Contratiempo 93 • Abril 2012

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contratiempo DIRECTIVA Gerardo Cárdenas, Jochy Herrera, Moira Pujols, Rod Slemmons, Helen Valdez, Ellen Wadey Placey DIRECTORA EJECUTIVA Moira Pujols DIRECTOR EDITORIAL Gerardo Cárdenas CONSEJO EDITORIAL Rey Emmanuel Andújar, Gerardo Cárdenas, Marco Escalante, Eduardo Estala Rojas, Rafael Franco, Ignacio Guevara, Jorge F. Hernández, Catalina María Johnson, Verónica Lucuy Alandia, Stephanie Manríquez, Esmeralda Morales-Guerrero, Olivia Liendo, Luis Alejandro Ordóñez, Julio Rangel, René Rodríguez Soriano, Tanya Victoria, Febronio Zatarain

ABRIL 2012 • NÚMERO 93

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n abril, el turno es de la poesía. Por quinto año consecutivo, la poesía en español se apodera de Chicago. En el 2012, el susurro es el vehículo para llevar la poesía a los oídos del público. Los susurros se escucharán en la Poetry Foundation, en DePaul University, en el Instituto Cervantes, instituciones que junto con Northeastern Illinois University, University of Illinois-Chicago, el International Latino Cultural Center, Chicago Amplified, FMEL y Gozamos son copatrocinadores con contratiempo del Festival. La poesía es protagonista fundamental de nuestras páginas, desde la 3 donde se presenta con contratiempo la californiana Sonia Gutiérrez, al dossier donde se enfoca a la poesía bajo diversos reflectores, y a Deshoras donde se expresan seis de los poetas que participan en Poesía en Abril.

Hay, por supuesto, otros contenidos que deseamos resaltar. En marzo, Chicago (y Pilsen en particular) perdieron a uno de sus artistas más representativos e importantes. La obra de Francisco Mendoza es central en la historia artística de Pilsen. En nuestras páginas, queremos rendirle un homenaje a su vida y obra. A destacar también en nuestro número 93: la obra artística del colombiano Luis Fernando Uribe, dos reseñas del teatro que se hace en Chicago, un análisis de las complejidades y particularidades de la traducción y una entrañable mirada a la música de Leonard Cohen. Deseamos que nuestro número 93 les inunde con los susurros insondables de la poesía. Gerardo Cárdenas, director editorial

DIRECTORA DE ARTE Olivia Liendo CORRECTORES DE ESTILO Julio Rangel, Verónica Lucuy Alandia y Luis Alejandro Ordóñez Las opiniones expresadas por los escritores que colaboran en contratiempo no son necesariamente las de la revista, o de la entidad que la publica, contratiempo nfp, una entidad 501 (c)3 sin fines de lucro © contratiempo nfp 1702 South Halsted St., Chicago Il 60608 (312) 666 7466 contratiempo is grateful for the past and present support of The Chicago Community Trust, the Richard Driehaus Foundation, the Field Foundation of Illinois, the Illinois Humanities Council, the Illinois Arts Council, the City of Chicago Department of Cultural Affairs and individual, institutional and corporate donors, and the contribution of writers, artists and volunteers who make our work possible

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ENVÍO DE COLABORACIONES: Gerardo Cárdenas gcardenas@contratiempo.net VISÍTANOS EN: contratiempo.net issuu.com/contratiempo facebook.com/Contratiempo @revcontratiempo

Recordando a Francisco Mendoza Robert Valadez

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Olson/Creeley, y la naturaleza de las traducciones Gabriel Bernal Granados 12

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INFORMACIÓN SOBRE LA REVISTA, PUBLICIDAD O SUSCRIPCIONES: info@contratiempo.net

TIEMPO EXTRA “Araña en la maraña” y “Mi corazón es un campo de fresas”. Sonia Gutiérrez

Anotaciones acerca de Palotes de ¡Ahora! Rey Emmanuel Andújar

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Teatro integral en el Steppenwolf Garage Rafael Franco Comedia del alma por amor al arte Rafael Franco Leonard Cohen A lazy bastard living in a suit José Angel Navejas MIRADA CÓMPLICE El paralelismo lúdico de la obra de Luis Fernando Uribe Jochy Herrera

a portada de este número es un autorretrato del recién fallecido artista Francisco Mendoza. La obra es un grabado diseñado y tallado en linóleo que René Arceo, de Arceo Press & Studio, le ayudó a reproducir y que, junto a otros dos grabados que publicamos en la página 5, generosamente puso a disposición de contratiempo . Mark Nelson, de GringoLandia Studio, brindó a contratiempo el resto de las imagenes publicadas en el reconocimiento póstumo a Mendoza. En youtube se

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DOSSIER Bosquejos del arte poético Gerardo Cardenas y Febronio Zatarain

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Escritores por Ciudad Juárez Eduardo Estala Rojas

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Flor y canto de la protesta Catalina María Johnson

Conversación con Javier Sicilia Armando Alanís Pulido 21

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Tres poetas, seis preguntas, un mar de respuestas Redacción contratiempo

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La poesía de Stephanie Alcántar Gerardo Cárdenas

DESHORAS Poemas de seis poetas que participan en Poesía en Abril: Miguel Barnet, Ana Rossetti, Rei Berroa, José Antonio Mazzotti, Dana Gelinas y Eduardo Urios -Aparisi

puede ver un video de su autoría donde Mendoza habla de su trabajo y numerosos artistas comentan sobre su obra http://goo.gl/KG7x8 Las fotografías que acompañan la nota sobre Luis Fernando Uribe fueron tomadas para contratiempo en el taller del artista por el dominicano Arturo Richardson. Las esculturas con tuercas de hierro que se publican en Deshoras fueron hechas por el artista Manuel Martí Moreno, quien vive y trabaja en Valencia, España. Su portafolio puede verse en martimoreno.com


POESÍA

SONIA GUTIÉRREZ Araña en la maraña

Mi corazón es un campo de fresas

La montaña se estremece, y de puntitas suelto mi telaraña al viento.

Para Lorenza Álvarez

Bajo un sol maduro amadroñado, desplegada entre los vientos, creo piruetas hinchadas de aire acercándome al otro lado—tierra dividida por los pequeños estornudos de la tierra para ver si el mundo sigue floreciendo en aquel rincón creado por el hombre.

Carmesí cae de sus puños mientras toman mi corazón empreñado de fresa y se turnan apretando— este sueño mío agridulce.

Se está convirtiendo más difícil de respirar en esta camilla. Yo—nacida americana.

Sobre mi paracaídas, tejido con seda de mis entrañas, postulo a los vientos que me socorran con sus olas corredizas, bajo el espejo de mares infinitos. Donde el mar tiene una mancha negra, gimiendo de dolor. Donde delfines, ballenas, se bañan en eurodólares negros. Donde sólo soy una pequeñita nadadora de vientos, susurrando la maraña de super hombres.

Yo no soy ninguna Florence Owens Thompson. De pie, estoy en un campo de fresas saqueado— infinito con hileras y surcos resonando resonando mi lamento—el lamento de mis hijos—el lamento de mi vientre. Estas fresas vieron llevarse a mi Julio; ellas también lloran esta noche, derramando un millón de semillas— pequeñas lagrimas cayendo de sus caritas desemilladas. Se lo llevaron del Festival de la Fresa como mi país está acostumbrado a—llevarse. Oh Querido D—, Este país mío: llevándose a niños nativos a internados, llevándose a manos agriculturas pesadas de leche a trabajar, llevando a familias etiquetadas a centros de internamiento, llevando a mi Julio a un centro de detención, llevándose progenie a la guerra, y trayendo a padres migrantes a campos de fresas mientras La Señora Estatua de la Libertad y El Jefe Tío Sam usan anteojeras con manchas de carmesí alrededor de sus labios fruncidos, babeados—tomando fresas de canastas verdes. Yo—de nación americana, cuyo corazón no conoce de fronteras, cuyo corazón no conoce de leyes, cuyo sueño agridulce es nuevamente clasificado ilegal en este país mío envuelto en toga y uniforme, quiere campos de fresas de libertad para este hijo mío nonato, ahora sin padre.

Ilustración: Freizeit NÚMERO 93

Sonia Gutiérrez es poeta, cuentista, fotógrafa y profesora de inglés en Palomar College, San Marcos, California. Sus obras han sido publicadas en Lavandería: A Mixed Load of Women, Wash, and Word (ganadora del Décimo Sexto Premio Anual a Mejor Antología por el San Diego Book Awards Association), La Bloga “Mejor Blog 2006”, Mujeres de Maíz (2009 y 2010 Treceavo Aniversario), la revista literaria El Tecolote (2010, 40 Aniversario), y City Works Journal, entre otros. Los poemas publicados aquí forman parte de su colección inédita Spider Woman/La Mujer Araña contratiempo

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ARTE

ARTISTA, INNOVADOR, EDUCADOR

Recordando a Francisco Mendoza Robert Valadez

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uando oí la triste noticia de la muerte de mi querido carnal Francisco Mendoza (1958-2012), de repente no supe qué decir de él. Decir que Panchito fue un buen hombre no era suficiente. Era mi amigo, eso sí, pero era mucho más. Fue mi modelo en tantos sentidos: como educador, fue una enorme inspiración; su comunicación con los estudiantes marcó el patrón que habría de seguir yo al trabajar con jóvenes, sobre todo en el uso del humor. Como artista, exploraba constantemente nuevas técnicas e ideas. Y como amigo, su lealtad era feroz. Francisco llegó al mundo artístico de Pilsen desde la comunidad de South Chicago en los tiempos en que recién me iniciaba en la pintura. Su hermano mayor, Vicente, ya participaba activamente en el movimiento muralista chicanomexicano, y él tenía la esperanza de seguirle los pasos con su propia obra. Los artistas Ray Patlán, Marcos Raya, Oscar Moya y Salvador Vega ya habían empezado a dejar su marca en la comunidad en la década previa. Panchito y yo queríamos entrar en circulación también. En sus muchos años de pintor y grabador, Francisco había desarrollado un lenguaje visual lleno de vigor y belleza, y podía trascender sus limitaciones técnicas con su inmensa creatividad. Su trabajo como retratista era sincero y genuino. Le encantaba dibujar mujeres, y a ellas definitivamente les gustaba que las dibujara (sabía ser encantador). Los retratos se parecían al sujeto en cuestión porque revelaban tanto de su personalidad como de las características físicas. Yo trato de hacer lo mismo en mis retratos. Francisco fue un pionero en el uso del mosaico en Pilsen; su trabajo está por todas partes. Cuando comenzó a enseñar en Cooper Upper Grade Center, empezó a trabajar la fachada en mosaico, y la fue ampliando paulatinamente a lo largo de la década de 1990, agregando paneles con sus estudiantes todos los veranos. También le encargaron crear un mural para la entonces recién renovada estación de tren de la CTA en la calle Dieciocho, pero su trabajo en mosaico más grande fue el del exterior de la escuela Orozco en la Dieciocho y la Damen. A Mendoza le encantaba trabajar esta técnica. Incluso el año pasado me regaló muchísimo del material de su colección y me ordenó que empezara a trabajar la técnica. Lo haré. Por supuesto que lo haré.

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Francisco Mendoza se tomaba muy en serio la educación artística. Pasaba todo el tiempo pensando en sus estudiantes y creando nuevos proyectos para ellos. Sus estudiantes lo amaban. Hasta el día de hoy encuentro personas que dan crédito a Panchito por inspirar sus carreras en el arte. Al principio de su carrera de profesor, el maestro de música de su escuela le regaló una trompeta toda andrajosa, de segunda mano. Nunca había tocado antes, pero como en todo lo que hacía, se dedicó de lleno a aprender. Qué horrible tocaba. Pero no se amedrentaba su voluntad, seguía tocando para todo el que le ofreciera el oído. También vio que podía usar la tonta trompeta en su aula para fines de disciplina. Si se portaban mal los estudiantes, sacaba la trompeta y los amenazaba con tocar. El resultado era un obediente silencio. Hace como diez años, Panchito me llamó para que fuera a su casa. Para ese entonces el Consejo de Educación le había encargado diseñar el mural de la nueva escuela Orozco en mosaico. “Mira esto, Bobby, esto es lo que diseñé. Cool, right?” Desenrolló tubos y tubos de dibujos de bailarines folclóricos y deportistas. Todos nítidos, todos precisos. Aquí hizo culminar sus talentos. Nunca lo había visto trabajar tan duro en algo. “Esto está fantástico, Frankie”, le dije. “¡Este es tu magnum opus! ¡Estás descubriendo algo nuevo!” “Bueno pues olvídate de eso, te tengo algo mejor. ¡Mira esto! ” Frank sacó su trompeta y con gran impulso y mucha seguridad, se llevó la trompeta a los labios. “¡Me acabo de aprender esto!” Tocó, nota por nota, el jingle de la emisora de música de jazz WNUA. Serán algunas 12 notas, no más,

pero las tocó impecablemente bien. “Bastante bien, ¿no? He estado practicando.” Sí, bastante bien. Mientras lo veía tocar me pregunté si podría yo compararme con él. Aquí estaba este tipazo, siempre tratando de sobrepasar los límites de su talento, y haciéndolo funcionar a base de pura voluntad. ¿Hago eso yo? Quizás no. Quizás debería. Empecé pintando murales en el barrio. Mi técnica predilecta siempre fue la pintura acrílica: era colorida, y barata. En apuros, hasta pintura de casas látex podía usar. De hecho, casi toda mi obra la he pintado en acrílico. Así me acostumbré, es todo. Pues ahora he decidido que voy a tratar de pintar al óleo. Algo que no he intentado en 20 años. Me atreveré. Gracias, Panchito.

