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por: JJ Ceballos nosotros hemos contribuido a que detonaran con mucho riesgo.

No podemos estar ingiriendo siempre nuestros alimentos sin tomar en cuenta sus efectos en nuestro organismo.

Nuestra salud y nuestro desempeño en la vida dependen mucho de nuestra alimentación; de su calidad y la cantidad de ésta.

La mayoría de los mexicanos comemos por gusto más que por conciencia o conveniencia y eso descuida nuestra salud y puede llegar a provocarnos serias enfermedades.

Ya hemos visto que el descuido en nuestra alimentación ha conducido a muchas enfermedades caras y peligrosas. De nuestros padres pudimos heredar algunas enfermedades, pero pasa a la páGina 16

Los excesos en azúcar, grasas y carbohidratos, sumados al estrés de las grandes ciudades y aunados al sedentarismo han provocado crisis sociales de salud muy graves.

Por ejemplo, no se puede alimentar igual a un albañil, quien necesita muchos carbohidratos porque su trabajo es físico básicamente, que a un ejecutivo que está muchas horas sentado y que usa más su cerebro.

Si el ejecutivo ingiere las mismas cantidades de carbohidratos, tendrá sobrepeso o gordura, a menos que practique algún deporte sistemáticamente para quemar sus excesos; esta persona requiere más frutas y verduras y menos tacos, tortas y tamales.

Viene de la páGina 14

Si hablamos de cantidad, tipo de comidas y la calidad de éstas, un adulto de 55 años no puede comer lo mismo que un joven de 18. El metabolismo de cada uno es diferente.

La gente con mucho estrés o con un temperamento irritable requiere ingerir alimentos que contengan fuertes cantidades de complejo “B”.

Los intolerantes a la lactosa u otro tipo de alimentos como el Brócoli, la Coliflor y los frijoles, sobre todo los negros, pueden padecer de gases intestinales o colon irritado, y tendrán que hacer esfuerzos adicionales para desempeñar bien sus funciones.

La calidad de los alimentos también es un aspecto que hay que cuidar mucho; en épocas de calor aumentan las infecciones y hay que tener cuidado principalmente con lo que ingieren los niños.

No estamos tomando los nutrientes que requerimos en forma personal y específica. Estas deficiencias justifican la necesidad de ingerir suplementos alimenticios.

A manera de ejemplo de esto último, sabemos que el desgaste de las tierras en algunas regiones del país ha provocado que algunos vegetales disminuyan su dosis de ácido fólico, cuya deficiencia puede llegar a provocar discapacidades en los infantes.

Para estar en condición de desempeñar bien nuestras tareas diarias debemos sentirnos física y mentalmente saludables, debemos hacer nuestra propia pirámide alimenticia.

La mejor dieta tiene que ser personal, y, por lo menos, debe responder a las siguientes características:

• Sexo

• Edad

• Tipo de trabajo o profesión

• Características personales como estado de salud, intolerancia a algunos alimentos, etc.

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