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Conversaciones de Coaching
Abril 2015 nº 3
Editorial Queridos Lectores de Conversaciones de Coaching:
Dado que estamos atravesados por nuestro día, en este número he querido acercarles una reflexión sobre nuestra responsabilidad en la salud, nuestra y de los otros, los que me conocen sabrán porquè, y los que no solo deberán recordar que la salud es una buena base para la felicidad. Para ello, recordé un libro en donde Matthew Budd y Larry Rothstein, (“You are what you say”, en español, tu eres lo que dices), cuya introducción fue escrita por Patch Adams, (el mèdico que introdujo la noción de cuan terapéutica es la risa), y que trata precisamente la correlación entre el buen uso del lenguaje, como promotor de la salud, dicho libro, cabe destacar, está dedicado entre otros a H. Maturana, F.Flores y R. Heckler. Dicha obra toma como eje lo que ellos llaman: Los diez Virus Lingüísticos y que enumeran de la siguiente manera: No hacer pedidos, vivir con expectativas no comunicadas, hacer pedidos poco claros, no poner atención al estado de ánimo del pedido, prometer sin tener claro que fue lo que se nos pidió, no declinar pedidos (decir siempre que si), romper promesas sin cuidar el daño, degastando la confianza, tratar los juicios como afirmaciones o verdades, emitir juicios sin fundamentos rigurosos, y hacer aseveraciones y declaraciones fantasiosas. A juicio de dichos autores, con estar presente en la generación de acción desde nuestro lenguaje, simplemente no propagando esos “virus”, nuestra salud estará resguardada. En definitiva, lo que estos autores dicen es que si no estamos presentes en ser rigurosos con nosotros y con los otros a la hora de “lenguajear” diría Humberto Maturana, lo único que hacemos es hipotecar nuestro bienestar, creando inefectividad en nuestras relaciones y fricción en nuestros vínculos, con nosotros y con el otro., todo ello lo único que nos asegura será la creación de ánimos negativos y la pérdida de Bien-Estar para nosotros y nuestro metro cuadrado. Por ello, queridos lectores, mi invitación a priori, es pedir que estemos presentes en nuestras relaciones Lenguaje/Bien Estar, y que seamos plenamente responsables a la hora de sembrar y contagiar amor, felicidad, aceptación y comprensión para crear de manera efectiva el mundo mejor que queremos habitar. Que disfruten de la Revi!!!! Los abrazo. María
ESCRIBEN EN ESTE NUMERO:
Julio Olalla.
Irene Torres Hecker
Javier Carril
Rodrigo Fontana
Alejandro Marchesan
Diana Ajzen Wajsfeld
María Eva Baccaro
Sandra Munk
Leonardo Wolk
Juan Vera
Federico Sellés
Alejandra Álvarez Romero
Daniel Rosales
Lilian Maitino
Tomás Kawabata
Ricardo Melo
ATREVERSE A NO SABER Por Julio Olalla Vivimos en una era histórica enfrentada inevitablemente con temas a escala global, temas que nunca antes han sido enfrentados en la historia de la humanidad. El calentamiento global está cambiando los patrones climáticos, con muchas advertencias de consecuencias severas. Frente a llamados urgentes de reducir emisiones globales de dióxido de carbono, China está construyendo dos centrales termoeléctricas a carbón por semana. El debate acerca de “peak oil”—o cuando habremos consumido la mitad de las reservas de petróleo del planeta—se preocupa solamente de si ya ha ocurrido, o si ocurrirá pronto, y mientras tanto la demanda energética global se dispara y nuevas fuentes de energía no están preparadas. El “progreso” del desarrollo está resultando en la extinción de aproximadamente 150 especies cada día, reduciendo la biodiversidad, que es una medida clave de la resiliencia y estado de salud de los ecosistemas. Muchas de las pesquerías del mundo están tan agotadas que existe preocupación por la posible extinción de especies de peces claves en nuestra alimentación. El aumento en la población está llevando al límite los suministros de agua potable. Técnicas de la agricultura moderna están resultando en pérdidas masivas de suelos y de fertilidad. Se nos está terminando el planeta. La distribución de la riqueza en el mundo— en el 2000, el 1% de la población era dueña del 40% de la riqueza, y la tendencia era de una continuada concentración de riquezas para los ricos —continua aumentando la brecha entre ricos y pobres, una tendencia a inestabilidad futura. Un segmento cada
“¿Cuál es el tipo de pensamiento en el que estamos atrapados, y qué tipo de pensamiento nos permitirá abordar de manera productiva los desafíos de nuestra era? “
SOBRE EL AUTOR Julio Olalla es reconocido como uno de los fundadores y maestro en la práctica del Coaching Ontológico por la Federación Internacional de Coaching (ICF) . Es abogado de la Universidad de Chile, con formación en el campo de la Teoría del Lenguaje y la Educación. Julio Olalla es autor de los libros “El Ritual del Coaching” y “Del Conocimiento a la Sabiduría”
vez más grande de la población ya no puede pagar sus cuidados de salud o seguros de salud, incluyendo a 44 millones de Norteamericanos. El paradigma dominante del “conocimiento” es el de saber de manera analítica y mecánica, dejando afuera la sabiduría y el alma humana. El aumento de la riqueza y el desarrollo en las sociedades viene acompañado de índices más altos de depresión, enfermedades mentales y suicidio adolescente. Un reporte en el año 2000 demostró que el niño promedio Norteamericano reportaba mayores niveles de ansiedad que el niño promedio bajo cuidados psiquiátricos en 1950 . Nuestros esfuerzos para tratar estos temas hasta ahora han resultado en un aumento continuado de los problemas. Nuestras soluciones son inadecuadas. Creemos que estamos experimentando lo dicho por Albert Einstein: “No podemos resolver problemas utilizando el mismo tipo de pensamiento que utilizamos cuando los creamos.” ¿Cuál es el tipo de pensamiento en el que estamos atrapados, y qué tipo de pensamiento nos permitirá abordar de manera productiva los desafíos de nuestra era? Trataremos estas preguntas en una serie de artículos, y compartiremos con ustedes el resultado de décadas de reflexión nuestra y de nuestros colegas en torno a estas preguntas. Te invitamos a una conversación que es un cuestionamiento serio, no simplemente una discusión teórica de opiniones—es demasiado tarde para eso. El mundo y el futuro están en juego. Debemos mirar más allá de nuestras respuestas rápidas, obvias, cómodas y comunes. Debemos mirar con nuevos ojos, nuevo pensamiento, si queremos encontrar lo que nuestro antiguo pensamiento no nos puede mostrar. El espíritu de esta exploración debe comenzar con la sencilla declaración de que no sabemos cuales son las soluciones. Lo que más obstaculiza el enfrentar los temas reales en las crisis mundiales crecientes, es la arrogancia de nuestros éxitos del pasado y nuestro antiguo pensamiento. Sin embargo, el no saber es el lugar donde comenzar cuando algo nuevo debe ser inventado, revelado o descubierto. Debemos aprender a liderar con el no-saber como nuestro punto de inicio. A pesar de que no sabemos todavía las soluciones a los problemas principales de nuestra era, podemos empezar a expandir el espacio de posibilidades para abordarlos, mirando nuestras limitantes en cómo estamos comprendiendo estos problemas y sus posibles soluciones, explorando qué es lo que está realmente en riesgo, y buscando nuevos fundamentos para nuestro pensamiento. Al pensar de nuevo, podemos buscar nuevas direcciones para nuestras acciones.
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Podemos empezar con un par de observaciones de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Primero, la existencia de problemas a escala tan global son problemas que no hemos enfrentado nunca antes en la historia. Antes, todos los problemas de este tipo eran localizados, y en toda la historia de la ética nunca antes debimos enfrentar la posibilidad de poner al planeta entero en peligro. Nuestra capacidad de hacer algo así solo apareció en los últimos setenta años, con las armas nucleares, deterioro ambiental, uso global de recursos, calentamiento global, crecimiento de la población, y otros. No tenemos estándares históricos de ética para preservar el mundo y el futuro para generaciones futuras. No solo debemos desarrollarlos y vivir en consecuencia, debemos generar una nueva capacidad de producir soluciones globales a problemas globales. No estamos organizados para producir alineamiento global entre las naciones y poblaciones, y hasta ahora los problemas globales son considerados secundarios a los intereses locales. Segundo, la escala dramática de expansión del consumo, poblaciones, y expectativas de estándares de vida se está encontrando con un mundo finito de recursos. Nuestra respuesta para cumplir con la demanda del aumento en el consumo todavía es “crecimiento económico.” El crecimiento es la solución en la boca de todos, sin embargo claramente está aumentando muchos de nuestros problemas. Actualmente tenemos una fe extensa en la religión del crecimiento, la magia del aumento en la producción para cumplir con el aumento en el consumo y con la demanda de más trabajo para una población en aumento. El crecimiento ha producido muchos de nuestros problemas a escala global, sin embargo aún pensamos en “más” y “crecimiento” como la solución a estos problemas. Vemos que este pensamiento que generó nuestros problemas no resolverá los problemas, solo los empeorará. Necesitamos pensar desde una nueva dirección. Nuestra mirada es que la religión del Crecimiento es una amenaza, no solamente porque causa justamente el mismo problema que se supone resuelve, sino porque devela algo aún más amenazante—el cambio en el pensamiento de nuestra cultura de que los valores económicos tienen una supremacía no cuestionable sobre cualquier otro valor en nuestra sociedad. La respuesta actual a todos nuestros problemas es “crecimiento.” Sin embargo en el mundo biológico, aquello que crece sin límites y sin calzar en su entorno es un cáncer, una amenaza para todo el ecosistema. El imperativo de Más y Mejor ha superado lo Bueno—la buena vida sacrificada por la adicción a la vida mejor. Los indígenas de Bolivia lo han expresado bien, que antes de que los occidentales llegaran a sus tierras ellos vivían una buena vida. Y los occidentales destrozaron la buena vida en su búsqueda incesante de una vida mejor. Hemos confundido “más” y “mejor.” Los datos muestran que la economía de Estados Unidos se ha doblado en los últimos 30 años. Durante este período los ingresos reales del noventa por ciento inferior de los contribuyentes Norteamericanos disminuyó a medida de que las riquezas se concentraban en las manos de los que ya eran ricos. Sin embargo, los indicadores de felicidad y de una sociedad saludable han disminuido de manera sostenida, o han permanecido estancados durante el mismo período, con aumentos dramáticos en alcoholismo, suicidio y depresión. Este patrón se puede observar en otros países desarrollados también, incluyendo Japón, el Reino Unido y Chile. Nos hemos equivocado, confundiendo “más” por “mejor.” Entonces, ¿qué es mejor? ¿Qué es una economía sana sin ser adicta al crecimiento? ¿Qué es una buena vida? Aunque estamos planteando más preguntas de las que podemos responder en este artículo, las abordaremos a futuro en otros artículos, desarrollando nuestra exploración de los supuestos que nos han guiado, de los límites de este tipo de pensamiento, y de antiguas y nuevas maneras de descubrir nuevos caminos a un futuro saludable. Lo que sí podemos decir es que nuestra era histórica requiere un nuevo nivel de liderazgo, un liderazgo que toma responsabilidad por las consecuencias de su uso de poder a nivel global, y que toma responsabilidad con otros líderes y ciudadanos por el mundo que estamos creando con nuestra acción colectiva. Próximamente, exploraremos cómo nuestro pensamiento moderno analítico sobre la naturaleza, la ciencia, la predicción y el control es una dinámica de pensamiento que genera los mismos problemas que intenta resolver. Miraremos otros caminos posibles para abordar nuestros desafíos.Ω
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NO ES OTRA COSA… Por Irene Torres Hecker
Por allá por los 90s una de las principales empresas americanas de consumo masivo apostó a innovar con el lanzamiento de una cera de secado instantáneo para pisos, frente a la oferta disponible en ese entonces de productos que requerían de dos horas de espera tras su aplicación. Contra todo pronóstico de éxito rotundo entre las amas de casa, el producto tuvo un… ¡estrepitoso fracaso!!!! Recién en ese momento la empresa se abocó a acercarse a su cliente objetivo para explorar en profundidad las razones de tan desmoralizante resultado, sólo para descubrir que para las amas de casa aquellas dos horas de espera eran un beneficio muy deseable del producto ya que les permitía, sin necesidad de esgrimir argumentos, tomarse un tiempo para sí mismas. Me encanta contar esta anécdota cuando trabajo con equipos de innovación por la sorpresa que produce y porque a partir de ella puedo dar un mensaje importante: el mundo luce muy distinto “Desde el Jardín” (¿Se acuerdan de Jerzy Kosinski por allá a comienzos de los 70?), quiero decir observado por nosotros desde la silla de nuestro escritorio, lejos de lo que acontece “allá afuera”, y también “allá adentro” –de la cabeza y el corazón de las personas, clientes o segmentos objetivo de una iniciativa.
La innovación se enfoca en abordar problemas no (satisfactoriamente) resueltos y el potencial de la misma reside en hacer -por la vía de proponer soluciones diferentes y poderosas- lo que otros no han podido. “El problema” es entonces el elemento pivote central. De comprender éste en profundidad nacerá el éxito de cualquier propuesta de solución.
SOBRE EL AUTOR Irene Torres Hecker, es una consultora y coach venezolana residenciada en Chile. En los últimos 5 años se ha desempeñado principalmente en el área de innovación atendiendo iniciativas y proyectos de organizaciones en la región. Ingeniero de la Computación con postgrado en Marketing y MBA, su formación como coach se centra en el enfoque de la Ontología del Lenguaje, e incluye un Programa Avanzado de Cuerpo y Movimiento, Coaching de Equipos, y Programación Neuro-Lingüistica.
Es en ese momento cuando pienso que el coach tiene unos “secretitos” (bueno, no “secretitos”, es una licencia literaria) que quien incursiona en la innovación aún está por descubrir…Les cuento más: La innovación se enfoca en abordar problemas no (satisfactoriamente) resueltos y el potencial de la misma reside en hacer -por la vía de proponer soluciones diferentes y poderosas- lo que otros no han podido. “El problema” es entonces el elemento pivote central. De comprender éste en profundidad nacerá el éxito de cualquier propuesta de solución. Los problemas interesan en dos niveles, ése del “gran problema” (el agua en el planeta será insuficiente para el año 2050), pero sobre todo el nivel “micro” de cómo sufre o padece el problema un doliente específico (la madre residente de una población que recibe suministro de agua cada dos días y debe apañárselas para contar con ella para la higiene y nutrición de sus hijos), porque es en este último donde surge el espacio fértil para la innovación. Salimos entonces a explorar un problema en su nivel “micro” y para ello lo primero que debemos considerar es que éste existe en quien lo vive y en cómo lo vive…”allá afuera”. Primer “secretito” del coach (que cuánta falta haría poder tomar prestado “por estos lados de la innovación”): La pregunta poderosa, ¿Les suena?. Y ahí al ladito -¡oh sorpresa!- la escucha. ¿De quién? De un observador único y distinto. Los métodos son muy diversos pero las competencias son las mismas. Las mismas con las que nos adentramos en el quiebre de un coachee, las mismas con las que desciframos su coherencia integrando nuestra percepción de sus dominios. Para ilustrar el punto tomaré como ejemplo una herramienta desarrollada por la empresa de pensamiento visual XPLANE, llamada “Mapa de Empatía”, utilizada para registrar los resultados de procesos de indagación y observación “en terreno”, es decir en el entorno real de, y con, los individuos/grupos objetivo. En el mapa se organiza la información en cuatro grandes dimensiones, cuyo contenido finalmente se decanta en dos categorías: Esfuerzos – o dolores- que la persona padece y que tendrían que resolverse o evitarse, y Resultados –o beneficios- que la persona quisiera obtener, en ambos casos con la solución innovadora que se ofrezca a su problema. Las cuatro dimensiones nos dan una idea del ejercicio de indagación y escucha implícito en todo el proceso.
