminan. Obviamente no es una generalización, pero solemos estar en lo “interno” o en lo “externo” sin comprender que son dos partes de un todo. De hecho “columna torcida” no es interno… es la consecuencia de ser “demasiado blando” en el entrenamiento. En China se dice “entrenando quan sin entrenar gong, cuando sea viejo, estará vacío”. Rotundo y real. Si practicás estilos internos, cuidá tu sistema cardiovascular y tu musculatura. Si practicás estilos externos, no olvides el qi gong y los métodos de neigong que están en tu arte. Debemos aprender de la lección de los monjes Shaolin, que aun siendo formidables en lo físico, fueron los primeros en introducir neigong y qigong en el arte marcial chino.

A la hora de valorar todos estos puntos, es importante comprender que ninguno de tus objetivos se va a alcanzar sin la presencia y participación de un profesor idóneo. Y hablando de kung fu… podemos decir que no todo lo que brilla es oro. Es importante tomarse un tiempo para analizar a quién escogerás para que diriga tu entrenamiento. Después de todo, es tu cuerpo, tu tiempo, tu energía y tu sacrificio. No hay nada más desalentador que perder meses o años entrenando con alguien que no sabe lo suficiente. Hay muchas otras cosas para reflexionar, pero sin duda el practicante que está leyendo esta nota ya comprendió hacia dónde me dirijo. Si adicionamos la debida cuota de coherencia a nuestro entrenamiento, no solamente aprovecharemos mucho más nuestra disciplina, sino que además, aprenderemos mucho sobre nosotros, nuestro arte y su relación con el entorno que nos toca conquistar día a día.

n del a: Este artículo forma parte de un libro de próxima publicación. Cuando era adolescente y estaba dando mis primeros pasos por el kung fu, mi primer profesor nos hacía permanecer largos ratos en posición ma pu. Eramos muchos, a veces más de 50 personas en un enorme salón de un club, el Club Estudiantes de Buenos Aires, en Devoto. Recuerdo como si fuera hoy el espacioso salón, con tanta gente entrenando, y sin embargo con tanto silencio. Uno a uno, éramos golpeados en nuestro abdomen por el profesor, quien se tomaba su tiempo para chequear el endurecimiento (interno y externo) de sus alumnos. En esos tiempos todo era “a la manera dura”. Nada era fácil, ni siquiera la comunicación con el profesor. Se hablaba muy poco, se hacía mucho. Hoy, mis alumnos llegan al instituto y me dan un beso… en esos tiempos ni me quisiera imaginar qué hubiera ocurrido si yo hubiese optado por ese tipo de “saludo tradicional”… Sí, era otra perspectiva, y los que somos “veteranos” tendemos a pensar que “todo tiempo pasado fue mejor”. Quién no ha soñado despierto con los entrenamientos del pasado. Muchos son los exponentes que reniegan del estado del kung fu actual, argumentando que “ya no se entrena como corresponde”. Varios son los que le han otorgado al kung fu tradicional un certificado de extinción con fecha cercana. ¿Será así? La respuesta sigue siendo, como tantas otras veces… depende.

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El boxeador mono por Robert Smith

“Uno debe endurecerse sin perder la ternura” Che Guevara

Robert Smith, un ícono de las artes marciales chinas. Escritor, practicante, profesor. Sin sus libros, nadie podría haber conocido a los más grandes maestros de Taiwan, teniendo en cuenta que estuvo allí entre los 60 y los 70. Practicó taijiquan con Cheng Man Ching, xing yi con Yuan Tao, Hung I Hsiang, Shaolin norteño con Han Ching Tang y Chen Pan Ling, y muchos maestros más Liao Wuchang era todos los hombres en uno. Nunca supe su edad real; pero se lo ubicaba entre sesenta y cinco años hasta setenta y ocho. Cuando llegué a Taiwan en 1959, él tenía cuatro esposas y dieciocho hijos. Probablemente ahora tenga más de ambos. Un doctor tradicional medianamente rico, uno de sus hijos era un médico entrenado en el sur. Liao tenía media docena de negocios en las afueras de la ciudad, se mantenía ocupado atendiendo pacientes y utilizaba una pequeña parte de su tiempo para enseñar boxeo. Lo conocí por casualidad. En un infeliz principio con Hung Ishiang, entré a una tienda de regalos y pregunté al dueño si conocía a algún profesor de boxeo. Sí, sabía de uno, pero el protocolo debía ser seguido: él debería ver a un amigo del boxeador y me hablaría al día siguiente. Adquirí muchísimas cosas que no necesitaba como agradecimiento y me retiré de la tienda. Cuando regresé al día siguiente, me presentó a Peter Chen. Entre mis archivos hay una fotografía de un hombre taiwanés y su familia. En la parte trasera hay una leyenda, “Al señor Smith: nuestra amistad es como el brillo del Sol, como la profundidad del mar”, firmada por Peter Chen. La foto muestra a un hombre delgado, relajado y a su lado, una mujer bonita con dos niños y una niña sobre sus rodillas. Sin ser boxeador, abrió muchas puertas por todo Taiwán para mí sin pedirme un centavo. Como sigo pensando en él luego de una ausencia de once años, he recuperado un trozo de papel en el que me había escrito una nota. Su terrible inglés (siempre, como sea, mejor que mi mandarín y mi inexistente taiwanés) logra contar la historia del Templo de Kaignan. Parafraseo. Cerca de doscientos años atrás, un manchú gobernó Taiwán. La capital estaba en la ciudad de Tainán, y cinco familias controlaron los distritos de los alrededores. La familia Shi tenía el monopolio de la madera. A través de sogas atadas de un lado a otro, la madera era transportada hasta la ciudad. Y cualquiera que viniera en conflicto con los transportistas en la estrecha calle era golpeado. Un día los transportistas se toparon con un hombre de sesenta años que cargaba sal. Arrojaron la madera sobre él pero fallaron en lastimarlo. Lo golpearon otra vez y él sólo se rió. Y otra vez. Finalmente, el viejo empujó el hombro de uno de sus antagonistas y la sangre salió con fuerza de la boca del hombre. Eso fue cuando los transportistas se dieron cuenta de que se habían cruzado con uno de habilidades superiores. El viejo tenía dos estudiantes que habían derrotado a unos monjes luchadores un tiempo atrás. Un monje luchador de rango superior entonces golpeó a los estudiantes, quienes mintieron al viejo acerca de las circunstancias de su derrota. El viejo fue al templo, pasó a través de la puerta y caminó hacia el gran salón (se dijo que todos los ladrillos que pisó fueron rotos por su movimiento). Los monjes le ofrecieron fuego para su pipa, pero él lo rechazó e inmediatamente levitó hacia la lámpara larga fijada al techo, más de veinte pies arriba. Cuando ellos fueron a pelear, el viejo se sacó sus prendas superiores y el monje jefe vio pintado en su pecho un dragón que indicaba que era un hermano boxeador, y por eso se canceló la pelea. Este tipo de historia es contada y vuelta a contar. Recuerdo horas pasadas en la isla Chinmen, oyendo a un cantonés que me contó una misteriosa historia con testigos oculares acerca de un festival fantasma en un pequeño pueblo de la provincia de Cantón, donde difuntas almas retornaban a sus pieles originales para hacer las formas de boxeo por las que se habían hecho famosos así como las que habían aprendido ya barajando fuera de este cuerpo mortal. Peter Chen me llevó hacia Liao. Estuve inmediatamente impresionado. Don Budge, en Tennis the Proffessional Way, pregunta retóricamente: “¿Cuál es 8- Baksiulam journal

la parte de un campeón entrado en años que se rinde primero? ¿Las piernas? ¿Los pulmones? ¿Los ojos? ¿Los reflejos? Definitivamente, creo que son los músculos del estómago. Si estos son fuertes, las piernas y brazos seguirán trabajando”. Liao tenía un abdomen firme que hacía entre risas que golpeara todo lo que pudiese. Era tan ágil como alegre, ágil como la hormiga roja. Todas las mañanas a las 3 AM, él se levantaba a tomar un baño frío, y sentía que en ese simple acto estaba el ingrediente principal de su salud de muchacho. Ese baño era un simple y abrupto vuelco de una vasija de agua fría sobre su cuerpo, sin nada de la gradualidad de una ducha caliente que poco a poco se vuelve fría. Siempre he puesto la tesis del agua fría en la categoría de la capilla temprana del YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes), vigorizante y buena pero al mismo tiempo efímera. Pero a Liao le parecía que era el sostenimiento en la superación de la malnutrición espiritual que nos afecta a todos. En realidad, no parecía mayor de cincuenta y podía hacer el Boxeo del Mono (ta sheng chuan) sobre sus rodillas más rápido y de una manera más bella que la que otros podían en el nivel normal (figuras 7-12). Pero luego las cosas bajas se volvieron su fuerte: golpes, acuchilladas, empujes, y siempre para combatirlo había que encontrarlo. Andaba siempre por ahí. Y una vez que te encontraba, tenías que golpearlo hacia abajo, cosa que no es ideal para mantener el poder de los golpes. Karatecas japoneses y okinawenses habían ido a ver la rapidez de Liao y sus formas de rebote de rodilla, y quedaron maravillados. Luego de haber estudiado tres años con él, aprendí que nada de eso era tan profundo. Era un simple Shaolin sureño proveniente de Fukien y Cantón unos siglos atrás. Pero era efectivo por la postura baja, la habilidad y el estilo de Liao. Aprendí, como mucho, diez formas mientras en realidad pasábamos la mayoría del tiempo luchando. Algunas formas que aprendí fueron: boxeo del mono, atravesando tres calles, tres ofensivas, tres boxeos en círculo, boxeo de las cuatro pequeñas puertas, boxeo del corte de lado y cortar y acuchillar. Nuestra relación se profundizó realmente cuando mi esposa y yo asistimos a la boda de uno de sus hijos. En la fiesta fuimos confrontados con varias delicias taiwanesas, como anguilas, sopa de hongos blancos y babosas de mar. Solo pudimos hacer una de dos cosas: cerrar los ojos y comer (y sufrir luego) o monopolizar uno de los tantos platos reconocibles, como el pollo hervido, por toda la tarde. Optamos por la última. Aunque Liao no pesaba más de sesenta kilos, era verdaderamente formidable. En prácticas de empuje, jamás pude moverlo hasta más tarde, cuando E. J. Harrison, el primer occidental en escribir profundamente acerca de las artes marciales asiáticas, me habló de un caso similar en Japón en los primeros años del siglo. Su maestro le dijo que lo levantase hacia arriba de manera directa. Probé, funcionó. Liao sonrió y dijo: “Encontraste el modo, ¿eh?”. Su especialidad era lo bajo, la parte superior del zapato al nivel de las cosas, envolviendo mucho de postura, completamente en cuclillas, y saltos desde dentro de la parte superior de la pierna. Los movimientos eran extremadamente rápidos, los golpes solían ser inusuales y, cuando acababa con el blanco, se enfocaba profundamente en él. La mano abierta era, proporcionalmente en una medida aproximada de dos veces, menos usada que el puño cerrado. Boxeábamos muchísimas veces semanales en el primer año y como mínimo una vez por semana durante los últimos dos. Su espalda estaba siempre derecha y una de sus tácticas favoritas (vista en la mayoría de sus formas) era fingir venir desde arriba y luego atacar desde abajo. Asimismo, era propenso a los contraataques, aunque también podía atacar. Había entrenado con diez maestros destacados y había servido como asesor para la policía local. Su conocimiento del boxeo era empírico, lo había tomado de las calles. Mientras estuve


