Vida Digna N° 8

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Vida Digna Periódico del Congreso de los Pueblos

Julio 2018

Construyamos todos y todas la

Asamblea Legislativa de los Pueblos

SEMINARIO POLÍ TICO IDEO LÓGI CO

UNIDAD

DE

CONSTRUYENDO PAÍS PARA LA VIDA DIGNA

Ser líder social no es delito congresodelospueblos.org


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Vida Digna | Nº 8 julio 2018 | Congreso de los Pueblos

EDITORIAL

SU MA RIO EDITORIAL Ser líder social no es delito P2

TERRITORIOS Mandato de tierras, territorios y soberanía P3 Nota LGBTI P3 Nota movimiento juvenil P4 No soy el futuro, soy el presente P4

ARTE Y CULTURA Se teje camino al andar P5

UNIDAD Y LUCHA Seamos alternativa de poder P6

MANDATANDO El principio antipatriarcal P8 El mandato obrero P9

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er líder social no es delito. Esta frase convertida en campaña de denuncia por el Congreso de los Pueblos expresa una obviedad que sin embargo en Colombia no aplica. La estrategia por demás perversa de debilitar los movimientos y organizaciones sociales es tan vieja como el mismo origen del movimiento obrero y las primeras protestas populares en Colombia. Fueron reprimidos y judicializados los artesanos desde mediados del siglo XIX; a la cárcel y el cepo fueron sometidos María Cano, Eduardo Mahecha e Ignacio Torres Giraldo, y muchos líderes obreros en las tres primeras décadas del siglo XX; y desde entonces la cárcel y el asesinato se han alternado una y otra vez como estrategia de seguridad nacional para confrontar la protesta social y destruir el tejido transformador. La desaparición, la masacre, la tortura, entre otras formas de prácticas sociales genocidas, desarrolladas con gran sofisticación por el Estado colombiano, han cumplido

PAZ Los cambios, una necesidad para alcanzar la paz P10

INTERNACIONAL Nuestro territorio es el mundo P10

Vida Digna Estas páginas reflejan las ideas y las luchas de las comunidades y procesos que son parte del Congreso de los Pueblos. Los invitamos a comunicarse con la Comisión de Comunicaciones para coordinar sus aportes.

su objetivo en repetidas oportunidades, como ocurrió con el movimiento político A LUCHAR, y la Unión Patriótica en los años 80 y parte del 90. Indígenas, afros, campesinos, obreros, ambientalistas, feministas, y toda clase de grupos y organizaciones que se han levantado en defensa de causas humanistas y democráticas han sido criminalizados, judicializados y asesinados en nuestro país. El siglo XXI le dio la bienvenida a la Nación con más de lo mismo. El primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002- 2006) aplicó medidas de judicialización masiva, especialmente en territorios donde la organización social tenía mayores desarrollos, como en Arauca en donde se llegaron a capturar dos mil personas la noche del 12 de noviembre de 2002, acusándolas de pertenecer a la guerrilla. Finalmente, solo 90 de ellas fueron recluidas en establecimiento penitenciario, para meses después tener que dejar en libertad, a la mayoría. Esta práctica se extendió a casi todas las regiones del país. En la actualidad, después de una década de un insistente ejercicio de asesinatos, judicializaciones y toda clase de violaciones de los derechos humanos, que tocaron fondo con las ejecuciones extrajudiciales, la terrible y condenable práctica estatal continúa. Los datos de la Defensoría del Pueblo contabilizan 282 asesinatos de líderes y lideresas entre enero de 2016 y febrero de 2018; los homicidios habrían superado en mayo los 300. Excombatientes de las Farc, líderes de restitución de tierras, pueblos

indígenas y afrodescendientes y ambientalistas son los más afectados. En una sola semana, la del 5 al 10 de mayo, asesinaron dos líderes pertenecientes a Ríos Vivos, destacados en la lucha contra la represa de Hidroituango y Empresas Públicas de Medellín. La fiscalía de Nestor Humberto Martínez, nombrada por el presidente Santos, viene jugando un papel inquisidor en esta materia. En los últimos meses han sido judicializados líderes sociales y reconocidos ex servidores públicos en regiones como el Suroccidente colombiano, donde 34 de ellos fueron detenidos el 20 de abril de 2018; al final 26 quedaron en libertad, aunque continúan en desarrollo sus procesos. A Alberto Castilla, senador del Polo Democrático y reconocido líder campesino del Catatumbo, también se le persigue en su calidad de líder social, y se le adelanta investigación en la Corte Suprema de Justicia. En el Sur de Bolívar y del Cesar se presentan casos de persecución, amenaza y judicialización permanente. También, el pasado mes de junio fue detenido Julián Andrés Gil, secretario técnico y miembro de la comisión internacional del Congreso de los Pueblos. Estos son solo unos de los casos más sonados de los últimos meses que demostrarían la persecución contra el movimiento social, contra los líderes y lideresas, y contra el Congreso de los Pueblos y el Coordinador nacional Agrario. Procesos que han generado y participado en las más importantes movilizaciones antisistema en Colombia en la última década.

