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El principio 7
Nadie sabe cuándo comenzó el universo, pero sabemos que sucedió hace mucho tiempo.
Nadie sabe cómo empezó el universo, pero sabemos que Dios lo hizo todo.
Dios siempre estuvo ahí, pues Él no tiene un principio.
Todo era oscuro y sin forma. Y Dios decidió crear un universo hermoso.
Él habló y, al hacerlo, todo lo hizo. Hizo las galaxias, las estrellas y los planetas. Hizo el sol y los planetas.
La Tierra también es un planeta. Todos los planetas tenían sus lugares fijos y giraban alrededor del sol. Y así, había luz y oscuridad, día y noche.
El sol brillaba durante el día, y la luna y las estrellas alumbraban por la noche.
Dios habló e hizo las nubes, los océanos y los ríos. La tierra se inclinaba un poco, y así había verano e invierno, calor y frío. Dios vio que todo lo que hizo era bueno.
Dios habló y hubo plantas y árboles en la tierra. Hizo árboles frutales y plantas con semillas.
Cada planta tenía su propia clase de semillas. Dios vio que todo lo que había hecho era bueno.
Dios hizo todos los seres vivos de la tierra. Hizo los insectos voladores y los insectos reptantes. Hizo toda clase de animales salvajes. Algunos eran pequeños y otros grandes. Vivían en los árboles, en las montañas, en las llanuras, en el cielo y en el mar. Hizo animales que podían convivir con las personas. Dios vio que era bueno.
Dios también hizo a los seres humanos. Hizo un hombre del polvo de la tierra y le insufló vida. El hombre se llamaba Adán. Vivía en un hermoso jardín que Dios había hecho para él. Tenía que cuidar de las plantas y los animales. Pero se sentía solo. Entonces, Dios hizo una mujer y se la llevó a Adán. Adán se alegró cuando vio a la mujer. La llamó Eva.
Dios hizo a las personas a su semejanza. Los hizo para que fueran como Él. Dios bendijo a Adán y Eva y les dijo que tuvieran hijos. También les dijo que cuidaran la tierra y todo lo que en ella había. Y que se aseguraran de que la tierra fuera siempre un buen lugar para vivir.
Dios vio todo lo que había hecho. Y era muy bueno. Entonces Dios descansó en su obra.
Génesis 1 y 2