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Mural ex Edificio Patiño

Mural ex Edificio Gibbs

La visión de los directivos de la Corporación PROA, más el talento del reconocido pintor, Luis Núñez San Martín se unieron en un proyecto orientado a rescatar un legado de vida y color de inicios del siglo XX en Antofagasta, cuando el auge del salitre convertía esta zona en la más importante de la economía nacional.

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“Plazoleta del Salitre” es el nombre del lugar que alberga un mural de mil metros cuadrados, que refleja la época de oro de una ciudad que hoy se encuentra en medio del vértigo de un progreso que muchas veces olvida su rico legado histórico.

El escenario escogido para este monumental trabajo pictórico fue la tradicional ex Casa Gibbs, uno de los edificios patrimoniales sobrevivientes del crecimiento de Antofagasta, y que en medio de la modernidad actual, busca rescatar el paisaje y costumbres de principios del siglo XX. Además, allí están instalados, en una mágica reunión diversos personajes que han aportado al desarrollo de la ciudad desde sus propios ámbitos de acción.

Es así como en este mural podremos ver a Andrés Sabella leyendo el diario o al doctor Antonio Rendic esperando para abordar al tren o a Lenka Franulic compartiendo con antofagastinos de la época. No pueden faltar José Papic, Maximiliano Poblete, José Santos Ossa, Luis Silva Lezaeta, Chela Lira, Matías Rojas, Mario Bahamonde, Nora Vera y José Trevizán, interactuando tal como si se tratara de una cápsula del tiempo. Además aparece en la fachada sur Isaac Arce cruzando la calle.

La “Plazoleta del Salitre” es el marco perfecto a este mural que busca rescatar ese pasado, con una mirada a las calles de Antofagasta del año 1900, y que muestra una vista de la calle Prat hacia el norte, lo cual le da la profundidad tridimensional a esta obra. El mural de este artista al momento de ser creado fue el más grande de Chile y quizás de Latinoamérica.

La iniciativa nace en la Corporación PROA y contó con Fondos del 2% de Cultura del FNDR para su ejecución. La génesis de esta historia se remonta a principios de 2007, cuando el presidente de la Corporación PROA, Carlos Tarragó citó en la Casa Gibbs y le propuso la idea del mural a Luis Nuñez. “En un principio era sólo una parte del edificio, pero al hacer mi propuesta decidí intervenirlo completamente, considerando que una característica de mi obra como pintor es incorporar elementos reales en los trabajos” señala el artista.

Se convocó a la especialista Flavia Muzio de la Pontificia Universidad Católica para analizar en terreno las características del muro y el clima, para encontrar el material perfecto: pintura hecha a base de silicatos. La obra se completa con la escultura, El Aguador, personaje emblemático de la historia del salitre, ejecutada por Katerina Osorio y Mario Calderón. El mural de la ex Casa Gibbs se ha convertido en el punto turístico más fotografiado de Antofagasta.

Claudia Zazzali Contreras

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