Contratiempo 29 • Octubre 2005

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contratiempo chicago, illinois

n煤mero 29

octubre 2005

12 de Octubre: La otra perspectiva

Festival Internacional de Cine

Participaci贸n latina en Wisconsin

Celebraci贸n de las

lenguas de Am茅rica


3 Editorial

mesa directiva Frances R. Aparicio, Gregory X. Gorman, Jochy Herrera, Roberta Piedra, Moira Pujols

directora ejecutiva Moira Pujols

director editorial Raúl Dorantes

consejo editorial Ricardo Armijo, José Castro Urioste, Raúl Dorantes, Jorge Frisancho, Juan Mora-Torres, Francisco Piña, Julio Rangel, Febronio Zatarain

10 Y todavía estoy aquí danzando Susana Avitia Chávez

5 Cristóbal Colón, historia e identidad indígena Entrevista con Ward Churchill Juan Mora-Torres y Francisco Piña

11 La Amazonía ecuatoriana, botín de las petroleras Ramón Vera Herrera

6 El otro rostro indígena de los Estados Unidos Susan Gooding

11 El movimiento mapuche autónomo: Su lucha en vivo Gloria Muñoz Ramírez

7 Mujer y poeta ojibwe Denise Sweet

Febronio Zatarain

Julio Rangel

9 Los zapatistas: La segunda fase Immanuel Wallerstein

4 Concheros y neoindigenismo en Chicago Cindy Martínez

jefe de redacción de dossier corrección de pruebas

dossier

13 Un yoeme en Chicago Ricardo Santos Hernández

8 La mirada indígena: Chiapas en video Julio Rangel

diseño Francisco Piña

asistente editorial y administrativo

latiNidaD

Carlos Jaime

14

Más allá de lo tradicional: Historiador destaca participación de latinos en Wisconsin Instituto de Estudios Latinos de University of Notre Dame

arte Montserrat Alsina, Alfred Arroyo, Tim Arroyo, Roberto Ferreyra, Jeff Abbey Maldonado, Tony Martínez, Liliana Pérez-Reynolds, José Luis Piña, Pete Rodríguez, Ricardo Santos Hernández, Gabriel Villa, Rebecca Villarreal

fotografía de portada Francisco Vásquez, Chiapas Media Project/Promedios: www.promedios.org

fotografía Chiapas Media Project/Promedios, José Guzmán, Leah McClellan © contratiempo NFP 773.769.2923 1434 West Thorndale Avenue Chicago, IL 60660

16 Porque soy la fuerza de lo inombrado; Adónde irán mis nuevos cantos; En este suelo habitan las estrellas Elicura Chihuailaf 17 ¿Cómo somos?; Las aguas del lago Juan de Dios Yapita

deshoras 18 La luna se muere; Jarro viejo Humberto Ak’abal 19 Papalote; Tu amor; Pelota de voz Briceida Cuevas Cob

mirada cómplice 20

22 Seis variaciones acerca del amor; No lograrás lastimarme Víctor Terán 23 Cartas australes Ricardo Armijo

Pilsen abre sus puertas al arte Kari Lydersen

Para obtener más información sobre las distintas secciones de la revista, publicidad y clasificados, servicios editoriales o suscripciones, escríbanos a info@revistacontratiempo.com

tiempo extra

Vida y obra de

Marcos Raya

27 Ni femenino ni masculino sino todo lo contrario Willy Lizárraga 27 Ser gay Entrevista con Nila Marrone Iván Torrijos 28 El color de Oaxaca y “el árbol de la vida” Delia Negro

De venta en: El Museo de Bellas Artes Mexicanas (1852 W. 19th St.) Librería Girón (1443 W. 18th St.) Barbara’s Book Store (1218 S. Halsted) Raya’s Studio (2201 S. Halsted)

31 El living de Juana Josefina Ratto 32 La literatura peruana en torno al mundo andino Blas Puente-Baldoceda 32 Alarma de pensadores americanos Leda Schiavo 33 Un pergamino que reinventa a Juana la Loca Ceida Fernández-Figueroa

29 Una quinceañera en el Millennium Moira Pujols

34 La Catrina con K om ulloa

30 La Carmen: Estereotipo, arquetipo, leyenda negra León Leiva Gallardo

34 Katrina: Un caso de crisis de identidad Josefina de Abad

35 El Festival Internacional: Oportunidad para ver el mejor cine Febronio Zatarain 35 My Nikifor Érika Buchancow 36 La casa de mi abuela Raúl Dorantes 37 Cartas del lector

tiempo de sobra 37 Taquicardia Graciela Reyes

37 Como quien quiere ser el que se es Jochy Herrera


Editorial E

l sacerdote Napuc Tun auguró la llegada de un holocausto de proporciones bíblicas. Hablaba de una gran destrucción que tendría como resultado la pérdida de vidas y muchos años de sufrimiento. Predijo que el mundo maya entraría en un estado de descomposición: Arderá la tierra y habrá círculos blancos en el cielo. Chorreará la amargura, mientras la abudancia se sume. Arderá la tierra y arderá la guerra de opresión. La época se hundirá entre graves trabajos. Cómo será, ya será visto. Será el tiempo del dolor, del llanto y la miseria. Es lo que está por venir.

Napuc Tun escribió esta profecía en Los libros de Chilam Balam de Chumayel poco después de la conquista española de los mayas yucatecos. Y la profecía se cumplió. Para los pueblos indígenas, esta pesadilla ya lleva más de 500 años. Desde el 12 de octubre de 1492, en América no ha habido gente que haya recibido peor maltrato y que haya sufrido tanto como los indígenas. Su historia de opresión es parte de su memoria colectiva. Acaso a manera de disculpa por los siglos de oscuridad en que han vivido 300 millones de indígenas, en 1994 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó la Década Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo (1994-2004). Esta declaración reconocía el derecho de los pueblos indígenas a reclamar las tierras perdidas, la autonomía cultural, la igualdad ante las leyes nacionales y su derecho a la autodeterminación. Como muchas de las declaraciones y decisiones de la ONU, la Declaración de los Derechos Indígenas se ha convertido en otro documento simbólico, principalmente porque los países con poblaciones indígenas considerables no han mostrado ningún interés en hacerlos efectivos. Si acaso, lo único logrado fue el reconocimiento —largamente esperado— de que el reclamo de tierras y la autodeterminación de los pueblos indígenas son legítimos. El llamado “Descubrimiento de América” ha significado para los pueblos indígenas cinco siglos en los que han sufrido esclavitud, hambre, pestes, etnocidio, discriminación, violencia, explotación laboral y despojos de tierras y recursos. Su holocausto empezó cuando Cristóbal Colón llegó al Caribe hace 513 años. En los primeros 50 años de contacto en el Caribe, las guerras, las pestes y la esclavitud masiva aniquilaron a toda la población indígena (taínos, siboneys y caribes) de estas islas. Por razones similares, la población de México se redujo de 25 millones a 1.2 millones durante el primer siglo de colonialismo. Los indígenas fueron objeto de este holocausto a cualquier lugar al que llegaron los europeos. De entre 40 a 100 millones de indígenas, que habitaban las Américas antes de 1492, sólo un pequeño porcentaje sobrevivió la conquista y la colonización. Uno de los grandes mitos sobre los pueblos indígenas es que las conquistas fueron tan brutales y la opresión sub-

siguiente tan deshumanizadora que perdieron la voluntad de resistencia, al grado que su impotencia ante sus opresores los llevó a aislarse del mundo. La historia realmente prueba lo contrario; ésta muestra que nunca los pueblos indígenas han aceptado dicho yugo y que nunca se han rendido del todo ante el opresor. En el Chilam Balam de Chumayel se dice: Falsos son sus Reyes, tiranos en sus tronos, avarientos de sus flores.. ¡golpeadores de día, afrentadores de noche, magulladores del mundo! Torcida es su garganta, entrecerrados sus ojos; floja es la boca del Rey de su tierra... No hay verdad en las palabras de los extranjeros...

Substitúyase reyes por presidentes en este párrafo y la declaración sigue siendo verdadera para los pueblos indígenas. El gobierno de los EE.UU. por ejemplo, entre 1785 y 1866 firmó más de 400 tratados con los pueblos indígenas y cada uno de ellos ha sido violado, corroborando que “no hay verdad en la palabra de los extranjeros”. En sus esfuerzos por sobrevivir, uno de los rasgos de los pueblos indígenas ha sido su habilidad para adaptar su lucha por la tierra y la autodeterminación a los distintos momentos históricos. También se han mantenido activos en las diversas luchas nacionales: en México, los indígenas formaron parte de las filas de los ejércitos de Hidalgo y de Morelos, y en la Revolución se integraron a las filas de Emiliano Zapata. Los aymaras y los quechuas destruyeron las grandes haciendas y eliminaron a los señores feudales durante la Revolución Boliviana de 1952. En tiempos más recientes, los mayas de Guatemala constituyeron la base del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP). En nuestros tiempos, los pueblos indígenas se han adaptado —quizás mejor que otros— a la llamada “globalización neoliberal”, cuyo fundamento primordial es eliminar al máximo posible la participación del estado y otorgarle el poder a las grandes corporaciones. Los movimientos indígenas de nuestros días llamaron la atención internacional el

Bibliografía recomendada:

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2. 3. 4. 5. 6. 7.

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo Cartas de relación, de Hernán Cortés Hernán Cortés, de José L. Martínez Visión de los vencidos/Visions of the Defeated, de Miguel Leon-Portilla La Conquista de América. El problema del otro, de Tzvetan Todorov Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, de José Carlos Mariátegui Espejo mexicano, de Enrique Florescano

10. 11. 12.

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“Yo no soy un aculturado”, de José María Arguedas Hombres de maíz, de Miguel Ángel Asturias Balún Canán, de Rosario Castellanos México profundo: Una civilización negada, de Guillermo Bonfil Batalla Bury My Heart at Wounded Knee: An Indian History of the American West, de Dee Brown 1491: New Revelations of the Americas Before Columbus, de Charles C. Mann

primero de enero de 1994, cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional tomó varios pueblos de Chiapas bajo el lema “Basta Ya”. En la pasada década se llegaron a formar movimientos políticos importantes tanto en México y Guatemala como en Ecuador, Perú y Bolivia, los países con las poblaciones indígenas más grandes. Se han organizado partidos políticos y organizaciones masivas, se han convocado huelgas y protestas, se ha practicado la desobediencia civil y, en el caso de México, la insurrección armada. El movimiento Pachatutik de Ecuador ha emergido como una poderosa fuerza electoral, sobre todo en áreas rurales. Su victoria más importante hasta ahora ha sido colocar la “cuestión indígena” en el centro de las políticas nacionales. No hay manera de seguir silenciando a los pueblos indígenas. Hoy por hoy se valen del internet, de las cámaras de video y de los teléfonos celulares para estar mejor organizados. Asimismo, han conseguido unir sus luchas a los movimientos sociales internacionales, sobre todo a los movimientos contra la globalización neoliberal. Ya llegó a su fin la Década Internacional de los Pueblos Indígenas. Y a pesar de que han ganado terreno político, la década estuvo lejos de dar los frutos esperados, como fue reportado recientemente en un estudio del Banco Mundial. En éste se afirma que en su década los pueblos indígenas no progresaron. Más bien, siguieron manteniendo los records de pobreza, de discriminación, de mala educación y de mortandad por falta de atención médica. Las corporaciones y muchos de los estadistas ven la creación de una utopía basada en el libre mercado. Los máximos perdedores en este nuevo juego económico son los pueblos indígenas. Ante eso, contratiempo apoya la Declaración de los Pueblos Indígenas de la ONU y hace un llamado para que esta declaración se haga realmente efectiva.

14. On the Justice of Roosting Chickens: Consequences of American Conquest and Carnage, de Ward Churchill 15. Blood Meridian: Or the Evening Redness in the West, de Cormac Mccarthy 16. Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, de Rigoberta Menchú, Elisabeth Burgos-Debray 17. Nuestra arma es nuestra palabra, del Subcomandante Marcos


Concheros y neoindigenismo en Chicago Cindy Martínez

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egún Roberto Ferreyra y Susana Avitia Chávez, en 1521, Cuauhtémoc proclamó: “Guarden sus tesoros en lo más profundo de sus corazones, cierren las casas de canto. Vendrá un tiempo de noche, de reposo, pero vendrá el tiempo donde el sol salga debajo de las piedras y habrá una nueva generación de mexicanos que hará resurgir el movimiento”. Como ellos, muchos piensan que el tiempo de reposo y de espera está llegando a su fin. Por eso, se han entregado en cuerpo y alma a esta profecía. En estos tiempos de pesadumbre, los jóvenes están llenos de ansiedad; ésta los lleva a buscar un lazo con el pasado para sentirse parte de algo. Claro, esto no es nuevo en el mundo latino de Chicago, pues una búsqueda similar se dio en la década de 1970 en el movimiento muralista en Pilsen. Mientras Mario Castillo llevó la simbología prehispánica al terreno de lo abstracto, Aurelio Díaz se mantuvo en lo concreto: “comenzó a pintar indios, indias, águilas, maíz y a los mexica”, me comenta José Uribe. También se dice que Díaz diseminó en Pilsen lo que sabía de las culturas indígenas, en especial lo relacionado con “el camino rojo”. Para José, “Aurelio fue el primero por estos rumbos que se clavó en el misticismo indígena”. Poco a poco se empezó a escuchar de temascales, velaciones, de ceremonias donde se fumaba la pipa y se comía peyote y, sobre todo, de la Danza del Sol. Para los que fueron a danzar con los lakota, algo encontraron por allá porque no regresaron igual. Aurelio Díaz siempre se sintió orgulloso de ser un indígena purépecha aunque en sus cuadros se pintara como un tlatoani nahua. Para él también era muy importante que la gente descubriera lo mexica que llevaba dentro. Cuando el mexicano ha estado ante el umbral de la desesperación, tiende a regresar a las raíces prehispánicas. Lo vemos durante las luchas de independencia, luego en las décadas posteriores a la Revolución Mexicana; ya en los años sesenta se ven algunos destellos en el movimiento estudiantil, pero lo vemos brillar a plenitud en la propagación de las tradiciones concheras mexicanas. También en los sesenta, los

Grupo de danza Nahui Ollin en el desfile de1 15 de Septiembre en la calle 26, en Chicago. 4

contratiempo

jóvenes mexicoamericanos, despertados por la lucha de los trabajadores agrícolas, buscan sus orígenes en la tierra que habían abandonado los aztecas: Aztlán. Estos jóvenes se autonombraron chicanos, palabra despectiva para referirse a los mexicanos más pobres que trabajaban en la tierra en la frontera sur de los Estados Unidos. Ya en los años ochenta, con la publicación de la biografía de Frida Khalo, se da una nueva estética. La resurrección de Frida ayudó a que muchas mujeres exploraran su identidad como mexicanas y regresaran sin empacho a sus prendas tradicionales. Ahora el neoindigenismo ha resurgido, y se ve tanto en los escaparates de Marshall Fields como en las calles de Pilsen o La Villita donde, de vez en cuando aparece una Lila Downs. En Pilsen, algunos jóvenes se juntan debajo del águila en la placita Tenochtitlán para danzar, tocar tambores y escuchar la palabra del tata Uribe. Para algunos formar parte de este movimiento indígena que se autonombra “El tiempo del caracol”, no significa reunirse solamente para platicar, sino para sentir la energía del Universo y de sus elementos, y encontrar la forma de fundirse con ellos. Los sacrificios también son parte del crecimiento; algunos ayunan, otros renuncian a la pachanga para participar en una velación. Algunos jóvenes prefieren a los concheros tradicionales, pero otros buscan algo no tan tradicional. La danza conchera se remonta a los tiempos de “la invasión española”, donde ellos combaten contra sí mismos para alcanzar un nivel espiritual. El nombre conchero viene de la guitarra que tocan mientras danzan, que está hecha de una concha de armadillo. El armadillo hembra tienen solamente cuatro armadillitos y éstos representan los cuatro puntos cardinales. Los concheros salvaron lo que se pudo de la conquista y lo preservaron durante siglos. “Los concheros eran un grupo cerrado, solamente realizaban sus ceremonias entre ellos, pero a partir de los años sesenta se abrieron para que las tradiciones siguieran”, comentó Roberto Ferreyra. Se dice que los concheros, para preservar sus tradiciones, tuvieron que incorporar imágenes cristianas a sus rituales; debido a este sincretismo pudieron preservar sus costumbres precolombinas. Ahora bien, para algunos jóvenes esta combinación de tradiciones indígenas con tradiciones católicas crea un conflicto y les genera muchas preguntas sobre la actitud de los concheros tradicionales. “Los jóvenes que le están entrando al indigenismo en Chicago dicen: ‘ya basta con todo esto’. Nosotros somos mexicanos y nos llamamos mexicas, y vamos a retomar nuestras tradiciones, pero sin elementos católicos”, me explica Susana. Las diferencias que surgen

entre ambos grupos, llevan a formar otros grupos indigenistas o de danza que tienen una visión “más pura de sus antepasados en cuanto a lo sagrado”. Lo que sí se encuentra entre ambos grupos concheros y otros grupos indigenistas —como El tiempo del caracol— es una búsqueda legítima tanto de una identidad perdida como espiritual. “La danza es un ritual, una meditación, una oración. La danza es la conexión con el universo y las fuerzas creadoras”, declara Susana y me explica que cuando se decidió a danzar era porque el vacío que la consumía no la dejaba ni respirar, y la danza fue una forma de revivir. Otros dicen que danzar es aprender a volar y acercarse a lo sagrado. Pero lograr ese estado no es fácil. Para algunos, la danza conchera no es más que un ejercicio aeróbico, y para otros una plegaría a la Virgen de Guadalupe. Por eso es que su vestuario se ha vuelto parte del look indígena. Pero ¿dónde queda el lado espiritual? ¿Dónde queda la conexión con el universo? Tal vez llegue más tarde o quizá nunca. Pero cuando se reproducen las faldas a lo Khalo o los gabanes “chichimecas” sin tener conciencia de lo que representan, ya no se trata de llenar cierto vacío, sino de volverse parte de una moda. A lo mejor dichas contradicciones son parte de la búsqueda juvenil que quiere llenar el vacío espiritual dentro de una cultura que tiene la capacidad de volverlo todo mercancía. Es difícil saber si la multiplicación de guayaberas, rebozos, eslóganes en las playeras, joyería con simbología indígena y soles aztecas tatuados en la piel de los jóvenes, sean símbolos de un reencuentro con las raíces o sean producto de una campaña publicitaria para la moda del otoño. Cada joven que está por aceptar que en sus venas corre sangre indígena, tiene el optimismo de pertenecer a algo más grande, pero también el desconsuelo de descubrir su identidad mutilada; identidad que es contradictoria, confusa y que lo lleva a llenarse de preguntas; y aunque las respuestas no sean tan claras como quisiera, no deja de buscar algo para llenar el vacío que lleva adentro. “Hay un vacío que ha dejado la religión cristiana y ese vacío es espiritual. Es un vacío que tiene que llenarse, lo sepan o no, consciente o inconscientemente” declara José Uribe. Cuando el carro, la ropa, el party no satisfacen el corazón de los jóvenes, ven en el neoindigenismo un árbol del que pueden agarrarse aunque sea por un tiempo. Es quizá por esto que el neoindigenismo vive un auge.

Cindy Martínez: Estudiante de antropología en la Universidad de Illinois en Chicago.


Cristóbal Colón, historia e identidad indígena Entrevista con Ward Churchill Juan Mora-Torres y Francisco Piña

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uan Mora: El 12 de octubre se “celebrará” en Latinoamérica y Estados Unidos la llegada de Cristóbal Colón. ¿Qué representa esta fecha para los pueblos indígenas? Una celebración de genocidio. El proceso europeo de adquisición, por así decirlo, del continente americano tuvo un efecto secundario. De hecho, habría sido imposible sin el efecto de aniquilación tanto física como cultural de los pueblos indígenas. Así que, cuando se festeja la llegada de Colón, el establecimiento de Europa en América y el proyecto colonial, por definición se está celebrando el genocidio de la población indígena. La anti-celebración podría considerarse como un tipo de defensa de los derechos civiles, y no como algo relegado al pasado, sino como un proceso continuo. La defensa de derechos civiles podría interpretarse como una acusación formal contra el genocidio. Y aunque hay celebraciones en casi toda Latinoamérica, en Cuba, por ejemplo, no encontramos este tipo de celebración y, de hecho, en Venezuela observamos una anti-celebración. De modo que, en Norteamérica, se tiene una población monolítica, aunque no necesariamente sea ése el caso en el Caribe o en Sudamérica. Juan Mora: La Organización de las Naciones Unidas proclamó la década de 1994 a 2004 como la Década Mundial de los Pueblos Indígenas. ¿Qué importancia tiene esta proclamación de la ONU? Fue simbólica y constructiva: un simbolismo favorable. Como medida no es más que un formulismo, pues la ONU no ha adoptado medidas de manera realmente uniforme. El resto de los interesados tardó más de 15 años en lograr tan sólo que Estados Unidos accediera a usar la palabra “pueblo” o “pueblos” en el sentido de “pueblos indígenas” y no de “población” del mundo. Esto se debe a que, en el derecho internacional, los términos “pueblo” o “pueblos” automáticamente implican derechos y otras cosas, como la libre determinación. Todos los “pueblos” tienen la facultad de ejercer su derecho a la libre determinación. En cambio, las “poblaciones” son consideradas como grupos minoritarios que forman parte de entidades más amplias, pero que no necesariamente tienen derecho alguno a la libre determinación.

Francisco Piña: Actualmente, cuando se habla de los indígenas norteamericanos en los medios de comunicación, todos escuchamos hablar de la identidad y hasta de la “falsa identidad” de algunos de ellos. Un buen ejemplo de esto es el artículo The Newest Indians de Jack Hitt publicado en la revista dominical del diario The New York Times hace unas semanas. ¿A qué se debe esto? Las personas de raza blanca se la pasan diciéndonos quiénes somos, qué debemos ser o qué significa ser indígena. Lo hacen en nuestro nombre. Pero lo que está detrás de esto realmente ejemplifica algo, ya que, como parte del proceso de adoptar una sociedad unilateral que designa y define el arte que todos practican, surge un conflicto. La tradición occidental europea parte del supuesto de que esta premisa es el medio principal por el cual se puede crear la ilusión de que ésa es la condición natural, de que la autoridad se determina por la superioridad de una explicación científica sobre otras formas y modalidades de conocimiento. Lo que revela ese artículo del New York Times es la aseveración de que mediante el análisis del ADN es posible determinar científicamente si alguien es en realidad de ascendencia indígena. Lo anterior se contrapone a las creencias que los indígenas siempre han tenido, es decir, que esto se determina por la historia oral

Ward Churchill. transmitida de una familia a otra. Si una familia se considera indígena, quiere decir que tiene esa historia y esos antecedentes; y dentro de la comunidad también se le considera así gracias a la historia oral. Mientras tanto, quienes no son indígenas vienen y nos hacen análisis de ADN. La “superioridad” del “conocimiento científico del otro” nos quita el derecho a ser lo que somos. Los pueblos indígenas eran incluyentes y hasta celebraban matrimonios intergrupales. Permitían a individuos pertenecientes a otros grupos integrarse a los suyos. Por ejemplo, hubo una época en que la tribu mohawk estuvo conformada por más indios huron que mohawk. De manera que, si alguien asegura tener sangre 100% lakota, no es cierto. Si alguna vez ha habido algo para definir genéticamente a los indios lakota, ese algo no ha existido en los últimos 14,000 a 15,000 años, pues este grupo indígena continuamente desposaba a sus integrantes con miembros de las tribus cheyenne, omaha, etc. El ser lakota es una definición cultural y política de identidad, mas no una definición genética: nadie puede tener sangre 100% lakota. Los indígenas jamás reducen su identidad a una rúbrica racial. Somos culturas vivas y las culturas vivas cambian. Ahora nos hemos organizado ya por líneas de parentesco. Si mi esposa es negra, seguirá siendo de mi familia y seguirá siendo parte de mí mismo, ¿me explico? Juan Mora: Al menos aquí en Chicago, entre los mexicanos y los chicanos se está dando un movimiento entre los jóvenes para regresar a sus raíces indígenas. Por ejemplo, periódicamente llevan a cabo danzas aztecas. También ha habido un movimiento entre personas de origen puertorriqueño que desean buscar sus raíces taínas. ¿Qué nos puedes comentar al respecto? ¿Es

posible retroceder al pasado o reclamar algún tipo de identidad perdida? No sé si quieras llamarlo un retroceso o un movimiento hacia delante, pero de cierta forma se trata de la penetración de una falsa conciencia. A mí me tocó vivir el replanteamiento que se hizo en los años sesenta: a veces duro y acertado, a veces confuso, pero otras veces totalmente erróneo. Corky González, por ejemplo, planteó la noción de la identidad chicana como una confluencia de mitad español y mitad indio, ya sea por relación sanguínea o cultural. Pero yo he estado en España y nunca he visto a nadie por allá que se parezca a Corky, salvo por algunos moros. No sé ustedes, pero yo estudié aritmética en la década de los cincuenta. Si estudiamos la historia, veremos que quienes llegaron a esa zona fueron los mexicas y que, durante 200 años, hubo un cuarto de millón de “españoles”, si se usa este término en su sentido genérico. Ahora bien, si desglosamos esta cifra, tenemos que había de 70,000 a 80,000 moros con apellidos como Salazar que estaban saliendo de España, más o menos el mismo número de judíos conversos y unos 70,000 castellanos. Todos ellos (alrededor de un cuarto de millón de personas) trajeron consigo aproximadamente 300,000 esclavos negros de África en calidad de pertenencia personal. Es decir, tenemos 550,000 personas procedentes de Europa como resultado de lo que estaba sucediendo allá en aquel entonces. De ellas, 70,000 eran realmente de origen europeo (los castellanos). Así pues, el influjo consistió realmente en sefarditas africanos, judíos y africanos de la región subsahariana. El total de quienes vivían del otro lado del Atlántico asciende a 25 o 30 millones de indios. No sé qué tipo de aritmética o matemáticas avanzadas deban usarse para tomar a 70,000 personas de un grupo, compararlas con 400,000 de contratiempo

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otro grupo y decir que el primero es el factor predominante; o para tomar aproximadamente medio millón de un grupo y compararlo con 25 millones de otro grupo y decir que es mitad y mitad. No conozco a muchos chicanos o personas de ascendencia mexicana nacidas en los Estados Unidos que se identifiquen actualmente de esa manera; tampoco conozco a ninguno que sepa alguna lengua indígena y hable español. Volvamos a la importancia de la identidad o de la relación con lo que es predominante, pero que ha sido reprimido por la historia. Esto no los hace a todos aztecas. Hubo muchos pueblos indígenas que rigieron México, y la mayoría de ellos quedaron perdidos en la mezcla. Si bien esto indica un poco de falsa conciencia, también podría traer consigo una mayor claridad. En cuanto a los puertorriqueños, en realidad no sé nada. Cuando estuve en Puerto Rico, las personas que me recibieron me informaron que al otro lado de una serie de colinas había un grupo de gente que habitaba una pequeña población y se identificaba como un grupo de ascendencia taína; pero en realidad no era así, puesto que desconocían el significado de ser taíno. En realidad no tengo mucho conocimiento de esta dinámica para comprender cómo van a hacer los puertorriqueños para volver a adherirse a algo sustancial. Juan Mora: Entonces, ¿a qué se debe esta búsqueda de una identidad previa al contacto? Bueno, ni siquiera estoy seguro en cuanto al retorno a formas de identidad previas al contacto. No sé como puedan introducirse éstas, ya que lo que tenemos son tradiciones vivas, y las tradiciones evolucionan dependiendo de las circunstancias. Esto es, podemos ser un pueblo tradicionalista, pero entendemos las tradiciones en función de lo que está a nuestro alcance. Que yo sepa, no hay nadie en Norteamérica que realmente pueda remontarnos a una época previa al contacto, ya que ha habido siglos de intervención en los que nos hemos ido adaptando a las circunstancias. Es decir, a menos que nos obliguen, no vamos a volver a vivir en cabañas rústicas ni nada por el estilo, pero sí vamos a retener cierto conocimiento elemental de los valores que se nos han transmitido, y eso lo aplicamos al mundo en que vivimos.

Juan Mora-Torres: Profesor de historia en la Universidad DePaul. Es autor de The Making of the Mexican Border. Francisco Piña: Originario de Tequisquiapan, Querétaro. Reside en Chicago.

Ilustración de Theodor de Bry 6

contratiempo

El otro rostro indígena de los Estados Unidos

Jerry Smith, líder espiritual habla sobre el movimiento minero Anishinaabe. Foto: Superior Broadcast Network.

