COYUNTURA E3#10 JULIO2022

ÉPOCA 3

#10

JULIO 2022

C

OYUNTURA

ANÁLISIS Y OPINIÓN

CID-GALLUP

LA REVISTA ELECTRÓNICA

Arremeten contra la

PRENSA

COYUNTURA

Editorial El gobierno de Alejandro Giammattei y su fiscal general, Consuelo Porras, se cobran venganza contra la prensa. Primero la arremetieron contra "El Combo", integrado por Marvin del Cid y Sony Figueroa, a quienes hostigaron, prohibieron su ingreso a las conferencias de prensa en el Palacio Nacional y hasta persiguieron.

Pero ahora se han lanzado contra un pez gordo del periodismo nacional, con mucho reconocimiento internacional. El presidente y editor de elPeriódico de Guatemala, José Rubén Zamora Marroquín.

El jefe de la nueva Fiscalia Especial Contra la Impuinidad -FECI-, Rafael Curruchiche, con el apoyo de la Fundación Contra el Terrorismo -Fundaterror-, intentan armar contra Zamora un caso por delitos, entre otros, de chantaje, tráfico de influencias y lavado de dinero y otros activos.

Hasta el cierre de esta edición, nada concreto en pruebas había presentado la FECI. Lo más fuerte quizás haya sido un video en el que Curruchiche hace señalamientos contra Zamora, pero sin presentar una sola prueba. Él mismo se refiere en toda su intervención a acciones posibles, pese a que asegura que la captura fue infraganti, es decir que habrían detenido a Zamora, como se dice en buen chapín, con las manos en la masa. Lo que sí es que se han apoyado en medios de comunicación de ultra derecha y poco profesionales para hacer circular el caso en las redes. Pero igual, ninguno aporta pruebas y resaltan con sensacionalismo total, la supuesta flagrancia.

La lógica periodística nos dice que se trata de un caso falso. ¿Por qué? pues sencillamente porque de ser cierta la flagrancia, hubiese sido un hecho explotable ante el público para demostrar que sus señalamientos son totalmente verdaderos.

Lo otro es que si la captura fue infraganti, por qué solo se detiene a Zamora y no a la otra parte involucrada en el supuesto lavado, es decir el banquero o banco vinculado a esta presunta operación ilícita. Curruchiche ni siquiera fue puntual y preciso al indicar la cantidad que se operaría. Solo afirma que era "un monto considerable de dinero", incluso que la suma total del dinero fue incautada.

PÁGINA 02

COYUNTURA Esconder evidencia solo nos lleva a pensar que las afirmaciones son falsas, pues nadie con la verdad en las manos la desaprovecha para garantizar el éxito de sus acusaciones.

Los antecedentes en el accionar del gobierno, así como del Ministerio Público dirigido por Porras, ayudan a incrementar el pensamiento sobre un ataque contra Zamora y el posible inicio de un ataque más frontal y general contra la prensa que consideran opositora. Y por qué hacemos hincapié en que la consideran opositora. Pues porque no se puede ser opositor de alguien cuando no se lucha por el mismo objetivo. El propósito de la prensa es revelar hecho de interés público, por lo que toda acción que interese a los guatemaltecos sobre quienes los gobiernan, deben ponerse a la disposición de los guatemaltecos. Así que no puede llamarse prensa opositora. En todo caso prensa independiente.

En fin, todo lo que está pasando alrededor de este caso es a todas luces sospechoso y peligroso para garantizar el proceder institucional de la autoridad encargada de la persecución penal, pues así como lo hacen ahora con Zamora, pueden hacerlo con cualquiera.

Actúan con totalitarismo y eso sí que significa un grave riesgo para el proceso de fortalecimiento de nuestra incipiente democracia. Estamos como los cangrejos, caminando para atrás y convirtiéndonos en el hazme reír del mundo. Capturas y encarcelamiento de aquellos que no piensan como la clase gobernante, ignorancia y accionar ilícito en la resolución de desastres como el hundimiento de la carretera hacia el Pacífico, en el kilómetro 15, retiro de las medidas biosanitarias básicas para contener la pandemia solo para favorecer a la clase empresarial, nombramiento de embajadores en países donde ya ni guatemaltecos hay, generando gastos innecesarios para la nación y otra serie de acciones que ningún espacio sería suficiente para enlistarlas.

Eso es lo que no da el gobierno de un "médico" que ni en esa área ha demostrado capacidad. Y no es que sea tonto, es que se ha plegado a los intereses espurios de la oligarquía y se ofrece de alfombra con tal de engordar sus propias arcas.

Todo a costa del bienestar de la población. Es momento de tomar conciencia y de actuar. Si seguimos permitiendo este accionar, terminaremos en el abandono total y sumidos en la pobreza extrema, como una sociedad incapaz de defender sus intereses sociales.

PÁGINA 03

COYUNTURA

PÁGINA 04

Gar&catura La vergüenza de los guatemaltecos con la publicación de que el presidente de este país está calificado entre los dos peores de latinoamérica se vió compensada con la alegría y el orgullo que Luis Grijalva dio al obtener el 4to lugar en el mundial de atletismo, en la especialidad de los 5 mil metros.

Colaboradores Elfidio Cano del Cid Pavel Matute Iduvina Hernández Ramiro Mac Donald Héctor Reyes Gar&Catura

Director Carlos Morales Monzón Diseño y montaje The Media Services

COYUNTURA

PÁGINA 05

La imagen

COYUNTURA

Esta es una imagen tomada del video grabado por el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad -FECI-, Rafael Curruchihe, en el cual se dirige a los guatemaltecos para "explicar" las razones que motivaron la captura del periodista José Rubén Zamora Marroquín, a quien se señala de varios delitos, includos chantaje, trafico de influencias y lavado de dinero y otros activos, entre otros.

