A nueve años de presentado el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación aún hay un largo trabajo por hacer. Miles de peruanos aún siguen sin ser encontrados ni identificados y desde su estancia bajo tierra corren el peligro de caer en el olvido - si es que ya no lo están - y peor aún, sus familiares sufren por la incertidumbre de no saber acerca de su paradero y no haberles dado un entierro digno.
Si consideramos que en diez años se han recuperado apenas el 13% del total estimado de víctimas: ¿cuánto tiempo necesitaríamos para encontrarlos a todos?