allí, Liao seguía enfrentando peleas callejeras y, como doctor nativo, era muy solicitado luego para tratar los efectos de estas. También, me dio información acerca de medicinas para ser tomadas internamente o usadas exteriormente y me ofreció un anillo con veneno y conocimiento acerca de sustancias para envenenarse las uñas de los dedos de las manos. A través de Liao, de otros luchadores y de libros, aprendí sobre la esotérica ciencia de atacar los puntos vitales (tien hsueh). Un texto bueno pero desparejo es el Wushu neiwaikung (Las artes de lucha internas y externas), de Wan Laisheng. De acuerdo con su esta fuente, tien hsueh envuelve tres clases de puntos: puntos de ataque, puntos de cierre y puntos de agarre. La teoría Shaolin sostiene que hay 365 puntos vulnerables (“suaves”), cinco más que los usados en acupuntura y tratamientos con moxa. El golpe tiene 36 puntos mayores y el cierre, 24 puntos principales. El ataque está orientado a doce períodos de tiempo de dos horas, basado en la creencia de que la sangre y la actividad neurológica es más fuerte en aquellos puntos en tiempos específicos. Tres familias eran tradicionalmente famosas en ese arte, los Yuan, los Yang y los Kao. Lo Szu, un famoso boxeador Shaolin, fundó el método Kao, que se basaba en atacar con el dedo índice solo o acompañado con el dedo medio a los puntos vitales. Mientras que algunos puntos necesitaban solamente ser tocados, otros requerían de un ataque. El ataque de un dedo, de todos modos, era el método principal, sutil y misterioso; gran parte de la técnica se ha perdido. Algunas veces, víctimas del método de “la mano pequeña” eran tocadas y morían más tarde. Luego de que un punto vital es tocado, ninguna medicina puede remediarlo. Una persona puede morir en tres días por un golpe en los genitales. Wan cierra con consejos acerca de cómo ganar esa habilidad: empezando desde un empuje de cinco dedos, uno progresa hasta el punto en el que usa sólo el dedo índice de su mano como soporte, mientras los dedos de los pies descansan sobe dos ladrillos, ahí es capaz de puntear. O quizá podemos mirar el Wutang chuanshu mi chueh (Secretos del boxeo Wutang), de Chin I-ming. Chin afirma que el tien hsueh empieza con el entrenamiento de tácticas con los dedos de las manos. Luego los puntos vitales blandos se aprenden y son equiparados con la circulación sanguínea. Las técnicas de mano del tien hsueh usan tácticas de uno y dos dedos, que se dividen en cuatro: hurgar, abofetear, empujar y atacar. El dedo era tensionado, es el mejor arma y puede causar la muerte. La palma también era usada para abofetear, presionar y empujar, pero esta, las rodillas y los codos eran tácticas que daban como resultado en lesiones menores.

Rastrear el arte históricamente es imposible por el secreto que la rodea. La investigación de Chin reveló que el primer hombre famoso por el tien hsueh se llamaba Shan Szu-nan. Shan enseñó a Wang Cheng, que a su vez enseñó a Huang Pai-chia. Huang nombró algunos de los puntos de la siguiente manera: punto de la muerte, punto tonto, punto vertiginoso y punto de la tos (uno de estos puntos que no está en la lista es el que si acierta, supuestamente, causa que el hombre comience a reírse hasta la muerte). El tien hsueh es complejo y requiere un estudio meticuloso e incesante. Porque para ser incorporado en el boxeo regular, uno debe primero dominar el boxeo. Algunos maestros eran demasiado celosos de su conocimiento, por lo tanto sus secretos murieron con ellos. Incluso cuarenta años atrás, cuando Chin había escrito, el arte estaba prácticamente extinto. El tien hsueh intenta bloquear el pasaje de aire y sangre. En veinticuatro horas la sangre pasa a través de doce puntos clave. El flujo no es regular: a veces se arrastra por las venas como una marejada, otras, suavemente. Focalizar en un cierto punto en cierto tiempo detiene y a veces revierte el flujo. Los dedos deben ser entrenados por la mente, o en ejercicios de resistencia o con objetos duros, como porotos en una vasija. Varias partes de la mano deben ser entrenadas para distintos propósitos, los dedos de las manos para tocar o empujar, las palmas para abofetear o enganchar y el dorso de la mano para cortar. El maestro Tang Tienchin dijo una vez que el punteo de Chang Sanfeng, un monje taoísta de la dinastía Sung (960-1279), derivaba de otro taoísta, Feng Ishuan. Él tenía 36 blancos. El mismo Tang me mostró 22 puntos frontales y 22 traseros, y me dijo que todos ellos causaban la muerte. Ho Fengming, famoso por el tien hsueh, una vez se refirió a un tal “Garra de Águila” Wang, que era experto agarrando puntos y escribió un libro acerca de ello. Se decía que cuando Wang agarraba algún punto, la persona se sentía inmediatamente débil. El

entrenamiento de Wang era exigente. Fue él quien hizo el ejercicio del Agarre del Dragón Amarillo, en el que los dedos están rítmicamente estirados y contraídos por largos períodos. Luego pondría su mano en agua hirviendo. La mano, a continuación, se retiraba y se la dejaba secarse sola. Después de esto, remojaba en la mano una mezcla exótica (cenizas de cinco pares de garras de águila, piel de elefante, caparazón de tortuga, hierbas, sal frita con jengibre, vino, y vinagre dejado reposar un mes). Luego aplastaba la mano entre porotos y piedras. De esta forma, mientras los dedos se veían normales, podían penetrar el estómago de una vaca y ladrillos. Se decía que Wang tenía 108 puntos para sus técnicas de agarre. Más que eso, su acción podía ser “liberada”, eso es, después de incapacitar a alguien, podía aliviar la parte afectada con otra acción. Entonces podríamos asumir que su agarre interrumpía la circulación por venas y arterias, y su “liberación” meramente las reabría. Wang decía que había un punto mayor cada seis pulgadas del cuerpo y uno menor cada una pulgada y media. Cada uno de los puntos estaba gobernado por el tiempo, excepto dos de los mayores (jen y tu), que podían ser atacados cuando fuera. Chin cuestiona la idea de los golpes y el tiempo citando al maestro Ho Yushan: “Hablar del punteo de acuerdo con el tiempo es engañoso, los boxeadores lo usan para desconcertar a la gente”. Algunos boxeadores experimentan con animales vivos. Aunque las estructuras del cuerpo sean distintas, los puntos mayores son similares, así que es relevante llevar a cabo tales pruebas. Chao Haiping, el estudiante más antiguo del maestro Chiang Hsiuyuan, famoso en la Provincia de Yunnan, una vez visitó a Chin y le mostró un dibujo de 36 puntos en un caballo. Chin ordenó que trajesen un caballo y que se lo puntease de acuerdo al dibujo. El caballo cayó y no se recuperó hasta después de una hora y media. Liao también era hábil con las barras gemelas cuadradas, la espada y otras armas. Lo he visto tomar una espada de madera y cortar limpiamente a la mitad una pieza de bambú sostenida por los extremos con papel sin siquiera rasgar el papel (un método alternativo era sostener los extremos de la pieza de bambú sobre dos copas llenas de agua y cortar la madera sin derramar una gota). Eso era kung fu de verdad. Y nunca me acerqué al nivel de Liao. Había otros trucos que usaban los charlatanes que practicaban la medicina tradicional y se llamaban a sí mismos boxeadores. Liao me mostró uno de esos. Un alambre es atado alrededor del pecho de tal manera que la expansión del pecho haga que una parte del alambre corte a la otra. Un truco similar es el uso de una soga tratada con ácido que se enrosca alrededor del pecho y es rota por la inhalación. Hay muchos otros. Esas cosas no son peculiares en Asia. John Clempert, un luchador ruso, viajó con Houdini por un tiempo bajo el nombre de “El Hombre al que No Podían Colgar”. Anudado, podía dejarse caer quince pies sin daño alguno. (Una mejor hazaña que esa fue lograda por “Granjero” Burns, el entrenador de lucha de Frank Gotch, que era capaz de colgar por medio minuto atado por el cuello a un nudo corredizo). El mismo Houdini era un ejemplo por excelencia de un hombre entrenado rigurosamente capaz de realizar hazañas que requerían la máxima destreza y agilidad. En una de sus viejas películas, recuerdo que él estaba colgado, con las manos esposadas en la espalda, en un pequeño cuarto. Con sus piernas aplicaba una tijera sobre el cuello del delincuente que lo vigilaba y lo ahogaba. Luego, se quitaba un zapato y buscaba en el bolsillo del hombre la llave de las esposas y tomándola con los dedos de los pies, la llevaba hasta las manos, liberándolas. Luego saltaba y cruzaba la puerta como un hombre libre. Exageraba, seguramente, pero demostraba sus capacidades. Más allá de enseñarme las sutilezas, Liao me abrió las puertas de todo Taiwán. Era recibido por boxeadores que no hablaban más que con chinos. La separación entre los extranjeros y taiwaneses en Taiwán era muy real, pero, según Baksiulam journal - 9


Liao, yo era capaz de conocer de cerca a cada maestro taiwanés en la isla. Más tarde hablamos de algunos, pero hay un ejemplo que no puede ser omitido. Una vez, Liao llevó a un amigo y a mí a conocer a un viejo boxeador taiwanés, Cheng Chinchang, que vivía en una granja y tenía la reputación de poseer la habilidad de un dedo. Él nos recibió en su casa, sirvió té y nos hizo una demostración. Primero, puso aceite combustible en el dedo índice de su mano derecha, calloso y mucho más corto que el de la izquierda; luego, lo acercó al fuego y lo dejó arder. Después aplicó vino en el dedo, chamuscado por sostener en él la llama de una vela, y tocó la zona lumbar de mi colega. Mi amigo saltó de miedo. Luego, puso más vino en su dedo y previa quemazón, dibujó suavemente una línea en la zona lumbar de mi amigo. La línea se tornó roja, como si el dedo del hombre la hubiese teñido con sangre. Probé el método en su omóplato izquierdo haciendo mucha presión, pero no sucedió nada en absoluto. El viejo nunca mostró la función del método del dedo en una pelea real ni demostró que el kung fu soliese usarlo. Liao me contó más tarde que el viejo había matado a un hombre quince años antes y, sin remordimientos, se juró nunca enseñar su método. Él sólo nos había mostrado el poder del toque, pero no cómo cultivarlo y usarlo. Este breve resumen de mi vida con Liao ofrece algo del sabor de su pelea, pero expresa poco de su auténtico don: su brillante modo de vivir. El boxeo mitigó su adicción al tabaco y lo ayudó a mantenerse joven y subiendo y bajando de los bicitaxis y apostando en las altas horas de la madrugada. Liao ejemplificaba perfectamente la reflexión del el autor irlandés James Stephens (1882-1950): “Lo máximo del ser, o del arte, no es la gran seriedad, es el regocijo. El regocijo no es humor, es una clase de felicidad, es la infancia de la felicidad, y como cualquier otro arte, es un arte perdida”.

Esta nota pertenece al libro Chinese Boxing, masters and methods de Robert Smith.

... El arte no está perdida. Liao Wuchang era un maestro de ella.