COYUNTURA

Los cabales, los culpables

El ex ministro de economía del gobierno de Jimmy Morales, Acisclo Valladares Urruela, se declaró culpable ante la Corte Sur de Florida, del delito de conspiración para lavado de dinero. El convenio al que arribaron Valladares Urruela y la fiscalía estadounidense, fue suscrito el 9 de julio. El mismo pone fin a la persecución que inició Estados Unidos en 2020.

Un año antes, cuando aún integraba el gabinete de Morales, Valladares Urruela, fue señalado por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), del delito de tráfico de influencias. La acusación aludía al hecho de que cuando el sindicado fue alto ejecutivo de la empresa Comunicaciones Celulares S. A, conocida comercialmente como Tigo, sobornó a varios diputados. El coecho se habría cometido con el fin de lograr que sea aprobara la ley de telecomunicaciones que favorecía a la empresa para la cual laboraba.

Cuando estalló el escándalo de las acusacaiones contra Valladares Urruela, también se hizo público que utilizó su posición ejecutiva en la empresa, para realizar escuchas telefónicas ilegales contra varias personas, incluida su ex esposa y los hijos de Dionisio Gutiérrez.

El entonces ministro, hijo del eterno embajador Acisclo Valladares Molina, alegó que se trataba de una persecución política en su contra. Afirmó que era inocente y que nunca había cometido los ilícitos que se le atribuían. Sin embargo, su declaración de culpabilidad en Estados Unidos no solo comprueba los elementos de la acusación que plantearon la CICIG y la FECI sino que, además, confirman que la compra de voluntades se realizó con dinero del narcotráfico.

El ahora convicto en Estados Unidos, hace parte de un clan familiar que presume su linaje y pedigrí ligado a la aristocracia guatemalteca. Aunque, es un clan que también ha estado en medio del escándalo. Su padre, Valladares Molina fue el último Fiscal General que al mismo tiempo ejercía el cargo de Procurador General de la Nación. En esa calidad fue señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de haber obstruido el proceso de averiguación del paradero de Efraín Bámaca, al impedir la exhumación de un cuerpo que se creía era del guerrillero.

PÁGINA 06

IDUVINA HERNÁNDEZ PERIODISTA Y DEFENSORA DE DDHH

iduvinahernandez@gmail.com

La entidad también lo señaló por haber intentado forzar a Maritza Urrutia, quien fue secuestrada por el ejército, a firmar una solicitud de amnistía. Lejos de tomar nota de la denuncia de secuestro por parte de un comando militar, el entonces PGN pretendió favorecer al ejército forzando la solicitud de amnistía por parte de la víctima.

Además de ello, Valladares Molina estuvo en medio del escándalo que significó la disputa y robo de la fortuna de sus ancianas tías, María y Antonia Matos Pacheco. El cargo que ostentaba lo utilizó para intentar el despojo del patrimonio y declarar interdictas a sus tías en 4o grado de consanguinidad.

Así las cosas, Valladares Urruela es ese rostro visible de la aristocracia emparentada con la oligarquía y que, pese a sus modales enguantados, en realidad solo cubren de seda la podredumbre de sus acciones ilegales. Algo similar a la foto emblemática de los cinco hombres de igual número de familias concentradoras del poder económico que, pidieron perdón por haber financiado ilegalmente la candidatura de Jimmy Morales, gobernante de triste recordación por sus corruptelas y su legado de destrucción de la democracia.

Ese entorno económico que dirige los destinos del país afirma entre sus paredes que están cabales y no cabe nadie más entre sus filas. De allí que suela utilizarse el apelativo, los cabales, para aludir al grupo élite como el de los cinco o Valladares Urruela.

Están cabales en su cueva para mover las piezas según las conveniencias del momento. Porque, luego de pedir perdón, lograron que el Congreso modificara la Ley Electoral y eliminara el delito por el cual se les acusaba.

Así, dejaron de ser reos y volvieron a sus nichos de conspiración para sacudirse a la CICIG y vengarse de quien les había incomodado. Su generación antecesora financió el genocidio y a ellos tocó financiar y apadrinar el retorno a la ilegalidad a fin de sostenerse impunes.

COYUNTURA

Y ahora, pese a los trajes y vestimenta aristócrata, pese a los modales enguantados y a los rostros endurecidos cual mascarón de proa, no dejan de ser más que cabales, culpables.

Culpables de corromper las instituciones, culpables de la depredación de los recursos del Estado, culpables de la destrucción de la democracia. Culpables de ser, como Valladares Urruela, un delincuente aliado al crimen organizado en aras de influir en las decisiones políticas para beneficio propio.

PÁGINA 07

COYUNTURA

PÁGINA 08

FRENAR LA MIGRACIÓN

Nuestra USAC lacerada, maltratada, corrompida, mancillada, robada Qué triste ver a la gloriosa Universidad de San Carlos de Guatemala sumida en una crisis profunda, provocada por los poderes fácticos que manipulan los hilos invisibles que la llevan al despeñadero de la historia, al olvido, el ostracismo, a la poca o nula investigación, sin capacidad de transmitir la ciencia, sin trasladar y crear el conocimiento para las nuevas generaciones, sin contribuir a resolver la problemática nacional, uno de los postulados más importantes y hermosos de su quehacer.

Después de obtener su autonomía el 1 de diciembre de 1944, la forma de autogobierno se democratizó con la participación de catedráticos, egresados y estudiantes, hizo posible la elección interna de sus autoridades y su participación dentro del contexto nacional desde el estudio, análisis y propuestas para alcanzar una mejor sociedad a través de la resolución de la conflictividad que afecta al país.

El Decreto número 12 de la Junta Revolucionaria de Gobierno del 9 de noviembre de 1944 estableció la autonomía universitaria: “…Artículo 1º. La Universidad Nacional de San Carlos, con sede en la capital de la República, es autónoma en cumplimiento de su misión científica y cultural, y en el orden administrativo…” “…Considerando: Que uno de los anhelos más legítimos de los actores intelectuales del país ha sido la organización de la Universidad Nacional, en forma que responda a las realizaciones de auténtica cultura que el pueblo espera de ella.

