Ideas para que un estudiante llegue a ser un buen profesional
Análisis Profesional
Pilar Laguna Sánchez
Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos.
Jesús María Terciado
Presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa. CEPYME
Vicente Condés Valérie Guillotte Socia directora de Moreno
Director de Marketing y Relaciones Institucionales en la Asociación para el Progreso de la Dirección.
Korazza Consulting. Especializada en gestión de asociaciones.
Josefina Cambra Santiago Giné Escribano Pintor
Presidenta del Consejo General de los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de España.
Enedina Calatayud
Doctora Ingeniero Agrónomo y profesora titular de universidad.
Doctor Ingeniero Agrónomo. Licenciado en Ciencias Políticas por la UNED. Licenciado en Sociología por la UCM.
Paloma Martín
Estudiante de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Complutense Madrid.
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- Cerca del 36% de los estudiantes universitarios eligen su carrera por azar o porque es la opción que ofrece más salidas profesionales. - Seís de cada diez universitarios piensan que estudiar en la universidad es un privilegio actualmente. - El 87% de los empresarios considera fundamental la experiencia laboral a la hora de contratar a titulados superiores, pero el un 54% de los estudiantes dice no estar adecuadamente preparados para la vida laboral. - Las empresas buscan talento entre los universitarios pero su implicación con la universidad es manifiestamente mejorable. Cerca de un 60% de empleadores reconoce no haber mantenido colaboraciones con la institución educativa. - En cuanto a la formación ética casi el 71% de los estudiantes universitarios considera que existen principios éticos claros sobre lo que está bien y lo que está mal, pero sobre este dato, el 57% de ellos, piensa que han de aplicase dependiendo de las circunstancias del momento.
Cómo elegir adecuadamente los estudios universitarios en aprovechamiento de las facultades individuales? ¿Tiene la formación de las alumnos una proyección dirigida al bien social? ¿Es valorado el talento en la empresa o la universidad? Sobre estas y otras cuestiones los estudiantes universitarios y preuniversitarios, las instituciones educativas, profesores, empresas demandantes de talento o colegios profesionales podrán obtener ideas y conclusiones de este Análisis Profesional.
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La conjunción de los criterios profesionales nos invita a pensar que queda mucho por hacer en la Universidad, pero también que existen propuestas y alternativas. El objetivo es impulsar a los estudiantes y futuros profesionales, con la intención de formar, preparar para ser un profesional competente, ético e inquieto, capaz de plantear iniciativas que mejoren el entorno en que se desenvuelve. El autoconocimiento, para ello, es una de las claves, también el contacto paralelo con diversos sectores: profesionales, institucionales, organizaciones, quienes pueden trasladar una visión rica y amplia desde el punto de vista social, cultural, econónico o político. Una visión de presente y futuro conectando etapas en lugar de fomentar vivirlas por separado. Para ello es necesario el trabajo coordinado entre distintos entes. Una ordenada cooperación entre empresas, colegios profesionales, administracines, organizaciones o instituciones universitarias, es una elección que implica trabajar, delegar, complicarse, pero sobre todo, mejorar. “La Excelencia Universitaria es la capacidad de provocar un impacto positivo económico y social en el entorno”. Jesús Maria Terciado “A través de la Estrategia Universidad 2015 y las distintas convocatorias de los Campus de Excelencia Internacional, pretenden desarrollar la formacón universitaria atendiendo a criterios de calidad y adecuación social, en el contexto del marco europeo y de la nueva sociedad del conocimiento”. Pilar Laguna
“Al ser empresas las principales demandantes de estudiantes formados para atender su necesidades, aquellos deben tener algo más que decir en los planes universitarios correspondientes”.Vicente Condés “La universidad utiliza procedimientos desfasados y sin tener en cuenta el desarrollo del alumno”. Valerie Guillotte
“Las prácticas pueden considerarse una signatura más, pero deja existir beneficio mutuo cuando las empresas se aprovechan contratando estudiantes para realizar trabajos del que sacarán muy pocos conocimientos”. Paloma Martín “La colegiación como sistema de control de las buenas prácticas profesionales es un sistema “La exigencia en los centros universitarios útil y bueno tanto para los profesionales como debería ser mayor”. Enedina Calatayud para la sociedad”. Santiago Escribano “Dificilmente podrá hablarse de exigencia excesiva cuando en todos los rankings internacionales publicados, las primeras universidades españolas aprecen en lugares excesivamente rezagados”. Josefina Giné
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La orientación preuniversitaria En un momento en el que el estudiante se ve envuelto por una nube de interrogantes ha de encontrar respuestas. ¿Qué capacidades poseo y puedo potenciar, que estudios tienen más salidas profesionales, a qué se dedica exactamente un profesional de tal sector, continuaré mi formación, opositaré, seré autónomo?… en definitiva a qué me dedicaré los próximos años de mi vida. Una decisión así da vértigo y marca toda la vida. El individuo ha de velar por el aprovechamiento adecuado de sus capacidades, habilidades y aptitudes. La elección ha de ser la correcta para evitar, entre otras cosas, engrosar los datos que reflejan el abandono durante los dos primeros años de universidad (entre el 30% y el 50%). El 36% de los estudiantes eligieron sus estudios por azar o porque se trataba de la carrera que ofrecía mayores salidas profesionales en lugar de basar su elección en motivos vocacionales o de habilidades personales.(datos Fundación BBVA).