Lau Fat Meng

maestros

El rey de la garra de aguila En memoria del gran gran maestro Lau Fat Meng 1902-1964 El gran maestro Lau Fat Meng nació en 1902, su padre, Lau Kai Men, era muy amigo de Lau Chung Yo, estudiante de la escuela de Lau Si Chun. Esa familia le permitió a Lau Fat Meng ser entrenado en las formas secretas de garra de águila norteña de Shaolin, que no podían ser enseñadas al público en general. Lau Fat Meng ya tenía los honores de Beijing del muy competitivo examen del servicio civil. Se especializaba en un estilo llamado Joy Lhok Tong (seis caídas de borracho). A los 20 años se le pidió que viajara a la famosa Shanghai Chin Wu Association y que enseñara garra de águila. Durante su estadía allí, conoció a Ku Yu Cheung, nuestro sitaikung, y fue testigo de su cuerpo de hierro, que soportó los golpes de un caballo, y de su palma de acero, que mató al caballo. En 1929 fue enviado a Hong Kong para liderar la nueva academia Ching Wu. Allí, Lau Fat Meng y dos famosos maestros de gong fu, Yeh Yuh Tin y Kan Tak Hoy, fueron llamados “los tres héroes de Hopei”. Como China estaba en guerra con Japón, se designó al gran maestro Lau entrenador de las tropas, lo que lo convirtió en un héroe nacional. Organizó y lideró, entre otros, el 19.° regimiento, Brigada dai do (dai do es un tipo de sable). Este grupo se especializó en ataques nocturnos contra la ocupación japonesa. Al finalizar la guerra, abrió en Hong Kong su estudio y enseñó varios años. Luego se retiró a los nuevos territorios de Hong Kong y entrenó a su familia. Gini Lau y Lily Lau, sus hijas, aprendieron con él. El gran maestro Lau Fat Meng es considerado un Zheung Mun Yan, es decir, un estándar de garra de águila. Lau Fat Meng fue un escritor de este estilo para las futuras generaciones.

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maestros

Gran maestro Lam Sai Wing Lam Sai Wing, quien nació en 1860 en Ping Chou, en la provincia de Guangdong (Cantón), fue uno de los grandes exponentes del estilo Hung gar. Lam Sai Wing comenzó a estudiar gong fu de la mano de su padre, que enseñaba el estilo Mok gar y el Lau gar, así como los cinco animales practicados en el Shaolín del sur, y el manejo de armas tanto del sur como del norte. También practicaban los estilos norteños, principalmente el tanglangquan. Un día retó en combate al conocido maestro Wong Fei Hung, quien lo venció rápidamente. Después de este episodio, Lam se convirtió en discípulo de Wong Fei Hung, y llegó a ser su discípulo más avanzado. Todo esto ocurrió en la ciudad de Guangzhou, capital de Guangdong. Lam Sai Wing era considerado una gran persona, generosa y amable con los otros. Gracias a su visión abierta de la enseñanza, el Hung gar fue aprendido por muchos alumnos, pues Lam enseñaba a todos aquellos que quisieran aprender. Escribió tres libros sobre el estilo. Su fuerte era fu hok suan kune o forma del tigre y de la grulla; gung ji fuk fu kune, foma carácter 10 matando al tigre, y tit jin kuen o cable de acero. Lam Sai Wing permaneció en Hong Kong enseñando hasta los últimos días de su vida. Murió en 1943 a los 83 años. No tuvo hijos, pero adoptó a su sobrino huérfano, Lam Cho, al cual transmitió todo su linaje. *** En 1980, Claudio Di Renzo viajó a Miami para encontrarse con el maestro Jerry Lee y convertirse en su discípulo formal y representante hasta el año 2005. Fue entonces introducido en el Hung gar tradicional -del cual hoy es la máxima autoridad en el país y uno de los únicos maestros reconocidos del estilo en Argentina- y en el bei Shaolin (baksiulam). En diferentes viajes y visitas del maestro Lee a la Argentina, Claudio Di Renzo continuó su aprendizaje de Hung gar, Wah Lum tong long, bei Shaolin, Choy Lei fat y wing chun. Li Guo Pin (Jerry Lee) aprendió con su tío, Ramon Lee, que fue discípulo de Ho Lap Tin, un alumno de Lam Sai Wing. La historia de este estilo se remonta al templo Shaolin. Si bien es difícil determinar el origen, la tradición oral dice que dicho estilo proviene del templo Shaolin de Fukien. Su origen más demostrable se remonta al siglo XVII. Se atribuye esta Escuela al monje Gee Seem (Chi Shin), del monasterio Shaolin del norte, quien debió fugarse hacia el sur cuando los manchúes lo quemaron. El monje Gee Seen se habría establecido como abad del templo de Fukien, y allí habría enseñado su gong fu y ayudado a grupos rebeldes que pretendían el restablecimiento de la dinastía Ming. (Horacio Di Renzo) Baksiulam journal - 11


nota sifu David Conches

INTRODUCCIÓN AL BOXEO DE LA MANTIS RELIGIOSA

Su influencia fue tan grande en el área de Laiyang que ocho generaciones han continuado las bases de su obra y otras dos más la han expandido fuera de este asentamiento. Bingxiao transmitió y compartió sus conocimientos con Zhao Zhu, que provenía del pueblo Da Chishan, muy cercano a Xiao Chishan, zona en la que residía Li. Muy poco es lo que se conoce sobre este maestro, salvo que su familia poseía una carnicería en el pueblo y que vivieron allí, ya que constan estos datos en los registros históricos de la zona gracias al miembro familiar que destacaba en las artes marciales. Continuando la tradición, Zhao Zhu enseñó a Liang Xuenxiang (1790-1860), a quien se le atribuye el mérito de haber sido el original creador del taiji tanglangquan (boxeo de la mantis religiosa de la esencia primigenia u original) o taiji meihua tanglangquan (boxeo de la mantis religiosa de la flor de ciruelo), y a su hijo, gracias al que el estilo se mantuvo en el seno familiar durante cinco generaciones más, hasta Zhao Qingzhi. Liang Xuexiang vivió en la aldea Yushan, un importante centro de la práctica del estilo tanglangquan, también es conocida como Liang shupu en honor a un individuo cuyos datos detallaremos continuación. Liang fue un profesional dedicado especialmente a la labor de guardia personal y tras su jubilación consagró el resto de su vida a promulgar el arte. Se le atribuye la autoría de al menos tres libros de boxeo, el primero es Quan qiangpu (manual de boxeo y lanza). En él están reflejadas las tres primeras formas del método de la mantis: luanjie, bengbu y fanshen bazhou. El segundo es Quanpu (manual del puño), escrito en 1853. El tercero Changqiangpu (manual de la lanza larga) se recuperó públicamente en 1999, gracias al gran maestro Wang Yuanqian, quien lo había heredado de su maestro y lo donó al gobierno chino. El estilo taiji tanglangquan contiene las rutinas Laiyang bazhou u ocho codos de Laiyang (una vieja forma supuestamente creada por Wang Lang), bengbu o paso de derrumbe y lanjie o conectando caóticamente. Finalmente se complementan con zhaiyao o esenciales, que en varias versiones incluye la rutina meihualu o el camino de la flor de ciruelo como una continuidad de luanjie y digongquan o puños del trabajo de tierra. Este estilo es practicado aún hoy día por los maestros Wang Yong (hijo del difunto maestro Wang Yuanqian), Li Jinfu, Liu Xiaohong, Patrick Cassamchenaï, Ilya Profatilov y yo mismo, David Conches.

Tanglangquan o estilo de la mantis religiosa se inicia en la Antigua China. El origen de este tipo de lucha está envuelto en un velo de misterio debido a la falta de información fiable acerca de la aproximada fecha de nacimiento de su creador, el monje y maestro Wang Lang.

Tradicionalmente

el tanglangquan forma parte de la mímica animal (xiangxing). Se trata de un estilo norteño de gongfu (kung fu) y contiene acciones y movimientos feroces que recrean el carácter agresivo del insecto. El tanglangquan es un sistema comprensivo que ha absorbido las principales técnicas y principios fundamentales de las diecisiete escuelas fundamentales del boxeo del norte.

El arte del boxeo de la mantis religiosa, aunque sea tratado como un boxeo de mímica animal, enfatiza el espíritu y la ferocidad de la mantis sobre una imitación meramente superficial de los movimientos del insecto. El tanglangquan utiliza una gran cantidad de métodos de ataque, agarre y agarre combinado, derribo, inmovilizaciones, ataques a puntos de presión y técnicas de pelea aéreas y terrestres (es decir, durante el salto, barridos y varios otros tipos de ataque, ya sea cuerpo a cuerpo o en el suelo). Todos estos ataques son realizados en sucesión rápida, desde posturas bajas, sólidas y móviles. El trabajo de los pies es rápido y cambiante, similar a los pasos de un mono, y forman una técnica no solo feroz en el ataque sino también altamente evasiva en la defensa. Las acciones no tienen fin hasta que el rival se encuentra fuera de combate.

Muchas ambigüedades se dan normalmente entre algunos estilos y sus ramas. Por ejemplo, Hao Lianru fue un estudiante de Liang Xuexiang y de Jiang Hualong. Hao enseñó a sus seis hijos, pero su heredero oficial fue Hao Henglu, de quien se rumorea que denominó a esta variedad con el nombre de taiji tanglangquan (taiji es un término antiguo que significa “el origen del que derivan todas las cosas”. Aquí simboliza que este tipo de tanglangquan fue el primero, el original). Sin embargo, el nombre de taiji tanglangquan raramente se usa fuera del condado de Laiyang, provincia de Shandong, donde las raíces de la mantis religiosa se asentaron primero. Normalmente esta rama es más conocida como meihua tanglangquan. Solo los practicantes de esta rama se refieren a ella con la nomenclatura de taiji tanglangquan. Esto se contradice con la rama de Song Zide, discípulo directo de Liang Xuexiang, cuyos descendientes dicen que son ellos quienes conservan la rama original llamada taiji tanglangquan y que esta fue creada por su maestro y más tarde fue mezclada con el meihuaquan para crear la rama taiji meihua tanglangquan o meihua tanglangquan. La rama de Song Zide sigue siendo conocida como taiji tanglangquan.

Qixing tanglangmen

(estilo de la mantis religiosa siete estrellas) La segunda rama del original estilo de Wang Lang, hoy muy popular y extendida, es la denominada qixing tanglangmen o estilo de la mantis religiosa de las siete estrellas. Uno de los más antiguos rastros de su existencia se encuentra en un manuscrito de Sheng Xiao Daoren copiado en 1762 con el título La verdadera transmisión del hábito y del cuenco del monasterio de Shaolin (Shaolinsi yi bo zhenzhuan).

Esto, sin embargo, resulta menos evidente cuando el luchador de mantis desarrolla los niveles más altos, que están basados más en el sello de las técnicas y aptitudes del tanglangquan o mantis religiosa, como por ejemplo yuhuanbu, posición del anillo de jade, o jilinbu, paso del gallo salvaje. Tradicionalmente se enseña que cualquier habilidad en estas aptitudes es virtualmente inalcanzable sin un entrenamiento extensivo en el ya mencionado jibengong.

El monje taoísta Sheng Xiao difundió el estilo original a Li Sanjian (también conocido como Li Zhijan), quien a su vez instruyó a Wang Yongchun y Wang Yunpeng, entre otros. El primero combinó el estilo con el Shaolin changquan (boxeo largo) y desarrolló el qixing tanglangquan, hoy todavía enseñado con las bases del Shaolin changquan como introducción a la práctica. Wang Yunpeng popularizó el estilo aprendido denominándolo qixing tanglangmen, pero sin añadir ni combinar nada con sus conocimientos adquiridos anteriormente, de modo tal que actualmente tenemos una rama denominada Qixing tanglangquan, modificada y combinada con las bases del Shaolin changquan que forman un estilo de formas largas, técnicas amplias y saltos; y otra rama llamada Qixing Tanglangmen, de formas cortas y técnicas más cerradas y enfocadas al combate, mucho más próxima a la idea original.

Aunque el tanglangquan tiene características únicas y distintas al compararlo con otros sistemas, hay varias facetas en él que nacieron hace más de cien años y que todavía hoy existen. A continuación detallaremos las ramas o estilos más conocidos.