Considerando: Que fue fermento de la revolución trascendental que vivimos, la decisión de estudiantes y profesionales dignos, de llegar a la autonomía universitaria para poner al Alma Mater a salvo de las agresiones dictatoriales que la habían convertido en mera fábrica de profesionistas, donde la libre investigación era anulada, y el pensamiento perdía toda eficacia, al quedar bajo control hasta en sus más mínimos detalles.

Considerando: Que la investigación de los numerosos problemas que confronta el país y la difusión de la cultura exigen una nueva orientación para la Universidad, y libertad para decidir acerca de su organización, propósitos y fines…”

PAVEL MATUTE

Aprendiz eterno, compañero solidario y maestro en formación

pavelmatute62@yahoo.com.mx

A partir de esa fecha memorable, la universidad nacional pasó a tener una participación más activa, aunque estuvo presente en 1920 para derrocar al dictador Estrada Cabrera y 1944 para derrocar a Ubico Castañeda y el ubiquismo que se quiso consolidar después de su renuncia, pero después de diciembre de 1944 lo hace de una manera sistemática, contribuyendo con propuestas, con docencia, con moral, con ética, fue ejemplo y vanguardia al momento de defender las conquistas sociales, hubo rectores y decanos conservadores, pero siempre apegados a la academia y defendiendo la libertad de cátedra.

Sus estudiantes tomaron parte activa en apoyo directo a las poblaciones desde diferentes proyecciones sociales, denunciaron las violaciones a los derechos humanos, la explotación obrera y campesina, defendieron a los pobladores marginados, dinámicas que no fueron del agrado de los gobiernos militares y pro militares que Guatemala ha tenido desde la contrarrevolución de 1954.

El costo fue alto, miles de estudiantes, trabajadores, catedráticos, autoridades y egresados, perseguidos, secuestrados, torturados, desaparecidos, exiliados y asesinados, la gente confiaba en los “estudiantes de la U” porque salían a las calles a defender los derechos populares, que eran violados frecuentemente por los gobiernos de turno, el ejército, la policía y los cuerpos paramilitares.

La sangre de los sancarlistas abonó las luchas gremiales, sociales, estudiantiles y populares, los mártires cayeron en las calles, plazas, en el campus universitario, en la embajada de España, en el campo, en los pueblos.

A la oligarquía y al gobierno no les agradó que se convirtieran en profetas de la verdad, que explicaran la realidad nacional, la explotación de los trabajadores, que detallaran el devenir histórico de este país desde la invasión española y el genocidio contra la población originaria y la forma liberadora para alcanzar un mejor futuro, así como la injusta repartición de las tierras, donde un mínimo porcentaje posee la mayor cantidad de tierras cultivables y la mayoría de la población no tenga acceso a la tierra.

Llegó a tal grado el repudio que las clases dominantes sentían hacia la USAC y sus integrantes que agudizaron la represión, querían acabar con ella a como diera lugar, desaparecerla y convertirla en una universidad privada.

El embate fue terrible durante las décadas de los años ´70 y ´80 del siglo pasado, descabezaron la dirigencia estudiantil, matando, desapareciendo y obligando a huir al exilio a cientos de estudiantes, otro tanto sucedió con profesionales y catedráticos.

COYUNTURA

Para tener el control total de la USAC después del brutal descabezamiento de dirigentes, la manera más fácil era apoderarse de los espacios de dirección, paralelamente lo hicieron con los estudiantes y los catedráticos; fueron haciéndose con las asociaciones estudiantiles que sirvieron de gran apoyo fraudulento para sus candidatos a decanos y directores de las diferentes unidades académicas.

La actual problemática es un complejo trabajo urdido desde hace mucho tiempo, con múltiples actores, los estudiantes infiltrados que se dejaron comprar apoyando candidatos no idóneos, para que luego estos al estar en las decanaturas ayudaran a aquellos estudiantes que se prestaron a sus maquiavélicos tratos, con trabajo y/o graduaciones exprés para que pasaran a formar parte de la docencia corrupta.

Mientras las buenas intenciones del Decreto 12 quedaron truncadas cuando no se amplió la democratización del gobierno universitario a escuelas no facultativas y centros regionales, quedando estos al margen de la elección del rector y hoy pagamos las consecuencias.

PÁGINA 09

El autonombrado rector a través de un fraude Walter Mazariegos, apoyado por el gobierno de Giammattei y la oligarquía, utilizó toda clase de artimañas para hacerse con la rectoría, a través de un proceso viciado, donde no se da participación a todos los grupos, se elimina de tajo a electores, de los que dejaron inscribir, porque en algunas unidades desde allí comenzó el fraude, al no dejar inscribir a candidatos a electores.

Se valieron de los más deleznables e innobles trucos sucios para impedir que cualquier otro candidato llegara a la rectoría, se quieren apoderar de la USAC para hacerle el juego a la mafia que gobierna el país, el fin último es privatizarla y así de una vez por todas darle el tiro de gracia a la que siempre han visto como el baluarte de la esperanza y vanguardia de los guatemaltecos.

Como dicen la canción: “Pagaran su culpa los traidores”.

COYUNTURA

La USAC en su laberinto Desde que se inició el proceso de elección para nuevo rector en la USAC, todo ha sido un caos. Walter Mazariegos fue inscrito sin cumplir los requisitos de ley para ser candidato y de allí en adelante todo fue una serie de ilegalidades para imponerlo como el rector magnífico de la tricentenaria. El pacto de corruptos es su padrino y movió todas sus piezas para lograr hacerse del último bastión vivo de la incipiente democracia guatemalteca.

Los movimientos de rechazo contra la falta de transparencia y los ilícitos en el proceso electoral no se hicieron esperar. Marchas de protesta y la toma de edificios de la USAC, incluido el campus central, son los principales ejemplos del rechazo.

