Dovela 1

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Sumario NÚM E R O 1 • S E G U N D A ÉP O C A

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Dirección y coordinación: Pepe Monteserín Corrales Edita: ESM, Ediciones y Soluciones de Marketing C/ Independencia 39, 2.º Dcha. 33004 Oviedo/ Tel.: 902 100 567

CON HISTORIA. Aquilino Reguera o el hombre infatigable. ACTUALIDAD TÉCNICA. Conciliar posturas. ¿Están reñidas la «audacia» y las auditorías de control?

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PIEZA CLAVE. El capataz, cabeza de la construcción. No es una casualidad que las raíces latinas del término capataz nos remitan a la palabra caput, cabeza.

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FORMACIÓN. Seguridad, peritaciones y patologías en la construcción. La oferta formativa del Colegio de Aparejadores

Director: José Llamas • Jefa de reporteros: Alicia Suárez Hulton • Reporteros: Mónica F. Fernández, Isabel González, Marcela Simonutti, Natanael Rodríguez, Victoria Rodríguez, Quique Faes, Eva Zapico. • Ilustraciones: Rubén Megido • Fotografías: Arte Facto y Paco García Paredes • Diseño y maquetación: Impreso Estudio • D. L.: As-3522/90 • Imprime: Gráficas Eujoa.

del Principado.

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CARAS NUEVAS. De cómo cinco aparejadores aterrizan en la

profesión.

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OTRO ÁNGULO. Aparejadores y bomberos, dos profesiones com-

28 ENTREVISTA. Ángeles Caso, letra para la música. 32

ASESORÍA. Peritaje especializado. Formación y especialización, son dos términos llamados a perfeccionar la actividad pericial y judicial.

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ARTE FACTO

plementarias. En estas páginas se verá la estrecha relación entre quienes construyen y quienes atienden las emergencias. Foto de portada: cinco jóvenes aparejadores en uno de los balcones de la Biblioteca de Villa Magdalena, en Oviedo. Estos profesionales del futuro de la Aparejaduría comentan sus primeras impresiones tras su reciente incorporación al campo profesional. Acaban de empezar pero su ritmo es imparable.

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ÁNGULO FOTOGRÁFICO. El equipo en imágenes. Todo el personal del Colegio de Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias se apunta a la instantánea de grupo.

38 SEGUROS. Normas administrativas y nuevo reglamento de mutualidades. Musaat actualiza sus normas administrativas de funcionamiento para 2002. Nuevo reglamento para mutualidades de la Dirección General de Seguros.

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PIEZAS SUELTAS. Inauguración de la sala de exposiciones del Colegio de Aparejadores de Asturias, tras la reciente valoración y restauración del fondo artístico de la institución. Entrevista al pintor Carlos Sierra. Una propuesta para el cambio de nombre, ¿Colegio Oficial de la Aparejaduría? Homenaje a Belarmino Nomparte Ondina, administrativo del Colegio. Biblioteca de la Aparejaduría: letras recomendadas.

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ANECDOTARIO. En un lugar del Principado. La primera sede del

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NUEVAS TECNOLOGÍAS. Para caer en la red. La página web del Colegio cumple dos años en el ciberespacio.

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REPORTAJE. Hidalgos de leyenda.

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FACETAS. Manuel Grande, pintor.

66 TOMAS FALSAS. Nueva singladura. Pepe Monteserín, vocal de Cultura del Colegio de Arquitectos Técnicos de Asturias, levanta el telón de Dovela.

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PACO GARCÍA

Colegio de Aparejadores nació en 1931. Qué recuerdan ahora quienes han acompañado a la institución a lo largo de su Historia.

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Pragmático y burlón, Aquilino Reguera, el que fuera con 21 años el aparejador más joven de España, recuerda para Dovela los entresijos de su pasado laboral.


Editorial

PACO GARCÍA

MIGUEL CÓRDOBA

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La escritora asturiana Ángeles Caso acaba de publicar Giuseppe Verdi, la intensa vida de un genio, primera biografía del compositor escrita en España. «Mi ansia creativa hubiera quedado igual de satisfecha si me hubiera dedicado a la música, la pintura, el arte o la arquitectura».

CAMILO ALONSO

Estimados compañeros y compañeras:

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Allá por el año 1749, en pleno siglo de la Ilustración, venía al mundo en Santa Eulalia de Oscos Antonio Raimundo Ibáñez. Hoy, ya en el siglo xxi, las paredes que fueron testigo de su nacimiento han pasado a convertirse en un museo que plasma a la perfección la integración del hombre en la arquitectura tradicional del noroccidente de Asturias

ARTE FACTO

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El variado mundo de las aficiones nos presenta en esta ocasión los cuadros de Manolo Grande, extenso apellido llamado a firmar las obras de este aparejador gijonés. Sus composiciones artísticas le han llevado a vestirse de cura o a pintarse la cara azul. Su próxima obra medirá 96 metros de largo por cuatro de alto.

Debo saludar con alborozo, y lo hago desde aquí, la salida nuevamente de la revista Dovela, después de un periodo demasiado largo en que por distintas causas no se publicó. Causas diversas, y entre las que yo como presidente del colectivo también tengo mi parte de culpa, que naturalmente asumo con, sobre todo, propósito de enmienda. No ha sido ésta, ni mucho menos, la única razón, pero no es hora de buscar culpables sino de alegrarnos y comprometernos con su continuidad y mejora constante. Es nuestro deseo que este comprometernos sea entendido en toda la extensión de la palabra. La revista es, o pretende ser, el reflejo de nuestra realidad, no sólo informativa del colectivo y del colegio sino, y esto es más importante, formativa. Nos consta que entre nosotros existen excelentes profesionales en muy distintas materias, pues bien, sería deseable que vuestras colaboraciones tuvieran cabida en Dovela; no olvidemos que nuestra revista se circulará a todos los colegios de España, y esa extraordinaria fama que el colegio de Asturias tiene como colegio dinámico y que otros sanamente nos envidian, se vea acrecentada por trabajos de calidad que no dudo nos aportaréis. Por parte de nuestra Junta de Gobierno, el compromiso de que la revista no sólo seguirá editándose sino mejorando continuamente. Un cordial saludo Pedro Ignacio Jiménez Fernández Presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias

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CON HISTORIA

Carreras sin respiro

Aquilino Reguera O EL HOMBRE INFATIGABLE. Pragmático y burlón, Aquilino Reguera reconoce que dos consejos recibidos a lo largo de su carrera se convirtieron en su norte profesional: «Si quieres ganar dinero y lucirte, vete a empresas que no tengan muchos empleados» y «Cambia de trabajo siempre por más del doble de tu sueldo actual». Vocacional, a pesar del modo en que habla de su profesión, el que fuera con 21 años el aparejador más joven de España ha sabido retirarse a tiempo para disfrutar de los beneficios del trabajo duro. Por Victoria Rodríguez • Fotografías de Paco García

Hoy,

con 73 años inconfesados —«de 70 para arriba ya no cumplo más»—, Aquilino Reguera estudia Historia del Arte, un sueño repescado de su juventud, y se ocupa de ordenar la biblioteca del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Asturias, que presidió durante un tiempo. Y aún encuentra un hueco para llevar la cuenta de todas las obras que están en marcha en Oviedo y las empresas que las están haciendo. Usted ha criado a seis hijos, un objetivo que hoy día se considera toda una proeza. Dios me dio para ellos. Empecé con una cosa fundamental, que es ilusión, porque en aquellos tiempos, con trabajar una hora más, salía para seis. Eso sí, para llegar a la lavadora hubo que esperar, y para llegar al coche, también... No digamos ya para llegar al piso. Afortunadamente, los tiempos han cambiado. Nosotros somos de la generación de los que tuvimos que aguantar a aquellos señores que se enzarzaron en una guerra y nos dejaron España un poco así... Mire, en Burgos, yo vivía junto al trazado del tren, y las traviesas eran una quemada, otra rota y otra nueva. Y el balasto era muy pequeño, así que no sé cómo aguantaba aquello. ¿Qué le hizo elegir su profesión? Fui a una boda a Madrid cuando tenía cinco años, y en casa de unos primos de mi padre había un mecano de madera que me gustó mucho. Así supe que me iba a dedicar a algo relacionado con la construcción. Y después, en el bachillerato, seguía con interés todas las obras que veía. Y no sólo eso, sino que las sigo viendo. A mí me preguntan por cada construcción que se está realizando en Oviedo y puedo decir qué se está haciendo y qué empresa lo hace. Tampoco falta a su cita con el Colegio de Aparejadores, a pesar de estar retirado. Voy casi todos los días porque tengo la ilusión de ordenar los libros de la biblioteca con objeto de poder servir de ayuda

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a mis compañeros. Yo tuve tres personas que me ayudaron en mi profesión: un arquitecto, un aparejador y un constructor, de los que prefiero no citar sus nombres. Ellos me ayudaron en los primeros momentos, porque de la escuela, aparte de lo que me enseñaron, salí convencido de que no tenía ni idea de esto. Un ejemplo: un pilar se desencofra a los ocho días, me dijeron en la escuela; así que eso fue lo que dije yo en la obra cuando me puse a trabajar. Pero se desencofró al día siguiente. Pregunté al encargado que si se había caído y me dijo que no, así que le recomendé que le echara agua, porque ésta reacciona con el hormigón y evitaría que se cayese. De ocho días a 24 horas... Así sales de la escuela; si te das cuenta de que tienes que seguir estudiando, ya es bastante. Se ha impuesto una dura tarea con la biblioteca del Colegio. Sí, hay unos 5.000 libros. Parte de ellos eran de un compañero al que considero el mejor aparejador, Enrique Balbín, y en homenaje a él conservamos sus libros. Conocí este Colegio cuando llegué a Asturias en el año 1958 y era uno de los mejores de España. Ya había visto el de Burgos y el de Lugo; el primero era un simple armarito que había en la Diputación y que parecía una mesilla de noche. Allí se guardaban los libros. Y en el de Lugo no había ni eso. De vez en cuando íbamos a comer y ya estaba. Ahora, me sorprende ver estos colegios y la gente que hay, porque somos muchos. Y aunque nos tiramos los trastos a la cabeza, como todo el mundo, porque la competencia es la competencia, procuramos que en las obras haya siempre otros compañeros: unos firman, otros hacen la obra, otros venden los ladrillos, otros son representantes de algo ... ¿Por qué se vino a vivir a Asturias un burgalés afincado en Galicia? En realidad, me trajeron, porque me fueron a buscar a Lugo de una empresa que se llamaba Llaneza, S. A., propiedad de Eladio Llaneza. El ingeniero que me trajo fue Miguel Acar, que


CON HISTORIA

Aunque con 14 años se inició en el oficio de panadero, un mecano de madera ya le había pronosticado en su infancia que lo suyo sería la construcción. Primero aparejador y luego arquitecto. Aquilino Reguera recuerda los entresijos de esa carrera. Hoy se entretiene ordenando los 5.000 libros del Colegio de Aparejadores de Asturias y continúa su trayectoria universitaria: Historia del Arte.

Con 21 años, Aquilino Reguera se convirtió en el aparejador más joven de España

era ingeniero jefe de Carreteras de Lugo, estaba en la Renfe y trabajaba en aquella constructora. Lo conocí cuando me encontraba haciendo el Parador de Turismo de Ribadeo y quería acercarlo más a la carretera. Acar me preguntó si era capaz de ponerlo en mitad de la calzada y le dije que sí, que si me lo mandaba el arquitecto, a mí me traía sin cuidado. Al cabo de cierto tiempo me mandó llamar y yo iba pensando: «Vaya lío que voy a tener con este hombre, porque el otro día me pasé», pero lo que quería era proponerme venir a Asturias. Me fueron a buscar a Ribadeo, me entrevisté con un señor que no conocía en

el Hotel Peñalba y me propuso pagarme las horas extraordinarias. «Como profesional, le dije, no puedo admitirlo», pero le planteé que si él ganaba dinero, algo me daría a mí. Y entonces me ofreció más del doble de lo que estaba ganando. Y yo siempre me moví por dinero. ¿Cuánto tiempo trabajó para Llaneza, S. A.? Estuve con él cinco años. Después de eso llegó un señor con una carretilla muy cargada y me propuso irme con él. Yo dije lo mismo de siempre: si me pagan... Y como yo siempre he cambiado de trabajo por más del doble de sueldo —este consejo lo

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CON HISTORIA AQUILINO REGUERA

recibí de un señor que había cambiado doce veces—, acepté. Incluso durante un mes alterné las dos empresas. Empecé la obra y me quedé con el mejor piso de los que estábamos construyendo, aunque no tenía dinero para pagarlo. Pero yo siempre hice las cosas así, siempre estuve en la estratosfera. Así que empecé con él y al mes me preguntó que por qué había aceptado su oferta si no tenía nada. «Si usted va a una empresa, le respondí, y ve que a las ocho de la mañana ya llegó el jefe, y que cuando usted regresa cansadísimo de las obras aún sigue allí, ¿cree que esa empresa se va a arruinar?» Ese señor era Don Luis Orejas. Y aquella empresa, después, se convirtió en Los Álamos. Allí me pagaron muy bien, pero al final me fui cuando entraron doce ingenieros. Siempre he procurado estar en empresas que tuviesen pocos gastos gracias al consejo de un ingeniero: «Si quieres ganar dinero y lucirte, vete a empresas que no tengan muchos empleados». Tuvo usted una carrera muy movida. Siempre fui un culo de mal asiento. Después de montar una empresa de cálculo con Rubiera, uno de mis hijos empezó a estudiar Arquitectura, el único que ha seguido la profesión. En aquella época por mil pesetas te pagabas los derechos de examen de las oposiciones. Así que, con la excusa ir a Madrid con el chico y aprovechando que la abuela se quedaba con los niños, fui, me matriculé y claro, me tuve que examinar. ¿Qué edad tenía? 48 años. Estudié de cuatro a seis de la mañana todos los días. Yo pensaba que, por mi experiencia, algo sabía, y siempre dije que, en unas oposiciones, la mitad de los que se matriculan no se presenta, la otra mitad no tiene ni idea, una parte se azara y al final, de mil quedamos 125 para 50 plazas. Soy muy optimista, así que me empeñé en sacarlas. Y lo hice con el número uno, pero no porque supiese más que el resto, sino porque yo no me azaraba. ¿Y con 48 años se convirtió en funcionario? Entré en el cuerpo de Aparejadores del Ministerio de Vivienda. Como ya tenía algo seguro, fui dejando la empresa de cálculo y creé una de construcción. La tuve durante doce años y lo cierto es que gané dinero. Pero cuando cumplí 60 años la cerré. ¿Aun siendo beneficiosa? Ganaba dinero, pero a esas edades, físicamente uno ya va para abajo y hay que saber retirarse. Si no lo hubiera hecho ahora estaría como mi padre, que trabajó sacrificado hasta los 80 años. Cuando me jubilé volví a la Universidad y ahí estamos, a vueltas con la Historia del Arte. Volver a la Universidad, con más de 60 años, no es muy habitual. Estudiar Historia del Arte fue consecuencia de una huelga que hicimos en la Escuela de Aparejadores en el año 48, cuando hacerlas era un pecado mortal. Pedíamos usar un banco para sentarnos y tener una asignatura dedicada a la Historia de la Arquitectura, porque entonces no se estudiaba nada parecido. Yo salí de la escuela sin saber lo que era el arte Gótico, ni

Aquilino Reguera junto a uno de los cuadros que se exponen en el Colegio de Aparejadores de Asturias, institución que presidió durante un tiempo: «Ahora no soy más que un aparejador en la trastienda y sólo puedo contar batallas».

«Mi padre me dio un año para ingresar en la Escuela de Aparejadores y aquel año me comí los libros»

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el Románico, ni nada. Fue un deseo que perduró a través de los años. ¿Cómo terminó aquella huelga? Pues con el ministro yendo a la escuela para ver que era cierto que no teníamos bancos. Pero, por si acaso, mandaron a unos guardias infiltrarse entre los alumnos para saber si nosotros éramos comunistas de verdad. Si hubiera seguido con la empresa está claro que ahora no podría estar estudiando lo que me gusta y, seguramente, estaría perdiendo dinero porque con 73 años ya no podría trabajar igual. ¿Fue una sorpresa para su familia saber que quería ser aparejador? Mi padre ni siquiera quería dejarme estudiar. Es una de las personas que más quiero, pero comprendo ahora que le estropeé, no su vida, pero casi... Él tenía una industria de panadería y lo lógico era que yo, el mayor, siguiese con ella. Además tenía imbuida la idea de que los hijos de los obreros —aunque, en realidad, él fuera patrón- tenían que seguir el oficio de los padres. Me enseñaron él y mi padrino. Con ocho años ya sabía algo; a los 14 bajaba a la panadería y cobraba, y aunque no era más que durante los veranos, me dio seguridad el haber pasado muchas noches con los obreros. Tratar de forma directa con ellos soluciona muchas cosas, una idea que he comprobado aquí, en Asturias, donde todo es más fácil con una botella de sidra. ¿Ha practicado a menudo ese sistema de terminar con los problemas? Mire, una vez fuimos a Turón a hacer una obra, el ingeniero, el arquitecto y el aparejador, que era yo. Queríamos empezar a trabajar en el terreno de un señor que tenía una huerta allí. Al final vino el concejal, tuvimos que ir al Ayuntamiento y aquello seguía igual. Mientras tanto, yo me acerqué al chigre y dejé pagada una caja de sidra porque ya sabía que no iban a arreglar nada. Les dije: “Cuando os canséis de discutir, vais al chigre. Total, que al día siguiente ya se habían arreglado. Y, ¿cómo?, pues en el chigre. Después de beberse la caja, el ingeniero de Madrid discurrió que el señor podía dejarles una zona del terreno para empezar, seguir con su huerta y vigilar la obra. Yo sabía que la única solución era que, delante de una botella de sidra, a alguien se le ocurriera algo, porque discutiendo, desde luego que no iban a arreglarlo.


AQUILINO REGUERA CON HISTORIA

entre otros, para la Diputación de Burgos, los Ayuntamientos de Ribadeo, Cangas del Narcea, Ponga, Tapia de Casariergo, Bimenes, además de para el Ministerio de Vivienda y Obras Públicas. Entre sus obras destaca, durante su estancia en Lugo, el Parador de Turismo de Ribadeo, los cines de Chantada y Burela, los edificios de Eliseo Paz y José Barreiros y el Balneario de Lugo. En Asturias ha hecho los edificios de Arganza, San Miguel y Asturias, en Oviedo, además de la fábrica de la Coca-Cola, y ha participado en la reconstrucción de las iglesias de Parres y del Monasterio de Hermo.

¿Cómo convenció a su padre de que le dejara estudiar lo que usted quería en lugar de seguir con la empresa familiar? Mi padre me dio un año para ingresar en la Escuela de Aparejadores (estudié en la vieja escuela de Madrid que estaba en la calle San Mateo) y me advirtió de que si no lo conseguía, tendría que dejarlo. Aquel año me comí los libros, o quizás tuve suerte; el caso es que ingresé. ¿Era muy dura la escuela? Bueno... si algún día tuviese que dar clase haría como un profesor que tuve entonces, dejaría copiar y permitiría usar los libros en los exámenes. La mitad de los alumnos no los han visto siquiera y la otra mitad no sabe manejarlos. Aquel profesor nos ponía un examen de construcción y durante quince minutos se iba a tomar un café. Valía copiar, ayudarse y todo lo que se te ocurriese, y a pesar de ello, era el examen más difícil porque exigía saber detallar una estructura metálica o de madera.

