IDENTIDAD NIKKEI EN ARGENTINA

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LA IDENTIDAD

NIKKEI

EN ARGENTINA

YUI NAITO

内藤 由唯


令和 2(2020)年度 卒業研究 卒業論文

−日系アルゼンチン人における 歴史とアイデンティティの形成− HISTORIA Y EXPERIENCIAS EN LA FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD NIKKEI EN ARGENTINA

神田外語大学 外国語学部 イベロアメリカ言語学科 スペイン語専攻 地域・国際研究コース

3173146 Yui Naito 内藤 由唯

研究演習−30 担当教員(主査):Silvia González 先生 副査:Veri Farina 先生


業 研 究

氏名: 内藤由唯 卒業論文 題名: 『日系アルゼンチン人における歴史とアイデンティティの形成』 要約 日本の移住の歴史は、明治 1 年(1868 年)に始まったと言われている。移民が 始まった当初、個人契約で海外に移住する自由移民と政府のプログラムによって移住 をする契約移民が存在する中で、多くの日本人は、後者を利用していた。当時の日本 人の海外移住の主な目的は出稼ぎだった。 アルゼンチンへの日本人移民の歴史は、移民開始時における自由移民と契約移 民とは第二次世界大戦後の移民の 2 つの段階から見ることができる。 まず、19 世紀の終わりから 20 世紀の初めにかけて、多くの日本人が、契約移 民として、ペルー、アルゼンチンをはじめとする中南米諸国に移住した。この時期に アルゼンチンに移住した人々は、日本人内において組織を形成することに積極的であ り、同じ県の人が集まる県人会を始めとする、さまざまな団体が結成された。 一方、 アルゼンチンでは、19 世紀にフアン・マヌエル・デ・ロサスの長期にわたる政権の後、 いくつかの歴史的な変化が起こっていた。 次に、第二次大戦後、日本人移民の間で世代交代が見られる。次世代の人々は、 日本との直接的な関係を失い、日本人に分類されることを拒否し、彼らはよりアルゼ ンチン人であることを示そうとするようになる。これにより、「日本人の顔で、しか しアルゼンチンの心で」という言葉が生まれた。

このように歴史を振り返った後、「日系」という言葉について改めて考え、さ らに留学時に取り組んだ研究をもとに、筆者から見た日系人について述べる。


ÍNDICE LA COMUNIDAD NIKKEI EN ARGENTINA: HISTORIA E IDENTIDAD Página INTRODUCCIÓN 1.

CHOQUES CULTURALES Y PROBLEMAS DE IDENTIDAD

7

1.1 Choques y diversidad cultural en la historia de América Latina 1.2 Los problemas de identidad en comunidades migrantes 1.3 Experiencia propia en la observación de los nikkei en Argentina

2.

HISTORIA DE LA MIGRACIÓN JAPÓN-ARGENTINA

10

2.1 Japón: empezado a explorar el mundo 2.2 Migraciones de japoneses a países de América Latina 2.3 El papel del Gobierno japonés en el impulso de las migraciones. Primeras relaciones y Tratados 2.4 Migración a Argentina

3.

ARGENTINA: UN PAÍS DE INMIGRANTES

18

3.1 Argentina. Características del país receptor 3.2 La población argentina y la importancia de los inmigrantes 3.3 Actividades y posicionamiento de los japoneses en la población argentina

4.

SER JAPONÉS EN OTRO PAÍS

24

4.1 Mediaciones y relaciones con el gobierno japonés 4.2 Asociaciones y su papel en el mantenimiento de “lo japonés” 4.3 Educación, familia e idioma... puntos clave en la conservación de la cultura

5.

UNA MINORÍA LUCHANDO POR UNA PRESENCIA MAYOR 5.1 5.2 5.3 5.4

6.

33

La posguerra: una nueva etapa Nuevas generaciones y nuevas organizaciones Sentimiento de pertenencia a la nación argentina Tres casos: los peronistas, los desaparecidos y las Malvinas

PROBLEMAS DE IDENTIDAD

46

6.1 Algunos conceptos: nación, raza, etnia 6.2 Identidad colectiva

7.

HACIA EL CAMBIO DE IDENTIDAD 7.1 7.2

8.

Los migrantes y sus descendientes Cambios de identidad y percepción de varias generaciones (issei, nisei, sansei...)

IDENTIDAD NIKKEI 8.1

51

El término nikkei

56


8.2 De la doble negación “ni japonés, ni argentino” a la afirmación de la identidad nikkei 8.3 Experiencia en esa atmósfera nikkei

9.

CONCLUSIONES: UNA NUEVA IDENTIDAD

66

BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS

69


INTRODUCCIÓN Este trabajo trata de la identidad de las comunidades de origen japonés en Argentina, identificadas como nikkei. Me interesó este tema porque participé en un programa de intercambio entre nuestra universidad y la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Ahí, tuve la oportunidad de vivir en la residencia de ANULP, una asociación que es muy importante para los universitarios de origen japonés en ese país, y que también vamos a describir un poco más en este trabajo. Mientras estudiaba en la universidad, tuve la oportunidad de tomar cursos con algunas profesoras que pensaban y estudiaban la situación de las comunidades de origen japonés en Argentina. Además, yo misma vivía entre muchos estudiantes que eran precisamente de origen japonés. Cuando tuve la oportunidad de hacer un trabajo para intentar explorar su identidad, me sorprendió que muchos se definen, no como japoneses ni como argentinos, sino como nikkei argentino. Por eso, entiendo que ellos tratan de explicar que tienen otra identidad. Y eso es lo que queremos estudiar en este trabajo. Presentamos entonces en el capítulo 1 algunos pensamientos sobre la combinación de razas o grupos, que forman nuevas identidades en los países de América Latina. En los capítulos 2 y 3 hablamos de cómo empezaron a organizarse grupos de migrantes desde Japón a diversos países de América Latina y llegaron Argentina. Precisamente ese país sudamericano era muy atractivo a finales del siglo XIX, para captar trabajadores procedentes de otros países. 5


Sin embargo, el famoso país de inmigrantes que era Argentina tenía más bien la intención de integrar a europeos a la vida del país. Así que no fue fácil para los japoneses participar en la vida del país, como veremos en el capítulo 4. En el capítulo 5 empezamos a ver cómo fueron cambiando las nuevas generaciones de los descendientes de japoneses, que ya se sentían más comprometidos con la vida argentina. Y en los capítulos finales (6,7 y 8) tratamos de conocer un poco más los conceptos de raza, etnia e identidad, para llegar al caso de los nikkei argentinos. Como decía tuve la oportunidad de participar en investigaciones y convivir con ellos, por eso también menciono algunas de las respuestas que los jóvenes nikkei me dieron, para tratar de definir su nueva identidad.

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1. CHOQUES CULTURALES Y PROBLEMAS DE IDENTIDAD

1.1 Choques y diversidad cultural en la historia de América Latina América Latina está formada por países que comparten muchos rasgos comunes en su cultura, lengua e historia. Casi todos los países conservan fuertes elementos de sus culturas de origen, pero al mismo tiempo se combinaron con la influencia de países colonizadores como España y Portugal. Aunque hay muchos aspectos que unen a su población, por otra parte, también podemos ver grandes diferencias y contrastes. Sabemos que predomina en estas tierras el producto del mestizaje, es decir, la mezcla de razas y patrones culturales en su población. Como decía el pensador mexicano José Vasconcelos, hay un crisol de razas en estos países. Así lo explicaba en su libro La raza cósmica, al decir que los latinoamericanos tienen sangre de las cuatro razas primigenias del mundo: roja (amerindios), blanca (europeos), negra (africanos) y amarilla (asiáticos). La mezcla entre todas ellas da como resultado la aparición de una quinta y última, la más perfecta y sublime: la "raza cósmica"1. Aunque no conocía ese concepto, ahora puedo entender mejor que muchas personas se identifican con otros en su sociedad, no solamente por la sangre o la raza que tenían originalmente, sino por la forma de vida que llevan o la mezcla cultural que tienen por su familia y por la sociedad en la que se desarrollan.

1

José Vasconcelos, La raza cósmica, México: Espasa Calpe, 1948, 47-51.

7


1.2 Los problemas de identidad en comunidades migrantes Para mí ha sido muy interesante estudiar los problemas de identidad en las comunidades migrantes, porque no imaginaba cómo se sentían las personas que descienden de familias japonesas que tuvieron que irse del país hace mucho tiempo. Y especialmente cómo se ven ellos, después de más de un siglo, como parte de la sociedad a la que fueron sus antecesores, con la idea de buscar trabajo y regresar a Japón. Es decir que las nuevas generaciones tal vez tienen una visión y una forma de sentirse como grupo social diferente a la de los japoneses originales.

1.3 Experiencia propia en la observación de los nikkei en Argentina El concepto nikkei es muy interesante Porque no se trata solamente de la descripción de las personas de origen japonés. Tenemos que entender que se trata de una nueva identidad. Muchas veces los nikkei, es decir los descendientes de japoneses que viven en otro país, como los que yo conocí en Argentina, no tienen mucha relación o conocimiento de Japón. Se identifican más con el país en el que nacieron. A veces incluso parecen más orgullosos o se comprometen más con su ciudadanía argentina. Pero en el fondo, por influencia de la familia, el entorno cultural de origen o incluso algunas posibilidades de practicar el idioma japonés, siguen conectados con Japón. En este trabajo vamos a tratar de entender cómo se fue modificando esa identidad de los japoneses desde que se fueron como migrantes a Argentina

8


hasta estos momentos en que las nuevas generaciones comen, hablan, y viven de una manera especial, que define su nueva identidad.

9


2. HISTORIA DE LA MIGRACIÓN JAPÓN-ARGENTINA 2.1 Japón: empezando a explorar el mundo Cuando hablamos de la migración de japoneses a otros países, nos referimos al movimiento de grupos de este origen que fueron a buscar nuevos horizontes y se establecieron en otras naciones, principalmente para trabajar.

La historia de las migraciones japonesas empezó hace mucho tiempo. Las antiguas relaciones comerciales, la llegada de misioneros cristianos a Japón y, posteriormente, la famosa expedición Hasekura en la que un grupo de japoneses tocó tierras hispanoamericanas antes de seguir a Europa en el siglo XVII, son parte de una larga historia de viajes de japoneses a otros puntos del mundo.

Aunque se sabe de algunos casos de japoneses que, de manera individual, por alguna expedición o de manera accidental pudieron llegar a tierras tan lejanas como Argentina, cuando se habla de migración como movimiento de un grupo, muchos historiadores consideran que los primeros migrantes (o emigrantes) de Japón fueron aproximadamente 150 personas que viajaron a Hawái en el primer año de la era Meiji (1868).

El shogunato había mantenido a Japón aislado por varios siglos, dejando mínimo contacto con algunas naciones. Sin embargo, con la Restauración Meiji y el regreso del poder del emperador, empezaron a cambiar las relaciones de este país con el mundo.

Al mismo tiempo que Japón cambiaba hacia afuera, también había cambios en el interior, para su población. Se abrieron nuevos empleos o formas de 10


producir, con nuevas tecnologías, pero también se quedaron sin tierras y sin trabajo muchas personas. Especialmente, los pobladores del campo. Según el académico Eichiro Azuma, la migración de los japoneses al extranjero comenzó con su ingreso a la época moderna: “Al convertirse en parte de la red internacional de mano de obra, capital y transporte, repentinamente, los japoneses se hallaron en medio de un veloz cambio socioeconómico, que por lo tanto generó una población rural lista para la migración nacional e internacional”2.

Al parecer, el primer grupo viajó por el interés de un empresario norteamericano, y fue a trabajar en plantaciones de caña de azúcar. Sin embargo, hubo algunos problemas y se dice que esos primeros japoneses fueron tratados como esclavos en Hawái.

Pero años después, los gobiernos de Japón y Hawái trataron de arreglar estos problemas y firmaron un Convenio en 1885 para enviar alrededor de 29,000 japoneses. Con contratos similares se enviaron japoneses a diversas ciudades de Estados Unidos y varios destinos en el Pacífico Sur.

Así empezaron las primeras migraciones masivas, especialmente de trabajadores que iban como dekasegi3, con la idea de trabajar y reunir dinero para regresar a su país.

