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Review
EL MÉTODO PILATES COMO COADYUVANTE EN EL TRATAMIENTO DE LAS LUMBALGIAS PILATES METHOD AS A CONTRIBUTING FACTOR TO THE TREATMENT OF LOW BACK PAIN Soriano Segarra, M. L. 1 1
Instituto de Ciencias del Deporte, Universidad Camilo José Cela Correspondence to: María Lledó Soriano Segarra
Instituto de Ciencias del Deporte, Universidad Camilo José Cela C/ Castillo de Alarcón 49, Urb. Villafranca del Castillo, 28692 Madrid Tlf. 918 153 131, ext. 1713 E-‐mail: mlledo@ucjc.edu Soriano Segarra, M. L. (2011). Pilates method as a contributing factor to the treatment of low back pain. AGON International Journal of Sport Sciences, 1(2), 129-‐142. Received: 02-‐07-‐2011 Accepted: 26-‐09-‐2011 AGON Int J Sport Sci ISSN: 2254-‐2132
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RESUMEN
ABSTRACT
La presente revisión bibliográfica pretende presentar la relación existente entre el Método Pilates y las lumbalgias como tratamiento para la desaparición de dicha sintomatología. El método utilizado ha sido la búsqueda en Google Academic, Pubmed, Unirioja y Sportdiscus, eligiendo los artículos de corte científico, principalmente en Inglés. Las medidas realizadas han sido sumativas y comparativas y la metodología utilizada una metodología de síntesis. Los resultados obtenidos de los artículos estudiados indican la existencia de una relación correlativa entre la aplicación del Método Pilates con la reducción del dolor y la impotencia funcional provocadas por lumbalgias de diferente etiología, pero también muestra la ineficacia del método en otros estudios realizados. Concluimos que más estudios deben llevarse a cabo en esta línea de estudio.
This bibliographical review aims to list and describe the relation between the low back pain and the Pilates Method as a treatment for the elimination of the aforementioned symptoms. Information has been obtained by means of searching different databases as Google Academic, Pubmed, Unirioja and Sportdiscus and selecting articles of a scientific nature, principally those in English. The approach has been accumulative and comparative using a methodology of synthesis. Results obtained from the articles consulted indicate the existence of a correlation between the application of the Pilates method and the reduction of pain and loss of function caused by generally low back pain of different etiologies. However, some researches show the inefficacy of the method. We conclude that more researches have to be carried out about this subject.
Palabras clave: Lumbalgia, Método Pilates, Relación, Tratamiento.
Keywords: Low back pain (LBP), Pilates Method, Relation, Treatment
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INTRODUCCIÓN El presente trabajo de recopilación bibliográfica pretende aportar alguna luz al debate sobre la eficacia de un método que, en poco tiempo, se ha convertido en un fenómeno de masas: el método Pilates como terapia en el tratamiento de afecciones óseo-‐musculares como las lumbalgias. Ante la aparición de una nueva técnica o, como es el caso, la recuperación de un método antiguo, surgen defensores y detractores del mismo, seguidores acérrimos y enemigos confrontados. El caso que nos ocupa es un fiel reflejo de este escenario. Ante la controversia que el resurgimiento del método Pilates ha creado entre los profesionales del ámbito motor este artículo pretende mostrar los estudios científicos realizados hasta el momento y en base a su síntesis y análisis establecer una serie de conclusiones. En el mundo de la educación física y del deporte nos encontramos, desgraciadamente, con un nivel de intrusismo y falta de profesionalidad de gran magnitud. Prácticamente, todo el mundo cree tener conocimientos sobre deporte y ejercicio físico. Sin embargo, en la mayoría de los casos los conocimientos aducidos son insuficientes, obsoletos y poco o nada científicos. Desafortunadamente, el mundo del ejercicio físico, convertido en un negocio, ha dado pie a la creación de muchas empresas que entre sus actividades de lucro incluyen actividades destinadas a formar a personas que carecen de unos conocimientos básicos de salud y motricidad, a quienes tras un cursillo de varios fines de semana “capacitan” para enseñar alguna técnica determinada o disciplina deportiva. Evidentemente, en unas pocas horas nadie es capaz de aprender la complejidad del funcionamiento del cuerpo humano, las leyes del desarrollo motor y psicomotor, los principios que deben regir el entrenamiento deportivo, y un largo abanico de materias necesarias para cualquier persona que pretenda o aspire a ser un profesional de la educación física y el deporte. El método Pilates, en solo una década, en nuestro país, se ha convertido en un referente, no sólo del mundo de la actividad física sino, lo que puede llegar a ser peligroso, del ámbito de la salud. La elevada demanda de esta actividad ha creado una necesidad:
profesionales que conozcan el método y puedan impartirlo. Cómo decíamos anteriormente, un gran número de personas han recibido unas cuantas horas de formación en el método Pilates y están, no sólo dando clase a personas sanas que quieren mantenerse en forma física, sino a personas con patologías que habiendo oído hablar de las bondades de este método acuden para tratar de aliviar su disfunción. En esta tesitura encontramos principalmente a personas con problemas de espalda. Personas que buscan desesperadamente un alivio a sus dolencias. Concretamente, el mayor número de estas personas padecen lumbalgias, una de las dolencias más extendidas en todo el mundo occidental. La preocupación de muchas personas realmente expertas en actividad física, como así lo acredita la carrera universitaria creada a tal efecto, y concretamente las especializadas en salud, es muy grande. Es por ello que desde nuestra pequeña responsabilidad como profesionales de la educación física hemos intentado mostrar la realidad de la influencia del método Pilates sobre las lumbalgias, no desde un punto de vista empírico, sino desde un punto de vista científico, que es al fin y al cabo la fórmula real que crea conocimiento y saberes. Sapiencia que sí que, posteriormente, puede ponerse al servicio de la salud. METODOLOGÍA Para el presente estudio se realizó una investigación de síntesis. Se incluyeron los trabajos de carácter científico vinculados con el objeto de estudio, es decir, con el método Pilates y las lumbalgias. También se utilizaron artículos científicos, principalmente descriptivos sobre las lumbalgias, así como sobre el método Pilates. Finalmente, y ante la escasez de publicaciones científicas relacionadas con el tema, también se utilizaron artículos en los que se relacionaba el método Pilates con otras actividades con marcado componente de trabajo cuerpo-‐mente, tratando este aspecto como una característica cualitativa que puede influir en el control y reducción de las lumbalgias, tanto agudas, como crónicas.
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La recogida de información se realizó en dos modalidades: con búsqueda informática y con búsqueda manual. La búsqueda informática se realizó principalmente con las palabras “low back pain”, “pilates”, “lumbalgia”, “terapia”, “therapy”, “core”, “powerhouse” y “faja abdominal”. El criterio de inclusión de los artículos de investigación fue, en una primera búsqueda elegir todos aquellos artículos publicados en ingles. Al no haber muchos documentos científicos relacionados con la temática propia de este artículo, decidimos buscar referencias bibliográficas en otras lenguas, encontrando utilizables 3 artículos en portugués y 4 en español. Como criterio general de inclusión cabe reseñar: la actualidad del documento, su publicación en revista de impacto y la relevancia de sus autores, entre otros. También se ha utilizado información de páginas web de organismos internacionales como el Instituto de Seguridad y Salud Ocupacional (IOSH), la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo” (EU-‐OSHA). El criterio de inclusión de la información procedente de organismos internacionales relacionados con el objeto de estudio fue el de proceder de un organismo internacional acreditado y de estar publicado en un periodo no superior a once años desde el momento que se inicia la búsqueda. La búsqueda manual hace referencia a la última fuente de información utilizada, siendo ésta, la utilización de diferentes libros de fisiología, anatomía, biomecánica y otros libros relacionados con el método Pilates. Tras la recogida de información, realizamos un análisis estructurado en diferentes apartados, considerados los más relevantes para el conocimiento del objeto de este artículo. Posteriormente procedimos a la síntesis de los datos más relevantes y a la elaboración de las conclusiones propias de este artículo de investigación.
