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WENDENUCIS

WENDENUCIS

Por de prunto. aquella levita larguísima <aquella especie de sobretodo» en forma de: mdependenc¡a, para les. filipinos, de que se habló en la convención demócrata, ha sido recortada, hasta dejarla en alg así como un ta. parrabos con nombre de autonomía.

¡Y si esto hacen con los filipinos!

-I>*l-

Parece mentira que esto sea obra de los unionistas, decía en la la calle de O'donell una anciana respetabilísima.

Con eso de ias patentes, ya no se vá á poder tomar ni ei ron de uva cón sal.

Que esto lo hicieran dos republicanos, que nunca han hecho nada bueno, tendría sú especulación.

Pero que lo hayan hecho los unionistas S * * *

Ya estamos más tranquilos, desde que nos han dicho, los que pueden saberlo, que el Gobernador Colton no nos abandonará hasta que venzasu término,

Y aún puede que reenganche, porque, á sacrificarse por el país, no hay qu¡en aventaje á Mr. Colton.

¡El pico que le cuesta y los malos ratos que le proporciona el gobierno de Puerto Rico!

La Feria Insular fué un éxito completo. Segun me han informado el deficil n> pasa de 40 000 pesos.

Yo, francamente, creia que iba áser mayor Por eso digo que la Feria ha sido un. éxite.

Y si la legislatara no estuviera cerrada, yo pediría que hiciéramos á MrGay h|]u adoptivo de Puerto Rico

I

No te puedo recordar, pues muy pequeño era yo cuando tu imagen voló de las glorias de mi hogar; mas te siento palpitar en mi sér cen ardimiento; y tambien, madre, te siento, que en mis horas de afl cción consuelas mi corazón y alumbras mi entendimiento.

H

¡Madre! ¡qué mucho he llorad en esta vida traidora!....

Así el avecilla llora la madre que le han robado.... Tu nombre en mi alma grabado cubre de llanto mis ojos; ¡ay! quisíera en mis antojos llegar hasta donde tí 'para besarte, yallí postrarme a tus pies de hinojos.

HI

Como infeliz peregríno que vaga sin rumbo cierto cruzo el árido desierto que me ha trazado el Destino. ¡Todo es obscuro y mezquino de ini vista en derredor..., ¡Ay, madre; cuánto dolor para tu hijo desgraciado que en su vida 0o ha probado IV

Ruge el huracán bravío. muere el sol en Occidente, y por la abrupta pendiente salta, desbordado, el río, en lo alto del vacío el relámpago chispea; la tierra se bambolea, duda el pensamiento humano, y las aguas del occeano muévense en ruda pelea.

Y cual hoja carcomida que la tormenta arrastró, así, madre, ruedo yo sobre ese mar de la vida, sin hallar un alma henchida de caridad y consuelo que mitigue mi hondo anhelo como una madre loharía.... ¡Sois las madres madre mía, ld más grande que hizo el cielo!

VI

De todo vivo dudando, en nada del mundo creo: itodo a mi pas> lo veo negro, mísero, nefanio!.... Un rayo de luz demando que ilumine mi conciencia; ies tan poca mi experiencia tan poco mi entendimiento, que en mi amargo desaliento, dudo hasta de mi existencia!

VIL

Nada de la suerte anhelo, nadaá busco, nada ansío: es un enigma sombrío mi paso por este suelo.... Si alzo los ojos al cielo, está obscuro para mí; miro alatierra, yallí no hallo paz, ni encuentro calma, iy entonces, madre del alma, clamo lloroso por tí!....

VIILI

¡Madre! ¡qué triste es vivir como yo vivo, sufriendo!. ... Perdóname si te ofendo; iquisiera, madre, morir!. ... Cansado de resistir las penas del mundo impío, tan solo la muerte ansío.... . ¿Has muerto tú? Pues así descansaré junto a tí, ¡junto a tu amor, que es el mío!

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