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TERRITORIOS

Construyendo mandato de tierras, territorios y soberanía

Por: Coordinador Nacional Agrario

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stamos convencidos que la tierra es un elemento fundamental para la lucha por la vida digna; para el campesinado es su eje vital. En la tierra convive, se desarrolla como sujeto popular, recrea la vida al cultivar alimentos, conserva y defiende la naturaleza al proteger las riquezas como el agua, las semillas nativas, las plantas, los animales, los páramos, etc. En esa medida, nuestras acciones van encaminadas a la construcción, defensa y permanencia en el territorio. El tener tierra permite construir el territorio, y este la consolidación de la soberanía. ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué acciones venimos impulsando como sector agrario? Desde

la VI asamblea nacional, realizada en San Alberto – Cesar, del 24 al 29 de noviembre del 2017, se ratificaron estos mandatos: continuar en la creación de los Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECA), que básicamente son el espacio donde participamos directamente en el desarrollo del plan de vida, la economía propia, el tipo de agricultura y actividades agrícolas que garanticen la soberanía alimentaria, allí establecemos redes de economía locales y nacionales que permitan comercializar los alimentos que producimos. De la mano de los TECA, está la Guardia Campesina, método popular de protección del territorio y la comunidad, a partir de la

defensa de los Derechos Humanos como su eje central de acción y conformación. Otra práctica que mandatamos fueron las consultas populares en todos los municipios, como medida de participación ciudadana avalada por la actual ley, que permite a las comunidades decidir qué hacer con su territorio; esto ha posibilitado una ola de consultas populares a nivel nacional para prohibir la megaminería y otros megaproyectos. Le apostamos a defender la agricultura, por eso trabajamos por la derogación de leyes que la prohíben e imponen economías privadas, como es el caso de la ley de páramos, que busca privatizar estas fuentes hídricas, pero también expulsar a las familias campesinas que por generaciones conviven con el páramo. Es de vital importancia crear una propuesta integral para reemplazar los cultivos de uso ilícito que agudizan el conflicto social y militar en las regiones donde existen. Por eso, venimos insistiendo al Estado que dialogue con

Si no puedo marikiar no es mi revolución Por: Furia Diversa y Callejera

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er marika, ser lesbiana, ser travesti, no es únicamente una cuestión alrededor del género y la orientación sexual, es sobre todo es una identidad política, es una revolución. El capitalismo nos configura la vida y las relaciones sociales, nos impone también la heterosexualidad. Esto no es inocuo, no se agota en una cuestión únicamente de la decisión o de la opción sexual. En el texto “El régimen heterosexual de la Nación”, de Rosa Ynés Curiel, se reconoce la heterosexualidad como

“una práctica sexual hegemónica, ligada a otras instituciones sociales como la familia, la reproducción y producción, la división sexual del trabajo en torno a las relaciones entre los sexos (…) la heterosexualidad como una institución/régimen político”. La heterosexualidad es también una manera de normativizar la sexualidad, por eso salirse de esa dictadura es un acto subversivo. La maricada es revolucionaria, y como todo acto de revolución contra el capitalismo y el establecimiento es reprimido; acá

estas comunidades campesinas y llegue a soluciones integrales, pero también llegue a acuerdos donde se incluyan las propuestas de los campesinos, con el compromiso de ser cumplidos por parte del Estado. Así mismo, no desechamos la tradición colectiva de recuperar tierras que no están siendo utilizadas para la alimentación humana, sino que son acaparadas y utilizadas por terratenientes para su lucro privado de la mano de transnacionales; por eso continuamos con esta práctica que históricamente hemos usado como pueblo campesino. Con esta cantidad de tareas que nos proponemos para fortalecer el mandato de tierras, territorios y soberanía, necesitamos una herramienta que posibilite su consecución y encontramos en la movilización y organización los ejes que atraviesan toda nuestra acción en el campo. La organización nos permite juntarnos y tener objetivos comunes y luchar contra el Estado y las multinacionales que imponen el modelo extractivista-neoliberal.

hablamos de la violencia policial, las detenciones arbitrarias y el asesinato. En un país donde existen “buenos muertos”, las maricas, las travestis y las areperas, son “buenxs muertxs”, son cuerpos que no son llorados, que no aparecen en las estadísticas, ni en el periódico, en pocas palabras son cuerpos que no nos faltan. En Colombia todo el que no cumple con las normas de género es un buen muerto; son los cuerpos que nadie llora y que nadie reconoce. Ante la injusticia, nosotras, las maricas, las areperas y las travestis contestamos con furia travesti, que es la furia que desde el amor nos invita a organizarnos, porque sabemos que la organización es la manera más contundente de luchar, porque si no luchamos juntas nos matan por separado.

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TERRITORIOS

¡Por nueva sociedad, movimiento popular, juvenil y nacional! Por: Jeison Fabián Quintero - Tejuntas

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oy ya son casi ocho años de la creación del Congreso de los Pueblos en Bogotá. Durante los meses de preparación las organizaciones juveniles estuvimos en los pre-congresos, en las movilizaciones de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, trabajos territoriales y parchando con otrxs para construir una propuesta con más voces que se posicionara en este esfuerzo colectivo.

Tanto en la preparación como en la instalación del CdP estuvimos conspirando con jóvenes de las diferentes latitudes del país: unos con trabajos colectivos locales y otros con perspectiva nacional como la Asociación Nacional de Jóvenes y Estudiantes de Colombia (ANJECO) y la Minga Juvenil Nacional; un año más tarde (2011) nacería el Tejido Juvenil Nacional Transformando a la Sociedad (TEJUNTAS).

El primer encuentro de estas tres organizaciones con perspectiva nacional (aún hacía falta identificar colectividades que desde sus territorios y diversidades hacían trabajo juvenil, pero, o no se reivindicaban como sector o tenían como principio orientador acumular para un sector diferente) se desarrolló en el municipio de Fusagasugá a mediados del 2013. Allí se define que como jóvenes “Proyectamos la construcción de un movimiento juvenil a partir de la articulación, la movilización y el trabajo de base, y convocamos a su construcción al conjunto de la juventud popular”. Adicionalmente se asumen cuatro líneas políticas que a su vez se convierten en las bases de la propuesta conjunta: La primera, por la defensa de los derechos sociales de la juventud (salud, trabajo y educación) como elementos emancipatorios. La segunda, contra la militarización y la criminalización en defensa de la vida. En tercer lugar, por la soberanía nacional, la defensa, la permanencia y la recuperación del territorio por parte de los pueblos. Y finalmente, por la