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Mapa de empatía (XPLANE)
Veamos en detalle las dimensiones del mapa:
¿Qué dice y hace la persona?
¿Qué piensa y siente?
¿Qué ve?
Qué escucha?
Si queremos responder de manera poderosa estas interrogantes, así como lo amerita el objetivo de conocer en profundidad el dolor o problema de quien lo padece, aparte de la atención a las preguntas propiamente, vale la pena poner igual cuidado en los siguientes dos aspectos:
Desarrollar nuestra escucha en todos los dominios básicos del individuo -lo que nos dice desde el lenguaje, lo que nos cuenta su cuerpo y naturalmente de qué nos habla la emocionalidad que lo acompaña.
Ejercitar todos los niveles de la escucha activa: la escucha de : - el sentido semántico de lo que expresa nuestro interlocutor - la inquietud de éste o su estructura de coherencia como el observador que es (aspecto anterior) -su intención positiva , o dicho de otra manera la escucha de “saber escuchar el bien”
Ya puestos allí, algunos de los escollos que enfrenta el innovador en su quehacer coinciden con los desafíos del coach en su ejercicio, por ejemplo:
Así como el quiebre que el coachee expresa en primera instancia puede enmascarar quiebres profundos que permanecen ocultos para sí mismo, las personas pueden no tener conciencia de sus necesidades latentes y por tanto no ser capaces de articularlas: el innovador no tendrá la mesa servida…
Así como el coach se topa con espectaculares narrativas con las que muchas veces “envolvemos” los hechos de nuestra vida, posiblemente como ayuda para seguir adelante, quien quiere innovar comúnmente interactúa con personas que tienen motivos y mecanismos para no revelar su verdadero sentir: surge la incoherencia entre lo que dicen, hacen, piensan y/o sienten y ya verá el innovador cómo se las arregla para “armar el rompecabezas”
Así como el coach observa y trabaja con la incoherencia entre lo que el coachee expresa en el lenguaje, el cuerpo y la emoción, también debe hacerlo el innovador con la mayor destreza para alcanzar la comprensión profunda del dolor que desea atender
Y, como el buen coach, el buen innovador tendrá que intentar que sus interpretaciones se remitan al observador que es ese otro y no a sí mismo.
Entonces, se me ocurre que no es otra cosa, tal vez con matices, sí, sino el mismo reto de conversar, escucharnos y querer entregar lo mejor de nosotros en servir al otro. Ω
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¡MI JEFE ES UN SAMURAI! CAPÍTULO 2. Por Autor: Javier Carril
Cuento extraído del libro “El hombre que se atrevió a soñar”, 20 cuentos de motivación y liderazgo, de Javier Carril. Ed. Rasche, 2014.
Después de tres meses, Carlos ya había investigado en Internet sobre los samuráis y lo había compartido conmigo. Me di cuenta de que mi jefe era un samurái moderno, y que practicaba no sólo los mismos ejercicios de los guerreros para ser los más efectivos con la espada. También el Sr Yang seguía a rajatabla el Bushido, el antiguo código del Samurái. Y en este sentido, a veces nos sacaba de quicio porque era realmente estricto con algunos valores esenciales.
"Luego comprendí, gracias al Sr Yang, que esta era la peor estrategia que podía desarrollar. Cada vez me daba más cuenta de lo burros que somos los seres humanos, de lo mucho que nos obcecamos en seguir nuestra propia y limitada ruta, sin probar nuevos caminos.”
SOBRE EL AUTOR Javier es Socio Director de Execoach, es profesor del IE Business School, obtuvo el Premio Excelencia Académica 2013. Es Coach Certificado PCC por la ICF (International Coach Federation). Y miembro de TopTen Management Spain. Autor de 3 libros: El hombre que se atrevió a soñar, Zen Coaching, y Desestrésate. Ha sido coach y formador de cientos de directivos y managers de empresas como Telefónica, Philips, Repsol, Banco Santander, Kyocera, Laboratorios Abbott, o Grupo Volkswagen
Por ejemplo, recuerdo que una vez me preguntó cuando iba a entregarle la presentación de mis ideas para mejorar el departamento. Me había dejado decidir la forma y la fecha en la que le presentaría estas ideas, al igual que al resto de mis compañeros. Yo había decidido hacer un Power Point con varias diapositivas, con el fin de impresionarle con mi despliegue. Y le dije una fecha. ¡Esa fue mi perdición! Cuando llegó el día, ni me acordaba de aquello. Estaba sumergido con mis urgencias y mis problemas del día. Esa semana estaba siendo realmente difícil contactar con los clientes y concertar alguna entrevista. Estaba desesperado y mi gran idea era hacer más de lo mismo, empeñarme en llamar más y más, y quedarme hasta más tarde. Luego comprendí, gracias al Sr Yang, que esta era la peor estrategia que podía desarrollar. Cada vez me daba más cuenta de lo burros que somos los seres humanos, de lo mucho que nos obcecamos en seguir nuestra propia y limitada ruta, sin probar nuevos caminos. El caso es que llegó el día en que me había comprometido con él y yo ni me acordaba de aquello. Llegó el Sr Yang a mi puesto de trabajo y me preguntó: -Francisco, ¿Cuándo vas a presentarme tus ideas para el departamento? ¿Recuerdas que quedaste en presentármelo hoy? -Ah…bueno, David….la verdad es que…emmm….
-No lo tienes preparado. -Bueno, sí tengo algo, aunque me gustaría perfeccionarlo un poco…si quieres, podemos verlo mañana, y así le doy una vuelta más…. Noté la mirada felina del Sr Yang penetrando en mi mente como si fuera una máquina de rayos X. Ahora no sonreía, estaba muy serio y su expresión me daba miedo, me inquietaba. Sentí que algo no iba bien. Pero el Sr Yang no gritó ni pegó un puñetazo en la mesa, como hacía el resto de directivos de la empresa. Simplemente, dijo: -¿Sabes lo que dice el Código del Samurái? -Eh…no…no lo sé. -Os dije que os lo leyérais… -Ya, pero…
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-El Código dice que cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en este mundo lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de dar su palabra. No ha de prometer. El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. “Hablar” y “hacer” son, para un samurai, la misma acción. Cuando dijiste una fecha, yo confié en ti y no volví a insistirte. Y ahora me dices que no lo tienes prepa-
rado. Y además, te comportas de modo absurdo excusándote y mintiéndome, porque tú sabes y yo sé que no lo tienes preparado y que mañana tampoco lo tendrás preparado. ¿Sabes qué significa cumplir con tu palabra de forma impecable y rigurosa? Significa Credibilidad. Significa confianza. Significa liderazgo.
No tuvo que decir nada más, no tuvo que subir la voz, ni tampoco tuvo que hacer gestos grandilocuentes. Pero me dejó hundido, porque tenía razón. No había cumplido con mi palabra, con mi compromiso. Me sentí tan mal, que desde entonces nunca más en mi vida he vuelto a incumplir mi palabra. No sólo con él, sino con todas las personas con las que me he cruzado. Tal fue la enseñanza, entre otras muchas, que recibí del Sr Yang. Y muchas veces, durante mi vida, le he agradecido aquellas palabras, aquellos ejercicios, porque han cambiado mi vida radicalmente. El Sr Yang se dio la vuelta y se fue a su despacho sin decir nada más. Yo estaba aturdido, confuso, no sabía qué hacer. Entonces, pasados diez minutos, me recompuse y fui a mi despacho. Me armé de valor y le dije:
-David…lo primero es disculparme. Lo siento mucho. Me he equivocado. El Sr Yang me miró con una expresión sincera y llena de compasión. Ahora entendía, ahora sentía el valor de la compasión. A pesar de lo mal que me sentía, eso me ayudó a afrontar mejor la situación. -Me comprometo a mostrarte la presentación terminada dentro de una semana, el martes. -¿A qué hora? -¿A las 10, por ejemplo? -De acuerdo, Francisco. Me lo apunto en la agenda. Ya sabes. Tu palabra vale mucho, muchísimo. Vale lo que tú vales. Si tú decides no darle valor a tu palabra, entonces tú tampoco vales nada. Y la palabra compromiso es una de las más importantes de nuestro vocabulario.
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A la semana siguiente realicé mi presentación. Había estado trabajando a conciencia, y eso se notaba. El sr Yang me felicitó efusivamente, porque en eso era también muy generoso. Cuando estaban las cosas mal, reaccionaba de modo equilibrado pero contundente, extremadamente riguroso y estricto. Sin embargo, cuando el trabajo estaba bien hecho, era muy entusiasta reconociendo y valorando el esfuerzo. El Sr Yang era una fuente inagotable de sorpresas. Otra de sus ideas fue ir a comer todos juntos a un reservado de un restaurante. Estábamos extrañados porque no sabíamos cual era la causa de este ritual. ¿Alguna celebración? Era posible, porque después de un año, habíamos logrado numerosos nuevos clientes para la empresa, y éramos la envidia de todos los departamentos. Pero el Sr Yang nos sorprendió una vez más. Una vez sentados, nos miró con esa mirada serena de gato sigiloso y vigilante, y nos dijo: -Esta cena es una forma de agradeceros el esfuerzo que habéis realizado durante este año. He aprendido mucho de vosotros, y ha sido maravilloso el trabajo que hemos hecho juntos.
“TODOS CONFIAMOS EN SU COMPROMISO. ERA UN AUTÉNTICO SAMURÁI, PORQUE ABANDONABA UN FABULOSO TRABAJO POR SU CONCEPTO DE LA ÉTICA Y DEL HONOR. YO NO SABÍA QUÉ ESTABAN HACIENDO LOS QUE DIRIGÍAN LA EMPRESA, PERO SEGURAMENTE ESTARÍAN COBRANDO COMISIONES A CLIENTES O PROVEEDORES, O INCLUSO COSAS PEORES.” SOBRE EL AUTOR Javier es Socio Director de Execoach, es profesor del IE Business School, obtuvo el Premio Excelencia Académica 2013. Es Coach Certificado PCC por la ICF (International Coach Federation). Y miembro de TopTen Management Spain. Autor de 3 libros: El hombre que se atrevió a soñar, Zen Coaching, y Desestrésate. Ha sido coach y formador de cientos de directivos y managers de empresas como Telefónica, Philips, Repsol, Banco Santander, Kyocera, Laboratorios Abbott, o Grupo Volkswagen
A mí me sonaba a despedida, y sentía la inquietud de mis compañeros ante sus palabras.
-Quería deciros que me marcho de la empresa. Por propia voluntad. He tenido numerosos desencuentros con el director general, le he manifestado mi desacuerdo con muchas decisiones que está tomando que considero poco éticas, y varias veces le he comentado al presidente que si no cambiaba la situación, me marcharía. Les di un plazo de un año y ellos no han variado nada su comportamiento. Así que me marcho. -Pero David, no puedes abandonarnos, te necesitamos…hemos aprendido tantas cosas de ti.- Dijo Clara. -Ya habéis aprendido lo necesario para volar solos. No os preocupéis, me necesitáis menos de lo que pensáis. Eso sí, siempre estaré ahí para lo que necesitéis: una llamada de teléfono, un correo electrónico, una comida de vez en cuando. Lo que queráis de mí. Prometido. Todos confiamos en su compromiso. Era un auténtico samurái, porque abandonaba un fabuloso trabajo por su concepto de la ética y del honor. Yo no sabía qué estaban
haciendo los que dirigían la empresa, pero seguramente estarían cobrando comisiones a clientes o proveedores, o incluso cosas peores. Siempre habíamos escuchado rumores de ese tipo, pero nunca se habían concretado. Ahora lo teníamos claro, nuestros dirigentes eran unos corruptos. Entonces el Sr Yang, al que se le notaba visiblemente emocionado, siguió hablando: -Os propongo para esta cena de despedida un último experimento. Vamos a cenar en absoluto silencio. Vamos a evitar hablar. Simplemente, nos concentraremos en el sabor de los alimentos, en la textura y aroma del vino, en la temperatura del agua…Tenemos la libertad de no tener que decir nada, sólo sentir y escuchar… escuchar el silencio, o el ruido de los platos y las copas…o incluso de nuestra respiración. Os pido que seáis conscientes al máximo de todo lo que suceda a vuestro
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alrededor.
¡Como era la última cena con el Sr Yang, ninguno de nosotros rechistamos ni pusimos pegas. Aceptamos su deseo y esa noche no dijimos una palabra más. Y la experiencia, de nuevo, me sorprendió. Fue especial y mágica. Nuestras miradas se cruzaban furtivamente, saboreamos la comida como nunca en nuestra vida, descubrimos nuevos matices en el vino, en las verduras, en la carne, incluso en el pan. Los aromas, las texturas, los sabores, los colores…todo se intensificaba y nos permitía descubrir una nueva realidad, llena de sensaciones poderosas, simplemente por el hecho de no hablar y centrarnos en la experiencia maravillosa de la comida, sin la obligación social de hablar con el compañero de enfrente. Era una nueva dimensión, y un nuevo aprendizaje gracias a él.
Cuando terminamos de cenar, salimos a la calle y parecía que algo había cambiado en el inter ior de todos nosotros, tan sólo en un par de horas. Uno a uno fuimos abrazando al sr Yang, emocionados y tristes, desconsolados. Yo estaba triste y al mismo tiempo rabioso. Sí, sentía un gran enfado con el sr Yang. Nos estaba abandonando, a su equipo, al equipo que había apostado por él durante todo un año, y lo había dado todo por él. Pocos días después le escribí un correo electrónico diciéndole: “Hola, David. Espero que te vaya muy bien en el futuro, pero a nosotros nos has dejado en la estacada. Nos sentimos desamparados y nadie nos ha comunicado nada respecto a nuestro futuro. Supongo que tus razones habrán sido de peso como para abandonarnos, pero podrías haber aguantado más por nosotros, tu equipo, que lo ha dado todo y ha confiado totalmente en ti como su líder. Sólo quería manifestarte mis sentimientos, y también los del resto del equipo.
