AMNESIA COLECTIVA - Hoy hice mi meditación tarde. Escogí una de esas sesiones para afirmar una intención específica mediante mantras. Ese fue mi primer problema, pues estoy acostumbrado a no funcionar por objetivos, ya que buscar un objetivo es un deseo y lleva al samsara, al sufrimiento. Decidí fijar una meta temporal. Nada que ver con un fin por sí mismo. Se trataba de no dejarme arrastrar por mis emociones, ocasionalmente violentas en mi pensamiento, cuando los demás expongan sus opiniones o creencias de forma fanática, en particular en lo que ciencia se refiere, vendiéndolas como verdades absolutas. - El libro que había en la mesa era más pequeño de lo habitual, y estaba abierto por una página cercana al final. Algunas de las culturas que nacerán se harán sabias, otras se harán poderosas por su tecnología. Eventualmente, ese pragmatismo de buscar el conocimiento sólo por el provecho material que obtenemos de comprender ciertos procesos físicos, se sitúa por encima de la propia ciencia de la que nació. Y eso les hará perder la perspectiva. ¿Cuál es la utilidad de la vida? En otras palabas, ¿para qué vivimos? 1
Incluso los más recalcitrantes y fervientes defensores del materialismo admiten no ser un nombre o un número, una personalidad o unas relaciones, ni unas células o partículas subatómicas, pues esas cosas cambian. Nada en ellas hay que sea la esencia del „yo‟. Quizás alguno crea que existe un patrón, un cierto orden de esas mónadas, que permite almacenar los recuerdos y experiencias de ese conjunto de átomos que llamamos cuerpo, y acceder a ellos a voluntad. Pero eso son cosas que decimos que tenemos, no son el „yo‟, sino „mis‟. Yo soy consciente de esas cosas, las percibo. Es imposible separarse de la sensación de „yo‟, del ego, mientras estamos conscientemente materializados en un cuerpo. Luego quedan dos opciones: „yo‟ o „no yo‟. Dado que tampoco podemos decir objetivamente que somos, que atributo o características esenciales constituyen ese „yo‟, hemos de interpretar que el „yo‟ NO existe. No hay posibilidad de diferenciación entre „mi‟ consciencia, „tu‟ consciencia o „nuestra‟ consciencia. El sujeto no existe, sólo hay experiencia, percepción, Consciencia Universal. 2
- Retrocedí algunas páginas tratando de ubicarme en la historia. Llamaron mi atención unas líneas donde había lo que parecía un diálogo entre un rishi (un sabio) y un discípulo. ¿Qué has aprendido hoy? –preguntó el maestro. “He aprendido que la gente que la gente olvidará lo que digas. La gente olvidará lo que hagas. Pero la gente jamás olvidará como la hagas sentir”1. Las emociones -continuó el gurú- son como los pensamientos: inocuas. Si no estamos atentos, en estado de percepción alerta, nos invaden. Y es preciso que sepamos quién es el agente que causa dicho ajetreo químico en nuestro cuerpo, para no identificarnos con lo que sentimos. Sin embargo, no son ni buenas ni malas en sí mismas. - Abrí el libro por sus primeras hojas con sumo cuidado, como si investigase un delicado hallazgo arqueológico. Escasos de nosotros sobrevivimos a la primera venida de la diosa. Pero la civilización se rehízo, y nuevas culturas avanzaron tanto en conocimiento y ciencia, como en espiritualidad. Convivían con tribus líticas primitivas y otras algo más desarrolladas, con sistemas agrícolas, 3
ganaderos y económicos pero sin grandes alardes técnicos. Los dioses iban y venían, no únicamente en las mentes de las culturas, sino por encima de las nubes. Las montañas se fundían, destruyendo parajes y vidas. Un denso humo encapotó el firmamento. Pasaron miles de años y surgieron sociedades mixtas, incorporando muchas de estas culturas a medida que iban aprendiendo. Se sucedieron períodos gélidos y cálidos, los cielos ascendieron y descendieron, y las tierras les imitaron. Los ciclos celestes son inescrutables, y por mucho que vigilásemos los astros, los dioses volvieron a acercarse más de lo prudencial. Otra ráfaga de catástrofes asoló el planeta, fatal fue la segunda venida de la diosa. Como en el ciclo anterior, la debacle social fue implementada en libros y luego en relatos orales, historias, cuentos, fábulas, parábolas y por último, en leyendas. Antropólogos, sociólogos e historiadores posteriores son los que descifrarán estos mitos, reelaborando las parábolas y fábulas, descubrirán los arquetipos comunes de los cuentos para convertirlos en historia. El pavor engendrado por los objetos celestes, en especial en los pueblos que no los comprenden, 4
