Contratiempo 82 • Febrero 2011

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Directiva Gerardo Cárdenas, Ellen Wadey Placey, Jochy Herrera, Félix Masud-Piloto, Moira Pujols, Rod Slemmons, Helen Valdez

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Directora ejecutiva Moira Pujols

Director editorial Gerardo Cárdenas

Consejo editorial

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Rey Andújar, Gerardo Cárdenas, Eduardo Estala Rojas, Rafael Franco, Jorge García, Ignacio Guevara, Jorge F. Hernández, Catalina María Johnson, Verónica Lucuy Alandia, Stephanie Manríquez, Esmeralda MoralesGuerrero, Luis Alejandro Ordóñez, Ana Rechtman, René Rodríguez Soriano, Febronio Zatarain

Dirección de Arte y Diseño Esmeralda Morales-Guerrero

Correctores de estilo Jorge García y Laura Pujols

Portada Bobbi Tirelli

CONTENIDO DOSSIER

DESHORAS MIRADA CÓMPLICE TIEMPO EXTRA

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TIEMPO DE SOBRA

Las opiniones expresadas por los escritores que colaboran en contratiempo no son necesariamente las de la revista, o de la entidad que la publica, contratiempo nfp, una entidad 501 (c)3 sin fines de lucro.

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Editorial Todos se van, Alice Kim Cambiando Vidas, Kari Lydersen La danza, un arte curativo, Isabel Martínez Mulcahy De retos y desventajas, Estela Mercado Alandia Sobre prejuicios y proclamas, Verónica Lucuy Alandia Textos de Rey Andújar, Introducción de Rafael Franco-Steeves El Barro como arte, Stephanie Manríquez En tinta roja: Violencia y sociedad en México y Arizona, Gerardo Cárdenas Marcos Camacho, Marcola: Líder narco. Entrevista El nuevo mestizaje global: La Música Latina en Global FEST 2011, Catalina María Johnson Mujeres y medios en EU: El dilema de la representación, Fabiola Pomareda Google eBooks Store, una revolución tranquila, Javier de Ríos Los mejores novelistas jóvenes en español, Luis Alejandro Ordóñez Viajero del siglo: Talento en busca de editor, Chris Gair Una demostración de fuerza: La situación de la huelga estudiantil en la Universidad de Puerto Rico, Beatriz Eugenia Ramírez Betances Diccionarios humorísticos, Marco Escalante contrafoto, Benjamín Anaya González

contratiempo nfp

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EDITORIAL Cerca del 10 por ciento de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad, sea física o mental. En Estados Unidos, estimados del Censo ubican la población discapacitada en torno a los 32 millones. Las discapacidades son realidades cuantificadas por la ciencia, la medicina, la psicología y las políticas públicas, pero no por ello procesadas y entendidas por la población general, que en muchos casos las siguen viendo como anomalías que deben ocultarse, apartarse, o ignorarse. El gran reto para las sociedades es cambiar su propia cultura para entender la discapacidad como algo que no necesariamente tiene que limitar las vidas de los individuos. Ese cambio de cultura concientizaría no sólo a la población general sobre las discapacidades, sino que permitiría a los gobiernos adjudicar los presupuestos necesarios para atender o rehabilitar estas condiciones, y para facilitar la plena integración social de la persona con discapacidad. El reto social tiene claras implicaciones a nivel individual. Cada uno de nosotros enfrenta sus propios prejuicios, sus propios temores y entramados culturales en relación con las discapacidades. Muchos fuimos educados en culturas que apartaban al discapacitado, lo ignoraban y confinaban en instituciones, lo más lejos posible del núcleo de la familia y la sociedad. Arrinconados, sin opciones, sin soluciones, sin el menor reconocimiento a su dignidad humana, ni a sus potencialidades reales, las personas con discapacidad han pasado demasiado tiempo ya en el margen de los derechos humanos. Cambios dramáticos en los marcos sociales, políticos y legales en Estados Unidos y Europa han permitido el surgimiento de leyes que faciliten la incorporación de la persona con discapacidad a la sociedad, así como el surgimiento de programas de educación que permiten que los discapacitados sean educados en los mismos contextos y aulas que la población general. Pero del cambio jurídico al cambio cultural hay todavía un largo camino por recorrer. En la excelente cinta del director belga Jaco van Dormael, “El octavo día” (1996), un joven con síndrome de Down, Georges, tiene un encuentro accidental con Harry, un empresario recién divorciado. El encuentro transforma la vida de Harry, quien acepta a George como un amigo, tal vez porque, cerradas las puertas de su casa, ya nadie lo acepta él La canción “Sólo pienso en ti” del cantautor español Víctor Manuel relata cómo dos discapacitados, internados en una institución por el resto de sus vidas, terminan enamorándose. El mensaje es tan sencillo y directo como el de Van Dormael. Aún así, la sociedad cierra las puertas y apaga la luz. La persona con discapacidad muestra su naturaleza real, su humanidad, tan auténtica y frágil como la de cualquier otra persona. Pero, ¿tenemos los ojos realmente abiertos para verlo? NUESTRA PORTADA ES UNA OBRA DE BOBBY TIRELLI, ARTISTA ADULTO CON DISCAPACIDAD MENTAL. TIRELLI ES UN DE LOS ARTÍSTAS CON DISCAPACIDAD MÁS RECONOCIDOS EN LA CIUDAD DE CHICAGO. GRACIAS A ESPERANZA COMMUNITY SERVICES Y A JUDY A SASLOW GALLERY POR SU COLABORACIÓN CON CONTRATIEMPO PARA ESTA PORTADA. TODAS LAS IMÁGENES DE ESTE DOSSIER SON DETALLES DE LA OBRA DE TIRELLI.

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En este dossier de febrero, contratiempo aborda el tema de las discapacidades para repetir esa pregunta, de varias maneras, y explorar posibles respuestas. Es necesaria la perspectiva de quienes conviven con un familiar discapacitado. Alice Kim, escritora y promotora cultural de Chicago, relata desde una perspectiva íntima y profundamente honesta un episodio en la vida de su hermana Julie. Es también fundamental la perspectiva de quienes luchan por nuevas leyes y por otorgar a la sociedad con herramientas de concientización y acción. Estela Mercado narra la experiencia desde Bolivia y ofrece la visión de quienes reconocen en los países en vías de desarrollo los tremendos retos para atender las necesidades de esta población, en tanto que Kari Lydersen se asoma al trabajo que grandes organizaciones sin fines de lucro en Chicago, como Access Living, llevan a cabo en pro de sus derechos. Verónica Lucuy, miembro del consejo editorial de contratiempo y coordinadora de este dossier, aborda el tema desde sus propios prejuicios y encuentra, en las acciones de diversos grupos, respuestas a las preguntas que la inquietan, en tanto que Isabel Martínez Mulcahy opta por presentar una solución específica: el uso de la terapia de danza para atender las crecientes necesidades de los veteranos que regresan de Irak y Afganistán con discapacidades. Quizás los lectores encuentren, en estas viñetas, posibilidades de entendimiento previamente insospechadas.


Escucho estas conversaciones sin decir nada. Me causa alivio ver que mi hermana no me pregunta a mí directamente, aún si estoy frente a ella.

Todos se van Alice Kim

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e echo de menos”, me dice mi hermana Julie, de 39 años de edad, pero cuya discapacidad la ubica en una edad mental de cinco años. Cinco años y tres meses para ser exactos, según algún examen que mide este tipo de cosas. “Te echo de menos” dice Julie insistentemente, en respuesta a mi silencio. Sé que habla en serio, sé que es verdad, pero no quiero oírlo, no quiero penetrar en esos sentimientos –los suyos o los míos. “Eso dices siempre”, le digo. No es lo que ella quiere oír. Lo sé, y estoy evadiendo el problema. Al menos ella no lo saca a colación. Tema olvidado, por ahora. Subo el volumen de la radio conforme nos acercamos hacia donde ella vive. Mi hermana mira hacia afuera por la ventana, mientras mi madre duerme en el asiento trasero. Mi hermana vive en una residencia para personas con discapacidades del desarrollo, pero por el fin de semana se quedó conmigo porque nuestra madre vino de California. Siempre hacemos que las visitas de mamá coincidan con nuestras reuniones y con otras fechas especiales, como el aniversario de la muerte de mi padre. Y cuando mamá viene, ambas se quedan conmigo. Hoy, vamos de camino a la reunión anual de Julie, aquella en la que el personal que trabaja con ella se reúne con toda la familia para informarnos sobre sus avances. Mi estómago me duele tanto que no puedo respirar bien. Trato de controlarme para que no se note, respirando lenta, profunda y calladamente para que el dolor disminuya. Y finalmente lo hace, justo cuando la reunión comienza. En la reunión, cada quien cumple sus papeles: hermana preocupada, madre amorosa, personal comprometido. Y Julie, ¿qué papel juega? Ella quiere que todos la queramos, y querer a todos, como cualquier otra persona. Es evidente. Julie es mi hermana mayor. Yo soy la menor de mis hermanos. Julie es la hermana de en medio, y mi hermano es el mayor de los tres. “Ah-gah”, que significa bebé en coreano, es lo que las mujeres de mi familia, incluyendo a Julie, me llaman. A veces mi hermana pregunta a mi mamá: “¿Crees que Ah-gah me quiere?”. He oído esa pregunta tantas veces. “Por supuesto Ah-gah te quiere”, dice mamá. Pero la conversación no acaba ahí. “¿Cómo sabes?”, pregunta Julie. “Ah-gah nos cocina, pide permiso en el trabajo para estar con nosotras y nos lleva de paseo en su coche”, dice mamá. Y aunque esto es verdad, siento que no es suficiente. Julie no se lo cree. “¿Cómo es que Alice no me visita más a menudo?”. “Ella está muy ocupada trabajando”, dice mamá.

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Nuevo personal Durante la reunión en la residencia, Julie y mamá están tranquilas. Cuando estamos las tres solas, Julie se pone a conversar. Pero ahora, en un salón con mucha gente, Julie está callada, como esperando un veredicto. Mamá tampoco dice mucho. Yo quiero que ella establezca su autoridad como madre de Julie. En vez de ello, se muestra reservada, hasta tímida, con sus humildes sonrisas. Me siento derecha en la silla, sabiendo que me corresponde a mí representar a la familia. Todos nos sentamos en torno a una gran mesa, incluyendo las seis personas que cuidan de Julie. Aarón, el principal supervisor de los residentes, hace circular una hoja de asistencia. “Creo que Sue no está contenta”, dice Julie dirigiéndose a mí, a mi mamá, y al resto de los sentados en torno a la mesa. Sue es su nueva “Q”, como se conoce (en inglés) a los Profesionistas Cualificados para el Tratamiento del Retraso Mental. La residencia donde Julie vive siempre está buscando nuevos Q, y en su página Web, en la sección de oportunidades de empleo, las responsabilidades de Q están descritas así: “Coordinará servicios de apoyo desarrollando, implementando y vigilando programas específicos. Entrenará y supervisará al personal para garantizar la ejecución de servicios y el cumplimiento con requerimientos de las agencias. Obligatoria licencia de manejo, y sin multas de tránsito por los últimos 12 meses.” Ese último requisito yo no lo podría cumplir, puesto que he estado manejando con una licencia expirada por al menos un mes. Pero me alegra que sea un requisito. Una buena hoja como conductor garantiza que se trate de buenas personas. Pese al estéril lenguaje que describe su trabajo, la Q de Julie es la persona principal encargada de la calidad de vida de Julie. Cuando miro, noto líneas de preocupación en la frente de Sue, quien lee un paquete de información que todos hemos recibido y que contiene todo tipo de detalles sobre la vida de Julie durante el último año. Y yo sé que Julie es perceptiva y que, como una niña de cinco años, es también muy honesta. Rápidamente, Sue logra sonreír. “Estoy leyendo este paquete, es todo”, dice. Todos reímos, y esto ayuda a que mi hermana y Sue se relajen y a que avancemos con la agenda de la reunión. Cada año, la reunión comienza cuando alguno de los especialistas lee la historia de mi hermana, que en realidad es su biografía, y que la propia Julie ayuda a escribir. En general, la historia es leída por la persona con quien Julie trabajó para escribir la historia, dice Aarón. Pero este año él mismo la leerá dado que Sean, el Q anterior de Julie, ya no trabaja ahí.

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...Julie estaba triste de que Sean se hubiese ido para incorporarse a la Marina. “¿Por qué me están dejando todos? Estúpida Marina. Le van de pegar de gritos todo el día”. La historia de Julie es sencilla y se desvía muy poco de la historia que he venido oyendo a lo largo de los años. La historia es parte del paquete de Julie, el llamado Plan de Servicio Individualizado. Aarón va leyendo en voz alta mientras cada uno de nosotros lee en silencio. La historia de Julie “Julie es una mujer de 39 años de edad y aproximadamente 1.55 de altura. Tiene el cabello negro, y lo lleva corto. Le gusta usar lentes y accesorios tales como collares o brazaletes que hagan juego con su ropa. Ella vive en la Casa 3 y trabaja en el Centro de Trabajo Vocacional. Julie ha tenido un buen año. Su dieta ha cambiado ligeramente y ahora puede comer nuevos alimentos (puesto que se ha sometido a un trasplante de riñón). Julie está aprendiendo los nombres de sus medicamentos y muestra un buen nivel de comprensión sobre su uso. Julie es muy cercana a su familia y se mantiene en contacto con ellos a través de cartas, llamadas y visitas. Su hermana vive cerca, en Chicago, y la visita ocasionalmente a lo largo del año”. “Ocasionalmente”. La palabra se me queda grabada. Me siento expuesta. Pero la historia continúa. La madre de Julie vive en California, un lugar al que le gusta visitar. Justo acaba de volver de unas vacaciones.en ese estado. El supervisor se salta la siguiente frase: “A Julie le gustaría vivir más cerca de su madre”. Las palabras me saltan del papel, pero al menos mi madre no ha tenido que oírlas, si bien las conoce perfectamente. Julie quiere vivir con ella en Los Ángeles, no en la residencia, y eso le genera mucha culpa a mi madre quien se mudó a California tras la muerte de mi padre. Mi hermano, mis otros parientes incluyendo al hermano y la hermana de mi mamá, ya vivían allí. Tenía sentido que así fuera, pero Julie no le vio el sentido. Al menos la historia acaba bien: “Cuando Julie no está trabajando, le gusta ver películas y hacer artesanías. Le encanta ver la televisión, escuchar música, y pasar tiempo con su novio. El año pasado, Julie recibió Direct TV y le encantan los nuevos canales”. Lo que no escuchamos en la historia es lo que Julie le dijo a mi mamá antes de la reunión. Julie estaba triste de que Sean se hubiese ido para incorporarse a la Marina. “¿Por qué me están dejando todos? Estúpida Marina. Le van de pegar de gritos todo el día”. La perspectiva de mi hermana, aprendida de la televisión, es correcta. No tengo ni idea de por qué Sean se ha unido a la Marina, pero le dijo a Julie que tal vez es para “conseguir una carrera”. Siendo incapaz de poner ese comentario en contexto, Julie me ignora y sólo dice: “Todos se van”. Es verdad. Mucha gente se la ha ido. Han pasado por su vida muchos Q, mucho personal de apoyo, entrenadores vocacionales, especialistas en psicología y otros. Cada vez que alguien nuevo llega, Julie lo recibe con cariño y se le apega, pero luego esas personas se van sin haber cumplido las promesas que le hicieron, o sin siquiera mantenerse en contacto. Y, por supuesto, estamos nosotras. Julie ha estado en la residencia desde que se hizo adulta, y hace poco tuvo

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que lidiar con cambios importantes, incluyendo muertes en la familia. Primero nuestro padre, luego la abuela que nos crió, más tarde nuestro tío favorito. Tras la muerte de mi tío me enteré que los coreanos, o al menos mi familia, creen que las muertes vienen de tres en tres. Y eso fue lo que pasó por tres años consecutivos: una muerte cada año. La muerte de mi padre significó más cambios para mi hermana. A instancias de personas cercanas a mi madre y tal vez por deseo de huir de Chicago donde todo le recordaba a mi padre, mi madre se mudó a California. Y así, la persona con cuyo amor incondicional siempre podía contar mi hermana, también se fue. Por ello no teníamos respuestas a las preguntas de Julie. La frustración de Julie se manifiesta a través de un número creciente de incidentes, de comportamientos exasperantes e inevitables sobre los que no tiene control. Maureen, la especialista psicológica de Julie, nos dice que este aumento en incidentes se debe más bien a todos los cambios de personal en la residencia. Y todos asentimos mientras Julie sigue sentada y callada, tocándose la barbilla con su mano una y otra, y otra vez, un curioso hábito que ha tenido desde que yo tengo memoria. “Míralo de esta manera”, digo, en mi intento por redirigir las cosas hacia una solución. “Estarás conociendo nuevas personas todo el tiempo, y haciendo nuevos amigos”. Los demás asienten. Pero yo sé que ves una frase hueca, y que Julie no se le traga porque, honestamente, yo tampoco. Pero la inercia de reuniones como esta tiene un ángulo positivo, en cuanto a que le damos garantías a Julie de que las cosas van bien. Inclusive acordamos varias metas en las que queremos que trabaje el año que comienza. Por ejemplo, que seguirá trabajando en su higiene personal, cosas como cepillarse los dientes, lavarse la cara o peinarse ella sola. Y su nueva Q tiene un plan para premiar su buen comportamiento: con cada día que acabe bien, o sea que no haya insultado a otro residente, que no haya interrumpido a otros en su trabajo, o que no se haya puesto a dar de gritos como cuando se enoja, Julie le va a dar una calcomanía. Cuando haya acumulado 10 calcomanías, podrá salir de paseo con un miembro del personal, por ejemplo, para ir a ver una película, cenar o ir de compras. Julie, quien no desperdicia oportunidad para estar con miembros del personal, aprueba este plan. A mí, esta reunión me parece que es como muchas otras, pero al final del día, cuando me voy de la residencia con mi hermana en el asiento del copiloto y mi mamá en el asiento trasero, me da por sentirme esperanzada. Alice Kim, estadounidense, es directora de Public Square, un programa del Illinois Humanities Council. Este texto, ganador del Premio 2009 de Ensayo del Guild Literary Complex, se publicó originalmente en su blog “Dancing the Dialectic” (http://dancingthedialectic.blogspot.com/) en octubre de 2010, y se reproduce con permiso de la autora