Un saludo Francisco.” El sr Yang no tardó en contestarme, con copia a todo el equipo: “Hola, Francisco. Te entiendo muy bien. Sin embargo, yo tengo otra perspectiva. Sois un equipo fantástico, y muy maduro. Durante este año me habéis dado mucho, y he aprendido mucho de vosotros. Pero ya no me necesitáis. Aunque os resulte sorprendente, es verdad. No me necesitáis. Podéis volar solos sin mi ayuda. Yo os he dado todo lo que sabía y tenía. Creéme, seré más útil en otro equipo que esté sin formar, como estabais vosotros hace un año. Me necesitan más en otro lado. La dependencia no es positiva, y llega un momento en que cada uno debe emprender su propio vuelo. Este es vuestro momento, estáis preparados. Si no hubiera decidido marcharme de la empresa por los motivos que ya conocéis, me hubiera marchado a otro departamento de FSM para trabajar con otro equipo nuevo. Esa es mi filosofía. Trato de enseñar lo que a mí me han enseñado mis maestros, y cuando percibo que ya se ha interiorizado, me marcho para ser más útil en otro equipo. Como dije en la cena, estoy a vuestra disposición siempre que me necesitéis. En cualquier momento me podéis llamar o escribir. Siempre os responderé, aunque sea una semana después. Os irá muy bien en el futuro. Un abrazo afectuoso David Yang.” Un año después, cuatro personas desarraigadas y descentradas, agresivas y focalizadas en la competitividad insana, éramos ahora un equipo con unos valores comunes, con unas ideas muy precisas sobre nuestras prioridades, y con un rendimiento espectacular. Eso hizo que durante los tres meses siguientes, funcionáramos de modo autónomo sin un nuevo responsable. El presidente y el director general andaban peleándose con el resto de directivos para seleccionar el nuevo director de nuevo negocio. Mientras tanto,
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nosotros continuábamos con los muchos rituales e ideas que nos había enseñado el Sr. Yang. Y lo increíble es que nuestros resultados sin él no sólo no descendieron sino que aumentaron. El director general nos felicitó varias veces durante esos tres primeros meses sin jefe. Fue entonces cuando entendimos el último e-mail y la decisión del Sr. Yang. Él había cumplido un ciclo, formar un equipo de alto rendimiento, para después marcharse dejando su semilla para que creciera sola, y éramos nosotros los encargados de abonarla. Se marchó para dejar su semilla en otro terreno hostil. Desde entonces, y han pasado tres años, no he vuelto a ver al Sr Yang. Sí que intercambié varios e-mails durante estos años, pidiéndole consejo y contándole cómo me iba en FSM. Hoy ha sido mi último mensaje, en el que le comunicaba que me habían nombrado nuevo director de nuevo negocio de la empresa. Pero mis otros tres compañeros habían recorrido diferentes caminos, no menos interesantes: Clara se marchó a otra empresa a un puesto directivo, Manuel fue también ascendido a director de cuentas de nuestra empresa, y Carlos montó una pequeña empresa tecnológica y parecía que el negocio le iba estupendamente.
El Sr Yang había iluminado nuestras mentes, y esa luz nunca desaparecería de nuestras vidas, por muy difíciles que se pusieran las cosas. Gracias, Sr Yang…y hasta siempre. Ω
MENSAJES DEL CUENTO La mayoría de los directivos tienen mucho miedo a implementar nuevas ideas a nivel de dirección de equipos. Se pliegan a los convencionalismos y a las técnicas que les enseñan en los cursos de habilidades directivas. Pero esto no es suficiente. Si no te arriesgas y desafías el status quo, no lograrás nunca resultados extraordinarios.
Debemos desterrar la idea de que somos mejores que las personas de nuestro equipo. Eso nunca es cierto. El líder tiene la misión de transformar a las personas a las que lidera. Una vez realizada su misión, debe marcharse a otro equipo para continuar su labor, porque de lo contrario crearía profesionales dependientes y poco eficientes. El equipo sabrá aprovechar su semilla para seguir creciendo de forma independiente. Se trata de crear nuevos líderes, no de perpetuar tu poder. Pero para ello, es necesario que seas muy humilde, y que quieras realmente a las personas de tu equipo. Acoger incluso al escéptico y demostrar con el ejemplo lo que estás diciendo de palabra. Sobre todo, debes estar convencido de que tu principal labor como líder es la de servir a tu equipo, estar a su disposición para desafiarles, para corregirles sin aspavientos ni broncas, para reconocerles y valorar su esfuerzo, para enseñarles nuevas técnicas o ideas que mejoren su efectividad. Eso sí, siempre que tú mismo las estés realizando. De lo contrario, tu credibilidad se hundirá
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REMAR LA VIDA Por Rodrigo Fontana A lo largo de mi experiencia como remero de alto rendimiento he vivido situaciones gratificantes en demasía. No obstante, como este deporte me ha demostrado, no todo es color de rosas. Por momentos he experimentado altibajos, desafíos aparentemente insuperables y frustraciones de las cuales creí que no podría levantarme. Partiendo desde el comienzo, el remo es un deporte exigente, como tantos otros. Entre las aptitudes necesarias para practicarlo en un nivel de alto rendimiento, se necesita un nivel considerable de convicción, confiando en que los desafíos pueden ser superados, en que las zonas de confort necesitan ser inconfortables en determinados momentos para crecer, y en que las conversaciones internas al momento de entrenar y competir empiezan con “yo quiero, yo puedo”. Hablando del “yo quiero”, les quiero contar sobre mi experiencia remando en un equipo de remo de alto rendimiento. Los entrenamientos se realizan de lunes a sábados, con una duración de 2 horas aproximadamente, en la pista nacional de remo, ubicada en Rincon de Mielberg, Ciudad de Tigre. Los botes se conforman de múltiples tripulaciones según las necesidades del equipo y las destrezas de los remeros en cada embarcación.
“DURANTE ESE MES DEJAMOS GRATIFICACIONES DE LADO, SUFRIMOS, DISFRUTAMOS, NOS ESFORZAMOS, REUNIMOS UNA SINERGIA NUNCA ANTES VIVIDA POR NOSOTROS, EN POS DE UN OBJETIVO CLARO. LLEGADO EL DÍA DE LA COMPETENCIA, NOS UBICAMOS EN EL START , Y CUANDO EL JUEZ DIO LA SEÑAL, NUESTROS CUERPOS SINTIERON UN FUEGO QUE NUNCA HABÍAN SENTIDO ANTES.”
SOBRE EL AUTOR Rodrigo Fontana es Remero y Psicólogo deportivo, esta en camino a certificar como ACC.
Existen botes singles (de una sóla persona), botes dobles (de dos), botes cuádruples (de cuatro), y botes de ocho remeros. En toda esta historia se preguntaran que es lo que le corresponde al trabajo en equipo. Si, así es, en este caso el trabajo en equipo es fundamental, no sólo con la tripulación en el mismo bote apuntando al compromiso de ir a entrenar y ganar una coordinación de excelencia en la práctica del deporte, sino también apuntando a una equifinalidad de objetivos a corto y largo plazo. Los objetivos son internalizados por los remeros a través de la ayuda del entrenador (coach) donde a partir de conversaciones, trabajamos la congruencia entre lo que queremos, lo que pensamos, lo que sentimos, y lo que hacemos. Muchas veces mis amigos me dicen “ todavía seguís entrenando? Para qué? yo ni loco me levanto un sábado a las 6:30 am para entrenar”. Si yo lo pienso con una pisca de cordura, no, tal vez yo tampoco me levantaría un sábado a esa hora para hacer eso. Ahora bien, tengo la certeza de que para conseguir resultados extra-ordinarios, a veces hay que dejar la cordura de lado. Todo depende a que llamemos cordura: si perder la cordura significa abandonar el lugar, perder el “locus” (lugar, derivado del Latín) momentáneamente para lograr algo que quiero, saliendo de la zona de confort, tal vez esté dispuesto a hacer ese estiramiento. Les voy a contar una anécdota que viví hace unos meses atrás. Llegado fin de año, se acerca lo que se denomina “Campeonato Argentino de Remo”, una de las competencias más importantes a nivel nacional. Si bien yo me sentía seguro y entusiasmado para competir, había otros remeros más experimentados y con desempeños superiores en cuanto a tiempos de velocidad y potencia. Faltando 1 mes y medio para dicho evento, el entrenador se acercó a mi compañero de bote y a mí (debido a que conformo un bote doble), y nos dijo: si la próxima competencia alcanzan el primer puesto, van a correr el Campeonato Argentino de remo. Ante esta situación, nos miramos con el rabillo del ojo, y en ese instante nos entendimos a la perfección: queríamos salir primeros. Durante ese mes dejamos gratificaciones de lado, sufrimos, disfrutamos, nos esforzamos, reunimos una sinergia nunca antes vivida por nosotros, en pos de un objetivo claro. Llegado el día de la competencia, nos ubicamos en el Start o largada, y cuando el juez dio la señal, nuestros cuerpos sintieron un fuego que nunca habían sentido antes. Pasados los primeros 500 metros todos los botes íbamos muy parejos, no nos sacábamos diferencia, pero con el transcurso de las distancias algunos empezaron a claudicar. Faltando 100 metros para finalizar, estábamos 3eros en las posiciones, y en ese instante sentimos que el objetivo se nos escurría entre los dedos.
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En esos metros finales, con el poco aire que me quedaba, le dije a mi compañero “llegó el momento de dar todo”. Lo único que escuché fue que él me gritó “AHORA”, y faltando 25 metros la velocidad que implementamos fue tal que nos alcanzó para llegar al 2do puesto, a escasos centímetros del 1er lugar. Muchos dirán “bueno, tanto esfuerzo para un 2do puesto, si de los 2dos puestos no se acuerda nadie”. Por supuesto, esa es una forma de analizarlo, no es ni mala ni buena, simplemente es un análisis basado en resultados. Lo más sensato en ese momento con mi compañero, fue acordarnos de todas las horas y esfuerzo que dedicamos en esos meses previos a la competencia para lograr el objetivo planteado, dando por resolución que realmente dimos todo lo que podíamos dar. Con lo cual, nuestro análisis fue sobre el proceso, el recorrido hasta el resultado obtenido. Al bajar de la rampa de botes, el coach se nos acercó y nos preguntó a cada uno cómo estábamos. Por mi parte, le dije que estaba conforme con el rendimiento, tal vez no tanto con el resultado. Al escuchar esto, el entrenador nos dio la mano a cada uno en señal de saludo y nos dijo “señores, si yo evaluara solamente el resultado, no podría definirme como un Coach. Ustedes han hecho un esfuerzo que hace mucho tiempo no había visto en un remero de alto rendimiento, salieron de la zona conocida y pudieron entrar a una nueva, la que no tiene límites, donde el cuerpo y la mente alcanzan lugares jamás pensados. Teniendo en cuenta todo esto, señores, la semana que viene necesito una fotocopia de DNI de cada uno, porque, van a competir en el Campeonato Argentino de Remo”.
En definitiva, cual fue el resultado?, cambiando el observador, descubrimos que el esfuerzo había cobrado sentido. Ω
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“ARGENTINA NECESITA UNA VISIÓN” TIEMPO DE COMPROMISOS PARA UNA ARGENTINA POSIBLE Alejandro Marchesan Estamos acostumbrados a decir y a escuchar que, cuando algo no funciona o deseamos mejorarlo, es tiempo de cambios. Este tiempo de cambios despierta discursos y acciones que prometen una realidad diferente a la actual. 2015 es un año modelo para este devenir en la Argentina. Un año electoral donde los candidatos y sus propuestas presentan el cambio como eje de sus propuestas. Cambios con diferentes bordes, intenciones y aún ubicación, en el cuerpo de la propuesta respecto a lo que se hará en la condición de gobierno. Al observar las diferentes ofertas de campaña que, de ser elegidas, se transformarán en estilos y programas de gobierno, podemos distinguir - al menos - tres perfiles en cuanto a la relación con el cambio. Una que se atribuye ser la garantía de CAMBIO pero con cierta continuidad. Aquí prima un criterio de razonabilidad respecto a que pareciera ser que no todo puede estar mal y entonces el CAMBIO no será total sino que respetará aquellas cosas que funcionan bien. Párrafo aparte, para mencionar que este criterio de razonabilidad, hoy ya es un activo más destacado en la gente, la ciudadanía, que en los propios dirigentes políticos. Pareciera observarse que la gente está un paso más adelante que los políticos en cuanto a percepción y criterios de lo que hace falta y no tanto, en estos tiempos de la Argentina.
“¿Tendremos que elegir entre quienes se posicionan por la continuidad de lo existente con pinceladas de cambio y aquellos que declaran un cambio y rompimiento con lo vigente aunque con pinceladas de continuidad? ¿Serán esas nuestras únicas opciones? ” SOBRE EL AUTOR Alejandro Marchesán es Lic. en Ciencias Sociales y Humanidades. Graduado en Gobernabilidad y Gerencia Política. Neurosicoeducador. Máster Coach Profesional AAPC. Coach político y consultor en gestión publica. Director del CEOP y actual Presidente de la Asociación Argentina de Profesionales de Coaching.
Otra que manifiesta la vocación de CONTINUIDAD pero prometiendo realizar los cambios necesarios. Aquí el criterio ya es diferente. Garantiza continuidad de las cosas que funcionan (al parecer la mayoría) con la disposición de CAMBIO para solucionar las que no funcionan. Luego, una tercera que se encuentra (al menos en el discurso) un tanto confusa entre el CAMBIO que desea ser pero no puede ser percibido y la continuidad que no desea ser pero con la cual es vinculada. ¿Cambio con continuidad o continuidad con cambio? ¿Será este el nuevo bipartidismo que nos presenta la Argentina en este joven Siglo XXI? ¿Tendremos que elegir entre quienes se posicionan por la continuidad de lo existente con pinceladas de cambio y aquellos que declaran un cambio y rompimiento con lo vigente aunque con pinceladas de continuidad? ¿Serán esas nuestras únicas opciones? Pareciera que sí. A menos que podamos realizar un ejercicio de reflexión como ciudadanía que incluye también a quienes, desde su compromiso y vocación, se proponen para liderar y gestionar los destinos de una Argentina que, con sus estados provinciales y municipales, reclama desde emociones encontradas, algo diferente.
¿Diferente a qué? Las respuestas a esta única pregunta podría ocupar el resto del artículo. Pero esa no es la intención de la pregunta ya que, de hacerlo, quedaríamos atrapados en el mismo laberinto del cual deseamos salir. La invitación es a ensayar una reflexión que nos guíe a la posibilidad de algo diferente. El trasfondo de los párrafos anteriores, nos han mostrado que las propuestas de los líderes, candidatos, plataformas de partidos y coaliciones a nivel nacional, provincial y locales, comparten, metafóricamente, “un mismo ADN y los mismos dispositivos de gestión” ¿Cuál es ese ADN? Ese ADN es la promesa de arreglar la ARGENTINA que encuentran. Este ADN, es más elocuente en el discurso de CAMBIO con Continuidad que encarna la así llamada oposición. Aquí predomina la noción de dar una vuelta de timón de 180 grados para hacer las cosas bien en clara referencia que hace mucho tiempo que no se hacen o nunca se hicieron correctamente.
