Revista ingenieros - Edición Nº 216

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Revista del Colegio de Ingenieros de Chile 1 / 2017 Edición Nº

En el Día de la Ingeniería

Desafíos de una profesión que mira al futuro

ENTREVISTA A JUAN RADA LA RUTA TRAZADA DEL EMPRENDIMIENTO

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34 32 21 8 Juan Rada, consultor internacional: el camino de Chile hacia

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el desarrollo. 12 Los desafíos para implementar una ciudad inteligente. 15 Claudio Muñoz, presidente de Telefónica: transformación en un escenario global. 21 Día de la Ingeniería: Una profesión protagonista de los tiempos. 32 Big data al servicio del consumidor. 34 Economía colaborativa para el emprendimiento. 40 Columna: Tecnología y romanticismo.


ESCRIBEN Sergio Wilhelm

Ingeniero Aeronáutico, postitulado de experto profesional en Prevención de Riesgos, diplomado en Administración y Gestión de Empresas. Además, es presidente de la Especialidad Aeronáutica y Espacio del Colegio de Ingenieros.

algoritmos evolutivos y mecánica de medios continuos. Experto en la industria de viajes, se desempeña como jefe del departamento de Ciencia de Datos en Hopper, una aplicación móvil que utiliza big data para predecir tarifas aéreas que permitan ahorrar dinero en vuelos.

Diego Stevens

Mauricio Cifuentes

Ingeniero Civil Industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María. CEO y fundador de Meetcard, firma dedicada a la transformación de contactos en clientes a través de tecnología de vanguardia, fue distinguido con el premio “Espíritu Apoyo al Emprendimiento 2015” del Colegio de Ingenieros.

Diego Martin

Licenciado en Comercio Internacional con especialización en ventas e infraestructura de redes. Tiene más de 15 años de experiencia con tecnologías de fibra ópticas y cableado estructurado en el mercado regional. Gerente Comercial para el Cono Sur de Furukawa.

Patrick Surry

Doctor en matemáticas y estadísticas de la Universidad de Edimburgo, ha estudiado la optimización basada en

Administrador de Empresas de la Universidad de Valparaíso. Tiene gran experiencia en coordinación de programas de emprendimiento e innovación, principalmente en la Región de Valparaíso. Actualmente es Coordinador General de iF Valparaíso 3IE de la Universidad Técnica Federico Santa María.

Patricio Bonelli

Ingeniero Civil Estructural de la Universidad de Chile y MSc. de la Universidad de Londres. Académico de la Universidad Técnica Federico Santa María y revisor de cálculo de 1° categoría. Presidente de Achisina, es también miembro activo del American Concrete Institute, del Colegio de Ingenieros de Chile, de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales de Chile y del Comité de Estructuras de la Cámara Chilena de la Construcción.

Enrique Silva

Ingeniero naval hidrógrafo de la Academia Politécnica Naval; ingeniero hidrógrafo Cat.“A” de la Organización Hidrográfica Internacional; máster en Ciencias en Ingeniería Geomática de la Universidad de New Brunswick, Canadá. Máster en Ciencias Navales y Marítimas. Ha sido en dos periodos secretario del Consejo Zonal Valparaíso. Actualmente es subdirector del Servicio Hidrográfico y Oceanográfica (SHOA).

COLUMNISTAS Armando Cisternas

Ingeniero civil en minas de la Universidad de Chile y Ph.D. en Sismología del Instituto Tecnológico de California, Caltech. Además, es profesor de Geofísica de la Universidad de Estrasburgo, Francia, y de la Universidad de Chile.

Tomás Guendelman

Ingeniero civil de la Universidad de Chile y MSc. U. California, Berkeley; presidente de IEC Ingeniería S.A., y profesor de Análisis Estructural Avanzado. Premio a la Excelencia en Ingeniería Antisísmica y Premio Nacional 2015 del Colegio de Ingenieros.

PRODUCCIÓN EDITORIAL Y DISEÑO Impronta Comunicación www.impronta.cl COLEGIO DE INGENIEROS DE CHILE Presidente: Cristian Hermansen Rebolledo. Primer vicepresidente: Alfonso Larraín Vial. Segundo vicepresidente: Lenka Friedmann Woscoboinik. Secretario general: Mauro Grossi Pasche. Tesorero: Mauricio Baker Peredo. REVISTA INGENIEROS / COMITÉ EDITORIAL Fernando Agüero G. Armando Cisternas S. Sergio Contreras A. Lenka Friedmann W. Arturo Gana de L. Margarita Gatica L. Tomás Guendelman B. Cristian Hermansen R. DIRECTOR Sergio Contreras A.

CONTACTO COMERCIAL Margarita Gatica gerente@ingenieros.cl / Teléfono: (56-2) 2570 1900 Toda reproducción, total o parcial, deberá citar a “Revista Ingenieros, del Colegio de Ingenieros de Chile”. Las opiniones publicadas en esta edición son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten; por lo tanto, no reflejan una visión oficial del Colegio de Ingenieros de Chile ni del Comité Editorial de esta revista.

COLEGIO DE INGENIEROS DE CHILE Avda. Nueva de Lyon 145, piso 9, Providencia, Santiago de Chile. Teléfono (56-2) 2570 1900 colegio@ingenieros.cl www.ingenieros.cl Foto de portada: Sergio Contreras. Revista Ingenieros es una publicación oficial del Colegio de Ingenieros de Chile A.G.

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Editorial director / 1 / 2017

La ingeniería hoy

La ingeniería actual tiene sus puertas abiertas para interactuar traspasando barreras. Podemos, y lo hacemos: desarrollar proyectos, construcciones y logros, en cualquier lugar del mundo, sin importar lugares, idiomas, usos y condicionantes locales.

L Nosotros, los ingenieros, enfrentamos hoy el desafío de entregar al mundo una respuesta consistente frente a las necesidades y condiciones que este nos presenta. El agua, escasa. El aire, indefenso ante la polución. Los combustibles, escasos. El calor, frágil y escaso también. Los bosques, los animales y el ser humano amenazados por la técnica y la explotación desmedida. 4

as civilizaciones en el devenir del mundo han evolucionado de maneras diferentes y, en general, de acuerdo con las condiciones del entorno que las circundan. En Mesopotamia, hace más de cinco mil años atrás, se construyeron condiciones socioeconómicas diferentes para generar un avance definitivo para la humanidad y anidar, de esa manera, las civilizaciones que abrirían un camino para el desarrollo de Occidente: la grandeza griega y la hegemonía y amplitud del imperio romano que consolidó la expansión de la cultura greco-latina. Así, siglos después, los movimientos históricos y sociales centrados fundamentalmente en Europa dieron paso a un avance que tendría una evolución cultural, económica y, en especial, tecnológica insospechada. Hoy tendemos a pensar que el avance de la investigación en electrónica y de la implementación, apoyada en ella del pensamiento matemático, es solamente producto de los avances de los países más ricos como Estados Unidos y la mayoría de los países europeos; sin embargo, los procesos técnicos y sociales enquistados en los siglos XVIII y XIX en Europa definieron la forma de nuestra vida hoy, en este presente que representa nuestro siglo XXI. La Revolución Industrial, que nació en Inglaterra en las postrimerías de una agonizante economía basada en un régimen feudal, era un sistema que no se sostenía a sí mismo y miraba con desesperación el ingente despertar de una sociedad burguesa, es decir, de los servidores de los señores y no de estos como propietarios. Como resultado de ello, la atomización de los reinos derivó en una política aislacionista conceptual de los estados que dura hasta hoy, de manera básica, en todos los países del mundo. Pero, desde ya adentrado el siglo XX, esta herencia feudal se ha comenzado a desdibujar en nuestras sociedades.


Editorial director / 1 / 2017

La trágica herencia de dos guerras mundiales, quizás tres porque una de ellas está oculta, nos empuja porfiadamente hacia la globalización, concepto nacido en una nebulosa que no pudimos reconocer en un principio, pero que ahora se yergue definido y definitivo en un mundo que comparte con una amplitud insospechada el desarrollo tecnológico y, con este, el desarrollo económico. El nacimiento de una red global que, a través de una tecnología que nos permite comunicación infinita, ha permitido la implementación continua y sin límites de todos los procesos que podemos abordar actualmente. Por lo tanto, la interacción de todos nosotros en el mundo actual no está constreñida a ningún límite físico lo cual, a su vez, presiona de manera constante a todo el sistema social y político en una dirección bien definida: a compartir, a ser parte de un todo inseparable. Es cierto que algunos países tienden a mantener una hegemonía basada en un poder sin contrapeso; pero, a la vez, esa hegemonía se ve debilitada por la fuerza de la comunicación que ha posibilitado actuar interactivamente en un universo inmaterial y sin barreras físicas. Hace ya varios siglos, en el año 1647, en un mes de mayo como el actual, Chile se vio azotado por una de sus catástrofes primordiales, el Terremoto Magno y, desde ese momento, decidió a través de una convicción enraizada en el espíritu de sus habitantes sobrevivientes, como lo consignan las crónicas de la época, enfrentar una tarea de magnitud inédita: reconstruir su país. En esta básica decisión postuló la creación de una ingeniería, no solamente como disciplina, sino también convicción profunda de un pueblo aislado y sometido a grandes embates físicos como los terremotos, que suceden con gran frecuencia y capacidad de destrucción. De esta manera, este pueblo ha logrado construir un saber en torno a la ingeniería. No solamente ha llorado frente a sus construcciones destruidas después de un gran sismo y a sus deudos muertos, sino que se ha levantado, estudiado, meditado y propuesto mejoramientos a la ciencia, tecnología, normalización y, en definitiva, al saber humano en torno a ello. Además y, consecuentemente, ha actuado frente a otros fenómenos naturales que también asuelan a esta angosta franja de tierra entre la cordillera y el mar, creando una condición natural para enfrentar organizadamente el desastre. Nosotros, los ingenieros, enfrentamos hoy el desafío de entregar al mundo una respuesta consistente frente a las necesidades y condiciones que este nos presenta. El agua, escasa. El aire, indefenso ante la polución. Los combustibles, escasos. El calor, frágil y escaso también. Los bosques, los animales y el ser humano, amenazados por la técnica y la explotación desmedida.

Sergio Contreras, director Revista Ingenieros.

En estos días de mayo, nuestra propuesta como ingenieros debe ser un aporte definitivo y global, que alcance a toda la sociedad. Hoy también el mundo entero lo espera y, para lograrlo, los ingenieros debemos trabajar dedicadamente. Es cierto que las necesidades de nuestro país son inmediatas, urgentes y muchas; pero nunca podemos ensimismarnos en nuestro trabajo de manera que neguemos la posibilidad de compartirlo con el resto de la humanidad, porque todo lo que hemos recibido hemos de engrandecerlo y llevarlo más allá de nuestros propios confines para que así aportemos a construir una sociedad mejorada y plena. También cada uno de los pasos que seguiremos deben ser un aporte para todos, basado en lo que hoy creemos y esperamos, no solamente en el entorno más cercano como la protección sísmica de las construcciones o la acción inmediata frente a las crisis, sino además en todos los ámbitos en que el mundo requiera de ciencia aplicada a la técnica. Esta necesidad debe enfrentar tanto los hechos como nuestra presencia en una amplia gama de acciones que abarquen una totalidad, pues solamente de esa manera las generaciones futuras se han de ennoblecer a través de nuestro legado. 5


Editorial presidente / 1 / 2017

Ingeniería globalizada o globalización de la ingeniería

La ingeniería chilena debe asumir el compromiso de globalizarse para exportar conocimientos al planeta, nuevos procesos, inventos e ideas para mejorar la calidad de vida de las personas del mundo, trabajando para otros países, ya sea desde Chile o fuera del país.

Cristian Hermansen, presidente del Colegio de Ingenieros.

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ace unos años y producto de la irrupción de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), el mundo empezó a referirse a la globalización y, al mismo tiempo, a hablar de forma natural de los ingenieros chilenos que trabajaban en distintos confines del planeta. Ya no se trataba de un caso particular o una excepción; sino de una realidad que estaba dando cuenta de que nuestro país contaba con profesionales de clase mundial que formaban parte de una ingeniería globalizada. Esta situación es un hecho que hoy no deja espacios a dudas. Lo anterior se mezcla con el efecto del aumento en la velocidad de los cambios tecnológicos, asociados a la investigación, desarrollo e innovación, que hoy definimos como disrupciones tecnológicas. Antes teníamos posibilidad de apreciarlas cada cierto tiempo, mientras que hoy se producen a diario y aportan, adicionalmente, una cuota de incertidumbre y expectativa, ya que cada una de ellas logra romper un nuevo paradigma. Mi reflexión va en el sentido de cómo hemos llegado a esta situación donde, en un principio, vimos la salida al mundo de nuestros ingenieros y hoy apreciamos cómo la ingeniería es parte de nuestro desarrollo. Por ello, a mi juicio hemos pasado, en el relato, de la ingeniería globalizada a la globalización de la ingeniería. La globalización de la ingeniería nos plantea una serie de desafíos no solo como profesión, sino también como país y como sociedad, en términos de la capacidad que tendremos para formar, habilitar y certificar a ingenieros capaces de ser flexibles, dinámicos y adaptables a las inciertas condiciones de ejercicio profesional futuro, las cuales quedarán condicionadas a la innovación y el cambio tecnológico, espacio en el cual todos y cada uno nos veremos afectados. Por ello, a mi juicio hoy hemos pasado a esta segunda etapa, la globalización de la ingeniería. Cuando hablamos

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Editorial presidente / 1 / 2017

de este fenómeno, me refiero a que, a nivel mundial, nos veremos enfrentados al diseño de soluciones ante problemáticas similares, donde, adicionalmente, la formación cada vez se percibe más estandarizada. De esta forma, es imperativo pensar en estos desafíos a nivel país, con el objeto de evitar quedarnos atrás. En este sentido, si bien hemos visto avances y propuestas desde distintos actores -entre ellos se mencionan sistemas de habilitación, marco de cualificaciones, etc.-, aún son insuficientes y avanzan a velocidades distintas de lo que la ingeniería y su aporte en el desarrollo y bienestar de la sociedad requiere, producto de la velocidad de cambio en la tecnología. El siglo XXI es un mundo automatizado y tecnologizado, con cambios en los procesos productivos, desde personas a máquinas inteligentes, con más calidad, conocimiento y una ingeniería adaptándose a los crecientes desafíos, respondiendo a la nueva velocidad de los cambios tecnológicos.

Mi reflexión va en el sentido de cómo hemos llegado a esta situación donde, en un principio, vimos la salida al mundo de nuestros ingenieros y hoy apreciamos cómo la ingeniería es parte de nuestro desarrollo. Por ello, a mi juicio hemos pasado, en el relato, de la ingeniería globalizada a la globalización de la ingeniería.

Este cambio de entorno hace urgente la tarea de formar de manera adecuada a los nuevos ingenieros, partiendo por la educación básica que provea conocimientos para los desafíos futuros y no seguir pensando en el siglo XIX, de forma de enfrentarlos a los nuevos conocimientos disruptivos cada vez más frecuentes. Desde la formación temprana se debe tener una mente innovadora y también prepararse para tiempos de respuesta cada vez más breves, en un mundo en que las nuevas ideas surgen en forma muy rápida y con menos uso de capital y de recursos naturales. La globalización de la ingeniería chilena no es solamente la actitud pasiva de adaptar nuevas tecnologías al desarrollo del país, sino tomar una posición activa de marcar tendencias con ideas rápidas para conquistar nuevos mercados. Hoy más que nunca, debemos entender que la ingeniería tal cual la conocimos en el siglo XX no será la misma en el futuro. Por ello, necesitamos hacernos cargo de dichos cambios, manteniendo la convicción de fortalecer el ejercicio profesional ético y responsable, que nosotros como asociación gremial debemos cautelar, observar y aportar. 7


Personaje destacado / 1 / 2017

Juan Rada Mladinich, consultor internacional

“Con normas de estandarización obligatorias, Chile podrá aumentar su productividad” Equipo editorial

El destacado ejecutivo, uno de los chilenos que ha llegado más alto en una trasnacional, tiene un diagnóstico claro de los obstáculos que el país debe vencer para llegar al ansiado desarrollo.

