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Estadio Regional “Calvo y Bascuñan
Es el recinto deportivo de mayor aforo de todo el Norte Grande. En 1973 se controló una asistencia récord de casi treinta y tres mil personas.
Su construcción se inició a comienzo de los años sesenta, con la esperanza de poder ser sub-sede del Mundial de Fútbol de 1962, anhelo que no se logró.
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La idea original de este recinto nació desde el Consejo Local de Deportes, presidido entonces por don José Papic R. Años después se creó un Comité Pro-Construcción del Estadio (fines de 1955), presidido por Alberto Calvo, con Miguel Bascuñan como secretario. Los expertos ministeriales escogieron el lugar donde hoy se levanta y que en ese entonces pertenecía y ocupaba el Club Hípico local. El municipio antofagastino aportó la mayor parte de los fondos, iniciándose la construcción en enero de 1961.
El proyecto era muy ambicioso, considerando varios recintos deportivos. La obra se terminó recién en 1964, después de muchas vicisitudes en su construcción. De todo lo proyectado originalmente sólo se entregó este Estadio y, en verdad, casi en su obra gruesa.
Fue inaugurado oficialmente el 8 de octubre de 1964, ante 32.000 personas, con la presencia del Presidente Jorge Alessandri R., acompañado del Alcalde Santiago Gajardo P. El primer encuentro oficial se disputó el 12 de octubre de ese año entre las selecciones amateurs de Antofagasta y Chuquicamata. Su terminación (a medias y sin iluminación) permitió que, dos años más tarde (1966), Antofagasta ingresará al fútbol profesional con el nombre de Antofagasta Portuario. Durante un tiempo estuvo en manos de Digeder (hoy Chiledeportes), para volver luego a su propietario original, la Municipalidad de Antofagasta.
Sus planos originales eran iguales al estadio de Concepción, con doble tribuna, la que nunca se construyó. Fue refaccionado, a medias, para ser una de que las sedes del Mundial de Fútbol Juvenil de 1987, pero, en verdad, permaneció bastante olvidado por largos años.
A comienzos del año 2010, el municipio acordó llamarlo oficialmente “Calvo y Bascuñán”, como reconocimiento a estos dos dirigentes que lideraron la campaña por su construcción. También se decidió remodelarlo totalmente, mediante un convenio con Minera Escondida y el Gobierno Chileno.
Antonio Obilinovic Arrate