construcción de una cultura revolucionaria y para la emancipación. En los posteriores encuentros se define la necesidad de avanzar en la construcción de hermandad con jóvenes de América Latina, a través de la articulación ALBA Movimientos y Juventud En Lucha como plataforma internacional de articulación para las luchas de las y los jóvenes. En conclusión, la propuesta de la juventud del Congreso de los Pueblos ha pasado por la identificación general de las problemáticas de la juventud, y articula diferentes procesos con enfoque de trabajo de base en diferentes regiones del país. No obstante, los esfuerzos para recoger y proyectar coordinaciones regionales y un mandato juvenil que pueda atender a las iniciativas de la juventud colombiana han carecido de constancia a tan importante responsabilidad. Hoy, ante un panorama tan adverso como lo es el regreso de Álvaro Uribe Vélez, por medio de su títere Iván Duque, a la presidencia, urge la unidad en la acción de la juventud y se requiere de un gran esfuerzo que servirá para consolidar y aterrizar un mandato juvenil que más que necesario es URGENTE.

No soy el futuro, soy el presente Por: Alejandra Hernández – Procesos Urbanos

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e llamo Mariana y vivo con mis cinco hermanitos. Si no me fallan las matemáticas, somos siete en total con mi mamá. Hace varios meses no voy al colegio, dice mi mamá que no nos puede seguir llevando. Desde que se fue mi papá todo se ha puesto muy complicado, a veces sólo comemos una o dos veces al día porque somos muchas personas para el poco alimento que hay. Ayer salí a buscar a mi hermano menor que se había salido de la casa sin permiso y al frente de la casa iba pasando mi profe del colegio. Me preguntó por qué no había vuelto a estudiar y yo le conté que la situación estaba muy dura. Ella me dijo que vivir así no era digno. Yo no sabía qué quería decir con

eso, o sea ¿es que uno pierde o gana la dignidad cuando va al colegio? Pero entonces ella me explicaba que vivir dignamente era ir al colegio, pero también, comer mucho, que mi familia me diera amor, que si me enfermo me atienda un médico. Yo le dije que, si eso era vivir dignamente, yo no vivía así, pero no porque quisiera, sino porque no podía. La profe, siempre con su paciencia para explicar, me dijo que todos los seres humanos podíamos vivir dignamente si nos juntamos y nos ponemos de acuerdo en algunas cosas. Por eso yo pienso que los niños podemos empezar a participar y a decidir desde ya, porque no somos el futuro, somos el presente.

©Foto: Isaac Marín


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A R T E Y C U LT U R A

Movimiento nacional de arte y cultura: se teje camino al andar Por: Edward Vergara - Red de Arte y Cultura Valle de Aburrá

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l Festival Nacional de Arte a la Esquina y la Vereda es un evento que nace producto de dos escenarios de deliberación muy importantes que se dieron en el año 2013. El primero fue el Congreso Nacional para la Paz, acontecido en el mes de abril, y fue la chispa que permitió que esta nueva iniciativa se gestara. El segundo fue el Encuentro Nacional de Artivistas realizado en la ciudad de Cali en octubre del mismo año, donde dimos las primeras puntadas a este sueño colectivo, dejando explícita la necesidad de darle forma a un espacio que permitiera ser punto de encuentro de artistas y cultores de todo el país. Desde entonces, el Festival ha sido la excusa perfecta para que artistas, activistas y cultores de diferentes latitudes de la geografía nacional nos encontremos, caminemos la palabra y demos rienda suelta a la capacidad creativa que el arte permite para soñar, imaginar y recrear otros mundos posibles. Ha sido en esta lógica de conocernos y reconocernos en nuestros propios territorios y en la cotidianidad de sus gentes, que nos hemos dado la tarea de llegar a diferentes puntos de la geografía nacional, con una diversidad de disciplinas del arte que van desde el teatro, los títeres, la pantomima y el clown, hasta las músicas características de

diversas regiones como el joropo, el vallenato, el Hip hop, el rock en todos sus géneros y manifestaciones. Pero no se queda ahí: la fotografía, el dibujo, la pintura, el baile en sus diversas manifestaciones y la artesanía también han hecho fuerte presencia, evidenciando además de la gran riqueza que tienen los pueblos en su capacidad de crearse y recrearse. Esta también ha sido la posibilidad de comprender que detrás de todo este ejercicio llega a los procesos gente que, en la sensibilidad propia del quehacer creativo, se identifica con las problemáticas que vive la sociedad colombiana, lo cual nos ha permitido encontrar elementos comunes que nos unen más allá del arte y nos ponen en la gran tarea de pensar desde prácticas cotidianas la autodeterminación como pueblos, la defensa de la soberanía nacional y la necesidad de la movilización con propuesta que desate procesos de transformación de la sociedad colombiana. Van cinco festivales que han permitido caminar la palabra y reconocernos en la idiosincrasia regional y urbana desde diferentes latitudes de la geografía nacional. Barranquilla,

