Contratiempo 67 • Agosto 2009

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chicago, illinois, agosto 2009

número 67

DOSSIER:

PUERTO RICO, IDENTIDAD DUAL ENTREVISTA Y OBRA DE RAMÓN VILLAREAL

20 años del Teatro Aguijón


contratiempo

número 67

agosto 2009

Directiva Gerardo Cárdenas, Gregory X. Gorman, Jochy Herrera, Félix Masud-Piloto, Moira Pujols, Rod Slemmons, Helen Valdez

Directora ejecutiva Moira Pujols

Director editorial Gerardo Cárdenas

Consejo editorial

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7

11

14

19

24

Gerardo Cárdenas, Raúl Dorantes, Rafael Franco, Jorge García, Catalina María Johnson, Esmeralda Morales-Guerrero, Ana Rechtman, Julio Rangel, Febronio Zatarain

Jefe de redacción Jorge García

Directora de arte Esmeralda Morales-Guerrero

Diseño gráfico Emily Herrera, Dawn Joseph

contrafoto Elías Carmona

contenido dossier

3

Editorial

4

(Des)dobla(miento) en Boricua, Alfredo Pérez Jurado

Jorge García y Laura Pujols

5

La nueva música boricua: intimidades atrevidas y chocantes, Dalila Rodríguez-Saavedra

Portada

7

La Cápsula, Max Resto

8

La Atlántida queda en Puerto Rico, Luis Alejandro Ordóñez

9

La mosca en el ungüento artístico de la diáspora boricua, Pedro Vélez

Correctores de estilo

Esmeralda Morales-Guerrero Las opiniones expresadas por los escritores que colaboran en contratiempo no son necesariamente las de la revista, o de la entidad que la publica, contratiempo nfp, una entidad 501 (c)3 sin fines de lucro. ©

contratiempo nfp

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Gerardo Cárdenas directoreditorial@revistacontratiempo.com Raúl Dorantes tiempoextra@revistacontratiempo.com

deshoras 11

Poetas puertorriqueños

mirada 14

Aleación insólita. Entrevista con Román Villarreal, Georgina Valverde

tiempoextra 19

Aute, memorable Cuerpo, Jochy Herrera

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“Internet es bueno para planear, es menos bueno para aterrizar”. Entrevista con

Román Gubern, Julio Rangel

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El Aguijón del teatro, Febronio Zatarain

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Cerca del fuego, cerca de la esperanza. Poemas de Jorge Argueta, Fernando Olszanski

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Madera que canta: La marimba en Chicago, Catalina María Johnson

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Migración y ciudadanía en los tiempos de la recesión global, Raúl Dorantes y Febronio Zatarain

tiempodesobra 26

Evocaciones, Humberto Uribe

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contrafoto, Elías Carmona

latinidad 27

Evolución histórica: Dos estrategias y dos redes


ona ías Carm imagen: El

Editorial Entre dos mares, entre dos nacionalidades, entre dos idiomas, muchas veces entre dos razas, hay pocas cosas más difíciles de asir que la identidad puertorriqueña. Esta dualidad es histórica y cultural: se expresa en la trashumancia del boricua, y se manifiesta en su literatura, su poesía, su cine y su música. Es parte de su ser – Jano Bifronte que mira hacia el Caribe tanto como al Atlántico, a San Juan tanto como a Nueva York (o a Chicago). Los puertorriqueños obtuvieron la ciudadanía estadounidense por vía de un decreto en 1917. Casi cien años después, su identidad sigue forjándose y reinventándose sin terminarse, como un Sísifo caribeño que no va a terminar de aupar su piedra montaña arriba. La dualidad genera angustia en el alma boricua, pero también energía, color, ritmo y cadencia. El dossier de agosto de contratiempo mira hacia Puerto Rico y trata de explorar estas cuestiones. Cerca de un cuarto de millón de boricuas viven en Chicago su propia versión de esa inquieta dualidad.

El poeta y artista puertorriqueño Rafael Franco ha coordinado este dossier, partiendo de una reflexión contundente: “Después de todo somos una isla de náufragos que sólo sabemos cultivar dos cosas decididamente: la ambigüedad y el miedo. Puede que sea demasiado severo, pero un rápido recuento de la historia boricua de los últimos 100 años lo evidencian con claridad”. Abunda Franco: “luego de incontables debates en torno a la identidad boricua, la invasión estadounidense de 1898, el idioma oficial, el sentido de propiedad, tanto en la conducta como el de pertenencia, la diáspora, el mantengo, el desarrollo urbano… en fin, son tantos los asuntos que como nación no hemos podido resolver, que a estas alturas del Siglo XXI todavía seguimos exigiendo libertad para nuestros prisioneros políticos, reclamándole a la ONU nuestra condición colonial y discutiendo entre nosotros cómo definir los tres estatutos que se pelean en los referendos que llevamos a cabo cada cierto número de años. Tal vez por todas estas encrucijadas del pensamiento caribeño solemos gravitar tanto a las artes, a la música, a los rasgos culturales que nos proveen el único sentido de identidad sostenible. A fin de cuentas, como todo buen boricua, delegamos las duras decisiones en los escritores mismos y pasamos, como quien dice, la papa caliente”.

Así, el dossier inicia con la reflexión de Alfredo Pérez Jurado sobre cómo el boricua migrante vive en carne propia la confusión de otros sobre las muchas dimensiones del ser latino o hispano. Dalila Rodríguez Saavedra explora, desde la isla, la gran diversidad de la música independiente puertorriqueña, en tanto que Max Resto desde Nueva York nos pone en una perspectiva completamente inesperada: ¿qué tal si determinados objetos y símbolos de lo boricua fueran puestos en una cápsula de tiempo? Al abrirlos, ¿seguirán definiendo lo puertorriqueño? El escritor venezolano Luis Alejandro Ordóñez se asoma a las murallas interiores de la identidad latinoamericana de Puerto Rico, y con profunda crítica y autocrítica compara a la isla con el summa cum laude de las tierras míticas – la Atlántida. Cerrando fuerte, Pedro Vélez, artista boricua radicado en Chicago, hace una descarnada y muy personal crítica sobre el estado de las artes puertorriqueñas – de dentro y fuera de la isla – que seguramente generará polémica. Síntesis, diáspora, dualidad, ambigüedad, y drama – entre otros temas – marcan el pasado y presente puertorriqueños. El futuro es imprevisible, de ahí la profunda ironía del texto de Max Resto. Este dossier profundiza ese debate. “Nunca de un lado ni del otro, siempre a la espera de una dirección”, apuntaba Rafael Franco.


(Des)dobla(miento) en Boricua Alfredo Pérez Jurado

“Ese que sale de su país porque tiene miedo, No sabe de que, miedo del queso con ratón, De la cuerda entre los locos, de la espuma en la sopa.” El encubridor, Julio Cortázar

H

ay quien se despierta con una resaca mental, borracho del delirio lúdico que un sueño tropical le ocasionó. Ha soñado con las “caras lindas” de su pueblo, los callejones y las calles, las playas y los ríos. No puede mentirse a sí mismo, ha huido de la madeja insular y ha acabado en la ciudad universitaria de Austin, “hill country”, live music capital, la tierra de Lance Armstrong, donde no hay muchos boricuas, todavía. Ya no se pregunta por qué está donde está, a miles de millas de su isla. Sabe. Va a enfrentar a su trabajo temporero, a su patrón temporero. Estacionado en la ambigüedad de su estatus migratorio –totalmente existencial- que lo ubica en una posición única, en el medio de su jefe y sus hermanos latinoamericanos. Desde su centro observa como sus compañeros de trabajo –indocumentados y con papeles chuecos- son explotados, trabajando 120 horas por jornada, y compensados por solo 100, y sin overtime. Él quiere trabajar 100 horas, no 120, es confrontado por su jefa, que no quiere pagarle 20 horas overtime.

—It’s not fail. Why pay you oveltime. I don’t pay the othels oveltime. You say Puelto Lico is USA wright? Why you come heel?– “Buena pregunta”, piensa as he stares down the oriental woman who dares to question his exodus. En el banco, donde va a abrir una cuenta: —Are you Hispanic? —Yes. —I can speak Spanish. ¿Qué tipo de papeles tienes? —Ah, no hay problema soy puertorriqueño. —¿Tienes papeles? —Usted quiere decir documentos. Y sí, a nosotros nos dieron la ciudadanía para el año mil novecientos treinta y pico, para que fuéramos a pelear sus guerras. —O, perdón. —No se preocupe. En la barra, donde va a tomarse unas cervezas: —Your puertorican?! Hey George, come here, this guy is from your island. —Tu eres de Puert- O- Ri- Co? De que lugar. —La capital, el Viejo San Juan, Río Piedras, par de sitios se podría decir. —Yo soy de Ponce, y llegué hace unos nueve meses de allá.

Todo eso es pronunciado con acento de nuyorican jip-jopero, y se pregunta en qué lugar de Ponce la gente habla como J. Lo. Entiende que fue que llegó hace nueve meses de las vacaciones que tuvo en la isla. Antes se molestaba con los que proclamaban su puertorriqueñidad sin haberse criado en la isla, o siendo segunda generación nacida en el mainland. Personas que no saben diferenciarse entre puertorriqueños que decidieron, luego de una vida entera en la isla, salir del barco y emprender nuevos horizontes, de los que viven en el vaivén. Pero piensa que le da igual, total… En su apartamento medita sobre un país que quiere ser país, aunque sea estado o territorio. En una ciudad adicta a los adictos, al sensacionalismo, al bochinche, a los regionalismos. Le basta cerrar los ojos para escuchar los 30 mil puertorriqueños amenazados con perder sus trabajos marchando frente al Capitolio. Muere Mario Benedetti, se televisa en el noticiero y se conmueve el pueblo entero y todos lo saben. Muere José María Lima, y quizás un artículo en la prensa y un puñado murspira. No me sorprende, el pueblo tiene historial de renegar sus grandes talentos por los importados. Me acuerdo de mi maestra de historia en la superior, Mariluz Torres, hablando de un tal complejo de inferioridad que pasaba desapercibido por los pasillos de nuestra identidad colonial.

Desde las colinas de Austin, Texas, nuestro amigo puede oler la lluvia aproximarse. Se alegra de vivir por el momento en un small town gone big city. Una fusión entre Río Piedras y NY o Chaytown, que lo deja feeling weird, a good weird. Con la esperanza de que tal vez algún día, más puertorriqueños se muden a lugares como Austin donde no se pasa frío, el calor te acerca a la isla, y no se siente la recesión. Se sienta y decide escribir sobre su diáspora, quizás a contratiempo. En sintonía con el espíritu absurdo que permea en todos lados estos días, opta por terminar la pieza de la siguiente manera: “Canto porque cantar es mi promesa” “Allí, sobre el camino, destino adentro iban mis sentimientos gastándose hasta hacerse iguales al olvido” A mi mujer en mi patria y viceversa “Amada y paz Querida y voz Deseada y movimiento Y todos los laureles” “… y no existe la muerte, porque es muy larga” José María Lima Alfredo Pérez Jurado realiza estudios pos-graduados en Austin, Texas.

foto: Elías Carmona

contratiempo

agosto 2009


La nueva música boricua: Intimidades atrevidas y chocantes

foto: María González

Dalila Rodríguez-Saavedra

La música que escuchan todos, la música que escuchan todos, yo no la escucho y está sonando. -El otro Yo.

A

l igual que un lienzo vacío, la música tiene infinitas posibilidades. El que la escucha, le asigna significados según su historia particular. La música también nos provee un conducto hacia una comunicación más emocional y personal. Si vemos la trayectoria histórica de la música, encontramos además una tradición lingüística – o lírica – atada a la inconformidad, a la voz del Otro, un reto armónico al orden pre-establecido. Los que conversan en estas páginas son músicos subterráneos de la Isla. Desde hace más de una década se fajan, esquivan y resisten los golpes del gigante mainstream musical. A todas luces no albergan resentimientos hacia los colegas que con su trá trá y dembow ponen el nombre de Puerto Rico en alto. No hay hard feelings porque ese mercado no es el de ellos. Tampoco les resta ánimos ni armonía las letanías sonoras del reguetón ni la musiquita enlatada que suena cada media hora en las estaciones radiales. Ellos siguen su paso. Independientes. A estos seis músicos lo que les ocupa es la realización de la música como Arte y que en sus discos y presentaciones queden plasmados la originalidad, la diversión y el profesionalismo de su obra. Que Puerto Rico es un pandemónium musical no es un secreto. Basta caminar por sus calurosas calles para darse cuenta de que aquí la música se compra y se consume como un producto más. Se escucha, se canta, se desecha y por suerte para algunos, se regenera. En el extra-radio número 67

Mima en concierto.

de la zona musical convencional –que incluye Grammys y espectáculos masivos– ocurren múltiples eventos sonoros que evidencian el vínculo fascinante del arte con la música. ¿Qué relación existe entre el panorama musical experimental y el arte? ¿Aspiran siempre los artistas a ser una mega estrella? “La música va de la mano con el arte plástico porque se utilizan los sentidos básicos del ser humano, oír y ver, que luego al profundizarlos se tornan en escuchar y en observar. Yo tomo la analogía de lo que se cataloga como urbano; por una lado tienes el hip hop y por el otro el graffiti”. Con este simple análisis, Hermes Ayala, poeta y cantante de Tráfico Pesado, resume la simbiosis que hay entre ambas ramas artísticas. Más importante que lo que se dice trasciende cómo se dice. Cada mes arriban a las listas musicales duetos o pandillas sonoras cuyo mérito es convocado por el lirismo simple, cuando menos acordes melodiosos. Sin embargo, desde el punto de vista convencional éstos son los artistas que triunfan. O por lo menos la gente que tiene la mitad de su carrera artística trazada, a lo cómodo. Mientras tanto, merece estar atentos del efecto que la música de corriente principal tiene sobre los artistas independientes. “La insuficiencia de esencia musical ha incomodado a los verdaderos artistas y ha formado la necesidad de que los comprometidos con base y fundamento persistan, colándose también en eso que llaman mainstream”, formula Ayala. Esto confirma la admiración y el orgullo que sienten los jóvenes latinos por las agrupaciones independientes de su patio. Se busca de manera selectiva la integridad artística basada en la estética lírica y la sustancia rítmica. El resultado en la isla son

bandas no comerciales, como Mima, Superaquello, Polbo y Siete Nueve, por numerar unas pocas, que rarísima vez suenan en la radio. Pero en sus presentaciones en directo mueven a una gran minoría que los prefiere como bandas de culto. El guitarrista y artista sonoro de Superaquello y Cornucopia, respectivamente, Jorge Castro, lo tiene claro. “La música es una pieza de Arte. Desde hace años el arte se ha visto como un evento, donde la fiesta y la socialización son lo importante o como un pre o post de una exhibición. No tengo nada en contra de eso, pero para mí la música es algo demasiado poderoso y sagrado. Nuestro comentario en la pasada Feria de Arte Sonoro de Puerto Rico (FAS 08) fue desmitificar esa premisa de que el reconocimiento es lo que el artista busca desesperadamente, comprometiendo lo valioso del resultado. Por eso vemos cómo entra y sale gente de la escena musical todo el tiempo”, confirmó. De manera similar, otro guitarrista, Jorge Colón, del quinteto rockero Polbo, piensa que la unión del arte y la música es uno de los estímulos más venturosos que existen. “Más allá de verlos como disciplinas separadas del arte, pienso en una gran banda sonora. Una historia bien escrita e interpretada, sumado a una estética distintiva y una música adecuada, considero que es la mejor expresión artística que se pueda presenciar. Como Paul Thomas Anderson dirigiendo There will be blood con la música de Jonny Greenwood, puro arte”. El discurso en la creación musical, el propio y el ajeno, es otro de los temas que llama la atención en el proceso creativo del artífice independiente. Casi por regla general, el creador pasa por la neuralgia, se enfrenta a ese yo, se apropia de lo que percibió y lo intenta traducir. “El arte contratiempo