Susan Gooding

N

o soy más que una humilde gringa que escribe estas líneas desde una pequeña comunidad indígena al norte de Chicago, cerca de esa “otra” frontera que separa los EE.UU. y Canadá. Pero me permito afirmar sin vacilación que los EE.UU. no puede ubicarse en un panorama mundial en estos tiempos de guerra sin que se mencionen factores geopolíticos inseparables e irreducibles de la relación dialéctica entre la América indígena y no indígena. Dicha propuesta dista en extremo de los manidos argumentos sobre la indigeneidad que circulan en los EE.UU.; las desgastadas narrativas cuya fuerza radica precisamente en considerar la América indígena como un factor inconsecuente en el frente nacional e irrelevante, básicamente inconcebible, en el panorama mundial. Desde luego, tiene relevancia que en estos mismos instantes helicópteros Blackhawk y Apache estén disparando misiles Tomahawk de uranio empobrecido contra Irak y Afganistán. Esta desapercibida costumbre de bautizar las máquinas de matar estadounidenses con “nombres indios” parece sugerir una estrategia de intervención en los deslucidos debates que tienen lugar en los EE.UU. A mi modo de ver, en estos tiempos de guerra, para establecer la relevancia de la América indígena resulta fundamental explorar las genealogías fracturadas de nombres que no pueden reducirse a una única trama. Ya que los matices locales son un elemento esencial del entorno indígena, les comunico que escribo estas líneas desde una de las varias comunidades indígenas a las que los EE.UU. han impuesto el nombre Chippewa; una de las diversas comunidades Chippewa que acaban de emerger victoriosas tras décadas de lucha violenta por el derecho a cosechar cultivos autóctonos, plantas medicinales y otros recursos presentes en sus territorios reservados, que ocupan grandes extensiones de tres estados de los EE.UU. Aun cuando los medios y las cortes enfocaron estos hechos como un conflicto local de “indios contra blancos”, dicha lucha fue avivada en gran medida por las multinacionales mineras, temerosas de ver su acceso ilimi-

tado a la riqueza subterránea restringido por los “derechos de los indios”. Sin duda, como sucede con casi todas las genealogías que surgen en la relación dialéctica entre la América indígena y no indígena, la dicotomía entre “indios y blancos” a duras penas resulta suficiente. Esta fórmula racial simplista y su concepto asociado, la “colonización de asentamiento”, encabezan las tramas que difuminan los complejos rangos ocupados por indígenas en redes de comercio globalizado y luchas por los recursos naturales que son tan antiguas como la modernidad colonial. A modo de aclaración, permítanme explicarles que Chippewa es una derivación anglosajona del nombre francés Ojibwe; ello se debe a que los franceses fueron los primeros europeos que se encontraron con estos pobladores, quienes en la actualidad residen en tres provincias canadienses y cinco estados de los EE.UU., excediendo con creces los límites fronterizos y el imaginario de ambos países. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, primero los franceses y posteriormente los ingleses dependieron por completo de los Ojibwe, quienes se desempeñaban como astutos intermediarios en el comercio globalizado de pieles y cueros que jugó un papel de primer orden en la colonización de Norteamérica. Primero los franceses y posteriormente los ingleses, adoptando una postura deliberada contra el espectro de las crueldades de España, emprendieron importantes alianzas y guerras entre indígenas y no indígenas, así como tratados verbales de índole comercial y bélica —de los que queda constancia—, que representaban una forma violenta aunque recíproca de colonización que no involucraba el asentamiento. Seguramente, la mayoría de los que


viven en este país nunca ha oído hablar de una comunidad que se autodenomina anishinaabe, y que ésta constituye lo que posiblemente sea el mayor grupo indígena de Norteamérica, con más de 150 comunidades en los EE.UU. y Canadá. Probablemente tampoco haya oído hablar de los tratados mediante los cuales los anishinaabe “reservaron” sus derechos a territorios estratégicos de Norteamérica, ni de tratados similares firmados por las Tribus Confederadas de Colville, desde cuyos territorios también escribo a menudo. El nombre mismo, Tribus de Colville, puede considerarse un icono de los vínculos coloniales que no involucraban el asentamiento o iban más allá del mismo. Y es que este nombre “indoamericano” proviene de un tal Andrew Colville, quien fuera “capo” del comercio de pieles británico en el siglo XIX. Así pues, las Tribus de Colville se distinguen por ser la única comunidad indígena bautizada por los EE.UU. con el nombre de un personaje no indígena que, irónicamente, era directivo de una multinacional radicada en Gran Bretaña. Pero mi intención al mencionar el nombre Colville es enfocar otros ritmos coloniales que van más allá del asentamiento y que están estrechamente vinculados con la dependencia continuada de los EE.UU. con respecto a la América indígena, llevándonos directamente a Irak. Y es que dicho nombre debe evocar, ante todo, el espectro de la presa Grand Coulee ubicada en la reserva Colville —hasta hace poco la mayor presa hidroeléctrica del mundo. Los presidentes estadounidenses Roosevelt, Truman, Eisenhower, Nixon, Carter y otros literalmente abastecieron la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, y establecieron formas contemporáneas de poder estadounidense y mundial, en función de la presa Grand Coulee. Más allá de su destacado papel en el establecimiento de Boeing y otros integrantes del complejo militar-industrial que surgió en la costa del Pacífico como respuesta a la Segunda Guerra Mundial, la presa Grand Coulee se “distingue” por haber abastecido a la Reserva Nuclear de Hanford, que en la actualidad constituye el depósito de desechos con el más elevado nivel de toxicidad de todo Occidente —y que durante años disfrutó en secreto de patrocinio estatal. Hanford se ubica en territorio Wanapum, al que el río Columbia une con territorio Colville situado río arriba, y allí fue donde se procesaba el uranio extraído principalmente por los indígenas Navajo-Diné en su reserva antes de usarlo en armamento que iba a ser puesto a prueba en territorio shoshone. Si nos atenemos al vaivén de “lo estadounidense” en el panorama mundial, Grand Coulee, Hanford y muchos otros escenarios

de la relación dialéctica entre la Ameríca indígena y no indígena, no son tan sólo la fuente de las bombas que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki. Son los lugares de origen de gran cantidad del uranio ya reciclado que los EE.UU. emplea para armar sus misiles Tomahawk y otro armamento… el supuestamente inocuo uranio empobrecido que se deposita, mientras escribo estas líneas, en el organismo de hombres, mujeres y niños iraquíes y afganos, y de las fuerzas multirraciales de los EE.UU. y de la coalición que libran guerras “contra el terrorismo”. Así pues, existen lazos genealógicos directos y en absoluto románticos que vinculan a las máquinas estadounidenses para matar que llevan nombres indígenas idealizados con los cuerpos y destinos de los indígenas estadounidenses, sus vecinos no indígenas, los soldados estadounidenses, y los iraquíes y afganos. Y sin embargo, reto a los lectores a que identifiquen, entre las recientes críticas de la izquierda contra la guerra de Irak y el “imperio de los EE.UU.”, siquiera una referencia a esta o cualquier otra genealogía relevante en el contexto de la América indígena. Les reto a nombrar un artículo que mencione, por ejemplo, que fue en plena fiebre del petróleo en 1923 que los EE.UU. se inmiscuyeron abiertamente por primera vez en un cambio de régimen, ante la negativa de firmar un contrato con Standard Oil por parte de líderes religiosos Navajo-Diné reconocidos democráticamente. Fue en ese momento (prácticamente en la misma época en que los Estados Unidos actuaban clandestinamente para socavar la nacionalización de la industria del petróleo en Irán tras la Primera Guerra Mundial) que los EE.UU. intervinieron unilateralmente para instaurar un nuevo Consejo Navajo (que firmó el contrato con Standard Oil) y establecer un régimen constitucional interino. A raíz de estos eventos se instituyeron a lo largo de los EE.UU. cientos de gobiernos constitucionales indígenas fundamentados en la dicotomía religioso/secular. Lo relevante es que en nuestros tiempos está teniendo lugar un espectacular (aunque completamente ignorado por los medios) movimiento de reforma constitucional a lo largo de la América indígena, que en gran medida involucra la dicotomía religioso/secular. Lo relevante es que integrantes de las Tribus de Colville y sus aliados no indígenas, amparándose en los derechos de caza y pesca legalmente reservados por los Colvilles, recientemente impidieron que su reserva se usara para la minería de oro por lixiviación con cianuro, lo que significa que cientos de toneladas de cianuro no serán transportadas por las autopistas de los EE.UU.

Mujer y poeta ojibwe Mi nombre es Denise Sweet y pertenezco a la nación ojibwe. Mi reservación se encuentra al norte de Minnesota, se llama White Earth, pero cuando tenía entre ocho o nueve años, mi familia y yo nos mudamos a Wisconsin. Así que me identifico como una mujer ojibwe y quizá porque soy poeta la lengua es muy importante para mí. El lenguaje define lo que uno es y si uno no sabe su lengua nativa solamente se es un descendiente cultural. Creo que sí se puede reconstruir la identidad con otros elementos, pero para mí el lenguaje es muy importante. Y quizá por eso uno de los problemas más serios que enfrentan los jóvenes es que ven irrelevante su identidad indígena. No me gusta decir lo siguiente, pero muchos se identifican como indígenas solamente cuando ven una ganancia económica. No todos se sienten así, pero muchos se van por ese lado. Retomando el tema del lenguaje, es muy difícil mantenerlo porque generalmente quien lo pierde es porque no fueron criados en una comunidad indígena. Al mismo tiempo puedo entender por qué todos aquellos que pretenden ser indígenas y no lo son, pretenden serlo; a estas personas les tengo compasión. Una de las prioridades de la nación ojibwe es asegurarnos que nuestras tradiciones continúen, que sigamos preservando el lenguaje y que nos mantengamos como una nación soberana, o sea, como naciones independientes del gobierno. Esto es lo más difícil porque muchos de nuestros hermanos indíge-

Lo relevante es que la comunidad Anishinaabe al norte de Chicago recientemente logró que se cancelaran los planes de abrir una mina de cobre-cinc por lixiviación con cianuro en las proximidades de su reserva, basándose en recientes victorias relativas a derechos protegidos por tratados y, finalmente, mediante la compra del terreno destinado a la mina con lucros derivados de su casino. A mi modo de ver, también es relevante que los líderes Anishinaabe, entre los que se encuentran muchos veteranos de guerras de los EE.UU. en el extranjero, recurrieran con soltura tanto a argumentos de carácter mitológicohistórico sobre plantas, peces y animales, como a tratados legales de gran erudición y retórica antibélica basada en la conciencia de que la minería está directamente vinculada al estallido de guerras en todo el planeta. Y definitivamente tiene relevancia, en vistas de que el régimen “temeroso de Dios” de Bush ha diseñado nuevos planes para violar los tratados internacionales mediante el desarrollo y la puesta a prueba de nuevas armas nucleares “inteligentes”, que veteranos diné de guerras estadounidenses y luchas por los recursos naturales recientemente hayan prohibido la minería de uranio en su reserva; y que los shoshones, a quienes se considera la nación más bombardeada de todo el mundo bajo el régimen de pruebas nucleares de los EE.UU., hayan logrado recientes victorias contra los EE.UU. en la Corte Interamericana en materia de tratados. Estos acontecimientos de alcance supuestamente local exceden con creces las narrativas sobre “colonización de asentamiento”, víctimas indígenas y culpa nacional, así como el contorno de los argumentos prevalecientes sobre Irak por parte de la derecha y también de la izquierda. En nuestro panorama mundial mediatizado, alcanzarían un impacto mucho mayor si la izquierda dentro y fuera de los EE.UU. rechazara seguir siendo cómplice del consumo olvidadizo, romántico y peligroso de la América indígena.

Susan Gooding: Candidata a doctorado por la Universidad de Chicago, miembro graduado del Centro de Estudios Legales de la Escuela de Leyes de la Universidad de Wisconsin, maestra en el Colegio Comunitario Lac Courte Orielles Ojibwe. Ha escrito en publicaciones especializadas de leyes y ciencias sociales en los Estados Unidos. Aprecia la invitación a opinar sobre temas indígenas en los Estados Unidos y lamenta no haber escrito este texto en español. Traducción: Susana Galilea

nas no saben lo que quiere decir soberanos. Como guardadora de las aguas debo asegurarme que el agua se mantenga limpia para nuestros hijos porque aunque no sé cuántos miembros tiene la nación ojibwe, lo que sí puedo asegurar es que somos el tercer grupo indígena más grande en los Estados Unidos. Desgraciadamente, la mayoría de nuestra gente vive en áreas donde es muy difícil crear trabajos o industrias. Por ejemplo, los navajo están asentados en medio de un desierto y muchas de las reservaciones se usan como depósitos de desechos tóxicos, los nativos de Alaska están peleando porque se mantenga el ambiente puro pero, al mismos tiempo, no hay trabajos. Hay oportunidades limitadas para el desarrollo económico y a los hijos no les queda otra que buscar un escape. Los indígenas en este país tienen los niveles más altos de suicidio, alcoholismo, adicción a las drogas, embarazos juveniles. Si nuestros jóvenes dejan la secundaria, sólo uno de cada cinco regresa a la escuela. Yo soy muy afortunada de ser profesora y tener la oportunidad de viajar, pero soy un caso particular. Mucha gente nuestra vive debajo del nivel de pobreza y los casinos no han sido la solución para que la gente salga de la pobreza; han ayudado, pero sólo en algunas áreas. Y si hay algo que celebrar este 12 de octubre es nuestra resistencia y nuestra habilidad de sobrevivir al genocidio. Entiendo que mucha gente desprecia a Cristóbal Colón, pero yo necesito mantener mi corazón sano y celebro nuestra habilidad de ser una cultura que sigue creciendo porque de otra manera la rabia y el resentimiento me dominarían.

Denise Sweet, ojibwe: Poeta y profesora en la Universidad de Wisconsin, en Green Bay contratiempo

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La mirada indígena: Chiapas en video Julio Rangel

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l video como herramienta alterna a las vías establecidas de la información y el arte, ha permitido a todo tipo de sociedades la posibilidad de contar su propia historia, relativizando así las jerarquías que los monopolios informativos establecen sobre lo importante y lo trivial, lo que “existe” y lo que no. El Chiapas Media Project (CMP), con base en Chicago, tomó forma gradualmente como una manera de dar a los indígenas de las regiones zapatistas de Chiapas, y después a los indígenas del estado de Guerrero, los medios para documentar su cultura y transmitir su mensaje, revirtiendo el tradicional punto de vista informativo que viene de fuera y ve lo que quiere ver de estas comunidades (por prejuicio, paternalismo intelectual o mala conciencia). A lo largo de casi diez años el CMP/Promedios ha ofrecido a cerca de 200 indígenas equipo y entrenamiento para producir y editar su propio material: cámaras, computadoras, programas de edición y ahora internet vía satélite. Actualmente, tienen cuatro centros regionales en Chiapas y uno en Guerrero que hacen producción y postproducción digital en audio y video. Esto ha resultado en 22 videos para distribución internacional y cientos más para consumo interno (asuntos municipales, grabación de juntas, etc.) El trayecto comienza con la inquietud de Alexandra Halkin, videasta que en 1995 viajó a Chiapas para hacer un documental sobre la caravana de ayuda humanitaria que viajaba a las regiones zapatistas, en el tiempo de mayor tensión en el área, cuando acababa de darse una ofensiva militar que reprimió y desalojó a los rebeldes de algunas áreas y con el fenómeno del neozapatismo aún resonando en los medios de todo el mundo. “Noté de inmediato que la gente estaba interesada en la tecnología del video”, recuerda Halkin, “me preguntaban sobre mi cámara, cómo funcionaba, cuánto había costado.” La inspiración surgió tiempo antes, en mitad de los ochenta en Chicago, cuando Alexandra entró en contac-

“Me preguntaban sobre mi cámara, cómo funcionaba, cuánto había costado.” Foto: CMP to con un grupo que trabaja en la India, The Self-employment Women Association, que ofrece equipo de video y entrenamiento a campesinas de bajos recursos, muchas veces mujeres analfabetas, que hacen videos sobre los proyectos de su cooperativa. “Cuando estaba con los zapatistas, pensé: estas personas deberían contar su propia historia, no deberían depender de los medios masivos para contarla” dice. Comenzó por hablar con gente de las comunidades y con miembros de ONGs, que trabajaban allí. La gente estaba muy interesada, así que ella tenía que encontrar la manera de hacerlo. Este proceso le tomó un par de años. Organizó con un grupo de

“Los soldados ven que traen cámaras de video y preguntan, ¿de dónde robaste esto?” Foto: CMP 8

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gente en México un proyecto de intercambio, que reunió a jóvenes de Chicago que trabajaban con el video con jóvenes indígenas de Oaxaca y de la ciudad de México. Obtuvieron entonces una beca del Fideicomiso para la Cultura México-Estados Unidos y el proyecto comenzó a andar. Es quizá muy pronto para evaluar el impacto de estas tecnologías en la vida diaria de las comunidades indígenas, pero algo que queda claro en estos videos es que la noción de autoría, el glamour del cineasta autor, es prácticamente inexistente. “Los videos que son hechos esencialmente para distribución internacional pasan por una serie de discusiones” explica Halkin. “No es que un videasta tenga una idea y diga ‘lo voy a hacer’. Es una discusión comunitaria, municipal, regional. A veces la idea viene de un videasta en particular, pero se discute con autoridades locales o cualquiera que sea la estructura, o a veces viene de las autoridades y se discuten con la comunidad. Todos son hechos por consenso.” El material por lo general documenta sus proyectos sustentables, sus cooperativas agrícolas, cafetaleras y textiles, o busca crear conciencia hacia el respeto y la igualdad de género. Asimismo el video y el internet vía satélite han resultado muy útiles en la vida cotidiana de los indígenas, pues como dice Alexandra, “en vez de subir un montón de gente en un camión y llevarla a una reunión, ahora puedes transmitir la reunión en vivo por internet, e incluso interactuar”. A estas alturas es una obviedad hablar del aporte del video como arma de denuncia, pues en nuestro contexto estamos ya familiarizados con este empleo de las tecnologías de registro. En las comunidades zapatistas, sin embargo, esto ha cobrado una particular importancia. “Por ejemplo” explica Alexandra, “una vez cerca de La Garucha los militares llegaron y fueron expulsados por la comunidad. Los militares


estaban arrojando unas piedras grandes a la gente, que tuvo que huir corriendo. El video es muy curioso porque la persona que lo grabó era uno de los que estaban corriendo y la cámara aparece sacudiéndose.” El video alcanzó a grabar al ejército lanzando piedras, y dado que durante el ataque un niño pequeño fue herido en un ojo y tuvo que ser hospitalizado y operado, la grabación fue de vital importancia. El juez, al ver este video hizo que el ejército pagara una indemnización a la familia y las cuentas del hospital. Otro video grabado en el norte de Chiapas resultó en el arresto de unos 16 líderes paramilitares “No fueron encarcelados por mucho tiempo” aclara Alexandra, “tal vez sólo un par de días y los sacaron.” Alexandra cuenta que hubo casos en que los militares llegaban, veían a alguien con una cámara de video en la mano y se retiraban. La presencia de cámaras induce un cambio en el tono de las relaciones entre el ejército y los lugareños. “La comunidad siempre ha tenido problemas”cuenta Alexandra, “por ejemplo, al pasar un puesto de revisión, los soldados ven que traen cámaras de video y preguntan, ¿de dónde robaste esto? Cosas así”. Pero en general no ha habido oposición al uso de cámaras, ni se le ha visto como algo subversivo. “Creo que la actitud general del Gobierno es ‘bueno, es sólo un montón de indios, ¿qué van a hacer con el video? ¿Quién querría ver esto?’”. El CMP se expande y de Chiapas ha dado el salto a la costa suroeste de México, a Guerrero, uno de los estados más pobres del país, con un largo historial de violencia y represión. Allá fueron en 2000 a producir un video para el centro de derechos humanos Miguel Agustín Pro Juárez, sobre el grupo de campesinos ecologistas liderados por Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, que lograron expulsar a la empresa transnacional ‘Boise Cascade’, entregada a la tala inmoderada de la región. Ellos fueron encarcelados bajo cargos espurios y torturados, hasta que la presión de la opinión pública logró liberarlos. CMP trajo su programa a la región, y nuevamente se repartieron cámaras y se organizaron talleres para que los propios campesinos puedan hacer sus documentales. “Guerrero es un contexto muy diferente” concede Halkin. “Es mucho más difícil organizarse allí. Los zapatistas están verdaderamente organizados, no es tan dificil.” El proyecto sin embargo ha prendido. Alexandra a menudo viaja a otros países sudamericanos y a universidades estadounidenses para hablar de esta experiencia e intercambiar impresiones con personas que trabajan con estas tecnologías en comunidades indígenas de otras latitudes. Ahora bien, ¿por qué Chiapas y no una reservación de los Estados Unidos, por ejemplo? “Bueno” responde Halkin, “creo que porque Chiapas es un lugar ‘sexy’. Los zapatistas son ya figuras de la cultura global popular. Capturan la imaginación, son verdaderamente brillantes en sus maneras de explicar en qué consiste su resistencia. Aquí es más complicado; ir a trabajar a una reservación no es fácil”. Así, con distribución internacional y el paulatino reconocimiento, como el reciente Premio Reebok a los Derechos Humanos, otorgado por su trabajo en Guerrero, el CMP consolida una red de trabajo audiovisual que busca el empoderamiento de los más olvidados en la escala social, los indígenas.

Los zapatistas: La segunda fase Immanuel Wallerstein

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a rebelión zapatista de Chiapas viene siendo, desde 1994, el movimiento social más importante del mundo: el barómetro y la chispa de movimientos antisistémicos en el globo entero. ¿Cómo es posible que este modesto movimiento de indios mayas perdido en una de las regiones más empobrecidas de México haya ejercido tanta influencia? A fin de responder tal interrogante, debemos remontarnos a 1945 y revisar los anales históricos de los movimientos antisistémicos dentro del orden mundial. A partir de 1945 hasta aproximadamente mediados de los sesenta, los movimientos antisistémicos (o la Vieja Izquierda) —los partidos comunistas, los partidos socialdemócratas, los movimientos de liberación nacional— experimentaron un ascenso por todo el mundo, asumiendo el poder en un amplio abanico de naciones. A pesar de cabalgar a todo galope, justo cuando parecían haber alcanzado la cúspide del triunfo universal, se tropezaron con dos piedras en el camino: la revolución mundial de 1968 y el resurgimiento de la derecha. Aunque las manifestaciones de protesta de los revolucionarios de 1968 contra el imperialismo yanqui se dieron por todo el mundo, su descontento contra los movimientos de la Vieja Izquierda también se hizo evidente. Si bien era cierto que los movimientos de izquierda habían asumido el poder, para los estudiantes y obreros militantes de 1968, la Vieja Izquierda había fallado en su promesa de llevar el mundo por una dirección más democrática

e igualitaria. Para llenar ese vacío, la generación del 68 fundó nuevos movimientos (ecologista, feminista, de identidad nacional); no obstante, ninguno logró movilizar ese tipo de respaldo masivo que recibieron los movimientos tradicionales durante el período posterior a 1945. Además, tras un empeoramiento de la situación económica mundial, la derecha internacional toma impulso reafirmando su posición. Entre los gobiernos neoliberales más notables se encuentran, por supuesto, los de la señora Thatcher y Ronald Reagan. Sin embargo, algo de mayor relevancia quizás fue la capacidad que tuvieron el FMI y el Tesoro estadounidense para obligar a la mayoría de países gobernados todavía por la Vieja Izquierda a dar marcha atrás en sus políticas económicas, forzándolos a cambiar de importaciónsubstitución del desarrollismo a exportación-orientación a la expansión. Con el colapso del último bastión de gobiernos de la Vieja Izquierda entre 1989 y 1991 —los regímenes comunistas de la URSS y sus satélites de Europa Central y Oriental— la creciente desorganización de los movimientos antisistémicos (tanto de la Vieja como de la Nueva Izquierda) los llevó a la cúspide del desencanto y pesimismo en cuanto a su habilidad para transformar el mundo. Justo cuando la corriente ideológica neoliberal parecía haber alcanzado su cima a mediados de los noventa, la marea comenzó a cambiar, y se produce la revolu-

Para adquirir videos visite www.promedios.org Julio Rangel: Escritor mexicano radicado en Chicago.

“Los zapatistas son ya figuras de la cultura global popular.” Foto: CMP contratiempo

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ción zapatista del primero de enero de 1994, siendo ésta un factor decisivo en el proceso. Los zapatistas flamearon en alto el estandarte de los grupos más oprimidos de la población mundial, los pueblos indígenas, reclamando su derecho a la autonomía y bienestar propio. Es más, lo hicieron no con la idea de exigir la toma de poder dentro del estado mexicano, sino con miras a obtener el control de sus propias comunidades, con la venia y el reconocimiento formal del Estado mexicano. Mientras la fase militar de la rebelión se apagó rápidamente con un cese al fuego, en lo político supieron llegarle a la “sociedad civil” de México, para luego extenderse por todo el mundo. Convocaron a conferencias “intergalácticas” en las selvas de Chiapas con la participación de una nutrida concurrencia integrada por militantes e intelectuales de todo el planeta. Al asumir el poder un nuevo presidente mexicano en el año 2000 (desbancando el decrépito movimiento “revolucionario” que había gobernado el país por más de setenta años), los zapatistas marcharon a la ciudad de México para exigir al gobierno federal que cumpliera de una vez los acuerdos pacifistas de 1996 (conocido como los Acuerdos de San Andrés). Ante la apatía del poder legislativo mexicano, a pesar de que los zapatistas contaban con el apoyo masivo de la “sociedad civil”, retornaron a sus comunidades de Chiapas y comenzaron a autogestionar de manera unilateral su autonomía indígena con el establecimiento de gobiernos democráticos —si no de jure, de facto—, y de instalaciones sanitarias y sistemas escolares propios. Pero siempre bajo el ojo vigilante del ejército mexicano, el cual constituye una amenaza potencial para la supervivencia de esta estructura de facto. La relevancia de los zapatistas trascendió los estrechos confines de Chiapas e incluso de México. Se convirtieron en todo el mundo en el modelo de lo posible para los otros. La elección de gobiernos populistas o de izquierda en la mayoría de países suramericanos en los últimos cinco años se debió en parte a la mecha encendida por el modelo zapatista. Si los manifestantes lograron descarrilar la reunión de la OMC de Seattle en 1999, a la que siguieron con protestas similares en Génova, Québec y otras ciudades así como este año en Gleneagles fue, en gran medida, gracias a la inspiración de los zapatistas. Cuando en el primer Foro Social Mundial de 2001 se volvió a capitalizar el renacimiento de la lucha antisistémica, los zapatistas fueron un ejemplo heroico. No obstante, los zapatistas proclamaron repentinamente una alerta roja en junio de 2005, exhortando a sus comunidades a dejar sus aldeas y congregarse en la selva para una “consulta” masiva de la base. ¿A razón de qué?