¿Qué trabajos suyos recuerda de forma especial? La primera obra que hice en la vida. Fue en Burgos. Era un edificio de cuatro plantas con estructura de madera al que había que cortarle una esquina; a nueve metros, por debajo, pasaba un colector. El arquitecto, Luis Martínez, y San Eustaquio, el aparejador, que eran los que me enseñaban, me dijeron que no me preocupase, que el encargado era muy bueno. Años después volví a Burgos y vi que estaban reconstruyendo aquella casa con una estructura y un forjado nuevos. Estuve hablando con el encargado y le dije que aquella obra la había hecho yo. ¿Y de sus trabajos en Asturias? Aquí me he dedicado más a proyectos industriales. De cuando estuve en Llaneza recuerdo la Fundición Nodular y el exterior de la mina Nicolasa, además de la fábrica de Coca-Cola, que hice con el arquitecto Enrique Bustelo. ¿Qué edificios de Oviedo le parecen destacables? La casa del termómetro, en Fruela, que se parece al edificio que hay en Madrid en la confluencia de las calles Alcalá y Gran Vía. Y la casa del coño, en Toreno, frente al Banco de España. Se llama así porque cuando se construyó en el año 50, la gente que no tenía nada que

Tenías que dibujar y pensar a minuto y medio por cada una, y el que le hacía cinco, ya aprobaba. ¿Nota que ha cambiado mucho su profesión desde los años en que usted empezaba? La gente viene con la misma ilusión que empecé yo; hay la competencia lógica, pero están mejor preparados. Ahora no soy más que un aparejador en la trastienda y sólo puedo contar batallas. Hoy existen otros métodos y materiales, aunque los de hace cien años eran más sencillos. Ahora una ventana sale perfecta, pero sale del taller, y antes había que trabajar más a pie de obra. Usted fue el aparejador más joven de España. ¿Qué años tenía cuando se graduó? Acabé la escuela con 21 años. Pero en la obra en la que aprendí más fue en la construcción del matadero de Lugo, donde estuve con 17 encargados durante cinco años y yo ni siquiera pasaba de los 22. A

Aquilino Reguera ha trabajado,

hacer llegaba y decía: «¡Coño, si hay otro edifico aquí!». De las que hice yo, lo que más me gusta es el edificio Arganza, en la Plaza Longoria y Carbajal. E incluso, una vez, hice un puerto sin tener ni idea; era el primer tramo del puerto de Burela. Como constructor hice las naves de Citroën, en Granda. Me las dio don Ignacio Castelao, que fue quien me adjudicó mi primera obra como constructor.

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ACTUALIDAD TÉCNICA

Seguridad e innovación se dan la mano

Conciliar posturas ACUERDOS Y DESACUERDOS. En ocasiones, conseguir gracia o calidad en una obra exige cierta «audacia» que no siempre será aceptada por las organizaciones de control técnico. Texto: Alicia Hulton • Ilustración: Rubén Megido

«Audacia»

es el término que utiliza el presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, José Antonio Otero, para designar la asunción del riesgo que puede suponer la innovación cuando se construye. Los quebraderos de cabeza llegan cuando esa audacia se ve frenada por la intervención de una empresa de auditoria de riesgos al servicio de las compañías aseguradoras. ¿Qué hacer para conciliar posturas? Un desacuerdo Un aparejador cualquiera. En cualquier punto de España. Está trabajando en las obras de rehabilitación de una casa de campo, concretamente en el salón de la vivienda. El director de obra ha decidido modificar el proyecto y suprimir un tabique previsto junto a la chimenea. El elemento pretendía evitar la fisuración de la pared contigua, pero analizada técnicamente esta opción, y dado que el riesgo era mínimo, se optó por darle a la estancia mayor confort y habitabilidad. Hasta ahí, incluida la cara de satisfacción con la que los dueños de la vivienda acogieron la noticia, todo bien. La situación cambió cuando el técnico de la empresa auditora

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de riesgos en la edificación, las denominadas OCT, preseleccionada por la compañía aseguradora, rechazó de plano la eliminación del tabique. «La seguridad al límite», dijo. Otro arquitecto técnico. Éste se halla inmerso en la construcción de un palacio de congresos en una importante ciudad de la península. El moderno edificio se dotará con una fachada ventilada con una solución de anclaje estructural que se ha incorporado recientemente al mercado y que causó sensación en la última feria de la construcción en París. Saldrá un poco más caro, pero le dará a la sede ese aire vanguardista que se exigía para la obra. Con lo que no cuenta el aparejador es que la OCT asignada denegará la instalación del moderno cerramiento porque aún es pronto para saber «si el anclaje a la estructura es fuerte y duradero». ¿Provoca la intervención de estas empresas auditoras del riesgo, según estos dos supuestos, un freno a la calidad y al desarrollo en las construcciones? Un acuerdo Desde que el seis de mayo de 2000 entrara en vigor la Ley de Ordenación de la Edi-

ficación, toda obra destinada a vivienda que se lleve a cabo, debe estar cubierta por una póliza de seguro decenal de daños, que cubra los relacionados con la cimentación y la estructura. Para suscribir esta cobertura, las aseguradoras imponen la intervención de la empresa de auditoría, y consecuentemente la del técnico enviado por la OCT. La operación sirve como refuerzo para las casas aseguradoras (que a la hora de firmar los garantías anuales, trienales y decenales no quieren hacer un mal negocio) pero supone al final un encarecimiento de los costes de la promoción. Su máximo objetivo es anular los factores de riesgo, aun a costa, en ocasiones, de una mejora en la habitabilidad del edificio o de la innovación en los materiales. Una negativa por parte de la dirección facultativa de la obra a asumir las correcciones derivadas de las observaciones de la OCT podría suponer dificultades a la hora de inscribir el inmueble en el Registro. Es decir, si en el caso del segundo supuesto se hace la instalación del moderno cerramiento, éste quedaría excluido de seguro. El problema surgiría a la hora de vender la obra una vez terminada: «Un


ACTUALIDAD TÉCNICA

promotor jamás te acepta una obra con reservas, aunque en apariencia sea genial», explica el presidente del Colegio de Aparejadores del Principado, Pedro Ignacio Jiménez. Por ello, ignorar estas observaciones no es lo más aconsejable. Para que esta actuación no impida el desarrollo de las funciones que, como agente reconocido en la LOE, tiene el director de la ejecución de la obra, es importante acercar posturas: que la compañía de seguros no se juegue su dinero por asumir riesgos innecesarios, que sean expertos los que realicen la función de auditoría, teniendo en cuenta que en ocasiones no son profesionales estrictamente ligados a la edificación los encargados de hacerla (de ahí la duda de si están habilitados o no para corregir a un técnico competente en la materia) o, en otros casos, son jóvenes titulados, recién salidos de la Escuela quienes, proyecto en mano, intentan hacer una supervisión milimétrica de cada paso que se da en la obra de acuerdo con el protocolo o las normas establecidas por cada empresa auditora. «La dirección facultativa puede o no hacer entender que el cambio hace que el proyecto esté mejorado», insiste el presidente del Colegio asturiano. Lo fundamental es que ambos persiguen la mayor calidad y seguridad

posibles, y que cada uno ha de llevar al máximo la profesionalidad en sus funciones; hasta ahí, toda innovación es siempre buena. La cuestión económica También hay que tener en cuenta, a la hora de evaluar las consecuencias de la auditoría de riesgos de las OCT, a los promotores de la construcción o a los pro-

tos técnicos, el encargado de conciliar las dos partes. «Una auditoría de éstas en una vivienda puede costar medio millón de pesetas, aunque poco a poco ha ido decreciendo. Pienso que las compañías comenzarán a tener confianza en la calidad de los proyectos y de la ejecución de las obras y suprimir la revisión a cambio de subir un poco la prima de riesgo. Todas tendrán que ir ajustándose, porque si no, aquéllas

Hay que acercarse a una postura que permita obras tecnológicamente avanzadas sin que las OCT vean un riesgo en ello pietarios de la vivienda, pues son ellos quienes han visto incrementado el desembolso final a la hora de llevar a cabo la obra. Además del previo estudio geotécnico, cuentan con la prima de seguro y con un considerable crecimiento del gasto (puede ascender hasta el millón de pesetas) desde que la Ley entró en vigor y, con ella, la imposición de realizar esta auditoría externa. Será el mercado, a juicio de José Antonio Otero Cerezo, presidente nacional de los Colegios de Aparejadores y Arquitec-

que no hagan control se llevarán todas las pólizas», opina el presidente. Mientras tanto, es necesario incidir en la búsqueda de un equilibrio entre la dirección facultativa y las empresas de auditoría de riesgos en la edificación. «Buscar una postura en la que podamos hacer obras tecnológicamente avanzadas y que las OCT acepten que eso no tiene por qué aumentar el riesgo; en caso contrario, no progresaremos», finaliza José Antonio Otero. A


PIEZA CLAVE

¿El hombre orquesta de la profesión?

El capataz CABEZA DE LA CONSTRUCCIÓN. Su presencia en la obra es imprescindible. Sin ellos, la orquesta de oficiales, albañiles, peones y aprendices puede sonar como una pesadilla. Hombres de mando y de carácter, los capataces son la cabeza de un ejército que se ordena bajo su batuta. Texto: Marcela Simonutti • Ilustración: Rubén Megido • Fotografías: Paco García Paredes

Dos piezas clave

Francisco Cabal, Paco Edad: 71 años, nacido en La Corredoria, Oviedo. Familia: casado. Tiene dos hijos y tres nietos. Inicio en la construcción: a los 15 años. A los 29 se convierte en encargado. Trabajó para Constructora Principado, S. A. Estado laboral: retirado. Obras en las que participó: decenas de edificios y escuelas, además de en los bloques de viviendas en los que habita actualmente.

La casa que habitamos, la escuela a

Claudio Tena López Edad: 53 años. Nacido en Barcelillo, Córdoba. Con tres años vino a Langreo, donde aún reside. Familia: casado. Tiene un hijo de 28 años y un nieto de seis. Inicio en la construcción: a los 18 años, alrededor de los treinta años se hace encargado. Empresa en la que trabaja actualmente: Urbenova. Obra en ejecución: viviendas en el Polígono de La Florida, en Oviedo. Obras en las que participó: colegios, oficinas, asilos de ancianos, viviendas. Constructora Gijonesa en Gijón, la primera fase de la Gruta (Oviedo), reparación del Faro de la Campa Torres, Pórticos II (Oviedo).

ingresaron como aprendices en las obras y se hicieron, poco a poco, con todos los sabela que acuden nuestros hijos, aquellas ofires del oficio. Adquirieron sus conocimientos cinas o este edificio que siempre nos llamó técnicos pisando la obra, dominan la mecánila atención... Infinidad de sitios cotidianos lleca de la comunicación en los grupos de trabavan el silencioso sello de un capataz. Sus nomjo sin haber hecho cursos y saben enseñar a sus bres no figuran jamás en las placas que recuerdiscípulos sin haberse formado como maestros. dan a los autores de los proyectos de obra, pero Las raíces latinas del sin ellos, el proceso de la construcción puede término capataz nos transformarse en una anarquía sin remedio. Todos los oficios en uno remiten a la palabra No es una casualidad que las raíces latinas del Francisco Cabal, Paco, se retiró como encarcaput, que quiere término capataz nos remitan a la palabra caput, gado a los 64 años, hace ya siete. Cuenta que decir cabeza. que quiere decir cabeza. comenzó a rodar en el oficio a los quince años, Y para esta cabeza de la construcción percon unas «alpargatas agujereadas», ríe, y que vive hoy una tradición que puede convertirse a la larga en un a los veintiuno ya era un oficial de primera. Rozando la treinproblema: la formación de oficiales de primera, futura cantetena, ocupó el cargo de capataz. Ovetense de nacimiento, Cabal ra de la profesión. Quienes ahora trabajan como capataces, heredó la profesión de su padre. «Para ser encargado es nece-

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PIEZA CLAVE

Francisco Cabal se retiró como encargado hace siete años. Y recuerda: «Para ser capataz es necesario tener mucho conocimiento de obra, saber interpretar planos y conocer prácticamente todos los oficios». A pesar de haberse alejado ya de su profesión, la huella de Paco Cabal se mantiene viva en obras como éstas de la capital asturiana.

sario tener mucho conocimiento de obra, saber interpretar planos y conocer prácticamente todos los oficios», puntualiza. Ya se sabe que la construcción no es sólo colocar ladrillos. Fontaneros, carpinteros, escayolistas, instaladores de parqué, de calefacción y especialistas en un sinfín de materiales, transitan por la obra. Y el conocimiento general de todos esos oficios para acertar en el resultado final se resume en el trabajo de un capataz. Pero no hay que exagerar, sostiene Paco Cabal. «El encargado de la obra es un obrero más. No hay tampoco tanta diferencia entre un encargado y un oficial de primera. La única es que está al frente de la obra». Todavía en actividad, Claudio Tena López —encargado desde hace treinta años— no vacila a la hora de definir las cualidades de quienes desarrollan esta profesión: «Hay que aguantar. Aguantar mucho. Tratas con gente muy buena, que sabe, y hay otros que no tienen tanta idea. Hay empresas que

cuentan con un aparejador en obra, que tienen jefe de obra. Pero en otras funcionamos solos. Como dice Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como». Tras muchos años en la tarea, estos capataces son testigos privilegiados de la revolución tecnológica que ha vivido el sector. «Hoy es mucho más fácil que antes», explica Tena. «Antes era todo manual. Hoy hay wichis, montacargas, grúas, plataformas y antes era todo subir material a mano. Ahí sí que se ha adelantado». La subida del material a mano acarreaba también roturas y pérdidas que hoy prácticamente se han eliminado. Luego están los adelantos en cuanto a la calidad de los materiales; innovaciones, todas éstas, que siguen su curso y que obligan a los encargados de obra a ponerse al día de forma ininterrumpida. Francisco Cabal recuerda cómo en sus inicios sólo se construían casas de planta baja. El hormigón y los encofrados eran

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PIEZA CLAVE EL CAPATAZ

Seguridad, un tema abierto al debate El cuidado de la vida es siempre un punto que merece el más detenido de los análisis. Partiendo de la premisa de que las cosas han mejorado, y mucho, los capataces también tienen sus puntos de vista para aportar al debate. Hay quienes opinan que las exigencias en el terreno de las medidas de seguridad son excesivas. «Es imposible, a veces, realizar un trabajo en las condiciones que te exigen, amarrados con esto, con lo otro», afirma Claudio Tena. «Yo veo bien que se ten-

gan que amarrar, es una seguridad, pero hasta un límite. Hay momentos en que se enrollan con el cinturón, uno con el otro, y tenemos que ir al andamio a desamarrarlos. De acuerdo que hay mucha construcción y muchos accidentes, pero que se paren un poco a pensar quién tiene los accidentes. Las buenas empresas no». En este punto coincide también la opinión de Francisco Cabal. «Las empresas que son serias tienen seguridad», afirma. Pero

plantea otro ángulo de la cuestión: la responsabilidad de los propios trabajadores. «Se les dan botas de seguridad y no las ponen porque dicen que son muy duras, que cansan mucho el pie. El casco, porque no lo soportan. Amarrados no quieren trabajar. Para mí, en eso, el personal tiene mucha responsabilidad. Tanto o más que la empresa. Las que yo conozco les dan medios para la seguridad, lo que pasa es que hay que usarlos», concluye.

eso en la obra no vale. Preguntas y te dicen: No, mira, levantamos un tabique hasta un metro de altura aproximadamente, llega la hora y venga, a quitar, a desarmar, a limpiar los ladrillos porque al día siguiente tienen que valer otra vez. Y así no se puede aprender. Una vez vinieron unos chicos a una obra donde yo estaba, montaron un pilar con unas chapas, echaron el hormigón y se les abría por abajo. No sabían cerrar un pilar abajo. Ahora sí, si son buenos chavales, si son obedientes, si tienen interés en aprender, aprenden». Es cierto, también, que la desaparición de la categoría del aprendiz se extiende a muchas profesiones, transformándolo en un fenómeno global. Paco Cabal sonríe y asegura: «Es normal que no haya ofiMás práctica ciales, son todos especialistas. Ahora El gran número de obras que hay en la gente no se forma. Y no sólo en marcha pone de manifiesto una de las obras. Desde que se quitaron los las carencias de la profesión, en la aprendizajes, en los talleres de ebaque todos los encargados parecen nistería, de relojería, de peluquería, ponerse de acuerdo: la falta de oficomenzó a registrarse la falta de oficiales de primera categoría. Pero a ciales. Antes, en una peluquería, la hora de buscar las raíces del procuando te cortaban el pelo, había blema, las opiniones están divididas. un chaval que te sacudía el cepillo Hay quienes señalan que es el Estapor la espalda. Pero estaba fijándoClaudio Tena, de espaldas a la obra do el principal responsable, ya que se y a los veinte años era un oficial que le ocupa actualmente (polígono iguala los salarios de los aprendices de miedo. Ahora tienen que ir a la de La Florida, en Oviedo), resume en dos al de los oficiales. Otros no dejan de academia». Y agrega: «La calidad de pacientes palabras su actitud ante el indicar que las constructoras, frenlos oficiales, indiscutiblemente, era trabajo: «Aguantar mucho». te a esta situación, evitan contratar la de antes». a jóvenes sin experiencia que pue¿La solución? Aunque algunos, dan comenzar su aprendizaje a pie con razón y con nostalgia, sostienen de obra. que es necesario volver al pasado, la Tena desgrana anécdotas sobre la deficiente formación prácHistoria no parece dispuesta a permitir esas licencias. Lo que tica que cree que reciben los jóvenes antes de comenzar a trasí es cierto es que estos hombres, los capataces de hoy, tienen bajar y agrega un condimento más a los tantos que tiene que mucho que aportar en ese trayecto. Quizás en la combinación tener el capataz: la disposición a enseñar. «No vienen preparade ambos métodos y caminos de formación esté la clave para dos. No saben poner una mira. Quítalos de poner cuatro ladriconjugar la calidad de los profesionales con los tiempos y la prellos a media asta y no saben tabicar. Sólo conocen la teoría. Y mura que exige la época. A música del futuro. Pero para él, las soluciones a los avances son sencillas: «Edificación es subir pisos para arriba. No tiene mucho más secreto», sostiene. Los cambios tecnológicos y la organización del trabajo han impuesto una consigna: se trabaja con menos hombres y más rápido. Las obras que antes requerían cincuenta hombres ven reducidas sus plantillas a una decena. «Antes, todo el mundo admiraba las máquinas con que se trabajaba en Alemania. Llegaron aquí y, ¿qué creíais?, ¿qué?, ¿iban a dejar al personal mirando cómo trabajaban? Ahora un hombre hace el trabajo de catorce, más rápido y mejor. Ése es el problema. La tecnología es buena, pero que no quite el trabajo», reivindica Cabal.

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FORMACIÓN

Al ritmo de los avances

Seguridad, peritaciones y patologías en la construcción El Colegio de Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias desarrolla una importante tarea de formación encaminada a una mejor preparación de sus asociados en el campo profesional. Los cursos están organizados y coordinados por el Área de Cultura del Colegio, en colaboración con otros departamentos, y son en su mayoría gratuitos. Texto: Natanael Rodríguez • Fotos: Archivo Colegio • Ilustración: Rubén Megido

La demanda de los diferentes programas desarrollados hasta la fecha en la presente legislatura ha desbordado todas las expectativas, hasta el punto de que algunos de ellos han debido repetirse para permitir la incorporación de aquellos colegiados que no pudieron inscribirse en una primera convocatoria. Especial interés han despertado las Jornadas Técnicas sobre Procedimientos Constructivos celebradas entre el 22 y 28 de noviembre y que se repitieron a mediados del pasado mes de diciembre. El arquitecto técnico debe estar en constante formación porque continuamente se incorpora nueva tecnología a su campo de trabajo. Jornadas como las anteriormente citadas son impartidas, por lo general, por técnicos del área del fabricante y garantizan ese acceso a las novedades del mercado. Cada año pueden surgir cinco o seis materiales o procedimientos novedosos con tecnología totalmente distinta a la que se venía empleando, por eso resulta tan importante ponerse al día. La reciente inauguración de las nuevas instalaciones del Colegio permitirá aumentar estas actividades formativas, que en próximas fechas contarán con una Secretaría Técnica para su coordinación.

