LA CATÁSTROFE TRAUMÁTICA Antes de ahora también tuvo lugar una revolución silenciosa. Previo al Oro, fue la Plata, y antes el Bronce. Esto no se comprendía cuando el Hierro. La evolución espiritual funciona a la inversa que la material o tecnológica, interior y exterior antagónicas. Sin embargo, una transformación externa puede llevar a una interior, del mismo modo que un cataclismo despoja a quienes lo padecen del materialismo y las posesiones. Igualmente, un cambio interno acarrea uno exterior, la metamorfosis del individuo provoca la mutación del organismo del que forma parte. Y esto lo sabemos no por ciencia cierta, sino por experiencia contrastada. El primer drama de los hijos de Gaia aconteció miles de años ha. La expulsión del Edén su jardín destruyó, el pesado frío del cosmos nos tiñó de oscuridad. Con el día llegó la noche, y las nieves, los hielos cubrieron grandes extensiones donde antes había frondosa vegetación. El hemisferio norte estaba abultado, más de lo que hoy está el ecuador; el sur achatado. Los mares eran más profundos en el norte. El ataque fue a traición, y el antiguo dios estalló rojo de ira. Sus hijos le fueron 1
arrebatados y arrastrados en una vorágine espiral hacia una estrella amarilla. Al desaparecer Saturno del norte, las aguas migraron al sur; las costas cambiadas, las islas meridionales cubiertas. Agua abajo y agua arriba, el aire se condensa en agua. Polvo y gas, nos rodean sus anillos, y se abren las puertas del inframundo en las „aguas del horizonte‟. Un cruce de caminos, dos vías en el firmamento, equilibrio perdido. Una nueva luz aparece y una bella diosa es parida. El pilar ya se fue, la columna se quebró, el monte primordial se funde, el árbol sagrado es cortado en el centro del norte. Más que nunca brilla el sol de este a oeste. Con los siglos reaparecen los dioses, y a los titanes se enfrentan. Mientras los dioses se arrastran lejos uno a otro, a un infierno de llamas son los gigantes enviados. Papeles variados, un bello dios de la guerra y una bélica diosa del amor, son expulsados. Luego enfrentados. - El gorjeo de algún ave se vio súbitamente cubierto por el chapoteo de un estanque en el jardín al que daba mi ventana. Los gruesos folios cosidos parecían algo atenazados y los pasaba con delicadeza y respeto. 2
Donde era día el sol se detuvo. Donde era noche el cielo se derrumbó. Las estrellas han caído y el agua ha retornado. Lloran los pueblos. El dios y su sirviente, ambos con sus vestimentas de plumas, caminan por el horizonte hasta desaparecer. La gran serpiente atenaza la madre Tierra, el viento arroja fuego y cenizas. La tragedia en nuestra época se ha disfrazado de muchas formas. La sabiduría popular dice que los problemas nunca vienen solos. Fuerzas de marea, las aguas son elevadas al cielo. La litosfera se deforma, montañas se alzan, el magma del subsuelo erupciona abriendo la corteza. Rugen los sismos, se encrespan ríos y mares. Tornados, tifones y huracanes envuelven el globo como serpientes enroscadas en un árbol. Uno por cada mil1 del diámetro del planeta es el alcance de la devastación. Aguas enlodadas se precipitan sobre costas y continentes. Diluvia. El cielo desaparece, tal es la magnitud de las nubes sulfúreas. La única luz escapa del resplandor de los relámpagos, no cesan. La orografía muta mientras el fragor de los truenos se funde con el tronar de la superficie desgajándose. Profundas simas y hasta cañones son creados por descomunales descargas eléctricas. 3
¿Qué cruel diosa puede ocasionar semejantes catástrofes y pretender ser considerado un adalid del amor, la belleza, la prosperidad o la fertilidad? Pero no es dios, que es diosa. Su larga y brillante cabellera la delata. No somos los únicos a los que ha castigado. Sus armas, una cicatriz enorme al dios de la guerra han abierto. Los escombros fueron arrastrados hacia nosotros. Llovieron piedras de fuego y lo siguen haciendo esporádicamente. Acre y amargo es el sabor del aire, que se ignita y cae al mar. Huele a absenta y produce salmuera. - La descripción de los desastres proseguía por algunas páginas que no pude comprender. Otras brillaban demasiado para que sus glifos pudiesen ser distinguidos. La diosa marchó, al infierno descendió. Reapareció años después, y se visitó sus templos de nuevo. Brillaba en el cielo tenebroso seguida por leguas de fuego. Se arremolinaban los gases en el firmamento, de los que ristras de chispas brotaban extendiendo sus raíces sobre la superficie durante largos tiempos. El aire se quedó sin filtro. La radiación quemaba. Todo ser vivo que pudo, se refugió bajo tierra. Cavaron cuevas. Los que fueran estaban, se 4