En lo que afecta a cómo puede un preuniversitario tener conocimiento de sus capacidades personales para elegir en virtud de ellas y para fomentarlas, desde el punto de vista de la Decana Pilar Laguna, la figura del orientador y los gabinetes pedagógicos tienen un papel fundamental en la materia y las universidades trabajan activamente con dichos centros y con los responsables. Además, desde las universidades se definen los perfiles recomendados para cada titulación de forma que un preuniversitario conoce de antemano cuáles son las capacidades, habilidades y destrezas que son recomendados para cursar una titulación. Paloma, habla de la figura del profesor-tutor como aquel que puede conocer de forma cercana las carencias y destrezas del alumno; “es aquella persona de la que puedes aceptar un consejo”. Vicente Condés, en cambio, aboga por un programa de estudios en el que los dos primeros años sean comunes para cada rama educativa: “De esta manera esos dos años previos de formación general junto a un asesoramiento y seguimiento adecuado. Los tres siguientes serían para que el alumno terminase su especialidad con un mayor conocimiento”. Valeríe nos habla de la importancia de "entrar en contacto" con aquello a lo que un universitario desea dedicarse. ¿Cómo? A través del contacto con los profesionales y las profesiones, así como la asistencia a jornadas de orientación y formación. “La educación actual es muy técnica, no incide en el ámbito del autoconocimiento y debería desarrollarse desde que somos pequeños”, apunta.
“Un programa de estudios en el que los dos primeros años sean comunes para cada rama educativa” Los profesores Calatayud y Escribano están de acuerdo en que la vocación en un factor determinante, pero esto afecta a una pequeña minoría, destacando a los estudian-
tes de ciencias de la salud. Ambos formulan una crítica: “No existe un sistema de información fiable que permita al alumno afrontar esta decisión con un mínimo de garantías”, considera Santiago. Enedina, por su parte, opina que el sistema de información debe perfeccionarse e institucionalizar la información a los alumnos preuniversitarios.
“Es importante reflexionar sobre la influencia familiar”
En cuanto a los aspectos que afectan a la elección de estudios, Pilar Laguna distingue entre dos tipos de estudiantes; por un lado los que desean estudiar y por otro los que tienen dudas. Para el primer grupo recomienda que la elección se base en motivación y vocación, (de la misma opinión en Jesús María Terciado aunque apunta los resultados académicos como aspecto de especial relevancia). En cuanto al segundo grupo, según Pilar, puede facilitar e influir en su elección, conocer las salidas profesionales del mercado laboral. Paloma como estudiante universitaria defiende que ha de existir un equilibrio entre las capacidades que tiene el alumno y los puestos de trabajo donde son valoradas con el fin de acertar o aproximarse lo más posible a una adecuada elección. Doña Valerie, advierte en la gran influencia de los padres un elemento peligroso en el momento de orientarse hacia unos estudios. Es importante reflexionar sobre la influencia familiar ya que en la mayoría de las ocasiones tendemos a hacer lo que hemos visto en nuestras casas. “Los padres ocupan un papel importante en la educación, por eso deberían tener una visión más abierta. La idea fuerza es orientarnos hacia lo que de verdad nos apasiona”, apunta Valeríe.