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uan Rada Mladinich aclara que no es ingeniero, sino que estudió Sociología y luego Economía, pero que su relación con la profesión empezó temprano. “En mi doctorado trabajé un área sobre el impacto socioeconómico de los microprocesadores y, después de eso, he trabajado casi con puros ingenieros”, recuerda sonriendo este magallánico que fue vicepresidente senior del Sector Público Global, Salud y Educación de Oracle y ahora, en Chile, es asesor de Corfo. Rada es uno de los chilenos que más alto ha llegado en una transnacional y en su larga experiencia profesional se pueden contar varios cargos clave. Entre ellos, su labor en el Centro de Gestión de Tecnología en Ginebra, “en la época en que recién se planteaba que los gerentes de empresas deberían entender de tecnología”, rememora este visionario chileno. Luego, su trabajo en Digital, la primera empresa que desarrolló un minicomputador y, más tarde, en Oracle. En 2014, este reconocido ejecutivo decidió volver a nuestro país, donde ha contribuido a su desarrollo siendo presidente

“Para que podamos llegar al desarrollo necesitamos una serie de infraestructuras habilitantes que en estos momentos no están o se encuentran a medio camino. Una de ellas es la estandarización obligatoria”. 8

del Programa Solar y de Chile Inteligente. Su larga experiencia, su capacidad de análisis y conocimiento le han permitido hacer un diagnóstico de la situación de Chile, de los desafíos que tiene que enfrentar y de los aspectos que se deben mejorar. De caminos, Rada es un experto ya que no solo es un devoto del trekking -actividad deportiva que lo ha llevado a puntos tan distintos como la Cordillera Blanca, en Perú, y el Kilimanjaro, en Tanzania- sino que, además, es un entusiasta coleccionista de mapas antiguos, algunos de los cuales expuso hace algunos años en el Museo Nacional de Bellas Artes. Ahora es capaz de apuntar hacia otro destino, el del desarrollo. ¿Cómo visualiza usted a Chile en el tránsito hacia constituirse en un país más desarrollado? ¿Qué paradigmas cree que son necesarios para fortalecer ese proceso? Para que podamos llegar al desarrollo necesitamos una serie de infraestructuras habilitantes que, en estos momentos, no están o se encuentran a medio camino. Una de ellas es la estandarización. Nuestras normas tienen dos características relevantes: la primera es que no existen estándares para muchas cosas críticas y la segunda, es que estos no tienen obligatoriedad. Cuando nos comparamos con la OCDE en productividad, vemos que los países miembros tienen estandarización y obligatoriedad, por ello poseen una industria más moderna. Este tema no es ideológico, sino que práctico y viene de la Revolución Industrial, la que justamente pudo desarrollarse porque había elementos que hacían eficaz la división técnica del trabajo. La historia señala que el primero fue la tuerca y el tornillo, ya que tenían que juntarse. Tener estándares no significa que todos van a hacer lo mismo y tampoco que con ellos se va acabar la creatividad. Por el contrario, este proceso nos permite no solo aumentar la productividad, sino que también hacer cosas que hoy no son posibles.


Personaje destacado / 1 / 2017

Foto: Miguel Candia.

Tras cuatro décadas ejerciendo altos cargos ejecutivos en Europa y Estados Unidos, Juan Rada regresó a Chile para contribuir con su visión al desarrollo del país, el que, asegura, se puede alcanzar con estandarización obligatoria, un estímulo para aumentar la productividad y la creatividad.

Si nos preguntamos por qué tenemos una industria tan fragmentada y cuáles son los motivos de tanta actividad artesanal, la respuesta es que todo ello se debe a este tipo de problemas. Esa es también la razón por qué las pymes y las minipymes no se desarrollan ni se convierten en empresas medianas. Al no haber estándares obligatorios, no hay mercados profundos y, al no haberlos, las empresas tienen micro mercados fragmentados y no suficiente economía para especializarse. El programa alemán de Industria 4.0, comenzó con el desarrollo de estándares obligatorios, ya que sin estos no se puede subcontratar con eficiencia, especializar productores de piezas, etc. Esta es una temática típica de un colegio de ingenieros, ya que es parte de los procesos de infraestructura de la calidad y del desarrollo industrial. Otro tema importante del cual hay conciencia es que, producto de la digitalización, necesitamos una modernización muy fuerte de la infraestructura de las telecomunicaciones, ya que, si bien hemos sido muy exitosos por el lado móvil, no lo somos en el fijo. Paradojalmente, para que la industria pueda operar en línea y hacer Internet de las Cosas se

necesita mucha más fibra óptica y sistemas fijos y allí hay un déficit de infraestructura importante. Estamos bien con respecto a América Latina, pero cada año nos alejamos respecto al promedio de la OCDE. También creo que se necesita un cambio estructural en la mentalidad de los centros técnicos profesionales. Si alguien cree que podemos desarrollar el país solo con las universidades se equivoca, ya que ellas son un componente crítico, pero no son el alfa y el omega del problema. En Suiza, por ejemplo, las universidades son para ganarse el Premio Nobel, pero no para hacer relojes. La manera que nosotros utilizamos y valoramos a las escuelas técnicas profesionales no está acorde con lo que necesitamos. Felicito que las hayan considerado en la gratuidad, pero eso solo resuelve una parte del problema. Los muchachos que llegan a estas entidades lo hacen con falencias importantes en todas las materias y el resultado es que no tenemos técnicos profesionales que sean capaces de enfrentar los desafíos de modernización y digitalización de la agricultura, industria, minería y una sofisticación de la informática y las telecomunicaciones. 9


Personaje destacado / 1 / 2017

“Aunque discutamos mucho sobre Big data, Internet de las Cosas e Industria 4.0, no podremos llevarlos a cabo porque para ello se requiere un salto en la infraestructura de telecomunicaciones”.

La ingeniería ha hecho una contribución muy grande en Chile en muchos aspectos. El más evidente para los ciudadanos es la conducta de las estructuras en un país de terremotos. Esto demuestra que se puede trabajar bien y con estándares obligatorios. También en infraestructura de carreteras contamos con estándares, pero no los tenemos en otros caminos. Los mismos problemas que se dan en la construcción de edificios, se presentan en el emplazamiento de infraestructura. Producto de las concesiones se han estandarizado las grandes carreteras, pero todo el resto no lo está. Si lo estuviese, la ingeniería aumentaría mucho su calidad y podría innovar más porque hay muchas cosas nuevas en la minería, en la agricultura, que van a necesitar una capacidad ingenieril; la que aún conocemos bien, pero sabemos que viene. Por ejemplo, hacer agricultura de precisión ya no será a través del inquilino con su pala, sino que comenzará con un diseño de ingeniería. Aquí se juntan ingeniería de sensores, informática, eléctrica, telecomunicaciones y conocimiento agronómico sofisticado con levantamiento de variables claves para optimizar el producto.

Foto: Miguel Candia.

El director de Ingenieros, Sergio Contreras, Juan Rada y el presidente del Colegio, Cristian Hermansen, conversaron sobre los grandes aportes que la ingeniería ha hecho al país y cuáles son los desafíos para el futuro.

¿Qué valor y papel cree que tiene la ingeniería en todo este diagnóstico?

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Personaje destacado / 1 / 2017

¿Cómo ve en ese sentido a la minería? En este momento la integración que hay en la minería está en el back office, pero no en la operación, contrariamente a lo que pasa en la manufactura, donde la fábrica tiene mucha operación automatizada e interoperable. Este es un tema de la minería global. En Corfo hicimos un programa para hacer un centro en Chile para la minería mundial y con ella desarrollar sistemas de interoperabilidad. La licitación del centro ya se adjudicó y deberá comenzar este año. Esto es importante porque con interoperabilidad y estándares se crean condiciones técnicas para la competencia. Esa es una oportunidad para ese sector como también es un trabajo de desarrollo y evaluación de proveedores con una visión prospectiva de requerimientos y como una manera de mejorar procesos y sistemas. Hay muchas oportunidades en la combinación de lo solar y minero, ya que en el mismo lugar se encuentra la mejor condición solar del mundo y la mayor concentración de minería metálica y no metálica. Hay que pensar cómo será la mina del futuro, qué energía requerirá, cómo la diseñaremos. ¿Se diseñará la mina y también el relave como una operación distinta de tal forma de obtener toda la riqueza o lo haremos como en el pasado? ¿Qué otros caminos, además de la estandarización, necesitamos para mejorar la productividad? Nosotros hicimos un programa donde el concepto es utilizar la capacidad de compra del Estado para gatillar un proceso de modernización de la industria. Yo fui testigo del caso de Chilecompra, donde la pregunta del presidente Ricardo Lagos en ese momento era ¿Cómo subimos a las pymes a la red? La única respuesta para esa consulta era que el Estado comprara a través de esta plataforma. El proceso se completó paulatinamente en unos diez años y ha funcionado. Hoy requiere modernización, pero ha sido una enorme contribución en muchos aspectos. Si nos hacemos ahora la pregunta de por qué tenemos la situación digital hoy en día es, en parte, por eso e Impuestos Internos. Actualmente se está ejecutando un acuerdo públicoprivado para que toda la construcción pública en el 2020 funcione con planos tridimensionales que obliguen a los ingenieros y otras profesiones a colaborar entre ellos y, también, considerar los costos operacionales de las obras. Se llama Plan BIM (Building Information Modeling), parte del Comité de Industrias Inteligentes de Corfo. Eso es un cambio importantísimo en términos de la transferencia y transparencia de la información, lo que significa que la ingeniería chilena y la industria tendrán en América

Latina una capacidad competitiva muchísimo mayor. Usar la capacidad de compra del Estado para estimular modernizaciones, se puede hacer en muchas áreas y es, además, un mecanismo que tenemos, estamos usando, pero no lo hemos consagrado como una manera de hacer las cosas. Tiene que llevarse a cabo con acuerdo de los actores y a través de un proceso gradual, poco a poco, ya que no es fácil la transformación de sectores complejos. La penetración de las tecnologías de la información en Chile está relacionada con eso… Aunque discutamos mucho sobre Big data, Internet de las Cosas e Industria 4.0, no podremos llevarlas a cabo porque para ello se requiere una mejor infraestructura de telecomunicaciones. En la actualidad, tenemos una bajada de 8,6 megabits por segundo, en promedio. Para hacer Internet de las Cosas, por lo mínimo se requieren 30 megabits por segundo, para temas de salud 70 y así. En Chile, hay muchos teléfonos celulares, mucho WhatsApp, pero no se usa la digitalización para sistemas operativos en línea, excepto en áreas muy específicas. Además, hay un requerimiento importante que se percibe poco en Chile, el 5G. Estamos atrasados en cuanto a la preparación, ya que esto cambió muchos sistemas, incluidos los institucionales. Una de las opciones más posible es cerrar la frecuencia de la TV y usarla para el 5G. Esto significa que la TV va por cable para todos y se completa la convergencia de las señales. Este es un cambio mayor y muy disruptivo y viene de la mano con nuevas infraestructuras en las ciudades, especialmente complejas, para vehículos autónomos o semi autónomos. Considerando que la globalización nos presenta desafíos, ¿Qué impulsos son necesarios para fortalecer la innovación y enfrentar este fenómeno de mejor forma? Básicamente, hacer lo mismo que estamos haciendo, pero de otra manera. No hay necesidad de inventar nuevas áreas, ya que todas están dadas por nuestra naturaleza como la agricultura, minería y pesca. Cuando hemos sido exitosos en la globalización ha sido en áreas como esa. El tema es cómo las potencializamos de otra manera, agregamos valor, industria, conocimiento. Por ejemplo, en muchos casos no conocemos bien las características de nuestro territorio. ¿La industria solar la hicimos los chilenos? No, llegaron los extranjeros, la ejecutaron y financiaron. No hay que inventar un Silicon Valley en Santiago, sino que utilizar todo lo que está haciendo el mundo para lo que podemos darle a la sociedad.

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Los desafíos para implementar una ciudad inteligente Diego Martin

Es impresionante pensar que, en menos de 40 años, el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades. Esa rápida migración llevará a los centros urbanos actuales y futuros a una marcada superpoblación y forzará la expansión de las infraestructuras industriales y residenciales más allá de sus límites.

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ste rápido crecimiento muchas veces no viene acompañado de una planificación adecuada y así lo podemos ver en algunas ciudades de América Latina. Sin embargo, los desafíos a los que se deben enfrentar son aún más complejos de zanjar, principalmente porque se ven con la necesidad más urgente de entregar soluciones eficientes en un tiempo mucho más acotado y cuando la problemática muchas veces es muy evidente y empieza a ocasionar resquemor en las comunidades. La inseguridad, la vulnerabilidad al cambio climático y desastres naturales, el aumento del número de vehículos que circulan en vías urbanas, el aumento del consumo energético, la contaminación ambiental, la gestión del agua y residuos, además de la necesidad de una mayor participación ciudadana y de más eficiencia en los servicios son solo algunas de las problemáticas a las que se ven enfrentadas las ciudades.

El concepto de ciudad inteligente es aún emergente y se encuentra sujeto a constante revisión. Crear una smart city es una tarea muy compleja, que requiere no solo de la intervención de numerosos agentes, sino que además de su compromiso a largo plazo.

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Sin embargo, las actuales limitaciones financieras de los gobiernos de la región requieren de sistemas cada vez más eficientes que permitan reducir el gasto público y aumentar sus ingresos fiscales. Y es aquí donde comienza a hacer sentido el concepto de “ciudad inteligente” y la necesidad que tienen nuestras urbes de migrar hacia un modelo más tecnológico, no solo para estar a la vanguardia mundial, sino más bien porque es una cuestión de sostenibilidad y calidad de vida. Pero, ¿Qué es una ciudad inteligente o smart city, de las que tanto hemos oído hablar? ¿Sabemos realmente qué es? La verdad es que todavía es un concepto emergente y, por tanto, aún está sujeto a constante revisión. Pero básicamente se refiere a un tipo de desarrollo basado en la sostenibilidad, a una urbe que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas y de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales, de forma eficiente y en un entorno amigable para las comunidades. Y evidentemente, se basa en el uso intenso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), en prestación de servicios públicos de alta calidad, seguridad, productividad, competitividad, innovación, emprendimiento, participación, formación y capacitación. Son varias las ciudades que hoy apuntan a convertirse en una gran smart city en el mundo y Latinoamérica no está exenta. De acuerdo al estudio A transforming world: Smart cities, elaborado por el Bank of America, el mercado de las ciudades inteligentes representa hoy cerca de US$1 billón, cifra que podría aumentar a US$1,6 billones en 2020 y para el 2030, llegar a US$3,5 billones, dado que para ese año solo las inversiones en movilidad inteligente significarán US$1,5 billones, mientras que el mercado de los teléfonos inteligentes será de US$405 billones. Este hecho revelador plantea importantes preguntas que las ciudades del mundo entero deben procurar responder. ¿Puede tal crecimiento llevarse adelante de manera sostenible? ¿Lograrán las ciudades reducir su impacto ambiental y las emisiones de carbono? ¿Nos expandiremos de modo que se garantice que las comunidades sean sitios agradables donde vivir y promuevan la igualdad social? Si bien son todas preguntas muy válidas, que requieren una respuesta, hay una interrogante que es anterior a todas ellas: ¿Tenemos la infraestructura para convertirnos en una smart city? ¿Estamos preparados como urbe para entregar los servicios tal y como lo esperan los usuarios?