Subcomandante Marcos. Foto: Raúl Ortega Según ellos, simplemente ya no pueden darse el lujo de sumirse en una espera indefinida mientras el Estado mexicano hace caso omiso de las promesas contraídas una década atrás en los acuerdos pacifistas. Manifestaron que estaban listos a “arriesgar lo poco que habían ganado” (en otras palabras, la autonomía de facto limitada que no cuenta con una base jurídica) a fin de intentar algo nuevo. Los zapatistas declararon haber alcanzado el final de la primera fase de su lucha, y que había llegado el momento de pasar a la segunda fase, acotando que ésta sería de naturaleza política y no armada. En las tercera y última secciones de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, pronunciada el 30 de junio de 2005, los zapatistas nos dan una clara indicación del lineamiento político que proponen. No se hace mención alguna de ningún tipo de partido político, ya sea de México o de algún otro sitio. Más bien proponen a la izquierda del mundo que pugne por sus derechos, que los zapatistas están con ellos. Mencionan además la creación de una vasta alianza política en México: somos indios pero

Y todavía estoy aquí danzando

Susana Avitia Chávez: Danzante azteca 10

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En 1995, fui a Casa Aztlán, en Chicago, y vi a los danzantes concheros y desde ahí ya no dejé la danza. En ese momento supe que ese era mi papel en la vida. He danzado en California, Nuevo México y otras partes, pero siento que hay algo en México para mí. No sé específicamente qué, pero sé que está relacionado con la cultura. Cuando estaba en Nuevo México con mis hermanos danzantes, tenía muchísimas ganas de ir a México. Recuerdo que estábamos danzando a Tonantzin, la Madre Tierra, y pensé que si me permitía pisar su rostro en el Distrito Federal, yo le iba a danzar descalza hasta más no poder y mira mis pies. Por mucho que me los quiera curar mientras esté danzando no se va a poder porque yo hice una promesa. Eso fue en 1999 y todavía estoy aquí danzando, pero no me rajo. Decimos que para el danzante el cielo empieza en la planta de nuestros pies y es que no se siente lo mismo danzar en Casa Aztlán, que es un lugar cerrado donde el piso es muy corriente, a danzar rodeado de árboles y tocando la tierra. Creo que por eso se han vuelto monótonas las prácticas de danza, porque aquí no hay esa conexión con los elementos. Definitivamente debo seguir buscando mucho más porque lo que hay aquí no es suficiente para lo que yo quiero hacer. A mí, personalmente, una presentación de danza en cualquier lugar ya no me satisface. Salgo vacía, ya no es como

también mexicanos. A pesar de usar un lenguaje inclusivo —que abarca a todos los estratos, pueblos y, muy en particular, a los grupos oprimidos— y definitivamente de tono izquierdista, no denota compromiso con partido alguno. En mi opinión, lo más importante de dicha iniciativa es que se da en el momento oportuno. Han pasado once años desde que la corriente comenzó a cambiar en dirección contraria del neoliberalismo y del imperialismo. Sin embargo, los zapatistas tienen aún mucho camino por recorrer. Tengo la impresión de que ellos no son los únicos en coincidir con esta opinión. Tengo la impresión de que en toda América Latina, especialmente en aquellas naciones donde los grupos populistas o de izquierda han llegado al poder, el sentir es que lo logrado no es suficiente, que dichos gobiernos han cedido demasiado, que el entusiasmo popular se está desvaneciendo. Tengo la impresión de que dentro del Foro Social Mundial reina el mismo sentir: que los resultados han sido extraordinarios desde su inicio en 2001, pero no suficientes, que el FSM no puede simple y llanamente continuar repitiendo lo mismo una y otra vez. Incluso en Irak y el Medio Oriente, en general, el sentir pareciera ser que a pesar de que la resistencia contra el intervencionismo machista de los Estados Unidos ha sido encarnizada, no ha sido suficiente. En 1994, la rebelión zapatista fue el barómetro del rechazo a ese sentimiento de impotencia que empezaba a invadir la corriente antisistémica mundial. Fue también la mecha que encendió otras iniciativas. Hoy por hoy, cuando los zapatistas nos anuncian que han concluido con la primera fase y que no pueden seguir así, nuevamente pareciera que serán el barómetro de un giro en el sentir mundial. Los zapatistas están listos a avanzar a una segunda fase: política, inclusiva, pero por el momento todavía sin objetivos definidos. ¿Serán la fuente de inspiración de una reformulación similar en toda la América Latina, en el Foro Social Mundial, en todos los movimientos antisistémica del planeta? ¿Y cuáles serán los objetivos definidos de esa próxima fase? Comentario número 165, 15 de julio de 2005. © Immanuel Wallerstein Immanuel Wallerstein: Profesor distinguido de sociología en Binghamton University y director del Centro Fernand Braudel. Es autor de El moderno sistema mundial y La decadencia del poder estadounidense: Estados Unidos en un mundo caótico, entre otros libros. Traducción: Luisa Oblitas-Feuerstein: Traductora titulada pe ruana radicada en el área de Chicago, luisaof@aol.com.

aquel primer día que me integré al grupo, que cuando salí de ese lugar, con el humo del copal sentí como si hubiera desaparecido una carga enorme que traía en mis espaldas y por más que me pregunté "¿qué es esto?" no encontré una explicación. Simplemente lo sentí y me dejé llevar, tanto que ya no puedo vivir sin la danza. Mientras regreso a México me consuela pensar que de una presentación de danza que damos por lo menos una persona lo va a sentir. Decimos que esa persona es una semilla, y si está bien sembrada tarde o temprano buscará difundir lo que la tocó. Por eso, cuando veo a un niño que se emociona al vernos danzar, me digo a mí misma que valió la pena estar aquí y me doy cuenta que lo que nos hace sentir eso son nuestros propios genes, porque creemos que esas emociones o reacciones las llevamos dentro, pero las ocultamos o las hacemos a un lado cuando nos educan. De niños nunca nos enseñaron lo bello de nuestra cultura ni nos enseñaron a sentirnos orgullosos de ser indígenas. En México cuando se habla de los indígenas, se habla como si estuvieran extinguidos completamente, pero no lo están. Ahora hasta me quiero cambiar el nombre y el que a mí me tocaría sería Cihuacitlaquiahuitl, que significa Mujer de lluvia de estrellas, pero también puedo usar Osocihuatl, que quiere decir Mujer mono porque yo nací en un día 13 mono, pero hasta que no me lo cambie seguiré siendo Susana Avitia Chávez.


La Amazonía ecuatoriana, botín de las petroleras Ramón Vera Herrera

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a Amazonía es un complejísimo territorio. Es el enclave biológico más diverso, el sistema hidrológico más vasto del planeta, pero también la casa de varios pueblos originarios (kichwa, kechwa, cofanes, shuar, ashuar, wahorani) algunos de ellos renuentes a todo trato con el exterior, conocidos como “no contactados” o tagaeris, y de innumerables colonos mestizos arrumbados ahí —como en Marqués de Comillas, Chiapas en México lo fueron, procedentes de muchas partes del país por no tener tierra. Este enorme nicho cubre parte de Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Paraguay, Venezuela y Brasil y es en el siglo XXI el más aterrador ejemplo de la devastación capitalista. Su destripamiento, el menosprecio al que se somete todo (de los microrganismos a las relaciones sociales) nos asoma al futuro de todos los territorios indígenas y campesinos si la gente no hace conciencia de la magnitud del embate transnacional y su producción de muerte. Tan sólo en Orellana, Sucumbíos, Napo, Pastaza y Esmeraldas, regiones ecuatorianas (donde operan las petroleras, madereras, mineras y los planes geopolíticos militares estadunidenses), quitan el aliento al más plantado los restos de breas y crudo más el “agua de formación” usada en los procesos petroleros botados en los brazos de agua y los pozos, las lagunas y los predios; las perennes quemas de gas y detritos de los procesos de extracción; la tala clandestina y la ganadería extensiva que logran una deforestación brutal. En ciudades como Coca, Sacha y Lago Agrio los oleoductos pasan por en medio con el peligro latente de incendios, derrames o explosiones. Hay pozos y estaciones de bombeo al lado de escuelas. La voracidad por el oro, el sílice, el cobre, el molibdeno y su refinamiento tras extracciones a cielo abierto, llenan de tóxicos (cianuro, por ejemplo) aire, ríos, quebradas. El monocultivo de palma africana, secando arroyos y manantiales, agrava la pérdida de fauna. Se suma la compra de dirigentes, la división de las comunidades, las latas de conserva, machetes o motores de fuera de borda que las empresas “regalan” para congraciarse, las consultas fraudulentas, los retenes militares, la construcción de aeropuertos, las fumigaciones con defoliantes, la instalación de hoteles y spas de “ecoturismo”, la biopiratería, el tendido de electricidad y carreteras, el dragado de los ríos. El boom-town como forma de vida sustituye los referentes, con su cauda de alcohol, droga, prostitución, tráfico de armas y corrupción, más la violencia de los paramilitares colombianos que patrullan la noche en motocicletas, adueñados de las poblaciones aledañas a la frontera con Colombia. Para los sembradores o antiguos cazadores es muy problemático convivir con esta maquinaria imparable que los sume en la miseria y la confusión. El trastocamiento es tal que lo más dañado en el trato que imponen Chevron-Texaco, Occidental (Oxy), Repsol, Petrobras y otras muchas, son las relaciones. Después de años de resistir la entrada de las petroleras, hay comunidades que exigen como punto uno de sus pliegos petitorios que las empresas las contraten. “Eso es lo peor”, comentan algunos colonos, “porque la gente ya no ve que eso quieren, usarnos de peones, que dejemos de cuidar el bosque, que ya no seamos campesinos. Quieren que seamos bichos que aceptamos cualquier condición laboral, con tal de no salir tan perjudicados. Y lo que nos daña mayormente es ese empleo, que nos separa de la comunidad y nos hace perros fieles de las compañías. Entonces qué hacen. Se niegan a darnos empleo y nosotros, duro y dale exigiendo. Finalmente dicen aceptar. Y nos ponen unas condiciones de miedo. Nos enganchan para hacer los

saneamientos ambientales, que es meterse, sin equipo adecuado, sin herramientas buenas, sin la mínima nada, a pura mano limpia, a limpiar la mierda de las breas y el crudo a canales y estanques. Es un trabajo muy jodido y de eso recibimos unos cuantos dólares, y lo peor es que la gente cree que le ganó algo a la empresa y deja su oficio de siempre. Ya puedo comprar, dicen, ya tengo platita”. Las empresas se han robado hasta la historia de los pobladores porque según la diagramación de sus planos de escritorio, renombraron los parajes que antes se referían a vivencias propias. Se habla del Bloque 21, del Bloque 18, las áreas de explotación petrolera con que instauraron el desastre como vida cotidiana. Los casos se repiten: en la cordillera del Cóndor, en Cantón Loreto entre Napo y Orellana (el Bloque 18), en el Sumaco, en Agua Santa, en Yuralpa donde en medio del bosque primario hay una refinería, en Auca, en Taracoa, en los ríos Guataraco, Vigay, Napo, Sumacsacha, Canampo, Coca. En el territorio cofán de Sucumbíos, en el Bloque 31, donde Petrobras (petrolera paraestatal brasileña) a la que el Ejecutivo ecuatoriano “le dio licencia ambiental para una carretera y una base petrolífera en el Parque Yasuní, una zona rica en biodiversidad protegida por el Estado” dentro del territorio wahorani. En el Bloque 16, la empresa argentina-hispana Repsol YPF “ya causó estragos ambientales”.

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ccidental Exploration and Production Company, o simplemente Oxy, encarna, junto con Chevron-Texaco (empresa que enfrenta un juicio internacional emprendido por Oil Watch), la voracidad y malos manejos de las empresas causantes de tanta devastación. Oxy enfrenta la caducidad de sus contratos con el Estado ecuatoriano por ser reincidente en infringir leyes y ordenamientos (no respeta las

Indígena shuar de la Amazonía. Foto: indymedia

tasas máximas de producción, no notifica la perforación de pozos, no informa su movimiento de crudo, no entrega estados financieros, no paga derechos de control, no informa de sus planes quinquenales, opera en áreas protegidas —Limoncocha, Pañacocha, Yasuní y Cuyabeno. Se le acusa de intentar expropiar a escondidas los territorios de varias comunidades, verter “aguas de formación” al río Napo, contratar niños en la limpieza de tóxicos en la zona de Jivino, operar un oleoducto entre Edén Yuturí y lago Agrio sin licencia ambiental, construir una carretera clandestina en el Parque Yasuní en bosque primario del territorio kichwa, no cumplir acuerdos con las comunidades, no arreglar las fugas del oleoducto del Bloque 15, ingresar en territorio indígena sin autorización y hacer uso de violencia, amenazas, detenciones y torturas en la construcción del oleoducto Edén-Lago Agrio. (Acción Ecológica: “La caducidad del contrato de la Oxy”, 4 de agosto de 2005). Pese a esto, Alfredo Palacio, el flamante presidente que subió al poder tras la Rebelión Forajida dijo que declarar o no la caducidad de los contratos de Oxy era “cuestión de Estado”. Guillermo Navarro Jiménez, economista ecuatoriano, devela que el gobierno estadunidense definió como precondiciones para firmar el tlc que el Estado ecuatoriano pague a Oxy 75 millones de dólares por devolución del iva, según un laudo arbitral en Londres (pago cuestionado por Ecuador), y que el gobierno se desista de declarar nulo el contrato con Oxy, pese a las violaciones incurridas: “El argumento del presidente Palacio de que el entredicho legal que el Estado ecuatoriano mantiene con Occidental corresponde a una “política de Estado”, tiene entonces por objetivo ocultar que evalúa la posibilidad de acceder al chantaje del gobierno de Estados Unidos, para cumplir con las condiciones exigidas por éste para la firma el TLC” (Altercom, 11 de julio de 2005). Pero en la Amazonía ecuatoriana, los menospreciados pueblos y comunidades, originarios o colonos, entienden su condición, la reflexionan desde sus asambleas y reuniones, resisten y han frenado, a veces a costa de mucha sangre, esos desastres impuestos. Sus enemigos son Estados Unidos y varias empresas, que intentan apoderarse del territorio amazónico con todas las riquezas que saquearán tras comprar, expulsar o masacrar a los habitantes de la región, o cuando los hayan convertido en peones de sus planes geopolíticos.

Ramón Vera Herrera: Editor de la revista Ojarasca, suplemento mensual del periódico La Jornada en México y colaborador frecuente con el IRC Programa de las Américas. Este texto se publicó en Ojarasca de agosto. Se reproduce con autorización del director del suplemento. contratiempo

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El movimiento mapuche autónomo: Su lucha en vivo Gloria Muñoz Ramírez

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erritorio mapuche, Chile. El movimiento mapuche autónomo lucha por la reconstrucción de un pueblo indígena históricamente despojado, saqueado y destruido. Hoy la lucha no es sólo por la recuperación de la tierra usurpada por el Estado chileno y por las transnacionales; también reivindica los mejores elementos de una cultura que se va perdiendo junto con el territorio: su lengua, sus valores, la organización ancestral, las tradiciones, las relaciones humanas... el ser mapuche. La reconstrucción del pueblo-nación mapuche es una lucha anticapitalista que trata de crear un futuro distinto al que pretende el Estado chileno para los pueblos originarios. Es una lucha histórica que, explican los presos políticos mapuche en la cárcel de Angol, “es por nuestro derecho a existir con dignidad, por recuperar la tierra, por defender y proteger nuestros recursos naturales. Es una lucha también por la autonomía, la libre determinación del pueblo mapuche y la recuperación del tejido político, económico y cultural”. Este movimiento es complejo. No tiene una sola vertiente ni se puede leer como homogéneo. En la última década han aparecido organizaciones mapuche con diferentes pensamientos y distintas reivindicaciones. Las hay vinculadas al gobierno chileno, a los partidos políticos de izquierda y las autodefinidas como autónomas e independientes, que actualmente padecen la represión gubernamental en todas sus formas: cárcel, torturas, desapariciones. A pesar de esto, también desde hace unos diez años, los mapuche se han fortalecido, han aprendido y ubican su lucha en el mapa mundial de la resistencia indígena. El movimiento autónomo no es propiamente una organización estructural, es expresión y movimiento. Hay quienes trascienden la experiencia de su lucha en comunidad, de la propia recuperación de la tierra, y empiezan a organizarse de manera más compleja, pero no necesariamente en una estructura o en unas siglas. Hay un pensamiento que los expresa

La paciente espera. Foto: Leah McClellan 12

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como mapuche: la resistencia y la reconstrucción por naturaleza autónoma. En el movimiento autónomo hay también diferentes expresiones, pero comparten la idea común de la autonomía y de la reconstrucción de la nación mapuche, independiente del Estado chileno. Un poco de historia Para entender la lucha actual del pueblo mapuche es necesario contemplar elementos importantes de su historia. Algunos autores coinciden en señalar que antes de que llegaran los primeros conquistadores españoles en el siglo XVI, los mapuche ocupaban un vasto territorio que comprendía del Valle del Aconcagua al seno de Reloncaví, e incluso hasta la Isla Grande de Chiloé. La llegada de los españoles, relata José Bengoa, autor de Historia de los antiguos mapuche del sur, irrumpió con violencia en el territorio antiguo con consecuencias desastrosas, pues fueron masacrados los mapuche que se encontraban entre Santiago y el río Bío Bío y se desataron grandes migraciones hacia el sur del país. Sin embargo, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, los mapuche desarrollaron una heroica resistencia contra el avance invasor, logrando retirar a los conquistadores hacia el norte del Bío Bío, estableciéndose así una frontera que dividía el dominio de la corona española y el territorio mapuche. La resistencia indígena no permitió la conquista pretendida. Los mapuche jamás se rindieron y no permitieron el paso de los usurpadores más allá del Bío Bío. Incluso lograron acuerdos con la Corona de respeto mutuo en las relaciones fronterizas, reconociéndose así el establecimiento de la nación mapuche. Lo que no lograron los españoles lo consiguió el Estado chileno independiente. En 1860 comenzaron las incursiones militares chilenas y las migraciones de colonos al territorio mapuche. El gran poder militar del Estado logró derrotar entonces las rudimentarias armas mapuche y en 1883, luego de 23 años de batallas, el ejército chileno culminó la ocupación de los territorios mapuche al sur del Bío Bío. Fueron decenas de miles de muertos, la economía mapuche destrozada y los pocos sobrevivientes de la masacre fueron confinados a reducciones, ocupando aproximadamente un 5% de su antiguo territorio. Enrique Antileo, de la organización mapuche Meli Wixan Mapu, relata el proceso migratorio posterior, provocado por la falta de tierras en las reducciones a las que fueron confinados. Entre 1930 y 1940 importantes flujos migratorios partieron a

las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, aunque sólo consiguieron engrosar los cinturones de miseria de las poblaciones periféricas. La reforma agraria de 1960 favoreció a los campesinos minifundistas mapuche y, en esos años, con el apoyo del gobierno de Salvador Allende, se pudieron recuperar algunas tierras usurpadas. Este proceso quedó interrumpido con el advenimiento de la dictadura pinochetista en 1973. De ahí en adelante la situación para los mapuche se degradó aún más. Las tierras recuperadas por la reforma agraria fueron devueltas a sus “dueños” o entregadas a nuevos empresarios, durante un periodo en que murieron decenas de dirigentes mapuche perseguidos por la dictadura. Como en la mayor parte de los países con presencia indígena, los censos oficiales tienden a disminuir a la población originaria. El censo de 1992 arrojó un millón de mapuche mayores de 14 años, pero por circunstancias inexplicables el censo de 2002 ubicó únicamente a 650 mil mapuche, es decir, desaparecieron oficialmente 350 mil. Cifras de organizaciones mapuche señalan por su parte que existen aproximadamente millón y medio, de los cuales más de la mitad están en las ciudades (500 mil tan sólo en Santiago). Los mapuche en las ciudades están creando espacios de resistencia urbanos, y de esta manera se vinculan con la lucha que se da en los territorios. Forestales transnacionales La lucha del pueblo mapuche por la recuperación de sus tierras tomó un nuevo giro con un decreto que complicó la ya grave situación. Se trata de un decreto sobre empresas forestales en que el Estado chileno se compromete con los consorcios madereros que compraron, o simplemente usurparon, extensas tierras agrícolas propiedad de parceleros mapuche. En la década de los noventa el avance forestal parecía imparable. Las pequeñas y medianas comunidades mapuche fueron rodeadas de una especie de cárcel al aire libre, ya que las plantaciones de pino y eucalipto secan las fuentes de agua, contaminan y agotan los suelos y vulneran, en resumen, el derecho a la vida de todo un pueblo que es expulsado para darle paso a las plantaciones. El problema de las forestales, aunado a la explotación del territorio por transnacionales de todos los giros y al desprecio absoluto por la cultura indígena, revitalizó a las organizaciones mapuche existentes y provocó el nacimiento de otras que iniciaron a partir de 1995 una serie de movilizaciones tendientes a reclamar los derechos


Un yoeme en Chicago No hay nada que celebrar el 12 de octubre, aunque para muchos americanos es un free holiday. En la escuela donde enseño no toco el tema y si lo hago saco libros que dicen la verdad, como Cristopher Colombus the True Story, aunque lo tengo que hacer clandestinamente para no meterme en problemas, si no le va a pasar a los niños lo que me pasó a mí. A mí me enseñaron la versión gringa de la historia y he tenido que aprender todo de nuevo. La educación que me dieron, desde Porgy hasta la universidad, más las costumbres, la música, el idioma y la comida hacen que me sienta oxidado en este país. La cultura estadounidense me domina y la presencia cultural mexicana que yo tengo es menor que la influencia americana porque mi madre perdió mucho de su cultura mexicana. Nació en Los Ángeles y nunca ha vivido en México y mi padre era indígena. Él sufrió mucho en sus trabajos porque tenía sus facciones muy marcadas; le hacían burla por ser yaqui. Creo que por eso se fue apagando esa cultura en mi familia. Todos mis primos se alejaron de ella y mi tía, que era la que llevaba el peso de la tradición, murió. Ella sí hablaba el yoeme porque en realidad la palabra yaqui no existía. Dicen que fueron los españoles los que la inventaron porque no entendían bien el nombre de una planta o

históricos sobre su territorio, denunciando a los consorcios nacionales y transnacionales que la ocupan y explotan. Simultáneamente al reclamo de tierras, el movimiento mapuche empezó a exigir derechos políticos, principalmente su derecho a la autonomía y audeterminación de su pueblo. Lo más significativo, relata un grupo de comuneros de la región del Arauco, es el proceso de reconstrucción y resistencia. “La resistencia es hacerle frente a las inversiones capitalistas en las comunidades indígenas, tanto a las provenientes del Estado como a las grandes empresas forestales, turísticas, hidroeléctricas, constructoras de puertos de comercialización, etcétera. La reconstrucción, por otra parte, es rescatarnos como pueblo e impedir que se pierda nuestra cultura”. La lucha directa por la recuperación de tierras se dio a partir de 1997 contra las principales empresas forestales: Mininco sa, de la familia Mate Larraín; la Forestal Bosques Arauco, del grupo Angelini; y las empresas Volterra, Cautín y Millalemu. Tan sólo las dos primeras empresas cuentan con 1.2 millones hectáreas en su poder, en las que siembran pino y eucalipto con fines de exportación. En total son aproximadamente 2 millones de hectáreas ocupadas para estos fines. En contraste, el pueblo mapuche cuenta para su labor agrícola con menos de 700 mil hectáreas. El movimiento mapuche de la región del Arauco ha recuperado con la movilización directa alrededor de 20 mil hectáreas en los últimos años, en las zonas de Tirúa sur, Traiguén, Lleu Lleu, Ercilla, Collipuyi y Chol Chol, mismas que estaban en manos de las grandes forestales. De ellas 5 mil han sido regularizadas gracias a la presión de las comunidades, pero en el resto se mantiene la amenaza de desalojo violento. En las hectáreas recuperadas, regularizadas o no, se siembra papa y trigo, principalmente. En la zona de Traiguén se organizó una de las primeras recuperaciones. Se luchó contra la forestal Mininco, que tenía en su poder 1 200 hectáreas que los mapuche decidieron recuperar. Se unieron tres comunidades del sector, cada una de ellas con derechos históricos sobre la tierra. Lo primero que hicieron fue ocupar el predio, después llegó la policía y los desalojó. Lo volvieron a tomar y los volvieron a desalojar y así sucesivamente. La empresa plantaba los pinos y los mapuche los arrancaban, hasta que la forestal abandonó el lugar. Ahora los indígenas trabajan la tierra, siembran y crían ganado.

un animal, pero la palabra es yoeme y quiere decir la gente. Ahora bien, yo ya no sé cómo me identifico, a veces me pierdo en Chicago porque ya no sé si soy mexicano o quiero seguir mi inclinación indígena, pero no hay de donde nutrirme. Y para no perderme totalmente, intento conectarme con la cultura indígena. Todos los años vamos a las tradiciones a Tucson, pero no participo porque no me siento listo o siento que no pertenezco, ya que en realidad no me crié con esos rituales. Así que voy como visitante o espectador solamente. Esos viajes me sirven para limpiarme y acercarme un poco a lo que he perdido. No sé por qué, pero en los Estados Unidos siento que siempre estamos luchando. Tengo la idea de no pertenecer a esta cultura y tengo que demostrar que yo también soy de este continente, a pesar de que nací en la frontera. Si te das cuenta ya no queda ninguna muestra de que en un tiempo nosotros éramos nativos de aquí. Antes no había las divisiones políticas de hoy, la gente cruzaba e iba a donde le daba la gana cuando quería, pero ya no. Así que para quitarme lo oxidado voy a mi tierra nativa entre la frontera de Sonora y Arizona, Nogales. Sólo ahí siento esa validez de la que hablo. Por fortuna he recuperado las influencias de mi madre y de mi padre porque eran muy ricas y aunque me ha tomado mucho tiempo darme cuenta que tengo una riqueza increíble, ya la estoy utilizando en la enseñanza y en mi pintura, y eso me ha ayudado a limpiar el óxido que siento.

La recuperación de tierras ha tenido como consecuencia una fuerte represión por parte del gobierno de Chile. Actualmente hay nueve presos mapuche en las cárceles del sur, y aproximadamente 15 prófugos acusados de asociación ilícita y terrorismo. La situación de los presos viola todas las garantías y derechos humanos: están acusados de asociación ilícita y terrorismo, sin que haya armas de por medio, muertos, heridos y ni siquiera testigos. Los testigos que se presentan son pagados y encubiertos. La respuesta del gobierno también ha sido el allanamiento de comunidades y el hostigamiento directo, con la idea de sembrar miedo, amedrentar a la gente y parar la organización. Empresas turísticas Los grandes y hermosos lagos ubicados en territorio mapuche los ambicionan decenas de empresas turísticas, que han ocupado para ese ramo las riberas de Villarrica, Likanriay, Pucón y Valdivia, con la construcción de hoteles de cinco estrellas, spas y deportes de aventura para turismo de élite, con todo lo negativo que esto representa para la preservación del medio ambiente y de la cultura mapuche. Aunque el panorama parece desolador, la resistencia mapuche no cesa y la movilización ha conseguido parar proyectos y expulsar empresarios. En el lago Lleu-Lleu, por ejemplo, en la región VIII de la provincia del Arauco, ha crecido la resistencia a los planes turísticos. Aquí habitan aproximadamente 14 comunidades mapuche. En este territorio hay aproximadamente 15 hectáreas de ribera del lago y es precisamente aquí donde pretende instalarse un proyecto turístico del empresario Osvaldo Carvajal, que consiste en la construcción de hoteles de lujo, campo de golf, pista de aterrizaje, etcétera. Los auténticos dueños de estas tierras, los mapuche, están contemplados para los servicios y el folklore. Los indígenas reclamaron, se movilizaron y recuperaron las tierras. Actualmente las tienen ocupadas y las trabajan agrícolamente. La resistencia no es fácil pues continúa la amenaza de desalojo, “pero la gente ya tiene en su cabeza que la tierra es de ellos. No están dispuestos a perderla”, afirman los comuneros. El empresario Osvaldo Carvajal, acusan, es clave en la persecución de mapuche. Ha creado sus servicios de inteligencia y apoya al Comando Hernán Trizano, grupo paramilitar organizado por empresarios en colusión con la policía.

Ricardo Santos, yoeme: Educador y pintor

Resistencia a las obras viales Hoy está en construcción la carretera de la costa, que pretende atravesar todo Chile, desde Tirúa hasta Puerto Mont, pasando por tres regiones del territorio mapuche. Los indígenas se oponen a este proyecto y hasta el momento han evitado su paso por algunas comunidades. Desde hace cinco años tenía que estar terminada, pero no han podido por los conflictos de la región. La finalidad principal de la carretera no es, por supuesto, el progreso, sino la explotación de maderas, la introducción del turismo y el saqueo de recursos naturales, pues es una zona de explotación de perlas. La construcción de esta carretera, comentan lugareños, modifica cursos de agua, destruye cerros, arrasa con comunidades enteras. En resumen, está hecha para la destrucción y el saqueo. Hidroeléctricas En el Alto del río Bío Bío, zona mapuche, existe un megaproyecto hidroeléctrico que contempla la construcción de siete represas de las que hasta el momento se han levantado dos: la represa Pangue y la Ralco, ésta última es la más grande e inundó 3 500 hectáreas de tierra mapuche, arrasando dos comunidades enteras. La construcción de las otras cinco hidroeléctricas afectará otras tantas comunidades mapuche, pues los recursos hídricos están dentro de este territorio. Existe un proyecto que pretende construir siete puertos dentro del territorio mapuche, específicamente en la costa de las regiones VIII y IX. Se trata, como en el caso de las carreteras, de colocar toda la infraestructura para el saqueo de las maderas, la pesca y otros recursos naturales. Las forestales, por su parte, pretenden construir sus propias bases de comercialización dentro del territorio, para sacar desde la costa la madera de exportación. “Contra la invasión, la explotación y el saqueo que significa todo esto, los mapuche resistimos, pues si todos estos planes se llevan a cabo las comunidades indígenas simplemente desaparecerán. No nos vamos a dejar, aunque el costo de la resistencia sea muy alto”, afirman en una reunión realizada en una pequeña comunidad del Arauco.

Gloria Muñoz Ramírez: Periodista mexicana. Es autora de EZLN: entre el fuego y la palabra. Este texto se publicó en el suplemento Ojarasca de agosto del diario La Jornada. Se reproduce con autorización del rotativo.