[como en la música] suele expresarse en un lenguaje no teórico, la intuición de lo que conforma al artista y su momento histórico, en su dialéctica interminable entre la ley y el deseo. Mi arte será siempre poder comunicar nuevos signos lingüísticos refrescantes”, relata Francis Pérez, compositor, guitarrista y vocal de la banda sicodramática, Superaquello. Esa traslación del fenómeno artístico es un proceso agridulce que para Yarimir Cabán, la protagonista de Mima se divide en dos: “Primero experimentar y ver resultados, luego percepción. En mi caso, este proceso de creación suele ser un fenómeno individual o aislado”, revela. La comercialización de la música como objeto de consumo capitalista y de entretenimiento se encarga de enviar mensajes que, con la sutileza de un ritmo pegajoso (¿o debo decir arrimo fastidioso?) justifican excesos banales, sexismo, violencia gratuita y guerra. Como el caso del hit mundial ‘Gasolina’, de Daddy Yankee. Causal puro fue que un tema vacuo haya dado la vuelta al mundo pocos meses después del inicio de la Guerra de Irak, en 2003. El conflicto iba sumando aliados importantes, una facción poderosa de todas partes del mundo bailaba desordenadamente al ritmo del trá trá, como junkies pidiendo aceite por las venas.

foto: cortesía tráfico pesado

El código nacional se globaliza Consecuentemente, en la virtuosidad que dan los espacios de tradición de avanzada, donde la vanguardia quizás es tan sólo una técnica universal más y el lenguaje nacional demuestra la preferencia por la originalidad de lo autóctono y no por la periferia norteña, surgen las agrupa-

Tráfico Pesado en concierto. Hermes Ayala

contratiempo

foto: Miguel Figueroa

Mima

identificaban la música que componían. Las respuestas se resumen, y quizás se comprueben en los siguientes enlaces. Polbo- Los modernistas, no tratan de reinventar nada, sólo hacer música “timeless”.-www.polbo.net Mima- “Somos tropicalistas, aunque la esencia en mi trabajo es el cambio”.-http://www.elsirop.blogspot.com Tráfico Pesado- “Por los arreglos y la letra que componemos diría que somos surrealistas y también hiperrealistas”. www.myspace.com/traficopesado Cornucopia- “Creo que somos minimalistas, nos gusta la idea de crear con pocos elementos. El ruido como genero musical es retante”. www.myspace.com/crncpia Yituey- Mi música es experimental, por lo tanto muy variada. Sería un surrealista”. www.claudiochea.com Superaquello- “No tengo estudios formales en arte, no sé.” Pero una vez se les escuchó autodenominarse como música Technotackyijibaraqui (¡…!). http://superaquello.com Dalila Rodríguez Saavedra es escritora y periodista radicada en Puerto Rico

foto: cortesía tráfico pesado

foto: Miguel Figueroa

Mima

ciones alternas y perceptivas como Tráfico Pesado, Omar García, Cultura Profética, Yeva, entre otras. Viene a mi memoria una imagen distintiva del documental puertorriqueño 10 en la música, diez directores, diez músicos, diez historias de diez minutos en un solo documental en la que se aprecia la fulgurante voz de Mima, que intenta grabar en un cuarto de baño (¿Qué diría el psicoanálisis al respecto?) desprovista de lujo y un poco histérica. Al margen del margen. La preferencia por apartarse del engranaje estadounidense convencional, cabe aclarar que no responde a un antagonismo necesariamente, sino más bien a una dualidad, pero en claro orden jerárquico de creación y recepción. Después de todo el baño donde graba Mima está ubicado en Texas, Estados Unidos, en la casa de su partner in crime, Mark Underwood, DJ Nature, un caribeñista del norte. Que los hay. Pérez, que en sus 9 a 5 cotidianos es profesional del psicoanálisis explica: “Lo universal de Superaquello es que intentamos buscar en nuestra propia subjetividad algo qué decir que es generalizable a los demás humanos, pero dicho desde un lugar como si fuera original. Es hablar desde una intimidad atrevida y chocante, dejando ver las fisuras propias. Ello hace inevitable tocar los elementos que nos definen históricamente como un sujeto en un contexto social y/o nacional. No recuerdo bien, pero creo que fue el Antonio S. Pedreira quien dijo que el viaje más corto a nuestra propia identidad es un viaje alrededor del mundo”. Cabe recordar que fue Pedreira, que con su obra cumbre Insularismo (1934), habló de la confusión de nuestra fusión. Castro por su parte relativiza, “es evidente que en muchas de nuestras canciones existe una contemplación hacia lo propio. Nuestra forma de hablar, nuestras costumbres, malas mañas, humor. Muchos años de búsqueda y comprensión me parece que han destilado una ‘nueva música puertorriqueña’ ”. Por su parte Ayala, voz principal de un proyecto musical nacido de los micrófonos abiertos de las noches de poesía en antros boricuas metropolitanos y que luego se musicalizó con variedad de géneros, manifiesta: “No estoy claro si se puede hablar de una voz nacional, pero nosotros en Tráfico Pesado creemos en la independencia de nuestra nación y en una convergencia mayor con América Latina. Para constatar que sí se puede preservar nuestra cultura, luego de tanto intento gringo de asimilación”. El afán de ser mainstream es cuestión ya de preferencias. Hoy día si quieres consumir la música de un artista, basta con ir a los myspace de la vida. Las alternativas existen: escuchas; descargas; compras, o no; comentas, sin compromiso “obligatorio” con la disquera. “Un sello musical es ahora un social networking, un music generator platform que no tiene estructura de casa disquera ni que se apropia de los artistas. En estos términos, el éxito del artista independiente es mayor”, apunta Claudio Chea, pareja de Jorge en Cornucopia y artífice de ruido o noise en Yituey. Con todo eso, agrega Pérez, “supongo que si le preguntas a los artistas, se debaten entre no querer ser mainstream para no ser de la masa y tener una propuesta innovadora y por ende subterránea. Pero con el deseo de imponerla con su autoría-autoridad como corriente musical después. Es una dialéctica inacabada”, sostiene y Mima ríe: “Ojalá estuviese cobrando publishing por rotación en las emisoras. Si me escuchas en la radio algún día será porque alguien se le ocurrió ir a to’as con nosotros. Yo vivo a pettycash con los shows y sacando los benjamíns de debajo de la cama”. En un ejercicio espontáneo y de libre asociación se le preguntó a cada banda con qué movimiento artístico

Tráfico Pesado en concierto

agosto 2009


La cápsula Max Resto

S

iempre me ha seducido la idea de transitar a mi antojo por las avenidas del tiempo. Deambular caprichosamente por todo lo largo, ancho y profundo de este misterio que nos posee, nos somete a su dominio de calculada precisión y certeza matemática y se nos escapa inefable, como el agua entre los dedos. Por ser un ávido confeso de la lectura, fanático por antonomasia de las proezas de la fantasía y la imaginación, el concepto de viajar por el tiempo y un sinnúmero de las posibilidades que ello representa son elementos que no me son del todo ajenos. Se me avienen a la memoria las obras de H. G. Wells. Revivo en mi mente las alucinantes aventuras detalladas en la rica y accesible prosa de Julio Verne y Edgar Rice Burroughs. Repaso intrigado la profundidad humanística y la perfección filosófica de los textos de Arthur C. Clarke, la riqueza metafórica y complejidad metafísica de los relatos de Jorge Luis Borges. Pondero sobre las inquietantes teorías de Harlan Elison, proponente inicial y pionero del concepto de viajar por el tiempo à la Terminator, cuidando en lo posible de preservar en su fantástica propuesta un dejo de lógica científica, o simplemente revisito a Isaac Asimov, sin duda uno de mis autores favoritos. Envidio en cierto grado la suerte de estos Maestros. Vivir y dejar huella dedicado por entero a destilar el producto que fluye de nuestra esencia ha sido mi ambición de toda la vida y definitivamente mi norte absoluto. La virtud proverbial de existir con los pies firmes en la tierra, pero con el pensamiento en constante travesía por el espacio sideral, el universo y sus promesas de distancia y milagros de olvido siempre al alcance de los dedos, auxiliado por las herramientas del verbo y lo que éste, generoso a saciedad, nos permite. Pero doblar literalmente el espacio, manejar la calidad lineal de la tabla del tiempo para que un cuerpo, un ente o un objeto, y un espacio específico coincidan, hasta ahora no es más que el sueño húmedo de genios de melenas hirsutas y ojos escrutadores. Todavía nos debatimos sobre las fórmulas, la confección matemática que comprueba su existencia y posibilidad tecnológica, pero nos empeñamos

en llenar nuestro presente con lo nimio y lo trivial, apuntando sin titubeo a la gratificación inmediata, que sólo a eso llega. La incansable búsqueda de la semilla esencial y primal de la vida misma, esa partícula tan infinitamente diminuta que raya en el no estar y tan infinitamente vital que lo abarca todo sin excepción, la materia de lo que Dios está hecho, el sustento único del universo entero y todos sus frutos, el interruptor galáctico, la máquina que maneja el tiempo, es el ejercicio exclusivo de científicos anónimos y entidades supersecretas y de pinta conspirativa. Los demás mortales nos conformamos con actos menos grandilocuentes, pero más románticos. Tal vez un poco por debajo de los estándares que garantizan efectividad, pero subrayados con mares de satisfacción, dechados de buenas intensiones. Una declaración de amor eterno labrada a cortes de navaja en un tronco añejo, un coloso tallado en piedra dando la bienvenida a la Rodas antigua, un número de teléfono y una promesa obscena garabateados con prisa en la pared de un retrete urbano, un gracioso rumiante bocetado con savia vegetal en una gruta prehistórica, son todos muy cándidos intentos por burlar la severidad del tiempo y sus designios de ignominia. Los escritos sagrados, los textos divinos, esa índole nefanda que detalla los mandatos y voluntad de Dios es un mensaje en el tiempo que no deja de desconcertarme por su redundante dialéctica de deidades berrinchosas y despistadas, su chueco sentido de la lógica y lo esencial y otros elementos que no vienen al caso. Tampoco dejan de desconcertarme aquellos que se empeñan en aceptar ciegamente su veracidad y no dejan de aterrorizarme sus conse-

cuentes interpretaciones y las cosas que inspiran, provocan y convenientemente justifican. En un hermoso esfuerzo por engañar el lastre severo del cronómetro, el artista y dilecto amigo Adal propone “La Cápsula del Time”. Auspiciada por El Spirit Republic of Puerto Rico y El Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College en Nueva York, “La Cápsula del Time” recoge un tesoro muy particular, una reducida pero válida aportación artística y social de la diáspora Boricua en la Babel moderna, y su destino es permanecer guardada y sin abrir por todo un siglo. La Cápsula aspira a llenar un espacio y ocupar su lugar con la prominencia que le corresponde, dejando que El Spirit Republic of Puerto Rico construya con su existencia y presencia misma su mejor y más eficaz justificación. Un cofre de fondo afelpado, adornado con ribetes y aderezos metálicos, La Cápsula tiene más parecido a un baúl de siglos pretéritos que a una cápsula del siglo 21 dispuesta a viajar en el tiempo y por el espacio. El gesto mismo tiene la gracia de un tronco tallado, la pretensión del coloso de piedra, la fugacidad de una promesa obscena y la utilidad espiritual de un boceto prehistórico. Yo celebro este “ventetú” intelectual, este junte de mentes y modos. El respeto a las disciplinas y su justa aplicación junto a la anarquía de las aspiraciones individuales, en el mismo escenario y hermanados por un fin idéntico: conectar sensibilidades, despertar interés sin necesariamente aportar con las respuestas, mantener viva una idea cuando ya la idea tal vez no cuadra. Lúdica, pero bajo ningún concepto ingenua, “La Cápsula del Time” asegura la presencia del Spirit Republic of Puerto Rico en este presente ingrato marcando la tabla del tiempo

con obras y hechos, documentos oficiales y objetos frívolos. Es una nota breve, un memo apenas para las generaciones venideras. Como quien dice: aquí te dejo mi canción, mi retrato y un puñado de poemas. El famoso tango establece que veinte años no es nada, yo sé por experiencia que sólo diez pueden cambiar toda una vida, pero 100 años es mucho tiempo. Al ritmo que nos mueve la tecnología digital, donde las cosas ya son obsoletas mucho antes de que se piense en ellas y todo es tan nuevo y reciente que hay que apuntarle con el dedo para poderlo nombrar, es locura pensar en lo que nos espera después de que haya pasado todo un siglo. Yo continúo en lo mío, que no es mucho, pero me mantiene ocupado por el momento. Me entretiene pasar el tiempo descubriendo los límites de lo que me interesa aprender y de lo que puedo soportar, sufriendo las consecuencias de mis actos, disfrutando la frugalidad absoluta de todo lo que en realidad deseo y enfrentando estoico la veracidad brutal de lo que a fin de cuentas me toca conseguir. Ya luego escribo y, si escribo, luego existo. Este es mi viaje, sublime y efímero, a eso se reduce mi aportación, este ramito de palabras es mi humilde patrimonio y punto. Espero que estos 100 años que nos separan sean suficientes como para que nuestro ingenio colectivo consiga en un futuro poder leer de entre los miles de millones de fórmulas y toda suerte de cálculos complicados ese mensaje tan codiciado, análogo a un memoradum a Ícaro, que nos permitirá superar y manejar la fábrica del tiempo a nuestro placer y voluntad. De ser así, agradecería de aquellos que en el futuro les toque destapar este cofre anacrónico que hoy sellamos con tanta ilusión que, por favor, se comuniquen y nos comenten, con la mayor discreción y total honestidad, qué les pareció la canción, la foto y los poemas. Nueva York, Junio 2009 Max Resto es escritor, poeta y periodista radicado en la ciudad de Nueva York.