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Mencionan que no se han hecho bien en cuanto a educación, seguridad, economía, energía, marginación, libertad de expresión, política exterior y seguramente algunas otras que completan un escenario totalmente deficitario en cuanto a la gestión del estado. Todo a casi todo hay que arreglarlo ya que, de acceder al gobierno, encontrarán un país “roto” Desde la vereda opuesta, persiste el ADN pero menos elocuente en el discurso al postular CONTINUIDAD con Cambio, donde, los candidatos que son parte del espacio o proyecto que gobierna, sostienen que hay que seguir haciendo las cosas bien y mejorar aquellas cosas (suelen ser pocas) que necesitan ser profundizadas. Aquí todo o casi todo funciona muy bien y la labor se resume a pequeños giros del timón al proyecto. Nunca de 180 grados ya que sería una contradicción insostenible hacia adentro del espacio y hacia la atenta comunidad que mira con atención la coherencia o falta de ella y, como mencionamos anteriormente, con una percepción de lo que está sucediendo que la pone un paso delante de quienes se ofrecen para gobernarla. Los ciudadanos, hoy intuimos que, en el decir de Niklas Luhmann (1927-1998), la confianza es el elemento cohesionante, base de toda organización social y reductor, junto con la comunicación, de toda inseguridad e incertidumbre que nace de la complejidad. Complejidad que pasa a ser el tema relevante para superar en conjunto. Hoy la ciudadanía intuye que el camino es este y tiene la expectativa que los líderes y candidatos compartan tal intuición y desde allí organicen su discurso y propuestas. Parece ser que no alcanza con decir que se arreglará la Argentina que se encuentre y menos aún continuar con ella. ¿Qué sucede con los políticos que siguen hablando igual y proponiendo lo mismo? En este momento traemos a la reflexión la cita atribuida a Leonardo Da Vinci al decir “No estamos ante una época de cambios, sino ante un cambio de época". Con el permiso literario y habiendo citado la fuente de tal idea, propongo una síntesis que signifique que el tema no pasa por un tiempo de cambios sino por un cambio de tiempo. ¿Cuál es la diferencia? En principio muy grande ya que no se trata de realizar cambios que arreglen la Argentina sino pensar en el tiempo que la Argentina está viviendo y en especial en la Argentina de aquí a 10 años. Hay un cambio de tiempo. Y los cambios de tiempo (o de época en el decir de Da Vinci), son más ontológicos que instrumentales, más generativos desde el lenguaje que explicativos, más innovadores desde la acción que resolutivos, más conectados con la trascendencia que con la mera y necesaria supervivencia personal y colectiva. Atravesamos y vivimos un tiempo que reclama pensar, proponer y comprometernos con la Argentina de aquí a 10 años y ya no solo realizar propuestas por la Argentina que hay que arreglar. Eso es inevitable de realizar. Pero necesitamos despertar y tomar consciencia que no alcanza. Por supuesto que la gestión tiene coyuntura y un hoy de necesidades puntuales. No obstante y sin abandonar la responsabilidad de atender tales desafíos, hay uno más grande y sustentable. Ya no solo hablar de la Argentina que van a arreglar sino de la Argentina que van (los dirigentes) y vamos (la sociedad en su conjunto) a dejar después de 10 o 15 años. Los seres humanos solemos pensar cómo vivimos. Vivimos en una sociedad insegura y pensamos desde ese contexto. Vivimos en una economía incierta y comenzamos a pensar, organizarnos y comportarnos conforme a ese marco. No pocas veces de una manera egoísta y fragmentada desde una cultura de primero yo y los míos para después pensar en el conjunto. Al contrario y volviendo a Luhmann, si la confianza fuese el elemento cohesionante de la producción y la economía, vamos a pensar de una manera distinta y capaz de superar los desafíos que siempre están presentes en un tejido social sano.
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En un cambio de tiempo (más grande y poderoso que un tiempo de cambios) la propuesta es comenzar a vivir como pensamos y ya no más pensar cómo vivimos exclusivamente. ¿Qué es esto de vivir como pensamos cuando hablamos de Argentina? Es vivir comprometidos con una Visión de país, con una Argentina del 2025 digna de ser vivida y convivida. No sin desafíos pero si con ciertas líneas rectoras que nos permitan superarlos en conjunto. Dice el proverbio que “Solos podremos llegar más rápido pero juntos más lejos” Es comenzar a vivir conforme a la construcción de una Argentina cohesionada por la confianza y un modelo de comunicación que fortalezca la cultura del encuentro y la interdependecia por el bienestar común. Es lograr que juntos pensemos y nos comprometamos con una visión de país en un Cambio de Tiempo y no solo seguir proponiendo y gestionando algunos cambios en la misma Argentina sin garantía alguna que los problemas vuelvan una y otra vez a repetirse. Se le atribuye a Victor Hugo () la frase “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”. Le ha llegado el tiempo a la idea de un diseño de país. Ese país que no queremos arreglar sino crear y generar, donde muchos problemas que son recurrentes, ya no tengan lugar ni sentido. Hay problemas en nuestro país que tienen décadas y los repetimos una y otra vez por no tener un diseño de país que los diluya. Un diseño basado en la diversidad y no el pensamiento universal (único verso) de unos pocos.
"Le ha llegado el tiempo a la idea de un diseño de país. Ese país que no queremos arreglar sino crear y generar, donde muchos problemas que son recurrentes, ya no tengan lugar ni sentido.” SOBRE EL AUTOR Alejandro Marchesán es Lic. en Ciencias Sociales y Humanidades. Graduado en Gobernabilidad y Gerencia Política. Neurosicoeducador. Máster Coach Profesional - AAPC. Coach político y consultor en gestión publica. Director del CEOP y actual Presidente de la Asociación Argentina de Profesionales de Coaching.
La democracia del siglo XXI tiene que poder generar los espacios más amplios de participación y construcción de país. Democracia es mucho más que introducir un voto en una urna cada dos años. Ese, paradójicamente, puede ser el acto más egoísta de la misma democracia ya que podemos estar votando para apoyar nuestros propios intereses sin pensar en un país para todos. Un país donde por ejemplo la confianza, comunicación, unidad, interdependencia y compromiso social, político y empresarial sean elementos constitutivos de una Argentina que tiene una Visión de país y desde allí gestiona y administra temas del convivir ciudadano como la educación, la salud, la convivencia, la cultura, la seguridad, la economía y todos aquellos temas que hacen a una nación con desarrollo sustentable. Hellen Keller decía: “La persona más triste del mundo es aquella que tiene vista pero no visión” En tanto y en cuanto no tengamos una visión de país, la tristeza será – más o menos manifiesta – la matriz emocional predominante de nuestra sociedad. Podemos sumar a esa tristeza otras emociones como la bronca, el resentimiento por las desigualdades que genera un país sin una visión compartida, el desánimo y pudiendo llegar a la desesperanza y resignación pensando que no hay posibilidad para algo diferente. “…la Argentina es así…” solemos escuchar con tristeza. La Argentina puede ser diferente y “quiere” ser diferente. Está “cansada” que digan de ella lo que ella no es. Por eso “La Argentina nos pide una Visión” … necesita una Visión que ella misma, por sí misma, no puede hacer. Argentina necesita líderes y políticos que en su compromiso, vocación y propuestas, no solo hablen de la Argentina que van a arreglar sino de la Argentina que van a dejar. Un líder sin visión es un gerente con mucha vista. Argentina necesita políticos, empresarios y gerentes con mucha vista pero en especial con la capacidad de ver lo que aún otros no ven. De expandir, en el decir de Fernando Flores “…el horizonte de posibilidades…” Lideres con una poderosa visión que evoque el compromiso ciudadano para construir juntos esa Argentina que es posible.
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Esa Argentina que no es ni pretende ser perfecta pero si digna de ser vivida y convida y que desde su tejido social cohesionado, sano y fortalecido se pueda hacer cargo y superar los desafíos de ser una nación integrada, generosa y sustentable de la cual estemos orgullosos como ciudadanos, más allá de las convicciones y espacios de participación que, también con convicción y orgullo, somos parte. En este cambio de tiempo, Argentina nos pide una visión que sea de todos. Esa visión que nadie podría decir “No, no me interesa”. Por el contrario que sea propiedad de todos y no de algunos en particular, menos aún por la circunstancia de ser Gobierno. Luego sí, y ejerciendo su responsabilidad, que los gobiernos propongan esas políticas propias que generen las grandes líneas y objetivos estratégicos para facilitar los cambios necesarios que atiendan la coyuntura. Pero también, en el marco de la visión de país, que den continuidad y fortalezcan esas políticas de estado que promueven el desarrollo sustentable como nación. No podemos conformarnos con tener un sueño de país con los ojos cerrados, esperando que al despertar haya sucedido. Bienvenida entonces la idea de una visión para la Argentina. Ese sueño con los ojos abiertos y los pies en la acción. Bienvenido el cambio de tiempo. Un tiempo de construcción de esa Argentina que es posible.
Bienvenido este Tiempo de Compromisos para una Argentina 2025 Posible. Ω
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COACHING CON VISIÓN UN MODELO QUE ROMPE PARADIGMAS Y QUE NOS ENSEÑA A VER MAS ALLÁ DE NUESTRA VISTA. Por Diana Ajzen Wajsfeld
Hace unos años, sentada ante una mesa en la oscuridad total tuve la posibilidad de ver más allá. En ese momento, atendida por meseros que a pesar de no ver, servían una comida completa sin derramar una gota de líquido o tirar un plato, surgió una posibilidad de innovar, de ir un paso más lejos y a la vez, hacer historia. Este fue nuestro primer “abre ojos” ya que a partir de ese momento tuvimos la oportunidad de convivir durante varios días en diferentes escenarios con personas que habían perdido la posibilidad de ver con los ojos, pero que tenían una visibilidad profunda del ser humano. Aprendimos de ellos que eran capaces de manejar y equilibrarse en un velero, sintiendo el viento y la moviendo con destreza el timón, que poseían un nivel de escucha y de confianza que provenía de vivir día a día con una pérdida y haber salido delante de ella en primera instancia aprendiendo a tomar fotografías en una organización llamada “ojos que sienten”, sus fotografías de nivel profesional han sido exhibidas en museos y en colecciones privadas alrededor del mundo.
“Tuvimos que innovar y tener sesiones con ellos dinámicas y participativas, cargadas de emocionalidad pero también de un fuerte compromiso por parte de todos a lograr que se convirtieran en coaches excepcionales.”
SOBRE EL AUTOR Diana Ajzen nació en la Ciudad de México un 12 de junio de 1955, es Licenciada en educación Especial y tiene maestrías en Pedagogía y en Coaching En su trayectoria profesional ha sido maestra y coordinadora en varias universidades y es socia fundadora de dos empresas especializadas en liderazgo y coaching A trabajado con múltiples empresas y organizaciones nacionales y globales como coach, capacitadora y consultora. Participa en forma voluntaria con organizaciones enfocadas en el empoderamiento de las mujeres en la ONU. Ha desarrollado programas de capacitación en múltiples ocasiones y su más reciente aventura es la de trabajar en capacitar como coaches y especialistas en liderazgo a personas ciegas.
En esta búsqueda de oportunidades para incorporarse al mundo laboral, nace la propuesta de capacitarlos como coaches y a partir de ahí inicia una nueva etapa de realización para ellos y para nosotros, los coaches que nos encargamos de capacitarlos en las competencias como tal.
Desde nuestra experiencia nuestro primer choque con la realidad fue que nuestros materiales que usamos con gran experiencia no nos servían de nada, todos eran sumamente visuales, videos, presentaciones, manuales… todos ellos quedaban en el desuso de la inutilidad. De ahí tuvimos que innovar y tener sesiones con ellos dinámicas y participativas, cargadas de emocionalidad pero también de un fuerte compromiso por parte de todos a lograr que se convirtieran en coaches excepcionales. Hubo momentos de desaliento, de risas, incluso de retos y hasta la fecha de hacer comentarios como vamos a ver que sucede cuando el cliente se sonríe y nosotros pensar “¿cómo podrían ver cuando esto suceda?”, nuestra sorpresa es enorme cuando los oímos en una sesión de coaching mencionar “que significa esa sonrisa que pusiste ahora” y el cliente (y nosotros sorprendidos) preguntar - ¿cómo sabes que me sonreí?, la respuesta de ellos con toda la ligereza es “por el cambio que VI en tu voz”. Esta sensibilidad extrema, la confianza en la vida con la viven día a día, esta presencia, esta escucha sin juicio, la empatía de la vivencia y la experiencia, son sólo algunas de las cualidades que identificamos en estas personas maravillosas. Nuestro siguiente reto fue el hacerlo sustentable, sacar una generación de coaches, donde los facilitadores y coordinadores trabajamos en forma voluntaria, donde las instalaciones fueron prestadas, funciona para un número limitado de ocasiones, si queríamos que esto fuera replicable y se mantuviera en crecimiento teníamos que ver en grande, que abrir posibilidades y buscar opciones fuera de nuestro marco de referencia natural, (si eso hacemos con nuestros clientes como no fungir con el ejemplo). Decidimos que tenían que suceder 3 elementos en forma paralela:
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1.
Buscar que los coaches que capacitamos tuvieran una fuente de ingreso en esta profesión
2.
Identificar formas de patrocinio para continuar formando nuevos coaches y sistematizando este entrenamiento para poderlo duplicar en otros países y con otras generaciones
3.
Incorporar la evaluación de inclusión y diversidad para las organizaciones para generar otros espacios de trabajo para ellos y en general para crear una conciencia de que la diversidad enriquece y ayuda a crecer en todos los sentidos a los sistemas.
En el primer rubro diseñamos con apoyo de consultores y horas de lluvias de ideas y de crear futuros un modelo que rompe totalmente con las estructuras del coaching tradicional y conjunta elementos de liderazgo básicos para cualquier persona que tenga personal a su cargo, es un modelo que permite a los coaches trabajar desde sus casas u oficinas en sesiones de 1 hora, donde primero actúan como proveedores de una competencia y después entran de lleno a hacer coaching.
Es un modelo dirigido a la primera línea de mando, a personas que en las organizaciones tienen una gran responsabilidad pero que por factores económicos, logísticos o de visibilidad pasan muchas desapercibidos en cuanto a capacitarlos en temas de liderazgo y de desarrollo humano. Son en general personas que por su buen desempeño en su responsabilidad anterior son elevados a algún nivel de mando, con gente a su cargo, pero con nulo conocimiento del manejo del conflicto, de dar reconocimiento u ofrecer retroalimentación. En este modelo, en eso es precisamente donde ponemos el esfuerzo, en estas competencias que aunque parecen irrelevantes, son las que promueven el cambio, donde la gente se compromete con los resultados no sólo individuales, sino de sus equipos y de la organización. Los resultados son evidentemente extraordinarios, al mejorar el clima laboral los resultados financieros mejoran en forma natural. Es un modelo donde todos ganan, los coaches pueden trabajar en lo que es su pasión y por lo tanto son sumamente competentes y eficientes y la organización puede atender en forma puntual, efectiva, con una inversión acorde a sus posibilidades y sustentable a sus mandos en el punto más fuerte de influencia tanta hacia dentro como hacia sus relaciones con proveedores y clientes
El segundo punto tiene que ver con conseguir patrocinios, ya que el enfoque de atender a una población vulnerable incorporándolos al medio laboral con una excelente capacidad de intervención nos abre las puertas para participar de programas internacionales que en este momento estamos gestionando. Este punto nos va a permitir continuar y expandir nuestra población de coaches y por lo tanto atender a cada vez más clientes en una masa crítica en constante crecimiento y expansión El tercer punto es el que más impacto tiene en el cambio de cultura y sistémico, en este punto es donde coaching con visión puede trascender y romper estructuras, creencias y paradigmas en una sociedad donde vemos la “discapacidad” como un eje de inmovilidad y un obstáculo insalvable, sin darnos cuenta que cada uno de nosotros tenemos nuestras “discapacidades funcionales” y aún así navegamos por la vida con la idea de que somos totalmente capaces, en una ceguera existencial que no nos permite superarnos al no poder identificarlas y trabajar en ellas. En este punto es donde la discapacidad de la ceguera se convierte en la capacidad de ver más allá de lo que nuestra vista “normal” nos permite.Ω
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DESAYUNOS DEL CLUB DEL SOCIO ICF ENTREVISTA A SANDRA MUNK Por Maria Eva Baccaro Entrevistamos a Sandra Munk (SM), creadora y coordinadora de los Desayunos del Club del Socio y directora de la comisión de membresía hasta febrero 2015 MEB: Buenas tardes Sandra, nos conectamos con vos ya que en varias oportunidades recibimos invitaciones a participar de los desayunos del Club del Socio que se organizan desde el capítulo argentina de la ICF. Nos pareció muy interesante la propuesta y nos gustaría que nos cuentes cómo surge la idea de los desayunos . SM: Un grupo de coaches, nucleados por el capítulo argentina de la Federación Internacional de Coaching (ICF) colaboramos en forma voluntaria para acompañar el crecimiento de nuestra querida profesión. Encontramos que en el marco de la ICF teníamos la posibilidad de seguir creciendo, perfeccionándonos en nuestra labor, armando redes, con estándares cuidados y un código de ética que nos referencie y que nos una a coaches de todo el mundo. Dentro de este marco, desde la Comisión de Membresía, de la cual fui directora hasta febrero desde este año, fuimos tomando contacto con nuestros socios a través de llamadas telefónicas, conversando en los eventos presenciales y recogiendo inquietudes a través de encuestas. Lo que encontramos en común en todas las respuestas fue la necesidad de COMPARTIR, ideas, miradas, inquietudes, REFLEXIONAR sobre nuestra labor como coaches, CONOCER LAS NOVEDADES y proyectos en los que se está trabajando en nuestra profesión, UNIR LAZOS entre toda la comunidad de coaches de la ICF, Capítulo Argentina.