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“Caí en cuenta de que podía salir yo sola, tener mis amigos, vivir por mi cuenta. Compré una casa, y como tenía que pagar la hipoteca, me conseguí un trabajo”

Kari Lydersen

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abiendo crecido en una familia latina tradicional de El Paso, Michelle Robbins nunca iba a ninguna parte sin su madre o su hermana. Su madre asumió que envejecerían juntas cuidando la una de la otra, y nunca se imaginó que su hija, que utiliza una silla de ruedas, pudiera vivir de manera independiente. Pero Robbins tenía otras ideas, especialmente después de haberse involucrado, durante su etapa universitaria, con el capítulo local del grupo nacional de derechos de los discapacitados ADAPT. “Caí en cuenta de que podía salir yo sola, tener mis amigos, vivir por mi cuenta. Compré una casa, y como tenía que pagar la hipoteca, me conseguí un trabajo”, dijo Robbins. Robbins se involucró en la lucha por un servicio de paratránsito disponible las 24 horas y por taxis y paradas de autobuses accesibles en El Paso. Robbins retó al alcalde a pasar un día sentado en una silla de ruedas en una intersección muy transitada, en plena calle, dado que la elevada acera impedía el acceso al autobús. Los autobuses dejaban de circular a las 8 pm. Robbins peleaba porque circularan más tarde. Su lucha llamó la atención de Beto Barrera, un activista de los derechos de los inmigrantes y los discapacitados que trabajaba como gerente de desarrollo comunitario para la organización Access Living en Chicago. Barrera notó el apasionamiento de Robbins y le ofreció un trabajo en Chicago que Robbins aceptó. Robbins enfoca ahora sus energías en metas mucho más complicadas: no sólo las cambiantes políticas y prácticas oficiales que discriminan a los discapacitados, sino la lucha por cambiar actitudes culturales en las familias y comunidades latinas donde se suele ver a los discapacitados con una mezcla de piedad y caridad, pero no con respeto e igualdad. A través de una nueva iniciativa llamada Cambiando Vidas, Robbins, Barrera y otros organizadores están generado un diálogo entre los latinos sobre los derechos y las realidades de los discapacitados con la esperanza de cambiar la cultura de la gente, y de ayudar a los latinos a acceder a servicios de los que están alejados por el idioma, la discriminación y los temores sobre la documentación. Mitos y realidades “Hay todos estos mitos de que uno no puede hacer nada por sí mismo. Hay toda esta piedad y paternalismo, y la religión juega un papel enorme. Todos piensan que hay

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que orar por ellos, o que sus madres cometieron un terrible pecado. Necesitamos exponer esos mitos”, dijo Barrera. El 4 de diciembre se llevó a cabo el primer foro de Cambiando Vidas en la parroquia St. Agnes of Bohemia (Santa Inés de Bohemia) en La Villita, llevando como tema El auto-estima y la discapacidad. Acudieron más de 30 personas, pese a que caía una nevada. El grupo llevará a cabo cuatro foros al año, en Pilsen/La Villita, Humboldt Park, Sur Chicago y Las Empacadoras, además de hasta 30 reuniones comunitarias más pequeñas (para más información visitar www.accessliving.org, o llamar al 312-640-2100). Edwin Rodríguez, legalmente ciego y recientemente contratado como organizador por Access Living, cree que los foros y las conversaciones serán muy valiosas en la comunidad puertorriqueña de Humboldt Park, donde creció. “Allí me encontré con gente sobreprotectora que me decía que era tan inteligente, un genio, un milagro, pero que nadie me daría un trabajo. Es una cultura de las discapacidades en la que se supone que debes estar contento con lo que tienes y no pedir demasiado”. Rodríguez encontró que los trabajos que le ofrecían a través de programas gubernamentales eran humillantes, por lo que inició su propio negocio de terapias de masaje, el cual dirigió por 15 años. Pero solía ser discriminado “por tener una discapacidad, ser puertorriqueño, y ser hombre en un campo dominado por mujeres”. Rodríguez se encontró con Access Living, a pocas cuadras de su casa, y se incorporó a diferentes grupos y reuniones incluyendo DAWWN (Disabled Americans Want Work Now (siglas en inglés de Americanos Discapacitados Quieren Trabajar Ahora). Rodríguez ocupa ahora un papel de liderazgo en materia de cambiar la cultura a la que él mismo tuvo que enfrentarse en su comunidad. “Estos programas se basan en darle poder a la gente, que sepan cuáles son sus derechos y los defiendan”, dijo. Si bien muchos discapacitados carecen de seguro médico, vivienda adecuada y otros insumos, los latinos y los inmigrantes se ven desproporcionadamente afectados. En 2007, Access Living se asoció con el periódico The Chicago Reporter para crear el Proyecto para Derechos de los Inmigrantes con Discapacidades. Una investigación del periódico encontró que los inmigrantes que sufren una discapacidad debido a una lesión en el trabajo no reciben compensaciones, ni pueden encontrar otros empleos, o acceder a seguros médicos. “Muchos trabajadores, de por sí vulnerables a la explotación y más predispuestos que otros a trabajar en industrias peligrosas, terminan con sus cuerpos destrozados y sin

ninguno de los beneficios a los que por ley tienen derecho”, escribió el reportero Jeff Kelly Lowenstein. A fin de enfrentar esta situación, Cambiando Vidas cuenta con una reserva de equipo médico usado, incluyendo bastones y sillas de ruedas. Barrera dijo que estos recursos, comparados con las necesidades “son aún como un grano de sal en el mar”. La estrategia de Access Living es enlazar a los discapacitados con los servicios que necesitan, al tiempo que luchan por cambios sociales y gubernamentales que generen un marco para que la gente exija sus derechos. El grupo se estuvo reuniendo con los candidatos a alcalde de Chicago, a fin de plantearles las situaciones que viven los discapacitados. Gary Arnold, portavoz de Access Living, dijo que una petición crucial ha sido que se siga financiando a la Oficina Municipal para Personas con Discapacidades. Barrera y Arnold dijeron que Chicago tiene políticas y prácticas sólidas en materia de proteger los derechos de los discapacitados, pero que eso se debe más que nada al trabajo de Access Living y otros grupos. Su informe anual subraya que, en el 2009, su clientela incluía a sólo un 10 por ciento de latinos, contra 65 por ciento de afroamericanos y 21 por ciento de blancos. El Café Catedral, en La Villita, ha sido un punto focal para el trabajo de Cambiando Vidas en la comunidad latina, puesto que ahí se celebran reuniones, y Robbins y otros miembros del grupo frecuentemente comparecen en la estación radial del café. El grupo también ha trabajado con Enlace Chicago y otras organizaciones de Pilsen y La Villita, el Progress Center for Independent Living, y la estación Radio Vida Independiente. Rodríguez dijo que las discapacidades no discriminan por raza, género, estatus económico u otros factores, y que alguien que ahora está sano, cualquier día puede quedar discapacitado y en la pobreza. “El número de discapacitados está creciendo. Hay mucha gente que regresa de la guerra con discapacidades, y muchos baby boomers discapacitados se están jubilando. Necesitamos que las autoridades abandonen esa actitud de ‘no me molesten porque nosotros sabemos cuáles son sus mejores intereses’. Kari Lydersen, periodista estadounidense, escribe para los diarios The Washington Post y The New York Times, entre otros. Es autora del libro “Revolt on Goose Island: The Chicago Factory Takeover and What it Says About the Economic Crisis”. Más información: www.karilydersen.com

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La danza, UN ARTE CURATIVO Isabel Martínez Mulcahy

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a danza es un arte curativo, y su capacidad para sanar tiene un potencial extraordinario para el tratamiento del Síndrome de Estrés Post-Traumático (PTSD, por sus siglas en inglés). Cuando pensamos en discapacidades entre los veteranos, solemos pensar en discapacidades físicas, pero no en los problemas emocionales y psicológicos que el trauma de la guerra ha dejado en los veteranos. El PTSD es una de esas discapacidades mentales y emocionales que un número creciente de veteranos está experimentando al regresar del frente. El Centro Nacional de PTSD define al síndrome como “una patología de ansiedad que puede ocurrir tras experimentarse un hecho traumático. Durante ese hecho, uno puede pensar que su propia vida o la de otros está en peligro, y se desarrolla un temor a no tener control sobre lo que está ocurriendo”. Los expertos opinan que entre 11 y 20 por ciento de los veteranos de Irak y Afganistán sufren de PTSD. Otros informes hablan de porcentajes más altos dado que no todos buscan tratamiento para el PTSD debido al estigma sobre salud mental que existe en las fuerzas armadas. Las mujeres corren también mayor riesgo –hasta el doble—de desarrollar PTSD. Se estima que una de cada 10 mujeres expuestas a un trauma desarrolla PTSD. Desafortunadamente, las mujeres también están más predispuestas a sufrir trauma sexual dentro de las fuerzas armadas, y se estima que hasta 71% de las mujeres que desarrollan PTSD, lo hacen debido a agresiones sexuales en el curso de su estadía militar. Tasas inclusive mayores de este mal se han presentado entre afro-americanos, latinos y nativo-americanos, en comparación con sujetos blancos. La tasa de desarrollo de PTSD entre ex combatientes oscila entre 10 y 30%. Yo he tenido la oportunidad de trabajar con veteranos que sufren de PTSD como terapista de danza y movimiento en el Centro Médico Jesse Brown para veteranos en Chicago. Durante mi trabajo con veteranos, he visto el poderoso proceso curativo producido por la danza y el movimiento. La Asociación Americana de la Terapia de Danza define esta terapia como “el uso psicoterapéutico del movimiento, que alienta a la integración emocional, cognoscitiva, física y social del individuo.” La terapia de danza y movimiento es una manera singular y eficaz de psicoterapia para el tratamiento de PTSD debido a que se arraiga en el enlace entre cuerpo y mente, y en el poder del movimiento y la comunicación no verbal. Los entreveros del mal A fin de entender cómo la terapia de danza y movimiento puede ayudar a curar el PTSD, necesitamos entender cómo funcionan tanto el mal, como el trauma mismo. Los síntomas de PTSD se manifiestan en tres áreas del comportamiento. Primero: se presentan intromisiones incontrolables del trauma en forma de flashbacks, estados disociativos, alucinaciones, y reacciones emocionales o físicas de alta intensidad provocadas tanto al interior de la persona, como en su entorno. Segundo: los síntomas provocan un distanciamiento persistente y una insensibilidad ante experiencias asociadas con el trauma, y ante expe-

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riencias vitales normales. Tercero: los síntomas perpetúan un estado de hipersensibilidad y nerviosismo. Las metas generales del tratamiento son: ayudar a los individuos a sentirse estables y serenos consigo mismos y con otros; resolver e integrar los recuerdos traumatizantes; y ayudar en el re-enganche pleno de la persona en sus vidas y sus relaciones con otros. Cuando una persona queda expuesta a un trauma avasallador, esas experiencias quedan registradas en una parte del cerebro llamada sistema límbico, que almacena funciones no verbales. El sistema recibe estímulos y procesa emociones tales como el miedo, y tiene la tarea de crear los recuerdos. Las experiencias traumáticas permanecen en la memoria como sensaciones e imágenes, a las que no se puede acceder a través de las palabras. Para que una persona pueda hablar de esas experiencias, esa información necesita ser enviada a los lóbulos frontales del cerebro, donde se procesa el lenguaje. Es ahí donde la terapia de danza y movimiento puede ser de gran ayuda ya que provee una forma de comunicación no verbal que ayuda a procesar las emociones del sistema límbico y permite que dicha información llegue a las partes verbales del cerebro de forma creativa y sutil. Aquellos recuerdos demasiado difíciles como para expresarlos verbalmente pueden llegar a ser compartidos a través del movimiento, y aquellos sentimientos que han sido reprimidos pueden ser expresados a través del cuerpo. La terapia de danza y movimiento puede ofrecerse de muchas maneras, con participantes que trabajan individualmente o en grupo, en periodos que pueden ir de seis semanas a cinco años. Los practicantes operan de muchas maneras. En una sesión individual pueden moverse con el paciente, imitando sus movimientos; o pueden actuar como un observadores; o pueden reflejar sus percepciones bailando solos. En una sesión de grupo, el terapista aprende de sus pacientes observándolos en sus interacciones y trabajo grupal. Los pacientes pueden llegar a obtener un grado alto de control sobre sus pensamientos. Las técnicas de relajación y reducción del estrés pueden ser incorporadas al tratamiento para ayudar a los pacientes a modular sus reacciones emocionales, disminuir la tensión muscular, aliviar síntomas de hipersensibilidad y ajustarse a rutinas diarias. La terapia usa al movimiento como vía principal para la evaluación y la comunicación; es decir, el cuerpo no es mero objeto de terapia, sino que se le confiere su propia voz. Hay otras formas de terapia de danza y movimiento, que se ofrecen en modelos de bienestar como los que yo ofrezco en el hospital de veteranos. Los veteranos asisten a clases de baile diseñadas para mantenerlos en forma y saludables, fortaleciendo aquellas partes del cuerpo que tienen conexiones mentales directas. Por ejemplo, durante mis clases, los participantes se someten a ejercicios de respiración por el diafragma, algo que fortalece sus patrones respiratorios y facilita la relajación. Estas clases están también diseñadas para fortalecer todo el cuerpo, lo que mejora la confianza del individuo. Adicionalmente, bailar en grupo genera una sensación de bienestar y cohesión social que ayuda a que los veteranos se reintegren a la sociedad. El trauma deja su huella en la mente y el cuerpo, y por ende es necesario que un tratamiento eficaz del PTSD se enfoque en ambas áreas. Personalmente, yo he visto cómo mis sesiones de terapia de danza y movimiento han ayudado a pacientes en peligro de suicidio a recuperar el control, y a víctimas del PTSD a controlar sus síntomas a través de las varias técnicas de relajación que la terapia de danza y movimiento ofrece. Isabel Martínez Mulcahy tiene maestría en terapia de danza de Columbia College Chicago y actualmente ofrece talleres de terapia de danza a veteranos, niños y al público en general. Para mayor información: isa.mulcahy@gmail.com

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Resulta paradójico, pero los niños e individuos con talentos extraordinarios están también en la lista de personas con necesidades espaciales, porque no son iguales al resto. Tener necesidades especiales no lo hace a uno necesariamente discapacitado, pero si lo hace distinto.