foto: Elías Carmona

número 67

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La Atlántida queda en Puerto Rico Luis Alejandro Ordóñez

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e Shakira aprendí que cuando hay que hablar de dos es mejor empezar por uno mismo. Por eso, para hablar de Puerto Rico tengo que comenzar por una historia personal, la mía. Nací en Estados Unidos por una jugada de la casualidad, una casualidad que hoy me permite escribir estas líneas creyendo, sin conocer muchos puertorriqueños, que comparto una especie de estado de ánimo con todos ellos, el de sentirnos ciudadanos de la Atlántida. Pertenecer a dos lugares y terminar sintiendo que no se es parte completa de ninguno, que el lugar al cual se pertenece queda en un sitio desconocido o desaparecido hace ya mucho tiempo. En Venezuela, esa sensación me la fueron creando en la medida que el país se convertía en un país de emigrantes. Yo, con mi pasaporte estadounidense, me volví un insulto para muchos compatriotas venezolanos que habrían dado la mano derecha por recibir una visa para el Norte y que eran incapaces de entender por qué permanecía en Venezuela si yo podía ingresar a Estados Unidos cuando quisiera. Entonces, tenía que hacer algo que sólo cierto tipo de ciudadanos tiene que hacer: explicar el por qué de mi ciudadanía, el por qué continuaba viviendo en mi país. Pero la explicación no satisfacía a otros, que veían en mi acto de mantener la doble nacionalidad una demostración de debilidad, de falta de convicción en mis palabras. Quizás los segundos tenían algo de razón, porque más tarde que temprano terminé viniendo al Norte. Para ello, simplemente compré un boleto de avión, me bajé en Miami, llegué a Chicago, solicité un empleo y me lo dieron, nada más, nada que valga la pena compartir, lo cual

significa que buena parte del imaginario latino inmigrante –la parte más contada, la más reivindicada, la más celebrada— simplemente no me pertenece. No sé lo que es pedir una visa, no sé lo que es enfrentarme a un agente de inmigración y sus preguntas capciosas, no sé lo que es temerle a la migra, mucho menos sé lo que es cruzar la frontera ilegalmente o trabajar sin papeles. Cuando el discurso de la inmigración toca esos puntos, simplemente tengo que quedarme callado. Y si el discurso sobre lo latino en Estados Unidos no sale de ese aspecto del tema—y cómo le cuesta salir—, entonces corro el riesgo de quedarme sin voz en este país. Es ahí donde especulo que está el puente que me permite aproximarme a lo puertorriqueño. Todo indica que el discurso sobre inmigración seguirá siendo por mucho tiempo la preocupación principal de la latinidad, excluyendo con ello a los puertorriqueños de la más importante de las reivindicaciones latinas en los Estados Unidos. Esa exclusión es la última expresión de una historia que empezó por allá en el año 1917 cuando una ley le dio a los puertorriqueños la ciudadanía estadounidense. Desde entonces, su destino como pueblo parece haber marcado una distancia insalvable del resto de Latinoamérica, condenados a ser vistos con envidia unas veces, con desdén otras. Las murallas de lo puertorriqueño Los éxitos del puertorriqueño en Estados Unidos son no pocas veces vistos bajo la lupa relativa de esa ventaja que tienen respecto al resto de los latinos; sus fracasos, por su parte, son por muchos percibidos como culpa exclusiva del puertorriqueño, porque partiendo con esa

Nunca del todo integrados a la sociedad del Norte, su voz se aísla más aún porque sus reivindicaciones no encajan del todo con las de la minoría a la que pertenecen. ventaja... Sin embargo, el puertorriqueño en muchos aspectos tiene una ciudadanía de segunda en Estados Unidos. Para darse cuenta de ello basta ver que el gueto puertorriqueño suele ser parte de la división social territorial de cualquier gran ciudad estadounidense. Nunca del todo integrados a la sociedad del Norte, su voz se aísla más aún porque sus reivindicaciones no encajan del todo con las de la minoría a la que pertenecen. Por si ello no bastara, no son pocos los latinoamericanos que ven a Puerto Rico pusilánime por no ser una nación independiente. Recuerdo haber participado en discusiones sobre el futuro de mi país, donde a aquellos que veían con buenos ojos un mayor involucramiento de los Estados Unidos en Venezuela, se les acusaba de querer convertir al país en una especie de Puerto Rico. Lo más interesante era ver cómo la idea no molestaba a quienes supuestamente debía ofender porque en el Estado Libre Asociado solían imaginar una situación ideal, como si Puerto Rico no tuviera problemas como resultado de su condición, o como si su condición fuera suficiente para solucionar cualquier problema que se presente. Por otra parte, el discurso de la integración latinoamericana habla poco del papel de Puerto Rico en esa integración. Incluso el discurso pendenciero y agitador del presidente de Vene-

zuela, Hugo Chávez, no toca a Puerto Rico. Cuando Chávez intentó comprarse su imagen de benefactor mundial de los pobres, vendiéndole petróleo barato al Harlem nuyorquino y al transporte público de Londres, pudo haber dicho que le vendería petróleo barato a Puerto Rico y bastante más complicadas habrían sido las críticas a su estrategia, después de todo, por qué no un poco de solidaridad latinoamericana con un pueblo del que hemos dejado de saber cómo viven, qué necesitan y en especial a qué aspiran, pero que es piedra angular de nuestra identidad. Porque cómo hablar de los latinos sin el ritmo puertorriqueño. Y cómo entender la difícil relación que los latinos tenemos con Estados Unidos sin usar a Puerto Rico como referencia para bien o para mal. Sin embargo, todas esas miradas suelen subestimar el hecho de que por estado de ánimo, forma de ser y manera de ver el mundo, es muy difícil que Puerto Rico algún día llegue a ser completamente parte de los Estados Unidos. Así, lo puertorriqueño queda amurallado como San Juan, incapaz de ser parte íntegra del país que lo cobija y de la nación que lo arropa. Lejos tanto de Latinoamérica como de los Estados Unidos, Puerto Rico luce como una especie de Atlántida marcando el fin del mar Caribe y el comienzo del Océano, frontera que nadie entiende del todo y que nadie reivindica completamente como suya. Luis Alejandro Ordóñez es escritor venezolano

foto: Elías Carmona

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La mosca en el ungüento artístico de la diáspora boricua

L

a vagancia intelectual de los burócratas del arte es predecible en cualquier parte del mundo. Su labor es la de filtrar – con sumo prejuicio – la información que les es accesible para luego decodificarla y distribuirla a la masa popular. Es un acto digno de admiración ya que no es fácil complacer al estado, a los medios y a tanta gente a la misma vez. En Puerto Rico, la tarea de censura por omisión del burócrata infiltrado en la academia es una arma de propaganda empleada en la lucha seudo fundamentalista por la supervivencia del folclorismo que, desde el vate Muñoz Marín, permanece inmutable. Aquellos que logran despojarse del marasmo – usualmente los jóvenes que maduran a base de golpes de desilusión por las lagunas de un bachillerato limitado por la geografía, la información y los ejemplos vivos – se largan. Los que no pueden, terminan siendo especimenes exóticos, humillados, domados y sodomizados por la misma cultura. Lo triste del asunto es que ni afuera ni adentro el artista logra escapar totalmente de las etiquetas generalizadas impuestas por el burócrata. ¿Somos artistas latinoamericanos, caribeños o norteamericanos? Gracias a nuestro estatus indefinido, el mundo del arte no sabe como clasificarnos, por ende, cualquiera designado por el burócrata puede tomar prestada la etiqueta de “artista puertorriqueño”. Una consecuencia de este oportunismo desmedido es que las oportunidades de superación para los residentes escasean. En una visita reciente a la conferencia pública del colectivo Davis Langlois, con motivo de su exposición House of the Rising Sun en el Chicago Cultural Center, tuve la mala leche de que me tatuara en la frente la mancha de plátano de la cual he huido desde que nací. Durante la presentación obligatoria con el curador en jefe Greg Knight, éste afirmó con mucha emoción, frente a un selecto auditorio, que si yo era boricua entonces debía conocer personalmente a otro boricua: Arnaldo Roche. Yo no pude reaccionar a tiempo y la conversación se esfumó en un monólogo sobre afirmación de identidad filtrada por la perspectiva foránea de un grupo genenúmero 67

racional que vio al una vez afamado artista desarrollarse en una gran ciudad. Aunque Roche tiene su merecido espacio en el mercado del arte latinoamericano – irónicamente siendo ciudadano estadounidense – fue Javier Cambre, otro artista de Puerto Rico en Chicago, el que logró entrar a la Bienal del Museo Whitney, la más americana de todas. Cambre lo hizo sin el apoyo ni la estructura de la llamada ‘cultureta’ boricua. Es posible que el curador no lo recuerde, ya que éste no trabaja temas de identidad en su obra. Puede que tampoco conozca la obra de Edra Soto, otra artista con residencia y carrera en Chicago quien hace poco tuvo su primera presentación solista en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad. Nos imaginamos que el trabajo de Soto no es memorable para aquellos en búsqueda de la visión dramática – tipo body art – de la mujer maltratada por el macho. Mucho menos conocería la obra conceptual de Kristine Serviá, quien hace poco expuso con éxito en la feria de Milwaukee International y vendió su obra a un importante coleccionista de los Estados Unidos. ¿Quién representa a quién? Un ejemplo claro es la Trienal Younger Than Jesus en el New Museum de Nueva York. De tres representantes de la isla, una sola, la talentosa Carolina Caycedo, fue incluida en la exposición, los otros dos son relleno en un catálogo. Sin embargo, ninguno de los tres ha vivido constantemente en los pasados años en la isla. Entonces, ¿quién y en dónde los seleccionaron, cuando la opción más obvia para ocupar esos espacios sería el poeta y artista Karlo Ibarra? Disyuntiva que se agudiza porque no es la primera vez que Caycedo representa a la isla en una bienal. No es raro que se roten artistas en bienales. Hace unos años atrás, con el aval del gobierno, era Charles Juhasz. Eventualmente éste fue reemplazado por los darlings del circuito, Allora & Calzadilla. El dúo ha utilizado al máximo los recursos isleños, proyectándose y permitiendo que curadores como Jens Hoffman, los proyecten como grandes hacedores y revolucionaros en pro de la lucha por Vieques. Para éstos, ellos fueron la revolución. Nosotros sabemos que ni

Foto: Pedro Vélez

Pedro Vélez

Panfletos conceptuales. Trabajo de la artista Kristine Serviá

por Dios lo fueron, y que no es nada más que una adaptación de un cliché cultural para las masas transregionales. Afuera cualquier cosa pasa como cierta, todo depende de como se haga el cuento, y ya que los burócratas del arte no investigan, pues eso es lo que pasa. Un gran ejemplo de esta falacia cultural se ve en su video Sweat Glands, Sweat Lands, en el cual un automóvil encendido en un rancho oscuro y trepado en bloques por su parte trasera, le da vueltas a un lechón en una vara colocada en lugar de la llanta. De primera instancia, la pieza es absurda. Nos recuerda a los espacios de comedia de inventos de la familia Calderón en No Te Duermas. Inclusive, su video Under Discussion (2005), toma prestado de un paso de comedia del mismo programa donde la familia de clase media, en un pasadía de playa, tuvo que conformarse con inventar una lancha improvisada a base de un motor y un matre. También toma prestado de la instalación É uno spettacolo (2004) de la artista italiana Lara Favaretto, hecho por el cual se hicieron acusaciones públicas de robo intelectual al dúo. En el caso de la londinense Carolina Caycedo, de padres colombianos y quien ha documentado parties de reggaetón desde la perspectiva de un turista, en cierta ocasión alteró una vellonera con clásicos del underground (como lo hace cualquier fanático extremo de la música, en general cuando mezcla cassettes); la explotación de un elemento folclórico de la pobreza desmedida de la isla, ha sido su catapulta a la fama. Antes de éstos, Chemi Rosado y Bubu Negrón, bajo los auspicios de la acaudalada Michy Marxuach, explotarían la miseria pueblerina para presentarla como teoría del relational aesthetics.

El hilo conductor entre Allora & Calzadilla y Caycedo es que ninguno pertenece a las clases sociales menos acomodadas y, tampoco son nacidos en la isla. Lo que hace de su arte un arma hipócrita de explotación al colonizado. Mientras que en el caso de Bubu y Chemi, estos sí explotan con causa su suerte de haber nacido y sufrido en la isla. El ejemplo más increíblemente hipócrita y lamentable de todo esto es el de Pepón Osorio, cuyo trabajo es tan foráneo para nosotros como para cualquier americano que lo ve. Su abuso del discurso crítico del niuyorican – Pepón no vive ni le interesa vivir en la isla – ha sido aceptado por la academia como verdaderamente boricua, haciéndolo así ganador de la prestigiosa beca McArthur por un arte que supone estudiar antropológicamente la cultura puertorriqueña. Entonces, ¿quién nos debería representar en un futuro Pabellón Puertorriqueño en Venecia? Cuando Allora & Calzadilla lo hicieron, fue a través de Estados Unidos. Sin embargo, su biografía explota su supuesta residencia en la isla. (Recordemos que Allora nació en Filadelfia y Calzadilla en Cuba) ¿Es justo que artistas que no han nacido, vivido regularmente o hecho un carrera en la isla tengan el derecho moral de representar a Puerto Rico en bienales internacionales o de ganar becas y premios designados para minorías como la nuestra? ¿No es justo que los artistas que viven, trabajan, se joden con la mala economía y dejan la sangre por unos pesos en la isla sean los escogidos? Pedro Vélez es artista y crítico puertorriqueño radicado en Chicago

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Quien escribe estas líneas introductorias al Deshoras del presente número de contratiempo no puede sustraerse -como todo buen cubano- de evocar los siguientes versos de Lola Rodríguez de Tió: Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores y balas sobre el mismo corazón.