Las ciudades emergentes se refieren a un tipo de desarrollo basado en la sostenibilidad, a una urbe que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas y de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales, de forma eficiente y en un entorno amigable para las comunidades.

Los fierros y cables de las ciudades Definir una visión de ciudad inteligente y emprender el proceso para concretarla de manera eficaz, adoptando un enfoque de abajo hacia arriba basado en los sistemas, es clave para garantizar la eficiencia en el uso de los recursos y la seguridad, así como para mantener un crecimiento socialmente inclusivo. Crear una smart city es una tarea muy compleja, que requiere no solo de la intervención de numerosos agentes, sino de su compromiso a largo plazo. Además, su éxito va a depender de su proposición de valor, que tiene que demostrar su utilidad para la ciudadanía y los negocios, al mismo tiempo que ser viable y sostenible desde el punto de vista del modelo de negocio. De hecho, la colaboración público-privada es uno de los motores clave que dinamiza este tipo de proyectos y, en este sentido, es esencial facilitar un entorno que fomente la cultura de la innovación. Por un lado, los poderes públicos deben facilitar un entorno propicio para la generación de ideas y su concreción en iniciativas que reflejen el potencial de esa capacidad innovadora, orientada a la mejora del día a día de las ciudades. Solo así se establecerán sinergias positivas con las entidades capaces de generar ideas y plasmarlas en proyectos.

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El éxito del desarrollo de un proyecto de ciudad inteligente dependerá de su proposición de valor, que tiene que demostrar su utilidad para la ciudadanía y los negocios, al mismo tiempo que ser viable y sostenible desde el punto de vista del modelo de negocio. De hecho, la colaboración público-privada es uno de los motores clave que dinamiza este tipo de proyectos y, en este sentido, es esencial facilitar un entorno que fomente la cultura de la innovación.

Hoy, en Latinoamérica hay múltiples iniciativas que apuntan a convertir las principales ciudades en smart cities. Sin embargo, aún estamos lejos de tener la infraestructura robusta necesaria para interconectar los servicios de tal manera de tener un funcionamiento completamente conectado y comunicado, en la que todo funcione sincronizadamente. En todos los casos, la primera fase de implantación de estos proyectos es la más compleja, porque implica identificar y resolver los problemas reales de la ciudad, para lo cual se hace necesario dotarla de una infraestructura necesaria que permita automatizar los procesos. Para lograr eso, es necesario tener una red robusta que asegure una continuidad de los servicios de una urbe hiper conectada. La infraestructura de red es un elemento esencial para la viabilidad de las ciudades inteligentes, ya que la aplicación de este concepto, en general, provoca un aumento en el tráfico de datos y la demanda por aumentar la velocidad de transmisión, dado que hablar de smart city implica una democratización de la información, o sea, poder acceder a ella en cualquier momento, en cualquier lugar. Por otro lado, la evolución de la tecnología permite el uso inteligente de las redes de comunicación que, además de optimizarlas, favorece su crecimiento futuro. Para esto, es necesario considerar la coexistencia de la infraestructura de redes ópticas e inalámbricas, que debe trabajar de manera integrada. La red óptica es necesaria para satisfacer la demanda de capacidad, pero en muchos casos, es común el uso de la tecnología de acceso inalámbrico. Considerando que la ciudad perfecta no existe, hay que dirigir los esfuerzos hacia ese objetivo con todos los medios al alcance. Se han de aprovechar las tecnologías de la información y las comunicaciones para mejorar, a la vez de mantener un compromiso con el entorno medioambiental.

Foto: Furukawa.

Para 2050, según la OCDE, si no se toman medidas drásticas el crecimiento económico y demográfico tendrá un impacto medioambiental y social sin precedentes. Teniendo en cuenta que la mayoría de la población se concentrará en las grandes ciudades, se hace indispensable superar el desafío de los más de dos mil millones de habitantes adicionales para 2050.

En el desarrollo de las ciudades inteligentes, las tecnologías de la información colaboran con la prestación de servicios públicos de alta calidad, seguridad, productividad, competitividad, innovación, emprendimiento, participación, formación y capacitación.

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Proyectando la ingeniería del futuro / 1 / 2017

Claudio Muñoz, presidente de Telefónica

Visión de desarrollo y transformación en un escenario global Equipo editorial El Consejo Nacional del Colegio de Ingenieros decidió reconocer a Claudio Muñoz con el Premio Gestión 2016 por “su contribución a la ingeniería innovadora, al desarrollo del país y la responsabilidad social”.

Con énfasis en el fortalecimiento del capital humano y propiciando una cultura de innovación y adaptación al cambio, el presidente de Telefónica, distinguido con el Premio a la Gestión 2016 del Colegio de Ingenieros, repasa su trayectoria y comenta los principales desafíos del Chile del futuro.

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on más de 30 años en Telefónica, empresa a la que ingresó cuando era la estatal Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), el ingeniero civil industrial Claudio Muñoz ha desarrollado su trayectoria profesional en una era de transformación, en un sector de alta dinámica competitiva. Con conocimiento y gestión en organizaciones complejas, experiencia en procesos de transformación cultural y gobiernos corporativos, en su accionar ha posicionado con fuerza el valor de las personas, el impulso a la innovación y la adaptación frente a nuevos desafíos. Claudio Muñoz fue distinguido con el Premio a la Gestión 2016 del Colegio de Ingenieros, reconocimiento que releva el ejercicio profesional y su contribución al desarrollo de la ingeniería con cualidades como liderazgo, estrategia, creatividad, integridad y responsabilidad social. 15


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En una conversación con el presidente Nacional del Colegio de Ingenieros, Cristian Hermansen, manifiesta su confianza por el proceso de cambio que ha llevado al crecimiento en Chile; mientras que afirma, con humildad, que el reconocimiento que le otorgó el CI es un estímulo que no solo está dirigido a una persona, sino a todo un equipo de trabajo.

Partí en la CTC, una estatal en una suerte de monopolio natural que no tenía clientes, sino abonados, donde las personas se anotaban en lista de espera para un teléfono y había una gran demanda por satisfacer un servicio tan relevante como la comunicación. Hoy, los teléfonos celulares están disponibles para casi todas las personas y Telefónica es una gran multinacional.

Considerando que inició su carrera en Chile y se desempeñó en el extranjero ¿Cómo fue su experiencia y qué le recomendaría a los más jóvenes?

Lo que resume este proceso es la transformación constante y me parece que vivirla en una organización compleja ha sido un verdadero privilegio.

He tenido el privilegio de trabajar en distintos países, aunque no estaba en mi radar salir de Chile, pues nunca me lo inculcaron con la fuerza que uno esperaría hoy.

Este proceso, con las capacidades, habilidades e intereses para llevarlo a cabo, está profundamente relacionado con la ingeniería, que tiene que ver con ingenio, capacidad para resolver problemas y racionalizar un conjunto de desafíos para buscar una solución. En nuestra empresa, creemos en la posibilidad de hacer desarrollos a escala global, poniendo las capacidades de las personas al servicio de los clientes. Lo más importante es el talento, y estar dispuesto a transformarse, innovar y aportar de formas distintas a la sociedad.

A través de mi experiencia puedo decir que los profesionales chilenos estamos preparados y somos competitivos. Sí creo que es necesario vencer una suerte de comodidad, siento que cuesta mover a los profesionales locales fuera del país. En una sociedad global, ante la propuesta de trabajar en el extranjero, creo que es necesario priorizar la oportunidad, ya que otros aspectos, aunque relevantes -como la educación de los hijos o el contacto con la familia-, generalmente se resuelven bien. Recomendaría a los jóvenes pensar en global. De seguro el mundo laboral que les tocará vivir a futuro estará más conectado y creo que la exportación chilena no solo debe constituir materias primas como el cobre, la madera o la fruta. También se puede exportar talento y la ingeniería tiene un lugar; lo que aprendemos puede aportar en cualquier lugar del mundo. ¿Cómo vio el paso de la compañía que preside desde empresa estatal a una multinacional líder en conectividad?

Chile tiene la posibilidad de insertarse en el futuro con un estándar de bienestar superior, con un mayor nivel de desarrollo, oportunidades y equidad, porque, de alguna forma, hemos demostrado que somos capaces. No debemos perder esa confianza. 16

Hace algunos años lanzamos un Centro de Investigación y Desarrollo en Chile y probablemente, muchas empresas locales ni se plantean esta posibilidad de utilizar sus talentos para investigar y desarrollar tecnología. Nosotros lo hacemos en el país, Latinoamérica y Europa. Eso habla de ingenio, talento, capacidades, motivación. Ciertamente hemos aprendido en este camino y tenemos que seguir avanzando. ¿Cómo cree que se ha insertado Chile en un mundo globalizado? Si observamos los últimos 30 o 35 años de historia del país, tenemos que estar orgullosos de cómo hemos demostrado que es posible crecer y aspirar al desarrollo. Chile tenía casi la mitad de su población en la pobreza y las personas que podían optar a una carrera universitaria no superaban el 2 o 3%. Hoy, hay cerca de 1,2 millones de jóvenes estudiando. Esta visión de desarrollo muestra que Chile se ha creído capaz de avanzar y se trata de un cambio no menor. Abre la posibilidad de insertarnos en el futuro con un estándar de bienestar superior, con un mayor nivel de desarrollo, oportunidades y equidad, porque, de alguna forma, hemos demostrado que somos capaces. No debemos perder esa confianza. Creo que nos espera un mundo más colaborativo, donde el talento va a jugar un rol todavía más importante. Chile tiene una gran oportunidad para repensar su desarrollo y estoy optimista. Con lo que hemos demostrado, tenemos una razonable oportunidad de aspirar a un futuro mejor, aprovechando estas instancias.


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Foto: Miguel Candia.

Claudio Muñoz es Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile. Ha desarrollado su carrera en el sector de las telecomunicaciones, casi siempre ligado a una empresa global como Telefónica, antigua CTC. De su experiencia recomienda a los más jóvenes “pensar en global” y adelanta que el combustible del futuro serán los datos.

¿Cuáles son los desafíos país para la conectividad y las telecomunicaciones? Tenemos que potenciar mucho más las habilidades y formación en ciencias, tecnologías y matemáticas. Me encantan las humanidades y aprender de las ciencias sociales, pero creo que es necesario un desarrollo más equilibrado respecto de las ciencias que tienen que ver con la analítica de datos, el análisis de problemas y las habilidades para encontrar soluciones a problemas complejos. Hoy, hablamos de conectividad y así como en la revolución industrial los combustibles fósiles propiciaron el desarrollo, probablemente el combustible del futuro serán los datos. Todos somos conscientes de que el impacto de la conectividad está en la creciente disponibilidad de información y de data, tanto entre las personas como en los objetos que se conectan a las redes. Tenemos que sofisticar nuestras habilidades para transformar datos en conocimientos, en buenas decisiones y soluciones a problemas que aún no hemos sido capaces de resolver. Se trata de un desafío relevante para las ingenierías y la formación de talento. Nuestro sector desde luego que requerirá ingeniería en conectividad, redes y telecomunicaciones, pero también conocimiento en analítica de datos, modelamientos matemáticos y estadísticos y conocimiento en algoritmos,

entre otras capacidades: tenemos un campo enorme y son todas oportunidades. Aprovecho de hacer un llamado a la academia, creo que junto a las empresas debemos trabajar unidas para asegurar la pertinencia; es decir, que la forma en que se educa a los jóvenes sea útil y esté alineada con las demandas que tendrá la sociedad en los próximos años. ¿Cuán importante ha sido contar con una sólida formación de ingeniero? ¿Cuál es el aporte que la ingeniería hace al desarrollo del sector y, por consiguiente, del país? Tengo un profundo agradecimiento a la educación que recibí y lo que ha significado la universidad para mí, que soy un producto de la gran calidad de educación que tenemos en el país, en planteles como la Universidad de Chile, donde me formé como ingeniero civil industrial. Gran parte de lo que he logrado tiene que ver con ese periodo de mi vida donde me abrieron la mente, me enseñaron a pensar diferente y a darme cuenta de que el mundo era más sofisticado de lo que creía y valía la pena interesarme por conocerlo mejor. Los profesionales contamos que tener confianza, convencernos de que contamos con una base sólida y creernos el cuento de que podemos desempeñarnos laboralmente bien en distintos lugares. 17


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La ruta trazada del emprendimiento Diego Stevens Salir de la zona de confort a enfrentar los desafíos con la suficiente confianza de tener en las manos un buen proyecto, es una habilidad que se logra gracias a pensar en el emprendimiento como una co creación y atreverse a romper los esquemas tradicionales aplicados, utilizando herramientas que nos otorguen ventajas competitivas.

“L

o fácil ya lo hicimos; lo difícil lo estamos haciendo, y lo imposible nos costará, pero sin duda lo lograremos”. Esta es una frase que, en alguna ocasión, un profesor de la Universidad Técnica Federico Santa María pronunció frente a un aula llena de alumnos que estaban terminando sus carreras y comenzaban a soñar con sus futuros profesionales. Es una primicia que denota lo que todos aquellos que quieren emprender deben considerar: no quedarse con lo que ya está; ir siempre por más debe ser el impulso. Emprender es una aventura de principio a fin. Todos quienes se han lanzado en el desafío lo saben bien. Crecemos en una sociedad en la que aún inculcan que es necesario emplearse en una compañía tradicional para “hacer carrera” y que, si no hay un título universitario, no se llegará a ninguna parte.

Si bien tenemos un ecosistema apto para la innovación y la creación, todos los emprendedores debemos seguir mirando hacia otros países.

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Todos esos mitos los ha empezado a romper, lentamente, la nueva generación. Los llaman millennials, porque reúnen una serie de características, entre las que se encuentra la capacidad de buscar nuevas oportunidades, más allá de las tradicionales; porque son quienes quieren encontrar un trabajo con sentido, que los haga felices, además de permitirles ganar dinero. Hoy, el miedo es algo que sigue presente, porque es natural de los humanos sentirlo, pero el ecosistema en el que ha crecido esta nueva generación está impulsando a que ese temor sea más bien el motor que los guíe al éxito. Para muchos sigue siendo opción emplearse en una empresa tradicional. Y por qué no, si es necesario que las compañías se nutran de los nuevos talentos, innovadores, creativos y de la gente joven que tiene ganas de hacer más y mejores cosas. Pero también estamos quienes queremos ser los que impulsamos el cambio desde la otra vereda.

Si bien tenemos un ecosistema apto para la innovación y la creación, todos los emprendedores debemos seguir mirando hacia otros países. No se trata de creer que somos menos capaces o que en Chile no hay oportunidades, sino que tenemos el deber de soñar en grande.

Hoy en Chile hay espacio para crear, pilotear ideas y desarrollar nuevos proyectos que permitan impulsar las tecnologías. Pero, además, hay ánimo de hacerlo.

Crear con la puerta abierta: dispuestos al riesgo

Somos el tercer país con más trabajadores que quieren emprender en el mundo, según la última edición del Workmonitor, estudio de tendencia del mercado del trabajo de la consultora Randstad. ¿Y de dónde surge este impulso? Es que el 78% de los empleados cree que de esta manera podrían tener mayores oportunidades.

