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EL RINCÓN DEL COLEGIADO
IMÁGENES DE ALTURA
Óleo sobre cielo
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Jorge E. Barroso Vitar. Comandante de aeronave GVI. Nº de colegiado: 5213.
Fotografía realizada en el Golfo de México a 45.000 pies de altitud con un Samsung SM-A528B el 7 de junio de 2022.
Esta sección se nutre de la colaboración desinteresada de los aviadores. Las fotos que nos enviéis deberán ir acompañadas del nombre completo del autor, forma de contacto, fecha, lugar y características generales de la imagen (filtros, retoques, etc.). Una vez enviadas, las fotos podrán ser reproducidas a discreción del COPAC, conforme al artículo 18 del Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual. El remitente responde de la autoría, originalidad y el ejercicio pacífico de los derechos sobre la imagen, asumiendo la total responsabilidad frente a cualquier reclamación que, en este sentido, pudieran afectar a terceras personas.
Las “Imágenes de altura” se enviarán al correo electrónico prensacomunicacion@copac.es
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Sufragan el coste íntegro del curso FTEJerez entrega sus becas ATPL a Stephen Daly y Fahim Ahmed
FTEJerez entregó el pasado mes de junio en el Hotel La Parra de Jerez de la Frontera las dos becas ofrecidas por la escuela que sufragan el coste íntegro de su curso de formación de piloto de línea aérea. Cada beca está valorada en 119.500 euros. Después un duro proceso de selección quedaron veintiocho aspirantes.
Los ganadores de las dos becas han sido Stephen Daly y Fahim Ahmed, de nacionalidades irlandesa y británica que consiguieron una nota media final del 93,3% y del 99,6% respectivamente. Los candidatos demostraron una gran motivación y dominaron, con las mejores calificaciones, todas las fases de la selección. Además, presentaron un currículum excelente con premios académicos y también su participación en actividades aeronáuticas. FTEJerez recibió 2.000 solicitudes de las que se seleccionaron 250. Después de realizar las pruebas presenciales en el campus de la escuela pasaron a la final 28 candidatos. Óscar Sordo, CEO de FTEJerez, destacó la valía de todos los finalistas y especialmente de Stephen y Fahim, subrayando: “Estamos encantados de darles esta oportunidad para que comiencen una carrera de éxito como pilotos de línea aérea”. FTEJerez garantizó la máxima objetividad y que primaran los méritos de todos los candidatos en sus criterios de selección. También se han tenido en cuenta los ingresos familiares para garantizar que los beneficiarios de la beca no eran capaces de financiar la formación por sus propios medios. Los candidatos españoles de esta beca podían optar a presentar su candidatura al programa “Iberia Cadetes”. Los 20 cadetes seleccionados tendrán acceso a la financiación del 50% del coste del curso con FTEJerez.
Los ganadores de las dos becas han sido Stephen Daly y Fahim Ahmed.
aviador@copac.es Publirreportaje -
EL RINCÓN DEL COLEGIADO
Ética y deontología: Los bienes internos de la profesión
Emilio Martínez (profesor doctor en Ética) y José Ramón Salcedo (profesor doctor en Derecho). Universidad de Murcia.
PREGUNTA
En alguna ocasión ustedes han escrito que la esencia de una profesión son «los bienes internos» de la misma. ¿Pueden explicar en qué consisten tales bienes internos y cuáles son los que corresponden a la profesión de Piloto de Aviación Comercial?