Precisamente, los textos de tres excelentes escritores y amigos de la Isla del Encanto radicados en Chicago: Juana Goergen, Johanny Vázquez y Rafael Franco; se posan como una muchedumbre de Flores de Maga, Reynas Moras y Coquíes sobre estas páginas para bendecirlas con el don de la singularidad.

Goergen Juana Iris

La criatura de isla trasciende siempre el mar que la rodea y al que no la rodea. Va al mar, viene del mar y mares pequeñitos se amansan en su pecho, duermen a su calor como palomas.

Por más controversial que sea el neurálgico tema de la identidad nacional puertorriqueña, hay un terreno de la cultura de ese escamoteado país, que puesto en perspectiva histórica, nunca ha podido ser asimilado ni silenciado: el de la literatura. Figuras como Eugenio María de Hostos, Luis Palés Matos, Julia de Burgos, René Marqués y Luis Rafael Sánchez –entre muchísimos otros- dan fe de la riqueza y originalidad del arte del conjuro de la palabra en esa pródiga tierra caribeña. La poetisa cubana Dulce María Loynaz define poéticamente, en uno de sus textos, la esencia ontogenética de la insularidad:

Paz

Johanny Vázquez

Rafael Franco

Steeves

Juanita, Johanny y Rafa, tres criaturas sensibles de la Isla del Encanto, con unos discursos muy diferenciados estilísticamente, ponen a sus sujetos líricos a des-entrañar las dimensiones del alma humana, los abismos de sus existenciales desarraigos.

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Juana Iris Goergen. Es doctora en Filosofía y Letras por SUNY, Stony Brook, especialista en estudios coloniales y postcoloniales de América Latina. Actualmente se desempeña como profesora de lengua, literatura y teoría crítica en la Universidad DePaul en Chicago. ha publicado La sal de las brujas (Editorial Betania, 1997), que fue finalista al premio Letras de Oro; La piel a medias (Editorial Betania 2001). También ha sido incluida en numerosas antologías; entre ellas, Desarraigos, cuatro poetas latinoamericanos en Chicago. Ha publicado, además, diversos ensayos y artículos sobre literaturas hispánicas e intervenido en numerosos recitales de poesía a lo largo de los últimos años. Johanny Vázquez Paz. Posee una maestría en estudios Hispánicos en la Universidad de Illinois en Chicago. En 2007 publicó Poemas Callejeros (Mayappel Press). Sus poemas han aparecido en diversas antologías y publicaciones periódicas en Estados Unidos, Puerto Rico y España. Ha participado en numerosas lecturas de poesía en universidades del medio Oeste. Es coeditora de la antología Entre el corazón y la tierra (March, Abrazo Press, 2001). Fue incluida en Poetas sin tregua (Ráfagas, 2006), compilación de poetisas puertorriqueñas de la generación del 80. Actualmente se desempeña como profesora de español en Harold Washington College en Chicago. (Tinta derramada: www. johannyvazquezpaz@blogspot.com) Rafael Franco Steeves. En la década del 90 vivió en Colorado, Alaska y Nueva York; experiencia importante en su formación como escritor. Regresó a San Juan en 1996 dode se desempeñó como periodista. Ha escrito reportajes para San Juan Star, New York Newsday y el Orlando Sentinel. Entre sus libros figuran la colección de cuentos Alaska (Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2007) y la novela El peor de mis amigos (Editorial Callejón, 2007). Actualmente reside en Chicago y prepara la edicion bilingüe de la revista literaria Huevo Crudo, de la cual es fundador. Su primer libro de poesía El amor es un viaje de ida saldrá a la luz próximamente junto a Las Macrónicas del Temponauta. (La otra cost(r)a: www.ostiamundo.blogspot.com) contratiempo

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CAZADORA DE ESTRELLAS Homenaje a Remedios Varo Apprenons l’art, mon coeur, d’aimer sans espérance. (Rotrou) Llenando un ruido de agujeros hasta salir como un estruendo mudo de azul fosforescente a voz de rayo se inventa a la mujer la fluidora de sueños transparentes artífice de líneas y de mundos.

Juana Iris Goergen

go gen

Ebrio de soledad, desafiando molinos hasta encontrar algún sueño que le sueñe desgarrando tristezas con los dientes se dispara el hombre recogedor de huellas en las sombras hacedor, de los bordes azulosos y del tiempo.

El rito ha comenzado en este instante la magia de la lluvia lo ha traído es caerse desde adentro hasta el fondo de uno mismo la salvación fugaz la entrada al reino ajeno donde la densidad del tiempo adquiere forma en esas tardes lluviosas se apresan los luceros, ritmo del giro, regiones hondas, palpitar de manos.

Él, inevitando en un fluir de angustia la fibra cóncava de un beso quisiera saber lo que dicen las palabras o más, lo que nombran: un sólo amor, un rostro en cada cáliz y quisiera guardarse en la matriz del gozo postergado que ha sido tuyo aún fuera de tu alcance.

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Descubre tu pasiva inexistencia, reintégrate al amor arrebatado, y grita. (Juan de Yepes)

Huí de ti, flor de presagio huí hasta perderme en tu memoria más allá de los sueños enjaulados, más allá de tu tiempo y de mi historia.

er

Observando en el rito su cerrado misterio ella ve a un hombre que nació desnudo vestido de abrazos, en su baile de llamas en su signo perfecto.

EL FLAUTISTA

La palabra no pudo ser flor. Los sonidos no pudieron descifrarte. Sólo la ilusión dirá tu nombre, si es que acierto a nombrarte.

Alargado en la distancia subes a mi garganta.

Cuando la ilusión afile el tiempo, negando no admitiendo morderé el llanto, tan limpio como cristal pensado morderé fibras de sueños flotando en los espejos morderé tus recuerdos, tratando de enigmar una esperanza, un hilo de esperanzas alargadas, si es que acierto a nombrarte.

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Juana Iris Goergen

NATURALEZA MUERTA/ REVIVIDA Acorralo mis ansias como lebreles fieros persiguiendo en las sombras la palabra donde un hombre se duerme sobre el viento y húmedas ilusiones recorren mis silencios. Me atengo a darte un nombre me atrevo a repetirte, sonido pasajero, invento un puente entonces de susurros un mágico lenguaje enarbolando besos como flores al al vértice sagrado sin presa y sin cuartel contra el olvido No hay límites aquí, no hay resistencia, el árbol tuvo herida y no ha cerrado. Y surges de la flama que no quema, del centro de la espuma, en la llama del verbo que despierta en un hombre, amor, a cuatro brazos lleno o esa mano tierna en la caricia que conoce el lenguaje de los senos.

AQUELARRE (Exilio Tercero) Se abre el silencio como placer prohibido tumulto de hormigas rojas naufragando en la taza del té. Se abre el silencio. La palabra que no has dicho a lo largo de las piernas entreabiertas Tierra. Entre la boca y los oídos. Tierra Sobre los pechos aplastados. Tierra. Tierra apretada a la espalda. Tierra en los ojos. Tierra entre las manos allá dejadas. Tierra. Tierra suspendida entre versos sobreviviendo apenas este instante.

LA PIEL A MEDIAS Alrededor de tu piel, ato y desato la mía. (M.Hernández) Porque salvó mi piel que era un manojo de luces derretidas una isla situada en un estuario un ojo y otro ojo enjambre de ecos y repeticiones.

gen go Hay que tragarse el tiempo y la distancia en un vaso de amor como un buen vino. Entonces abro esquinas y horizontes para escribir lo que no dije para quedarme tierna en las palabras y en el asiento de todos los destinos.

Deja que olvide el mundo y vuelva a ti.

Porque me encontró desarmada y recogió las sombras y el intento por donde salen soles por donde brotan días que rescatan mis sueños con sus túneles repletos de tumbas.

Porque cuando me despierto y soy país con sus 200 lápidas ahogando un grito, ahogando 300 gritos más, encarcelados, con pasión sin medida me hace burbuja azul, invirtiéndo la muerte y el color que pierdo cuando soy traducida.

er

Y las complicaciones se reducen al dígito dos que confirma la alegría de astillas húmedas, no me escondo de ti, no soy quien huye, de qué me serviría si tú no estás aquí para saciarme.

Porque cada vez que me dejo invadir por un lugar en el que nunca estuve, sigue tras mí y recupera mis cenizas a 15 pies, ni uno menos de la boca de incendios.

Porque sobre los océanos donde hablo de mí misma expulsada de todos los paraísos de este mundo nos hemos encontrado a tientas él y yo, como arquetipos para esta alegoría.

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Aleación Insólita Entrevista con Román Villarreal Georgina Valverde

mirada

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ara llegar al taller de Román Villarreal en Hammond, Indiana vale la pena un recorrido por esta ciudad, sede de las multinacionales Cargil, Unilever y BP que coexisten con Hammond Environmental Station, la mega iglesia bautista de Hammond, el casino Horseshoe, no menos de una decena de anuncios de Krazy Kaplan (vendedores de fuegos artificiales), y una tienda de cigarros con ventanilla de auto-servicio. Este paraje posindustrial oculta los orígenes germánicos de Hammond, fundada por carniceros y especuladores que a su vez desplazaron a los indios nativos que allí moraban. Villarreal es producto de este imposible crisol. Su madre es oriunda de Congregación Anahuac, Veracruz y su padre, aunque nacido en Texas, tiene raíces en Coahuila. La familia se estableció en South Chicago donde por generaciones trabajaron en South Works (U.S. Steel).

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Fotos: Georgina Valverde

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1. De la serie Tótem Urbano. 2. Román Villarreal en su taller. 3 y 4. Tributo a los Viejos Dioses. Obra en progreso. Piedra caliza. 5. Si Cruzas Esta Puerta (detalle), finales de los 80 Madera y pintura

—¿Qué hay de esta dualidad? —Cuando esculpo suele suceder que veo la pieza pero no la siento completa y termino añadiendo más elementos. —¿Cómo descubriste que eras artista? —Nací con el don de modelar pero no tenía idea de lo que haría con ello. Tomé la decisión cuando cerraron las fundiciones en los setentas y tuve que optar entre vivir amargado o hacer algo con mi talento. —¿Qué influencia tuvo en tu obra el trabajar en la fundición? —Yo operaba el alto horno que se forra con una arcilla muy similar a la que usan

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los alfareros. Comencé a experimentar con esta arcilla modelando pequeñas cabezas que cocía cuando se iba a fundir el metal. En 1968 me gané la única lotería que nos ganábamos en mi barrio: ir a la guerra de Vietnam. Entonces escondí todas esas cabezas en distintas partes en la fundidora. Cuando regresé en 1971 ya había surgido un mito urbano.

—¿Te consideras mexicoamericano, chicano…? —En un momento dado me enorgullecí mucho de ser chicano. Nunca experimenté el racismo en los Estados Unidos, pero en México era un pocho, la gente se burlaba de nosotros y nos llamaba vendidos. Cuando surgió el chicanismo en los 60s y 70s yo lo asumí con todo mi ser porque por fin puede identificarme. —¿Se conecta esto a la dualidad de la que hablábamos?

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—Posiblemente por haber vivido esto siempre ha existido esta dualidad en mí. También es parte de la cultura indígena, por ejemplo, la idea de la vida y la muerte.

—¿Qué artistas te han marcado? —Rodin por el moviemiento de sus esculturas y Henry Moore por la escala, la sencillez de sus figuras y porque me enseñó a transmitir emoción sin recurrir a expresiones faciales.

—¿Te consideras exitoso? —Soy un sobreviviente., el éxito es algo más complicado. Para mí, significa que se recuerde mi obra dentro de cien años, que mi espíritu perdure en mi obra más allá de la muerte.

cómplice

Villarreal comparte una enorme bodega con seis artistas desde hace nueve años. Me saluda con las manos cubiertas de un fino polvo. Está labrando una piedra serpentina y me conduce a ella emocionado. Me llama la atención una pieza compuesta por dos cabezas.

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Georgina Valverde: artista visual y trabajadora cultural en Chicago

—¿Qué temas sobresalen en tu obra? —Por lo general, la familia. Mucha gente me conoce por una serie sobre hombres con sus niños que trabajé hace mucho tiempo. Cuando mi hijo tenía como seis años se acercó a mí, me dio un beso y me dijo, “Te quiero, papi.” Descubrí que el amor paternal no figuraba como tema, especialmente en el arte mexicano que estudiaba entonces. Había sangre, revolución, sexo… pero jamás hombres abrazando a sus hijos o jugando con ellos.

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Johanny Vázquez Paz

Tú y yo a Julia de Burgos

Me parezco tanto a ti la misma nostalgia de mar y río la misma dualidad de ser o no ser de dejar los versos sueltos corretear por los campos mientras otros los encierran en el mudo panteón del silencio. Tú mi alma gemela a destiempo. Yo una imitación barata de tu esencia. Cuando te olvide y olvide el río el mar los campos sin mis pies descalzos el hijo que fue y no es la muerte que reparte números a las lívidas almas en las crudas calles del invierno. Cuando pueda sonreír con mi presente lleno de todo lo que no son versos lleno de todo menos ríos que alarguen mi espíritu ni amaneceres al borde del paraíso. Cuando salga a la calle desnuda sin nombre y busque el recuerdo de mi presente sin luz al sucumbir moribunda en una esquina un policía reconocerá tu cara en la mía y sin buscar mis señas ni esperar el homenaje me llamará poeta y me cubrirá de olvido.

Preguntas en la clase de religión

Le pedí a la monja que me explicara por qué si Adán fue quien se comió la manzana punitiva (tentado por la sugerencia de Eva o, quizás, por la brillantez del rojo de su piel o, tal vez, porque tenía hambre y ésta estaba tan cerca, tan a la mano)

uez

le pedí que me explicara por qué nacemos con el pecado original por qué un recién nacido que no ha violado ningún mandamiento ni ha mentido o herido a nadie y ni siquiera ha pedido nacer está predestinado al limbo está catalogado pecador está cuestionada su pureza, su inocencia y condenado al diario arrepentimiento de sus pensamientos y actos. La monja me miró asustada me trató de explicar lo inexplicable y a cada respuesta recibía otra pregunta llena de interrogantes.