El Método Pilates Introducción El método Pilates es un tipo de entrenamiento global basado en el control físico y mental. Sus principales objetivos son fortalecer y estirar la musculatura, equilibrar y controlar los movimientos corporales durante la ejecución de los ejercicios, buscando la transferencia de dicho control a las actividades de la vida diaria (AVD). Su creador Joseph Pilates fue un niño enfermizo que ejercitando su cuerpo con persistencia y estudio consiguió vencer sus propias limitaciones. A pesar de sus limitaciones físicas y fisiológicas, con el entrenamiento que estableció llegó a ser buceador, boxeador y atleta. Elaboró una serie de ejercicios básicos de suelo y posteriormente, durante la Primera guerra mundial, estando en prisión en Inglaterra por ser alemán, creó unas precarias máquinas añadiendo a los camastros de los heridos una serie de aparatajes, que con el tiempo se transformaron en los conocidos, hoy día, como: reformer, cadillac, silla y barril. Con estos aparatos y el material clásico propioceptivo como el aro, la banda elástica, la pelota o el bosu, se aumenta la carga de trabajo contrarresistido para trabajar la fuerza y la flexibilidad (Garcia y Sidanha, 2004; Muscolino y Cipriani, 2004; Siler, 2002). Tras salir de prisión Pilates emigra a los Estados Unidos y en 1923 abre en Manhattan un centro de rehabilitación para personas con problemas físicos y motores. Junto al centro se encuentra una escuela de danza cuyos usuarios comienzan a acudir al centro de Pilates por los buenos resultados que obtiene con sus pacientes. Posteriormente el método se comienza a difundir entre bailarines y coreógrafos en la década de los 30 y 40 (Anderson y Spector, 2000). Publicó dos libros que se convirtieron en referencia bibliográfica en su época. En el primero: “Your health: a corrective system of exercising that revolutionizes the entire field of physical education” (Pilates, 1934) Pilates describe la filosofía de su método, así como sus conceptos de salud, higiene y ejercicio corporal. En el segundo: “Return to life through Contrology” (Pilates, 1945) sienta las bases
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de lo que él denomina “contrología” y que podríamos traducir también como “posturología”. En este libro se describen los 34 ejercicios básicos del método realizables en suelo sin necesidad de aparataje. Tras su muerte en 1967, su esposa Clara continúa su trabajo y a la muerte de ésta, diez años después, son algunos de sus alumnos y alumnas quienes recogen las enseñanzas del método y se dedican a utilizarlo y difundirlo. En los años 70 cobra relevancia entre las estrellas de Hollywood y a finales de los 90 llega a Europa, aunque no es hasta el siglo XXI en que el Método Pilates comienza a ser conocido y practicado como actividad física con gran éxito creciente. En Estados Unidos la CNBC (Consumer News and Business Channel) informó que en la Primavera de 2010 Pilates se había convertido en la actividad de más rápido crecimiento a nivel nacional, con 8.6 millones de participantes, lo que suponía un aumento del 450% con respecto a la cifra de participantes del año 2000 (Rovell 2010). A día de hoy la Pilates Method Alliance es la asociación que reúne a los herederos más directos del método. Los principios del Método son: alineación, centralización, concentración, control, precisión, fluidez y respiración. Y la zona corporal clave para Pilates es, la llamada por él mismo: powerhouse y traducido al español como: centro de poder o centro energético. Este espacio está compuesto básicamente por el transverso del abdomen a quien Pilates otorga un papel determinante, los oblicuos, el multífidus y los pelvitrocantéreos. Para Pilates la mejor forma de corregir cualquier deformidad del cuerpo es “pull your abdominals in” (meter los abdominales) (Ray, 1934).
propiocepción, elemento básico de la conciencia corporal. 3. Respiración. La respiración no sólo es concebida como la fuente de oxigenación del cuerpo sino que para Pilates juega un papel fundamental en el fortalecimiento del powerhouse, principalmente durante la fase espiratoria. La respiración según el método Pilates debe realizarse de forma que ambas fases ventilatorias: inspiración y espiración, tengan la misma duración. La primera se realiza por la nariz y la segunda por la boca. La duración de las mismas varía dependiendo del nivel de control de los practicantes siendo de 3 segundos para los principiantes y de 8 segundos para los avanzados. 4. Trabajo del powerhouse. Probablemente el más importante de todos los conceptos del Método Pilates, que definimos en profundidad más adelante. El powerhouse hace referencia a todos los músculos estabilizadores del tronco. Según el concepto Pilates, éstos deben tonificarse, buscando siempre calidad en la ejecución y control postural lo que provoca un desarrollo propioceptivo importante que facilitará la reeducación postural. A la vez, la tonificación de la musculatura estabilizadora provocara una descompresión articular disminuyendo la erosión y el stress óseo (Muscolino y Cipriani, 2004) al partir el trabajo desde una postura correcta.