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Más allá de lo tradicional: Historiador destaca participación de latinos en Wisconsin C

uando se habla de la lucha por los derechos de los trabajadores agrícolas migrantes a mediados del siglo XX, generalmente nos viene a la mente la región suroeste de los Estados Unidos —a muy pocos se les ocurriría pensar en Wisconsin dentro de este contexto—. No obstante, Marc Rodríguez, catedrático de Historia en la Universidad de Notre Dame, ofrece una perspectiva distinta: “En Wisconsin como en otros estados de la región central del país se dieron muchos sucesos que, en su mayoría, fueron obviados”, afirma. Rodríguez es uno de los numerosos expertos en estudios latinoamericanos que han concentrado sus esfuerzos en la investigación y divulgación de pasajes de la historia estadounidense poco difundidos. Teniendo como fondo el pasado liberal y socialista de Wisconsin, Rodríguez, originario de Milwaukee e hijo de un trabajador migrante, vincula en sus estudios de investigación las tendencias progresistas de dicho estado con el movimiento Chicano y el movimiento laboral agrícola de los años sesenta. En búsqueda de material para su próximo libro Migrants and Citizens, Rodríguez encuentra evidencia en archivos de Wisconsin y Texas del recorrido hacia el sur que hacían los trabajadores migrantes en el invierno para trabajar en los algodonales y hacia el norte en el verano para la recolección de cerezas, betabel, pepinos y otras cosechas. Miles de trabajadores migrantes que siguieron este circuito se instalaron en pequeños poblados tejanos del distrito de Winter Garden y la parte baja del valle del Río Grande, y cada temporada regresaban a Wisconsin para trabajar en las ciudades de Wautoma y Clyman y en el condado de Door. Si César Chávez fue el rostro del movimiento de los trabajadores agrícolas migrantes en los años sesenta en el ámbito nacional, en Wisconsin lo fue Jesús Salas. Siendo adolescente se mudó de Texas y con el tiempo se convirtió en el líder de los trabajadores migrantes en Wisconsin, quienes en ese entonces, según Rodríguez, sumaban unos 15,000 en la zona. Emulando la marcha a Sacramento de trabajadores agrícolas organizada por Chávez en 1966, Salas junto con otros trabajadores migrantes emprendieron ese mismo año una marcha a Madison para sacar a luz los problemas que afectaban a los trabajadores mi-

Salas interpreta para trabajadores que solicitan la compensación en la oficina Obreros Unidos, en Wautoma, Wisconsin, 1967. Foto: David Giffey. 14

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grantes de Wisconsin. “La intención de Salas y de ese grupo de jóvenes activistas de Wisconsin fue demostrar que la difícil situación de los migrantes en este estado merecía la misma atención que el movimiento de sus hermanos californianos y el movimiento nacional de derechos humanos”, declara Rodríguez. Salas tenía la esperanza de que la marcha despertaría “la conciencia social del pueblo progresista de Wisconsin”. Entre otras reformas, los manifestantes exigieron la instalación de servicios higiénicos públicos para los migrantes en Wautoma —reclamo que luego les fue concedido— y un cumplimiento más estricto de las leyes de vivienda pública y salario mínimo. Con el asesoramiento de los líderes de Raza Unida, los trabajadores migrantes establecieron en el otoño de 1966 el sindicato laboral Obreros Unidos, el cual a pesar de su corta trayectoria dejó un importante legado activista en la región central del país. En su artículo “A Movement Made of ‘Young Mexican Americans Seeking Change’: Critical Citizenship, Migration, and the Chicano Movement in Texas and Wisconsin, 1960-1975” (The Western Historical Quarterly 34, 3, otoño 2003), el profesor Rodríguez escribe sobre la mencionada marcha y el sindicato. Rodríguez descubrió también que tanto el movimiento Chicano como el de los trabajadores agrícolas de Wisconsin tenían una composición muy diversa. “Al analizar movimientos que por denominación eran mexicoamericanos, descubrí que éstos generalmente eran muy diversos en cuanto a su composición racial y no exclusivamente chicanos. Había gente que participaba de manera activa y que estaba comprometida con los nuevos movimientos sociales o la Nueva Izquierda estadounidense, y como tal adoptaron éste como un movimiento más amplio. Muchos eran católicos e incluso había jóvenes judíos. Además, muchos de los activistas de Wisconsin, incluido mi padre, terminaron casándose con mujeres católicas irlandesas, polacas o ítaloamericanas”. La gran mayoría de los trabajadores migrantes de Wisconsin en la década de los sesenta y setenta eran tejanos nacidos en los Estados Unidos, como el padre de Rodríguez. “Los derechos civiles de los mexicoamericanos después de la Segunda Guerra Mundial se convirtieron en una expresión de vida para los mexicanos en Estados Unidos como ciudadanos que eran. Fue quizás un breve período en el que una vasta mayoría de la población de origen mexicano en el país eran efectivamente ciudadanos estadounidenses. Dicho período nos abre una puerta a relaciones mucho más complejas que las recogidas en los primeros relatos de historia mexicoamericana”.

Según Rodríguez, en muchos pasajes de la historia chicana o latina se ha obviado la participación de los mexicoamericanos y su reacción ante los cambios más profundos que se dieron en la sociedad estadounidense convencional. Rodríguez calcula que la población migrante de Wisconsin asciende en la actualidad a unas 12,000 personas, la mayoría nacidas en México. A diferencia del pasado, un número mayor proviene del interior de México, con una gran concentración de originarios de Guanajuato en Milwaukee. “Se trata de personas que han llegado en los últimos treinta años, que le han dado un verdadero sentido de 'mexicanidad' tanto a Wisconsin como a otros lugares”, acota Rodríguez. El patrón que ha observado entre los trabajadores migrantes de hoy es que éstos encuentran empleo en un tramo de fincas que se extiende desde el condado de Waukesha hasta Hartford, un pequeño pueblo en las afueras de Milwaukee que se convirtió en una base de trabajadores migrantes a raíz del establecimiento de una planta productora de cáñamo en la época de la Segunda Guerra Mundial. De allí se desplazan para trabajar en la región agraria de la parte central de Wisconsin o se mudan a zonas urbanas en búsqueda de empleos más permanentes en el sector industrial. Según Rodríguez, uno de los desafíos que enfrenta la comunidad latina de Wisconsin en la actualidad es encontrar un foro donde se tomen en cuenta los problemas que la afectan, tales como las diferencias que existen entre ciudadanos y no ciudadanos. Lo que le preocupa es cómo los vínculos transnacionales son cada vez más fuertes en Wisconsin así como en otros lugares. Le preocupa “la participación limitada a la que está sujeta tanta gente que no goza de la condición ciudadana en un país donde reside permanentemente y lo poco que se beneficia, si en algo —sobre todo en lo que atañe a derechos fundamentales— de las relaciones culturales y simbólicas que mantiene con México”.

El presente artículo es un adelanto de la revista Horizons del Instituto de Estudios Latinos en la Universidad de Notre Dame. Para leer un extracto de la entrevista a Jesús Salas realizada por la revista Horizons, visite http://www.nd.edu/~latino/research /publications.htm#Horizons. Si desea mayor información del Instituto llame al (574) 631-4440 o escriba a latino@nd.edu. También puede visitar Chicago Fact Finder ww.nd.edu/~chifacts. Traducción: Luisa Oblitas-Feuerstein: Traductora titulada peruana radicada en el área de Chicago, luisaof@aol.com.


Bajo el título Las lenguas de América. Recital de poesía, la Universidad Nacional Autónoma de México publicará próximamente una compilación del trabajo de 14 poetas indígenas latinoamericanos, los mismos que participaron en el recital que con ese título se llevó a cabo en la UNAM

el 12 de octubre de 2004. En la obra y la persona de estos poetas conviven —difíciles, dolorosas hermanas— la conciencia y las tradiciones de los pueblos indígenas del continente con la conciencia y las tradiciones de los países que

empezaron a n acer aquí hace 500 años y hoy se llaman Chile, Bolivia, Perú, Guatemala, México, Canadá o Estados Unidos.

Estos escritores nos ayudan a entender —y nos exigen hacerlo— que las culturas indígenas de América viven y respiran en el mundo contemporáneo, que no se han detenido en el tiempo, que continúan siendo fuente de arte y de belleza. deshoras ofrece en estas páginas un adelanto de esta importante compilación, p reparada por Carlos Montemayor, autor de una reconocida obra narrativa, poética y ensayística. Además, esta edición de deshoras presenta en exclusiva el cuen to ganador del premio John Barr y a la Nueva Ficción en Español desde

Chicago, versión 2005: “Cartas australes”, del escritor nicaragüense Ricardo Armijo, miembro del consejo editorial de esta publicación.

A él, nuestra s felicitaciones. Ilustración: Gabriel Villa: Mano/Cabeza con jeringas. 2004. Carboncillo sobre papel.


Elicura Chihuailaf

Nienolu vy Tañi newen ta iñche Pewman ta we Kvyen mew, pika kvzawkefiñ ta lelfvn Petu ñi zugu genon ka rayen rume genon femvn (welu zoy alv kamapu ) Tvfawla ñi pu ñawe zeumalkefiñ ien ruka ka kvrvf negvmvñ ma meke enew [ñi logko pvrakawellkvlen wente relmu

Tvfachi mapu mew mogeley wagvlen

Witrunko ta iñche Umawtulen amuley lafken iñche mew ka nepey ta mawizantu Nienolu vy tañi newen ta iñche, pi tuway [mane chi antv: Tami vl.

Tvfachi Kallfv wenu mew vlkantukey ta ko pu rakizwam Zoy fvtra ka mapu tañi mvlen ta tromv tripalu ko mew pewmakeiñ mu tayiñ pu Fvchakecheyem Apon Kvyen fey fey tañi pvllv -pigekey Ñi negvmkvlechi piwke fewla Ñvkvfvy

Porque soy la fuerza de lo inombrado He soñado en la Luna creciente dice y he trabajado los campos Antes que las palabras y que las flores fui (y más lejos) Para mis hijas construyo la casa de plata mientras con el cabello al viento cabalgo sobre el arco iris Soy el agua que corre Dormido va el mar en mí y despierta la montaña Porque soy la fuerza de lo innombrado, dice corona del sol: Tu canto.

En este suelo habitan las estrellas En este suelo habitan las estrellas En este cielo canta el agua de la imaginación Más allá de las nubes que surgen de estas aguas y estos suelos [nos sueñan los antepasados Su espíritu -dicen- es la Luna Llena El silencio: su corazón que late.

Chew amuay tañi pu we vl Kañpvle miyawmen: Ñamlu iñche, gvmayawvn Kiñe am chumgechi rume pelontuam ta eymi Fvtra kura ka lil inaenew welu ta wiñon ka ayvwvngey tami rayen Ñuke, chew amuay ta ñi pu we Vl?

Adónde irán mis nuevos cantos Lejos anduve: Perdido, llorando Un alma en todo caso alumbrado de ti Riscos y barrancos [me persiguieron pero he vuelto y me alegran tus flores Madre, ¿dónde irán mis nuevos Cantos?

Elicura Chihuailaf, mapuche: Luego de completar la enseñanza media en el internado del Liceo de Temuco, realizó sus estudios superiores en la Universidad de Concepción, cultivando paralelamente el oficio de la poesía. Obstetra de profesión, es actualmente docente universitario y secretario de la Agrupación de Escritores Indígenas de Chile.

Roberto Ferreyra: Hombre de perfil con mariposas. 2004. Técnica mixta. 16

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Juan de Dios Yapita

Quta uma

Kunämatansa Jumax qullqini Nayax jan qullqini Pachp jaqikïsktanwa Jumas manq’t’ata nayas manq’t’ata Pachpakipunisktanwa Niyas chhaqtawayxañanixa Qullqinixa, janiw jank’as tukuskaniti, sapxiwa qullqipat amtasisa yänakapat amtasisa Ukhamaw mä sawi utji Jan qullqinisti mayak ch’ipxtawayxani sapxiwa. Kunarak katxasini janixay qullqinïkchisa añcha yänakanïkchisa Ukhamaw mä sawi utji

Quta umaxa Espejjamïriwa Quta umax Suma ch’uwïriwa Umt’añ munasasa umt’añakiriwa Quta umanxa chawllasa uksar aksaru sut’j sut’j sasa k’uchiw jalnaqt’iri Umantuw uñstasiri Qhisiw uñstasiri Such’iw uñstasiri Kamisasktansa sirjamas chhuqhas unkallas uksar aksar past’asiri juttati sirjama. Qutar mantañaxa Kusiriwa.

Las aguas del lago ¿Cómo somos? Tú tienes dinero Yo no lo tengo Pero ambos somos personas Tú estás bien alimentado Yo también Seguimos siendo personas Cuando desaparezcamos El que tiene plata dicen que no muere fácilmente porque piensa en su plata le preocupan sus bienes

Las aguas del lago solían ser transparentes Las aguas del lago solían ser muy cristalinas Cuando uno deseaba beber las bebía sin vacilar. En las aguas del lago peces cruzaban de un lado a otro tan [alegres correteaban Suele presentarse el pez llamado umantu El pez llamado qhisi suele presentarse Suele presentarse el pez llamado suche si dijera ¿Cómo estamos? Las chhuqha y la unkällas Suelen pasar de un lado a otro como si dijeran ¿has venido? Entrar al lago era una fiesta.

Así reza el dicho. En cambio, el que no tiene plata dicen que muere inmediatamente [sin pestañear ¿Qué puede detenerlo? puesto que no tiene plata ni bienes

Juan de Dios Yapita, aymara: Nació en la comunidad de Qalamaya, Provincia de Omasuyos, La Paz, en 1931. Ha luchado por más de 25 años para que la lengua de sus ancestros se difunda y sea introducida en el currículum nacional. Ingresó en el año 1968 en el Departamento de Idiomas de la Universidad Mayor de San Andrés para enseñar la lengua aymara.

Así reza el dicho.

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Humberto Ak’abal

In k’aba’

La luna se muere

Jitzam re sub’unel ri ixoqib’ kikiraq kichi’: kakam la ik’, kakam la ik’.

Ahogadas de espanto las mujeres corren la voz: kakam la ik’, kakam la ik’.

Ak’alab’, alab’om, chixk’astajoq! Chixel uloq! le qati’t kakamik kik’ le uwachib’al, upalaj.

¡Patojos, muchachos, despierten, salgan! La luna se muere, su cara tiene color de sangre.

Ri raqom chi’aj ke’ paqi’k Ri xulq’ab’ik ke’ xu’li’k.

Ruedan gritos loma abajo, chiflidos trepan loma arriba.

Are ri xul, ri tum tum, ruk’a wakax, q’el taq ch’ich’, tzima kakitanata’.

Y xules, tambores, cachos, botes y guacales.

K’akit’iq ri yataj chäj xuquje’ ri koxtar taq jo’q. xa are ri qati’t kuril qaq’ rech man kakam taj !

Arden manojos de ocotes y costaladas de tusas. ¡Qué la luna vea luz y no se muera!

Ri qati’t xk’astaj ri uwach xok’ow ri uyab’il xtze’nik, juluw chi jumul’. Ri kaqiq’ xumes ri chaj re xib’inaqil, ri chaj re xib’inem.

Ella recobra su brillo de plata y sonríe después del eclipse. El viento barre cenizas de susto.

Q’ela xa’r Kaminaq chiri’ are jampa xkiya chwe ri xuyakan kanoq: jun q’ela xa’r. —Cha k’olo wa inxaru, xb’ix chwe, chupan k’olon ri’, ri utzij ri awati’t.

Jarro viejo Después de su muerte me entregaron lo que ella había dejado para mí: un jarro viejo. —Guardá este jarrito, me dijeron, adentro está la voz de tu abuela.

Montserrat Alsina: Diosa del agua. 2004. Pastel sobre papel hecho a mano.

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Humberto Ak’abal, kiché: Nació en Momostenango, Guatemala, en 1952. Ha escrito 14 libros de poesía y uno de cuentos. Entre otros reconocimientos destacan el Premio Internacional de Poesía Blaise Cendrars, de 1997, en Neuchâtel, Suiza; y el Premio Internacional de Poesía Pier Paolo Pasolini de 2004, en Italia. Ha sido traducido al inglés, francés, alemán, italiano, entre otros idiomas.


Briceida Cuevas Cob

Baaxal tuuch’bil ju’un K’aasaje báaxal tuuch’bil ju’un ku xik’nal. Teech choolik junjunp’iti, kíimak a uol tu xik’nal. Ken jach kanchake ku téep’el u súumil a k’ajlaye ka kutal a chant u payk’abtal tumén náachil.

Papalote El recuerdo es un papalote. Poco a poco le sueltas, disfrutas su vuelo. En lo más alto se rompe el hilo de tu memoria y te sientas a presenciar cómo lo posee la distancia.

José Luis Piña: El mismo diablo. 2005. Punta seca.

Uolis t’an A yáamaj Mix máak ku yuk’ul tin luch, mix máak ku jupik u k’ab ichil in lek, mix máak ku janal tin laak. A yámae júntul tzayam kóil pek’ ch’apachtán tumén máako’ob. Nájil naj ku páatal yétel u xtakche’il jol naj Tu láakal máak yójel dzok u chíiken a yáamaj.

Tu amor Nadie bebe en mi jícara, nadie introduce la mano en mi guardatortillas, nadie come en mi cajete. Tu amor es un perro rabioso perseguido por la gente. De casa en casa es esperado con la tranca en la puerta. Toda la gente sabe que me ha mordido tu amor.

Ch’eene ma’ utz tu t’an a pulik tunich ti’i. Ka ch’amik u ch’eeneknakil. Jumpulí ma’ utz tu t’ane báaxal beyo’. Ua taak a báaxal tu yéetele uoliskut a t’ane ka jalk’esti’, bin a uil bix ken u ka’ sutil ti’ teech.

Pelota de voz Al pozo no le gusta que le tires piedras. Lastimas su quietud. Ese juego no le agrada. Si quieres jugar con él, haz de tu voz una pelota, arrójala, Verás que te la devuelve.

Briceida Cuevas Cob, maya: Nació en el poblado de Tepakán, municipio de Calkiní, Campeche, en 1969. Ha publicado en diversas revistas literarias y en periódicos de Quintana Roo, Campeche, Yucatán y ciudad de México. Dos antologías recogen poesía suya: Flor y canto, cinco poetas indígenas del sur y Poesía contemporánea en lengua maya. deshoras

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Tim Arroyo: Our Lady of Guadalupe. 2005. Fotografía.

Jeff Abbey Maldonado: Noir. 2004. Óleo sobre tela.

mirada cómplice

Rebecca Villarreal: El sol de los pies mágicos. 2005. Fotografía.

Tony Martínez: Zapata en negro. 2005. Técnica mixta.


Pete Rodríguez: Carlos Cortez con una escultura de Susan Clinard. 1999. Fotografía.

Ricardo Santos Hernández: Has creado este mundo a tu imagen. 2004. Técnica mixta.

Pilsen abre sus puertas al arte Kari Lydersen La primera edición de Pilsen Open Studios se llevó a cabo hace dos años, y resultó ser una especie de debut para los artistas de West Pilsen, pues muchos creían que no estaban recibiendo la atención a nivel de Chicago que se merecían y, por ello, se sentían excluidos del circuito artístico de East Pilsen. Pero la tercera edición de Pilsen Open Studios, que se llevará a cabo el 22 y 23 de octubre próximo y en la que figurarán más de 60 artistas expuestos en 35 estudios y cafés, mostrará a West Pilsen como un circuito artístico que ha crecido rápidamente tanto en número de miembros como en reconocimiento. Al igual que las ediciones anteriores, el evento es el resultado de la colaboración, reuniones y recaudación de fondos llevados a cabo por los artistas. Miguel Cortez, organizador del evento y expositor de otros artistas en su Polvo Gallery, dice que ellos tienen la determinación de mantener el evento orientado hacia la comunidad. “No dejaremos que aquí pase lo que sucedió en Wicker Park”, dijo. Es un equilibrio difícil de mantener, pues los artistas son las primeras víctimas del encarecimiento de la propiedad (gentrification), fenómeno que en Pilsen está avanzando. Una de las razones del surgimiento de Pilsen Open Studios es que los artistas quieren exponer su obra a una mayor audiencia y, además, tratar de ganarse la vida con la venta de sus pinturas. Liliana Perez-Reynolds, pintora figurativa e instructora en American Academy of Arts que se mudó al barrio hace ya varios años, recalcó que el grupo “decidió renunciar al patrocinio de grandes compañías, no habrá Coca-Cola ni otras grandes corporaciones. Nos estamos comunicando con la comunidad, con coleccionistas y negocios locales. En varias ocasiones la gente nos ha

querido regalar el dinero y hemos dicho que no”. Los fondos para comprar la camioneta de enlace entre las distintas galerías y los de la publicidad se recaudaron en un evento en el edificio APO y en una subasta silenciosa llevada a cabo el septiembre pasado en el Centro Museo de Bellas Artes Mexicanas; en esa ocasión, el restaurante Fogata Villa donó la comida. Los organizadores de Open Studios atraerán al barrio a compradores y a coleccionistas de otras partes de la ciudad al mismo tiempo que promoverán el arte dentro de Pilsen.” Mucha gente que vive aquí mismo, en el barrio, no sabe la clase de circuito de arte que tenemos”, dijo Perez-Reynolds, y agregó que esperaban mostrar la diversidad del arte de West Pilsen. “Aquí las nacionalidades son tan diversas como los estilos de arte, hay un cierto aire, como el de Lower Manhattan, aunque no tan elegante. Por eso es que me gusta”. Los límites de Pilsen Open Studios son la calle 16, al norte; la Cermak, al sur; la Carpenter, al oeste; y Western Avenue, al este. Los artistas que no viven en la zona demarcada pero que se mantienen activos en el circuito local, exhibirán su trabajo en apartamentos de amigos o en cafés. Algunos artistas usarán su estudio para mostrar el trabajo de artistas internacionales. Para Cortez este evento artístico se diferencia del que se realiza en East Pilsen, pues Open Studios “es más a nivel popular porque quienes manejan el evento son los mismos artistas y no una corporación de bienes raíces”, dijo Cortez. El hecho de que otros artistas muestren su obra en los estudios o en los apartamentos de los artistas que viven en la zona, le otorga una dimensión nueva al evento. “El año pasado mostré la obra de un grabador turco, y nos visitó alguien de Turquía que conocía su obra”, dijo Jeff A.Maldonado, quien anteriormente había montado una muestra de fotografías que tomó en Turquía. Para Perez-Reynolds “el lugar donde se hace la obra

es importante; la gente siempre se interesa en la manera en que uno organiza su estudio, y las conversaciones que se originan ahí no se darían en una galería. El estudio es un espacio más íntimo”. Los expositores son una mezcla de recién llegados a la zona y de viejos residentes del barrio. Por ejemplo, las paredes de “Pete's Place”, el famoso apartamento de Pete Rodríguez que queda en la Laughlin con la calle 18, están llenas de toda una vida de arte y recuerdos relacionados con Pilsen. Entre los artistas participantes que han vivido mucho tiempo en Pilsen se encuentran Mark Nelson y su Gringolandia; Montserrat Alcina y Roberto Ferreyra, de la Galería Colibrí; Ricardo Santos Hernández, Mauro Vásquez, Roy Villalobos, Eufemio Pulido y Grabriel Villa. Dos artistas nuevos son Paola Cabal y Sumakshi Singh. Entre los nuevos espacios artísticos figuran el Café Efebos, en 1640 S. Blue Island, y Colby Gallery, en 1626 W. 18th Street. Café Jumping Bean y Café Mestizo también prestarán sus paredes. Maldonado, que participará por tercera vez, dijo que el año pasado pasaron por los estudios y los cafés miles de personas que no residen en el barrio. “Siempre asusta un poco la cantidad de gente que nos visita. El año pasado estaba repletísimo. Algo estaremos haciendo bien”.

Las imágenes que ilustran deshoras y mirada cómplice son de algunos de los artistas que estarán mostrando su obra en Pilsen Open Studios el 22 y 23 de octubre de 2005.

Kari Lydersen: Periodista. Generalmente publica en The Washington Post y The Chicago Reader. Traducción: Ricardo Armijo


Víctor Terán

Xhoopa’ diidxa’ ruí’ xiinga guendaranaxhii Seis variaciones acerca del amor (Fragmento) I Guendaranaxhii zeedayaca casi ti xiixa nanaa ni qui zanda guá’ binni xadxí ne qui quiba’ dí ra yanni.

El amor viene siendo como un fardo gravoso que no se puede traer por mucho tiempo sin que uno termine maldiciendo.

II Guendaranaxhii zeedayaca casi ti ludxi bele ruaa gui’ri’, casi gubidxa rihuinni guibá’, zadu’yanu ziyuí’, málasi guibani, zadu’yanu zié ne zeeda.

Qui zunhihuaralu’ naa Qui zunihuarálu’ naa. Qui zaguza diou’ xquendanabane’. Naro’ba’ yu’du’ biaani’ bisaananelu’ naa, nanaadxi’ ne nayeche’. Xadxípe’ bisindá’naxhilu’ bi stinne’, xadxípe’ guleezalu’ naa lade ca za ne xidxaa guidiládilu’. Racaditi ru’ ca naya’ guietenala’dxica beelaxiaa dxitaxa’nalu’. Ricaala’dxiru’ guidiruaa’ runi guiropa’ rii dxiñabizu xídxilu’. Paraa chiguniná guendarietenala’dxi’ naa ya’. Paraa, neca zelu’, gácananaladxe’ lii ya’. Ti nisadó’ benda riaquibiaani’ bisananelu’ naa, ti nisadó’ benda caguite yeche’.

No lograrás lastimarme El amor viene siendo como la flama de una vela o como el sol que resplandece en el cielo, que decae, que se aviva, parte y regresa.

III Guendaranaxhii dxiña yaga nga laa, niidxi zee guladi’ telayú, niidxi zee ruxooñe’ lade le’ xtí’ ti gunaa.

No lograrás lastimarme. No quebrantarás mi existencia. Inmensa es la catedral de luz que me dejaste, cálida y gozosa. Aromaste mi existencia largo tiempo. Me diste a conocer el paraíso con la tibieza de tu cuerpo desnudo. Aún tiemblan mis manos al recordar tus carnosas nalgas. Aún suspiran mis labios por tus dos cántaros dulcísimos. Con estos recuerdos, ¿cómo sentirme lastimado?, ¿cómo, aun con tu abandono, aborrecerte?

El amor es miel silvestre que mana del árbol, savia de mazorca tierna desprendida en la madrugada, savia que corre en la huerta íntima de la mujer.

Un mar de peces deslumbrantes me dejaste, un mar de peces incesantes.

Víctor Terán, zapoteco del Istmo: Es ahora acaso el poeta más personal y productivo de la región. Quizás su rasgo distintivo sea el sentido del ritmo y de la musicalidad de la lengua, rasgo sobresaliente en un idioma que es de suyo uno de los más musicales del mundo. Ha publicado Como un sol nuevo, entre otros libros; fue becario del Programa de Apoyo para Escritores en Lenguas Indígenas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. 22

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Ricardo Armijo

Cartas australes Señor James Benson Chicago 21.12.93 ¡Hola! Mis mejores deseos para usted es que al recibo de estas cortas pero sinceras líneas se encuentre bien junto a sus familiares y seres queridos, y reciba un cariñoso saludo de una nueva amiga. En el catálogo del “International Marriage Club” de este mes pude observar su foto y entre tantas otras personas lo he seleccionado a usted. Por eso le estoy escribiendo, con el mayor deseo de poder agradarle. De mí diré que soy una joven nicaragüense, nací el 14 de noviembre de 1970 o sea que soy escorpio, peso 114.4 libras, mido 1.52, tengo ojos cafés, pelo negro largo, crespo, piel oscura. Me considero una joven romántica, cariñosa, comprensiva. Me gusta leer y escribir poesía, la música, la televisión, bailar, los quehaceres domésticos del hogar, etc. Vivo con mis papás en Managua y mi papá es médico rural en el interior del país. Tengo tres hermanas, una mayor que es médica especialista, otra que está casada y es ama de casa y otra más pequeña que estudia en el Instituto Politécnico Nicaragüense. Yo estudio Ingeniería en la UCA. Estoy en mi tercer año y algún día pienso trabajar de ingeniera con el gobierno, aunque de vez en cuando trabajo en el interior, no cerca de mi papá sino por un volcán que se llama Kilambé, en la comarca del Cuá, que Carlos Mejía Godoy (cantautor famoso) le hizo una canción. Me gustan los hombres cariñosos, comprensivos, pasivos. También me gustan mucho los niños, pienso tener varios cuando encuentre a mi media naranja. No le envío ninguna foto mía porque en estos momentos no tengo ninguna, pero le prometo que para la próxima le enviaré una, como también espero recibir una suya, digo si mi carta es de su agrado. Espero su respuesta. Sin más cariñosamente. Ana Ruth Cruz Cervantes Ciudad Jardín #A-150 Managua Saludes a su familia, si la tiene.

Señor James Benson Chicago 18.6.94 Querido Jim: Quiero decirte que la pasé lindo con vos aquí en Managua. Enseñarte Managua me dio mucho orgullo, y también quería que vieras un poco de cómo soy yo. Me da mucho gusto que hayas conocido a mi familia, y también que sepas que somos una familia honorable, tradicional. Como te dijo mi papá, la situación de Nicaragua ha mejorado pero todavía hay muchos problemas. A nosotros nos ha afectado en lo macroeconómico pero no en lo moral porque uno puede pasar penurias pero mantener la dignidad. Ellos han podido mantener una familia junta en tiempos tan malos. Todos han hablado bien de ti y les da tristeza que te hayas quedado sólo por una semana. A mí también me dio tristeza pero también entiendo que tienes que trabajar, uno tiene que ser responsable con su propio negocio porque si no quién lo va a ser.