Pág. 4: Ilustración: Robert Valadez Pág 5: Obras de Francisco Mendoza

Robert Valadez es pintor y muralista mexicano de tercera generación radicado en Pilsen. Su obra está ampliamente difundida en esta comunidad Traducción de contratiempo ABRIL 2012


ARTE

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CRÍTICA

Olson/Creeley y la naturaleza de las traducciones Gabriel Bernal Granados

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esde hace unos años, la editorial Mangos de Hacha ha mostrado un marcado interés por traducir y publicar en español la obra de los poetas norteamericanos Charles Olson y Robert Creeley. Antes de las Cartas mayas (la correspondencia que intercambiaron Olson y Creeley durante el periodo, cercano a los seis meses, que Olson pasó en el pueblo de Lerma, Campeche, estudiando los glifos de la civilización maya), Mangos de Hacha había puesto en circulación Pedazos —un libro de poemas de Creeley— y una traducción monumental, pareja en este sentido a la traducción de Paterson de William Carlos Williams debida al poeta Hugo García Manríquez, de los Poemas de Máximo de Olson —un libro cuya edición definitiva (University of California Press, 1983) abarca 652 páginas que deben leerse como la obra maestra de este poeta norteamericano que descendía por línea directa de la preceptiva inaugurada por Pound en Los Cantares y razonada por Williams en Paterson y Louis Zukofsky en “A”. Estos cuatro libros constituyen la simiente de la épica norteamericana del siglo xx. Tiene razón Juan Carlos Cano, el traductor y prologuista de las Cartas mayas, cuando afirma que la correspondencia de Olson, y el conjunto de su prosa en general, no se distingue, o al menos no debería, de su práctica poética. Más que un laboratorio, sus cartas son un desprendimiento y una deriva, en el mismo sentido en que lo son sus poemas propiamente dicho. Verso proyectivo: un despliegue de la idea, volcada sobre la naturaleza imprevisible del lenguaje. Olson no sabe a ciencia cierta lo que va a escribir en sus cartas. Pero lo va escribiendo con la misma libertad con la que un gigante va devorando las piedras de su propia existencia. Los temas que componen el material de sus cartas son variados: el costo de la vida en Lerma, el cartero que lo visita prácticamente todos los días para llevarle las noticias del mundo “de afuera” o el ceremonial maya enmascarado en las ceremonias aparentemente insignificantes de la gente que compone su entorno inmediato; D. H. Lawrence, considerado como uno de los precursores del modernismo americano; la poesía en su totalidad inabarcable y el chisme que acompaña a la imposibilidad de publicarla de la manera más natural y sencilla posible; sus estudios sobre antropología prehispánica, que

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se confunden y terminan disueltos en los océanos interrumpidos de sus propias especulaciones... Y el tópico del viaje como una constante inherente a la escritura. Los golpes de máquina, como sucedía con Pound en Los Cantares, imponen el ritmo y los cortes de sus párrafos. Para no perder el hilo de su pensamiento, Olson recurre a las abreviaturas o a las iniciales para indicar nombres mucho más largos que podrían romper el bloque de lo que está tramando. Abusa de la & porque así es más fácil significar una conjunción sobre el teclado. Se aprovecha de la coma para señalar el asma de su propia respiración o llamar la atención sobre el carácter condensado de un solo nombre. Los nombres, en el corpus de sus cartas, al igual que en el corpus de sus poemas, se convierten por lo tanto en objetos: las partículas aisladas de un universo de significación y síntesis... (A la distancia, es imposible no ver la obra de Olson como un barco de dimensiones descomunales que se quedó varado en el astillero donde fue construido. El tiempo lo ha ido pudriendo, pero también ha ido incrementando los claroscuros de su magnificencia y concepción.) Pese a lo relativamente tarde que comenzó a traducirse este conjunto de libros (los Poemas de Máximo, las Cartas mayas y el ensayo El universo humano), Olson es un viejo conocido nuestro. En 1977 la editorial ERA publicó Llámenme Ismael, en traducción de Héctor Manjárrez; en 1983, en el volumen II de El poeta y su trabajo, que por entonces editaba la Universidad Autónoma de Puebla, se publicó una traducción de “El verso proyectivo” (al parecer, la de José Coronel Urtecho, que data originalmente de 1967); en 1991, en el primer número de la revista Mandorla, se publicó la traducción de Julio Hubard del poema “Los martín pescadores”; en su antología En algún otro lado (1992), que toma su nombre de una de las cartas de Olson a Creeley, Roberto Tejada incluyó esa misma traducción para ilustrar la relación de Olson con México; ese mismo año, en la edición mexicana de Una antología de la poesía norteamericana desde 1951, Eliot Weinberger hizo lo propio, acompañándola con el poema “La cadena de la memoria es resurrección…”, traducido por Martha Block. Las traducciones no son solo un indicio

del interés que una literatura (en este caso, la norteamericana) puede suscitar en otra. Las traducciones constituyen en realidad una historia íntima en el devenir de una literatura. La historia de nuestras traducciones es la historia de la atención con que miramos a otras lenguas y nos miramos a nosotros mismos. Como observaba Walter Benjamin, el cometido de una traducción se cumple cuando modifica la lengua a la que se está traduciendo. Las traducciones se incorporan de esta manera al cuerpo de una lengua y se vuelven parte de un imaginario. El interés de los editores de Mangos de Hacha por algunas de las figuras del modernismo norteamericano habla de una preocupación por el estado actual de la poesía en México. Sus traducciones de las obras de Olson y Creeley, así como de algunas otras figuras del periodo, cumplen con una asignatura pendiente y llenan un vacío que se había extendido entre nosotros a lo largo de treinta años.

Robert Creeley/ Charles Olson, Cartas mayas, Traducción y prólogo de Juan Carlos Cano, Mangos de Hacha, México, 2010, 364 pp.

Gabriel Bernal Granados (Ciudad de México, 1973) es escritor y editor mexicano. Cofundador y codirector de la editorial independiente Libros Magenta y editor en México de la revista literaria Mandorla. Es autor de, entre otros títulos, Viaje al país de la errata, En medio de dos eternidades, Una finestra che guarda tramontana, La guerra fue breve e Historia natural de uno mismo. ABRIL 2012


CRÍTICA

La estrella necesaria: Anotaciones acerca de Palotes de ¡Ahora! Rey Emmanuel Andújar

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l escritor dominicano Enriquillo Sánchez (1947-2004) fue un hombre de palabras precisas. Las notas publicadas en la revista ¡Ahora! no se limitan a la reseña; la propuesta es una revolución cultural. Esto justifica el manifiesto que da pie a la serie de columnas, en donde los conceptos vigor, humildad y verdad son una constante. El tono rebelde y determinante de los escritos entra en el contexto de la época: el postrujillato y las revueltas civiles definen las clases sociales en República Dominicana, alterando afectos y creando rivalidades. La intelectualidad tiene entonces que decidir entre la carnicería representada en el poder o lo clandestino. Mientras la oficialidad busca sustentarse mediante apologías, los focos de resistencia reclaman solidaridad propagando la idea de que el verdadero artista es aquel comprometido con la causa. El atractivo de las reflexiones en Sánchez radica en el tratamiento de la literatura como valor artístico: el ejercicio para acceder a la belleza. Juan Carlos Onetti reiteró que el compromiso único del escritor es escribir bien. En los primeros textos de Palotes [para 1976 Sánchez compartía la responsabilidad de la columna con otro brillante escritor, Guillermo Piña Contreras] se insiste en que tal compromiso es con la obra, “Ningún creador puede supeditar su trabajo a otras consideraciones que no sean las de calidad y contacto. Todo arte verdadero congrega a los hombres.” En tiempos de ánimos tan caldeados, de ideologías seductoras y fidelidades momentáneas, estos Palotes proponen que la vía para identificar una cultura popular es el (re) conocimiento de lo propio desde lo real y lo consciente. El interés es el de proponer un debate mediante enunciados que debido a su peso podrían malinterpretarse por absolutos cuando en realidad son invitaciones, a la lectura, al diálogo, a la investigación. En ocasiones las reflexiones son críticas y alejadas de la acostumbrada referencia a lo foráneo; insisten en que no puede conseguirse una universalidad sin apreciar lo de adentro. Al hablar de René

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del Risco [ese hombre tan cercano a lo vivo, de prosa apabullante] el tono se torna poesía, “René del Risco llegaba puntualmente a todas las citas. Nos acusa desde su escondite y nos reclama en silencio.” Este libro es justo en su decir. No hay en él nada gratuito. Llaman la atención los párrafos dedicados a Jorge Luís Borges en donde se resalta la figura del argentino no obstante su postura política. Lo mismo pasa en la nota dedicada a Mario Vargas Llosa, en donde Sánchez evalúa elegantemente las declaraciones del ahora Premio Nóbel en relación a su desencanto con la Revolución Cubana. El común denominador de estos textos se revela en un deseo humilde: que los dominicanos y dominicanas se lean entre sí; elevar el nivel del discurso y aceptar lo nuestro desde una dialéctica. No con afán de agrupación pero desde el individualismo, “Cada quien debe empezar por su trabajo y por la proyección de su trabajo. Los escritores dominicanos deben asaltar a los lectores dominicanos.” Este pensador también propone el tema antillano al resaltar autores cubanos y puertorriqueños contemporáneos. Es fascinante cómo una escritura breve y cuidadosa puede resultar en un esfuerzo tan abarcador. Me anima pensar en Palotes como una propuesta importante para repensar la cuestión de la creación escritural dominicana. Reitero que la invitación de Sánchez es a que leamos “sin simpatía, un sentimiento que no es antípoda de la firmeza.” En consonancia con El laberinto de la soledad de Octavio Paz y El país de los cuatro pisos de José Luis González [obras que se caracterizan por el debate planteado en sus respectivas sociedades] los textos de Palotes constituyen un peldaño importante en la escalera que encamina hacia la (re)definición de lo que implica la dominicanidad. Enriquillo Sánchez es un hombre de palabras preciosas.

Enriquillo Sánchez, Palotes de ¡Ahora! Edición de René Rodríguez Soriano para Ediciones de Cultura 2010.

