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David y el gigante
Losfilisteos y los israelitas reunieron sus ejércitos para la guerra. El ejército filisteo estaba acampado en una colina y el de Israel en otra. El valle de Elá se interponía entre ellos. Goliat era un poderoso héroe filisteo. Medía unos tres metros.
Llevaba un casco de bronce, una pesada armadura de bronce y protectores de bronce en las piernas.
Llevaba una jabalina de bronce y una larga lanza.
Cada mañana y cada tarde, Goliat gritaba a los soldados de Israel:
—Elijan a un hombre para luchar contra mí. Si me mata, nos convertiremos en sus esclavos. Si yo lo mato, ustedes serán nuestros esclavos.
Y así durante mucho tiempo. El rey Saúl y todo el ejército de Israel estaban aterrorizados. Nadie quería luchar contra el gigante.
Un día, David visitó a sus hermanos que estaban en el ejército israelita. David llegó al campamento justo cuando Goliat se adelantó y desafió a los israelitas a luchar contra él. David dijo:
—¿Cómo puede este hombre hablar así a los ejércitos del Dios vivo? ¿Quién se cree que es?
Entonces David dijo al rey Saúl:
—Lucharé contra Goliat.
Saúl dijo:
—Eres demasiado joven, David. No sabes nada de luchar.
David le dijo a Saúl:
—Yo cuido las ovejas de mi padre. Cuando un animal salvaje intenta llevarse una oveja, yo voy tras él. He matado un león y un oso. El Señor, que me salvó de esos animales, me salvará de este filisteo.
Entonces Saúl le puso a David una coraza y le dio un casco. David no estaba acostumbrado a llevar armadura, y era muy pesada. Así que David se la quitó.
Goliat vio que David era joven y no llevaba armadura. Le dijo: —¿Por qué peleas con palos? ¿Crees que soy un perro? Anda. Daré de comer tu cuerpo a los pájaros y a los animales salvajes.
David le dijo a Goliat:
—Tú luchas contra mí con espada, lanza y jabalina. Pero yo lucho contra ti en nombre del Señor. Él me ayudará. Entonces todos sabrán que él es nuestro Dios, y que tiene todo el poder.
David corrió hacia Goliat. Sacó una piedra de su bolsa y la puso en su honda.
La lanzó contra Goliat. La piedra golpeó a Goliat en la frente y el gigante cayó al suelo de bruces.
David no era más que un joven pastor. Pero confiaba en el Señor, y el Señor le ayudó a ganar la batalla contra el gigante Goliat.
1 Samuel 17