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ARTE. Los nuevos mecenas españoles: Javier Quilis
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NUEVOS MECENAS ESPAÑOLES ARS VIVENDI Javier Q uilis , Susa na Lloret, Félix O r t iz y el tá ndem Aut ric Ta mayo va n más a l lá de la idea clásica de coleccionismo y viven el arte como verdaderos actores implicados en su proceso global.
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JAVIER QUILIS DirigeInelcom , compañía tecnológica que opera en siete países, con unos 1.500 empleados y un bagaje de 35 años, en los ámbitos de las telecomunicaciones, la eficiencia energética, el medio ambiente y la seguridad. En su sede madrileña, goza de un espacio museístico de 3.500 m 2 donde se exponen más de 200 obras que analizan la realidad del ser humano hoy.
Ésta es la historia de un nexo indivisible. Situada en un edificio proyectado por el estudio valenciano de arquitectura Gradolí & Sanz, en Pozuelo de Alarcón, la colección Inelcom es fruto del amor por el arte de dos generaciones. Con presencia nacional e internacional, esta compañía tecnológica española con sedes en Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Venezuela... -y, quizás pronto en Miami-, la dirige Javier Quilis que heredó de su padre Vicente la pasión por coleccionar. Este último perteneció a la asociación VAC, en Valencia, y cuando se excindió, continuó comprando obras de arte de forma particular. Su hijo Javier sigue involucrando los mundos en los que se mueve la empresa, de las telecomunicaciones, al medio ambiente o al ahorro energético, con el compromiso social que supone el desarrollo de una colección de arte. “La vivo con la misma pasión que vivo la compañía”, dice. “La colección la forman también obras producidas con la ayuda de nuestros ingenieros y en nuestra fábrica, lo cual resulta atractivo para los artistas que vienen a vernos, ya que se encuentran con una empresa con la sensibilidad y la capacidad tecnológica de ayudarles en la creación de las obras. Cada año son más los que solicitan nuestra ayuda para este desempeño”, indica. Sobre mecenazgo, opina que “en España se echan en falta directrices que lo regulen y fomenten como pasa en otros países, de este modo, los impulsos privados y públicos se complementarían mejor y estoy convencido de que eso nos ayudaría a avanzar como sociedad”.
Esa unión arte y empresa está patente desde el minuto cero en que se visita la sede madrileña –previa cita–. Un ejemplo, en el acceso a la fábrica-museo uno puede interactuar (o no) con el Light Corridor de Carsten Höller, que propone, o bien mirarlo simplemente, o atravesarlo para sentir los efectos de una luz de 7,8 Hz que produce efectos ópticos alucinatorios. Pues bien, el científico belga de origen alemán la produjo con el apoyo de Inelcom . Y, en este sentido, añade, Quilis “El arte es un elemento común que abre puertas nuevas en nuestra realidad empresarial, nos conecta con personas de diferentes sectores y con diferentes problemas, pero unidos por él, lo que da una visión más global y más abierta creando oportunidades personales y profesionales”. Para el joven mecenas, el futuro pasa por que siga in crescendo la interrelación arte-compañía y nos pone en la pista de nombres como María Bleda y José María Rosa, Xisco Mensua, Álvaro Laiz, Juan del Junco y Regina de Miguel. www.inelcom.com Ċ
Anthony McCall (Reino Unido, 1946), es el autor de Leaving (with two-minute silence), 2009 (a r r i b a , izd a .), i nsta l a ció n p rese n te e n l a ú l t i m a ed ició n de Pinta Miami. Damián Ortega (México, 1967) firmaViaje al centro de la tierra, Penetrable, 2014 (sobre estas líneas). Carsten Höller (Bruselas, 1961), firmaLight Corridor, 2016 (a b a jo), u n p a si l l o d e l uz co n b o m b i l l a s d e una frecuencia que sincroniza con nuestra actividad cerebral.
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Susana Lloret, licenciada en Psicología, renunció a su plaza como docente en la Universidad de Valencia para entregarse full time a Bombas Gens, el centro de arte que exhibe la colección Per Amor a l’Art que ella y su marido, José Luis Soler, comenzaron hace casi una década y que consta hoy de 2.200 obras de unos 200 artistas. En un año y medio, con más de 95.000 visitantes, Bombas Gens se ha convertido en el corazón de un proyecto cultural y social con un efecto multiplicador en el barrio de Marxalenes y en la ciudad del Turia. El edificio en estilo art déco se construyó en los años 30 como sede de una fábrica de bombas hidráulicas. Aún siendo parte del patrimonio industrial arquitectóni“Cuando tienes la suerte de poder compartir, debes hacerlo de la mejor manera posible ” co de Valencia, había estado 20 años abandonado y se encontraba en franco deterioro cuando Susana y su marido lo compraron, con el fin de exhibir allí su colección de manera gratuita al público y de albergar los proyectos sociales de su Fundació Per Amor a l’Art: un centro de apo yo a adolescentes y otro para la investigación de Enfermedades Raras, en particular la de Wilson. Después de una reforma que respetó su herencia, abrió sus puertas en 2017 con un interesante programa de exposiciones. “En nuestro ADN está la idea de “el artista primero ”, si pueden, los artistas vienen aquí a contar al público lo que hacen y por qué en un coloquio “de persona a persona”. Y eso genera interés y empatía. Y si no pueden venir, aquí tenemos mediadores que lo cuentan”, nos comenta Susana, para quien es importante que Bombas Gens sea también visitado por personas que no han sido asiduas a centros de arte, con el fin de despertar esa curiosidad e interés.