©Foto: Shaday | Mural Centro de Bogotá, 2015

Pasto, Saravena, Medellín y Bucaramanga han sido epicentros sublimes que han permitido el reconocimiento en la diferencia, dejando siempre una enorme sensación de felicidad y grandeza al vivenciar toda la riqueza cultural que poseemos como nuevo proyecto de nación, que se abre paso en la lucha por la liberación de los pueblos de las cadenas de la opresión. Todo esto nos ha permitido, desde otras formas, abrir nuevos caminos y horizontes de lucha, e ir cuajando la idea de construir entre risas, saberes, conversaciones y hermanamientos la idea de dar saltos cualitativos en el proceso del festival y proyectar un movimiento nacional de arte y cultura que recoja las diferentes expresiones y manifestaciones artísticas, culturales y populares con el objetivo unísono de tejer lazos finos y fuertes que sirvan de soporte al movimiento social en su conjunto. En el ejercicio de ser movimiento nacional de arte y cultura, hemos desarrollado herramientas para la cohesión necesaria de forma y contenido al proceso. Por ejemplo, el Equipo Dinamizador Nacional, que es el espacio que articula, cohesiona, y coordina

todos los esfuerzos nacionales. Del equipo dinamizador se diferencian tres equipos de trabajo (comunicaciones, gestión y metodología-formación) que mantienen dinámicas constantes durante todo el año y permiten trabajos coordinados tanto desde ciudades como de regiones. En segunda instancia está el Seminario nacional de arte y cultura, el cual se convierte en el punto de encuentro para debatir filosófica, táctica y estratégicamente la proyección del movimiento. Y en tercera instancia están las experiencias organizativas de carácter urbano y rural que son la base y el soporte principal del proceso organizativo. Estas prácticas y ejercicios poco a poco van madurando el papel del arte y la cultura en un proceso de transformación de la sociedad que nos soñamos. El quehacer del artista como sujeto político que le apuesta a ser actor en el proceso de cambio social, pasa también por avanzar en la reconstrucción de la memoria y la historia de nuestros pueblos en lucha; reconocer y diferenciar la identidad que nos caracteriza como clase con condiciones comunes de explotación. El esfuerzo creativo, de concienciación social y de fortalecimiento organizativo en los territorios donde este habita, son apenas debates que se ponen en la agenda pero que empiezan a definir el carácter y el nivel de la propuesta y acción que hemos echado a andar y que queremos abonar al movimiento social y político colombiano en la batalla de las ideas que sigue siendo urgente y necesaria.

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UNIDAD Y LUCHA

Seamos alternativa de poder Por: Isaac Marin - Comisión de Comunicaciones CdP

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ste primer semestre del año, y particularmente estos últimos días, estuvieron marcados por realidades de gran preocupación en la población colombiana y son materia de inquietud y debate nacional: la persecución a los líderes y la criminalización sistemática de la protesta social; el desastre socio-ambiental de la mega obra de Hidroituango, y la tensión y el debate político que movilizó al país en esta jornada electoral donde resultó electo Iván Duque con todas las maquinarias de la derecha. Es poco creíble pensar que el país avanza hacia la consolidación de la paz, si a diario se registran asesinatos de lideresas y líderes sociales, si en las regiones estos son perseguidos por grupos armados, bandas internacionales de narcotráfico, por las fuerzas del Estado en concurso con la Fiscalía, ciertos alcaldes o caciques políticos y algunos medios de comunicación. El posconflicto es apenas un momento anhelado, mientras la guerra y la barbarie se perpetúan en regiones como Cauca, Nariño, Chocó y todo el Litoral Pacífico, o por las regiones de los santanderes, Caribe y las zonas de la Orinoquía.

Es evidente que el establecimiento cambió la prelación del blanco objetivo; ahora son los defensores del territorio, los ambientalistas, los líderes sociales. Hoy es prioridad del Estado atacar al movimiento social porque este ejerce oposición o porque le hace resistencia a las multinacionales; y de manera sistemática, señala, judicializa y desplaza. En Colombia liderar en un movimiento social, popular, étnico o ambiental ¡es un oficio de alto riesgo! Parte de los provocadores de la persecución a líderes, comunidades y movimientos sociales, cívicos y populares vienen siendo los megaproyectos y las multinacionales que se imponen sobre la voluntad de las comunidades, los ecosistemas y los planes de vida en cualquier región. Megaproyectos hidroeléctricos, petroleros, mineros, agroindustriales y de infraestructuras vienen desplazando poblaciones y atacando a comunidades que hacen resistencia. En estos últimos meses la agresión de la mega-obra de Hidroituango alcanzó su mayor nivel de amenaza para las comunidades de unos once

municipios ribereños del río Cauca. Allí poblaciones indígenas, campesinas y pequeños mineros han sido expulsados de la región, expropiados y lanzados a la incertidumbre por lo que significa el represamiento del río y la inundación de unas 22.365 hectáreas. En esta zona, Empresas Públicas de Medellín, EPM, operadora del megaproyecto, con el apoyo de la fuerza pública, persigue y amenaza a los ribereños de esta región. Desde el 2009 han sufrido la pérdida de sus líderes, sus viviendas, parcelas, sus medios de subsistencia y hasta el derecho a circular por la región. Lo peor es que todo esto pasa bajo la mirada indiferente y la inoperancia de las autoridades y gobiernos. Sin que hasta ahora se derrumbe la represa, que es la mayor preocupación de EPM y del Gobierno, ya los daños son incalculables. Este es un desastre ambiental y social de inimaginables proporciones, una catástrofe provocada por EPM que está siendo minimizada por la cortina electoral y seguidamente por la fiebre futbolera. En medio de este escenario de persecución al liderazgo social y de desastre ambiental, atravesamos una de las jornadas electorales más debatidas

y quizá interesantes para el campo popular en los últimos años. Aunque dejó a la derecha atornillada al poder, quedan lecciones para el movimiento social del país. La propuesta política de la Colombia Humana en pocos meses fue ganando simpatía y adhesiones de sectores jóvenes, ambientalistas, pueblos negros, indígenas, campesinos, de comunidades de las regiones más golpeadas por la violencia y la desidia del Estado, de sectores urbanos, mujeres, animalistas, comunidades LGBTI y demás. Es una propuesta liberal en cabeza de Gustavo Petro, quien con un discurso progresista convocó a derrotar la corrupción e invitó a ser gobierno desde la ciudadanía. Así fue creciendo y pronto les pisó los talones a las maquinarias, a los clanes y cacicazgos regionales que desde décadas están gobernando. Algunas valoraciones importantes que vale la pena subrayar es que se juntaron múltiples expresiones políticas, movimientos sociales y comunidades que vieron una posibilidad de castigar la corrupción. Fue muy visible la disputa por el control de los territorios; los clanes y familias tradicionales sintieron que esta vez podían perder el poder, que no podrán seguir manejando el país como una finca, y lo más importante: toda la corrupción política junta quedó en evidencia. La Colombia Humana como construcción colectiva y sin ataduras a partidos políticos