Rey Emmanuel Andújar escritor dominicano, es miembro del consejo editorial de contratiempo y autor, entre otros libros, de Saturnario (Ferilibro), Premio de Cuento Letras de Ultramar 2010

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TEATRO

HIT THE WALL

Teatro integral en el Steppenwolf Garage Rafael Franco

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ara el verano del 2009, cuando apenas tenía un año en Chicago, alquilé una recámara estilo loft en Lakeview en el tercer piso de un viejo edificio en deterioro. Mi apartamento, el cual compartía con otras tres almas nómadas, contaba con más de 3.000 pies cuadrados y ocupaba la mitad de la tercera planta. El segundo piso, de 6.000 pies cuadrados, lo ocupaba un “sindicato de artistas” llamado The Inconvenience. Tanto espacio tenían, que casi todas las semanas armaban un espectáculo de variedad; desde malabares circenses hasta presentaciones burlesque, sin menospreciar la comedia improvisada, la danza moderna y el teatro íntimo que caracteriza las tablas de Chicago. En el año y medio que viví en el 3036 de la Avenida Lincoln, tras un telón hecho de los restos de un paracaídas militar, tuve el gusto de no sólo presenciar espectáculos inolvidables, sino de compartir el escenario con varios de los artistas allí congregados. Entre todas esas presentaciones, recuerdo con mucho cariño una titulada “Chicagoland”, del joven dramaturgo Ike Holter. La premisa era simple: dos muchachos blancos fanáticos del beisbol toman un atajo de camino a Wrigley Field que los deposita en medio de Boyztown, el aledaño barrio identificado con los gays. Huelga decir que la producción no solo contaba con una premisa comiquísima, sino que además el joven Holter sazonó la obra con múltiples observaciones sociales atinadas con las cuales logró una perfecta radiografía del ámbito social del momento y sus idiosincrasias culturales. Brinquemos al 2012, un domingo nublado de marzo. Lejos de aquel loft, me adentro en el teatro de Steppenwolf Garage, para ver la nueva obra de Holter, Hit the Wall, sobre la revuelta de los gays en 1969 en torno al Stonewall Inn en la ciudad de Nueva York. Para The Inconvenience, esta tarde no se tienen que preocupar de que la policía se aparezca y dé por terminadas las labores teatrales del día. Atrás quedaron esas preocupaciones de teatro guerrilla, ahora se están presentando en la epítome del teatro de vanguardia estadounidense, el afamado Steppenwolf. “Y sin embargo, somos tres cuartas partes mucho más que teatro,” dice Chris Chmelik, director artístico del Inconvenience. “Somos solo una cuarta parte de una compañía de teatro, el resto – la mayoría – la componen todo tipo de artistas, desde músicos a bailarines a

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escritores a artistas visuales”. Chmelik está planificando desde ahora los proyectos de verano, los cuales no tratarán el teatro, sino la danza, el burlesque y la música en vivo. Esta multiplicidad artística es evidente aún en Hit the Wall, la cual incluye una banda de rocanrol que brinda la banda sonora de la obra. Encabezada por John Cicora, director musical del Inconvenience, los tres músicos interpretan toda la música de fondo en vivo. Además, las escenas del motín adquieren una etérea calidad de danza callejera ejecutada a contraluz, la cual evoca el caos y el correcorre del motín de una manera hermosa y extrañamente realista a la vez. Por último, el teatro está decorado por los trabajos de Sierra Dufault, también parte del Inconvenience. El colectivo cuenta con más de 10 miembros activos en todas las ramas del arte. Las fotografías, por ejemplo, son suministradas por Ryan Bourque, fotógrafo residente del grupo. Como si fuera poco, la producción es bastante heterogénea; Holter es afroamericano y autoidentificado dentro de la comunidad gay, Arturo Soria es de procedencia puertorriqueña y Shannon Matesky es mulata y poeta, con trayectoria en el circuito local de slam. La dirección de Eric Hoff es muy hábil y la ejecución de los actores de primera. Caben destacar a Soria, Matesky y a Desmond Gray, otro actor afroamericano, cuyas actuaciones se roban el espectáculo. En particular Soria le brinda a su personaje, Tano, una salaz lengua incisiva con la cual caracteriza a cada personaje con una perspicacia y astucia bilingüe extraordinaria. Hasta Juan Bobo es motivo de alusión por parte de Soria. Sin embargo, para los que piensen que se trata de una obra de tema gay, esto no es así.

Cortesía: Ryan Bourque

“La obra trata sobre la lucha por el reconocimiento de un sector de la población, que incidentalmente sea un sector homosexual no es importante en sí, lo importante es la lucha por los derechos civiles que se desata en torno al bar Stonewall Inn. Esa lucha es común para todo inmigrante y este país es un país de inmigrantes”, asegura Holter sobre su drama.

Rafael Franco, poeta, cuentista y fotógrafo puertorriqueño. Es miembro del consejo editorial de contratiempo ABRIL 2012


TEATRO

Comedia del alma por amor al arte Rafael Franco

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hicago es, sin lugar a dudas, una de las mecas teatrales de Estados Unidos. En California brilla la joya de Hollywood atiborrada de estrellas y escándalos cinematográficos gracias a su larga tradición con el susodicho séptimo arte. Nueva York resplandece también a lo largo del bulevar de Broadway con sus constelaciones de marquesinas anunciando literalmente lo último en la avenida en musicales y espectáculos en vivo y a todo color. En cambio, lo que le da ese sabor especial a las tablas de Chicago no son las llamativas producciones a gran escala – aunque tampoco carecen – sino el espacio intenso y volátil del storefront theater, donde las presentaciones adquieren su característica intimidad. Al final del día Chicago cuenta con más de 300 de estas compañías de teatro, más que en cualquier otra ciudad del país. Sin embargo, también se cosechan en las calles de Chicago los frutos de una larga y amplia tradición de comedia, tanto improvisada como stand-up. Es aquí que han surgido algunos de los más destacados comediantes de los últimos 40 años. Desde los días alocados de John Belushi y Bill Murray en la década de 1970 en Second City hasta el reparto de estrellas graduadas de las películas de Judd Apatow como Will Ferrell y Seth Rogen. Una lista representativa ocuparía demasiado espacio para el que disponemos. Esta larga tradición de payasadas profesionales sirvió de inspiración para el artista Ulises Rangel, radicado en Chicago desde 2006. Tal vez el haber vivido a media cuadra de una barra que atraía a muchos del circuito de stand-up todos los miércoles, Cole’s en la Milwaukee cerca de la California, influyó en los sueños de este artista que desde hace más o menos un año lleva cultivando la idea de fundar una tropa de comediantes. Con perseverancia y dedicación, Ulises fue dándole forma a su idea hasta que se topó con la perfecta oportunidad de llevarlo a la próxima etapa. Cuando el Teatro de la Villita abrió una convocatoria para proyectos teatrales para reabrir el teatro ahora renovado, Ulises sometió su propuesta. Lo hizo sin grandes expectativas, ya que su proyecto se diferencia de una producción teatral en muchos aspectos. Pero los resultados lo sorprendieron; aunque no fue seleccionado como una producción teatral, despertó el interés del PanAmerican Performance Works, que patrocinaba la convocatoria gracias al Chicago Community Trust, y logró asegurar espacio para presentar la comedia en las tablas del Teatro de la Villita. Así nació Second Country’s SOS (Save our Souls), el espectáculo de comedia completamente en español que combina los personajes NÚMERO 93

arquetípicos de la comedia del arte con la tradición improvisada tan desarrollada de Chicago. El proyecto ha abierto su propia convocatoria para atraer talento latino interesado en participar del único espectáculo de comedia totalmente en español de Chicago. Por el momento el grupo de media docena de actores y artistas (transparencia periodística: el autor de esta nota forma parte del elenco inicial) comienzan a conocerse y a esbozar una estrategia para formular el ensamble final. Aunque las presentaciones iniciales no serán hasta el verano, su lanzamiento en las tablas de Chicago se dará en el escenario del Teatro de la Villita. Dicha presentación será un evento en apoyo del Primer Festival Anual de Teatro Nuestro/Our Theater. Este festival, producto de la convocatoria que hiciera el PanAmerican Performance Works, comenzará con la presentación de “Los Carralejas”, obra de Raúl Dorantes producida por Colectivo El Pozo y dirigida por Carlos Jaime. De hecho, Ulises forma parte del elenco de esta obra. A “Los Carralejas”, la cual se llevará a la escena el 6 de abril, le seguirán sendos proyectos de Repertorio Latino y El Tecolote. “Luego de presentarlo en el Teatro de la Villita, saldremos a diferentes bares y lugares de Chicago”, dice Ulises, “ése es mi sueño, que el grupo haga giras por la ciudad llevando comedia en español a los diferentes barrios”. Por el momento el proyecto también le ha llamado la atención a los fundadores del Colectivo El Pozo y otros personajes latinos de las tablas de la ciudad, y además cuenta con el apo-

yo de Rafael Vargas, quien se ha entrenado con el renombrado equipo de comedia improvisada radicado en Comedy Sportz, en Lakeview, a pasos de la estación Belmont de la CTA. Vargas también interpreta un papel en “Los Carralejas”. Para los interesados, Second Country parte del choque cultural que experimenta el latino cuando se radica en esta ciudad y de ahí cosecha sus premisas cómicas que formarán el espectáculo. “Yo sé que en esta ciudad abunda la gente que quiere ver comedia en español y ése es en esencia el público al que queremos llegarle,” dice Ulises.

Rafael Franco, poeta, cuentista y fotógrafo puertorriqueño. Es miembro del consejo editorial de contratiempo contratiempo

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Sup.: Ulises Rangel Inf.: Rafael Vargas


MÚSICA

A lazy bastard living in a suit José Angel Navejas

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espués de un maratónico y aturdidor llanto de varios minutos (léase, breves eternidades), mi bebita se ha quedado dormida y descansa ahora sobre mi pecho. Es lunes por la mañana, mi esposa ya se ha ido a trabajar y en mi casa se escuchan solo la angelical respiración de mi hija y el furioso rugir de la calefacción, ambos manteniendo a raya el ártico viento de Chicago que azota las ventanas. Y es sólo ahora, y bajo estas condiciones, que por fin puedo abrir iTunes y reproducir el álbum que he estado anticipando todo el fin de semana. Escucho “Going Home”, la primera canción de su más reciente disco Old Ideas (2012), y, paradójicamente, el silencio que me rodea se amplía, se intensifica, se vuelve aún más apacible y profundo. Es una sensación que llega a corroborar lo que vengo sospechando desde hace aproximadamente una década, el momento en el que escuché, por primera vez, esa enigmática voz: que ante la música de Leonard Cohen es simplemente imposible permanecer indiferente. Era entonces yo estudiante de filosofía. Lector de David Hume, el oriundo de Edimburgo me advertía sobre el peligro de la imaginación en los filósofos. Pues, según él, estos corrían el riesgo de terminar, como los ángeles de las sagradas escrituras, cubriéndose los ojos con sus propias alas para evitar ver la verdad desnuda. Hume me viene a la cabeza porque, sin ser filósofo, el dueño de aquella aterradora voz estaba por mostrarme verdades hasta entonces ocultas, incitándome a incursionar en latitudes que yo desconocía. Eran, si bien recuerdo, canciones del álbum Songs of Love and Hate, canciones desgarradas e inquietantes, una mitología de la desesperanza que lo sumía a uno en un imperio de penumbras y líos internos de donde era difícil salir. Algunos años después, en una video conferencia con mi familia en Guadalajara, mi ciudad natal, le pregunté a mi hermano (de unos 19 años) qué le había parecido Dear Heather, el entonces nuevo disco de Cohen, que le había enviado hacía poco. Es muy diferente a lo que escuchamos nosotros, me dijo, pero es de gran calidad y me gustó mucho. Entonces mi otro hermano, el menor (de 17), metió la mano a la computadora y comenzó a tocar la canción titulada “Undertow”: el sax en esta rolita está bien chido, me dijo, refiriéndose a esa épica de la muerte a la deriva. Está por demás decir que compartir con mis hermanos el gusto por la música de Cohen me causó una gran alegría, pero una alegría todavía más profunda estaba por venir.