Piñata de sueños

Cuando la epidermis pesa sobre la frágil espesura de los huesos intento acostar el cansancio en la cuna heredada de mi hermana nacer de nuevo con distinta piel una que sea de otra consistencia impenetrable a prueba de engaños mi alma retrocede calendarios y soy feto que guinda de una cuerda piñata rellena de sueños y sorpresas Espero el golpe que le abra el párpado al himen para que salgan disparados los miedos las dudas la sed y queden sólo alma y piel desnudas en libertad.

Váz q Frustrada y sin más explicaciones guardadas debajo de su hábito me mandó castigada a sentarme afuera por ser un vivo ejemplo de como los niños nacemos todos pecadores.

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Fran

Rafael Franco Steeves

Pronóstico

tú eres un imán, un fenómeno climatológico, depende de si es de noche o de día : eres el único imán cuya fuerza aumenta con la distancia y alcanza su apoteosis – su apogeo – con tu ausencia.

Estrella no tan fugaz

Pa’ ti Simon, y pa’l broder

El tinte crepuscular de un monte azul en la distancia se mide en recuerdos, no muy lejanos, de un hombre ausente, conmovido en la cima de una fotografía estrujada. Sólo puedo desafiar el olvido con su imagen desvelada y sus ojos color piedra de río. —Cabrón, — es lo único que puedo decir antes de caer escaleras abajo, impelido por su empujón de cuate conspirador. Ese recuerdo se lo llevó a la tumba y ahora sólo queda el mío. El de su cara enmarcada por el marco de la puerta, y no el de él, el de mi imagen rodando por las escalones de madera raída por millones de huevadas anteriores. Crepúsculo obligatorio, pérdida voluntaria, el universo visto a través del gatillo y la explosión bermeja que lo sacudió entre los árboles. Cada puesta de sol será pues un adiós oculto en el silencio de una distancia insospechada, una despedida ahogada con lágrimas pasadas, de otra época, un recuerdo que despierta con la luna. Cada amanecer nos trae otro día alumbrado con tu ausencia de ángel borracho, de sabiduría nocturna, de mis amigos en el bosque azul, en las afueras de la ciudad.

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Flor de alcachofa Hoy el día brotó como la flor de una alcachofa moribunda. Brotó colores imprevistos que se mezclaron con los sabores que acumulé de paseo por la calle Grand en Oakland. Confieso que me sorprendieron sus colores, como me sorprendió el violeta matutino de la alcachofa en cuestión. Fue como descubrir una sonrisa en tu rostro simplemente cumplida al verme acera abajo, porque me gusta pensar que yo soy una sonrisa callejera que siempre encuentra refugio en tus labios. Y así fue, la alcachofa y el día, dos caras de una moneda que guardo en el bolsillo junto a otros recuerdos menos oportunos. Pero gozo de la misma manera con tu sonrisa que con las manos en los bolsillos, mientras juego con las monedas de mi memoria.

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co

Rafael Franco Steeves

la salud del temponauta la cosa sucedió como una emergencia de súbito y hacia arriba, hacia la cúspide espumosa donde convergen las cuestiones y se promiscuyen las emociones en el instante preciso en que los destiempos encontraron una extraña sincronía

Fr an

anacrónica, su tema y la otra vez que la tuve cerca se me cruzaron los adioses, se me confundieron las bienvenidas y se esfumaron las probabilidades de que el perro ladrara y se alterara pues de eso no te voy a contar eso fue lo que fue y seguirá siendo lo que compete ahora ya no está ya me lo perdí

who are you?

no tengo la menor idea no sé cómo fue que mis ojos llegaron a ti mucho menos cómo sucedió o sucediste en este mundo

a lo mejor eres el sueño de otro que intercepté sin querer, sin saber a lo mejor eres pura imaginación una expresión de una carencia existencial el arquetipo del deseo (una de risa y otra de mar)

las dos a la vez, las olas al revés las risas que emborrachan a las nubes los ojos que atraviezan la niebla de una combustión de anhelos y la voz que proyecta el vacío desde adentro eres una forma de ver el alba de hablar con los rayos de intercambiar instintos eres anacrónica un despertar en el hombro siniestro del hombre descompuesto un garabato en tinta china que no se olvida una palabra que cobra vida eres anatema de la soledad antípodo de la pesadilla recurrente vapor que sube y converge con la luz la parte que cobija de una sombra eres un puñado de palabras que todavía no existen eres musa casi por casualidad pero tus letras te atan al papel al canvas, al monitor, al micrófono eres sólo una la necesaria

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tiempoextra Aute, memorable Cuerpo …donde acaba la imagen empieza la palabra, donde acaba la palabra empieza la música.

Jochy Herrera

A

propósito de sus 40 años en el mundo del arte, el poeta, pintor, cinematógrafo y cantautor Luis Eduardo Aute acaba de presentar en Madrid Memorable cuerpo, una colección –edición de lujo– de sus mejores creaciones. Cronología, que en siete cedés, resume más de 100 canciones pobladas de ternura, desamores y tristezas, algunas esperanzas, y otras cuantas rabietas de alguien que como muy pocos, aún cree que “este mundo en crisis está en mutación”; un autodefinido amateur de las artes que sueña con “canjear la especulación por la solidaridad”. El trabajo incluye un DVD con dos conciertos, un libro de fotos de 84 páginas ilustrativo de una prolija obra pictórica y un dibujo a lápiz –una boligrafía– reveladora de uno de los otros mundos de Aute: las fronteras de la imagen y el poema. En resumen, éste es un “álbum-biografía sonoro, vital y sentimental de una generación”, en palabras del poeta Luis Antonio de Villena. Gracias a su incondicional humildad, una vez más he acorralado a Luis Eduardo Aute con preguntas que, más que cuestionadoras, desearían ser provocadoras, como su obra. ¿Qué da la música? Llamo “música”, no a lo que se entiende por melodías, armonías y ritmos que resuenen en los oídos, como tampoco llamo “poesía” a un poema... En ese sentido, Música, Poesía, Magia, Sueños, cruzar al otro lado del espejo... es todo lo mismo. Música es lo que mana de lo inexplicable, como mana el amor del deseo. Eso es lo que da la música, a mi modo de ver. En tu relación artista-público, nosotros, los de este lado, hemos vivido en tus canciones las más íntimas historias; en tus consejos sobre el amor, en el eterno lenguaje de la anatomía femenina y en la desgarradora necesidad de olvidar, de alguna manera. Así, estos mandamientos ‒tus confesiones‒ han sido credo, pecados aparte. En fin, el público, tu público, ha vivido a Aute con Aute. ¿Qué sientes cuatro décadas después? Gratitud infinita y (como ya comentamos en otra pregunta) que no es improbable que “valiera la pena”, aun sin proponérmelo. Sé que Paul Éluard, uno de tus poetas, es culpable del título de este histórico trabajo gracias a Corpse mémorable. En un temprano

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de cobardes... ¿te atreverías a nombrar tu canción más acabada? No me atrevo porque no tengo el más mínimo deseo de que exista, por ahora. En tus pinturas, a mi parecer la más lúdica expresión de tus canciones, ¿se te hace más fácil verter la intención creativa? Muchísimo más fácil. No existen reglas del juego, y si las hubiera, habría que prescindir de las reglas, nunca del juego.

poema Éluard nos contaba lo siguiente: ...Creí que me rompería lo inmenso lo profundo. Con mi pena desnuda, sin contacto, sin eco, me tendí en mi prisión de puertas vírgenes como un muerto sensato que había sabido morir... Carlos Edmundo de Orly, un otro favorito tuyo, dice que ...De nuevo en una habitación estamos juntos. Desnudos estupendos cómplices de la Muerte. ¿Podrías reconciliar el enigma de dos autores tan aparentemente dispares? Para ambos no existe otro universo que el cuerpo, que un cuerpo a la búsqueda del alma soñada. ¿Dónde andan el cuerpo y el alma en este fin de siécle, época donde parece “morir” la historia? Pues me temo que “históricamente muertos”. Se asesinaron mutuamente. Sólo queda la experiencia personal y, a veces, muy pocas, transferible. Ya sé que le pides al cuerpo, a un cuerpo, clases de poesía. Es más: amenazas hundirte en él ante tanta pesadilla.¿Cómo sobrevivir entonces (al cuerpo y a las pesadillas)? ¿Será porque después del amor los cuerpos huelen a alma?

Será, seguramente, porque los cuerpos después del amor, que no del coito, apestan a alma. Con ese perfume se logra sobrevivir, aunque sea muy poco tiempo. En Anda, que es un himno a la persecución de tal esencia, invitas al desnudo; de igual forma, con un beso por fusil convidas a vencer la eterna duda sometiéndote a una piel desnuda. Cuéntame de esta batalla desnudo – vestido. La vida consciente debiera ser un irrefrenable deseo de conocimiento. En el enamoramiento, ese espejismo, los cuerpos sienten un irrefrenable deseo de conocimiento mutuo, hasta ser un solo cuerpo, una sola alma. Ese irrefrenable deseo de conocimiento obliga a desnudarse de todo aquello que nos cerca y no nos acerca. Amor y deseo, para muchos, son el valor central de tu obra. ¿Es la vida el deseo del amor? Qué curioso, parece que me hubieras hecho esta pregunta conociendo mi respuesta anterior. Allí queda respondido. En tal sentido, le recuerdo lo que ha dicho: que a pesar de cuarenta años de creación aún no logra la canción más cercana al poema perfecto. Entendiendo, como algunos han afirmado, que la poesía no es un oficio

Hemos dicho que el mercado, antiguo dios de la modernidad, hoy agoniza víctima de su propio veneno: la ambición que lo destruye todo. El estado, “nuevo” administrador de la “colectividad” –es decir, del dinero de los bancos‒ es el tótem de la fe moderna, la más certera fuente de salvación. Y Aute, que lo predijo todo en 1989 en aquél apocalíptico álbum Segundos fuera, parecería el testigo ocular más adecuado para preguntar si ha valido la pena todo esto. ¿Qué se siente haber vivido la agonía del Hombre contemporáneo? No sé si ha valido la pena; en todo caso nunca me he planteado el valor de las penas porque si lo hubiera hecho, seguramente nada hubiera hecho. Mejor no hacerse preguntas “boomerang”. El hombre siempre fue contemporáneo en su tiempo, y siempre fue agónico. El hombre (el ser humano, mejor) desde que nació se está muriendo, individual y socialmente. Dicen que la vida es puro aprender a morir. El “hombre nuevo” no existe ni existirá... pero hay que renovarse constantemente sobre todo para no caer en el tedio de vivir. Lo que sucede es que “nuestra” contemporaneidad es la menos contemporizadora de todas las anteriores porque habiendo pasado por un trágico y dolorosísimo proceso “civilizador” a lo largo de toda la historia, se obstina en destruir, sistemática y egocéntricamente, todo valor conquistado por la civilización en nombre, no del valor de los bienes sino de su precio. Y caiga quien caiga. Así vemos como está cayendo, en caída libre y por causa del llamado libre mercado toda nuestra contemporaneidad. *Esta entrevista fue publicada en La Jornada Semanal, de México, en su edición del 10 de mayo.

Jochy Herrera, escritor dominicano radicado en Chicago. Es miembro del consejo editorial de contratiempo.

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“Internet es bueno para planear, es menos bueno para aterrizar” Entrevista con Román Gubern Julio Rangel Román Gubern

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obre el estrado, Román Gubern responde a las preguntas de la gente con el placer del conversador que sabe mezclar erudición y amenidad. Porque aunque la razón del encuentro es la presentación del reciente Diccionario de onomatopeyas del cómic, las áreas de interés de Gubern abarcan diversos temas de la cultura popular, que van del cine al cómic, de la televisión a la pornografía, asuntos que ha explorado en decenas de libros. La mesa en cuestión se celebra dentro de la II Feria del Libro Latino, organizada en la Universidad Northeastern, y Gubern comparte el foro con Paul Schroeder, profesor de dicha institución. La conversación parte del cómic como forma narrativa compleja y pronto se extiende al cine y a la cultura del entretenimiento. Se habla de la fusión de los grandes conglomerados como Time Warner, que controlan el mensaje-producto en todas sus plataformas (TV, radio, cine, Internet) y al monopolizar espacios excluyen voces alternativas o críticas. Se habla también de la llamada globalización. “No se puede hablar de globalización cuando en Manhattan hay más teléfonos que en todo el continente africano”, afirma este catedrático catalán, considerado junto a su amigo Umberto Eco uno de los principales estudiosos de la cultura de masas en la actualidad. Al término de la presentación, me reúno con Gubern en un salón para charlar sobre otro tema que le concierne: Internet. El ciberespacio, al permitir la comodidad del anonimato al espectador, es el espacio natural de otro de sus temas de estudio: la pornografía. “Me decía ayer una amiga que hay ahora muchas fotos de adolescentes y preadolescentes, niños y niñas que se fotografían desnudos o semidesnudos”, comenta. “Y me decía que ha visto fotos de chicas de catorce años sólo con las braguitas. Ellas han visto el Playboy, el Interviú y quieren emular. Ves detrás el osito de peluche y ellas en una pose provocativa. Esto es algo nuevo.” La mirada de Gubern se mueve en un horizonte imaginario tras las gafas gruesas mientras evoca: “Anita Loos, la novelista autora de Los caballeros las prefieren rubias, cuenta en sus memorias que cuando ella era adolescente aprendían a besar viendo películas, aprendían los rituales amorosos, cómo el chico corteja a