PÁGINA 10

MÁS ALLÁ DE LA PARED CARLOS MORALES MONZÓN

Periodista y Profesor Universitario

cmoralesmonzon@gmail.com

Las autoridades, en cambio, han sido transparentes y firmes en sus planteamientos y procedimientos. Se han comportado como debe hacerlo la dirigencia de una unidad académica, cuya responsabilidad principal es el bienestar de los estudiantes.

En la ECC hay 3,875 estudiantes inscritos. En una asamblea estudiantil con la participación de 300 estudiantes, 200 optaron por el paro y el resto, por razones obvias, mostraron su preferencia por recibir clases. Otros tantos están ingresando sus solicitudes para exámenes privados de las diferentes carreras técnicas, mientras otros más lo hacen para la licenciatura y otros piden iniciar sus Ejercicios Profesionales Supervisados.

Los estudiantes se declaran en paro y exigen el apoyo de trabajadores administrativos, trabajadores de servicios y docentes.

Su arrebato es entendible y quizás hasta lógico. Sin embargo, a estas alturas de la historia guatemalteca un paro académico no es la mejor idea pues quienes salen más perjudicados son los mismos estudiantes. Mientras ellos afectan su proceso de enseñanza aprendizaje, Mazariegos y sus adláteres han comenzado ya a posicionarse y tomar medidas administrativas, sin que nada ni nadie se los evite.

En realidad, lejos de ausentarse de las aulas -aunque estas siguen virtuales- los estudiantes debieran accionar de una forma más radical.

Como se ve, no todos quieren un paro, aunque todos rechazan a Walter Mazariegos como rector. Entonces, apoyar a ambos grupos estudiantiles ha sido la decisión más sabia de las autoridades de la ECC, pero los “rescatistas” se aprovechan de la poca información en poder de algunos estudiantes y los orillan al paro obligado, aun cuando saben que los están perjudicando.

Debieran ejecutar todo tipo de medidas que eviten que Mazariegos y su gente tengan el control y otras no menos agresivas que obliguen al Consejo Superior Universitario a repetir el proceso electoral, con todas las garantías de transparencia y equidad para los participantes.

Dejemos los revanchismos politiqueros de lado y busquemos soluciones reales y eficaces a los problemas que enfrenta nuestra universidad. Dejémonos de acciones politiqueras que solo buscan beneficios personales y de grupúsculos que se hacen llamar “rescatistas”, bajo argumentos falaces que se aprovechan de la coyuntura caótica.

Y es que mientras los estudiantes se están auto alejando de la academia, otros grupos, aunque no sean seguidores de Mazariegos, intentan sacar provecho del caos universitario a lo interno de sus respectivas unidades académicas.

En la Escuela de Ciencias de la Comunicación -ECC-, por ejemplo, un grupo autodenominado “Docentes por el Rescate de la ECC”, sin que sus integrantes den la cara, se ha dado a la tarea de desprestigiar a las autoridades de dicha unidad académica. Este grupo acusa al director, al secretario, a la representante docente y a la representante de egresados, de no apoyar los movimientos estudiantiles de paro, aunque muchos de ellos tampoco lo hacen.

Dicen que del plato a la boca, se cae la sopa. Y eso precisamente es lo que parece sucederle a ese grupo de “rescatistas” que se han dedicado a tirar la piedra y esconder la mano. Aunque señalan a otros, ellos mismos han activado sus cursos virtuales, lo cual resulta contradictorio con sus señalamientos.

Los argumentos de irse a un paro como solución a los problemas de la universidad son falaces, pues en realidad podrían activarse otro tipo de acciones que eviten que Mazariegos se consolide como rector, mientras los estudiantes aprovechan el tiempo como se debe y se preparan profesionalmente.

Cumplamos con nuestra obligación de “Id y enseñad a todos” mientras también orientamos a nuestros estudiantes a tomar posiciones que de verdad les permita defender la autonomía universitaria y sacar de los campus sancarlistas al pacto de corruptos y sus representantes.

COYUNTURA

PÁGINA 11

VIACRUCIS EN EL IGSS

Un expediente para servicios contratados

ELFIDIO CANO DEL CID Sociólogo

elficanodelcid@gmail.com

TIEMPOS DE PANDEMIA SANITARIA COVID-19, AÑOS 2020-2022…

Y CRISIS POLÍTICA NACIONAL Un informante, me ha contado que transcurrieron seis largos años, antes de terminar el proceso de elaboración de un expediente médico, para una posible intervención oftálmicoquirúrgico, por la vía del renglón presupuestario servicios contratados. Es decir, una operación de ojos -específicamente para corregir una dolencia denominada cataratas -a realizarse por el sector privado-.

El afectado, es una persona que rebasa la cuarta edad. Invirtió largas horas de espera en las instalaciones del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social - IGSS, incluyendo colas a horas de la madrugada para gestionar la orden respectiva. Con una paciencia de monje, fue y vino por la papelería que le permitiera dar los primeros pasos que concluyeran en un diagnóstico y conclusión final.

Incluyó este penoso recorrido, exámenes allá y acullá. El consabido proceso para los pacientes del IGSS, de recoger órdenes, llevarlas, traerlas, entregarlas, y un sinnúmero de etcéteras.

Y, el esfuerzo de este "paciente-paciente", fructificó como resultado de que finalmente fuera emitida la orden de compra para que le practicaran esa esperada intervención oftalmológica.

Pero, momento no tan rápido. Faltaban más exámenes de aquí para allá. Y, ya! Finalmente estamos listos!

Se fija la fecha para tan ansiada y delicada operación. ¡La vista ni mas ni menos! Pero vamos para adelante tal cual guerreros, a enfrentar la técnica y la ciencia; sin menospreciar la pericia de los/las galenos.

Por casualidades del destino y, más por la experiencia de los años vividos, al paciente-paciente, se le ocurrió recurrir a una segunda opinión. Y aquí surgieron más dilemas que certezas.