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A mi madre, que no tenía manera de saber que la canción era acerca de una mujer arrastrada por la corriente, le bastaron dos minutos para sucumbir ante la melancolía del saxofón, y la mirada de sus ojos me recordó unos versos de Langston Hughes en los que el alma se vuelve profunda, como los ríos. En mi experiencia con la música popular no me he atravesado, hasta ahora, con un compositor más completo y versátil que Leonard Cohen. Y, en el terreno mucho menos familiar de la música clásica, escucho a Mozart y sus divertidos juegos matemáticos, el romanticismo de Beethoven, la desbordada pasión de Rachmaninoff, las recreaciones prehispánicas de Chávez, y es como si a cada uno se le hubiese asignado un cuadrante distinto de esa región remota hasta donde la música se cuela y desata sus furias, sus éxtasis. Cada uno reclama su terreno y ahí esparce la semilla de su obra. Una vez lo vi, en Chicago, a sus 74 años: un viejito juguetón y en forma, ora escondiéndose detrás del telón, ora desplazándose alegre y ágilmente por el escenario como un niño persiguiendo algo. ¿Qué seguías, viejo Leonard? Otra de las lecturas requeridas durante mis años universitarios fue la Ética, de Baruch Spinoza. Y ahora, repitiendo “Going Home” por séptima vez, se me ocurre que la obra de Cohen no está muy alejada del pensamiento spinoziano. Todas las cosas, nos dice Spinoza, desean perseverar en su ser. ¿Y no es este el caso del bardo canadiense que ha incursionado y perseverado en la interpretación del odio y el amor así como de la blasfemia y lo sagrado? En “Going Home” Cohen medita y confronta su propia mortalidad, y la altura que alcanza es tal que, sin proponérselo, hace que la pretensión de inmortalidad de Miguel de Unamuno no parezca más que un mero berrinche infantil. “Going Home” se nos presenta como una humilde aceptación de la insignificancia humana, pero es en realidad toda una filosofía de la vida creativa. Es una canción corta, como un breve paréntesis que se abre en el tiempo y nos muestra una realidad otrora oculta. En la duración de una vida es apenas un instante, un instante en el que el poeta ve con claridad su obra como una labor en la que él no ha sido más que el conducto transmisor, un receptor que se sabe, como en el poema de Rainer Maria Rilke, obligado a transmitir el mensaje proveniente de esas inmensas profundidades celestes que nos vigilan sin descanso. Y conforme escucho de nuevo esta canción y mejor digiero algunos de sus versos, esos versos en los que se alude a un manual para aprender a vivir en el fracaso, una sensación húmeda

me llena los ojos, y recuerdo mi ambición de llegar a ser escritor, de esbozar innovadoras teorías sobre literatura y música, y concluyo que ese genio no a todos se nos da, y que mejor y más justo es aceptar la vida concedida que la deseada, y que en mi caso esto significa la trayectoria de un inmigrante mexicano que ha hecho las veces de albañil, obrero, lavaplatos, jardinero, traductor profesional, y a quien ahora el destino ha decidido agraciar con una vida doméstica. Perdido en los acordes de “Going Home” y en estas especulaciones me encuentro cuando mi bebita despierta con un grito: ¿será el hambre, un pañal sucio o los achaques de los primeros dientecitos lo que la inquieta? Cualquiera que sea su molestia, detengo la música (el resto del disco tendrá que esperar), me levanto y me dirijo a su cuarto, dispuesto a cumplir con sus exigencias, a perseverar en mi ser de amo de casa.

Leonard Cohen Fotografía: Chris Boland

José Ángel Navejas es escritor mexicano. Reside en el área de Chicago ABRIL 2012


EDICIONES VOCESUELTAS Tantos recorridos, tantas historias de inmigración que encuentran en común una sola cosa: el idioma español. contratiempo ha creado Ediciones Vocesueltas para diseminar y promover la literatura escrita en español en Chicago. VOCESUELTAS Estos proyectos de publicación conjunta con los autores han dado frutos desde el 2007, habiéndose publicado seis Información: libros a la fecha. Debemos un agradecimiento especial a los autores publicados en Vocesueltas, cuyo ímpetu, talento info@contratiempo.net y generosidad han hecho posible el establecimiento de este sello editorial. EDICIONES

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01 A veces llovía en Chicago. Por: Gerardo Cárdenas

02 En la 18 a la 1. Por: Escritores de contratiempo en Chicago

Gerardo Cárdenas urde un mosaico de tramas y memorias que se confunden, difuminan y entroncan hasta el punto de hacernos olvidar o recordar qué porcentaje de espejismo yace o subyace en lo que él cuenta o el lector infiere que ocurre en Chicago y sus alrededores. — René Rodríguez Soriano

Este libro es, además de antología, una muestra, y también un repertorio: selecciona lo más representativo de cada autor, muestra la diversidad de su talento, y documenta el estado de la literatura hispánica en su estancia en Chicago. — Julio Ortega

03 Extrasístoles (y otros accidentes). Por: Jochy Herrera

04 Jaleos y denuncias. Por: Stanislaw Jaroszek

Las páginas de Extrasístoles nos dejan la impresión que el autor es un espíritu esencialmente ávido y curioso: no solamente un especialista en cardiología, sino un humanista a quien, como a Terencio, “nada de lo humano le es ajeno”. Para nuestra buena fortuna como lectores. —F. González-Crussí

Si es un misterio porque el ser humano narra, el que un individuo decida narrar por escrito, y además en una lengua que aprendió de adulto, es un doble misterio. Stanislaw escribe para entrar en diálogo con los hispanoparlantes de Chicago. —Paul A. Schoeder Rodríguez

05 Desarraigos: Cuatro poetas latinoamericanos en Chicago. Por: Jorge Hernández, Febronio Zatarain, Juana Iris Goergen y León Leiva Gallardo

06 Vocesueltas: Cuatro cuentistas de Chicago. Por: Raúl Dorantes, Bernardo Navia, Fernando Olszanski y om Ulloa

Desarraigos es la conjunción de cuatro voces en el desasosiego, voces bien plantadas en el terreno de la poesía. Cuatro latinoamericanos en Chicago entregando al mundo sus visiones y sus cantos. Vale la pena entrar al mundo al que nos invitan, pasar al otro lado del espejo. —Hugo Gutiérrez Vega

Es en Chicago donde precisamente un grupo de escritores, reunidos en torno a la revista contratiempo, lanzan esta antología de cuentos, que mucho prestigio ha de dar tanto a los autores y a la literatura en español de esa metrópolis como al español que se escribe en Estados Unidos. —Luis Leal

Precio US$12.95. 1a. edición (Marzo, 2011) . En español. ISBN: 978-09800042-67

Precio: US$ 19.99. 1ª. Edición (abril, 2009). En español. ISBN-13: 978-0-9800042-3-6

Precio: US$ 15. 1ª. Edición (mayo, 2008). En español. ISBN-13: 978-0-980004212

Precio US$14.99. 1a. edición (Septiembre, 2010). En español. ISBN: 978-09800042-5-0

Precio: US$14. 1a. edición (Abril, 2010). En español. ISBN: 978-098000424-3

Precio: US$ 15. 1ª. Edición (agosto, 2007). En español. ISBN-13: 978-0-980004205

TALLER DE CREACIÓN LITERARIA “Al compartir sus textos con el grupo y someterlos a una crítica constructiva, específica y experta, los miembros del Taller de contratiempo crecen como escritores y adquieren la técnica y las herramientas que les permitan publicar cuentos y poesía de calidad dentro y fuera de la revista. Este es uno de los logros fundamentales de nuestro taller”, Gerardo Cárdenas, director editorial de contratiempo. DÓNDE: 1702 S. Halsted, Chicago IL 60608. CUÁNTO: Gratuito. CUÁNDO: Dos domingos por mes a la 1 pm. INFORMACIÓN: 312 666 746 info@contratiempo.net


MIRADA CÓMPLICE

Fotografía: Arturo Richardson

El paralelismo lúdico de la obra de Luis Fernando Uribe Jochy Herrera

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ros, esa lucha naturaleza-cultura, necesidad-deseo que viaja desde el instinto animal al territorio de lo humano; desde el ejercicio del amor hasta lo que ha sido prohibido, y desde los menesteres de la reproducción hasta la religiosidad impuesta, pauta las trasgresiones del existir en una suerte de universalidad paralela. Así, en el ejercicio de la realidad, en las esferas del arte, y en particular, en la pintura figurativa, el cuerpo es instrumento lúdico para el pensar. Sería una exploración fútil de la condición humana si la expresión artística excluyera el rasgo que fundamenta aquella universalidad: el alma, el espíritu del ser que humaniza lo creado. Ambas propuestas aparecen en la obra de Luis Fernando Uribe (Colombia, 1950), zootécnico, grabador, pintor y escultor —quizás no en esa cronología— radicado en Chicago desde hace dos décadas. Artista que no vacila en admitir lo que sus lienzos desnudan: las sempiternas preguntas sobre el significado de la vida, del amor y el enamorarse; del misterio de la muerte, esa última preocupación del homo sapiens. Graduado en la Escuela de Artes visuales de la Uni-

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versidad Nacional de Medellín, Uribe —cuyo estilo ha sido catalogado por el canon como perteneciente al “realismo mágico latinoamericano”— ha definido el arte como un viaje con corazón, “la búsqueda de algo que uno no sabe lo que es, pero donde lo más importante es el acto continuo de hacer arte”. Las páginas de su curriculum vitae reflejan aquello: exposiciones en su nativa Antioquia y en ciudades tan dispares como La Haya, Caracas, Madrid, Vancouver y Chicago. Lugar donde admite, ante mi insistencia, que su paleta abandonó los colores vibrantes de su tierra natal para adquirir la casi monocromática tez de la melancolía del Medio Oeste, hogar donde continúa ejercitando el arte como “camino o tabla de salvación”. La temática esencial en el lienzo de Uribe (trabajado en tinta, que no óleo) está tratada con el detalle artesanal y la profundidad del creador que piensa la obra, en el sentido cognoscitivo de la creación artística. La luz, y su hermanastra la sombra —perenne instrumento de la pintura occidental presente desde el tenebrismo barroco, el claroscuro renacentista, el impresionismo, y el expresionismo alemán— se

hacen par a fin de subrayar la fuerza de los universos paralelos insertados en sus piezas. Sombra-imagen, luz-oscuridad, vida-muerte, hombre-mujer, son dicotomías que en las pinturas de Uribe aparecen incrustadas sobre plantas, animales y paisajes a fin de recordarnos la esencia de nuestro origen: mater natura. Como tal, la crítica venezolana Katherine Chacón ha indicado que este trabajo “enfoca el espíritu humano a través de la exploración de la forma corporal, subrayando la conexión directa entre hombre y naturaleza, cuerpo y mente”. Sólo un artista cuya preocupación sea el alma dentro del cuerpo, es capaz de renunciar a pretensión alguna y “encerrarse en el estudio” a fin de hacer su camino, consciente de que la senda del arte es una insatisfacción total. Sentencia Uribe que “haber escogido ser artista significa optar por el humanismo, por algo más espiritual que quizás nos permita querer cambiar el mundo. Porque uno toca a la gente con su obra”.

Jochy Herrera, escritor dominicano, miembro de la mesa directiva de contratiempo ABRIL 2012


MIRADA CÓMPLICE

Fotografías Hilera superior: Luis Fernando Uribe Hileras central e inferior: Arturo Richardson

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Tres poetas, seis preguntas, un mar de respuestas Redacción contratiempo

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n los primeros años de este siglo, ¿cómo definir, cómo entender a la poesía? El crítico peruano Julio Ortega, en su Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI: El turno y la transición nos dice que la poesía en el nuevo siglo es una lectura de nuestro propio futuro, pero que hace su propio camino por sendas muy distintas a las de los siglos precedentes. Ese nuevo contexto incluye temas como la presencia masiva de la tecnología, la inmigración, la contraposición del español con otras lenguas y la relación de los poetas con las situaciones políticas y sociales de sus respectivos países. Contratiempo hizo seis preguntas a tres poetas que acuden al festival Poesía en Abril en Chicago. Ellos son: el español Eduardo Urios-Aparisi, el dominicano Rei Berroa, y la mexicana Dana Gelinas. Estas fueron sus respuestas:

Contratiempo: ¿Se puede hablar ya de una poética del siglo XXI, en contraste con la del siglo XX? Eduardo Urios-Aparisi: La principal diferencia se encuentra en su presencia en Internet. La Internet permite una publicación inmediata y una difusión inusitada. La poesía permite la expresión de los estados emocionales y afectivos a la vez que es un medio de expresar y reafirmar la identidad personal mediante el uso y la manipulación del lenguaje. Rei Berroa: Creo que es demasiado temprano para hablar de una “poética del XXI”, y mucho menos opuesta o en contraste con la del siglo XX. Creo, además que es contraproducente hablar de una poética de un siglo. Son 100 años de vida literaria. En esos 100 años pasamos del modernismo dariano al futurismo (el de Marinetti y el ruso, el mismo nombre para dos posturas tan distantes ante la realidad), al creacionismo, ultraísmo, surrealismo, existencialismo, absurdismo, estructuralismo, postmodernismo ¿Cómo darle un nombre común a estos movimientos y posturas poéticas? Dana Gelinas: Posiblemente México esté a semejanza del resto del mundo, porque durante los primeros años del siglo XXI, y por supuesto, en la última década del siglo pasado, en México también vimos la emergencia de