2

Eichiro Azuma, “Breve Reseña Histórica de la Emigración Japonesa, 1868-1998”, en “Descubra a los Nikkei”. http://www.discovernikkei.org/es/journal/2014/2/28/historicaloverview/

3

Aunque la pronunciación castellana hace que se escriba muchas veces dekasegui, en este trabajo usaremos la forma de escritura más conocida en letras romanas, en el ámbito japonés (dekasegi).

11


2.2

Migraciones de japoneses a países de América Latina Algunos problemas de rechazo a la población japonesa en América del

Norte empezaron a cambiar las ideas de los migrantes. Las autoridades japonesas empezaron a pensar en enviar migrantes para establecer colonias y explotar tierras fuera de Japón. En estas circunstancias, se creó una Sociedad de Colonización.

Con esta idea ya se pensaba en emigrar hacia países de Latinoamérica. Ya habían intentado enviar algunos japoneses a México en 1887, que fundaron la llamada Colonia Enomoto, en el sur de aquel país. Aunque hubo muchos problemas por falta de adaptación y resultados en la producción de las tierras ocupadas, el gobierno japonés volvió a participar para organizar nuevos grupos de migrantes, no solamente hacia México sino a otros países de América Latina.

Así regresó un grupo a México en 1894. Posteriormente, otro grupo importante partió también a Perú en 1899. El japonés Tanaka Teikichi consiguió el contrato de empleo para que gente de su país pudiera trabajar en la agricultura en Perú, bajo la supervisión del ministro Yoshifumi Murota. Se dice que es el primer contrato de la migración colectiva, ya que se enviaron 790 personas4.

Al iniciar el siglo XX se promovieron más contactos con América Latina. En 1908, un grupo de 165 familias fue a Brasil, también para trabajar principalmente en el campo.

4千鶴

福井, “南米移民と日系社会ー日系人のアイデンティーを中心にー” ,『地域政策研究』

高崎経済大学地域政策学会 第 5 巻 第 3 号 (2003), 36 頁

12


Desde finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX, muchos japoneses emigraron a Perú, Bolivia, México, Brasil, Argentina y Paraguay, impulsados por este tipo de acuerdos supervisados por el gobierno japonés. Aunque se sabe que también había algunos japoneses llegaron de manera independiente a países como Cuba, Colombia, Venezuela, Uruguay y Chile.

Por otra parte, en la década de los años 20 en Japón se vivió una tragedia con el Gran Terremoto de Kanto. Esto aumentó los problemas, el desempleo y la pobreza en el país. Con todo esto, el gobierno de Japón trató de enviar cada vez más japoneses a los países de América Latina.

En 1929, se estableció el Ministerio de Salud, Cultura, Comercio e Industria para proporcionar orientación y recomendaciones para la migración al extranjero.

2.3 El papel del Gobierno japonés en el impulso de las migraciones. Primeras relaciones y tratados Como hemos mencionado, desde las primeras migraciones de japoneses a otros países, se puede notar que era importante la participación del gobierno japonés.

Aunque se dice que existieron también migrantes libres o independientes que decidieron ir a otros países con sus propios recursos y contactos, y buscaron trabajo por su cuenta, la mayoría de los japoneses se fueron por algún programa que impulsaba el gobierno japonés, en contacto con otros gobiernos.

Así se crearon programas para dar becas o capacitar a los migrantes en el idioma o los trabajos que harían en otros países. El gobierno japonés mantenía la idea de que los ciudadanos que se iban podían seguir produciendo o 13


trabajando tierras en el extranjero, pero para beneficio de su país de origen. Por eso el mismo gobierno negoció comprar algunas tierras en otros países. Muchos de estos inmigrantes por contrato o fueron a trabajar en plantaciones y minas, y el gobierno se encargaba de embarcarlos en grupos. Para ellos había subsidios especiales. Viajaban con ciertas garantías de alojamiento y acuerdos entre Japón y cada país receptor.

En las primeras décadas del siglo XX ya se habían probado varias formas de organización de los grupos migrantes y algunas se regían por el Consejo de Emigración, que dependía del Ministro de Relaciones Exteriores.

Según algunos investigadores, a partir de 1922 el estado japonés comenzó a subsidiar la emigración de su nacionales a Brasil, fundando inclusive compañías que compraban amplias extensiones de tierra que eran vendidas como lotes a los inmigrantes5.

Algunos tratados con los que se formalizó la relación de Japón con países de América Latina, y que fueron el marco para iniciar los movimientos de migrantes a esos países fueron:

El Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación, con Perú (1873); el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, con México (1888); el primer

5

Hirata Ferreira, Ricardo y Bueno Dos Reis, Liliana, “O papel do estado na migracao internacional: o exemplo dos dekasseguis”, en Scripta Nova, Universidad de Barcelona 94, n. 57, 2001, citados en: Gómez Silvina, “Prácticas transnacionales en la colectividad japonesa de Argentina.” Jornadas de Trabajo “Comunidades locales, Relaciones transnacionales” , Instituto de Relaciones Internacionales (UNLP) e IDES, Buenos Aires (2009), 1-17. https://www.aacademica.org/silvina.gomez/6.pdf

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tratado comercial y de relaciones diplomáticas, con Brasil (1895); el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, con Argentina (1898), y otros más.

2.4 Migración a Argentina Probablemente antes de los contratos para el envío masivo de japoneses a los países de América Latina, ya se habían dado contactos con aquellos países. Por ejemplo, hay registros de que un japonés llegó a Argentina en 1886. Se sabe también de unos 130 japoneses que se fueron de Hawái a Guatemala y a México, en 1893. Años más tarde, como hemos mencionado, se formalizó la Colonia Enomoto en México. También vimos que la primera migración organizada y masiva fue a Perú en 1899. En América del sur, los países que recibieron mayor número de migrantes japoneses fueron precisamente Perú, Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia. Algunos historiadores creen que la inmigración se tornó más fluida y regular a partir de 19246. En esa época empezó a notarse la presencia de japoneses en Argentina. Desde el siglo XIX había el registro de un primer japonés en Argentina. Según varias fuentes se llamaba Makino Kinzo, y llegó por su cuenta, por vía marítima.

6

Isabel Laumonier, “La colectividad japonesa, una ruptura, una adaptación” (1984), citado en Maltas Carolina y Gómez Silvina, “Análisis preliminar del proceso identitario de un grupo de jóvenes nikkei en la ciudad de La Plata”, Primeras Jornadas de Jóvenes Investigadores en Antropología Social. Sección de Antropología Social. Instituto de Ciencias Antropológicas (2003), https://www.aacademica.org/silvina.gomez/38

15


El comercio empezó a fortalecer las relaciones de ambos países. Se sabe que los primeros productos importados de Japón llegaron a Argentina en 1890, a través de Europa. Incluso se abrió una casa de comercio llamada “Ichiban”7. Una fecha importante en las relaciones fue el 3 de febrero de 1898, cuando se firmó el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Argentina y Japón. Sin embargo, cuando el Congreso de Argentina aprobó este documento, no se habló del tema migratorio. En los siguientes años, la Armada Argentina colaboró con Japón en sus conflictos con Rusia, y algunos jóvenes japoneses empezaron a llegar a Argentina con proyectos de estudios (especialmente en Agricultura) y comerciales. Así llegó en 1910 a Argentina Seizo Itoh, profesor de la Escuela de Agricultura de Sapporo, que se instaló en la provincia de La Pampa y adquirió una estancia. Gracias a esto algunos de sus alumnos japoneses llegaron también hasta ahí. Otros especialistas en el trabajo agrícola que llegaron desde entonces ayudaron en los inicios del trabajo de los japoneses en varios cultivos en el campo, en Argentina8. Finalmente, entre 1908 y 1909 llegaron grupos de inmigrantes, originarios de Okinawa y Kagoshima. Como veremos más adelante, todavía en la actualidad se nota que hay mucha población de origen japonés (nikkei) que tenía sus orígenes en esas prefecturas.

7

8

Japanese American National Museum, “Cronología de la historia de la población de origen japonés en la Argentina y de las relaciones Argentino-Japonesas”. http://www.janm.org/projects/inrp/spanish/time_argentina_sp.htm Ibíd.

16


Algunos ya habían llegado a Brasil o a Perú y desde ahí se fueron a Argentina. La investigadora Silvina Gómez ha escrito que los japoneses que llegaron a Argentina en las primeras décadas del siglo XX tenían intenciones de “hacer la América”, al igual que otros grupos inmigrantes9. En diferentes estudios históricos consideran que estos japoneses que llegaron a Argentina en las primeras décadas del siglo XX son parte de una primera etapa de las migraciones a ese país. Más adelante veremos otros periodos importantes en el siglo XX. Por ahora, podemos volver a concentrarnos en el primer periodo, para entender cómo llegaron estos primeros japoneses a tierras argentinas.

9

Gómez Silvina, “Historias nikkei, historias transnacionales”, IX Congreso Argentino de Antropología Social (2008), 2, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/23

17


3. ARGENTINA:UN PAÍS DE INMIGRANTES 3.1 Argentina. Características del país receptor En el siglo XIX, Argentina había pasado, como otros países del continente, tiempos de confusión política. Después del prolongado gobierno de Juan Manuel de Rosas, se dieron algunos cambios que quedaron marcados en la historia de la nación. Argentina se convirtió en República Federal en 1853 y tuvo su propia Constitución, que en su artículo 25 estableció: "El gobierno Federal fomentará la inmigración europea y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes"10.

Esta tierra empezaba a ser especialmente atractiva para la migración, y en 1867 también se dictó la “Ley de Inmigración, fomentando la entrada de los extranjeros de origen europeo al territorio argentino”11.

Cambió la capital desde Paraná a Buenos Aires en 1880. Además, empezó un programa para desarrollar una gran red ferroviaria y construir más de 2,600 kilómetros de vías férreas en todo el territorio argentino. En esa época, de cierta estabilidad económica, los inmigrantes fueron muy importantes para los planes de desarrollo y modernización.

10Argentina.gob.ar,

“La Inmigración en el Proyecto de Organización Nacional”, https://www.argentina.gob.ar/interior/migraciones/museo/el-estado-y-la-inmigracion/lainmigracion-en-el-proyecto-de-organizacionnacional#:~:text=Las%20%22Bases%22%20fue%20uno%20de,que%20traigan%20por% 20objeto%20labrar

11

Japanese American National Museum, “Cronología de la historia de la población de origen japonés en la Argentina y de las relaciones Argentino-Japonesas”. http://www.janm.org/projects/inrp/spanish/time_argentina_sp.htm

18


3.2 La población argentina y la importancia de los inmigrantes ¿Por qué empezó a ser atractivo el país? Según algunos estudios, porque Argentina sabía que era necesario contar con mayor población para su desarrollo, pues ya habían visto el crecimiento de Estados Unidos, con mucha mano de obra europea12.

De

esta

manera,

llegaron

inmigrantes

desde

países

europeos,

especialmente de Italia, España, Alemania y Rusia, según los registros entre 1857 y 1920. Se aceptaba a los inmigrantes con ciertos derechos y garantías.

Al ver datos de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios13, podemos notar cómo ya desde 1869 había un 12 por ciento de la población de Argentina que era extranjera. En los siguientes 50 años aumentó de manera importante la población del país y también el porcentaje de extranjeros. Para 1914 casi la tercera parte de los habitantes del país eran extranjeros.

Aunque para esa época casi un 30 por ciento de la población argentina era de origen extranjero, en su mayoría se trataba de europeos. Sólo 5 por ciento de esa población no era de raza blanca14.

12

Siede, Isabelino y Serulnicoff, Adriana, “Migraciones hacia la Argentina: Fines del siglo XIX y principios del XX”. Cuadernillo de lectura para escuelas rurales plurigrado II, Memoria Académica (2016):19-50. http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.784/pm.784.pdf

13

Cámara Argentina de Comercio y Servicios, “Información sobre migraciones en Argentina.” Universidad de Estudios y Proyectos Espaciales, mayo de 2018. https://www.cac.com.ar/data/documentos/11_informe%20sobre%20migraciones.pdf

14

セシリア恵子 寺沢, “アルゼンチンへの日本人移民の軌跡と 日系社会の言語使用について”, 文教大学国際学部紀要 第 21 巻 2 号 2011 年 1 月, 55, file:///C:/Users/2ep5i/Downloads/BKSK210205%20

19


Año del censo

Población total

Población extranjera total

Porcentaje de extranjeros en la población total

1869

1.737.076

210.189

12,1%

1914

7.885.237

2.357.952

29,9%

1960

20.010.539

2.604.447

13,0%

1980

27.947.447

1.912.217

6,8%

2001

36.260.130

1.531.940

4,2%

2017

44.271.041

2.164.524

4,9%

En esta tabla vemos que, hasta la fecha, la población extranjera es importante en Argentina. Sin embargo, el gran pico se ve precisamente a principios del siglo XX, en que casi la tercera parte de la población era de origen extranjero. Fuente: Cámara Argentina de Comercio y Servicios, “Información sobre migraciones en Argentina.”

