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Mariano Santos Mateo
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Nació en 1850 en el Distrito de Lucre, provincia de Quispicanchi, Cusco. Sus padres fueron el Coronel Carlos Santos Ego, militar argentino que llegó al Perú en la Expedición Libertadora comandada por el General don José de San Martín, y la dama cuzqueña doña Antonia Mateo Chara. A los 20 años de edad salió de su pueblo natal para dirigirse a la ciudad de Arequipa donde en 1875, y despues de haber cumplido rigurosamente los requisitos de admisión así como por sus cualidades personales y morales ingresó a la Guardia Civil del Perú, (hoy Policía Nacional del Perú)
Al estallar la desigual guerra con Chile el gobierno peruano dispuso la creación de nuevos cuerpos militares para hacer frente al adversario y los primeros en ser llamados a las filas del ejército fueron los Guardias Civiles de distintas ciudades, que por su entrenamiento y las características propias de su profesión, se encontraban en una situación equiparable a la de los soldados del Ejército de línea.
El Coronel Alejandro Bezada, Prefecto de Arequipa, organizó con gran diligencia una División de 560 hombres, cuyo mando asumió el mismo, poniéndose en marcha hacia el sur, en la primera quincena de abril de 1879. Estas fuerzas la integraban dos columnas de la Guardia Civil de Arequipa, la Gendarmería de Arequipa y Puno y la Guardia Nacional de Arequipa, las mismas que después formaron con el Batallón “Ayacucho” la Tercera División del Ejército Peruano del Sur. Mariano Santos se encontraba en la 1ª Compañía de la Columna “A” de la Guardia Civil de Arequipa
Historia Sagrada
Peruana
De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560 hombres
Héroe Nacional Peruano Inspector de Guardias Guardia Civil Mariano Santos Mateo “El valiente de Tarapacá”
El destino no quiso que el Prefecto arequipeño llegara a enfrentarse a las tropas que invadieron el sur del Perú, pues, a poco de su arribo a Iquique falleció accidentalmente, siendo reemplazado por el Coronel Manuél Carrillo y Ariza
Al fallecimiento del Coronel Bezada, la Tercera División del Ejército del Sur pasó a ser comandada por el Coronel Francisco Bolognesi Cervantes
Cuando se tuvo noticia de la toma del puerto peruano de Pisagua el Batallón Guardias de Arequipa marchó para hacer frente a la invasión chilena.
Como parte de la Tercera División del Ejército Peruano del Sur, el Batallón Guardias de Arequipa, que no tomó parte en la batalla de San Francisco, marchó a San Lorenzo de Tarapacá, pueblo de la sierra sur del Perú, donde el 27 de noviembre de 1879 tendría lugar la batalla del mismo nombre y en la cual al batallón al que pertenecía Mariano Santos le sería confiada la defensa del mismo
Tarapacá fue atacada por el Regimiento “2º de Línea” de la Infantería del Ejército de Chile y en el combate, que tuvo lugar en las mismas calles del pueblo, el Guardia Civil Mariano Santos logró, con bayoneta en mano, apoderarse de la coronela del regimiento enemigo tras una sangrienta lucha en la que pereció toda la escolta chilena
+ CONTACTO EMPRESARIAL - Revista de Colección Por esta acción de arrojo y valentía a Mariano Santos Mateo se le llamó el Valiente de Tarapacá mereciendo una mención especial en el parte que el jefe de su División, el coronel Francisco Bolognesi, redactó tras la batalla señalando que fue él quien arrancó el estandarte de las manos del enemigo.
Estandarte y escolta del Regimiento “2º de Línea” de la Infantería del ejército de Chile, según ésta fotografía tomada en Antofagasta en 1879 a la Oficialidad chilena antes de la batalla de Tarapacá. El oficial portaestandarte era el subteniente Telésforo Barahona que murió en dicha acción de armas. A la bandera chilena le llamaban “La Coronela del Regimiento 2° de Línea”
En el lado chileno el comandante accidental del Regimiento “2º de Línea” (por haber muerto su primer jefe) para ocultar su cobardía manifestó a sus superiores lo siguiente:
“Igualmente merecen distinción especialla escolta del estandarte compuesta de los valientes veteranos, todos premiados... Estos individuos, peleando como leones en defensa de su querido deposito perecieron todos en sus puestos, y antes de morir, tres de los últimos que cayeron, tomaron la oportuna precaución de quemarelestandarte, antes que permitir fuera insultado y mancillado por los enemigos de su patria” Parte del comandante Liborio Echanez, Regimiento “2º de Línea”
Otra cobarde disculpa frente a la valentía de los peruanos
Poco después al saberse en Chile que el estandarte del Regimiento “2º de Línea” había sido capturado por las tropas peruanas, en la prensa chilena (Diario El Clarin) circuló la versión que el subteniente Barahona Oficial Portaestandarte al ser herido mortalmente había rodado envuelto en el estandarte al fondo de la quebrada sin que el resto del regimiento pudiera recuperarlo y de donde supuestamente lo recogieron los peruanos
Tras la victoria, el ejército peruano continuó su marcha al Puerto de Arica y en una ceremonia solemne, llevada a cabo en la puerta de la Catedral de San Marcos de Arica, el contralmirante Lizardo Montero condecoró y ascendió a Inspector de Guardias GC (Grado equivalente al de Teniente del Ejército de aquella época), el 31 de enero de 1880, al Guardia Civil Mariano Santos Mateo
El trofeo capturado quedó en la iglesia de esa ciudad, de donde fue trasladado luego a la de Tacna. En dicha ciudad sería encontrado por tropas chilenas tiempo después y devuelto al “2º de Línea” antes de la Campaña de Lima.