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diferentes formatos de una poesía digital que se caracteriza por una búsqueda de diferentes recursos visuales y sonoros. El espacio y los ritmos sin duda cambiantes que dependen del nuevo software, programas como movie maker, photoshop y music maker, y sus creaciones, pueblan la Red. El que los poetas echen mano de esta absoluta, nueva Biblioteca de Alejandría que es Internet, donde podemos encontrar tanto un archivo fotográfico clásico como la más reciente creación de un escritor desconocido, es sin duda muy interesante. Si antes vivíamos un tiempo fuera del tiempo, puesto que leíamos a autores tres décadas posteriormente a la publicación de su obra, ahora estamos inmersos en la vorágine de un tiempo dentro del tiempo. CT: ¿Cómo se encuentra hoy en día la poesía en español con respecto a la que se escribe en otros idiomas? ¿Hay alguna que esté sobresaliendo? EUA: La poesía en español siempre ha tenido un papel y una función especial al menos en España que es lo que yo conozco mejor. La poesía es un territorio de experiencia emocional que tiene una fuerte influencia vitalista y sensual en el sentido de relación con el mundo de los sentidos. Creo que aspirar a ver a través de los sentidos la realidad profunda de las cosas hace de la poesía un fenómeno cultural muy importante, casi central en la actividad de cualquier creador artístico. RB: La poesía que se escribe en español goza de las mismas ventajas y sufre los mismos avatares que cualquier otra celebración de la palabra en inglés, francés, italiano, etc. La diferencia podría ser que en el mundo hispano el poeta se maneja con cierto ineludible contacto con la realidad. DG: Ni modo, en todos los países es posible que encontremos excelente poesía y muy malos poemas al mismo tiempo. CT: En México un poeta, Javier Sicilia, logra una movilización en favor de la paz, y en contra de la violencia del narcotráfico. ¿Cuál es el papel de poeta frente a las situaciones que viven sus respectivos países? EUA: Sin ser demasiado ambicioso, creo que el poeta debe aspirar a hablar sobre lo que le rodea a partir de la propia experiencia. En cierto modo, le da voz, lo expresa sonoramen-

te. Esta integración de lo individual y lo social permite que el poeta transcienda su realidad más personal y añada un granito de arena a mejorar las relaciones humanas. RB: Celebrar todo aquello que busca la vida y la creatividad y denunciar todo lo que la denosta o la destruye. El narcotráfico es una de esas cosas, pero también puede ser la mala política con sus corruptos traficantes o la religión con sus fanatismos excluyentes. DG: La dictadura de un Porfirio Díaz y el absolutismo del Partido Revolucionario Institucional nos heredaron un siglo perdido para la democracia en México. En un mundo ideal, todos tendríamos la misma responsabilidad de ser actores políticos en caso de injusticias. Sin embargo, en aquel mundo quizá esa labor vigilante no sería necesaria. Si acaso, habría que echarle un vistazo a los engranajes invisibles de una sociedad que supiera reaccionar ante lo previsible y lo no tanto. CT: Uno de los temas más polémicos en Estados Unidos es el de la migración. Hay 10 millones de indocumentados, tema que se hace presente en la literatura, tanto en inglés como en español. ¿Existe una poética de lo migrante? ¿Cómo puede abordar la poesía el tema de la migración y las contiendas políticas que éste implica? EUA: El compromiso con uno mismo y con la comunidad en la que se integra el poeta es un elemento esencial desde mi punto de vista. La poética de lo migrante existe en tanto toda experiencia vivida por una comunidad desarrolla símbolos y formas de expresar esa experiencia. Los seres humanos somos al mismo tiempo extraordinariamente parecidos y distintos. El compromiso con esa realidad puede expresarse como la voz propia de aquellos que sufren las injusticias y la marginación de los migrantes o la voz de la experiencia individual que hace suya esa experiencia en parte porque el artista en general vive en ese espacio de cambio, transición y marginalidad. Desde mi punto de vista, yo tiendo a expresar cómo mi vida nómada ha creado en mí esa sensación de no ser de ningún lugar, ni pertenecer a ningún sitio en concreto. Vivo esta experiencia como algo al mismo tiempo liberador y desgarrador. Mi poesía puede ser política en tanto en cuanto uno de los temas que expresa ABRIL 2012


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es la importancia de dar voz a la vivencia de la marginación y la injusticia. RB: La poesía es por naturaleza una experiencia migratoria. El poeta tiene que salir de sí, de su entorno, para conectar con la realidad del mundo y de todos los otros y diferentes mundos. Su lenguaje es un lenguaje que ha emigrado de una sola realidad a la multiplicidad de las realidades que vivimos. DG: Poemas y cuentos, novelas, periodismo, fotoreportaje, la radio, la TV o la gastronomía, todos son espacios donde puede ser escuchada la voz, los distintos puntos de vista de un migrante. Se trata no solamente de un muro, no sólo se trata de Estados Unidos y de México, sino de todo un planeta de migraciones, y de muchos muros. Quien crea que sus antepasados jamás han migrado que lance la primera piedra sobre el muro divisorio. Acabamos de enterarnos que Pangea, separada, podrá ser de nuevo un enorme continente revisitado por todos en unos cuantos millones de años, si resistimos esos cuantos millones de años, o el planeta. Resulta absurdo pensar en cómo serían las fronteras de cada país en ese futuro distante. CT: Muchos escritores acuden ya a lo digital. ¿Cómo se ve desde el mundo de la poesía la emergencia de las tabletas iPad, de los ebooks y de la autopublicación? ¿Abre nuevas vertientes, facilita el trabajo, es una cuestión pasajera? ¿Evoluciona la poesía al tiempo que evoluciona la tecnología? EUA: En general creo que se producen cambios, pero no evoluciones. Cambian las formas, la velocidad, cambia la forma de relacionarse, pero creo más en procesos cíclicos en los que no cambian tanto las cosas. Quizá lo que sí que ha cambiado en la actualidad y que tiene un impacto importante es el lenguaje y la presencia de medios multimodales de expresar lo mismo. Estos cambios formales suelen ir acompañados de cambios de contenido. Las imágenes, las voces, los sonidos ahora se pueden integrar en los mismos textos y la poesía ya no solo es una lectura, sino toda una experiencia tridimensional. RB: En la historia de la humanidad siempre ha habido “otra cosa” a la que enfrentarse. Lo nuevo no elimina aquello a lo nos habíamos acostumbrado. El poeta no tiene por qué adapNÚMERO 93

Rei Berroa (Gurabo, República Dominicana, 1949), ha publicado más de 30 libros de poemas, crítica literaria y antologías poéticas. Su libro Otridades: lámpara de los encuentros fue declarado por la Asociación de Editores de España uno de los diez mejores libros de 2010. Ha recibido la Médaille de Vermeil de la Academia de Arte y Ciencia de París y el Premio Internacional Trieste de Poesía 2011 por el conjunto de su obra. Dirige el Maratón de Poesía del Teatro de la Luna en Washington, DC.

Dana Gelinas (Monclova, México, 1962) ha publicado los siguientes libros de poesía: Bajo un cielo de cal (1991 y segunda edición, 2006), Poliéster (VIII Premio Nacional de Poesía Tijuana (2004, y segunda edición, 2009), Altos Hornos (2006), y Boxers (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes (2006), Aves del Paraíso (2009), Los trajes nuevos del emperador, Universidad Laval (Quebec). Su poesía ha sido traducida a varios idiomas y publicada en diversas revistas y antologías de Estados Unidos.

tarse. Es posible que tenga suficientes adeptos como para no “emigrar” en busca de esa novedad. Lo importante es que la poesía siga representando la integridad ética de la experiencia humana y que esto lo haga con el lenguaje más preciso que pueda encontrar. Si es en papel o en virtualidad, no tiene importancia. DG: La poesía, el arte en general, es algo extraordinariamente problemático. La poesía y las diferentes bellas artes son producto de una lucidez superior que no siempre acontece. Creo que todos hemos roto más de una cuartilla y corregido más de un verso. Se puede tener o no una cierta rutina, un cierto método, incluso una enorme concentración, y a fin de cuentas, tener un muy mal día. Yo, en lo personal, sí creo que la maravilla del ingenio del sistema binario, que está en las bases de la creación de los sistemas operativos de nuestra red, tiene que ir a la par del buen texto, tanto sobre espectaculares sobre una pared de ladrillos o de iones, como en los viejos días de solamente dos dimensiones, la del grafito y una temible página en blanco. CT: ¿Qué le recomiendas a un joven residente en EE.UU., que esté interesado en escribir

Eduardo Urios-Aparisi (Valencia, España, 1964) es profesor de la Universidad de Connecticut. En 2000 se publica el libro Las hormigas de oro. Como ensayista trabaja principalmente en aplicaciones de lingüística cognitiva al cine y el arte. Entre sus ensayos críticos se destacan: Puro Teatro: Metáfora y espacio en el cine de Pedro Almodóvar (2010), Multimodal Metaphor (2009), y Ejercicios de pragmática, escrito con Graciela Reyes y E. Baena, (2000).

poesía en la lengua de César Vallejo? EUA: Seguir escribiendo con todas las herramientas de comunicación que tiene a su alrededor. Creo que al escribir en español en los Estados Unidos se está experimentando una realidad desgarradora y al mismo tiempo renovadora. A nivel práctico creo que entrar en contacto con grupos de producción artística latinos o por Internet, me parece que es la mejor manera de publicar la obra sobre todo ante la situación de transición en la que se encuentra la industria editorial en todo el mundo. RB: Que se ponga a trabajar en la creación de su propia versión del mundo y en un lenguaje que le distinga de cualquier otro lenguaje. Eso es Vallejo, eso fue Góngora o Quevedo, eso fue Emily Dickinson o Walt Whitman. Hay que decir lo que se tiene que decir independientemente de lo que se pueda llegar a imprimir en papel en un blog virtual. DG: Respuesta: La recomendación que yo recibí y agradezco: la de mis maestros en cualquier idioma, desde los remotos días de Lucrecio y de Catulo, que es la de que ni una sola palabra sea escrita si no está vinculada a la zona áurea cardiovascular de cada quien. contratiempo

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Izq. Cortesía: Rei Berroa Centro Fotografía: Manuel Fuentes Der. Cortesía: Eduardo Urios Aparisi


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LA POESÍA DE STEPHANIE ALCÁNTAR

El tren, el viaje y el olvido Gerardo Cárdenas

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oeta del siglo XXI, joven viajera, la mexicana Stephanie Alcántar (Chicago, 1990) nació en esta área, creció en el norteño estado mexicano de Durango, y ahora ha vuelto, si bien se encuentra en camino hacia otro viaje. El tercer libro de Alcántar, Teoría del olvido (Instituto de Cultura del Estado de Durango/Mantis Editores, 2011) es un viaje en tren en busca del tiempo, en persecución de lo inasible, donde el olvido, más que destruir, transforma. Contratiempo conversó con Alcántar en el marco del próximo festival Poesía en Abril. Contratiempo: Eres auténticamente una poeta del siglo XXI. Cómo definirías el quehacer poético de tu generación, que temas preocupan y/o mueven a los poetas del siglo XXI? Stephanie Alcántar: Me parece que tanto para una generación reciente como la mía, al igual que para otras anteriores, el tema de la poesía es definido en virtud de aquello que rodea al poeta. Es decir escribimos como humanos que somos describiendo el mundo; simplemente cada quien tiene sus propios ojos, que ven a través de diferentes ventanas de diferentes edificios. La materia prima del poeta es la síntesis de los estímulos, impulsos o asombros que le provoca el entorno en el que vive. La poesía llega ser un diario histórico de la humanidad. El poeta vive, transcribe lo que siente con tal honestidad, que el poema viene a ser un negativo de la fotografía del mundo que se le reveló al poeta. Por eso no resulta extraño encontrar a los escritores de mi generación escribiendo acerca de la inseguridad, la falta de libertad, o aunque suene como oxímoron, acerca las limitaciones que rigen al mundo globalizado. CT: Naciste en el área de Chicago, volviste a México, ahora estás de vuelta y sigues el viaje. ¿Qué te mueve a viajar, y como se manifiesta eso en tu poesía? SA: A la edad de un año y medio aproximadamente mis padres, que son mexicanos, decidieron llevarme a vivir a México, donde residí hasta los veintiún años. Hace unos meses volví a Chicago, y de hecho el próximo mes de agosto inicio la Maestría en Literatura en la Universidad de Cincinnati. Durante los últimos cuatro años he tenido la fortuna de viajar a diferentes países y presentar mi poesía. Considero el hecho de salir de casa como una experiencia que ayuda a madurar personalmente, lo cual me ha ayudado a madurar mi