Trabajar seguros Desde el Colegio se ha constatado la importancia de estos cursos en la preparación efectiva del arquitecto técnico, máxime cuando las diferentes normativas parecen ampliar el grado de responsabilidad del aparejador dentro del proceso constructivo. Sin ir más lejos, la más reciente legislación sobre Seguridad en el Trabajo, a través del Decreto 1627 /97, atribuye al arquitecto técnico unas responsabilidades especiales en la construc-

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ción, tanto de coordinación de la seguridad en fase de proyecto como en la fase de ejecución. Atribuciones que, por cierto, son plenamente ratificadas por la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE). Desde el año 1986, los arquitectos técnicos vienen ejerciendo el control de la seguridad y salud en las obras sin necesidad de recibir una formación superior complementaria a la ya aportada en la Escuela Técnica Universitaria pero, como reconoce el vocal de Relaciones Colegiales, José Luís García Sambade, la nueva legislación de Seguridad y Salud, promulgada a partir del año 95, «ha complicado mucho las cosas y fue necesario adaptar los conocimientos técnicos al nuevo marco legislativo. Tenemos que saber no sólo de seguridad, sino también de higiene, ergonomía e incluso psicosociología en el trabajo». En Asturias se hicieron varios cursos sobre seguridad en la construcción, pero destacan especialmente dos, con 600 horas lectivas cada uno de ellos, donde se han formado, alrededor de 250 colegiados con la titulación oficial correspondiente a Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales. «La formación en esta materia no era una prioridad hace quince años porque tampoco la sociedad reclamaba los niveles de seguridad que se exigen en la actualidad. Hoy día, los accidentes en la construcción se han incrementado de forma notable y su prevención requiere gente realmente preparada y personas que comprendan que se trata de algo necesario y rentable», enfatiza Sambade. Lo cierto es que cuesta menos tomar las medidas de seguridad necesarias en una obra que la reparación de los problemas que acarrea esa negligencia. Las leyes se han endurecido mucho y cualquier formación complementaria es de agradecer.


FORMACIÓN

Cualquier miembro del Colegio puede asistir a los cursos, que son en su mayoría gratuitos.

Saber «dar la cara» Aparte de incidir en este aspecto de la seguridad, desde el Colegio también se recuerdan los importantes cambios que se han producido con la Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, modificaciones que también requieren mayor preparación en temas jurídicos, caso de los informes periciales. Hasta ahora, estos informes se daban por escrito, lo que permitía al arquitecto técnico leerlos con detenimiento y prepararlos adecuadamente. La nueva ley, sin embargo, contempla la posibilidad de celebrar careos entre peritos de la parte demandada y de la demandante. Esta circunstancia puede conducir a sorpresas desagradables para el profesional, que deberá sumar a sus consabidos conocimientos técnicos un cierto bagaje en materia jurídica. Se han celebrado ya, con notable éxito, dos cursos sobre el nuevo procedimiento, contando con la presencia de magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Asturias en las que participó el propio presidente del Tribunal, José Antonio Seijas Quintana. Precisamente, el tema de las peritaciones entronca muy directamente con la patología de la construcción: fisuras y grietas en elementos constructivos, desprendimientos de facha-

La formación debería abarcar campos más allá de la seguridad, como la higiene, la ergonomía e incluso psicosociología en el trabajo da, asentamientos, dilataciones... Especial atención merecen, en este sentido, las humedades de condensación.

El problema de las humedades Hay muchas demandas sobre defectos de proyecto y de ejecución que requieren el testimonio del arquitecto técnico, aunque, como matiza Sambade, «no todas son fundadas». Las más comunes tienen como origen las humedades, un tema sobre el que periódicamente se imparten cursos en el Colegio, al ser el problema más grave en cuanto a reclamaciones se refiere. «Las humedades de condensación en las viviendas nuevas son prácticamente inevitables, por la humedad que se genera en el proceso constructivo: son litros y litros de agua los que añadimos a los materiales, y ésta tarda un par de años en evaporarse, en

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FORMACIÓN SEGURIDAD, PERITACIONES Y PATOLOGÍAS...

José Luis Sambade (dcha.) junto a los dos ponentes de la última jornada técnica sobre morteros celebrada el pasado noviembre.

¿Qué dicen los asistentes? Rosa Montes es una de las colegiadas que realizaron el curso de Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales. «Para mí es un curso muy bueno, a nivel laboral te abre muchas puertas, tiene una salida muy grande. Y en el plano personal, creo que el tema de la seguridad en el trabajo es fundamental», explica. José Antonio Cosío intenta acudir a todos los cursos y jornadas que ofrece el Colegio: «Creo que la formación y mantenerse al día es importante», aclara. Asistió a las dos jornadas sobre peritos judiciales y su opinión

sobre ellas es positiva: «Fueron una charlas interesantes, asistieron magistrados que trataron el tema de forma clara y concisa y eso ayudó a comprender conceptos», opina. Y a las últimas jornadas sobre arcilla y monocapa asistió Adolfo Prendes. «Muy buenas, aunque pienso que deberían ser más largas, duran poco tiempo. Creo que todos los problemas que surgen en la profesión tienen una solución y eso es más importante que vender un producto. Por eso es necesario dedicar más tiempo a las patologías», dice.

condiciones normales de ventilación. A esto hay que añadir la aportación de vapor de agua generada en la vida diaria: el planchado, el lavado, las duchas, la propia transpiración y todo ello en un compartimento absolutamente estanco creado por las modernas carpinterías de PVC y de aluminio y los aislamientos. ¿Qué pasa? Que esa humedad no sale y se acaba manifestando en los techos y las paredes. Lo que hay que explicarle al cliente es que no se debería usar la casa en dos años pero, claro, eso choca con la situación particular de muchos compradores que necesitan habitar la vivienda inmediatamente. En definitiva, se construye y se habita demasiado rápido». El vocal de relaciones colegiales insiste en que la única vía para tratar de evitar una demanda por humedades o por cualquier otra patología es formar al arquitecto técnico «en el origen de este tipo de problemas para poder explicárselo a la gente, para que pueda orientarles sobre cómo tienen que utilizar la vivienda en los primeros años de vida, sobre su mantenimiento, sobre el uso correcto de la ventilación o que, por ejemplo, no pueden poner la calefacción a tope porque se les levanta el parqué». Parece claro que la construcción es un proceso muy complejo, con varios protagonistas en escena y que se basa, mayoritariamente, en procedimientos artesanales, lo que propicia no pocas veces una larga lista de pequeños inconvenientes para

Cada año pueden surgir cinco o seis materiales o procedimientos novedosos, por eso resulta tan importante ponerse al día el cliente que pueden acabar en los tribunales si desde la parte acreditada no se dan argumentos consistentes para tranquilizar los ánimos de quien paga.

Otros cursos Complementariamente a los cursos «estrella» relacionados con seguridad en el trabajo, peritaciones y patologías, hay que atender a esa formación adicional que supone el dominio de la informática o de un segundo idioma. El Colegio de Arquitectos Técnicos de Asturias, a través de acuerdos con academias privadas, facilita a sus asociados la posibilidad de aprender inglés o alemán y perfeccionar sus conocimientos informáticos en aquellas materias más cercanas a la profesión, como pueden ser el cálculo de estructuras, el manejo de las bases de datos de precios de la edificación o la creación de programas de diseño.A

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CARAS NUEVAS

Primeras impresiones

De cómo cinco aparejadore Arancha, Alberto, Antonio, Lucía y Luis. Aún están a mitad de camino, pero todos esperan llegar a lo más alto.

Luis y Alberto

tienen 29 años. Los dos estudiaron en A Coruña y mientras que a Alberto, de mente inquieta, le encanta colgarse la mochila y viajar, a Luis con un buen libro se le pasan las horas volando. Antonio va camino de los 27, estudió en Granada y como buen cordobés, le apasionan los caballos. Arancha acaba de volver de Burgos, donde se formó. En sus ratos libres lo que más le gusta es ver un poco la tele. Lucía es la benjamín del grupo. Con 25 años sueña con llevar a cabo la restauración de una gran obra. Los cinco tienen algo en común: sus estudios de Arquitectura Técnica. Pero, también, distintos puntos de vista sobre la profesión.

¿Vocación o chiripa? Están contentos con su elección profesional, aunque reconocen que no tenían ni idea de dónde se metían en el momento en el que decidieron enfrentarse a los libros de Arquitectura

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Técnica. «Unos buenos tochos», recuerdan. Alberto tenía claro que quería estar una temporada fuera de casa, pasar unos años lejos, y le gustaba la carrera de Ciencias del Mar. «Pero no me admitieron en ninguna facultad. Mi padre tiene una empresa de construcción y decidí irme a A Coruña para seguir sus pasos. Reconozco que lo mío no es vocacional», explica. En su caso, Arancha pasaba de letras, se le daba bien el dibujo, pero hasta que no estuvo dentro no se dio cuenta de que le gustaba. Para Lucía la cosa estaba mucho más clara: «Influyó mucho la tradición familiar, mi padre y mi tío son constructores, desde pequeña sabía que iba a ser aparejadora». Antonio estudió delineación y, según él, «una cosa llevó a la otra». Y para Luis, el deseo de hacer una carrera técnica, sumado a que quería estar unos años en otra ciudad, le llevaron a los estudios de aparejador: «Yo quería algo que tuviera salida, buenas perspectivas al terminar. La vocación la encontré allí».


CARAS NUEVAS

s aterrizan en la profesión Desde el siglo xv, fecha en la que se tiene constancia de la aparición del primer aparejador, hasta hoy, han pasado muchos años y muchas generaciones de profesionales. Y cada una es distinta. Su educación, sus valores, sus proyectos y expectativas están estrechamente relacionados con la época que les ha tocado vivir. Antonio, Arancha, Alberto, Lucía y Luis son cinco jóvenes, cinco arquitectos técnicos, prácticamente recién salidos de la facultad. Todavía están aterrizando.

Arancha Martínez Pastor

Luis Manuel Villanueva

Texto: Isabel González • Fotografías: Arte Facto

Arancha Martínez Pastor: «Voy a Aquellos maravillosos años... Con los años estudiantiles todavía calientes, no dejan de echarlos de menos. Sus primeras impresiones cuando llegaron a su lugar de destino las comentan entre risas. Antonio lo tenía muy claro: «No sabía dónde me metía, no tenía ni idea de qué iba a pasar de ese momento en adelante». Para Arancha, lo importante era aprobar una en febrero y evitar que la echasen, pero antes de acabar el primer curso se llevo una sorpresa. «Descubrí que estaba donde tenía que estar, que me encantaba la carrera». No fue fácil, y en más de una ocasión pensaron en tirar la toalla. «A mi me volvían loco las asignaturas llave. En A Coruña es muy común tener suspensas esas asignaturas. Da igual que apruebes las dos siguientes si suspendes la primera», comenta Alberto. Pero ninguno está arrepentido de haber escogido esta profesión y volverían a vivir sus años universitarios, aunque cam-

trabajar duro hasta conseguir estar a pie de obra. Y que se sepa lo que me costó, aunque luego me pase todas las noches llorando».

Luis Manuel Villanueva: «Los más jóvenes tenemos que echarnos una mano para conseguir hacernos un hueco».

biarían algunas cosas de la carrera. Lucía piensa que todo es muy teórico, que no enseñan la realidad. Y Luis va más allá: «Creo que se necesita una asignatura sobre psicología. Un jefe de obra tiene que relacionarse con mucha gente de ámbitos muy diferentes, desde un peón hasta un arquitecto, y hay que tener mucha mano izquierda. Eso deberían enseñarlo de

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CARAS NUEVAS DE CÓMO CINCO APAREJADORES...

alguna manera». Antonio y Alberto creen que, durante los años de la carrera, aunque se preparan muy bien técnicamente, falta experiencia, prácticas. «Sales sin saber lo que es el trabajo y lo malo es que no tienes confianza en ti mismo», critica Antonio.

José Alberto Roza Cascallana

¿Curro? Los cinco están trabajando prácticamente desde que acabaron en la facultad. Antonio estuvo dos años en una empresa constructora, donde reconoce que se aprende mucho, y ahora está en un estudio de Arquitectura. «Cuando me ofrecieron este trabajo no me lo pensé. Donde esté la calidad de vida de un estudio... Vacaciones, sueldo y horario fijo. No me dejo llevar tanto por la pasión de mi profesión, soy mucho más práctico». Nada que ver con Alberto: «Yo prefiero la obra, llevarlo todo, desde la edificación hasta arreglar una gotera, estar siempre subido en algún lado. Reconozco que es muy importante tener el incentivo de que la empresa en la que trabajas es tuya y por eso miras más por ella. Trabajar para uno mismo es una maravilla, pero también es un arma de doble filo porque te exiges más. Para mí lo importante es aprender y pelear. No me gusta acomodarme». Luis tuvo sus primeros pinitos como tasador y también dio clases durante una temporada, pero un día le llegó el momento que estaba esperando: «Aprovechando que había mucha obra, mucho trabajo, busqué la más grande y compleja. Hoy estoy con otro aparejador, ya veterano, intentando aprender de él y de la obra todo lo que puedo». Las chicas no están tan contentas como ellos. Arancha trabaja como tasadora y en su momento fue monitora. «La docencia no está mal pero yo no estudié para eso». A las dos lo que les gustaría es trabajar en obra. Está

claro: «Económicamente hablando, hay otras muchas cosas mejores en esta profesión que ser jefe de obra, pero eso es para lo que realmente estudié», zanja Lucía. Todos se ponen de acuerdo al hablar de la situación laboral en Asturias. Trabajo hay, y mucho, pero ellas lo tienen más crudo. Dice Arancha que «sí que hay trabajo, pero a nosotras, como chicas, se nos cierran puertas antes de poder demostrar lo que valemos. Para estar en una oficina sí que servimos, pero


DE CÓMO CINCO APAREJADORES... CARAS NUEVAS

Antonio Carmona Contreras

Lucía Pérez Gascón

José Alberto Roza Cascallana: «Para mí lo importante es aprender y pelear. No me gusta acomodarme, a mí en la obra me gusta llevarlo todo». Lucía Pérez Gascón: «No sé si me superará la presión psicológica, pero tengo que intentarlo, tengo que saber lo que es ser jefe de obra». Antonio Carmona Contreras: «No me dejo llevar tanto por la pasión de mi profesión, soy mucho más práctico y busco calidad de vida».

Todos se ponen de acuerdo al hablar de la situación laboral en Asturias. Trabajo hay, y mucho, pero ellas lo tienen mucho más crudo nadie nos da la posibilidad de trabajar a pie de obra, que es lo que queremos. Yo voy a trabajar duro hasta conseguirlo. Y que se sepa lo que me costó, aunque luego me pase todas las noches llorando». Los chicos asienten con la cabeza y dicen estar de acuerdo. Alberto asegura que, como constructor, él preferiría contratar a una mujer, porque «son mucho más competitivas y tienen más carácter». ¿Y por qué no se hace? «Porque un hombre acepta mejor las órdenes de otro hombre que las de una mujer, y dentro del mundo de la construcción casi todo son hombres. Es muy raro verlas a ellas ocupando el puesto de albañil o de peón. Aunque las hay». Luis apoya a su compañero: «En una obra el 100 % de las personas con las que tratas son hombres, y la mujer está fuera de sitio. Por desgracia, una mujer tiene que demostrar cosas que en ellos se dan por supuestas». No hay más que oír a Lucía: «Tú por ser mujer si el primer día tienes un fallo ya puedes coger la puerta, y tienes que estar demostrando continuamente que vales para el puesto. No sé si me superará la presión psicológica pero tengo que intentarlo». Pero parece que las cosas en el sur no están tan chungas. Allí, por lo que dice Antonio, «la mujer sí que trabaja a pie de obra. Y no creo que sea por falta de gente. Creo que es algo generacional y que evolucionará». También Luis cree que la situación cambiará. «Hay muchas más chicas que chicos estudiando esta profesión, y eso dice mucho en su favor. De todas formas, el sector es muy versátil. Y para ser jefe de obra no necesitas ser aparejador. Otra cosa es que contraten aparejadores porque la formación es la más ade-

cuada. Nosotros tenemos que aprovechar todas las oportunidades que vengan, tanto si son a pie de obra, como si no. Debemos fijarnos y aprender de los veteranos, pero ellos ya tienen su vida solucionada. La gente de nuestra edad tiene que echarse una mano para poder ganarse un hueco».

Y mañana, ¿qué? En cuanto al futuro profesional, cada uno fija sus expectativas teniendo en cuenta su situación actual. Arancha y Lucía no tienen dudas y ambas quieren tener la posibilidad de trabajar en obra. Antonio sigue siendo práctico: «Ganar dinero. Al igual que el empresario barre para su casa, yo barro para la mía. Por eso quiero seguir trabajando en un estudio de arquitectos. No podemos olvidar que son ellos los que se adjudican los proyectos». Alberto tiene sus dudas. «En realidad no lo sé. Supongo que seguiré trabajando con mi padre y luchando por la empresa. Pero no me gusta plantearme qué voy a hacer el día de mañana». Luis continuará haciendo obra hasta que caiga sobre sus espaldas toda la responsabilidad. Pero también son soñadores. Quieren llevar a cabo ese proyecto por el que, tal vez, y sin ellos saberlo, eligieron esta profesión. A Lucía y Luis les gustaría poder trabajar en un proceso de restauración de un edificio emblemático. A Arancha también le gusta la restauración, y cada vez que habla de ello le viene a la mente la Universidad Laboral de Gijón. Y Alberto se inclina, tal vez por su afición a viajar, por marcharse a Marruecos y montar allí otra empresa de construcción. A

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OTRO ÁNGULO

La seguridad como vínculo

Aparejadores y bomberos dos profesiones complementarias. Son equipos de salvamento ajenos al sector de la construcción pero nunca lo pierden de vista. Una frase como ésta: «Los nuevos materiales, más inflamables, hacen que los incendios sean más graves», pone de manifiesto la relación entre el trabajo de los aparejadores técnicos y los servicios de bomberos. Texto: Natanael Rodríguez • Fotos: Paco García

La del bombero es quizá una de las profesiones que más capacidad de arrojo y decisión requiere. Coexisten con el peligro. La historia nos ha aportado infinidad de ejemplos, el más reciente, el ocurrido el pasado once de septiembre en Nueva York. Medio millar de bomberos quedaron sepultados bajo las ruinas de las Torres Gemelas, que en espacio de apenas una hora se convirtieron en una montaña de escombros. Pero hasta entonces, aquellos hombres salvaron muchas vidas. Lo cierto es que hubo un exceso de confianza, se pensó que la estructura de ambos edificios aguantaría un poco más. No fue así. «Eran dos construcciones de los años 70 y sus medidas de protección seguramente no estaban pensadas para que se produjera un incendio de esas características. Con fuego en la planta 80 y dos mil o tres mil personas allí arriba, no te lo piensas dos veces y dices, ‘bueno, esto aguantará por lo menos hora y media...’, pero no hay estructura metálica que lo soporte: a unos determinados grados ésta pierde la mitad de su resistencia. Además, hay que tener en cuenta que por encima de esa planta hay una carga de peso todavía muy ele-

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vada», explica Víctor Menéndez, responsable del Cuerpo de Bomberos de Gijón. Muchas personas se hubieran salvado, dice, «si los bomberos hubiesen contado con ascensores de emergencia para poder acceder a las zonas altas del edificio».

Nuevas ideas, nuevas exigencias La evolución técnica experimentada por los Cuerpos de Bomberos en los últimos años ha permitido evitar o aminorar los efectos de muchos accidentes. En situaciones menos «apocalípticas» que la del 11 de septiembre, la organización y las tácticas empleadas están más claras. Actualmente, el asesoramiento técnico resulta imprescindible. No es casualidad que desde hace tiempo, la mayoría de los responsables del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Oviedo hayan sido arquitectos técnicos. A ellos corresponde el análisis del estado de los edificios, la aplicación de las condiciones de protección contra incendios o la responsabilidad de evacuación tras un fuego. Pero, además, son los encargados de estudiar los movimientos de tierras, los desprendimientos de fachadas, las posibles grietas, la consistencia de

Un equipo de bomberos en tiempo de entrenamiento. Algunos parques han creado bases de datos con información sobre determinados edificios de la ciudad donde actúan, catalogados en función de su altura, nivel de aglomeración (cines, salas de fiestas, teatros) y antigüedad.


