LLAMAMIENTO AL PARO NACIONAL 28A al 1M
La pandemia ha sido instrumentalizada por el gobierno de Duque para imponer un régimen autoritario de corte fascista que ha instalado el genocidio político, de la mano de la militarización y paramilitarización de los territorios, como estrategia dirigida a eliminar cualquier vestigio de protesta, inconformidad o rebeldía: asesinato de líderes y lideresas, masacres, etnocidios, feminicidios, montajes judiciales contra dirigentes populares, amenazas y desplazamientos forzados, fumigaciones de los territorios campesinos, indígenas y afrodescendientes; el agravamiento de la crisis humanitaria en Arauca, Sur de Bolívar y el Cauca, entre otros territorios, evidencian esa estrategia genocida. En esa misma perspectiva, paulatinamente, está asegurando el control político del poder legislativo, el poder judicial y los organismos de control de la función pública, le resta eficacia legal a la tutela como mecanismo de amparo de derechos, y amenaza con la reglamentación de la consulta previa para vaciarle su contenido y alcance para defender los derechos étnico-culturales y étnico- territoriales. Simultáneamente, Duque ha utilizado la pandemia para anunciar la profundización de políticas económicas neoliberales extractivistas funcionales a los intereses del gran capital, descargando sobre los hombros de la clase trabajadora y el pueblo la crisis económica: reforma tributaria regresiva y antipopular encubierta bajo el eufemístico y rimbombante apelativo de “Transformación Social Solidaria Sostenible” para financiar el estado oligárquico, la guerra contra el pueblo y pagar la onerosa deuda externa, ampliando el IVA del 19% a nuevos productos de la canasta básica familiar, los combustibles, insumos agrícolas y los servicios públicos, gravando con impuestos directos los salarios desde $2.5 millones en el 2022 y desde $1.7 millones a partir del 2023, así como las pensiones con mesadas superiores a $ 4.8 millones, mientras que no solo mantiene sino amplia los beneficios y las exenciones tributarias a los empresarios y grandes ricos; reforma pensional y reforma laboral para arrebatar derechos adquiridos, precarizar los ingresos y desmejorar las condiciones laborales de la clase trabajadora, con el fin de favorecer los fondos privados de pensiones y aumentar la tasa de ganancia capitalista; reforma a la salud mediante el trámite legislativo del PL 010 para profundizar su mercantilización, al tiempo que el plan nacional de vacunación es errático, lento y funcional a la dictadura de las multinacionales farmacéuticas, soportada en las patentes y la manipulación de la oferta de vacunas, lo cual evidencia la crisis y la inviabilidad del sistema de salud en manos privadas; implementación de las Zonas de Desarrollo Empresarial que son funcionales a la agroindustria, la gran minería y la explotación de hidrocarburos y nocivas para los territorios y las economías propias de los pueblos y las comunidades agrarias, ya bastante afectadas por los términos asimétricos de los TLC que favorecen la importación masiva de alimentos que se pueden producir en el país; otorgamiento de millonarios recursos a los grandes empresarios, encubiertos como subsidios para el pago de nóminas, mientras que se niega la Renta Básica para miles de familias que han visto precarizadas sus condiciones de vida en
medio de la emergencia sanitaria; profundización de la financiarización de la economía bajo la hegemonía del sector financiero, favorecida con los recursos públicos que junto con el ahorro privado sostienen su actividad especulativa acrecentando sus ganancias que en el 2020 ascendieron a 80 billones de pesos, mientras, simultáneamente, se quiebra la industria nacional y se producen 4 millones de nuevos desempleados afectando principalmente a jóvenes y mujeres.
Ante esta realidad, convocamos al pueblo colombiano, a sus autoridades propias, a las organizaciones de base, regionales y nacionales a manifestar la inconformidad, la indignación, la resistencia y la rebeldía contra este régimen proclive a los mandatos imperiales injerencistas de los EEUU contra Venezuela y Cuba, los dictámenes neoliberales del FMI, el Banco Mundial, la OCDE y los intereses del gran capital. Igualmente a emular el histórico paro nacional del 21N retomando el camino de la movilización y la protesta política beligerante, participando activamente en el paro nacional que inicia el próximo 28 de abril, llevando a cabo diversas acciones con observancia de las normas de bioseguridad: paro de la producción, el transporte y los servicios, mítines y plantones, bloqueos de carreteras, actos político-culturales, cacerolazos al final de las jornadas, y demás actividades desde la creatividad popular para elevar la combatividad contra el régimen opresor. Igualmente, convocamos la solidaridad de los pueblos hermanos, desde el internacionalismo popular, para que nos apoyen en la difusión del paro nacional y la denuncia de las violaciones de derechos humanos que se puedan presentar.
El 16 de marzo de 1781 una valiente mujer, referente y heroína de las luchas populares, Manuela Beltrán, arrancó en la plaza principal del municipio del Socorro (Santander) un Edicto fijado en un muro anunciando nuevos impuestos que agravaban las penosas condiciones de vida del pueblo granadino. Ese histórico acto de rebeldía fue el preludio de la Revolución Comunera; debería ser hoy un ejemplo a seguir para hundir en las plazas, las carreteras y las calles de nuestro país el paquetazo de reformas neoliberales, parar las violaciones de los derechos humanos y decir: abajo el modelo capitalista neoliberal, el régimen oligárquico autoritario y su mal gobierno…llegó la hora del pueblo y el poder popular para redimir a las grandes mayorías desposeídas, explotadas, excluidas y discriminadas.
A PARAR PARA AVANZAR…VIVA EL PARO NACIONAL
Congreso de los Pueblos