es inculcado en los pequeños desde los tres años de edad. „¡Que viene el lobo!‟, se les enseña en canciones y juegos. Lentamente, niños y culturas se convierten en adultos, y sus miedos pasan a formar parte del subconsciente. Observando atentamente, es todavía posible darse cuenta de que el temor a la destrucción de nuestra sociedad es lo que nos lleva a ese estado de ansiedad y estrés –es la forma en la me salió traducir el „diagnóstico‟-. Poco a poco, ese terror inicial se desliza al inconsciente tanto de los individuos como de los grupos. Este sentimiento reprimido, una especie de “amnesia colectiva”2, se repite cíclicamente como catarsis, intercambiando el rol de víctima con otros grupos. El yoga o la meditación son herramientas que nos permiten acceder a esas emociones reprimidas, pero también son accesibles para grupos a través de estados de consciencia alterados, como una multitud dominada por emociones intensas. De ahí el enorme poder de controlar los sentimientos. Es interesante comprender el comportamiento de los seres sentientes. Si criamos unas moscas en urnas de cristal, cubiertas con una tapa transparente, y cuando crezcan retiramos la tapa, las moscas seguirán volando dentro de la urna 5
sin escapar de ella, pues su comportamiento ha sido condicionado desde su infancia (informándome a posteriori averigüé que los psicólogos dan a eso el nombre de „Compromiso Cognitivo Prematuro‟). Una vez más, la meditación o el yoga y la „percepción alerta‟ actúan como alarma para reconocer el condicionamiento o el intento del mismo. - Ahora que sabes porque es importante conocer el origen de vuestra civilización, estás preparado para profundizar realmente en saber quién eres y cuál es tu finalidad en esta existencia. - Fue la primera vez que escuché la voz de la presencia guardiana como exterior a mí. Alcé la mirada y pude distinguir una luz sombría al final de un pasillo flanqueado por estanterías asimétricas repletas de libros. Al llegar donde la había visto, desapareció. En un lugar destacado, vi una alhacena con puertas lapislázuli de cristal semitransparente, y supe que me había llevado ella. No era un libro de papel o papiro, sino una pesada colección de tabletas de piedra unidas por correas que atravesaban unas perforaciones en su lado largo. Su llamativo color esmeralda me intrigó. “Antes de que el cielo más alto tuviera su nombre y antes de que la tierra de abajo fuera 6
llamada a la existencia, sólo El Todo primigenio existía. El Todo no era Consciencia, al menos en la forma que lo podemos comprender nosotros. El Todo era unidad, no se puede describir de otra forma. Como tal, no tenía opción. Y se dividió. Apareció la dualidad. Y con ella la consciencia y el conflicto. Ahora podía observarse a sí mismo. La experiencia. Pero no era simple dualidad. La observación del otro –algo que podría llamarse el „logos‟- era parte de ellos, conformando una trinidad. Continuó dividiéndose para constituir el universo”. – Hasta aquí la espiritualidad. “El caos de agua y oscuridad no tenía forma ni propósito. El horizonte no se distinguía. Eventualmente el caos vibró y la Trinidad se materializó. La nebulosa de gas era atravesada por la Fuente, una energía que inundaba todo. Corría en pares, retorciéndose sobre sí misma, pellizcando el gas en su campo de fuerza, acumulándolo en conjuntos de perlas brillantes unidas por un hilo electromagnético. Desconocemos si el proceso ocurrió en varios o todos los lugares simultáneamente o siquiera si los lugares existían con antelación. Donde ambas corrientes se pinzaban, las mónadas 7