Liuhe tanglangquan (boxeo de la mantis de las seis armonías)

Taiji tanglangquan

El Liuhe tiende a utilizar la palma más que el gancho tan utilizado en las otras dos escuelas mencionadas. Antes de 1800, el método tanglangquan constaba tan solo de un linaje que lo practicaba. En ese año, la división Liuhe tanglangquan o Mantis de las Seis Armonías fue formada y se hizo muy popular en dos provincias de Shandong: Zhaoyuan y Huanxian. Está considerado como el estilo suave del tanglangquan, con movimientos principalmente delicados y armoniosos e intensos. Esto se describe a veces metafóricamente como una aguja dentro de una mata de algodón. Su fundador fue Li Shichun, quien estudió con su abuelo Li Weixian, un descendiente directo de Wang Lang. Li Shichun enseñó a Ding Zicheng (1851-194?), que por aquel entonces tenía a su vez muchos otros estudiantes. Algunos de los discípulos más conocidos de este individuo son Chen Yuntao (conocido como Wan Qian), Shan Xiangling, Zhang Xiangshan, Liu Yunqiao, Fu Jiabin y, ocasionalmente, Ding Eryi.

Aunque fue pensado para ser inicialmente practicado y difundido por los monjes de la montaña Laoshan, el tanglangquan está de hecho relacionado con el boxeo de Shaolin changquan o boxeo largo, hecho que es evidente por su inclusión de algunas formas de boxeo, como fanchequan, silu benda y chachuiquan en el currículum del estilo tanglangquan; obviamente si comparamos el Jibengong (nombre que se da al entrenamiento básico) de los dos sistemas.

(mantis religiosa de la esencia primigenia u original) También conocido como taiji meihua tanglangquan o meihua tanglangquan (mantis de la flor de ciruelo), es un estilo derivado de Li Bingxiao, quien instruyó a Zhao Qilu, también conocido como Zhao Zhu. El propio Li era hijo de un oficial que había sido enviado a la localidad de Xiao Chishan, en el área de Laiyang (provincia de Shandong). Li fue conocido como el originador del boxeo de la mantis religiosa en esta región, según las leyendas locales. Otras fuentes más “creíbles” indican que Li Bingxiao aprendió el arte del tanglangquan gracias a un bandido que había salvado su vida anteriormente. Bingxiao fue conocido como Li Ergou o Li “dos ganchos”, por la forma de colocar sus manos para el combate.

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El estilo se sigue enseñando como en su origen y es un híbrido del liuhequan o puño de las seis armonías y del qixing tanglangquan de Wang Yongchun. Contiene seis rutinas de mantis y una rutina del puño de las seis armonías llamada liude duanchui, además de varias líneas que son similares al tantui o piernas de rebote (más similar al changquan). Además, suelen enseñarse formas de Qixing tanglangquan pero a la manera del liuhe, es decir, suavemente. El estilo se basa en el principio de que sin las seis armonías no puede haber movimientos conscientes, y por lo tanto no habrá verdadero kung fu. El liuhe une los seis principios, tres internos o neijia y tres externos o waijia, principios que no pueden separarse basándose en la armonía a la que estuvimos refiriéndonos. Las tres armonías internas tienen el propósito de equilibrar la mente con la intención, la intención con la energía y la energía con la fuerza. Las técnicas externas tienen el fin de alinear armoniosamente el hombro con la cadera, el codo con la rodilla y la mano con el pie. Las seis armonías son la fundación de varias artes marciales influyentes y de una práctica saludable, y establecen una mecánica y una estructura adecuada que, con la alineación correcta, consigue que el Qi fluya libremente, de lo contrario no fluirá correctamente. Algunos maestros herederos de este estilo son Su Yuchang, Adam Hsu (conocido como Xu Ji), Fu Shongnan, Ilya Profatilov y Zhang Daojin.

Babu tanglangquan (boxeo de la mantis de ocho pasos) Jiang Hualong, uno de los estudiantes de Liang Xuexiang (experto en el estilo del mono o houquan), estudió el estilo tongbiquan con el maestro Wang Zhongqing, y los estilos baguazhang y xingyi quan con el maestro Chen Deshan. Tras todos estos estudios y experiencias, desarrolló el estilo babú tanglangquan o los ocho pasos de la mantis religiosa. El contenido de este arte se centra en seis rutinas y es rodeada por otros métodos del sistema. Jiang Hualong lo transmitió a Feng Huanyi, quien agregó técnicas qin-na (léase “chin-na”) del estilo de la garra del águila o Yingzhua y movimientos de lucha shuaijiao. Feng enseñó el arte al maestro Wei Xiaotang (1901-1982), quien lo transmitió como sistema de defensa al ejército chino. Con 30 años viajó a Corea, donde por ayudar a un amigo tuvo un serio altercado con la policía y regresó de nuevo a Shandong, donde comenzó a establecer el estilo babú tanglangquan. En 1949, las tropas comunistas se adueñaron de su granja, mataron a su esposa e hijos y colgaron a Wei Xiaotang cabeza abajo en su campo. Tres días después escapó y viajó de nuevo a Corea, para desde allí emigrar hacia Taiwán, donde luego trabajó como cocinero y dio clases de Babú tanglangquan y Wu taijiquan (que aparentemente aprendió de su padre). Wei Xiaotang dejó sus experiencias en dos libros, Yangshi tanglangquan y Babu tanglangquan, que fueron publicados en Taiwán y que hoy son una joya preciada para los admiradores y practicantes, e incluso historiadores.

shou, en tanglangquan, cubre todos los métodos de combate, empezando por el nivel más elemental con golpes de palma, bloqueos, patadas y derribos. Progresivamente, va avanzando hacia un tipo de pelea técnicamente ilimitada con todo tipo de golpes con puños varios, codos, brazos, hombros, palmas, rodillas, pies, etcétera, así como una serie de combinaciones de bloqueos, ganchos, atrapes, luxaciones, empujones, derribos y proyecciones. Durante el combate, los boxeadores de mantis tienen a su disposición un arsenal de herramientas muy completo y lleno de diversas técnicas de ataque. Todo ello combinado con una gran variedad de bloqueos defensivos, atrape, barridos y caídas dan al estudiante la opción de desarrollar una infinidad de series de ataque simultáneo y combinaciones de defensa. Los golpes de tanglangquan pueden combinarse en series generalmente de corto y largo alcance, para dar la posibilidad al aprendiz de pasar de una técnica a otra, tal y como dicta una situación real de combate. De esta manera, la teoría y el método del boxeo de mantis son extremadamente valiosos en la vida real y en las situaciones de combate, ya sea con armas o sin ellas. Un puñetazo mal enviado o desviado tiene la opción de transformarse automáticamente en un manotazo, un agarre, un desvío, o un bloqueo, seguido de un golpe de codo, y simultáneamente, una patada deslizante en forma de barrido, despegando del suelo los pies del oponente. Esto es solo un ejemplo teórico que ilustra la naturaleza devastadora de las combinaciones de ataque del tanglangquan. Algunos de los estilos de mantis creados en China durante los años setenta han sido desarrollados únicamente con el propósito de incluirlos en el wushu moderno de competición. Mucha gente cree erróneamente que todo el tanglangquan que nació en China, con sus movimientos de apariencia altamente atléticos, de híper extensión y retracción, es moderno y carente de significado de combate. Nada más lejos de la realidad que esta afirmación, ya que actualmente existe una importante diferencia entre el chuantong wushu o artes marciales tradicionales (comúnmente llamadas wuyi o artes marciales superiores), y xiandai wushu o artes marciales contemporáneas/modernas. Obviamente, estas definiciones son tomadas en cuenta en el momento de la enseñanza del tanglangquan de China. Aunque existe el tanglangquan moderno, que fue creado por el maestro y actor Yu Hai, un exponente del tanglangquan tradicional y genuino y estudiante de Lin Jingshan, está ampliamente representado como tanglangquan real, y de hecho no comparte más que una mínima semejanza con el genuino y combativo boxeo de mantis religiosa.

Día a día este estilo sigue difundiéndose gracias a Su Yuchang, Adam Hsu (Xu Ji), Zuo Xianfu, Ilya Profatilov y casualmente yo, David Conches.

Tanglang changquan (boxeo de la mantis religiosa del puño largo) Liang Xuexiang tuvo un hijo llamado Liang Zhongquan, quien enseñó el arte del tanglang quan a un hombre llamado Huang Yongkai, que decidió transmitir estos conocimientos a Ji Zhongde, que a su vez tomó por estudiante a Wang Songting (1884/94-1964). Este último enseñó en el instituto de wushu de Qingdao, donde era muy amigo del gran maestro de qixing tanglangquan Luo Guanyu y de su discípulo Huang Hanxun. Wang combinó el estilo meihua tanglangquan con el estilo qixing tanglangquan y le agregó otros métodos de changquan o boxeo largo para crear el tanglang changquan. El propio Wang llamó a su nuevo estilo shuaishou tanglangquan o mantis de la mano que tira o proyecta.

Mimen tanglangquan (boxeo de la mantis de la puerta secreta) Este arte fue creado por Wang Zijing, un aprendiz del gran maestro Wang Yushan, quien fue discípulo también de otros grandes maestros, como Song Zide y Jiang Hualong. Este estudiante creó el estilo mimen (puerta secreta), que mostró a Zhang Dekui (1907-1991). Este último emigró a Taiwán y cambió el nombre original de mimen por el de bimen (puerta cerrada), y básicamente es solamente una nueva versión del taiji tanglangquan. El tanglangquan es generalmente considerado como Waijia o de la familia externa, aunque este arte marcial ciertamente contiene Neijia o familia interna, principios y estrategias que son especialmente evidentes en los niveles más altos. Es generalmente reconocido como un arte explosivo y altamente practicado y que se da mejor en las personas de complexión atlética, ya que requiere un esfuerzo considerable en cuanto a lo físico para desarrollar el poder de los métodos elementales del estilo. Quizás como resultado directo del régimen riguroso de entrenamiento, este tipo de boxeo ha producido algunos de los luchadores más feroces de China y tiene la fama de ser una de las artes de lucha más salvajes. Otorga un gran énfasis a la práctica del sanshou (lucha libre tradicional), componente sumamente importante que el entrenamiento de las formas, rutinas o taolu. El san-

Esta nota pertenece al libro Shangdong Quanjia Tanglangmen de David Conches.

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El reino de las mujeres

de Ricardo Coler

¿Cómo recibieron a un argentino que quiere escribir un libro?

Creo que fue una ventaja venir de un país del que no habían oído hablar. Les daba una curiosidad que hacía que a cada una de mis preguntas tenían que dar la respuesta. Eso fue lo que marcó una diferencia y facilitó las cosas. Y siempre que uno pregunte con respeto, interesado, hace que ellos actúen con mucha amabilidad. Por ejemplo, cada tarde caminaba por las calles y me invitaban a comer, porque el hecho de ser un extranjero que iba allí y que nunca habían visto era extraño y a la vez pintoresco. ¿Seguís en contacto con alguna de ellas?

Si, más que nada me mandan fotos para ver qué cambios tienen. O me mandan fotos en las cuales están con el libro. La mujer de la tapa es una cantante famosa, hoy en día.

por Claudio Di Renzo

¿Cómo fue el libro con respecto a la venta, le gustó a la gente?