DE RETOS Y DESVENTAJAS Estela Mercado Alandia

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egún datos de la ONU, unos 650 millones de individuos en el mundo (10 por ciento de la población total) sufren por lo menos un tipo de discapacidad. La OMS define discapacidad como “toda restricción o ausencia, debido a una deficiencia, de la capacidad de realizar una actividad en forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano”. Por ende, estos individuos tienen necesidades especiales. Un individuo puede ser discapacitado físico de nacimiento o a causa de una vivencia traumática como un accidente, una enfermedad o la guerra, puede además tener o no discapacidad mental. Resulta paradójico, pero los niños e individuos con talentos extraordinarios están también en la lista de personas con necesidades espaciales, porque no son iguales al resto. Tener necesidades especiales no lo hace a uno necesariamente discapacitado, pero si lo hace distinto. Es después de la Segunda Guerra Mundial que el tema de la discriminación de los discapacitados cobra mayor envergadura en distintos países. En Estados Unidos es a partir de 1973, después de años tratando de empujarla, que las personas con discapacidades cuentan con una ley que les asegura sus derechos civiles. Esta ley asegura que no habrá discriminación laboral, y que se considerarán todas las variantes para asegurar los derechos de los discapacitados. En los países industrializados los discapacitados piden además del derecho a trabajo, garantías para poder vivir independientemente, esto es, contar con accesos para personas en sillas de ruedas a todo lugar público, información en Braille, etcétera. Esto simplemente no es posible en los países en vías de desarrollo, donde no hay ni siquiera condiciones físicas suficientes para los ciudadanos en general. La manera de garantizar estas leyes a la población por parte de los gobiernos es pertenecer a la Organización de los Estados Americanos, que obliga a poner en práctica las normas establecidas en los diferentes instrumentos internacionales que surgen de las asambleas, convenciones y declaraciones. A esta altura quiero analizar un poco los retos y desventajas que Bolivia tiene ante el tema de los discapacitados, ya que mi país puede retratar a muchos otros en la misma situación. Bolivia tiene la peculiaridad de ser un país altamente diverso y multilingüe, con una población aproximada de 9 millones, de los que 10 por ciento sufren alguna discapacidad (3% con discapacidad mental, 3% con discapacidad física, 3.5% con discapacidad sensorial –visual y auditiva– y 0.5% con otro tipo de discapacidades y problemas

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de aprendizaje). Estos porcentajes no son significativos como para generar los movimientos civiles que se dieron en Estados Unidos. No sólo no hay la disponibilidad de trabajo para discapacitados que hay en Europa, Estados Unidos, o Japón, ni siquiera hay recursos para crear infraestructura especiales para el ingreso de sillas de ruedas, ni transporte público especializado. No hay ayuda directa, ni programas especiales. Lo que sí ha ayudado a que Bolivia desarrolle una ley que dé mayor cobertura a sus discapacitados es su peculiar diversidad. Debido a esta gran diversidad Bolivia ha venido desarrollando una ley educativa que la respete y valore. Esta ley educativa ha ido creciendo desde el año 1931, cuando se erige la primera escuela que incluye a indígenas en sus aulas. Antes de esto, los indígenas eran considerados inferiores y no aptos para el colegio. Esta búsqueda se ha concretizado el año pasado con la Ley Educativa Avelino Siñani–Elizardo Pérez (…la diversidad deriva de factores sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos y religiosos, así como de las diferentes capacidades intelectuales, psíquicas, sensoriales y motóricas y del rol sexual de los sujetos. Si bien estas diferencias han existido siempre no han sido tenidas en cuenta por el sistema educativo vigente en cada época ni por los profesores y facilitadores que impartían la enseñanza). La atención a la discapacidad ha ofrecido servicios desde 1927 solo en la rehabilitación de personas ciegas; en 1995 la promulgación de un decreto supremo y la Ley N.1678 de la Persona con Discapacidad crean el Comité Nacional de la Persona con Discapacidad, Comités Departamentales y varios Decretos Supremos referidos a los derechos, trabajos y registro nacional de los discapacitados. A través del Equipo Multidisciplinario de Educación Inclusiva, el Servicio Departamental de Educación de Bolivia (SEDUCA), y varios organismos no gubernamentales han ido implementando varios modelos educativos, ajustándolos a las necesidades de los establecimientos escolares y venciendo de una u otra manera las limitaciones que un país pobre tiene que enfrentar. Estos cuatro modelos educativos que actualmente tenemos son: modelo selectivo, compensatorio, comprensivo e inclusivo. El selectivo y excluyente plantea a la diversidad como un problema, por tanto excluye y no reconoce a los estudiantes que no pueden seguir el currículo, se limita a recibir a las personas “normales” y a los “diferentes” derivarlos a centros de educación “especial”. En el compensatorio se diferencia a la persona normal con capacidades y la normal con déficits, quienes deben

poder alcanzar a nivelarse para compensar sus déficits, el currículo en este modelo no considera los diferentes ritmos de aprendizaje y otros aspectos que nos diferencian unos de otros en el proceso del aprendizaje. En el modelo comprensivo lo normal es la diversidad y esta es considerada una riqueza, es flexible y considera adaptaciones curriculares individuales para casos excepcionales. Finalmente, el modelo inclusivo, donde todos son valorados con sus diferentes capacidades, necesidades comunes y el mismo derecho de tener oportunidades y una educación de calidad con diferentes estrategias para que todos alcancen objetivos. Tras esta corta explicación, podremos reconocer que el enfoque que tiene nuestra nueva Ley Educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez es del tránsito hacia un modelo inclusivo, lo cual es muy enriquecedor, ya que abrirá espacios para implementar centros de capacitación técnica superior para personas con discapacidades y por ende, creará fuentes de trabajo para ellos. Hasta el momento podríamos decir que Bolivia se encuentra, en el tema educación, entre los modelos compensatorio y comprensivo, ya que a pesar de los esfuerzos realizados por lograr una educación inclusiva aún falta mucho para lograr la conciencia de que todos somos diferentes, pero iguales en el derecho a educarnos. La aplicación de normas, leyes y decretos supremos, tanto nacionales como internacionales, en lo referente a los derechos laborales y otros que los discapacitados piden, no son cumplidos en su totalidad, ya sea porque aún son desconocidos por la población y las autoridades, o porque la pobreza y la discriminación son aún una realidad. Por lo tanto, los esfuerzos se deben ahondar para que las personas con discapacidades ejerzan su pleno derecho de tener una vida digna y de calidad. Esto debería cerrar el tema, pero queda flotando una pregunta: ¿cómo se pueden satisfacer los derechos y necesidades de una minoría con discapacidades, cuando no se pueden satisfacer ni siquiera las necesidades básicas de la mayoría? Estela Mercado Alandia, boliviana, es psicóloga del equipo multidisciplinario de educación inclusiva en Cochabamba. Más información en: estelabolivia@hotmail.com

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Sobre

PREJUICIOS y pro c l a m a s

Verónica Lucuy Alandia

D

ebo confesar que tengo grandes prejuicios en el tema de los discapacitados, en cuanto a lo estético, en cuanto al pudor y a la consideración de la persona en desventaja y en cuanto a mí frente a ella. Me vuelvo sobreprotectora, por tanto discriminadora, incluso quizá alienante. Me siento muy incómoda cuando debo usar la palabra discapacitado delante de discapacitados; las palabra ciego, sordo, mudo, cojo, autista me crean una mezcla de compasión y culpa ajena. Cuando tenía que preguntarle a la mamá de algún paciente la agudeza del retraso mental que tenía su niña, me sentía triste e incómoda de que la madre pensase que yo la compadecía. Ahora, tiempo después, la naturalidad con la que mi hijo ve a sus compañeros especiales, en su colegio normal, me ha hecho repensar estos prejuicios. Él me cuenta, por ejemplo, que Annie dibuja muy bien, que ojala él fuese tan talentoso como ella; cuenta que Annie, quién tiene síndrome de Down, vuelca siempre su comida. Me pregunto si mi hijo escogería ser talentoso en dibujo en lugar de matemáticas, lo más seguro es que sí. Él no ve a la niña con síndrome de Down, él ve a la niña que es buena en dibujo y torpe en otras cosas, como todos. Ella es sólo Annie y pelea con él por el mismo asiento perfecto a lado de la mejor ventana de la cafetería. Y Roy que batea la pelota bien lejos, directo al fondo, y es lo único que le sale bien y nunca responde a los saludos; también está Zachary, descrito como un niño muy buenito y callado, que es lindo sentarse a leer con él en la biblioteca porque siempre sonríe. Quince niños con distintas discapacidades físicas han sido integrados a su colegio. Nada más normal y cotidiano para él. Un día le repregunté si sentía pena por la niña paralítica que va en silla de ruedas a cuarto grado, mi hijo me miró con desconcierto, me preguntó por qué debería sentir pena por ella, y agregó que ella no es pobre y no está en un país en guerra y que además tiene un súper reloj con brújula y que su silla parece un robot… Todo esto me da a pensar tres cosas. Uno: mis prejuicios y sentimientos piadosos vienen de la falta de contacto e información desde mi niñez, he crecido viendo desde arriba las diferencias abismales y no de frente las naturales similitudes. Dos: ¿represento yo la estrechez mental de una generación, la mía, o a mi sociedad de país del tercer mundo que nunca ha visto discapacitados integrados a la vida laboral cotidiana, que no sean algunas personas ciegas que cantan hermoso o tocan el piano o la guitarra? Tres: la suerte de recursos terapéuticos, educativos e inclusivos que ahora tenemos, más la conciencia cada vez más arraigada de nuestros derechos civiles y políticos, son el enlace que impulsa la aceptación de las diferencias y las similitudes. La organización American Dance Wheels Foundation tiene un programa de entrenamiento, en universidades y colegios, en baile de salón y baile latinoamericano en silla de ruedas, para personas discapacitadas que tengan parejas no discapacitadas. También tienen programas para

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entrenar maestros de danza y terapeutas. Como ésta hay muchas escuelas y organismos en todo el mundo y ahora para todos los tipos de discapacidades. Alternativas de terapia y rehabilitación Organizaciones como el Institute for Therapy Through the Arts, de Chicago, aportan terapias alternativas a la fabulosa tecnología en rehabilitación e investigación que desarrollan hospitales como The Rehabilitation Institute of Chicago, quizá el más importante del país; entidades como Southwest Cook County Cooperative for Special Education trabajan en los distritos escolares del estado implementando los programas inclusivos. El Institute for Therapy Through the Arts, es uno de los pocos centros de rehabilitación en el país abierto a la comunidad que implementa, en una sola sede, las cuatro modalidades de terapia: danza, drama, arte y música. Han extendido sus servicios a más de 90 ciudades en el estado, atendiendo actualmente una población aproximada de 2,500 personas. A través de centros como éste es que se detectan y potencian increíbles habilidades en los discapacitados, como los famosos dibujos de planos y lugares de Stephen Wiltshire, de Londres, o las bellísimas esculturas de Alonzo Clemons, de Colorado, ambos aquejados por el síndrome de Savant. El músico Matt Savage, con trastorno generalizado de desarrollo TGD es conocido, para sus cortos 18 años, como un prodigioso compositor de jazz y extraordinario pianista. En Australia es muy famosa la compañía Restless Dance Theatre, que a través de la danza busca dar voz a la necesidad de expresión de sus jóvenes pupilos, de entre 15 y 26 años, tengan o no discapacidades físicas o mentales. Su trabajo se enfoca en enseñar danza a través de una serie de cursos y en mantener un elenco, a nivel profesional, de jóvenes bailarines, llevando a todo lado presentaciones internacionales de alta calidad artística. Son increíbles las imágenes y videos en su página web. En Australia también me gustó mucho el logo de una campaña: Don’t Diss my Ability, muy ilustrativo para personas como yo, con prejuicios todavía. El trabajo tan comprometido y arduo de estas compañías de arte, danza, teatro y música, de la incesante labor de estas fundaciones y centros de enseñanza me hacen pensar en otra pregunta, más personal: ¿Estoy preparada a asimilar un ballet de danza contemporánea en silla de ruedas? Estética y artísticamente, ¿qué debo ver allí, qué puedo exigir de un grupo así? Mis preguntas y dudas se quedaron, por fortuna, boquiabiertas al ver las fotografías y videos de Axis Dance Company, con sede en California, una de las compañías de danza integrada más aclamadas e innovadoras del continente. Su actual directora artística, Judith Smith, quien es parte de la organización desde su fundación en 1987 nos dice: “No queremos hacer presentaciones sobre la discapacidad, no somos una compañía de danza en silla de ruedas o una compañía de personas discapacitadas. Somos una

compañía de repertorio contemporáneo. Nos hemos especializado y hemos construido un nombre. Como compañía hemos sentado los estándares de lo que es la danza integrada por seres con distintas capacidades físicas”. Yo veo que lo han logrado, han marcado la diferencia y me siento conmovida y afortunada de conocerlos. Ya han recibido siete veces el premio Isadora Duncan de las ocho veces que han sido nominados. Smith también dice que el repertorio de Axis, cuyas coreografías han sido diseñadas y dirigidas por renombrados coreógrafos del mundo de la danza, es muy sofisticado y con mucha técnica, que es el tipo de trabajo que uno espera de un elenco profesional de danza. A mí me parece magnífico. Todavía no he visto en vivo su trabajo, pero he recibido sus inspiradoras palabras y visto fotos y videos que han respondido con profundidad mi pregunta: Sí, he visto y escuchado suficiente como para poder dejar mis prejuicios en la puerta. Creo en nuevas posibilidades. Verónica Lucuy Alandia, Odontóloga y escritora boliviana, es miembro del consejo editorial de contratiempo.

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Jaleos y denuncias por: Stanislaw Jaroszek Si es un misterio porque el ser humano narra, el que un individuo decida narrar por escrito, y además en una lengua que aprendió de adulto, es un doble misterio. Stanislaw escribe para entrar en diálogo con los hispanoparlantes de Chicago. - Paul A. Schoeder Rodríguez Precio: US$14 1a. edición (Abril 2010) En español ISBN: 978-098000424-3

En la 18 a la 1 por: Escritores de Contratiempo en Chicago Este libro es, además de antología, una muestra, y también un repertorio: selecciona lo más representativo de cada autor, muestra la diversidad de su talento, y documenta el estado de la literatura hispánica en su estancia en Chicago. - Julio Ortega Precio US$14.99 1a. edición (Septiembre 2010) En español ISBN: 978-09800042-5-0

ventas: info@revistacontratiempo.com FEBRERO 2011


Textos de

Rey Andújar Introducción de Rafael Franco

No es con frecuencia que nos topamos con voces particulares y magistrales en las letras salvajes de las islas caribeñas. Tampoco hay duda de que esto se deba, en gran medida, a la falta de circulación de los libros publicados en las multitudinarias imprentas isleñas. Y eso sin entrar en el candente tema de si las editoriales están publicando en realidad lo mejor de las diversas cosechas literarias pertinentes. Cuba, tal vez, está sabiendo sacar a la luz sus mejores voces con más éxito que sus dos hermanas menores, República Dominicana y Puerto Rico. Tal vez por eso la lectura del dominicano Rey Andújar (1977) siempre agita y sacude los sentidos de manera tan singular. No podemos resistir la seductora voz que anima tanto su poética como su narrativa. En lo personal, fue la narrativa la primera que me hechizó y siempre tendrá un lugar especial en el quehacer literario de nuestro entorno caribeño, nuestros archipiélagos antillanos. Porque de la misma manera que retiene la idiosincrática melodía dominicana, trasciende lo particular y ocupa un lugar mucho más amplio y ajeno: la realidad plural de las Antillas. Asimismo, Andújar maneja con ineludible dominio la lengua vernácula para desnudar la encarecida

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cotidianidad que gobierna los múltiples Caribes. Con el mismo acierto conocemos la calle y sus criaturas inquietas, como el mundo privilegiado de los que están al mando, tanto en lo subterráneo como en la historia oficial. Sus personajes salen de las páginas para convertirse en informantes y Virgilios del multiverso antillano actual. Los cuentos de Andújar lo depositan netamente en la mejor corriente del género, asegurándole lugar entre sus mayores exponentes. Como si fuera poco, su poética sorprende y refresca, azota como un viento alisio desatado en plena tormenta. Y cuando se ve encarnizada por su autor –tanto en Antípoda y el resto de su trabajo en escena– se convierte en acción y denuncia. Aquí tienen una pequeña muestra de este fenomenal talento dominicano, un escritor al que hay que seguir con la mayor atención. Prevenidos quedan. Rafael Franco, escritor puertorriqueño, es autor de la novela El peor de mis amigos, Callejón 2007, y de los cuentos contenidos en la colección Alaska, Instituto de Cultura Puertorriqueña 2007.

Todas las obras que ilustran Deshoras son parte de la exhibición Cabeza de Barro, de Nicole Marroquín y Alfonso Nieves “Piloto”.