convertían en roca como minerales cristalinos. Refulgen los rayos y centellean las nubes. La leona es alcanzada en su cabeza, el ojo del dios mira a lo alto2. Incineración. Un desierto creado, con enormes peces varados. Funden los hielos, y las descargas evaporan el agua, que la atmósfera no puede sostener y llueve. El cielo volvió a su lugar y las estrellas se quedaron arriba, en la cúpula nocturna. - Captó mi atención un párrafo que se me antojaba ya había leído en algún antiguo texto anónimo. “Lee. Pero no creas. Investiga por ti mismo. Razona y siente la verdad. La creencia es menor si posees cien fuentes en lugar de diez, menos religiosa si son mil en vez de quinientas. El dogma posee sólo una”. La fe es poderosa. Lo es para quién la imparte, aunque esclaviza el que la sigue inconscientemente. Ello será usado por grupos de iniciados para ayudar a los menos desarrollados. Más el poder corrompe. Los sistemas educativos se desvirtúan con el tiempo, sin que los jóvenes tengan clara su identidad. Este debe ser NECESARIAMENTE holístico, 5
global y universal, y NO limitado o ególatra. Si las partes se centran en sí mismas, crean separación y descomponen al ente superior del cual forman provienen. Gente con valores equivocados se valdrán de las creencias para someter la personalidad del vulgo. - Este párrafo no parecía tener relación con lo anterior. El espíritu guardián de la biblioteca me inspiraba para traducir los símbolos. Y este parecía especialmente complejo. Si estás sentado leyendo este libro, ya sabes que el materialismo no consiste únicamente en deseos de objetos y emociones. Sus cimientos se forjan en la identificación con la materia, el espacio y el tiempo. Inseparables. En nuestro tiempo la gente se lamenta y los sabios se preguntan porque el cielo se ha abatido sobre la tierra. Escudriñan el firmamento buscando una respuesta espiritual a una hecatombe material. Asistimos a la metamorfosis de la religión (la reunión) en alquimia (ciencia). El punto llegará en que los científicos se transformarán en „profetas del pasado‟. Los individuos se agrupan por creencias, las familias se mantienen unidas por valores comunes, y las tribus se juntan para constituir naciones que se vuelven adictas a 6
emociones colectivas, pues un individuo tiene menos posibilidades de sobrevivir que un clan. Las emociones son fenómenos mecánicos o químicos, experiencias de un mundo material. Las positivas crean el deseo de repetirlas, un „refuerzo positivo‟. Los líderes saben usar esto. De ahí, la existencia de ciclos de bienestar y felicidad y de crisis existenciales al caer la moneda por su otra faz. Cuando el ahankara3 de las personas está focalizado en lo corpóreo, no se es capaz de desvincularse de esas emociones negativas que, inevitablemente, sobrevienen. Los países y plebes sometidos a sus congéneres materialistas, sufren al no poder deshacerse de tales sentimientos. Se retroalimenta el samsara. Los principios son importantes, más no se debe vivir según un lema. Los que escribimos esto nos damos cuenta de que, una vez rebasada la Era Dorada, la población tiene que ganar el sustento con su trabajo. Cultivar el campo, pastar el ganado, fabricar utensilios, ocupa gran parte de su tiempo y energía. No obstante, el ser humano, tiene un ansia inherente por el conocimiento, tanto a nivel individual como colectivo. El problema estriba en que si se rehúsa a llegar al mismo de una forma introspectiva o consensuada, tanto a nivel 7
personal como grupal se desemboca en la ignorancia. Por otra parte, los animales poseen una tendencia innata a creer; es parte del proceso de aprendizaje, hacer lo que vemos. En el ignorante el ansia de conocer le convierte en un creyente dependiente de la información que le llegue „por azar‟. ¿Acaso no es preferible que el individuo y la sociedad busquen conscientemente información acerca de aquello que desean saber? Tras el cataclismo la única forma de logar conocimientos era viajar por el globo. En el futuro las vías de comunicación serán restablecidas y se dispondrá de muchas versiones para contrastar. La investigación debe estar libre de prejuicios e ideas preconcebidas. - De nuevo salté un pequeño grupo de páginas. La percepción alerta resulta crucial para discriminar que noticias u opiniones son interesadas y manipulan nuestras emociones y pensamientos, y de esta guisa el comportamiento de las masas. Fomentando el apego a posesiones materiales y la adicción a emociones placenteras, se transforma a seres libres en máquinas biológicas, a sociedades 8
