Muy cerca de aquí,
tres hermanas viven con su abuela
y su tía. Un día,
la tía Lela le dice a Carolina:
–¡Vayan
a buscar
moras!
–
Q
¡
á á n á ! á t s e s a d n i ué l
Exclaman las tres hermanas,
mientras miran, admiran, recogen y prueban el delicioso fruto.
–Tía,
no había ni una sola m o r a–
–¡Adelante! vecino –
dice Mariela.
dice la tía Lela.
–Niñas, ¿los perros
las asustaron?– pregunta el vecino.
–Si me hubieran avisado,
los habría amarrado
y no habrían perdido sus moras.