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Desde el punto de vista de Josefina Cambra los elementos más relevantes en la elección de los estudios son la escuela, la familia y el propio estudiante. “La escuela, tiene el deber de orientar, atendiendo sólo a lo que es mejor para el alumno. La familia, desde una perspectiva socio-económica, debe calibrar su capacidad para soportar el esfuerzo económico que requieren determinados estudios. El estudiante, por último, durante el bachillerato tiene la ocasión de conocer y valorar sus propias aptitudes y capacidades y debe ser plenamente consciente de que será sobre sí mismo sobre quien recaerán las consecuencias buenas o malas de su acierto o desacierto”.
LA ESCUELA “debe orientar atendiendo sólo a lo que es mejor para el alumno”. LA FAMILIA “debe calibrar su capacidad para soportar el esfuerzo económico que requieren determinados estudios”. EL ESTUDIANTE “deberá ser consciente de que será sobre sí mismo sobre quien recaerán las consecuencias buenas o malas de su acierto o desacierto”.
La oportunidad única El concepto de "oportunidad única", quizás más acuñado en ofertas comerciales, nos da conciencia del periodo perecedero y transitorio por el que pasa un estudiante universitario. Hace alusión de forma paralela, al conjunto de circunstancias que generalmente se conjugan para hacer de ese momento espacio-temporal el más adecuado por las capacidades, ilusiones, habilidades o por la ausencia de grandes responsabilidades económicas o familiares del estudiante. Podríamos decir que es un recuerdo al carpe diem del poeta romano Horacio pero en una versión actualizada. Fructificar, formarse, rendir, aprovechar, proyectar o mejorar, son los sinónimos entre los que se encuentra la "oportunidad única", que hoy damos al "carpe diem".
“El estudiante no tiene conciencia de oportunidada única, a pesar de que desde distíntos ámbitos se les recuerda” La opinión mayoritaria sobre el concepto de "oportunidad única" nos ofrece un panorama negativo aunque todos ellos evitan las generalizaciones. Pilar Laguna considera que, en rasgos generales, el alumno no tiene conciencia de estar viviendo una oportunidad única a pesar de que desde distintos ámbitos les es recordado; "su propia familia, los profesores de institutos y de universidades, el mercado laboral o la propia la sociedad". Esa conciencia está muy vinculada, en palabras de Vicente Condés a la madurez personal. Enedina y Don Santiago, más vinculados con en el ámbito de los estudios de ingeniería, rompen con la visión negativa sobre la carencia del sentimiento. "Creo que hay conciencia de oportunidad perecedera en los estudios de ingeniería en mayor medida que en el resto de estudios a pesar de que el porcentaje de alumnos que piensa de esta manera descienda cada año como consecuencia del planteamiento erróneo de los alumnos en el momento de elegir la carrera". Paloma, habla de un sentimiento al que llama responsabilidad por correspondencia; "si los padres están pagando a cambio de la formación universitaria, sobre todo si la cantidad es relativamente alta, uno se siente en la obligación de corresponder de alguna manera y, así, aprovechar 4
mejor esa oportunidad que se les ofrece". Josefina Cambra considera que los déficits que al respecto pueden presentar algunos alumnos, dependen de sus características personales, por lo que las generalizaciones han de ser administradas con cierta cautela.
“La gran mayoría de los estudiantes se plantea la formación de una manera conservadora” Valerie apunta, sin embargo, que el problema es la falta de reflexión personal y es que "en muchos casos los alumnos estudian porque "tienen" que estudiar, casi por obligación, como si se tratase de un camino marcado que no se replantean, por eso no ven en ello un valor añadido". Concibe una idea distinta el presidente de Cepyme, Jesús María Terciado. Él apunta que la formación universitaria siempre ha estado bien valorada en España, “tiene muy buena imagen social y de ello son conscientes tanto los orientadores como los propios alumnos”.