Cambiando de tema, qué noche más romántica la que pasamos en tu hotel, eres un hombre romántico y fino. Espero que yo te haya correspondido como esperabas. De verdad que hacemos una linda pareja, ¿no te parece? Como te dije el sábado en Los comalitos, el Hotel Intercontinental es el mejor de Managua, está cerca de la catedral, la laguna de Tiscapa, Metrocentro, etc. Escríbeme rápido porque tengo ganas de recordarte viendo tu letra. La foto que me diste la tengo al lado de la cama, por el reloj despertador. Antes de cerrar los ojos por la noche te veo y duermo tranquila pensando en el cuarto número 137, que era el número de tu cuarto de hotel. Ponele tu colonia a la carta, me gusta tanto cómo huele, ¿cómo es que se llama? La del frasquito verde, que también es bonito. ¿Te acordás de la vasija que te regalé? No sé si te dije pero creo que no, la conseguí en el lago Cocibolca o Grande de Nicaragua, en una isla que se llama Ometepe. Esa vasija es símbolo del pasado de Nicaragua y de la grandeza de las culturas indígenas como los Chontales y los Chorotegas. Te manda saludes mi mamá. Sin más cariñosamente. Ana Ruth Cruz Cervantes P.D. Te mando un beso chiquito y juguetón, como el de Agustín Lara. Señor Francisco (profesor de español), muchas gracias por la traducción. Son buenas. Dígale a Jim que aprenda mucho español para que nos entendamos bien. Jim dice que usted es un maestro muy paciente.

Señor James Benson Chicago 25.9.94 Mi amor Jim: Qué gran noticia, claro que acepto, cómo no. Mi mamá no ha parado de llorar y si no me controlo yo también me pongo a llorar. Estoy tan emocionada que no puedo pensar bien, he esperado tanto tiempo este momento. Mi papá se siente muy orgulloso y está seguro de que sos un buen hombre. Te manda a decir gracias por el sobre con la ayudita. Todos en la casa han esperado que yo haga mi propia familia y por fin ha llegado el momento, verás en mi letra que tengo el pulso tembloroso porque te estoy escribiendo esto y siento el corazón palpitándome en el pecho. Como dice Bola de Nieve (cantante cubano) me llenas toda de alegría y juventud. Estoy ilusionada con nuestra casa y nuestros hijos. Sí, los tenemos que encargar pronto porque es peligroso tener hijo cuando una es mayor, ¿verdad que sí? Contame más cómo es Chicago. Me dijiste que hace mucho frío y que el viento sopla mucho. Me imagino que tiene edificios altos y carros y todo y ha de ser enorme. Aquí en Managua no cae nieve pero sí caen unos aguaceros que ni quiera Dios y la temperatura es casi siempre la misma, mucho calor. Tengo muchas ganas de hacer mi vida con vos pero también me da miedo porque pienso que estoy abandonando a mis papás y a mis hermanas. No es fácil pero tengo la ilusión. Ahora todo aquí es hacer planes. Mi mamá ya hasta me tomó las medidas para hacerme un vestido nuevo para el viaje. Como dijiste en tu última carta, creo que es buena idea llegar a Chicago el día domingo 24 de noviembre del año en curso, así podemos pasar juntos el Día de deshoras

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Acción de Gracias, tan importante para el país de los Estados Unidos. También nos daría tiempo para hacer todo el papeleo, aquí la pedida de la visa en la embajada americana es bien arrecha. Pienso trabajar hasta la semana antes del viaje y así puedo comprar unas cositas. Bueno, mi amor, te dejo porque aquí me están llamando, están planeando fiestas y también ya quieren hacer la lista de participaciones. (Señor Francisco, me da pena que tenga que leer esta carta tan personal pero qué le vamos a hacer si alguien tiene que traducir. Muchas gracias.) Te quiere tu futura esposa, Ana Ruth Cruz Cervantes de Benson (qué bonito que suena, verdad)

29.XII.94 Señor James Benson Chicago Hola Jim: (Francisco, muchas gracias por la traducción de esta carta. Le agradecería mucho si me hiciera el favor de traducirla lo mejor que pueda. Es importante que Jim entienda bien lo que sucedió.) Antes que nada, por medio de la presente mi familia y yo queremos desearte una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo. Ana Ruth llegó bien, Blanca y yo la fuimos a recoger al aeropuerto el viernes a eso de las tres. Cuando nos vio, nos abrazó, se puso a llorar y ahí mismo nos empezó a contar su calvario en los Estados Unidos, que la dejó en un estado de nervios horrible, producto del viaje y dos noches sin dormir. Desde que regresó estamos en estas y ahora sabemos toda la situación. Todas estamos preocupadisímas, pero más que nadie mi papá porque se quedó en algo que no se cumplió y ahora no sabe qué hacer. Me imagino que vos estarás confundido, muy confundido. Tenés toda la razón del mundo, y por eso quiero contarte todo lo que ella pasó allá, para que por lo menos tengás el consuelo de saber la historia completa, y para que también te des cuenta de que Ana no es lo que ella dice. Ana Ruth trabajó bien fuerte hasta el sábado antes del viaje. Compró regalos con el dinero que le enviaste, una hamaca para vos, unas bigoteras para tu mamá y no sé qué otras cosas más, pero también se compró un babydoll muy lindo, todo con mucha ilusión. Estaba contenta pero también estaba muy nerviosa, ella siempre ha sido así, y los días antes de irse lloraba por cualquier cosa. En el aeropuerto hasta tuvimos que echarle aire porque casi se desmaya. La cosa es que se fue bien alterada. Cuando llegó a Chicago, vos la estabas esperando con el ramo de flores, algo que le gustó mucho y la calmó. Se fueron a tu casa, vos se la mostraste y después la pasaron juntos en un encuentro bonito y romántico. Eso fue el domingo, que fue el único día que pasó contenta. El lunes fueron de compras al supermercado y después fueron a ver a una peluquera que se llama Sonia, creo, y ahí empezó todo. Mientras Sonia le cortaba el pelo, Ana le preguntó: 24

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Alfred Arroyo: The Morning After. 1987. Óleo sobre tela.

“¿Conoces a Jim desde hace tiempo?” y la tal Sonia le dijo: “Sí, pero él sabe que tú tienes un pasado. Todos los que vienen aquí en busca de un futuro tienen un pasado que no los deja en paz”. Entonces Ana le preguntó: “¿A qué pasado te refieres?” y ella le contestó: “Tú sabes a lo que me refiero. Todos sabemos. Cuidate mucho, en este país hay mucha cosa que no conoces”. Esto tuvo que haberla afectado, ¿a quién no afectaría que le dijeran algo así? Pero no te dijo nada a vos cuando le preguntaste, lo más seguro que por miedo, aunque de verdad no sé porque su condición todavía estaba latente. Cuando regresaron a la casa, Ana ya iba alterada porque la decoración de tu casa le comenzó a parecer extraña. Dice que en la sala tenés un cuadro con un hombre en un balcón y que tiene la mirada fija en tu cuarto, o sea en el cuarto donde ustedes dos pasaron la noche de novios y el hombre vio todo desde su balcón. Te pidió que le dieras vuelta al cuadro y cuando lo volteaste vio que se llamaba “No es una pregunta, pero cómo decirlo de otro modo” o algo así. Ana te preguntó por qué ese título y vos alzaste los hombros como diciendo que no tenía mayor trascendencia. Ella interpretó tu respuesta de otra manera, como si la estuvieras evadiendo o quisieras ocultarle algo. Nos habló de otros cuadros de tu casa, uno de unas águilas con las garras abiertas y otro de un lago que en el agua tenía flotando cosas como sillas, barriles y mesas, como si un barco se hubiera hundido, pero el primero fue el que la impactó más y Ana ya no pudo deshacerse de los ojos rojos y penetrantes del hombre del balcón. El martes fuiste a trabajar a las 4:00 p.m. Esa noche se suponía que ibas a regresar a la 1:00 a.m. y regresaste hasta las 3:00. Durante ese tiempo ella se asustó

mucho, primero porque estaba sola y no llegabas, y segundo porque cuando encendió la televisión vio un programa que no tenía anuncios, pero que cada tanto la película se interrumpía y según ella en la pantalla aparecía un hombre parecido a vos amenazándola con una pistola. Trató de cambiar el canal con los varios controles remotos que tenés en tu casa pero lo único que logró fue encender el estéreo a todo volumen. Tampoco pudo apagar la televisión directamente en el aparato. Su último recurso fue desconectarla. Después de haberlo hecho pensó: “Jim quiere asustarme, esto no es un programa de televisión, esto es un video de él mismo disfrazado de vaquero”. Al ver que eran las 2:00 y vos no regresabas le entró el pánico, prendió todas las luces de la casa y trancó las puertas con muebles para que nadie se metiera en caso de que ella se quedara dormida. Dice Ana que en ese momento sintió con claridad un soplo caliente en la cara, cosa que interpretó como un acto de infundirle miedo por la nariz. Se amarró un pañuelo en la cara, agarró la Biblia que siempre carga con ella y con los nervios ya destrozados leyó cosas que había leído muchas veces pero que ahora no comprendía, la crucifixión y la resurrección de Cristo ya no eran las mismas. Pensando que alguien le había cambiado la Biblia, la cerró y la amarró con manila para que nadie la pudiera abrir o para que los monstruos que estaban dentro no pudieran salir, y la metió en el bolso de su abrigo. Ahí el miedo tuvo que habérsele multiplicado, porque después de sellar la Biblia bajó tus cuadros y los rasgó con un cuchillo de cocina, y


Liliana Pérez-Reynolds: The Space She Sits In. 2004. Tinta, esponja y acrílico sobre papel.

también le cortó el cordón a la televisión y le puso chicle a los botones de los controles remotos. Jim, el comportamiento de Ana tiene una explicación lógica. Nicaragua vivió 36 años bajo una dictadura militar y después 10 años con un régimen totalitario. Durante todos esos años murieron muchos hombres, niños, mujeres y ancianos. Todos los días en los periódicos salían fotos de baleados, que la guardia aquí, que los sandinistas allá, que las contra por allá. Vivir en un clima de terror a fuerza te enseña a desconfiar de la gente. Una se cansa de estar pendiente de que un día puede salir de su casa y no volver porque en el camino se le cruzó una bomba o una bala perdida. Si a mí a veces la situación me afecta, imaginate cómo se sentirá Ana, tan frágil que es. Me parece que en los Estados Unidos ella repitió lo vivido en años pasados, que ahora parecen viejos porque la situación ha cambiado un poco. La pobreza y los problemas sociales todavía existen y por eso el crimen aquí es arrecho, anoche pre-

cisamente malmataron a una pobre vecina por veinte míseros córdobas. Una no sabe por la apariencia física quiénes pueden ser peligrosos, y más aún con extranjeros. ¿Te acordás cuando vos viniste a Managua? Cuando saliste del aeropuerto se te acercaron unos chavalos para cargarte las maletas pero vos no quisiste porque desconfiabas. Yo entiendo perfectamente que es producto de gentes y lugares que no conocés. Después, al día siguiente, en la fiesta en la casa, ya platicabas un poquito, y al tercer día eras otro, parlanchín y simpático. Pero vos estuviste en Nicaragua más tiempo que Ana en los Estados y todos te mantuvimos al tanto de la situación, y alguien siempre te acompañó al hotel porque en Managua la cosa es así, aquí en la casa siempre hay gente y no estamos acostumbrados a estar solos. Ahora pensá en Ana: vos la dejaste sola desde el comienzo y eso la afectó, la famita que se gastan ustedes los gringos no es por nada. A esto sumale lo de los cuadros y la plática con la Sonia esa, y a fuerza se le tuvieron que alterar los nervios. En fin, la cosa es que ese día martes (miércoles, porque ya era de madrugada) vos regresaste a las 3:00 a.m. y la puerta no la pudiste abrir porque estaba trancada

con los muebles. Comenzaste a gritarle a Ana, hasta que ella apartó las cosas y te dejó entrar. Ella estaba hecha una loca y comenzó a insultarte. Ana nos contó que te costó calmarla; cuando por fin se tranquilizó fueron a buscar unos cigarrillos. Compraron un paquete de Winston; en el paquete ella vio la calcomanía de un águila volando con las garras abiertas, que también había visto en una de tus pinturas. Acordate que a esa hora Ana ya estaba muy alterada y asoció el águila con que la querían mutilar, y que no eras vos solo el que la quería asustar sino que todo el mundo, todos los Estados Unidos. Regresaron a la casa, platicaron un rato y después se acostaron, pero el único que durmió fuiste vos, presa del miedo Ana pasó la noche en vela pensando. Toda la noche se la pasó pensando y entonces se acordó que cuando ella llegó a Chicago, vos le habías dicho: “Por fin llegaste, Ana, nunca más te voy a dejar ir” o algo así, que al momento de la bienvenida fueron palabras de amor pero que esa noche para Ana se convirtieron en cadenas o en el primer paso de un plan macabro. Ahí fue que decidió que tenía que escapar a toda costa. Para distraerte, al día siguiente, miércoles, se bañaron juntos e hicieron el amor. Si te acordás, Ana te preparó un almuerzo pesado y después de comer se volvieron a acostar y vos te quedaste dormido. Cuando te oyó roncar, se levantó, se puso el abrigo donde tenía la plata y la Biblia pero no sus papeles, esos los dejó para que vos no te dieras cuenta de que ya no regresaría. Ana pensó que lo mejor sería buscar la embajada de Nicaragua y decirles que quería regresarse pero que se le habían perdido los papeles. El problema era que esos días eran feriados por la semana de Acción de Gracias, que se celebra en todo el país, así que tenía que esperar hasta el lunes. Aquí en Managua nos averiguamos que Chicago no tiene consulado, hay que ver el tremendo error en que Ana había caído. De todos modos se fue de tu condominio, Jim. Estando afuera se dio cuenta de que todo el complejo de apartamentos estaba cercado; buscó y buscó y por fin logró escaparse por una zanja de aguas pluviales. Caminó sin rumbo fijo y sin saber cómo, se montó en una de esas rampas que dan a las autopistas tan grandes que tienen ustedes allá. Caminó en el bulevar o camellón enmedio de los carriles, entre todos esos carros que pasaban volados junto a ella. Presa del terror, Ana se sentó y, desesperada y enloquecida, comenzó a llorar como una niña. Al ratito llegó una radiopatrulla, los policías, viendo el estado en que estaba, le preguntaron bien suave que por qué estaba ahí, que podía tener un accidente y que se montara al carro de ellos, que la llevaban donde quisiera. En eso llegó otra patrulla y después otra, y después llegó la ambulancia y al rato estaba un montón de gente, sirenas, pistolas, luces, uniformes y walkietalkies, y Ana salió disparada hacia la vía contraria, enmedio de todos esos carros que empezaron a frenar y a pitar, y el montón de policías corriendo también entre los carros detrás de ella. Se armó un tremendo relajo, y todo porque creo que Ana se sintió como en Nicaragua durante la guerra. Bueno, la cosa es que la lograron agarrar al otro lado de la carretera. Ella “cayó” presa, creyó que le iban a hacer algo y se defendió lo mejor que pudo a patadas y arañazos. Lo más raro de todo es que

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fue una señora que hablaba español la que terminó calmándola, diciéndole que la policía gringa no es como la de nuestros países. La calmaron, le dieron algo de tomar y después le comenzaron a hacer las preguntas normales: que de dónde era, que qué andaba haciendo por allí. Llorando, histérica, Ana les contestó que había llegado con visa de novia para casarse con un señor gringo bien buena gente y que no había hecho nada malo y que no había llegado a los Estados Unidos buscando trabajo ilegalmente porque ella en su país es ingeniera, sino que ella quería casarse y tener una familia. Al rato, como no había cometido ningún crimen, la tuvieron que soltar. La sacaron de la carretera y la dejaron en la calle, se fueron y ella quedó sola de nuevo. Después, y todavía no he entendido muy bien cómo fue la cosa, ella pasó la noche en un bus. El chofer le preguntó que si andaba perdida, y Ana le dijo que no, sino que no tenía dónde pasar la noche. El chofer, muy amable, le dijo que podía quedarse en el bus si quería. Y pasaron platicando varias horas, yendo de arriba para abajo por toda la ciudad. Cuando terminó el turno del chofer, ella se bajó del bus y se metió a un restaurante. Le costaba caminar por el frío, y porque tenía los zapatos todos mojados por la nieve y la lluvia. En el restaurante pidió un vaso de agua. Viéndola tan asustada y temblorosa, los empleados también le trajeron un sándwich de jamón con queso, que ella no aceptó por desconfianza. Cuando vieron que no lo quería, le comenzaron a preguntar cosas, hablaron entre ellos como planeando algo, y ella, creyendo que querían atraparla, salió corriendo y caminó sin rumbo fijo por largo rato. En eso se le ocurrió agarrar un taxi, y le pidió al chofer que la llevara al aeropuerto. Él la llevó, pero Ana cree que no era el mismo que cuando llegó a Chicago. El taxista entonces le dijo que le parecía que ella no sabía lo que quería. Ella le contestó que quería ir a Nicaragua. El taxista le contestó que en Chicago no había una calle con ese nombre. Y Ruth le contestó que no era calle sino que un país de Centro América, y entonces el chofer le dijo que entonces donde quería ir era el aeropuerto internacional y se la llevó para allá pero ella tampoco reconoció ese aeropuerto. El taxista entonces le dijo que lo mejor sería llamar a la policía pero Ana le pidió que no y se bajó ahí mismo. Entonces fue que por fin decidió llamarte a vos, que le llevaste los papeles y le compraste el pasaje de vuelta. Yo le pregunté a Ana que por qué no se había ido a un hotel. Me contestó que no quería gastar dinero porque no sabía cuánto le costaría el pasaje de regreso, y además porque no quería pasar la noche sola encerrada en un hotel. Pero imaginate la tensión de pasar la noche en la calle, con frío, sin tener a nadie en quien confiar. Gracias a Dios que no le pasó nada. Cuando llegaste al aeropuerto, el daño ya estaba hecho y fue entonces que te dijo que la quisiste asustar con la televisión y que querías aprovecharte de ella por su miedo y los problemas de nuestra familia. Lo último que te dijo fue que se regresaba a Nicaragua porque vos querías robarle la vida. Púchica, ya me imagino la cara que debiste haber puesto al escuchar semejante respuesta. Jim, le dije a Ruth que debías estar sin entender, deprimido y solo. Discúlpala, Jim, por favor, discúlpanos a todos nosotros por lo vivido, en la casa todos sabemos que no tuviste intención de hacerle ningún daño. Ruth es así, entendé, pero es buena gente. Mi papa dice que le hablés para que platiquen con más calma y ver cómo resuelven el asunto. Por ahora, cualquier comunicación con Ana está descartada, mejor comunicate conmigo. Tenés que darte cuenta de que ella es una persona con problemas, de chiquita se comía la pintura de las paredes, se la pasa todo el tiempo leyendo los anuncios clasificados del periódico y a veces pasa días sin hablarle a nadie o hablando sola. Ella le dice a todo el mundo que es ingeniera y que nosotras somos científicas o doctoras, que tiene veintiséis años cuando tiene treinta y cinco, que habla, lee y escribe tres idiomas cuando con costo habla el español. Me tuve que sentar a explicarle que los Estados Unidos es como cualquier otro país pero diferente a su manera. Tuvimos que llamar una amiga que vivió allá para que le explicara que por el frío que hace allá la calefacción se prende automáticamente, y que eso sintió el soplo ése, pero es algo que se entiende porque aquí hace calor todo el tiempo. Lo de la televisión sin anuncios fue fácil explicárselo porque aquí también hay cable, aunque no sé por qué se le olvidó lo del control remoto. Yo creo que todo hubiera sido distinto si alguien de allá le hubiera dicho que vos eras exce26

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lente persona y que con vos ella iba a ser feliz. Tanta es la necesidad de Ana, que a veces toca explicarle las cosas con papelito y todo. Ahora ella está bastante mejor porque un amigo médico le recetó unos calmantes. Hoy incluso me pidió la Biblia que se llevó para allá. Tuvimos que cortar la manila con un cuchillo para poder abrirla. En el Evangelio según San Juan encontró la crucifixión y la resurrección de Cristo donde siempre han estado. Comparó el pasaje con otra Biblia igual que tenemos aquí, y ahora no sabe por qué se asustó tanto. Ahora reconoce que vos no pudiste haber sabido nada de nada, ni que tenías intención de hacerle daño, lo que quiere decir que se está mejorando, pero me parece que van a pasar meses antes de que vuelva a ser la misma de antes. Por favor mandale las cosas que se le quedaron. A ella ahorita hay que dejarla tranquila porque todavía está tensa. Pero también es importante que vos volvás a confiar, es importante que te desahogués porque eso de estar solo por tanto tiempo sólo lleva a la tristeza. Yo quisiera saber más sobre el cuadro que se llama “No es una pregunta pero cómo decirlo de otro modo”. Contame sobre el cuadro, decime también sobre los hombrecitos ahogados y sobre cualquier otra cosa que querrás contarme. No creás, yo escucho bien y también me gusta recibir cartas de los amigos. Mi mama te manda saludes, dice que no te preocupés que aquí resolvemos. Escribime pronto. Cuidate. Rosa P.D.: Muchas gracias, Francisco.

Mr. James Benson Chicago 8.VII.96 Querido Jim: Espero que al recibir la presente te encontrés bien de salud. Disculpa que no te haya contestado antes pero es que he estado muy ocupada. La verdad es que lo que me propusiste ya no me suena tan raro, aunque sigue siendo una decisión muy difícil. Mi papa cree que tuvo algo que ver porque según él un negocio es un negocio, pero, haya o no plata de por medio, lo que yo decida a fin de cuentas es asunto mío. Aquí todo se ha tranquilizado y Ana ya empezó a trabajar. Pero no por eso hay que precipitarse, porque ella no se ha recuperado completamente, y darle una noticia de este calibre puede provocar una recaída. Lo de tu viaje a Nicaragua está descartado por esa misma razón. Pienso que si me mandás un poco de plata sería mejor que yo fuera, no a Chicago sino que a Miami y después a Chicago, y ahí podemos platicar con más calma. Antes de decidirme me gustaría conocerte un poco más, conocer tu casa y de paso conocer los Estados Unidos, para ver si me gusta o si es como dicen que es. No sé, decime qué es lo que más te conviene. Pero date cuenta de que no soy quebradiza como Ana, no me ilusiono tan fácilmente. Vos tampoco deberías ilusionarte porque una no sabe qué piedras se va a encontrar en el camino, ya viste lo que pasó a ella. Me considero una mujer trabajadora y como viste, de no muy mal parecer. Por lo que he visto de tu comportamiento, me parece que sos bueno y considerado, y por eso podríamos llegar a algo. Para mí eso es suficiente, la gente se conoce conociéndose. En cosas del amor hay que ser práctica. Ahí no hay vuelta de hoja. Escribime pronto. Te quiere, Rosa.


Ni femenino ni masculino sino todo lo contrario Willy Lizárraga Un día una joven descubre que no nació mujer, que su transformación encubre una mutilación y que toda su vida ha vivido engañada. Esa es la historia que pretende contar Both. Esa es también, con algunas variaciones, la historia de la Lisset Barcelos, directora y editora de la película. El tono de la película, no obstante, no es confesional. La protagonista se desnuda pero no se confiesa ante el público. El tono es distante, a veces histérico, el trazo es corto y el ritmo es lento, a veces arrítmico, como que le sobran y faltan escenas al mismo tiempo —fallas que acaso nacen de un guión que no cunde y de una cinematografía pobre de recursos—. Pero como recalca la directora:“Hay que considerar que esta película la hicimos Rafael y yo con salarios de profesores de español.” Lisset Barcelos y el guionista Rafael Dumett, ambos peruanos, se conocieron en San Francisco a finales del milenio. Producto de este encuentro entre directora y guionista (dramaturgo, en realidad) nace la compañía Solaris Films y Both, el primer largometraje que logran y que ahora inicia su marcha festivalera con todas las ganas de alcanzar algún tipo de distribución comercial. En lo que va, se ha mostrado ya en varios festivales de cine lésbico y gay, habiendo ganado el pasado mes de agosto el premio especial del público en el Festival de Toronto. Una de las preguntas más frecuentes que le hacen a Lisset Barcelos es si la película es autobiográfica. Se lo han preguntado tantas veces que ya tiene la respuesta lista. Sólo tiene que apretar el botón: “No es autobiográfica, en el sentido de que la protagonista de la película vive y se ha criado en los Estados Unidos. Yo soy peruana y sólo en los últimos años he residido

en San Francisco. Además, no me interesa contar mi vida. Por eso reuní muchas historias de diferentes intersexuales, y de ahí sacamos un guión. Es más, la inspiración más directa me vino a través de un documental de Les Blank llamado The Gap Tooth Woman. Eso de que una característica física tan pequeña pero tan única, como lo es una ligera o pronunciada separación entre los incisivos, defina tu identidad me fascinó y se quedó ahí, rondándome la cabeza hasta que tuve que hacer Both.” Ahora bien, es curioso que una película con un tema con tanto jale posmoderno por su temática, centrada en los conflictos sobre la identidad sexual, no haya tenido hasta el momento mayor acogida en los festivales de cine cuya orientación (o identidad, cabe la redundancia) no sea gay o lesbiana. ¿Se trata de un asunto de prejuicio o es que la película no cuenta con el arte necesario para trascender su coto? El tiempo, sin duda, se encargará de contestar esta pregunta. En tanto sólo podemos dejar constancia de su curiosa y ambigua existencia, no sólo por la naturaleza intersexual o hermafrodita de la protagonista y la directora, sino por navegar también mundos cuyas fronteras no siempre están tan nítidamente delineadas como algunos piensan. Me refiero a la frontera entre el mundo anglosajón y el latinoamericano, o entre el inglés y el castellano, y a ese eterno tira y jale entre lo masculino y lo femenino, así como entre el norte y el sur de nuestro continente. Es precisamente ese sabor indefinido o acaso definido por su indefinición lo que la hace tan intrigante, catártica en momentos y perturbante en otros. Both se presentará dentro del 24th Chicago Lesbian and Gay Film Festival (del 3 al 12 de noviembre). Info.: (773) 293-1447 Willy Lizárraga: Escritor peruano radicado en Berkeley. Su novela Mientras Elena en su lecho obtuvo el premio Letras de Oro.

Ser gay Entrevista con

Nila Marrone Iván Torrijos Hoy les presento una entrevista realizada por vía telefónica con Nila Marrone, profesora emérita de la Universidad de Connecticut y presidenta de PFLAG (Padres, Familiares y Amigos de Lesbianas y Gays). También es la fundadora de la Red de Familias de Color (FOCN). Nila inició su activismo cuando supo que su sobrina, a quien crió como una hija, era lesbiana. Hoy nos habla de cuestiones básicas en torno a la comunidad GLBT (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgéneros/Transexuales). ¿La homosexualidad es una enfermedad? De ninguna manera. Todas las asociaciones médicas de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud han declarado que no lo es. Se trata simplemente de la orientación sexual de un grupo pequeño en la sociedad. A la minoría gay se le podría comparar con los zurdos; hoy en día el prejuicio contra ellos ya no existe, pero cuando yo era pequeña, a los niños zurdos les amarraban la mano izquierda a la espalda para que no pudieran usarla, la gente creía que ser zurdo era malo. La sociedad suele crear reglas de comportamiento estrictas y absurdas. ¿Cómo se produce la orientación sexual? Nadie sabe exactamente cómo surge. No se ha descubierto tampoco por qué alguien nace heterosexual. Lo mejor sería ni siquiera preocuparse de eso, el hecho es que ocurre y todos deberíamos aprender a respetarnos. ¿Puede cambiar alguien que es gay? No, cualquier programa que prometa hacerlo es dañino. Las asociaciones de educación y de medicina rechazan con vigor la idea de querer cambiar la orientación sexual de una persona. Los programas que prometen cambiar a alguien están basados en dogmas religiosos y no en conocimientos científicos.