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poesía. Cuando uno sale de su país y se interna en otra cultura, en un lugar donde los hábitos tienden a transformarse; cuando el idioma no es el mismo, o aún siendo el mismo, una palabra tiene opuesto significado; cuando lo que es permitido en tu país es allá una restricción o todo lo contrario; en ese momento, al menos a mí me ocurrió, uno asume su tamaño en el mundo. Y como no hay nada más equivalente al universo, o incluso más infinito que la poesía, uno empieza a desafiar el cosmos a través del ejercicio poético. No hay nada mejor que descubrir una calle, una plaza, un balcón, la sombra de cierto árbol desde donde extrañes tu casa, pero a la vez te sientas en ella. Espero tener la oportunidad de seguir viajando para un día encontrar el sitio al que pertenezco. CT: Tu libro se llama Teoría del olvido. ¿Qué es el olvido, qué papel juega en tu poesía? SA: Precisamente el libro es una teoría del olvido, lo escribí pretendiendo responder la misma pregunta. En lo personal es un tema que no quiero decir que me persigue, prefiero decir que lo persigo. El olvido es un tema que me provoca cierto desafío mental, una curiosidad que me mantiene cautiva. El olvido aparece desde mi primer libro, y tengo la certeza de que seguirá presente en lo que siga escribiendo. He llegado a pensar que el olvido no crea ni destruye, sólo transforma. CT: Dedicas el libro a tu madre “que me vio perseguir el tren y el silencio”. Los trenes son una constante en este libro. ¿Cuál es el significado del tren, por qué su presencia? ¿A dónde te llevan estos trenes, o de donde te traen? SA: Teoría del olvido es un viaje, un viaje en tren. El libro habla de la imposibilidad, de las cosas que dejan de ser sin darnos cuenta, de aquello que olvidamos y descubrimos que no era indispensable. Es un viaje hacia adentro, a bordo de un tren que no se detiene. El tren es un símbolo que aparece por primera vez en mi poesía. La casa de mis padres está a escasos metros de las vías del tren; de madrugada, de día, por la tarde y a veces de noche escuchaba desde niña pasar el tren. El sonido que producía lo asociaba a estar en casa. El tren de Teoría del olvido, al igual que todos los que pasaban cerca de mi ventana, no se detiene. El tiempo es lo más parecido al tren, a ese tren donde llevo a bordo lo que no he olvidado, ese tren con ventanas hacia el pasado y el futuro desde donde veo aquellas cosas que creía recordar. Dedicarlo a mi madre, no porque sepa las claves del libro, sino porque conoce el significado del símbolo,

Cortesía: Stephanie Alcántar

del tren, del silencio que se apodera del sitio donde temblaron las vías de acero y exhaló el tren un sonido que se esfumó casi igual que los recuerdos de la memoria. CT: Es tu tercer libro. ¿En qué estas trabajando ahora? SA: Tengo otro libro inédito terminado, pero aun no hay propuesta de publicación. Actualmente tengo un par de proyectos nuevos que van dando forma, trabajo en ellos, ojalá pronto pueda adelantarles o compartirles algo. CT: ¿Qué poetas o escritores han marcado, influido, definido, tu escritura? SA: Una temprana influencia fue el mexicano Jaime Sabines. Desde hace unos años y hasta la fecha, considero que mi mayor influencia ha sido el argentino Roberto Juarroz. Considero que mi escritura es producto de la lectura de diferentes autores, a los que vuelvo y releo o consulto: Fernando Pessoa, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges, Antonio Gamoneda, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik, John Fante, Virginia Woolf, Wisława Szymborska, Herman Hesse. Agregado a ello, debo confesar que el cine es otra influencia importante en mi escritura.

Gerardo Cárdenas, escritor mexicano, es director editorial de contratiempo. Ha escrito el libro de relatos A veces llovía en Chicago (Ediciones Vocesueltas/Libros Magenta, 2011) y publica el blog semanal En la Ciudad de los Vientos ABRIL 2012


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Escritores por Ciudad Juárez Eduardo Estala Rojas

“Que cese ya el grito alrededor de todo detrás de las sillas llamándonos. Que cese la espera de la eternidad cansada de esperarnos, que el silencio se vuelva transparente para que el verdadero sonido filtre por fin su alma. Que “el circulo perfecto” se vuelva luz encendida en alguien que abre una puerta. Que el golpe de mar quede en la memoria, penetrante. Que se acaben los hábitos de la incertidumbre, que caiga la lluvia donde la ceniza se moje, que la nostalgia siempre trabaje en la nieve, que me dejen interrumpir el juego de guardar silencio, que Dios bendiga los zapatos rotos y nos quite la costumbre tan socorrida del dolor”. Pliego petitorio, Susana Chávez.*

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rganizar una lectura simultánea y pública que abarca (hasta el cierre de edición) 116 ciudades, 23 países, 4 continentes durante un día y que tengan como sede Ciudad Juárez, Chihuahua, México, es porque algo importante está sucediendo en aquella frontera. ¿Qué es lo que motiva a Escritores por Ciudad Juárez a realizar este acontecimiento cultural a nivel internacional el 1º de septiembre de 2012? “Cuando conoces Ciudad Juárez, las personas que allí viven o sobreviven, y el trabajo iniciado por Yuvia Cháirez, Antonio Flores Schroeder, Edgar Rincón Luna, junto a otros escritores juarenses, desearías seguir allí, en primera línea de fuego, trabajar hombro con hombro con ellos. Pensé que la mejor manera de colaborar, cuando estás lejos, es hacerles sentir que no están solos, ni tan lejos, que su causa es nuestra causa. El resto se da por afiniNÚMERO 93

dad y complicidad, por empatía, es una cadena solidaria que no reconoce límites ni fronteras”, menciona el poeta y editor español Uberto Stabile, quien es el responsable de coordinar las lecturas simultáneas. “Hemos lanzado una llamada —añade—, a la manera de las cadenas solidarias, para ir sumando y coordinando las lecturas que están surgiendo en todos los rincones del planeta. Hay libertad en cuanto a la forma, el tiempo, lugar y número de participantes, pero todas se celebran bajo el lema de “Escritores por Ciudad Juárez”, el 1 de septiembre, y en todas se leerá un manifiesto que estamos elaborando”. Desde marzo de 2011, están organizados y practican la cultura de manera pública. Salen a las calles a recuperar los espacios públicos tomados por la delincuencia, utilizan las redes sociales, blogs, hacen lecturas en el transporte público. Están conscientes en hacer y buscar soluciones, y no solamente en decir lo que está mal en su ciudad. “La lectura simultánea es una forma de decir que todos somos hermanos. Que lo que afecta a una ciudad como la nuestra nos afecta a todos como sociedad y que no podemos seguir silenciosos ante una situación de violencia, de injusticia y de sangre. Queremos liberar la voz y mostrar que Ciudad Juárez es más que el amarillismo (que genera más violencia) salido en los diarios; que somos una comunidad cansada de nuestra situación y que invita al resto del mundo a unirse en nuestra petición de justicia”, apunta la maestra y escritora Yuvia Cháirez. “Siempre he considerado que es urgente poner a Juárez en el mapa mundial por otra razón que no sea la violencia, siempre y cuando, esa razón sea real, tangible y permanente, la literatura juarense necesita difusión, pero ante nuestras circunstancias tan adversas, parece que no existe, esta es una gran oportunidad para demostrar lo contrario y compartirla.

Y por otra parte, es gratificante saber que escritores de todo el mundo se solidarizarán con nosotros, y que Juárez será el motivo de un acto de unidad y compañerismo como no se había dado en mucho tiempo”, agrega el poeta y diseñador gráfico, Edgar Rincón Luna. “Ciudad Juárez es conocida en todo el mundo por la guerra que se libra en su territorio entre los grupos del crimen organizado y para nuestra agrupación Escritores por Ciudad Juárez, es muy importante que se le conozca también por lo que se está haciendo para restablecer el tejido social, desde el punto de vista cultural. En Juárez no sólo hay balas y olor a pólvora, sino poesía en las calles y un fuerte olor a esperanza”, finaliza el periodista y narrador Antonio Flores Schroeder. Contratiempo participará en la jornada mundial de poesía con una lectura pública a efectuarse el 1 de septiembre en Calles y Sueños (1901 S. Carpenter Avenue, en Pilsen). En el siguiente blog están subiendo la información sobre el recital mundial: www.escritoresporciudadjuarez.blogspot.com

Susana Chávez (Ciudad Juárez, Chihuahua, México, 1974–2011). Poeta y defensora de los Derechos Humanos. La participación de Chávez en las manifestaciones civiles incluía la lectura de su obra, la realización de cortos documentales y otras actividades. Se le atribuye la autoría de la frase “Ni una muerta más”, que ha sido emblema de varias organizaciones civiles que piden esclarecer los feminicidios en Ciudad Juárez. Escritores por Ciudad Juárez surgió tras el asesinato de la poeta Susana Chávez en enero de 2011. *

Eduardo Estala Rojas, mexicano, es poeta y crítico cultural. Miembro del consejo editorial de contratiempo. Reside en Nottingham, Reino Unido. contratiempo

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Fotografías: Escritores por Ciudad Juárez De izq. a der. : Osvaldo Ogaz lee sus poemas para niños en la Biblioteca Comunitaria Ma´Juana. Fuera Canas vs Fuera Barros, Osvaldo Ogaz contra Michell Vázquez en la Cafebrería. Armando Molina lee en el transporte público rumbo a la Biblioteca Comunitaria Ma´Juana. Manuel Pérez-Petit participa en la lectura pública en el Parque Borunda.


DOSSIER

Flor y canto de la protesta Catalina María Johnson

E

n tiempos precolombinos, y dentro de la civilización náhuatl ya se reconocía una íntima relación entre la música y la poesía; la lengua, inclusive, denominaba a la poesía como “flor y canto”. La historia indica que, en el continente americano y en esa época, la poesía no cumplía una función meramente estética, sino que junto con la danza eran utilizadas por sacerdotes-poetas como parte de rituales litúrgicos y sagrados y que, además, las rimas musicalizadas eran una herramienta mnemónica que se utilizaba para grabar en la memoria de los ciudadanos valores que ayudaban a garantizar la supervivencia de la comunidad. Empieza el llanto de la guitarra

Siglos después, en el mundo hispanohablante se da otro especial acercamiento entre poesía y música. Por un lado, irrumpe en la literatura Federico García Lorca con obras como su Poema del Cante Jondo, escrito para el Primer Festival del Cante Jondo que organiza el poeta con el compositor Manuel de Falla en Granada, en 1922. El flamenco llega a ser contexto de múltiples poemas del autor granadino quien fuera asesinado durante la Guerra Civil Española, ya que hace en ellos referencia directa a la seguiriya gitana, la saeta y otros diversos ritmos y tipos de canciones dentro del género.

difusión a la obra de poetas como García Lorca, Rafael Alberti y Miguel Hernández, entre otros. Caminante no hay camino

Ibáñez y otros compositores forman parte de un fenómeno singular en ese país dentro de la llamada “canción de autor”, que se trata de una serie de homenajes a poetas reconocidos. De estos, quizás el de mayor difusión y popularidad llega a ser el catalán Joan Manuel Serrat con sumamente conocidas versiones de poemas de Antonio Machado y dos discos dedicados a la obra de Miguel Hernández (de los cuales el segundo, Hijo de la Luz y de la Sombra, sale a la luz en el 2009, casi cuarenta años después del primero). Te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía

No se limita Serrat a la poesía española, sino que también canta la poesía del uruguayo Mario Benedetti, caso especial en la relación poesíamúsica de las Américas. A solicitud de amigos cantantes y músicos, Benedetti llegar a escribir varias letras de canciones. También ocurre que algunos artistas le ponen música a poemas de Benedetti que no habían sido originariamente escritos para ser cantados, como por ejemplo (entre muchos otros) en la obra musical de la venezolana Soledad Bravo, del cubano Pablo Milanés y de la argentina Nacha Guevara.