Un grupo de coaches, nucleados por el capítulo argentina de la Federación Internacional de Coaching (ICF) colaboramos en forma voluntaria para acompañar el crecimiento de nuestra querida profesión. Encontramos que en el marco de la ICF teníamos la posibilidad de seguir creciendo. SOBRE LA ENTREVISTADA Sandra Munk es PCC, Se especializó en las áreas de: Procesos de cambio y desarrollo personal/ laboral. Resolución de conflictos personales, vinculares, laborales. Gestión de Proyectos Desarrollo de habilidades comunicacionales. Directora del Programa de Formación en Liderazgo y Coaching de la Consultora Cambio y Desarrollo . Mentor Coach del Programa de Formación de Coaches ejecutivos CEGO.
A partir de estas inquietudes, nos propusimos CREAR UN ESPACIO INFORMAL DE ENCUENTRO, para conversar y compartir temas e inquietudes de nuestro día a día como profesionales del Coaching y a la vez generar entre los asistentes UNA RED DE NETWORKING a través de la cual poder contar unos con otros contribuyendo al crecimiento de nuestra profesión! MEB: Con respecto a los temas que trataron ¿Nos podrías hacer una reseña? SM: Algunos de los temas que tratamos tuvieron que ver con:
Las tendencias del Coaching en el mundo. Cuáles son los parámetros que se manejan en relación al Coaching en otros países, cuál es su alcance e impacto en nuestra profesión en la Argentina
¿Qué entienden por Coaching las empresas cuando contratan Coaching? Conocer qué esperan las empresas cuando contratan a un coach, las problemáticas más comunes de las empresas, con qué herramientas cuentan para su abordaje y compartir qué parámetros toman en cuenta los que contratan coaches para su elección.
Conversando con nuestros líderes… sobre Liderazgo: *Cuál es la visión de la ICF respecto del liderazgo y su relación con el liderazgo positivo, inspirativo Liderando nuestra oferta profesional: Cómo transmitir nuestra oferta profesional de una manera simple y efectiva, al alcance de nuestros interlocutores, La identidad de marca del Coach como oferta de valor (COACH BRANDING) ¿Qué soy capaz de hacer en otros
ámbitos? ¿Cómo me puedo constituir en oferta por ejemplo para el mundo organizacional? ¿Cómo tengo que ser percibido por mi interlocutor para constituirme en una en una posibilidad para él?
Conversaciones éticas, código de ética y toma de decisiones, análisis de casos
El valor de la credencialización, pasos a seguir
Las 11 competencias, su valor en la práctica del Coaching
MEB: ¡Qué interesantes todas estas temáticas! Podrías contarme algunas de las conclusiones a las que se llegó en la investigación que me mencionas respecto de “¿Qué entienden por Coaching las empresas cuando contratan Coaching?” SM: En nuestro Desayuno de Abril tuvimos el gusto de contar con la Coach Organizacional Lic. Sandra Gutterman y su equipo, quien nos compartió interesantes datos y conclusiones de la encuesta que lideró en el 2013, como Directora de la Comisión de Investigaciones, a las empresas que se encuentran dentro del territorio argentino, acerca de qué entienden dichas organizaciones cuando contratan Coaching.
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Algunas de las conclusiones que surgieron de la encuesta fueron: * Un alto porcentaje confunde Coaching con consultoría o capacitación. * La mayoría de las empresas no contratan Coaching para la resolución de sus problemáticas por desconocimiento * Las empresas que contrataron Coaching consideran que el impacto dentro de lo esperado fue altamente positivo Otros desayunos que tuvieron mucha convocatoria fueron en los que estuvieron invitadas, nuestra presidente y vice del capítulo, Lidia Muradep y Lilian Maitino respectivamente. Tocamos temas relacionados con el Liderazgo desde la mirada de la ICF, el alcance de nuestra profesión en la Argentina y en el mundo, el futuro del Coaching, desafíos, el aporte de otras disciplinas al desarrollo del Coaching MEB: Qué interesante, podrías darnos más detalles con respecto al liderazgo? SM: Como característica de la conducta de Líder, surgió la importancia de la “congruencia” entre lo que éste piensa, siente y actúa y sobretodo “la transcendencia”, marcada por una frase que trajo un participante: “Dejar el mundo, mejor de lo que lo encontramos”. Vimos al Liderazgo, como la posibilidad que tenemos las personas de "hacer que las cosas pasen". Nuestra profesión nos invita a no quedarnos en las ideas, a concretarlas en acciones. Otra actividad muy interesante y, ya relacionada con liderarnos a nosotros mismos como oferta profesional, se dio en otros dos desayunos: en uno de ellos ahondamos en la mirada de la empresa para lo cual contamos con invitados especiales del área de RRHH y en el 2° trabajamos sobre coach branding, es decir cómo convertirnos y dearrollar en nuestra marca. MEB: Nos podrías compartir algunas inquietudes que hayan expresado los participantes a lo largo de los desayunos? SM: Dentro de las inquietudes que más surgieron, se encuentran:
Cómo cuidar la profesionalidad de nuestro quehacer como Coaches frente a otros usos que podrían desprestigiar la profesión (importante trabajar el código de ética en algún desayuno)
Cómo explicar el Coaching de una forma más simple y al alcance de nuestros clientes / futuros clientes. Rol del coach, qué es y que no es
La necesidad e importancia de dar a conocer la labor de la ICF en medios masivos
Encontrar un lugar en donde compartir y pensar nuestra profesión junto con otros coaches, frente a la sensación de soledad
Un espacio de contención, siento que trabajo en soledad, compartir angustias
Tenemos un campo fértil en el rubro pymes, necesitamos coordinar acciones
Importante distinguir cuando hacemos coaching, mentoring o consultoría.
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MEB: Y empezando el 2015, ¿Qué propuesta tienen? SM: Ahondar en nuestro “hacer” como coaches. Teniendo en cuenta que ya en el 2014 nos dedicamos prioritariamente al marco institucional, vamos a abrir un espacio en donde invitaremos a distintos profesionales de diversas ramas del Coaching a compartir su práctica y conversar al respecto. También brindaremos la posibilidad a nuestros socios, para que quienes lo deseen puedan hacer sus presentaciones Llamaremos a este ciclo: “PENSANDO NUESTRAS PRÁCTICAS” MEB: ¿Cómo nos podemos informar acerca de los desayunos , fechas, temáticas e inscribirnos para participar? SM: Pueden consultar el grupo de los desayunos en facebook, www.facebook.com/ groups/clubdelsocioICF Los eventos que se publican en la página de la ICF www.icfargentina.org A través del mailing que se hace desde el capítulo para informar a los socios de los diferentes eventos Quiero aprovechar esta oportunidad para invitarlos a participar de la Semana Internacional del Coaching (SIC) que se va a realizar del 18 al 22 de mayo. Si me permitís, no quisiera terminar esta nota sin antes agradecer a toda los coaches que colaboraron en los desayunos: Lidia Muradep, Lilian Maitino, Laura Zuvanic, Viviana Autran, Sandra Gutterman, José Estrada, Claudia Lalloz, Cristina Pietrantuoni y Mariano Pupkin SOBRE LA ENTREVISTADA
Sandra Munk es PCC, Se especializó en las áreas de: Procesos de cambio y desarrollo personal/ laboral. Resolución de conflictos personales, vinculares, laborales. Gestión de Proyectos Desarrollo de habilidades comunicacionales. Directora del Programa de Formación en Liderazgo y Coaching de la Consultora Cambio y Desarrollo . Mentor Coach del Programa de Formación de Coaches ejecutivos CEGO.
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Junto con este grupo de disertantes , quisiera dar una mención especial a la coordinadora logística de los encuentros, Patricia Bandin, y por su constante apoyo y colaboración a Mariel Graupen y Ricardo Melo, nuestro flamante Vice presidente de MKT,!! Y también a todos los coaches que participaron en los desayunos y nos aportaron su mirada, sus experiencias y sus inquietudes MEB: Sandra muchas gracias por este rato compartido, qué bueno lo que están haciendo! Muchas gracias por esta posibilidad de difundir este espacio que estamos brindando a nuestros socios. Estás invitada a participar cuando quieras!
Compartimos algunos testimonios de los asistentes a los desayunos
Norma Perel de Goldvarg “Te felicito Sandra por el nivel del desarrollo de los temas tratados y el clima de camaradería entre los participantes. El resultado fue un excelente encuentro y a pesar de problemas de superposición de actividades me gustaría poder asistir más asiduamente. Es un espacio magnífico para compartir”
Sandra Elizabeth Gutterman “Fue muy lindo para mi, compartir con mi equipo de investigaciones todo el trabajo que hemos realizado. Compartir, aprender, conocer-nos y seguir creciendo es uno de mis desafíos como coach. Gracias Sandra y Susana por su invitación.”
Gladys Benaim “Muchas gracias por el encuentro. Me parece un tema vital para el ejercicio del Coaching, y un excelente marco para compartir en equipo y conversar acerca de miradas y sugerencias para mejorar la tarea. Un beso” Mario Gomel “Han creado un maravilloso espacio de mutuo enriquecimiento. Son pocos los lugares donde se habla en forma tan transparente de las situaciones y dificultades de la tarea diaria y el mercado. Su tarea me merece una enorme valoración y tengo en claro que no es sencilla. La información también me ha sido muy útil. Gracias nuevamente. Va un saludo cordial.” Ω
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LA SUPERVISIÓN COMO METODOLOGÍA DE APRENDIZAJE: ¿POR QUÉ SUPERVISAR? ¿PARA QUÉ SUPERVISAR? Por Leonardo Wolk La supervisión en coaching es un proceso y una práctica que deriva del quehacer psicoterapéutico, adoptando en este campo características particulares y modalidades diferenciadas. Por ejemplo, en coaching trabajamos sobre lo manifiesto, lo observable, lo consciente; en psicoterapia nos dirigimos a lo inconsciente. No es lo mismo el abordaje de una depresión en psicoterapia que trabajar con un equipo instalado en una emocionalidad depresiva o desmotivada. Hace algunos años, en el campo de la psicoterapia se la consideraba como una supervisión; era concebida como un mecanismo de control de alguien que examinaba desde un lugar de poder o de superioridad lo que otro colega, menos experimentado, hacía con su consultante. Era una actividad reguladora o de vigilancia sobre cualquier posible desviación del profesional.
"La supervisión es una pieza fundamental en el ejercicio del coaching. En mi experiencia no basta haber certificado como coach. No es suficiente cuánto haya leído, estudiado o cuánto haya practicado..." SOBRE EL AUTOR Master Coach Professional (MCP) reconocido por la AAPCPCC Professional Certified Coach reconocido por ICF - International Coach Federation Autor de los libros “Coaching, el arte de soplar brasas” Gran Aldea Editores – Bs.As., Argentina – 2003
(Con su 10ª edición figura entre los 10 libros mas vendidos de management en la Argentina y 1º en publicaciones sobre el tema) “Coaching, el arte de soplar brasas, EN ACCIÓN” 1ª edición – 2007/ 4ª ed.2010 “Coaching para Coaches” Teoria y práctica de la Supervisión – 2013 .
Ese modelo de la supervisión entendida como el vínculo dentro del cual un terapeuta experimentado transmite conocimientos y vivencias ha regido por muchos años y en algunas instituciones o sociedades profesionales sigue vigente en la actualidad y se la considera como un procedimiento natural. Sin embargo, aun en el campo de la psicoterapia, esa modalidad fue cuestionada y modificada. Actualmente concebimos una perspectiva más dinámica de interacción con características educativas, orientadora, de formación y entrenamiento tanto conceptual como de práctica herramental que, superando la visión original centrada en el principio de autoridad y control, entiende la tarea de supervisión como un proceso constructivo en un contexto de mutuo descubrimiento de lo cual podrá derivarse una expansión en la práctica de la competencia del coach. La supervisión es una pieza fundamental en el ejercicio del coaching. En mi experiencia no basta haber certificado como coach. No es suficiente cuánto haya leído, estudiado o cuánto haya practicado en talleres y sesiones simuladas que, sin duda, son necesarias e inmensamente formadoras. Es en su práctica real donde ocurre la parte final de su aprendizaje y donde el profesional se consolida como tal. Esta etapa, determinante para el coach, es una travesía que debe realizarse con un guía soporte y acompañante. Por el bien del coacheado, por una cuestión de ética y responsabilidad, e inclusive por un bien hacia sí mismo, este camino conviene andarlo bien acompañado.
Los inicios de nuestra práctica profesional son emocionantes y a la vez desconcertantes.
¿Y ahora qué hago? No voy a poder, ¿cómo sigo?
¿Qué camino debo tomar?
¿Si el coacheado rechaza mis interpretaciones, qué hago?
¿Este es un caso para coaching o para psicoterapia?
De acuerdo con lo que aprendí en el curso debería hacer esto o aquello, pero ahora no estoy segura, ¿hay algo que no estoy viendo?
¿Se puede ser ontológico y sistémico?
Estas son solo algunas de las muchas preguntas frecuentes que suelo escuchar en las primeras consultas que recibo como supervisor.