La excelencia universitaria La Excelencia Universitaria va de la mano de la Estrategia Universidad 2015 (EU2015), iniciativa promovida por el Gobierno de España, que siguiendo los parámetros del plan Bolonia, se dirige a la modernización de las universidades españolas y a la promoción de las mejoras en la eficiencia y eficacia de la gestión académica y económica así como la contribución a la promoción del nuevo modelo social y económico. De esta manera, el propósito es que las universidades estén mejor preparadas académicamente, sean más eficientes y estén más internacionalizadas.
¿Qué es para tí la Excelencia Universitaria? Un elemento fundamental para alcanzar la excelencia es el aseguramiento de la calidad, a través de la evaluación tanto individual como colectiva. Las agencias de calidad de la educación superior son las que evalúan los programas formativos, al personal docente y los sistemas de gestión de las universidades. Esto ayuda a todo el sistema universitario español a mejorar la calidad de su oferta y a promover la eficiencia y eficacia. (Pilar Laguna) Tal vez sacar una carrera en los plazos previstos con notas altas, y con una formación adecudada al mundo laboral. (Paloma Martín) Es un sistema de competitividad entre universidades. (Enedina Calatayud) Es la capacidad de provocar el impacto positivo económico y social en el entorno. (Jesús Mª Terciado) Para mi es hacer gente de bien, es decir, que tenga la cabeza bien amueblada tanto intelectual como emocionalmente . (Valerie Guillotte) Un invento para destacar unas universidades sobre otras y al mismo tempo poder recaudar mas financiación de las Administraciones Públicas. (Santiago Escribano)
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¿Está la excelencia universitaria al alcance de la universidad de hoy?
¿Cómo alcanzar la Excelencia Universitaria? ¿Exige la universidad por encima de las capacidades del alumno? La exigencia universitaria se podría poner "en tela de juicio" por diversos motivos: la masificación de las aulas, la falta de formación básica previa del alumno, la preocupación de algunas instituciones educativas por mantener una matrícula para garantizar su situación financiera, la carencia de interés del alumno o la competencia directa con otras actividades que se producen en el mismo momento que las clases, como son las actividades de entretenimiento o el trabajo. Ante la pregunta sobre si la universidad exige por encima de las capacidades del alumno, Paloma, estudiante de la Universidad Complutense de Madrid, responde contundente, "creo que un alumno ofrece más cuanto más se le exige". Valerie Guillotte, considera que la universidad exige, no por encima de las capacidades del alumno, sino de forma inadecuada y, por ello, las capacidades de los alumnos son desaprovechadas: "la universidad utiliza procedimientos desfasados y sin tener en cuenta el desarrollo de cada alumno". El problema que aprecia Pilar Laguna se enmarca en el ritmo de desarrollo de los estudios ya que "no es igual para todos los estudiantes de una misma titulación, pues cada uno se incorpora a la universidad con unas capacidades, habilidades, destrezas y conocimientos, que son su punto de partida y que condicionan su futuro". Simpatizan con la idea tanto Santiago Escribano como Vicente Condés quienes consideran que es evidente que algunos alumnos empiezan carreras que no son las mejor ni más adaptadas a sus habilidades.
"La universidad no exige por encima de las capacidades lógicas que debe pedir para una ingeniería", considera Santiago, "otra cosa es que muchos de los alumnos intenten estudiar una ingeniería sin tener capacidad para ello". Aspecto que podemos relacionar con la falta de conocimiento personal o autonocimiento. Para determinar la veracidad o no de ese supuesto desfase en la exigencia universitaria, habría que tomar como referencia al propio universitario. Jesús María Terciado basa su aportación en hechos objetivos; "para acceder a la universidad es necesario obtener unos determinados resultados académicos y pasar unas pruebas de evaluación que demuestran que el alumno está capacitado". En este sentido, se parte de datos encaminados a favorecer la igualdad y la homogeneidad, no de la capacidad. Enedina, es de la opinión de Josefina, “la exigencia universitaria, en cualquier caso debería ser mayor en los centros universitarios”. Afirma Josefina que "difícilmente podrá hablarse de exigencia excesiva cuando en todos los rankings internacionales publicados, las primeras universidades españolas aparecen en lugares excesivamente rezagados".