Sin "querer queriendo", entre otras cosas, que esa intervención implicaba entre unos inimaginables avatares: extraer el cristalino del ojo y la inserción de un lente graduado ocular.

Pero momento, que hay lentes de lentes. Los existe de marca y los llamados "genéricos". Los primeros, digamos que dan una mayor certeza de una visión de superior calidad. Con los

segundos, vas a ver pero ... te la juegas que quizá veas un poco borrosa la realidad. Bueno, la verdad, es que la mayoría de los guatemaltecos tienen un visión borrosa de su entorno, debido a los bombardeos ideológicos conducidos por los sectores dominantes contra los subordinados. Y estos nubarrones que enturbian, se debe no solo por lo que divulgan, “analizan” y publican, sino también por lo que dejan de divulgar y publicar. Así lo demuestran los principales titulares de los diferentes medios escritos que ya son la mayoría de carácter digital.

Y, seguimos ¡Pa'lante! Pero nuevamente, momento que tampoco tan de prisa. Surge un pequeño detalle. Los dos ojos no se pueden operar en la misma jornada. Primero el derecho o el izquierdo, o viceversa. En ese famoso centro profesional, el criterio que media en ese proceso es de una semana entre un ojo y otro. Otra opinión de peso profesional, aconseja que entre un ojo y otro, deben pasar al menos unos veinte días, para después operar el otro ojo.

Aquí ya hay otra inquietante pregunta. ¿Porque se trata de un paciente del IGSS, se tiene que realizar de prisa? Y es que aún en lo privado para los servicios prestados al IGSS, también existen las consabidas colas o largas filas de espera. Así es el "protocolo" y así se debe cumplir.

Y, en estas idas y venidas, se descubre que entre una fecha y la otra (dos semanas, el bendito expediente caduca). Los plazos son fatales para el IGSS y el contratante; éste se tiene que cuidar de no caer en errores, porque de lo contrario la institución pública no paga por los ya ejecutados servicios privados.

Entonces, ¿Qué hacemos pregunta la víctima, digo, el paciente-paciente? Hay que corregir este procedimiento, porque para cuando usted venga a la segunda intervención, ya el expediente habrá caducado y no lo podremos intervenir.

COYUNTURA

Y vuelta al círculo vicioso. El requiriente tendrá que pedir una nueva orden; pero como ya está armado todo el papeleo, posiblemente la segunda orden sea mucho más ágil su expedición.

El paciente-paciente, se cansó de hablarme y solo deseó para sí mismo y, yo con él, que la fuerza le acompañase y que sería no exactamente para otros seis años, seguramente. Pero en mi inconsciente, quedó revoloteando la interrogante: Y qué tal si se trata de un lustro y, un poquito más?

Esta historia-relato, pone en evidencia los avatares de los engorrosos procedimientos administrativos (burocracia) que afectan, tanto al sector público como al privado en sus mutuas relaciones de derivados intereses con beneficios privados y colectivos.

Me contó mi espontáneo informante que tuvo la suerte de que fuera remitido a un famoso centro de servicios de oftalmología en la zona diez, nueve o catorce. La verdad, es que no recuerdo con precisión, en dónde me dijo mi interlocutor. Me dio el nombre de la empresa, pero por ética profesional me reservo la divulgación de su denominación. Pero que se ubica en la llamada “zona viva” que por allí queda el referido centro profesional.

PÁGINA 12

COYUNTURA

Las catedrales del consumo...

PÁGINA 13

ÉXCIPIT SEMIÓTICO RAMIRO MAC DONALD

Periodista y Semiólogo

macdonald.mac22@gmail.com

A cualquier lugar donde yo voy, lo convierto en un objeto de análisis semiótico, dado que los signos me saltan a la vista y no puedo dejar de darles una honda lectura. Siempre intento desentrañar significados profundos, elementos invisibles a la simple percepción mundana. Eso me sucedió el pasado 16 de julio de 2022, cuando fui invitado por un amigo para tomar un café y dialogar, en un encuentro que se convirtió en un interesante ejercicio de acercamiento con el consumismo en una de sus catedrales más connotadas: un centro comercial de la Carretera Roosevelt. Y acudí con la intención, exprofeso, de encontrar las connotaciones escondidas del consumo entre los capitalinos guatemaltecos.

Hoy presento mis conclusiones de aquellas observaciones semiológicas, luego de reflexionar sobre el tema del consumismo, de la mano de dos extraordinarios teóricos sudamericanos.

Legamos a las 18 horas y el Centro Comercial estaba a reventar.

Nos tuvimos que estacionar en el último nivel del edificio. “No cabía un alma”, diría mi abuela, pero sí, cabían muchas más… y seguían entrando y saliendo en un flujo interminable. Cuando estaba a punto de tomar las gradas eléctricas, desde arriba capté una fotografía con mi celular. Por la altura parecía un precipicio, pero bellamente iluminado, con amplios espacios y llamativos encaminamientos, listos para instalar los deseos por comprar de toda clase de artículos suntuosos -bellamente expuestos- en pulcras vitrinas que incluían vistosos carteles de ofertas y rebajas por doquier. Los guatemaltecos habían recibido el bono 14 unas horas antes y la predisposición para gastar ese dinero extra estaba lista. Acudir al Centro Comercial fue una experiencia fascinante, porque tenía años de no hacerlo, básicamente por la pandemia.

La socióloga argentina Beatriz Sarlo escribió que el Centro Comercial es una cápsula espacial acondicionada por la estética del mercado, semejante a una nave cósmica y posee un panóptico (cámaras de vigilancia) manejada por un personal muy discreto. En dicho lugar es posible realizar todas las actividades reproductivas de la vida: se come, se bebe, se descansa, se consumen símbolos y mercancías según instrucciones no escritas, pero absolutamente claras, asegura.

Noten el concepto: se consumen símbolos. Las nuevas mercancías son eso: objetos simbólicos consumibles.