En 2014 fui a la Feria del Libro en Palermo, hacía años que no iba. Fui a ver qué tal estaba. Un estadio lleno de gente, lleno de libros, una enormidad. Para todos los gustos, si bien no había stand de China, como en los primeros años, igual me gustaba por los libros. Quería comprar de todo. No para leerlos sino para tenerlos. Y vi y compré un libro que me desconcertó: El reino de las mujeres, con una foto en la tapa donde se veía una mujer vestida a la usanza de ciertas clases de mujeres de Yunnan. Su autor, para mi sorpresa, era un argentino llamado Ricardo Coler. Lo cierto es que uno nunca sabe qué va a encontrar. Nunca sabe. Pero encontrar algo así era una gloria. No porque me interesen más las mujeres, entiéndase bien, sino porque hubiese algo de China escrito por un argentino. Y justo ese año había ido a Yunnan antes de ir a Guangzhou. Fui a casa y me puse a leer, y encontré una una sorpresa tras otra. El libro trata sobre una comunidad china llamada mo suo, y todos sus innumerables aspectos. Están en Yunnan, muy cerca de Lijiang, y son matriarcales. Una de las comunidades donde se considera a la mujer como jefa. Y son felices, lo que no es poco. El libro es fascinante, muy bien escrito, perfectamente redactado y sin preconceptos. Entonces me dediqué a ver quién era Ricardo Coler. Le mandé un email para ver si accedía a concederme una nota, y gustosamente dijo que sí. Nos encontramos en un café y rompimos el hielo charlando sobre las artes marciales. Él había practicado mucho tiempo karate do, estilo shotokan, y yo conocía a su profesor. Luego de conocernos, fuimos a lo nuestro, los mo suo... ¿Qué es lo que más te llamó la atención de los mo suo?

Hay muchas cosas que me llamaron poderosamente la atención. Lo que me sorprendió fue lo que me pasó a mí. Yo iba con un montón de ideas preconcebidas. Lo cierto es que uno nunca sabe lo que va a encontrar. Hay cosas que uno por su condición y sus características ve de una manera y para otros son de otra manera. Pensaba que la mujer quiere determinadas cosas y no era así. Me di cuenta de la cantidad de prejuicios que uno lleva. Y que hay cosas que para mí son o fueron de una forma y hay gente que piensa muy distinto.

¿Esas cuestiones no las habías visto en otro lado?

Sí, que son matriarcales, pero no como en China que son una marca cultural. Incluso para los hombres. Hasta que hagan algo turístico, por ejemplo, que hagan una autopista y se convierta. ¿Hubo mucha preparación en esto, cómo llegaste a ellos?

A eso quería llegar. En realidad hubo preparación en dos sentidos, uno, encontrarlos, ya que mucha gente no los conoce, incluso dentro de la misma China; dos, porque para poder escribir un libro uno tiene que leer mucho sobre ese tema. Lo primero fue un contacto con la embajada, con las universidades, contacto con gente de la zona. Tengo que tomar una posición antes de hablar. Si uno va al lugar y describe lo que ve nunca alcanza, no llega al punto. En primer lugar, el matriarcado existe en varios lugares, como Korea, México, etc. Siendo que el gobierno o la gente piensa tan diferente, ¿cómo es que ellos pudieron llevar a cabo el matriarcado?

Una de las explicaciones que saltan a la vista es que están aislados, para llegar ahí uno debe pasar por muchas horas de camino de cornisa. Por otro lado, por ejemplo en la época de Mao, las veces que intentaron cambiarlo fue imposible. Es como si quisieran cambiar el idioma, uno está desorientado. Yo cuento en mi libro que cuando los obligaban a casarse, lo hacían y estaban todos muy fuera de la realidad, muy perdidos. ¿Es cierto que entre ellos no existe el delito u otros males?

Entre ellos no existe la violencia en ninguna forma, ya que la consideran una bajeza; si eso sucede, le baja la categoría social. Creo que esa es una de las características de las mujeres, y ellas lo sienten así.

Sí, es un libro que se ha publicado en veinte países, entre ellos Argentina, Brasil, Portugal, USA, Francia, Perú, España, se ha producido con mucho éxito, es también leído en muchas universidades. No encontrás muchos libros sobre mujeres y en especial sobre el matriarcado.

Existen muchos libros sobre mujeres, pero no muchos sobre el matriarcado, es cierto. Pero yo lo presento como lo que me pasó a mí, recorriendo China. Es uno de los momentos de mi vida más intensos. No es fácil estar en China, con sus costumbres. En el año 1800 había un libro alemán que hablaba del matriarcado, y aún se lee. ¿Y cómo te arreglaste con la comida?

Yo como casi cualquier cosa, pero imagino que a vos te habrá pasado lo mismo en China. El picante no lo puedo tolerar. Yo rogaba que no le pongan picante a la comida. La última vez que fui bajé un montón de kilos, me preparé y compré latas de atún y me las comía en donde me alojaban. ¿Escribiste algún otro libro sobre Oriente?, y si es así, ¿por qué?

Hice un libro que transcurre en Katmandú, en Nepal, y ahora estoy trabajando otro que sucede en Malasia. Fui al Tibet y a la India fronteriza. El que hice sobre Katmandú es sobre una diosa viva, la única que existe. En realidad, lo que yo busco son culturas que no sean occidentales, que no sean judeocristianas, porque uno, sea como sea, ha venido trayendo costumbres de esas culturas. Y hay cosas que se pegan a uno. Es llamativo, viendo y sintiendo aquellas culturas diferentes, cómo cosas que son aparentemente ciertas pueden verse totalmente erróneas. Por ejemplo, hace poco estuve con una mujer que estaba con cuatro maridos y cuando pregunté que era lo mejor para un hijo, me dijo que los cuatro padres. Para ellos era una irresponsabilidad tener un marido. Cuando uno ve que los chicos son normales, todo cambia en tu forma de pensar. ¿Te gustó la provincia de Yunnan?

Me encantó la provincia de Yunnan, primero porque es la provincia con mayor diferenciación étnica. Es más, te cuento que cuando fui estaban filmando una pelicula de kung fu.

¿Que nos podes decir sobre los libros y para qué son?

Tengo cuatro libros, está este, el de la diosa en Katmandu, otro llamado Eterna juventud, estoy escribiendo una novela, la idea mía es que si el libro sirve para hacerte pensar, está bien.

Lo que noté es que en tu libro no hay ego. ¿Es así?

Es así, sobre todo para hacer un libro sobre ellos. Mirá cómo será que en un diálogo me preguntan cómo es eso de tener un papá, una mamá. Lo más común para nosotros, se les hace muy difícil de pensar.

¿Que querés hacer con tus libros?

Mirá nunca vi lo que hay que hacer, sino hasta tenerlos. Yo nunca pensé en escribir de manera tradicional, porque me falta talento, cosa que otros tienen, pero lo que sí sé es contar lo que sucede, que mi lugar está escribiendo sobre estos temas.

¿Qué podes decir de los hombres en una sociedad matriarcal como los mo suo? Me parece que se aprovechan un poco, porque la pasan fenómeno. En la mayoría de las fotos las mujeres están trabajando y los hombres están descansando. Se les exige menos, cambia de mujer día a día. Ellos defienden el sistema a muerte, son fanáticos del matriarcado. Hay un clima de alegría, que llama la atención. Estuve viajando mucho buscando este tema: en México estuve en la ciudad de Juchitán de las mujeres, se ocupan del mercado. En una isla de Korea, en el estado de Megalaya en la India, donde era la primera vez que veían un hombre blanco. En China es la comunidad más pura. Baksiulam journal - 15


Muchas gracias Ricardo Coler, sin duda la entrevista plantea algo que los lectores encontrarán, como yo, sorprendente, o al menos interesante y hará que sigamos esperando cosas como esta. Ricardo Coler nació en Buenos Aires en 1956, es médico, fotógrafo y periodista. Sus trabajos, libros, notas y fotografías de sus experiencias en sociedades matriarcales han sido publicados en Argentina y en el exterior. Es director y fundador de la revista literaria La mujer de mi vida. Ha escrito El reino de las mujeres (2005), Ser una diosa (2006), Eterna Juventud (2008), Felicidad Obligatoria (2010). Sus libros han sido publicados en Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Estados Unidos, México, Portugal, España, Alemania, Austria, Suiza y Turquía. En Alemania, El reino de las mujeres figuró varias semanas en la lista de bestsellers.

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Historia

el estilo llamado Estudio del Xing Yi Quan.

Historia del xingyi quan

por Guillermo Fernandez

L

os orígenes del estilo xing yi quan se remontan a Ji Ji Ke, también conocido como Ji Long Feng, quien nació en 1620 en la provincia de Shanxi, en el norte de China, y se dice que lo “creó” a partir de la lectura de un libro secreto escrito por el héroe nacional chino general Yue Fei, llamado Quan pu (composición de boxeo). Mezclando los conceptos contenidos en dicho libro con la teoría de los cinco elementos, desarrolló un nuevo sistema de boxeo. Sea cierta o no esta historia (que se repite con más o menos variantes o detalles en las historias de diferentes estilos para justificar un origen “elevado” o “místico” de lo creado) sí es innegable que Ji Ji Ke desarrolló un nuevo estilo de kung fu. Una versión que circula actualmente dice que se originó en el templo Shaolin, pero no existe prueba alguna que sostenga esa hipótesis, por lo tanto hay que descartarla. Posteriormente, Ji Ji Ke transmitió sus conocimientos a dos discípulos: Ma Xue Li y Cao Ji Wu. Ma Xue Li (un chino de religión islámica) se trasladó a la provincia de Henan donde difundió el estilo, que se hizo muy popular entre la comunidad musulmana. A esta rama se la conoce como “estilo de Henan”. Por ser muy practicada en esta comunidad también se lo conoce como “xing yi musulmán”. Cao Ji Wu introdujo algunos cambios al estilo y a su vez los transmitió a Dai Long Bang. Cao Ji Wu difundió el estilo en la provincia de Shanxi, por lo que se lo conoce como “estilo de Shanxi”. Con sus diferencias, estas ramas o “estilos” de las provincias de Shanxi y Henan se conocen como Xin Yi Liu He Quan o Boxeo de las Seis Armonías del Corazón y la Mente. Estos estilos se caracterizan por poseer técnicas de diez animales: dragón, tigre, gallo, águila, serpiente, caballo, mono, oso, halcón y golondrina.

Los maestros Kuo Yun Shen, Liu Ji Lan, Li Tai He, Li Jing Zhai, Song Shi Rong, Che Yi Chai, Bai Xi Yuan y Zhang Shu De fueron conocidos como los “ocho grandes hermanos”, llamados así por la fama de que gozaron como grandes luchadores. Todos ellos fueron discípulos de Li Luo Neng. Uno de ellos, Li Jing Zhai, fue quien a su vez le enseñó a Li Ying Lian (1890-1966), también llamado Li Xiang Zuo, nativo del condado de Bao Ding, en la provincia de Hebei. Hasta allí se dirigió el director del Instituto de Arte Nacional de la provincia de Shandong (Shandong sheng guoshu guan), el señor Tian Zhen Feng, a contratarlo para que enseñara en dicho Instituto en la capital de la provincia, la ciudad de Jinan. Guoshu o arte nacional era el nombre con el que se designaba al kung fu en esa época. Con algunas dificultades durante la época de la ocupación japonesa, continuó allí sus enseñanzas hasta su fallecimiento. Li Jing Xuan, que nació el 6 de enero de 1906, fue su sucesor en el linaje. Procedía de una familia campesina muy pobre de la localidad de He Tai Xian, provincia de Shandong, por lo cual a los 17 años se traladó en busca de trabajo a la ciudad de Jinan, donde se empleó en la industria textil. Allí aprendió su profesión de sastre y con el tiempo llegó a instalar su propia fábrica de teñido textil. Durante la invasión japonesa (1937-1945) tuvo que cerrarla y paralelamente a esto comenzó a tener problemas de salud hasta correr riesgo de quedar postrado. En el año 1942, conoció al maestro Li Xiang Zuo, con quien comenzó su práctica del estilo. A los 6 meses de práctica con él ya se había recuperado de sus problemas de salud. Durante su extensa trayectoria fue nombrado como ciudadano ilustre de la ciudad de Jinan, designado Décimo Duan por la Federación China de Wu Shu en mérito a sus conocimientos y trayectoria, y asimismo presidente del centro de investigación y desarrollo del xingyiquan de la provincia de Shandong. Durante setenta años practicó dos horas por día ininterrumpidamente y continuó con la enseñanza hasta su fallecimiento a los 106 años, el 30 de marzo de 2012.