CON HISTORIA

las estructuras... todas aquellas medidas que permiten evaluar desde un punto de vista técnico el comportamiento general de un edificio ante un siniestro. «En el cuadro de bomberos de cualquier ciudad, y no lo digo por corporativismo, es imprescindible la presencia de un arquitecto técnico, porque somos los únicos peritos en materiales de construcción y conocemos realmente lo que pueden dar de sí», señala Manuel Morales, jefe del Cuerpo de Bomberos de Oviedo. Afortunadamente, los profesionales de la construcción han tomado conciencia de que es mucho más barato invertir en seguridad que en repa-

ración de daños, y casi nadie se arriesga a incumplir las Condiciones de Protección Contra Incendios (CPI) o las normativas de seguridad contempladas en cualquier legislación al respecto. Otra cosa son los edificios antiguos, donde los escollos a veces son inevitables: «En los núcleos viejos de la ciudad hay que intensificar los controles periódicos por razones obvias. Recuerdo que en mi primera etapa en este cargo, hacia principios de los 70, no había día que no tuviéramos una salida a algún inmueble de la zona antigua por culpa de las chimeneas que se construían entonces», apunta Morales. Actualmente hay

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OTRO ÁNGULO APAREJADORES Y BOMBEROS

Seguridad e innovación se dan la mano

Manuel Morales

menos incendios, pero también son más graves porque los materiales son más inflamables, especialmente cuando se trata de los fabricados con derivados del petróleo. Hace años no existía ninguna normativa de protección contra incendios en los edificios y desde los servicios de extinción y los colegios técnicos, tanto de aparejadores como de ingenieros, en colaboración con la Administración, nació a principios de los años ochenta la Primera Norma de Protección Contra Incendios. Aquel texto no era de obligado cumplimiento, sino orientativo, y no fue hasta 1991 cuando tuvo un carácter obligatorio. Progresivamente, se fueron incorporando a ese reglamento diferentes epígrafes, a tenor de la aparición de elementos constructivos. A nuevos tiempos, nuevas ideas y, por supuesto, nuevas exigencias en materia de seguridad. Cualquier proyecto que se quiera poner en marcha debe cumplir las Condiciones de Protección contra Incendios de 1996, el último texto reformado de aquella primera norma y en donde se establecen las CPI en los edificios según sus diferentes usos: vivienda, administrativo, garaje y residencial. Además, en un reglamento aparte, se han redactado no hace mucho las condiciones para aquellos edificios de uso industrial. No parece extraño, por tanto, que desde los colegios técnicos se incida en una materia que, junto con la seguridad en el trabajo y la preparación en asuntos jurídicos, constituye uno de los ejes formativos. Tradicionalmente, la verificación efectiva sobre el cumplimiento en un edificio de todas las Condiciones de Protección

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Manuel Morales, jefe del Cuerpo de Bomberos de Oviedo: «En el cuadro de bomberos de cualquier ciudad es imprescindible la presencia de un arquitecto técnico. Son los únicos peritos en materiales de construcción y conocen realmente lo que éstos pueden dar de sí». «Desde el punto de vista del bombero, la seguridad en los edificios a partir del año 90 ha mejorado notablemente. La ley exige unas medidas de seguridad que antes no existían, y eso nos facilita mucho el trabajo», apunta Víctor Menéndez, responsable del Cuerpo de Bomberos de Gijón.

Víctor Menéndez

lentes en circunstancias extremas y con diferentes escenarios: un edificio, una nave industrial o incluso a decenas de metros bajo tierra en una mina. Cuando se llega a un siniestro con personas en peligro, las decisiones a tomar por un bombero son vitales. Llegar al lugar de los hechos con una idea aproximada de lo que se va a encontrar resulta de gran ayuda, sobre todo cuando se trata de accidentes (incendios, derrumbamientos, desprendimientos de fachada) en inmuebles. Algunos parques de bomberos han creado bases de datos con información sobre determinados edificios de la ciudad, catalogados en función de su altura (los de más de ocho plantas se consideran de riesgo singular), su nivel de aglomeración (cines, salas de fiestas, teatros) o su antigüedad. «Un sistema que se utiliza desde hace tiempo en ciudades como Madrid o Barcelona y que aquí, en Gijón, comenzamos a desarrollar hace unos meses a través de la Oficina de Prevención». Aunque también es cierto que, en la práctica, no resulta fácil actuar de manera «científica». Cada siniestro es una caja de sorpresas y, ¿cuál es el protocolo a seguir?

Suena la alarma

Contra Incendios correspondía a los técnicos del Parque de Bomberos, aunque en muchas ciudades, es el caso de Oviedo y Gijón, esa responsabilidad la asume, desde no hace mucho tiempo, el propio ayuntamiento.

Conoce a tu enemigo En una situación de emergencia, el bombero debe decidir en cuestión de segundos cómo actuar. Su intervención va a depender de una serie de prioridades: el movimiento de personas y cargas y su evacuación, la extinción del fuego, el apuntalamiento de paredes ante posibles derribos y el abastecimiento de agua, entre otras cosas. Todas ellas intervenciones poliva-

Los bomberos trabajan entre seis y siete días al mes en jornadas laborales de 24 horas. El parque es su base de operaciones, el lugar donde permanecen alerta ante cualquier emergencia. Hay días duros y agotadores, por ejemplo cuando se producen temporales de viento y lluvia que provocan caída de arboles o inundaciones en casas y alcantarillado. Los miembros de un turno suelen tener programadas una serie de prácticas para mantenerse en forma. Se ejercitan con una o dos horas de gimnasia diarias, además de ensayar algunas de sus actuaciones: ascensión y rapel (descenso) de cuerdas, tala de troncos, simulacros de subida a edificios y evacuación, haciendo uso de la escalera mecánica y de su cesta correspondiente; prácticas de excarcelación, apuntalamientos... pero todo pasa a segundo plano cuando suenan los timbres. La llamada es recogida por un telefonista en la central del parque. Éste, a su vez, comunica la contingencia al mando, quien trata de recopilar toda la información posible. El primer camión que sale del parque está formado por un grupo de siete u ocho bomberos con su correspondiente equipo autónomo. Dependiendo de la magnitud del incendio, se tomará la decisión o no de incorporar más personal y solicitar el


La actuación de los bomberos siempre se desarrolla por parejas, generalmente distribuidos en tres equipos: salvamento y rescate, extinción y abastecimiento de agua.

apoyo de camión cuba, más lento que los vehículos de extinción normales. Dos de los grandes inconvenientes cuando se produce una salida son el recorrido de los camiones por el casco urbano y, una vez en el lugar de los hechos, la dificultad para acceder a la fachada del edificio. La decisión final, en cualquier caso, corresponde al jefe de dotación, generalmente un teniente o un cabo. «Hay que tomar las decisiones importantes en medio minuto: por dónde voy a atacar y cómo, si tengo personas en peligro y en qué estado se encuentran, porque normalmente tienen un grado de nerviosismo que roza la histeria, además hay que asignar responsabilidades a la dotación. Definir esa táctica es lo más difícil», explica Avelino González, sargento del Parque de Bomberos de Gijón, quien, como jefe de turno, ha tenido que rectificar más de una vez sobre la marcha en una salida: «Si te equivocas, es mejor que rectifiques sin que se entere nadie, si no creas tal caos, desorden y confusión entre tus propios compañeros que acabas pagando muy caro el error».

El «efecto chimenea» Una de las mayores preocupaciones en cualquier incendio que se declare es el comportamiento de los humos y los gases. Hasta el año 91, los edificios no tenían la obligación de disponer de escaleras protegidas, lo que causaba serios problemas a los bomberos porque se producía el llamado «efecto chimenea»: esos humos y gases ascendían por el hueco del ascensor y el de la propia escalera, impidiendo a las personas que se encontraban en plantas superiores a la que se declaraba el incendio evacuar el inmueble. «Cualquier persona que intente salir bajando por el hueco de la escalera lo va a tener muy difícil. Nuestro miedo viene por ahí y no tanto por la resistencia de las estructuras, que hoy, al fuego, es como mínimo hora y media. Nosotros, afortunadamente, llegamos mucho antes». La actuación de los bomberos siempre se desarrolla por parejas, generalmente distribuidos en tres equipos: el primero y fundamental el de salvamento y rescate,

Las estructuras de cualquier inmueble tienen hoy una resistencia al fuego de, como mínimo, hora y media. Los bomberos, afortunadamente, llegan mucho antes otro de extinción y un tercer equipo de abastecimiento de agua y aprovisionamiento, responsabilidad que normalmente asumen los conductores del camión. Es difícil que un edificio se resienta en su estructura debido al calor, ya que están especialmente diseñadas para soportar una importante carga de fuego. El caso de Nueva York podría calificarse de «desproporcionado» con respecto a cualquier otro incendio o catástrofe sucedida hasta la fecha. El protagonismo de los bomberos

fue incuestionable en aquella ocasión, pero antes y después de aquellos sucesos ha habido oportunidad de reconocer la importancia de su labor. Un grupo de bomberos asturianos cuenta que días después de producirse aquel atentado, y tras apagar un fuego sin importancia en un edificio, algunas personas que transitaban por la calle despidieron su intervención con aplausos. Desde entonces, reconocen, han podido explicar mucho mejor la verdadera naturaleza de su profesión. A

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ENTREVISTA

De ansiedad creativa

Ángeles Caso letra para la música. La escritora asturiana Ángeles Caso acaba de publicar Giuseppe Verdi, la intensa vida de un genio, primera biografía del compositor escrita en España. Con porte sereno y elegante, Ángeles Caso llegó puntual a su cita con Dovela, las cuatro de la tarde, al edificio de la Editorial Planeta, situado en una de las arterias principales de la capital. Enamorada de la ópera, y de Verdi en particular, conoce de memoria la respuesta a las preguntas que se repiten en las entrevistas. Escucha, sin embargo, con entusiasmo los nuevos apuntes a la pasión que la desborda por este genio del siglo xviii, mientras inhala humo como un acto también literario. Texto: Begoña Gutiérrez • Fotos: Miguel Córdoba

Ángeles tiene una exquisita formación musical y artística que imbrica, a la manera de los clásicos en la construcción de sus novelas, buscando la armonía como final último de la creación. Pero lo que más defiende es el compromiso con su tiempo y su espacio. Defiende la igualdad de la mujer, rechaza el machismo incluso aprehendido por el propio género que lo sufre y aboga por la universalidad, cuasi renacentista, de un mundo que políticamente será ecológico, según sus principios. Con la intención de no discriminar a las mujeres que cursan estudios de Arquitectura Técnica, el vocal de Cultura del Colegio de Aparejadores de Oviedo, Pepe Monteserín, propuso cambiar el nombre por el de Colegio de Aparejaduría, idea que de momento no ha cuajado. ¿Qué le parecería a usted este cambio? Me parece algo fantástico que alguien piense en que la discriminación muchas veces va implícita en el lenguaje. Además, Aparejaduría es una palabra difícil de pronunciar pero realmente muy bonita. Además de tener sonoridad tiene Historia, como que tiene árbol genealógico. ¿Realmente cree que una mujer que decide estudiar Arquitectura Técnica se siente discriminada porque la escuela tiene un nombre masculino? No, seguramente es un pequeño detalle, pero está muy bien que se piense en eso, porque la discriminación real, las mujeres las vivimos en otras cosas y mucho más hirientes. No sé en el mundo de la Arquitectura, porque lo desconozco, pero como en todos, en general, a las mujeres nos cuesta mucho más demostrar lo que valemos. Es una especie de combate en el que a veces acabamos exhaustas y realmente podemos ser igual de valiosas o más que un hombre.

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¿ Esta lucha acabará un día? Sí, claro, esto es un proceso que lleva un tiempo y que tiene mucha resistencia, que hay muchas ideas incrustadas en el cerebro por parte de las mujeres, incluso, y que no podemos evitar por ser adquisiciones culturales que forman parte de nuestra genética, lo que hace más difícil el cambio, pero se llegará a realizar la igualdad absoluta. Siempre se habla de Literatura de hombres y de mujeres, y a casi ninguna mujer le gusta esta diferenciación. Nos ofende profundamente, porque no se habla de Literatura de hombres y mujeres, sino que se habla de Literatura y Literatura de mujeres. Como si los libros escritos por escritoras fueran una especie de subgénero. Creo que una mujer puede hacer aposta una Literatura femenina y feminista, también un hombre puede hacer Literatura femenina y feminista y una mujer puede hacer Literatura neutra, o masculina, lo mismo que un hombre. Pero establecer esas diferencias me parece absurdo. Me pregunto si en otros campos, como el de la Arquitectura, se habla de Arquitectura femenina o masculina. Hay arquitectos y arquitectas buenos, malos y regulares, pero no hay líneas de diferenciación, como tampoco las hay en la música, en la ciencia, ni en otras muchas otras cosas. Por eso no deja de ser sorprendente que se hable de esta línea de diferenciación en la Literatura. Porque es muy un dominio muy machista. Evidentemente que es muy machista. Me he encontrado con amigos, que además no son personas muy convencionales, que me han reconocido que no leen literatura escrita por mujeres. En principio lo rechazan, y si tienen que comprar l


«Me gusta mucho la Arquitectura en espacios esféricos, que me parecen los más bellos que existen»

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ENTREVISTA ÁNGELES CASO

Seguridad e innovación se dan la mano

l un libro, eligen el de un hombre, o lo leen con prejuicios y esto es una realidad que se constata en las críticas. Yo, que las analizo me doy cuenta de que tratan un tipo diferente de adjetivos, que usan una especie de paternalismo despectivo que está ahí. Resulta curioso que los creadores traten así a las creadoras, cuando algunos de los más grandes maestros, por ejemplo Rilke, reconocieron que la creación era femenina y que el futuro estaría en las mujeres. En realidad no creo que los escritores establezcan estas diferencias. Es algo mucho más del mundillo que rodea a la Literatura. Hay algunos, pero no es un problema de los escritores sino más bien del público lector y del ambiente que rodea a los escritores y escritoras. ¿ Le falta algo por conocer de Giuseppe Verdi? Un personaje no se agota nunca y un personaje que además es un creador se agota mucho menos. Las óperas de Verdi, cuanto más las oyes, más cosas te sugieren; cuanto más las escuchas, más cosas te dicen. Además, no es lo mismo escucharlas a los veinte, que a los treinta, que a los cincuenta. ¿Por qué Verdi? Soy una apasionada de la ópera, y de Verdi en particular. El año pasado se celebró el centenario de su muerte y en España hay poca tradición de escribir sobre música y sobre músicos,

Siempre se ha dicho que es más fácil crear en contra de los regímenes que vigilan la creación que a favor, no lo sé. Pero lo cierto es que crean artistas comprometidos. Verdi fue un artista comprometido, en cada una de las óperas ves a un hombre comprometido con su pueblo, con su país. Traviatta, que vemos como una historia de amor, era una denuncia de la hipocresía y de la corrupción de aquella época. En ese sentido, las épocas más agitadas políticamente, sí producen más y mejores artistas comprometidos. ¿Su formación como historiadora del Arte influye en la manera de construir las novelas? A veces intento tener referentes formales en el mundo del arte. Sobre todo el sentido de la armonía, que he valorado muchísimo en el arte y la arquitectura. Como decían los griegos, la armonía debía de ser un elemento siempre presente en todo lo que se construye, lo que en los últimos tiempos se ha dejado de hacer. Me gustan que los capítulos duren más o menos el mismo número de páginas. Tiendo a la estructura circular, buscando de esta manera la armonía. Me gusta empezar en un punto, desarrollarlo y terminar en el punto de inicio. También me gusta mucho la arquitectura de la obra en los espacios esféricos, que me parecen los más bellos que existe. Por ejemplo, el gran mito es en Partenón de Atenas, donde no hay esquinas.

«A Verdi lo despidieron más de 300.000 personas en Milán cantando Il va pensiero; impensable en estos días, ni siquiera con una estrella del rock o del pop» fuera de lo que sea el ámbito académico. Sin embargo, lo que más me motivó es que no había ninguna biografía del compositor italiano escrita desde España y él tuvo mucho que ver con España. Cuatro de sus óperas fueron de tema español. ¿Cómo era Verdi? Era una persona sobria, estoica, pero que tenía muy claro cómo le gustaba vivir, aunque conocía muy bien lo que era el sufrimiento: había vivido una tragedia muy fuerte cuando era muy joven. Perdió a su mujer y a sus dos hijos antes de cumplir los 26 años. Es una tragedia de la que muy pocos seres humanos nos hubiéramos recuperado. Él lo consiguió, pero efectivamente el sentimiento pesimista de la vida y ese conocimiento de la trascendencia de las cosas y la intrascendencia de otras lo tenía muy claro. ¿Cree que este siglo va a producir un personaje como Verdi? Es difícil, porque nos hemos acostumbrado a ver la ópera como un ámbito arqueológico, prestamos muy poco interés a la música culta del presente quedándonos más en la del pasado. A Verdi lo despidieron más de 300.000 personas en Milán cantando Il va pensiero, impensable en estos días, ni siquiera con una estrella del rock o del pop. ¿Tiene que darse una situación de conflicto político o social para propiciar la creación? No necesariamente. Hay grandes creadores que tuvieron vidas muy apacibles, muy burguesas, tranquilas y sosegadas, en lo económico y personal, e hicieron cosas maravillosas. El creador, además de usar la experiencia, utiliza mucho la observación de los demás y si consigue comprender lo que les pasa y encuentra la forma de narrarlo, no se necesitan de conflictos e inestabilidades que a veces pueden perjudicar la obra del creador. ¿Y en cuanto a los países?