Características principales del método 1. Trabajo global. Responde a la concepción holística que del cuerpo humano tiene su fundador y que conlleva un trabajo de unidad cuerpo-‐mente, clásico en las disciplinas orientales. 2. Conciencia corporal. Adquirida tras el trabajo de autopercepción y control postural. Ambos elementos provocan el despertar de husos musculares (Ganong, 1996) y el desarrollo de la
Figura 1. Powerhouse
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Importancia del estudio de la lumbalgia La lumbalgia crónica es un síndrome caracterizado por dolor en la región vertebral o para-‐vertebral de la espalda baja, asociado a una pérdida de funcionalidad en las actividades de la vida cotidiana, afectando a la calidad de vida de quienes la padecen (Forte, 2005). Las lumbalgias, tanto crónicas como agudas, representan el principal problema musculo esquelético. Se estima que el 80% de la población adulta, alguna vez en su vida, sufrirá un episodio de dolor lumbar de la suficiente severidad como para tener que dejar de trabajar temporalmente (Salter, 2001). Sólo, en los Estados Unidos de Norteamérica, se estima que cantidades cercanas al billón de dólares son destinadas a gastos médicos y paramédicos relacionados con las lumbalgias (Luo et al., 2004). En este sentido, según la “Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo” (EU-‐OSHA, 2007), el 25% de los trabajadores en, la llamada, “Europa de los 27” padece dolor lumbar y un 23 % dolor muscular inespecífico relacionado con el trabajo. En un informe previo elaborado por el mencionado organismo en 2000 se especificaba que el coste económico relacionado con la cobertura de las lumbalgias oscilaba entre el 2.6% y el 3.8% del producto nacional bruto de los diferentes países europeos, estimando además, que en el algún momento de sus vidas, el 60-‐90% de las personas en la Unión Europea (EU) padecerán dolor lumbar. Concretamente en España, aproximadamente 4.5 millones de personas sufren lumbalgia aguda, según se recoge en el estudio EPISER (Sociedad Española de Reumatología, s.f.) (2000) Más concretamente, el dolor lumbar crónico se ha asociado a una pérdida de fuerza y retraso en la activación de los músculos estabilizadores del tronco (oblicuos, transverso y multífidus principalmente) lo que repercute negativamente en la funcionalidad y por tanto en la productividad de los sujetos aquejados de esta dolencia. Por ello resulta de gran importancia conocer, en la medida de lo posible, las potenciales causas de las lumbalgias y establecer los mejores tratamientos tanto curativos como paliativos y, sobre todo, preventivos.
Sin embargo, el carácter multifactorial de las lumbalgias hace que la detección de sus causas sea un problema de gran envergadura. Entre ellas, podemos destacar: movimientos repetitivos y biomecánicamente incorrectos (González Badillo y Gorostiaga, 2002), vibraciones (EU-‐OSHA, 2007) desviaciones de columna (Jarvik y Deyo, 2002), tropiezos, caídas y posturas de trabajo estáticas o en sedestación (Hamill et al., 1999). A todo ello, hay que añadir un estilo de vida sedentario (Sanz, Prada, Andreú y Mulero, 2007) y unos hábitos alimenticios inadecuados y desequilibrados. El primero, provoca una hipotonía generalizada que conlleva un funcionamiento muscular ineficaz y escaso que puede dar lugar a todo tipo de dolencias musculo-‐esqueléticas, incluidas las lumbalgias. Mientras que el segundo provoca alteraciones digestivas que acaban provocando dolor referido lumbar y lumbo-‐pélvico (Chaitow y Fritz, 2008). De entre los múltiples factores de riesgo que han sido descritos en la literatura científica, el “Royal College of General Practitioners” (RCGP, 1996) señala la baja condición física derivada del actual estilo de vida sedentario como uno de los más importantes. Además la falta de trabajo físico puede producir un enlentecimiento en todas las funciones orgánicas, alterando especialmente el sistema digestivo y excretor, situación que puede provocar o agravar los cuadros de lumbalgias. Por su parte, las alteraciones en la alimentación se traducen en unos índices de sobrepeso y obesidad tan elevados, en el mundo occidental, que los convierte en un problema de salud pública de primera índole. Este sobrepeso u obesidad, por un lado modifica la morfología corporal y por otro aumenta la carga que la columna tiene que sostener, incrementando de esa forma la probabilidad de padecer una lumbalgia (González, Mustafá y Antezana, 2011). Ambos factores, vida sedentaria y malos hábitos alimenticios, influyen, por tanto, negativamente en la salud de la espalda y aumentan la probabilidad de aparición de lesiones y patología lumbar. En líneas generales podemos dividir el origen de las lumbalgias en cuatro grupos: 1. Causa aguda en la que el dolor es debido a microtraumas normalmente producido por un estiramiento forzado o por