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la marcha hasta el día que un panal de imberbes cometió la falta de llamar huérfano al nene, quien no entendía el significado del vocablo pero no pudo aguantar la congoja. Pabím Malena procuró finiquitar el asunto con muñecas Minha casa não é minha e nem é meu este lugar y bicicletas que el nene recibió ciegamente; mientras, Estou só e não existo, muito tenho pra falar Las Comadres se hacían cargo de los mozalbetes que le elis regina habían insultado. Los niños eran arrancados de los puntos de droga en los que buenamente se ganaban el sustento En un acto espontáneo de los que se reprimen con el noche a noche y eran enviados a La ciudad del niño, un chasquido en la lengua casi inmediatamente luego, Sor campo de concentración que era algo así como un Twilight encaramó al niño en el vehículo. El chofer Zone entre el robo, la farsa y la nada. de frente grasosa supuso la esquizofrenia Los domingos en la tarde Doña en la fuerza que la mujer aplicaba en el Pabím Malena se aseguraba de que el bracito del nene, que no lloraba ni nada; nene escuchara relatos acerca de su ni tan siquiera pestañeó el resto del padre; se proponía prepararlo para la camino y solo interrumpió el silencio para inminente llegada del papá pródigo. La preguntar al pasajero que tuviese más señora construía una realidad futura cerca por cosas de la flora, el cemento y la llena de avances y comodidad. Él fauna del camino. vendrá a buscarte y allá vivirás como Ya la noche se había desbordado en las series de televisión que tanto te cuando llegaron a la ciudad de La Vega. gustan, le insistía la vieja. Sor repitió nerviosamente la dirección El padre supuestamente estaba desde una quijada a la deriva; la mano en España y llegaría cualquier fin de con infinitas cicatrices de catéter y colillas semana de estos a llenar de alegría los apagadas navegaba alerta por entre los campos y veredas no solo de la Vega bucles crespos del nene que se quedaba Real: toda la Región del Cibao cedería dormido por ratos y muy en contra de ante el encanto de ese hombre alto su voluntad. El chofer, a propósito, se y moreno. Pabím hacía que el nene pasó dos esquinas y encima de eso negó repitiera las historias, asegurándose un cigarrillo, haciendo que la mujer se de que éste saboreara cada frase; lo humillara en el ruego. Todavía le quedaba invitaba a que asociara las palabras con algún resquicio de vergüenza a la maniáimágenes. El nene nunca sospecharía tica, quien lo mandó al infierno masticánque le estaban lavando el cerebro. dole el recuerdo de la madre y toda su Nunca adivinó la mentira en las carcadescendencia. El que iba al volante no lo jadas secretas de Las Comadres. Nada. tomó a broma y antes de acelerar vociPasaron meses como siglos cuando feró, Maldita sea la tuya mil veces vieja la gota rompió el cántaro y una de las puta y dejó los espectros de la mujer y el comadres se alzó, revelando ciertas nene envueltos en una cáscara de avenida impertinencias que el nene escuchó de y basural. Siete esquinas después, gracias manera intermitente. Era una canción a la distracción de ceniza del cigarrillo “EXPLORE” DE NICOLE MARROQUIN, CON COLABORACIÓN DE SALVADOR JIMÉNEZ. BARRO, 2010. hecha con gritos a clave Morse. Esta negado, el hombre estrelló el automóvil rebelión encontró a Pabím ya un poco asediada por una en las mellizas de un camión varado en el mismo medio de reuma inevitable y con una mano que escapaba infrucla carretera. tuosamente de la artritis desterró la Comadre revelante. avena con que le atiborraron. Al despertar, con el día Sor y el nene llegaron a la casa resplandeciente en un La memoria muscular –que no miente– hizo que el nene ya rebasando las diez, se enteró gracias al cuchicheo estado de hambre evangélica, así que lo primero que regresara a un pretérito imperfecto. Observó con nuevos macabro de las mujeres que a Sor la habían despachado hicieron Las Comadres fue alimentarlos y procurarles ojos a una Pabím Malena dueña de una serie de plagas en la primera guagua hacia la Capital. El nene la imaginó refresco. El nene miraba a la progenitora antes de cada que se habían instalado sutilmente como un virus en todo esperpéntica, entre trapos de colores y mortificada porque bocado y ésta aprobaba con la mano casi muerta en el sistema operativo de su mandato, que según ella era en los autobuses de Caribe Tours está prohibido fumar. la que sostenía un cigarrillo apagado por la mitad. Con macana, batuta y constitución. Pero, como bien repitió Y la verdad de lo que aconteció era muy parecida a las un movimiento de garganta Sor agradecía cada vianda tantas veces el filósofo mexicano-pop Emmanuel, Todo elucubraciones del nene, pero en el sueño real, ella, como ofrecida pensando en lo bajo que había caído; pero debía se derrumbó, cual ciudad maculada que recibe un castigo buena madre que era en el fondo, les rogó a Las Comadres proseguir, estoica: en el sacrificio aguardaba la redención bíblico y como tal, implacable. que con lo bueno que les habitaba por dentro, le cuidaran más sublime. El nene saboreó esa verdad toda la madrugada. El barco al nene. Ellas respondieron a manera de canto floreado, De súbito, una Comadre anunció con timbre de tromse hundía. Prueba de ello eran Las Comadres, siempre Renato brillará con un canto que alumbrará regiones. Tú, peta que la matrona Pabím Malena dejaba sus habitatan bien puestas y ahora pegándose fuego unas, mientras chimoltrufia, date al fin por vencida y bórrate el camino de ciones para recibirles. Sor se hizo la que no era con ella las otras querían más brazos o ahuecaban el ruedo de los regreso. y empezó a fumar al fin largas cachadas que delataban faldones para rescatar cualquier quincallería, floreros y una tranquila desesperación. Doña Pabím, envuelta en un elefantes de porcelanicrón. Ya amaneciendo, un Renato al hálito alcoholado de verde canela y crema Ponds, exigió las que le estaba empezando a esbozar el bigote se acercaba razones del viaje y la que fumaba, buscando dónde coño con paso cerrado a la estación de la Metro arrastrado por El plan de Pabím Malena consistía en que con el paso apagar el cigarrillo para disfrazar el nervio, explicó, con el sabor a menta de la madre atolondrada. Pagó un billete del tiempo y las diversiones que ofrecía una ciudad como miedo a repetirse, Lo traigo para que conozca a su padre. de ida mordiendo a lágrima viva la remembranza vaga y La Vega Real, el nene se olvidara terminantemente de la Pabím Malena reprochó el acto calificándolo como un mal construida de un padre que nunca se enteró de nada o mujer. No fue difícil llevar esto a cabo ya que Las Comadesacato. Algo contraproducente. De ahí en adelante que llegaría quizás un tanto más tarde. dres se encargaron de hacerle coro y eso era mucho viaje nunca jamás hubo como callar a Las Comadres. Compual Camú (el nene casi se ahoga en ese río), mucho dulce de sieron una serie de insultos para Sor, quien abrió la boca no pan y verano y sobre todo bastante carnaval, que esa locapara comer ni para decir adiós pero para pedir el cigarrillo lidad es famosa por su fuero carnestolendo. Todo iba sobre último que se les otorga a los fusilables. Como respuesta,

Travessia

Las Comadres la separaron del niño y la bañaron con trementina, le pintaron el pelo de azul candente y se lo cortaron después a machetazos. Ella se dejó hacer sin decir ni júm pero se le escapó una lágrima por la nariz cuando se vio frente al espejo, pensando, Puñeta, si me han dejado como la versión haitiana de la Barbie. Con todo, la mujer no admitió nunca que aquella travesía era un craso e incalificable error. En otro cuarto, ajeno a la trifulca, el nene se quedaba definitivamente dormido gracias a la morcilla y los pasteles con jugo de

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Debajo de ti sí… ha perdido su virginidad pero no es la primera ni la última además, ¿qué importancia tiene ese accidente en el concierto de los planetas? Roberto Arlt

vii. anatomia mi cuerpo es la posición comprometida allí residen el otoño la flaqueza.

Cómo explicarte que debajo de ti soy otro que todo cambia todo suda en derredor inevitablemente cuando estoy debajo de ti siento el arrullo de la sangre caliente por cada una de las venas eso siento cuando nos tocamos cuando no queremos acabar cuando estoy debajo de ti cuando tú tomas el control de los cielos del universo de estas cuatro paredes estáticas soy diferente soy tan pequeño cuando estoy debajo de ti la tierra se hunde se confunde con las tinieblas me tomas de los brazos te mueves jadeas yo como destinatario universal de todos tus actos sublimes debajo de ti tú encima de mí inolvidable / excitada / inmortal / horivertical por qué cambio mi perspectiva de morir solo sólo cuando estoy debajo de ti cuando juego con tus caderas y tus caderas gobiernan mis impulsos y tus muslos son la guía y tus pechos el premio y tu boca la gloria y yo debajo de ti.

Navidades en La Habana En Sangívin Jess me rogó que me extendiese con ella hasta las Navidades pero puse trabas: Tengo que entregar los finales en la universidad… Además, tá lo de Cuba. Le molestó el hecho de que le tocaba quedarse en ese clima grisoscuro mientras yo me iba a La Habana: tanto Mojito tanta desgracia, playa transparente hasta la garganta, beso sudado en el aterrizaje, los adioses. Llego a un San Antonio de los Baños que enamora de verde, de acento suavecito, como sugerido, como Oye chiquitico ojos más lindos que tú tienes, bébete otra cerveza, apriétame, tú eres dominicano, tú eres del cielo, qué boca tan dulce. Me siento completo, borracho de una isla que me faltaba. Escribo en las paredes de Centro Habana: “Te confieso que privando en ciego tropecé con los rumbos de miel que dejaba en tu costillar cuando te adelantaba, apretándote izquierda, me mordiste una oreja, me recordaste mi santo.”

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“EL GUSANO DE LA ENVIDIA” DE ALFONSO “PILOTO” NIEVES. BARRO, YESO, CONCRETO Y VARILLA, 2010

Hace dos semanas le juraba a Jess amor eterno en Irving Park y ahora que hago unos trueques violentos con Cubana de Aviación estoy seguro que dentro de un mes juraré quedarme. Ser cubano. Quizás así adopte un estilo literario que presione lo que escribo; que coloque definitivamente entre la espada y la pared lo que significa entablar desde el lenguaje poético y el habla cotidiana. Una poesía en donde la palabra signifique en sí. Lo común, según Cortázar: Lo insólito es lo contrario a lo común; es decir, una lata. O sea que me siento horrible lejos del Viejo San Juan. Le pregunto al moreno que me machaca las hojas para el Mojito en el Nacional, ¿Cuántas islas me tocan? ¿Cuántas albergo? Las cubanas te acuestan en los ceniceros para que lleves su marca. Te revuelcas la vida con una cubana y no terminas siendo ni su novio ni su nadie ni su nada: eres un pedazo de hierba que les recuerda de donde vienen; una lágrima mañanera en una film de Pineda Barnet; un

trozo de sangre que les hace extrañar al hijo que tendrán contigo; la bruma de una mujer que toma la decisión de escaparse con otra mujer; los bosques sin verjas; playas amuralladas… Tanto tiempo viviendo en Boricua y sin haber amado. Pero el avión que me devuelve pasa como siempre por la República, en donde me relajan el acento pero no me permiten ser nada más que un DominicanYork en tránsito. El avión llega a Chicago y hay un tren que sale para Naperville. Despierto y te encuentro arrecomodada en mi pecho; me aruñas un bembe y dices te quiero en ese acento tan estrujado, tan no puedo vivir sin ti, tan yo sabía que vocé iba a voltar. En tu casa todavía el arbolito resiste las bombillas y las aureolas, los regalos abajo y sin abrir. La gringada, en suma. Yo destapo la botella de Havana Club para ponerme sabroso. Para entregarte un corazón desbordante, arrestado de mulatos y malecones. Un corazón coraza para regalárteme en Navidad.

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MIRADA CÓM NICOLE MARROQUíN Trabajar minuciosamente cada detalle de las expresiones corporales o complejos sociales es lo que representa la obra de Nicole Marroquín. La artista texana, multidisciplinaria – grabado, escultura, arte multimedia y dibujo – y egresada de la Universidad de Michigan ha conjugado su experiencia dentro de sus esculturas en barro. La obra de Marroquín se dirige hacia las particularidades de la gente o de una comunidad y la relación que tienen con su entorno. El gusto por el detallado humano siempre se localiza en sus formas y moldes, ya sean pestañas, ojos, nariz, cuello, hasta una mirada, sonrisa o un ceño; a demás de alguna manera estudia el comportamiento y lo narra plasmándolo con texturas y símbolos en la piel de cada una de sus piezas. Tanto las expresiones como la anatomía humanas son pigmentadas delicadamente con diversas técnicas o materiales, representando el carácter de su personaje usando barnices con efectos opacos o brillantes, terracota esmaltada, terra sigillata, óxido de hierro, óxido de cobre, titanio, entre otros. Marroquín explica que tiene la necesidad de trabajar con sus manos al igual que trabajar con otros artistas que la inspiren a realizar sus piezas y mantenerse cerca de una comunidad que le inspire para proclamar las experiencias visibles e invisibles de la vida diaria dentro de su obra.

ALFONSO NIEVES “PILOTO” Alfonso Nieves Ruiz, mejor conocido como “Piloto” utiliza su escultura como medio de limpieza y terapia interna, esculpiendo la complejidad del mundo en que vivimos así como la del comportamiento humano. Dentro de su obra, este artista originario del estado mexicano de Querétaro, nos materializa su muy particular visión del hombre, sus círculos viciosos, el rompimiento de cadenas generacionales y el proceso de curación de las heridas ocasionadas por la opresión social. Su arte pudiese parecer oscuro y decadente por los materiales reciclables y los desechos humanos que utiliza – basura, madera, fierros, concreto, cadenas y/o barrillas para construcción – como lo menciona el artista; pero en “EL HAMBRIENTO” DE ALFONSO “PILOTO” NIEVES. BARRO, VARILLA, YESO Y OBJETOS ENCONTRADOS 2010

realidad es un balance armonioso con la naturaleza y los seres humanos. El uso de basura y de materiales reciclados es producto de lo que ya no queremos por lo que los toma

El barro como arte Stephanie Manriquez

para fusionarlos con el barro, con la finalidad de transformarla en una lección de vida acerca de nuestro potencial de creación y destrucción. Las esculturas apocalípticas de Piloto, nos resumen de manera surrealista las atrocidades de un mundo real y la basura mental de la que se alimenta

¿Tiene el barro potencial de ser material para obras de arte contemporáneo? El Museo Nacional de Arte Mexicano se hace esta pregunta para presentar los trabajos de dos artistas locales, Nicole Marroquín y Alfonso Nieves “Piloto”; los trabajos de ambos transforman perspectivas generadas intrínsecamente en espectros globales hacia un nivel local y de estructuras humanistas, anatómicas, culturales y sociales a través de su grotesca y táctil obra.

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la humanidad a diario, sin embargo dentro de este deterioro existe una esperanza y la capacidad de levantarse a sí mismos para seguir trabajando en torno a los ciclos de la vida.

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MPLICE

“GAG” DE NICOLE MARROQUÍN BARRO Y CABLE, 2009 “EL GUSANO DE LA ENVIDIA” DE ALFONSO “PILOTO” NIEVES BARRO, YESO, CONCRETO Y VARILLA, 2010

CAB E Z A D E B A R R O “Cabeza de Barro” es una exhibición curada por Gabriel

“NEVER AGAIN” DE NICOLE MARROQUIN BARRO Y CALCOMANÍAS, 2010

Villa que reúne a estos dos grandes escultores dentro de

de una persona a través de los medios masivos y las redes

un mismo espacio. Dos cabezas, dos mundos totalmente

sociales, creciendo con una mentalidad austera y agresiva; y “El Hambriento” y “El Puerco”, obras que representan la

distintos, pero dentro de su obra directamente conectados por micro y macro espacios, creando una narración de

de la comunidad artística de Pilsen como Salvador Jiménez,

ironía y la desigualdad de quienes tienen el poder. Dentro

universos paralelos dentro de una atmosfera global y otra

Gabriel Villa, Ramiro DeCades y Ángela Scalisi. Otra de sus

de la obra de Piloto podemos resaltar el uso de espejos

local.

piezas representativas es una instalación de 48 chiles con

como invitación al espectador a reconocer su posición ante

La similitud de ambos es la conexión de manos y mente

pezones de mujer con una serie de pistolas que agresiva-

las situaciones presentadas.

para expresar con gran peculiaridad el nivel de detalle y

mente disturban la presencia y el respeto hacia la mujer.