Canto que mal me sales, cuando tengo que cantar espanto

Yo fui a la revolución a luchar por el derecho

Algunas décadas después, cobra gran importancia la obra de otro artista asesinado por dictadores, el compositor y poeta chileno Víctor Jara, uno de los pioneros y máximos representantes de lo que se llamaría la “nueva canción latinoamericana”. Al unir música y poema Jara logra una fuerza de comunicación tan temida por la dictadura militar chilena de la época, que le cuesta la vida. El recuerdo del poeta cantautor y sus baladas hasta el día de hoy marcan la vida de varias generaciones de hispanohablantes. Del otro lado del Atlántico, en esas mismas décadas de 1960 y 1970 y también como parte del movimiento de ‘canción de protesta’, en España aparecen varias recopilaciones de poemas musicalizados y cantados, entre las cuales destacan las del cantautor valenciano Paco Ibáñez, quien sin nunca componer sus propias letras, a través de más de una quincena de álbumes le da extensa

Hoy en día, el son jarocho mexicano y mexicoamericano manifiesta una relación estrecha entre la poesía, la música y la canción de protesta que pareciera retomar la trayectoria de la canción de protesta del siglo anterior. Dicho género, que nace en el siglo XVI fusionando música africana, indígena y española sobre la base de la estructura poética de la décima española del mismo siglo, en el nuevo milenio se perfila como canción contestataria por excelencia en ambos lados del Río Bravo. Del lado sur, ha sido notable la importante presencia de músicos jarochos en las manifestaciones anti-calderonistas en la capital mexicana en el 2006; y del norte, es de notar la participación de músicos jarochos en manifestaciones recientes, como las del sindicato Immokalee a favor de los derechos de agricultores. Dentro de estos movimientos y en ambos países, cabe resaltar la importancia de “Luna Negra”,

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canción del grupo veracruzano Los Cojolites. Compuesta sobre décimas del mismo nombre que escribiera el revolucionario y maestro decimista Arcadio Hidalgo, la popularidad de “Luna Negra” a la que le componen constantemente nuevas décimas reclamando justicia, nos ofrece evidencia innegable de que aún brota nuestra flor y canto, en recuerdo de que existe la posibilidad de transformar el mundo en otro mejor.

Sup.: Joan Manuel Serrat Cortesía: Tatuchi Inf.: Victor Jara Cortesía: Felipe Silva

Nota del autor: los títulos de cada sección son frases de poemas de los siguientes escritores en orden de aparición: Federico García Lorca, Víctor Jara, Antonio Machado, Mario Benedetti, Arcadio Hidalgo.

Catalina María Johnson es miembro del consejo editorial de contratiempo, escritora, curadora musical y locutora/productora de programas para estaciones de radio pública que se escuchan desde México, D.F. a Berlín. Para mayor información sobre la música mencionada, favor de visitar www. catalinamariajohnson.com ABRIL 2012


DESHORAS

¿

Qué es poesía? “Es la eterna juventud de la palabra”, dice la poeta mexicana Dana Gelinas. “No es el tallo ni la flor de una planta que nace en el concreto; es la raíz”, responde el puertorriqueño Javier Ávila. Es “simplemente, una Aparición (así, con mayúscula y sin mayores adjetivos)”, dice a su vez la dominicana Aurora Arias. Antes, mucho antes, el chileno Vicente Huidobro hablaba de la poesía como “una cosa que será… una cosa que nunca es, pero que debiera ser… una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser”. Y la argentina Alejandra Pizarnik consideraba a la poesía como “el lugar donde todo sucede”. La ausencia de un consenso en torno a la definición de lo que es poesía (podríamos llenar páginas y páginas con la definición que cada poeta aporte) es, al mismo tiempo, testimonio de la universidad del acto poético y de su profundo arraigo en la historia de la humanidad: poesía, música y pintura son las primeras manifestaciones artísticas de la especie, la expresión de su capacidad única de definir, imaginar y expresar. A través de la poesía, el símbolo se vuelve palabra y se comparte a través de la escritura; pero, a diferencia de la narrativa, la poesía adquiere una segunda vida en la lectura. Entra por los oídos como la música y se integra al imaginario colectivo en la lectura que se comparte en voz alta. La poesía está así en tres planos: la imaginación del poeta, la palabra vertida sobre el papel, y la musicalidad de sus sonidos compartida por un número indeterminado de oídos. Si la voz es instrumento central de la poesía, el susurro es quizás su arma más sutil, más provocadora, más secreta, más erótica. En abril, como parte del V Festival Poesía en Abril, susurraremos poesía desde distintos puntos de la sociedad. Un gran número de poetas, locales e invitados, serán cómplices de este suave acto subversivo. Seis de ellos aparecen en las páginas de Deshoras: todos estarán en Chicago en abril: el cubano Miguel Barnet, la española Ana Rossetti, la mexicana Dana Gelinas, el también español Eduardo Urios-Aparisi, el dominicano Rei Berroa y el peruano José Antonio Mazzotti. Tienen la palabra los poetas. Tienen la voz.

Escultura: Manuel Martí Moreno

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DESHORAS

Miguel Barnet Poeta, narrador y antropólogo. Obra poética: La piedra fina y el pavo real (1963); La sagrada familia (1967), Carta de noche (1982), Viendo mi vida pasar (1987), Mapa del tiempo (1989), Con pies de gato (1993), Actas del final (2000), Itinerario inconcluso (2007), Salvado del círculo del fuego (2010), entre otros. Su obra ha sido galardonada con el Premio Nacional de Literatura Cubana, Premio Internacional Trieste-Poesía, Premio “Juan Rulfo” de cuento, Premio Internacional Camaiore, y el Premio “José Donoso” de la Universidad de Talca en Chile. Escultura: Manuel Martí Moreno

MEMORÁNDUM XI

EL VIAJERO

FE DE ERRATAS

Mientras tú abres la puerta De la casa Mientras tus ojos alumbran La oscuridad de la casa Mientras la casa crece con tu llegada Y en las paredes rebota tu voz Yo escribo este poema Donde caben mis lagos y tus ojos Mis pájaros amaestrados y tu voz Pero tú traes la casa Y te empeñas en quedarte en ella Para ascender o descender Por sus peldaños imaginarios Tú eres la casa donde yo no quepo, La guarida de mis sueños, Mi sombra en la pared Compréndeme, yo no estoy hecho Al tamaño de la casa Y tengo que vivir a la intemperie

Soy el viajero con rumbo fijo, mis viajes están programados. No necesito brújula porque el camino es claro y conduce hasta el mismo lugar. Menos yo, todos se han quedado en casa. Soy el viajero con rumbo fijo, ni los perros nocturnos me siguen. Mis viajes son codiciados y yo ansío quedarme dispuesto a tomar la forma de un caracol, a no sacar la cabeza. dejo atrás mi árbol y mi pez delgado, me rindo ante el mandato de Orula. Yo, que me quiero quedar, emprendo el viaje Como el pájaro de pico curvo que lleva el mensaje, atravieso la lejanía, cargo mis baúles. ¿Alguien habrá que escuche mi queja?

Donde dice un gran barco blanco debe decir nueve donde dice gris debe decir un país lejano y olvidado donde dice aroma debe decir madre mía querida donde dice César debe decir muerto ya reventando donde dice Abril puede decir árbol o columna o fuego pero donde dice espalda donde dice idioma donde dice extraño amor aquel debe decir naufragio en letras grandes

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DESHORAS

Ana Rossetti Ha publicado los poemarios: Los Devaneos de Erato (1980, Premio Gules), Indicios Vehementes, Devocionario (Premio Internacional Rey Juan Carlos I), Yesterday, Punto Umbrío y Llenar tu nombre. Toda su poesía hasta 2004 está reunida en La Ordenación.

INVITATORIO

NOCTURNO “No te contemples en la muerte; deja que tu imagen sea llevada por las aguas que corren”. Marcel Schwob

No hay cortejo comparable para ti, alma melancólica, a esta multitud de ecos silenciados, galería monótona que la quietud repite y obstinada refleja sus trastornados ritmos. Y la muerte está ahí, en el espejo que divulga las voces de las aguas, en esa luna inerte donde la menta asoma tiritando, mientras que entre los dientes las culebras son besos, y en la inmóvil tristeza, el frío, de sus parques, traza la geometría. Y el tinte de tu rostro se hace pálido y verde. Pero si alguna vez quieres sobrepasar, desgarrar la cruel lámina y clavar el gladiolo en la caverna húmeda del espejo, te arrastraré a la danza delirante que en un instante alberga mil figuras distintas, podré decirte cómo derrochar la belleza en la noche magnífica, incendiándola, a usar los diccionarios como libros de música, orquesta fugitiva para esta insurrección, esta brillante fiesta que en tu obsequio preparo. Pues sentir es el prodigio único que me alerta y preocupa, y la audacia, como un tenaz diamante rasgando las ventanas, la joya y homenaje que prefiero. Llámame pues si rompes esa fronda sombría del espejo, si has llegado al final hasta el papel de plata, de repente arañado, si tu rostro al cristal desampara y con agudo estruendo se desprende. No siempre hay que creer lo que el espejo dice. Tu rostro verdadero puede ser cualquier máscara.

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En narrativa, ha obtenido el Premio la “Sonrisa Vertical” por Alevosías. Le ha sido concedida la Medalla de Plata de Andalucía al conjunto de su obra y el premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer.

MOMENTO I Y la música ardiendo, estallando, araña es de cristal, o una bengala; el limón sobre un vaso teñido de violeta, vigilante; y el blanco pantalón, que en medio de la noche resplandece, arrogante y magnífico como un corcel de Uccello, hasta la madrugada perseveran. MOMENTO II Y la larga experiencia –femeneidad rapaz del ojo- ha descifrado en cierta boca triste o impaciente ademán, o en traslúcida cera de una carne vencida, al tasador más alto. Lentos dedos resbalan, por la cadena, un dije, del escote el confín, yerta gota cayendo, amenazando al torso que se ahueca. MOMENTO III Y ese instante: la puerta traspasada que se cierra apresando, y el peligro contiguo y el abrazo inminente pues la luz ha prendido por sorpresa la estancia y una ajena presencia, radiante entre las joyas, devuelven las vitrinas. Y quizás la belleza sea sólo desconcierto. MOMENTO IV Y después, las arrugadas sábanas por entre las baldosas serpentean; los cajones volcados, vacíos los estantes y roto el estilete tras obstinado estupro. Mas si él tuvo la fruta del verano y la ilusión de amor casi duró una hora, quién fue el depredador y qué lo más valioso. contratiempo

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Rei Berroa

Poeta y profesor domínico-americano. Ha publicado más de 30 libros de poemas, crítica literaria y antologías poéticas. Su libro Otridades: Lámpara de los encuentros fue declarado por la Asociación de Editores de España como uno de los diez mejores de 2010. Ha recibido la Médaille de Vermeil de la Academia de Arte y Ciencia de París y el Premio Internacional Trieste de Poesía de 2011 por el conjunto de su obra poética. Dirige el Maratón de Poesía del Teatro de la Luna en Washington, D.C.

GALLO DEL ALBA Lo prendieron por exceso de futuro, por la furia de su cresta distinguida, por la vaina de su boca al hueso vivo, por sus piernas indecentes y agrietadas y el aplauso de la gleba enmudecida. Lo prendieron porque aireaba con su canto que el vacío de la noche terminaba, que la luz de un llanto sobrio establecía sus vibrantes espectros juveniles en la piel de la mañana. Lo prendieron por exceso de alegría, por hacer que el hombre tienda a su estatura y cruce a cada paso nuevos puentes, y levante polvaredas de guitarras sobre el musgo desprendido del camino. Lo prendieron, ya se sabe, a todas horas, le violaron su aparente inocencia florecida, la mordieron sus bordes impacientes, su rocío, mas tuvieron que dejarle repetir el hechizo de sentirse pregonero de la aurora en el corral de las pestañas.

EL JUICIO DE SÓCRATES PASADO POR LA TELE Hacía muchos años que llevábamos incrustadas sus preguntas bajo las costillas. Medio muerto traíamos el sueño de justicia, cuando en mitad de la pantalla apareció el viejo Sócrates ya cicutado su silencio y su verdad a solas después de explicar en silogismos convincentes que jamás había pronunciado algunos de los juicios que el joven Aristocles (Cabezotas o Platón, eran sus motes) había escrito en sus memorias, publicadas día a día, en diversas páginas de la guía de la tele que todos leían y miraban en una gran pantalla tipo plasma puesta en el ágora de Atenas por los que odiaban la mayéutica.

Fue así como llegamos a saber, sin casi darnos cuenta, que el loco a quien todos envidiábamos, pues podía decir lo que quisiera sin haber jamás escrito nada y no tener, por tanto, nadie pruebas contundentes que pudieran llevarlo al tribunal, tenía leales seguidores en todas las escuelas del Estado, menos en su casa, donde Jantipa lo había puesto en su lugar más de una vez, pues no quería higienizar los fondillos de sus hijos sin antes preguntarles si era posible conocer la virtud sin antes practicarla. Dicen que también testificó contra el marido porque éste no le servía para nada.