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¿Por qué decide dedicarse a la literatura, habiendo hecho Historia del Arte? Me centré en la Literatura por la influencia de mi padre, que era catedrático de Literatura, pero mi ansia creativa hubiera quedado igual de satisfecha si me hubiera dedicado a la música, la arquitectura, el arte o la pintura. Pero de todas las formas, siempre me han interesado mucho las corrientes artísticas, en las que se implican unas con otras, como las Vanguardias de primeros de siglo, o el Renacimiento Florentino del xv, donde todos los artistas hablan y debaten a la vez. ¿Tiene algún rincón de la casa favorito donde escribir? Tengo pocas manías en ese sentido. Tengo una zona de trabajo, bajo cubierta que llaman los arquitectos, donde trabajo, pero puedo trabajar en cualquier sitio de la casa. Trabajo con un ordenador portátil y normalmente me muevo. A veces trabajo en el salón, otras en la cocina. En eso nos diferenciamos los hombres escritores de las mujeres escritoras. Ellos normalmente llegan y se encierran en su despacho. Nosotras nos implicamos en la vida de la casa, sobre todo si eres madre, como es mi caso, y a veces trabajo en la cocina, mientras me ocupo de que no se queme lo que está en el fuego. ¡Qué bonito! No sé si es muy bonito. A veces envidio la suerte de los hombres. Pero en ese sentido, soy muy flexible, me muevo mucho por la casa. Pero donde mejor trabajo es en el campo, en Asturias. No sé si porque es el campo, o porque es Asturias, pero siento una gran necesidad de tomar contacto con la naturaleza; el tiempo transcurre de otra manera. ¿Es contradictorio ser ecologista y fumar? Creo que no tiene nada que ver. De mis amigos que tengo ecologistas casi todos fuman. No me parece contradictorio. Es


ÁNGELES CASO ENTREVISTA

De rostro de la tele a la producción literaria Ángeles Caso nació en Gijón hace 43 años. Es licenciada en Historia del Arte y ha trabajado en diversas entidades culturales como la Fundación Príncipe de Asturias o el Instituto de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Oviedo. Su experiencia periodística la ha llevado por la Cadena Ser, Radio España y diversas cabeceras de prensa escrita. Pero fue a su paso por los Servicios Informativos de Televisión Española (1984-1987) cuando se convirtió en un rostro popular en todo el país. Sin embargo, su verdadera vocación siempre fue la escritura y a ella se dedicó de lleno tras quedar finalista al Premio Planeta de 1994 con El peso de las sombras, novela que narra la vida de una joven aristócrata a finales del pasado siglo. Otra buena historia, la que cuenta los efectos de la Guerra Civil en una familia bajo el título Un largo silencio, le hizo ganar el Premio de Novela Fernando Lara 2000. Más de sus títulos publicados son: Asturias noche, Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría, El resto de la vida, El veranos de Lucky o El mundo visto desde el cielo.

lo mismo que decir: es contradictorio ser ecologista y tener un coche. Pues de alguna manera es contradictorio, porque vas contaminando el aire con tu coche, pero la mayoría de los ecologistas tienen coche, y te aseguro que contaminan más los coches que los cigarrillos. ¿Por qué no le gusta que la recuerden como presentadora del telediario? Nunca tuve vocación de periodista, y menos de presentadora de televisión, pero tenía que ganarme la vida de alguna manera y lo que surgió en ese momento fue eso. Trabajé durante dos años, aprendí muchas cosas e hice amigos que todavía conservo, pero nunca fue mi sitio. No me gustaba que me reconocieran por la calle, no me gustaba ser un personaje público y no

me gustaba el trabajo en sí mismo, que me parecía aburrido y estresante a la vez. Es una etapa de mi vida que ya pasó, y lo que me molesta es que parece que fue ayer, pero de esto hace quince años y sólo trabajé durante dos de los 42 que tengo. ¿Tiene algún proyecto nuevo? Sí, estoy en una novela, pero no me gusta hablar porque es absurdo hablar de libros que están todavía en sus comienzos y que pueden no salir. ¿A qué escritores recurre en momentos de bloqueo? A Proust, a Clarín, a Valle-Inclán; a Garcilaso de la Vega en poesía. Si los necesito mucho, y sobre todo, cuando siento que no puedo seguir adelante, los releo y después me dan fuerza para continuar. A

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ASESORÍA

Un mazo más efectivo

Peritaje especializado Formación y especialización. Actualmente son dos tendencias necesarias para el desempeño de cualquier profesión. Más aún en la actividad pericial y judicial, donde prestigio y justicia están en juego. Tribunales y colegios profesionales tratan de impulsar la eficiencia de los peritos a través de su especialización, idea recogida ya en la reforma de la Ley Orgánica de Enjuiciamiento Civil de enero de 2000. Texto: Eva Zapico/ Isabel González Álvarez • Ilustración: Rubén Megido

La falta

de preparación y la parcialidad de algunos peritos en ciertos procesos judiciales, así como las dificultades para comprender los informes que elaboran para los jueces, han provocado en tribunales y en colegios profesionales la demanda de una mayor especialización en la actividad del peritaje. Por el momento, es suficiente ser diplomado o licenciado en la materia a juzgar para desarrollar esta labor, pero la realidad hace pensar que es imprescindible una formación específica. El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias, adelantándose a esta problemática y en pro de su prestigio profesional, ya impartió un curso en el que todo el departamento jurídico del Colegio participó activamente, tanto en su organización, como en su desarrollo y ponencias. Desde el mismo departamento se cree que ha sido una experiencia muy positiva y necesaria, dado lo novedoso de la Ley de Enjuiciamiento Civil y los grandes cambios que trajo consigo. En la actualidad se está esperando a que se concrete un acuerdo entre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (por el que se apruebe un programa común de formación) con el fin de ejecutar otro más completo y en el que puedan participar también los asistentes de la primera iniciativa. Las posibilidades de que el convenio salga adelante con éxito son muchas teniendo en cuenta que ya se ha ratificado uno general con la Red de Colegios Profesionales.

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Los colegios profesionales demandan una mayor especialización en la actividad del peritaje. No es una tarea fácil, y por eso es necesario que conozcan todo el formalismo de los procesos judiciales y manejen perfectamente el lenguaje jurídico para que sus informes no resulten incomprensibles.

En general, los profesionales de la aparejaduría opinan que peritar no es una tarea fácil y que por eso es necesario tener ideas básicas sobre el proceso judicial. En la asesoría jurídica se cree que todo perito debe tener conocimiento del formalismo que

envuelve a un juicio. A quién dirigirse, en qué tono, e incluso recabar el auxilio judicial si considera que las preguntas son ajenas a la cuestión peritada. El simple hecho de conocer que en una sala de justicia los abogados han de sentarse a la derecha o


ASESORÍA

izquierda del juez, según representen a demandantes o demandados, es importante para saber qué intereses defiende la persona a la que se está interrogando. Otro punto a tener en cuenta es que la parte técnica de la información debe ser transmitida de forma clara para evitar interpretaciones erróneas. Anteriormente, los magistrados leían los informes periciales y con eso se tenían que conformar, por lo que se encontraban con grandes dificultades a la hora de comprender los textos. Un problema era el excesivo lenguaje técnico y otro la contradicción que muchas veces existía entre los dictámenes periciales de la acusación y de la fiscalía. En consecuencia, la Ley de Enjuiciamiento Civil se reformó en 2000 introduciendo importantes cambios en la actuación y en el nombramiento de los peritos. Ahora no sólo se amplían los medios de prueba, sino que se exige la presencia íntegra del juez en todo el proceso y una mayor independencia de los peritos. Asimismo, las partes pueden instar la crítica del dictamen por el perito de la parte contraria e incluso el juez puede pedir la opinión de un tercer profesional, que actuaría como testigo pericial. Con ello se prevé una mejoría notable de la

efectividad de las resoluciones judiciales. No se pretende que el colectivo salga perjudicado, sino con más prestigio. Desde el punto de vista de los aparejadores, estas modificaciones aportan una mayor tranquilidad y confianza a los jueces y beneficia a la sociedad en general. Para la asesoría jurídica la actividad pericial se ha complicado extraordinariamente en comparación con la antigua ley. Actualmente el técnico que emite un infor-

nueva denominación de estas personas. El término con más aceptación es el de ‘perito forense’. La Ley está reformada, sólo falta que se aplique de forma general.

Grupos de peritaje Otra de las iniciativas que está surgiendo a raíz de estos cambios es la creación de Agrupaciones de Peritos en los distintos colegios profesionales. Algunas comunidades autónomas ya cuentan con ellas.

No se pretende que el colectivo de peritos salga perjudicado, sino que gracias a su profesionalización aumente su prestigio me para un juicio es consciente de que su dictamen será examinado con lupa por el resto de peritos y que será sometido al análisis crítico más exigente, tanto por otros peritos como por los abogados contrarios, e incluso, es posible, por el propio juez. La judicatura está barajando la posibilidad de crear cuerpos independientes de peritos que mantengan una trayectoria coherente. Otra cuestión pendiente es la

Por su parte, el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias está analizando su posible creación, para lo cual se están tomando como referencia otras instituciones. Con ello se pretende garantizar la demanda de peritos, potenciar la preparación del colectivo, actualizar y distribuir las listas, regular el ejercicio y defender sus intereses profesionales y económicos. A


Ángulo fotográfico

El equipo en imágenes

Todo el personal del Colegio

Fotografías de Ángel Ricardo

Miembros de la Junta del Gobierno 11. Pedro Ignacio Jiménez Fernández, presidente. 12. Arsenio Castro Rodríguez, secretario. 13. Faustino Iglesias Iglesias, tesorero. 14. Manuel Argüelles Fernández, contador. 15. Rafael Riera Cadavieco, vocal de Mutua y Seguros. 16. Manuel Fernández Neyra, vicepresidente. 17. Iván González Álvarez, vocal delegado de zona. 18. Florentino Sión Fernández, vocal de Liberales. 19. José Luis García Sambade, vocal de Relaciones Laborales. 10. Pepe Monteserín Corrales, vocal de Cultura. 11. Luis Miguel Cano Díaz, vocal de Funcionarios. 12. Clara Díaz Alonso, vocal de Asalariados.

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de Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias se apunta a la instantánea de grupo

Personal de la oficina de Oviedo 11. Manuel Arias Rodríguez, director administrativo. 12. Óscar Rubén Losa Alonso. 13. Valentín Alonso Villazón. 14. Anselmo Manuel Fernández Álvarez. 15. Manuel Arenas González. 16. María Alejandra Herrero Diosdado. 17. Raquel Fernández García. 18. Urbano Pastrana Agúndez, técnico de Control y Visado. 19. Dulce María Fueyo Rotella. 10. Clara Isabel Álvarez Martínez. 11. Antonio Gonzalo Alba García.

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Ángulo fotográfico Todos ellos hacen posible el crecimiento y mejora de la institución asturiana

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Asesores jurídicos del Colegio 11. Juan Ferreiro García. 12. Juan Luis Sánchez López. 13. Pablo Mori Fernández. 14. Enrique Castaño Fernández. Colaborador de la asesoría jurídica 15. José Ramón Alonso Priede. Asesor fiscal 16. Óscar Fernández Areces.

Personal de la oficina de Gijón 11. Belarmino Nomparte Ondina. 12. Montserrat Casariego Fernández. 13. Pedro Alberto Gutiérrez González. 1

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Seguros

Nuevo reglamento La Dirección General de Seguros ultima la nueva normativa l

La Dirección General de Seguros está ultimando el reglamento que recogerá los aspectos más característicos de las mutualidades. El proyecto, que pretende fundamentalmente ordenar el funcionamiento interno de las compañías y profesionalizar su dirección incrementando el margen de solvencia de las firmas, establece un plazo máximo de diez años para su ejecución. No obstante, tras su entrada en vigor, las aseguradoras de previsión social tendrán un año para presentar un plan que recoja las hipótesis económico-actuariales para efectuar el trasvase. Texto: Eva Zapico • Ilustración: Rubén Megido • Fotogafía: Kike Llamas Hace seis años que se aprobó la Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados (lospp). Por aquel entonces, ya se preveía una reglamentación específica que recogiera las singularidades de las mutuas de seguros. Y es ahora, durante el 38 DOVELA NÚMERO UNO

año 2002, cuando por fin se va a concretar en un Real Decreto (rd). La Dirección General de Seguros del Ministerio de Economía está ultimando el contenido del que será el Reglamento de Mutualidades de Previsión Social. El Anteproyecto de Ley


Seguros La normativa exigirá a las mutuas de previsión social las mismas garantías de solvencia que al resto de aseguradoras. Desde PREMAAT hubieran preferido una legislación propia Financiera, presentado recientemente por el Gobierno, complementa el rd, puesto que cubre algunas de las reivindicaciones históricas de estas entidades sobre su fiscalidad. La normativa exigirá a las mutuas de previsión social las mismas garantías de solvencia que al resto de aseguradoras y la creación de una comisión de control financiero en aquellas entidades que no estén obligadas a someter sus cuentas anuales a auditoría. Asimismo, se regularán los requisitos fundacionales de las mutualidades, los derechos y obligaciones de los mutualistas y las exigencias técnicas sobre el margen de solvencia y los fondos de garantía. El borrador recoge también el diferente régimen jurídico de los socios protectores y los principios generales de participación de los mutualistas en los órganos sociales, con el fin de que la gestión sea lo más solvente y transparente posible. Como medida blanda, respecto al reglamento anterior, ahora se dejará la regulación y los procedimientos de estos órganos a lo que precisen los estatutos de cada empresa. El texto del rd reafirma el carácter voluntario, independiente y complementario de la seguridad social obligatoria de este instrumento de previsión social sin perjuicio de lo establecido en la lospp sobre el carácter alternativo de algunas mutualidades frente al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Algunos aspectos de esta nueva regulación parecen no satisfacer todas las inquietudes del sector, pero representa, según Previsión Mutua de Aparejadores y Arquitectos Técnicos (premaat), «un punto de inflexión desde donde seguir trabajando en aras de lograr un marco jurídico más adecuado». Asimismo, reivindica que «se trata de un avance insuficiente porque siguen sin atenderse demandas como la neutralidad en el tratamiento fiscal». Desde premaat hubieran preferido una legislación propia. El borrador ha sido dado a conocer a la Confederación Nacional de Mutualidades (cem) y ésta ha presentado una serie de enmiendas, algunas de las cuales han sido recogidas en el texto. Una vez que el rd aparezca publicado en el Boletín Oficial del Estado, las mutualidades de previsión social dispondrán de un plazo máximo de diez años para realizar el trasvase del régimen

de capitalización colectiva al de capitalización individual. Sin embargo, tendrán un año para presentar un plan que recoja el conjunto de hipótesis económico-actuariales para efectuar dicha transformación. Una vez que terminen todos los trámites legales, la Confederación Nacional de Entidades de Previsión Social (cneps), que está convencida de que «este cambio permitirá competir en igualdad de condiciones con otros instrumentos de previsión social», mandará el texto a la Junta Consultiva de Seguros, compuesta por representantes de las Administración y de las compañías aseguradoras.

Previsión social complementaria El portavoz de Economía del PP, Vicente Martínez-Pujalte, manifestó durante el primer debate-coloquio de la CEM, el pasado once de diciembre en Madrid, la disposición del Gobierno en apostar por la previsión social complementaria, así como su interés por conseguir el mismo tratamiento fiscal del que disfrutan los fondos de pensiones. «Ya estamos trabajando para conseguir la máxima similitud», aseguró. El diputado reconoció el escaso desarrollo de la previsión social en España, un sistema que, en su opinión, «garantiza la capacidad adquisitiva de las pensiones y supone un ahorro a largo plazo, beneficioso para la economía del país, y enriquece la negociación colectiva a través del salario diferido». Asimismo, concluyó que «habría que plantearse una ley específica de mutualidades», aunque no parece ser una prioridad de su grupo político. A

Buzón de los asegurados Premaat ofrece a los asegurados resolver sus dudas a través de la revista. Los colegiados deberán remitir sus consultas por escrito a: revista Dovela, c/ Independencia 39, 2º dcha. 33004 Oviedo.

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Seguros

l Reformas administrativas MUSAAT actualiza sus normas de funcionamiento para 2002 La Mutua de Seguros a Prima Fija (musaat), una de las principales entidades aseguradoras de aparejadores y arquitectos técnicos, ha modificado algunas de las normas administrativas sobre su funcionamiento para este año. Las reformas afectan especialmente a los seguros de Responsabilidad Civil Profesional y de Accidentes, así como a las bonificaciones por no siniestralidad (bonus). En estas páginas aparecen las modificaciones más importantes. Texto: Eva Zapata • Ilustración: Rubén Megido l Seguro de Responsabilidad Civil Profesional • Alta de colegiados sin actividad anterior Existen dos impresos de solicitud: uno de incorporación y otro de responsabilidad civil profesional. Deberá ser aprobada por musaat y la póliza entrará en vigor cuando se haya firmado y satisfecho el recibo de la prima.

• Reingresos o altas de colegiados sin actividad anterior Estas personas deben declarar los trabajos visados con anterioridad a la fecha de alta o durante el período de baja. En función de esto se calculará una prima adicional, que se pagará de una sola vez. También se puede suscribir la póliza sin prima adicional, pero con cláusula de no asegurarle ninguna reclamación correspondiente a las intervenciones anteriores.

• Bajas Se deben solicitar rellenando un impreso. Implica la exclusión de cualquier siniestro. Los asociados que causen baja colegial pueden mantener contratada su póliza (sin descuento colegial) si la causa de la baja es terminar definitivamente en el ejercicio de la profesión.

ciones, como por ejemplo los accidentes laborales, la suma asegurada será la anterior a la ampliación.

• Colegiados jubilados e incapacitados Siempre y cuando hayan estado un mínimo de cinco años en musaat, los colegiados que causen baja por estos motivos, previa presentación de la baja en el Impuesto de Actividades Económicas (iae) o del informe médico, respectivamente, deberán comunicar por escrito esta nueva situación al colegio correspondiente para tramitar la exención de la prima.

• Colegiados con poca actividad liberal El descuento del 50 % sobre la prima de riesgo por poca “actividad laboral liberal” se mantendrá hasta que las primas medias complementarias superen el 25% de la media del colectivo. Los requisitos para pedir esta reducción son: dedicarse exclusivamente al ejercicio liberal, llevar un mínimo de cinco años asegurado y al menos diez actuando como liberal. El plazo de presentación de solicitudes estará abierto durante el primer trimestre del año.

• Reingreso por impago • Exclusiones

Los asociados que hayan causado baja por esta razón deben abonar de una sola vez las primas correspondientes al período de baja y pierden todos los derechos de bonificación.

• Aumento de garantías En el primer caso, la cobertura sólo se aplica a las reclamaciones recibidas treinta días después de la recepción en musaat de la solicitud de ampliación. En las demás reclama-

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musaat

Las pólizas individuales de rc Profesional garantizan la actividad del aparejador sin incluir su responsabilidad como partícipe en cualquier sociedad. También se excluyen las reclamaciones cuando el encargo profesional tenga la doble condición de arquitecto técnico y arquitecto. Sin embargo, está reconocida la doble situación de aparejador/promotor y constructor si la defensa jurídica la lleva musaat.


Seguros La póliza colectiva de accidentes, para los colegiados residentes menores de setenta años, permanece establecida en una cobertura de 18.030 euros e incluye la asistencia médica y farmacéutica l Seguro de accidentes

lOtros datos de interés

La póliza colectiva de accidentes, para los colegiados residentes menores de setenta años, permanece establecida en una cobertura de 18.030 euros (tres millones de pesetas) e incluye la asistencia médica y farmacéutica. Además, subsisten ampliaciones voluntarias. Una de 12.020 euros (dos millones de pesetas) en caso de muerte e invalidez permanente para alcanzar la cobertura de 30.050 euros (cinco millones de pesetas), lo que supone una prima de 9,6 euros aproximadamente (1.600 pesetas). Y otra de 42.070 euros (siete millones de pesetas) para alcanzar la cobertura de 60.101 euros (diez millones de pesetas), lo que supone una prima de 33,7 euros (5.600 pesetas).

• En el src se ha aumentado el período de carencia de la póliza para los reingresos por impago. Pasa a ser de seis meses en vez de treinta días. • Incorporación de una póliza que cubre la responsabilidad civil extracontractual para las intervenciones como peritos en encargos o trabajos que hayan sido visados por el colegio. • musaat también dispone de seguros para tasadores y constructores; Decenal de Daños en la Construcción (ofrece, asimismo, una reducción de la prima complementaria para los aparejadores que intervengan en las obras donde este seguro sea contratado con musaat); Multirriesgo del Hogar, de edificios y viviendas, de comercios y oficinas, de pyme y Todo Riesgo de la Construcción. A

lBonificaciones por no siniestralidad Las bonificaciones por no siniestralidad (bonus) sufren una importante modificación porque a partir del uno de enero de 2002 se aplicarán sobre la prima fija de la póliza (prima de riesgo más prima general). Esto supone una mejora de las condiciones existentes, ya que antes se aplicaba exclusivamente sobre la prima de riesgo.

Buzón de los asegurados: musaat ofrece a los asegurados resolver sus dudas a través de la revista. Los colegiados deberán remitir sus consultas por escrito a: revista Dovela, c/ Independencia 39, 2 dcha. 33004 Oviedo.