La promulgación de la Ley que permite la creación de empresas en un día, online y a costo cero en 2013, fue el resultado de un esfuerzo de muchas personas del ámbito público y privado, y el fuerte compromiso de Corfo y la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECh).

No es solo esta cifra la que avala el impulso del emprendimiento en Chile. Como en tantas otras cosas, durante mucho tiempo miramos a países más desarrollados, insertos en sociedades más abiertas al emprendimiento, con la intención de identificar un método para avanzar con éxito en materia de innovación tecnológica y técnica. Hoy el tablero se ha volteado. A nosotros nos miran desde fuera con la intención de aprender y copiar nuestras buenas prácticas. Pero nosotros también miramos hacia fuera con atención y expectación ante los miles de avances tecnológicos que, minuto a minuto, nos sorprenden. Si bien tenemos un ecosistema apto para la innovación y la creación, todos los emprendedores debemos seguir mirando hacia otros países. No se trata de creer que somos menos capaces o que en Chile no hay oportunidades, sino que tenemos el deber de soñar en grande. Nuestro país es aún pequeño y las oportunidades que nos ofrece el mundo son infinitas. Por eso, a la hora de crear, innovar y emprender, no podemos quedarnos encerrados en la frontera. Debemos diseñar el modelo de negocio de tal forma que nos permita escalar a nuevos mercados.

Solo durante enero de 2017 se constituyeron, entre el régimen general y el Registro de Empresas y Sociedades, más de nueve mil empresas y sociedades en el país. De estas, el 72% se hizo a través del Registro de Empresas y Sociedades, también conocido como Empresas en un Día. Respecto al mismo mes del año anterior, la creación aumentó en 6,4%. Sin duda, este fue un gran avance en lo que respecta a impulsar las nuevas empresas en Chile y nos pone a la vanguardia en lo que respecta a esta temática. Hoy, asociaciones como la ASECh asesoran a entidades similares en países como Argentina, para que también se dirijan en este rumbo. Pero esto fue el comienzo. Una cosa es armar un negocio estable en Chile, pero ¿Y luego qué? ¿Hacia dónde miramos? ¿Es adecuado atreverse e invertir en una expansión a otros países? Es importante que estas interrogantes sean planteadas desde un comienzo, cuando la idea empieza a madurar, porque de esta forma toda su creación será pensada en la internacionalización y en un modelo escalable. La globalización ha incrementado la complejidad del entorno en el que se deben desenvolver las nuevas empresas y más aún si a lo que debemos aspirar es a ser un negocio que traspase las 19


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Como en tantas otras cosas, durante mucho tiempo miramos a países más desarrollados, insertos en sociedades más abiertas al emprendimiento, con la intención de identificar un método para avanzar con éxito en materia de innovación tecnológica y técnica. Hoy el tablero se ha volteado.

fronteras, puesto que se han incrementado tanto los riesgos como las oportunidades. Este ambiente lleno de incertidumbre es el principal lugar de desarrollo de los emprendedores. Para lograr tener éxito en un entorno donde el fantasma de la crisis financiera ronda, los emprendedores necesitan perseverancia y agilidad para responder rápidamente a nuevas oportunidades y amenazas, lo que los ubicará en un nivel empresarial más avanzado.

Con esto en mente, MeetLatAm, plataforma que apoya el desarrollo de ecosistemas de emprendimiento en América Latina, convocó a varios emprendimientos de la región para apoyarlos con la internacionalización de sus negocios. Es así como en mayo de este año serán seis los emprendimientos que representarán a nuestro país y mostrarán su quehacer ante empresas multinacionales basadas en Silicon Valley, Estados Unidos: Cranberry Chic, TheNotCo, Levita Magnetics, Meetcard, Izit y Alephants.

Un estudio realizado por la firma Ernst & Young investigó cómo los mejores 300 emprendedores mundiales están respondiendo a estos cambios, al generar empresas globales más ágiles, que tengan respuesta más rápida al cambio y a las oportunidades, con equipos que sean capaces de comprender y con la flexibilidad de adaptarse a los distintos escenarios que surgen a diario, sin desperdiciar las oportunidades que a veces ofrecen las crisis o las recesiones.

Estos seis emprendimientos chilenos viajarán con una comitiva encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet y su ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, además de un grupo de representantes del Gobierno y del mundo empresarial, quienes tendrán la misión de mostrar las políticas públicas que se están implementando en Chile en función de impulsar los emprendimientos, no solo con foco tecnológico, sino que también innovadores, con exitosos resultados.

Los emprendedores siempre están buscando nuevas maneras de llevar a cabo sus ideas. Un mayor involucramiento por parte del cliente y proveedores y enfocarse en la innovación de la cadena de abastecimiento, les está permitiendo mantenerse en lo alto. Sin embargo, un enfoque menos centralizado puede ofrecer oportunidades para aprender de multinacionales en progreso, que ya están desarrollando productos y servicios en sus mercados de rápido crecimiento.

Ser emprendedor trae implícito el sacrificio; muchos almuerzos familiares cancelados, algunas ideas fracasadas, negocios que nunca verán la luz. Sin embargo, es el espíritu de perseverancia el común denominador de todos quienes logramos alguna vez levantar una empresa, además de la constancia y el esfuerzo. Y una visión amplia; algunos le llaman “mirar bajo el agua”: en lo personal, me gusta más la idea de “crear sin frontera”.

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Día Nacional de la Ingeniería

Una profesión protagonista de los tiempos Fig. 2.

Equipo editorial Se escogió el 14 de mayo para honrar la fecha en que se produjo el primer gran proyecto de ingeniería del país: la reconstrucción de Santiago después de que un devastador terremoto dejó sus principales edificios en el suelo. Tres siglos y medio después, la profesión sigue enfrentando desafíos de gran envergadura.

Foto: USACH.

Fortalecer el desarrollo de la investigación y vincularlo con el ejercicio profesional es uno de los grandes desafíos para la ingeniería actual.

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ran las 10:35 de la noche del 13 de mayo de 1647, cuando la tranquilidad de Santiago se interrumpió por el sonido subterráneo que antecedió a uno de los terremotos más devastadores que ha sufrido Chile. Según los cronistas, fue tanta su violencia que después de haberse caído las murallas “se vio a los cimientos arrojar sus mismas piedras”.

Los testigos contaron también que la tierra se sacudió por largos minutos y que el ruido era ensordecedor. “Aunque estaba la luna bien alta se oscureció el cielo con unas densas tinieblas ocasionadas por el polvo, lo que hizo que los hombres sufrieran tal terror y miedo que hasta los más cuerdos creyeron ver los preámbulos del Juicio Final”, señala un texto redactado en base a la relación hecha por el arzobispo de la época, Gaspar de Villarroel. Esa noche de otoño, murió el 25 por ciento de la población y la mayoría de los edificios quedaron en el suelo. Con la luz del día, las ruinas fueron más visibles, pero en lugar de seguir lamentándose de la situación, los habitantes y las autoridades coloniales decidieron poner manos a la obra y reconstruir la ciudad más importante de la Capitanía General de Chile. Esa jornada fue la inspiración para que, tres siglos y medio después, el Colegio de Ingenieros de Chile, la adoptara como el Día Nacional de la Ingeniería. El past president del Colegio, Fernando Agüero, recuerda que cuando asumió ese cargo, hace nueve años, recibió una consulta de parte de un grupo de colegas del Ministerio de Salud, respecto de la fecha en que se celebraba en Chile el Día de la Ingeniería. “Al preguntar sobre esto, tuve la sorpresa de que no existía en nuestro país, por lo que propuse al primer vicepresidente, ingeniero Sergio Contreras, que estudiáramos una fecha oportuna”. A los pocos días, le habló de ese “Terremoto Magno”, como se conoce al sismo que había ocurrido en Chile el 13 mayo de 1647. “Lo rescatable de esa desgracia es que los sobrevivientes habían reaccionado de una manera heroica iniciando, sin vacilar ni esperar mucho tiempo ni ayuda externa, la reconstrucción de sus casas. Pensamos entonces que declarar al día siguiente de la tragedia, el 14 de mayo, como nuestro día era muy representativo del espíritu luchador de los chilenos y de la capacidad de llevar a cabo grandes proyectos que 21


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involucraban la recuperación de los sistemas sanitarios, iluminación, de las vías de comunicación, las viviendas y toda la infraestructura pública”, explica.

Agüero comenta que desde un comienzo tuvo muy buena acogida entre los colegiados “ya que no se conmemoraba el desastre, sino que, por el contrario, la fuerza de los habitantes de este país para iniciar una reconstrucción de inmediato”. La primera celebración, un año después, fue en grande ya que numerosas empresas, de todos los tamaños y universidades se organizaron para honrar la fecha. El Colegio, por su parte, realizó un acto donde reunió a una gran cantidad de ministros y subsecretarios ingenieros.

Profesión gravitante El 12 de marzo de 2009, la presidenta Michelle Bachelet firmó el decreto que fijó el 14 de mayo de cada año como Día Nacional de la Ingeniería. Ese documento, publicado el 06 de abril de ese año en el Diario Oficial, dio varias razones para tomar dicha decisión. Una de ellas fue que la profesión había sido gravitante en el desarrollo del país, tanto desde el punto de vista de la infraestructura pública como del progreso tecnológico. Además, decía la norma que “son muchos los profesionales de dicha área que han desempeñado un destacado rol en los más variados campos de la historia política, económica y social de la República de Chile”. También hizo notar que la reconstrucción tras el terremoto fue el primer gran proyecto de ingeniería multidisciplinario de la historia nacional. “Esta gran tarea de diseño y desarrollo de soluciones adecuadas a los diversos desafíos impuestos por las necesidades sociales, industriales o económicas, efectuada mediante el eficiente uso de los recursos existentes, representa la esencia de la ingeniería que como disciplina es capaz de aportar al desarrollo nacional”, destacaba el decreto. La historia del país y su progreso han estado ligados a la ingeniería. En un primer momento con la participación 22

Foto: FCFM.

Para Fernando Agüero esta reconstrucción fue el primer gran proyecto de ingeniería realizado en el país. “Nos pareció que era la mejor fecha para celebrar el día de la profesión”. Tomada la decisión, Sergio Contreras preparó una memoria sobre el acontecimiento y con ella se dirigieron al ministro del Interior de la época, Edmundo Pérez Yoma, para plantearle el interés del Colegio para que el 14 de mayo de cada año se declarara oficialmente como Día de la Ingeniería en Chile. “El ministro acogió positivamente nuestra solicitud, y lo conversó con la Presidenta de la República, Michelle Bachelet. Luego de numerosos informes se dictó el decreto correspondiente”, recuerda.

La Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, fundada en 1853, fue pionera en el país al impartir las especialidades de Ingeniería Civil en Puentes, Caminos y Construcciones Hidráulicas; Ingeniería en Ferrocarriles, Canales y Puertos; Ingeniería y Geografía de Minas; Ingeniería Industrial y Metalúrgica; e Ingeniero Arquitecto.

de ingenieros extranjeros y, más tarde, desde mediados del siglo XIX, con profesionales chilenos, egresados de universidades nacionales. La primera fue la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, fundada en 1853, institución donde se impartían las especialidades de Ingeniería Civil en Puentes, Caminos y Construcciones Hidráulicas; Ingeniería en Ferrocarriles, Canales y Puertos; Ingeniería y Geografía de Minas; Ingeniería Industrial y Metalúrgica; e Ingeniero Arquitecto. La formación de estos profesionales tuvo un primer cambio radical a finales de los años sesenta con la reforma universitaria. “Antes de esa fecha, la mayoría de los profesores de la Universidad de Chile eran ingenieros que trabajaban en sus respectivas empresas y también hacían clases”, recuerda el académico de la Universidad de Chile, Armando Cisternas. “Esos profesores eran muy buenos


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Ingeniería y globalización Los tiempos que corren no han dado tregua a esta profesión. Muy por el contrario, esta ha sido llamada a participar en la solución de múltiples de situaciones complejas y de distinta índole. Por ello, se ha hecho imprescindible que la formación de los futuros ingenieros no solo sea muy completa y sólida, sino también que esté de acuerdo con estas nuevas necesidades. Así lo manifiesta Hernán de Solminihac, director del departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica, quien señala que algunos de los numerosos ámbitos en donde la ingeniería puede tener una participación son los relacionados con la tecnología, globalización, medioambiente, productividad, alimentación, salud y cuidado del agua, entre muchísimos otros. “Todos estos temas han planteados desafíos importantes y en ellos, los ingenieros tienen algo que decir. Tenemos las capacidades para que, junto a otras profesiones, logremos los resultados que la sociedad necesita tanto a nivel local como global”, destaca el también exministro de Minería.

ingenieros y enseñaban la práctica de la profesión, pero desde el punto de vista teórico no eran de tan alto nivel”, reflexiona, a la vez que recalca que la reforma universitaria, en la cual él participó con energía, cambió la situación en la Facultad. “Desde ese momento, hubo profesores de jornada completa que tenían formación científica, por lo que se empezó a hacer investigación. Eso fue un cambio fundamental, ya que esta facultad pasó de entregar una formación de ingenieril pura a ser una donde había, además, creación. Obviamente los estudiantes salían mucho mejor formados. Fue un cambio fabuloso que se quebró en 1973”, rememora el académico.

El académico recordó, además, que hace algunos años solo existían las especialidades tradicionales. Ahora, en cambio, se ha tenido que responder a un nuevo escenario. “En la actualidad, cada estudiante puede tener su propia línea de formación. El currículum les permite focalizarse en temas en los que antiguamente era muy difícil hacerlo. Gracias a combinaciones a través de minors, major y postgrados, e incluso con otras escuelas como las de Arquitectura, Astronomía o Medicina, los alumnos están expuestos a un abanico amplio de posibilidades de acuerdo a sus necesidades e intereses”, aclara. Debido a estos desafíos que se plantean en el actual escenario, el ingeniero, además de adquirir nuevos y más profundos conocimientos, ha debido también incorporar a su perfil habilidades blandas acordes al trabajo en equipo, que muchas veces están integrados por personas de otras disciplinas muy distintas. “En la actualidad, los problemas son multifactoriales y, por lo tanto, es difícil que una sola profesión los pueda

La ingeniería ha sido llamada a participar en la solución de múltiples situaciones complejas y de distinta índole. Por ello, se ha hecho imprescindible que la formación de los futuros profesionales no solo sea muy completa y sólida, sino también que esté de acuerdo con estas nuevas necesidades. 23


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Foto: RLE.

La ingeniería chilena trabaja para insertarse con éxito a los desafíos que impone un mercado global.

abordar. Por ello, debemos trabajar en equipo y lograr que estos funcionen. En tanto, es imprescindible tener habilidades que quizás antiguamente no eran tan necesarias, pero que ahora son fundamentales. Solo de esa forma enfrentaremos esos desafíos tanto técnica como humanamente”. Solminihac explica que también en la actualidad la ingeniería debe hacer frente a problemas cuyas soluciones no son únicas por lo que, además de seguir siendo rigurosos, hay que tener criterio para escoger el camino más eficiente, según los recursos y las restricciones que se tengan. Justamente, para responder a las nuevas necesidades, Corfo creó el Programa Ingeniería 2030, que busca la transformación de las escuelas de ingeniería chilenas en entidades de clase mundial, donde la formación de los estudiantes responda a las necesidades actuales de las industrias del país. Todo eso, con el objetivo de impulsar a Chile en su camino hacia un mayor desarrollo productivo. “Gracias al financiamientos de ese programa se están haciendo estos ajustes necesarios. El objetivo es actualizar los currículos para alcanzar más flexibilidad, dar iniciativas a los estudiantes, involucrarlos más con la industria y con la investigación. Así, desde su formación serán más creativos e innovadores, lo que obviamente producirá un impacto positivo en el desarrollo, tanto local como global”, explica el docente, quien destaca que la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica es una de la favorecidas por esa iniciativa estatal. Finalmente, Hernán de Solminihac cierra con un desafío autoimpuesto para el futuro de la ingeniería: “Tenemos que responder con profesionales con una formación acorde con las necesidades del futuro y para ellos nos estamos preparando”. 24

El devastador Terremoto Magno, que asoló Santiago en 1647, dio origen al Día de la Ingeniería.