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sobrecargas sobre la columna. 2. Lesión del disco intervertebral con o sin salida del núcleo pulposo. 3. Desgaste natural que provoca alteraciones degenerativas. 4. Espondilolisis y espondilolistesis. Papel de la musculatura estabilizadora del tronco en las lumbalgias La llamada faja abdominal, está compuesta por una serie de músculos que trabajando de forma sinérgica condicionan la estabilidad del tronco. En un intento por analizar y concretar la musculatura implicada en la zona media del cuerpo humano, Bergmark realizó en 1989 una clasificación según el tipo de acción de esos músculos. Tabla 1. Sistemas estabilizadores de la espalda (Bergmark, 1989)
El concepto de faja abdominal y sobre todo, lo relativo a su función, es denominado por Pilates “powerhouse”. El powerhouse está formado por el área comprendida entre el borde inferior de las últimas costillas y la línea media de las caderas, incluyendo la musculatura abdominal, el cuadrado lumbar, el suelo pélvico, los pelvitrocantéreos y los glúteos. El trabajo conjunto de los músculos del powerhouse actúa como un corsé de soporte para el tronco que, estabilizando, sirve de base y partida a los diferentes movimientos corporales.
Figura 2. Músculos del tronco (en Mendoza, 2010)
Aunque recientemente el término core se utiliza de forma indistinta al de powerhouse, en realidad existe diferencia. El core está integrado en el powerhouse, pero el powerhouse es mucho más que el core. Éste último comprende los músculos más internos de la faja abdominal, es decir, transverso, multífidus, psoas y suelo pélvico, pero no comprende a los rectos abdominales y los glúteos. Por lo tanto aunque se utiliza de forma indistinta, presenta, diferencias importantes por la musculatura involucrada. Otro concepto similar al del área conocida como powerhouse sería el llamado Espacio Manométrico Abdominal (Pinsach, 2010) definido como el espacio delimitado por paredes osteoarticulares y musculoaponeuróticas cuyos límite son el diafragma torácico en su parte superior, el diafragma pélvico en su parte inferior, la pared abdominal en la parte anterior y lateral y la columna lumbar en la pared posterior. Coincidirían topográficamente, pero no conceptualmente, con el término de faja abdominal o core, conteniendo y estando revestido dicho espacio de la musculatura estabilizadora previamente reseñada. Nosotros consideramos que la faja abdominal es un único músculo con tres vientres musculares de carácter parietal, estratificado en 3 planos con una misma inervación principal: D6-‐D12. Estos planos estarían constituidos por el más interno correspondiente al transverso del abdomen, el plano medio correspondiente a los oblicuos, músculo digástrico formado por el oblicuo mayor y el oblicuo menor y el plano superior y anterior constituido por
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los rectos abdominales. Sus funciones son la retención de órganos abdominales y la ventilación mediante el contra-‐apoyo al diafragma y la amplificación hidrostática de la fascia toracolumbar por la que se consigue una sinergia respiratoria (Pinsach et al., 2010). También actúa como músculo sinergista de la flexión de tronco en decúbito supino, cuyo motor principal es el músculo psoas iliaco y en la espiración forzada.
características que están normalmente presentes en las personas que refieren lumbalgias crónicas (Barker, Jackson, y Shamley, 2004). Es por ello que varios investigadores, buscando compensar estas debilidades y descompensaciones, han conseguido demostrar que los ejercicios de estabilización lumbopélvicos son efectivos en el tratamiento de la lumbalgia (Arokosko et al., 2004; Goldby et al., 2006; Hides et al., 2001; Lewis et al., 2005).
En la actualidad se considera al músculo transverso abdominal, los oblicuos y el multífidus como los músculos más relevantes para estabilizar el tronco.