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NO LE PARECE APROPIADO AL PARECER EL MOTE DE SEGUNDÓN QUE LE HAN COLGADO Todos me han tenido siempre de segundo. Sus intenciones claramente definidas, me han mirado cuando menos de reojo, sospechando de mí no sé qué cosas -“engañan las apariencias,” diceny me ponen en la lista de lo prescindible, como si el vestido, el rostro, los modales, sólo fueran ocasiones de un minuto y el resto de la hora hubiera que entregárselo a mi némesis, el Ser, que nunca tuvo que hacer nada para llegar a ser el hijo predilecto del humano y sus asombros (al menos así me lo parece). Hubo sí ocasión fugaz, débil esperanza de mi medro -si hubieran visto qué alboroto en el mundo desvirtuado de lo que aparentacuando logró por fin Descartes señalar -perdonen el empaque dieciochescoque el oficio del pensar mayéutico estuviera por encima del Ser estático o de la inanidad del Estar, envés de su moneda. Pensé yo entonces que el partero de esta modernidad que desde entonces nos apremia, amigo de reinas, algo galileante, y por ello sospechado del romano tribunal, daría otro salto en el método de examinar las apariencias, haciendo vital la instancia de la idea de que lo que aparece puede también ser si yo lo pienso. Pero el pobre se murió de frío relativo en una cama nada cogitante de Estocolmo y yo he tenido que seguir aquí de segundón, acostumbrado a los axiomas de la fe, de la filosofía, y deseando vivamente que un músico quizás, tal vez algún poeta del Índico o el Caribe, me ponga en mi lugar, mejor, espero, del que aquí me asigna Rei Berroa, me saque oportunamente de este estado segundino del que estoy ya bien cansado y me eleve a la condición que me tengo, creo yo, bien merecida, después de tanta espera. ABRIL 2012


DESHORAS

José Antonio Mazzotti

Obtuvo el Primer Premio en los Juegos Florales Universitarios “Túpac Amaru” de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con Poemas no recogidos en libro (Lima, 1981). También ha publicado Fierro curvo (órbita poética), Castillo de popa (1988, finalista en el Premio Casa de las Américas de La Habana), Señora de la noche (1998), El Zorro y la Luna. Antología Poética 1981-1999 (1999), Sakra Boccata (2007) y Las flores del Mall (2009). Ha aparecido en numerosas antologías, incluyendo Antología general de la poesía peruana: de Vallejo a nuestros días (Lima), La mitad del cuerpo sonríe (México), La letra en que nació la pena (Lima), Caudal de piedra (México), Fuego abierto (Chile), Cuerpo plural (España). Sus poemas han sido traducidos al inglés y el italiano. Actualmente es catedrático en la Universidad de Tufts, en Boston.

YEGUA ES LA HEMBRA DEL CABALLO (después de una lectura de R. Jakobson)

Yegua es la hembra del caballo y yegua es mi mujer impronunciable por el resto de mis días, la frescura de su sudor y de sus patas duras como un diente y el lomo en que cabalgo rodeado de metrallas y sirenas anunciando un bombardeo. Yegua es la hembra del caballo y yegua es mi mujer de suave relincho a cien violines cuatro flautas dos trompetas y un músico olvidado y legañoso / a media barba / y noches de terrible claridad. Ella se mueve por los parques hinchando sus ancas (yo hincho mis pulmones) salta y patea y no conoce a los flemáticos desnuda una sonrisa / como quien abre una bolsa de arroz sabe y no sabe siente y no siente grita y no grita y esparce el arroz entre los novios.

LOS AMORES IMPOSIBLES, LOS POEMAS Mientras te duermes vas oyendo a tus espaldas una puerta que se cierra sin hacer ruido piensas en un amor imposible de citas clandestinas y perros que te siguen en la noche y descubres que un amor y un poema son lo mismo al fin y al cabo y son lo mismo al fin y al cabo el poema y la puerta que se cierra sin hacer ruido y son lo mismo esa puerta que se cierra / y un amor imposible que hace ruido estrepitosamente y tienes que escribir el poema escribir el poema escribir el poema a como dé lugar.

Yegua es la hembra del caballo y yegua es mi mujer impronunciable divina metalengua que pronuncio y no decoro y salto y pateo y relincho y ya no sigo sé que ella viene como un pasto dulce a perdonarme estas palabras.

CONVITE Bien previno la hija de la espuma: A batallas de amor, campo de pluma. Góngora

CANCIÓN A UNA LIMEÑA

Porque acaso no vuelva a escribir, como ocurre siempre que escribo y me limpio los ojos, porque acaso hayamos muerto ya, de amor y no de tiempo, ahora quiero llevarte a mi jardín a remover el pasto y un chorro de aire azul penetre en los zapatos de este cuerpo que se extiende bajo tierra alzándote sus flores. Pájaros, retamas, cochinillas y una suave tristeza habitan en las tardes donde el suburbio se arregla los cabellos y te espera escondido entre las ramas, encima de donde late radiante una raíz a la que baja la noche a reposarse y a recoger su ración, y se embellece colgándose las flores que acaso estaban destinadas para ti.

De repente es inútil este idioma. Dirás que te he olvidado y cerrarás los lugares desiertos, la casa descascarándose de frío, y tú misma acaso empieces a tocar pequeña al principio, blanda luego, una vegetación húmeda y olorosa donde puedas echarte a conversar mansamente con las hojas que habrán crecido en tu pelo. Tendrás las manos tibias y una pálida certeza de que todo empieza. Y tu vestido donde tantas, imposibles veces me escondía comenzará a oscurecer al fondo del ropero tímido ante tu peinado, cada vez que te embellezcas luminosa en el espejo cuando alguien te abraza e imaginas sin dolor estos dedos agachados y dulces con tus cartas, entrenados para tu delicia vuelta a tu boca con las frutas del verano y pasearás dibujando en la arena ese nombre al que acostumbrada esparcirás tus ramas, zurcirás otro vestido, y quién sabe comiences a sembrar un árbol para cuando llueva.

Por eso ahora cruza la reja y acepta el alimento que humildemente te ofrezco en esta servilleta de palabras.

Así dirás que te olvidado, y será cierto porque más fuerte olvida el que recuerda y no ama que el que no ama ni recuerda las letras de un idioma verdadero.

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DESHORAS

Dana Gelinas

Poeta, traductora, filósofa. Ha publicado los poemarios Bajo un cielo de cal (1991), Poliéster (VIII Premio Nacional de Poesía Tijuana, 2004), Altos Hornos (2006), y Boxers (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, 2006), Aves del Paraíso (2009), Los trajes nuevos del emperador (2011). Su poesía ha sido traducida a varios idiomas y publicada en diversas revistas y antologías, incluyendo Poetas de Tierra Adentro II, Revista Casa de las Américas, Sin puertas visibles, An Anthology of Contemporary Poetry by Mexican Women.

LOS NIÑOS DE HAMELIN

CLÍNICA NEONATAL

Es, llanamente, un problema de números. Los trasplantes exitosos, los órganos que padecen necrosis después del injerto, los órganos descartados por virus y antivirus exceden las cifras de donantes muertos en accidentes de tránsito y, es claro, al raro universo de los donadores saludables.

Salud para el nuevo niño. Su alma envejecida toma nuevos bríos. Nueva ropa, nueva identidad dentro de su cuna de acrílico refulgente en el flamante Paraíso de la Sala de Post-parto. Con enfermera privada para sus nuevos insomnios y su hambre de gigante.

Cada hora que pasa desaparece un niño para siempre en Latinoamérica. Sin embargo, no hay alcalde que ofrezca un rescate por los niños de Hamelin. No hay alcalde que escuche a las madres de Hamelin. Llenarían, entre todas, la plaza mayor de esta república. Los alcaldes las evitan, esconden al responsable del equipo de médicos cirujanos de cierta unidad de trasplantes. La historia de Hamelin es mentira, no existe un gobernador como el de Hamelin. Existe una Pietà, un monumento de mármol hecho trizas para las madres con hijos enfermos, una opinión pública llorosa cuando un cirujano de Alaska trasplanta un estómago a un niño anoréxico y el médico es convertido en celebridad como un edicto sobre mármol blanco. Las esposas de ciertos funcionarios conocen a los cirujanos de Hamelin, aunque jamás tendrían el mal gusto de mencionarlos durante sus tours a otros planetas, ni a la esposa del general brigadier de las fuerzas armadas, ni al jefe de la policía federal, ni al jefe de la policía judicial, ni al superintendente local. No es difícil adivinar su rostro, incluso tras un tapabocas. No es difícil adivinar dónde está ese gran hospital de medicina avanzada.

Demandará de su madre todo, y actuará magistralmente en su rol de mamífero desprotegido. Él crece a base de privilegios sobrenaturales. Así como sus mayores vieron con desprecio al que nació a las cuatro treintaidós, y al que nació a las seis con cinco de la tarde, esta criatura crecerá sola, dejando atrás a los que lloraron por primera vez un mismo día. Crecerá como la furia de su llanto ríspido, no con el llanto humano de los otros. Su alma intranquila desea que el corazón ofenda de nuevo. Y será alimentado como si ningún otro ser tuviera derecho a la vida. Lo veo tallar su comisura derecha, miro sus reflejos de antes de nacer, con el puño apretado. El mismo gesto fiero hará fulminará a los débiles congénitos, a los hijos de inferiores y a los padres de sus padres, y seguirá creciendo… Hereda genes, y vacilará un poco, incluso caerá, pero se elevará sobre los dos pies y comerá… Yo fui testigo de su ira y sé que él mismo creará un Paraíso de sus propias pesadillas, porque su rencor proviene del centro de su garganta de neonato, de los ojos de su madre, y se encuentra oculto en el engranaje del reloj que lleva su padre en la mano diestra.

No es difícil. Son tantos rastros como los niños de Hamelin.

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Esta criatura ya tiene su lugar en este libro, un álbum que no es de almas inocentes. ABRIL 2012


DESHORAS

Eduardo Urios -Aparisi Poeta, ensayista, profesor. Nacido en Valencia (España) aunque no se siente de ningún lugar en particular. Su vida se puede resumir en dos palabras: escribir y viajar. Doctor en clásicas por la Universidad de Glasgow (Escocia) y en Lingüística (Pragmática) por la Universidad de Illinois en Chicago. En la actualidad es profesor de la Universidad de Connecticut. En 2000 se publica el libro Las hormigas de oro. Entre sus ensayos críticos se destacan: Puro Teatro: Metáfora y espacio en el cine de Pedro Almodóvar (2010), Multimodal Metaphor (2009), y Ejercicios de pragmática, escrito con Graciela Reyes y E. Baena, (2000).

LAS CIUDADES Y LOS DÍA 1 Nueva York A Mahler le gustaba pasear por Nueva York Los días de lluvia en especial cuando Se posaba una bruma sobre los peinados Rascacielos y solo agazapado bajo la niebla Te decías: me gusta no ser nadie en esta noche Me gustan los peregrinos que vienen a dormir Al parque sobre los bancos con sombrillas De papel y mantas a jirones. Me gusta no ser Nadie este día de paseo entre millones de nadies Nadie aquí ni allá me gusta tenderme en el centro De nadie y vender una rosa, una piruleta, una brisa. A Mahler le gustaba el sueño más profundo Solo él lo supo poner en música, yo lo sueño En estas calles, entre las ojerosas ventanas, Los coches de amarillo y esa lluvia que cae A ratos y a solas como a Mahler le gustaba pasear. 2. Fluir fragmento Mi ser fragmentado habla in inglish como sin dientes. Hace trizas sonetos y la ciudad y yace a los pies del bas. Con torpeza me pierdo en este embrollo. Este embrollo de gentes y de acentos: semáforos, peatones, prisa, plis, exquiusmi, todos acuden, todos, a un idioma, a un enigma de paso. No te reconoces, no te haces ni hablas con voz de turba, la turba que sedimenta el gesto. Zanks, bai, de lejos y de lejos cierras y te vas y de pronto descascarillado escuchas la furiosas aguas de fluir fragmento. 2 Décimas Lomos amarillos y rojos en la cama echada de edificios con los curvados ellos en el foso común del trabajo. Miras el álgebra del techo y esos árboles y las chimeneas en los rieles de la cabecera y ese ojo dedicado a mirarte la espalda.

Escultura: Manuel Martí Moreno

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Hay algo que me pregunto y hay algo que no sé y sin decirlo lo digo y todo permanece igual pues son buenas tus condiciones físicas para jugar siempre así con la receta del doctor en detalle que te comunica que jugar no es decir, vivir. contratiempo

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