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la chica; al besar sabía que había que cerrar los ojos, la cabeza para atrás. Varias generaciones se han formado en la vida sentimental y en los ritos de cortejo por medio del cine. Ahora, navegando en Internet, cualquier niño o niña, un adolescente de 14 años, se puede topar con una triple penetración. ¿Cómo metaboliza un niño o niña de 14 años una triple penetración? Ya no es fijarse en cómo la gente besa. Estamos ante ritos nuevos que nos obligan a repensar no ya en términos de tecnología sino en términos de ética, de costumbres, de ideología, que es algo extratecnológico, que pertenece más al campo de la civilidad y la socialización que al campo de la tecnología.” ¿Cómo se siente usted ante la realidad de toda una generación que está creciendo educada por monitores, a diferencia de nosotros que crecimos educados por libros? En mi vida ha llegado tarde. Yo este año cumplo 75, por tanto soy de educación preinformática. Me he incorporado, evidentemente, aunque no tengo la facilidad de los chicos de 17 años que se mueven como un pez y lo saben todo, yo soy mucho más torpe, pero soy un usuario del ciberespacio, no podía ser de otra forma. Yo recuerdo que en el 95, en un simposio en Venecia sobre el cine del siglo XXI, intervino Jean-Claude Carrière, el guionista habitual de Buñuel, y dijo: “Seamos serios: ¿Tolstoi, Dostoievsky, Balzac, Proust, habrían escrito mejores libros de haberlos escrito con computadora en vez de pluma o lápiz?”. Y él mismo respondió que no. Por tanto, hay que saber colocar el instrumental en su lugar. Los más escépticos invocan una frase brillante del poeta Jacques Prévert en una película, Les enfants du paradis, cuando un personaje dice: “La novedad, la novedad es vieja como el mundo, amigo mío”. Usted ha hablado de la necesidad de jerarquizar la información. Internet, por su naturaleza de red, es horizontal. Para muchos esta es su ventaja y su desventaja, porque aparentemente es el territorio de la democracia, donde cualquiera dice lo que quiera, pero también cualquiera dice una falsedad. Internet es un vertedero, literalmente, donde el paper del sabio de Harvard está al

mismo nivel del paper del tonto del pueblo. No hay distingos formales que digan que algo es importante. Yo pongo el ejemplo de mi biografía (en Wikipedia): se me atribuye la invención de un trabalenguas que yo jamás había escuchado en mi vida. Entonces, ¿qué ocurre? Que en Internet hacen falta líderes de opinión, que sean capaces de orientar. Por ejemplo los blogs. Yo tengo la teoría de que el blog es una forma muy sofisticada y de tecnología muy avanzada de la iniciativa que en la revolución cultural china se llamaban “los periódicos murales”, donde cada uno ponía lo que quería en la pared. Bien es verdad que en la China comunista había una ideología monodireccional, pero en fin, la gente era invitada a expresarse con periódicos personales en la pared. El blog realiza este sueño en el ciberespacio a escala universal. Lo que ocurre es que hay blogs relevantes y blogs irrelevantes. Al ser un vertedero, la mayor parte de la información que hay en Internet es entropía, detritus semántico. Decía Umberto Eco que Internet es una gran librería desordenada. Es verdad que ya tenemos buscadores mejores que cuando lo dijo hace diez años, pero todavía ahora, un amigo mío me decía una frase muy pertinente, “Internet es bueno para planear, es menos bueno para aterrizar”. Es una buena metáfora.

fue representante de la Unión Americana en las Naciones Unidas. Ha habido una tradición de star system y políticos. Hay un sociólogo francés que hablaba del vedetariato —de la palabra vedette—, y distinguía el vedetariato de sangre azul (el príncipe de Mónaco, los reyes, etc.), el vedetariato deportivo, el vedetariato del entertainment y el vedetariato político. Y, efectivamente, hoy día a veces comparten las páginas de la prensa del corazón y se da una cierta ósmosis, una contaminación de la cultura mediática de un campo a otro. Para más información consulte romangubern.com, donde pueden verse los videos de la serie El ojo y la palabra que hizo para la TV española. Julio Rangel: Mexicano. Es parte del consejo editorial de contratiempo.

También ha hablado sobre la necesidad de discernir entre el mundo virtual y el mundo real. Pienso en el caso de Arnold Schwarzenegger, que ingresa a la política y de pronto parece que la realidad virtual, el mundo del cine, se ha amalgamado con el mundo real de la política. Como si la política fuera ya una extensión de esa realidad virtual. No es el primer caso ni el más importante; Ronald Reagan empezó siendo locutor de radio, fue un actor de cine mediocre, pero era muy buen comunicador y se convirtió en presidente de Estados Unidos. Antes que él, Shirley Temple, que era una actriz infantil,

Estamos ante ritos nuevos que nos obligan a repensar no ya en términos de tecnología sino en términos de ética, de costumbres, de ideología, que es algo extratecnológico, que pertenece más al campo de la civilidad....

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Foto:Cortesía de Aguijon Theater.

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Escena de “Orquídeas a la luz de la luna”, de Carlos Fuentes, (1991). Actrices: Carmen Aguilar y Rosario Vargas.

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Febronio Zatarain

vez introduce un nuevo elemento: la voz del hijo del inmigrante que transita del inglés al español y viceversa. Tanto Dorantes como Marcela Muñoz, la directora escénica de ambas obras, mostraron un avance con respecto al trabajo anterior. El dramaturgo ha sabido trasladar el lenguaje cotidiano de sus personajes con mucha más precisión al lenguaje teatral, y Marcela ha creado el escenario y ha dirigido a los actores para que ese todo teatral en muchos momentos se encaje en el espectador. La segunda adaptación fue Hasta que el mortgage nos separe, de Teresa Dovalpage. La gran virtud de Dovalpage y de Rosario Vargas, directora escénica de la obra, es que logran transformar la tragedia gélida de Miller en una comedia cálida en el mundo cubano de Miami. Sin duda, éste es el mejor trabajo de Aguijón; trabajo que les pertenece y que los define en todos los sentidos. Es cierto, Arthur Miller está ahí, pero Miller se vuelve el trampolín que le permite al Aguijón volar y llenarnos de risa. Veinte años no es nada, dice uno de nuestros poetas populares de América Latina, pero en veinte años Aguijón ha hecho mucho. Y para celebrar esa tenacidad de los que han estado desde el principio, de los que han llegado y trabajado una, dos temporadas o de los que llegaron y siguen subiéndose al escenario, el sábado 22 de agosto nos acompañará una de las mejores escritoras de Latinoamérica; la que le dio voz a Jesusa

Palancares, una indígena de Oaxaca, que nos contó con pelos y señales lo que fue su siglo veinte mexicano; la que les dio cuerpo a las voces, a los murmullos y a los gritos que se escucharon en el México de 1968; la que nos mostró una carta escrita por una jovencita a su amor platónico, Martín, quien nunca la leyó porque la muchacha en el último momento la rompió y prefirió dejarle un recado con la vecina; ya has de haber adivinado, lector. Hablo de Elena Poniatowska, la que nos dio a leer las cartas de Quiela a su querido Diego. Febronio Zatarain, poeta y escritor mexicano, es miembro del consejo editorial de contratiempo.

Foto:Cortesía de Aguijon Theater.

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ste verano el grupo de teatro Aguijón cumplió su vigésimo aniversario. Rosario Vargas fue la fundadora, y durante una década ella y sus actores anduvieron de trashumantes presentando sus obras en escuelas, bibliotecas, centros comunitarios de Chicago y sus suburbios. Fue en 1999 que se inauguró el espacio donde ahora presentan sus tres obras anuales. En agosto pasado, Aguijón inició un nuevo proyecto para impulsar la dramaturgia en castellano; convocó a escritores latinoamericanos que residen en los Estados Unidos para que hicieran adaptaciones libres de clásicos del teatro estadounidense circunscribiéndolas al mundo de las comunidades latinas. La primera fue Hasta los gorriones dejan su nido, de Raúl Dorantes, basada en The Strangest Kind of Romance, de Tennessee Williams. Lo más innovador de esta entrega es la recuperación del lenguaje que se habla en los barrios latinos de Chicago. El espectador llega a sentir que no está viendo una obra, sino que más bien se ha vuelto testigo de lo que sucede en un cuarto de Chicago habitado por un jornalero y una gata callejera. Para fines de 2008, le tocó a La muerte de un viajante, de Arthur Miller. Esta vez Aguijón aceptó dos adaptaciones de la obra. La primera fue El lunes de León Rodríguez, segunda adaptación de Dorantes, quien de nuevo busca sus personajes en esa geografía física y lingüística que conoce muy bien, aunque esta

Escena de “Un robo y una lotería” de Constancio S. Suárez (2000). Actores: Lauro López y Augusto Yanacopulos. número 67

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Cerca del fuego, cerca de la esperanza P oem as d e Jorg e Argu eta Jorge Argueta

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Fernando Olszanski

e las muchas y cruentas guerras civiles que los países de América Latina han sufrido, la de El Salvador fue una de las más devastadoras. Más de 100 mil muertos y casi un millón de desplazados por la violencia y la intolerancia. Después de más de una década de aquella guerra fraticida, una frágil paz llegó de la mano de los acuerdos entre la guerrilla del FMLN y el gobierno salvadoreño de tendencia derechista, presidido por el partido ARENA. El FMLN se convirtió así en una fuerza política que luchaba por la liberación, pero esta vez desde las urnas. Finalmente en marzo del 2009, el FMLN ganó las elecciones y una nueva esperanza se encendió en aquel país centroamericano. Jorge Argueta, escritor salvadoreño radicado en California, fue uno más de los desplazados por la guerra. Dentro de la literatura de este escritor, el tema de la nostalgia, la guerra y el exilio ha sido una constante, a veces desgarrante y otras, esperanzadora. En un nuevo trabajo que ha presentado en su país natal y también en California, titulado Cerca del fuego, Poemas para la victoria, que forma parte de una biografía poética titulada En carne propia, Argueta busca la esperanza de su pueblo y la transforma en verso, se contagia del estímulo popular y lo vuelca con regocijo en un nuevo comienzo y en esta oportunidad histórica para los salvadoreños. En Cerca del fuego, los versos hacen un recorrido por el pasado reciente y el destino incierto de aquellos que deambularon por el mundo: Me vuelvo a preguntar Adónde están los guerrilleros/ Algunos se fueron de mojados Para los Estados Unidos

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A algunos los capturó la migra Pero como son salvadoreños Y tienen el cuero duro Aunque los deportaran Una y otra vez Se volvían a regresar El hambre no conoce humillación También hay espacio para la esperanza y para recordar a los caídos que renacen en la memoria y en la florecida paz que a todos abraza: Llegó la hora de la verdad Dice una señora La votación es hoy Hoy es cuando Dice a gritos Hoy vuelve mi hijo a casa Hoy renace Monseñor Romero Hoy salen de las cárceles todos Los presos políticos Hoy regresan a su casa Todos los desaparecidos Y las consecuencias de la guerra y el exilio: Me cuenta Petunia Mi amigo de infancia Que allá en el norte Lo volvió alcohólico El frío y la nostalgia Me cuenta Petunia A quien tenía treinta años de no ver Que al volver a El Salvador Se subía a los autobuses Le decía a la gente -Amigos amigas salvadoreñas Soy un inmigrante

Recién deportado de los Estados UnidosLes cantaba canciones del recuerdo en Inglés Y me ganaba mis coritas Para ajustar lo del traguito Porque como ya te dije De allá volví bien borrachito Ahora me salvó la vida Dios Mi hijito y mi mujer Un escritor es un observador de su tiempo, y en el caso de Cerca del fuego, Jorge Argueta mira de cerca a su pueblo, ese pueblo que tuvo que dejar de muy joven, escapando de la guerra, la pobreza y el hambre. Publicado por Ediciones Luna, Cerca del fuego trae también la visión de algunos activistas y ex combatientes en forma de comentarios. Ellos vuelcan su experiencia y sus sentimientos sobre el cambio político de su país, y la esperanza de cambio que circunda a la población salvadoreña. También es claro el sentimiento del autor con respecto al presente y al futuro de su nación y su simpatía por la esperanza que trae el nuevo gobierno. Sin duda, Cerca del fuego es un trabajo emocional, que recorre las fibras íntimas del autor y eso es palpable en cada uno de los versos, pero también es un trabajo consciente, que refleja el momento histórico y único de un pueblo que recupera la esperanza y la sonrisa. Fernando Olszanski, argentino, es autor de la novela Rezos de marihuana.

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Madera que canta: La marimba en Chicago Catalina María Johnson …Hace muchos, muchísimos años, un pájaro carpintero se posó en las ramas de un árbol de hormigo y comenzó a golpearlo con su pico. Conforme golpeaba distintas partes del árbol, se producía un hermoso sonido diferente en el aire. El indio que le escuchaba corrió en busca del adivino para que le descifrara lo que vio y oyó. El adivino le respondió que era un hombre afortunado, llamado a ser músico y cantor en su pueblo. Agradecido el indio, realizó ofrendas y con permiso de la Madre Tierra bajó el árbol. Cada leño que caía producía un sonido mágico. Ató entonces unas pocas tablas y construyó la primer marimba. Leyenda de Guatemala

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n el noroeste de Guatemala crece un árbol que se llama “hormigo”, declarado tesoro nacional de Guatemala. Se le denomina árbol de la cultura y la marimba porque el proceso de fabricación de ese instrumento comienza cuando el árbol cumple los 45 años necesarios para su tala, aunque hay que esperar otros siete años para poder trabajar la madera. En cada árbol existe la posibilidad una marimba grande y una pequeña. Este instrumento es instrumento y símbolo nacional de Guatemala, con fiesta que se celebra el 20 de febrero, ya documentado por primera vez en 1640 en un concierto ante la catedral de lo que hoy es la ciudad de Antigua. Sus orígenes son un poco inciertos y bastante controvertidos. Debaten en continua polémica los que aseveran que es instrumento de raíz africana y los que en el sur de México y otros países centroamericanos, al igual que inclusive ciertos países asiáticos quisieran adueñarse los orígenes del instrumento. Sin embargo, parecen ser muy factibles las teorías preferidas en Guatemala, que incluyen la observación de que en otros países latinoamericanos de gran influencia africana no surgió la marimba. En contraste, en Guatemala, aparecen sus posibles antecesores en instrumentos de un teclado pertenecientes a la cultura maya, siglos anteriores a la colonia (el piano europeo le habría de influenciar posteriormente, y surgirían las marimbas de dos teclados, como las que se tocan hoy). La marimba tiene diferentes nombres en los varios idiomas mayas, y en maya quiché se le denomina “Kojom”, que significa, “madera que canta.” Actualmente existen dos marimbas juveniles en Chicago, Marimba Oxib K’a Jau y Marimba Ixchel, ambas creadas por padres de familia guatemaltecos para promover y preservar la cultura guatemalteca en sus hijos ya nacidos aquí. Ambas marimbas también se crearon con intención de impulsar proyectos humani- tarios en Guatemala, como el apoyo económico a escuelas, orfelinatos y asilos de ancianos.