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Chile, sede de la 16° Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica

Foto: Chileestuyo.cl

Patricio Bonelli

En la 16° Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica, se presentaron cerca de dos mil trabajos.

Durante el encuentro realizado por segunda vez en Chile, se impulsó el concepto de resiliencia en la especialidad: lograr que las estructuras sigan operativas después del sismo y proteger su contenido.

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ntre el 09 y el 13 de enero pasado, se realizó en Chile la 16° Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica, donde se compartieron experiencias y comentaron los desafíos que presenta una especialidad en la que Chile está a la vanguardia. El encuentro fue catalogado por la mayoría de sus participantes como un éxito. Hubo 2.815 inscritos, Japón fue el país con mayor número de asistentes, con 472 participantes, obteniendo además la próxima sede que será Sendai en 2020. Chile fue el segundo país con mayor asistencia, con 455 personas, mientras que el tercero fue Estados Unidos, con 413.

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Dentro de la Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica realizada en Chile, se ofrecieron cinco sesiones plenarias donde se mostró el estado del arte en diseño sísmico, sismología y mecánica de suelos; uno de los criterios aplicados para elegir a los invitados especiales fue abarcar diferentes países. Como novedad, en esta conferencia se hicieron dos sesiones de debate, confrontándose en una de ellas el enfoque determinista con la nueva mirada probabilística. Se hicieron 833 sesiones especiales abarcando diferentes temas y 634 de contenidos generales. Hubo tres sesiones dedicadas a terremotos recientes y cuatro de investigadores jóvenes invitados, considerados como celebridades emergentes que prometen un buen futuro en investigación. En tres emotivas sesiones de homenaje, discípulos y amigos recordaron a tres reconocidos investigadores que nos dejaron recientemente: Vitelmo Bertero, Nigel Priestley y Ray Clough. En el encuentro se abarcaron prácticamente todos los temas atingentes a la disciplina.

La resiliencia Como título de la Conferencia Mundial realizada en Chile, se eligió el concepto de resiliencia. A raíz de los últimos terremotos de Chile (2010), Japón y Nueva Zelanda (2011), apareció esta idea, tomada de la psicología -que lo aplica a las personas- para referirse a la capacidad de recuperarse de la adversidad.

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Las conferencias mundiales En 1956 se organizó en Berkeley la Primera Conferencia Mundial en Ingeniería Sísmica, WCEE, para conmemorar los cincuenta años del terremoto de 1906 en San Francisco. Se llamó, en realidad, Conferencia Mundial en Ingeniería Sísmica, porque se invitó a investigadores extranjeros. Asistieron 140 personas

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La clásica filosofía consistente en salvar la vida humana evitando el colapso, aun cuando la estructura quedara dañada o debiera ser demolida, ya no parece adecuada, habiéndose comprobado en los últimos años que, además de proteger la integridad física de las personas, ya es posible diseñar de manera que la estructura no pierda su función y que la ciudad pueda restablecerse pronto. Como referencia, se estima que en un plazo máximo de diez días luego de ocurrido un sismo, los servicios deberían volver a funcionar. En Chile, se comprobó que la mayoría de los edificios pudieron seguir siendo ocupados después del sismo, especialmente en condiciones de suelos relativamente firmes y en cierto tipo de estructuras. Se piensa que la clave está en la elección de un sistema estructural adecuado; además, la distancia a la falla y la buena calidad de los suelos han ayudado a que el daño estructural, en los recientes terremotos, haya sido leve, siendo un hecho que se quiso destacar en esta conferencia. Los daños ocurridos en edificios en 2010, especialmente en suelos blandos, fueron motivos de proyectos de investigación hechos en diferentes partes del mundo dando origen a un cambio en la manera de diseñar edificios de muros. En estos congresos es esencial también el contacto personal con amigos y gente que interesa conocer por sus aportes a la disciplina. A la más reciente versión realizada en Chile, vinieron los principales actores del desarrollo de la especialidad y las instancias sociales fueron también un éxito, según las opiniones vertidas una vez finalizado el encuentro.

y se presentaron 40 trabajos. El profesor Kiyoshi Muto, de la Universidad de Tokio, ofreció Japón como sede para una segunda conferencia y propuso fundar la IAEE, Asociación Internacional de ingeniería Sísmica, que tendría como misión principal organizar las futuras conferencias mundiales. Después de Japón y Nueva Zelanda, Chile obtuvo la sede de

la Cuarta Conferencia Mundial, realizada en Santiago, en 1969. Estuvo a cargo de don Rodrigo Flores, se presentaron del orden de cincuenta trabajos y asistieron 150 personas. Hubo algunas colaboraciones clásicas en riesgo sísmico, en análisis estocástico de sistemas no lineales, se mostraron ensayos en mesa vibradora y hubo estudios de la respuesta de depósitos de suelos.


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En camino a la conferencia Hace cuatro años, la Asociación Chilena de Sismología e Ingeniería Antisísmica (Achisina) eligió la directiva que tuvo como misión conseguir la sede de la Conferencia Mundial en Ingeniería Sísmica para realizarla en Santiago de Chile, en su edición decimosexta. Organizar una conferencia mundial fue un gran desafío debido a la gran cantidad de asistentes a las últimas ediciones, como sucedió en China (2008) con 3.500 personas y 3.041 trabajos publicados; en contraste con las conferencias nacionales que había organizado Achisina, que desde 1986, contaban solo entre 300 y 500 personas. Para presentar la postulación de Chile como sede de la 16WCEE, hecha en Lisboa en 2012, se logró conseguir el patrocinio de instituciones gubernamentales, especialmente el apoyo de la Presidencia de la República. En la presentación se dio énfasis al turismo, mostrando la variedad de paisajes de nuestro país, desde el desierto hasta los hielos antárticos y la magia de la Isla de Pascua.

La 16° Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica realizada en Chile fue catalogada por la mayoría de sus participantes como un éxito.

Uno de los argumentos que puede haber ayudado a conseguir la sede fue haber mencionado “el periodo de retorno”: ya era hora de traer nuevamente la Conferencia Mundial a Chile, en el hemisferio sur solo se habían realizado tres, la cuarta conferencia celebrada en Chile en 1969 y después en Nueva Zelanda en 1965 y 2000. En la elección participaron delegados nacionales de sesenta países, de diferentes culturas y realidades, siendo difícil saber qué es realmente lo que motiva a cada uno para elegir un determinado país como sede. Achisina encargó la organización de la conferencia a una comisión constituida por prestigiosos investigadores, ingenieros estructurales, mecánico de suelos y sismólogos, que tuvieran reconocimiento internacional. Se invitó a todas las universidades que tuvieran investigación en ingeniería sísmica a participar como instituciones co organizadoras, aceptando el desafío la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Técnica Federico Santa María. Participó además como institución co organizadora la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE) y como entidades asociadas, se contó con un fuerte apoyo del Instituto de Investigación en Ingeniería Sísmica de Estados Unidos (EERI), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y el Centro Sismológico de Chile, en lo relativo a difusión.

El título de la Conferencia mundial realizada en Santiago eligió el concepto de resiliencia que, tras los terremotos de Chile (2010), Japón y Nueva Zelandia (2011), fue adaptado por la ingeniería desde la psicología. 27


Tendencias / 1 / 2017

¿Disminuyen los accidentes laborales en Chile? Sergio Wilhelm El éxito de la Prevención de Riesgos, es “cero accidentes”. De eso no hay duda. La Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), en el mes de octubre, hizo público el Informe Semestral 2016, Estadísticas sobre Seguridad y Salud en el Trabajo. Aquí analizamos, entre otros aspectos, la accidentabilidad país.

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n el estudio se aprecia la disminución de los accidentados de la última década, desde 6,4 por cada 100 trabajadores a 3,6 en la actualidad (primer semestre de 2016). Un logro interesante y beneficioso para el país. Pero, claro, son solo los trabajadores accidentados con reposo médico, con uno o más días de extensión de tratamiento. Por otra parte, la evolución del número de trabajadores protegidos por el Sistema de Mutualidades y el Instituto de Seguridad Laboral ha tenido un crecimiento importante, pasando de 4.188.305 asegurados en 2005 a 5.714.844 en el primer semestre de 2016 . La evolución mostrada en la Fig.1 lleva implícito el factor que, “a mayor número de trabajadores, implica más probabilidad de accidentes de ellos”. Sin embargo, la accidentabilidad laboral de este mismo periodo, en el sistema de mutualidades, ha disminuido.

Fig. 1. Trabajadores Protegidos

La accidentabilidad por cada Mutualidad u Organismo Administrador de la Ley, posee los siguientes resultados a fines del primer semestre 2016:

6.000.000 5.000.000 4.000.000

• ACHS: • Mutual: • IST: • Sistema:

3.000.000 2.000.000 1.000.000 0 2005 2006 2007 2008 2009 ACHS

IST

Fuente: Informe Boletines Estadísticos de la Suseso.

28

2010

MUSEG

2011

2012 2013 ISL

2014

TOTAL

2015

3,1%. 4,0%. 4,2%. 3,6%.

Asimismo, los datos de la Fig.2 no incluyen los accidentes del trayecto ni al Instituto de Seguridad Laboral (ex INP). 2016*: Primer semestre.


Tendencias / 1 / 2017

Fig. 2. Evolución de la Tasa de Accidentabilidad Mutualidades

En la Fig.3, se puede observar el comportamiento de la evolución de los últimos años y, en ellos, no se aprecia una disminución de las denuncias presentadas a las mutualidades, especialmente para el periodo 2012 al 2015.

9,00 8,00 7,00 6,00 5,00 4,00 3,00 2,00 1,00 0,00 2005 2006 2007 2008 2009 2010 ACHS

IST

2011

2012

MUSEG

2013

2014

2015 2016*

Pero, ¿Cuál es la importancia de esta situación? El número de denuncias, es decir, de aquellos casos de personas accidentadas que concurren a las mutualidades, con sus respectivas DIAT, ha permanecido constante. O sea, los accidentes denunciados por el empleador o el propio trabajador, no han disminuido.

TOTAL

2.- Días perdidos promedio por accidentes en mutualidades. Fuente: Informe Boletines Estadísticos de la Suseso.

La disminución tan contundente de la accidentabilidad en el sistema de mutualidades, ha sido utilizado por estas como símbolo de la efectividad de sus programas preventivos, como si “el éxito de la asesoría en prevención” y el aumento de la “cultura preventiva” o el haber “creado ambientes más seguros”, fueran los elementos sustantivos de la mencionada disminución. Si continuamos realizando estas mediciones, sin profundizar en sus componentes de fondo, seguiremos obteniendo los mismos resultados y alabando la implementación de programas “exitosos” en la reducción de la accidentabilidad. ¡La realidad es completamente diferente! Por eso tiene sentido el dicho “dime con qué mides y te diré lo que obtienes”.

Perspectiva diferente del análisis de accidentes 1.- La Tasa de Accidentabilidad considera al accidente del trabajo, solo cuando posee un día perdido (o reposo médico), al menos. Es decir, si un trabajador tiene un accidente y concurre al sistema de mutualidades con su Denuncia Individual de Accidente del Trabajo (DIAT), quedará grabado en la tasa, sí y solo sí, posee un día de reposo al menos, o en pago de subsidio. De lo contrario, no se refleja en dicho cálculo (Accidente con tiempo perdido). ¿Qué ha pasado con la evolución del “Número de Denuncias” (Los casos que se presentan con DIAT al sistema de mutualidades)?

a.- El informe señala que los días perdidos promedio han aumentado de 13,4 en el año 2004 a 20 en el primer semestre de 2016. ¿Por qué van en alza? Uno de los factores podría ser que se han disminuido por gestión médica, los días perdidos de uno a tres de extensión de tratamiento en el sistema de mutualidades, otorgando un alta inmediata o calificándolos como accidentes comunes. En consecuencia, el sistema de mutualidades, se está quedando con “los accidentes más graves”, como dice la Suseso, de modo que el promedio sube. b.- ¿Qué accidentes son los que podrían tener una extensión de tratamiento de tan solo uno a tres días? El médico cirujano, especialista en Traumatología y Ortopedia y Medicina de Aviación, Dr. José Miguel Zavala, comenta los siguiente: “En todos aquellos accidentes en que el paciente manifieste una lesión menor y subjetiva, como

Fig. 3. Número de Denuncias de Accidentes (DIAT) Sistema de Mutualidades 600.000 500.000 400.000 300.000 200.000 100.000 0 2010

2011 ACHS

2012 IST

2013 MUSEG

2014

2015

TOTAL

*Los datos fueron enviados al autor mediante el Oficio Ordinario N° 22092, 13-04-2016. Fuente: Informe Boletines Estadísticos de la Suseso.

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Proyectando/ 1la/ 2017 Tendencias ingeniería del futuro / 3 / 2016

Fig. 4. Tasa de Accidentabilidad vs Tasa Ingreso Sistema de Mutualidades 12,00 Línea de tendencia Tasa Ingreso

10,00 8,00

4,09%

5,01%

4,93%

5,94%

6,00 4,00 Brecha de contribución de la Gestión Médica, a la baja accidentabilidad

2,00 0,00

2010 ACHS

2011 IST

2012

MUSEG

2013

2014

Tasa de accidentabilidad

2015

Tasa de ingresos

Fuente: Informe Boletines Estadísticos de la Suseso.

dolor o inflamación; o también una lesión objetiva, como una herida superficial, contusión, cuerpo extraño ocular, etc. En estos casos el profesional, dentro de su gestión, podría dar un alta inmediata, con tratamiento sintomático, usando medicamentos paliativos del dolor y/o de la inflamación o protección de la erosión cutánea”. Con este ejemplo, se entiende que uno sin entrenamiento, lo deje con pocos días de reposo; y el mismo médico, fidelizado con el objetivo de disminuir los días perdidos, gestione el manejo del paciente orientado a ese objetivo. Ahora bien, si a la “gestión médica” anterior le sumamos que por tratarse de un dolor no “incapacitante”, sino más bien molesto, donde el trabajador puede seguir laborando, habiendo mitigado la dolencia y no se paga día subsidio, el resultado es un muy buen negocio del sistema. Se ahorran miles de pesos en días subsidio. Por tanto, se estimula el alta inmediata y/o la calificación de accidente común. Según datos anteriores, estas calificaciones suben de 43% a 47% para el periodo 2012 al 2015. 3.- Número de denuncias vs número de accidentes, sistema de mutualidades.

