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FLASHBACK
from Raúl de Tomás
EL MAGO Y SU BALÓN
PARECÍA LLEVAR EL BALÓN COSIDO AL PIE Y CREÓ JUGADAS Y GOLES PARA ENMARCAR. MÁGICO GONZÁLEZ DISFRUTÓ DEL FÚTBOL Y TAMBIÉN DE LA VIDA.
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TEXTO R. BALBONTÍN
~ Mágico González disputó un total de 65 partidos con la camiseta de la selección salvadoreña, donde también dejó muestras evidentes de su clase. Pero sin duda, donde se convirtió en un jugador determinante fue en el Cádiz, y como extensión en la liga española. LA GENIALIDAD ERA SU CARTA DE presentación, y dejó tantas gotas de su elixir en los campos de toda España que se le perdonaba todo... o casi todo. Jorge Alberto González Barillas (San Salvador, El Salvador, 1958), aunque para todos era el Mágico González, pasó una buena parte de su vida defendiendo la camiseta del Cádiz, quizás el único club que entendió su particular forma de vida, y en el que dejó una huella tan profunda como lo eran sus sonadas salidas nocturnas.
Lo hizo en dos épocas diferentes, pero en ambas dejó clara su indudable clase futbolística, esa que le ha convertido en el mejor futbolista salvadoreño de la historia del país –también aparece en las listas históricas del fútbol como uno de los mejores jugadores centroamericanos del siglo XX–, y que le permitía destacar en el campo pergeñando jugadas y goles casi inverosímiles. Cuando el mago González (fue el apelativo que le pusieron inicialmente en su país natal) llegó a España, ya había llamado la atención por su indudable calidad: tanta como para que varios clubes pretendieran su chaje. Pero fue el Cádiz su destino nal, y ahí comenzó un idilio de larga duración que él correspondió con goles y jugadas para el recuerdo. Llegó a probar con el F.C. Barcelona, pero su carácter y la fama que le precedía le impidió formalizar el contrato. Muchos comentaristas de la época se preguntaban que hubiera sido de Mágico González si en su vida privada hubiera tenido un cierto orden. Esa pregunta es tan difícil de desentrañar como lo era su forma de jugar al fútbol, donde el balón parecía una parte más de su anatomía.