constitutivas del mundo físico se agrupan según su densidad, y los orbes celestes toman forma. Estrellas nacen y planetas crecen. Forman familias, galaxias. Satélites, asteroides y cometas sus hijos son. Las edades aumentaron, y los hijos engendraron lo que muchos llamarán „vida‟ en el futuro. Más que es la vida sino maya. Todos los sistemas están abiertos. La experiencia de su entorno, la capacidad de mantener un patrón u orden interno, a costa de desordenar su exterior. Todo es vida. Consciencia. Cíclicamente la forma adquiere la habilidad de abstraerse de lo que hay alrededor. Descubre esa fuente de energía infinita que parece fluir desde el centro de las galaxias, de los grupos de estas, de los cúmulos de grupos. El Universo es un gran dipolo. Quienes somos nosotros para afirmarlo con certeza”. - La siguiente lámina pétrea me produjo una sensación de vahído pues desvelaba el origen de los autores de la misma. Hemos llorado hasta ahogarnos en lágrimas. Ojalá alguien pudiera devolver la luna y el sol a sus lugares, de vuelta nuestra roja estrella traer. 8
Y si la rueda de la fortuna pudiésemos invertir, retornar al cielo sus aguas que anegan los valles, y a las yermas tierras sus cosechas y bosques, aun así no podría convencer, a otras mentes de su parecer. Si la ignorancia es dicha, sintámonos dichosos de la dicha de los otros. Más si el desconocimiento lleva del malestar a la senda, las emociones irrumpen, y en su ánimo percuten, el ignorante es desdicha. Nosotros, los moxos, aunque se nos conocerá de diversas maneras: atlantes, arawak, los neteru, los anunakis de Dilmun, los asuras de Tripura, los inmortales de la isla de Jade e indoarios, somos un pueblo ignorante. A pesar de eso hemos experimentado los ciclos durante milenios, y hemos visto que la gente dejará de leer, y después de escuchar. La población se multiplicará exponencialmente, y la competitividad les producirá emociones violentas. Y sufrirán. El poder cambiará de manos, de los religiosos a los guerreros (era del 9
bronce), de los estadistas a los hombres de negocios (era del hierro), de los manipuladores de las sombras retornará a los filósofos (era de plata), y regresará a los sabios. Entonces el ciclo se completará hasta que los algunos sabios sean arrastrados por el deseo. Y sabemos que esa energía que crea, mantiene y destruye el cosmos es la manifestación incuestionable de la Fuente, El Todo. La Fuente es dual, Yin y Yang. Linga y Yoni. Masculino y Femenino. Ka y Ba. El Bien y el Mal. Purusha y Shakti. Positiva y Negativa. - Por penúltima vez, entrabamos en terreno espiritual, como si los hechos que llevaron a la caída y auge de la civilización atlante estuviesen causal o conscientemente ligados a El Todo. - ¿Cómo te sientes? –levanté los ojos del libro y observé la voz que me hablaba. - Asombrado y un tanto estupefacto, -acerté a decir mentalmente-. Debo asimilar mucha información y experiencias. Siento tristeza por estar encarnado en la „era del hierro‟ y alegría por ser consciente de ello. Rabia porque la gente no quiera escuchar, y confianza pues sé que el ciclo seguirá su curso. Temor pues la sociedad sigue fragmentándose en grupos, y calma ya que muchos se han dado cuenta del problema. 10
- Luego hay conflicto –no estoy seguro de si fue la presencia o yo mismo quién lo dijo-. - Sin embargo, no soy yo quién lo tiene. Puedo des-identificarme del „ego‟ y le observo. Soy un avatar de El Todo, una entidad compuesta de varias personalidades, que estoy aquí para experimentar el cosmos. ¿Lo estoy?
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Maya Angelou: https://www.thirdsector.co.uk/matthew-sherrington-peoplewill-forget-feel/communications/article/1432146 2 Immanuel Velikovsky-Humanidad en Amnesia https://www.grazianarchive.com/quantavolution/QUANTAVOL/rfs_docs/rfs_1.pdf
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