Como en los casinos de Las Vegas (y los Centros Comerciales aprendieron mucho ellos), el día y la noche no se diferencian: el tiempo no pasa o no se siente que transcurra, porque se pierde la consciencia. La ciudad no existe pues se ha sido construido para remplazar a la ciudad, encerrado en sus propias paredes o muy abierto como si fuera una playa o un campo de juegos, muy lúdico y alegremente vívido. Hoy hay aldeas-shoppings, museos-shoppings, bibliotecas y escuelasshoppings, hospitales-shoppings.

Agrega Sarlo que cualquiera que haya usado alguna vez uno, puede usar otro, en una ciudad diferente, de la que ni siquiera conozca la lengua o las costumbres. Las masas temporalmente nómadas que se mueven según los flujos del turismo, borran los contratiempos de la diferencia y del malentendido, porque es un espacio desterritorializado. Y esa extraterritorialidad del

Centro Comercial, agrega la socióloga argentina, fascina también a los muy jóvenes, precisamente por la posibilidad de ingresar al mundo de los significantes mercantiles. Para el fetichismo de las marcas se despliega en ellos una escenografía riquísima donde, por lo menos en teoría, no puede faltar nada; por el contrario, se necesita un exceso que sorprenda incluso a los entendidos más eruditos.

El Centro Comercial es un espacio sin referencias urbanas, repleto de referencias neoculturales. El mercado, potencia la idea de libertad de elección (aunque sólo sea imaginaria) y sobre el consumir nadie sabe más que los adolescentes, que pueden ejercitar un sentimentalismo entusiasmo por la exhibición y la libertad de tránsito que se apoya en un desorden controlado. Las marcas y etiquetas que forman el paisaje del shopping reemplazan al elenco de viejos símbolos públicos o religiosos que han entrado en su ocaso. Además, dice Sarlo, para los chicos afiebrados por el high-tech de las computadoras, se les ofrece un espacio que parece high-tech aunque, en las versiones de ciudades periféricas, ello sea un efecto estético antes que una cualidad real de funcionamiento.

Por lo demás, se combina la plenitud iconográfica de todas las etiquetas con las marcas “artesanales” de algunos productos folk-ecológico-naturistas, completando así la suma de estilos que definen una estética adolescente el kitsch industrial y toda clase de tecnologías ultramodernas.

Para concluir con las ideas de Sarlo sobre el tema, la socióloga señala que la velocidad con que el shopping se impuso en la cultura urbana no recuerda la de ningún otro cambio de costumbres, ni siquiera en este siglo que está marcado por la transitoriedad de la mercancía y la inestabilidad de los valores.

Esta nueva cultura sintetiza rasgos básicos de lo que ya está aquí para quedarse: en ciudades que se fracturan y se desintegran, este refugio antiatómico (el Centro Comercial) es perfectamente adecuado al tono de una época. Donde las instituciones y la esfera pública ya no pueden construir hitos que se piensan eternos, se erige un monumento que está basado precisamente en la velocidad del flujo mercantil. Para Sarlo, este fenómeno representa el espejo de una crisis del espacio público donde es difícil construir sentidos; y el espejo devuelve una imagen invertida en la que fluye día y noche un ordenado torrente de significantes.

COYUNTURA

Mientras tanto, si algún libro causó impacto en mi olfato semiológico, fue El Consumo me consume, del pensador chileno Tomás Moulian, escrito en 1998. De él tomé el concepto del título de Catedral del consumo. Dice Moulian que el Centro Comercial es un espacio privado con aspecto de espacio público, con ascenso de apariencia libre, pero sometido a discreto control; también se presenta como una gran vitrina, el máximo nivel es cuando se realiza la compra, los pobres solo acceden a este lugar como una vitrina sin la posibilidad de comprar. En Guatemala le llamamos a este ejercicio lúdico “vitrinear”: ir a ver vitrinas y es un pasatiempo practicado por las clases medias y bajas, en especial fines de semana.

Para Moulian, el desarrollo capitalista se ha dotado de una gigantesca capacidad productiva y por lo tanto necesita instalar en las subjetividades el consumo como deseo. Produce una cultura del consumismo, del consumo vertiginoso, que proporciona goce instantáneo, pero compromete el futuro.

Para ello ha instalado las instituciones que permiten realizar esos impulsos internalizados: los centros comerciales, las grandes tiendas, los sistemas crediticios. En el terreno de la cultura promueve una imagen hedonista del mundo que proviene de una fuente principal, la ideología en sí, expresada también en la propaganda, en la televisión y en todos los medios informativos, incluyendo internet. La construcción de nuestras sociedades latinoamericanas en código hedonista, como sociedades en que el disciplinamiento va acompañado del gozo, lo realiza constantemente la ideología neoliberal. Eso es lo que hace cuando habla de que somos sociedades modernas. ¿Modernas para qué, me pregunto? Respuesta: para convertirnos en consumistas fieles de las más destacadas marcas mundiales. ¿Es eso vivir la modernidad? El capitalismo lo pregona, así.

Moulian agrega que, al ocurrir este proceso de apasionamiento por el consumo, el medio que hace posible la adquisición se transforma en objeto de deseo. Al ser el consumo una pasión también lo es el dinero. Podemos distinguir dos funciones del dinero, la de reproducción y la de gasto. En el primer caso el dinero sirve como inversión destinada a producir más dinero.

Ese dinero desaparece, se consume para poder trabajar para el futuro. En el segundo caso, el dinero es puro presente, cambia de mano, se esfuma y sólo queda, como vestigio, lo intercambiado, la materialidad de los objetos o la inmaterialidad de los servicios.

PÁGINA 14

En el Centro Comercial, agrega, hay un control silencioso, pero muy eficiente, puede considerarse una metáfora del control social, cada vez más sofisticado, de las sociedades en que vivimos y las mercancías se exhiben realizando una simulación que están disponibles para tomarse libremente, para quien quiera y pueda asumir su adquisición. Los objetos se ponen en escena en un ambiente climatizado, con sanitarios establecidos en lugares estratégicos y restaurantes muy bien ubicados.