Cabeza de Barro se presenta en el Museo Nacional de Arte

perfeccionismo que encontramos en los rostros y en las

Piloto exhibe cuatro piezas centrales: “El gusano de la

Mexicano del 21 de enero al 15 de mayo. Para más informa-

expresiones crudas de nuestro contexto dentro de su obra.

envidia” donde los humanos son mitad hombres, mitad

ción, visitar la página Web: www.nationalmuseumofmexi-

Nicole Marroquín presenta 10 piezas en conjunción, inclu-

gusanos simulando la superficialidad y el materialismo;

canart.org

yendo rostros o características incorporadas de personajes

“Cambia tu estatus”, sobre el régimen involutivo de vida

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Moskero para Danny

i ya las nubes no son espuma allí se guarda el secreto de la bruma y el dolor hambre que crece amplia como mancha esperando los días de la bondad del señor de qué color son las nubes en Irak de qué estoy vivo cuánto cuesta la sangre en Afganistán desde dónde sigo de qué color son las lágrimas en Bagdad en Islamabad en Haití como pongo mi voz en el eco para ayudarte a ser feliz ya las nubes no traen buena fortuna todo ceniza turbia dónde se guarda el secreto del horror

II el sonido que se cuece en los barrios no es real no es de allí es sólo lo que te han vendido bordado con el boom y el beat repetitivo de la gente que lo mueve al estruendo del falso disparo y hasta las que no son señoritas responden al llamado de la ofensa tan cerca del mic así se queman los libros se cubren de moho bajo la premisa de que ha cambiado la poesía que leer es aburrido se envenenan las escuelas a falta de tangibles de maestros atrasados por el hambre y la necesidad se encadenan las ideas se coartan se tropiezan se censuran así es como el vicio cunde junto con la duda he ahí la soledad en las barberías

iii qué tan efectivo es este método de defensa cuántos fantasmas se necesitan para izar una bandera cuidado con los laureles hemos ganado dos batallas para nada la guerra recuerda los gobiernos se descalabran grano a grano de arena todavía puede nacer una lírica que llegue a golpear rotundo la fuerza del mundo cabe en un puño

gastas cien mil pesos en cadenas inviertes en lociones para atacar la negritud paliativos para tu miseria verbal cancelas rangos naves rojas y brillantes ministerios y misterios lealtades y sanguijuelas but you can not have these aquí siempre habrá un brazo que prefiera establecerse y yo lo saludo sin tatuajes lo miro dentro del color más verde la esperanza elige una tarántula un monte apagado un arma blanca la decisión definitiva a escuchar otras fragancias

sin duda nos han brindado la textura de la fe a cambio de ojos cerrados oídos cerrados boca cerrada barcas de papel y garete ahora somos marionetas que responden a crucetas de cadenas espesas y lento nos movemos lento muriéndonos lento a la velocidad del beat y el boom del disparo verdadero porque en cada barrio

la ignorancia es una bendición pero está demasiado cerca del hambre

cada semilla es una bala como cada latido como cada beso sentido como cada madre llorando diecisiete hijos como cada cárcel llena de primos como cada avión deportado en su sino como media isla con el caldero vacío como once presidentes pisoteando en el nido como de un trabucazo el silbido una independencia sin calendario ni sentido un carnaval de merengues asesinos un poema de dolor cívico reclamando un tambor que lo conecte con el ritmo de la diáspora del eterno mito

vi

vii

en cada discurso conmemorativo se ejecuta una tristeza en las maneras macabras para inflar los presupuestos proyecciones que no resisten la cuesta de enero semestre a semestre los secuaces se ajustan la corbata y levantan los brazos en secuencia de aspas llenas de caramelos de veneno que calman a la masa ignota el silencio pare en las urnas por entre aberturas que simulan las manos acariciadas de un Cristo negro crucificado en cada radio las vírgenes asisten a la película y se distraen con tu beat y tu boom bien temprano el sonido de los falsos disparos en las iglesias las oraciones se quedan ofuscadas en celulares sin tarjeta no tienen el acento del cielo no llegan se estrellan como ciguas heridas y nada sólo témpano como los ojos del pitirre como el aliento del guaraguao o la tensión en las mandíbulas garras del quebrantahuesos

aquí suenan dizque canciones en ondas amenizadas por el boom y el beat ya mencionado y allá del lado del escombro y el maltrato poco a poco pan y circo con el chin chin del champán en las manos que merecen ser engrilladas

v

nos han prometido reinos si oramos nos han prometido enseres si votamos nos han seducido con maniquíes y oropéndolas y cocaína

los dedos manchados del crimen una jaula y un juez un fuego y una navidad una multitud de marías enlutadas haciendo su fila en Fort Nixon para recibir el cadáver de la bandera de sus hijos al ritmo de una banda sonora de mentiras de petróleo and explosive devices reales fehacientes mortales verdades las hijas los hijos de Nadie peleando contra la paciencia coraje de una guerra de sentido vacía de lealtades ausente con el desgastado ritmo del beat y el boom de cuerpo presente de náusea prepagada de capilla ardiente

iv así disco tras disco insultas a cinco mujeres que te sueñan diferente e inteligente

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“TENEMOS UN CONTROL REMOTO - CAMBIA TU ESTATUS” DE ALFONSO “PILOTO” NIEVES BARRO, CAJA DE MADERA, PLÁSTICO Y OBJETOS ENCONTRADOS, 2010 FEBRERO 2011


El Golden Ticket para héctor meléndez, el jaguar. sé que todo va a acabar en fracaso. yo mismo. vos también. Juan Carlos Onetti

Venía hacia mí con ese andar tropezado, ansioso, meneando la cabeza a los lados como si ensayara la música que salvaría su vida. Recibí los cigarrillos sin decir gracias, mientras él me mostraba el resto del botín: botellas de tequila añejo, tabaco, whisky de contrabando. No sospechaba el porqué de mi desdén; había interpretado esa ensayada calma como una particularidad íntima, algo esencial que deberían traer los extranjeros. Escupí algo de humo, reparé en él. Ya quiero que llegue el reventón del 24, patroncito, dijo, sin poder disimular la insistencia, mariposeando a mi lado. Desde hace cuatro días me asediaba con lo del baile. Él me hacía los mandados, me servía de Lazarillo por las calles de viento frío y seco de Sarabá. A cambio, le dejaba caer algunos pesos que le costaba aceptar. Anoche me confesó que estaba ahorrando para hacerle un regalo a la Cata, su noviecita, que trabajaba en el Papillon. Véngase conmigo patroncito, a la mejor y levanta novia. Intentaba convencerme. Según él, las chavas del Papillon eran las más requetechulas de Sarabá. Aunque mi Catalinita es la mera mamacita. Terminé por aceptar. Aniseto presagiaba la mejor Nochebuena de nuestras vidas. Habló de comprarse un sombrero, de estrenar botas y correa, porque su Catalina, la más bella de todas las putas, iba a estar allí esa noche esperando su regalo, para el que faltaban solamente unos cuantos pesos. Ya verá míster, prometía con el acento dulce y agitado. Dibujé una mueca, intentando imitar la felicidad. No quería contagiarlo de este oscuro e impaciente deseo de morirme. Esa asquerosa desidia fue la causante de mi súbita huida. Las perspectivas de una Navidad Puertorriqueña, después de lo bien que me había ido en Thanksgiving, eran de lo más atractivas. Mis amigos boricuas, quienes me habían recibido como se acepta un paquete inesperado, organizaban un futuro que incluía parrandas y tragos de coquito, pasteles, resacas de ron caña y lechón en varita. Los escuchaba barajar planes y fechas, buscaban repartirse el cómo traerme y llevarme. Yo intentaba seguirles la corriente, mientras ellos distraían la modorra ocasionada por un proceso de divorcio, la pérdida de todos los bienes materiales conjuntos y acumulados, el fracaso editorial… Trataba de convencerme de que todo estaría bien, pero no me era posible formular ninguna estrategia para después de diciembre. Cualquier ayuda clínica estaba descartada, ya no tenía el ánimo. Sólo quería irme, no iba a arruinarle las fiestas a nadie. Mi hermana llamó desde Ámsterdam. El plan de mi madre era reunir a toda la familia, después de tanto tiempo separados y de andar desperdigados por el mundo, para pasar juntos esos días. Ofreció pagarme el pasaje. Pretexté compromisos laborales ineludibles que me harían imposible llegar para el 24. Ella sabía que era mentira. Ambos éramos conscientes de que mi madre y yo no romperíamos aquella promesa. Ese mismo día recibí la llamada de la directora de una revista de variedades para la que escribía reportajes esporádicamente. El trabajo sería en Sarabá y estaría relacionado con la vida nocturna, el narcotráfico y la música grupera. Según lo que estaba ofreciendo como paga, entendí que nadie se atrevía a tirarse la maroma; primero, porque era Navidad y segundo, ya se sabe lo peligrosa que puede ser la frontera. No tenía nada que perder, aunque no acepté enseguida. Le saqué el cincuenta

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por ciento por adelantado y boleto en Bussines Class. Dejé Puerto Rico bajo un aguacero intenso, un poco borracho, delirando una silenciosa y egoísta esperanza que involucraba botellazos… balas, que pondrían fin a esta miseria. Según la editora, Aniseto sería mi contacto en Sarabá; él me ayudaría en todo lo necesario. Lo llamé por teléfono desde el motel y quedamos en cenar esa noche. Tenía los ojos demasiado vivos, el pelo brillante y grasiento reposando en las orejas pequeñas; detalles contrastantes con la timidez de su atuendo, la rugosidad de sus manos. La sonrisa grande, hermosa, ostentaba una furiosa juventud y ganas de vivir. Quizás esa brillante alegría, fue la que despertó en mí el sentimiento encontrado. No podía quererlo totalmente, tampoco me permití la lástima abierta, definida. Entonces acepté la propuesta de ir al Papillon. Llegó el momento de conocer el secreto que él guardaba para su Cata: un Golden Ticket, el pasaporte que le permitiría bailar una pieza completa con su novia, en medio de la pista, delante de todos. En ese justo momento empecé a odiarlo. El Papillon es el antro más costoso de todo Sarabá y el preferido por los capos de la región. Estas razones lo convierten en el lugar más seguro y peligroso de toda la frontera, una contradicción que nunca se resolverá. El

Catalina se alejaba partiendo la pista. Aniseto me regalaba un abrazo de hermano menor. Le pregunté por qué no estaba con su familia en estos días de fiesta. Hace siglos no sabe nada de sus jefecitos; se habían ido de madrugada, querían cruzar al Norte. Sarabá es una ciudad de gente sola… Catalinita es mi única familia. La fiesta comenzó. Los hombres hacían cola para bailar con Catalina, mientras Aniseto la miraba extasiado, como quien ve la felicidad pasar frente a sus ojos. Me decía que era la que más tickets iba a recoger esa noche. Y tú, cuándo bailas con ella. Pos ya mismo, patroncito… pero báilela usté primero, si quiere, pá que vea. Me pensé arrastrado por el cuerpo joven, lleno de curvas que pulsaban su vestido… una bomba de tiempo en mis brazos. Me imaginé: la boca apretada, usufructuando el recuerdo de la que fue mi mujer, siempre al borde de la melancolía, de la sucia comparación al reverso de la moneda.

OBRA DE NICOLE MARROQUÍN

recurso humano está compuesto por lo mejor de los alrededores: muchachas rabiosamente jóvenes repartidas por todo el local, con las caras escondidas tras un maquillaje deprimente, esperando la próxima víctima. Para bailar una pieza, se necesita un Golden Ticket que regularmente vale veinticinco dólares, pero hoy cuesta cuarenta. Es Nochebuena y viene, desde Laredo, la Marilú y sus Jaguares Dorados. Decidimos entrar. Pedí una botella, necesitaba aturdirme. La banda estaba afinando para empezar la fiesta y los Golden Tickets se agotaban. Aniseto dudaba antes de dar los cuarenta dólares que había empezado a reunir en agosto. Con esto nos podemos comprar una licuadora, o un abanico… pá la boda, usté sabe. Te pago el baile, ofrecí. Quería humillarlo, definir nuestras diferencias, que me devolviera el gesto ofendido, alegando que podría ser pobre pero se pagaba sus cosas. Todo lo contrario. Aceptó el regalo como si yo fuese su mejor amigo, al tiempo que proponía un brindis por su futuro con la Cata, quien se acercaba sigilosa, cubriéndole los ojos, besándolo. El perfume barato me golpeó la cara. Reconocí el vestidito verde Salvation Army, el calzado abusado. Una Eréndira cualquiera… la niña más hermosa del desierto. Aniseto nos presentó. Este es el míster, viene de lejos… y nos pagó el baile, mamacita. La muchacha tendió la suave extremidad diciendo gracias. Le invité a un trago. No, mejor una botella, Hipnotiq, para ella y sus amigas. Rebueno el patroncito, a todo dar.

No Aniseto. Ve, baila tú primero. La banda arrancó con los acordes de una bachatagrupera. Aniseto, ticket en mano, avanzó. En mi garganta se formaba una contundencia que intenté aflojar con dos, tres whiskys. Los vi demasiado juntos, encerrándose en un abrazo afilado en donde no alcanzaba el aire para mis ruegos ni mi infelicidad. La envidia que se posó a mi lado era tan real, que daban ganas de invitarle un trago. Ella le encaracolaba las manos, protegiéndolo de mi mirada de Caín. Él se derramó en sus hombros, como prometiendo amaneceres en islas, sudando huracanes, regalando brazos de mar. Pensé: Si le besa la espalda, si le abre el vestido, saldrán de ella girasoles, miramelindas, jazmines … una selva alegre e imposible. Salí a fumar. Esa música duraría para siempre. De repente se escucharon todos los disparos del universo. Seis, siete segundos. La discoteca, inmóvil, rodeaba a Aniseto, camisa nueva bañada en sangre. Sostenía a la Cata en sus brazos; estaba como ido, no reaccionaba. Rompí el silencio pidiendo ambulancias. Apareció un taxi que cobraba cuarenta dólares por llevarla al hospital. Subimos al asiento trasero. Él le acariciaba el pelo llorando, rogándole que se quedara. Reclamando, por qué la bala no le tocó a él… Mi odio no disminuía, tampoco llegaba la esperada lástima. Esa bala era para mí, como la mujer. Me despedí en Emergencias. Puse doscientos dólares en su bolsillo. Quiso acercarse, pero ya yo era inútil para el amor. Al salir encontré a los gruperos sosteniendo, tristes, un acordeón herido de muerte.

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La redención de la Señora Kentridge El dolor llegó rompiendo la semana. Era miércoles y Míster Kentridge almorzaba en el Club de Polo. Al ordenar el Fernet-Branca sintió una punzada de calor encima del tronco costillar. Se llevó la mano al corazón para que éste averiguara; para que, acariciando en forma de pregunta, el tacto le refrescara un poco ese fervor adolorido que le oprimía el torso… que lo doblaba en un deseo dulce de querer dormir. Poco después del miedo, respiraba trabajosamente en la suite de un hospital. El primer doctor llegó con un aire funeral. Le hizo una venia demasiado lenta a missis Kentridge, quien bordaba sin mirar la labor. El Dr. Gaastra extrajo un estetoscopio demasiado largo del impecable bolso de cuero negro. Respiró hondo. “Veamos.” Mientras auscultaba la masa agonizante, comentaba un pasado que no ascendía a recuerdo feliz. Estas frases, aunque reveladoras, tenían muy poco de reproche; fueron compuestas desde un acento blando, de confesión: “…desearía encontrarle sentido, en verdad: usté casi me ve morir en Malevosick… Todos aquellos hombres, las torturas; ahora, la humillación de las cicatrices. Y usté lo veía todo sin sudar, entornando la vista para confirmar la ausencia de lástima… And now I am ushering you, like a Caronte.”1 Míster Kentridge abrió los ojos lentamente, restándole sensacionalismo a la confidencia; podría decirse que fue ese el único movimiento, si se ignora la parsimonia pulmonar. El dolor regresaría dentro de poco para confirmar que estaba vivo aunque ya no coleando mucho que se diga. El Dr. Boresnan se acercó con el paso sinuoso. Reparó en el colega mediante una tímida venia con el sombrero. Se inclinó, ceremoniosamente, para besar la mano de missis Kentridge. Demoró el gesto, dejando saber lo apenado, lo sorprendido, lo esperanzado… Traía el estetoscopio ya colgando y fue a lo suyo. No intercambió miradas con el otro galeno, sino suspiros y golpecitos de lengua en el cielo de la boca que expresaban un malentender. Aún así, el doctor se las arregló para dejarle saber a Mister Kentridge el porqué del orden natural de las cosas, “… lo más interesantemente terrible de todo esto, es que usté no sólo presenció las torturas sino que aprovechó para hacer fotografías. El miedo se le podía sentir en los orículos, pero nunca paró el dedo: usté seguía disparando, acentuando las 1. Y ahora te llevo de la mano cual Caronte.

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ofensas con el fósforo de flash. Y ahora míreseme aquí, que sólo me falta capucha y guadaña. “Comment pourraisje croire à la mort/ puisque je sais que tu mourras un jour. Prévert.”2 El dolor regresaba para quedarse. Cada respiro era un inspirar blancura y expulsar tachuela. Míster Kentridge se estaba muriendo. La primera dama propuso un té. Pasaban a los bocadillos comentando sin entusiasmo la toma definitiva de la Ciudad por la avanzada del Brigadier Chevremont. En la etapa final de un escabroso conflicto, el nacimiento de la Gran Nación Haitiana del Caribe era un hecho. Justo en ese momento cesó el tintineo en la vajilla de la Dinastía Kagemura; las mandíbulas se detuvieron a mitad del chocolate y los churros. Era el tercer doctor: llegó determinado; avanzando con una fuerza inmarchitable coronada por la sonrisa ancha, casi sincera. Venía escoltado por dos sicarios de La Organización Secreta3-4. La Oese habría movido cielo y tierra dando con el mejor doctor de la ciudad, quien además se preciaba de discreto y diligente. El joven y apuesto Dr. Nasaro era joven, arrebatadoramente joven; tenía ese brillo miel de leche en los labios. Para él, la edad del martirio era todavía una quimera absurda: el mundo era ancho, largo, abarcable… Pidió un café corto, prieto y sin azúcar. A missis Kentridge no le quedó de otra que derretirse. No saludó a los colegas; los despachó con elegancia. Los pobres, entendieron y se fueron arrastrando el bate, con la pena terrible de haber dejado la venganza a mitad. El efebo sacó la sonrisa de los mil toletes junto con el estetoscopio pero no se enganchó el aparato: lo relajó en la siniestra, apostándose en el ruedo de la camilla y buscó la luz que mejor le sentaba: no era un doctor, era un santo. “Confianza, míster.” El Dr. Nasaro corresponde las miradas y el desasosiego en la primera dama. Toma el brazo derecho del convaleciente. Inocula. Saca la jeringa del cuerpo inerte con una calma cariciosa. Missis Kentridge abandona el proyecto de la tejedera: ese hombre es demasiado bello para desperdiciarlo en pespunte. Hay que mirarlo y morirse por él. En él. Luego, el fenómeno: Míster Kentridge recupera de a poco el color y amenaza con un parpadeo. Nasaro no se muestra sorprendido. “Todos lo esperábamos… tantísima fe hemos impartido, era cosa de no pensarse…” Missis Kentridge va de aquí para allá buscando qué decidir, en dónde permanecer. Míster Kentridge mejora sorprendentemente. Las frases intentan formarse desde un recuerdo… lentas señales de ruido y nostalgia se tornean trabajosamente en el cielo de la boca, apretando, empujando desde dentro, cuestión de separar los labios, acondicionarlos a la danza del discurso. “No se esfuerce”, sugiere Nasaro… pero ya es demasiado tarde. “Yo. A usté, qué le hice… cuándo, cómo le falté…” 2. “¿Cómo puedo creer en la muerte/ puesto que sé que te morirás un día?” Prévert. 3. La Organización Secreta es una institución del crimen desde Aquel Tiempo, el Primero. Su líder, Haramis Camilius, es un hombre que siempre anda de traje tan planchado que brilla, guantes kakis y parche rosado en el ojo. El sombrero nunca falta y el acicalamiento del bigote es fundamental, necesario, si que quiere. 4. Mister Kentridge es parte importante del presente de la Oese: supervisa el manejo de las cuentas por cobrar; es un hombre meticuloso y letal: mata con el señalamiento de un dedo.