Lisset Barcelos ante el espejo en una escena de Both

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ser gay ¿Ser gay implica querer cambiar de sexo? La gente suele aún creer eso. Mira, una vez mientras estaba en España me presentaron a una señora que tenía un hijo gay; me pidieron ayuda para que la orientara ya que estaba muy deprimida. Cuando yo le confirmé que en efecto su hijo era gay, ella me dijo volcada en llanto: “¿cuándo es que se va a operar y le va a crecer el pelo?”. Inmediatamente ella asoció que su hijo quería ser mujer, y no, no era su caso. La orientación sexual y la identidad de género son dos cosas distintas. La mayoría de la gente gay no quiere cambiar de sexo. Sin embargo, existen también las personas transgénero y transexuales; yo podría decir que éstas son quienes sufren más. ¿Por qué? Porque la violencia hacia las personas “trans” es mayor. Es una violencia que traspasa los esquemas; es parte del miedo, la ignorancia y el odio a lo diferente. Inclusive, hay mucha agresión también hacia quienes tienen comportamiento genérico que no es típico; muchas de estas personas no quieren cambiarse el sexo, no quieren hacerse operar, tampoco quieren vestirse de mujer u hombre, tal vez ni siquiera son gays, pero tienen una apariencia frágil y femenina, o bien se trata de mujeres que lucen masculinas, algo que no pueden controlar. Todos ellos son blanco de ataques verbales y físicos. Aquí en Nueva York tenemos el caso de un niño al que sus compañeros lo patean y lo arrojan al bote de basura, lo han hecho varias veces. Se está tratando de llevar a juicio a la escuela porque los directivos han dicho que la culpa es del niño porque no sabe comportarse como niño; también culpan a la madre por no haberlo educado bien. La gente confunde la orientación sexual con una perversión sexual. ¿Qué dice al respecto? Ese es uno de los mitos más injustos y debe herir mucho a un muchacho o a una chica gay. Conozco a una joven que se fue de Colombia luego de confesarle a su mamá que era lesbiana. Se vino a los Estados Unidos porque pensó que en su país la vida iba a ser muy difícil; ella me dijo que su dolor más grande era recordar que el día de su despedida, su madre le dijo: “Hija, por favor, prométeme que no vas a violar a ninguna niña”. ¡Imagínate! Inmediatamente cambió a esa hija ejemplar en una violadora potencial. Hay gente que se deja llevar tanto por los prejuicios que se olvida hasta de su sentido común. ¿Los hijos de parejas homosexuales se convertirán también en gays? No. Si los padres pudieran determinar la orientación sexual de los hijos, pues no habría hijos gays. Observa que un hijo gay es criado por padres heterosexuales que no querían que fuera así. La orientación sexual no se impone. Incluso, algunos jueces han pedido estudios para poder dictaminar en casos de adopción. Se han realizado investigaciones desde los setenta con niños criados por parejas homosexuales y el resultado es maravilloso: estos niños tienen el mismo nivel de adaptación social que otros niños; la diferencia es que son más abiertos y discriminan menos. En los Estados Unidos hay de seis a 15 millones de niños que están siendo criados por personas del mismo sexo. Lo que determina que un niño tenga un buen futuro de adaptación depende de una buena relación de pareja de aquellos que los educan. ¿Algunas palabras finales? Bueno, mi trabajo es con padres de hijos gays. A ellos les quiero decir que lo principal es pensar por sí mismos, aceptar que ellos no hicieron nada malo. Si la persona es religiosa, le digo que su hija o hijo nació así porque Dios lo creó así y punto, esa es la explicación; y si no es religiosa, que la madre naturaleza le creó de esa manera.

Si requieres mayor información sobre esta organización y sobre cómo obtener ayuda visita la página: pflagnyc.org y localmente, ingresa a pflagchicago.com.

Iván Torrijos: Técnico en Trabajo Social. Fue productor de Radio Arte durante dos años. Ahora es colaborador de la Revista Identity de Windy City Media Group. ivanukor@yahoo.com

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El color de Oaxaca y “el árbol de la vida” Delia Negro

propicio para que la plástica se a sentara de forma permanente en la región. Todos estos antecedentes explican el fenómeno social que se vive unos siglos después, pero también hacen que se tome excesiva conciencia de la calidad artística y que frecuentemente se desvirtúen las piezas del verdadero arte oaxaqueño. No porque venga de Oaxaca, tiene el objeto el sello de calidad artística. La creatividad juega un papel fundamental tanto en la técnica como en el lenguaje expresivo.

Se habla frecuentemente de La escuela pictórica de Oaxaca o de Oaxaca School, pero esta expresión no debe ser entendida desde el punto de vista estricto de una escuela pictórica con un estilo propio. El concepto es mucho más amplio y abarca la manifestación ya tradicional de la expresión de todo un pueblo y su historia. Para entender este fenómeno social debemos remitirnos al siglo XVI y al momento del encuentro de las dos culturas, la indígena y la europea, momento en el cual los nativos muestran su arte milenario aceptando y adoptando nuevos temas y nuevas técnicas de expresión plástica, introducidas por el conquistador. En la bóveda de la Iglesia de Santo Domingo de Oaxaca encontramos un maravilloso altorrelieve estucado “El árbol de la vida”, manifestación barroca y mestiza de una belleza inimaginable. Fusionados “el árbol de la vida” de los cultos prehispánicos con “el árbol genealógico” de la orden dominica, se produce una explosión creativa, y una vid y sus racimos de uvas se convierten en figuras humanas, que parecen anticipar y garantizar la reproducción permanente Rufino Tamayo: Personaje con Red. 1982 de la semilla artística de los habitantes de Oaxaca. La plástica de Oaxaca se ha conLa congregación religiosa de los vertido en industria artesanal y su dominicos jugó un papel fundamental producción existe en términos de y decisivo en el desarrollo plástico de mercado, pero no siempre enconesta comunidad. Ante la necesidad tramos en ella esa creatividad y calide construir templos y ornamentarlos dad requerida por la verdadera obra en su función evangelizadora, esta de arte. Debemos ser críticos a la orden religiosa convocó a artistas pehora de juzgar y no considerar que ninsulares de primer nivel en las ratodo lo que se incluye dentro de la mas de la pintura, escultura, arquitec“Escuela de Oaxaca” es tal. Es por tura, etc. Entre los más destacados este motivo que queremos destacar se encontraban Andrés de la Concha, especialmente la excelente exhibición español, y Simón Pereyns, flamenco. montada en este momento en la Esta especialidad peninsular, uniGalería Aldo Castillo. da a la destreza y pericia de los arteLa tierra de Oaxaca fue bendecida sanos nativos, desarrolló el ambiente

por una formación plástica de altísima calidad y excelentes artistas han sido el resultado de ese fenómeno histórico y social. Surrealismo, realismo mágico, luz y color, se unen a la naturaleza y a los productos de su tierra. Ella proporciona los materiales nativos y exóticos que posteriormente serán trabajados con la pericia del conocimiento milenario de su tratamiento. El resultado de la conjunción de todos estos elementos, fue y sigue siendo una expresión mestiza y autóctona de excelente calidad. Verdaderos maestros como Rufino Tamayo, Rodolfo Morales, Francisco Toledo, Filemón Santiago y Rodolfo Nieto, así como otros más jóvenes, Juan Alcázar Méndez, Miguel Alvarado, Fulgencio Lazo, son algunos de los ejemplos que podemos apreciar en Chicago en este momento, como verdadero arte de la región. Cabe destacar en esta exhibición la técnica desarrollada por Rufino Tamayo, “mixografía” como él mismo solía llamarla, que consiste en un procedimiento totalmente innovador, incluyendo cera de abeja en la impresión, otorgando así a la obra y a la imagen volumen, textura y profundidad. La conjunción entre la magia innata y lo surreal imaginado, los productos de la tierra y el aporte peninsular, liberan una explosión creativa y producen una estética, que hace asumir y tomar conciencia a los oaxaqueños de su propia modernidad. Queda entonces a los estudiosos del arte mostrar la excelencia y separar el producto de esa explosión, en una verdadera toma de conciencia de la maestría de ejecución y marcar, haciendo visibles, las verdaderas ramificaciones de esa bóveda de la Iglesia de Santo Domingo de Oaxaca, como en este momento la Galería Aldo Castillo lo está haciendo, cumpliendo con sus objetivos de formación social. El color de Oaxaca está abierto al público hasta el 29 de octubre Aldo Castillo Gallery 233 W. Huron / Chicago, IL 60610 (312) 337-2536

Delia Negro: Profesora de español en el Instituto Cervantes, en Chicago.


d a n z a

Una quinceañera en el Millennium Moira Pujols Al entrar al estudio de Pilates donde acordamos encontrarnos, me sorprende ver a Jessica a cargo del mostrador de recepción. La impresión me sirve de recordatorio de lo que muchas veces significa dedicarse a la danza; en otras esferas profesionales, no habría necesidad de ese segundo trabajo. Sin embargo, aquí está Jessica, una excelente bailarina de la compañía Luna Negra atendiendo con una amplia sonrisa a los que entran y salen de estas clases que están tan de moda, hombres y mujeres que seguramente desconocen los años que Jessica ha vertido al estudio y la práctica de la danza. Jessica Alejandra Wyatt encontró la danza desde muy pequeña. De madre mexicana y padre triniteño, nació en Nueva York cuando ambos eran bailarines profesionales del Dance Theatre of Harlem. Jessica creció en Portland, Oregon, lugar al que se fueron sus padres con el fin de encontrar un ambiente más propicio para la vida familiar. “Yo me crié en un estudio de ballet desde los cuatro años”, nos dice en buen español, esto gracias a que asistió desde el tercer curso de primaria a un programa de inmersión bilingüe, y a que su madre siempre le ha hablado exclusivamente en español. Sólo muy de vez en cuando se detiene, pensativa, en busca de una palabra que se le ha escapado y que traduce mentalmente del inglés. Nos dice que ha navegado entre varias culturas. De las tierras que vieron nacer a sus padres, mantiene más vivos los lazos con la tierra de su madre por la frecuencia de las visitas: hay abuelos, primos y tíos con quienes pasa la Navidad en el D.F. A Trinidad, por otro lado, lo ha visitado en sólo cinco ocasiones en compañía de su padre, ahora divorciado de su mamá. De ellos también heredó las dotes que le han servido en su carrera artística. De su madre, y primera maestra, Elena Carter, dice que heredó el movimiento de los brazos y su presencia en el escenario. Jessica creció admirando a su madre en esos videos del Dance Theatre of Harlem y del Ballet Nacional de Danza de México. La fluidez de movimiento es ciertamente otra cualidad que caracteriza a Jessica en el escenario; y es porque en sus estudios de danza como becaria de la escuela del Oregon Ballet Theatre la influyó su profesora de toda la vida, la cubana Haydeé Gutiérrez. El trabajo del torso y la colocación y rotación de los brazos y hombros —el epaulement— que muestra en escena, es algo que por cierto distingue a la escuela cubana y a la Vaganova, de la que ésa se deriva. Muy de acuerdo con su formación clásica, Jessica ha sabido hacer inventario de las características físicas relevantes en esa

Jessica Wyatt (bailarina). Foto: Bill Frederking

disciplina. Por eso, ante nosotros pasa lista al origen genealógico de cada una: la forma del cuerpo, nos dice, es herencia paterna; el empeine del pie, paterno también; el turnout (rotación de las caderas que permite una mayor libertad de movimiento y mejor línea), materno; no poder girar, “eso sí es culpa de ambos, pues nunca giraron bien”. Finalmente no sabe a quién agradecerle por la flexibilidad, pues ninguno de los dos la tenía como ella. Estas tres personas, tan importantes en su educación artística, siguen dedicadas a la enseñanza, aunque no necesariamente dancística: su madre bailó hasta los 41 y actualmente da clases de ballet; su padre dejó la danza cuando se lastimó el tendón de Aquiles, regresó a la universidad y ahora es director de una primaria; su profesora Haydeé Rodríguez dirige una escuela en Tampa. Sin embargo, Jessica no cree tener como ellos la vocación de profesora. “No me identifico con los papeles en los que hay autoridad”. Lo que sí disfruta es su trabajo actual en Luna Negra. Llegó a Chicago después de graduarse y bailar profesionalmente en el Oregon Ballet Theatre. Comenta que cuando llegó la hora de ingresar a una compañía fuera de Oregon, se la pasó audicionando por todo el país, y tuvo que elegir entre ofertas de trabajo en el Dance Theatre of Harlem (de Nueva York) y el Joffrey Ballet (de Chicago). Nada mal: ambas compañías ocupan un lugar especial en la tradición dancística de los últimos cuarenta años en los Estados Unidos. El DTH fue fundado por Arthur Mitchel y Karel Shook en 1969

poco después del asesinato de Martin Luther King, Jr., para brindar a los jóvenes la oportunidad de aprender danza en un entorno multicultural no visto en otras compañías de ballet de la época. El Joffrey fue fundado en 1956 por Robert Joffrey y Gerard Arpino con seis bailarines; resaltó desde un principio la individualidad de los bailarines, y también se distinguió por su repertorio de ballets originales. Fue la primer compañía que encargó trabajos a coreógrafos modernos como Alvin Ailey, Twyla Tharp y Mark Morris. Jessica optó por la relativa calma de Chicago. Llegó al Joffrey como aprendiz en el momento en que Robert Altman dirigía y la actriz Neve Campbell protagonizaba la película The Company. Y fue en la fiesta de cierre de la película que conoció a Eduardo Vilaro, director artístico de Luna Negra. Tan pronto como decidió dejar el Joffrey, aceptó la oferta de Vilaro de integrase a la compañía. El repertorio de Luna Negra es un reto, “un mundo completamente diferente”. Nos dice que ha sido difícil trabajar con algunos coreógrafos; el trabajo con Ron de Jesús para la presentación de la compañía en el Atheneum Theatre fue particularmente difícil, pero con otros ha sido un placer, como con Pedro Ruiz, del Ballet Hispánico de Nueva York, quizás por lo cercano de su coreografía al ballet clásico. Jessica se sorprende de su propio crecimiento como bailarina a partir del ingreso a Luna Negra: “en la audición apenas si tenía pista de lo que se trataba la danza contemporánea”. Ahora se siente más libre dentro de este vocabulario

tan distinto. Jessica vive un momento en que la danza vive una transición: las grandes diferencias entre las disciplinas escénicas se están borrando, y están ahora muy presentes las formas que fusionan las distintas técnicas y brindan una energía nueva. Jessica ha adquirido versatilidad sin tener que abandonar la base técnica del ballet, con la ventaja, dice, de no tener que trabajar con las zapatillas de punta, que tantos callos y dolor producen. Ya hace dos años que Jessica forma parte de Luna Negra. “Finalmente encontré una compañía y un director que me gustan”. Se siente igualmente encantada con Chicago, sobre todo porque la comunidad de bailarines se apoya sin importar la compañía a la que pertenecen. Los del Joffrey siguen siendo sus amigos; todos van a las funciones de los demás. A Nueva York y otras ciudades, por ahora sólo piensa visitarlas durante las giras. Quizás por su afinidad por el flamenco —que estudió en Oregon por ocho veranos con el profesor español José Molina— su pieza favorita en Luna Negra sea Carmen. El próximo estreno, que se realizará en octubre en el Millennium Park, incluye la pieza Quinceañera, con coreografía de Vilaro. Jessica explica que Quinceañera es un trabajo en el que no una sino todas las bailarinas son la quinceañera. La compañía ofreció una función gratuita en el Centro Museo de Bellas Artes Mexicanas; ahí el público pudo ver porciones de la pieza, la cual consiste de estampas de quinceañeras de hoy a quienes vemos solas, absortas o nerviosas preparándose para el gran festejo; las seguimos también al caminar torpemente con sus tacones o disfrutando de la fiesta, por cierto se trata de una fiesta ya distanciada de su significado tradicional: el de la madurez sexual de la festejada y su preparación para el matrimonio. En el programa de octubre también se presentará Flabbergast, del coreógrafo valenciano Ramírez Sansano, Don Quixote Dances, de Eduardo Vilaro, donde quizás toque Jessica las castañuelas, Sonetos, de Pedro Ruiz, y el estreno de Piel canela, del director artístico de Washington Ballet, Septime Webre. El artista plástico Luis de la Torre colabora con Luna Negra en la creación del fondo escénico de Quinceañera.

Luna Negra Dance Theater Coreógrafos latinos Presenta el Centro Museo de Bellas Artes Mexicanas Sábado 8 de octubre de 2005, 8:00 P.M. Harris Theater for Music and Dance 205 E. Randolph, Millennium Park Boletos: (312) 334- 7777 www.lunanegra.org

Moira Pujols: Traductora e intérprete dominicana radicada en Chicago. Es directora ejecutiva de contratiempo.

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La Carmen: Estereotipo, ar quetipo, leyenda negr a León Leiva Gallardo De Mérimée a Bizet Tres meses después de la premier de Carmen en la Opera Comique de París, en marzo de 1875, muere de un síncope el compositor francés Georges Bizet a los 38 años, y en plena resignación por considerarse un fracasado. Nunca se imaginó Bizet que su postrer “fracaso” llegaría a hacer escuela y llegaría a convertirse en la obra más producida y aplaudida del repertorio operático. Menos todavía habría de imaginarse que su Carmen sería asunto central de más de veinte films. Bizet había recreado, revivido, un gran personaje, un arquetipo. Digo recreado, porque la pendenciera gitana de los ojos seductores fue creación de Próspero Mérimée, quien, después de sus viajes a España, hubo de publicar su Carmen en 1845. Esta breve novela, parecida a tantas nouvelles exóticas de la época, sería la inspiración de Bizet y, por supuesto, el texto fuente del libretto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy. Para muchos estudiosos, Carmen de Bizet inicia la escuela “verista” (en la ópera) y además hace una gran contribución a la evolución de este arte por el tratamiento de temas serios en contextos y con elementos populares, cuestión que ocasionaría reacciones varias según los tiempos. La obra también se distingue por la importancia que Bizet le atribuye a las danzas, con el fin de

obtener, e incluso producir, efectos dramáticos o psicológicos. En Carmen, la danza no es un mero capricho ni un entremés, ni motif extrínseco, sino un elemento esencial que define la caracterización de los personajes. Para lograrlo, por supuesto, Bizet tuvo que darle uso a sus conocimientos de la música española, aunque estos fueran cliché. Se tiene por entendido que Bizet escribió la letra de “La Habanera”, basada en “El Arreglillo”, una canción del compositor español Sebastián Yradier (1809-1865). Por otro lado, Roncaglia escribe, en Invito all’opera, que la danza voluptuosa que Carmen canta y baila, como preludio al cuarto acto, es un bolero de Manuel García. Y sobra decir que la seguidilla (sevillana), por supuesto, era un estilo muy conocido en Francia. De manera que la música española en Carmen es algo original, en cuanto a autoría, pero de ninguna manera se va a tener como la expresión auténtica del pueblo andaluz y menos del gitano. Fuera del contexto operático, la música de Bizet es afectada, pegajosa y frívola, como mucho de lo francés*. Curiosamente según Jeremy Tambling (de la Enciclopedia de la Literatura), en una ocasión Bizet dijo, con respecto a la música y su audiencia: “Si quieren mierda, se las daré”. Se refería, por supuesto, a la música “reinventada” por un lado y por el otro a los pequeños burgueses parisienses. Este *

Se tiene por entendido que las vidas sufridas de estos personajes no tenían escapatoria; eran presas de su propio entorno.

Denyce Graves (Carmen) y Christian Van Horn (Zúñiga) en una escena de Carmen en el Lyric Opera of Chicago. Foto: Dan Rest/Lyric Opera of Chicago, 2005. 30

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comentario no debe interpretarse como salido del espíritu creador, sino del compositor cansado de las exigencias comerciales de las compañías operáticas, cuestión que omitió mencionar el profesor Tambling. En todo caso, una vez en el trance que causa el espectáculo, desde lo marcial, a lo gitano, a la gran fiesta taurina, el ambiente de la España tradicional se hace sentir durante toda la función. Sin duda es a todos estos elementos, más la expresión de lo cotidiano y el desacato de los sentimientos, como parte de un entorno ineludible, lo que llaman verista (en italia), escuela ya antes conocida como naturalista** en el mundo literario. Arquetipo o leyenda negra Nietszche llamó a Carmen, en La cuestión Wagner, la obra anti wagnereana por excelencia. Como buen misógino también la llamó “la música como mujer” o “la verdad como mujer”. Sin duda, pues mientras que los personajes de Wagner son los dioses de la mitología hiperbórea, los personajes en Carmen son “de la calle”: una gitana presa de su propia maraña, un militar cornudo, un torero corneado, una huérfana despreciada. Cápsula del trama: Carmen seduce a Don José y a Escamillo, el torero, pero Carmen prefiere a este último. Don José mata a Carmen al final y después se entrega a su propia muerte. Micaela, la antítesis de Carmen, la huérfana enamorada, nunca llega a esposarse con su amado Don José, quien la desprecia por Carmen. Todo esto acaece como una suerte del sino o como la desenfrenada concupiscencia del alma perdida (léase España). Un drama sin héroes ni heroínas, donde las mujeres son prostitutas o vírgenes y los hombres bellacos, entonces: espectáculo de seres exóticos y bizarros que gratifican la sensibilidad del público francés; audiencia que a la vez está hambrienta de corroborar lo atroz que puede ser todo aquello que no refleje sus propios vicios imperiales de la época. Como el bon savage, la Carmen, personaje, cumple con las expectativas de los franceses que todavía manejan estereotipos del carácter español, según la leyenda negra que se nutrió a medida que España iba afrentándose a sus rivales. No obstante lo dicho, Bizet supo utilizar estereotipos, especialmente de los andaluces, y logró crear arquetipos. Sin preverlo, rescató el “sentir popular” y lo elevó al nivel de realidad compartida. Carmen, el personaje, es irresistible y siempre guarda secretos fatales, el macho siempre sucumbe ante su mirada seductora: cae el torero, cae el militar. Su popularidad, tanto entre especialistas como entre aficionados, se debe a este ines** Vale mencionar que los franceses han contribuido a la ópera más de lo que se estima. Muy aficionados al ballet y a la sensualidad corporal, no dudaron mucho en incorporar la danza a un arte que en Italia tenía como fin ser sólo dramma musicale o melodramma, es decir teatro cantado. Sucedía que originalmente la danza se le consideraba meramente ornamental, superflua. Esto lo cambió la Grand Opera francesa.

perado devenir y cambio de fortuna. Y es que no hay otra mujer como Carmen en el repertorio operático, ni tampoco en otro repertorio verdadero, porque nunca hubo tal mujer sino en la morbosidad del hombre que se nutre de lascivia judeo-cristiana: Eva, Dalila, Salomé, Jezebel... En cápsula, la gloria de Carmen de Bizet consiste en los medios llevados a la summa: · Personajes: estereotipos, originales de la novela Carmen (1845) de Próspero Mérimée, que cobran vida mítica. Carmen es la femme fatale, Don José es el macho cornudo. · Música: auténticamente parecida, aunque de un francés que esculca el eros-thanatos para volverlo moralidad adaptada a la sensibilidad de la época. · Danzas: andaluzas, se destacan por su vivacidad embriagante. Están entre las más conocidas del repertorio operático. · El libreto: los diálogos (cantados o recitativos) y acotaciones, que no abandonan del todo la idea central de que la ópera es teatro cantado: drama musical o melodrama, según los italianos. · Espectáculo: fruto de los sentidos. Carmen en el Lyric Opera de Chicago Ya me cansé de matar a todos tus amantes; ahora te mato a ti. Don José (de Mérimée)

La condena de Don José se destaca como nunca antes visto en esta versión de Carmen. En el preludio, de manera muy efectiva e inesperada, —cuando se insinúa el destino fatal de Carmen con la insidiosa frase melódica, una suerte de leit motif que emerge siempre que Carmen presiente la muerte— se abre anticipadamente el telón y, de espaldas al público, entran por ambos lados, seis y seis, las siluetas de una docena de soldados de un batallón de fusilamiento cuyo blanco es la figura venida a menos de Don José en el paredón, en actitud de entrega, viendo hacia el punto ciego del auditorio, ¡qué sorpresa!, los soldados se ponen en orden, apuntan y, justo en el momento mismo en que van a disparar, y al mismo tiempo que se acaba la insidiosa frase de la tragedia, también se acaba este novísimo indicio del final de Don José, porque se apagan las luces. Al prenderse las luces de nuevo y al comenzar la música incidental del primer acto, vemos el acostumbrado plano de una plaza en Sevilla. Entonces la obra sigue su curso normal. Hasta que llegamos al final y, de nuevo, cuando surge la melodía de la muerte, aparecen de la nada los soldados y la escena del principio se invierte. Ahora los soldados están de frente, en el trasfondo, y Don José está de espaldas a nosotros. Entonces, todo esto durante la duración de la melodía motif, justamente al final estacato de la misma, sí disparan, cae Don José y se cierra el telón. Esta escena enmarca la trama. Fácil, como cuando el que va a morir hace recuento de todo lo que a sucedido. Esta escena alterada, temporal y espacialmente, es otro préstamo de Mérimée. Al ver esta escena por primera vez, tan


m ú s i c a

El living de Juana Josefina Ratto

Denyce Graves (Carmen) y Ildebrando D’Arcangelo (Escamillo) en una escena de Carmen en el Lyric Opera of Chicago. Foto: Dan Rest/Lyric Opera of Chicago, 2005.

tajante dado su instantaneidad, produce un efecto subliminal y nos predispone a seguir una línea particular de razonamiento, además que le da toda otra dimensión temporal y “narrativa” a la obra. Comenzar la acción con el merecido final de Don José es implorarle al público para que vea con otros ojos al personaje que nunca ha dejado de ser un mero instrumento. Pero la verdad es que la obsesión de Don José ni siquiera se le aproxima a la tenacidad de Carmen por ser Carmen. Don José es sólo un instrumento, un instrumento de un solo filo: el filo de la muerte. Bel Canto Tenacidad también la de Denyce Graves, quien se robó la admiración de todo mundo. Graves, además de encarnar a la Carmen magistralmente (actuación, manejo completo de su persona, dominio del lenguaje corporal, agilidad de movimientos, soltura, erotismo) también posee una voz potente y a la vez muy bien modulada, tanto en las partes líricas como en las más dramáticas. A mi parecer es de las mejores mezzosopranos que he escuchado en los últimos años. Neil Shicoff, quien interpreta a Don José, tuvo un comienzo muy débil. Pero fue mejorando a medida que transcurría la función. Vale mencionar que este papel exige que el tenor sea lírico, en los dos primeros actos, y después dramático en los últimos dos. Shicoff logró hacer un buen papel al final, pero la manera en que maneja el cuerpo me recordaba más a un Voyzscek (de Alban Berg) que al convencido Don José. Es difícil, después de haber presenciado a Domingo, encontrar un Don José con más convicción, tanto en escena como en voz. De pronto Shicoff está pasado de añitos. El barítono-bajo que hace el papel de Zúñiga, Christian Van Horn, hubiera hecho un excelente Escamillo (el toreador). Tiene una voz grave, clara y con fuerza, como

para lo dramático. Me recuerda a Ramey. Los niños del Chicago Children’s Choir lucieron bien y cantaron bien. Espectáculo Las danzas dejaron mucho que desear. Los motivos flamencos eran demasiado afrancesados, más ballet clásico que otra cosa. Lastimero porque esta obra se presta para contratar aunténticos. La coreografía en general tuvo sus ratos malos, pero es muy difícil manejar docenas de cuerpos ociosos en el escenario. Esta producción tenía mucho de la novela de Mérimée, incluso los paisajes, como la gruta donde Carmen y sus compinches manejan el contrabando. Al final, en la fiesta taurina, debieron usar más extras. El desfile fue escaso y me dio la impresión que el público de Chicago esperaba más vistosidad y vestuario. Obras consultadas Invito all’opera, Gino Roncaglia (1883-1968). Ed. Tarantola Milano, 1954 (seconda edizione rifatta e ampliata).

Ir a ver a Juana es como entrar al living de su casa. Nos invita a un viaje musical, a andar por caminos que nunca anduvimos, a entender que la música también es jugar. La conocí a Juana, a fines de los ochenta, como buena argentina, a través de su programa de televisión, “Juana y sus hermanas”, un disparate surrealista. Un desfile de personajes, todos interpretados por ella, de lo que en esa época era el paradigma de las mujeres. Estaba la esnob (para los argentinos la concheta), la hippie (rockera), una china, qué sé yo, ya no me acuerdo. Tenía tanta llegada, que habíamos incorporado los modismos de los personajes, y aún hoy nos sale alguno por ahí... Era una propuesta diferente, alguien que se detenía a mirar como éramos y nos “mostraba”. Un espejo. Con ese recuerdo fui a ver su show en el Hot House. Fui en blanco, sin saber de qué se trataba. Sabía que el crítico estrella del New York Times, Jon Pareles, había incluido su disco Tres Cosas entre los 10 mejores álbumes de 2004, lo que me dio curiosidad, por sabor a patria y por el dulce recuerdo de mi adolescencia. Y como en aquella época, Juana estuvo sola en el escenario, con su carisma, con sus ideas locas de las que por alguna razón te sentís parte. Fue como revivir un poco aquel extravagante programa pero con música. Juana mezcla todo, de una manera singular, con sentido del humor. Es como que estás en su casa y te hace masajes musicales, un refugio entre tanto ruido, parafernalia, ritmos frenéticos y megaconciertos. Te va llevando, te subís a su moto aunque más que moto diría su balsa, y te dejas

llevar, con sus pájaros, perros, guitarras acústicas, percusión, ritmos rioplatenses, sonidos indescifrables, sus experimentos, sintetizadores, su voz dulce, y más y más cosas, y de nuevo, ella sola, jugando con todo y con todos, “mostrándonos”, invitándonos a su oasis a olvidarnos de todo por un rato. Juana cocina la música en el escenario, con su sintetizador, sus teclados y su computadora, va generando sus pequeñas sinfonías, es como un chef en medio de su laboratorio de sonidos. Comienza con un pequeño ritmo, que lo graba y lo loopea, sobre ese ritmo le agrega una melodía que se incorpora al loopeo, y continúa con otras melodías y ritmos hasta que llega a su punto, entonces Juana toma su guitarra y comienza a cantar, silbar, susurrar, ladrar, como en la canción “El Perro”, donde se queja de los molestos ladridos del perro del vecino. Y nosotros que desde el silencio vimos cómo meticulosamente elaboraba esa música, cómo agregaba cada ingrediente a esa pequeña sinfonía, jugando, invitándonos a su original y armónico mundo. Creo que por eso los críticos musicales no encuentran su lugar, o mejor dicho la manera de “encasillarla”, porque como dijo Laura Emerik, del Chicago Sun Times, “Juana is not latin, not electrónica, just a free spirit”. Los musicólogos la reconocen, los neófitos la disfrutamos. Juana Molina se presenta el 21 de octubre, a las 7:30 P.M. en el Old Town School of Folk Music 4544 North Lincoln (773) 728-6000 Josefina Ratto: Originaria de Argentina. Estudió arquitectura en su país y radica en Chicago.