Vamos todos

Asamblea L de los P


Vida Digna | Nº 8 julio 2018 | Congreso de los Pueblos ni caudillos imprescindibles, asustó a las casas santistas, uribistas, aplastó a la corruptela de Vargas Lleras y en la región dejó tambaleante a varios jefes. Con todo esto la fuerza no le alcanzó, el sustico hizo que todos los grupos tradicionales, dejaran de lado sus rabietas, celos y diferencias y a ojo cerrado rodearan a Iván Duque, bajo la bendición del uribismo. Con el Senado a su favor, la Fiscalía en sus filas y casi todas las instituciones bajo su control, se pronostica el regreso de la nefasta seguridad democrática que significa militarización, represión y más violencia; se aproximan recortes a los presupuestos de salud, educación y servicios básicos. Los ajustes fiscales que se

avecinan también contemplan una rebaja de impuestos a los grupos financieros, a sectores empresariales y a grandes capitales, por supuesto con un aumento en impuestos para los trabajadores, los colombianos de medianos y bajos recursos. Todo esto en un plan de profundización del modelo neoliberal, de explotación de los bienes públicos, con mayor agresión a la naturaleza. El uribismo se montó en el gobierno para hacer trizas los asomos de paz y con ello hacer chispas los anhelos de un mejor país para los colombianos y colombianas; bajo la intimidación, las mentiras y los miedos se tomaron Congreso, presidencia y Fiscalía para borrar cualquier impresión de verdad

UNIDAD Y LUCHA

y justicia. Necesitan impunidad para tanto crimen y tanta corrupción, ese fue el mayor propósito de Uribe y sus aliados. Frente a esta nueva realidad política, al pueblo le queda ejercer oposición activa, tomarse las calles, fortalecer la movilización para exigir el respeto a la vida y a los derechos humanos. A las calles, para exigir los derechos del agua, los páramos. A las calles, para denunciar la corrupción. A parar para avanzar y seguir construyendo un bloque popular que permita ser gobierno, ser poder y, sobre todo, un bloque popular que defienda los territorios en el barrio, en la universidad pública, en la juntanza de mujeres, en las veredas, resguardos

Libertad para Julián Gil

s y todas a la

Legislativa Pueblos

y consejos comunitarios. En este escenario, el Congreso de los Pueblos, el Coordinador Nacional Agrario y la Cumbre Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular convocan a construir unidad, a caminar la palabra y celebrar una gran Asamblea Legislativa de los Pueblos, para mandatar desde el camino, desde las carreteras, desde los campamentos de los afectados por EPM y su letal represa; para legislar desde la comuna, el colectivo, el combo o parche. Invitamos a juntar esfuerzos para reunir, en el mes de octubre de este año, a miles de congresistas y legisladores de la paz, de la vida y del territorio. Esta será una multitudinaria Asamblea Legislativa con todas y todos.

Pensando en las múltiples adversidades que se presentan cuando se vive, cuando se quiere y se ama la vida, me sorprendieron de frente los muros que el odio ha construido para separar y aislar. Donde el sol llega en pequeñas dosis, el aire es filtrado por rejas, las caminatas están delineadas por celdas cerradas y abismos posibles, las sonrisas claman por nuevos amaneceres, los silencios reinan como compromiso de subsistencia, la vida sin cuanto equiparable en piezas de oro tranzable como cualquier otro bien o malestar. Un día de más o un día de menos, la oscuridad vuelve a la celda, una voz verifica la cantidad de ausencias y asegura la puerta. No hay lamentos, solo resistencias que cuidan y albergan fuego. Julian Gil

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M A N D ATA N D O

El principio antipatriarcal en el Congreso de los Pueblos Por: Confluencia de Mujeres para la Acción Pública

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a inclusión del principio antipatriarcal como rector de las actuaciones del Congreso de los Pueblos, se derivó del posicionamiento que hicieron las organizaciones de mujeres desde su instalación en el año 2010. En ese entonces, se instalaron unas mesas de discusión temáticas, y fueron las mesas de derechos de las mujeres las que solicitaron a la plenaria que dicho principio fuera considerado como rector de la naciente plataforma política. El desarrollo del principio antipatriarcal al interior del Congreso de los Pueblos ha sido lento, en comparación con otros asuntos definidos como prioritarios. Sin embargo, no quiere esto decir que no existan iniciativas y avances en dicha materia. En este sentido, existen organizaciones de mujeres de base y del ámbito nacional que han potenciado el desarrollo del principio antipatriarcal desde sus prácticas, y han posicionado debates al interior de las comisiones políticas y otros escenarios de articulación del Congreso de los Pueblos. A propósito de dichos avances, destacamos los que se derivaron del primer Encuentro Nacional de Mujeres