Las palabras salen tropezadas pero con ímpetu de regreso, de búsqueda de razones; intentos de interpelación, en suma. Nasaro duda un poco. Intenta con la sonrisa; mueve la cabeza, ejercita el recuerdo. Nada. “No que yo sepa, mi estimado.” “¿…Seguro?”, intenta el enfermo con la fuerza acalorada en el dolor que sale por la boca. Luego, el puntazo en el pecho desaparece, dando paso a una tregua mentolada. El doctor se ajusta la corbata; inmerso en una bella confusión de miedo y respeto, juega con el universo de pelusas y calderilla en los bolsillos. Mira por debajo a la missis, quien no puede disimular el gusto; Nasaro se sobrepone, aclara, “No le debo nada, ni un solo pasado. De la única manera que he estado cerca de usted es desde mi admiración.” Míster Kentridge duda un poco del milagro. Sí, el dolor ha cesado; respirar no es ya una proeza. En un gesto sin precedentes, el resucitado despacha a los doctores ultrajados. Nasaro hace repetidas venias, siempre de espaldas a la salida, ignorando la pesadilla. Como relámpago, la mano izquierda del sátrapa se levanta con energía, recuperando el mundo. Los sicarios detienen a Nasaro. Desde la firme siniestra sale el dedo, señalando. La voz es nueva, tiene aura de Tercer Día. “Desaparézcanlo… pero que ni en los centros espiritistas.” La señora deja caer los ojos; es la única que logra ver la cara del muchacho que durante el estupor de la siesta fue quizás hijo o amante, ahora descalabrada por el horror. Míster Kentridge ordena el digestivo y parpadea. Madám Kentridge retoma el laburo. Y vuelve a tejer.

“ENDURE” DE NICOLE MARROQUÍN. BARRO Y CALCOMANÍAS, 2010

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En tinta roja:

Violencia y sociedad en México y Arizona Gerardo Cárdenas

N

o empezó 2011 mejor de cómo acabó 2010. En México y en Estados Unidos, de formas y por razones distintas, la violencia campeó y capturó los espacios públicos, los que deberían pertenecer exclusivamente a la sociedad civil pero que en medio de una lluvia de balas, y de notas de prensa escritas en tinta roja, pasan a manos de una minoría violenta que captura el centro de la escena, y literalmente mata las posibilidades de una cultura de paz. En sólo 8 días nos sacuden tres noticias: dos en México, y una en Estados Unidos. El asesinato de Jaime Almonte, agregado cultural del consulado de México en Chicago, ocurre en un pueblo del estado de Guerrero, en Año Nuevo, en un clásico caso de “estar en el lugar equivocado, en el peor momento”. La noticia estremece a la comunidad mexicana de Chicago, y un detalle en particular nos ilustra cómo la narcoviolencia ha robado al país ciertos espacios: la familia de Almonte no puede recoger inmediatamente el cuerpo de la víctima porque el pueblo donde ocurrieron los hechos está tomado por el narco, y el narco controla los accesos: hasta que ellos no den permiso, nadie pasa. En Acapulco, no lejos del pueblo donde matan a Almonte, amanece el 8 de enero y la población contempla un espectáculo grotesco: 28 cadáveres, de los que 15 carecen de cabeza. Varios cuerpos presentaban notas manuscritas con el nombre de El Chapo Guzmán, uno de los capos más temidos del narco mexicano. El mensaje de Guzmán al resto del mundo es: no se metan conmigo. Pero el mensaje general que trasluce de estos hechos es aún más siniestro, más desesperanzado. El mensaje es que una persona, la que sea, no puede celebrar Año Nuevo con su familia en cualquier pueblo de México, porque el pueblo es del narco, y hay que pedir permiso hasta para circular. El mensaje es que turistas mexicanos y extranjeros, que viajaban a Acapulco en busca de diversión, no pueden hacerlo sin pensar que, tal vez por mala suerte, por accidente, pueden amanecer una mañana decapitados, y usados como tablón de anuncios para el capo de turno. Más de 34 mil personas han muerto en México desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico. Calderón optó por una vía directa –evitando un diálogo a profundidad con Estados Unidos para resolver el problema del consumo al tiempo que se ataca el de la producción y el tráfico. Habrá que preguntarse si Calderón cargará con toda la responsabilidad de esta política fallida,

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o tratará de transferirla a los candidatos a las ya cercanas elecciones presidenciales del 2012. A tiros en Arizona Es irónico que la pista del Chapo Guzmán, que parece tener bajo control el estado de Guerrero, nos lleve hasta Arizona. La DEA ha señalado en varias ocasiones que el Chapo controla las rutas de la droga a través de Arizona. Y eso contribuye a un clima de extrema violencia e inseguridad, en el que se enmarca el atentado del 8 de enero en Tucson, en el que la congresista demócrata Gabrielle Giffords fue gravemente herida, seis personas murieron, y 18 más resultaron heridas. El atentado ha puesto en el centro del debate la pregunta de si en un país como Estados Unidos y en un estado como Arizona, donde impera la cultura armamentista, puede instrumentarse una cultura de la paz. Pocos lugares de Estados Unidos son tan refractarios a una cultura anti-armas como Arizona, y en pocos momentos como el actual ha habido una crispación tan pronunciada en los valores fundamentales del pueblo estadounidense. En la ideología individualista que impera en el inconsciente colectivo del país, si el Estado no puede garantizar la seguridad pública, recae entonces en el individuo la tarea a través de las armas (esto queda consagrado en la Segunda Enmienda Constitucional). El postulado tiene sentido en los siglos XVIII y XIX – el territorio es inmenso y peligroso, el Estado no puede darse abastado para garantizar la seguridad de los colonos que se desplazan masivamente hacia el Oeste. El individuo recurre a las armas para proteger sus derechos individuales y su propiedad. Pero el mismo postulado es ya obsoleto en el siglo XXI. Arizona y Texas son, por excelencia, la encarnación de la última frontera. Aún en el siglo XXI, la frontera entre Arizona y México es la más insegura, la más violenta. No son casuales las referencias a Tombstone, Billy the Kid, y al Duelo en el OK Corral, nombres épicos del Viejo Oeste. La cultura anti-armas, que prospera en las grandes metrópolis, es impensable en la bronca frontera de Arizona, donde conviven narcotraficantes, polleros, inmigrantes indocumentados, rancheros armados hasta los dientes, la Patrulla Fronteriza, e incontables ciudadanos que poseen y portan armas de fuego. Es inevitable trasladar el debate sobre las armas a un contexto político. Desde 2008, el extremismo del Tea

Party se ha combinado con la radicalización de la derecha Republicana, y emulsionado con fuertes capitales privados (banca, iniciativa privada, etc.) La siempre controvertida Sarah Palin, durante las elecciones del 2008, había escogido a la congresista Giffords entre varios de los “blancos” seleccionados por el Tea Party como objetivos electorales. La imagen de la mirilla del rifle, colocada sobre el distrito de Giffords, contiene una carga psicológica enorme. Giffords, por sí misma, es un personaje inusual en la política de Arizona. Judía, Giffords es una demócrata moderada en un territorio republicano, que lo mismo defiende la Segunda Enmienda, que apoya una reforma migratoria. No era la primera vez que la amenazaban. Pero aún ante la necesidad de contextualizar políticamente los hechos de Tucson, la sociedad estadounidense, y en particular los medios de información, se resisten a hacerlo y adoptan de forma casi unánime una clara estrategia: descontextualizar el atentado y despolitizar el discurso. La masacre de Tucson es vista como la obra de un loco que actuó de manera individual, urgido por su percepción distorsionada de la realidad. No hay contexto político, no hay búsqueda de razones en el complejo entramado político, social, económico y cultural de Arizona. Como en los casos de John y Robert Kennedy, Martin Luther King, o Ronald Reagan, el tirador es un ente solitario. La censura traslada los hechos al campo de lo psicopatológico. Es el individuo quien está enfermo, no la sociedad ni el discurso político, por ello es impensable cuestionar la cultura armamentista. La consecuencia de estos hechos de violencia extrema en Arizona es, como en México, la pérdida de los espacios públicos. En los barrios negros y latinos de Estados Unidos, las calles están tomadas por narcos armados; los ciudadanos se encierran en sus casas y sus armas son su única defensa. La policía, garante de la plaza pública, es impotente o indiferente. En Tucson, la congresista Giffords cumplía su labor favorita –dialogar con sus votantes en un espacio público– cuando fue atacada. El espacio público no es igualitario si parte de los habitantes están armados. Las calles son testigos mudos y solitarios del avance de la violencia, y la huida aterrorizada de la sociedad civil. Gerardo Cárdenas, escritor y periodista mexicano, es director editorial de contratiempo.

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Marcos Camacho, Marcola: LÍDER NARCO Entrevista

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n el marco de recientes incidentes de violencia atribuidos a carteles de narcotraficantes en Brasil y en México, reproducimos una entrevista originalmente publicada por el matutino brasileño O Globo con Marcos Camacho “Marcola”, líder de la banda carcelaria de Sao Paulo, denominada Primer Comando de la Capital (PCC). Las frías e inteligentes respuestas de Marcola acercan una idea –aterradora– del futuro del crimen en América Latina. ¿Usted es del PCC? Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas, villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía… ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre “la belleza de esas montañas al amanecer”, esas cosas… Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social ¿Vio? Yo soy culto. Leo a Dante en la prisión.

pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva “especie”, ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común. ¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí tres mil libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país. No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas “con autorización” de la justicia? Es eso. Es otra lengua. Está delante de una especie de post miseria. Eso. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandados son una mutación de la especie social. Son hongos de un gran error sucio.

Pero la solución sería ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de “solución” ya es un error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de Sao Paulo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. ¿O usted cree que los chupasangres no van a actuar? Si se descuida van a robar hasta al PCC. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal del país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta “conference calls” entre presidiarios…) Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

¿Qué cambió en las periferias? Mangos (dinero). Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio… ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y “colocado en el microondas”. Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en “super stars” del crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos “globales”. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros “clientes”. Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos.

¿Usted no tiene miedo de morir? Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme,

¿Pero, qué debemos hacer? Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a “los barones del polvo” (cocaína)! Hay dipu-

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tados, senadores, hay generales, hay hasta ex presidentes del Paraguay en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata? No tienen dinero ni para comida de los reclutas. El país está quebrado, sustentando un estado muerto con intereses del 20% al año, y Lula todavía aumenta los gastos públicos, empleando 40 mil sinvergüenzas. ¿El ejército irá a luchar contra el PCC? Estoy leyendo Clausewitz ,“Sobre la Guerra”. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles antitanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva? Pero ¿No habrá una solución? Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la “normalidad”. No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: “Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno”. Entrevista reproducida por www.tribunachilena.blogia.com, y previamente publicada en español por Insurgente, tras su publicación original en portugués en diciembre del 2006 en el diario O Globo.

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FOTO: SARAH WEEDEN

otro, aunque nos hubiéramos querido mover con mucho mayor entusiasmo ante la presencia de los santos que seguramente nos visitaban gracias al llamado de Pedrito y su grupo. Salsa dura bogotana: La 33 Por un lado se encontraban los bailadores salseros clásicos, desplayando piruetas; por otro lado, los anglosajones y otros espontáneos brincaban con júbilo, y todos gozábamos plenamente del sonido de La 33. Con nombre que identifica la calle de Bogotá donde tienen su sede y donde nació la agrupación, La 33 fue fundada por los hermanos Sergio y Santiago Mejía. La mayoría de sus doce integrantes traen al grupo experiencias previas en jazz, rock, reggae y ska y han mezclado estos elementos con el boogaloo, el funk y el mambo en un marco netamente salsero, lo que resulta en un irresistible sancocho musical. Por un lado los vocalistas le dan un toque dulce a las melodías; por el otro lado, la energía feroz, casi hiperactiva sobre el escenario de los músicos, y la variedad de sus instrumentos, le aportan una textura contemporánea y original a esta salsa cachaca.

El nuevo mestizaje global:

LA MÚSICA LATINA EN GLOBALFEST 2011 Catalina María Johnson

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xisten muchas razones para visitar la ciudad de Nueva York, pero a principios de enero de cada año, le podemos añadir a la lista los centenares de funciones artísticas que se realizan con relación al congreso de la organización denominada Association of Performing Arts Presenters, o APAP, por sus siglas en inglés. Entre la inmensa variedad de alternativas que hay para elegir, se destaca el concierto anual de GlobalFEST, que se conoce por ser vía de descubrimiento de músicos que se encuentran posicionados para un mucho mayor reconocimiento mundial. El festival resulta ser una prolongada fiesta internacional que se lleva a cabo en un solo sitio Webster Hall - pero en tres escenarios diferentes, donde este año, en un espacio de seis horas dieron concierto trece agrupaciones de todas partes del mundo, de los cuales cinco provenían de países latinos. La importante presencia latina en GlobalFEST 2011, se caracterizó por un mestizaje global sin fronteras – música que incorpora desde ritmos electrónicos y cosmopolitas hasta las raíces más puras. GlobalFEST y las actuaciones latinas, de las que hacemos resumen a continuación, se llevaban a cabo ante el triste fondo de la masacre en Tucson, que justo había acontecido el día anterior. Me era imposible no recordar repetidamente las palabras de Leonard Bernstein: “Esta será nuestra respuesta a la violencia: hacer música con mayor intensidad, mayor belleza y mayor dedicación que nunca antes.” Preservador de un patrimonio mundial intangible: Aurelio Martínez Aurelio Martínez, cantante, compositor y guitarrista garífuna de Honduras, en el escenario a ratos dejaba a un lado la guitarra y se movía con soltura eufórica ante los tambores que son instrumento central de la música de la comunidad garífuna, cuyos miembros se encuentran repartidos por la costa caribeña de Belice, Guatemala y Honduras. Afirman los garífunas ser los únicos negros libres de las Américas, ya que sus ancestros africanos escaparon al naufragar los barcos que los transportaban hacia el continente nuevo para ser esclavos, y se mezclaron los sobrevivientes con el pueblo indígena Arawak. Comentaba

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Aurelio con gran pasión que con sus composiciones, eufóricas melodías que incorporan tanto la percusión del África occidental como ritmos caribeños, intenta mantener viva su cultura que aunque fuera declarada patrimonio mundial intangible por la UNESCO en el 2001, va perdiendo costumbres y cantos ante la evangelización de sectas cristianas fundamentalistas en Centroamérica que prohíben tanto el tambor como la danza. De los ancestros al club del mundo: Novalima Novalima nació hace una década como un proyecto colectivo a larga distancia de cuatro amigos de la secundaria, peruanos que de adultos llegaron a residir en Lima, Barcelona, Londres y Hong Kong, y decidieron fusionar percusiones latinas y afroperuanas con beats electrónicos de downtempo, dub y house. Ahora de nuevo en Lima, han incorporado varios músicos tradicionales al elenco y su música ha ayudado a crear conciencia de la importancia cultural de la comunidad afroperuana, minoría marginada que ha luchado siglos contra la discriminación. En su concierto, los instrumentos como el cajón y quijada nos remontaban a los ritmos de esclavos africanos traídos al Perú durante cientos de años coloniales, más sus melodías afrocriollas ya dentro de un contexto musical electrónico y futurista, concuerdan perfectamente con el ambiente de los clubes más cosmopolitas del mundo. El jazz de los Orishas: Pedrito Martínez y su Grupo Pedrito Martínez, percusionista a quien otorgaron el premio Thelonious Monk International Jazz, con su grupo (que por cierto incluye al hijo de Xiomara Laugart, gran cantante cubana) centra su música en ritmos tradicionales de batá-rumba, son y timba, dentro del marco de un jazz muy cubano. Vestido de blanco, ya que es iniciado a la religión Yoruba, Pedrito transmite una linda energía, y acompaña sus cantos y toques con una luminosa sonrisa. Me explicó con gran elocuencia las características de la rumba cubana, y cómo la diana (canto onomatopéyico que inicia la rumba) venía del cante hondo flamenco, haciendo énfasis en la importancia de la vía de comunicación con los espíritus y santos a través de los tambores. En la sala repleta, apenas podíamos mecer el cuerpo de un lado al

Hervor de carnaval: La Orquesta Contemporánea de Olinda Nominada al Grammy Latino 2009 en la categoría de Mejor Álbum de Música Regional Brasileña, esta gran orquesta fundada por el percusionista Gilú, reúne a diez los mejores músicos de Olinda, ciudad en Pernambuco, estado del noreste de Brasil. Su música se centra en el frevo – que significa “hervir”, palabra que ha sido usada desde 1907 para describir la clásica música de carnaval de la región, que se originó con bandas militares. Al añadirle ritmos latinos y bastante funk con algo de ska, la Orquesta, en la que destacan frenéticos soplos y percusión, ha construido una identidad musical muy especial, creando un beat que nos puso la sangre a hervir, pero en el mejor de los sentidos. Para obtener mayor información sobre futuros conciertos en Chicago de los artistas mencionados y escuchar muestras de su música: catalinamariajohnson.com Catalina Maria Johnson es escritora y locutora/productora de programas de música latina para estaciones de radio pública.