Este centro hace también una labor de mecenazgo y de respaldo a los artistas. Por ejemplo, una de las fases de la serie “ Campos de batalla ”, de los valencianos Bleda y Rosa (Premio Nacional de Fotografía 2008), se realizó con su apoyo, y también ha ocurrido con parte de la obra del británico Hamish Fulton. Otro creador por el que han apostado es Nicolás Ortigosa, cuya obra se exhibirá en una monográfica a partir de mayo. Otros nombres a tener en cuenta, señala Susana, son las valencianas Inma Femenía, y Patricia Gómez y María Jesús González, ALFONSO CALZA. Bombas Gens. 2.600 m 2 para exponer, de forma gratuita, las obras de la colección, como las que se exhibieron en “¿Ornamento = Delito? ” , la expo inaugural. De Anna-Eva Bergman. Es“Montagne Transparente” (1967), en la muestra dedicada a la a r tista norueg a y q ue puede verse h asta el 5 de mayo. En serie.“End of an Age”, del artista Paul Graham en la exposición “El pulso del cuerpo”. quienes trabajan a dúo. Clave ha sido la asesoría de Vicente Todolí, director del área de Arte de la Fundació -ex director de la Tate Modern de Londres, ex director-fundador del Museo Serralves, director artístico de Hangar Bicocca, asesor de la Colección Inelcom, etc.- “Todolí me dijo una vez que el arte tiene que tener misterio, que su magia es que comunica de otra manera, no con palabras. No pretendas explicarlo porque el acercamiento esotro”,diceSusana.Yconcluyehablándonoscon entusiasmo de la próxima exposición con obras de la Colección, que se inaugura este mes: un recorrido por la fotografía japonesa desde los 50. • POR ANA RODRÍGUEZ FRÍAS. FOTOS:
SUSANA LLORET Directora general de la Fundació Per Amor a l ’Art a la que pertenece Bombas Gens, es el alma de ambos proyectos , aunque ella afirma “somos un equipo”, refiriéndose a su marido José Luis Soler, socio fundador de Ubesol, empresa que fabrica los productos cosméticos y de limpieza que vende Mercadona. Aquí posa junto a la serie“The Right One (Pearls of Revolution) ”, de Sanja Ivekovic, de la muestra “El pulso del cuerpo”.
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FÉLIX ORTIZ Coleccionista de arte contemporáneo autodidacta, colabora con el Hay Festival de Segovia abriendo su huertamuseo, situada en el valle del Eresma con vistas al Alcázar y la Casa de la Moneda. En ella posa trasNackte Berliner Mauer, Berlín, 2014, obra de Juan Garaizábal, en acero corrugado y hormigón.
Juan Garaizábal es el autor de la obraPagoda, Seúl, 2018, realizada en acero inoxidable, mide casi cuatro metros y mantiene un diálogo perfecto con el huerto de Félix Ortiz. Carlos Albert firma esta pieza titulada Gran Acuífero, 2016, cuyo material en acero corten sintoniza con la vegetación que la rodea.
Compró su primera obra de arte cuando solo tenía 20 años, era un grabado de Equipo Crónica, frecuentaba las exposiciones que organizaban los hermanos Serrano en la galería Casa del Siglo XV, un espacio dinámico e independiente por donde pasaba lo mejor del arte en Segovia. De allí procede Félix Ortiz, ex-empresario que im
Entre berzas y repollos lucen aún las esculturas de Juan Garaizábal (Madrid, 1971), protagonista de la última muestra que ha organizado en estrecho nexo con la celebración del último Hay Festival. Este evento, “el más importante en el ámbito cultural de la ciudad”, sirve de excusa a este coleccionista para abrir las puertas de su espacio privado pulsa interesantes muestras de escultura en un entorno “que es y ofrecer al público un recorrido lúdico en plena naturaleza, para mágico”, dice. Un huerto-museo en el valle del Eresma, con el Aldisfrutar de la selección “hecha tanto con el autor, que ha de ser el cázar y la Casa de la Moneda como telón de fondo, que él mismo se propio comisario de la exposición como con la galería a mi entenencargó de recuperar con el asesoramiento de Julia Silva, esposa der. Las relaciones con los artistas son enriquecedoras y eso es lo de Leandro Silva -paisajista, pintor, grabador y arquitecto uruguaque intento aportar al público”, explica. En este caso, ha sido Álvayo-, cuyo jardín abraza su propia casa. “Mi amigo Ibarrola decía ro Alcázar, otras con Marlborough (Roberto Barni, en 2017), con que era como una cúpula laica”, comenta. Para Féliz Ortiz se ha quien no le importaría organizar la próxima cita con Blanca Muconvertido un “sitio muy social en el que el arte convive muy bien ñoz (Madrid, 1963), como artista invitada. Para él, esta escultora con tomates y judías de La Granja”. Por ella han