Mensaje al movimiento comunal En una Colombia donde más del 75% de la población está concentrada en las ciudades, encontramos las más grandes desigualdades. Sin embargo, las Acciones Comunales, los Comités Cívicos y otras expresiones de los barrios y municipios han

debe desarrollarse tanto para las propuestas de país para la vida digna que movilizamos, como para cambiar prácticas masculinizadas al interior del Congreso de los Pueblos. En segundo lugar, que promovemos la liberación de los territorios y de la naturaleza, entendiendo el cuerpo de las mujeres como su principal territorio. Lo tercero es que impulsamos desde el Congreso

de los Pueblos el reconocimiento del trabajo del cuidado que ejercen las mujeres en el país y movilizamos su redistribución entre los géneros, haciendo énfasis en la necesidad de la intervención del Estado para la socialización de estas labores. En cuarto lugar, hacemos visible el impacto diferenciado del conflicto armado en las mujeres buscando una salida negociada al Conflicto con todos los actores armados. En quinto lugar, promovemos la paridad política de las mujeres en los escenarios de gobierno en el Estado así como en la dirección y conducción política del Congreso de los Pueblos. El sexto punto es que trabajamos por la eliminación de todas las formas de violencias contra las mujeres. tanto en el país como al interior del movimiento social. Finalmente, propendemos porque el enfoque de género y de derechos de las mujeres sea un asunto

trasversal a todas las políticas y reivindicaciones sociales, sin olvidar que también requerimos de unos espacios particulares y de confianza entre las mujeres para construir propuesta de país para la vida digna. Actualmente, las mujeres del Congreso de los Pueblos apoyamos decididamente el espacio de “Juntanza de Mujeres”, como escenario de articulación con otras organizaciones sociales, feministas y femeninas, para promover la debida implementación de los acuerdos de Paz con las FARC y la concreción de acuerdos en la mesa de negociación del Gobierno con el ELN, desde un enfoque de derechos de las mujeres. Aunque la lucha es larga, las mujeres del Congreso de los Pueblos resistimos y construimos propuesta de país desde nuestras cosmovisiones, banderas, diversidades y alegrías.

desarrollado procesos organizativos que van desde mecanismos de justicia hasta espacios para capacitar y defender los derechos humanos; han sido promotores de mingas, convites, jornadas cívicas o comunales para mejorar la vida de los barrios, y han promovido los presupuestos participativos y otras propuestas organizativas, que

las llevan a ser los espacios organizativos más cercanos a las comunidades. Por eso, desde el caminar la palabra para llegar a la Asamblea Legislativa de los Pueblos, convocamos a todas estas expresiones comunales y barriales para que nos encontremos e intercambiemos nuestras formas organizativas, para que de manera colectiva

enriquezcamos nuestra propuesta de país. Así podremos generar un mandato nacional para las expresiones de las ciudades y demostrar que el poder comunal es necesario para defendernos de aquellos intereses que nos niegan el derecho a la ciudad y a una vida para la armonía y felicidad de nuestras comunidades.

del Congreso de los Pueblos, que se desarrolló en la ciudad de Cali en marzo de 2016. Allí se enfatizó en primer lugar que el principio antipatriarcal

El enfoque de género y de derechos de las mujeres debe ser un asunto trasversal a todas las políticas y reivindicaciones sociales


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M A N D ATA N D O

El mandato obrero hacia la Asamblea Legislativa de los Pueblos Por: Instituto Nacional Sindical

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l Congreso de los Pueblos ha tomado nuevamente la iniciativa política al convocar a un escenario de deliberación y legislación popular con el propósito de fortalecer las propuestas, la organización y la unidad del campo popular. Diversidad de expresiones sociales y políticas, organizaciones y sectores, invitada/ os internacionales nos daremos cita en el mes de octubre en la ciudad de Bogotá. La propuesta de País para la Vida Digna que el Congreso de los Pueblos ha venido construyendo se organiza a través de mandatos populares, los cuales son palabra y acción simultáneamente y se encuentran en dinámica permanente en los territorios y sectores. Este ejercicio legislativo para el sector obrero - sindical cuenta con una propuesta que se retoma en los años 2013 y 2014, para la cual dirigentes de varios sectores y ramas de la producción y los servicios,

educadores y educadoras del Instituto Nacional Sindical y dirigentes del Congreso de los Pueblos, realizaron un ejercicio de rearticulación que permitió trazar una ruta hacia el Mandato Obrero. Son diversas las discusiones y los desafíos del sector obrero – sindical en el proceso de construcción del Mandato, ya que se requiere construir poder obrero para legislar y mandatar. Esto implica un esfuerzo político – organizativo e ideológico, para convocar y articular a la organización sindical como una de las principales expresiones del movimiento obrero, pero también a las experiencias de economía social ligadas a un original cooperativismo y mutualismo, a las escuelas obreras, a los movimientos y fuerzas políticas de raigambre obrera, a las expresiones de trabajadoras/ es no sindicalizados, y al arte y la cultura proletaria. En el trascurso de los años, y luego de una crisis del

sindicalismo, se ha perdido gran parte del proyecto histórico de la clase obrera, ya que el sindicalismo ha sido visto como un fin en sí mismo, y no como un medio para la trasformación de la realidad. En sus inicios el movimiento de los y las trabajadoras pretendía construir una realidad diferente, lejos de la sociedad salarial, de la concertación con el capital, de pretender que el sistema les fuera a solucionar sus necesidades más sentidas; se buscaba una sociedad diferente. Hoy hay que retomar la senda. En esta perspectiva, el Mandato Obrero busca aportar en un doble sentido: construir un nuevo movimiento obrero y reestructurar y renovar el movimiento sindical a su interior, y para ello, se hace necesario el concurso de todas las expresiones y organizaciones tanto sectoriales como territoriales para lograr una propuesta de país para la Vida Digna con la experiencia, la iniciativa y el impulso de las y los trabajadores.

Los trabajadores y el poder popular

positivamente el mundo del trabajo. Por el contrario, el gobierno Santos ha aprovechado para plantear reformas que continúan limitando los derechos de los trabajadores, ejemplo de ello es la nueva Reforma Pensional sugerida por la Comisión Nacional del Gasto.

