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HOY BARILOCHE Habitar me
Tantos inviernos, tantos veranos. Mi casa en Bariloche está rodeada de naturaleza. Nieva mucho y de vez en cuando me descubro sacando nieve de la entrada de mi casa, como Socorro en Valderas, o preparando sopa caliente con aroma a verduras. Disfruto de hermosos veranos, sentándome a la orilla del lago, recibiendo la frescura del aire. Leo muchos libros. Me encantan las novelas históricas llenas de aventuras de aquí y de allá. Amo tomar el sol de la mañana. El mate es un gran compañero de mis soledades y anfitrión en la ronda de amigas. No tengo muchas, pero son muy valiosas. De vez en cuando, compro jazmines para perfumar mi cocina. Admiro la frescura de las rosas, me detengo frente a ellas y te recuerdo, abuela.
Mi esposo ama las grandes reuniones. Fiestas, música, asados, pastas, vermú.
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También volvieron a Bariloche nuestros hijos. Dos hombres admirables, trabajadores y honestos. Son mis más grandes maestros de la vida. Los inviernos llegan y los aprovecho para estar adentro de mi casa, para habitar mi soledad y sentir cuánto crecí. Camino el barrio, y amo ese profundo silencio que trae la nieve, donde no hay nada más, no existe nadie más que mis pasos y yo.
Disfruto también las grandes ciudades, las luces, la vida en movimiento, con mucha gente, viajar. Me gusta estar en un aeropuerto, con esa adrenalina que solo me da el irme hacia otro lado, emigrando como las golondrinas. También me gusta volver a mi casa y reencontrarme con los que amo. Perderme y encontrarme. De vez en cuando tengo sensaciones de agujeros negros en la panza, me recuerdan que están y que es con ellos que la vida toma fuerza.
(La vida está llena de agujeros de todos los tamaños que no se cierran del todo. Están ahí para recordarnos cuanto crecimos).
21 de abril 2023
21:26 horas
Noche brillante, eclipsada, perfecta, otoñal.
Santina me da el título de abuela
A mis padres, Orlando y Marta, gracias por la vida. Así, como haya sido estuvo perfecta para mí.
Gracias mamá, por enseñarme que se puede gritar rebeldía, desafiar normas, revolucionar creencias.
A mi hermano Sebastián, mi Ave fénix.
A Diego, gracias por nuestros maravillosos hijos, por tu paciencia, tu sostén, tu cariño, tus 30 años conmigo, que no son poca cosa.
Gracias Franco y Tomas, son mis maestros de vida.
A mi sobrina Paloma, que baila increíble y mantiene la llama viva del arte.
A mi nieta Santina, el amor en estado más puro.
Gracias a todos los que se fueron cruzando en mi vida.
Gracias España, Palermo, Lanús y Bariloche, todo valió la dicha.