Figura 3. Músculo Multífidus
Figura 2. Músculos de la faja abdominal (en magisnef, 2007)
En lo referente al tratamiento de las lumbalgias, la bibliografía científica más reciente afirma que uno de los tratamientos más adecuados para la desaparición del dolor en las lumbalgias es una correcta ejecución de ejercicios que tonifiquen la musculatura estabilizadora del tronco, compuesta por transverso y oblicuos, junto a la musculatura del suelo de la pelvis y el multífidus (Donizelli et al., 2006) (Figuras 2-‐3). Muchas investigaciones han demostrado que la debilidad y atrofia de los músculos transversos y multífidus son dos
Investigaciones realizadas en la última década han demostrado que ejercicios específicos centrados en el transverso abdominal y en el multífidus contribuyen a aliviar el dolor y a reducir la recurrencia de la lumbalgia (Hydes et al., 2001; O’Sullivan et al., 1997). El método Pilates como tratamiento de las lumbalgias Los coreógrafos y profesores de danza en los años 30 y 40 fueron los primeros en describir el método como una técnica de rehabilitación que permitía la recuperación de sus lesiones relacionadas con el
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deporte (Anderson, 2001; Anderson y Spector, 2000). Diversas técnicas de imagen han identificado en algunos pacientes con lumbalgia alteraciones de los músculos multífidus y transverso del abdomen (Barker et al., 2004) por eso muchas de las terapias y de los métodos clínicos, naturales o muchos de los llamados “alternativos” tienen como objetivo el fortalecimiento o la tonificación de la musculatura relacionada con la faja abdominal como forma de disminuir el dolor lumbar y prevenir su reaparición. En el caso concreto de personas con lumbalgia cuya etiología era una espondilosis o espondilolistesis un programa de ejercicios dirigidos a fortalecer la musculatura estabilizadora fue el método más eficaz para mejorar el movimiento y aliviar el dolor (O’Sullivan et al., 1997). En cuanto al método Pilates, objeto de este estudio, se han encontrado mejoras estadísticamente significativas en ganancia de fuerza de la musculatura extensora de la espalda tras un programa en el que 20 sujetos sin patología recibían 25 sesiones de Pilates (Garcia et al., 2004) . Otros estudios, en la misma dirección, demuestran que los ejercicios de Pilates son más efectivos que los abdominales clásicos movilizando y contrayendo el transverso del abdomen en sujetos sanos (Herrington y Davis, 2005), elemento fundamental, como se ha comentado con anterioridad, para prevenir las lumbalgias o disminuir la intensidad de su dolor, una vez instaurada. Sin embargo, los estudios científicos que avalan los beneficios del método Pilates en el tratamiento de las lumbalgias resultan para otros autores poco claros, bien por tener carencias metodológicas o por tener errores en las fases de diseño o aplicación (La Touch et al., 2007). Entre los estudios científicos que intentaron demostrar las bondades del método Pilates podemos reseñar los estudios de Rydear et al. (2006), el primero publicado, al que le siguió el de Donizelli et al. (2006) y finalmente el de Gladwell et al. (2006). Sin embargo, hay otros estudios dirigidos al tratamiento de las lumbalgias crónicas que no
recomiendan aplicar Pilates en este tipo de cuadros álgicos al afirmar que no existe una verdadera evidencia científica que demuestre su efectividad (Maher, 2004). Otros estudios, incluso van más allá defendiendo la relación de la ejercitación a través el método Pilates y la aparición de diversas patologías y lesiones como el caso de una mujer diagnosticada de ruptura diafragmática espontánea con perforación de estómago durante una sesión de Pilates (Yang et al., 2010), así como, la negación de beneficios atribuibles al método como, por ejemplo, la reducción de la incontinencia urinaria (IU) (Bø, Bratland-‐Sanda y Sundgot-‐Borgen, 2011). Aunque resulta evidente que personas sometidas a un programa de ejercicios de Pilates mejoran diferentes capacidades y parámetros funcionales (Jonhson et al., 2007; Segal, Hein y Basford, 2004; Smith y Smith, 2004), se puede afirmar que cualquier programa de fortalecimiento o tonificación muscular va a mejorar estos parámetros en mayor o menor medida, es decir, el trabajo de fortalecimiento, concretamente de la musculatura de la faja abdominal no es una característica exclusiva de Pilates y por tanto los beneficios obtenidos pueden no depender tanto del método en sí mismo, como de las mejoras conseguidas por el trabajo físico realizado. Componente físico y mental Otra de las características del método Pilates es la de definirse como un método global de trabajo unificado cuerpo-‐mente. El principio de concentración tiene aquí un papel fundamental que a su vez condiciona el nivel de ejecución de cada ejercicio, siendo esta una característica que determina si un ejercicio produce un efecto beneficioso o pernicioso para el organismo (Adamany y Loigerot, 2006). Por ejemplo, con respecto al trabajo de la zona más importante en Pilates, el powerhouse, se ha demostrado con ultrasonidos que la activación de los músculos estabilizadores del tronco es fuerte y consistente cuando se realizan los ejercicios correctamente mientras que una ejecución incorrecta o incontrolada provoca una menor activación (Endelman y Critchley, 2008) y por tanto un daño