Piezas sueltas

l Fondo artístico

1. El pasado noviembre se inauguró la sala de exposiciones del Colegio de Aparejadores de Oviedo. La presentación corrió a cargo del presidente de la entidad, Pedro Ignacio Jiménez Fernández, acompañado de José Antonio Otero Cerezo, presidente nacional de colegios de aparejadores técnicos, y de los presidentes de las aseguradoras Musaat y Premaat, Alfredo Cámara Manso y Rafael Cercós Ibáñez. El máximo

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representante del colectivo asturiano de aparejadores resaltó el carácter polifacético de la sala, junto con las nuevas instalaciones de la sede del colegio: «Será punto de reunión para cursillos técnicos, conferencias y todo lo necesario para la puesta al día de una profesión en continua evolución. Presentamos un foro de cultura en el más amplio sentido de la palabra». Por su parte, José Antonio Otero resaltó el carácter dinámico de los colegiados

Carlos Sierra Algunos de sus cuadros pueden verse en la Sala de Exposiciones del COAATPA Diríase que pretender definir a Carlos Sierra es destruirlo. Su excelente calidad como dibujante y su fina sensibilidad con el color quedan diluidas bajo un hombre inquieto que busca la perfección artística explorando la vida, el alma, los objetos, la naturaleza...Una Naturaleza con mayúsculas, cambiante, que le vio nacer el 6 de abril de 1943 en el pueblecito asturiano de Lieres. Allí fue descubriendo el mundo y plasmándolo en los azulejos que cubrían la cocina de su casa. Ambiguas figuras trazadas con carboncillo, dibujos que su madre nunca limpió. Miro su mano izquierda. Un fino trazado de bolígrafo refleja «A LAS 6». Es la hora de la cita concertada para esta entrevista. Sierra es singular. Es un autodidacta incluso para vivir su propia vida. No entiende de cánones preestablecidos, dice que no a aquello que no le satisface plenamente. «Soy un poco difícil», sentencia. Texto: Mónica F. Fernández • Fotos: ArteFacto 42 DOVELA NÚMERO UNO


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Catálogo de la colección Todos los colegiados tienen a su disposición en el Colegio de Aparejadores el nuevo catálogo del fondo artístico, editado con motivo de la inauguración de la sala de exposiciones y la restauración de algunas de las obras, llevada a cabo por Begoña Blanco del Bustio. El catálogo incluye una presentación de las piezas (pinturas y esculturas) realizada por el experto en Arte Javier Barón Thaidisgsmann. La descripción de las obras, así como la nota bibliográfica de sus autores, corrió a cargo de Antonio Alonso de la Torre García.

asturianos. Con estas iniciativas, dijo, «se establece el compromiso y la obligación de participar más en la vida social del Principado, para que no se nos acuse de corporativistas». 2,3 y 4. La sala permanece abierta para todos los que quieran disfrutar del fondo artístico del colegio, restaurado y ahora expuesto al público. La mayor parte de las piezas, pinturas, acuarelas, dibujos o grabados, tienen un nexo con el motivo

¿Qué ha cambiado en su trayectoria pictórica desde su primera exposición individual en la Sala Ateneo de Oviedo, allá a finales de los 60 hasta la actual, en el escenario del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Oviedo? En la época del Ateneo, dado que soy autodidacta, experimentaba la vanguardia o modernidad, interesado sobre todo por el arte francés. Ahora, a diferencia de los 70, dejo de fijarme en los caminos que siguen otros para recuperar la inocen-

arquitectónico. Carlos Sierra, Elías García Benavides, Alejandro Mieres, Adolfo Álvarez Folgueras, Reyes Díaz, Fernando Redruello y Carlos Casariego, entre otros, son algunos de los artistas cuyas obras forman este fondo. 5. En primer plano de la fotografía, una de las esculturas de granito de Xosé Manuel Castro, adquirida por el colegio tras su exposición en la V Bienal Nacional de Arte celebrada en Oviedo en 1986.

cia y plasmar un mundo autobiográfico, intimista. Fue precisamente en el concurso convocado por el Colegio Oficial de Aparejadores en 1981 donde le otorgaron el Primer Premio por «Casa Rota». ¿Qué le supuso? El premio fue una grata sorpresa, puesto que el jurado no era exclusivamente de Asturias, sino también de fuera. Que alguien venga y le impacte tu obra te da otra dimensión.

«Mi obra es una exploración de la realidad, que hay que cargarla de nosotros mismos, porque un árbol, por ejemplo, no es lo mismo para todos».


Piezas sueltas «París me aportó la tolerancia, la cultura y la sensibilidad artística. Estoy aquí, pero no volví de allí».

¿Qué pretende transmitir Carlos Sierra con su pintura? «Asombro, misterio, un enigma», responde.

¿Cómo le gusta definir su obra? ¿Tiende al realismo, al hiperrealismo...? Es una exploración de la realidad, porque la realidad no es lo aparente, tiene muchas direcciones. Debemos de cargarla de nosotros mismos, puesto que un árbol no significa lo mismo para todos. Es un realismo con carga poética. ¿Qué quiere transmitir o hacer sentir a su público con sus cuadros? Lo mismo que yo siento al crearlos: asombro, misterio, hacer ver a los demás que la realidad que vivimos está aún por ver, y valga la redundancia. El mundo de la percepción está por desarrollar, hay que ir más allá de lo convencional. Hay que explorar la imagen, casi como lo haría un científico, un filósofo y un poeta, los tres juntos y mezclados. Un artista, ¿nace o se hace? Pongo por delante que nace, porque es el elemento que va a dar a la obra un tipo de pasión, de visión, aunque luego nece-

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site hacerse. Si se pudiesen simplemente «hacer», los habría a patadas. Tiene que salir de dentro. ¿Cuándo se empiezan a vislumbrar sus cualidades artísticas? Nací dibujando. Según fui pudiendo pintar, dado que no nací en un ambiente cultural boyante y tuve que buscarme la vida. Cuando cojo colores de tubo ya tengo 18 años, pero desde siempre le saqué partido a una pastilla de tinta, por ejemplo. ¿Es Asturias una región prolífica en cuanto a número de artistas y obras? No, lo que no deja de ser una contradicción, puesto que genera una estupenda imagen, mucha potencia de paisaje, de color. Esta estética que se pudo generar aquí fue mínima, discreta. ¿Qué le aportó su etapa en París que no le ofreciera Asturias? París me aportó muchísimo: la tolerancia, la cultura y la sensibilidad artística,

hasta el punto que diría que estoy aquí pero no volví de allí. Sigo estando en París. Asturias me aporta la naturaleza, pero la dinámica del arte me la sigue mandando París, Nueva York o Londres. ¿Coincide su consagración como pintor con el V Certamen Nacional de Pintura del Ayuntamiento de Luarca y la II Bienal de Pintura Gargallo, de Gijón? Desde el aspecto público, sí. Luarca le dedicaba cada año la exposición a un pintor y en esa ocasión me tocó a mí. Lo mismo ocurrió con la II Bienal. Socialmente fueron dos importantes exposiciones colectivas. Enumere a aquellos pintores españoles que considere un referente artístico. En cada época, existen unos: Zurbarán, Velázquez, Goya y, además, depende en qué etapa de cada uno. De la escuela catalana está Ramón Casas; no hay que despreciar tampoco a Sorolla, aunque esté relegado por ser «facilón». Hay tantos...A


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Piezas sueltas

l Homenaje Belarmino Nomparte Ondina, administrativo del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias Belarmino Nomparte Ondina, más conocido por todos como Mino, entró de administrativo en Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Asturias siendo aún un adolescente. Desde entonces han pasado nada más y nada menos que 25 años, de los cuales 16 trabajó en la oficina de Oviedo y lleva nueve en la de Gijón. Querido por todos, el pasado once de diciembre fue homenajeado por la Junta de Gobierno del Colegio. En la celebración estuvieron presentes cerca de treinta compañeros, «amigos, en realidad». Por Eva Zapico explicaciones ... Hoy por hoy sí puedo decir que me gusta. A veces cojo libros sobre normativa, temas de seguros ... y luego los comento con el técnico de control. Empezó a trabajar con tan sólo 17 años. Este fue mi primer trabajo, y si Dios quiere que sea el último. Estaba estudiando bachiller superior en el nocturno, surgió la oportunidad y, como había hecho Administración, me llamaron y pasé el período de prueba. ¿Cuál cree que ha sido su mayor aportación al Colegio? La de todos: intentar hacer mi trabajo lo mejor que sé y que puedo. También, pensar hasta dónde puedo llegar y realizar todo lo que me pidan. Me gustaría

«Con el tiempo, me fue picando el gusanillo de la arquitectura» Belarmino, o Mino, como le conocen en el Colegio, recibiendo la placa del homenaje de manos del presidente: «Más que de compañeros, estoy rodeado de amigos», dice.

¿Había pensado alguna vez, cuando entró a trabajar en el Colegio, que recibiría un homenaje? No, son cosas que por mi forma de ser no me he atrevido ni a pensar. Lo agradezco, pero no es una cosa que me preocupe. Prefiero saber que tengo una serie de personas que son amigas antes que pensar en todos los eventos sociales que se puedan celebrar. De todas formas, me ha hecho mucha ilusión porque sé que me

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tienen una gran consideración, tanto a nivel profesional como personal. ¿Le había atraído alguna vez el mundo de la arquitectura? No. Mi verdadera vocación es la medicina, pero tampoco conocía el tema muy de cerca. Después, me fui metiendo sin querer y me ha llegado a gustar porque he ido conociendo y aprendiendo cosas en el ámbito técnico. Me picó el gusanillo y empecé hablando con la gente, pidiendo

meterme más en el mundo técnico, ver los expedientes de verdad, entenderlos. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor en estos 25 años? Creo que peor no hubo nada, pero si tuviera que escoger algo fue cuando me trasladaron de Oviedo a Gijón. No fue un castigo ni nada por el estilo, pero me sentí un poco mal al tener que dejar a mis compañeros y adaptarme a los hábitos de las personas, al funcionamiento real de la otra oficina ... Y lo mejor ha sido estar en un sitio que realmente creo que es bueno, con gente muy válida y maja. ¿Se ve en otro trabajo? No, no quiero ni planteármelo. Mi vocación es la medicina, pero ya no tengo edad ni ganas para ponerme a estudiar. Se me pasó el momento. A


Piezas sueltas

l Él, ¿ella? El vocal de Cultura del Colegio de Aparejadores de Asturias, Pepe Monteserín, propuso hace unos meses el cambio de la actual denominación de la institución por la de Colegio Oficial de Profesionales de la Aparejaduría y Arquitectura Técnica, con la intención de integrar en ella de una forma más equitativa a las mujeres del sector. Dicha propuesta fue transmitida a todos los colegiados a través de una carta y fueron muchos los que sellaron de vuelta su opinión al respecto. Unos se muestran de acuerdo, aunque sin demasiada efusividad, y otros acuden al término «exageración» para referirse al tema. Sin embargo, según pronostica Monteserín, «la gente se irá concienciando poco a poco; tarde o temprano en todos los colegios se va a hacer el cambio porque es importante». A finales del pasado septiembre, el diario La Nueva España, en su versión digital, se hacía eco de esta medida por ser la primera en España en proponer el cambio de nombre de un colegio oficial. Su propósito es buscar una fórmula «menos excluyente, menos sexista y más acorde con los tiempos», según indica la misiva que se le ha enviado a los más de 600 colegiados asturianos. En su edición en papel, este mismo periódico también publicó el pasado cuatro de noviembre un artículo de Begoña Fernández, directora del Instituto de la Mujer del Principado de Asturias, en el que reflexionaba sobre el uso del español al respecto. Opina que: «Observamos cómo la utilización del masculino como falso genérico es totalmente habitual», de tal manera que, por ejemplo, se usa vecinos o alumnos cuando ya existe un término que engloba a ambos sexos, como vecindario o alumnado. Fernández considera que «es necesario modificar el lenguaje de las instituciones y de las entidades sociales» con el fin de «contribuir al cambio de valores que las mujeres estamos demandando y que la sociedad en su conjunto necesita». En su opinión, «lo que no se nombra no existe». Por ello se enorgullece enormemente de la iniciativa del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias. A


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Piezas sueltas

l Letras recomendadas A continuación se proponen cinco libros especializados del sector de la Arquitectura Técnica. Son algunos de los imprescindibles en la biblioteca de cualquier profesional. Arte de proyectar en arquitectura (14ª edición) Autor: Neufert Editado por Editorial Gustavo Gili, S. A., Barcelona ISBN 84-252-0053-9 Este libro, reconocido universalmente, se encuentra ya en su 14ª edición. Puede calificarse como una auténtica nueva edición, renovada y ampliada con 5.800 ilustraciones y tablas. En él se encuentran los fundamentos, normas y prescripciones sobre construcción, dimensiones y distribución de edificios y locales. Además, en esta edición, Neufert trata nuevos temas como arquitectura solar, rehabilitación y reutilización de edificios; estructuras atirantadas y suspendidas con cables y abre un hueco a otro tipo de construcciones como campos de golf, bibliotecas, lavanderías o centrales térmicas. A nivel de estudio es, probablemente, uno de los libros más populares; imprescindible en cualquier biblioteca particular.

Instrucción de hormigón estructural, EHE Autor: Leynfor Editado por siglo xxi, Madrid ISBN 84-930727-0-2 Normativa de obligado cumplimiento que sustituye a la que se publicó en 1991. Dicha normativa es igual para todos los países de la CEE. El libro habla del cambio que se ha producido en las estructuras de hormigón armado (hormigón y hierro) y marca el tipo de hormigón que se debe

utilizar obligatoriamente para cada tipo de obra. La Ley de Ordenación de la Edificación, Ley 38/1999, de 5 de noviembre, va siempre unida a él. En la Ley se exponen las exigencias técnicas y administrativas de la edificación; las responsabilidades y garantías; y las disposiciones legales, transitorias, derogativas y finales.

Manual para Estudios y Planes de Seguridad e Higiene Autor: Pedro Antonio Begueira La torre. Editado por Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo. Centro Nacional de Nuevas Tecnologías. Madrid. ISBN 84-7425-291-1 Ante la carencia de información sobre seguridad, el aparejador Pedro Antonio Begueira La Torre escribe este manual teórico, para la composición de estudios y planes de seguridad e higiene en las construcciones dedicadas a edificación y obras públicas, con el objetivo de poner a disposición del sector una vía de asesoramiento para el cumplimiento de las normas sobre seguridad. Dirigido al profesional como instrumento para facilitar la tarea de prevenir y eliminar los riesgos del sector, es la aplicación directa del Real Decreto 1627, de 1997, del 24 de octubre. Junto a este libro se tiene que nombrar el de Soluciones Técnicas para los Estudios y Planes de Seguridad e Higiene, editado por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos técnicos de Madrid y realizado por R. Anduiza, P. A Begueira, J. A Carretero y L. M Romero.

Series de Normativas del Ministerio de Obras Públicas Editado por Dirección General de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo ISBN 84-498-0507-4 Compendio de varios volúmenes de disposiciones legales y normas tecnológicas de la edificación. Normativa que no es de obligado cumplimiento, pero donde quedan recogidas las características y la forma de colocación o puesta en obra de todos los materiales de construcción. Cada uno de los volúmenes trata temas diferentes. Cada unidad de obra tiene su propio libro: estructuras, acondicionamiento del terreno, cubiertas, instalaciones etc. Es el pan nuestro de cada día de un aparejador.

Régimen Jurídico de la Construcción de Viviendas Editado por Imprenta Nacional del BOE ISBN 84-340-0532-8 Libro de carácter jurídico que recoge la legislación existente en el ámbito de la construcción respecto a las atribuciones profesionales. De cómo y para quién se debe redactar un proyecto, qué es y para qué sirve el libro de órdenes y sobre el certificado final de fin de obra son algunos de los temas que trata, enmarcado en el ámbito jurídico. A

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ANECDOTARIO

El periplo de los colegiados asturianos

En un lugar del Principado... Ésta es la historia de un pequeño grupo de jóvenes que se unieron para sacar adelante un colegio profesional; el mismo que une hoy, más de sesenta años después, a los más de quinientos aparejadores que están colegiados en Asturias. Texto: Isabel González • Fotografías: Paco García

El comienzo

de esta historia, cuyo sufrió los típicos avatares de cualquier etapa te; no había fondos. Los propios socios nombre es hoy por hoy el del Colegio de bélica, llegando incluso a suspender todas ponían dinero de su bolsillo para poder Aparejadores y Arquitectos Técnicos del sus actividades para volver a retomarlas una pagar el alquiler del local y al personal conPrincipado de Asturias, se remonta al 27 de vez se retomó también la paz, en 1939. tratado. De aquella, los sueldos no supeabril de 1931, cuando un pequeño grupo Un año más tarde, iniciada ya la déca- raban las 125 pesetas. En esos primeros de profesionales del sector se unieron para da de los 40, se cambia el nombre de Aso- años de la década de los 40, el número de crear la Asociación Regional de Apareja- ciación Regional de Aparejadores por el colegiados fue aumentando, pero todavía dores Titulares de Obras. Cinco nombres de Colegio de Aparejadores de Asturias. no se superaba la treintena de socios. Eran quedan grabados en los libros de recuerdos La joven agrupación, gustosa de periplos tiempos en los que mucha gente descodel Colegio como fundadores nocía el trabajo que ejercía de la Asociación: Celso Bauun aparejador. Oviedo estatista Martínez Corte, Eduardo ba en ruinas debido a la gueMenéndez de Blas, Francisco rra y los trabajos que realizaPeña Díaz, Enrique Rodríguez ban los arquitectos técnicos Balbín y Gonzalo Fernández eran valoraciones de edifiValdés. cios, sobre todo de iglesias. Al principio se reunían en David Cuartas Ramos, Antoel domicilio de uno de los pronio de la Torre Lobo, Rafael motores del grupo, ubicado Granada Balcell, Enrique en lo que hoy es, en el centro González, Ramón Cortina de Oviedo, la Plaza de la EscanPrieto y César Fernández dalera, y de ahí pasaron a otro Villaverde Manso, hoy día local no muy lejano situado Colegiado de Honor, son en la calle San Francisco. A algunos de los socios que se algunos todavía se les viene a reunían en Santa Cruz para la cabeza, cuando rememoran hablar de los avatares de la los primeros pasos del actual profesión, del trabajo que lleColegio, la tienda de ultravaban a cabo en una ciudad marinos, hoy ya desaparecida, en plena reconstrucción y El fondo bibliográfico del colegio supera ya los cinco mil que abría cada mañana debajo para intentar asesorar al resto libros, a disposición de las consultas de los colegiados. de este segundo local. La tiende sus compañeros. da era propiedad, y llevaba su Los años fueron pasando, nombre, de Tomás Moreno, no sin pocas dificultades y actual dueño de chocolates La Cibeles. Poco entre locales, no tardó en volver a cam- problemas que la agrupación supo afrontiempo después llegó un nuevo traslado de biarse de domicilio. En 1943 el traslado tar en equipo. Uno de los logros más acerla agrupación de aparejadores, esta vez a la fue a la calle Santa Cruz, a un edificio que tados fue la intervención del aparejador estrecha calle Jesús, a pocos pasos de las dos por aquel entonces era propiedad del en las obras; hasta ese momento los ayunprimeras sedes. Allí mantenían sus reunioBanco Herrero. A pesar de contar con tamientos no lo contemplaban como oblines hasta que dio comienzo la Guerra Civil. mayor espacio para el desarrollo de sus gatorio. Con ayuda del Gobernador Civil, se A partir de ese momento, y mientras se actividades, el grupo de aparejadores no publicó en el Boletín Oficial una circular mantuvo vivo el conflicto, la agrupación se encontraba en una situación muy boyandonde se exigía a todos los ayuntamientos

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ANECDOTARIO

El antes y el después de las nuevas instalaciones del colegio. En la actualidad la sede ocupa cuatro pisos y cuenta con 700 metros cuadrados para el desarrollo de sus actividades. El proyecto Leonardo, elaborado por el colegiado Ángel Bueres (en la foto, abajo) y Mario Redondo ganó el concurso para la ampliación de la sede del colegio.

esta participación directa de los arquitectos técnicos. La mayoría, al principio, no la cumplían, pero poco a poco se fue solucionando. César Fernández Villaverde Manso recuerda con añoranza aquellos años. Es más, se le empañan los ojos cuando habla de sus antiguos compañeros: «Éramos una gran familia y en todo momento me sentía como en casa». César entró por medio de una oposición cuando tenía quince años, corría el 43. Ya en la década de los 60 llegaron nuevos cambios en las denominaciones. Al aparejador se le comienza a conocer como arquitecto técnico y las agrupaciones de profesionales comienzan a identificarse como colegios.

