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Por qué escribo?
Por Alexander Amézquita Docente, Lengua Castellana Colegio Alemán Cali
Escribo para embriagarme de palabras. Escribo para acabar con todo lo que no me deja dormir. Escribo para levantarme con el deseo de seguir leyendo. Escribo porque Bukowski me habló anoche, en sueños o pesadillas, no recuerdo. Escribo porque Rubem Fonseca, Isabel Allende, Sor Juana Inés de la Cruz, Vinícius de Moraes, Dickens, Wilde y hasta el mismo Shakespeare escribieron para mí. Escribo por las listas de mercado que no se pudieron comprar. Escribo por los amantes que murieron antes de poderse amar. Escribo por los ladrones que se creyeron reyes del mundo y no sabían nada de este mundo. Escribo por la peluquera y por el marido de la peluquera. Por las panaderías abiertas en la madrugada, por el aroma del café al medio día, por las canciones que de niño bailaba.
Escribo desde que aprendí y no me detengo, no lo haré. Porque escribo para gritar. Escribo para conocerme. Escribo para respirar. Escribo porque en la escritura todo se vale. Escribo porque se me antoja. Escribo por las canciones de esperanza y desamor. Escribo por las mujeres que sonríen en el bus, aun sin conocerte. Escribo por la gente que amo, pues escribo pensando en ellos. No se imaginan cuánto amo a la gente que amo.
Escribo por 11 y 6. Por Charly García. Por un vestido y un amor. Por Fito Páez. Por Say no more! Escribo por Jackie Brown, Norman Bates y Marlene Dietrich. Por Almodóvar, Cassavetes, Tarantino y Herzog.
Escribo porque sí. ¿Acaso necesitamos justificarlo? Dicen que de nada vale escribir si no hay quién te lea. No les creo. Cuando empezamos a escribir, se da una de las conexiones más valiosas para el ser humano: conocerse a sí mismo. Reflexionar sobre lo que nos emociona y nos atormenta. En otras palabras: vernos frente al espejo. Y, una vez ahí, solo nos queda ser honestos.
Por eso escribo. Por las luces de neón y el buen Jack. Por las calles del Centro y el Bulevar. Por la amistad, que es otra manera de amar. Por Clarice Lispector y su buena estrella. Por James Baldwin y ese blues que no me saco de la cabeza. Por Elizabeth Bishop y todas las poetisas que me faltan por leer. Escribo porque usted me está leyendo. Porque no quiero cansarme de vivir.
Y usted, ¿por qué escribe?
Puede responderme a: alexander.amezquita@aleman.edu.co Para contarle al mundo por qué escribimos.