Club de Lectores 69

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Armando Ramírez Rodríguez (1952- 2019) Escritor, novelista, periodista y cronista mexicano. Era originario del barrio de Tepito, hijo de un boxeador y de una señora, ama de casa. Estudió en la vocacional número 7 del IPN y participó en el movimiento estudiantil de 1968. No cuenta con formación académica literaria. En 1971 inició su carrera con Chin chin el teporocho, la cual adaptó al cine y rodó en 1975 el director Gabriel Retes. La novela trata sobre la historia de un borracho que relata las desventuras que ha vivido y lo han hecho terminar en las calles. En 1977 la película recibió el premio Ariel en la categoría de mejor Ópera Prima. La novela está escrita con un lenguaje popular, donde el autor emplea el juego de palabras, el albur y un léxico altisonante con el que resalta y expone la vida de las zonas marginales. También hizo la versión cinematográfica de La noche de califas (con el título Noche de califas: ¡Un macho nunca se abre!).

Ciudad de México Septiembre de 2019 Año 18 / Número 69

Armando Ramírez Rodríguez

Durante la década de los setenta, Armando Ramírez publicó algunos títulos más, Crónica de los chorrocientos mil días del barrio de Tepito en 1975 y El regreso de Chin Chin el teporocho en la venganza de los jinetes justicieros en 1978, en la que según palabras del autor, quería hacer algo entre novela y cómic, para lo cual se apoyó en dibujantes y amigos que le ayudaron a hacer los chistes, algunos de la Peña de Tepito. Su siguiente libro se publicó en 1977 bajo el título de Pu, el cual se reeditó después con el nombre de Violación en Polanco. Ha recibido distinciones como el Premio Cabeza de Palenque en 1987 por su guión cinematográfico Me llaman la Chata Aguayo. Asimismo, la Medalla al Mérito Ciudadano, el cual es un reconocimiento público que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDDF) entrega a personas por su trayectoria, obras y/o actos relevantes en beneficio de la humanidad o del Distrito Federal. La crítica ha considerado al escritor un autodidacta, aunque en realidad tuvo una formación privilegiada, puesto que después de la publicación de Chin Chin el teporocho tuvo acceso a escritores como Salvador Novo, Guillermo Piazza, Juan Carlos Onetti, etcétera. Miguel Ángel Quemain, quien ha entrevistado al autor, en repetidas ocasiones, afirma que desde su primera novela éste se propuso una estética fundada en la cultura popular y sus hablas. Por otro lado, el crítico Vicente Torres considera que una gran aportación de Armando es que por primera vez en la literatura mexicana “los jodidos” se expresan como jodidos, sin atenuantes”. Por su parte, Ramírez declaró que esta valoración reduce y empobrece su propósito, ya que está muy lejos de ser su interés como escritor. Del mismo modo, revela que su intención es preservar el punto de vista de hombres y mujeres que se formaron en la cultura popular por medio de la conformación de ciertos hábitos y las formas de relación entre las personas y su entorno. Homenaje de Club de Lectores a un escritor, promotor de lectura y cronista sobre la ciudad y la cultura popular.

Todos tenemos algo que contar; me autodefino como un contador de historias

Toño Malpica

https://es.wikipedia.org/wiki/Armando_Ram%C3%ADrez_(escritor)

Atención a clientes: 800 312 2200 / www.clublectores.com

E

n Club de Lectores trabajamos con el interés de fomentar la lectura, ser facilitadores de libros, acercar autores a los lectores e impulsar la propuesta de literatura infantil y juvenil. Hoy entrevistamos al escritor Antonio Malpica, que prefiere llamarse Toño Malpica y así se presenta: Antes de comenzar, deseo agradecer a Club de Lectores por considerarme y así permitirme estar presente junto a una pléyade de autores muy reconocidos. Escribo novelas y cuentos especialmente para niños y jóvenes, y creo que los maestros me reconocerán porque, afortunadamente, mis libros han llegado a las escuelas. ¿Cómo llegaste a ser escritor? Llegué a las letras casi por accidente. Soy ingeniero en computación, pero en un momento de mi vida me di cuenta de que me hacía más feliz contar historias. Comencé en el teatro, luego tuve presencia en el mundo musical y, finalmente, es en el camino de las letras para niños y jóvenes en donde me siento más a gusto. ¿Estas actividades diferentes, vinculadas a la realidad y también a la fantasía, han sido inspiradoras para tus escritos? Cuando escribes, te nutres de todo lo que te conforma. Echas mano de tus recuerdos, de lo que has leído, de lo que has es-


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