RESPUESTA
En efecto, lo más esencial de una profesión son los bienes internos de la misma, que no son otra cosa que los bienes y servicios que la profesión aporta a la sociedad y a la humanidad. Por ejemplo, la profesión médica aporta diagnósticos y tratamientos para la curación de los pacientes, o también cuidados paliativos (cuando la curación ya no es posible) entre otros bienes y servicios. En el caso de la profesión de Piloto de Aviación Comercial, lo que la sociedad y la humanidad esperan legítimamente de esta profesión es que sus miembros se hagan cargo del gobierno de la aeronave para el logro de distintas metas legítimas (transporte, rescate, extinción de incendios, etc.). Los bienes internos de la actividad de Piloto son los servicios que legitiman la existencia de la profesión. Si nos preguntamos «¿para qué existe esta profesión?», la respuesta no puede ser otra que la siguiente: «la profesión de Piloto existe para llevar a cabo tareas de pilotaje de aeronaves con el fin de aportar unos servicios que la sociedad necesita». La meta de la profesión, el bien interno de la misma, es proporcionar ciertos bienes y servicios mediante el pilotaje de aeronaves. En definitiva, todas las profesiones legítimas (las ilegítimas no son profesiones propiamente dichas) ofrecen unos servicios a la sociedad, que son, precisamente, lo que les da sentido. Los bienes internos están dotados de objetividad: no dependen del individuo, porque son «internos» a la profesión, con independencia de los intereses subjetivos que mueven a las personas al ingresar en ella. Por ejemplo, una persona podría pensar que lo que justifica la existencia de la profesión de Piloto es que los pilotos ganen dinero, tengan un alto estatus social y una elevada cuota de poder, pero eso sería un error: la profesión no nació para esos fines, sino para cubrir unas necesidades que tiene la sociedad en su conjunto. Esas metas subjetivas (ganar dinero, tener un estatus social elevado y un cierto poder o capacidad de influencia) son los bienes «externos» que reciben las personas cuando ejercen la profesión, son las recompensas que se ganan los y las profesionales por el hecho de hacer sus tareas correctamente. Los bienes externos no forman parte de la profesión misma, no son específicos de ella, sino que son una serie de medios que se necesitan para que la persona pueda permanecer ejerciéndola: si la persona no percibe unos ingresos, no tiene un cierto reconocimiento social y no dispone de cierta cuota de poder, entonces no podrá prestar el servicio profesional y se verá obligada a ganarse la vida en otra actividad en la que sí se le aporten esos recursos. Los bienes internos son propios y específicos de la profesión misma, mientras que los bienes externos son siempre los mismos para todas las profesiones: en todas ellas se necesitan unas recompensas o incentivos que, en cierta medida, son absolutamente necesarios para que las personas ingresen en las profesiones y se mantengan activas en ellas. Desde el punto de vista ético, los bienes internos tienen que ser prioritarios en el ejercicio profesional. Para un buen médico, lo primero y principal es la atención a los pacientes; para un buen profesor, lo prioritario es la formación de su alumnado; para un buen piloto, lo esencial es mantener en todo momento el control de la aeronave con el máximo de seguridad y confortabilidad posible, con el fin de que se realicen las operaciones aéreas programadas para dar servicio a las personas e instituciones que necesitan tal servicio. Cuando un
La meta de la profesión, el bien interno de la misma, es proporcionar ciertos bienes y servicios mediante el pilotaje de aeronaves. Todas las profesiones legítimas ofrecen unos servicios a la sociedad, que son, precisamente, los que le dan sentido.
EL RINCÓN DEL COLEGIADO
profesional pierde de vista los bienes internos de su profesión y únicamente busca medrar en ella con el mínimo esfuerzo, y haciendo trampas para mantener una apariencia de profesional ejemplar, mientras en realidad no está prestando un servicio excelente, entonces ese profesional se ha corrompido. Desde el punto de vista ético, la corrupción profesional consiste en anteponer sistemáticamente los bienes externos frente al logro de los bienes internos. Este fenómeno de la corrupción profesional ocurre en todas las profesiones en un cierto porcentaje: siempre hay una minoría de personas en cualquier profesión que no cumple con los mínimos exigibles en ella, y que aprovecha cualquier oportunidad para obtener una buena ración de bienes externos no merecidos. No obstante, en situaciones de crisis, es posible que las personas que ejercen una determinada profesión se vean obligadas a perjudicar temporalmente a los usuarios (clientes, pacientes, alumnos, o lo que sea en cada caso) para poder lograr algunas mejoras salariales o de otro tipo. Esto es éticamente legítimo dentro de ciertos límites. En el caso de la profesión de Piloto, es obvio que esos límites vienen marcados por la seguridad: nunca sería éticamente legítimo poner en peligro la seguridad del vuelo con la excusa de conseguir una mejora en los bienes externos. Por lo demás, dado que los bienes externos son absolutamente necesarios para la subsistencia de las personas y para su bienestar, es éticamente legítimo que, en tales casos de crisis, se lleven a cabo actividades que retrasan o alteran el servicio que se presta (los bienes internos). En tales casos, es preciso buscar un equilibrio razonable entre el perjuicio que se causa a las personas usuarias y la justa reivindicación de las mejoras en las condiciones laborales. <
Los bienes externos (ganar dinero, tener un estatus social elevado y un cierto poder o capacidad de influencia) no forman parte de la profesión misma, no son específicos de ella, sino que son una serie de medios que se necesitan para que la persona pueda permanecer ejerciéndola.
PILOTO DE LÍNEAS ÁEREAS Y PSICÓLOGO COLEGIADO EMDR. TRATAMIENTO DE TRAUMAS, DUELOS COMPLICADOS, FOBIAS Y ANSIEDAD con EMDR PERITO AERONÁUTICO DEL COPAC EN FFHH. Reservas e información: JAIME GODOY. www.jaimegodoyhablemos.es www.doctoralia.es