En este panorama, los trabajadores y trabajadoras colombianos nos aprontamos a participar de la Asamblea Legislativa de los Pueblos, como el escenario propio para recrear la política y discutir cómo construimos poder popular y vida digna. En tal sentido debemos estar a la altura de las circunstancias. En todas las regiones debemos discutir qué implica vida digna desde el mundo del trabajo, ¿es posible construir vida digna con el actual modelo de acumulación? Debemos plantear los elementos básicos para las transformaciones necesarias que dignifiquen el trabajo. Este debe ser un ejercicio liberador. Una segunda reflexión importante desde los trabajadores y trabajadoras es cómo

Sin duda el país pasa por un momento histórico, pero no por esto favorable para los trabajadores. El momento de paz y solución política no ha logrado dejar bases importantes para transformar

Que el país de abajo legisle. Que los pueblos manden. Que la gente ordene el territorio, la economía y la forma de gobernarse. Que camine la palabra.

debe ser la relación entre hombres y mujeres con la naturaleza, buscando avanzar en una transición que posibilite salir de unas relaciones que han impuesto desde un modelo agro-extractivista. Una última reflexión básica es cómo construimos el Poder Popular; esto implica reflexionar sobre las relaciones de producción y qué nos plateamos como alternativa a esta encrucijada económica, donde la economía de mercado ha implantado a sangre y fuego una cultura y un sujeto a su imagen y semejanza. Son grandes los retos que nos quedan en estos meses de preparación de la Asamblea Legislativa de los Pueblos, así que todos a construir VIDA DIGNA Y PODER POPULAR.

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Vida Digna | Nº 8 julio 2018 | Congreso de los Pueblos

PAZ

Los cambios, una necesidad para alcanzar la paz

sta La paz con justicia social ha sido un sueño y una búsqueda constante en las regiones y en el país, sobre todo para las mayorías empobrecidas, que siempre se han dispuesto para abordar los problemas fundamentales y trabajar para la garantía de sus derechos. Colombia entra en negociaciones de paz y en ese contexto, en el 2013, se realizó el Congreso Nacional para la Paz, donde el movimiento social, político y ambiental se dispone a contribuir a una salida política al

conflicto social y armado. Allí, con la participación activa de cientos de organizaciones, se posicionan tres ideas para el alcance de la paz estable y duradera: la primera es la necesidad de discutir el modelo económico, político y cultural; en segundo lugar, la importancia de las garantías para la participación activa de la sociedad, y finalmente, poner al servicio de la construcción de paz los esfuerzos que han articulado voluntades y han construido las agendas de paz. Analicemos la realidad

de estas tres apuestas del movimiento de paz en el país y los esfuerzos que se han hecho para alcanzar la paz: Espacios como la Mesa Social para la Paz, con sus expresiones territoriales; la Mesa Minero Energética y Ambiental y su gran trabajo de construcción colectiva; la Cumbre Agraria, Étnica, Campesina y Popular, con su capacidad de movilización y de negociación; la Comisión Étnica que defiende los derechos territoriales, junto a otros cientos de espacios de paz a lo largo y ancho del país, han construido sus agendas a partir de la vivencia y el análisis de los impactos del modelo político, económico y cultural en las personas, los territorios y las organizaciones. Así mismo, han planteado nuevas políticas que garantizarían un cambio de fondo a favor de las mayorías. Esas agendas se han defendido por medio de la movilización. El Movimiento social que ha trabajado por la paz defendiendo los territorios, organizándose e impulsando la articulación de procesos, sectores y pueblos a favor de la vida, y que se ha movilizado

Encontrarnos y poner en común el país

trabajamos incansablemente por la defensa de la madre tierra. Nuestro compromiso es transmitir a las nuevas generaciones la lucha por la vida y la permanencia en nuestros campos, nuestra cultura, identidad, espiritualidad y ancestralidad. El CNA saluda al pueblo colombiano y lo convoca a profundizar la resistencia popular contra el modelo depredador de nuestros bienes comunes; a mantener la movilización lograda en los últimos años, a articularla y

cualificarla políticamente. Los próximos años deben posibilitarnos avances concretos en la construcción del poder popular para contener los embates del capitalismo, liberar la madre tierra, permanecer en los territorios, materializar los planes de vida, fortalecer la capacidad de autoprotección de los derechos humanos y los territorios, y trazar el camino hacia una verdadera paz que emane del poder del pueblo. Esta lucha es conjunta y por eso las y los convocamos a que construyamos entre todos y

Mensaje a la comunidad LGTBIQ

social nos niega, vamos a revolucionar la revolución porque la revolución será marica y travesti o no será. Queremos que el amor entre nosotres sea la respuesta a esa pregunta ¿cómo mantenernos vivxs para seguir

luchando? Nos mantenemos vivas para seguir luchando amando, amándonos, para organizarnos. Construir país para la vida digna es construir un país donde ser travesti, ser lesbiana y ser marica sea posible.

Por: Marylen Serna

©Foto: Isaac Marín

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Somos campesinas, campesinos, jóvenes, niñas y niños, indígenas, afrodescendientes que caminamos la palabra por la tierra del sol naciente y poniente, por la tierra de la resistencia de los pueblos del sur, de las altas montañas, llanuras, sabanas, valles y ríos, de la casa del trueno y el Arauca vibrador. Somos la propuesta de una vida digna para el campo colombiano, somos el Coordinador Nacional Agrario y

Invocamos a lxs compañerxs que no están, que mataron por besarse en la calle o por ponerse tacones teniendo pene. Nosotras, las nadie, a quienes hasta el movimiento

en torno a parar la confrontación armada y trascender a transformaciones para la sociedad, es a su vez el movimiento social que ha sido perseguido por el Estado, buscando que este abandone su quehacer por nuevas políticas, pero fundamentalmente por perseguir transformaciones en el país, es decir alcanzar la paz. Sin embargo, se ha venido trabajando en la construcción de sujetos políticos, como las mujeres con sus Diálogos Territoriales, para hacer un ejercicio de participación directa desde sus agendas; los pueblos indígenas, negros y campesinos que defienden sus derechos territoriales para ser escuchados en el marco de su autonomía; la Mesa Social Minero Energética y Ambiental que le propone al país la construcción de una política minero energética que defienda la vida y la naturaleza como parte de la soberanía nacional; así mismo regiones y ciudades que de forma sostenida y dinámica han construido alianzas, propuestas y espacios para hacer escuchar la voz de la región en este proceso de paz.

todas la Asamblea Legislativa de los Pueblos. Encontrarnos y poner en común el país nos ayudará a fortalecer los lazos de unidad y resistencia.


