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UPGRADE. Los techos decorados son una sofisticada
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ELLEDECO UPGRADE
ALZA LA VISTA
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Acabados dorados, estampados, con molduras o juegos cromáticos, los techos decorados suponen un plus de sofisticación y suben su nivel decorativo.
TEXTO: BEATRIZ FABIÁN.
CRU CE DE CU LTU R AS La espectacular cubierta de este salón mezcla los estilos otomano y veneciano con la belleza propia de la arquitectura clásica libanesa. Molduras, arcos centenarios y la viveza cromática ponen en valor los orígenes del palaciego edificio construido en Beirut, en 1860. Es la casa de Pascale Habis Zammar, autora del libroBeirut Cooks.
FOTO: HD PRODUCTIONS.
ARRIBA Y ABAJO En una vivienda situada en Long Island, Washington, el vestíbulo exhibe el sello inconfundible de Kelly Wearstler, que ha creado un ambiente chic con el ingrediente clave del claroscuro. En él, el destello dorado de la lámpara-joya atrae la atención hacia el original techo, un guiño visual cuyo diseño emula el dibujo del suelo de mármol.
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JUEGO TRICOLOR “El exotismo de los años 30 revisado y corregido por la elegancia parisina”. Así habla la interiorista francesa Sophie Séguéla del proyecto de su casa, construída en 1928. En la imagen, un buen ejemplo: en la cocina y el office, el techo establece un juego de líneas negras y blancas sobre tono amarillo, de la firma Tollens.
FOTO: JEAN-FRANCOIS JAUSSAUD.
PUESTA EN VALOR A los decoradores de este salón, Alfons & Damián, maestros en el mix antiguo-moderno, les apasiona buscar tesoros. En este caso, el techo policromado original de una villa finisecular de inspiración neoclásica es una joya en sí mismo. Un plus: dialoga bien con iconos como la lámparaTaraxacum, de Achile Castiglioni (Flos) o las sillas (Vitra).
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TECHO ON FIRE Explosivo el efecto de este techo dorado virado a rojo, a modo de estuco y que parece inspirado en los templos budistas. El punto de inflexión lo pone el frente de los armarios pintados en verde oscuro. La propuesta la firma la creadora y decoradora Stella Cadente que trabaja a medio camino entre París, Shanghai y Marrucecos.
FOTO: GILLES TRILLARD.
ELLE DECO UPGRADE TECHOS POLICROMADOS
POR ANA DOMÍNGUEZ-SIEMENS. C on frecuencia nos olvidacortadas en distintos tamaños y formos de mirar hacia arriba. mas, pintadas e insertadas en el teCraso error, los techos son cho. Piensen también en el diseño a veces fuente de emocionantes que realizó Jorge Pardo en el techo experiencias casi siempre inespedel Graduate Dormitory en el MIT. radas. Nos remontamos unos mileEn este caso, el diseño es diametralnios atrás hasta la prehistoria para mente opuesto al de Barceló y sigue encontrar los primeros techos poel típico esquema de los trabajos de licromados, fue en una cueva, la de Pardo, una brillante paleta de color, Altamira, y allí se plasmaron los para este vestíbulode llamativosverprimeros intentos de la humanides y amarillos, siguiendo un diseño dad de reflejar una idea del mundo geométrico de bandas y rectángulos. en un formato que se llamaría arte. Desde entonces hemos visto esa intención a lo largo de los siglos y de modos muy diversos, desde los T ambién de dibujos geométricos, aunque nada que ver con el anterior, fue el bar esquemáticos techos de las tumOppenheimer de Nueva York, una bas egipcias a las fantasías orienobra temporal de Tobias Rehbertales como la del Templo del Cielo ger, los zigzags en blanco y negro reen Pekín donde se representan los corren todo el espacio, incluyendo días, meses y estaciones del año, el techo, usando la técnica de camucomo si fuera un gigantesco calendario en vivos colores o las es
Cuevas de Altamira
Imagen de la obra de Leandro Erlich instalada flaje conocida como “dazzle” que se usó en la Segunda Guerra Munpectaculares historias del Génesis en el 21st Century Museum of Contemporary dial para camuflar los barcos de representadas por Miguel Ángel Ar t, Kanazawa (Japón). guerra. Otro artista, Ai WeiWei, en la bóveda de la Capilla Sixtina. hizo también una conocida interTechos que cuentan historias, que vención en un techo instalando seducen la vista, que alegran el espíritu, que envuelven el espacio allí una gorda y larga serpiente construida a base de mochilas y lo rematan poniendo en su sitio cada elemento decorativo. infantiles. Como siempre hay un mensaje político en su pieza H ace unos años tuve la suerte de visitar con Miquel Barceló la Sala de los Derechos Humanos en la sede de la ONU de Ginebra donde él acababa de terminar su trabajo para la que hace referencia al terremoto de S ichuan, en el que murieron muchos niños por falta de instrucciones debido a la corrupción local. A algunos arquitectos también les gusta apropiarse de los techos, como a Jean Nouvel, que siempre le ha tirado lo de pocúpula. El efecto era impactante. Suele ocurrir con la arquitectura, ner una imagen de corte porno para el techo sobre la cama de que es difícil transmitir en imágenes la sensación que produce el un hotel. En el caso de su hotel Sofitel en Viena, recurrió a la espacio y eso mismo es lo que pasaba allí, la magnificencia y esobra en vídeo de Pipilotti Rist que proyectado en el alto del resplendor de ese mar de olas, hecho a base de estalactitas de color, taurante hace de él, como dice el propio arquitecto, una especie colocado en el techo del espacio, convirtió la visita en una expede “alfombra mágica que flota sobre Viena”. También en lugariencia sobrecogedora, una visión llena de matices, “hipnotizante”, res públicos se encuentran techos que hacen las delicias de los de la que uno no podía apartar la vista. No ha sido él el único artistranseúntes: el de la Grand Central Station de Nueva York con ta contemporáneo que ha puesto su interés en los techos, muchos su constelación de estrellas es un favorito, aunque el de la estaotros lo han hecho antes y después que él. Diego Rivera nos dejó ción de metro Solna Centrum de Estocolmo, como una caverna los techos del Museo Anahuacalli en México, cubiertos con murales multicolores, construidos con pequeñas piedras volcánicas, pintada de color rojo intenso, es tan impresionante que nos hace dudar si habremos bajado directamente al infierno mismo. •