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potencial en todas las estructuras adyacentes. Teniendo en cuenta la escasa preparación de algunos monitores y la densidad de alumnado en las clases de Pilates, éste es un punto relevante a tener en cuenta para valorar la efectividad o peligrosidad del método. La importancia del trabajo mental unido al trabajo físico, de la concentración y de la denominada meditación en la acción, tampoco es exclusiva de Pilates, más bien Pilates la debió recoger o se debió inspirar en diferentes prácticas orientales como el yoga (Sorosky et al., 2007), el Tai chi (Wang, Taylor, Pearl y Chang, 2004), la meditación o las artes marciales, en las que el trabajo con la mente es fundamental para obtener un buen control corporal, sensorial y emocional, factores todos ellos relacionados con la salud y con el nivel de percepción del dolor. La respiración La respiración es el otro pilar fundamental en el trabajo de Pilates y concretamente en la consecución de un buen nivel de concentración y control. La respiración es importante no sólo por su función vital de intercambio gaseoso y aporte de oxígeno, sino también porque su control permite adquirir una buena postura y mejorar la coordinación general. La respiración en Pilates es de tipo intercostal. En la inspiración no se debe mover el abdomen y en la espiración se cierran las costillas y después se aprieta el powerhouse, con la sensación de pegar el ombligo al suelo. También en este momento puede indicarse la contracción de la musculatura del suelo pélvico. Sin embargo, al ser las fibras de la musculatura, tanto de la faja abdominal como del suelo pélvico, mayoritariamente de tipo tónico, no resulta especialmente apropiado este tipo de trabajo activo que puede aumentar la fuerza pero no aumentará el tono al depender éste del tejido conectivo y de las fibras tipo I, principalmente. El control de la respiración tiene como objetivo fundamental estabilizar la faja abdominal o powerhouse y con ella la columna vertebral. De esa forma se puede realizar un movimiento controlado y que no cause ningún tipo de lesión. Siendo este
principio absolutamente cierto, no es menos cierto que un exceso de presión intracavitaria va a acarrear graves perjuicios a nivel orgánico y circulatorio (Amóstegui, 1999; Gasquet, 2009) Entre otras consecuencias, el exceso de presión abdominal que conllevan muchos ejercicios físicos o la realización incorrecta y repetida de los mismos provoca la aparición de herniaciones inguinales, abdominales o de órganos pelvianos y desencadena o aumenta la incontinencia urinaria (Bø, 2004) (Bump, Matiason y Bo, 1996) (Elleuch, Ghattassi y Guermazi, 1998) (Jiang, Novi, Darnell y Arya, 2004). Ello hace que sea necesario buscar ejercicios de tonificación muscular con componente hipopresivo para ejercitar y mejorar el tono de la faja abdominal y el suelo pélvico y no la realización de ejercicios hiperpresivos y fásicos como es el caso de los ejercicios abdominales que utiliza el método Pilates. Una respiración realizada correctamente, desde un punto de vista biomecánico y funcional, además ayudará a liberar el diafragma torácico íntimamente relacionado con diferentes alteraciones y disfunciones, desde dispepsias a lumbalgias o cervicalgias. Sin embargo no puede olvidarse que el control de la respiración es bulbar y que la tonicidad del diafragma depende de factores químicos y neurales regulados a nivel central, por lo que su trabajo debería. Para ser realmente efectivo, seguir la misma vía. La respiración, finalmente es un elemento básico de relajación, requisito necesario para aliviar cualquier patología y lesión musculoesquelética. Por tanto controlar la respiración nos va permitir acercarnos a un óptimo estado de salud que puede ser el principio de la consecución de un estado holístico pleno. Es evidente que los principios de concentración y control de la respiración están indudablemente intrincados con los mecanismos que subyacen a la efectividad en la reducción del dolor en los pacientes con lumbalgias crónicas (Sorosky et al, 2007) pero una vez más, cabe reseñar, que estos principios de concentración y control no son exclusivos del método Pilates.