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La adecuación de los estudios a la empleabilidad En palabras del Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, tras su intervención a mediados de febrero en la presentación del estudio realizado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que llevaba por título "la universidad española en cifras 2010", desechó la idea que se viene arrastrando desde la implantación del Plan Bolonia, sobre "la mercantilización" de las personas. Todo lo contrario, el Ministro de Educación hizo especial hincapié en la importancia de adecuar la formación al empleo como respuesta a las necesidades sociales. Sin embargo, según datos del estudio realizado por la Fundación BBVA sobre la materia, los estudiantes españoles perciben aún un desajuste importante entre la formación universitaria y las exigencias propias del mercado laboral.
Pilar Laguna considera que no es necesaria la adecuación de la formación al empleo pues "si el objetivo fuese únicamente proporcionar empleo a los estudiantes, es cierto que cuanto más acorde sea la formación al puesto de trabajo demandado por la empresa, mayor será la empleabilidad, sin embargo, la universidad tiene además un papel importante en la creatividad, en la investigación, en el liderazgo o en el emprendimiento". No obstante, apunta Pilar, que el estudiante puede potenciar competencias en la universidad que son valoradas por las empresas ya que en el diseño de las nuevas titulaciones en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior, cada grado describe con detalle todo un conjunto de competencias. Competencias tanto generales como específicas que el estudiante alcanzará al finalizar sus estudios y cuya incorporación de competencias viene incentivada por el objetivo de mejorar la empleabilidad. Paloma define como retraso que los cursos que se imparten en las universidades no se puedan escoger tanto en ingles como en español. "Creo que la formación universitaria, además, debería ser lo suficientemente general y práctica como para abarcar los conocimientos necesarios para llegar a todo tipo de empresas", apunta.
diseñado con la participación de los colegios profesionales, en otras, la formación práctica presenta grandes deficiencias. No obstante, es partidaria de proponer soluciones impulsando las prácticas a través de la administración y de los colegios profesionales.
“Es fundamental formar para el empleo, si bien la formación universitaria es mucho más integral” Vicente Condés considera necesaria una mayor implicación de otros entes, especialmente, de la empresa: "Creo que se debe hacer un esfuerzo para adaptar las licenciaturas a lo que demanda la sociedad. Al ser empresas las principales demandantes de estudiantes formados para atender sus necesidades, aquellas deben tener algo más que decir en los planes universitarios correspodientes.
Valerie, por su parte apunta que en muchas universidades el conocimiento que se ofrece es puramente teórico y que apenas existe formación práctica. Desde una visión más empresarial, el presidente de la CEPYME, define como fundamental formar para el empleo, "si bien, la formación universitaria es más integral", puntualiza. Enedina, se muestra conforme con la necesidad de formar con vistas al empleo, trata de manera acentuada la importancia de formar también como personas a los universitarios. Josefina Cambra apunta las deficiencias latentes en la formación práctica argumentando que mientras en unas pocas disciplinas existe un itinerario de "prácticas" bien
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El impulso del talento desde la universidad y la empresa "En el momento actual, con la importancia que tiene la sociedad del conocimiento, la atracción y retención del talento es una de las prioridades de las empresas y los países pues se considera una fuente de innovación y mejora de la competitividad". Las palabras de Pilar Laguna, Decana de la Facultad de Ciencias jurídicas y sociales de la Universidad Rey Juan Carlos, invita a plantearnos cuál es el papel que tiene la universidad y la empresa en el ámbito del impulso del talento. Pilar considera que, en este sentido, la universidad es preactiva, pues "desde las universidades y con el apoyo de la empresa, incentivan y abren convocatorias cuya finalidad es encontrar a los mejores estudiantes, a través de Premios Fin de Carrera, Premios a Jóvenes Investigadores o al Mejor Estudiante de Intercambio Internacional". Josefina, un tanto más crítica, considera que "la atención que la universidad y la empresa presta al descubrimiento y el desarrollo de los talentos es directamente proporcional a la calidad y el nivel tanto de las universidades como de las empresas". Es decir, en este momento el nivel de unas y otras es manifiestamente mejorable" Afirma Jesús María Terciado, sin embargo, que la gestión de conocimiento es de gran valor para las empresas ya que su principal recurso es el capital humano.
