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La Incorporación del Patrimonio Cultural y Natural en la Formulación del Plan Básico de Ordenamiento
La Incorporación del Patrimonio Cultural y Natural en la Formulación del Plan Básico de Ordenamiento Territorial de Villa de Leyva
Walter Martínez Morales*
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Ubicación geográfica de la experiencia Villa de Leyva es un territorio de fragmentos desarticulados. Al oriente está rodeado por el Santuario de Fauna y Flora de Iguaque (SFFI) y al sur-occidente por suelos degradados con alto contenido de material parental fosilífero del período Cretáceo. Tanto al oriente como al occidente se encuentran una gran cantidad de vestigios significativos de la Cultura Muisca. Su centro urbano e histórico colonial fue declarado, en 1954, como Monumento Nacional, hoy Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional (BICN). Esta diversidad de elementos atrayentes del paisaje cultural hoy hace parte de la economía del turismo a ultranza, desplazando su sostenibilidad y aislando pobladores de origen por configurar mercados inmobiliarios de alto impacto.
En 1999 se inició el proceso de elaboración del Ordenamiento Territorial del municipio, estructurado bajo un modelo interinstitucional y participativo, que incluyó todos los sectores de la economía y las comunidades (en total se realizaron 96 talleres). Luego del desarrollo de diagnósticos predio a predio, la construcción prospectiva del PBOT fundamentó, como visión,
una alternativa de desarrollo económico integral, mediante la sostenibilidad del patrimonio natural y cultural. Así mismo, el Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) condicionó su implementación bajo mecanismos de participación ciudadana, reconociendo su carácter pluricultural.
Comprender el territorio desde su formación, configuración y ocupación permitió que cada objetivo y acción del ordenamiento se organizara a partir de su Estructura Ecológica Principal. Esta soporta el paisaje cultural, que lo define hacia su restauración y obligada protección. En otras palabras, el ordenamiento local obliga a que instituciones con competencia en áreas declaradas de interés nacional (SFFI y Centro Histórico) cumplan y articulen su manejo al PBOT.
Por otra parte, el 40% del área municipal corresponde a suelos degradados e improductivos, que exponen huellas del Mar Cretáceo como testimonio de una Era. A la vez se identificó un gran territorio para la prospección arqueológica, a partir de vínculos y flujos regionales de culturas prehispáMercado en Villa de Leyva.
Fuente Walter Martínez
Arquitecto, Vice-presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, miembro del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, consultor en planeación territorial y coordinó la elaboración del PBOT de Villa de Leyva.
Vista aérea de Villa de Leyva.
Fuente Archivo Walter Martínez
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nicas. Son elementos de fundamental importancia, que conllevan a ocupar y usar el suelo condicionadamente en beneficio de la ciencia, la protección del patrimonio cultural y la recuperación pedogénica.
Especial significado de valoración tuvo la identificación de huellas patrimoniales con alta carga simbólica, que prevalecen vigentes en la sociedad como soporte de su tradición cultural, como caminos, hitos y lugares legendarios, centros de intercambio, entre otros. Paralelo a lo anterior, durante la formulación del PBOT se acordó declarar como Patrimonio Municipal las casas de hacienda, molinos, equipamientos, vivienda campesina y cerramientos en tapia, que mantienen características propias de la arquitectura bajo soportes constructivos de su identidad. En este proceso, la apreciación de lugares y elementos como patrimonio natural y cultural estableció objetivos en el tiempo, con acciones a desarrollar para su caracterización y debida protección.
Igual de relevante fue la inclusión de la categoría de “Patrimonio por tradición social”, que corresponde a lo que hoy se conoce como patrimonio inmaterial. En este punto, uno de los objetivos del PBOT fue “Valorar las costumbres de nuestra cultura, para dinamizar el espacio urbano como un
todo”, además de “Incentivar valorando las costumbres ancestrales en el espacio urbano de la población, especializando y condicionando usos para el desarrollo colectivo de la cultura territorial del municipio.” (PBOT, Acuerdo 021 de 2004). Estos objetivos, planteados hace más de 15 años, hoy todavía son innovadores en la medida que incluyen el Patrimonio Cultural Inmaterial dentro de un Plan de Ordenamiento Territorial.
La identificación y valoración de todos estos elementos patrimoniales definió la importancia de generar herramientas específicas de protección del patrimonio cultural y natural, pero generó, sobre todo, un ejercicio de inventario del patrimonio que no se había realizado en el país antes. Esto mostró que la inclusión del patrimonio cultural en la formulación de los planes de ordenamiento territorial es la mejor manera de cuidarlo, pues desde entonces las administraciones municipales se han visto obligadas a proteger los elementos inventariados. Eso implica, al menos, que no pueden permitir que se destruyan, algo que ha pasado sistemáticamente en otras partes del país.
La tarea del ordenamiento se circunscribió así en el territorio municipal a partir de las áreas declaradas como patrimonio ambiental y cultural de interés nacional, por lo que se obligó y solicitó la construcción del Plan de Manejo Ambiental (PMA) del SFFI (Resolución 044/01/2007), y el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Centro Histórico (Resolución
Capilla de Monquirá.
Fuente Walter Martínez
Taller comunitario realizado durante la formulación del
PBOT. Fuente Walter Martínez
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2407/11/2020). Bajo acuerdo interinstitucional, la normativa local del ordenamiento dejó vigente la norma ya establecida para el centro histórico y, como resultado, se estructuró un modelo de ocupación que no debía ser afectado en el tiempo por la alta demanda inmobiliaria.
El PBOT fue una de las bases para la formulación del PEMP. Teniendo en cuenta que el patrimonio cultural ya se había identificado y valorado, el PEMP retomó estos elementos e incluyó acciones para su protección, de acuerdo a las realidades del municipio en el momento de su formulación. La articulación entre los dos instrumentos fue, entonces, total, pero el PEMP buscó mejorar las carencias del PBOT y aprender de lo realizado después de 10 años de implementación del PBOT.
En el caso de Villa de Leyva, el PEMP pudo aprovechar que el PBOT ya tenía un gran trabajo de protección del patrimonio cultural adelantado y, además, una comunidad receptiva a estos ejercicios de planeación, que conoce estos espacios y conoce la importancia de ambas herramientas. Ambas evolucionan constantemente, de la mano del patrimonio cultural y natural. Su relación armónica es necesaria para que Villa de Leyva tenga una protección sostenible del patrimonio cultural y este pueda ser la base del desarrollo social del municipio.
Enlaces últiles - PEMP del Centro Histórico de Villa de Leyva y su zona de influencia