Entre los discípulos de Dai Long Bang se encontraba Li Luo Neng, llamado también Li Lau Neng, quien agregó otras técnicas a lo aprendido y configuró un nuevo estilo aumentando las técnicas a doce animales (le sumó tai, una especie de halconcito chino, y tuo, un insecto que se desplaza sobre el agua), dándole las características que lo identifican como un estilo nuevo. Li Luo Neng está considerado como uno de los diez mejores luchadores de kung fu de todos los tiempos y fue fundador de una empresa de escoltas de gran renombre, lo cual le permitió tener una experiencia directa en situaciones de peligro real. Esta experiencia fue fundamental para desarrollar su visión definitiva del estilo. Como desplegó sus enseñanzas en la provincia de Hebei, esta rama se conoce también como “estilo de Hebei”. Li Luo Neng fue el responsable de la gran expansión y difusión del estilo, que recibió el nombre de Xing Yi Quan o Boxeo de la Idea de la Mente. Grandes maestros del estilo fueron Kuo Yun Shen, conocido como “la divina palma trituradora”, quien disputó un famoso encuentro con el creador del bagua zhang, Dong Hai Chuan. El encuentro duró tres días, al cabo de los que no hubo un claro vencedor, por lo que se estableció que cuando un practicante terminaba de aprender uno de esos estilos, a continuación aprendía el otro, costumbre que continúa hasta el día de hoy. Otro maestro muy conocido fue Sun Lu Tang, apodado el maestro de las tres palmas, llamado así porque dominaba los tres grandes estilos internos: xingyiquan, baguazhang y taijiquan. Escribió en 1915 un libro sobre Baksiulam journal - 17


Chen jia revolution por Emanuel Arriva Quevedo

En su muy recomendable libro Taijiquan: arte marcial, arte de larga vida (1981), la sinóloga francesa Catherine Despeux comenta sobre el estilo Chen: «esta escuela tiende a desaparecer, solo la practican algunas personas de China popular» (pág. 193). Este año 2015 visitaron la Argentina cuatro grandes del estilo: Gianfranco Pace, Chen Bing, Chen Ziqiang y Fu Nenbing. Entre ambas fechas (1981-2015) han pasado 24 años, y la tendencia señalada ha cambiado radicalmente. En este artículo comentaremos cuestiones actuales del Chen, al mismo tiempo que brindaremos una caracterización significativa e identificativa del estilo. Introducción Según las teorías e investigaciones más aceptadas -si hay una versión oficial eso quiere decir que hay otras igual o inclusive más pertinentes-, el estilo Chen de taijiquan es la fuente de la cual se originaron los demás estilos. (No discutiremos esto en este artículo). Se atribuye su compilación (preferimos este término al de ‘creación’ puesto que nada es inédito) a Chen Wangting, un general de la dinastía Ming de finales del siglo XVII. El arte ha ido pasando de generación en generación dentro del clan Chen hasta que Chen Changxing lo transmitiera al patriarca del estilo Yang, Yang Luchan, hace aproximadamente unos doscientos años. A diferencia de otros estilos de taijiquan que se fueron desarrollando mayoritariamente en Yongnian (cuna de los Yang y de los Wu/Hao), en Pekín (dentro de la corte, con los estilos Yang y Wu de Quanyou; en el instituto de educación física), o en un período inmediatamente posterior en Shanghai o Taiwán de los años 3040 (Wu y Yang). El estilo Chen permaneció bastante hermético hasta principios de los 80 cuando un grupo de japoneses visitaron Chenjiagou (la aldea de la familia Chen), y tomaron registro fílmico de las prácticas. (Hoy en Youtube estas filmaciones están a disposición de todos). Asimismo, Chen Xiaowang comenzó a salir de China y se afincó en Australia a finales de los 80 y principios de los 90. Tanto Chen Xiaowang como Chen Zhenglei visitaron Estados Unidos en los 90 cuando prácticamente se conocía poco y nada del estilo en este país, y, en general, en Occidente. Chen Yanxi (padre de Chen Fake) fue de los primeros que enseñó fuera de la aldea. Su alumno fue Du Yuze (Hay vídeos suyos en Youtube; esta sería la referencia fílmica más antigua en cuanto generación). La rama de Du llegó hasta Taiwán. Hoy se conoce gracias a Adam Hsu, y hay en la Argentina una representación de esta línea. Chen Zhaopei y Chen Fake irrumpieron en Pekín de los años 30, y en la capital el estilo Chen desarrolló una tercera rama conocida hoy como xin jia (nueva estructura). Las dos anteriores eran lao jia/da jia y xiao jia. Otro que enseñó fuera de la aldea la rama xiao jia fue Chen Ziming. 18- Baksiulam journal

Dado que los guardianes del estilo estaban fuera de la aldea, según se cuenta, la práctica decayó en la cuna de los Chen hacia los años 40-50. Chen Zhaopei regresó a su pueblo natal y formó la generación de los hoy conocidos “Cuatro guerreros guardianes de Buda”. (Jingang es una deidad budista y denomina un movimiento que en la forma yi lu se repite cuatro veces, y determina los cuatro vértices de un cuadrado que por derivación configuran “la guardia y los límites de un lugar rodeado por paredes”. Este movimiento se ha omitido en otros estilos… ¿Posiblemente por denominación budista entrando en contradicción con la moderna filiación taoísta de finales del siglo XIX?). Estos “guardianes” son: Chen Xiaowang, Chen Zhenglei, Wang Xian y Zhu Tiancai. Todos viven en la actualidad y sus edades rondan los 70 años. Ellos, además de recibir la formación de Chen Zhaopei, también estudiaron la “nueva estructura” con Chen Zhaokui, quien visitó varias veces la Aldea entre los años 70-80. Chen Zhaokui, Chen Zhaopei; los cuatro guerreros guardianes de Buda. Chen Zhaokui, hijo menor de Chen Fake, fue el heredero de la rama Xin Jia que se desarrolló en Pekín de los años 50. Cuando murió su tío, Chen Zhaopei, fue a la aldea a enseñar esta nueva rama. Finalmente, cuando falleció Chen Zhaokui, Feng Zhiqiang, uno de los más destacados discípulos en los últimos años de Chen Fake, fue invitado a la aldea para asesorar a la última generación. Esto representa todo un hito porque alguien ajeno a la familia “trae” a la cuna de los Chen y “pone a punto” el arte familiar. Feng había sido discípulo de Hu Yaozhen quien era muy versado en trabajo interno. Según se dice, Feng habría introducido algunas nociones de trabajo interno (neigong) a ciertos miembros de la 19° generación. Una mención aparte merece Chen Xiaowang. Por razones fundamentalmente políticas, el guardián del estilo es él. Este año cumplirá 70 años. El maestro ha visitado varias veces la Argentina. Se ha encargado en las últimas décadas de difundir y dar a conocer la práctica de su familia en buena parte del globo. Chen Zhenglei es el maestro que le sigue en cuanto representación más importante del estilo, y, podríamos citar también a Chen Yu (hijo de Chen Zhaokui), que si bien no ha salido prácticamente de China, es por relación paterna el heredero de la rama xin jia del Chen, que se originó con su abuelo Chen Fake. Esta es la décimo novena generación que actualmente está sufriendo un relevamiento. Chen Bing, que ha visitado la Argentina por segunda vez, podría remplazar a Chen Xiaowang en el liderazgo político del estilo.

El sistema, su programa Tanto en lao jia como xin jia la práctica que difunden los “Cuatro guardianes de buda” tiene en su currículum dos formas a manos desnudas: yi lu y er lu (primera y segunda rutina). Por eso si uno sigue a estos maestros, aprendería cuatro formas. Según el maestro, la suma de yi lu más er lu rondaría los 110 – 120 movimientos si es lao jia, y en xin jia podría superar los 130. Todos los estilos de taijiquan evolucionaron de lao jia yi lu. Por esta razón, es muy significativo conocer la forma debido a que es la raíz del árbol genealógico. Yi lu es una forma suave, redonda, amplia (características de un buen estilo Yang) en un 75%; y el otro 25 % se realiza con fajing, el movimiento es rápido, cuadrado y cerrado. Así se alterna en toda la forma yin y yang, aunque su hacer es predominantemente yin. Esta forma moldea el jing, lo educa, se aprende a conducirlo.


Er lu, conocida también como paochui (puños como cañonazos), es su complemento. No se suele practicar tanto como yi lu, y solo los que profundizan realmente en el sistema llegan a desarrollar en intensidad la forma. Su complementación es 75 % yang, con fajing; 25 % yin, con chansijing suave. Así, uno puede practicar las dos formas de modo seguido y determinar un taiji: yang dentro del yin con yi lu, yin dentro del yang con er lu. Una vez alcanzados los requisitos de la primera forma, en esta se aprende a sacudir vivamente el jing. Hay teorías que dicen que el arte de los Chen se origina en el pao quan, un estilo de boxeo, y que por eso la segunda forma no es taijiquan, y que yi lu es de corte taoísta e introducida posteriormente. Esto es un grave equívoco, ya que ambas formas determinan un todo coherente e indisoluble técnicamente, hecho que pone en evidencia la compilación sistemática de las dos formas en la alternancia y la complementación.

Armas. Si tenemos en cuenta que la práctica del taichi hoy ser reduce a ejer-

cicios de base para estirar y estimular la energía, una forma, un arma y algún ejercicio de tuishou simple, el currículum del Chen es muy amplio. Ahora bien, si lo comparamos con otros estilos de wushu tradicional como el Choy Lee fut o el Shaolinquan, puede ser acotado. Los pocos que desarrollan extensivamente el estilo, pueden trabajar: el sable, la espada, la lanza, la alabarda, los dos sables, las dos espadas, el palo largo, el palo de dos secciones, doble maza… La lanza junto con la alabarda son, quizá, las más tradicionales en cuanto a su relación con el sistema.

Hay muchas acciones que ser realizan con estas armas que están íntimamente vinculadas con las formas a manos desnudas: desplazamientos, saltos, técnicas. Otras armas, quizá, se han ido agregando al repertorio por una cuestión folklórica. La práctica de la lanza es muy interesante porque tiene trabajos en parejas que están en correlato con el tuishou. Lo mismo vale para el palo largo de trece posturas que desarrolla diferentes capacidades y fuerzas aplicables al contacto cuerpo a cuerpo. El Chen también tiene herramientas para desarrollar diferentes jings o gong, como la pelota de taiji (taijiqiu), el taijibang (palo corto), trabajo de golpeo a los tres sacos, levantamiento de peso…

Tuishou. Se trabaja en cinco niveles que abordan patrones con pie fíjo a una mano hasta pasos libres con dos manos. En los últimos niveles se trabaja con postura muy baja y a corta distancia, y también con pasos dinámicos y cambiantes. Sanshou. Hoy está muy ligado al deporte de contacto dentro del tuishou com-

petitivo o el sanda. En cierto modo, se han ido perdiendo los trabajos puramente marciales. Aunque en tuishou del Chen se trabaja con diferentes intensidades de golpeo próximos al combate. En las últimas décadas se han desarrollado ejercicios de chansijing, postura estática, meditación, formas cortas para introducirse en el estilo. No hace mucho, se entraba directamente a las formas y poco más. Asimismo, el gobierno está promocionando la meca del taijiquan y esto ha conllevado recientemente abrir el espectro hacia formas de wushu moderno, entrenamiento para sanda o shuai jiao, creación de escuelas con pupilado para niños chinos y también emprendi-

mientos privados para occidentales.