Y comparto la siguiente y reveladora cita textual del chileno: “…El lugar está concebido para erotizar. Los objetos se insinúan, se ofrecen, parecen cobrar movimiento y vida. El espectáculo de la muchedumbre agitada, con los ojos brillantes por el juego de procesar posibilidades, opera como incitador, presiona a los clientes vacilantes. Estos, después de múltiples vueltas innecesarias, terminan por comprar lo menos pensado, pero algo siempre compran para sentirse en condiciones de finalizar el rito.

En el interior de ese espacio se produce el contagio de comprar, casi todos sienten la sensación de estar siguiendo una corriente irresistible…” Es un rito comprar en unos de estos Centros Comerciales.

Y es que estos pertenecen al orden de los simulacros: producen la idea de un paraíso generalizado del consumo, dice el chileno. No obstante, todos aquellos que compran a crédito, después del placer instantáneo conseguido con la credencial de cliente confiable, deben enfrentar el sacrificio y muchas veces el purgatorio de los pagos mensuales. Como es obvio, el consumo es un verdadero paraíso para aquellos cuyos salarios están más allá de la escasez. Ellos pueden consumir sin tomar en cuenta el valor, considerando sólo a los objetos en sí mismos o aspectos tales como los espacios de sus casas o el uso del tiempo.

Pero, los Centros Comerciales lindan con la obscenidad, porque prevalece la lógica capitalista del despilfarro. En ellos se puede observar que la producción no se rige sólo por necesidades, que siguen los vaivenes de la moda. Esto fuerza a una continua renovación de objetos que no han terminado su ciclo de vida, pero que son desplazados por cambios del gusto o, en el mejor de los casos, por cambios marginales de utilidad. En algunos Centros Comerciales, se ve cómo se malgastan recursos sin considerar la miseria de millones, sin tomar en cuenta los sacudones internos que puede producir la inducción del deseo de consumir en seres que no pueden satisfacer ese impulso, señala Moulian. La obscenidad consiste en escenificar esa agobiante abundancia, en exhibirla ante los ojos de los parias sin dinero ni crédito –quienes

COYUNTURA

normalmente acuden el fin de semana a los Centros Comerciales- y que tienen el derecho de peregrinar hacia esos templos para mirar, incluso para tocar, pero sin poder adquirir, advierte el chileno.

Al compartir estas ideas de ambos intelectuales, me permite reafirmar que fui testigo cómo, esta quincena de julio, el consumo en esas catedrales de las compras se disparó, al grado de ser asaltados por familias enteras durante varios días seguidos, aunque muchas personas eran pertenecientes a grupos sociales con medianos recursos financieros… y quienes más bolsas de compras llevaban en las manos. Y las lucían orgullosas, semióticamente, habían sido incitadas deslumbradas- ante esa erotización de las marcas y por lo tanto arrastradas por el inmenso imán de consumir lo más caro, lo mejor, lo último… en un marco de placer posmodernista. Acudir a los Centros Comerciales representan ese goce personal de inmersión en el consumismo simbólico de las marcas; marcas con el mayor prestigio universal.

Y sino, por lo menos embelesarse –por segundos- saltando de una vitrina a otra, cómo simios que se balancean juguetones asidos a la liana invisible del consumismo. Esta es una parte relevante de la vida de las masas muchos de sus fines de semana, en esta selva simbólica enmarcada por un capitalismo feroz, pero con un rostro afable…y en la que muchos creen ilusamente vivir con libertad.

PÁGINA 15

COYUNTURA

PÁGINA 16

EL ARTE DE LA INDIFERENCIA

Las ferias cantonales son casi recuerdo

EL CANTO DEL GRYO HÉCTOR REYES

Consultor legal, teatrero y espectador de la vida

hreyesgryo@gmail.com

CRECÍ EN UN BARRIO EN DONDE LA FERIA DE JULIO ERA MUY ESPERADA, TANTO O MÁS QUE LA NAVIDAD

Aunque la fiesta patronal de la ciudad de Guatemala se celebra el 15 de agosto de cada año, en toda la ciudad andaba una feria ambulante que se colocaba cerca de las iglesias católicas de los diferentes barrios a donde llegaba. En junio, por ejemplo, llegaba al Barrio San Antonio, en la zona seis; en julio por la Virgen del Carmen, al Cerrito del Carmen, luego a Santa Marta en la zona tres, pues su día es el 29 de julio de cada año. De allí se pasaba a la iglesia de la Asunción, en la zona dos, cerca del Hipódromo del Norte, donde se celebra la feria de la capital, la patronal dirían por allí.

Pero para mí, quizá porque nunca fui a otra que no fuera la de mi barrio, la mejor y más emocionante era la de Santa Marta, allá en. la zona 3. Tenía el privilegio de abrir la puerta de la casa y automáticamente ya estábamos en la feria. Recuerdo bien que la empezaban a armar unas dos semanas antes del día 29 de julio, era común ver los camiones llenos de los juegos que nos emocionaban de niños, los caballitos, las sillas voladoras, los carritos y en comida, las manzanas rojas con miel, churros y demás.

Las garnachas eran sabrosas, pocas veces las comí, era un precio poco accesible para nosotros de niños y niñas. Gozábamos jugar futillo, de esos de mesa de hierro con jugadores de madera y manecillas que requieren hasta dos individuos por lado. Recuerdo que las camisolas de los muñecos estaban pintadas de los colores de los equipos más famosos de esa época: River Plate, Boca Juniors, Peñarol, los cremas y los rojos y otros equipos como Finanzas Industriales (que la camisola era la misma del River Plate), Galcasa, de Villa Nueva (que la camisola y uniforme era como la selección de Holanda, color naranja completo), o el de Aurora F.C., cuyo uniforme clásico (amarillo y negro a rayas) era como el del Peñarol de Uruguay, campeón de América, en aquellos años. En fin, descubrí que los uniformes no eran tan originales. En ese mismo espacio o local también estaban las maquinitas, con juegos como el Pac Man, Galaga, Donkey Kong y un emocionante carrito que aún me sigue dando vueltas en la cabeza su melodía de fondo.