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CONCLUSIONES Algunos estudios correlacionan la utilización del método Pilates con la mejora del estado general de salud en las personas que padecen algún tipo de lumbalgias, bien sean éstas crónica o aguda. Sin embargo habría que analizar, con mayor profusión de estudios científicos, si es realmente este método en concreto el que mejora la sintomatología o es el trabajo físico realizado con conciencia corporal y control de movimiento quien consigue ese efecto. Si, como pretende defenderse desde el ámbito del método Pilates, fuera éste el que produjera la mejora mencionada, no deberían constatarse efectos negativos de índole alguna con la utilización del método en personas afectadas de lumbalgias o incluso en personas sanas. Varios estudios, sin embargo, demuestran la aparición de diversas lesiones durante y tras la realización de ejercicios de Pilates. Por lo tanto, concluimos que no es el método Pilates, en sí mismo, el que produce los efectos beneficiosos en aquellos sujetos que padecen lumbalgia, sino el trabajo de fortalecimiento de la faja abdominal, trabajo que no sólo pertenece al método Pilates, sino que otros muchos métodos también lo contemplan en su catálogo de ejercicios y el control de la respiración, elemento fundamental y ancestral de todas las técnicas orientales. En base a principios biomecánicos, otra conclusión que podría extraerse, aunque ese podría ser el objeto de un nuevo estudio de investigación, es la idoneidad de algunos ejercicios típicos del método Pilates desde un punto de vista de la salud óseo-‐muscular, articular y neurológico. En base a esta hipótesis se podría afirmar que en caso de realizar ejercicios de Pilates, estos deberían estar siempre adaptados al sujeto que los recibe y a los avances científicos de los últimos años, debiendo ser dirigidos por personal cualificado. No hay que olvidar que el Sr. Pilates ideó su método hace casi un siglo por lo que resulta, a todas luces, obsoleto seguir trabajando con los mismos ejercicios y las mismas pautas cuando en estos últimos años tantos estudios biomecánicos han demostrado la necesidad de trabajar con unos determinados ángulos o en unas determinadas posturas, que en muchos casos, contradicen las teorías que a principios del siglo pasado se
defendían y utilizaban, sobre todo lo que compete a las flexiones de tronco y de cadera como trabajo adecuado para el fortalecimiento de la faja abdominal. No obstante, algo que debe agradecerse al método Pilates, es que haya socializado en lo referente a la práctica deportiva, los principios de concentración, control y precisión. Estos principios, como ya hemos mencionado, no son exclusivos del método, pero el boom del método Pilates ha conseguido extenderlos haciéndolos llegar al público en general, de forma que se ha llegado a ser más consciente de la importancia de una buena colocación a la hora de hacer un determinado ejercicio, de la importancia de la respiración y de la importancia de la concentración, en definitiva, del control a la hora de realizar cualquier movimiento o actividad física. Son estas características las que determinan que un ejercicio tenga efectos beneficiosos sobre el organismo y no la realización de ejercicios de un método determinado, es decir, el fondo y no la forma es lo importante. Resumiendo, las conclusiones que podemos extraer de la presente revisión bibliográfica son: 1. Existe correlación entre el método Pilates y la disminución del dolor y el aumento de la funcionalidad, sin que quede completamente demostrada una relación causal. 2. En los estudios realizados sería interesante aumentar el número de sujetos sometidos a la investigación para que la muestra durante todo el proceso se mantuviera dentro de unos límites apropiados para una investigación científica. 3. Necesidad de adaptar los ejercicios del Método Pilates a las diferentes características de sujetos y patologías. 4. Disponer de más información sobre las lumbalgias a tratar. 5. Son necesarios más estudios científicos para extraer unos resultados de mayor consistencia. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Adamany, K., Loigerot, D. (2006). Pilates: una guía para la mejora del rendimiento. Barcelona: Paidotribo. 2. Anderson, B.D. (2001). Pushing for Pilates. Rehabilitation Management 14 (5), 34–36.
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