CONLUSIÓN, valoraciones finales Si tomamos como parámetro otros estilos de wushu tradicional, como el wenshengquan, el bajiquan, el wing chun…, realmente el taichi se queda fuera de la práctica de wushu. Las prácticas masivas en nada se comparan a las prácticas tradicionales. Efectivamente, es muy difícil encontrar profesores o maestros de taijiquan, cualquiera sea el estilo, cuyo programa de entrenamiento se acerque a los estilos de wushu antes mencionados. Creo que el único estilo de taijiquan que se acerca a los parámetros de otros estilos de wushu es el Chen en cuanto a proximidad y posibilidad de práctica. Claro que en China hay estilos de taijiquan que trabajan por entero un programa de wushu tradicional. Sin embargo, en Occidente, es bastante difícil por no decir imposible encontrarlos. En las últimas décadas los occidentales se han acercado al taijiquan por razones terapéuticas, filosóficas, artísticas… y eso ha conllevado que la práctica se limite a las formas y poco más. A raíz de que un buen número de practicantes de taichi han sentido curiosidad por “lo marcial”, han visto en el Chen una vuelta a las fuentes. En este sentido, el Chen se ha ido abriendo paso en el mundo del taichi como “el estilo marcial”. Si esto es tópico, la realidad no es así: hay profesores de Chen que tienen muy poca o nula experiencia marcial, y hay algunos de Yang o Wu o Sun que tienen buenas bases. Maestros como Chen Bing o Chen Ziqiang son llamados a Occidente tanto por la vertiente blanda (taichi) como por la vertiente marcial (taijiquan). No cabe duda de que el estilo Chen en relación con otros estilos, el más difundido es el Yang, corre con ventaja respecto a la oferta de trabajo marcial. Esto, creemos, refleja la situación actual de crecimiento mundial del estilo en relación con otros estilos. Hay estilos de taichi y de taijiquan para todos los gustos. Ninguno es mejor que otro si nuestros intereses son particulares. Ahora bien, el Chen claramente representa un wudao, un camino filosófico a través de la práctica marcial. Como dice el Sun Zi bing fa, “cuando uno se conoce a sí mismo y conoce a los demás, en 100 batallas 100 victorias”. Conocerse a uno mismo implica el trabajo de las formas, la meditación, y, en parte, nuestra capacidad de respuesta en el tuishou. Esto representa el grueso de los practicantes de taichi actual. Conocer a los demás implica el trabajo marcial serio, esto está representado por una minoría porque muchos desconocen el trabajo o porque no tienen a mano un referente que lo conozca. El Chen está ocupando un nuevo lugar, precisamente, con la última premisa: la del trabajo marcial. Y así es como muchos practicantes de otros estilos de taichi se acercan al estilo de origen. Corresponderá a los estilos más difundidos (Yang, Wu, Hao, Sun) legitimar nuevamente su espacio marcial frente al avance del Chen dentro del ámbito. Nada existe y deja de existir por casualidad, cada uno y cada cosa tiene su pertinencia en este mundo. Es la hora de la primavera para el Chen, y muchos la estamos aprovechando.

El autor con maestros de la familia Chen: Chen Xiaowang, Chen Zhenglei, Chen Bing y Chen Ziqiang Emanuel Arriva Quevedo., es ex miembro de la asociación Chen Xiaowang España. Lleva una década y media estudiando teórica y prácticamente el taijiquan de la familia Chen, teniendo en cuenta también fuentes heterodoxas como discípulos de maestros de la familia. Asimismo, ha contrastado las bases del Chen con otros estilos de taijiquan. Baksiulam journal - 19


El propósito actual del kung fu

Invitado

por Adam Hsu

A

ntes de la introducción y dominación de las armas en la lucha, la habilidad en el mano a mano del combate determina la victoria en cualquier batalla. Los ejércitos eran entrenados con artes marciales. La seguridad de las comunidades, pueblos, y la familia de una persona dependían de su éxito en el entrenamiento marcial. En la antigua China el uso de armas estaba limitado, solamente disponible para las personas que podían empuñarlas con sus manos: el palo, sable, espada, lanza y, por supuesto, el arma más importante, el cuerpo. En esos tiempos, el propósito del kung fu era muy severo, básica y potencialmente un asunto de vida o muerte. Con la supervivencia como propósito principal, el kung fu no era aprendido por su belleza o cualidades mediativas, sino para proteger las posesiones y familia de un individuo. Con certeza, la antigua práctica proveía un considerable beneficio para la salud como producto del arte en cuanto a lo físico. El entrenamiento enfatiza también el uso del cuerpo entero. El físico es entrenado para maniobrar controlada y fluidamente por dentro y fuera la práctica de posturas no ortodoxas. Los artistas marciales de otros tiempos apreciaban el valor de estas positivas consecuencias de la práctica, pero su propuesta real acerca del aprendizaje del kung fu era la defensa propia. Con la introducción de las armas de fuego a la guerra, las armas de antaño se volvieron rápidamente obsoletas, por lo que podría decirse que el altamente desarrollado arte del kung fu alcanzó su cima. Debido a la precisión y al poder mortal del arma de fuego, el rol del combate mano a mano disminuyó drásticamente. Naturalmente, con este descenso de la importancia del kung fu en la batalla, el entrenamiento es además asociado con la pérdida de valor e intensidad en el arte marcial. ¿Para qué entrenar sincera y devotamente si una bala puede derrotar su más poderosa técnica? Aunque el combate mano a mano se haya convertido en un factor menor en la guerra, el arte del kung fu perdura. De hecho, hoy en día, disfruta de una revitalización no solo en China sino en el mundo entero. Muchas personas han estado tomando conocimiento acerca del kung fu y han probado gracias a su interés y participación que, más que seguramente, este arte aún ocupa un lugar en el mundo moderno.

Algunas rutinas de entrenamiento han sido desarrolladas exclusivamente por sus beneficios de salud especializados. Los singulares movimientos enrollados y desenrollados del kung fu pueden masajear los principales órganos del cuerpo y el sistema linfático. Por ejemplo, un particular ejercicio puede corresponder al área y funcionamiento de un órgano. Yo, personalmente, opino que el kung fu es insuperable como un sistema de acondicionamiento general. Los beneficios psíquicos del kung fu no son medidos tan fácilmente como los físicos. Usted no puede simplemente mirarse al espejo y ver los cambios y progresos que el entrenamiento ha hecho en sus percepciones, actitudes y sentimientos, pero usualmente esos cambios son los más profundos. “Kung fu”, literalmente, significa “tiempo y trabajo duro”. Puedo decir inequívocamente que no hay atajos. El estudiante impaciente sólo encuentra frustración. Si usted no está preparado para invertir años de práctica, entonces no espere llegar muy lejos en el arte. Por otro lado, aquellos quienes sí invierten con certeza serán beneficiados física y psíquicamente. La práctica del kung fu otorga disciplina, confidencia, entendimiento de los límites de uno mismo y autoconfianza. Otro elemento clave que atrae al público hacia el kung fu es su innegable belleza. Es un arte que combina el poder, la elegancia y la agilidad. Algunos enfatizan la calidad de las “danzas” y acrobacias de este arte marcial. Para la orientación y desempeño del estudiante, el kung fu puede ser un majestuoso y extravagante recurso de autoexpresión. La competición puede proveer una plataforma para el desplegamiento de las habilidades de un individuo y una palanca para el reconocimiento. He tratado de revelar que el kung fu no tiene un solo propósito. Ahora podemos ver cómo puede mejorar nuestra salud, que puede ser tratado como una forma de arte estudiada por su belleza, o por su intención original: el arte marcial. El kung fu puede desarrollar la resistencia y la flexibilidad de uno, y otras cualidades, como la disciplina, la paciencia y la confianza. Como todo lo vivo, el kung fu no deja de cambiar. Ha probado que su valentía y resistencia es suficiente como para aguantar los dramáticos cambios a lo largo de los siglos y llegar al presente como un viejo tesoro que siempre podrá ser redescubierto. .

El kung fu es un milenario y altamente avanzado sistema de arte marcial. El estudiante que encuentra una buena escuela de kung fu ha encontrado también un entrenamiento agradable y desafiante al mismo tiempo. Las habilidades del arte del que estamos hablando, las cuales han sido refinadas durante siglos, no se aprenden rápida ni fácilmente. De todos modos, el estudiante sincero atravesará dedicación y trabajo duro, pero no se sentirá decepcionado con los resultados. Aunque la gente ya no necesite el aprendizaje del kung fu para su supervivencia, todos aquellos que estudian los propósitos de este arte se dan cuenta de que es un excelente sistema de defensa personal. Hoy es común saber que ejercitar a diario mejora la capacidad física, apariencia y salud mental. El kung fu utiliza el cuerpo entero y fortalece todos los músculos, tendones y ligamentos. A diferencia de la mayoría de los ejercicios, deportes y actividades recreativas occidentales, que se focalizan primeramente en el entrenamiento externo, el kung fu trabaja con la armonía física y mental. 20- Baksiulam journal

Este apartado ha sido traducido del libro The Sword Polisher´s Record. The Way of Kung Fu (1997) de Adam Hsu.


CRÓNICA

Maestro FU NENGBIN en la Argentina (11 al 24 de septiembre de 2015) por José Luis Arnedo