Sede en Gijón El número de colegiados iba en aumento, sobre todo a partir del momento en que se creó la Escuela de Arquitectos Técnicos de Burgos, por lo que la demanda de una nueva sede (sí, otra vez) era evidente. En Asturias sólo existía el Colegio de Aparejadores de Oviedo, que abarcaba a los profesionales de toda la región, y se aprobó la idea de crear un nuevo domicilio en Gijón. Primero se alquiló un local que pertenecía al Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y después se compró a un aparejador el local donde aún hoy siguen reuniéndose los colegiados de Gijón. Y en la capital, el actual Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos nada tiene que ver con aquel pequeño piso de los inicios en la Plaza de la Escandalera. Una parte de la nueva sede la constituye lo que fue el colegio del piso de Santa Cruz, antigua propiedad del Banco Herrero, adquirida por el Colegio en 1999. Un total

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ANECDOTARIO EL PERIPLO DE LOS COLEGIADOS ASTURIANOS

Emblema profesional El aparejador asturiano Enrique Rodríguez Balbín, antiguo presidente y fundador del Colegio, se encargó también de realizar el escudo que hoy día constituye el símbolo de la profesión en toda España. La Arquitectura Técnica se simboliza por los instrumentos del arte y oficio. El emblema está orlado por dos ramas: a la derecha la palma y a la izquierda el laurel. Ambos enlazados forman a su vez una corona, a modo de las que usaban como recompensa en las conquistas griegas y romanas, para quienes la palma era símbolo del saber

y el laurel de la victoria. El carácter alquímico de este símbolo viene acentuado por el compás, símbolo del fuego; la escuadra, símbolo de tierra; el nivel, símbolo del agua; y la plomada, símbolo del aire. Estos cuatro elementos están dispuestos según las normas de la tradición hermética. El fuego se opone a la tierra, el aire se opone al agua, y viceversa. La corona, que inicialmente formaba parte del escudo, pertenecía a la familia de los Trastamara pero, a finales de los años ochenta, se decide cambiar por la borbónica.

En la calle Jesús mantenían sus reuniones hasta que la Guerra Civil obligó a la joven agrupación a suspender todas sus actividades de cuatro pisos y 700 metros cuadrados dan forma a las instalaciones actuales, cuya entrada se encuentra en la calle Principado. En el mismo año de la adquisición se realizó un concurso entre aparejadores para las obras de la nuevas instalaciones. El ganador fue el proyecto Leonardo, realizado por Ángel Bueres y Mario Redondo. Para la ejecución de la obra se realizó otro concurso, y finalmente se adjudicó a la empresa Río Nora, propiedad de otro de los colegiados. Inicialmente, la actividad del Colegio era la de oficina de control de intervenciones profesionales y cobro de honorarios, y en la actualidad su actuación es mucho más compleja, pues también abarca actividades formativas, informativas y culturales que estén relacionadas con la profesión.

Con el arte y la cultura La sala de exposiciones de las nuevas instalaciones, inaugurada hace tan sólo tres meses, ofrece la posibilidad de dar a conocer las obras a todo artista asturiano que lo desee. Para ello, el Colegio abre sus puertas al público gratuitamente y sólo pide al autor de las piezas expuestas la donación a la instalación de una de las obras, con el fin de seguir aumentando el fondo artístico del que dispone. Carlos Sierra, Paulino Vicente o Casariego, son algunas de las firmas que se pueden ver en los pasillos y despachos del Colegio. Otra de las iniciativas en favor de la cultura es la publicación de libros, sobre todo de tratados antiguos. Desde hace un cuarto de siglo, en el Colegio se trabaja para sacar adelante tiradas reducidas de publi-

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caciones relacionadas con el sector que se regalan a los colegiados.

Un libro con sabor a realeza

Los siete libros del Tratado de Arquitectura de Sebastiano Serlio se editaron en castellano a iniciativa del Colegio de Aparejadores de Asturias. La primera edición fue entregada en La Zarzuela al Rey Juan Carlos, quien dedicó otro de los ejemplares, actualmente expuesto en el colegio.

A lo largo de los años 80, el Colegio asumió una ambiciosa aventura editorial, la de publicar los facsímiles de importantes tratados, tanto de Historia como de técnica en Arquitectura. Conociendo la importancia de los tratados dentro de la Literatura, y conscientes de que el de Serlio está considerado por algunos como el primero en la era moderna, se pusieron manos a la obra para sacar a la luz esta publicación. Al final de la década se consigue el objetivo. Los siete libros del Tratado de Arquitectura de Sebastiano Serlio se editaron en dos tomos, con traducción al castellano, gracias al Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos técnicos del Principado de Asturias. De nuevo hay que hablar de Enrique Rodríguez Balbín como impulsor de la iniciativa y reconocer el esfuerzo de Carlos Sambricio, profesor de Historia de la Arquitectura, que introdujo en el libro un estudio histórico, así como el del profesor de la Universidad de Oviedo, Díaz Padilla, que se encargó de traducir los siete libros al castellano. En 1986 salen a la luz alrededor de tres mil ejemplares y en 1989 el Rey Juan Carlos recibe en el palacio de La Zarzuela al presidente del Colegio, por aquel entonces Manuel Morales, que acudió acompañado de los miembros la Junta de Gobierno y del presidente del Consejo General de Aparejadores de España. El monarca recibió como regalo el primer ejemplar del compendio de los siete libros y firmó otro ejemplar que hoy se guarda en el Colegio. A


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NUEVAS TECNOLOGÍAS

Comunicación sin barreras

Caer en la red La página web del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias lleva en el ciberespacio casi dos años. Aunque empezó siendo muy básica, en la actualidad ofrece grandes servicios, como un programa de gestión que reduce el «papeleo» al mínimo. Y más que va a ofrecer. Está pensado para este año la informatización y catalogación de la biblioteca, de tal manera que los cibernautas podrán solicitar un libro por Internet, que se les entregará a través de mensajero.

¿Qué aparejador

o arquitecto técnico asturiano no ha consultado alguna vez la red de redes? Este colectivo no podía quedarse atrás en la carrera por la informatización y la innovación, por lo que el esfuerzo y la inversión, tanto en tiempo como en medios, ha sido y es notable «porque siempre es posible mejorar», asegura Manuel Argüelles, contador en la Junta de Gobierno del Colegio y promotor de la página del colegio, en funcionamiento desde hace dos años. La idea de crear una web se empezó a fraguar en 1997 cuando la agrupación comenzó a darse cuenta de que sus equipos y sus programas informáticos estaban desfasados. En primera opción, apostaron por la modernización para el efecto 2000 y su máxima preocupación era mejorar la contabilidad a escala interna. De otro modo, también fueron conscientes de que era necesario sustituir los equipamientos para hacerlos compatibles con Internet. Dicho y hecho. Después, lo que más interesaba era incentivar y mejorar la comunicación entre los colegiados y colegio. Con el fin de evitar su traslado a Oviedo, de responder sus consultas con mayor rapidez, de

informar de manera inmediata o de gestionar los datos relativos a su actividad profesional nació www.cooatastur.es, basada estructuralmente en la del Colegio de Barcelona y cuya principal acción se centró en que las circulares estuvieran primero en la red. Estas informaciones no sólo pueden consultarse ahí, sino que, quien lo solicite, las recibe por correo electrónico. En cualquier caso, siguen enviándose por correo ordinario. «La tendencia es que cada vez haya menos presencia física e incluso telefónica», aventura Valentín Alonso, informático del colegio. Y es que ahora se puede hacer casi todo desde casa. Basta con pedir una contraseña para entrar en un universo virtual donde cada colegiado puede ver las últimas novedades en su profesión, consultar documentos, conocer qué cursos o congresos se van a celebrar, debatir con otros colegiados en foros o disponer de email, entre otros servicios. Esto se sitúa en la parte colegiada. En la zona pública se presentan enlaces con los colegios de otras comunidades y con los más importantes organismos o instituciones relacionadas con la Arquitectura, así como las direccio-

Enlaces de interés La red ha crecido tanto en los últimos años, que rara es la temática que no se ha tratado en cientos de páginas. Un ámbito tan visual y atractivo como la Arquitectura no iba a ser menos y multitud son las web y los portales que dedican una gran parte de su contenido a ella.

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nes y teléfonos de contacto, los horarios o los miembros de la Junta de Gobierno. Un tema importante, y que se está tratando de promover, es la bolsa de empleo, donde cualquier profesional del campo y principalmente los más jóvenes pueden insertar su demanda de empleo teniendo por seguro que se publicará de forma inmediata.

Legislación y gestión Pero éstas sólo son unas pocas características de la página del colegio, ya que destaca sobre todo el programa de gestión. Como iniciativa sin precedentes en la región, se otorga una segunda contraseña al colegiado para entrar en este sistema, en el que puede consultar todos los datos relativos a su actividad profesional, desde calcular los honorarios hasta consultar los contratos o las facturas por meses, es decir, todos los datos contables de interés. Otra cuestión relevante es la legislación. Toda la normativa nacional y autonómica del sector de la construcción está insertada en la página de forma sencilla, tanto para la búsqueda de leyes concretas como para su posible impresión. Este servicio se debe al

Como sitios más destacados aparecen soloarquitectura.com, arquired.net, temalia.com o arquitectos.com. Todos incluyen noticias de actualidad, foros, chats, concursos, eventos y cuentan con un buscador especializado. Asimismo, ofrecen la posibilidad de colaborar con dibujos, artículos... y de disponer de una cuenta de


NUEVAS TECNOLOGÍAS

• Futura estantería virtual. Ya se está trabajando en la informatización y catalogación de los 5.000 libros que forman la biblioteca del Colegio para su consulta en la red. • Cibercomunicación. Los colegiados pueden acceder de forma inmediata a la información que genera el Colegio y remitir cualquier cuestión a través del correo electrónico.

acuerdo suscrito con el Colegio de Barcelona, que surgió por el nuevo marco de colaboraciones impulsado por el Consejo General de Arquitectura Técnica de España.

Ambiciones de futuro «Nuestra intención es abrir totalmente la página y que cuente con una sección de gran utilidad pública, ya que la parte para no colegiados es muy limitada en la actualidad», incide Manuel Argüelles como propósito para este año. «Pero antes hay que mejorar los enlaces sobre Arquitectura y poner en marcha la biblioteca, cuestiones

Con el fin de evitar el traslado de los colegiados a la sede de la agrupación en Oviedo, se crearon hace dos años unas oficinas virtuales, www.cooatastur.es <http://www.cooatastur.es, que permiten responder con mayor rapidez a cualquier consulta, informar de manera inmediata o gestionar los datos relativos a la actividad profesional.

que nos han quedado por hacer en esta primera fase del proyecto», reconoce el promotor. La catalogación de libros ha empezado a principios de año y en ella está interviniendo desinteresadamente Aquilino Reguera, decano del Colegio. Después será informatizada y un directorio estará a disposición de los colegiados tanto en el Internet como en las propias instalaciones del Colegio. Pero la idea va más allá de la simple consulta de una lista. La biblioteca se dividirá en dos: una actual y otra histórica. Una vez realizada la búsqueda, se podrá hacer el

correo electrónico gratuita.Por otro lado, aparece arquitectosonline.com, donde explican lo que es un informe o un dictamen y cómo se hace. También oferta un servicio de consulta de presupuesto. En un sentido muy diferente, está en la red asfes.org, una ONG de Arquitectos Sin Fronteras que colabora con el Cuarto Mundo.

pedido del libro por Internet y se le llevará mediante mensajero. El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado está manteniendo reuniones con los otros colegios y con el Ministerio de Ciencia y Tecnología para que se piense en uniformar la tecnología y las publicaciones, con el objetivo a largo plazo de crear un portal nacional. Otras de sus demandas son el establecimiento de un servicio técnico para toda España, la interconexión con las concejalías de Urbanismo, con los ayuntamientos, etc. A

Además, existen páginas más especializadas, como por ejemplo via-arquitectura.net, que trata sobre la Comunidad Valenciana, u otras relacionadas con la educación, como usuarios.commm.com/silivia, que recoge la historia de la arquitectura desde el Neolítico hasta el tiempo actual.

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REPORTAJE

Hidalgos de leyenda

Casa Natal del Marqués de Sargadelos CULTURA POPULAR Y ARQUITECTURA. Allá por el año 1749, en pleno siglo de la Ilustración, venía al mundo en Santa Eulalia de Oscos Antonio Raimundo Ibáñez. Hoy, ya en el siglo xxi, las paredes que fueron testigo de su nacimiento han pasado a convertirse en la Casa Natal del Marqués de Sargadelos, restaurada y dedicada a museo desde marzo de 2001. Una iniciativa de titularidad pública que plasma a la perfección la integración del hombre en la arquitectura tradicional del noroccidente de Asturias. Texto: Mónica F. Fernández. • Fotos: Camilo Alonso

Un manzano

pretender encontrarte con un museo etno. Es este árbol, de indisgráfico, sino con uno etnológico», puesto cutible tradición asturiana, el que se conque, «quisimos representar la forma de vida vierte en eje fundamental de una novela de sus gentes con una finalidad turística y publicada por Alfredo Conde, Azul cobalto, cultural». la historia posible del Marqués de Sargadelos. Un La casona que nos ocupa, donada al azul cobalto que alude al color de la cerámunicipio por don Ricardo Duque de Estramica alrededor de la que girará la vida de da y Tejada, conde de la Vega del Sella y deseste ilustre personaje; y un manzano que cendiente del marqués, es un inmueble de pone la nota del romanticismo que se transplanta irregular que consta de piso bajo, dedipira al acercarse a una de las ventanas de la cado en su día a cortes (cuadras), y un piso vivienda que, allá por el siglo xviii, el de la superior destinado a la propia vivienda, adeIlustración, albergó a Don Antonio Raimundo más de otros usos. Para la construcción del ediIbáñez, el Marqués de Sargadelos. ficio se utilizaron materiales de la zona, tales Es en Ferreirela de Baxo, en el concejo de como las cubiertas de pizarra, los muros de Santa Eulalia de Oscos, donde se emplaza la casa natal del Marqués , restaurada y dedicada mampostería de piedra y las vigas de madera, a museo desde que abriera al público el 22 de respetando así la arquitectura popular de la marzo de 2001. Una iniciativa de titularidad y comarca de Los Oscos. Retrato de época del gestión municipales que nos acerca no sólo la La visita se inicia en la corrada, después de Marqués de Sargaforma de vida de un ilustre asturiano, sino que, atravesar un portón de madera. Es un espacio delos, asesinado en además, nos permite adentrarnos en los entreal aire libre y cerrado al exterior donde los lugasijos de una sociedad enclavada en la tradición, circunstancias no muy reños guardaban el carro y el forraje con el que inmovilista, que nunca entendió el quehacer claras en 1809. alimentaban a su ganado. Ésta da paso a la forxa de aquel hijo de hidalgos, de familia humilde, (fragua) y la bodega. En cuanto a la fragua, que vino al mundo un 17 de octubre de 1749. cabría comenzar explicando que se trata de un Este museo tiene un carácter histórico-biotaller para trabajar el hierro, calentándolo en gráfico y etnológico, con una ambientación completa de las el fuego y golpeándolo con el yunque. De ahí se deduce la características que poseían las antiguas casas de la comarca. importancia que tenía en esta zona la producción de manuUn objetivo que subraya su custodio, José Luis Díaz Álvarez, factura del metal. José Luis Díaz apunta un dato interesante: hombre culto y de una reseñable amabilidad: «Aquí no puedes «Eran familias humildes que, a pesar de estar aislados, nunca

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La casona es un inmueble de planta irregular que consta de piso bajo, dedicado en su día a cortes (cuadras), y un piso superior destinado a la propia vivienda, además de otros usos. Para la construcción del edificio se utilizaron materiales de la zona, tales como las cubiertas de pizarra, los muros de mampostería de piedra y las vigas de madera, respetando así la arquitectura popular de la comarca de Los Oscos.

llegaron a pasar hambre». Sin olvidar, puntualiza el guía del museo, que «para contar con los derechos de la hidalguía había que tener medios suficientes para mantenerse a uno mismo, además de a la familia, y de este título sólo carecían seis de los dos mil habitantes». En cuanto a la bodega, se observa un local donde se fabrica y almacena el vino, provista de lagareta (prensa), baño (artesa), cuba (tonel), además de otros utensilios, como puede ser la canada, una medida para el vino que carece de correspondencia en el sistema métrico decimal, pero que las gentes tenían como consensuada. Una vez que el visitante se encuentra de nuevo en la corrada, tropieza con la fachada de la vivienda en la que puede leer la inscripción grabada en piedra, cuya transcripción es: «año de 1774. hízose por el escribano ibáñez». Ésta alude, según reseña un documento explicativo de la construcción, a una posible ampliación realizada por el padre del marqués. La primera estancia del museo, cuando se deja la puerta a las espaldas, se llama patio, antesala de la cocina y que alberga la barriga del forno (horno). Además de como posible corte para el caballo, era el lugar donde se realizaba la matanza del cerdo. Este ámbito cuenta con algo desconocido para el foráneo: una gran hucha, que es un contenedor de cereal hecho con una verruga o protuberancia de un roble. A continuación, el cuarto de fora (cuarto de afuera) con funciones de dormitorio. Una cama vestida con una colcha del país —donde se pueden ver bordadas unas iniciales acompañadas de «Recuerdo de mis padres»—, una cuna, un retrete portátil, un armario y un baúl típico, llenan de contenido la estancia. José Luis Díaz nos dirige hasta el cuarto grande (sala), en donde comían durante las tres festividades más importantes, que eran,

En el cuarto de fora, el actual dormitorio, se observa al fondo una cama, una cuna, un baúl y un armario donde se exponen algunas de las piezas de loza de la fábrica que regentó el Marqués de Sargadelos.

la trilla del grano, la matanza del cerdo y los banquetes de boda. Una gran mesa de madera de castaño, del siglo xviii, y un armario de castaño y cerezo, ocupan este habitáculo. Pero, como siempre había gente ajena que tenía que pernoctar en la casa, señala el guía, «era aquí donde se quedaban a dormir, poniendo

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1. La cocina tiene el suelo hecho de pizarra, típica en la zona. En ella 2 se aprecia la funcionalidad de sus bancos, distribuidos en forma de 3 U, para ganar espacio. En el centro se prendía fuego para cocinar el pote que colgaba de las cadenas. 2. El cuarto grande o sala estaba compuesto por una enorme mesa de castaño y sus respectivas sillas donde sólo se reunían ocasionalmente, en la trilla del grano, la matanza del cerdo o para la celebración de una boda familiar. En este mismo habitáculo dormían los invitados en los espacios que quedaban vacíos. 3. El cuarto pequeño, cuyo uso se cree que estaba destinado al aseo de las mujeres, dado lo reducido de sus dimensiones y el carácter de recogimiento que presenta. Justo debajo se encuentra un lavadero cuya agua se siente en medio del silencio. 1

En el cuarto grande comían durante las tres festividades más importantes: la trilla del grano, la matanza del cerdo y los banquetes de boda. camas en las esquinas sobrantes y separándolas como mucho con unas cortinillas». Del cuarto grande, al pequeño, el cuarto pequeño, que posiblemente hiciese las funciones del aseo, dadas sus características de recogimiento e intimidad. Ya en la cocina o lareira, que es el espacio que más diferencias presenta respecto a las actuales pero, no por ello, poco acogedora, el fuego se convierte en el centro de la vida social, alrededor del cual se han colocado tres bancos en forma de U y una mesa abatible. En el techo se pueden ver unos orificios, lumieiras, que sirven para dar luz y favorecer la ventilación. Una funcionalidad que se aprecia en cada rincón del hogar. Una vez concluida la visita a la cocina, el piso de abajo, en otro tiempo cuadra de las ovejas, corte das oveyas, y gallinero, sucesivamente, es ahora un contacto con la tejeduría, de gran tradición en la comarca. Colindante con la anterior, está la sala de Sargadelos, antigua corte das vacas (cuadra de las vacas), donde hay una cuidadosa selección de objetos que han sido producidos en las Reales Fábricas del ilustre, promovidas por Antonio

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Raimundo Ibáñez desde el año 1788. Espléndidas lozas de todas las épocas, decoradas mediante estampación o pintura a mano, forman parte de las vitrinas a disposición de los curiosos. Y, para aquellos que quieran adquirir algún producto, también cuentan con una tienda que les ofrece la más variada artesanía.