"¿Conscientes de la importancia del talento?". Responde afirmativamente Vicente Condés, sin embargo, "falta sintonía en la forma de tratarlo", pues existen iniciativas que fomentan e incentivan su desarrollo, pero son iniciativas sueltas. "No hay sistematización que conduzca a una adecuada eficacia. Es más, creo que el desarrollo del talento, la innovación y la creatividad ha de comenzar en la guardería".
En la universidad y la empresa "el liderazgo o la competitividad son aspectos más valorados que el talento”.
El talento se incentiva más en la universidad que en la empresa, pero menos en la primera de lo que debiera ser, considera Santiago. No obstante, tanto él como Enedina coinciden en que el talento no tiene gran relevancia en nuestros días en contra de la visión general. "El liderazgo o la competitividad son aspectos más valorados que el talento. "Los títulos sin talento no sirven de nada". Desde la universidad y gracias a los nuevos planes de estudio, con el Proceso de Bolonia se espera el reconocimiento del talento ya que la formación se centrará en las competencias. En cuanto al impulso y reconocimiento del talento, "En la universidad los alumnos pueden aplicar sus capacidades y talento, pero la empresa se ha deshumanizado", considera Valerie.
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El enriquecimiento profesional Comunmente se habla de conceptos como la formación continua, aprendizaje permanente o formación a lo largo de la vida. En el marco de la revisión de la directiva 2005/36 sobre Reconocimiento de Cualificaciones Profesionales, cobra fuerza el concepto Desarrollo Profesional Continuo (DPC) entendido como: la mejora constante en conocimientos y técnicas, desarrollo de habilidades, actitudes y valores, en un área profesional determinada, con el fin de que el profesional vaya adaptándose a las necesidades cambiantes del entorno y adquiriendo un bagaje profesional acorde con el sector en que se desenvuelve.
Vicente Condés, habla del Desarrollo Profesional Continuo, asunto enmarcado en el ámbito de los colegios profesionales, con la matización de un condicionante previo: "si los colegios profesionales aseguran que el DPC alcanza los niveles y las materias adecuadas, entiendo que estarán jugando un papel fundamental". Santiago otorga también importancia al ente del que parte el DPC. Confiesa que se trata de una idea muy positiva, pero se ha de evitar la exclusividad del desarrollo de esta propuesta al sector colegial, procurando ampliar su ámbito de actuación también a la universidad y a otras instancias. "Éstos entes pueden cumplir perfectamente con los objetivos de mejora continua de los profesionales". En favor de la idea de Desarrollo Profesional Continuo, pero disconforme sobre quién lo impartiría, Enedina apunta que el DPC es necesario pero que ha de ser realizado por otros entes ya que, según ella, el colegio profesional no lo garantizaría. Valerie con una visión amplia sobre la formación a lo largo del tiempo considera que "el colegio profesional debe estar atento a las necesidades del colectivo que engloba y en esa línea tiene que contribuir a la mejora de estos profesionales que deben reciclar continuamente sus conocimientos desde diferentes fuentes".
es fundamental para el desarrollo del mismo" mientras que Pilar Laguna apunta el desarrollo profesional continuo como uno de los pilares del Espaco Europeo de Educación Superior: "parte fundamental del Espacio Europeo de Educación Superior es la promoción y defensa del aprendizaje permanente a lo largo de la vida, que al igual que el desarrollo profesional continuo, se ha convertido en una herramienta necesaria para la mejora de la competitividad, favoreciendo la capacidad de empleo y la adaptabilidad de los trabajadores”.