Fig. 5. Denuncias por accidentes del trabajo y proporción de calificaciones. Mutualidades 2015 Calificación

ACHS

IST

MUSEG

TOTAL

Accidentes del trabajo

34%

39%

40%

37%

Accidentes del trabajo con alta inmediata

29%

29%

24%

27%

Accidentes de trayecto

10%

10%

11%

11%

7%

5%

3%

5%

Otro origen laboral*

Accidentes de trayecto con alta inmediata

0,1%

0,1%

0,1%

0,1%

Accidente común

19%

12%

22%

19%

Otro origen no laboral ** Total

0%

4%

0%

1%

100%

100%

100%

100%

* Accidente de dirigente sindical en cometido gremial, enfermedad profesional y enfermedad laboral con alta inmediata. ** Enfermedad común, siniestro no protegido por Ley N° 16.744 y accidente debido a fuerza mayor ajena al trabajo. Fuente: Sisesat (versión 16 de abril de 2016).

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Al reunir estas cifras de las DIAT presentadas al sistema de mutualidades, comparadas con el número de accidentes con tiempo perdido, se obtiene la Fig.4, donde se puede observar que ambas curvas son divergentes. Considerando que la Tasa de Ingresos casi es constante y la accidentabilidad va hacia abajo. Lo obvio habría sido que fueran paralelas o al menos algo similares, si el éxito de la disminución de accidentes se atribuyera a la gestión de la prevención, el resultado es que no se presenten accidentados a las mutualidades, es decir, disminuyan las denuncias (DIAT).

¿Cuál es la razón de que sean divergentes? ¡La gestión médica! Es decir, cada vez que se presentan 8,96 accidentados de cada 100 trabajadores a las mutualidades (tasa denuncias), solo 3,73 quedan con reposo y pasan a ser accidentes del trabajo con día perdido y, forman parte de la estadística de la accidentabilidad. Los otros 5,23 casos restantes por cada 100, se devuelven como accidentes sin tiempo perdido o no accidentes laborales a sus empresas. Como lo demuestra la figura 5.


Tendencias / 1 / 2017

!

Panorámica actual ¿Entonces, han bajado los accidentes laborales en Chile? ¡No! Si medimos las DIAT. ¡Sí!, pero solo los accidentes con tiempo perdido, demostrados en la tasa de accidentabilidad decreciente. ¿La Prevención de Riesgos, es exitosa en Chile? ¡No! si consideramos que: • Siguen llegando trabajadores accidentados a las mutualidades con sus respectivas DIAT. • No, porque la disminución de la accidentabilidad no refleja verdaderamente la prevención de accidentes, sino que la gestión médica se orienta a darles el alta sin tiempo perdido o calificarlas de accidentes comunes. Aunque, en los últimos años va en aumento la cantidad de personas que trabajan y los accidentes permanecen constantes, según el número de denuncias, lo que constituye un éxito real de la prevención. Sí sería exitosa, si consideramos que: • La verdadera herramienta para medir el éxito de la prevención es que los trabajadores no tengan que ir a las mutualidades porque no constituyen accidentes; en otras palabras, si bajaran estas denuncias. Aquí surge el concepto de “disminuir quién golpea la puerta del organismo administrador” con una DIAT en la mano. • Si los “golpes de puerta al sistema de mutualidades”, retroceden o van a la baja, es porque las medidas preventivas van resultando más efectivas y, al serlo, no se producen accidentes. Y el hecho que sean con tiempo perdido o sin tiempo perdido, deja de ser importante para medir la gestión de seguridad y salud ocupacional.

Avances y desafíos El éxito de la prevención se debe medir por la disminución de la tasa de denuncias acogidas por el organismo administrador, ya que se deben contabilizar tanto los accidentes con tiempo perdido y los sin tiempo perdido, o bien, con pago de día subsidio o sin él. La unidad de medida de los accidentes es la tasa de denuncia de accidente del trabajo, entendiéndose como tal el cociente entre el número de denuncias de accidentes del trabajo y el promedio de los trabajadores, por cada 100 de ellos. Sin duda, la gestión médica y el arsenal farmacéutico deben contribuir a la pronta recuperación de un accidentado, por lo que, si se trata de un factor favorable a la disminución de los accidentes con tiempo perdido, se debe mantener; pero con un especial control de las buenas praxis de los tratamientos. Por ejemplo, al disminuir el dolor, se podría poner en mayor riesgo al trabajador y también si se utilizan fármacos que reduzcan sus capacidades de concentración o locomotoras. Tal vez, a futuro se deba establecer un procedimiento de uso del arsenal farmacológico, en concordancia con resolver la causa y no solo el síntoma, como así también que se dictamine cómo puede afectar el fármaco en la seguridad de su desempeño laboral. Es decir, si un trabajador recibe

un tratamiento con benzodiazepina y su trabajo es conducir un vehículo o equipo, debe quedar con reposo mientras dure su tratamiento farmacológico. En consecuencia, es lamentable señalar que la accidentabilidad no ha disminuido por acciones preventivas ni por aplicación de programas de prevención ni sistemas de gestión de seguridad, sino por acción o consecuencia de una más eficiente gestión médica. Si las premisas anteriores son de consenso, se debería impulsar una modificación legal para medir el éxito de los controles de riesgos operacionales o la seguridad y salud ocupacional (medidas preventivas), de la forma más concreta que puede haber, esto es, por quién golpea la puerta del organismo administrador de la Ley, con una Denuncia Individual de Accidente (DIAT o DIEP), en la mano. La finalidad de este análisis del Boletín Estadístico de la Suseso no es quitarle valor a la gestión preventiva; sino colocarla en la real dimensión que tiene la forma en que ha disminuido la accidentabilidad que, como se puede observar, es mérito de la sanción de accidente que ejecuta el área médica de las mutualidades.

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Tendencias / 1 / 2017

Big data al servicio del usuario Patrick Surry Hasta hace muy poco tiempo, las empresas estaban usando el análisis de datos para adelantarse a las preferencias de los consumidores y desarrollar productos que garantizaran una compra, poniendo la prioridad en el interés de la empresa por vender. Una nueva fórmula está cambiando el foco hacia el ahorro y beneficio del consumidor.

T

radicionalmente, las compañías han estado utilizando el análisis de grandes cantidades de datos para enfocar mejor sus productos y adecuarlos a las necesidades de los clientes. Más allá del por qué, la meta era anticiparse a las conductas de los potenciales compradores para que, llegado el momento de poner la oferta del producto ante sus ojos, garantizaran una venta. Hasta ese momento, aparentemente, no había ningún interés de relevar las necesidades de ahorro del usuario, ni pensar en “su bolsillo”. Solo se servían de esta información para adecuar su oferta y adelantarse a lo que los consumidores potencialmente podían llegar a comprar; una predicción enfocada netamente en el producto. Esto mismo es lo que venían haciendo entre otros sectores, la industria de los viajes.

Hay muchos sitios que entregan información sobre pasajes económicos solo al momento en que se hace una búsqueda o cada vez que se visita esa web. A diferencia de esos desarrollos, hoy están surgiendo nuevas aplicaciones que realizan un proceso de monitoreo de datos 24 horas al día, los siete días de la semana, para indicar cuál es el mejor momento para comprar, por ejemplo, un pasaje de avión al menor precio posible. De esta manera se está lentamente terminando la esclavitud de pasar largas horas frente a un computador esperanzado por encontrar casi por arte de magia un precio que sea demasiado conveniente. En palabras simples, la mítica bola de cristal que muestra el futuro, en estos casos y de forma metafórica, dejaría de ser una ilusión y se estaría transformando en una realidad.

Tecnología al servicio del consumidor Los conocidos sistemas GDS (Sistema de Distribución Global, por sus siglas en inglés), utilizados por hoteles, aerolíneas y empresas de alquiler de autos, no solo permiten entregar al usuario el precio del servicio consultado en tiempo real, sino que, además, dan la posibilidad de reservar y comprar desde cualquier lugar del mundo.

Foto: Jmfieldmarketing.com

Hoy la ventaja competitiva entre los desarrollos, además del uso casi obligado de la tecnología para analizar grandes volúmenes de datos, es el utilizarla para beneficiar a los usuarios, buscando entablar una relación conversacional

El objetivo final, más allá de la venta, es generar opciones que garanticen ahorro y dejar en el pasado la frustración que muchas veces implica encontrar un ticket a un precio conveniente, sino que sea el mismo desarrollo el que notifique cuándo es la oportunidad para comprar lo más barato posible.

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Tendencias / 1 / 2017

y no transaccional para solo vender en el momento. La tendencia apunta a permitir comparar precios y disponibilidad de diferentes proveedores de servicios apuntando a las necesidades y expectativas del viajero. ¿Cómo hacer la diferencia? Sabido es que los valores de los pasajes de avión suelen fluctuar dependiendo del momento de compra, lo que muchas veces puede provocar frustración al no encontrar alguno que se acomode al presupuesto. La ansiedad que sienten los viajeros por encontrar un buen precio de pasaje antes de comprarlo es muy alta. Se presenta aquí un problema de data science porque antes nadie había usado los datos para generar un servicio que beneficiara puntualmente a los consumidores. En los últimos años, tras la aparición de webs que a través del ecommerce prometen ciber gangas, han surgido otras páginas y aplicaciones que realizan un seguimiento histórico a la evolución de los precios de determinados productos, lo que permite contrastar la información y saber si la supuesta oferta que se muestra en ese momento es realmente un buen negocio para el usuario. La combinación de esa información histórica más un sistema predictivo propio es lo que ha permitido a innovadoras aplicaciones predecir los mejores precios en la compra de pasajes aéreos; combinar información en tiempo real sobre los precios pasados y actuales con algunas adiciones precalculadas que se actualizan de forma diaria y constante, parece ser la fórmula. De esta forma, se podría ver el futuro y lograr un análisis predictivo y modelado de comportamiento. Actualmente, la predicción de datos permite a los usuarios buscar vuelos según su conveniencia y realizar pronósticos

con gran precisión sobre pasajes en base a algoritmos propios para saber cuándo es el momento justo para comprar al mejor precio posible hasta con varios meses de anticipación. El objetivo final, más allá de la venta, es generar opciones que garanticen ahorro y dejar en el pasado la frustración que muchas veces implica encontrar un ticket a un precio conveniente, sino que sea el mismo desarrollo el que notifique cuándo es la oportunidad para comprar lo más barato posible.

El desafío que implica la llegada de los vuelos low cost Actualmente, las compañías aéreas ofrecen tarifas de bajo costo con restricciones para cosas como cambios o cancelaciones de pasajes, equipaje facturado y de mano, asignación de asientos, alimentos o bebidas en el vuelo y entretenimiento. Este fenómeno genera un gran desafío que va más allá de entregar la información de cuándo es el momento justo para comprar un pasaje en avión. La utilización del análisis de datos, con la llegada de los vuelos low cost, ha implicado sumar otros beneficios con el fin de hacer los viajes más transparentes para dar una visión detallada de todas las cosas importantes que figuran en la letra chica del pasaje que el usuario está comprando. El paradigma cambió, y es probable que seguirá evolucionando. La llamada “cuarta revolución industrial” con foco en lo digital ha obligado a que las compañías, no solo las referentes a viajes, busquen innovación y transformación tecnológica con decisiones estratégicas que impacten positivamente en el centro del negocio con foco en no solo vender, sino también en generar beneficios tangibles al consumidor y los usuarios. 33


Tendencias / 1 / 2017

Economía colaborativa para el emprendimiento: Más que lugares de trabajo compartidos Mauricio Cifuentes

Sinergias, alianzas, nuevas ideas o proyectos, soluciones a problemas ya conocidos por otras personas más experimentadas o simplemente más conocimiento a través de experiencias ajenas son algunas de las ventajas de esta tendencia conocida como coworking.

N

ada muere, solo se transforma, entonces ¿Por qué no pasaría con los clásicos lugares de trabajo? Los espacios colaborativos para el emprendimiento y la innovación son relativamente nuevos en Chile; es probable que estos lugares no tengan ni siquiera diez años aún en nuestro país, sin embargo, a pesar de eso, se han transformado en un movimiento global y local muy popular que en poco tiempo ha crecido rápidamente logrando romper con el paradigma de los “clásicos” puestos de trabajo. Esta tendencia nacida en San Francisco es reflejo de los nuevos intereses de profesionales, pequeños empresarios y, principalmente, emprendedores, quienes buscan un lugar que les entregue más que solo un espacio con los elementos típicos de una estación de trabajo. Si bien al principio se trató solo de oficinas con áreas disponibles para desempeñarse, en los últimos años, han llegado a ser de colaboración. Sus usuarios buscan pertenecer a una comunidad que les entregue la posibilidad de crear, innovar y proyectar sus ideas. Se trata de espacios con personas tan diversas como las razones por las que están ahí.

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Tendencias / 1 / 2017

El desafío es que en estos espacios también se generen fondos reales de capital para las iniciativas de emprendimiento que ahí nacen o se perfeccionan.

Nadie está obligado a compartir. Sin embargo, las herramientas y posibilidades que entregan los espacios colaborativos provocará que, probablemente, con el tiempo se entreguen a la singularidad de los beneficios de estos centros.

Foto: iF Valparaíso 3IE.

Sus ventajas son muchas, pero quizás la más característica tiene que ver con la flexibilidad. El encanto del coworking es ofrecer horarios pensados y personalizados para sus usuarios, personas que probablemente no tienen una agenda como un trabajador dependiente.

Enfocándonos a nuestra experiencia local, Corfo, entendiendo esta nueva tendencia que ha crecido rápidamente en Chile, creó en mayo de 2015 un nuevo programa de apoyo a la operación de espacios colaborativos para el emprendimiento e innovación en distintas regiones del país. Nació con el objetivo de fomentar la existencia de estas plataformas compartidas para proveer a innovadores de infraestructura física y servicios especializados para desarrollar sus ideas de negocios.

La magia de los espacios de trabajo colaborativos ¿Qué puede salir de un espacio como este? Ahí está lo interesante. Cuando se juntan muchas personas comienzan a darse sinergias, alianzas, nuevas ideas o proyectos, soluciones a problemas ya vividos por otras personas más experimentadas o simplemente más conocimiento a través de experiencias ajenas. En general, trabajar con otras miradas de la misma disciplina es mucho mejor que hacerlo atomizado.

Otra particularidad es la opción de redes de contacto que estos lugares entregan. Habitualmente en estos espacios existen profesionales que cumplen un rol de facilitador, es decir, que se desenvuelven activamente para incentivar a que se creen relaciones o vinculación entre las personas que trabajan ahí con el fin de estimular la posibilidad de oportunidades y colaboración. Existen muchos emprendimientos o nuevos negocios que no cuentan con los recursos económicos para una oficina con gastos fijos. Estos entornos solucionan este problema, ya que pueden ser la alternativa para establecer un lugar para trabajar y recibir potenciales clientes a un costo mucho más asequible a la realidad financiera de sus usuarios. La privacidad puede ser un foco de problema, por lo tanto, el desafío es lograr estructuras amplias, con distintos lugares en su interior que entreguen opciones de desplazamiento y discreción cuando sea necesario, además de vinculación, tranquilidad y todo lo imprescindible para innovar y emprender cómodamente.

Corfo ofrece una línea de apoyo a espacios colaborativos para el emprendimiento que ha favorecido a 35 nuevos centros a nivel nacional.