Con los migrantes llegaban otras culturas, lenguas y tradiciones, que se fueron adaptando a la vida argentina. La gran actividad cultural y artística que se empezó a notar en el país hizo que se empezara a conocer la capital argentina, como “el París de Sudamérica”.

Mientras por una parte se asimilaba a esta nueva población, también hubo rechazo, prejuicios, confusión lingüística, choques religiosos, contraste de hábitos. Con todo esto se notaba que la modernización había ayudado al crecimiento del país, pero se había creado una sociedad complicada.

Al mismo tiempo que aumentaba el número de inmigrantes, aparecieron los problemas por falta de vivienda, carencia de trabajo, congestión urbana, contrastes culturales. Los pobladores nativos manifestaban su descontento con

20


el crecimiento de los inmigrantes. Llegaron a protestar por las facilidades del gobierno para seguir fomentando la inmigración.

Aunque el país fue enfrentándose a nuevas crisis políticas y económicas, y esto también fue una prueba dura para los inmigrantes que trabajaban mucho y enfrentaban problemas de pobreza, la mayoría luchó para establecerse de manera más permanente y así se hicieron poco a poco parte de la sociedad argentina.

En ese contexto llegaron los inmigrantes japoneses, a encontrarse con una sociedad que se estaba reorganizando y luchando por ese encuentro masivo con las culturas europeas. Podemos decir que llegar con otra historia, cultura, lengua y tradiciones, fue doblemente difícil para ellos.

3.3 Actividades y posicionamiento de los japoneses en la población argentina Como hemos visto, cuando llegaron los primeros japoneses a Argentina no había todavía una política migratoria por parte de los gobiernos de estos países. Aunque todavía eran pocos los migrantes, se sabe que principalmente habían llegado por vía libre tanto indirectamente de otros países, como directamente, desembarcando en el puerto de Buenos Aires.

Algunos de los que llegaron por vía indirecta, ya habían migrado a otros países (especialmente cercanos, como Brasil y Perú), pero no estaban conformes con su situación. Por eso algunos investigadores dicen que llegaron a Argentina en un proceso de “reemigracion” o inmigración indirecta.

21


Quienes trabajaban en las plantaciones de caña de azúcar de Perú y de Bolivia se movieron a las provincias de Tucumán y Jujuy. Algunos se casaron con mujeres criollas y de esta forma consiguieron el derecho de quedarse. En el centro del país, llegaron a las provincias de Córdoba y Mendoza. Además, había otros japoneses que entraron primero a Chile y luego cruzaron la Cordillera de los Andes. Y en la parte noreste, se establecieron en la provincia de Misiones.

En 1909, se puede confirmar que se habían registrado 251 japoneses en Argentina y poco a poco la población de inmigrantes japoneses pasó de mil. Más de 50 por ciento de los japoneses vivía en Buenos Aires y otros se quedaban en los alrededores de la capital Federal y en las provincias de Jujuy y Santa Fe.

¿Por qué Argentina? Como hemos mencionado, porque el país se presentaba como un territorio donde se podía obtener un salario más alto.

Aunque los gobiernos de estos países promovían especialmente el trabajo en el campo, tal vez muchos de esos reemigrantes ya no estaban dispuestos a enfrentar las mismas condiciones adversas que habían experimentado en otras tierras, así que algunos se establecieron en las ciudades.

Por eso algunos investigadores consideran que el asentamiento en Argentina no fue uniforme. Los primeros inmigrantes en su mayoría se establecieron en las ciudades, y se ocuparon en diversos comercios o en servicios como choferes de taxi, empleados domésticos de las familias de nivel

22


socioeconómicos

alto

de

Buenos

Aires,

para

luego

establecerse

independientemente en los rubros de cafés, tintorerías y lavanderías 15.

La profesión de los inmigrantes japoneses ha cambiado con los tiempos. Primero, cuando llegaron los primeros inmigrantes japoneses a Argentina, la mayoría de ellos trabajaban en la fábrica de frigoríficos, metalúrgicos y barracas o como operarios de ferrocarril. En ese momento las mujeres trabajaban en la industria textil y de calzado en Buenos Aires. El inicio del siglo XX, se dedicaban a oficios como cocineros, jardineros, choferes y mucamas. En 1912 algunos japoneses pudieron tener su cafetería en Buenos Aires y en el interior del país como Tucumán, Córdoba y otras ciudades. Y al mismo tiempo, aparecieron propietarios de lavanderías y evolucionaron pronto a tintorerías.

Como hemos mencionado, aunque fueron menos, también hubo grupos asentados especialmente en el campo. Más adelante se consolidaría la presencia de japoneses como productores en horticultura y floricultura.

15

Gómez Silvina, “Asociaciones Étnicas e Identidad. Una aproximación a partir del análisis de una asociación de inmigrantes japoneses en La Plata.” VII Congreso Argentino de Antropología Social (2006), 4. https://www.aacademica.org/silvina.gomez/22

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4. SER JAPONÉS EN OTRO PAÍS 4.1 Mediaciones y relaciones con el gobierno japonés Como se ha mencionado antes, algunos japoneses llegaron a Argentina, desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, sin embargo, muchos historiadores consideran que la migración de grupos se pudo ver desde la década de 1920.

Algunas de las investigaciones que muchos historiadores revisan siempre para hablar de este tema han sido realizadas por la investigadora Isabel Lamounier. Ella propone como el inicio de este grupo migratorio la década de 1920, y establece 3 etapas en el siglo XX. “Un primer período, desde 1923 hasta 1941, con gran movimiento, tanto de entrada como de salida del país. Un segundo período, desde 1942 a 1949, con menor movimiento, como consecuencia de la II Guerra Mundial. Y un tercer período, desde 1950 a 1967, con un nuevo incremento del movimiento migratorio”16.

Otros investigadores dicen que la historia de los inmigrantes japoneses a Argentina se puede ver en dos grandes etapas. Los pioneros o primeros japoneses que llegaron de manera independiente o los que fueron llegando de manera organizada. Y, posteriormente, una segunda etapa con los cambios que hubo especialmente después de la Segunda Guerra Mundial.

16

Gómez Silvina, “Análisis preliminar del proceso identitario…”, 3.

24


Vamos a tomar en cuenta esta última división. Primero, podemos hablar de cómo se fueron adaptando los inmigrantes japoneses a Argentina, hasta antes de la Segunda Guerra Mundial.

Si vemos esas dos oleadas (preguerra y post guerra) vamos a notar que tenían características diferentes. Primero, por el lugar de origen en Japón. Después, por los lugares donde se establecieron en Argentina, y también por sus ocupaciones al llegar.

Se calcula que un 70 por ciento de los primeros inmigrantes provenían de la isla de Okinawa. Aunque en muchos sentidos se sabe que la gente de esta isla tiene grandes influencias de la historia china, de otras culturas y además un lenguaje diferente, al parecer cuando llegaron a Argentina se unieron más al grupo japonés en general, sin marcar mucho su diferencia. Según el investigador Marcelo Higa, este grupo “al menos discursivamente se ajustó al modelo nacional japonés”17.

Muchos de esos argentinos que llegaron de manera independiente, tenían originalmente poco contacto con el gobierno japonés.

Sin embargo, en las primeras décadas del siglo XX empezaron a llegar estudiantes becados por el ministerio de Agricultura de Japón, que se establecieron en algunas estancias en La Pampa y otros lugares. Esto hizo más

17

Gómez Silvina, “Nikkei Argentinos: identidad en construcción. Analisis preliminar de un grupo nikkei en la ciudad de La Plata”, Jornadas Nacionales de estudios Japoneses (2005), https://www.aacademica.org/silvina.gomez/38, Citado en: Higa Marcelo, “La problemática identificatoria de los inmigrantes japoneses y sus descendientes en Argentina”, V Jornadas sobre Colectividades (1995)

25


fuerte la relación de estos inmigrantes con el gobierno japonés, al mismo tiempo que empezaban a abrir otros caminos dentro de las poblaciones argentinas.

Además, en 1917 se estableció una línea directa de navegación entre Argentina y Japón y se mantuvieron las buenas relaciones comerciales y de colaboración, por lo que cada vez hubo más presencia de personas relacionadas con el gobierno japonés dentro del territorio argentino.

4.2 Asociaciones y su papel en el mantenimiento de “lo japonés” Algunos historiadores confirman que Argentina ha sido un “país de inmigrantes” pero también dicen que el propósito de los gobernantes al proponer una nación desarrollada con la aceptación de extranjeros se basaba en un modelo más europeo.

Es conocida la gran influencia que tuvieron los italianos en esa oleada de inmigrantes al país, desde finales del siglo XIX. Sin embargo, los japoneses no eran tan bien vistos en un principio.

Según varios estudios, las relaciones entre Japón y Argentina iniciaron en gran parte con objetos o mercancías, porque llegaban desde Europa productos japoneses que se veían exóticos o interesantes para algunas élites argentinas. Sin embargo, no había mucha familiaridad o cercanía con las personas de ese país.

Probablemente por esa falta de aceptación inicial, y por las mismas características de la sociedad japonesa, muchos grupos, aunque provenían de

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lugares muy distantes dentro de Japón, terminaron uniéndose en Argentina, para poder ayudarse y protegerse en diferentes aspectos.

Aunque podría parecer que la gran cantidad de sociedades de japoneses que se crearon en Argentina tenían la misión de mantener o promover la cultura japonesa, como se sigue viendo hasta nuestros días, en un principio estos grupos servían para que la población del mismo origen étnico se ayudara. De alguna manera parece que querían progresar sin notarse mucho dentro de la nueva sociedad donde se estaban estableciendo. La investigadora Silvina Gómez dice que esto era como una estrategia de “invisibilización”. Parece que algunos argentinos no querían verlos. Y los japoneses tampoco querían ser mal vistos.

En las primeras etapas, cuando muchos inmigrantes

japoneses

comenzaron a llegar, la sociedad argentina mostraba signos de preocupación ante el “peligro amarillo”, según la visión de las élites argentinas y algunos artículos de prensa que también expresaban esa idea negativa de los asiáticos18. En palabras de Gómez: “hablamos de invisibilización, no como marginación o como sinónimo de “argentinización”, sino como un fenómeno con dos caras: por un lado, estrategias de grupos étnicos que preferían pasar desapercibidos, reducir rechazo o no desentonar; y por otro lado, un discurso hegemónico de no reconocimiento de la presencia de dichos grupos como parte del ser nacional”19.

18

Gómez Silvina, “ La colectividad japonesa en Argentina: entre la invisibilidad y el Obelisco”, X Congreso Argentino de Antropología Social, (2011), 6, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/2

19

Gómez Silvina, “ La colectividad japonesa en Argentina: entre la invisibilidad y el

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Los japoneses tenían miedo de ser rechazados e intentaron no ingresar al país en grandes grupos. Las actividades de los cafés y tintorería, también se distribuyeron en las zonas rurales para que no fueran consideradas un problema. Esta estrategia fue creando una comunidad diversa. Según ha escrito Gómez: “…los inmigrantes japoneses ante la imposibilidad de ocultar o cambiar sus rostros que denotan la diferencia cultural, buscaron otros medios de pasar desapercibidos y comenzar a formar parte de la sociedad de acogida, elaborando una estrategia que sirviera tanto para su invisibilización como para su incorporación al ser nacional”20.

Aunque discretamente en un inicio, los japoneses no dejaron de ser activos en la formación de sus propias agrupaciones. Primero se consolidaron varios tipos de asociaciones como los kenjinkai, que reunían a las personas de las mismas prefecturas. Y cuando aumentó el número de población de algunas prefecturas, se formaron grupos más pequeños o sonjinkai, de acuerdo con sus poblaciones de origen.

