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Corporación Gen
La Portada
La Portada, símbolo de la ciudad de Antofagasta, se ubica a unos 10 kilómetros de su perímetro urbano norte y a 100 metros de la costa actual. Es un arco de 43 metros de alto, 23 metros de ancho y 73 metros de largo, formado por rocas marinas de colores claros que se disponen sobre otras oscuras constituyendo un hermoso monumento natural. El acantilado que se asocia a esta muestra de generosidad de la naturaleza incluye otras formas, pero a escala menor. Su formación se debe a actividad erosiva asociada a cambios de nivel del mar.
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¿Cómo se formó este monumento natural? ¿Qué rocas lo forman? ¿Cuál es su antigüedad?
Los mecanismos de formación de La Portada están activos porque la fuerza más poderosa del planeta, el agua, la destruirá con la misma energía que la construyó.
Para remontarse al pasado de esta historia pensemos que estamos leyendo un libro al que le faltan capítulos y que el relato transcurre en millones de años.
Entre 200 y 140 millones de años atrás, el área que hoy ocupa la Cordillera de la Costa mostraba una cadena de volcanes en cuyas entrañas, muy abajo en la superficie de ese entonces, se formaban yacimientos de cobre, plata y oro. El mar de ese entonces, estaba lejano hacia el oeste y repleto de vida. Las placas tectónicas que generaban volcanismo, terremotos y montañas estaban activas.
La historia se interrumpe y no sabemos que pasó en los siguientes 120 millones de años. En lo general se sabe que la historia fue muy activa formándose nuevas cadenas volcánicas, grandes yacimientos; cambiaron los climas, los paisajes variaron y la vida fue abundante. En los últimos 20 millones de años el mar avanzó hacia el este, hasta posiciones próximas a la costa actual. Las aguas eran más tibias y plenas, de organismos como el tiburón gigante Megalodón con dientes de hasta 20 cm, ballenas, cachalotes, pingüinos y gaviales en las desembocaduras de ríos.
El mar arrasó las antiguas rocas volcánicas formando terrazas planas donde se depositaron los sedimentos marinos y sus organismos hoy fósiles. Las terrazas están a diferentes niveles debido a los avances y retrocesos del mar y a las fuerzas liberadas por las placas. Se observan hoy en la Portada, en Hornitos, en la Península de Mejillones y Caldera.
Este último capítulo dura unos 20 millones de años, épocas geológicas del Mioceno al Holoceno. En sus etapas recientes el mar atacó un acantilado de rocas sedimentarias marinas levantadas y las lavas oscuras que son su base. Su fuerza lo destruye y modela, dejando atrás bloques separados de la costa y labrando, de acuerdo a la resistencia diferente de las rocas, monolitos, arcos y otras formas. Así nació La Portada, así desaparecerá.
Guillermo Chong Díaz
Trópico de Capricornio
Este monumento, imponente observatorio solar, es una atracción turística y uno de los símbolos de la ciudad y de la Región de Antofagasta, está ubicado a 28 kilómetros al norte de Antofagasta, a un costado de la Ruta 1 y frente a la base aérea de Cerro Moreno.
El Trópico de Capricornio es el último lugar del planeta donde, una vez al año, caen perpendicularmente los rayos del Sol en el hemisferio sur. El fenómeno es producido por la combinación del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol y el ángulo que mantiene el eje de rotación de ésta, con respecto al eje del plano de la órbita de la Tierra. Al llegar al Solsticio, visto desde la Tierra, nos parece que el Sol se detiene en el cielo, lo que se nota especialmente al amanecer y atardecer. De allí el nombre de la fecha: "Solsticio", que significa "Sol Quieto" en latín.
Se denomina «de Capricornio» porque antiguamente, cuando se producía el solsticio de invierno en el hemisferio sur, el Sol estaba en la constelación de Capricornio. En la actualidad está en la constelación de Ofiuco, pero el nombre T r ó p i c o d e C a p r i c o r n i o c o n t i n ú a s i e n d o a c e p t a d o p o r t r a d i c i ó n .