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Tendencias / 1 / 2017

La evolución de los espacios colaborativos Es bastante habitual en Estados Unidos y Europa el uso de inmuebles con características de bodegas, galpones o lofts abiertos en donde emprendedores o profesionales coexisten de forma espontánea, sin antes conocerse. En esta dinámica pueden aportar conocimiento y asesoría para desarrollar sus trabajos o negocios. Las necesidades de quienes están comenzando su proyecto tienen un sinfín de falencias o características que pueden ser cubiertas en este tipo de ambientes y gracias a la multidisciplina que ahí ocurre. Es probable que un emprendedor en etapa inicial requiera orientación en temas contables, iniciación de actividades, información de fondos concursables y desarrollo comercial, entre muchas materias más. Tomando esto en cuenta, fue necesario ir más allá de un espacio compartido que podría generar solo networking. En nuestro país nacieron los llamados Hub Globales, entendiéndose como espacios en donde interactúan profesionales que pueden ayudarse unos a otros. Esta posibilidad se da gracias a sus características estructurales de espacio y a su modalidad pública.

Foto: bespokesf.co

Su objetivo va más allá. En estos nuevos lugares de colaboración pueden coexistir emprendedores e innovadores locales, nacionales y extranjeros, es decir, también buscan ser un punto de encuentro sin importar de dónde provengan sus usuarios y que facilite el intercambio de experiencia y conocimiento nacional y extranjero.

Los Hub Globales son espacios donde interactúan profesionales y emprendedores que pueden ayudarse unos a otros. También buscan ser un punto de encuentro entre innovadores locales, nacionales y extranjeros para facilitar el intercambio de experiencias y conocimiento nacional y extranjero.

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El desafío es grande porque en este tipo de espacios debe también darse la presencia de fondos reales de capital para las iniciativas de emprendimiento que ahí nacen o se perfeccionan. La asesoría para conseguir financiamiento público existe, pero también debe hacerse cargo de la crítica reiterada en temáticas de innovación que tiene que ver con la falta de financiamiento privado y la poca vinculación con las empresas desde los entes generadores de conocimiento. En este aspecto, pasa a ser prioridad de los Hub Globales la conexión con fondos de capital de riesgo y la fuerte coordinación con gremiales empresariales para comenzar a levantar acciones concretas para trabajar desafíos de innovación abierta. Sin duda, hemos avanzado como país para ir más allá en la implementación de espacios de trabajo colaborativo; se emplazaron de forma explosiva lugares privados, asociados a universidades o levantados con financiamiento público. Hoy el desafío es tener una visión más integral que siga la lógica de la industria del conocimiento aplicado, es decir, con especialización en ciertas líneas, que otorguen aún más conocimiento y puedan estar a lo largo de todo el país con la misma calidad y oportunidades, sin importar a quién pertenezcan ni dónde se encuentran.

El coworking refleja los nuevos intereses de profesionales, pequeños empresarios y, principalmente, emprendedores, quienes buscan un lugar que les entregue más que solo un espacio con los elementos típicos de una estación de trabajo.

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Tendencias / 1 / 2017

SHOA: Veinte años formando a los ingenieros hidrógrafos de Chile y el mundo

Foto: SHOA.

Enrique Silva

El SHOA trabaja en la detección de tsunamis en alta mar. En la imagen, una boya DART en proceso de mantención.

A través del Centro de Instrucción del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), desde el año 1995 se ha logrado satisfacer la demanda de los oficiales nacionales y extranjeros que se desempeñan como ingenieros hidrógrafos jefes de las comisiones hidrográficas y oceanográficas.

E

stos profesionales tienen la responsabilidad planificar, dirigir y controlar los procesos que se llevan a cabo en la elaboración de cartas náuticas y otros productos asociados a las ayudas de la navegación.

Un poco de historia A comienzos de los años 90, la Armada de Chile se encontraba en la fase final de un plan para potenciar la formación de sus oficiales especialistas. Consciente de los trabajos que realizaban institutos y universidades para readecuar y mejorar sus carreras a fin de satisfacer las demandas de los nuevos profesionales requeridos por el país, la Marina dispuso la materialización del denominado “Plan Atenea”, el cual consideraba la actualización de las mallas curriculares, planes de estudios y cursos respectivos de cada una de las especialidades existentes para oficiales. 37


Tendencias / 1 / 2017

Con la Dirección de Educación de la Armada liderando este proyecto, las especialidades se homologaron a programas académicos de nivel superior, dando cumplimiento en términos cuantitativos y cualitativos a lo exigido en esos momentos por el Ministerio de Educación para los programas lectivos de una carrera de nivel de Ingeniería Civil. De esta forma, las especialidades navales que cumpliesen planes de estudio de seis años, considerando tres años realizados en la Escuela Naval y posteriormente otros tres en la Academia Politécnica, se denominarían Ingenierías Navales, de la misma forma y como hasta ese momento ocurría con las Ingenierías Navales: mecánicas, eléctricas y electrónicas. El primero de estos tres años politécnicos fue una evolución del curso de Ingeniería Media, constituyéndose como requisito previo al transbordo a las diferentes escuelas de especialidades y centros de instrucción que impartirían, en los siguientes dos años, las asignaturas teóricas y prácticas relativas a sus respectivos ámbitos. En ese contexto, el SHOA presentó la carrera de oficial especialista en Hidrografía y Oceanografía, utilizando las asignaturas bases de las ciencias físico-matemáticas obtenidas de los cuatro años anteriores, como conductas de entrada para los ramos hidro-oceanográficos de especialidad, programados para ser impartidos en los últimos dos años. 38

Foto: SHOA.

Los profesionales formados por el SHOA tienen la responsabilidad de planificar, dirigir y controlar los procesos que se llevan a cabo en la elaboración de cartas náuticas y otros productos asociados a las ayudas de la navegación.

A comienzos de los años 90, la Armada de Chile se encontraba en la fase final de un plan para potenciar la formación de sus oficiales especialistas. Consciente de los trabajos que realizaban institutos y universidades para readecuar y mejorar sus carreras, la Marina dispuso la materialización del denominado “Plan Atenea”, el cual consideraba la actualización de las mallas curriculares, planes de estudios y cursos respectivos de cada una de las especialidades existentes para oficiales.


Tendencias / 1 / 2017

Fue así que en el año 1995 el Centro de Instrucción del SHOA materializó su anhelado proyecto educativo, dando inicio al primer curso internacional de Hidrografía categoría A; siendo este el grado más alto al que pueden aspirar aquellos profesionales que se desempeñan como jefes de comisiones que ejecutan levantamientos hidrográficos oceánicos, costeros y de puerto, facultándolos a todos ellos para ejercer la especialidad en cualquier parte del mundo, formación que, hasta ese momento, solo se obtenía en instituciones extranjeras.

Reconocimiento del Colegio de Ingenieros de Chile Desde el egreso del primer curso en diciembre del año 1998, los profesionales han recibido el título de especialidad de ingeniero naval en Hidrografía y Oceanografía acompañado del respectivo grado académico y del título internacional de hidrógrafo categoría A.

En ese sentido, cabe destacar que, durante el mes de marzo del presente año y en la ciudad de Wellington, Nueva Zelandia, se llevó a cabo la defensa de reacreditación del curso ante la comisión evaluadora del International Board on Standards of Competence for Hydrographic Surveyors and Cartographers (IBSC), instancia donde se obtuvo la certificación para los próximos seis años y que en esta oportunidad, solo alcanzaron Chile, Alemania y Portugal. Esta reacreditación permite al servicio continuar formando oficiales especialistas para la Armada de Chile y marinas extranjeras, tarea que se viene realizando por más de veinte años y cuyo resultado se ve reflejado a través de los 54 ingenieros hidrógrafos que han egresado desde las aulas del Centro de Instrucción del SHOA, de los cuales 37 pertenecen a marinas extranjeras, quienes, en muchos casos, han llegado a ejercer importantes cargos en sus respectivas instituciones.

Como consecuencia de lo anterior, la Comisión de Ejercicio Profesional del Colegio de Ingenieros, en su sesión N°220 llevada a cabo el 10 de junio de 1999, concluyó recomendar al Consejo de la Orden la incorporación a la lista de títulos y universidades que forman el registro del Colegio, el de ingeniero naval hidrógrafo-oceanógrafo, impartido por la Academia Politécnica Naval, a través del Centro de Instrucción del SHOA. Desde ese momento, los mencionados especialistas han participado permanentemente en diferentes actividades de esta asociación gremial, dando a conocer la contribución del accionar hidro oceanográfico al desarrollo nacional.

Los trabajos de preparación académica administrativa demandados por la Armada de Chile al Centro de Instrucción del SHOA fueron aprovechados por este servicio para impartir el curso internacional de Hidrografía categoría A, en español. La malla curricular y sus respectivos programas fueron diseñados cumpliendo las exigencias establecidas por las organizaciones internacionales involucradas en la determinación de los estándares necesarios para la formación de profesionales capacitados para realizar levantamientos hidrográficos costeros y de puerto en cualquier parte del mundo; condiciones que le permitieron obtener la acreditación por parte de la Organización Hidrográfica Internacional (OHI), de la Federación Internacional de Geómetras (FIG) y de la Asociación Cartográfica Internacional (ACI), entidades no gubernamentales, consultivas y técnicas en materias de Hidrografía, Geodesia y Cartografía, respectivamente.

Foto: La Tercera.

Acreditación internacional

Desde las aulas Centro de Instrucción del SHOA han egresado 54 ingenieros hidrógrafos, de los cuales 37 pertenecen a marinas extranjeras.

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Columna / 1 / 2017

I+D / 1 / 2016

Tecnología y Romanticismo Tomás Guendelman

Mi madre solía decir en público que la primera palabra que pronuncié fue “auto”. Tal vez sea una versión alterada con el paso de los años y que mis primeras palabras hayan sido las tradicionales papá y mamá. Es muy probable que “auto” haya hecho su debut cuando mi vocabulario era cercano a las veinte palabras, pero estos vehículos han sido muy predominantes en mis afectos, desde aquella lejana infancia hasta estos días.

Tomás Guendelman.

A

la fecha, he acumulado cuatro vehículos antiguos; tres de ellos (Ford 1930, Ford 1940 y Chevrolet 1946) comprados en estado calamitoso, recuperados, y que circulan dignamente, produciéndome un enorme placer conducirlos y ver los rostros radiantes de mis nietos, quienes se sienten como en una película del Lejano Oeste. El cuarto, Ford 1947, se encuentra en muy buenas condiciones, cuenta con permiso de circulación, seguro y revisión técnica, y en él, dos de mis hijos fueron conducidos al templo el día de sus respectivas bodas. Como se puede apreciar, en esta materia la tecnología quedó relegada a un segundo plano, dando espacio al romanticismo, que no debe confundirse con nostalgia, pues los vehículos son reales, se mueven por las calles y se burlan del paso del tiempo. El concepto de romanticismo, en su uso habitual, hace pensar en “novelas rosa” o en música lenta, bailable, pero corresponde a un movimiento de la cultura que surgió a finales del siglo XVIII y que se desarrolló en las primeras décadas del siglo XIX. Entre los principales románticos de la literatura universal, me permito citar a Johann Wolfgang von Goethe, Edgar Allan Poe, Víctor Hugo, Lord Byron y Alberto Blest Gana; y en la música, a Ludwig van Beethoven, Richard Wagner, Carl Maria von Weber, Franz Liszt, Frédéric Chopin, Héctor Berlioz y Félix Mendelssohn. Por razones cronológicas, en esta lista no se incluye a Johann Sebastian Bach, considerado el más grande compositor de todos los tiempos, cuya obra fue recuperada por la generación romántica que le siguió y ocupa un puesto de privilegio en el repertorio. Este recuento no puede excluir la música popular y la amalgama entre literatura y música que, sin duda, ha existido siempre. Entre otros, hay que mencionar a Bob Dylan, recientemente laureado con el Nobel de Literatura, Cat Stevens, Leonard Cohen, Armando Manzanero, Violeta Parra, y tantos más. Volviendo al tema de la columna, recuerdo el año 1967 en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, ocasión en que con Mauricio Sarrazin organizamos el Simposio ICES, evento que contó con la participación de destacados profesores del MIT. Entre los numerosos e interesantes

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Foto: rutasydestinosdelmundo.com

Independiente del desarrollo tecnológico, una cabalgata es un placer romántico de todos los tiempos.

aspectos técnicos de aquella semana tecnológica, rescato la ponencia del profesor Daniel Ross, quien propuso una métrica para medir la aceleración del desarrollo de los computadores, consistente en una escala de niveles que, a esos años, llegaba hasta un nivel 6. Su propuesta fue la siguiente: Nivel 1: cálculo manual y ábacos. Nivel 2: regla de cálculo. Nivel 3: calculadora de molinillo. Nivel 4: calculadora electrónica. Nivel 5: computadores de primera y segunda generación. Nivel 6: computadores de tercera generación IBM 360. Los niveles varían en forma exponencial, de modo que los posteriores desarrollos que nos llevan al estado actual, no superarían un Nivel 9. Deducía Ross que, si la industria automotriz hubiese experimentado desarrollos similares, un Rolls-Royce, en aquellos años, habría tenido un rendimiento superior a un millón de kilómetros por litro y un costo inferior a tres dólares.

El beneficio de la tecnología es evidente en todo orden de cosas, pero ello trae consigo un “lado B”, difícil de controlar y creciente también en forma exponencial.

A propósito de la evolución del rendimiento y del costo de un Rolls-Royce, es posible construir una métrica, igualmente exponencial, relacionada con la velocidad de desplazamiento que han ofrecido los distintos medios de transporte a través del tiempo. Esta métrica, podría ser la siguiente: Nivel 1: tracción animal. Nivel 2: bicicleta. Nivel 3: automóvil y motocicleta. Nivel 4: avión. Nivel 5: cohetes.

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Respecto de los automóviles antiguos, muy predominantes en mis afectos, la tecnología queda relegada a un segundo plano, dando espacio al romanticismo, que no debe confundirse con nostalgia, pues los vehículos son reales, se mueven por las calles y se burlan del paso del tiempo.

Hasta ahí llegaría la cuenta, y es posible que ahora, cincuenta años más tarde, no se registren desplazamientos de 200.000 km/hora, que estarían asociados al Nivel 6. Todo lo anterior se sitúa en el marco de mediciones objetivas, pero es indudable que una caminata cerro arriba, o una cabalgata a caballo, constituyen las actividades que individuos sumidos en el mundo laboral de lunes a viernes realizan sábados y domingos. No me refiero a nostalgias del pasado, sino a placeres románticos de todos los tiempos. En esta misma categoría se inscribe un paseo en una “burrita” del año 30. ¿Dónde llegaremos en cinco años más? No lo sé, pero en cambio recuerdo muy bien lo que sentía en 1957 cuando

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ingresé a primer año de ingeniería y me compré mi primera regla de cálculo, indispensable para mis estudios. De lunes a viernes la odiaba, pero los sábados, cuando teníamos esos maravillosos “bailoteos” en casas de amigas o amigos, me sentía muy dichoso de exhibirla en el bolsillo exterior de la chaqueta, como el más preciado implemento de mi vestimenta. El beneficio de la tecnología es evidente en todo orden de cosas, pero ello trae consigo un “lado B”, difícil de controlar y creciente también en forma exponencial. La automedicación ha generado los famosos “doctores Google”, que son un peligro para la sociedad; los hackers profesionales, capaces de provocar enormes desastres individuales y colectivos, incluido el temor, la pérdida de privacidad y muchas otras


Columna / 1 / 2017

Algo similar ocurre con las grandes obras de música selecta, compuestas dos o más siglos atrás a pedido de reyes y gobernantes, en general, para ser ejecutadas, casi exclusivamente, en los eventos para los que fueron solicitadas. La mayoría de las grandes obras, como las de Bach, por ejemplo, fueron rescatadas muchos años más tarde, a partir de ajadas partituras, únicos testimonios de su creación. Escucharlas ahora, en grabaciones de alta fidelidad en auditorios de excelente acústica y ejecutadas por maestros que las han podido preparar durante mucho tiempo, constituye un privilegio impagable. Pensar tan solo, como decía un comentarista de música selecta del diario El Mercurio, en lo que habría podido hacer Bach si durante su vida hubiese existido el piano, da una idea del efecto que nos produce la audición de sus grandes obras, cómodamente instalados en un sillón de nuestra casa, y acompañados de una bebida apropiada a la circunstancia. Pero la belleza de la música no está limitada tan solo a la música selecta. Las obras clásicas de música popular tienen su merecido espacio y su audición es más voluminosa, en términos generales, que las selectas. Para mí, por ejemplo, resultan maravillosos los temas que interpretan, entre muchos otros, Frank Sinatra, Los Beatles, Lucho Gatica, Pedro Vargas y Los Cuatro Ases. No logro entender el reggaetón, y creo que no lo lograré en esta vida, pero no puedo negar que produce euforia en la juventud de hoy, y que podría provocar recuerdos románticos en ellos, cuando en unos cincuenta años más los disfruten, en medio de la incomprensión de sus hijos y nietos. Concluyo esta columna señalando que es necesario agregar romanticismo a nuestro trabajo, por medio de modestos detalles que se pueden incorporar en la rutina diaria. En mi caso, por ejemplo, ese efecto emocional lo logro al comparar los resultados del análisis sísmico de una estructura estudiada con software sofisticado, con los de un modelo conceptual simplificado, y he llegado a la conclusión de que, si existe una discrepancia superior a 30% entre ambos, doy más crédito al análisis aproximado.