Carmen (1845), Jeremy Tambling (University of Hong Kong), del sitio Web: http://www.litencyc.com/, 15 March 2002. [libretto] Carmen: Opéra en trois actes par Henri Meilhac et Ludovic Halévy, tiré de la nouvelle de Prosper Mérimée, Musique de Georges Bizet, del sitio Web: Opera Resource: http://www.r-ds.com/opera/resource.htm Carmen, de Próspero Mérimée. Project Gutemberg.

Carmen se estará presentando hasta el 24 de octubre en el Lyric Opera de Chicago 20 N. Wacker Drive (312) 332-2244 ext. 5600

León Leiva Gallardo: Escritor hondureño, residente en Chicago. Sus cuentos y poemas han sido publicados en revistas y antologías locales. Colaborador regular de contratiempo. Juana Molina tiempo extra

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l i b r o s

Alarma

La literatura

de

peruana

americanos

en t orno al mundo andino Blas Puente-Baldoceda En la producción textual del primer periodo de la literatura indigenista —llamado por la crítica “clásico” o “el primer indigenismo”— advertimos dos vertientes: la idealizadora y la economicista, que respresentan las ideologías de un reformismo burgués o de un radicalismo antioligárquico de una clase media baja, que anhelan la modernización de los estructuras arcaicas de una sociedad mediante un proyecto de aculturación de la “mancha indígena” con fines de integrarla a la sociedad nacional. Por otro lado, estas dos vertientes se ciñen estrictamente a los patrones de una producción literaria heterogénea que adolece todavía de una visión esquemática, dualista y externa del problema indígena: por ejemplo, la idealización de García Calderón y Valdelomar, el costumbrismo naturalista de López Albujar, y el economicismo y la aculturación de Alegría, aunque en este último ya se vislumbra un mayor acercamiento del nivel mítico de la cultura de los indios; por esta razón, su obra se ubica a horcajadas entre la llamada literatura indigenista y la literatura neoindigenista. El segundo periodo del indigenismo, denominado neo-indigenismo, se manifiesta en la década del cincuenta. Tomás G. Escajadillo (1971) considera que el neoindigenismo constituye una transformación orgánica de la tradición indigenista y no su cancelación, y postula Los ríos profundos (1958) y La agonía de Rasu Ñiti (1960) del segundo Arguedas y todos los cuentos de Eleodoro Vargas Vicuña (1954), entre otras obras, como representantes del neoindigenismo. Tomando como punto de partida la propuesta de Escajadillo, Cornejo Polar caracteriza este nuevo estadio de la literatura

Manuel Scorza 32

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indigenista con los siguientes rasgos: a) El empleo de la perspectiva del realismo mágico que permite revelar las dimensiones míticas del universo indígena sin aislarlas de la realidad, con lo que obtiene imágenes más profundas y certeras de ese universo; b) la intensificación del lirismo como categoría integrada al relato; c) la ampliación, complejización y perfeccionamiento del arsenal técnico de la narrativa mediante un proceso de experimentación que supera los logros alcanzados en este aspecto por el indigenismo ortodoxo; d) el crecimiento del espacio de representación narrativa en consonancia con las transformaciones reales de la problemática indígena, cada vez menos independiente de lo que sucede a la sociedad nacional como conjunto. La literatura neoindigenista no se limita a una mera exaltación de valores y formas culturales, sino que procura una visión interna de los mismos con el propósito de dignificarlos y legitimarlos intelectualmente, así como también con miras a preservar sus rasgos intrínsecos. Es promovida por una generación de sociólogos, antropólogos, etnólogos, lingüistas y folkloristas, quienes —sin relegar a un segundo plano las demandas sociales, económicas y políticas propugnadas por Mariátegui— no sólo profundizan su visión de identidad y los valores culturales del mundo indígena sino que conciben la cultura mestiza como una derivación de la anterior e incorporan creadoramente los aportes de la civilización occidental. Este proceso se acentuó como resultado de la migración de la población andina a la capital y las ciudades industrializadas de la costa, dando lugar a un vivo y vertiginoso proceso de transculturación en el cual se estrecha la distancia de los dualismos costa versus sierra, blanco y mestizo versus indio, capitalismo versus semifeudalismo, urbanismo versus ruralismo, cultura occidental versus cultura autóctona como producto de una mayor integración nacional de la sociedad peruana. Fue Arguedas quien superó magistralmente la ruptura cultural y clasista del primer periodo de la literatura indigenista cuando crea una lengua artificial ad hoc formada por una matriz sintáctica quechua y realizada léxicamente en español y, de ese modo, plasma una representación verbal más auténtica del

pensadores

Leda Schiavo

José María Arguedas. Foto: José Gushikzn.

mundo andino. Este nuevo discurso literario, cuya integración lingüística concede organicidad artística al relato, fue explorada por los narradores de generaciones venideras como Vargas Vicuña y Scorza. Estos escritores neoindigenistas reducen drásticamente los dialectalismos, las deformaciones fonéticas del léxico, los calcos sintácticos, y en vez de glosar los regionalismos, los contextualizan lingüísticamente en el texto o buscan sus equivalentes en español; en suma, uniforman el lenguaje del narrador y los personajes mediante la reelaboración de un “flexible castellano-americanizado”. El proceso de transculturación se concretiza en la estructura narrativa, discurso literario e ideología de Redoble por Rancas (1971), un paradigma de novela neoindigenista, cuyo autor declara explícitamente que sus obras se apartan de los postulados de la tradición indigenista. El escritor opta por una novela política en la que se propone dar voz a una cultura andina mestizada, y declara: “Mis libros son contados desde la boca de los oprimidos, desde los ojos y la piel de los flagelados”. La voluntad de superar la fractura existente entre el referente y las formas de representación ficcional es un tácito cuestionamiento de la visión externa del primer periodo de la literatura indigenista. Scorza logra superar la exterioridad mediante una visión interiorizada del referente, y esta perspectiva de autor presupone una particular interpretación ideológica que se remonta a Guamán Poma de Ayala y su Nueva coronita i buen gobierno (1615). Como quiera que sea, Scorza no sólo adopta una postura crítica del modelo canonizado, sino que explora nuevas formas irreverentes de organización novelesca tanto en la estructura narrativa como en el discurso literario, las cuales reflejan sus presupuestos ideológicos —convicciones, conceptualizaciones e interpretaciones— del canon neoindigenista sobre el mundo andino.

Blas Puente-Baldoceda: Doctor en literatura latinoamericana por la Universidad de Texas, Austin. Actualmente es catedrático en Northern Kentucky University.

Este año aparecieron dos libros profundamente críticos de la clase dirigente norteamericana. Son sorprendentes e inquietantes porque los dos están escritos desde adentro, por hombres que conocen muy bien el sistema y forman o formaron parte de él y no pueden ser sospechados de antiamericanismo. Los dos tratan sobre el problema del militarismo en los Estados Unidos. El primero es de Chalmers Johnson, autor de Las penurias del imperio: militarismo, secretismo y el fin de la república, aparecido a principios de este año. Johnson, profesor emérito de la Universidad de California, veterano de la guerra de Corea y presidente del Instituto de Investigaciones sobre Japón, ha publicado varios libros demoledores sobre el costo económico y moral que significa la diseminación por todo el planeta de bases norteamericanas. El autor establece un paralelo con la caída de la República en Roma tras el cruce del Rubicón y también con la desintegración de la Unión Soviética debida en gran parte al enorme presupuesto militar. Los Estados Unidos son hoy la nación más endeudada del mundo, con un déficit de 666 mil millones de dólares (junio de 2005); si se suman los gastos de las bases diseminadas por todo el planeta y las guerras en Afganistán e Irak, la bancarrota parece inevitable. Hace poco Johnson había denunciado un posible ataque norteamericano a China, con el objeto de frenar al país que hoy tiene el mayor crecimiento económico mundial.

Andrew Bacevich

El caso de Andrew Bacevich, autor de El nuevo militarismo americano: cómo los americanos son seducidos por la guerra, publicado recientemente por Oxford University Press es más sorprendente. Graduado de la escuela militar de West Point, veterano de Viet Nam, y hoy profesor de la Universidad de Boston, donde dirige el Instituto de Relaciones Internacionales, escribe en el prefacio de su libro la confesión


l i b r o s

Un pergamino que reinventa a Juana la Loca Ceida Fernández-Figueroa

Chalmers Johnson

más desgarradora que he leído en los últimos tiempos sobre lo que puede considerarse una apostasía. Nos cuenta Bacevich que siempre se identificó con el pensamiento neoconservador y escribió desde 1990 regularmente en publicaciones derechistas, que combatió por eso a Clinton y que hasta el presente se considera situado culturalmente en la derecha conservadora. Pero, para su sorpresa, ha llegado a coincidir con la izquierda radicalizada, porque “mi desencanto con lo que se considera la derecha conservadora, materializada en la presidencia de Bush y sus fanáticos, la irresponsabilidad fiscal, la piratería de la política exterior, el desprecio por la Constitución, el hablar con ligereza sobre problemas profundamente morales, todo esto no puede confundirse con valores conservadores auténticos”. Bacevich opina que el militarismo no puede conciliarse con los valores democráticos de la sociedad americana, pero la gente no cobra conciencia de que se están minando sus valores tradicionales día tras día. Por el contrario, el norteamericano medio se adhiere a una visión idealizada de la vida militar, sucumbe a la visión estática de la guerra televisiva y se enamora progresivamente de la imagen de un poder militar sin límites. Bacevich cita a James Madison, uno de los padres fundadores de la democracia americana, para advertir con él a sus conciudadanos que de todos los enemigos de las libertades del pueblo, la guerra es quizás el más temible: “Ninguna nación puede preservar su libertad en medio de una guerra sin fin”. Los dos autores vienen a coincidir en que la finalidad utópica de la guerra propuesta por la administración Bush en cuanto a propagar la democracia por el mundo tendrá el efecto contrario, efecto que ya estamos viviendo con la validación de la tortura y las derivaciones del Patriotic Act, es decir, terminará con la República y con los valores democráticos y humanitarios. Hoy parecería que los sueños de grandeza imperial los ha barrido Katrina, destruyendo una de las ciudades más hermosas de los Estados Unidos. Un desastre que pudo haberse prevenido de no mediar cortes presupuestarios. Leda Schiavo: Poeta argentina. Fue hasta 2004 profesora de español de la Universidad de Illinois.

El pergamino de la seducción, de Gioconda Belli, publicado por Seix Barral en abril de 2005, seduce por la tensión que produce la evocación del pasado. Se trata de una novela histórica narrada en dos tiempos, un juego de voces que desafía los siglos, un ejercicio de mediumnidad que permite al lector escuchar la voz agónica de la Reina Juana de Castilla. El relato humaniza el dato histórico, y la escritora-investigadora ofrece, en una Nota final, los detalles de su investigación, sus motivos y sus fuentes. Después de sumergirnos en el mundo violento de la pobre Juana, emergemos a la orilla terrible de la verdad, de la ficha histórica y la investigación objetiva (objetividad discutible, diría la autora). La Loca, como la conoce la historia, (“escrita por hombres”, advierte la novelista) es una figura digna de ser novelada: situémonos por un instante en la piel de una mujer que amó con intensidad, que cabalgó por los parajes de Castilla junto al cadáver del amado, y vivió confinada en Tordesillas desde 1509 hasta el momento de su muerte en 1555. Su trágica vida está marcada por intrigas y políticas palaciegas; tal parece que desde su nacimiento, más que ser la tercera hija de los Católicos, Fernando e Isabel, fue una ficha valiosa que jugaron sus realísimos padres en estrategias de reyes conquistadores y forjadores de una nación y un imperio. El relato se sitúa junto al de otras novelas de carácter biográfico; comienza, desde la primera persona, con el momento de su nacimiento: “Y es Toledo. El 6 de noviembre de 1479, día de mi nacimiento... las comadronas me arrancan del vórtice de mi origen y me revelan el titubeante mundo en el que ingreso... Siento que me transportan, sobre precipicios, de un par de brazos a otros. Estoy desvalida y en peligro, ya sin agua que me aísle y me nutra. El mundo es atronador y su luz no admite el recogimiento.” Juana inicia así su historia, es la recién nacida voz de una niña en un mundo que no ha dejado de ser atronador y peligroso para las mujeres. No es de extrañar que la escritora nicaragüense se fijara en esta Juana del siglo XV para contar la historia de la marginalidad de la mujer y el temor que producen en los hombres que quieren ostentar su autoridad. Presenta, además, en este pasaje y en otros momentos de la novela la experiencia de la maternidad, tan hermosa-

mente trabajada en su novela Sofía de los presagios, de 1990, y en sus memorias El país bajo mi piel, de 2001. En estas novelas y en sus memorias, la experiencia de parir y luchar por la vida de esas criaturas se convierte en un discurso vital y poético. La escritora del siglo XXI que se asoma al mundo de la Juana del siglo XV no deja de encontrar razones y motivos que trascienden y anulan los siglos; explora desde su condición de mujer y nos presenta a una Juana inteligente, de espíritu independiente y crítico, peligrosamente poco dada al rigor religioso de la época, apasionada y gozadora de su sexualidad. En su tejido literario crea a una chica latinoamericana y huérfana, recluida en un internado madrileño de monjas (también en este contexto moderno aparece la reclusión y el aislamiento) y que se parece o se “da un aire” de la joven Juana de Castilla. Un maestro de historia, obsesionado con desentrañar la intimidad de Juana la Loca, la seduce y la requiere para su ejercicio de invocación. Sabe que sólo una mujer podrá desentrañar las pasiones de la pobre reina cautiva. ¿Qué siente una joven de diecisiete años frente al ímpetu amoroso de un Felipe el Hermoso? ¿Cómo se siente una madre a la que la separan de sus hijos? ¿Qué se siente cuando el hombre amado busca en tu cuerpo los olores de otra? El encierro,

¿qué se siente en el encierro? ¿qué ocurre cuando la voluntad choca contra la fortaleza de muros hostiles? Fue la tragedia de saberse joven, hermosa, deseada y temida. ¿Cómo sobrevivir a más de cuarenta años de encierro? La chica moderna experimenta las razones de Juana; el hilo conductor es la voz de este maestro: “Él se sienta detrás de mí. Me dice que cierre los ojos. Habla pausadamente. Susurra. Yo me dejo llevar por la voz. Desaparezco en ella y emerjo en otra parte. Soy Juana.” Y poco a poco las dos mujeres se encuentran, sobre todo en el espacio de su sexualidad. La novela es así un sugerente juego de voces. Lo curioso es la presencia de este hombre que susurra la historia para que otra la viva. Belli, parece recrear en él a todos los historiadores hombres que manejaron de acuerdo a su particular subjetividad las contradicciones sobre el estado mental de la reina Juana de Castilla. Sin embargo, este personaje necesita exorcizar su peculiar situación frente a la historiografía. No olvidemos que los responsables del cautiverio y la fama de su locura fueron su esposo Felipe, su padre Fernando y su hijo Carlos V. Estos, tal y como la Juana literaria advierte, la despojaron de todo, sólo le quedó su cuerpo para protestar y rebelarse. El pergamino de la seducción se inscribe dentro de las producciones latinoamericanas que desde el pasado nos obligan a repensar el presente, junto a la Tinísima, de Poniatowska, también junto a la Camila y a la Juana de Asbaje cinematográficas de Bemberg. Gioconda Belli logra con esta novela la intención que la guía desde sus años como embajadora de la causa sandinista: recabar simpatías desde la justicia y la solidaridad.

Ceida Fernández-Figueroa: Directora del Departamento de español y francés de Baldwin School de Puerto Rico.

Gioconda Belli tiempo extra

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h u r a c a n e s

La Catrina

Katrina: Un caso

con K

de crisis de identidad

om ulloa Por ser del CaribeAtómico, varios huracanes feroces me han rozado el pelo y en cada ocasión me lo dejaron más que parado del susto. Alborotado tengo el cerebro con el rugir de ráfagas y la caída de olas asesinas entre susurros de arrullos de palma. Huracán en vela, velas de huracán y a derretir la pesadilla infantil que dura, aún aquí, tan lejos. Cuando las noticias empezaron a hablar de la posibilidad de que el huracán Katrina entrara a tierra otra vez por Nueva Orleáns, me empezaron a fallar las rodillas. Acababa de pasar por Miami, cogiendo desprevenida a la mayoría, entre ellos a mis padres, que no se prepararon debidamente. No corrieron los acordeones de metal de las ventanas porque dijeron los mentirólogos que sólo traía vientos de 50 mph. Tampoco recogieron los cachivaches del patio. Los vientos fueron de 80 a 100 mph, y causaron numerosos daños. Al menos mis viejos tenían pilas, linternas, agua y comida enlatada, y de algo les valió porque estuvieron sin electricidad casi tres días. De paso se les rompió el refrigerador, que ya era viejo. Después de más de una semana de comprado, aún no les había llegado el nuevo por todos los retrasos causados por Katrina en la Florida. Por eso, tan diminuto eso que creó múltiples problemitas para mis viejos, ya me imaginaba lo que podía pasar en toda la costa del golfo, en particular, Nueva Orleáns, que está hundida bajo el nivel del mar entre lago y río. Ay, when the saints come marchin’ in, indeed they come blowin’ in the wind… debiera decir ahora ese himno de gospeljazz. Y bueno, ya el desastre en el Big Easy es más que un desmadre. El tazón se colmó de furia líquida. Fue un despilfarre de naturaleza encabronada a la máxima potencia. Y un fallo colectivo e imperdonable del gobierno de la llamada Única y Gran Potencia del mundo. A ninguno se nos olvidará, pienso, esta cagada mayúscula de la naturaleza y del hombre que se cree tan grande, fuerte y poderoso como la misma Natura Esa. Por eso al dar la vuelta a la hoja del periódico no puedo creer que sigan diciendo por ahí que la cosa es cíclica, que no es que se está calentando el globo, ese vengativo globito nuestro que ya está harto y se prepara para hacernos volar como petardo de feria. Los culpables son muchos, pero las víctimas son demasiadas. Llamémosles cabrones ineptos gobernantes de mierda a esos sabelotodos inflados de tecnología y vacuos de sentido común. Y juntemos ahí también a los medios de comunicación, más imbéciles pa’l montón, por múltiples excesos de drama en vez de reportar en seco, con la cámara prendida y en silencio, que hubiera sido milagroso dada la cantidad en exceso de agua, de baba 34

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periodística y de lágrimas de cocodrilo que han corrido tras el paso de la Catrina con K. Al segundo día después del golpe los cadáveres empezaron a oler en mi sala. La incredulidad aún a flor de piel por el desastre, mandé dinero a la Cruz Roja. Porque son los primeros en llegar y porque se meten en todas partes, a embarrarse las manos. Y ahí empezó otro increíble fenómeno. Empecé a incitar a todos los que me encontraba a donar algo, aunque fuera unos pesos. La mayoría de los estadounidenses a los que pregunté me respondían que ya lo habían hecho, pero la mayoría de los latinos me salían con excusas de todo tipo. La que más me sorprendió fue que “este país” podía costear estas cosas. “Este país”, el mismo donde ellos viven, trabajan y ganan dinero. La moneda de “este país” que les sirve luego para mandarla a sus familiares en otros países que apenas pueden mantener a sus propios ciudadanos. De pronto “este país”, y ayer muchos de ellos desgañitándose pidiendo igualdad porque “éste es nuestro país también, y aquí vivimos y trabajamos”. Qué horror, pensé, se olvidan de la gente, del pueblo, de lo maravilloso de este país. Y que conste, que la mayoría de éstos con quienes hablé son más o menos profesionales, legales y tienen plata suficiente para donar unos pesos. Por eso, mientras cambiaba canales vi un reportaje de Telemundo o Univisión, da igual porque la mediocridad de ambas no las destaca, y salté de alivio al ver a una familia de rasgos indígenas que llegó a un puesto de donación de la Cruz Roja de Los Ángeles. El hombre, al timón de un enorme SUV, se sacó unos cuantos billetes de $20 de la billetera y se los dio a una voluntaria, y siguió. Eso, me dije, así se hace. Ni por un momento se le ocurrió a ese vaquero en cuatro ruedas si podía o no deducir su donación en los impuestos del próximo año cuando sacó su fajo de billetes en efectivo y los depositó en la mano de la mujer sin esperar el recibo. Tal vez porque no paga impuestos, o tal vez porque sí los paga y, aunque se sienta enfurecido por la manera en que han sido utilizados esos fondos en este desastre, ese hombre tiene bien claro que éste es ahora su país, y que esa gente de rostro oscuro, blanco, colorado y mestizo, es su gente, para bien y para mal, y esa gente necesita ayuda. Por eso, cuando la cosa se pone fea, hay que saber decir presente, latinos, y mostrar agradecimiento a este país, pero sobretodo a su gente: a sus negros, a sus rojos, a sus amarillos y a sus blancos, que para eso alardeamos bastante nosotros de ser los marrones del grupo.

om ulloa: autora de selectos lapsos de memoria (una serie de fetos) y prendas de mujer.

Josefina de Abad Hacia el final de Meet de Press, el programa de Tim Russell, emitido el último domingo de agosto en NBC, la sutil Maureen Dowd resumió el impacto que el huracán Katrina había tenido sobre otras áreas de la vida nacional en la expresión “crisis de identidad”. Dowd, una de las pocas figuras de envergadura dentro de los timoratos medios de comunicación masiva en los Estados Unidos, caracterizó en forma simple pero contundente el efecto devastador en el “credo nacional”, tan celosamente defendido por el establishment norteamericano. Katrina ha sido, en realidad, la última de una serie de catástrofes que han asolado al país en los últimos tiempos. Pero este huracán es el único que no ofrece un villano a quien culpar por “haber atentado” contra... ¿Occidente?, ¿contra la libertad?, ¿contra el mundo civilizado? El 11 de septiembre tuvo su Bin Laden; Afganistán, sus Talibanes; Irak, su Sadam Hussein... ¿Pero Katrina? Todos los villanos de turno (los rostros rotativos de Satán) han sido contenidos dentro de un marco referencial exitoso desde la conquista de Texas hasta nuestros días. ¿Pero Katrina...? Dentro del marco referencial aludido, la democracia —gobierno del pueblo y para el pueblo— constituye el concepto-eje. De él derivan las libertades: individual, de prensa, de religión, etc. Debido a estas estupendas premisas, el ciudadano puede desplegar sus habilidades en plenitud y en un entorno de sana competencia, competencia que premia a los mejores, a los que más se esfuerzan y, como consecuencia de ello, ayuda a multiplicar las posibilidades para los menos aventajados. Mediante la misteriosa pero infalible y sabia mezcla de los factores anteriores, la sociedad así formada desarrolla un nivel de eficiencia inigualable en el mundo moderno. A su vez, y debido al precioso equilibrio entre individualismo, libertad y productividad, la carrera hacia el progreso es incontenible e inexorable. Y, finalmente como resultado de todo lo anterior, el sistema estará libre de uno de los más grandes peligros que atravesaron las sociedades a lo largo de la historia (especialmente las latinas): la corrupción. Este código ideológico ha permanecido semi rígido debido a la fortuna histórica que acompañó a los Estados Unidos en su corta existencia, pero en los instantes de sacudones interiores profundos —la Depresión, el Movimiento por los Derechos Civiles, Vietnam— la revisión de los conceptos fundamentales fue inevitable. Aún falta mucho en el camino de la introspección sincera y profunda. Y dentro de esa introspección Katrina puede ser un hito trascendental. ¿Y por qué Katrina?

Katrina aconteció en suelo norteamericano. Y, aunque a regañadientes, los medios de comunicación no tuvieron más remedio que mostrar el rostro oculto de los mitos fundacionales ya aludidos. ¿Y qué se vio? Una democracia en donde tanto el poder ejecutivo como el legislativo obraron con total indiferencia ante la pavorosa tragedia que vivieron miles de los ciudadanos de menores recursos. Raza y posición social rabiosamente desbarataron la presunción de igualdad de derechos. El mito de “la eficiencia yanqui” ha sufrido quizás el golpe más rudo durante ese largo período en que no funcionó nada y en el que rimbombantes y billonarios organismos oficiales, como Homeland Security, brillaron por su ausencia. La ineficacia oficial llegó a tal grado que Cuba y Venezuela pasaron a ser ejemplos a seguir en casos de catástrofes naturales. Pero es el tópico de la corrupción —que generalmente se endilga como casi condición genética de las sociedades hispanoamericanas— el que más se reveló con claridad en esta crisis. Las mismas compañias que, desafiando otro de los mandamientos del código socioeconomico de los Estados Unidos —la competencia—, han multiplicado sideralmente sus ganancias gracias a la muerte, la tortura y la destrucción en Irak, han llegado más rápido a Luisiana que la perezosa e inmoral Cruz Roja Americana... Oh, paradoja... Y junto a las fuerzas militares, codo a codo, las compañías de mercenarios... El código fundacional de los Estados Unidos en su totalidad, entonces está en crisis. Este es un país en el que la responsabilidad personal es capital. Y ahora, desde el presidente hasta cada miembro de la rama legislativa, pasando por los gobiernos provinciales y locales, juega el deporte más popular del momento, “el de la culpa ajena”, “el de: yo no fui; yo no tengo la culpa”. Mientras tanto, la prensa “libre” no quiere salir de su armario, de ese closet donde guarda dormidos los reportes que nunca se publicaron y las fotos que nunca vimos (como el arsenal fotográfico sobre Abu Graith del Washington Post). ¿Podrá Katrina mantener el presente desasosiego ante los presupuestos esenciales de este país? ¿Podrá dar frutos la “crisis de identidad”? ¿Podrá este país comenzar a madurar en la sola manera en que una sociedad lo hace: mirando hacia adentro, revisitando y reacomodando sus mitos en el fluir de su intra-historia ?