Después se crearon otros tipos de organizaciones deportivas, religiosas o culturales. El investigador Marcelo Higa, considera que: “las asociaciones constituyeron el ámbito social por excelencia de los inmigrantes. En ellas se consolidaban los vínculos regionales y se cristalizaban pautas colectivas de

Obelisco”, X Congreso Argentino de Antropología Social, (2011), 2, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/2 20

Gómez Silvina, “ La colectividad japonesa en Argentina: entre la invisibilidad y el Obelisco”, X Congreso Argentino de Antropología Social, (2011),12, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/2

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conducta… brindaban una variada gama de actividades que satisfacían las necesidades sociales de sus miembros...” 21.

La primera gran agrupación se constituyó en 1916, como Asociación de Jóvenes Japoneses en la Argentina. Al año siguiente cambió al nombre que conserva hasta hoy: Asociación Japonesa en la Argentina (AJA). El propósito de esta institución era apoyar a los japoneses en Argentina, aunque también era una forma de mantener cierto control y un estrecho contacto con la embajada japonesa local.

Además, como ya vimos que los japoneses empezaron a variar sus oficios, se fueron organizando también por sus actividades profesionales. En la década de los 20 ya había una Asociación de Choferes Japoneses de Automóviles y más tarde se creó una de lavanderos y tintoreros en la ciudad de Buenos Aires. Incluso en 1935 el grupo de tintoreros empezó a llamarse Cámara Argentina de Tintorerías y Ayuda Mutua. De la misma forma aparecieron los grupos de los inmigrantes dedicados a las actividades agrícolas: horticultura y floricultura. Una de las más importantes fue “Nippar”, la Asociación de Floricultores que se creó ya en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en 1943.

Aunque ya hemos dicho que eran grupos de ayuda y cierta vinculación con el gobierno japonés, también se notaba en las asociaciones una estrategia de

21

Gómez, Silvina, “Asociaciones Étnicas e identidad. Una aproximación a partir del análisis de una asociación de inmigrantes japoneses en La Plata”, VII Congreso Argentino de Antropología Social, (2006), 6, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/22

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reproducción social, visualizando este proceso como un esfuerzo para la preservación del grupo, sus costumbres y tradiciones22.

4.3 Educación, familia e idioma… puntos clave en la conservación de la cultura Las agrupaciones de los japoneses fueron importantes para la ayuda mutua y terminaron representando lugares para el mantenimiento de los patrones culturales de la sociedad japonesa.

Por otra parte, como veremos más adelante, algunos de los elementos del origen japonés que se mantienen hasta la fecha en los descendientes de aquellos primeros migrantes, se deben a dos grandes influencias en la vida temprana de las personas: la familia y la escuela.

Los primeros migrantes que planeaban regresar a Japón en poco tiempo, estuvieron pendientes de la educación de sus hijos, pensando que así podrían integrarse sin problemas al sistema educativo japonés al regresar. El ideal era enviar a sus hijos a estudiar al país natal, pero no era fácil por razones económicas. Por eso, empezaron a organizar cursos de japonés, para que no se perdieran las habilidades en el idioma. Así, fueron creando escuelas de idioma los sábados para que cuando sus hijos volvieran a Japón no se quedaran

22

Gómez, Silvina, “Asociaciones Étnicas e identidad. Una aproximación a partir del análisis de una asociación de inmigrantes japoneses en La Plata”, VII Congreso Argentino de Antropología Social, (2006), 6, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/22

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rezagados en sus estudios. De esa manera comenzaron a darle importancia a la educación de las futuras generaciones de japoneses en Argentina23.

Por iniciativa de la misma población de origen japonés se creó en 1927 el Instituto Privado Argentino-Japonés Nichia Gakuin (日亜学院), en Buenos Aires, que hasta ahora funciona como una reconocida una institución cultural y educativa, y como un colegio trilingüe castellano-japonés-inglés.

En muchos pueblos de América se presentaba la misma inquietud así que el gobierno japonés apoyó varios proyectos de construcción de escuelas. Este sistema de Nihonji gakkō (日本人学校) funciona hasta nuestros días en varios países.

Tanto las escuelas privadas como públicas o con apoyo del gobierno, se fueron transformando poco a poco e incluso aceptando estudiantes del mismo país local. Aunque el objetivo al inicio era conservar la lengua de herencia, es decir el japonés para las futuras generaciones, con el tiempo los nacidos en Argentina se fueron integrando más a la sociedad y a la educación e idioma de ese país. Así que cada vez hubo menos estudiantes en estas escuelas de lengua y cultura japonesa. Ahora muchas siguen ofreciendo cursos sobre estas materias, pero están abiertos a toda la población, y se enseña japonés como una segunda lengua, para proyectos académicos, formación cultural, etc.

Volviendo a las primeras décadas que vivieron los inmigrantes japoneses en Argentina, con el mismo objetivo de mantener la lengua y cultura, se abrieron

23

Silvina Gómez, “Historias nikkei, historias transnacionales”, IX Congreso Argentino de Antropología Social (2008), 2, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/23

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también cursos de idioma japonés en la principal asociación que hemos mencionado, AJA. Además, para adaptarse al país que los acogía, esta organización abrió también cursos nocturnos de lengua española.

En 1939 se inauguró el primer curso de una escuela primaria bilingüe (japonés-español), administrada por la AJA. Tenía la particularidad de funcionar con planes de estudio oficiales argentinos y al mismo tiempo con programas, textos y docentes enviados por el Ministerio de Educación del Japón 24 . Así operaron de manera bilingüe entonces instituciones públicas y privadas, que ya empezaban a adaptarse a los planes educativos locales.

Como veremos, la Segunda Guerra Mundial causó el cierre de muchas instituciones, pero en la posguerra se reinició un periodo importante de inmigración y se abrieron nuevas escuelas de idioma y cultura japonesa. Además de los planes de estudio sobre estos temas que se crearon en universidades o centros de investigación más especializados.

Pero a lo largo del siglo XX, con apoyo de centros educativos o sin ellos, una posibilidad importante de mantener el idioma y las costumbres fue siempre el hogar. Más adelante veremos cómo aún algunos jóvenes de origen japonés siguen usando en la vida diaria las palabras, expresiones o referencias que heredaron de sus abuelos o de las familias japonesas con las que crecieron, aun siendo ellos considerados ya ciudadanos argentinos.

24

Cecilia Onaha y Silvina Gómez, “Educación e identidad en la comunidad japonesa en la Argentina”, XI Jornadas Interescuelas / Departamentos de Historia (2007),1, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/7

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5. UNA MINORÍA LUCHANDO POR UNA PRESENCIA MAYOR 5.1 La posguerra: una nueva etapa La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto que influyó en las relaciones de Japón con el mundo. Argentina también rompió relaciones con el país oriental, por lo que de alguna manera la población de origen japonés en el país sudamericano se vio afectada. Los problemas de integración al país receptor, así como aquella tendencia a la invisibilidad por sentirse inferiores a los migrantes de origen europeo, se había superado poco a poco y en esto, como hemos mencionado, las asociaciones de japoneses podían ayudar para fortalecer a la población de este origen. Sin embargo, con la guerra, nuevamente los japoneses tuvieron que tratar de esconderse. Además, el conflicto terminó muchos de los planes originales de las generaciones de migrantes al principio de siglo. Al final de la guerra, algunos tuvieron que regresar a tratar de reconstruir las relaciones con sus familias afectadas en Japón. Otros, que ya habían tenido descendientes en Argentina, regresaron a Japón tratando de que sus hijos no perdieran su cultura y educación en el sistema japonés. Por otra parte, para muchos japoneses en Argentina, se hacía cada vez más difícil la posibilidad de cumplir con la meta de ahorrar dinero y regresar Japón. Así, se fue acabando un poco la idea del trabajo en Argentina como dekasegi. Los viajeros que originalmente querían llegar al país y trabajar duro 33


para regresar con suficientes recursos a Japón, ya no veían fácil conseguir esa meta. Esa idea entonces cambiaba para los japoneses en Argentina. Después de la guerra se volvieron a plantear muchos planes de vida para los que se quedaron en el país sudamericano Una de las preocupaciones de los japoneses que se quedaron en Argentina fue tratar de enviar ayuda a los familiares que habían sobrevivido. Algunas instituciones como la Cruz Roja Internacional y organizaciones locales ayudaron para enviar alimentos y productos necesarios. Nuevamente las asociaciones de japoneses fueron muy importantes. Incluso se crearon algunas como el Comité de Ayuda a las Víctimas de la Guerra en Japón, en 1946 y el Comité de Ayuda a Okinawa en la Argentina, en 194825. Después del periodo de ocupación de Estados Unidos, Japón volvió a impulsar algunas ideas de promover el crecimiento y la salida de sus ciudadanos a otros países. Se crearon en los años 50 la Federación de Asociaciones de Japoneses en el Exterior (o de Ultramar, como a veces se le llama) y la Sociedad de la Promoción de la Emigración en Japón. De la unión de estas se formó después el Servicio de Emigración de Japón. Y de ahí nació en los años 70 la Agencia Japonesa Internacional de Cooperación (JICA), que todavía funciona. Esta organización apoyó también nuevos proyectos que no eran solamente para promover la migración de japoneses, si no el intercambio científico, cultural y otros proyectos entre ambos países.

25

Cecilia Onaha, “El rol de la comunidad nikkei en las relaciones argentino - japonesas. Pasado y presente”, Humania del Sur, n. 24 (ene-jun 2018): 71-86, http://www.saber.ula.ve/handle/123456789/45301

34


Como veremos más adelante, en la época en que Argentina vivía el peronismo, algunos japoneses se acercaron al poder político a través del movimiento y partido de Juan Domingo Perón. El mismo presidente había llegado a declarar lo siguiente: “Nos sentimos dichosos y felices de que después de terminada la segunda Guerra Mundial, la República Argentina haya sido el primer país del mundo donde se cantó el himno japonés por primera vez. Y nos sentimos felices de que la flota mercante de la nueva Argentina haya sido, también, la primera línea de navegación de ultramar que ha unido los pueblos del Japón y de Argentina”26. Además de las palabras, había políticas que acercaban al gobierno con la comunidad de origen japonés. Especialmente porque en 1949 se decretó la “amnistía general” por el gobierno de Perón a los inmigrantes que habían ingresado ilegalmente al país. Y en 1950, también por decreto del gobierno, se autorizó a los residentes japoneses gestionar la ciudadanía argentina. Este cambio fue importante para el paso de las nuevas generaciones a incorporarse a la sociedad del país sudamericano. La Asociación Japonesa en Argentina (AJA) se había activado nuevamente y el presidente de esta sociedad elogiaba la nueva actitud manifestada por la administración de Perón hacia los argentino-japoneses. Precisamente, en esa época también se dio a conocer que la flota argentina había llegado a Japón y que llevaba ayuda enviada por la fundación Eva Perón27.

26

Raanan Rein, Aya Udagawa y Pablo Adrián Vázquez, “Los muchachos peronistas japoneses: el movimiento justicialista y los nikkei”, Revista de la Carrera de Sociología 9, n.9 (2019): 98, https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/entramadosyperspectivas/article/view/498 7

27

Ibíd.

35


Después de la firma del Tratado de Paz de 1952 que terminó la Ocupación y dio a Japón la posibilidad de relacionarse nuevamente con el mundo, se dieron muchos contactos con Argentina. Las relaciones diplomáticas fueron importantes y se organizaron nuevamente movimientos de mercancías y personas. Se nombró un embajador, Toshitaka Okubo. El diplomático se refirió a la comunidad de los migrantes como “una de las más felices de nuestros connacionales residentes en el extranjero, disfrutando de una hospitalidad infinita e inmejorable de la Nación Argentina bajo la dirección del General Perón”28. En 1953 se volvió a establecer así una oleada de inmigrantes con una movilidad planificada entre ambos países. En esa época se dio así el pico de inmigrantes japoneses en Argentina. Y se creó también en la Cooperativa de Colonización Argentina, ATAKU. De esta forma se estableció la primera colonia japonesa oficial en Misiones. Con estos antecedentes el primer ministro japonés Nobusuke Kishi visitó Argentina en 1959. Dos años después el presidente argentino Arturo Frondizi fue a Japón y se firmó oficialmente el primer Acuerdo de Migración entre ambos países, en esta nueva época de acercamiento. Se reestableció el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, así como otros convenios técnicos y culturales en las siguientes décadas. Con todo esto los pobladores de origen japonés en Argentina ya no eran vistos como trabajadores temporales sino como ciudadanos más relacionados con la vida productiva de Argentina.