Vida Digna | Nº 8 julio 2018 | Congreso de los Pueblos

INTERNACIONAL

Nuestro territorio es el mundo Por: Comisión Internacional del Congreso de los Pueblos

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ste Más allá de los Estados y de las nacionalidades, el Congreso de los Pueblos se identifica con las luchas por la dignidad, la justicia, la libertad y contra las diferentes formas de opresión del capitalismo, del patriarcado y del colonialismo, por lo que el eje central del relacionamiento internacional es la Solidaridad con los pueblos, organizaciones y movimientos que dan la lucha contra estas formas de opresión: Mandato Internacional, Congreso de los Pueblos. Luchadores y luchadoras del pueblo colombiano hemos tenido que salir del país un

Vida Digna sin fronteras

“Colombia no es nuestra frontera limitante. En América Latina y el mundo entero los pueblos vienen caminando otras visiones de mundo. Articularlas y proyectarlas en conjunto es nuestro reto”. Congreso Nacional de Tierras Territorios y Soberanías, 2011 Las tomas de tierra de Honduras, el buen gobierno zapatista, la auto-determinación del Pueblo Mapuche, las fabricas auto-gestionadas de Argentina, son unos de los movimientos que nos inspiran. Hemos ido aprendiendo de la construcción de economía propia en los asentamientos del Movimiento Sin Tierra -MST en Brasil. Seguiremos intercambiando en Venezuela con los barrios

tiempo y hacer vida en tierras lejanas, frías en muchos casos, y más o menos acogedoras a primera vista. Al dolor de la partida, de la lejanía, se sumaron los males de todos los seres heridos, golpeados, humillados, que tuvieron que pasar fronteras militarizadas, mares enfurecidos y desiertos inhóspitos. Juntas nuestras almas se indignaron del trato que nos esperaba, de la explotación infinita de nuestra fuerza de trabajo, del racismo estructural que nos quiere reducir a la esclavitud. Esta rabia se fue organizando, se sumó a la de los pueblos de las tierras de

enteros que en medio de la guerra económica tomaron su destino en sus manos. Nos hemos ido solidarizando con el campesinado Palestino cuyos territorios están siendo ocupado militarmente por Israel sumándonos al boicot agrícola a los productos israelí. Estamos aprendiendo del confederalismo democrático kurdo, quienes se enfrentan a la guerra de las potencias mundiales construyendo vida digna desde sus asambleas locales, cooperativas y guardias. Tantas semillas en el mundo que cultivaremos desde nuestros territorios para que florezcan de las cenizas de la sociedad capitalista. El poder es para hacer, y hacer es cambiar. El poder no es estar en un lugar.

acogida para rebotarnos a las calles una y otra vez. Salimos a defender unos derechos que parecían no ser nuestros. Y contamos historias, las muchas historias del despojo y del destierro, y escuchamos tantas que nunca podrá caber en nuestra mente que lo que nos ha pasado en Colombia es una historia separada de las historias de los pueblos del mundo. Nos metimos a las luchas territoriales de donde llegamos a vivir, por la vivienda, el trabajo, contra una mina de carbón, una represa o un aeropuerto. Ocupamos tierras, edificios con compañeros y compañeras que venían de países de los cuales desconocíamos los nombres. Luchando hombro a hombro conocimos otras maneras de hacer, de discutir, de consensuar, de actuar, pero todas nos recordaron las nuestras, las enriquecieron. Que estemos en Medio-oriente, Asia, Europa o en el continente americano, a la vuelta de la esquina encontramos un proceso, pequeño o muy grande semillero

Ser líder social no es delito

o vivero de la construcción de poder popular desde abajo, con la gente, construyendo consensos, potenciando organización, comprendiendo las contradicciones. Y no cupo duda, nuestras luchas territoriales en donde estén no son para crear nuevas fronteras; son para destruirlas todas, tanto las físicas como las mentales, para abrirse a la sabiduría de los pueblos del mundo y unirlas para superar el sistema que quiere aniquilar nuestros sueños. Los muros de lado, son puentes. “Si es verdad que las remesas enviadas por los inmigrantes constituyen el mayor flujo de dinero mundial, tras los ingresos derivados del petróleo, entonces la principal mercancía que el «Tercer Mundo» exporta al «Primero» es la fuerza de trabajo. Dicho de otra manera, igual que en el pasado, también hoy, la acumulación capitalista es sobre todo una acumulación de trabajadores, un proceso que se da principalmente mediante la inmigración”. (Silvia Federici (1999) Reproducción y lucha feminista en la nueva división internacional del trabajo).

Cuánto miedo sembrado como garante de la impunidad, asesinados por el sistemático azar y líos de faldas de montañas y ríos. Encarcelados por cumplir el perfil de quien no calla y tener título de organización perseguidos por hacer de la conciencia un valor superior. Pero han sido más los abrazos y las sonrisas sembradas, que no permiten que los múltiples colores de los barrios, veredas montañas y sabanas desaparezcan Pero son más resistentes y persistentes las manos dispuestas para la unidad y la lucha. Pero somos más los que organizados trabajamos por la justicia social y vida digna. Somos muchos más los que venceremos el miedo, los que comprendemos en la palabra, el pensamiento y la acción una posibilidad real para construir la transformación. Julian Gil

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