No logro entender el reggaetón, y creo que no lo lograré en esta vida, pero no puedo negar que produce euforia en la juventud de hoy, y que podría provocar recuerdos románticos en ellos, cuando en unos cincuenta años más los disfruten, en medio de la incomprensión de sus hijos y nietos.

Lord Byron fue uno de los principales exponentes del romanticismo, movimiento cultural que surgió a finales del siglo XVIII y se desarrolló en las primeras décadas del XIX.

Foto: byronmonte.wordpress.com

lacras. Es digno rescatar, sin embargo, la existencia de un alto número de desarrollos tecnológicos que están en armonía con el placer de vivir, como, por ejemplo, la recuperación de material impreso dañado por el paso del tiempo y que, gracias a las tecnologías de escáner, está siendo rápidamente recuperado y, eventualmente, reimpreso, permitiendo así que vuelva a estar presente en bibliotecas públicas y privadas, espacios en los que el romanticismo se respira profundamente.

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Detección de las ondas gravitacionales Armando Cisternas

Albert Einstein publicó los primeros artículos sobre la Relatividad General allá por 1915, es decir, hace más de cien años. Entre muchas otras cosas, demostró teóricamente la existencia de las ondas gravitacionales. Pero nadie había podido, sino hasta hace muy poco, observar y medir estas ondas. Esto fue posible, finalmente, gracias al Proyecto LIGO, organizado por CalTech y MIT, que logró reconocerlas físicamente. 44

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as ondas gravitacionales son vibraciones de la materia en el espacio-tiempo, debidas a fuertes cambios de la posición de la masa en algunos lugares del universo. La distribución de las masas es heterogénea por la presencia de galaxias, estrellas y planetas de tamaños muy diferentes. Esto produce la curvatura descrita por la Teoría de la Relatividad General. La fuerza de gravedad depende del tamaño y de la posición de las masas en cada lugar. En general, las ondas generadas son de pequeña intensidad, así que las transformaciones deben ser enormes para poder ser observadas desde la Tierra. En particular, los agujeros negros, que tienen una masa y una fuerza de gravedad tan enorme que impide salir la luz al exterior, son unos de los posibles generadores de ondas gravitacionales observables. Al llegar estas ondas al lugar de observación, producen cambios temporales


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Figura 1

Ondas gravitacionales a partir de la colisión de dos Hoyos Negros.

en la gravedad y, por lo tanto, pequeñas modificaciones del tamaño de los objetos. Las ondas están polarizadas a 45°, ya sea de forma “+” o bien “x”. Para detectar las ondas gravitacionales es necesario entonces medir las variaciones del tamaño en forma continua. Estas medidas deben ser de una enorme precisión, pues si se usa una barra de hierro de varios kilómetros de largo, el cambio de longitud es del orden del tamaño de un átomo. Durante varias décadas se han diseñado instrumentos cada vez más precisos que, finalmente, han permitido detectar los cambios de longitud. De acuerdo con Einstein, la velocidad de las ondas gravitacionales sería del orden de la velocidad de la luz. Pero hay una diferencia total entre las ondas electromagnéticas (luz, rayos x, ondas de radio, etcétera.), y las ondas gravitacionales que dependen de los cambios de masa.

Armando Cisternas.

Figura 2

Observaciones y medidas Las ondas gravitacionales fueron medidas por primera vez el 14 de septiembre de 2015. Una segunda onda fue registrada en diciembre del mismo año. Todo esto fue posible gracias al proyecto LIGO (Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría de Laser, por sus siglas en inglés) que fue desarrollado por CalTech (Kip Thorne) y MIT (Reiner Weiss), en Estados Unidos, con el fin de registrarlas. LIGO construyó dos observatorios, uno en Livingston (Luisiana) y otro en Hanford (Washington), con el fin comparar datos del lado Este y del lado Oeste de Estados Unidos. Las ondas observadas llegaron a los dos lugares con una diferencia de tiempo de 7 milisegundos, lo que corresponde a ondas viajando con la velocidad de la luz.

Modelo de un interferómetro láser. En la imagen, se ven dos barras transmisoras ortogonales, el generador de láser, los espejos reflectores y el detector de fotos. El espejo orientado a 45° (beam splitter) permite dividir en dos el rayo láser.

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Las ondas gravitacionales son vibraciones de la materia en el espacio-tiempo, provocadas por fuertes cambios de la posición de la masa en algunos lugares del universo. Los agujeros negros son unos de los posibles generadores de ondas gravitacionales observables.

Figura 3

Las ondas venían de un lugar situado a 1.3 billones de años luz de la Tierra, y eran debidas a la colisión de dos enormes agujeros negros con masas del orden de 29 y 36 masas solares (Figura 1). Los dos agujeros negros estaban en rotación uno respecto del otro, pero perdían energía de radiación, y se fueron acercando durante billones de años hasta que vino bruscamente la colisión. La energía irradiada fue de unas 3 masas solares, y solo quedaron 32 en el agujero negro final. Los instrumentos, de tamaño kilométrico (~ 4 Km), creados por LIGO fueron tres: dos en Hanford y uno en Livingston. La Figura 2 muestra dos barras de hierro de direcciones ortogonales. Hay varios espejos sobre cada una, y encima se encuentran los reflectores que reciben los rayos láser para tener reflexiones múltiples que permiten calcular las variaciones de largo entre dos espejos vecinos. Las ondas recibidas en Livingston y en Hanford se ven en la Figura 3. Los periodos observados son pequeños (del orden de fracción de segundos), pero en el futuro se podrá llegar a registrar valores del orden de horas. Las oscilaciones en los dos lugares son muy semejantes excepto por el retardo de los 7 milisegundos. Una foto del LIGO de Livingston se ve en la Figura 4.

El futuro

Dos señales láser, en Hanford y en Livingston, observadas (parte superior) y modelizadas (parte inferior). Se ve la deformación en función del tiempo.

Seguramente los científicos de LIGO recibirán el Premio Nobel de Física. Este trabajo, publicado el 11 de febrero de 2016 en Physical Review Letters, además de haber causado un gran interés a nivel mundial, permitirá entrar en una nueva forma de mirar nuestro Universo. Todo lo que conocemos es lo que viene del campo electromagnético. Pero ahora podremos mirar el cielo con otros ojos, que pueden ver las ondas gravitacionales, y encontrar nuevas cosas que antes eran totalmente desconocidas. En otras palabras, ahora se tiene una Astronomía de Ondas Gravitacionales.

Crédito: Caltech/MIT/LIGO Lab

Figura 4

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El Observatorio LIGO en Livingston (Luisiana). Se ven las dos direcciones ortogonales de transmisión de la señal.


Noticias Colegio de Ingenieros / 1 / 2017

Cristian Hermansen es elegido presidente COSOC de la CNE En una reunión encabezada por el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero, se constituyó el nuevo el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil (Cosoc) de la Comisión Nacional de Energía (CNE) para el periodo 2017-2018, instancia en la que se eligió como presidente a Cristian Hermansen, quien encabeza el Colegio de Ingenieros de Chile. El consejo consultivo está conformado por Fundación Instituto de Ecología Política, la Asociación Gremial de Generadoras de Chile, la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (Conadecus), la Asociación de Empresas Eléctricas A.G., la Asociación de Consumidores de Energía No Regulados A.G. (Acenor), la Federación Nacional de Cooperativas Eléctricas (Fenacopel), la Asociación Chilena de Energías Renovables A.G. (Acera), la Asociación de Empresas Distribuidoras de Gas Natural (AGN), el Colegio de Ingenieros de Chile, la Universidad Diego Portales, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Fundación Libertad y Desarrollo, la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén y el Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas.

Cristian Hermansen, presidente del CI, también encabeza el COSOC.

Colegio de Ingenieros participó en importante encuentro iberoamericano de ingenieros civiles los principales representantes del gremio en Iberoamérica, junto a invitados de otros países, abordaron los desafíos y metas que impulsan el ejercicio de la ingeniería en el corto y mediano plazo. La instancia se realizó en la sede del Consejo Profesional de Ingeniería Civil de Argentina, en la ciudad de Buenos Aires. Contó con la participación de la Unión Panamericana de Asociaciones de Ingenieros (UPADI) y el Consejo Mundial de Ingenieros Civiles (WCCE), además de representantes de Asociaciones de Ingenieros Civiles de trece países: Argentina, Bolivia, Brasil, Cabo Verde, Colombia, Chile, Cuba, España, México, Puerto Rico, Paraguay, Portugal y Uruguay. El encuentro propició una instancia de reflexión en torno a la ingeniería y su desarrollo.

El presidente del Consejo de la Especialidad de Ingeniería Civil, Miguel Ropert, fue parte activa del VIII Encuentro de Asociaciones Profesionales de Ingenieros Civiles de los Países de la Lengua Portuguesa y Castellana (CICPC). En la ocasión,

Todas las delegaciones presentes abordaron su realidad asociativa, poniendo énfasis en los ejes de desarrollo tecnológico y diseño inteligente, condiciones de contratación y evaluación de la ingeniería civil, responsabilidad social y cooperación para el desarrollo, relaciones bilaterales de cooperación, movilidad profesional y las implicaciones de alteraciones políticas para el correcto ejercicio de la profesión. 47


Libros / 1 / 2017

Bola de sebo

Guy de Maupassant En este cuento publicado en 1880, Guy de Maupassant narra la historia de un grupo heterogéneo de hombres y mujeres que se disponen a huir juntos, dentro de un solo coche, en medio de la ocupación e invasión de soldados prusianos tras el fracaso de las tropas francesas.

a la joven, la que se había sacrificado justamente debido a la argumentación y empecinamiento de ellos. Es un texto lleno de significados y de imágenes muy decidoras.

Entre ellos va una joven prostituta, gorda y bella, a quien habían apodado Bola de sebo. Ella debe acostarse con un jefe prusiano para que los deje continuar el viaje. Todo el conjunto se porta con maldad frente a ella, menos un solo hombre que no actúa directamente, pero que, de forma especial, silbando reiteradamente La Marsellesa logra molestar a los desgraciados que humillan

*Colaboración de Lenka Friedmann, integrante del Comité Editorial.

El bigote

Emmanuel Carrère -¿Qué dirías si me a afeitara el bigote? Agnès, que hojeaba una revista, en el sofá del salón, soltó una breve risa y después contestó: -Sería una buena idea. Este trivial diálogo es el comienzo de un viaje hacia el interior de sí mismo del personaje, que tiene consecuencias insospechadas, desencadenando la trama de una novela que, a medida que avanzamos en sus páginas, nos interna en un mundo delirante, oscuro, en donde la realidad se hunde en un sueño irreal y los personajes se transforman a través de sus hechos cotidianos, como coro de un ser enajenado que bordea la locura en todos los momentos de su vida. La realidad se transforma cada vez y va creando un abismo desde el cual parece no haber regreso.

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Carrère es un narrador extraordinario que no desperdicia una palabra en un relato desprovisto de giros inútiles; aquí todo está al servicio del desarrollo de un tema que a cada momento, en cada página, es más inquietante y lleva al lector a reconocer una realidad que nadie quiere reconocer. El Bigote es una novela que merece lectura porque presenta un espacio en el que los seres humanos, transformados en lectores, hemos de penetrar para poder llegar a una catarsis del alma a través de los hechos más simples de la vida diaria.

*Colaboración de Sergio Contreras, director Revista Ingenieros.


Cine / 1 / 2017

Un camino a casa (2016) Garth Davis

El director de esta excelente película -cuyo título original es Lion- es Garth Davis. Desde su estreno el año pasado ha tenido una estupenda recepción en muchísimos países, gracias a su impactante narrativa -basada en hechos reales-, que ha conmovido a mujeres y hombres de todas las edades. En el film relata con mucha claridad, profundidad y sensibilidad, la forma en que Saroo, un niño, solo, esquelético y triste, va buscando con mucho empeño el camino para llegar de vuelta a su casa y reencontrar a su familia. A pesar de su pobreza y mendicidad, es voluntarioso, decidido, esforzado, inteligente, prudente y solidario. Siendo aún niño Saroo, continúa buscando su familia, hasta que un poco mayor es adoptado por un matrimonio australiano (Sue y John) que al conocerlo lo guía, ayuda y aconseja. Los padres adoptivos son interpretados por Nicole Kidman y David Wenham, mientras que Sunny Pawar y Dev Patel interpretan a Saroo cuando niño y adulto, respectivamente.

Ella (2013) Spike Jonze

La película nos muestra lo mejor del ser humano: tesón, voluntad, solidaridad, constancia, inteligencia, respeto, y mucho más de este niño que vivió con tanta pobreza y soledad, pero que llegó a ser un gran profesional y cumplió su deseo de volver a ver a su familia y sus amigos. La película estuvo nominada a seis Oscar, entre ellas Mejor Película.

Sitios de internet o aplicaciones móviles como Tinder, donde las personas buscan pareja son perfectos ejemplos de cómo la tecnología está reemplazando el espacio público y real por uno virtual, en el que se ahorra tiempo, ayuda a los más tímidos y evita el bochorno de un rechazo, permitiendo conocer personas de las que tenemos información previa y categorizada: gustos personales, historia de vida y, obviamente, apariencia. Pues bien, imaginen un mundo donde la tecnología ha dado el siguiente paso y un software crea personalidades virtuales -hechas a nuestra medida- con las que podemos interactuar gracias al celular. Esto es lo que plantea el director y guionista Spike Jonze (¿Quieres ser John Malkovich?) en Ella (Her, 2013), cinta ganadora de un Óscar y un Globo de Oro, ambos por mejor guion original. Theodore (Joaquin Phoenix), un escritor solitario, inicia una relación amorosa con Samantha, la voz femenina (Scarlett Johansson) de un sistema operativo con Inteligencia Artificial cuyo objetivo es satisfacer las necesidades del usuario. Con aire futurista y anticipador de lo que podría venir, es una excelente reflexión sobre la soledad, las ventajas y peligros de una tecnología pensada para solucionar nuestros problemas, pero ¿Estamos dispuestos a prescindir del amor humano y del contacto físico? 49





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