El año pasado en Yangshuo para esta misma fecha, estábamos diseñando con master Fu su primera visita a la región, y por eso asumimos el compromiso de llevar adelante, nada más y nada menos, que el linaje del gran maestro Chen Zheng Lei en Sudamérica. Alineada con este proyecto, la Asociación de Wushu & Taichi Longhuquan ha realizado cambios importantes y necesarios para seguir el camino de una escuela con proyección. A días de haber regresado a China el maestro Fu, y con muchas cosas frescas por decantar, puedo decir que soy uno más de los que han trabajado para que este proyecto se haga realidad. Me gusta trabajar con grupos, y es notable cuando uno de ellos se transforma en equipo: se deja de pensar en uno mismo para pensar en el otro, creando sinergias, compromisos, coordinación de acciones, y se generan nuevas realidades con una visión compartida, fortaleciendo la comunicación y la confianza entre los integrantes de una entidad, en este caso, la nuestra. Por supuesto era imposible hacer esto solo, por eso no tengo más que palabras de agradecimiento y reconocimiento para los integrantes de las siguientes escuelas, que supieron asumir compromisos y compartir una visión: Grulla del río, dirigida por Ana Speziale; Gingko Biloba, dirigida por Alicia Higgins, y Longhuquan de Buenos Aires. Dao de taichi y qigong de San Lorenzo, dirigida por Roberto Lopez; Grullas del alba de Rosario, dirigida por Sergio Ambrogio y Adolfo Angelini; Grullas del alba de Baigorria, dirigida por Carlos Alberto González, todas a cargo de su director, Roberto López. Estamos convencidos de que los proyectos sustentables en el tiempo son los que se yerguen asumiendo visiones y compromisos compartidos, alimentados por la confianza y un modelo mental de apertura, como así también de saber decir no sé cuando corresponde, dejando atrás el modelo de carencia que muchas veces está arraigado como una creencia, puntos que considero esenciales para el desarrollo no solo de una organización, sino del ser humano. Nuestro agradecimiento especial al maestro Nengbin Fu por sus enseñanzas detalladas y porque siempre dejó en claro que el verdadero taijiquan es un arte marcial que mejora la salud, la mente y la calidad de vida, porque así lo practicaron desde su creación y hoy lo hacen de la misma manera. Sobre la base de esto, es destacable su calidad técnica y su perfeccionismo, como así también su capacidad de adaptación. Porque con apenas unas pocas horas de sueño (después de haber viajado más de 50 horas desde la paradisíaca Yangshuo hasta Buenos Aires), nos brindó el primer curso con la misma energía que el último, en ningún momento dejó de mostrar los movimientos y de entrenar junto a nosotros, su nivel se mantenía y se lo veía fresco como una lechuga. Cuando le preguntaba si estaba cansado, siempre respondía: “No, porque si practicas taichi correctamente no te cansas, al contrario, el año próximo serás más joven que este”, y sonreía. En esos momentos recordaba una frase que me dijo en su oficina: “Te voy a ayudar a difundir el linaje del Maestro Chen en Sudamérica”, y siento que eso es lo que hizo, enseñar y enseñar, dentro y fuera de las clases; su objetivo fue mostrarnos cómo trabaja uno de los linajes más importantes y los beneficios que nos brindará a quienes lo sigamos. Fu tiene una excelente pedagogía: toma un ejercicio y lo desglosa de tal manera que es posible estar practicando dos horas un mismo ejercicio sin cansarse, porque siempre agrega alguna dificultad manteniendo la base. Una nota de color fue tener al maestro Fu durante 15 días en un departamento contiguo a mi casa, ya que tuvimos la posibilidad de charlar mucho, y esas charlas fueron de gran valor, ya que el maestro me hizo ver cosas importantes que desconocía del linaje. También hubo tiempo para las explicaciones generosas en privado y en las clases, cuando abordó conceptos filosóficos y técnicos sobre taichichuan, palabras que calaron hondo en practicantes ávidos de conocimiento. Muchas veces, lo técnico tenía que ver con errores que solo un ojo clínico podía marcar, como así también sugerencias y formas de llevar adelante un proyecto de estas características. En reiteradas oportunidades venían a mi mente frases como: Uno puede elegir con quién practicar, pero la corrección de un maestro hará en un segundo que entiendas lo que jamás hubieras descubierto en años. Quienes tuvimos la suerte de disfrutarlo podemos decir que el maestro Fu “es taichi”, y que todo en su vida se rige por los principios del arte. Quiero hacer extensivo mi agradecimiento a todos, porque sin alumnos no hay escuelas, pero en especial a los que me ayudaron y se comprometieron dando más de lo que quizás ellos mismos creían en pos de una causa común. Jose Luis Arnedo Empezó a entrenar Wushu en el año 1985, y desde entonces se dedica a dar clases y formar Instructores en todo el pais. Fue competidor internacional de wushu moderno y taijiquan, representando al país en numerosas oportunidades. Ha escrito numerosos artículos de wushu para revistas nacionales e internacionales. Actualmente dirige la Asociacion de Wushu & Taichi Longhuquan con sede en Ing. Maschwitz, donde enseña wushu moderno y taichi estilos Yang y Chen. Ha entrenado en China en dos oportunidades, y el año pasado estuvo en la escuela del maestro Fu Nengbin (discípulo de Chen Zheng Lei) en la bella Yangshuo/Guilin. También se especializó en tuishou con el famoso maestro Wang Zhan Jun, (entrenador de Jet Li y Wu Jing, entre otros, e hijo de Wang Xi An), y con el maestro Chen Zhao Sen, conocido como el rey del Kuandao, estos últimos en Chenjiagou. Actualmente es representante de la escuela del maestro Fu Nengbin para Argentina, y difusor del linaje Chen Zheng Lei. Es director de los sitios www.wushulonghuquan.com.ar, www.chentaichi.com.ar y www.equilibriumcenter.com.ar

Baksiulam journal - 21


Consejos Cómo evitar la muerte súbita en el deporte por el dr. Ariel Sabio

Introducción

L

a actividad física se considera un fiel reflejo del estado de salud y de la calidad de vida de una sociedad, por lo que a la opinión pública le cuesta comprender cómo un joven aparentemente sano puede morir mientras muestra una gran vitalidad en su práctica deportiva habitual. Los casos de muerte súbita ocupan los titulares de la prensa deportiva, especialmente cuando ocurren en deportistas bien entrenados y con un excelente rendimiento deportivo, quienes, por desgracia, desconocían que eran portadores de manera silente de enfermedades cardiovasculares potencialmente letales, a pesar de haber sido sometidos a distintos controles médicos durante su vida deportiva. Este es básicamente el problema, ya que los controles médicos suelen ser insuficientes, a menudo solo basados en un electrocardiograma o en un examen físico de rutina, cuando en realidad deberían realizarse estudios más profundos que permitan descartar enfermedades asintomáticas y no evidenciables en el electrocardiograma a todos los deportistas, ya sean de alto rendimiento o practicantes de deportes recreativos.

Causas de muerte súbita en deportistas según la edad Las enfermedades responsables del fallecimiento guardan también relación con la edad; así, en los deportistas jóvenes las causas son generalmente congénitas. Las principales causas de fallecimiento en este grupo de edad son la miocardiopatía hipertrófica, las anomalías congénitas de las arterias coronarias, la displasia arritmogénica del

ventrículo derecho, las miocarditis, el síndrome de QT largo, el sindrome de Wolff-Parkinson-White y la fibrilación ventricular idiopática. En el grupo de deportistas mayores de 35 años, la cardiopatía isquémica es la primera causa de fallecimiento, donde en más del 90% de los casos se ha demostrado una enfermedad coronaria.

Abordaje del problema La prevención de la muerte súbita asociada con el deporte debe asentarse en dos pilares fundamentales: el control cardiológico previo al comienzo de la práctica deportiva y luego, por lo menos, un control una vez al año, y la instauración de los mecanismos necesarios para una resucitación cardiopulmonar efectiva y desfibrilación sin demora.

El control cardiológico El principal objetivo del control cardiológico debe ser detectar de forma precoz aquellas patologías cardíacas capaces de constituir un riesgo de muerte súbita. Para ello se necesita la realización de una consulta cardiológica con la valoración de los antecedentes y una exploración clínica completa, que incluye, además, un electrocardiograma de reposo, una prueba de esfuerzo o ergometría de 12 derivaciones y un ecocardiograma Doppler color. Debemos desterrar la idea de que con un electrocardiograma normal y el certificado de un médico alcanza. Hay que realizar todos los estudios mencionados para estar seguros de que no existe patología cardiovascular que potencialmente pueda llevar a la muerte súbita durante la práctica del deporte.

En el próximo número... Maestro Chen Man Ching, alumno de Yang Chen Fu, por Robert Smith Wen sheng quan, por Martin Ugarte Tan tuey, por Horacio Di Renzo Neijia, por Walter Mercuri Hsing yi quan, por Guillermo Fernández Notas de David Conches Adam Hsu Walter Mercuri David Conches

...y mucho más Adam Hsu

22- Baksiulam journal

Chen Man Ching


Quedamos en entrenar al día siguiente, en el Torre Hotel, de Chacarita. Nos encontramos y le pedí que hiciéramos combate de brazos. Aceptó muy a disgusto, porque vio mi mala actitud. Yo no tenía mala actitud, es que estaba muy acostumbrado a tratar con los argentinos y en esa época, el trato marcial era muy malo dentro del kung fu. Si me podía vencer, encontraría un amigo.

El Ving Tsun de Leo Imamura por Claudio Di Renzo

Corría el año 1990. Yo estaba enseñando en el instituto Sucre, que queda

entre Sucre y Cabildo. En un primer piso, del barrio de Belgrano. El dueño era Pedro Florindo, 7° dan de taekwon do, antiguo competidor de gran jerarquía. Si había un estilo que yo no quería aprender era el wing chun. Los martes y jueves se llenaba de alumnos. Entre ellos, comenzaba a practicar Leandro Crivellari.

Un día entró como sin querer Leo Imamura, profesor de wing chun. Había leído sobre mí y quería conocerme. (Había venido a Buenos Aires desde Brasil para participar, como profesor de educación física, de un encuentro vinculado con la educación). Sus ojos miraban como teniendo el cerebro a su disposición. Su metro 80 de altura intimidaba.

Empezamos; yo tiraba con toda mi destreza, y –sorpresivamente– él respondía con el wing chun. Entonces, yo tiraba más fuerte y con contundencia, cosa que lo descolocó, pero aun así no perdió el alma de caballero. Al final me tiró contra una mesa y me marcó dos o tres golpes, mientras decía: “¿Por qué haces esto, si somos amigos?”. Yo me estaba matando de risa: “Porque quiero probar tu técnica, es asombrosa”. Me miró sorprendido. “Maestro, quiero ser su discípulo”, dije con certeza. Y así inició una historia que fue linda y fructífera. Comencé a practicar el estilo en Sao Paulo. “Claudio –me pidió–, por un año practicá sólo Wing Chung”. Sifu Leo me hacía entrenar el mismo caudal de horas que a un alumno regular para pasar cada nivel. En mis continuos viajes entrené siunimtao, chumkyu, biuje, parte de mokyanjong. Chi sao me encantaba, pero me costaba mucho, debido al método de sifu Leo. Cuando vino sigung Moy Yat, hice el discipulado. Era un flor de tipo. Fui el primer discípulo alumno de sifu Leo, cosa que agradezco muchísimo. Pasé diez años yendo a practicar, no aprendí en un cursito ni en seis meses. Así no se hacen las cosas en el kung fu tradicional. Esto no es un ataque a mis colegas. Es una verdad.

Le di la mano a este joven artista marcial. Y empezamos a hablar. Venía de Sao Paulo, Brasil, y era un enamorado del wing chun. Cuando empecé a escucharlo, medio que me desencanté, porque él no hablaba de otra cosa que de wing chun, y a mí no me gustaba el estilo... Sifu Leo comenzó su carrera marcial a los 20 años con Li Wing Kai, responsable de garra de águila en Brasil. Cuando Li Hong Ki, el hermano de Li Wing Kai experto en Hung gar y en Wing Chun, llegó de Hong Kong, entrenó con él durante diez años. Más tarde decidió practicar en Hong Kong y allí se dirigió acompañado por Li Wing Kai, previa estadía en Nueva York. Recuerdo que en Hong Kong conoció al famoso actor Gordon Liu (Lai Gar Hui), estrella de Las 36 cámaras de Shaolin, a quien vio haciendo una muy buena demostración de Hung gar y de danza del dragón. Durante su estadía en New York, visitaron a un amigo de Li, quien les comentó que si estaban interesados en Wing Chun, él conocía a Moy Yat, un discípulo de Yip Man. Decidieron ir a verlo. Cuando aparece Moy Yat, lo mira a sifu Leo y le dice: “Si usted está decidido a practicar conmigo, vaya a Hong Kong, practique con todos y cuando vea que es suficiente, venga conmigo a practicar en serio”. Así lo hizo y regresó a New York a entrenar Wing Chun. Volviendo al instituto Sucre, le mostré siunimtao y me aplaudió, pero no le había gustado. Yo no practicaba siunimtao ni me atraía. Como no había mucho tiempo para charlar, lo invité a venir al día siguiente al otro gimnasio donde yo daba clase y aceptó gustoso. Al día siguiente, entonces, le mostré Hung gar, baksiulam y armas. Teníamos más tiempo. Salimos y fuimos a tomar algo. Charlamos por horas. Compartíamos las ideas. Yo veía a un muchacho que emanaba kung fu, que lo tenía en la sangre. Baksiulam journal - 23


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