La Marimba Ixchel, cuyo nombre da honor a la diosa maya de la luna, la fertilidad y la creatividad, se presentó recientemente en la carpa de “Nuestra Música: Latino Chicago”, del Old Town School of Folk Music, donde como parte del festival anual de “Folk and Roots”, se promueven los géneros musicales latinos que empiezan a marcar trayectoria en Chicago. Los integrantes de Marimba Ixchel son jóvenes de cinco a veintidós años de edad, que tocan con seriedad y hablan con aún mayor propiedad acerca de sus estudios de la música de marimba. Hacía bastante calor bajo la carpa, pero el público que pasaba se detenía y se quedaba en trance, meciéndose ante los acordes que producían los jóvenes. Aunque en esta ocasión eran menos de los acostumbrados siete músicos, cada quien tocaba su parte, con dos o tres teclas, y al entretejer sus acordes ya fueran percusivos o melódicos en el llamado y respuesta contrapunteado, creaban una música compleja y de gran textura, enorme textil musical que envolvía y transportaba cual alfombra mágica a un mundo antiguo donde los árboles cantan. El director musical de la Marimba Ixchel es Carlos Mejía. Comentaba el maestro Mejía, cuyo nombre en maya quiché es Pal, que la música de marimba está incorporada a toda una cosmovisión maya en la que el pensamiento, las plantas, los animales, los humanos y toda la naturaleza están unidos e interrelacionados en una totalidad. Añadía que había que agradecer la comunicación especial a lo divino que permitía el árbol del hormigo, ya que se consideraba en la tradición maya que el árbol tenía un privilegio o una voz especial para hablarle al creador. Mejía también es co-fundador de la organización Mayan Folkloric Organization, en cuyo centro se ofrecen clases para aprender la lengua maya quiché y para tocar la marimba. Los fondos que recauda el grupo se destinan a varios proyectos humanitarios, incluyendo la protección del árbol del hormigo a través de su siembra, y la educación en las escuelas sobre su cuidado, ya que en años recientes, compañías como la japonesa

Yamaha, han depredado los bosques de hormigo para utilizar la madera del árbol en la producción de sus marimbas. Aparte de las marimbas que usa la Marimba Ixchel, puede haber otra perdida en Chicago. Cuenta Jorge Aldana, que su abuelo, José María Aldana, era un músico profesional, que con su hermano hizo giras por México, Centro América y el Caribe, y en 1914 viajó a Chicago después de estar en Nueva York. Los hermanos Aldana se quedaron algunos meses en Chicago, pero viéndose escasos de fondos, vendieron la marimba, dejándola en esta ciudad, y se regresaron a Guatemala. Varias generaciones después, ya establecido en esta ciudad, no ha podido Jorge Aldana encontrar la marimba del abuelo, que podría todavía estar en algún sótano recóndito de Chicago. Pero cien años después, la cultura de la marimba la mantiene viva el bisnieto del músico, Adrián Aldana, ya que es integrante desde hace ocho años de la Marimba Ixchel. Y así, a través de la música y la tradición de la marimba en Chicago, se ayuda a mantener el árbol que le da vida al instrumento, se preservan las canciones que producen sus teclas y nacen nuevas melodías en los corazones de los guatemaltecos trasplantados a esta ciudad. Para mayor información: http://www.mayanfolkloric.org/; http://www.marimbaoxib.org; marimbaixchel@msn.com. Catalina María Johnson, Ph.D., es conductora y productora de programas de música latina para estaciones de radio pública. Para mayor información: www.beat-latino.com

Marimba Ixchel

Fotos: Cortesía Rony Alirio

Marimba Ixchel

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M igrac i ó n y ci u d a d a n í a en los tiempos de la recesión global Raúl Dorantes y Febronio Zatarain

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Europa: puertas cerradas as playas de Algeciras son una de las puntas del Mediterráneo adonde históricamente ha llegado la gran mayoría de las pateras. En tan sólo cuatro días de fines de mayo fueron detenidas 160 personas que provenían del norte de África. Si hacemos un repaso a las notas publicadas en el diario El País de las últimas semanas, concluiríamos que magrebíes y subsaharianos ya no tienen alternativa alguna: tarde o temprano, su embarcación será descubierta por la Guardia Marítima de España. Tanto el gobierno como los medios de comunicación ibéricos han proyectado la imagen de que hay un control absoluto de los litorales y las playas; es decir, que cualquier embarcación clandestina será detectada. Un ejemplo es la nota publicada el 3 de junio de 2009: “Dos meses se habían cumplido sin que ninguna patera o cayuco arribase a las costas españolas”. Esta aseveración tan tajante que manifiesta el reportero no está fuera de la realidad, pues los centros de internamiento para extranjeros de Algeciras, Tarifa y Málaga, entre otros, están en sobrecupo. ¿Entonces por qué se echan al mar tantos hombres y mujeres, en ocasiones arriesgando la vida de sus hijos? Tan sólo el 6 de

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junio fueron encontrados los cadáveres de una mujer y de un niño. La nota de El País se refiere a una patera procedente de Tánger con 40 inmigrantes subsaharianos, 8 de ellos niños. Si saben que la muerte anda suelta en el estrecho de Gibraltar, ¿por qué se aventuran? En nuestros días, hablar de África es hablar de guerras, dictaduras, plagas, genocidios, hambrunas, refugiados...; pareciera que gran parte de ese continente es el círculo del infierno al que no llegó Dante Alighieri. Quizás, a fines del siglo XX, eso mismo lo intuyó también el novelista chileno Roberto Bolaño al cerrar la travesía de su alter ego, Arturo Belano, haciéndolo bajar a un círculo inédito del Infierno. A sabiendas que lo esperaba lo peor de la tragedia humana, Belano no dudó en perderse en tierras de Liberia y Sierra Leona, lugares donde el robo y el asesinato lo sorprenderían a cada paso. Por eso no es casual que en estos momentos haya en el mundo más de 42 millones de refugiados y que en su gran mayoría sean de origen africano.

La patera y el cayuco se han vuelto la única esperanza. Con ellos se cruza el estrecho, que es una especie de Purgatorio, aunque se corra siempre el riesgo de volverse parte de las aguas. Cruzar el Mediterráneo con todos los riesgos que representa es mucho más preferible que la vida en el terruño en llamas: Ruanda, Nigeria, Senegal, Zimbabue, etc. Lo que se trata es de llegar a la orilla de Europa y, aunque sea, divisar el Paraíso: la tierra prometida. Al dialogar sobre esta realidad, Eric Anyah, inmigrante nigeriano que reside en Chicago, dice que hay un 99.9 % de posibilidades de fracasar en el intento de llegar a las orillas europeas e internarse en el continente; pero que es precisamente ese 0.1% de esperanza la que el inmigrante africano lleva en su mano. Acaso alguno de sus dioses vuelva la patera o el cayuco invisible y calme la furia de las olas. O acaso el guardia que los capture sea en realidad un ángel y les permita correr, escapar y perderse en su sueño. El paraíso europeo se ha cerrado para Africa. Hay varias razones: 1) la xenofobia que ha ido en aumento desde los aten-

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tados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York, el 11 de marzo en Atocha y el 7 de julio en Londres; 2) el ingreso a la Unión Europea de cada vez más países que hasta finales de los ochenta formaban parte del bloque soviético; esto les permite a las potencias europeas incluidas en el Grupo de los Ocho obtener toda la mano de obra “blanca” que vayan requiriendo sus economías; y 3) la recesión económica global. Y si Europa ha cerrado ya sus puertas a los africanos, más temprano que tarde hará lo mismo con los latinoamericanos. Tan sólo una señal: el gobierno español ha ofrecido a todos los ecuatorianos legales “en paro”, darles la compensación que les corresponda con la condición de que retornen a Ecuador y de que no vuelvan a España hasta dentro de cinco años. Obama: los primeros seis meses El triunfo de Barack Obama llenó a los Estados Unidos y al mundo entero de expectativas, incluso a los que ahora escriben. Eso no quiere decir que nos haya decepcionado. Creemos que el presidente estadounidense se ha rodeado de gente capaz para sacar adelante a este país. Pero en estos seis meses de la Administración Obama ha quedado claro que los daños a la economía estadounidense y mundial no se pueden solucionar de un mes a otro, ni siquiera de un año a otro. Los expertos más optimistas — como Godman Sachs— afirman que la recuperación de la banca y del sector inmobiliario empezará a darse si acaso para el 2011. Por eso en este medio año los índices de desempleo continúan en aumento en todos los estratos sociales de la vida norteamericana, y muchas empresas se han seguido declarando en bancarrota o han sido absorbidas por otras antes de caer en la debacle. Y según los mismos expertos, se van a seguir viendo rescates financieros como el de la General Motors en lo que queda de la presente Administración. En el momento que escribimos estas líneas, la GM anuncia que, pese al rescate financiero, van a despedir a más de 4,000 trabajadores de cuello blanco. Vale la pena recordar que el modelo económico que nos ha metido en la primera recesión global, lo propuso Milton Friedman y se puso en marcha en la década de los setenta. Chile fue el país que sirvió como proyecto piloto. Friedman plantea, entre otras cosas, el adelgazamiento del Estado; léase esto como la desregulación de las transacciones económicas y el retiro gubernamental de actividades claves en el área social. A partir de dicho modelo, el Estado se vuelve un simple cobrador de impuestos dejando que el capital, en su movimiento, vaya creando sus propias reglas: si el capital pide despedir a los trabajadores de planta y contratar a empleados eventuales, pues hay que hacerlo; si el capital exige trasladar la planta de Ohio a Ciudad Juárez o, más tarde, de Ciudad Juárez a El Salvador o a China, pues hay que hacerlo; y si hay gente que quiere embarcarse en la compra de una casa bajo el riesgo de que en cierto momento no pueda pagar la hipoteca, la codicia lógica del capital también nos lleva a hacerlo. El caso más patológico del capital es el que diseñó Charles Ponzi en 1920 y que recientemente puso en práctica Bernard Madoff, quien valiéndose de su prestigio —como antiguo presidente

ejecutivo de Nasdaq— construyó una pirámide de supuestas inversiones en la que los primeros que invirtieron recibían “sus ganancias” de los subsiguientes inversionsitas. La pirámide comenzó a resquebrajarse a finales de 2008 y el 29 de junio de

Marcha por los derechos de los inmigrantes. Chicago, mayo 2008

este año un juez lo condenó a 150 años de prisión por un fraude de 50 mil millones de dólares. A Milton Friedman se le olvidó que el capital no tiene moral. Se le olvidó que el capital es como un conejito que a la larga se vuelve una bestia insaciable, y que para que esa bestia no se coma a sí misma necesita tener riendas y a un buen jinete encima. Ese jinete debe ser el Estado como órgano regulador. En Estados Unidos, las admnistraciones de Reagan, Bush padre, Clinton y Bush hijo pusieron la economía en manos de un discípulo de Friedman: Alan Greenspan. El catalán Josep Fontana, especialista en historia económica, señala que en 2007 Greenspan pronosticó en su libro The Age of Turbulence “una larga etapa de crecimiento para Estados Unidos y para el mundo entero si se mantenían los principios liberales de respeto a los derechos de propiedad y no interferencia del Estado en la economía.” Pocos meses después de la aparición del libro, el 6 de agosto de 2007, American Home Mortgage, una gran empresa privada dedicada al crédito hipotecario, se declaraba en bancarrota. No sabemos si el mundo algún día vaya a perdonar tanto a Milton Friedman como a los cuatro ex presidentes porque, claro está, no sabían lo que hacían. Adiós a los day labors En Estados Unidos el racismo hacia los inmigrantes es un indicador pero no tan fuerte como en Europa. Recordemos que el presidente de este país es de origen africano y que la recién nominada a la Corte Suprema es la puertorriqueña Sonia Sotomayor. La construcción paulatina de un muro físico y virtual en la frontera sur hoy por hoy responde más que todo a la guerra contra el terrorismo y a la crisis económica. Sin duda, el racismo se vuelve un factor también importante en el tortuguismo legislativo para proponer y aprobar la legalización de los 12 millones

Cruzar el Mediterráneo con todos los riesgos que representa es mucho más preferible que la vida en el terruño en llamas: Ruanda, Nigeria, Senegal, Zimbabue, etc. Lo que se trata es de llegar a la orilla de Europa y, aunque sea, divisar el Paraíso: la tierra prometida.

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de indocumentados; pues muchos congresistas y senadores —pese a que entienden la urgencia del caso— temen decepcionar a sus electores si dan su apoyo a una reforma migratoria amplia. A principios de este milenio, la economía estadounidense requería anualmente por lo menos medio millón de nuevos trabajadores no calificados para las áreas de los servicios, la agricultura y la construcción. Esta mano de obra no se conseguía a través del sistema de sorteo de visas —que se caracteriza por buscar a profesionales— sino más bien a través de los poros dejados a lo largo de la frontera sur. Los trabajadores agrícolas se iban directamente al campo, donde el empleo estaba garantizado. Y si en las grandes urbes el inmigrante tenía dificultades para acomodarse en un restaurante o en una fábrica, siempre tenía como opción las agencias de trabajo diario, llamadas en inglés day labors. Es importante aclarar que al modelo económico imperante le convenía la condición indocumentada de la mano de obra. Eso les permitía a los patrones tener trabajadores dóciles, sin prestaciones y con la posibilidad de pagar solamente el salario mínimo. Muchas fábricas, para evitar el trabajo administrativo, y sobre todo para que los obreros no pudieran sindicalizarse, contrataban a toda su fuerza laboral por medio de las day labors. Pero las agencias day labor comenzaron a desaparecer a principios del 2008; a las personas que se acomodaban por medio de esas agencias ya no las “mandaban” a la fábrica cinco días a la semana sino tres. Y para enero de 2009 sólo las mandaban un día a la semana o dos días al mes. A partir del segundo trimestre de este año, las agencias de trabajo diario han empezado a cerrar; y las que siguen funcionando lo hacen a un nivel mínimo de su capacidad: la gente que sigue cobrando a través de sus nóminas son jornaleros que ya habían creado cierta antigüedad. La reforma migratoria El jueves 25 de junio, el presidente Obama se reunió con una comitiva de congresistas tanto demócratas como republicanos. En su discurso, planteó la necesidad de sacar de las sombras a los 12 millones de indocumentados. Pero recalcó que dicha legalización iría acompañada de un incremento sustancial en la vigilancia de la frontera y con castigos severos para los empleadores que contraten mano de obra indocumentada. Después de los atentados del 11 de septiembre la seguridad es acaso la mayor preocupación de la sociedad civil estadounidense. Para que un país esté seguro, tiene que saber quiénes son sus residentes. Y en aras de esa seguridad, el presidente y los congresistas están planteando una reforma migratoria que incluya la regularización de los 12 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos. Cuando se dé esta reforma amplia, será muy difícil que los indocumentados venideros tengan cabida en la economía estadounidense. A México (y a toda Latinoamérica) no le queda otra opción que resolver sus problemas económicos desde su propia situación. México no puede seguir actuado en función de lo que Estados Unidos necesite. México (y América Latina) tiene que actuar en función de las necesidades de su sociedad civil. Raúl Dorantes y Febronio Zatarain son miembros del consejo editorial de contratiempo.