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Me producen mucha ternura y entusiasmo porque me recuerdan a mí mismo habiendo estado hace unos cuantos años en ese mismo lugar, entusiasmado y asustado, cuestionando mis competencias. Y les confieso que no solo en pasado. Aún hoy, después de mucho andar, a veces debo discutir con el pequeño arrogante y omnipotente que hay en mí, para poder reunirme luego con mi grupo de pares y poner a su consideración y ayuda los interrogantes que me surgen. Sí, yo también continúo supervisando con otros y aprendiendo. A los jóvenes profesionales, coaches o terapeutas que al inicio de su ejercicio profesional se dan la oportunidad de tener supervisión, les llama mucho la atención la cantidad de cuestiones relevantes y significativas que siendo fácilmente visibles no son capaces –aún– de percibir. Ante esta situación también he visto y escuchado a muchos profesionales novatos que van perdiendo entusiasmo y confianza en su práctica diaria, dado que carecen de una adecuada orientación. Algunos, lamentablemente, vencidos por el miedo y la falta de confianza, abandonan la práctica. Otros, que consiguen trascender ese miedo inicial, destacan la gran seguridad que les da tener la oportunidad de revisar sus casos en un ambiente respetuoso, confiable y seguro. La supervisión es un espacio de interacción, reflexión y análisis crítico del proceso de coaching; implica la revisión y discusión de las sesiones realizadas por el coach en proceso de formación o ya certificado como tal. (1) Es una modalidad operativa de aprendizaje y también de profundización del ejercicio del rol de coach. Una buena supervisión requiere, sine qua non, una relación de mutuo respeto y un compromiso de apoyo bidireccional. El supervisado debe encontrarse muy cómodo para poder analizar sus intervenciones y fijarse en los aspectos más difíciles y controversiales, sintiéndose motivado y respaldado en su práctica, y alentado en su autocrítica. El supervisor es responsable de generar un contexto donde el supervisado pueda presentar sus miedos sin miedo y pueda traer sin pudor sus dudas y sus vergüenzas. El profesional coach necesita poder identificar sus aciertos y también sus errores; solo así los podrá corregir. Aprender implica una herida en la autoestima que deviene de la necesaria y auténtica declaración del “no sé”. El coach necesita precisar las interpretaciones que tiene o hace sobre el coacheado y sus problemas, afinar la escucha y la observación, recibir orientación sobre sus intervenciones y las técnicas o
(1)Observo con gran desconcierto cómo ante una falta de regulación y reglamentación de la práctica profesional se ofrecen cursos de formación para coaches que certifican en pocos días, arrojando al mercado laboral a supuestos coaches que no solo no han supervisado sino que ni siquiera han tenido la mínima práctica requerida. Ser supervisado es una práctica que debe comenzar como metodología de aprendizaje en el entrenamiento mismo de aquellos que aspiran a graduarse como coaches y no esperar para ello al momento de certificar o solo ante la aparición de situaciones consideradas difíciles.
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recursos que está usando, ampliar estrategias y adaptarlas a las necesidades específicas del caso, recibir una retroalimentación que posibilite profundizar un camino, desandar otro, replantearse una dirección, reparar un error, y que además afirme la seguridad en sí mismo. En otras palabras, el coach necesita darse la oportunidad de continuar aprendiendo.
Las funciones del supervisor Qué recursos y acciones son los más aptos para favorecer una buena supervisión?
SOBRE EL AUTOR
Escuchar y observar activamente.
Contener y sostener la ansiedad del coach.
Revisar el flujo de la sesión indagando en los tres dominios: verbal, corporal, emocional.
Brindar retroalimentación (feedback).
Proveer información.
Sintetizar y articular la información para clarificar la situación.
Profundizar en la exploración, comprensión e interpretación del discurso y problemática del coacheado.
Brindar modelos de intervención y asesorar en cómo enfrentar situaciones difíciles.
Repasar y revisar los conceptos y fundamentaciones teóricas que subyacen en las intervenciones del coach.
Chequear la coherencia de las intervenciones del coach con el modelo o perspectiva teórica desde la cual dice operar.(2)
Reflexionar sobre aspectos éticos.
Master Coach Professional (MCP) reconocido por la AAPCPCC Professional Certified Coach reconocido por ICF - International Coach Federation
Desafiar las hipótesis.
Focalizar diagnósticos.
Autor de los libros
Ampliar recursos y repertorios de acción.
“Coaching, el arte de soplar brasas” Gran Aldea Editores – Bs.As., Argentina – 2003
Sugerir herramientas y técnicas.
(Con su 10ª edición figura entre los 10 libros mas vendidos de management en la Argentina y 1º en publicaciones sobre el tema)
Favorecer aprendizaje experiencial (por ejemplo, haciendo role playing).
Plantear y fundamentar discrepancias.
Reflexionar sobre el contenido de la sesión.
Explorar críticamente las distinciones, estrategias e intervenciones del coach.
Revisar e integrar lo acontecido en la sesión en el marco del proceso general del coacheado.
Investigar y analizar los contenidos transferenciales del coacheado, así como los sentimientos contratransferenciales del coach.
Diseñar acciones posibles.
“Coaching, el arte de soplar brasas, EN ACCIÓN” 1ª edición – 2007/ 4ª ed.2010 “Coaching para Coaches” Teoria y práctica de la Supervisión – 2013
(2)He supervisado numerosos casos que supuestamente eran considerados desde una perspectiva ontológica, y en la
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práctica respondían más a un coaching por resultados. La orientación ontológica también procura resultados como destino final; lo que difiere es el camino por el cual llegar. En el pedido del coacheado o de quien nos contrata (muchas veces la empresa) se demandan y esperan resultados, pero desde la comprensión ontológica lo que procuramos no son meramente resultados sino producir aprendizajes a partir de una transformación personal. Transformar al observador.
El autoconocimiento en el rol del coach Los coaches, no menos que los coacheados, también debemos confrontar supuestos existenciales. El ejercicio profesional del coaching puede favorecer la actualización de situaciones conflictivas o procesos perturbadores del propio mundo del coach, que más allá del efecto que puedan producir en él, inciden sobre el coacheado en el curso de los procesos de coaching que llevan a cabo. Puede suceder que el relato del coacheado active recuerdos y situaciones de nuestra propia historia, y, si el coach no tiene claridad al respecto, podría hacer interpretaciones contaminadas o tóxicas para el coacheado. En muchas situaciones, el coach supervisor realiza intervenciones bien focalizadas para proteger al coach y al coacheado frente a condiciones disfuncionales que pueden interferir negativamente, distorsionando la observación del coach y contaminando el proceso de coaching. La supervisión implica no solamente un examen de las intervenciones del coach sobre el coacheado sino también, una exploración sobre la persona del propio coach. Todo aspirante a coach debe pasar por la experiencia de ser coacheado a lo largo de un proceso de coaching y, por lo menos durante los primeros tiempos de su ejercicio profesional, debería ser supervisado. Ambas experiencias, las de la supervisión y el coaching personal, son de un profundo aprendizaje.(3) Cualquiera que sea el rol que el individuo desempeñe en su actividad, las acciones que realiza se ven influidas por las características de su personalidad.
Cada persona –incluido el coach- tiene presencia a partir del tipo de observador que es. Cada uno viene con su modelo mental, con su sistema de creencias. Pero así como decimos que la belleza está en los ojos de quien la mira, también afirmamos que el observador modifica lo observado. Lo observado es observado desde el propio esquema conceptual referencial del observador El coach es también un observador que interviene y se involucra desde todo su ser. Ese ser está presente en toda interacción.
Lo personal impregna lo profesional “Cada uno está donde está para poder agregar otro ladrillo a la pared de las interpretaciones.” Talmud(4) Ser coach implica utilizar los recursos de la propia personalidad sumados a sus competencias profesionales o capacidades técnicas dentro de determinados contextos y circunstancias. Vivimos en mundos interpretativos. Y en un mundo de relaciones y redes de relaciones. El coach es parte de ese sistema donde se produce una multiplicación de relaciones y de interpretaciones.
Cada uno de nosotros construye un muro de interpretaciones y por ello es tan importante conocerse a sí mismo. Para “soplar brasas”(5) el coach deberá entonces, entrenarse en la práctica de una adecuada “disociación instrumental” que le permita discriminar lo expresado por el coacheado de las vivencias de su propio mundo interior, lo que evitará intervenciones contaminadas o tóxicas que muchas veces se hacen presentes. Coachear no es manipular. Coaching empieza con uno mismo, con la necesidad del coach de ser un observador de sí mismo, de aprender a gestionar su propia singularidad en lo profesional, familiar, laboral, social. Se trata de aplicar en nosotros mismos aquello que transmitimos a los coacheados. El coach es un ser humano con sus imperfecciones, sus deseos, sus ansiedades, sus conflictos, sus dudas, su libertad. En el decir de J.P. Sartre “estamos condenados a ser libres”. Uno es aquello que hace con lo que hicieron de uno. Esto significa hacernos cargo del libre albedrío, asumir responsabilidad. En el ejercicio de esa libertad, elegimos. También significa un desafío atreverse a la declaración del no saber; del dudar, del tener imperfecciones. Asumir esto posibilitará el aprendizaje, que es permanente. Aprender es confrontarnos a nosotros mismos, a nuestros miedos e incertidumbres; se trata de expandir transformándonos. Uno de los principales objetivos de la supervisión es profundizar y expandir el conocimiento de sí mismo del coach. En ese aprendizaje no solo se trabaja sobre el material producido por el coacheado sino que incluimos una tarea de profundización en la figura y el rol del propio coach. Es por ello que en las sesiones de supervisión de un caso enfocamos no solo en el discurso del coacheado sino también en el propio coach y lo que pasó con él o ella durante la sesión. En este camino del autoconocimiento la supervisión cumple muchas veces el papel de un proceso de ayuda personal para el coach que está supervisando. Este proceso debe distinguirse claramente de la psicoterapia personal, que requiere otra definición, otra finalidad y otro contrato.Ω
(3)En
los cursos de formación de coaches ejecutivos y organizacionales que dirijo los participantes deben pasar por un coaching personal como requisito, además de invertir en horas de práctica con supervisión. Durante la formación esas prácticas se realizan con compañeros de cursada y para certificar deben llevar un caso con un cliente no perteneciente al grupo. Este caso es presentado al finalizar en forma de ateneo. (4)El
Talmud es una obra que recoge las discusiones rabínicas sobre las leyes judías, tradiciones, costumbres, leyendas e historias. El judaísmo considera al Talmud como el registro de la tradición oral, mientras que la Torá (el Antiguo Testamento) es considerada como tradición escrita. (5)Véase
mi primer libro (Wolk, 2003).
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COACHING AL LIDERAZGO Por Juan Vera
He considerado siempre el Liderazgo como el resultado de un nivel de conciencia superior aplicada a una transformación intencional (buena o mala), por eso mi curiosidad (todavía a distancia, lo sé) por la disciplina del mindfulness, la conciencia plena. ¿Entendemos la conciencia plena como un nivel de vibración energética superior a la atención? No lo sé a ciencia cierta, sólo presiento cada vez más vivamente que este es un tema importante para quienes nos dedicamos al coaching, que es algo en lo que nos debemos preparar, sobre todo cuando nos orientamos al “coaching al liderazgo”, es decir a quienes lo ostentan o aspiran a tenerlo. Después de conversar con otro coach que está más cerca de estos temas, mi sobrino Juanjo Pineda Vera, escribí en mi cuaderno de notas: “En este punto aparece el poder de la meditación y a través de ella el despertar de la curiosidad y la posibilidad de la sanación” sin duda imbuido por sus palabras. ¿La sanación de qué? Dejo la pregunta abierta por ahora y me quedo con la idea de que estar atentos al mundo que nos rodea y a nuestro interior sólo es posible cuando habitamos emociones que lo permiten. Tiene que estar lejos el odio, la rabia, la codicia, la envidia, que focalizan
Es muy fácil obrar cuando creemos que lo que hacemos en la sombra nunca se va a saber. El coach tiene la obligación moral de traer el escenario de la transparencia ¿Cómo actuaría en un mundo completamente transparente? ¿Cómo actuaría si todo debiese ser explicado desde la “verdad” de nuestra intención? SOBRE EL AUTOR Juan Vera, español, Consultor Internacional en Estrategia Organizacional y Gestión del Cambio, Coach Político y Directivo desde 1.994, ha sido coach de 7 ministros y 11 subsecretarios de los Gobiernos de Chile. Dirigió la Escuela de Negocios ESDEN en Madrid entre 1987 y 1994, es socio Director de Gestacción Consultores, Dirige el Programa de Coaching y Política en la Escuela Europea de Coaching que se imparte en Madrid, México y Buenos Aires, con versiones en Santiago de Chile y Caracas.
la atención en lo odiado, en lo que consideramos injusto para nosotros, en lo codiciado o lo envidiado. Requerimos una emoción de paz interior que debe ser lo que hemos llamado estar en nuestro centro. Y ese centro del coachee debiera ser el centro del coaching.
Juanjo me dijo “cuando estamos en nuestro centro un eje se armoniza: Razón- Emoción- Intuición y podemos centrarnos en un Foco”. Todo esto para decir que, conforme avanzo en la experiencia de ser coach, se apodera de mí la convicción de que hacer coaching es un acompañamiento cuyo objetivo más profundo es provocar nuevas conversaciones interiores en el coachee en un espacio de paz y serenidad, en el que emerja su voz más auténtica desde los anhelos de su corazón. Creo que cuando eso nos sucede se aclaran nuestros pensamientos y surge la confianza y el amor por la vida que vivimos. Y también, desde que he ido transformando mi manera de ver el coaching, suele pasarme que aparecen libros, artículos, autores que responden a mi curiosidad de forma sorprendente. Por ejemplo hablaba recientemente con mi cliente y amigo Silvio García sobre el filósofo coreano Byung-Chul Han y en el prólogo de su opúsculo “La sociedad del cansancio” dice: “Tal cansancio no resulta de un rearme desenfrenado, sino de un amable desarme del Yo”. Sino de un amable desarme del Yo ¡Qué inspirador! Byung-Chul habla de un cansancio curativo, de ese momento en que el coachee (nosotros mismos) nos percatamos que estamos presos de obligaciones, responsabilidades, activismo y nos damos cuenta que sólo podremos salir si nos decidimos a un último esfuerzo, a buscar en nuestro interior y hacer ese amable desarme. Puede ser esta la respuesta a la pregunta que dejé abierta unos párrafos atrás: ¿La sanación de qué? Y sigo, anteayer una buena amiga me hizo llegar un resumen ejecutivo de libro de Otto Scharmer “Abordando el punto ciego de nuestro tiempo” que, en sus 7 capacidades para el Liderazgo para tener una plena presencia, indica como primera capacidad, la de “Contener el espacio: escuchar lo que la vida nos pide que hagamos” ¿Qué le pide “la vida que vivimos” a los líderes en este siglo 21 que se ha iniciado de forma tan turbulenta? Parece que no les pide repetir la historia, porque caminos muy diversos nos han llevado a sociedades en las que no somos felices, les pide abrirse sin miedo a otra forma de escuchar. Si esto les representa, si ustedes que lo leen, están de acuerdo, significaría que hace falta que nos replanteemos las capacidades de los coaches y su enfoque, para ser acompañantes de líderes.