“El colegio profesional debe estar atento a las necesidades del colectivo que engloba y en esa línea tiene que contribuir a la mejora de estos profesionales que deben reciclar continuamente sus conocimientos desde diferentes fuentes”
Ética y deontología profesional
¿Existe win-win entre la empresa y el estudiante? La experiencia laboral es un activo fundamental a la hora de contratar a titulados superiores, así lo consideran el 87% de los empresarios. El motivo es que Josefina Cambra, por su parte, considera que los colegios se desarrollan una serie de habilidades fuertemenprofesionales han de tener una presencia destacada en la te valoradas en el entorno propicio. Habilidades implantación de la formación permanente y su desarrollo, como el trabajo en equipo, la comunicación o la con la que se muestra completamente de acuerdo, "del capacidad de adaptación a nuevas situaciones mismo modo que la deben tener en la formación inicial", según datos del Eurobarómetro. expecifica. Es Jesús María Terciado quien retoma el concepto y el valor del talento para incorporarlo a su respuesta: "El DPC
A pesar de ello, el sentir general de los estudiantes es de una clara falta ética basada en la conveniencia por parte de la empresa. 9
Jesús María Terciado apunta la existencia de un beneficio mutuo entre empleador y empleado "pues el alumno gana la experiencia profesional mientras que el empleador gana la posibilidad de captar nuevos talentos". Pilar abarca con su respuesta ambas posturas siguiendo la línea del presidente de la CEPYME. En general, los estudiantes creen que no obtienen de la empresa lo que deberían (ni económicamente ni en condiciones del puesto de trabajo) y las empresas habitualmente reconocen que tienen que dedicar demasiados recursos a preparar a los recién graduados para desarrollar su labor en la empresa. "Sin embargo, para el estudiante es necesario encontrar un puesto de trabajo en el que desarrollar las competencias adquiridas durante los estudios y las empresas, necesitan mano de obra cualificada". Valerie evita hacer valoraciones concretas sobre el asunto. Plantea sin embargo las bases en las que deberían sustentarse ambos agentes implicados: "para que el periodo sea enriquecedor, debe existir compromiso y responsabilidad por ambas partes", comenta. Paloma califica las prácticas como una "asignatura más" y de experiencia necesaria a la par que positiva pero estima que "deja de existir beneficio mutuo cuando las empresas se aprovechan contratando a estudiantes para realizar trabajos que no necesitan ninguna formación y del que sacarán muy pocos conocimientos". Santiago identifica su postura con la de la estudiante de Administración y Dirección de Empresas, pues desde su punto de vista, "no puede existir equilibrio entre este binomio cuando los jóvenes que acaban sus estudios y se ponen a trabajar suelen pensar que están siendo explotados".
través de un adecuadol ejercicio profesional dentro de la deontología profesional. Las ideas coincidentes se van agrupando en parejas de dos. "La colegiación profesional se ha considerado un buen sistema de control para la práctica profesional, pero no es la única función del colegio. Ejerce una importante labor en cuanto a la formación continua a lo largo de la vida, de información y actualización y de apoyo en cuanto a otros servicios complementarios" explica Pilar.
“La colegiación es un sistema bueno y útil tanto para los profesionales como para la sociedad. El futuro dará la razón a esta afirmación" Vicente Condés y Valerie Guillotte coinciden en las bondades de todo aquello que suponga garantizar estándares, defender intereses, trabajar de forma coordinada, colectiva o asociativa, en general para el desarrollo profesional. Enedina observa que la colegiación profesional como sistema de control de las buenas prácticas es un sistema interesante pero del que estar pendientes de la "adaptación a nuevas situaciones" y "siempre y cuando se de un marco de aceptación voluntaria", añade Jesús María Terciado.
Santiago reconoce en la colegiación "un sistema bueno y útil tanto para los profesionales como para la sociedad. El futuro dará la razón a esta afirmación”, al tiempo que Josefina valora en gran medida esta función como garantía para la sociedad y el ejercicio profesional. Extiende su visión a la problemática en la que se ven "Las empresas sustituyen una mayor presencia en el envueltos actualmente los colegios profesionales diseño de una educación adecuada a sus necesida- consecuencia de las iniciativas legislativas que afecdes por invertir en los estudiantes una vez acaban tan a elementos esenciales de los mismos: "La difícil sus carreras con becas que suponen coste directo situación a la que se enfrentan actualmente los colepero que no llega al bolsillo del becado”, concluye gios profesionales es consecuencia de que la admiVicente Condés. nistración, de manera harto temeraria, está dinamitando unos diques de contención que, cuando ya no En materia de ética y deontología del profesional existan o estén excesivamente debilitados, la sociecomo garantía del ejercicio profesional, una espe- dad echará en falta, quizá ya demasiado tarde". cial mención recibe la protección de la sociedad a
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