La rueda de Chicago, los carritos locos, el Traban, el pulpo, las sillas voladoras y tantos juegos mecánicos que tardaban horas en armar, para luego desarmar 15 o 20 días después, para irse al siguiente lugar. Una real feria ambulante, que también incluía loterías, juegos de azar, de mesa y tantos más en donde los premios eran desde una muñeca plástica hasta una docena de vasos, una bacinica de peltre, ollas, canastas y baños plásticos. Tipo acto de circo, también había un local con un célebre profesor que convertía a una mujer en tarántula o en gorila, o la partía en tres.

Claro, eran trucos que tenían que ver con espejos, efectos de luz y no sé qué cosas más, pero de niño, vaya que si te la creías.

Pero escribo en pasado porque hace tanto tiempo que las ferias cantonales desaparecieron casi por completo, ya no se ven tan numerosas en juegos y espacios de diversión. De ocupar hasta 6 cuadras como la de Santa Marta en zona 3, ahora los espacios son de menos de una cuadra y sin los espectaculares y gigantescos juegos mecánicos (excepto la del 15 de agosto del hipódromo del norte). Cada vez menos barrios pueden disfrutar de esta diversión tan tradicional y antañona. ¿Qué pasó?, ¿por qué ya no van a todos los lugares?

Las costumbres de la gente cambian constantemente, hay muchas cosas en los medios de comunicación que influyen y generan temor en la población en general. Allá por los años noventa se decía en la televisión que las ferias se estaban convirtiendo en lugares frecuentados por grupo de jóvenes delincuentes, insociables o simplemente “mareros “que causaban desórdenes y por su conducta antisocial eran un peligro latente especialmente porque les robaban a los demás jóvenes sus pertenecías y dinero causando incluso disturbios en los lugares.

Siendo esto relativamente cierto, otro importante factor era el desorden y la cantidad de basura que dejaban los mismos visitantes y los que eran dueños de los puestos. La gente se empezó a quejar de estas cosas y “Tu Muni” decidió tomar la organización de las mismas, algunas prohibiéndolas para siempre, amenazando con no dejarlas ocupar las calles, cancelando licencias y permisos o simplemente segmentando las áreas y las atracciones que llevaban.

Recuerdo que lo primero fueron los famosos chiniques, que eran los salones de baile populares que se abarrotaban de todo tipo de personas, especialmente jóvenes y señoritas del interior del país, que durante la semana trabajaban de limpieza en casas particulares. Realmente se miraba todo tipo de gente y uno de niño, que no podía entrar, sí podía ver en los agujeritos de las paredes los mejores pases de bailes que allí se disparaban.

Se decía que los problemas empezaban cuando la venta y consumo de licor se manejó de manera más abierta y venta libre a los asistentes, pues ya con tragos en la cabeza eran comunes los encuentros "luchísticos" callejeros. Luego venían los machetes, balas al aire y demás. Ya las autoridades optaban por cerrar los lugares.

Luego fue el turno de las ventas de comida, con la llegada del cólera y otros bichos, la falta de control del manejo de alimentos, la insalubridad, la ausencia de sanitarios públicos y algunas cosas más por allí fueron un acelerador al declive y cierre de las ferias.

COYUNTURA

Aunque no han desaparecido y se reconoce que ahora son más ordenadas y limpias, la cantidad de vendedores y actividades populares ha disminuido, los premios de los juegos como el tiro al blanco ya son peluches que se compran en las pacas de ropa o simplemente accesorios plásticos “made in china“ que se consiguen baratos en almacenes orientales y que si bien son atractivos para el visitante, en especial para los niños y niñas que asisten, no lo son para sus papás pues el costo de un disparo con los rifles de viento y balines de aluminio, ya es un valor de dos números y se prioriza mejor en otra cosa como comida americana (pizza o hot dog) que de todos modos hay que considerar en el paseo.

No sé cómo estarán las venideras ferias de los barrios que frecuento en estos tiempos, la feria del hipódromo del norte o de la Asunción, como se llama su iglesia, lleva dos años sin ver la luz, pero ni tímidamente se ha asomado por los estrictos controles de la municipalidad y de más autoridades; la del Cerrito si se realizó, con las medidas del caso, pero con descontrol en el tema de la cantidad de visitantes y seguridad a los alrededores.

Lo peor que le puede pasar a estos eventos tan populares, autóctonos y antañones es el olvido y la indiferencia de la misma gente, al parecer las tradiciones guatemaltecas se van reduciendo a simplemente dos: la semana santa, tan especial y glamurosa en algunas iglesias y templos grandes, casi VIP en el tema de los cargadores, y la Navidad, pero más al estilo norte americano, con Santa Claus incluido, árbol de navidad con adornos glamurosos, estrenos de ropa y regalos caros, sin posadas (que también ya van para el olvido), sin canchinflines ni silbadores, porque causan incendios y daños, pero con disparos al aire que dejan familias enlutadas.

Escribiendo esto me acordé de mi afición por la lucha libre, fue en una feria cantonal que mi tío Mario me compró mi primera máscara, la del rudo el Alacrán, color mostaza con negro, estaba en un puesto de esos (que ya desaparecieron también) con muñequitos plásticos pintados de luchadores y varios antifaces del Rayo Chapín, El Cirujano, El Santo y demás (esas de lucha se las cuento otro día).

En fin, es común para todos los habitantes de este país que olvidemos las cosas de manera inmediata, carecemos de memoria histórica y esto incluye olvidar todas aquellas tradiciones que ya casi se fueron para siempre.

PÁGINA 17