28

Ibíd.

36


Finalmente, en 1967 los príncipes herederos de Japón visitaron Argentina. Algunos investigadores como Cecilia Onaha consideran que esta visita ayudó a dar una buena imagen de los inmigrantes japoneses en el país. De hecho, en su discurso, el príncipe a Akihito dijo que deseaba que esos japoneses que habían migrado fueran “buenos argentinos y contribuyeron con su trabajo a este país”29, eso tuvo un impacto simbólico importante, y así terminó la etapa de los dekasegi, ya que la misma diplomacia japonesa empezó a considerar a esos ciudadanos de origen japonés, como parte de otra nación.

5.2 Nuevas generaciones y nuevas organizaciones Con el fin de la guerra, y el reinicio de las relaciones y los nuevos planes de migración e intercambio, también se reorganizaron los grupos que ya se habían establecido por los primeros migrantes, además de que se crearon otras organizaciones nuevas. Un punto importante de contacto entre la población de origen japonés fue la consolidación de algunos medios de comunicación. En 1948 se fundó el periódico Akoku Nippo. También apareció el periódico La Plata Hochi, que intentaba informar a la gran comunidad inmigrante, especialmente a los okinawenses sobre la vida en Okinawa y otros lugares de Japón después de la guerra. En las siguientes décadas aparecieron otros medios, entre los que fue importante la revista “Horizonte” de la Juventud Nissei.

29Cecilia

Onaha, “El rol de la comunidad nikkei en las relaciones argentino - japonesas. Pasado y presente”, Humania del Sur 13, n. 24 (ene-jun 2018): 78, http://www.saber.ula.ve/handle/123456789/45301

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Las nuevas organizaciones también iban creándose no solamente para los japoneses, sino para los participantes en los nuevos programas de intercambio con Japón. En 1949 se fundó la Cámara de Comercio Argentino-Japonesa en Buenos Aires. En 1951 se abrió el Centro Okinawense de Argentina (COA). Y ya hemos dicho que la principal asociación, AJA, estaba funcionando otra vez. Pero las nuevas generaciones empezaron a cuestionar sus estatutos y si de verdad este grupo representaba a la comunidad de origen japonés en todo el país o solamente en Buenos Aires. La AJA había realizado importantes proyectos como su trabajo en la apertura del Jardín japonés especialmente para la visita de los príncipes en 1967. Esto fue visto como una contribución más profunda a la sociedad argentina, al mismo tiempo que se vio nuevamente su relación con la representación diplomática japonesa30. Como decíamos antes, en los años 70 apareció JICA y ayudó a crear nuevas organizaciones y programas que funcionan hasta ahora. La Asociación Nipona Universitaria La Plata (ANULP) es una organización creada en el año 1973 y presentada formalmente al gobierno de Japón al año siguiente. Se construyó además un pensionado o residencia de estudiantes universitarios. Como veremos más adelante, esta asociación ha tenido un papel importante en el apoyo a los descendientes de japoneses y el mantenimiento de

30

Ibíd., 79.

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la cultura de este país dentro de Argentina, así como el fortalecimiento de la identidad nikkei. Con el apoyo de nuevas instituciones del gobierno japonés, aparecieron otras organizaciones diferentes a AJA, con nuevas generaciones y otras ideas. En 1985 se creó el Centro Nikkei Argentino (CNA). Para entonces ya las nuevas generaciones se reunían cada año, desde 1980 en un evento que llamaban Congreso Nacional Nissei. En 1988 se creó el Consejo de representantes Nikkei (CORENI) que trataba de organizar a toda la colectividad japonesa en Argentina. Con el funcionamiento de la asociación de La Plata aparecieron otros grupos de apoyo a estudiantes y en 1990 se fundó la Asociación Universitaria Nikkei (AUN), que ha promovido la actividad cultural y científica y agrupa a universitarios.

5.3 Sentimiento de pertenencia a la nación argentina En la época de la posguerra se empezaron a notar cambios generacionales entre los inmigrantes japoneses. Había una diferencia en la forma de pensar o la identidad que manifestaba cada generación. Los llamados issei eran personas que llegaron a Argentina como dekasegi y todavía eran vistos como migrantes (imin) en Japón. Sin embargo, sus descendientes de segunda y tercera generación (nisei, sansei) habían nacido en Argentina y se identificaban más con las causas del país sudamericano. La investigadora Chie Ishida observa que los issei habían mantenido una buena imagen ante el pueblo argentino: diligencia, seriedad, limpieza, 39


honestidad, obediencia y paciencia31. Sin embargo, entre las décadas de 1960 y 1980, los jóvenes llamados nisei, que nacieron en Argentina ya no tenían relación directa con Japón y se negaban a ser clasificados como “japoneses”. Trataron de consolidar la otra parte de su identidad, mostrándose más argentinos, y esto los hizo entrar en conflicto con las primeras generaciones. Esas nuevas generaciones después empezaron a definir su identidad con un nuevo término que veremos más adelante: nikkei. Para ellos, aunque existía una importante relación con Japón, resultaba más importante empezar a participar comprometidos intelectual y políticamente con Argentina. Algunos historiadores han visto casos en los que se puede notar especialmente como aquellos descendientes de japoneses en Argentina llegaron a involucrarse y participar activamente en los movimientos políticos de Argentina en el siglo XX. En el siguiente apartado presentamos algunos de esos casos.

5.4 Tres casos: los peronistas, los desaparecidos y las Malvinas. LOS JAPONESES Y PERÓN En la nueva etapa de relaciones de la posguerra, los mismos japoneses de primera generación se empezaron a acercar a la política argentina expresando públicamente su simpatía por el popular presidente Juan Domingo Perón. Aunque éste se refería en sus discursos a todos los japoneses en el país con la misma imagen positiva de forma general, algunos grupos de jóvenes, de las

31智恵

石田, “軍政下アルゼンチンの移民コミュニティと「日系失踪者」の政治参加, Contact

zone, 7 巻, (2015): 56-82 http://hdl.handle.net/2433/209809

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siguientes generaciones fueron quienes más se involucraron en actividades políticas, impulsados por el peronismo. Complementando las declaraciones y los decretos de este presidente que habían favorecido a los japoneses, también se sabe que declaró lo siguiente: “Nosotros no hacemos entre los hombres otro distingo ni otra discriminación, que en hombres buenos y en hombres malos. La comunidad japonesa en la Argentina es una comunidad que ha demostrado a lo largo de muchos años, que está formada por hombres buenos, respetuosos de la ley y amantes de este país”32. Como hemos visto, los directivos de AJA mostraron su gratitud al primer mandatario por enfatizar que quería que los japoneses que vivían en la Argentina se sintieron “como si estuvieran en su propio país”. También llegaron a expresar su satisfacción por la elección de Perón como presidente. Esto quiere decir que el ámbito político argentino llamaba al acercamiento de todas las generaciones. Aun con ciertos vínculos con el gobierno japonés, los issei que aun eran líderes de algunas agrupaciones se habían atrevido a acercarse al peronismo. Y se sabe que algunos jóvenes de origen japonés también fueron activos partidarios de este movimiento argentino. LOS DESAPARECIDOS Algunas décadas después se pueden ver también actos en los que los descendientes de japoneses participaron más activamente en actividades políticas en el que consideraban su propio país: Argentina.

32

Raanan, Udagawa y Vázquez, “Los muchachos peronistas japoneses…”, (2019): 98.

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Durante la época de la dictadura militar en Argentina, al final de los años 70, son conocidos importantes movimientos sociales de protesta en el país, que fueron reprimidos de muchas formas. Una de ellas es la desaparición forzosa de personas que manifestaban su descontento o cuestionaban el poder militar. Dentro de ese movimiento en el que se sabe que desaparecieron muchas personas, se encontraban también algunos ciudadanos de origen japonés. Los militares argentinos secuestraron, detuvieron y torturaron a quienes eran considerados rebeldes y los militares llamaban “desaparecido” a esas víctimas. En ese contexto se registran los nombres de algunos ciudadanos de origen japonés que también se unieron a las manifestaciones y desaparecieron. Los estereotipos del japonés que todavía se tenían en los años 70, especialmente con las imágenes de diligencia, serenidad, limpieza, obediencia y otras más hacían pensar que la comunidad japonesa era más bien pasiva. Esto no se asociaba a una mentalidad de rebeldía o cuestionamiento al poder. Sin embargo, entre las comunidades nikkei también había militancia política y algunos ciudadanos se manifestaban con ideas antigubernamentales y anticapitalistas. Esto sorprendía a los argentinos y tampoco era muy bien visto por muchos miembros de la colectividad de origen japonés. De esta manera se vieron expuestos a la doble opresión del Estado argentino y de su propia comunidad de origen. Probablemente sus rasgos físicos los hicieron más fáciles de identificar o notar y por eso era complicado para ellos escapar de la persecución de los militares represores en esos momentos en Argentina. Sobre este tema existe un documental que se dio a conocer en 2015, con el título “Silencio roto, 16

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Nikkeis”33. Este trabajo muestra precisamente 16 descendientes de japoneses que se consideran “desaparecidos” durante la dictadura militar Argentina (1976 -1982). LAS MALVINAS Otro acto que permitió notar cómo algunos descendientes de japoneses en Argentina se encontraban plenamente identificados con las causas de la nación en la que habían nacido fue la participación de algunos nikkei en la guerra de las Malvinas (Falkland War), conflicto que enfrentó a Argentina con el Reino Unido En 1982 se produjo un enfrentamiento militar entre estos países, que se disputaban las islas Malvinas (Falkland), ubicadas en el extremo oriental del territorio argentino (a unos 340 kilómetros de la Patagonia), en el Atlántico sur. Las islas habían sido un antiguo motivo de enfrentamiento desde la llegada de europeos en el siglo XVI y la toma por la fuerza del Reino Unido en 1833. La ONU ha considerado que se trata de un territorio en disputa, pero en 1982 el gobierno militar argentino trató de recuperar el control de las islas, despertando un sentimiento de nacionalismo y defensa de su territorio en la población argentina. Así, llamaron a los argentinos a unirse a una lucha para defender su país y enfrentar a los británicos. Argentina hizo un reclamo formal del territorio y envió tropas a desembarcar en las islas, precisamente al final de la época de la dictadura. La primera ministra Margaret Thatcher también había enviado al ejército y la Marina al combate. Por su parte, muchos civiles se unieron al enfrentamiento desde el lado argentino.

33

Pablo Moyano (director), Silencio roto, 16 Nikkeis, Buenos Aires: Tupasimi Producciones, 2015.

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Entre ellos se registra la participación de algunos nikkei. Su sentido de pertenencia por haber nacido o haberse educado en Argentina, los impulsaron a defender el país que creían que era suyo. De alguna manera ¿se sentirían más argentinos, trabajando por su país, en esta lucha? como tanto se había dicho que los nikkei, en el fondo seguían siendo buenos japoneses, ahora les tocaba también demostrar que eran buenos con su país de origen, Argentina. Por eso, cuando el Estado solicitó participación política y militar de la comunidad civil, algunos descendientes de japoneses también se presentaron. Según datos oficiales del Ministerio de Defensa de la nación, participaron por el lado argentino 23,428 combatientes34. ¿Cómo fue la participación de los nikkei en la guerra de las Malvinas? El abogado y académico Alberto Matsumoto fue uno de esos participantes y ha escrito una crónica con detalles. Dice que participaron de cinco a seis soldados y dos a tres oficiales de origen japonés. Él mismo decidió presentarse en el ejército como ciudadano argentino para ir a combatir en las islas. Es famoso el lema que llevaban los nikkei a esta lucha y que lo identificó con la causa de su país: “con la cara japonesa, pero con el corazón argentino”35. Se esperaba la participación de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas en el intento por resolver el conflicto, pero la primera ministro Thatcher envío rápidamente una flota de más de 100 barcos en una semana.