Un emprendedor altivo obsesionado por la riqueza Introducirse en la Casa Natal del Marqués de Sargadelos lleva aparejada la obligación de profundizar en su vida, dedicada por entero a conseguir aquello que más apreciaba: el poder y la riqueza. Antonio Raimundo Ibáñez fue un hombre que vivió en una familia cuyos recursos económicos no eran boyantes, con un padre escribano y una madre hidalga de Los Oscos, y, quizá por ese motivo, decidió emprender todo una camino empresarial que culminaría con la construcción del complejo industrial de Sargadelos (Lugo), a partir de 1791. Lo primero que puso en marcha fue una herrería y una explotación de fundición del hierro colado, la de Orbaizeta, en Navarra, l


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Santa Eulalia de Oscos, una simbiosis entre naturaleza, historia y gastronomía

Santa Eulalia de Oscos es uno de esos concejos montañosos situados en el noroccidente de Asturias que, rayando con la vecina provincia de Lugo, conserva sus antiguas tradiciones unidas al indiscutible interés histórico y también natural de la zona. Desde el punto de vista económico, predominan la ganadería y la agricultura con orientación a la producción cárnica. Este dato se traduce en las siguientes cifras. El 71 % de los efectivos de la población activa está empleado en el sector primario y sólo un 3 % se corresponde con el sector secundario. Por su parte, el sector terciario, comienza a despegar gracias al auge que vive el turismo rural en esta zona. Esta población, que al norte linda con Taramundi y Villanueva de Oscos, mientras que a naciente y sur lo hace con Villanueva, San Martín de Oscos y Grandas de Salime, ofrece al turista una arquitectura tradicional que idóneamente representa la fusión del

hombre y el medio. Así, a la vivienda, caracterizada por sus muros de pizarra, hay que unir un interesante legado religioso, como es la iglesia parroquial (siglo xvii), con unos retablos que albergan un estilo barroco popular. También son numerosas las ermitas que conviven con construcciones civiles señoriales, fruto de la existencia de una poderosa nobleza. Destacan algunos palacios rurales o casonas, como el Palacio da Pruida (siglo xvii) o la casa de la familia Lombardía. Por otra parte, al igual que los otros dos concejos que componen los Oscos, la gastronomía se convierte en uno de sus múltiples atractivos. El pote asturiano es uno de los manjares tradicionales que define su cocina, sin olvidar los callos de ternera con garbanzos, grelos, el compango, la carne de vacuno y los productos del cerdo en general. Ya en los postres, mencionar la miel autóctona que, junto con el arroz con

leche y los frisuelos o filloas, forman el trío más solicitado por los visitantes. Este enclave no deja de ser una zona privilegiada para la práctica del senderismo. Su naturaleza virgen puede apreciarse en diferentes rutas, como por ejemplo la que partiendo del propio concejo va hasta Seimeira y concluye en Busqueimado o la del Valle de Ancadeira que, con un recorrido que se estima en alrededor de tres horas, permite contemplar la belleza de la cascada de Seimeira. El área recreativa de Pumares, zona rodeada de suaves montes, cubiertos de carbayos, castaños, tejos o abedules, cierra este capítulo enfocado al disfrute de la naturaleza. Desde un punto de vista propiamente cultural, una visita obligada nos lleva a la ferrería del rehabilitado mazo, ubicado en Mazonovo, convertido en museo etnográfico y que permite regresar al pasado para contemplar el proceso que se seguía para trabajar el hierro.

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1. La forxa o fragua es un taller en el que se trabajaba el hierro, por medio del fuego que lo calentaba y posteriormente golpeándolo con el yunque. Esta comarca se caracteriza por la producción de manufactura de este metal. 2. Los papeles de esta mesa simbolizan las horas que tal vez haya pasado el marqués en este cuarto, desde cuya ventana se divisa el manzano del que habla Alfredo Conde en su obra. 3. Una bandeja con las características de la loza que se elaboraba en la fábrica. El azul cobalto es una de las peculiaridades con las que cuentan las piezas. 1 3

l para posteriormente, en1804, levantar una fábrica de loza de concepción moderna, por la que pasaría a la Historia. Asimismo, no se pueden olvidar otros proyectos que no llegaron a materializarse, como hubieran sido la construcción de un taller textil, una vidriera y una de laminación de cobre. «Si hubiese vivido quince años más, hubiera dado un vuelco económico a toda la comarca», comenta el guía. Pero no fue así visto por sus compatriotas. Aquel hombre que a los 18 años no dudó en emprender su vida afincándose en Ribadeo —donde contrajo matrimonio y tuvo diez hijos— y abandonar la tierra que le vio nacer, había hecho su fortuna comprando aceite en el sur de España a un precio muy inferior al que se pagaba en el norte y revendiéndolo posteriormente al doble de su valor; que además, comerciaba con el vino, el aguardiente, el hierro y el lino, llegando incluso a hacerse armador de buques para controlar el transporte de mercancías, lo que le llevó a fundar la Real Compañía Marítima; y al que avalaba una mente fría y calculadora muy ducha en tratados económicos, no fue entendido por la sociedad que le rodeaba. Eloisa Vilar Checa, autora de la memoria titulada El Marqués de Sargadelos y su obra, apunta en su libro que «Ibáñez era un hombre de acción que apenas tuvo amigos y a quien las gentes respetaban, pero no amaban». José Luis Díaz va más allá: «En una sociedad inmovilista los cambios no eran bien acogidos». La nobleza y el clero eran los primeros estamentos no interesados en que «desapareciese el trabajo artesano para dar paso a la industria, a otra clase social, la burguesía, y también la obrera», explica. En definitiva, se trató de un capitalista que chocó de frente con los viejos poderes y con los campesinos. Una situación que

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degeneró en una conflictividad social que acabó en 1798 en una gran revuelta. Ya en 1808 Ibáñez formó parte de la Junta de Ribadeo, con el estallido de la Guerra de la Independencia. Queda entonces sellado como «afrancesado» y traidor, motivo por el que el dos de febrero de 1809 fue asesinado en circunstancias no muy claras, cuando pretendía huir de Ribadeo. El custodio de su casona tiene su propio argumento. «Dicen que fue asesinado por afrancesado, pero la causa debió de estar en el hecho de meter las narices donde nadie quería que lo hiciera», comenta con ironía. Esta es la historia de fondo que rodea las paredes de la Casa Natal del Marqués de Sargadelos, hoy convertida en museo, que se puede visitar de martes a domingo, en horario de 11 a 14 horas y de 16 a 20 horas (lunes, cerrado). Un personaje del que se ha dicho que incluso Goya se atrevió a plasmar en un retrato su figura si bien no se sabe dónde tuvo lugar la pose para el pintor aragonés; del que se apuntó su posible amistad con Godoy, quien favorecía todas sus empresas; y del que no falta ni tan siquiera la leyenda. Una habladuría popular que le tacha de llevarse con él a la tumba no sólo el secreto de la fabricación de la loza, sino también el lugar donde se guardan todas sus riquezas, que eran muchas. ¿Dónde se esconde ese tesoro? Nadie lo sabe, pero sí se han encargado de publicar a los cuatro vientos, que un espíritu vaga por la casa donde un hombre de origen francés moriría aferrado a los tesoros que el marqués le pidió que custodiara. Un poder que, por supuesto, no pudo llevarse a la tumba, como sí lo hizo con aquello que le convertiría en un empresario: la receta de sus magníficas lozas. Así acaba su leyenda. A



FACETAS

La luz imaginada

Manuel Grande, pintor El pintor-aparejador posa frente a una de sus obras. La próxima ya está en su mente. Tendrá por título La galaxia, el bosque y la ciudad y medirá 96 metros de largo por casi cuatro de alto.

—Verás

, fíjate: hubo un primer iluminado que empezó a pintar en las paredes de su cueva practicando un minimalismo puro. «Tengo hambre, pinto bisontes». Así de sencillo. Pintaba para él y su familia. Después, el arte cogió la mano de la religión y aparecieron los palacios, las catedrales, los templos. Empezaron a pintar a Dios a escala humana porque si no, no había negocio: Miguel Ángel, la Capilla Sixtina. Luego llegó el lienzo y entonces uno ya se podía llevar la obra consigo. «Píntame guapo y lo compro». El arte para el que paga. Y ya está, de ahí creo que todavía no hemos salido. Hecha esta declaración de principios, el aparejador-pintor Manuel Grande, al que parieron en Zamora en 1951 para lle-

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varle a crecer a Gijón a los cuatro años, se aviene a recordar que completó sus estudios en Burgos y más tarde en Barcelona. Allí se inició también en la Arquitectura, pero la necesidad de ganarse la vida le obligó a abandonar esa segunda carrera y optó por la Aparejaduría para buscarse el sustento. Así hasta que un día, de pronto, un tejado se hundió bajo sus pies y al otro lado estaba esperando la pintura. La revelación de la luz. La Arquitectura, por el color. La grave lesión vertebral sufrida en la caída le apartó de las obras y, tras unos años ejerciendo de aparejador municipal en el Ayuntamiento de Gijón, Manuel empezó a crear monumentales piezas verticales en un taller del barrio de Contrueces. Ha pasado el tiempo y Grande —extenso


FACETAS

«Toda creación requiere una previa destrucción, igual que en la Arquitectura»

apellido llamado a firmar sus obras— remolonea un poco hasta confesar que sí, que no le desagradaría siquiera una pizca de reconocimiento antes de pasar a ocupar otro puesto en el universo distinto al que ahora ocupa. En la semioscuridad de su estudio, suena un disco de Vangelis. —Es que el arte es Arquitectura y es Música. La arquitectura es la casa, la cueva. La música tiene pleno sentido porque en el universo no hay silencio. De hecho, siempre que me pongo a pintar un cuadro necesito escuchar una cinta en concreto para atrapar la idea. La música tiene mucho valor evocativo. ¿Y la luz, a la que usted tantas vueltas le da para trabajar? Ah!, la luz es todo. Gracias a ella tenemos televisión, sacamos

Rincón del estudio gijonés y un fragmento de un cuadro de Grande, extenso apellido llamado a firmar sus obras.

fotos, estamos vivos. Todo se basa en descomponer la luz y obtener colores. Toda creación sale de la luz. El color es lo que nos mueve, la máxima expresión de la realidad. ¿Y por qué trata de expresar esa realidad de una forma tan vertical, mediante grandes murales o monolitos de planta triangular? La verticalidad es afirmación. Yo camino, salto, voy en contra de la gravedad. El hombre, cuando pone una piedra en pie

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FACETAS MANUEL GRANDE

«La verdadera luz de la mente está en la imaginación, no en la razón» se pone a sí mismo en pie. Para levantar una idea hace falta la colaboración de todo un pueblo. El ojo humano ve en horizontal, y por eso no conocerás a nadie a quien no le guste mirar al cielo. ¿Le gusta buscar formas en las nubes? Si las nubes tuvieran colores, ¡vaya paisaje! A todos nos hace falta imaginar formas porque el ser humano, sin imágenes, no piensa. Por eso los talibán se dedican a romper imágenes, para que la gente no piense. El suyo es un discurso muy de Platón, de la cueva en la que según él vivía preso el hombre, viendo sombras sin distinguir la realidad de la ficción... Este cuadro frente al que estamos se llama En la cueva. La luz, la creación y el mundo. Ese mito de la caverna que siempre nos contaron, las imágenes reflejadas en la pared plantean: ¿qué es el mundo, sombra o movimiento? Y yo digo que para saber la respuesta, la luz de la mente no es la razón. La razón es sólo una herramienta. La verdadera luz está en la imaginación. Imagine su próxima obra. Ya la tengo proyectada. Tendrá por título La galaxia, el bosque y la ciudad, y medirá 96 metros de largo por casi cuatro de alto.

¿Y un cuadro tan grande resulta comercializable, rentable? Saldrán unos trescientos óleos de un metro cuadrado cada uno, porque trabajaré el óleo con veladura. En Nueva York, por ejemplo, obras de este tipo se están pagando a tres millones el metro cuadrado. Luego, multiplica: tres por tres, nueve. Novecientos millones. A mí cada uno me sale por unas 20.000 pesetas en material, de modo que si tuviera la posibilidad estaría dispuesto a venderlos, no sé, por 50.000 pesetas. Y el proyecto de la nueva obra no es una idea que uno lanza al aire y ya está, no es una quimera. Oye, este mural que está aquí colgado y terminado, yo creo que ya avala mi compromiso de trabajo, ¿no? No ha respondido sobre la posibilidad de que alguien se lleve a su casa una obra de dimensiones tan grandes. Es que todo esto hay que verlo como un plano de Arquitectura. En realidad, como en el caso de los monolitos aquí presentes, se trata de maquetas que hay que mirar como algo pequeño. Yo busco la organicidad en la ciudad. Me gustaría hacer ciudad colocando en el exterior mis monolitos. Hacer ciudad, no decorarla. ¿Qué hacer, por ejemplo, con el paseo del Muro, en Gijón? Hice un proyecto para eso que llaman «reforma de la fachada marítima», pero no pude presentarlo por mi condición de


aparejador. Creo que la clave está en el color, que es el único elemento capaz de homogeneizar cualquier ciudad del mundo. Mira los bocetos, ¿ves? La idea es que cada edificio se amolde al conjunto a través de una porción de color en armonía con el resto. Los edificios de El Muro formando un gran mural. ¿Y qué siente al «parir» proyectos que, como éste, supone que no han de realizarse? Yo lo que quiero es que los planes se vean, que circule la idea. Ha escrito usted al alcalde de Nueva York para ofrecerle una obra. Sí, aquí está el proyecto que le envié y que explica la obra que cedería desinteresadamente. Cuando estaba pensando en el cuadro ocurrió lo del once de septiembre, y decidí incluir el Empire State Building, con toda su verticalidad, en el centro de la obra. Que Nueva York, en sí, me importa un carajo; lo importante es la construcción en altura, la juventud que va a reconstruir la ciudad haciendo de la cooperación una obra de arte. Se ha vestido usted de cura, ha dejado que le pinten la cara de verde... ¿Por dónde empezamos? Sí, es verdad. Yo empecé en la pintura por abajo, dando clases en una guardería y poniéndome a la altura de niños que me coloreaban la cara de verde. ¿Disfrutan los pequeños más de la pintura que los mayores? No lo creo. Es verdad que a medida que vas creciendo tienes más elementos, más referencias para encajar el color, y al mismo tiempo tienes más bloqueada la receptividad, que está condicionada por otras cosas. Pero hay que tener en cuenta mucho más que eso. En cualquier caso, con los niños aprendí que el mejor maestro para la infancia es un perro. ¿Y eso? Es fiel, se pone a la altura del crío y le enseña. Pero cuando hay que morder, muerde. El problema es el perro humano, que toma forma de cura. Calla y espera la suya para morder, pero de otra forma... ¿Qué les replica usted, entonces, a quienes sostienen que Dios es la luz? No trato de dogmatizar, pero creo que Dios es más bien ruido. Y la verdad es que hallar pruebas de esto es muy difícil. Cuando yo me vestí de cura, tal como aparezco en algún catálogo, lo hice como sacerdote que confiesa sus pecados al mundo a través de su obra. Incluso le envié un libro al Papa explicando eso. La confesión siempre implica un alto grado de comunicación, lo que ocurre es que ellos (los curas) retuercen el concepto y luego lo utilizan en beneficio de su multinacional. Con esa tesis, no esperará el apoyo de la Iglesia para montar una exposición. Se trata de ser y estar vivos, sanos, libres y contentos. Vivos en el mundo, sanos sin pasar hambre, libres haciendo arte y contentos para que no se nos margine precisamente por nuestra expresión artística. ¿Eso lo aprendió en la Escuela de Bellas Artes? Allí te enseñan a hacer objetos bonitos que luego puedas vender para subsistir. Yo tuve la suerte de poder comer gracias a mi oficio de aparejador, y eso fue lo que hice mucho tiempo. Después, me cansé de pintar lo que otro quería y descubrí la artesanía del óleo como camino para expresar una inquietud que siempre había estado ahí. Se trataba de vivir espiritualmente, además de materialmente. Como el pintor de la caverna. Sí, eso es. Hace poco tuve la oportunidad de visitar la nueva réplica de las pinturas rupestres de Altamira, y contemplar esa obra me impresionó mucho. Me sentí muy identificado con el visiona-

Manolo Grande se ajusta la máscara para no inhalar sustancias tóxicas de la pintura con la que trabaja y se aúpa a una escalera para retocar una textura a pinceladas. A pocos metros de él, dentro del mismo mural que le da color a toda la pared del estudio, una frase discreta plantea un acertijo: «Todos la ansiamos disfrutar y los dirigentes reprimir».

rio aquél que pintó minimalismo. Al fin y al cabo, yo soy en cierta medida como él: pinto por la tribu, pinto en las paredes... ¿Y qué hace cuando hay que dejar libres esas paredes del estudio para empezar un nuevo cuadro? ¿Destruye alguna de sus obras? A veces sí. En una ocasión cogí un soplete y reduje 50 obras a 25, hasta que una se fundía con la otra. Y no me embargó ninguna emoción especial. Toda creación requiere una previa destrucción. Es igual que ocurre en la arquitectura: normalmente, tienes que derribar una casa para construir otra nueva. ¿Y el resto de cuadros? Los embalo y los conservo aquí, en el estudio. En todos estos años, habré pintado unos 400 metros cuadrados, de los que unos cien han sido comercializados o bien regalados. La pintura tiene un alto valor afectivo. ¿Qué puedo regalar yo si no es mi pintura? Mide sus obras en metros cuadrados... Qué quieres, es una deformación profesional heredada de la Aparejaduría... A

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pTomas falsas

por Pepe Monteserín

Nueva singladura de Dovela Trabajaba yo en Murcia con Faustino Díaz, en el año 90, cuando Arturo Muñiz, entonces empleado del Colegio, nos pidió un reportaje sobre nuestro periplo en la Costa Cálida para la primera Dovela. Era presidente nuestro querido Ángel Bueres. Se publicaron revista y periplo, y luego saldrían seis números más, hasta el año 97 en que se interrumpió. Con mi reciente elección como vocal de Cultura, cargo que no busqué ni por asomo, puesto que mis pasos se alejan más que se acercan a esta bendita profesión, me pareció aconsejable recuperar Dovela, de ahí este nº 1, de la segunda época, que hoy sale a la luz con el retraso lógico de un primerizo. Soy de los que creo que ideas hailas a montones, pero que lo difícil, como diría Valle Inclán, es pintar un burro con un gitano. La sencillísima idea de «publicar una revista que se financie con la publicidad», se convierte en un proyecto dificultoso, tanto por pretender una forma y un contenido propio, actual e interesante como por el empeño de arroparlo con la publicidad de otros compañeros y empresas del sector. El caso es que Dovela reinicia su andadura. Tenía pensado, de ahí el título de esta sección «Tomas falsas», contar aquí algún error, escenas que tuvimos que cortar, pequeños fracasos; los personajes que no quisieron ser entrevistados ni por recomendación, los que no quisieron salir en la foto, los que se nos olvidó incorporar a tiempo, los que querían estar y no cabían, reportajes frustrados y algunas reflexiones acerca de aquella iniciativa para adaptar a los tiempos el nombre «Aparejadores y Arquitectos Técnicos» , acogida con diversidad de criterios: la mayoría la ignoraron, otros me mandaron a freír espárragos y otras a hacer puñetas. Y en eso estoy.

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Lo más arduo para mí fue conseguir a los patrocinadores y coordinar con sus respectivos publicitarios el envío de las señas de identidad, logos y anuncios; de ahí que en este artículo aproveche para agradecerles su presencia, así como el pago de la tarifa consiguiente, cuando sea remitida la factura. A cada uno de ellos, que reciben llamadas diarias para participar en un sinfín de revistas similares, agradezco que me hayan atendido y optado por apoyar una revista tan importante para nuestro colectivo y su relación con la sociedad. Gracias también a nuestros empleados pues las iniciativas extras representan para ellos un esfuerzo más; a Ediciones y

«Tenía pensado, de ahí el título de esta sección ‘Tomas falsas’, contar aquí algún error, escenas que tuvimos que cortar, pequeños fracasos...» Soluciones de Marketing, empresa dirigida por José Llamas, por su profesionalidad y disposición; a Impreso Estudio, en las personas de Victoria Ocio y Helios Pandiella, y a mis entrañables compañeros de Junta de Gobierno, con nuestro presidente Pedro Ignacio a la cabeza, que me apoyan siempre. Espero que en este número y sucesivos nos hagamos acreedores a la confianza de tan honorables padrinos y amables lectores. A




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