FOTO: GUILLERMO FIGUEROA

AURELIO MARTINEZ

NOVALIMA

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Asimismo, en cuanto a quién cubrió las noticias, las reporteras mujeres fueron menos de la mitad de los reporteros hombres, excepto si se trató de cubrir “soft news” (definidas en el reporte como arte, deportes o farándula). Un 70% de los reporteros que cubrieron temas de política, economía, gobierno o temas sociales o legales fueron hombres y un 30% fueron mujeres. Según el monitoreo, un 52% de las historias apoyaron estereotipos de género y un 13% los desafiaron. En un 10% de las noticias las mujeres fueron presentadas como víctimas; comparado con un 3% en que lo fueron los hombres. El reporte destaca que “aún se necesita que los medios cubran más historias de empoderamiento que muestren a mujeres sobrevivientes”. A fin de cuentas, motiva a difundir una imagen más realista y diversa de las mujeres.

OBRA DE PATTY PEIXOTO

Mujeres y medios en EU:

EL DILEMA DE LA REPRESENTACIÓN Fabiola Pomareda

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na reciente y destacada noticia publicada en el Huffington Post narraba cómo las autoridades de una universidad brasileña se echaron para atrás después de que expulsaran a una estudiante por usar un minivestido rosado, muy apretado. La nota hablaba de una chica de 20 años, cuyo vestidito causó un revuelo en una universidad privada. La joven fue expulsada por usar la prenda; pero después de una ola de reacción negativa de parte del alumnado, profesores y sociedad en general, las autoridades revirtieron su decisión, escribía el reportero. La reacción, según el reportero, se da en un país donde la norma es usar tangas (bikinis de hilo dental) en la playa y vestirse de forma ultrareveladora. Esta nota es usada como ejemplo de periodismo estereotipado y tendencioso en un reporte sobre género en los medios de comunicación llamado Global Media Monitoring Project 2010 –específicamente sobre las noticias que sacan los medios en Estados Unidos. En comparación, el reporte destacaba una entrevista a la fiscal general Martha Coakley, publicada en la primera página del Boston Globe, que mostraba a una mujer fuerte y elocuente. La entrevistada hablaba sobre la ley de reforma al sistema de salud, el tema de la mujer y el acceso a la salud

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reproductiva, además de la complejidad de una provisión sobre el aborto. También se incluía la perspectiva de la National Organization for Women a través de una entrevista con su presidenta Terry O‘Neill. El punto es que no sólo se trata de hablar “de las mujeres” en los medios, sino de enfocar las noticias desde un enfoque de derechos humanos y un lenguaje no sexista. El reporte es una iniciativa de la organización United Methodist Women y básicamente dice que la voz, los temas y puntos de vista de las mujeres siguen sub-representados en los medios de comunicación, un problema que se agrega al de la sobrerrepresentación de los estereotipos femeninos. El Proyecto de Monitoreo Global de Medios es una de las investigaciones de mayor trayectoria. Se inició en 1995 cuando voluntarios en 71 países de todo el mundo monitorearon la presencia de las mujeres en noticias de radio, televisión y prensa escrita. La investigación reveló que sólo 17% de los sujetos de la noticia fueron mujeres y que “la equidad de género era un prospecto lejano en cualquier región del mundo”... En Estados Unidos Para el reporte sobre este país se analizaron 173 noticias y se concluyó que las mujeres fueron el 27% de los sujetos de noticias, mientras que los hombres fueron el 73%.

En México Para el reporte de México se analizaron 402 notas y se concluyó que las mujeres fueron fuentes de información y protagonistas de las noticias, sólo en el 20% de ellas. Sin embargo, su imagen se expuso tres veces más que la de los hombres. Asimismo, con mucha frecuencia las noticias fueron presentadas por mujeres pero rara vez trataron sobre mujeres. El 94% de las noticias con los hombres como sujeto estuvieron relacionadas con crimen y violencia; mientras que un 48% de las noticias con las mujeres como sujeto estuvieron relacionadas con espectáculos y cultura. Los resultados señalan que las mujeres son el tema central cuando se habla de su participación política, los cambios en las relaciones y roles de género y la legislación en materia familiar, así como los relacionados con la moda, la cirugía estética y los concursos de belleza. Las mujeres “quedan fuera de temas coyunturales, que en el contexto nacional colocan a las mujeres en condiciones precarias, como es el caso de la militarización, control de la natalidad, crisis económica, educación, explotación sexual comercial infantil y violencia de género, por mencionar algunos”. El reporte dice que un ejemplo de una noticia que refuerza los estereotipos que la sociedad designa a las mujeres es la nota “Cómo educar a los hijos”, transmitida en el noticiero de televisión “Hechos AM” porque las voces que aparecen son de una ama de casa y una especialista. La nota refuerza el argumento: “si se trata de hablar de la educación de las hijas y los hijos, quién mejor que las mujeres para hacerlo pues ellas son las responsables de esta educación”. Este tipo de nota bien podría haber estado en cualquier medio hispano de Estados Unidos. En este contexto, los resultados de este monitoreo nos sacuden. ¿Qué temas y enfoques tenemos sobre la mesa o se están asignando? Suena uno sobre la impunidad en los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas en Chicago; otro sobre investigadoras o científicas recientemente premiadas; nuevas herramientas para atacar la explotación sexual de mujeres inmigrantes; sobre cómo son atendidas las adolescentes que buscan información sobre salud reproductiva en clínicas comunitarias; sobre una nueva guardería para madres adolescentes en una secundaria alternativa... Así que vale la pena preguntarnos: ¿Cuáles son las fuentes para nuestro próximo reportaje? ¿Quiénes son los expertos a quienes vamos a invitar a debatir determinado tema? ¿Dónde están las historias de mujeres que desafían estereotipos? Y sobre todo, ¿dónde va a estar nuestra voz cuando entremos a una junta de pauta editorial y al discutir qué se va a llevar en la portada del periódico una vez más se pida una “imagen de impacto” de alguna actriz semidesnuda? Fabiola Pomareda es periodista radicada en Chicago

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Google eBooks Store,

una revolución tranquila Javier de Ríos

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uando un nuevo actor se interrumpe en escena, el resto se vuelve hacia él con desconfianza. Si además nuestro teatro es el mundo del libro digital, un escenario que no tiene apuntalado ni siquiera cuál va ser su modelo de negocio de cara a futuro, y el actor que acaba de pisar la arena es nada más y nada menos que el gigante Google, la desconfianza viene además acompañada por incertidumbre sobre el futuro del sector. En España, desde donde escribo estas líneas la sensación de incertidumbre, e incluso diría de perplejidad, de la industria editorial es aún más grande, ya que no va a ser un jugador sino dos los que van a irrumpir en el mercado en los próximos meses. Por un lado Google eBooks Store, que ahora mismo agradece nuestra visita con el siguiente mensaje: “Por el momento, los libros de Google eBooks más recientes no están a la venta en tu país”, y nos invitan a descargarnos libros gratuitos y de dominio público, es decir, lo que ya nos venían ofreciendo desde hace tiempo en Google Libros. Y por otro lado también se espera que empiece a funcionar Amazon en España, una empresa que muchos lectores (y consumidores de música, y de videojuegos,..) que actualmente hacen sus compras en Amazon UK o Amazon USA llevan años esperando. ¿Pero qué supone a efectos prácticos la irrupción de Google eBooks Store en el mercado del libro? Para empezar un cambio en la mentalidad de más de un editor; ya que, aunque también se contemplan las descargas, “el plato fuerte” de esta plataforma de venta son los libros en la nube para leer en diferentes tipos de dispositivos o en nuestro ordenador, siempre conectados a Internet. Otro efecto va a ser el aumento del número de títulos, ya que en España se va a empezar a hablar de cientos de miles de libros, cuando hasta ahora se ha hablando sólo de miles (recordemos la ausencia de Amazon por estos lares).

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Un tercer efecto, aunque me temo que no inmediato, es que es irremediable empezar a pensar en un mercado mundial del libro. Es absurdo que un ebook que pueda ser descargado en Estados Unidos no pueda serlo también en España, o viceversa. Es absurdo que algo que puede ofrecer un adolescente con conexión a Internet no lo pueda ofertar una gran industria editorial. Habría muchos más novedades (siempre pensando en el anquilosado mercado editorial español), como por ejemplo la rentabilización de los libros mediante publicidad contextual, la obsolescencia del uso de DRM o cualquier medida que proteja (mal) la obra del autor a costa de perjudicar (mucho) la experiencia de compra y disfrute de la obra por parte del lector, o la libertad de venta para la editorial: es decir, no se les pedirá exclusividad de venta con Google eBooks Store y sus futuras tiendas asociadas. Todas estas novedades “chocarán” con el modelo actualmente imperante generando lo que para mí es una situación apasionante. Muchos de estos aspectos, aunque tal vez estructurados de otra forma los comenta Juan Luis Chulilla en su blog Tinta-e (http://tinta-e.blogspot.com/2010/12/googleeditions-digo-books-lanzado-en.html). Recomiendo la lectura de su post porque él hace hincapié en aspectos técnicos en los que yo no estoy demasiado versado. Otra cuestión interesante en España es la incógnita sobre las editoriales que finalmente se sumen al proyecto. Mientras que en Estados Unidos son más de cuatro mil los editores que se han incorporado a esta plataforma de venta desde el inicio, no tengo claro si entre el centenar de editoriales de las que habla Luis Collado, responsable de Google Books España, se encuentran las más importantes. A nivel europeo, el acuerdo confirmado más interesante es el que tiene como protagonista a la empresa italiana Mondadori.

Para terminar quiero citar un segundo post, este en el blog Libros en la nube (http://librosenlanube.blogspot. com/2010/12/google-bookstore-una-cuestion-de.html) que nos aporta dos apreciaciones interesantes y un dato significativo. El dato es que la tienda de libros de Google está cumpliendo su función: ¡los libros se venden!, por lo que los editores, al menos los primeros que han opinado, están más que felices. Mientras tanto, en España las tiendas de ebooks (y me consta porque he hablado con el responsable de alguna de ellas) que distribuyen los libros de las editoriales integradas en Libranda presentan unas cifras de ventas paupérrimas. Y las apreciaciones tienen que ver con el aporte, con el valor añadido, que hace Google al mundo de las tiendas de ebooks. Si bien como comentan en el citado blog mucha gente pudo sentirse decepcionada en un principio al ver que Google eBooks Store era tan sólo una tienda más, ¿qué esperaban?, no olvidemos que estamos hablando de los creadores del buscador más usado en Internet. La herramienta de la que hoy hablamos responde a la misma premisa que otras de la misma empresa: permitir al usuario encontrar lo que busca; eso supone que cualquier libro, ya sea gratuito o puesto a la venta, sea encontrado con facilidad. Para mí, Google Books Store supone una revolución, pero al igual que está sucediendo con el fenómeno ebook en general no está siendo explosiva, sino lenta y pausada. Una revolución que como todas se cobrará alguna víctima, pero al fin y al cabo una revolución tranquila. Javier de Ríos es blogger y redactor. Mantiene varias webs literarias: www.guiadeconcursos.com, www.ebooksgratis.eu y un blog personal, La viga en mi ojo, www.javiderios.com

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as librerías estadounidenses tienen ya tiempo mostrando en lugares privilegiados los libros de Roberto Bolaño. Debido al Nobel, las ediciones en inglés de los libros de Mario Vargas Llosa aparecieron en las mesas de novedades y de lanzamientos recientes, aunque un poco más tímidamente que las de Bolaño. El libro de Carlos Ruiz Zafón, The Shadow of the Wind (La Sombra del viento), todavía se encuentra en los estantes de best sellers, pero su siguiente libro, Angel´s game (El juego del ángel), fue y vino sin los resultados apetecidos, a pesar de que montañas de ejemplares se dejaron ver a la entrada de las librerías. En ese contexto, la revista Granta lanzó su número sobre los mejores narradores jóvenes en español, The Best of Young Spanish Language Novelists, una muestra de 22 escritores de Latinoamérica nacidos después de 1975. Edición envejecida El número de Granta salió a la venta en los Estados Unidos apenas el 5 de diciembre, pero al ver la revista en los anaqueles, probablemente la sensación para aquellos que están pendientes de la escena literaria latinoamericana fue que la revista llegó demasiado tarde; porque el número estuvo disponible en español alrededor de mes y medio antes, y la controversia sobre la que fue llamada “la lista Granta” ocupó numerosas páginas y discusiones literarias, pero ya había cesado por completo cuando el público estadounidense pudo por fin ver el número. En toda América Latina se discutió sobre la autoridad o no de Granta para decir quiénes son los mejores narradores jóvenes en español; también sobre la validez de las listas en general; se hicieron repasos uno por uno de los nombres presentes en la edición, preguntándose si tienen méritos o no para estar en una lista de los mejores; e incluso se llegó a cuestionar la nacionalidad con que fueron presentados algunos, pues en algún foro en Internet se hicieron la pregunta de si Andrés Neuman debería ser presentado como español y no como argentino. Lo cierto es que de los 22 escritores presentes en la revista, 8 son de Argentina, 6 son de España, 2 de Perú, 2 son chilenos, mientras que Colombia, Uruguay, Bolivia y México tienen un representante. De buenas a primeras, la edición sobre la nueva literatura en español no debería ser vista como uno más de los números de Granta, pues como se pudo leer recientemente en la revista Poets & Writers en un reportaje dedicado a las innovaciones y nuevas estrategias de las editoriales y revistas literarias independientes, la versión en español de la revista es parte principal de la estrategia de crecimiento de Granta. Sin embargo, el número en inglés acerca de los novelistas de habla hispana no se diferencia demasiado de otros, y muestra hasta cierto desprecio por la inmensidad

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Los mejores novelistas jóvenes en español Luis Alejandro Ordóñez y variedad de Latinoamérica cuando se constata que el número anterior, de la misma extensión, estaba dedicado solo a Pakistán. Así, la cantidad de argentinos y españoles contrastada con la ausencia de representantes cubanos, hondureños, dominicanos o venezolanos, entre otros, o que la representación literaria de todo México recaiga sobre los hombros solitarios de Antonio Ortuño, parece más un asunto de estrategia comercial que una auténtica toma de posición sobre el futuro literario de la región. Entonces, la famosa “Lista Granta” debe ser tomada simplemente como una oportunidad para acceder al trabajo de voces nuevas, algunas más conocidas y reconocidas que otras, y con ese objetivo me acerqué a la edición.

Roncagliolo y Lucía Puenzo. Luego, leí los textos cuyos títulos me llamaron la atención, cosa que me llevó a Federico Falco, Patricio Pron, Andrés Ressia Colino, Pablo Gutiérrez y Pola Oloixarac. A partir de ahí, leí la revista en orden, encontrándome con Oliveiro Coelho, Andrés Barba, Rodrigo Hasbún, Javier Montes, Alberto Olmos, Sonia Hernández, Carlos Yushimito, Carlos Labbé, Antonio Ortuño, Elvira Navarro, Matías Néspolo, Andrés Felipe Losano, Samantha Schweblin y Alejandro Zambra. Como conjunto, la selección de Granta parece apostar a una literatura del desencanto urbano, narrado desde las relaciones de pareja y familia, la inmigración, el consumo, el distanciamiento frente al otro y cierto desarraigo respecto al lugar donde se vive o al trabajo que se realiza. La ciudad y la ciudadanía latinoamericana, con todas sus contradicciones y promesas incumplidas, son el germen de esta muestra literaria. Como lector, mi mayor interés lo generaron la ironía y la presencia del patriarca en el texto de Patricio Pron; el uso del juego de ajedrez como guía de la narración en el fragmento de la novela de Matías Néspolo; la forma de narrar el primer enamoramiento en el cuento de Federico Falco; la manera en que el consumo marca la vida de pareja en el relato de Alberto Olmos; y la atmósfera de sordidez en el trabajo de Andrés Barba. Entonces, hice mi trabajo y busqué en Barnes & Noble libros de estos autores, pero sólo encontré en versión para el lector digital Nook un libro de Andrés Barba (Agosto, Octubre) y uno de Patricio Pron (El mundo sin los personajes que lo afean y lo arruinan), ambos en español. En Borders no encontré a ninguno de los cinco autores; en Amazon por supuesto están los libros de cada autor, pero en español y no en versión para el lector digital Kindle. Así, todo el esfuerzo de promocionar en el mercado de habla inglesa a los mejores nuevos novelistas de habla hispana, se estrella contra el hecho de que las traducciones brillan por su ausencia o aparecen con una lentitud ajena al ritmo editorial de estos tiempos. Granta se precia de haber dado a conocer a Jonathan Franzen, Salman Rushdie y Lorrie Moore, entre otros, a través de sus series de nuevos novelistas. Si alguno de los nombres que aparecen en esta muestra de los mejores narradores jóvenes en español llega a ser tan familiar como actualmente lo es el de Roberto Bolaño, seguramente la revista Granta presumirá de haberlo incluido en sus páginas, pero el trabajo de convertir en referencia en el mercado estadounidense a alguno de los integrantes de la “Lista Granta” parece no haber comenzado. Luis Alejandro Ordóñez, venezolano, es miembro del Consejo Editorial de contratiempo.