34Matías

Di Santi y Martín Slipczuk, “Guerra de Malvinas: ¿cuántas personas participaron y qué ocurre hoy con los veteranos?” (2018), https://chequeado.com/el-explicador/guerrade-malvinas-cuantas-personas-participaron-y-que-ocurre-hoy-con-los-veteranos/

35

Pablo Gavirati y Chie Ishida, “Interpelación o autonomía, El caso de la identidad nikkei en la comunidad argentino-japonesa”, Alteridades (2017): 67, https://alteridades.izt.uam.mx/index.php/Alte/article/view/892

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El conflicto duró unos 72 días y el 14 de junio de 1982, se firmó la rendición incondicional de las tropas argentinas. Se estima que hubo alrededor de 700 muertos del lado argentino y unos 300 del británico. Además, miles de heridos. Matsumoto Agrega sobre su experiencia: “Las guerras siempre ponen a prueba a los soldados (en sentido amplio), a la sociedad y al Estado. También ha sido el ámbito donde uno puede expresar al máximo su lealtad, su amor al país y a su gente, para defender lo de uno o lo que cree que es bueno para todos. Por eso, los que han dejado sus vidas merecen ser reconocidos, respetados y agradecidos para siempre, sin importar la interpretación histórica, política o ideológica de esos acontecimientos. No es bueno un revisionismo excesivo ni un patriotismo iluso para honrar a los muertos pues eso opaca el aprendizaje que tenemos que asumir de una guerra para construir un futuro mejor. Y los hijos de inmigrantes como yo, debemos dejar testimonio de la gratitud por ser nacional de estas tierras y la oportunidad de haber prestado los servicios a una causa nacional”36.

36

Alberto J. Matsumoto, “Las guerras y los nikkei - A 30 años de mi participación en la Guerra de Malvinas”, Discover Nikkei (2012), http://www.discovernikkei.org/es/journal/2012/7/19/guerras-y-nikkei/

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6. PROBLEMAS DE IDENTIDAD 6.1 Algunos conceptos: nación, raza, etnia. En Argentina muchas veces se habla de “la colectividad japonesa”. De hecho, así se llama, por ejemplo, el Archivo Histórico de la Colectividad Japonesa en la Argentina, que es una institución importante formada con el antecedente de las asociaciones iniciales. O también se puede ver en lema del periódico La Plata Hochi: “El diario de la colectividad japonesa”. Por la palabra colectividad, sabemos que se refiere a un grupo. Pero ¿quiénes son parte de ese grupo o colectividad? ¿las personas que nacieron en Japón, sus descendientes, las familias que tienen algún tipo de relación o algún miembro de origen japonés? Si observamos que se usa el adjetivo o característica especial “japonés”, probablemente en Argentina y en Japón tenga un significado diferente. En el siglo XX, muchos grupos o colectividades eran reconocidos por conceptos como nación, raza y etnia. Podemos definir nación de manera básica como el “conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”37. Según esta definición, más que un lugar, la nación se hace por las personas de un mismo origen. Entonces, era fácil identificar a los primeros emigrantes de Japón que llegaron a Argentina (igual que a otros países) como personas de

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Diccionario de la Real Academia Española, ≪nación≫, 2020, https://dle.rae.es/naci%C3%B3n

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“nacionalidad” japonesa. Como hemos visto, esos primeros japoneses tenían el mismo origen y no les interesaba cambiar su idioma ni tradición, pues tenían el objetivo de ganar dinero y regresar a su tierra. Y el gobierno japonés estaba de acuerdo con esa idea, por eso seguía usando para ellos la palabra hōjin, que se podría traducir como compatriota, paisano o connacional. Con de la Segunda Guerra Mundial las relaciones de Japón con el mundo se volvieron complicadas y también mencionábamos que cuando se volvieron a dar contactos con Argentina y nuevas migraciones, ya se trataba de personas que iban cambiando su forma de pensar. Muchos de los que habían llegado primero (issei) ya tenían descendientes (nisei, sansei…), que iban cambiando sus planes de vida y formas de sentirse sobre su origen japonés. Ya no se podía hablar de gente de la misma nación porque el origen, las costumbres e incluso el idioma iban cambiando. Algunos descendientes de japoneses que habían nacido y crecido en Argentina tampoco estaban muy interesados en conservar el idioma y costumbres de Japón. Pero, por su apariencia, en Argentina podían verse igual que sus padres o abuelos. Entonces, desde el punto de vista argentino, probablemente se identificaba a estos grupos por su raza o etnia. Según la definición básica de raza, se trata de los “grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia”38. Una definición cercana es la de etnia, que se trata de una “comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales,

38

Diccionario de la Real Academia Española, ≪raza≫, 2020, https://dle.rae.es/raza?m=form

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etcétera”39. Así, entonces, en gran parte por sus características raciales o étnicas, los descendientes seguían muy relacionados a sus familias de origen. Para los argentinos, todos esos japoneses de varias generaciones se veían como la misma raza o etnia. Incluso, para el mismo Japón, tanto antiguas como nuevas generaciones seguían siendo parte del koseki, que sería de alguna forma la interpretación de ese concepto étnico. Entonces ¿cuándo un descendiente de japoneses iba a poder verse como un argentino más? Desde el punto de vista personal, como hemos visto, algunos sabían que su apariencia era diferente, pero se sentían ligados fuertemente a la tierra en la que nacieron (“con la cara japonesa, pero con el corazón argentino”40). Pero algunos estudios antropológicos de Argentina señalan que en el país todavía se ve a estos argentinos de origen japonés como “los otros”. ¿Cómo se sienten ellos mismos? Para entender su situación, podemos ver otro concepto importante: identidad.

6.2 Identidad colectiva IDENTIDAD Para hablar de la identidad de los descendientes de japoneses en Argentina, tenemos que definir de manera básica esta palabra. ¿Qué es la identidad? Entre los significados que podemos encontrar de manera básica en el Diccionario de la Real Academia Española aparecen: “Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los

39

Diccionario de la Real Academia Española, ≪etnia≫, 2020, https://dle.rae.es/etnia?m=form

40

Pablo Gavirati y Chie Ishida, “Interpelación o autonomía…”, 67.

48


demás”. Además, puede ser también: “Conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás”41. Como vemos, desde la definición más general, se puede entender la identidad de maneras distintas: por los rasgos o la apariencia de las personas o por la conciencia que tienen de ser de una forma especial, en contraste con otros. Cuando se trata de la primera parte de la definición, es decir, los rasgos, algunos estudios incluyen: lengua, tradiciones, religión, comunidad de origen, y otras características que se mantienen en el tiempo dentro de un grupo. Algunos especialistas consideran que la segunda parte de la definición, que se relaciona con la conciencia o cómo se sienten los mismos miembros de un grupo, es muy importante al estudiar la identidad. Así se explica en trabajos de autores que ya hemos citado como Silvina Gómez y Carolina Maltas: “Concebimos la identidad como la resultante de un proceso de identificación, relacional y dinámico donde el grupo “se” define en un determinado lugar y momento histórico respecto a su entorno social”42. Ellas agregan que esta forma de verse ellos mismos, los miembros de un grupo, puede cambiar. Si hablamos en general del concepto de identidad, desde el punto de vista de la antropología, es conocido el pensamiento del estudioso brasileño Roberto Cardoso de Oliveira, que decía: “La noción de identidad contiene dos dimensiones: la personal (o individual) y la social (o colectiva)”. Este autor decía que otros especialistas de la antropología y de la sociología también estaban de acuerdo con él en que la identidad siempre incluye las partes social y personal

de la Real Academia Española, ≪identidad≫, 2020, https://dle.rae.es/identidad?m=form

41Diccionario

42Gómez,

Silvina, “Análisis preliminar del proceso identitario de un grupo de jóvenes nikkei…”, 3.

49


porque están interconectadas43. Algunos académicos han concluido que es muy difícil explicar la identidad porque hay grupos que antes se consideraban de una etnia definida, pero ahora cada vez se relacionan más con el mundo, a una escala muy amplia. Entonces, a veces, algunas comunidades se definen ellas mismas no solamente por ver si conservan algo parecido a su grupo de origen. También se definen por el contraste, o por sentirse diferentes a otros grupos. El mismo antropólogo Cardoso de Oliveira estudió esos contrastes que tenían algunas comunidades entre sentirse parte de un grupo (“nosotros”) o diferente de los demás (“los otros”). Este contraste nos puede ayudar a entender el estudio que han investigadoras como Cecilia Onaha, o como Silvina Gómez y Carolina Maltas en la Residencia Estudiantil de la ANULP para mostrar cómo se sentían algunos nikkei, cuando tenían que hablar de los temas de la cultura japonesa que ellos mismos no conocían, o cuando tenían que relacionarse con los argentinos, como personas de otra sociedad (gaijin)44.

43Roberto

Cardoso de Oliveira, Etnicidad y estructura social, México: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Universidad Iberoamericana, Universidad Autónoma Metropolitana, 2017, http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/ciesas/20170504024623/pdf_408.pdf

44

Gómez, Silvina y Maltas, Carolina, “Análisis preliminar del proceso identitario de un grupo de jóvenes Nikkei…”

50


7. HACIA EL CAMBIO DE IDENTIDAD 7.1 Los migrantes y sus descendientes Hay muchas palabras que se han relacionado con esos japoneses que salieron de su país a otros lugares. Por su objetivo de trabajo, por la ayuda del gobierno, por la imagen entre la sociedad japonesa o entre la sociedad que los recibía, muchas veces se les ha nombrado parte de: “la diáspora” o los “inmigrantes”, en el país receptor. Mientras, desde Japón se les llamó dekasegi, imin o, en estos tiempos, nikkei. DEKASEGI Hemos escrito que los primeros migrantes qué salieron de Japón a otros países latinoamericanos y a Argentina, tenían el propósito principal de ganar dinero y regresar para invertirlo y ayudar a sus familias en Japón. Es decir, que su objetivo era ser dekasegi. Este concepto se ha usado para describir a las personas que salen a conseguir dinero. Según la académica Onaha el uso de esta palabra viene de “los campesinos, en particular los del noreste japonés que debían soportar largos inviernos, y que entonces, salían de sus casas para dirigirse a los principales centros urbanos industriales, para realizar trabajos temporarios, ganar dinero y regresar a casa”45.

45

Cecilia Onaha, “El rol de la comunidad nikkei en las relaciones argentino - japonesas. Pasado y presente”, Humania del Sur, Año 13, Nº 24. Enero-Junio, 2018, pp. 71-86. http://www.saber.ula.ve/handle/123456789/45301 (Consultado el 11-11-2020)

51


IMIN Años después, las personas que habían salido de Japón para ir a otro país eran identificados como migrantes (imin). Especialmente aquellos que habían recibido recursos de las compañías migratorias para ayudar con los pasajes y medios de viaje. Al parecer, esa idea de ser viajeros con ayuda del gobierno japonés no era muy bien vista entre la sociedad japonesa por lo que el término migrante (imin) no daba muy buena imagen. Sin embargo, algunos historiadores dicen que los inmigrantes japoneses que habían llegado principios del siglo XX a otras tierras como Argentina, lejos de escuchar la palabra con sentido negativo, se sentían orgullosos de haber luchado contra problemas para poder viajar y establecerse en otra sociedad. En el caso de los que se establecieron en Argentina, los dekasegi pasaron a ser inmigrantes (imin), aun superando una idea negativa que llegó a haber en su propio país, ya que el gobierno había tenido que financiar los viajes de algunos de los primeros migrantes.

7.2 Cambios de identidad y percepción de varias generaciones (issei, nisei, sansei…) Desde el punto de vista japonés también había otra forma de referirse a los ciudadanos de esta nacionalidad que se encontraban fuera del país. Originalmente se hablaba de los japoneses en el exterior como hojin para diferenciarlos de los que seguían en su país (nihon-jin). Como las políticas migratorias cambiaron en la segunda mitad del siglo XX, el mismo gobierno japonés también empezó a cambiar la idea de que los emigrantes del país eran connacionales. Por eso dejó de identificarlos como hojin y empezó a llamarlos 52


nikkei-jin, como vimos especialmente a partir de la visita de los príncipes nipones a Argentina.

Este término también era ya más popular para esos descendientes de japoneses que no se identificaban con la nacionalidad de sus ancestros.