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Evocaciones Humberto Uribe I PASTILLAS DE CONVERSACION

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iento que ella me quiere más a mí que a los otros niños. Sería capaz de perder el recreo por estar con ella. Cuando me caigo, me da un beso y el dolor pasa de repente; después me abraza y siento el olor a durazno que sale de su pecho y quisiera quedarme todo el día y toda la noche en sus brazos. Es mi novia pero ella no lo sabe. ¿Cómo declararle mi amor? Temo perder sus besos si lo hago. Me gustaría regalarle estas Pastillas de Conversación, le dirían lo mucho que la amo, pero... ¿Las recibirá? Creo que sí y me dará un beso a cambio. Todo me gusta de ella: su pelo negro con olor a pomarrosa, las cejas como los arcos de la iglesia de Belén, los ojos como la noche cuando se va la luz; cuando sonríe se le forman hoyuelos en las mejillas. Su cuello es largo y blanco como la masa de las arepas que mi mamá me da al desayuno. Cuando nos casemos vamos a pedirle muchos niños a la cigüeña. Nuestra casa será como un pastel, con un solar y en la mitad un kiosco con flores donde, nos besaremos y a raticos nos contaremos nuestras cosas. Ella cree que no atiendo a la clase, que sólo la miro. No puedo dejar de mirarla y de pensar en el día cuando vivamos juntos... Hoy es viernes, último día de clases, que linda está. Hace días que no me dice que le ayude con los papeles de su mesa; siento rabia de los otros niños que la miran; no sé qué hacer para que ella vuelva a ser conmigo como era antes. Ahora está sonriendo y besando a otros niños. Se despide y ríe pero esta vez no me lleva de la mano hasta la puerta de mi

casa que queda cerca de la suya. Corro detrás de ella, la sigo y me escondo en la puerta de mi casa. La veo entrar a la de ella, un hombre se acerca, golpea. Ella le abre, corre a sus brazos, lo besa. Siento que la cabeza me da vueltas, las piernas me tiemblan, quiero que los mate un rayo. Cierro los ojos, los abro y nada les pasa; meto la mano al bolsillo y encuentro las Pastillas de Conversación; las aprieto con todas mis fuerzas, y las estrello contra la pared. II EL ANFITRION Mauricio, Sofía y yo fuimos a un restaurante español ubicado en la esquina nor-occidental de la Clark y la Fullerton. El anfitrión nos indicó donde sentarnos y nos sirvió agua con hielo, nos dio el menú y se retiró. A los pocos segundos una mesera colocó una canasta de pan blanco y mantequilla. Minutos después, reapareció el anfitrión y nos dijo si estábamos listos. Yo le dije que nos habíamos decidido por la Paella Valenciana y le pregunté a Mauricio si dos porciones eran suficientes. Pedimos una jarra de sangría. El anfitrión se retiró y la mesera nos trajo una “tapa” que habíamos pedido como entrada. Mauricio me preguntó si quería otra pero le dije que prefería esperar la paella pues, hacía varios años que no la comía y no quería perder el apetito. A los pocos segundos regresó el anfitrión para decirnos que habían metido las paellas al horno, que si se nos ofrecía algo más. Mauricio le contestó que queríamos una sola paella. Pero señor… han metido dos al horno.

Mauricio muy serio le replicó: una sola por favor. No le quedó otro remedio al anfitrión que rectificar la orden. Las mesas próximas a nosotros las ocuparon un grupo de muchachas que hablaban y reían ruidosamente. Nos contagiamos de su alegría, bebimos la sangría, dividimos la tapa en tres y nos la comimos acompañada de pequeñas rebanadas de pan con mantequilla, teniendo cuidado de no comer mucho, en espera del plato fuerte. El momento había llegado. La mesera colocó un platillo de unos quince centímetros de diámetro, repleto de arroz con diferentes verduras y frutos del mar. Creí que era una porción de las varias que suponía saldrían del plato fuerte. Mauricio pidió otros dos platos y la mesera le dijo que el plato que acababa de traer era todo. Mauricio no lo podía creer, Sofía tampoco y menos yo. ¿Como es posible que un plato tan pequeño cueste 35 dólares? En vista de lo anterior y dado nuestros presupuesto no tuvimos otra alternativa que, en platitos dulceros, dividirnos la pequeña porción y masticar cada bocado no menos de cien veces; sonreír y seguir hablando como si nada, para no desentonar con la alegría de las muchachas. Mauricio llamó a la mesera y le pidió más pan. Cuando el anfitrión se dio cuenta que la mesera nos había puesto otra canasta de pan, nos preguntó si íbamos a pedir otra paella. Le contestamos que no. Se quedó mirando la canasta, la levantó y con ira nos indicó la puerta de salida. Humberto Uribe es escritor colombiano.

contrafoto por Elías Carmona

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agosto 2009


Latinidad El presente documento es la segunda parte de el estudio “Focus Mexico/Enfoque México) elaborado por el Instituto México del Centro Woodrow Wilson, y el Instituto de Estudios Latinos de la Universidad de Notre Dame, a base de entrevistas con más de 40 grupos de enfoque en seis ciudades, a fin de medir la estructura y prioridades de los líderes de origen mexicano en Estados Unidos. La primera parte fue publicada en el número Junio-Julio 2009 de contratiempo.

Evolución histórica: Dos estrategias y dos redes A. Convirtiéndose en latino La población de origen mexicano se incorporó por primera vez a Estados Unidos en 1848 como minoría territorial con débil asociación con México. Los lazos con México no eran muy fuertes debido a que los territorios de Nuevo México, Texas, California y Arizona solamente habían sido regidos por México durante una generación previa a la anexión, y México no se consolidó como nación hasta después de 1848. La minoría territorial en el suroeste de Estados Unidos se mantuvo en gran parte aislada de los eventos del siglo diecinueve que ayudaron a consolidar la nacionalidad mexicana. Su conexión con México fue principalmente a través del idioma, música y otras formas de cultura, pero no existía una estrecha relación con sus instituciones políticas o su narrativa nacional. La geografía, la inmigración de sudamericanos durante la Fiebre del Oro, y las diferencias de clase dentro de esta población aumentaron su distancia con México. Sonorenses, chilenos, y peruanos se convirtieron en hispanos (o españoles, según la prensa de habla hispana) en California, el primer caso de agrupación pan-étnica latina. La ola de inmigración más grande antes de 1910 llegó al sur de Texas, y en parte porque existía un estigma en contra de lo “mexicano”, la segunda generación de líderes de este segmento de la población adoptó el eufemismo “latinoamericano”. Los habitantes de Nuevo México, que conformaban la mayor parte de esta minoría en 1848, se rehusaron a pertenecer al mismo grupo que la mano de obra recién llegada de México y comenzaron a referirse a sí mismos como “hispanos” o “Spanish”. En la época de la primera guerra mundial, los líderes mexicano-americanos respondieron al movimiento de americanización en Estados Unidos y promovieron el uso del inglés; en ocasiones expresaron un apoyo exagerado a los símbolos patrios, y evitaron relacionarse políticamente con México. La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), establecida en Texas en 1929, es probablemente el mejor ejemplo de esta tendencia. A su tiempo, la segunda guerra mundial provocó el origen del movimiento de derechos humanos. En el caso de los mexicano-americanos se destaca la fundación del grupo de veteranos conocido como el GI Forum. Las principales organizaciones mexicano-americanas activas durante la década de los años 50 y 60 establecieron oficinas a nivel nacional en los años 70 y redefinieron sus objetivos y personal para incluir otros latinos, aunque los dirigentes continuaran siendo mexicanos. Otras organizaciones, como el Congressional Hispanic Caucus y la Asociación Nacional de Funcionarios Públicos Latinos (NALEO), así como muchas otras asociaciones profesionales número 66

y de negocios, se fundaron desde un principio como grupos que incluían a diferentes nacionalidades, aunque con frecuencia los mexicano-americanos fungían como líderes. El afán de convertirse en organizaciones nacionales con representación en Washington ofreció incentivos a los líderes mexicanoamericanos para ampliar su coalición, buscar otros aliados hispanos, y emular el comportamiento de las organizaciones y de los movimientos de derechos humanos de otros grupos étnicos. Esto le dio un enfoque en gran parte doméstico a la agenda política latina y una sensibilización de la importancia de la adquisición de poder doméstico y aceptación. No es sorprendente que la estrategia latina ha sido con frecuencia indiferente a México, sus políticas, y su problemática internacional. El enlace formal entre líderes mexicano-americanos de una estrategia hispano-latina, arraigada en una larga historia de distanciamiento de México, ha resultado en una identidad política y red de liderazgo institucionalizada pan-latina e hispana. La gran red actual de líderes latinos, activistas y organizaciones consiste principalmente de las poblaciones mexicano-americana, puertorriqueña y cubano-americana, pero recientemente ha incluido las más recientes comunidades de centroamericanos, dominicanos y otros orígenes. En este estudio nos enfocamos en el componente de origen mexicano de estas redes y en varias categorías interrelacionadas. Esta red incluye organizaciones y asociaciones nacionales latinas, y cientos de organizaciones comunitarias con personal profesional, donde miles de profesionistas organizados, así como gran cantidad de propietarios organizados y ejecutivos participan en una acción colectiva como latinos. Las diferencias entre organizaciones civiles, y las organizaciones para los derechos humanos son más bien arbitrarias. También señalamos que dichas organizaciones mantienen lazos importantes con organizaciones cubano-americanas y puertorriqueñas, lazos relativamente débiles con la embajada mexicana en Washington, y lazos con los consulados mexicanos que son tan débiles que no vale la pena mencionarlos. B. Manteniéndose mexicano A lo que nos referimos aquí como la alternativa mexicana binacional, o estrategia migrante fue utilizada continuamente por líderes inmigrantes mexicanos entre 1860 y 1920, y una vez más desde fines de la década de los 80. La intervención francesa en México en 1862 propagó la formación de más de cien organizaciones en California de apoyo a la sitiada república mexicana, algunas de ellas buscaron el derecho al voto desde el extranjero en la restaurada república después de la

retirada francesa. Dichas juntas patrióticas se establecieron asimismo para celebrar la independencia mexicana en comunidades en los Estados Unidos, y sociedades de ayuda mutua fueron establecidas usando símbolos culturales mexicanos y con frecuencia buscando el apoyo de los consulados mexicanos locales. Un patrón similar de eventos se observa durante la Revolución Mexicana. Muchos críticos del gobierno se exilaron en San Antonio, El Paso, y Los Ángeles, donde se dedicaron al periodismo y a la creación de panfletos en contra de los sucesivos regimenes mexicanos. Durante las décadas de lo 20 y 30 solicitaron exitosamente apoyo consular al gobierno mexicano; lograron la repatriación (en 1921 y de nuevo en 1929-1932), y solicitaron ayuda durante disputas de trabajo o periodos de desempleo y despidos masivos de parte de empleadores estadounidenses. A partir de 1989, el gobierno mexicano se dedicó a reformar y a expandir sus iniciativas hacia sus migrantes y sus comunidades de origen y asentamientos. Aun funcionando principalmente a través de su red de más de cuarenta consulados en Estados Unidos y el Programa para Comunidades Mexicanas en el Extranjero, las iniciativas incluyen a varias Secretarías,, en especial Relaciones Exteriores, así como gobiernos estatales y locales. Estas políticas apoyaron la creación de organizaciones de oriundos por los inmigrantes mexicanos, y apoyaron su participación en el desarrollo económico de sus comunidades de origen. El más famoso de estos se conoce como el Tres-por-uno, un programa donde por cada peso que contribuye el migrante hacia obras de impacto social en su comunidad de origen, los gobiernos estatal, federal, y municipal aportan 3 pesos. Existen más de mil asociaciones de oriundos registradas en los consulados mexicanos en Estados Unidos, y varias docenas de federaciones de asociaciones y comités de federaciones. El programa de comunidades en el extranjero ha sido sustituido por el Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), que en 2003 estableció un consejo consultivo (CCIME). Este cuerpo representativo de más de 150 personas de origen mexicano en Estados Unidos y Canadá promueve actividades e iniciativas diseñadas para el progreso de la comunidad binacional migrante. Es por eso que líderes migrantes y activistas, apoyados por leyes mexicanas y en busca de una estrategia binacional o de diáspora, han desarrollado lo que nos podemos referir como una red de liderazgo migrante separada y distinta de la red latina mencionada anteriormente. Traducción: Teresa Rosainz

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Ciclo de letras hispanas en Chicago El corazón: pasado y presente Conferencia de Jochy Herrera

10 de septiembre, 6:00 pm Instituto Cervantes - Sala de Actos 31 W. Ohio St. Chicago, Illinois 60654 http://chicago.cervantes.es

El Instituto Cervantes en colaboración con la revista cultural Contratiempo presenta un Ciclo de Letras Hispanas en Chicago. Este ciclo tiene como objetivo abrir el Instituto Cervantes de Chicago a escritores de habla hispana con obras de calidad, para el debate y la difusión de sus libros. El ciclo comenzará el 10 de septiembre con la conferencia de Jochy Herrera, “El corazón: pasado y presente” y sobre su libro: Extrasístoles (y otros accidentes), publicado por Ediciones Vocesueltas.

Su opinión es importante Cartas:

Le invitamos a que nos haga conocer su opinión de la revista o de textos o autores en particular. Puede enviarnos sus cartas o comentarios de tres formas: • Escribiendo a nuestro director editorial al correo electrónico: cartas@revistacontratiempo.com • Contactándonos en la página: http:// www.revistacontratiempo.com • Por correo postal a: 1702 South Halsted Street, Chicago, IL 60608 Favor de limitarlas a 200 palabras y permitirnos 30 días para responder. Le pedimos proporcionar su nombre completo, dirección y teléfono (sin nombre del remitente las cartas no serán publicadas), información que solicitamos sólo para fines de verificación del autor, y no se divulgará a terceros. Contratiempo se reserva el derecho de publicar esta correspondencia, resumirla o extractarla. No se devolverán los originales. Las cartas seleccionadas podrán publicarse o distribuirse en la versión impresa o electrónica de la revista. Se aceptan cartas en español e inglés.

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