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Recuerdo que cuando me formé en esta disciplina, ya hace más de 21 años, bromeábamos al final de los cursos con sketches que parodiaban la formación que habíamos recibido: Coach y coachee frente a frente en un ring imaginario y después de preguntas al modo de golpes directos, crochet, uppercut o swing llegaba un golpe puñalada, un hook y el coaching se producía cuando las lágrimas
anegaban los ojos del coachee. ¡Coaching, Coaching! Era el clamor de la sala como el que grita K.O., K.O. Hoy, más que lágrimas, que puede haberlas, creo que ese momento surge en el proceso de desvanecimiento de una ceguera, de una traba, de la desaparición de una compuerta que da paso a una voz que no escuchábamos, a una perspectiva que no veíamos y que hace posible una conversación interior que reconocemos como profundamente nuestra. Para ello puede ser que haya que enfrentar el lenguaje que hemos construido para defender lo que siempre hemos hecho, por ejemplo “centrémonos en lo estratégico”. Llamarle a algo estratégico es ponerle la etiqueta de adecuado, pero ¿Qué lo convierte en estratégico? ¿Que funcionó alguna vez? ¿En qué mundo? ¿Con qué personas? ¿Con qué tipo de clientes o ciudadanos? El coaching al liderazgo debe invitar al cuestionamiento de la búsqueda de fortalezas y debilidades, de oportunidades y amenazas, que tienen el riesgo de volver a hablar desde donde siempre hablamos. Hay un camino de preguntas anteriores para todos nosotros: ¿Desde dónde hablas? ¿A quién y a qué estás sirviendo? ¿Qué llamado te mueve? ¿Qué estás dispuesto a ver y escuchar? ¿Qué estás dispuesto a dejar en el camino? ¿Te asomarías a una cámara indiscreta en la que escucharas lo que piensan realmente de ti? ¿Y para saber lo que te piden? ¿Serías capaz de aceptarlo sin llenarte de juicios y respuestas invalidantes? Todo esto porque antes del Hacer hay que entrar en el dominio del Ser o si la táctica no lo recomienda, al menos en paralelo. Es muy fácil obrar cuando creemos que lo que hacemos en la sombra nunca se va a saber. El coach tiene la obligación moral de traer el escenario de la transparencia ¿Cómo actuaría en un mundo completamente transparente? ¿Cómo actuaría si todo debiese ser explicado desde la “verdad” de nuestra intención? Las conversaciones interiores de las que hablo son conversaciones libres, no comprimidas por las emociones que nos conducen a la escasez y a la sequía, para lograrlo puede ser necesario aceptar lo inasible, lo que hasta ahora no ha tenido explicación, puede ser necesario no caer en la tentación de envasar las nuevas dinámicas que emergen en el mundo en las antiguas vasijas de explicaciones. Abrirse a la conciencia requiere quitarse los viejos lentes que nos llevan a revisitar lo visto. Es una forma de desnudamiento, de aceptación de la vulnerabilidad al soltar eso que nos hemos acostumbrado a tener: ventaja ¿Cuánta ventaja necesito tener sobre los otros para liderar? ¿Implica ser líder tener esa ventaja para guiar a otros? ¿Podemos asimilar estas dos palabras: Líder y Guía? ¿Sirve hoy un Guía para abordar procesos transformacionales profundos? Una voz interior dice que no, pero nuestros patrones de conducta la desconocen, son sordos como eran ciegos los ojos que no veían. A ese interior que discute consigo mismo se dirige el coaching al liderazgo. Así lo estoy intuyendo y así quiero contarlo, para abrir la conversación que espero. Ω
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COACHES EN EMERGENCIA, SEGUNDO CAPITULO Por Federico Sellés
Para esta nueva entrega quiero presentarles a mi amiga y colega Alejandra Alvarez Romero, una coach que definitivamente promete dar que hablar en el futuro de la profesión. Hoy se encuentra haciendo coaching en organizaciones y coaching personal ademas de facilitando como co- entrenadora programas de aprendizaje vivencial. Vino a contarnos su experiencia a corazón abierto así que sin más, los dejo con sus palabras, gracias Ale, y hasta la próxima! Cuando mi amigo Federico Sellés me propuso escribir en esta revista lo primero que pensé y que le transmití fue “¡¿Pero yo qué voy a escribir con tantas celebridades y con semejantes trayectorias de los coaches que están escribiendo?!” Él me tranquilizó y me dijo que lo que me ofrecía, era un espacio para contar mi experiencia de lo que estoy atravesando, en mis comienzos como Coach Profesional”. En ese momento fue cuando nuevamente me observé y exclamé ¡¿Qué loco, no?! Porque desde que empecé a hacer este camino como profesional del coaching, siempre me plan
“El conocimiento que yo quería adquirir para “ofrecerme al mundo y estar capacitada” era interminable. Hasta que un día me dije: “Muy bien, como siempre vas a ser aprendiz, es el momento de también empezar a dar lo que tenés”.
SOBRE EL AUTOR Coach Organizacional- Coach Personal Entrenador Formador Docente
teé el hecho de “¿Qué tengo para ofrecer si en el mercado ya hay gente capacitada y con mucho más conocimiento y mucha más experiencia que la mía? ¿Qué puedo ofrecer que no esté en el mercado?
Estos fueron los interrogantes que surgieron cada vez que quise iniciar algún proyecto como Coach y muchas veces me impidieron concretarlos. Quiero contarles cuál fue (y está siendo) mi experiencia con esto… Cuando me formé como Coach, allá por el 2010, recuerdo que durante el cursado y en la certificación, los docentes nos decían que “La Formación como Coach era el primer escalón dentro de la profesión de Coaching”. Lo cual mi grado de responsabilidad aumentaba debido a que tenía en mis manos la calidad de Coach a la que deseaba aspirar. ¡Ok! Entonces… si este es el primer escalón ¿Qué clase de Profesional voy a ofrecer al mercado? ¡¿Qué voy a ofrecer si recién empiezo?!
SOBRE LA COACH EMERGENTE Alejandra Alvarez Romero es Coach
Así que mis años como aprendiz siguieron su curso y continué capacitándome: al año próximo inicié una capacitación para formarme como Entrenadora en Procesos en Liderazgo Personal, al otro año realicé una formación de Coaching Corporal, al año siguiente tomé cursos de PNL y de idiomas; y cuando me di cuenta, vi que pasaban los años y “nunca terminaba”. El conocimiento que yo quería adquirir para “ofrecerme al mundo y estar capacitada” era interminable. Hasta que un día me dije: “Muy bien, como siempre vas a ser aprendiz, es el momento de también empezar a dar lo que tenés”. Fueron tiempos en los cuales me pregunté “¿Cómo puede ser que cuando leo, por ejemplo sobre Desarrollo personal - ¡Puffff! ¡Y cuánto que hay escrito sobre este tema! - algunos libros me hicieron sentido y algunos no? ¿Cuál es el fenómeno que sucede cuando escucho varias veces decir algo pero aparece esa persona que lo dice de una forma que me estremece o me hace reflexionar? ¿En qué varió? Y la respuesta fue porque esa persona me llegó, ese libro que leí fue el que me llegó y tocó mi corazón.
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Entonces si esto me sucedió, probablemente haya muchas personas a las cuales yo toque su corazón, probablemente haya muchas personas a las cuales les voy a poder llegar, voy a poder asistirlos para que logren lo que desean, voy a poder tocar esa fibra, como alguien tocó o toca esa fibra en mí cada vez que me emociono frente a un darme cuenta o frente a un aprendizaje. Y ese es el diferencial.
Así descubrí que lo que podía dar a diferencia de los otros, de cada una de las personas que existen en este mundo, es QUIEN SOY, es esa la veta que me diferencia del resto. Creo que estamos para aprovechar esta forma de ser que nos caracteriza, que nos distingue; ese diferencial que tenemos como profesionales, como puede ser apasionados, amorosos, auténticos, comprometidos con el otro, con su crecimiento, con su bienestar, su felicidad, etc. ¿Quiero decir con esto que tu forma de ser le agradará a todo el mundo? No, probablemente haya personas que no les guste lo que hagas, que no les guste lo que hago, como a mí no me gusta todo lo que ofrece el mercado. Sin embargo hay muchos que me encantan. Entonces…¿Por qué no? ¿Por qué no puedo ser ese profesional que inspire a esas personas, que les pueda dar una palabra a través de una pregunta o una reflexión que los acerque a ese bienestar tan anhelado? Y estas preguntas sólo pude contestarlas y reafirmarlas con una sola cosa y fue HACIENDO: primero fue una sesión, otra sesión, y más sesiones, después fue una charla, luego un taller, y otro, y otro taller, y así... el mundo comenzó a conocerme y reafirmé que no existe otra forma para ser un Profesional más que en el “hacer”.
Mi recomendación, en lo que va de experiencia en estos años como coach es que HAGAS, te des a conocer. Hay alguien en el mundo que necesita escuchar tus palabras, necesita ver una posibilidad y vos vas a llegar a esa persona de alguna forma. No todo está dicho, no todo está escrito, la forma en que se dan las cosas no son siempre las mismas. Tuve el privilegio de haber tenido una charla con Elena Espinal, y dijo algo que me quedó grabado: “Alejandra, en el mundo hay muchos coaches, pero buenos, hay pocos”. Y frente a eso, declaré que mi responsabilidad era dignificar a mi profesión. ¿Cómo? Capacitándome y siendo cada vez mejor en esto que amo y ejerzo, pero desde una base: desde la persona que YA SOY, desde ahí parto, porque QUIEN SOY va a llegar a el corazón de alguien que está esperando escuchar esa palabra para hacerla propia y ese es el primer desafío por atravesar. Potenciar eso que ya tenemos, eso que ya somos, porque existe un mundo al que podemos ayudar.Ω
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¿PARA QUÉ COMPROMISO ESTAMOS ESCUCHANDO LOS ARGENTINOS? Por Daniel Rosales
Es mi propósito aprovechar la generosidad del tiempo que abre la lectura de un artículo para abrir un espacio reflexivo en quienes lo lean, no solo durante este tiempo dedicado, sino fundamentalmente a posteriori, en la búsqueda de transformar la reflexión en acción comprometida que genere resultados, tanto en el lector como en su universo relacional. Desde hace ya dieciséis años, cuando abracé la interpretación filosófica-biológica que trae a la mano la formación y el ejercicio profesional de un Coach Ontológico, sostengo el compromiso de difundirla a todos quienes me permitan compartirla, sean familiares, amigos, clientes, colegas del coaching con quienes trabajamos en el desarrollo de la profesión y, obviamente, los aprendientes que me dan la confianza y la autoridad de acompañarlos en su proceso formativo como coaches ontológicos profesionales. Este compromiso viene diluyendo “quiebre” tras “quiebre” (hechos fácticos o interpretaciones que puedan interrumpir el accionar hacia el compromiso declarado) con el propósito de que no se pierda, o quede sólo como alternativa teórica, esta mirada interpretativa del ser humano y su capacidad autopoiética y transformadora de las relaciones, la comunicación efectiva, el liderazgo en servicio y la coordinación de acciones, con el consecuente impacto en la calidad de vida, personal y social. Hace unos cuantos años escuché en un Congreso de Coaching a una colega manifestando, en referencia a las posibilidades de acción luego de certificar: “si no sabes qué hacer con eso que has aprendido…enséñalo”, recibiendo un divertido aplauso de la mayoría de los asistentes presentes. Fue uno de esos “quiebres” a que
“Los medios de difusión se encargan de reiterar una y otra vez hechos e interpretaciones acentuando la profundidad de la “brecha” que va separándonos más y más a los argentinos, abriendo heridas en el entramado social”
SOBRE EL AUTOR Daniel Rosales es ingeniero, es Fundador de la Asociación argentina de Profesionales del Coaching y fue su Presidente en el periodo 2012-2014. Es Socio Honorario y Director de RRII Presidente Fundación Escuela Latinoamericana de Coaching.
hice referencia anteriormente. Había mucho que hacer todavía para que el Coach Ontológico fuera reconocido como un profesional, y como tal, un especialista en una actividad laboral, con sólida y sistemática formación, con autoregulación del ejercicio de la misma y, por sobre todas las cosas, que brindare a la sociedad un servicio que aporte valor a la comunidad toda. Desde entonces, junto a quienes integramos la Asociación Argentina de Profesionales del Coaching (AAPC), venimos trabajando en construir la profesión de Coach Ontológico, con stándares propios de la mirada particular del Coaching que propone el abordaje constructivista, sistémico y ontológico. Integramos a quienes nos dedicamos a formar coaches tras un Programa común de competencias elaborado con el acuerdo de todos, extendimos el plazo de formación a dos años, dimos aval de la AAPC a quienes adoptaran ese Programa, unificamos a la comunidad de coaches a lo largo y ancho del país, dimos aplicación al Código de Ética que guía nuestro accionar profesional, hicimos sustentable nuestra Asociación y estamos elaborando la legislación que nos otorgue representatividad como Colegio Público Profesional. Todo esto, entre tantas acciones desarrolladas, están sentando bases cada vez más sólidas para nuestro accionar comunitario al servicio de la sociedad creando un futuro promisorio para las actuales y futuras generaciones de coaches. Juzgo, sin embargo, que aún falta nuestro compromiso personal puesto al servicio del presente que vive nuestra sociedad argentina. Y, desde allí, la invitación a una reflexión responsable. Aprendimos que la realidad es un constructo. Que “no existe una realidad independiente del observador que la constituye en el fluir de un presente en contínuo cambio” (Humberto Maturana). Que describimos la realidad a través de juicios que interpretan los hechos y que los juicios no son verdaderos ni falsos sino que son fundamentados o no fundamentados. Aprendimos que el lenguaje manifiesta dos compromisos diferentes como son la descripción de lo que pasa ( o pasó) y la generación de nuevas realidades haciéndose cargo del diseño de futuro. Y también que esos juicios o interpretaciones desempeñan un rol preponderante, como fenómeno lingüístico, en la acción de escuchar, en tanto y en cuanto la conforman junto al fenómeno biológico de la percepción. Ahora bien, los coaches ontológicos estamos siendo esas distinciones el 100% de nuestro tiempo?. Estamos distinguiendo cuando otro está hablando que se expresa a través de sus juicios y que ellos hablan del tipo de observador que los emite? O, en cambio, escuchamos esos juicios con la emocionalidad de que son verdaderos y, en consecuencia los “aprobamos” o “resistimos” creando en nosotros emociones que cierran posibilidades como enojo, bronca, ira, impotencia, frustración, resentimiento?. Me animaría a juzgar que la emoción de enojo, en sus diferentes intensidades, junto a la emoción de miedo, también con sus aspectos en que se presenta: inseguridad, ansiedad, fobias, exigencia, obsesión, etc, son las emociones recurrentes, hasta podría decir “contínuas” que van moldeando estados de ánimo que afectan sensiblemente la calidad de vida de los argentinos.
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Asistimos hace muy poco a un curioso suceso: la película argentina “Relatos Salvajes” batía todos los records de asistencia de público que, desde un boca a boca viralizaba las frases, “es muy buena”, “nos representa a los argentinos”,” todos nos vemos identificados en alguno o varios de sus cuadros”!!!. O sea… nos reconocimos en la emoción de enojo exacerbado hasta límites de lo salvaje!!!. El enojo, dice Deepak Chopra, enmascara al miedo y éste al amor. Toda manifestación de enojo, en definitiva, es una manera de rechazar al otro, de negarlo, de no “aceptarlo como legítimo otro, en convivencia” (Biología del amar – Humberto Maturana).