En Argentina, como en otros países con importantes grupos de migrantes japoneses (como Brasil y Perú) se usa mucho para definir la identidad de estas nuevas generaciones.

Como habíamos mencionado, las asociaciones que organizaron los mismos inmigrantes cuando llegaron al país, se identificaban como “japonesas”. (Asociación Japonesa en la Argentina, AJA) e incluso eran reconocidas por el mismo gobierno de Japón como si fueran parte de sus oficinas de representación. Algunas investigaciones dicen que esta asociación le importaba también al gobierno japonés para mantener los programas de educación iguales a los que se tenían en la isla.

Aunque el tipo de personas y los programas para migrar cambiaron después de la Segunda Guerra Mundial, estas asociaciones intentaron mantenerse igual que en sus orígenes, respetando las reglas, los procedimientos y las decisiones del gobierno japonés. Y los que más las conocían eran los migrantes de las primeras generaciones (issei). Pero había nuevas generaciones que ya empezaban a ir a escuelas públicas argentinas, a olvidar el idioma original y a relacionarse más con los estilos de vida argentinos.

Como hemos visto en este trabajo, los momentos en los que más se pudo notar que estas nuevas generaciones ya no estaban de acuerdo con llamarse 53


japoneses solamente por su origen o sangre, se relacionaron con movimientos y momentos políticos importantes, como el peronismo, la dictadura o la guerra de las Malvinas.

Algunos historiadores consideran que los argentinos de origen japonés que participaron en estos movimientos fueron manipulados por gobiernos que intentaban explotar el “fervor nacionalista” y que después de la dictadura de los militares que se quedaron en el poder hasta 1982, el país tuvo que empezar a considerar en los debates de la sociedad cómo ser un país multicultural y democrático46.

Por otra parte, en Japón, para esa época, también la situación económica era muy diferente y ya no era necesario enviar emigrantes. Al contrario, para producir en un país que estaba creciendo mucho en su economía, se necesitaban trabajadores y las leyes japonesas se adaptaron para aceptar a los descendientes de japoneses, muchos de ellos de países como Brasil, Perú y Argentina. Esta época fue importante para algo que se llamado el “fenómeno dekasegi”, pero a la inversa del original. Esto quiere decir que los descendientes de los primeros migrantes que salieron de Japón a buscar trabajo ahora regresaban al país también para trabajar y ganar dinero. Para esta época, como decíamos, el mismo gobierno japonés ya les llamaba a esos descendientes “nikkei-jin”47.

46

Pablo Gavirati y Chie Ishida, “Interpelación o autonomía. El caso de la identidad nikkei en la comunidad argentino-japonesa”, Alteridades, n. 53 (2017): 67, https://alteridades.izt.uam.mx/index.php/Alte/article/view/892

47

Ibíd.

54


Con todos estos cambios, cuando se celebró el Centenario de la Inmigración Japonesa en Argentina, en 1986, hubo algunos conflictos dentro de la misma población de origen japonés que ayudaron a fortalecer la identidad nikkei. Como en las nuevas generaciones ya no había mucho interés en el idioma japonés, ellos no tenían acceso a los puestos importantes dentro de la gran asociación AJA. Y las familias que se habían establecido en otras ciudades, fuera de Buenos Aires tampoco se identificaban mucho con esta asociación. Los líderes de la AJA también hacían diferencias entre hojin y nikkei, para demostrarle al gobierno japonés que no pensaban igual o que no tenían los mismos intereses políticos. Con esto, las generaciones jóvenes se sintieron más separadas de su origen japonés.

Los descendientes, que primero se definieron como nisei se identificaron con otros movimientos internacionales, que ya no tenían contacto directo con el gobierno japonés. Así se creó la Convención Panamericana Nisei en 1981 y después la Convención Panamericana Nikkei (COPANI) en 1983. Estos eventos fueron importantes para que el término “argentino-japonés” cambiara a nikkei. A partir de entonces se crearon grupos que se identificaban con ese nombre, como el Centro Nikkei Argentino (CNA), el Consejo de Representantes Nikkei y la Federación de Asociaciones Nikkei en Argentina (FANA), que se formó en 1994 y todavía funciona. Es verdad que el término nikkei es más amplio y no obliga a los descendientes de japoneses a ser igual que sus abuelos o que aquellos primeros migrantes. Pero, hasta ahora se sabe que esto tampoco los hace verse como un argentino más. Veremos un poco más sobre este problema.

55


8. IDENTIDAD NIKKEI 8.1 El término nikkei En el capítulo anterior decíamos que la identidad de los inmigrantes japoneses y sus descendientes fue cambiando. Por una parte, por la forma en que la misma sociedad de origen o el país de destino los veían. Pero también por la forma en que ellos mismos se sentían o se involucraron con la sociedad. Nikkei es un concepto que literalmente se vincula con Japón. Se trata de un

término

que

combina

tres

palabras

que

significan

“Japón”,

“descendencia/ascendencia” y “persona”. Esta palabra fue creada por investigadores japoneses al estudiar las comunidades migrantes y el cambio cultural en ellas. Algunos especialistas dicen que cuando se empezó a usar el término podía incluir de manera general a esas comunidades con un cambio cultural, sin importar si eran inmigrantes japoneses (issei), o sus descendientes (nisei, sansei…) Entre algunos estudios importantes, la académica japonesa Chie Ishida ha observado especialmente el caso de los nikkei argentinos48. Igual que en Argentina, en muchos países que tenían comunidades de origen japonés estaban pasando los mismos procesos de adaptación o de encuentro con personas que aceptaran estas nuevas identidades. Así que se crearon grupos, federaciones y organizaciones como las que describimos antes.

48智恵

石田, “<日系人>の生成と動態: 集団カテゴリーと移民コミュニティの歴史人類学”, 甲

第 901 号, (2013)

56


La Asociación Panamericana Nikkei se creó en 1981 con el lema: “Seamos mejores ciudadanos en nuestro continente”. De ahí nacieron iniciativas como COPANI que ya mencionamos antes y es de las más importantes porque reúne a una gran cantidad de personas nikkei de todo el continente americano.

También se han unido los nikkei en espacios académicos y de comunicación como “Discover Nikkei”, que ha sido una fuente importante para este trabajo. En su presentación en la Web, aparece esta definición: “¿Qué significa Nikkei? No nos referimos a la bolsa de valores japonesa. Nos referimos a los pueblos Nikkei – emigrantes japoneses y sus descendientes que han creado comunidades en todo el mundo. El término Nikkei posee significados múltiples y diversos dependiendo de la situación, el lugar y el medio ambiente. Nikkei también incluye a las personas de descendencia racial mixta que se identifican como Nikkei. Los nativos del Japón también usan el término Nikkei para referirse a los emigrantes y a sus descendientes que regresan al Japón. Muchos de estos Nikkei viven en comunidades cercanas y retienen identidades separadas de los japoneses nativos”49. El sitio agrega que: “en la actualidad hay entre 2.6 y 3 millones de personas descendientes de japoneses que viven en todo el mundo. La mayoría vive en América, donde han establecido familias y comunidades y en el proceso se han transformado a sí mismos y a las sociedades donde se establecieron”50.

49

Discover Nikkei, “¿Qué es “Nikkei”?”, http://www.discovernikkei.org/es/about/what-is-nikkei

50

Ibíd.

57


8.2 De la doble negación” ni japonés, ni argentino” a la afirmación de la identidad nikkei Como hemos visto, la ANULP fue una iniciativa importante para concentrar población Nikkei del ámbito universitario. Precisamente la residencia de esta asociación ha servido para la observación o estudio

sobre

el

comportamiento

e

ideas

de

la

población

nikkei

joven.

Las profesoras Cecilia Onaha, así como Silvina Gómez y Carolina Maltas han hecho importantes investigaciones sobre este tema. Por mi experiencia personal, como estudiante de ellas en algunos cursos en la Universidad de la Plata y por haber vivido también en la residencia de la ANULP, conozco algunas de sus investigaciones y las tomamos como referencia para este trabajo. En conclusión, ellas han observado que la identidad de los nikkei se construye, como decíamos al principio de este capítulo, no solamente por su origen o por la manera como los ven en la sociedad donde ahora viven, sino por la forma en que ellos mismos se sienten. En estos trabajos se dice que la población nikkei revalora su origen y tiene interés en la cultura de sus ancestros, y por otro lado tampoco se sienten completamente argentinos. De hecho, les llaman a los pobladores locales gaijin por lo que los ven entonces como el “otro”. En palabras de estas autoras, estos grupos: “Reivindican sus orígenes, expresan tener interés por su cultura, se autodenominan nikkeis, en oposición a ser gaijin, demostrando que comparten valores que los diferencian de ese “otro”, que los llevan a confiar mutuamente; y que son vistos por ese otro en muchos casos como un estereotipo, lejano a su realidad”51.

51

Gómez, Silvina y Maltas, Carolina, “Análisis preliminar del proceso identitario de un grupo de jóvenes Nikkei en la ciudad de La Plata”, (2003), 6, https://www.aacademica.org/silvina.gomez/38

58


La población nikkei todavía está unida a sus raíces japonesas por elementos culturales, como la gastronomía. Naturalmente siguen haciendo referencia a platillos japoneses, muchos se sirven en el comedor de la residencia y los identifican por su nombre en idioma japonés. Por otra parte, precisamente el idioma, que muchas veces desconocen, se conserva

tanto

en

referencias

a

la

comida

como

en

otras

tradiciones.

Conocen algunas prácticas culturales como el origami, la música japonesa moderna, el manga y el anime. Mientras que, por otra parte, solamente acuden a vestimenta tradicional como el kimono, o practicar artes como shodo (caligrafía) ceremonia del té, en eventos especiales. Muchos reconocen que no están familiarizados con estas tradiciones. Por otra parte, aunque decíamos que conservan algunos términos en japonés, en general el español (castellano, le dicen ellos mismos) es su primera lengua, precisamente porque fueron educados en un ámbito más local y conocen la lengua sólo desde el contexto familiar o en algunos casos porque han ido a escuelas de japonés, aunque no conocen muy bien los ideogramas (kanji). El punto de la identidad, por la manera en que los ven, es interesante porque al parecer en Argentina, como en otros países donde hay inmigrantes japoneses, esta cultura se ve todavía como exótica. Los mismos nikkei sienten que algunos argentinos los ven también con el estereotipo del japonés trabajador, sumiso, estudioso, respetuoso, tradicional, machista, avanzado en tecnología, inteligente, etc.52. Por otra parte, los participantes en estos estudios recuerdan muchas veces que sufrieron en la escuela o aún sufren en la calle cuando les gritan con algún insulto o los confunden con otros asiáticos. Por eso, los propios nikkei, conscientes de no ser “chinos” (como muchas veces les dicen) pero tampoco identificados plenamente como japoneses

52

Gómez, Silvina y Maltas, Carolina, “Análisis preliminar del proceso identitario de un grupo de jóvenes Nikkei en la ciudad de La Plata”, (2003), 5.

59


intentan decir que son argentinos de alguna forma. Se dicen repetidamente: “nikkei argentino”.

8.3 EXPERIENCIA EN ESA ATMÓSFERA NIKKEI Personalmente conocí parte de estas investigaciones porque participé en el programa del intercambio de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS) con la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, entre el año 2019 y 2020. Además, viví en ANULP donde se aplicaron algunas estas investigaciones. Puedo comentar que fue interesante observar cómo perciben su identidad y la van formando en la vida diaria algunos jóvenes de origen japonés. A continuación, comparto observaciones de un estudio en el que participé y que se llevó a cabo en La Plata con la colaboración de jóvenes residentes de ANULP y personas conocidas de origen japonés53. En total, participaron en esta encuesta especial 36 personas, y su promedio de edad era de unos 20 años. Existen muchos elementos interesantes como resultado de esta investigación. En el próximo punto vamos a presentar algunos de esos resultados, especialmente para comentar cómo se ven estos jóvenes nikkei si más cercanos o diferentes a Japón o a Argentina. En mi experiencia como estudiante de intercambio tuve la oportunidad de conocer a muchos nikkei. En cuanto a la primera impresión, me parecieron japoneses, pero a medida que pasaba el tiempo con ellos, me pareció que tenían

53

Yui Naito, “Nikkei argentino y japonés”. (Taller de trabajo final, Programa de Intercambio Curso Propedéutico, Universidad Nacional de La Plata, 2019).