Josefina de Abad: Estudió en Argentina y España. Recibió su doctorado en la Universidad de Chicago y es directora del Programa de Español de St. Augustine College.


festival

internacional de cine

El Festival Internacional: Oportunidad para ver el mejor cine Febronio Zatarain Durante toda mi vida, la pasión por el cine me ha acompañado. Crecí en un pueblo donde sólo se proyectaban películas tres días a la semana. Allí, bajo el cielo estrellado, vi a Pedro Infante llorar porque El Torito había muerto quemado, vi al Santo y a Blue Demon jugando ajedrez en su laboratorio, vi a Chelelo acompañando a Antonio Aguilar, quien a veces se llamaba Gabino, otras Valentín y otras El ojo de vidrio. En mi adolescencia, debido a mis deseos incontenibles de ver mujeres desnudas, vi filmes extraordinarios como El topo, La pasión según Berenice, Las mil y una noches de Pier Paolo Pasolini y Portero de Noche. En las salas, mientras esperaba con ansia el cuerpo desnudo de Helena Rojo, de Ana Martín o de Pilar Pellicer, fui descubriendo el buen cine y descartando, poco a poco, los filmes netamente comerciales, que en su gran mayoría eran de Hollywood. Por suerte, a los 17 años, me mudé a Guadalajara, donde había instituciones que programaban ciclos como el Nuevo Cine Alemán, El Cine Ruso o El Neorrealismo Italiano. En 1975, descubrí La Muestra Internacional de Cine. Como en Guadalajara sólo pasaban la mitad de los filmes, dos amigos y yo nos íbamos a la ciudad de México y en 10 días veíamos alrededor de 25 películas. ¿Por qué cuento todo esto? Porque aquí en Chicago he conocido a muchos jóvenes que dicen tener mucho interés en los medios de comunicación y en el cine, o que incluso ya están inscritos o ya estudiaron en alguna universidad. Y para muchos de estos jóvenes el Festival Internacional de Cine de Chicago, ahora en su cuadragésima primera edición, pasa desapercibido. Y es una lástima porque además de que se proyectan las mejores películas que se han filmado recientemente, uno tiene la oportunidad de dialogar con la mayoría de los directores. El aprendizaje cinematográfico que se adquiere en este tipo de diálogos, difícilmente se consigue en el aula. Si nos interesa el cine o el arte en general, hay que darnos tiempo y tratar de ver el mayor número de filmes posibles. Hay una gran ventaja que hemos adquirido los latinoamericanos al inmigrar y que muy pocos la aprovechamos: el acceso al arte universal. De los nueve filmes en español que se van a proyectar he tenido la oportunidad de ver cuatro óperas primas: No sos vos, soy yo, del argentino Juan Taratuto; Play, de la chilena Alicia Scherson; Historias de desencanto, del mexicano Felipe Gómez; y Sangre, del también mexicano Amat Escalante. Las dos primeras tratan el tema

Sangre, de Amat Escalante

de la crisis de la pareja. Ambos filmes sugieren que el divorcio se está volviendo una práctica más común en los matrimonios de la clase media alta sudamericana. Valiéndose del humor negro, Taratuto parece decirnos que ya no hay salida; que después de una ruptura tarde o temprano se iniciará otra relación, una relación completamente fortuita que algún día llegará a su fin. La visión de Scherson es muy similar, con la diferencia de que la protagonista, una mapuche que se relaciona con el mundo primordialmente por el olfato (“Santiago huele a plástico y a desodorante”), nos da algo de esperanzas. Los dos cineastas sudamericanos muestran cierta preocupación por el espectador; En cambio, los dos mexicanos no son nada complacientes; ambos están inmersos en hacer su propio cine, por plasmar fidedignamente sus imágenes y sus preocupaciones. Gómez, con composiciones barrocas y surrealistas muy bien armadas, nos pone en la búsqueda de nuevas ideas para poder darle sentido a nuestra existencia, pues toda práctica que se fundamente en una idea preconcebida, nos llevará necesariamente al desencanto. Escalante, escarbando la misma veta, parece gritarnos que además del desencanto hemos perdido la sangre de la vida; el ser humano del siglo XXI es peor que una marioneta, porque ésta por lo menos sabe actuar el papel que le corresponde, en cambio nosotros somos malos actores de nuestro propio papel: a leguas se nota que fingimos que vivimos.

My Nikifor (mój Nikifor)

Érika Buchancow De la mano del director Kryszrtof Krauze, el cine polaco nos trae un filme basado en la biografía de un pintor conocido como Nikifor. Así solía firmar todos sus trabajos; dejó más de cuarenta mil obras a lo largo de su carrera. La historia transcurre en los años sesenta, época del apogeo comunista en las montañas de Krynica, donde se concentra la mayoría de los habitantes conocidos como lemkos, grupo étnico ubicado al suroeste de Polonia; durante toda su historia, este grupo ha luchado porque se respeten sus diferencias tanto políticas como culturales con respecto al resto de Polonia, diferencias que fueron absorbidas de la cultura ucraniana. El pintor Nikifor pertenece a los lemkos y es vendedor callejero de sus propias pinturas. Además de sufrir un maltrato tras otro por pertenecer a esta etnia, sufre por su condición de vagabundo y artista bohemio,

que lo lleva a usurpar el estudio artístico de Marian Wlosinski, otro pintor que por sorpresa encuentra a este hombre instalando sus pinceles y pinturas en su escritorio. Con cierta calma, Wlosinski trata de ubicar a la familia de Nikifor, pero termina descubriendo que éste no posee ningún certificado de nacimiento que compruebe su paradero. Wlosinski descubre que Nikifor padece de tuberculosis y otras deficiencias físicas y mentales que lo limitan a lidiar con su propia vida. Sin saber qué hacer con este anciano, Wlosinski debe elegir entre hacerse cargo de su familia, compuesta por su esposa Hanka y sus dos hijas, o de Nikifor, quien agoniza de tuberculosis y terquedad al negar que lo atienda un médico. Finalmente, Wlosinski decide abandonar su carrera como pintor y a su familia para asumir la tutoría legal del artista. Así comienza a explorar la vida de este fenómeno tan peculiar llamado Nikifor. La historia se pone interesante al ver que a Nikifor se le convoca a exponer en la galería de arte Zacheta, de Varsovia, donde es reconocido como el mejor artista de todo Polonia. Él mismo no es conciente de este suceso. Podemos rescatar de este filme la gran actuación de Krystina Feldman, quien protagoniza a Nikifor, una mujer de ochenta años que fue merecedora del premio Crystal Globe, como mejor actriz en el Festival de Karlovy Vary, donde también se hizo entrega del mismo premio a Krauze, como mejor director. En el filme se captura la fotografía de los paisajes polacos y se juega mucho con la luz tenue, que transmite un ambiente melancólico en cada escena. La adaptación de la vida de este artista contemporáneo nos deja palpar el valor de la amistad desde la óptica de este peculiar artista y su mundo lleno de colores. La película se proyectará en el cine River East 21 los días 9, 10 y 11 de octubre a las 6:00 P.M., a las 6:30 P.M. y a las 7:00 P.M. respectivamente. (312) 332-3456

Érika Buchancow: Argentina. Estudia su licenciatura en el Truman College, en Chicago.

El Festival Internacional de Cine se llevará a cabo del 6 al 20 de octubre en diversas salas. Consulte la cartelera en www.chicagofilmfestival.com o llame al (312) 332-FILM Febronio Zatarain: Profesor de español del St. Augustine College y del Instituto Cervantes, en Chicago.

My Nikifor, de Kryszrtof Krauze tiempo extra

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entrega inmediata cartas del lector

Conciencia de nuestro origen Estimado equipo de contratiempo:

La casa de mi abuela, de Adán Aliaga

La casa de mi abuela

Raúl Dorantes Esta tarde de septiembre anduve por las calles de un pueblo de Alicante. Caminé junto a Marita y sus 72 abriles, caminé también junto a su nieta, esa chiquilla respondona y avivada... Pero apenas escribo esto, me corrijo: yo más bien iba por la otra acera y miraba a Marita con su paso agotado, Marina ansiosa por llegar a la primaria. Las seguí hasta el mercado y más después al cementerio con el fin de limpiar la tumba del abuelo. Así anduve esta tarde gracias a las imágenes que captó hace un par de años el documentalista Adán Aliaga. La casa de mi abuela nos recuerda que hay mucho de extraordinario en la vida más ordinaria, en lo que el mismo Adán ha llamado “la poesía de lo cotidiano”. Todos somos esas dos personas ordinarias, a todos nos acoge lo cotidiano. Marita bien puede ser mi madre, la de Aliaga o la de cualquiera; Marina es alguna de nuestras sobrinas. En ninguna de las dos mujeres hay nada fuera de lo común; una es planta que recién brota, la otra es árbol que declina. A las dos las sigo en sus enojos, en su risa, en su aburrimiento a la hora de misa, en su baile y hasta en sus visitas al baño. Aliaga supo captar a dos seres enteros, en ningún momento divididos. Hoy anduve por ese pueblo de Alicante, y a eso del mediodía me capturó la desolación de sus calles, (no ha llovido en años y lo contaminan las factorías), pero basta que aparezca el rostro sudoroso o cansado de una de ellas para transformar el paisaje. Acepto ahora el riesgo de parecer ridículo: mirar desde mi acera a Marita y a Marina me lleva a concluir que vivir es simple y llanamente extraordinario; el problema es que nos olvidamos. Ojalá nos acompañaran a toda horas aquellas seis palabras del poeta Fernando Pessoa: “Para ser completos, existir es suficiente”. 36

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Me persigue aún la tarde en que Marita festeja un cumpleaños con sus amigas. Toman sidra, comen pastel y se acomodan los anteojos mientras hablan de la duda y de ciertas prácticas de la iglesia católica. Una de ellas de plano no puede ya creer, “y no es porque el padre le haya regalado las hostias a una chica”. Otra se halla a medio camino. “Son cosas muy serias”, nos dice Marita y empieza a contar un chiste colorado. ¿Habrá algo más difícil que filmar lo cotidiano? El verdadero reto de un cineasta (o escritor) estriba en mostrar lo grandioso que se halla (de ningún modo escondido) en las cosas diarias, sacarnos del olvido. Sí, atreverse a entretejer un guión en torno a los hábitos y quehaceres más comunes de una casa: barrer la calle o preparar la ratonera, probar el cocido o ponerle el bozal al perro, sentarse al sol o limpiar el crucifijo. Debo aclarar, eso sí, que en esta casa de Alicante ha vivido Marita Fuentes durante 52 años; Marina apenas unos cuantos. Y muy pronto (“avísenme cuando falten dos semanas”) los de la constructora han de venir para demolerla. Y hay que presenciar la demolición para guardar como se debe el luto: entre los escombros se halla la muñeca y seguramente una foto del abuelo. Sólo después del luto, Marita y Marina podrán vivir deveras el nacimiento de otra construcción. Dije que seguí a Marina y a Marita desde la acera opuesta de este pueblo de Alicante que lleva por nombre San Vicente del Raspeig. Y ahora vuelvo a corregirme: sí anduve con ellas a su lado.

La película se proyectará en el Landmark Century Theater de Chicago los días 7, 8 y 9 de octubre a las 6:30 P.M., a las 3:00 P.M. y a las 6:45 P.M. respectivamente. (312) 332-3456

Raúl Dorantes: Profesor de español del Instituo Cervantes, en Chicago.

Como mexicano, me enorgullezco de la rica tradición cultural que tenemos y que muchas veces, aun viviendo en nuestro país, no la conocemos o fingimos no conocerla. Me remito a una charla que tuve con el artista Benjamín hace ya 20 años, cuando él me alegaba que por el hecho de vivir en la ciudad y no hablar mi lengua nativa, no podía considerarme indígena, ya que según el esquema de valores de mi país esa condición se pierde al entrar en otra esfera socioeconómica y cultural. No sólo eso, me señalaba que la condición de “indio” se debía de abandonar, pues pertenecía a un pasado sumido en las penumbras y en el atraso. En suma, que debía aceptar mi condición de mestizo. O sea, mi condición de mezclado, híbrido, indefinido. Ni chicha ni limonada. Pero ¿qué pasa cuando hemos conservado en nuestra casa los rituales, las costumbres, las formas de vida o prácticas cotidianas que nos heredaron los mayores? En Chicago habemos aproximadamente 100 personas dedicadas a la danza conchera o azteca. Seguimos esa tradición y sus respectivos quehaceres como una forma de vida: vivimos para danzar, pero no somos “bailarines”, pues nos enorgullece llamarnos “danzantes”. Es decir, indígenas, y como indígenas (algunos incluso de tez blanca que han adoptado esta forma de vida) nos embarga el dolor de ver la injusticia que sufre nuestro pueblo. El 5 de julio recibimos la noticia de que Leonard Peltier había sido trasladado de la celda en que estaba recluido en Dakota del Sur a una cárcel en el estado de Indiana sin previo aviso a sus familiares. Esto puso más presión en el ánimo de este activista político indígena, miembro de la nación Oglala o Lakota. Peltier ha estado preso por 27 años, acusado de asesinar a dos policías. Su proceso ha estado plagado de anomalías. A finales del gobierno de Bill Clinton se insinuó que sería indultado, lo que movilizó a las fuerzas más reaccionarias —esto es, grupos ultra conservadores de derecha, fraternidades de policía y medios de comunicación— en contra de Peltier. Varios líderes indígenas, como Leonard Crow Dog, trataron de entrevistarse con el presidente; ya tenían una cita agendada, pero a última hora les fue cancelada por la debilidad política que vivía el presidente en ese momento. Peltier sigue encarcelado. Este caso es uno más de los miles en que los indígenas —mexicanos, guatemaltecos o nacidos en este país— son vejados y atropellados en sus derechos humanos y civiles. Sabemos

que los nativos de este continente estamos emparentados desde el norte hasta el sur. Hay formas de vida que nos identifican. Aunque también hay los casos de indígenas que se niegan a hablar su propia lengua y a ser considerados “indios”, ya sea por vergüenza o por querer alcanzar un estatus en la jerarquía de valores materiales capitalistas. No es extraño que en un programa de TV muy popular que se transmite desde el Perú casi el 100% de los participantes tengan rasgos marcadamente indígenas, pero porten cabelleras teñidas de rubio y tengan nombres como Walter o Jennifer. La misma conductora pone el ejemplo. En los Estados Unidos, a los indígenas se les sigue nombrando como otros quieren hacerlo. Es símbolo, o mejor dicho “mascota”, de algún equipo de béisbol, etc.. Muy frecuentemente afrontan el hecho de que los hijos tengan que separarse de los padres porque éstos no son solventes económicamente. Por último, quisiera decir que aún falta consumar la mayor independencia de América (tomo este nombre con su verdadero significado, o sea la América de Morelos, de Martí, de Bolívar). La independencia a partir de la toma conciencia de nuestros valores basados en la cultura madre, la que nos dio el maíz, las grandes ciudades, el arte grandioso, la práctica médica y los descubrimientos científicos que sorprendieron a los europeos del siglo XVI. Trabajando en el rescate de estos valores tomaremos más conciencia de nuestro origen y de quién somos. Para más información del caso Peltier, pueden conseguirla en internet con sólo teclear su nombre. Hay más de 50 sitios. Tlazokamatli Roberto Ferreyra Ollinmikiztli


T AQUICARDIA Graciela Reyes Quiero estar en la misma habitación que vos nada más que eso quiero tenerte cerca y mirarte le dije me gusta verte andar sonreír tomar el té cambiar los discos dar vuelta a la página me gusta que estés distraído que te quites el pelo de la frente me gustan estas horas magníficamente silenciosas tus manos tu cuerpo tus ojos qué mirada la tuya que me provoca taquicardia no le dije una larga vida buscando la sabiduría y a veces equivocándome y perdiéndome en detalles pero siempre estoy atenta yo siempre estoy atenta y siempre deseo que son dos cosas que podrían haberme llevado a la sabiduría toda una larga vida y ahora te encuentro como la medida de las cosas como la belleza donde convergen mis pasiones estás conmigo pero remoto de mí en estas tardes de verano incipiente con el olor del jardín entrando por la ventana y apenas puedo concentrarme en mi libro tengo que mirarte no le dije tiemblo cuando te acercás a mí creo que si estuviera muerta y te acercaras me levantaría y me metería entre tus brazos no le dije

C OMO

soy tan feliz por haberte encontrado soy feliz en este país cada vez más detestable en que vivimos a pesar nuestro vos extranjero y yo extranjera cada uno de distintos y hasta más de una vez enemigos países pero los dos coincidentes en nuestros desprecios aunque los dos queremos esta hermosa ciudad y estos atardeceres largos como en la pampa que no conocés esta ciudad feroz y vulgar que sin embargo tiene el esplendor de la luz del mármol y del agua en ese esplendor te amo con un amor adolescente con las rodillas que se me doblan con el corazón saliéndoseme por las orejas no le dije te amo no te quiero sino que te amo si es que esa palabra existe fuera del libro de primer grado te amo con toda mi alma que es una prodigiosa maquinaria capaz de conocer sentir soñar incansablemente el alma diseñada por cientos de millones de años de evolución para llegar a esta tarde al tesoro de este momento a tu lado mi amor por vos es un amor extemporáneo que sin embargo justifica mi vida mis búsquedas mis reflexiones y me salva de entrar en la vejez sin pena ni gloria un amor que en su insensatez me redime de todas mis insensateces eso nunca se lo hubiera dicho solamente quiero estar en la misma habitación que vos y mirarte y charlar con los chicos que entran y salen y después si acaso irnos a caminar un rato entramos los dos en el aire caliente y cruzamos al parque miramos cada cosa las ardillas las primeras luciérnagas las flores lujuriosas los árboles y bajamos a la playa donde las

QUIEN QUIERE SER EL QUE SE ES Jochy Herrera

Era un azar su cuerpo y ahora lo conoces... Enriquillo Sánchez

Estoy apegado a esa idea de lo que fui casi como quien quiere ser el que se es. Alguien me pregunta hace apenas unas horas el nombre de la mujer que más he amado y respondo sin elaboraciones: la que me he inventado. Besarte el pelo libre sobre tus ojos verdes fue una osadía que la memoria no perdona. Oler cosas de ti era algo sin igual: ser un paria de la razón o un enloquecido muchacho de diecisiete que apenas se atrevía a morder labios, más allá de la imaginación o de la Ann Bancroft, ella toda vestida de la Mrs. Robinson. No te inventé, sin embargo, entre esa virginidad de amor que sólo una vez se siente (difícil estreno que a los treinta o cuarenta tardíos es sorpresa inimaginable). Te inventé mujer tocándote las pecas que hace un rato confesaste mías; mías porque me las apropié (y es que nunca das nada, dejas que uno se

adueñe para luego recordarle la exclusividad de tus pezones y navíos; ellos que por supuesto son otros tras compartirlos y quedártelos para la eternidad de las mañanas). Recreo el pelo y las mejillas tuyas llenas de lágrimas y dolor mientras decías adiós. Desapareces en Escandinavia, Boca Ratón o Mar del Plata; estás agazapada triste y huraña como los gatos, o como cuando te toqué entre las piernas esa primera vez que te gustó. Me es cotidiano no tenerte, respirarte, deducir tu álgebra de capilares; tu arquitectura verde y tibia. Me es maravilloso saberte cierta esperando la tierra de este alcohol fresco que pregunta por ti. Es cierta tu maravilla, la maravilla llamada ella. Viví rutinas y fantasías, quiero decir, las vivo. Mas sin embargo, me es maravilloso encontrar en ti a aquella diosa de la playa que una vez tuve, Caribe rabioso y todo. Te inventa Aznavour escuchándole en la ventana de universitario feliz y francamente

gaviotas chillan y los veleros rezagados van pasando como fantasmas y nos sentamos en la arena y entonces la luz final del día te hace parecer un dios refulgente y yo me dejo abrazar y el corazón no sé dónde esconderlo para que no oigas el escándalo ay no se lo dije pero él ya lo sabía después volver a casa y preparar la cena el perro salta entre los dos los chicos hacen los deberes yo te miro condimentar el cordero con menta y vos me sonreís me escribiste por email que te gusto porque soy serena y silenciosa qué gran malentendido yo no soy silenciosa ni serena pero estamos tan bien todos cenando en el comedor a la luz de candelabros les hablo a los chicos de los verbos irregulares y vos y yo nos miramos con amor el alma es un conjunto de actividades inteligentes pensar sentir tener conciencia de nosotros mismos el alma morirá con nosotros y eso hace único precioso cada momento solamente quiero estar en la misma habitación que vos tenerte cerca mirarte le dije y él no me dijo nada.

Graciela Reyes: Escritora y profesora de lingüística en la Universidad de Illinois en Chicago. Es autora de Poemas para andar por casa, Reflexiones de una mujer sola y Cuentos de amor, entre otros.

indocumentado. Flashbacks de ti aparecen justo en el instante álgido en que despierto sabiendo que La Maga espera al doblar de una esquina a la que no llego. Lleno de miedo me lanzo a amarte, mujer inventada; y te dibujo y te corrijo, y te busco luego de encontrarte; y le pregunto al mar si te esconden las caracolas o si te protegen las sirenas o ambas cosas a la vez. Callo. Desconozco si me escuchas o si te esfumaste, mujer mía y no mía. Yo sé que no llego aún a la meta ni al principio; sé de ti y sé de mis pasiones, de los astrolabios y las mariposas que siempre te persiguieron. También supe una vez de tu boca cuando en un taxi casi vacío osaste dedicarme una mirada y yo un beso la imaginé. Hoy sé de ti y de tu ausencia, mujer de papel casi teñido de jazmín. Te miro el olor y la culpa de tus ojos; te miro entre tus uñas y el recuerdo de esa que jamás fuiste. Ahora eres todas con nombres y apellidos.

Jochy Herrera: Escritor dominicano. Reside en Chicago.

tiempo de sobra

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ARTE El Dios Común Dibujos, pinturas, video y performance de Montserrat Alsina y Roberto Ferreyra 7 de octubre: 6:00 P.M. Colibrí Studio / 2032 W. 18th St. (312) 733-8431 Fantastiche Pinturas: Diana Solís 7 de octubre: 6:00 P.M. Arte y Papel Studio & Gallery 1579 N. Milwaukee, Suite 210 (773) 235-0075 Recepción y evento para recaudar fondos Pinturas de Jeff Abbey Maldonado 21 de octubre: 6:00 P.M. APO Building / 1436 W. 18th St. Estudio 4 Vida y Muerte Trabajos de artistas invitados de Plástica Ecatepec, Estado de México 8 de octubre: 6:00 P.M. Casa de la Cultura Mestizarte / 1436 W. 18th St. Recuerdos de Buenos Aires Acrílico sobre papel de Victoria Bianco 14 de octubre: 7:00 P.M. Galería Marchetti 825 W. Erie St. (312) 346-0211

Hor scopos DOÑA MASAS visitó la acadexmia esplendorosa y se apropió de la dicciomanía sonorosa … ARIES: Aunque lo niegas, eres falluca que traspasa continentes en busca de legitimizar su rollo aquí en tierras del tío Sam, chivito. Te explico el falluqueo al masazo: “comercio ambulante”, que viene de falla, “tejido para cubrir la cabeza”, pasando por el francés faille, “velo de mujer”. Así que, vienes escondido entre pañuelos de mujer, y encima te haces el ching. Ver para creer. TAURO: Toro, no es que seas un hombre fifí, que viene del francés fifille para “muchachita”, pero sí eres hombre presumido que se acicala demasiado. Eso no le hace daño a nadie, pero el problema es que en otros ranchos te haces el charro de botas con espuelas. Por eso, como soy olla y me gusta, te digo a ti, que te crees comal, ¡mira qué tiznada estás! Dale, aprende a bailar la jota, digo, el baile joto. GÉMINIS: Entre geminianos siempre se escucha… ¡ábranla, que lleva bala! Ay, pero no saben disparar, así que de qué les vale tanta armadura, pisotón y alma dura. Comienzan en achichincle

Fotos y poemas de Rebecca Villarreal 27 de octubre: 6:00 P.M. Dittimar Memorial Gallery Northwestern University, Norris University Center 1999 Campus Drive / (847) 491-2348

Primer Evento Rockultural Krímenes de Guerra, Raíz Viva, Círculo de tambores, Nahuales y Enemigos D’ Paquita 8 de octubre: 8:30 P.M. Black Hole / 3057 W. 26th St. / (773) 531-4249

MÚSICA Fangoria 16 de octubre: 8:00 P.M. Metro / 3730 N. Clark Las Guitarras de España Del 7 al 9 de octubre: 8:00 P.M. Links Hall / 3435 N. Sheffield Ave. Ruido 2005: Lucybell 14 de octubre: 10:00 P.M. HotHouse / 31 E. Balbo Los jefes de jefes del rock en Chicago: Liranroll, Transmetal, Bostik, Leprosy y otros 15 de octubre: 8:00 P.M. Congress Theatre / 2135 N. Milwaukee Ave.

Skalavera Maldita Vecindad, Inspector y Los Vicios de Papá 29 de octubre: 6:30 P.M. Congress Theatre / 2135 N. Milwaukee Ave. (312) 559-1212 Gonzalo Rubalcaba y el nuevo Cuarteto Cubano con Chuchito Valdez 15 de octubre: 8:00 P.M. Auditorium Theatre de Roosevelt University 50 E. Congress Parkway / (312) 902-1500

para acabar en ahuizote, y luego se achipilan con el desteteo. Esa hora a todos llega, cuando el seno maternal se nos aleja como manjar y tenemos que empezar a pagar por los vicios orales. CÁNCER: ¡Cáete, caifás!, aviso a los cancerianos. Como al Busholoco que nos desguía, te pido: Cumple tus compromisos, hijo del chimichurri axfeitado de tu padre. Vete a cambiar el agua de tus aceitunas a otra parte y retírate del fogón, que nos dejas como agua para chocolate, amargados y desbombonados, en medio del diluvio universal en manos de la santa Cachucha. LEO: A ti te daremos a escoger entre las anchas y chilosas posibilidades de la palabra rabo, porque eres rabo verde que siempre termina con el rabo entre las piernas, aun cuando te tragas todo un rabo de mestiza. Después te pones a torcer el rabo a la cochina, y ya sabes, que de las rajas al rajón, sólo queda el vacilón. Te recomiendo un platillo cubano llamado rabo encendido, que nunca se apaga, león. VIRGO: Tú si sabes que la gallina vieja hace buen caldo, y te lo tomas con gusto. También te fijas bien en el vaso donde bebes, que de tal jarro, tal tepalcate. Tu catecismo se lee sin códigos, porque más vale gota que dure, y no chorro que pare. A ti la gente labiosa te cae gorda, y prefieres vivir en una ladrillera segura que en un

Breakfast, Lunch & Dinner Hasta el 16 de octubre Chopin Theatre / 1543 W. Division (312) 494- 5767

EVENTOS Ana Castillo 26 de octubre: 7:00 P.M. Mexican Fine Arts Center Museum 1852 W. 19th St. (312) 738-1503 Torneo abierto de ajedrez del Día de la Raza 10 de octubre: 9:00 A.M. Rudy Lozano Library 1805 S. Loomis St. (312) 746-4326

Joan Baez 14 de octubre: 8:00 P.M. The Vic 3145 N. Sheffield (773) 472-0449

Zamandoque Tarahum, Descarga y Éxodo 15 de octubre: 6:00 P.M. Saint Xavier University / 3700 W. 103rd St.

TEATRO Festival de Monólogos: Voces Femeninas #2 Mujer On The Border 14 de octubre: 8:0 0 P.M. Mujer de Todos 15 de octubre: 7:00 P.M. Kahlo: Viva la Vida 16 de octubre: 7:00 P.M. Little Village High School 3120 S. Kostner Ave. / (312) 491-9792

Yerba Buena 18 de octubre House of Blues 329 N. Dearborn (312) 923-2000

Campeonato latino de ajedrez de Chicago XIII 29 de octubre: 9:00 A.M. Rudy Lozano Library 1805 S. Loomis St.

palacio de cristal. Eres tierra firme en medio del turbulento mar, y eso, virgen, en otras lenguas contaminadas, se denomina oasis.

metate, pero buena p’al petate, que ésa es pura cajeta y se ganó el derecho de cacarear el huevo o mucho más mejor, de quebrarte el huevo.

LIBRA: Estar y ser tejen la cuna y el encaje del librano complicado. Primero, ni están todos lo que son ni son todos los que están, pero eso ya lo sabías. Segundo, lo que sea de cada quien, repártelo. Tan es así, que pa´ luego es tarde. Y tercero, si te miras al espejo y piensas que no estás tan peor aunque estés macicito, es que eres como eres. Por si acaso, no sigas mi ejemplo de ser franco, pero no tanto, a no ser que estés dispuesto a estar y ser irregular hasta el final.

CAPRICORNIO: No te des más baños de pureza, capricorniano, que si sigues saliendo a la luz del día con tu batea de baba, el escupitazo será comunal. A nadie le gusta que la gente se autodefina de pura uva cuando la realidad es gacha. Y deja de gritar que aquí nomás mis chicharrones truenan y dedícate a parir chayotes, de verdad.

ESCORPIÓN: Jarabe de pico para tu concierto en MI MI mayor. Desdén olímpico te vas a ganar si sigues empeñado en dejar al mundo con los ojos cuadrados por tu esplendor. Tu sinfonola sólo raya el mismo disco, como en las taquerías de barrio, y eso aturde. Si Adelita se fuera con otro, pues que sea contigo a ver si tú también te vas a volar al taller donde se ponchan llantas gratis. SAGITARIO: Acciones son amores, no besos ni apachurrones. El despapaye de tu vida se debe a querer inyectarte más de lo que la ley permite. Así que deja de mamar, que tienes muchos destrozos que arreglar. Sigue en vela al lado de la mala p’al

ACUARIO: Si echas agua al panorama ajeno, tu mundo puede hacerse agua de borraja, aquaman. Por eso, como tú corres por tuberías y te mezclas con el desagüe, cuídate del agua mansa y ni se te ocurra hacerle a alguien agua la canoa, porque entonces sí se te complicaría la vida líquida que llevas y el agua te va a llegar al pescuezo. Y como consejo final, recuerda que cuando se revuelve el agua, cualquier ajolote es bagre. PISCIS: No hay que confundir los sopes con las garnachas, pececito. Tú tienes experiencia con estas confusiones, y ya deberías saber que no es lo mismo yo me río en el baño que yo me baño en el río. Elimina las flores de un día que flotan en tu jardín y empieza a sembrar perennes que se fijen en tu suelo acuático en busca de tus sabrosos minerales, que son difíciles de hallar pero alimentan para siempre.




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