Posteriormente Mariano Santos Mateo combatiría en la Batalla del Alto de la Alianza de la cual saldría gravemente herido por lo que fue trasladado a la ciudad de Arequipa.
En Arequipa Mariano Santos Mateo fue homenajeado por las autoridades de la ciudad otorgándosele una medalla de oro. A solicitud popular se le entregó un uniforme nuevo, en reemplazo del desgarrado y empapado en sangre con el que había regresado de campaña, el mismo que lució en el banquete que fue celebrado en su honor el 24 de septiembre de 1880
Marino Santos Mateo, tras el fin de la guerra regresaría a su tierra natal donde contrajo matrimonio con doña Julia Herrera, habiendo llevado una vida apacible cultivando las tierras de su familia.
Falleció en la ciudad del Cusco el 7 de octubre de 1900. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Oropesa en Quispicanchis - Cuzco
“Un Héroe que vivió para contarlo”
El Historiador, Coronel Guardia Civil Juan Fischer Ascarza (Revista Legión de Honor de la BGCP) lo describe a nuestro Héroe Nacional como “un niño abstraído por la tierra, casi taciturno; sin embargo se distinguía entre todos los escolares por su fortaleza física y espiritual, enfrascado en el amor a esa pequeña tierra escondida en la cordillera, que a base de un pundonor extraordinario, imprimió un sello indeleble por el trabajo, arando la tierra a pulso de una lampa y un pico, viendo florecer el brote de los maizales, la crecida y la doma cariñosa de los animales domésticos.
En su juventud y en atención al llamado de la patria y su propio espíritu aventurero, abandona su tierra natal para cumplir su deseo de ser Guardia Civil, ingresando a la Escuela de Guardias de Arequipa, cumpliendo rigurosamente los requisitos de admisión, cualidades personales y morales que ostentaba
Mariano Santos Mateo era un hombre de concentradas y arraigadas tradiciones religiosas, sin matar por matar. Se persignaba tres veces al día y cada vez que entraba en batalla. Era un hombre de poco hablar y falto de ambición de protagonismo y alabanzas, y ajeno a todo signo de duda o cobardía, era un hombre decidido y resuelto ante el peligro, que lo marcó por siempre como un valiente corajudo, dispuesto a entregar su vida por la patria, sin esperar distinciones ni condecoraciones
Su vida privada, de hecho, fue inmaculada. Un guerrero de la vida que no la tuvo fácil, en contraste a la vida de los políticos que buscan el poder, la comodidad y las distinciones. El Valiente de Tarapacá tenía manos que representaban el más puro ejemplo del trabajo, tan ásperas como sencillas y extendidas como su corazón noble y generoso capaz de llevar al hombro al compañero herido pegado al estandarte y la bayoneta. Fue un Guardia Civil sacrificado que nunca soñó con ser héroe, pero tampoco tenía miedo a la muerte y si el destino le era adverso, asumía esa fatalidad entregando con coraje y humildad su vida a Dios y a la Patria El ascenso y condecoración de Santos Mateo consta en un acta que sería archivada intencionalmente por más un siglo. La verdad se abrió paso en 1979, cuando el Congreso de la Republica lo declara “Héroe Nacional”, gracias a un estudio meticuloso llevado a cabo por el Coronel Guardia Civil José Dellepiani Cueto, despues de una ardua y valedera sustentación realizada por el Constituyente el General Guardia Civil Óscar Olivares Montano. Una derrota para quienes propiciaron el absurdo silencio de una verdad inconmovible, que supone les haya dado amargas pesadillas. Sin embargo, este acto de reconocimiento deja abierto el orgullo para abrazar la profesión policial, que constituye la columna vertebral del progreso de la Nación, la estabilidad democrática, el orden y la soberanía nacional
Dice el Coronel Fisher que existen intereses creados y lenidad en los estamentos del gobierno en hacer cumplir lo que se ordenó en el Congreso en 1979 cuando a Mariano santos Mateo lo declararon Héroe Nacional, el de mandar construir el Monumento que debía erigirse por mandato legal en las plazas principales de las ciudades del Perú, esto sigue pendiente. Existe aún una deuda nacional a la memoria de un héroe de la talla de Mariano Santos Mateo. Uno que participó en una batalla en la que salimos victoriosos, uno que realmente hizo arder su sangre peruana y dio la vida por su bandera, y por su país.
No hay, no existen calles ni plazas con su nombre, a diferencia de algunos otros personajes (muchos ni siquiera peruanos) ....... que flaco favor han hecho a nuestra historia. Sin embargo, como peruanos, es nuestro deber hacer que su nombre reflote como un ave fénix para orgullo a quienes cumplimos la profesión de policía
Deuda pendiente que todos los peruanos estamos obligados a hacerla cumplir
Momento en que el Guardia Civil Mariano Santos Mateo del Batallón Guardias de Arequipa de la III División del Ejército Peruano del Sur se apodera de la Coronela del Regimiento 2º de Línea de la infantería del ejército de Chile