Plan de lectura Al tener el ejemplar en mis manos, decidí comenzar por los autores que ya conocía: Andrés Neuman, Santiago

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Viajero del siglo: TALENTO EN BUSCA DE EDITOR Chris Gair

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n El viajero del siglo (Alfaguara, 2009) abundan imágenes, temas, y ambientes intrigantes, y señala la llegada de un escritor singularmente dotado con imaginación. A veces se antoja un cuento de hadas, pero otras veces un repaso de las políticas alemanas de principios de siglo diecinueve, una novela del género negro, y aún un largo ensayo sobre poesía. Desafortunadamente, la obra de Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977), según el último análisis, fracasa en su promesa, en gran parte debido a la propia abundancia de ideas y temas y la falta de edición. Sin embargo nos permite ver un singular novelista talentoso al principio de su carrera. El argumento se centra en torno a Hans, un viajero enigmático, que llega por azar en Wandernburgo, una ciudad ficticia de Prusia. Del protagonista nos enteramos muy poco. Su procedencia, su edad precisa, sus motivos, hasta su apellido se quedan en el misterio. Poco a poco llegamos

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a entender que ha vagado por el mundo entero –Europa, Norteamérica, Sudamérica– una hazaña inexplicable ya que tiene menos de treinta años. Gana la vida, solamente cuando se vuelve necesario, como traductor de poesía. La ciudad en sí misma sirve como el personaje más interesante del libro. Lo asombroso de esta novela no proviene del argumento sino de la atmósfera exótica que parece inspirada por Kafka: una mezcla de amenaza, confusión, torpeza, magia e inevitabilidad. Neuman hábilmente ha creado un lugar casi vivo en su misma oscuridad y rareza. Ni el sitio de la ciudad ni la ubicación de sus calles y edificios parecen fijados, un punto destacado por el propio nombre de la ciudad, un juego con la palabra inglesa “wander” qué significa vagar. Agregado a esta calidad, una señal a la entrada advierte y tal vez amenaza a los visitantes que será mucho más fácil entrar que salir de la ciudad, un hecho que el lector inicialmente sospecha que se trata de los movimientos y realineaciones de las calles y edificios. Pero al final se reconoce que resulta del invisible tirón gravitacional del lugar y su gente. Los habitantes sufren una torpeza inexplicable y, como se prevé, los inmigrantes se quedan sin ningún motivo obvio, no por carencia de salidas físicas sino de voluntad propia. La fascinación que se fomenta por la ciudad y su gente no se corresponde con la narrativa, que se puede describir como lenta, sin fuerza, y muchas veces inexistente por completo. La historia se divide en tres partes. En la primera, Hans comienza cada día con la idea de marcharse por falta de alguna razón de permanecer. Mientras tanto, adquiere un surtido raro de conocidos y amigos y hasta una amante. Lentamente rinde su voluntad a la extraña torpeza de Wandernburgo y sus crecientes relaciones con dos personas muy distintas, un viejo y sereno organillero que vive en una cueva y la bella e inteligente Sophie, hija de la burguesía y novia del cacique de Wandernburgo. Sophie celebra una tertulia semanal en la que entre miradas robadas los dos alcanzan un coqueteo recatado.

La segunda parte nos cuenta del avance en la relación a través de juegos de palabras, y se caracteriza por modales escrupulosos que enmarcan una aventura de inesperada ferocidad y casi obsesiva pasión física. Los amantes comparten su tiempo junto entre la cama y el trabajo de traducción literaria que necesita Hans para sustraer su estancia en la ciudad. La tercera parte trata del conflicto entre dos senderos posibles para Sophie, el convencional como esposa futura de su novio Rudi, el cacique de Wandernburgo, y la sorprendentemente moderna posibilidad de autorrealización como poeta y traductora con Hans. Mucho más interesante es el contraste entre las dos tertulias en que se mete Hans. Cada viernes asiste a la tertulia de Sophie, poblada (excepto por Sophie y Hans) por varios personajes estereotípicos, como un tal Mettier, un pomposo profesor de opiniones convencionales y Levin, un judío que intenta ganar aceptación por medio de mimetizar sus ideas con las de su último interlocutor. Hans, un intelectual de verdad, se ve como enemigo de la cómoda regularidad de esos encuentros. La otra tertulia sucede literalmente en la cueva del organillero y consiste en un abigarrado grupo que incluye al organillero, su perro, un campesino y un trabajador de fábrica. Aunque las tertulias están maravillosamente descritas, el autor se enamora tanto de esta herramienta que termina por cansar al lector con su uso. En otras palabras, lo que comienza siendo ingenioso se convierte en una larga marcha a través el barro. La imaginación con que el libro empieza se pierde en la multiplicidad de temas, en una falta de sutileza, y en una narrativa convencional del triángulo formado por Hans, Sophie, y su novio. Sin embargo esperamos con optimismo el próximo libro de un autor muy talentoso. Chris Gair, abogado estadounidense, reside en Chicago

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UNA DEMOSTRACIÓN DE FUERZA:

La situación de la huelga estudiantil en la Universidad de Puerto Rico Beatriz Eugenia Ramírez Betances

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a Universidad de Puerto Rico es el primer centro de enseñanza pos-secundaria en la isla de Puerto Rico. Es la más antigua, la más prestigiosa y la menos costosa. En las últimas dos décadas ha sufrido deterioros; muchos de sus edificios están enfermos. Las estadísticas de graduación demuestran un desgaste en la capacidad de suplir las necesidades del estudiantado. El Recinto que más estudiantes gradúa, el de Humacao, sólo logra el 50%. La burocracia es draconiana debido a la centralización. Los departamentos no tienen control sobre sus presupuestos. Además, con cada cambio de administración gubernamental se elige un nuevo presidente y una nueva Junta de Síndicos (a quienes responde el presidente). Sus puestos administrativos a lo largo de la jerarquía burocrática son políticos. El favoritismo partidista y el nepotismo son la orden del día. El año pasado la UPR quiso imponer un aumento en la matrícula, un cambio a la ley universitaria, y la cancelación de ciertas exenciones de matrícula: las de estudiantes atletas y las de los que participan en grupos que son parte de programas académicos, como El Taller Rodante de Teatro o la Coral de la Universidad. Se cancelarían las exenciones de los que tuviesen beca Pell. Según la administración la situación fiscal universitaria así lo exigía. La Editorial de la Universidad de Puerto Rico está en quiebra, pues se le adeudan millones de dólares. Las plazas docentes están congeladas y no habido ascensos en par de años. Los grupos estudiantiles se organizaron en protestas masivas y en varios paros en el primer semestre del año académico 2009-2010. Alegaban que el problema fiscal se debía a la mala administración y distribución de fondos. Se pidió que se abrieran los libros de finanzas de la UPR. La repuesta de la administración fue negativa. A principios del segundo semestre se dio un voto de huelga. El 21 de abril del 2010 empezó la huelga. Se ocuparon 10 de los 11 recintos y ésta duró hasta el 21 de junio, paralizándose efectivamente todas las funciones en esos recintos. En esos dos meses se dio una guerra mediática entre la administración de la UPR y el gobierno, de un lado, y los

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estudiantes del otro. Al finalizar la huelga los estudiantes la habían ganado. El apoyo a los huelguistas se incrementó con el paso de los días debido al descontento general con los despidos masivos del sector público debido a la Ley 7. Además, se tendieron puentes de solidaridad y cooperación entre estudiantes y profesores. Los profesores a su vez se organizaron como cuerpo para apoyar a los estudiantes. Principio de acuerdo Los estudiantes llegaron a un acuerdo con la UPR por medio de arbitraje. La certificación 98, que eliminaba las exenciones a la matrícula, fue derogada. La cuota adicional para aumentar el costo de la matrícula fue aplazada y se llegó al compromiso de no tomar acciones disciplinarias inmediatas con los líderes estudiantiles. La cuota especial, de $400 semestrales, se implantaría en enero, con retroactividad al primer semestre (se cobrarían $800). Los estudiantes empezaron a reorganizarse, pero esta vez el movimiento estaba dividido. El apoyo a cualquier huelga o paro menguó. Aún así, un grupo mucho más reducido de estudiantes se organizó para imponer una nueva huelga. Esta vez, la respuesta del gobierno y de la administración fue contundente. El día antes de la huelga se retiraron los portones de varios recintos, algunos de los cuales pertenecían a estructuras centenarias. La policía se instaló dentro de la universidad con la excusa de que al estar abierta era vulnerable al crimen. El 15 de diciembre, día decretado de huelga, los recintos amanecieron ocupados por la policía estatal. El efecto psicológico en la comunidad universitaria fue contundente. Desde la huelga sangrienta de 1981 no se veía una demostración masiva de fuerza como ésa. Esta acción por parte del gobierno se vio como desmedida e innecesaria, precisamente por la falta de apoyo que tenían los estudiantes esta vez. Sin embargo, la fuerza de la ley y el orden cayó esta vez con todo el peso de las unidades de operaciones tácticas y la fuerza de choque. Esta ocupación coincide con la política de atropello de los derechos civiles por parte de la policía en Puerto Rico. Este patrón ha aumentado desde el cambio de gobierno y

se ha concentrado en los últimos meses en una criminalización de la juventud. La ocupación de la UPR en particular ha creado un ambiente hostil, violento y de desconfianza dentro de la comunidad universitaria. Por ejemplo, ahora para entrar al Recinto de Río Piedras hay que mostrar identificación personal a los policías. La violencia ha incrementado tanto de parte de la policía como de parte de civiles estudiantes. Un problema ha sido que en la huelga anterior un grupo de estudiantes cubrían su rostro para evitar ser identificados. En la huelga de este momento ha habido incidentes de violencia y vandalismo de parte de individuos enmascarados. Los líderes estudiantiles han repudiado estos incidentes y nadie ha tomado responsabilidad por ellos. Ambos incidentes fueron filmados y sin embargo la policía, que se presume que estaba presente, no tomó acción al respecto. En los días posteriores la policía arrestó a líderes y activistas estudiantiles que no estaban enmascarados y que no estaban incurriendo en ningún delito. El pasado 12 de enero fueron arrestados ocho estudiantes, que estuvieron detenidos por horas en los precintos, para luego ser liberados sin formulárseles ningún cargo. Mientras esto ocurre, se restringe cada vez más la libertad de expresión dentro del Recinto de Río Piedras. La UPR, en medio de toda esta situación, está tratando de restablecer la normalidad de su acreditación por The Middle States Association. En este momento diez de sus once recintos están en probatoria, provocada según el informe de esta entidad, por la falta de liderazgo, fallos en su gobernabilidad, y la incapacidad para balancear el presupuesto y cumplir con la oferta académica. La política neoliberal del gobierno actual y su mano dura para la ley y el orden han resultado en la vulnerabilidad y precariedad institucional del primer centro docente de la Isla. Han tomado una institución necesitada de reforma y la han desestabilizado aún más. Beatriz Eugenia Ramírez Betances, puertorriqueña, académica de la Universidad de Puerto Rico,

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tiempodesobra

DICCIONARIOS HUMORÍSTICOS Marco Escalante

C

Benjamín Anaya González

contrafoto

asi por azar, descubrí hace más de veinte años mi primer diccionario humorístico. Era una recopilación de frases más o menos jocosas que incidían sobre todo en temas universales. Abundaban las definiciones del amor, la vida o la muerte; y las mismas no eran necesariamente definiciones, podían ser aforismos, anécdotas o simples ocurrencias sobre cualquier fenómeno humano, pero con un giro inusual de perspectiva. Tenían la función de sacarnos del letargo. Su efecto era un sobresalto mental, o si nos mudamos a lo físico, un atisbo de la carcajada. Así, en aquella trabajosa recopilación del doctor Maurice Maloux, se encontraba la siguiente “definición” de la palabra editor: “Había un editor que, cansado de recibir tantos libros, decidió escribir una carta general de rechazo, que aplicaba por igual a cada caso. En la misma, decía sucintamente: ‘Mi querido amigo, su libro es a la vez bueno y original. Pero la parte buena no es original. Y la parte original no es buena’”. Reí tanto cuando leí esto, que aún puedo citarlo de memoria, pues aquel diccionario se quemó en el incendio de mi apartamento hace más de una década.

Antes de ingresar a la universidad, merodeando por las librerías ambulantes de Lima, me topé con mi segundo diccionario humorístico, que también se quemó en el incendio citado. Como el anterior, éste recurría muy a menudo a Chamfort y a otros ingenios franceses, pero sumaba a Machado, Gómez de la Serna o Peman; o marchaba más atrás para recuperar Quevedo. Era bueno este diccionario, aunque a veces abusaba del estereotipo, sobre todo en la definición de nación: “El francés enamora a las mujeres, el inglés se casa con ellas, el americano las compra y el ruso las viola”. Su definición de la fealdad es algo que siempre recuerdo: “Es una pena que le falte belleza a culo de tan buena voluntad” –el autor: obviamente anónimo. Un amigo peruano me introdujo al tercer diccionario: el Diccionario del Diablo, del gran Ambroce Bierce. Para entonces, este diccionario ya no era una rareza. Circulaba en ciertos corredores universitarios, y aunque no habían muchos ejemplares, la copia fotostática era un notable recurso. A diferencia de los otros, este diccionario no es una recopilación de frases ajenas. Es un trabajo arduo de la

imaginación de un solo individuo. Muchas de sus mejores definiciones son largas, y aquí debo limitarme al dístico: Espalda: parte corporal de tu amigo que tienes el privilegio de contemplar cuando la fortuna te abandona. Felicitación: acto civil de la envidia. Corsario: político de los mares. Matar: crear una vacante sin nombrar un sucesor. También este diccionario se quemó, pero es fácil encontrarlo en Google, y en su idioma original, el Inglés. Desde aquel incendio que tantas veces menciono, no he vuelto a toparme con un diccionario humorístico. Abandoné además a los escritores joviales que entonces veneraba: a Chesterton, por ejemplo. Dejé de reír y sonreír y me sometí al reloj otoñal de la melancolía por razones que no es válido explicar en esta página. Sólo debo enumerar mi encuentro accidental con ciertas definiciones fatales. Ya viviendo en Chicago, hace más o menos una década, me enteré de la existencia de un sujeto que andaba preparando un libro de calistenias verbales. Practicaba el arte de la definición humorística, y como era bueno y sagaz, mis amigos de entonces le dieron un espacio en la vieja revista “Zorros y erizos”. Al principio yo pensaba que el sujeto en realidad no existía. Pensé que se trataba de cierto amigo cuyo don principal era el humor negro. Pero este amigo no sabía matemáticas. Y nuestro fantasma sí. Mi vieja afición por la Geometría me llevó directamente a la desgracia cierta tarde de verano. Andaba yo corrigiendo algunas páginas de “Zorros y erizos”, cuando de pronto tropiezo con la calistenia verbal de ese mes. El sujeto había incluido una definición mortal: Piburón: Relación geométrica entre el perímetro de un escualo y el diámetro de su región abdominal. No sé qué me pasó. A la sonrisa sucedió la risa, a ésta la carcajada convulsiva. Después vino un ligero mareo y mi corazón perdió su brida. Mi amigo Raúl Dorantes me llevó al hospital Rush a toda velocidad. La consecuencia fue dramática: tres intentos de cardioversión fallidos y una convalescencia de siglos. Penoso. Desde entonces sólo me he aferrado a mi diccionario de la Real Academia, soporífero pero seguro. Hasta que cierto día, por motivos de trabajo, hallé un diccionario de Español-Inglés de la universidad de Cambridge. Se trataba de un diccionario especial, enfocado en el uso diario del idioma y por ende en sinónimos prohibidos, marginados o tratados con excesiva cautela. Yo sinceramente pienso que este diccionario perdió el rumbo en cierto momento, que una mano oscura, un editor malévolo tal vez, o un compadrito de barrio, metió mano antes de mandarlo a la imprenta. No tengo problema con sus sinónimos obscenos, sino con sus ejemplos: Culo: poto, ojete, rabo, tafanario, nalgas, posaderas. Ejemplos de uso: “Esa tía tiene nalgas poderosas”, “La comida estaba tan picante, que me dejó el ojete al rojo vivo”, “De tanto estar sentado, se me ha borrado la raya del poto, ¿me prestas un lapiz”? No invento los ejemplos. Por educación, cito los más suaves. Si algún lector cayó por accidente en este artículo y quiere pruebas de lo que afirmo y cito, le dejo mi teléfono: 773 815 3570. Marco Escalante, escritor peruano, reside en Chicago.

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