liberales en una cadena de producción emocional. Análogamente, la percepción alerta de nuestra consciencia nos enseña que es un continuo; entre dos pensamientos, o un pensamiento y una emoción, hay un vacío. Y la consciencia sigue ahí. ¿Quién es el que percibe eso? Eventualmente, las culturas descubrirán el funcionamiento de la mente individual y grupal y, si en ciertas sociedades, quienes acceden a estos conocimientos son personas con un entendimiento espiritual limitado, usarán ese poder para manipular los pensamientos, creencias y emociones del resto. El „Inconsciente Colectivo‟, al cual no me dedicaré en exceso en estas líneas, no está sólo presente en multitudes o grupos pequeños, sino que permanece como un estado de la mente en el individuo cuando este queda solo. Muchas de las acciones de los hombres, son sucedáneos de los deseos que no han podido obtener; muchas cosas serán queridas no por su utilidad sino por el símbolo social al que representarán. Habrá un divorcio entre los pensamientos conscientes y las emociones, sentimientos y deseos que no encajen con la imagen que uno tenga de sí mismo, y que por tanto, son suprimidas. Esto convierte en manipulables a las gentes. 9
Los gobiernos acometerán procesos para esconder gradualmente estos temas, que serán protegidos por „iniciados‟ que conocerán la forma de usar estos deseos reprimidos del grueso de la población para dividirlos y hacerles más manejables. La división de creencias será inculcada en campos como la religión, política, economía, ciencias, razas, discriminaciones de género, clase social y hasta en actividades de ocio. „Manos negras‟ dirigirán el comportamiento de grandes masas mediante la inserción de ideas en la „mente del rebaño‟. La introspección o percepción alerta de la que he hablado, resulta extremadamente difícil mientras existe la „identificación de grupos‟ en los miembros. Los grupos son increíblemente crédulos pues carecen de facultades críticas. El afán del hombre de saber la verdad es subordinado a la cohesión del grupo4. Determinadas civilizaciones aplicarán grandes esfuerzos en controlar los medios de comunicación para hacer proclives a los individuos a asociarse a grupos. El debate racional y el diálogo entre grupos cuyas ideas chocan, se torna inconcebible. La ideología de los grupos se volverá un estándar indiscutible, para salvaguardar la estructura de las creencias se hará uso de métodos violentos para destruir 10
las creencias opuestas. No sólo eso, sino que los ojos del pueblo dejarán de prestar atención a los que gobiernan en la penumbra. En fases previas del desarrollo evolutivo del ser humano, este (como muchos animales) era un ser social, con una consciencia social predominante y sin un sentido de la individualidad maduro. Se dice que cuando nuestros antepasados entraron en la Era de la Sabiduría (Satya Yuga o Edad de Oro), fue porque habían comprendido la futilidad del debate entre el „camino de la Verdad‟ y el „camino de la Opinión‟5. O lo que es lo mismo, la „senda de la experiencia‟ y la „senda de la creencia‟. Los incontables sentidos del cuerpo humano, como las apariencias, parecen engañarnos, y a pesar de todo, creemos que son el origen de nuestra experiencia. Que mecanismo usar para saber el „camino de la Verdad‟, si la experiencia de la consciencia o el sistema de creencias con el que crecemos, depende TI, lector. - La sección del libro que leía llegaba su fin, indicado por un marcapáginas de tela. Mientras leía las últimas páginas me asaltaron ciertas dudas. ¿Quiénes serían los autores del relato? Quedaba claro que eran mis antepasados, más 11
no sabía dónde o cuando habían medrado. ¿Qué objetivo, si lo tenían, perseguían haciendo llegar estos conocimientos a unos pocos individuos que, como yo, quizás habían accedido a un campo mórfico donde esos recuerdos estaban almacenados?
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http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0001-37652007000200001 https://arxiv.org/abs/physics/0204004 2 El descenso de Inanna. La leona es la Esfinge. El Ojo de Ra (Hathor o Sekhmet) 3 Identidad (se refiere a la asociación con el „yo‟) 4 E. Bernays (sobrino de Freud) – „Propaganda‟ https://archive.org/stream/EdwardBernaysWomenSmokingAdCampaignPropagan da/Propaganda.pdf-Wikispooks_djvu.txt 5 Parménides https://en.wikipedia.org/wiki/Parmenides#The_Way_of_Truth
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