desfilado desde es un nombre a seguir, como Herbert Brandl (Austria, 1959), Hel2013, nombres notables como el propio Ibarrola, “que supuso un mut Dorner (Alemania, 1952) o Peter Halley (Nueva York, 1953). éxito mediático importante”; Chillida, Corazón, Genovés, Leiro, Entre sus proyectos, indica: “me encantaría hacer algo en la Antonio López, Blanca Muñoz, Pelayo Ortega y David Rodríguez huerta con el arquitecto Juan Herreros, traer una exhibición de Caballero, en una colectiva con Marlborough; o Carlos Albert, en Darío Villalba o colaborar en darle una nueva proyección al Mu2016, “discípulo de Chirino y artista a seguir, junto con Garaizábal, el primero triunfa en Alemania y el segundo en Estados Unidos”. seo Esteban Vicente, que podría ser una delegación del Parrish Art Museum en Europa y dar así el salto internacional”, concluye. •
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Arriba. Dos obras del ca talá n Joa n Colom (1921 -2017). La de la izq uierda es de su serie La calle (1960), sobre el Barrio Chino de Barcelona, que se publicó en la revista AFAL; y la de la derecha pertenece al fotolibro“Izas, rabizas y colipoterras” (1958-1960). Abajo. Ricard Terré (1928-2009) es el autor de esta fotografía tomada en Sant Boi de Llobregat, en 1958.
La decisión de Adolfo Autric y Charo Tamayo de desprenderse de su colección de fotografía del Grupo Afal no fue fácil. Los retratos de mujeres tomados por Leopoldo Pomés; los de ancianos y prostitutas del Raval captados por Joan Colom, los Sanfermines de Ramón Masats, entre otros tesoros, habían sido parte de la vida familiar, y su búsqueda había supuesto ilusión y esfuerzo. El matrimonio donó casi 650 fotografías -valoradas en un millón y medio de euros- de los 13 artistas españoles de Afal al Museo Reina Sofía de Madrid, que así se convertirá en un centro de referencia de un colectivo que transformó la fotografía española a mediados del s. XX. Unas 250 de estas obras se han expuesto en una muestra durante los últimos seis meses en el Reina Sofía, que dedicará a la colección una sala permanente con el nombre de los donantes.
“Compartir con la sociedad” el disfrute del arte fue la motivación de la pareja. “Veíamos que existía una “laguna” incomprensible en nuestros museos. Los 13 miembros de Afal fueron el motor de la re: SARA GUILLÉN. novación de la fotografía en una España de posguerra; fueron unos veinteañeros que retrataron la realidad de su época, y que en los años 50 se enfrentaron a la censura política y social”, explica Charo. “Cada uno con su propio len guaje fue un espejo de la España real de la época frente a la España oficial, por eso, además del valor foAYUDANTE FOTO tográfico, su obra tiene un valor histórico. Y era importante para nosotros que estuvieran en un museo”, concluye.
Además, Autric posee una colección de 4 mil piezas de diseño industrial y pretende cederlas en depósito al Museo de Artes Decorativas de Madrid en el marco de un proyecto bastante avanzado, que está a la espera de un impulso final. Han colaborado con el Museo Lázaro Galdiano y con la Academia de Bellas Artes de San Fernando, y también patrocinan la Cátedra Autric Tamayo en Bellas Artes de la Universidad Complutense, consistente en becas, premios y en facilitar el diálogo entre los estudiantes y los artistas. Ambos tienen en común la pasión por el arte y por el coleccionismo. Ésta es “una patología muy sana que padecemos desde hace más de 20 años”, señala Charo. ”Nuestras preferencias giran en torno a la fotografía, al diseño y a la escultura. Tenemos en casa varias obras de Jaume Plensa, entre ellas un retrato de nuestra hija mayor, y otras de Mar Solís”. Autodidactas en el mundo del arte, se han formado estudiando, acudiendo a museos, ferias, subastas y galerías. “Nos guiamos por mi intuición y por la reflexión de Adolfo. Y para completar las adquisiciones de Afal, recurrimos a una experta, Laura Terré, hija de Ricard Terré, uno de los 13 del Grupo”. • POR ANA RODRÍGUEZ FRÍAS. RETRATO: PATRICIA GALLEGO.
“Para nosotros, tener una colección y no compartirla no tiene sentido. En general, el coleccionismo en España es muy clandestino” (Charo Tamayo)
AUTRIC TAMAYO El empresario Adolfo Autric y Charo Tamayo, quien trabaja en la banca, comparten amor por el arte y el coleccionismo. Son madrileños, abogados y se conocieron en la Universidad Complutense. Aquí, junto a una obra de Ramón M a s at s d e 1957, e n l a s a l a d e l Reina Sofía donde se exhibió la muestra “Una aproximación a Afal”.