60


dos caras. Por un lado, su apariencia japonesa y, por otro lado, sentí que poseían una mezcla de características culturales tanto argentinas como japonesas. Al realizar una breve encuesta, se hacían 3 preguntas: 1. Si estuvieras un año en otro país, ¿qué comida extrañarías? 2. Cuando tocas algo muy caliente, ¿cómo reaccionarías verbalmente, es decir qué dirías en dicho momento? 3. Cuando alguien dice que eres chino/a, ¿cómo te sentís? LA TRADICIÓN GASTRONÓMICA En cuanto a la primera pregunta: Si estuvieras un año en otro país, ¿qué comida extrañarías? La mayoría contestó que extrañaría el asado, la milanesa y las empanadas. Y una minoría comentó que extrañaría la comida japonesa, señalando el gohan (arroz) y sashimi. Desde mi experiencia en Argentina, me di cuenta de que hay una gran diversidad cultural en este aspecto. Por ejemplo, en días festivos las familias nikkei preparan tanto comida japonesa como argentina desde asado, sushi, sashimi, mochi, onigiri, pizza, karaage, etc. Al ver esta gran variedad de comidas me pareció inusual y a la vez interesante permitiéndome disfrutar de los alimentos de los dos países. Por otro lado, hay familias que siguen manteniendo las tradiciones. Por ejemplo, comer ozouni en año nuevo, llevar obento a torneos deportivos o a la escuela para mantener dichas tradiciones. Considero que esta mezcla de culturas les permite a los nikkei tener acceso a una gran variedad de comidas, disfrutando recetas de ambos países. TRADICIÓN LINGÜÍSTICA Siguiendo con la segunda pregunta: Cuando tocas algo muy caliente,

61


¿cómo reaccionarías verbalmente, es decir qué dirías en dicho momento? Más de la mitad de las personas contestó que diría algo en español (o castellano, como suelen identificar los argentinos a esta lengua). Concretamente, muchos reconocieron que usarían espontáneamente lenguaje coloquial o incluso vulgar que es común ante las sorpresas. Por ejemplo: “la puta madre, estaba caliente”, o “la concha de tu madre…” (sic). Por otro lado, las personas que dijeron que reaccionarían en japonés, usarían expresiones como: “achi”, “acha” o “attu”. Estas palabras son variaciones del adjetivo en idioma japonés “atsui”, que significa caliente. En cuanto al idioma, considero tres cuestiones. En el caso de los nikkei de la tercera generación, el nivel de idioma depende de si éste fue a la escuela japonesa, si vive con sus abuelos (primera generación) o si en su familia/ casa se habla japonés. En Argentina conocí tanto a personas que hablaban la lengua japonesa de manera fluida, a otros que entendían algunas palabras, y a unos que no entendían nada. En el primer caso, son personas que cumplen con las tres cuestiones antes mencionadas. Mientras que las dos últimas, son personas que no fueron a una escuela japonesa o en sus casas no se habla el idioma. Un día le pregunté a una amiga: ¿Por qué vos entendés tanto japonés? A lo que ella respondió: “Personalmente, conviví con mis abuelos desde chiquita y, además, cotidianamente en mi casa hablamos en japonés. Para reforzar el idioma y para no olvidarlo mis papás me mandaron desde los 6 hasta los 16 años a una escuela japonesa”. También observé que las personas que manejan el idioma utilizan un

62


lenguaje antiguo, que al parecer fue transmitido por sus abuelos. Por ejemplo, zori(草履), benjo(便所) y chokki (chaleco ちょっき). Se entiende que las conservan como se usaban antiguamente porque no están familiarizados con la actualización de dichas palabras. Sumado a esto, muchos combinan vocabulario de ambos idiomas. Por ejemplo, aun hablando en español se refieren al yakimeshi, o también usualmente utilizan onomatopeyas japonesas a la hora de hablar. Así, dicen a veces: mochi-mochi, sara-sara, beto-beto, etc. Con respecto a este tema, pude percibir que prácticamente todos los nikkei, sin importar su nivel de manejo de lenguaje, usan de manera natural y entienden algunas palabras. Muchas provenientes del entorno familiar: gohan, jichan, bachan, ocha, etc. que son transmitidos y utilizados habitualmente entre ellos. Para concluir, me intriga cómo evolucionará el idioma a través de las futuras generaciones. IDENTIDAD EN ARGENTINA Por último, la tercera pregunta era: Cuando alguien dice que eres chino/a, ¿cómo te sentís? La respuesta a esta pregunta se dividió en 3 tendencias. Primero, las personas que se sienten nikkei, que eran la mayoría. Por otra parte, el resto del grupo se identificaba más como japonés o como argentino. Para quienes no han tenido mucha experiencia previa de convivir en un entorno de vida nikkei, como fue mi caso particular, la respuesta sorprende, pues originalmente tal vez pensamos que se pudieran definir más como parte de una de las dos identidades: argentino o japonés. Pero la mayoría se define más por una identidad mixta: nikkei.

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Todo esto me llevó a cuestionarme qué se siente ser realmente un nikkei por el hecho de estar en una línea media entre Argentina y Japón. Por un lado, vistos desde Argentina, al tener rasgos orientales, son considerados como extranjeros, aunque se sientan y se les haya inculcado mayormente la cultura argentina más que la japonesa. Por el contrario, desde el punto de vista de Japón, los nikkei -por más que tengan rasgos orientales- también son discriminados, por el hecho de no manejar bien la lengua o seguir las tradiciones o cultura de otro país. Esto se visualiza, por ejemplo, al encontrar nikkei argentinos que no pierden la costumbre de tomar mate aun en Japón. De alguna forma lo que los nikkei viven en Argentina, es parecido a lo que pudieran sufrir algunas personas llamadas half en Japón (porque alguno de los padres no tiene sangre japonesa). Estos no entienden japonés, e incluso cuando van a la escuela, se les dificulta la comunicación o tienen rasgos como el tono de piel y el cabello que los diferencia del resto de los japoneses, siendo estos discriminados y apartados del conjunto. De esa misma manera, la población nikkei argentina puede tener un gran apego e ir a la escuela regularmente como cualquier otro poblador argentino, pero en el caso de ellos es mucho más evidente que se trata de descendientes de inmigrantes que no son europeos (como la mayoría) y esto les trae cierto trato discriminatorio. Al contrario, si esos mismos nikkei vienen a la tierra de sus ancestros, probablemente pueden ser vistos como un japonés más por sus rasgos físicos, pero su mentalidad, su comportamiento o su idioma, los harán verse “diferentes” para el resto de los japoneses.

64


La nueva identidad tiene que luchar para que se reconozca en cualquier parte del mundo. En Argentina, aunque ha pasado más de un siglo y ya no se trata de una sociedad tan desconocida ni hay tanto miedo, sino confianza en los japoneses, todavía de alguna forma los descendientes se sienten más cómodos entre los que son iguales o parecidos a ellos. Los nikkei argentinos al estar integrados a un conjunto con el que comparten el mismo entorno, forman lazos entre ellos construyendo una comunidad. Dentro de esas comunidades, precisamente por ser parte de grupos que de alguna manera pueden acercarse a las dos culturas (japonesa y argentina) también se abren oportunidades interesantes. Uno de esos beneficios es el acceso a becas para ir a Japón a través de organizaciones como JICA, que les permite a muchos jóvenes nikkei compartir sus experiencias y formar relaciones. Además, a la hora de buscar trabajo en Argentina, según el testimonio de algunos nikkei, se puede tener cierta ventaja cuando los argentinos siguen confiando en que se trata de descendientes de japoneses, cuya imagen en los laboral es la de personas con responsabilidad, seriedad y diligencia en el oficio. Si volvemos a la definición de identidad, donde se decía que era importante considerar no solamente el origen, rasgos o características étnicas, sino el sentimiento o la propia percepción que tienen estos grupos de su identidad, podríamos entender mejor lo que quieren expresar esas personas que han vivido entre dos culturas. Por una parte, no las pueden negar, pero tampoco los definen totalmente. Ser nikkei argentino significa no ser japonés ni argentino, sino una fusión de las dos nacionalidades, es decir tener una identidad más rica y compleja.

65


9. CONCLUSIONES: UNA NUEVA IDENTIDAD En este trabajo hemos hablado de la identidad de las comunidades de origen japonés en Argentina, que se conocen como nikkei. Personalmente, tal vez había escuchado esta palabra, pero no tenía mucho interés ni conocimiento sobre todo lo que podía significar. Tal vez sea la misma situación de muchas otras personas en Japón, que saben que se trata de un concepto para hablar de las nuevas generaciones de origen japonés, especialmente en otros países, pero no conocemos mucho de su verdadera cultura, su forma de pensar, o el lenguaje en el que se expresan normalmente. Como he dicho antes, tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad Nacional de la Plata, en Argentina y además de vivir en la residencia de ANULP, que es un espacio dedicado especialmente a estudiantes que vienen de familias de origen japonés. Debo reconocer que mi primera impresión fue un poco extraña, porque veía sus rasgos japoneses, pero podía observar que hablaban y se comportaban más como argentinos. Sin embargo, me fui acostumbrando a convivir con ellos y entender que sí conservan algunas raíces de Japón, como costumbres de la comida, algunas expresiones, etc. En este trabajo hemos intentado explicar cómo estas nuevas generaciones se sienten o piensan, a diferencia de sus antecesores o las primeras familias japonesas que se fueron a otros países, como Argentina.

66


En la parte histórica, me ha llamado la atención conocer un poco más las experiencias de los primeros migrantes japoneses en Argentina. Especialmente porque Argentina es un país famoso por su población inmigrante, pero las políticas del gobierno querían atraer más bien personas de Europa para trabajar. Por eso, la sociedad argentina no estaba acostumbrada a los orientales. Los japoneses

tuvieron

que

organizarse

en

asociaciones,

para

ayudarse

mutuamente. Y al mismo tiempo ser un poco invisibles para no molestar a la sociedad en ese país. La Segunda Guerra Mundial fue muy importante para definir que algunos japoneses se quedaran a vivir en Argentina y otros regresaran a este país. A partir de entonces, los japoneses y familias que se quedaron en el país sudamericano empezaron a ser vistos con más simpatía, retomaron sus organizaciones o asociaciones, pero las usaron también para difundir la cultura japonesa y el idioma. Como hemos visto en este trabajo, la familia y la educación fueron muy importantes para mantener algunos rasgos de la cultura japonesa, incluso el idioma. En la parte final, hemos visto que es muy complicado definir la identidad de algunos grupos. Ya no se puede pensar en identidad solamente por la raza, etnia o el origen o sangre de una persona. Los estudiosos de este tema dicen que también tenemos que entender cómo se sienten o como se ven esas nuevas generaciones. Y aquí hemos visto, que los jóvenes nikkei en Argentina no conocen muy bien la cultura japonesa, pero están interesados y participan en eventos. Por otra 67


parte, también entendemos que se sienten cómodos con el idioma y las costumbres de Argentina. Pero al final, ellos mismos se definen -no como argentino ni como japonés- sino como nikkei argentino. Con esto, podemos ver que ellos defienden una nueva identidad. Tal vez todos debemos entender que existen nuevas identidades en el mundo, que combinan diferentes culturas, idiomas, costumbres. Y también merecen respetarse con esas características. Gracias a esta investigación pude darme cuenta de eso. También gracias a que estudié español en la universidad, pude viajar. Tuve una experiencia de viaje de estudios a Cuba, y después esta experiencia en Argentina, que sirvió no solamente para entender mejor el idioma sino para conocer más problemas como el de la identidad nikkei que estudiamos en este trabajo. Por último, me interesaría mucho seguir investigando y participando en actividades que de alguna manera me permitian ayudar a que la sociedad japonesa también entienda este nuevo tipo de identidades. Porque tengo amigos nikkei que han venido de Argentina y pueden trabajar o hacer algunas actividades en este país, pero también a veces encuentran que la sociedad no comprende muy bien sus costumbres o sus formas de vivir, porque no son completamente japoneses. Y creo que todos deberíamos ser más conscientes de la diversidad, no solamente de personas como los nikkei, sino de todos los grupos sociales que convivimos en el mundo. (15,396 palabras) 68


BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS

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