El liderazgo se percibe en todo cuando la fraternidad es su principal componente

Por Fabiola Tejada Asistente Departamento de Mercadeo y Comunicaciones Colegio Alemán de Cali

El título de este artículo describe perfectamente las labores que desarrolló el Sr. Lars Larsen durante veinticinco años (1992-2017) en la presidencia de la Junta Directiva del Colegio Alemán de Cali. Supo siempre que, desde su posición de liderazgo profesional y humano, podía aportar grandes cosas a la institución.

Sus capacidades administrativas, financieras y organizacionales; su trayectoria profesional y su conocimiento de la estructura institucional, de sus procesos administrativos, académicos y sus metas claras le habilitaron para afrontar exitosamente su gestión; fue todo un desafío, pues era un momento en el que las sociedades, desde sus modelos educativos, se estaban planteando importantes retos transgeneracionales sobre la calificación, las formas, los niveles y los posibles accesos a la educación y al conocimiento, en el ámbito nacional e internacional.

El Sr. Larsen fue, entonces, una fuente permanente de motivación y compromiso, el legado de los fundadores de la institución, con un constante interés por aprovechar lo óptimo de la ciencia y la cultura y lo mejor del conocimiento y el desarrollo humano, signo vital de desarrollo y progreso.

Fueron años de trabajo arduo, de grandes retos, pero él fue un convencido de que la comunidad saldría fortalecida; deseó siempre que el Colegio fuera ese lugar donde se escucharan todas las ideas y el diálogo fuera permanente, lo que garantizaría la sana convivencia en derechos y deberes, temas que hoy son motivo de constante atención en el mundo. Bajo su gestión al frente de la presidencia de la institución, el Colegio Alemán de Cali se afianzó como entidad educativa que forma juventudes para que sean ciudadanos del mundo, a niveles regional e internacional. Actualmente, nuestra institución pasa por un excelente momento y hace gala de gran protagonismo y reconocimiento en los medios educativos, lo que le asegura una larga existencia. Así, motivado por el optimismo y la generación de ideas desde la educación, el Sr. Larsen asumió el reto de llevar las riendas de la institución y de impulsar el crecimiento de uno de los más prestigiosos colegios de la región y del país, con gran éxito. Un buen líder siempre será un excelente educador; hoy permanece en la memoria afectiva de todos, por lo que será un placer continuar acompañándolo en sus propósitos como presidente honorario. El señor Lars Larsen y su esposa Victoria, en compañía de sus hijos y sus nietos.