Su construcción fue ideada y financiada por el Rotary Club de Antofagasta, inaugurada el 21 de diciembre del año 2000. Lo forman cuatro estructuras principales:
EL ARCO DE CAPRICORNIO: Es un arco de 10,40 metros de altura, cuyo borde superior sur sirve de instrumento demarcatorio para las estaciones.
EL CAMINO DEL SOL: Orientado de Sur a Norte y perpendicular al Trópico de Capricornio, es una senda de 2 metros de ancho y 11,1 metros de largo, por donde se mueve la sombra del Arco de Capricornio al Medio Día Verdadero. Para el Solsticio de Diciembre, la sombra del arco cae justo al comienzo del Camino, sobre la línea del Trópico de Capricornio, ubicada en la base sur del Arco, mientras que seis meses después para el Solsticio de Junio, cae en su borde extremo sur al Medio Día Verdadero.
LAS PUERTAS DEL SOL: Son dos paredes monumentales, de 12,40 metros de alto, que rodean el camino del Sol. La sombra del arco cae justo en su entrada para los Equinoccios. Esto ocurre si el Equinoccio ocurre en la misma longitud o cerca de la longitud geográfica del monumento.
EL CÍRCULO DEL MUNDO: Es el círculo de 30 metros que enmarca el conjunto. En él la línea del Trópico de Capricornio se ubica exactamente a 23,44 grados de distancia del centro del círculo, por donde pasaría el ecuador de la Tierra.
“www.circuloastronomico.cl” Adaptación Rafael Visedo Arroyo
Corporación Gen
“Para nacer hemos nacido” (P.Neruda). Nacimos hace 27 años en una época en que las utopías más humanistas se ahuyentaron. Nuestro nombre “Gen” lo derivamos del “Génesis”, debíamos reeditar aquellos pasajes donde el ser humano asumía su protagonismo de “henchid la tierra”.
Entre personas muy diferentes logramos visualizar una comunidad de ideales: redescubrir los potenciales ocultos circundantes a nuestra ciudad. Nuestro desierto nos confirma que no sólo es de músculos metálicos, también es de entrañas fértiles: su océano de tierras, de sol, sus nítidas noches estelares, sus vientos y penetrantes silencios regalan una paz que toda alma escucha.
Partimos con la nada misma. Teníamos espejismos, luego ilusiones. Aprendimos a conocernos, a fraternizar mientras comprendíamos su magia. Atinamos a hospedar en él y a insuflarlo de verdor. Ya es un micro oasis: árboles, sus aves, sus hortalizas, sus frutos se han entretejido para inspirar y exhalar. Sin embargo, desde nuestros inicios hemos asumido adversidades unas más escarpadas que otras. Sólo la alegría de parir nos ha hecho perseverantes.
Nuestro desierto abre sus puertas para una era más auténtica de las personas porque nos exige hacer la vida, no comprarla, nos exige profundizar las relaciones no superficializarlas. Nos abre a la era solar porque tiene la paternidad de la energía. Nos abre a un horizonte de oportunidades que aún nos parecen insospechadas para las necesidades de las próximas generaciones.
Ya nuestro lugar es de encuentros: acuden diversas personas, grupos, instituciones, estudiantes. Los hálitos y voces de nuestro desierto nos despiertan a un desarrollo con rostro humano reconciliado y agradecido de vivir.
Izar una visión de vida alternativa a los cantos de sirenas, mientras nuestra sociedad cada vez más se aleja de sus esencias, no deja de ser una hermosa locura como la locura del amor. Visítenos en el terreno mismo para que sus sentidos tengan su palabra. Estamos a 23 Km. de la ciudad, en el camino hacia Calama. Acceda a nuestra página web www.corgen.cl.
Pedro Aranda Astudillo