Y el miedo, enmascarado por el enojo, es una respuesta que generan las amígdalas desde las profundidades de nuestro cerebro temporal que, ante lo que percibe como amenaza a la supervivencia, segrega neurotransmisores (adrenalina, noradrenalina y cortisol) que preparan a nuestro cuerpo tanto para el ataque como para la huida. Como agravantes a este proceso biológico, que hoy podemos fundamentar desde los registros del comportamiento cerebral que aportan las neurociencias, las percepciones de amenazas a la supervivencia se han extendido, en el mundo moderno, a aquellas interpretaciones (juicios) de ocurrencias que son percibidas como comprometedoras de nuestro status o armonía emocional: expresar una cierta ideología, vivir en un barrio “inseguro”, “pensar diferente”, como ejemplos muy actuales. Las sucesivas y reiteradas interpretaciones de las percepciones que “disparan” enojo y miedo van constituyendo estados de ánimo recurrentes y conformando una escucha previa (conformada con nuestros propios juicios) que, a su vez, va trazando el círculo vicioso emociones-juiciosemociones en espirales reforzadoras de nuestro compromiso al accionar. Los argentinos estamos viviendo dos percepciones antagónicas de la “realidad”, ante hechos, situaciones u ocurrencias, surgiendo automáticamente y de manera acentuada dos interpretaciones tan diferentes como contrapuestas: la de “todo va bien y estamos fenómeno, defendiendo un nuevo modelo económico y político” por un lado y la de “todo va mal, es sólo un relato que oculta una pésima gestión, el modelo no existe”, por el otro. Los medios de difusión se encargan de reiterar una y otra vez hechos e interpretaciones acentuando la profundidad de la “brecha” que va separándonos más y más a los argentinos, abriendo heridas en el entramado social. Aquella escucha previa individual va sosteniendo, cada vez con mayor solidez, una escucha comprometida (el “para qué escuchamos lo que escuchamos”) que produce “profecías autocumplidas” según fuese el compromiso para el que escuchamos:
Si escuchamos para escuchar inseguridad, escuchamos inseguridad y creamos inseguridad (en nuestras interpretaciones).
Si escuchamos para escuchar conspiraciones, escuchamos conspiraciones y creamos conspiraciones.
Si escuchamos para escuchar posibilidades, escuchamos posibilidades y creamos posibilidades.
Si escuchamos para escuchar NO posibilidad, escuchamos NO posibilidad y creamos NO posibilidad.
Los Coaches Ontológicos argentinos necesitamos multiplicar nuestro servicio a la comunidad para asistirla a que cambie la coherencia que la constituye como “observadora”. La coherencia actual argentina que podríamos describir como:
Lenguaje: recurrentes conversaciones de no posibilidad, enfocadas a lo que elegimos tomar del pasado. Juicios considerados como “verdaderos”
Emociones: recurrencia de emociones de cierre de posibilidad: enojo, miedo, culpa
Corporalidad: exceso de estabilidad, falta de apertura, escasez de flexibilidad y resolución
A una nueva coherencia donde:
Lenguaje: Generativo, conversaciones de posibilidad, de oportunidad, de acciones para diseño de futuro. Declaraciones, Pedidos, Ofertas y Promesas alineadas con una VISIÓN de la Argentina que queremos.
Emociones: de entusiasmo y alegría generados por el compromiso de construir un nuevo país
Corporalidad: Apertura, Flexibilidad, Resolución y estabilidad para sostener los compromisos.
Como fue expresado, los coaches fuimos entrenados para dar servicio a la sociedad y no quedarnos en talleres y seminarios estériles. Tal Como dice el proverbio africano que acompaña esta nota. Pido a los Coaches Ontológicos Argentinos que reflexionemos y pasemos a la acción comprometida asistiendo a nuestros conciudadanos a transformar conversaciones y emociones recurrentes. Todos juntos podremos llegar mucho más lejos: liderar el proceso de construcción de una nueva Argentina, donde el respeto por el otro no necesite “políticas de inclusión”, donde nos encontremos co-laborando por un destino común.Ω
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ESTANDARES DE CALIDAD Entrevista a Lilian Maitino Por Maria Eva Baccaro
MEB: par a poder hablar de están dar es de calidad ten em os qu e em pezar por el principio, Qué es coaching? ¿Qué hace un coach? ¿Qué distingue los estándares ICF a nivel mundial? LM:Hay muchas maneras de abordar esta pregunta mi querida Eva… El coaching ejecutivo-organizacional (CO), el coaching self (CS) o para el desarrollo personal (DP), son dos modalidades de coaching muy conocidas que han crecido de modo espectacular en los últimos años. Este crecimiento se debe al enorme poder de acompañamiento en la generación de bienestar y efectividad en sus clientes. ¿Qué es coaching?, una manera de comenzar a ver esta disciplina en su versión más amplia, es mirarla como un proceso de aprendizaje para la persona que lo requiere. ¿Qué hace un Coach?, acompaña a su cliente a implementar, expresar, y realizar su mejor potencial; en aquello que trae a la consulta como situación a abordar. La demostración del retorno de la inversión en procesos de aprendizaje al contratar a un coach, ha hecho que de no ser conocido pase a ser una herramienta indispensable en todo desarrollo directivo, sobre todo en lo que llamamos coaching organizacional CO, y que sea tomada por toda
Las soluciones que el profesional del coaching puede ofrecer, dependen casi directamente del grado de profundidad y calidad de su formación conceptual metodológica práctica y de aplicación de las herramientas indicadas con conocimiento especifico en el campo de intervención. SOBRE LA ENTREVISTADA Lilian Maitino es Coach Ontológico Profesional, Master Coach . Diplomatura en Biología Cultural Master en Psicología Transpersonal Instituto San Jorge (Alejandra Ricci). Vicepresidente de I.C.F. Capítulo Argentino, Miembro del Consejo de Líderes LATAM. Miembro activo de la Fundación Cuarta Postura – ONG.
aquella persona que desee crecer y comenzar un proceso de aprendizaje, de valorización de sus recursos para sus logros internos y externos, lo que llamamos procesos CS o DP. En este sentido cada vez son más los profesionales que aplican el coaching como modelo de intervención en las organizaciones y las personas que descubren en el coaching nuevas herramientas y caminos para el DP. Este es el motivo que explica por qué su metodología se expande de modo creciente en todos los continentes de manera transversal. Esto hace que se vuelva indispensable contar con estándares gestionados de forma internacional desde una Federación que nos conecte y nos encuentre entre los profesionales y también con los clientes. En esta edición quiero conversar acerca de la importancia de comenzar a distinguir algunos enfoques, líneas de formación, que se han quedado y marcado la historia del coaching como caminos de trabajo efectivos, que llevan a determinados resultados ciertos. Cosa que considero indispensable no solo para que el profesional de coaching nuevito conozca mas horizontes de formación y mejore su performance, sea cual fuera el origen de su formación y el alcance de la herramienta conceptual metodológica que ha adquirido; así también el público, que conozca que estilo de coaching le sirve mejor a sus intereses, el cliente, el que es usuario de nuestra práctica profesional tenga información para evaluar el servicio que contrata. Me resulta tan importante, debido a que la formación del profesional será la que le dé el enfoque de comprensión adecuado al campo que lo aplique; ya que no podemos intervenir en un mundo que no podemos observar; y le otorgará la profundidad de comprensión necesaria para distinguir generar y brindar contextos efectivos estrategias de solución reales para esas herramientas. Mi experiencia profesional, en la que cuento con 18 años de camino recorrido en esta maravillosa profesión, me indica que las soluciones que el profesional del coaching puede ofrecer, dependen casi directamente del grado de profundidad y calidad de su formación conceptual metodológica práctica y de aplicación de las herramientas indicadas con conocimiento especifico en el campo de intervención, sean estos las empresas las personas los equipos y grupos de trabajo etc. En el mismo grado de la importancia de su experiencia de campo en el desarrollo de su hacer profesional.
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Dado el crecimiento de esta profesión o práctica profesional, como hoy la denomina la ICF (Internacional Coach Federation Institución global que agrupa a 20mil asociados en 5 regiones en el mundo), necesitamos desarrollar competencias comunes, distinguir enfoques que contengan especificidad en los campos donde operaran esas herramientas, construir metodologías y cuerpos disciplinarios, discutirlos; para que nos nutran enriquezcan en un espiral virtuoso de aprendizaje continuo, y así brindar cada vez mas soluciones y dar mejores herramientas a un mundo vertiginoso cambiante que genera situaciones de quiebre nuevos permanentemente a veces dejando a las diferentes disciplinas del ámbito de lo humano sin respuesta. Cada vez de manera más frecuente, los clientes preguntan al coach acerca de sus años de experiencias, sus credenciales y certificaciones, ¿Dónde se ha formado?. Esto nos coloca a todos los coaches en una posición de subir nuestros estándares y comenzar a pensar en las especializaciones dentro de la profesión. En la ICF, en los próximos años, estamos comprometidos con seguir creciendo, aportando a lograr considerarnos una profesión integrada al ámbito de conocimiento tradicional, con todas las investigaciones y cuerpo teórico conceptual necesario y valioso, como las otras disciplinas. Déjame contarte también Eva, que La ICF es una de las comunidades profesionales, mundialmente reconocida por los estándares de ética, por las competencias de excelencia en los coaches certificados por ella, y por la comunidad de educación que promueve las disciplinas complementarias acercando permanentemente oportunidades al profesional de mejorar su performance, descubriendo territorios y herramientas nuevas y efectivas para su práctica. Hoy en nuestra comunidad trabajamos en desarrollar mentorías y supervisión para el profesional para así mantener su salud profesional.
En la ICF los líderes tomamos la bandera en conjunto de su crecimiento profesional, privado e individual, lo asumimos desde una participación colaborativa activa, ser parte del crecimiento profesional global que queremos ver. Visitar www.icfargentina.com.ar En la próxima edición podría ampliar los enfoques que resultan de mayor fortaleza para el profesional y su cliente, si te parece atractivo Eva para los clientes de tu revista y te adelanto que se encuentran en las escuelas ontológicas y se viene en fuerte tendencia de crecimiento las que van integrando saberes de otras áreas. Si conocemos los enfoques que nos brindaran mayores horizontes y posibilidades sabremos como profesionales por donde indagar y seguir especializándonos para brindar nuestra mejor versión y soluciones a nuestros clientes en el mundo.Ω
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ESTUDIAR COACHING Y ECONOMÍA A LA VEZ, Y VIVIR PARA CONTARLO Por Tomás Kawabata Al estar cursando el tercer año de Lic. en Economía en la UBA y el último cuatrimestre de la carrera de Coaching Ontológico, luego de haber pasado noches respondiendo preguntas que se hacían eternas, después de muchos enojos, corridas, frustraciones, alegrías , festejos y muchos libros. Acá estoy, ¡vivo para mi sorpresa! Hacer dos carreras en paralelo tiene sus vueltas, pero la de coaching, es un laberinto que no tiene salida y eso es lo lindo, lo seductor de este estilo de vida. En principio, mi idea del coaching apuntaba a como liderar, la UBA no me implicaba la totalidad de mi tiempo disponible, así que la idea de complementar con otra carrera despertaba mi curiosidad. Los primeros meses en el instituto fueron como un balde de agua fría, de la nada, tenía personas que me decían que no tenía razón, que todo de lo que estaba seguro era mentira, que lo que veo no es real, que estoy hecho de conversaciones, ¡y eran mis profesores! Además, el curso estaba compuesto por 25 alumnos de los cuales la edad promedio era 40 años y yo con 18 recién cumplidos.
Nunca tuve problemas con las calificaciones ni con la presión, pero algo había cambiado, me sentía más fluido, había roto con esa creencia de "Para aprobar tenes que sentarte, leer y pasarla mal."
SOBRE EL AUTOR Tomás Kawabata es estudiante de tercer año de Lic. en Economía en la UBA y cursa el último cuatrimestre de la carrera de Coaching Ontológico.
Ese sabor amargo que es amargo pero la curiosidad hace que lo vuelvas a probar, esa sensación tenia al principio. Yo digo a modo de chiste que iba a la UBA a aprender y al instituto a des-aprender. Ya metido en el segundo cuatrimestre de coaching, tuve la necesidad de tener una conversación de coaching. Ese fue el punto de partida donde las fichas empezaron a caer, donde dije, yo quiero esto. Entonces, me puse como objetivo el certificar como coach. La cursada se hacía larga, saliendo de una facultad y entrando a la otra para salir a las 23:00 ¿La razón? Era ir a un patio de juegos. Cada cuatrimestre que cursaba me aparecían más dudas, en las cuales, para esa altura, eran como mi casa. Se agregaban recorridos a mi laberinto de dudas, pero a diferencia de mi primer encuentro con el coaching, ya no peleaba para salir del mismo sino que me gustaba estar ahí, perdido. En el tercer cuatrimestre, yo no era el mismo sobretodo en mi forma de aprender, y lo notaba en la UBA. Nunca tuve problemas con las calificaciones ni con la presión, pero algo había cambiado, me sentía más fluido, había roto con esa creencia de "Para aprobar tenes que sentarte, leer y pasarla mal." Lo cual me posibilitó encarar la carrera desde otro lugar, desde mi pasión por la economía. Fruto de mucha reflexión y re-significación.
Lo más difícil de cursar dos carreras para mí fue adaptarme a los diferentes contextos, forma de cursada, de aprender y de rendir exámenes. Muchas noches salía del instituto pensando y diseñando algo que me quedaba cruzado en la cabeza e ir a la UBA a rendir o a sentarme a escuchar a un profesor me era muy difícil. Ni que hablar de la cantidad de tarea y trabajos prácticos personales para hacer en coaching, todos con sus respectivas devoluciones ¡preguntas que me partían al medio! Estando en la recta final para certificar como coach, lo más valioso que me llevo de la carrera es el aprender a aprender, a cambiar, a expandirme. Un grupo de compañeros fantástico, un poder mágico que cambia realidades y ¡muchas pero muchas posibilidades!Ω
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SOBRE EL AUTOR Ricardo Melo es Coach Ontológico Profesional - Coach Formador Coordinador Académico ViceDirector y Representante Latinoamerica Marketing ICF Argentina
¿COMO ELEGIR DONDE ESTUDIAR COACHING? Por Ricardo Melo Desde mi perspectiva y experiencia el proceso de selección de una escuela y programa donde estudiar la disciplina del coaching es una etapa en si misma del proceso de formación, integral y no excluyente, por eso mismo cuando tengo que recomendar a los posibles nuevos estudiantes de coaching lugares o modalidades presenciales o a distancia, siempre les comparto que no elijan únicamente nombres, modalidades o duraciones, sino que además se busquen ellos mismos, se busquen ellos mismos en un contexto de aprendizaje, que visiten las escuelas, que se saquen las dudas, son ellos los que van a darle valor a la escuela, independientemente cual sea, a las horas estudio independientemente cuantas sean, o al alcance laboral. Hoy existen programas con alcances internacionales y nacionales, distancia y presenciales, todos con estándares que se alinean a asociaciones que tienen un valor muy grande hacia la disciplina, del cual se crearon desde una ética para cuidarla justamente. Es una etapa que siempre recomiendo disfrutar y darse el tiempo, cubriendo sus necesidades desde el ¿Quién vas a ser vos en el contexto de aprendizaje que elijas?, no esperar únicamente que desde la institución, los programas certificados y los coaches formadores sean algo unidireccional, tu formación como coach, depende de vos, y el contexto es importante a mi juicio, pero más aún es, ¿cómo vas a sacar provecho de ese contexto?, Suelo graficar visualmente esto como un campo con tierra fértil donde uno pone la semilla del aprendizaje y cada uno crece, se riega, se tiene paciencia y disfruta del proceso. Los programas y las escuelas son ese campo de tierra fértil, ahora bien, la semilla es cada uno desde su compromiso con el Ser coach que quiere Ser.
A disfrutar del proceso de elección, ese ya es el camino del coaching, elegir.Ω
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